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Informe Sobre La Legislación Diocesana de Los Sacramentos

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Informe sobre la legislación diocesana de los sacramentos

Alumna: Carla E. Ferreyra


Diócesis: Lomas de Zamora
Materia: Función de santificar
Profesor: Javier González Grenón
Año: 2017
Facultad de Derecho Canónico
Pontificia Universidad Católica Argentina

La Diócesis de Lomas de Zamora cuenta con legislación particular sobre los


sacramentos de la Confirmación y la Comunión, éste último en lo referente a los
ministros extraordinarios. Se conoce además la costumbre de ofrecer el sacramento de
la Comunión a partir del 3° grado de la escuela primaria, es decir, entre los 7 y 8 años
de edad; pero no está formalmente legislado. Respecto del resto de los sacramentos,
cabe señalar que se está elaborando un documento con legislación particular sobre el
Bautismo; y que para el Matrimonio se rige según el Vademecum de la Conferencia
Episcopal Argentina para la elaboración de los expedientes y tiene además en cuenta
una Carta del Arzobispo de Buenos Aires sobre la celebración en barrios privados,
firmada entre otros, por quien era Obispo de la Diócesis de Lomas de Zamora, Agustín
Radrizzani. Para el resto de los sacramentos, si la hay, sigue la legislación particular de
la Arquidiócesis de Buenos Aires.

A continuación, los documentos particulares de la Diócesis de Lomas de Zamora:

Subsidio litúrgico y pastoral para la celebración del sacramento de la confirmación


Comisión de Liturgia, música y arte sacro de la Diócesis de Lomas de Zamora

Primera parte: qué celebramos


En los números 1 a 7 se dedica a la dignidad de la Confirmación y los elementos
esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia: lugar de la Confirmación en el designo
divino de salvación, el nombre del sacramento, el rito esencial de la Unción con el
Santo Crisma, el efecto de la Confirmación, los sujetos que reciben el sacramento y el
ministro ordinario.
Segunda parte: quién celebra
En los números 8 y 9 trata sobre los celebrantes de la liturgia sacramental y del 10 al 13
sobre las funciones y ministerios en la celebración de la Confirmación. Estarán
presentes el Pueblo de Dios, representado por familiares y amigos de los confirmandos
y la comunidad local; los confirmandos con sus padrinos, el Obispo, y párrocos,
sacerdotes concelebrantes y diáconos. Hace hincapié en la necesidad de una preparación
adecuada. Respecto de los padrinos, conviene que sea el mismo del Bautismo; sino se
solicita que sea espiritualmente idóneo y cumpla las siguientes cualidades: que sea
maduro, que pertenezca a la Iglesia Católica y haya recibido los sacramentos de
iniciación, que no esté impedido por el derecho, y que no sea padre, madre, novio o
novia del confirmando.
Tercera parte: dónde celebrar
En los números 14 y 15 define el espacio celebrativo de la Confirmación en
consonancia con el espacio celebrativo de la Eucaristía, generalmente una iglesia u otro
lugar adecuado. Los niños, en su parroquia y los adultos en su parroquia o en la Iglesia
Catedral. Respecto a la ornamentación, debe constar de un mantel blanco para el altar,
una cruz sobre el altar o presbiterio, dos o siete (cuando preside el Obispo) velas,
arreglos florales naturales en el presbiterio (no en el altar, no guirnaldas ni globos), y
luces y audio.
Cuarta parte: cuándo celebrar
En el número 16 se estable el tiempo según las fechas del calendario diocesano del año,
siendo el tiempo pascual el más propicio. No se puede confirmar en Fiestas Patronales
ni destinadas a celebraciones diocesanas. Respecto al horario, será en días laborales por
la tarde o la noche, destinando la colecta íntegramente al Seminario; o será en la
celebración dominical, destinando la colecta de la asamblea a la Parroquia y los sobres
de padrinos y confirmandos al Seminario. El dinero destinado al Seminario se entrega
en la curia, indicando el nombre de la parroquia y el día y horario de la celebración, y
no al Obispo en ningún momento de la celebración.
Quinta parte: cómo celebrar
De los números 17 a 38 trata sobre la celebración del sacramento de la Confirmación: el
acompañamiento de la comunidad, las reuniones preparatorias, los encuentros
kerygmáticos, el examen de conciencia, y el ritual del sacramento. El número de
confirmandos dependerá del espacio celebrativo y de la preparación recibida. Habrá
encargados de la recepción del Obispo. Los catequistas darán la bienvenida a los

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confirmandos con sus familias y padrinos. Los confirmandos tendrán un cartel con su
nombre completo. Se repartirán hojas de cantos para todos y del ritual para los
confirmandos. Los cantos deben hablar del don de Dios y la fuerza del Espíritu pero con
lenguaje y música cercanos y accesibles, aunque se deben evitar los cantos estilo
“velada de campamentos” y los cantos monacales sin vibración de la asamblea. El
mismo documento posee un anexo con un listado de cantos apropiados. Se establece
además el orden de la procesión de entrada, la colecta y la procesión de los dones, y que
no pueden sacarse fotos ni hacerse filmación dentro de la celebración. Luego de lo
propio del día de la celebración y para días posteriores se explica el registro en el Libro
de Confirmaciones y se invita a una recepción de los nuevos confirmados. Para los días
previos, se establece la conformación del equipo de Liturgia y lo necesario para la
preparación de la celebración, a saber, los ornamentos sagrados, el espacio adecuado
para que se revistan los ministros, la sede para el Obispo y los lugares para los
presbíteros, el vaso o vasos con el Santo Crisma, los libros litúrgicos, las credencias, el
audio y micrófonos, y el material necesario impreso. Además deben ser preparados los
guiones y los lectores instruidos. Por último se dan instrucciones para las misas con
participación de niños, para la ubicación en el momento de la crismación de los
confirmandos y los padrinos, para la celebración del rito de la comunión (especialmente
que los confirmados comulgarán con el Obispo y que se debe realizar la oración de
comunión espiritual por parte de quien preside o el guía o el catequista).
Apéndice
 Un modelo de guion para la celebración de la confirmación dentro de la Misa.
 Importancia del canto en la celebración.
 Ritual para administrar la Confirmación dentro de la Misa.
 Modelo de boleta para las parroquias.

Manual para los ministros extraordinarios de la Comunión


Comisión de Liturgia, música y arte sacro de la Diócesis de Lomas de Zamora

Introducción
La designación de los ministros extraordinarios de la Comunión, es primera y
principalmente para llevar la comunión a los enfermos, y en segundo lugar, si fuera

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necesario y no hubiera otros ministros, para la distribución de la comunión en las Misas
y/o guiar diversas celebraciones.
Normas diocesanas (síntesis)
Número 1: Los ministros ordinarios serán los que poseen el orden sagrado, los ministros
extraordinarios pero permanentes serán los acólitos instituidos y los ministros
extraordinarios serán otros laicos.
Número 2: Los casos en los que se necesita ministros extraordinarios son: durante la
Misa cuando la asistencia de fieles es muy grande, o quien preside se encuentra
impedido por alguna dificultad, o cuando se comulga bajo las dos especies; fuera de la
Misa cuando las distancias provocan dificultad o cuando es grande el número de
enfermos, sobre todo en hospitales o instituciones similares.
Número 3: El Obispo tiene facultad para instituir los ministros extraordinarios.
Número 4: El Obispo puede delegar esta facultad en los sacerdotes.
Número 5: Para colaborar en Misas, el sacerdote convoca a los ministros extraordinarios
instituidos o fieles idóneos “ad actum”.
Número 6: Especialmente, éstos llevarán la comunión a los enfermos partiendo de cada
Misa.
Número 7: En las comunidades religiosas, se designará en primer lugar al superior o
superiora.
Número 8: Los requisitos para el discernimiento de los que son llamados para ejercer
este ministerio serán: que haya recibido los sacramentos de iniciación, que se destaque
por su fe y vida ejemplar, que sea bien aceptado en la comunidad, que guste de la
oración y pueda ayudar a orar, que tenga especial delicadeza con los enfermos, ancianos
o impedidos, que pueda ofrecer disponibilidad de tiempo y salud, y que no considere
este ministerio como una promoción para recompensar méritos.
Número 9: Edad mínima de 30 años, exceptuando religiosos y seminaristas.
Número 10: Presentación de los candidatos por el párroco.
Número 11: Consulta al Pueblo de Dios.
Número 12: Para determinar el número de ministros se estima que un ministro basta
para 3 o 4 enfermos y el mismo puede atender en las Misas, o puede designarse aquellos
para los enfermos que no distribuyan en las Misas.
Número 13: Es conveniente dar a conocer el nombramiento.
Número 14: Deben comprometerse a la formación permanente y se hará un encuentro
anual.

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Número 15: Los ordenados no están eximidos del deber de dar la Comunión.
Número 16: El ministro designado debe ser modelo de vida cristiana.
Número 17: No se puede elegir a alguien cuya designación cause confusión en los
fieles.
Número 18: Deberá recibir formación permanente.
Número 19: Las facultades se extienden por tres años renovados anualmente. Luego
deberá interrumpirlo por un año para poder recibirlas nuevamente. Nadie debe
considerar que este ministerio es perpetuo.
Número 20: El párroco debe evaluar el rendimiento de cada ministro.
Número 21: La jurisdicción del ministro se restringe a la Parroquia, Oratorio,
Comunidad religiosa, educacional u hospitalaria, para la que haya sido designado.
Número 22: Realizará el ministerio ante ausencia de ministros ordinarios.
Número 23: La vestimenta para la Comunión en los templos es para los religiosos o
religiosas, su hábito correspondiente; para los seminaristas, el alba; para los acólitos
instruidos, la toga talar; y para los laicos, vestimenta secular digna, sobria sencilla y
adecuada.
Número 24: Modo de realizar el ministerio en las celebraciones litúrgicas.
Número 25: Forma y envío del viático.
Número 26: Respeto y aprecio a la Eucaristía y a la comunidad.
Número 27: Rito de la institución o designación y la lectura del decreto siguiendo el
Ritual Romano y el Misal Romano.
Apéndice
 La celebración litúrgica: acción del Christus Totus.
 Verbum Domini, su importancia en las celebraciones.
 Lectio Divina: los “buenos días” de Dios y mis “buenas noches, Dios mío”.
 Dubia.

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