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Poder Judicial de la Nación

SENTENCIA INTERLOCUTORIA. CAUSA Nº CNT 28175/2018/CA1 “LOPEZ OSCAR


RAMON C/ FEDERACION PATRONAL SEGUROS S.A. S/ ACCIDENTE - LEY
ESPECIAL” JUZGADO Nº 77

En la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, a


18/07/2019, reunidos en la Sala de Acuerdos los señores miembros integrantes de
este Tribunal, a fin de considerar el recurso deducido contra la sentencia apelada, se
procede a oír las opiniones de los presentes en el orden de sorteo practicado al efecto,
resultando así la siguiente exposición de fundamentos y votación:

La Dra. Diana Regina Cañal dijo:

I.- Contra la resolución interlocutoria del a quo (fs. 83/85), en la que


desestimó el planteo de inconstitucionalidad formulado por la parte actora (fs.31)

En primer término, el Magistrado señaló que el hecho de que el accidente


haya ocurrido el 9 de marzo de 2018, determina la aplicación de la ley 27348,
publicada en el Boletín Oficial el 24 de febrero de 2017.

Asimismo, establece que dicha norma incorpora un sistema de


responsabilidad cerrado con una instancia administrativa precisa llevada a cabo ante
las Comisiones Médicas Jurisdiccionales creadas por el artículo 51 de la ley 24241 y
sus modificatorias.

Además, expone que, según el art. 1 de la norma mencionada ut supra,


dicha instancia administrativa es previa, de carácter obligatorio y excluyente de toda
otra intervención (art. 1).

Por otro lado, expresa que la resolución 298/17 –dictada por la


Superintendencia de Riesgos del Trabajo el 23-02-2017- delineó puntualmente el
procedimiento a seguirse en sede administrativa.

De igual modo, y tal como lo sostiene la reiterada jurisprudencia de la


Corte Suprema de Justicia de la Nación la declaración de inconstitucionalidad de una
norma constituye un acto de suma gravedad y debe ser considerada como la última
ratio del orden jurídico y, por lo tanto, procede únicamente cuando la aplicación de
determinada normativa a un caso concreto causa gravamen al titular actual de un
derecho.

Por ello, destacó que la parte actora no alegó los perjuicios concretos que
le provoca la adopción del procedimiento administrativo previo impuesto por dicha ley.
Además, sostuvo que la lectura del planteo formulado mostraba que el actor se limitó a
efectuar formulaciones genéricas, sin precisar adecuadamente los agravios reales que
motivan la declaración solicitada y que el demandante no puntualizó en qué modo la
actuación ante las comisiones médicas afectaría el reconocimiento de su derecho.

Concluyó que la ausencia de agravios concretos respecto a la exigencia


de una instancia administrativa previa, torna abstracto cualquier análisis actual
respecto de su constitucionalidad.

Por todo lo expuesto, resolvió desestimar el planteo constitucional


formulado y, en función de ello, hacer saber a la parte actora que deberá agotar la vía
Fecha de firma: 18/07/2019
administrativa delineada por la ley 27348.
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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II.- El trabajador recurrió tal decisorio, y se agravia por el desistimiento del


planteo de inconstitucionalidad de la Ley 27.348. Entiende que se encuentra violado el
principio de igualdad ante la ley, el de no discriminación, el acceso a la justicia, y el
juez natural. Citó jurisprudencia a su favor.

III.- En primer lugar, cabe señalar que el actor, en su escrito de inicio (ver
fs. 2/27) manifestó padecer un accidente en su lugar de trabajo el 9 de marzo de 2018.
Sostiene sufrir daño físico y psíquico.

IV.- Destaco que en la causa se corrió vista (fs. 37), y la Fiscal General
Adjunta Interina dictamina sobre la constitucionalidad de la ley 27348 y remite a los
argumentos desarrollados en el dictamen recaído en la causa “Burghi”.

V.- En atención a los términos planteados en el recurso de apelación, se


impone realizar un previo control de constitucionalidad sobre el requisito dispuesto por
el artículo 1 de la Ley 27348.

Circunscripto entonces el agravio, al control de constitucionalidad del


apartado primero del artículo 1 de la Ley 27348, es necesario destacar que, entre otras
causas, existe un dictamen –tal como lo adelantara- del Fiscal General de la Cámara
(nº 72.879 del 12 de julio de 2017), y un pronunciamiento de la Sala II en la Sentencia
Interlocutoria Nº 74.095 del 3 de agosto del 2017, ambos en la causa “Burghi,
Florencia Victoria C/ Swiss Medical ART S.A. S/Accidente - Ley Especial”.

Asimismo, entre otros, la Sala X, se pronunció el 30 de agosto de 2017, en


los autos “Corvalán Héctor Eduardo, c/ Swiss Medical ART S.A. s/Accidente Ley
Especial”, otro tanto hizo la Sala I el 12 de setiembre del corriente en autos “Luna
Dolores Eduviges c/ Provincia ART S.A.”, así como la Sala V el 18 de agosto de 2017,
en “Quispe Román, George c/ Provincia ART S.A. s/accidente”.

En el caso de la Sala II, en consonancia con el dictamen fiscal, y el fallo de


la primera instancia, se confirmó el rechazo del planteo sobre la inconstitucionalidad
del procedimiento administrativo obligatorio. Por su parte, la mencionada Sala X,
asume la competencia de la Justicia Nacional del Trabajo, por considerar
inconstitucional las excesivas facultades conferidas a las CCMM, en la Resolución
SRT 298/17. En el caso de la Sala I por una cuestión temporal se consideró abstracta
la cuestión, declarando la competencia del fuero y, finalmente, en el de la Sala V, se
decretó la nulidad de la desestimación del planteo de inconstitucionalidad de la ley ab
initio y sin producción de prueba, así como la consecuente declaración de falta de
aptitud jurisdiccional del fuero.

Los argumentos expuestos, tanto por el ministerio fiscal, como por mis
colegas, serán tenidos en cuenta en el presente análisis, al igual que la interpretación,
que hasta el momento ha sostenido la Corte sobre la jurisdicción administrativa.

VI.- Al respecto, me pronuncié en autos “FLORES, OSVALDO FEDERICO


c/ FEDERACION PATRONAL SEGUROS S.A. s/ACCIDENTE - LEY ESPECIAL”,
Sentencia Interlocutoria de fecha 28 de noviembre de 2017, sostuve la
inconstitucionalidad del procedimiento administrativo “obligatorio y excluyente”
dispuesto en el artículo 1 de la Ley 27348, lo que mantengo en el presente con los
mismos argumentos que aquí reproduzco.

“Preliminarmente, adelanto que he sostenido y argumentado


inveteradamente -sobre lo que me explayaré aquí a su debido tiempo-, que en nuestro
Fecha de firma: 18/07/2019 sistema jurídico, de modelo continental, los fallos de la Corte Suprema de Justicia de
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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la Nación, no revisten fuerza vinculante para el resto de los jueces, toda vez que sus
pronunciamientos son ley en sentido particular, sólo para las partes1.”

“No obstante, cabe advertir que sus pautas interpretativas –así como las
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos-, no deben ser soslayadas a la hora
de realizar el obligado control difuso de constitucionalidad –y de convencionalidad- de
las normas que conforman el sistema jurídico vigente, aunque reitero, no implican la
obligatoriedad de las doctrinas que establecen. Dicho ello con la salvedad de que si la
doctrina que fijan es la más progresiva para su momento, en ese caso no podría
resolverse por debajo de ese standard, pero no porque el precedente sea vinculante,
sino porque el principio de progresividad deriva de una norma interpretativa
incorporada al sistema.”

“Establecido ello, circunscribo el foco de lo aquí planteado, a la discusión


sobre la pertinencia de la jurisdicción administrativa obligatoria, con desplazamiento de
la justicia ordinaria en la resolución de conflictos, lo que implica un análisis en general
y otro en particular de la cuestión.”

“En efecto, en términos generales, es necesario comprender la estructura


jurídica del modelo argentino, dentro de la cual se está juzgando la viabilidad de
prorrogar la justicia ordinaria a una justicia administrativa, de carácter obligatorio. De
ser livianos en este aspecto técnico, o de incurrir en meros argumentos de autoridad
que conviertan en verdadero lo falso2, podemos incurrir en importantes confusiones
que impliquen decisiones contrarias al derecho constitucional vigente3.”

“De tal modo, observo con preocupación que tanto la doctrina


especializada, cuanto el Ministerio Público y la Jurisprudencia, se remiten en este
tema, a precedentes de la Corte de EEUU sin formular distinciones, y extrapolan
conceptos, como el de la agencia administrativa y el rol de los principios 4, sin
contemplar que su modelo jurídico es diferente al nuestro.”

“Esto se debió a que, como lo plantearon la primera y segunda instancia en


el caso “Burghi”, y otro tanto la Fiscalía General, se pretendió seguir la doctrina del
fallo “Ángel Estrada”, dictado por el Máximo Tribunal, el 5 de abril de 2005, que utiliza
precedentes del país del Norte.”

“Allí, entre otros temas, la CSJN se pronunció sobre la competencia del


organismo de control -ENRE- para resolver en sede administrativa sobre la
responsabilidad por daños y perjuicios–ocasionados por la empresa prestataria,
Edesur SA, a los usuarios reclamantes-, con fundamento en el derecho común.”

“A tal fin, y hablando de modelos comparados, toda vez que en “Ángel


Estrada” la Corte en efecto, habría de echar mano a precedentes de la Corte Suprema
de los Estados Unidos, a fin de determinar la viabilidad de la aplicación de los mismos,
refrescó las bases de nuestro sistema constitucional, de acuerdo a la organización del
poder que decantó la historia de nuestro país, en los constituyentes de 1853/60.
1
SALA III "Fiorino, Augusto Marcelo C/QBE Argentina ART S.A. S/ Accidente-Ley Especial” Causa
Nro. 1832/2013, del registro de esta Sala, el día 25/04/2017
2
En oposición a lo manifestado en la cita anterior por la suscripta, ver Abalos María Gabriela, “Diálogo
jurisprudencial y valor del precedente. Desafío de los superiores tribunales de justicia en el federalismo
argentino”, La Ley, 20 de septiembre de 2017.
3
KELSEN, Hans; "Teoría Pura del Derecho"; Ed. Universidad Nacional Autónoma de México, México,
1982; Traducción de la segunda edición en alemán por Roberto J. Vernengo, Cap IV y V.
4
CAÑAL, Diana R.; El imperio de la ley: El debate Dworkin /Hart; REVISTA SPES Nº 36 :
Fecha de firma: 18/07/2019 “DERECHOS HUMANOS”, 26/09/2014, pág. 57/65.
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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Metodología que no se sigue habitualmente, y que, por cierto evitaría muchas


distorsiones, cada vez que se extrapolan institutos sin mayor reflexión.”

“De hecho, que incansablemente propongo en mis pronunciamientos, la


observación sobre el distingo entre el modelo continental y el de common law, el
primero adoptado por la Argentina, y el segundo por EE. UU. 5. Ello obedece a la
necesidad de explicar detenida y sistémicamente, el porqué de una decisión, que
muchas veces se aparta del común denominador. Por eso, no tener claro el “GPS”,
tanto en el derecho como en el deporte y la conducción, sería algo así como, jugar un
partido de fútbol donde el árbitro aplique el reglamento del volleyball 6, o pretender
avanzar en las rutas de Londres por la izquierda.”

“Este fue el motivo por el cual profundicé estos conceptos a la hora de


evaluar la reforma, también en materia de riesgos, en relación con la competencia y
los beneficios de la Ley 26773, en los fallos “Acevedo”7, y “Fiorino”8, lo que haré
nuevamente en el tema que me convoca.”

“Luego, en un segundo nivel de coincidencia con la doctrina de “Ángel


Estrada”, la misma remarca como pauta metodológica -Considerando 12-, la
necesidad de la interpretación sistémica al decir que “para delimitar el alcance de las
facultades a que se refiere el art. 72 de la ley 24.065 –allí en debate- es preciso
computar la totalidad de sus preceptos, de manera que armonicen con el
ordenamiento jurídico restante y, especialmente, con los principios y garantías
de la Constitución Nacional (Fallos: 312:111 y 1036, y sus citas).” (Lo puesto de
resalto me pertenece)”

“En efecto, este tipo de hermenéutica es la que practico en la resolución de


las causas y, expresamente, lo he manifestado en los precedentes mencionados y en
numerosos decisorios como juez de la primera instancia 9. Se trata en definitiva, de la
necesidad de una interpretación en términos de sistema jurídico, en lo que hiciera
hincapié la Dra. Kemelmajer de Carlucci en los albores de la entrada en vigencia del
Código Civil y Comercial de la Nación unificado.10 “

“Puntualmente, en el fallo “Acevedo” expresé que hacer alusión a una


interpretación “armónica” de los derechos contenidos en el texto constitucional, sólo
puede ser traducida en la “jerarquía” de valores impuesta por la Constitución Nacional,
lo que consecuentemente se traduce en una jerarquía de las normas jurídicas, que
debe ser respetada por el intérprete.”

5
Aclaro que se trata del modelo general, donde los fallos de Corte Suprema de los EEUU son vinculantes,
así como el de la mayoría de los estados de la federación, contando con un pequeño grupo de
continentales.
Ver, ; CAÑAL, Diana R.; Una Visión Pragmática del Derecho, Prólogo Tulio Ortiz, Ed. Quorum
nov/2003, Reeditado por Errepar en 2011
6
ROSS, Alf ; Sobre el derecho y la justicia, Ed. EUDEBA, 2010.

7
SALA III “Acevedo, Juan Bartolomé C/ Estancia La República S.A. Y Otro S/ Accidente – Acción Civil”, Sentencia
Interlocutoria Nº 63.585, del 30 de junio de 2014.

8
Ib 1

9
JNT Nº 74, SD Nº 2252, “Pérez, Aníbal Raúl c/ Disco S.A. s/ Despido”, de fecha 27 de abril del 2006, revocada por
esta Sala III, decisorio que a su vez dejara sin efecto la CSJN ratificando lo sostenido por la suscripta: “ Pérez, Aníbal
Raúl c/ Disco S.A.S/Despido”, de fecha 1 de septiembre de 2009

10
KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, Prólogo al Código Civil y Comercial de la Nación comentado / Gustavo Caramelo;
Fecha de firma: 18/07/2019 Sebastián Picasso; Marisa Herrera. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Infojus, 2015. Ver sentencia “Fiorino” ib. 5.
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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“Repárese que la Corte, aún cuando en “Ángel Estrada” no lo haya


mencionado, implícitamente alude al artículo 28 de la CN. En efecto, dicha norma
establece: "Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores
artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio".”

“Es decir, la norma sustantiva (la que establece a qué se tiene derecho),
no puede ser alterada ni en su contenido ni en su vinculación jerárquica con el resto de
normas sustantivas, por la norma adjetiva (la que prevé cómo habrá de hacerse
efectivo el derecho sustantivo).”

“Luego, en ninguno de los niveles de adjetivación (poderes legislativo,


ejecutivo y judicial), es posible alterar el sentido, ni el orden jerárquico, puesto que el
propio sistema a través de los principios, establece cómo resolver ante la duda.”

“He aquí un rol central de los principios jurídicos, que establecen para
quien lo dudara, cuál es el orden correcto en la escala de normas sustantivas, que no
hace más que reflejar la vigencia de una determinada jerarquía de valores. De allí, que
los principios tengan carácter sustantivo y sean una suerte de super norma, a la que
se recurre también en caso de duda.”

“Es decir, no se puede alterar por vía de interpretación, ni la jerarquía, ni el


contenido de las normas sustantivas. Como tampoco puede afectárselas en ninguno
de ambos sentidos, mediante la creación de norma adjetiva (leyes, decretos,
reglamentos, etc).”

“De allí que, toda norma de forma o adjetiva debe reglamentar los
derechos constitucionales sustantivos según, la jerarquía que el propio sistema ha
establecido a través de los principios normativos. 11 Esto mismo sucede con las normas
de forma de rango constitucional -vgr. la división de poderes, la forma de gobierno,
etc.- que son, precisamente, la “reglamentación” con la que el constituyente procura
preservar el paquete de normas sustantivas.”

“En nuestros días, y desde 1.994 el paradigma vigente es el de los


Derechos Humanos Fundamentales, el que nos obliga a jerarquizar 12 los derechos en
el juego entablado entre tres principios centrales: 1) El del debido proceso, que implica
la existencia de un juez natural, 2) el pro homine y su necesaria consecuencia, 3) el
principio de progresividad.13 “
11
CAÑAL, Diana R., “El fenómeno del desajuste entre los paradigmas normativos e interpretativos en el Derecho.
El caso de los derechos humanos fundamentales en América Latina. La cuestión del trabajo y los problemas
procesales”; Publicado en Libro “Temas de direito do trabalho, processo do trabalho e direito à saúde: abordagem à
luz dos princípios jurídicos e dos direitos fundamentais", Ed. Dois de Julho, Bahía, Brasil, 2015.

CAÑAL, Diana R., “Los paradigmas normativos e interpretativos: relojes que suelen atrasar”, 12º Jornadas de Los
cambios de paradigma y sus efectos, su abordaje interdisciplinario, Revista Spes Nro. 34, Octubre 2012.

Primera Tesis Doctoral en Derecho (Teoría General y Filosofía del Derecho) –UBA-; CAÑAL, Diana R.,
“Decisiones Judiciales. La relación entre normas de fondo y forma: Una mirada desde el Derecho del Trabajo”, Ed.
ERREPAR, Octubre 2011.

12
FAVOREAU, Louis, “Legalidad y Constitucionalidad. La Constitucionalización del Derecho”, Volumen 59,
Temas de Derecho Público. Universidad Externado de Colombia”.

13
Principio de Progresividad incorporado constitucionalmente, en los incisos 19, 23 y 22 del artículo 75; en el
P.I.D.E.S.C. -arts. 5.2 y 2.1-; en la Convención Americana sobre Derechos Humanos -art. 26-; y el Protocolo de San
Salvador Adicional a la Convención Americana -art. 1º-

Fallo “Acevedo”: “(…) De manera que la solución, habremos de encontrarla en el juego entablado entre tres
principios centrales del paradigma vigente: 1) El del debido proceso, que implica la existencia de un juez natural, 2)
Fecha de firma: 18/07/2019 el pro homine y su necesaria consecuencia, 3) el principio de progresividad”.
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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“Con lo cual, si se albergasen dudas (porque de hecho, no todos los jueces


han concluido del mismo modo), lo que habrá de zanjar la disputa interpretativa, ha de
ser el obligado control de convencionalidad (ver CSJN, in re “Rodríguez Pereyra, Jorge
Luis y otro c/Ejército Argentino s/daños y perjuicios”, del 27/11/12).”

“Puntualmente, la CSJN nos ha dicho en “Álvarez, Maximiliano y otro c/


Cencosud S.A. s/ acción de amparo”, A. 1023, XLIII, que “el decidido impulso hacia la
progresividad en la plena efectividad de los derechos humanos que reconocen, propia
de todos los textos internacionales antes aludidos y muy especialmente del PIDESC
(art.2,1), sumado al principio pro homine, connatural con estos documentos, determina
que el intérprete deba escoger, si la norma lo posibilita, el resultado que proteja en
mayor medida a la persona humana (Cardozo, Fallos 329:2265, 2272/2273, y
Madorran, cit. p 2004). Y esta pauta se impone aún con mayor intensidad, cuando su
aplicación no entrañe colisión alguna del derecho humano, así interpretado, con otros
valores, principios, atribuciones o derechos constitucionales (Madorran, cit. p. 2004).
Ya en el precedente Berçaitz, de 1974, tuvo oportunidad de censurar toda inteligencia
restrictiva de los derechos humanos, puesto que contrariaba la jurisprudencia de la
Corte, “concordante con la doctrina universal”; el “principio de favorabilidad” (Fallos:
289:430, 437; asimismo; Fallos: 293:26,27).”

“Vale resaltar que en la reciente unificación en el Código Civil y Comercial


de la Nación -vigente desde el 1° de agosto de 2015-, el legislador entendió necesario
“Antes de adentrarnos en su análisis, vale aclarar qué es un principio. Entenderé por tal a una norma jurídica,
integrada por la conducta descripta (antecedente), y su consecuencia jurídica (consecuente), pudiendo encontrarse
ambas ubicadas en diferentes partes del sistema jurídico, básicamente de tipo continental. De ello se deriva que
estamos ante un sistema cerrado, en el que rige la regla de clausura (art.19 CN)”.

“Esto, es muy importante, porque convierte a los principios en normas jurídicas y, en consecuencia, obligatorios”.

“Luego, en un sistema de esta especie, tenemos normas de tres tipos si se quiere. Sustantivas o de fondo, adjetivas o
de forma (cuya caracterización fue el eje de la confrontación intelectual entre el dictamen de la Fiscalía General y el
primer voto en la sentencia “Virgili” citada precedentemente), y una suerte de “súper normas”, que hasta donde
alcanzo a visualizar hoy, serían de carácter adjetivo. Ni más, ni menos, que los principios”.

“Porque cuando el intérprete “anda como perdido”, en la enramada del derecho, lo que lo orienta es subir de nivel, y
buscar qué pauta, qué indicación, le brindan los principios”.

“Así, si dudamos entre un derecho constitucional y otro, en pos de verificar su jerarquía, la propia organización
interna de la Constitución Nacional, en el marco del paradigma de los DDHHFF, le indicará a través de un principio
(pro homine), qué camino debe seguir. De allí que esta Corte pudo decir en “Vizotti”, que el trabajador era “el señor
de todos los mercados”, lo que claramente implica privilegiar el artículo 14 bis por sobre el 17 de la Constitución
Nacional. Porque es inexacto, lo reitero, que los valores constitucionales están todos en un mismo nivel, lo que solo
podía decirse de un periodo de “legalismo constitucional” (esta Sala III, in re: “A.A.M. c/ Espumas del Plata SRL s/
medida cautelar”, S.I. Nº 62.493 del 31.07.12, y en sentido contrario, nota al fallo mencionado: “Reintegro de la Obra
Social al ex empleado que padece HIV, por Emiliano A. Gabet, pub. en Revista Derecho Del Trabajo, Nº 11,
noviembre de 2012, pag. 3043), donde se sostuviera que “el derecho a la salud tiene el mismo rango constitucional
que el resto de los derechos y garantías previstos en la Constitución Nacional”.

“Ciertamente, esta jerarquía es muy distinta de la que podría pensarse en un constitucionalismo clásico (Favoreau,
Louis, “Legalidad y Constitucionalidad. La Constitucionalización del Derecho” Volumen 59, Temas de Derecho
Público. Universidad Externado de Colombia)”.

“Y si esta duda se le perfila al juez en un nivel inferior al constitucional, (en nuestro caso, el de la normativa
laboral), deberá encontrar en principio la solución en los principios de la disciplina, que de tal suerte resultan,
jerárquicamente superiores, y si no encuentra la salida, subirá a la Constitución”.

“De modo que los principios tienen la dura tarea de orientar al intérprete ante la duda. Pero no de manera disponible,
sino obligatoria. Porque son ni más ni menos que normas “jurídicas”, con la previsión (en alguna parte del sistema
que, recordemos, se presume cerrado) de consecuencias para quienes no los apliquen. Entre otras, la máxima posible,
el juicio político, dado que el juez está obligado a aplicar las normas con arreglo a la Constitución Nacional, así como
a declarar la inconstitucionalidad de oficio de aquéllas contrarias a la misma, dado el control difuso de
Fecha de firma: 18/07/2019 constitucionalidad que rige a este sistema continental (…)”.
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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-aún cuando podría interpretarse como redundante- establecer preliminarmente que


los tratados de derechos humanos son fuente de derecho y pautas de interpretación
de nuestro sistema jurídico (Artículos 1 y 2 del CCCN)14.”

“Entonces, como premisa básica las normas adjetivas no pueden


contradecir la finalidad del paradigma constitucional vigente, de lo contrario, el remedio
será la inconstitucionalidad de su regulación.”

“Establecida la estructura normativa e interpretativa (también normada,


obligatoria por ende, que es lo que se pretende ignorar), cabe reflexionar si la misma
podría funcionar adecuadamente en cualquier modelo jurídico, lo que nos lleva una
vez más a distinguir el sistema continental del de common law. Distingo que consideró
basal como fundamento general.”

“Justamente, encontramos que este análisis en Ángel Estrada es


preliminar y no ha sido debidamente advertido en el uso que se hace de este
precedente. Porque, valga la redundacia, para el uso que se realiza en Ángel Estrada
de los precedentes de la Corte de los EEUU (lo que analizaremos debidamente),
primero se tienen en cuenta los modelos jurídicos, a fin de no extrapolar lo que no
corresponde técnicamente por su incompatibilidad.”

“Así, la Corte destaca de nuestro texto constitucional los artículos 18 y 109,


agregando que este último está basado en el artículo 108 de la Constitución de Chile.
Este no es un dato menor.”

“En efecto, estableciendo su génesis definió que el sistema argentino, a


diferencia del norteamericano, se inclinó por un modelo judicialista en el marco de la
división de poderes. Esta discusión, justamente, parte las aguas entre los doctrinarios
administrativistas.”

“Para reafirmar lo expresado por la CSJN en este precedente, nada mejor


que evocar las palabras del propio Juan Bautista Alberdi, rememoradas por el
administrativista Juan Carlos Cassagne, quien al comparar nuestro sistema con el de
los Estados Unidos, expresó: “decir que son iguales es algo así como confundir un
huevo con una castaña”.15”

“En consonancia, el administrativista destacó, aludiendo a la visión del


propio Alberdi16, que: “la búsqueda de las bases y puntos de partida nos lleva, a su
vez, a desentrañar algunos equívocos que han ido deslizándose, sostenidos incluso
por prestigiosos autores, en torno a las fuentes de nuestro derecho público, los
14
KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, Prólogo al Código Civil y Comercial de la Nación comentado
/ Gustavo Caramelo; Sebastián Picasso; Marisa Herrera. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos
Aires :Infojus, 2015.
15
CASSAGNE, Juan Carlos; El Acceso a la Justicia Administrativa , Ponencia presentada al Seminario
Internacional de Derecho Administrativo realizado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la
Universidad de Buenos Aires, durante los días 29, 30 y 31 de marzo de 2004.
16
ALBERDI, Juan Bautista, Obras completas de J. B. Alberdi, t. V, “Estudios sobre la Constitución
Argentina de 1853”, p. 148, Buenos Aires, 1886. Al respecto, señala Alberdi: “Ha resultado de ahí que el
Poder Ejecutivo argentino, que forma la facción prominente de la Constitución de 1853 y determina toda
su fisonomía, es completamente diferente del Ejecutivo de los Estados Unidos de Norte-América. No hay
más que colocar uno enfrente de otro y contar sus atribuciones, para ver que se asemejan tanto como un
huevo a una castaña. Y así debía de ser. Era nuestro ejecutivo en cierto modo, y en especial respecto de
los medios de acción, una especie de reconstrucción del gobierno central, que había existido por dos
siglos. Mil veces más se asemeja al de Chile que al de Estados Unidos, a pesar de la diversidad de
Fecha de firma: 18/07/2019 nombres; y debía preferirse la imitación de lo que era más análogo y adaptable a nuestra condición de ex
colonia
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ española
DE CAMARAy de habitantes de la América del Sur”
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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orígenes de la justicia administrativa, la evolución del sistema norteamericano (basado


hoy día en un sistema de jurisdicción administrativa con control judicial posterior,
generalmente concentrado en las Cortes de Circuito, que son tribunales colegiados) y
las bases constitucionales de nuestro sistema judicialista."”

““Una visión sumaria acerca de las fuentes del derecho público argentino
muestra que el modelo norteamericano constituyó una de las bases sobre las que se
edificó nuestra Constitución, particularmente en cuanto a la forma de gobierno federal
adoptada por los constituyentes de 1853. De allí algunos autores han pretendido
extraer la conclusión de que las instituciones de nuestro derecho procesal
deben adaptarse a dicho modelo y a su evolución jurisprudencial, consecuencia
que extienden para sostener la inconstitucionalidad o constitucionalidad, según
el caso, de determinadas instituciones o características del proceso (vgr. efectos
erga omnes de la anulación de reglamentos) (…)esa conclusión reposa en la creencia
errónea, originada en Sarmiento y en la opinión del convencional Gorostiaga, en el
sentido que nuestra Constitución constituye un calco o copia de la norteamericana. De
allí, algunos autores han deducido, en forma puramente dogmática y sin tener en
cuenta los estudios históricos y doctrinarios efectuados sobre las fuentes
constitucionales de nuestra ley suprema que desmienten esa tesis que, en realidad,
fue sólo una simplificación realizada con fines didácticos o políticos (en el caso de
Sarmiento). (…)Hay que advertir que la circunstancia de que el Derecho
Administrativo argentino, en sus principales construcciones legales, doctrinarias y
jurisprudenciales, no haya mantenido una total fidelidad al modelo norteamericano no
implica contradicción alguna, tuvieron a la vista los convencionales para interpretarla y
aclarar los errores que se vienen repitiendo en algunos sectores del Derecho Público
argentino.(…)Con una frase que no admite dudas acerca de la filiación de su proyecto
que, en gran parte, sirvió de base para la Constitución de 1853, Alberdi nos advierte
en dichos Estudios que: “todo es diferente en las dos Constituciones argentina y
americana respecto a la organización del gobierno, por más que la forma federal
que les es común las asemeje al ojo inatento y superficial. (…)En efecto, el
examen atento de las fuentes y preceptos de la Constitución revela que son varios los
aspectos de interés para el desarrollo del Derecho Público en los que el apartamiento
del modelo norteamericano resulta ostensible (…) ALBERDI, quien al refutar tal
postura en un trabajo dedicado especialmente al tema titulado Estudios sobre la
Constitución Argentina de 1853, comienza diciendo nada menos que: “para falsear y
bastardear la Constitución Nacional de la República Argentina, no hay sino
comentarla con los comentarios de la Constitución de los Estados Unidos
(…)."Cuando un sistema recibe el calificativo de judicialista se da por
sobreentendida la circunstancia de que la calificación no se refiere al
juzgamiento de las causas entre particulares (justicia civil-comercial o penal),
dado que éstas, en los países civilizados donde rige la división de poderes, se
ventilan ante jueces, separados orgánicamente de los poderes ejecutivos, que
gozan de independencia frente a estos últimos. Lo que caracteriza a cualquier
sistema judicialista es el hecho de atribuir a un poder judicial independiente el
conocimiento de las causas en que el Estado, o los Estados y/o Provincias,
según los diferentes modelos constitucionales, son parte en el litigio.” (El texto
resaltado me pertenece).17”

“Asimismo, Tomás Hutchinson afirma en este sentido que; “nuestro


sistema es autóctono, derivado del Derecho Patrio, lo que “se refleja entre otros
aspectos, en la cláusula constitucional del artículo 109 (ex 95) sin equivalente en la
Constitución estadounidense, donde a diferencia de lo que sucede en nuestro país, la
ley puede determinar que la decisión administrativa tenga carácter final. Recordemos
la vigencia, en Estados Unidos de (Norte) América, del principio de la
indemandabilidad del Estado, que tenía por consecuencia adicional la imposibilidad de
Fecha de firma: 18/07/2019
17
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL,Ib. 11 DE CAMARA
JUEZ
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
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responsabilizar al Estado por los hechos de sus agentes, y, como consecuencia


adicional, la doctrina de la inmunidad soberana, de lo que se derivaba la necesidad del
consentimiento del Poder Legislativo para demandar al gobierno federal. Tal doctrina
determinó inicialmente que se reconociera el derecho a demandar al funcionario.
Debió aguardarse: a) hasta la creación de la Court of Claims para contar con un
tribunal, bien que inicialmente de carácter administrativo, para que los contratistas del
Estado pudieran deducir demandas contra aquél por responsabilidad contractual; b)
que se establecieran legislativamente acciones de judicial review contra decisiones de
comisiones reguladoras independientes; c) que se sancionara en 1946 la
Administrative Procedure Act estableciendo con carácter general el derecho a revisión
judicial de actos administrativos, y ; d) la sanción, también en 1946, de la Federal Tort
Claims Act, que hizo posible accionar contra el Estado por daños y perjuicios
derivados de actos de sus funcionarios, para que podamos afirmar la existencia de un
auténtico sistema de control jurisdiccional de la Administración. Cabe señalar que en
realidad, fue tras la sanción de la Constitución de 1853 y la recepción de la influencia
de la Constitución estadounidense, con la correspondiente adopción por la Corte, en
buena medida, de la jurisprudencia estadounidense, cuando comenzaron a plantearse
las tesis de la inmunidad soberana y de la indemandabilidad del Estado (principios
totalmente ajenos a nuestro sistema)”18.”

“Entonces, ¿cuál es la consecuencia de ser judicialistas? Que el modelo


argentino “prohíbe en todos los casos al Poder Ejecutivo ejercer funciones judiciales
(…)”, y que excepcionalmente, podría atribuírseles jurisdicción a Tribunales
Administrativos. En otras palabras, que el Poder Ejecutivo tome el lugar del Poder
Judicial.”

“Esto es diferente en la organización constitucional del Estado


Norteamericano. En dicho país, se admite, como regla, la jurisdicción administrativa,
llamada “jurisdicción primaria”, ejercida por un sistema de “agencias”. Es más,
bastante recientemente este sentido se vio profundizado con las letras chicas de los
contratos, al renunciar el ciudadano sin saberlo, al reclamo en justicia directamente
(recomiendo el documental “Hot Coffee”, muy ilustrativo al respecto, mostrando la
incidencia del fenómeno hasta en cuestiones laborales).”

“Esta jurisdicción administrativa va en línea (como un crescendo de la


incidencia de la economía y la política en el derecho) con la influencia directa que tiene
a su vez el poder político en el poder judicial, como fuera puesto de manifiesto en mis
votos en las causas “Acevedo” y “Fiorino”19.”

“En los EEUU, un precedente que atienda un tema muy relevante, es


vinculante siempre y cuando el poder político no decida lo contrario, en cuyo caso se
entroniza uno nuevo. Esto, es técnicamente posible en un modelo de common law,
pero no en uno continental como el nuestro, que brinda mayor seguridad jurídica. Esa
misma que se pretende destruir cuando se confunden los efectos de los fallos de la
Corte, o cuando simplemente se lo considera un tema menor y se lo soslaya o se lo
trata ligeramente, cuando es central 20.”

18
HUTCHINSON, Tomás, El sistema argentino de control judicial de la Administración; Anales de
Derecho Administrativo, Pág. 152/179
19
Ib. 8
20
CAÑAL, Diana R.; “El fenómeno del desajuste entre los paradigmas normativos e interpretativos en el
Derecho. El caso de los derechos humanos fundamentales en América Latina. La cuestión del trabajo y
los problemas procesales”; Publicado en Libro “Temas de direito do trabalho, processo do trabalho e
direito à saúde: abordagem à luz dos princípios jurídicos e dos direitos fundamentais", Ed. Dois de Julho,
Fecha de firma: 18/07/2019 Bahia, Brasil, 2015.
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
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“Esta tendencia a confundir conceptos estructurales pierde un tanto su


inocencia (para el caso de no ser deliberada y constituir un defecto de formación
jurídica), si observamos que en principio, en nuestro país los precedentes
norteamericanos en materia de disregard21 (alter ego, o piercing the corporate veil),
han sido ignorados en materia laboral 22, precisamente cuando resultaban favorables al
trabajador.”

“Es más, en este punto se observa con claridad que si el objetivo final no
es el respeto por el derecho, sino el de los intereses de turno, se procurará confundir
una y otra estructura jurídica. Así, en EEUU, las corporaciones pidieron que al menos
en materia de alter ego, se codificara el derecho al que debían atenerse ellas y los
jueces (pasar a un modelo continental en el tema), dado que la multitud de
precedentes y estados en los que tenían que operar –lo que multiplicaba aún más los
primeros-, aumentaba exponencialmente el riesgo de una condena.”

“Al mismo tiempo, en Argentina se nos sometía a otra ráfaga de


confusiones en ese tema, con respecto a la vinculatoriedad del precedente
(recordemos las publicaciones especializadas invocando la existencia de un quietus,
por el fallo “Palomeque”, por “Cingiale” –donde no se abrió siquiera el extraordinario- y
lo que la propia Corte sostenía al respecto, ver en el punto la opinión de la minoría
también para la apertura del extraordinario en Davedere.”

“Es decir, se pretendía que éramos un common law23, pero a diferencia de


lo sucedido en los EEUU, no se trataba del pedido de un cambio, sino de una
interpretación inválida del propio sistema jurídico.”

“Nótese que cuando se quiso que los fallos de la Corte fuesen vinculantes,
así se dispuso, como en la constitución de 1949, derogándose luego la vinculatoriedad
en la reforma constitucional de 1957.”

“Creo oportuno precisar, que para el caso de contemplarse una reforma


constitucional que modifique el sistema jurídico, incurriríamos en el error conocido
vulgarmente de “cambiar los ojos por el rabo”.”

“Digo así, porque agobiados tal vez por las deficiencias y fallas en la
práctica del derecho, nos dejaríamos encandilar por lo pragmático del derecho
norteamericano (que no está exento de los mismos defectos de corte humano),
perdiendo un sistema que, correctamente usado, proveería altos índices de seguridad
jurídica. No es esto lo que dice, ni procura decir, nuestra Constitución Nacional.”

“Por tal motivo, en el fallo “Acevedo”, desarrollé la crítica al modelo de EE


UU, donde al gozar los precedentes de fuerza jurídica vinculante, se asegura
21
) Segunda Tesis Doctoral en Derecho del Trabajo, Previsión Social y Derechos Humanos
Título expedido por la Dirección del Doctorado en Derecho del Trabajo, Previsión Social y Derechos Humanos de la
Escuela de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, de la Universidad de San Carlos de
Guatemala, Doctora en Derecho del Trabajo Previsión Social y Derechos Humanos, 7 de noviembre de 2013,
mediante la defensa de la tesis “La Teoría de la penetración societaria, vista desde los distintos sistemas jurídicos y su
aplicabilidad en un mundo globalizado”.

Con prólogo del Dr. Ernesto Martorell, CAÑAL, Diana R.; "Responsabilidad ilimitada y solidaria de directores,
socios y gerentes de sociedades comerciales", Editorial: Quorum, octubre de 2001, Reeditado por Errepar en 2011.

22
Con prólogo del Dr. Oscar Ermida Uriarte; CAÑAL , Diana R. , “Controversias en el derecho laboral” , Editorial:
Quorum, marzo de 2004, Reeditado por Errepar en 2011

23
Con prólogo del Dr. Tulio Ortiz CAÑAL, Diana R.; Una Visión Pragmática del Derecho, Ed. Quorum nov/2003,
Fecha de firma: 18/07/2019 Reeditado por Errepar en 2011
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“uniformidad” es pos del interés de turno, en defensa de un modelo como el nuestro,


de no vinculatoriedad y control difuso de constitucionalidad 24, que procura la
independencia judicial -en lo que coincidió la CorteIDH25-.”

“Para justificar mis afirmaciones, apunté al análisis de jurisprudencia


norteamericana, donde se demuestra que, aunque en el derecho hubiese sobrevenido
una mejora para un sector minoritario en poder, en los hechos la interpretación judicial,
continuaba desfavoreciéndolos. Este efecto se lograba con un precedente que
mantenía el criterio anterior a la nueva norma, asegurando el status quo de la
“tradición interpretativa” judicial. Claramente, en este caso, al margen del derecho
vigente.”

“Allí, sostuve: “Esto nos lleva de regreso a los checks and balances. Si en
un modelo como el nuestro, de tipo continental, con control difuso de
constitucionalidad, los jueces no hacen su tarea sin temor a molestar al poder de
turno, sea cual sea su color político, defendiendo la Constitución Nacional en sus
exactos términos, se corre el riesgo de desvirtuar el sistema jurídico mismo. Es decir,
convertirlo en la práctica en el referido Common Law, donde desde un realismo
jurídico (no positivismo, insisto), el derecho es lo que los jueces dicen que es (Holmes,
Oliver Wendell Jr., Thepath of law, 10 Harvard LawReview 457 (1897); Thepath of law
and the common law, Kaplan Publishing, New York, 2009; y la disputa Dworkin-Hart,
La decisión judicial: el debate Dworkin-Hart, Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 1997).
Agrego: en clara vinculación, muchas veces, con los designios del Poder Político”.”

““Prueba de esto, es que la Corte Suprema de los Estados Unidos, ha


podido dictar en absoluta contradicción, varios fallos. En éstos, lo llamativo es
observar cómo, si bien la racionalidad del sistema se mantuvo intacta (existiendo en
todos los casos que se mencionan a continuación la Primera Enmienda, sobre libertad
de expresión), la Corte varió la resultante fáctica según los intereses del poder
político”.”

“Solo como ejemplo, en Dennis v. United States(1951, bajo la presidencia


del demócrata Harry S. Truman, y el imperio de la Comisión de Control sobre
actividades subversivas) el acusado había organizado, en pleno macartismo, el partido
comunista; por tal accionar, la Corte consideró que existía un peligro sustancial, en
virtud del cual no importaba la cercanía del éxito de la acción (el hecho de tomar el
poder por la fuerza) ni su posibilidad de concreción, de todos modos la acción era
tenida por punible; mientras que en Brandenburg v. Ohio (1969, durante el mandato
24
Ib 11, pág. 12: “Hay que tener en cuenta, de todas maneras, la circunstancia de que el derecho
constitucional argentino y su práctica jurisprudencial no han adoptado la doctrina de la fuerza jurídica vinculante de
los precedentes (stare decisis)”

25
Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 26 de noviembre de 2010: “Los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles
están en la obligación de ejercer ex officio un “control de convencionalidad” entre las normas internas y la
Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes. En esta tarea, los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia deben tener en cuenta
no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete
última de la Convención Americana. En el mismo sentido: Caso Liakat Ali Alibux Vs. Surinam. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de enero de 2014, párr. 151; Caso de personas
dominicanas y haitianas expulsadas Vs. República Dominicana. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 28 de agosto de 201412, párr. 311. (NdelE: Destacado no está en el texto original). (…) Ello
implica que, independientemente de las reformas legales que el Estado deba adoptar […], en el presente
caso corresponde a las autoridades judiciales, con base en el control de convencionalidad, disponer inmediatamente
y de oficio el conocimiento de los hechos por el juez natural, es decir el fuero penal ordinario (…)”
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD, Cuadernillo de Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos Nº 7 http://www.corteidh.or.cr/tablas/r33825.pdf
Fecha de firma: 18/07/2019
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del republicano Richard Nixon, a seis meses del asesinato del demócrata Robert
Kennedy y a casi seis años del de su hermano, el también demócrata John Fitzgerald
Kennedy), se dio el caso de que el Ku Klux Klan pronunciara varios discursos en los
que proponía “acometer a la acción” (siendo ésta una organización eminentemente
racista, que ya había realizado matanzas, linchamientos y persecuciones); estas
acciones, sin embargo, para la Corte no parecieron cumplir con el estándar de “peligro
inminente”, siguiendo los vaivenes de la política interior y exterior norteamericana”.

“Asimismo, en el curso de cien años la Corte pudo mantener fijo el mismo


criterio que beneficiaba a la clase dominante aún en presencia de una modificación
legislativa (affirmative action), la cual se hizo necesaria en virtud del carácter
eufemístico de la enmienda ya existente (14, sobre igualdad)”.

“Así, antes de instalada la affirmative action en el universo normativo de la


nación, en la causa, se dio el caso Dred Scott v. Sandford(1852, durante la
presidencia de Millard Filllmore, primero antimasónico y luego whig), en el cual la
Corte estadounidense falló que los estados no tenían potestad para decidir sobre la
libertad o esclavitud de sus habitantes, y en Plessy v. Ferguson(1896, bajo la
presidencia del demócrata Grover Cleveland), en el que se indicó que sectores
diferenciados para sentarse en los tranvías no constituían una violación del principio
de igualdad, emergente de la ya referida Enmienda 14”.

“Con posterioridad a tal modificación, increíblemente, en Hopwood v.


Texas (1996, bajo la presidencia del demócrata Bill Clinton), donde la Corte falló en
favor de lo que varios estudiantes blancos consideraron una medida discriminatoria: la
referida affirmative action. Es decir, se apoyó judicialmente su oposición vehemente a
la existencia de un cupo mínimo en las facultades a ser ocupado por estudiantes afro-
americanos”.

“Con lo cual y resumiendo, fuera cual fuese el contenido normativo,


podemos rastrear a lo largo de nada menos que cien años, tantas variaciones
judiciales, como fuera necesario hacer para satisfacer el establishment. Con lo que
queda claro que un sistema jurídico de Common Law, resulta mucho más vulnerable a
las presiones del poder, que al imperio del derecho”.

“De tal suerte, que lo que estamos mostrando es que el grado de


opinabilidad y de subjetividad en un modelo continental como el nuestro y de control
difuso, no tiene la amplitud que se quiere hacer creer, siempre y cuando se respete la
racionalidad del sistema. Porque lo que estamos debatiendo en este punto no es
“cómo hacen derecho los operadores jurídicos”, sino si el derecho habilita esto que
hacen”.

“Asimismo, dicha discrecionalidad se observa claramente, en el caso del


incidente Bahía de los Cochinos, cuando durante 5 años la Corte de los EE.UU. dictó
resoluciones contradictorias entre sí, con el mismo marco normativo, siguiendo los
vaivenes de la guerra fría, que se entibiaba a veces, y otras se congelaba.”

“En ambos casos, soluciones alejadas del derecho, y cercanas a la


política. Con una diferencia: en los EE.UU. en la mayoría de los estados que integran
la Unión y la Corte misma, el modelo lo permite.”

“Retomando el tema que hoy nos convoca, todo lo dicho debe ser
recordado con ahínco, porque aun en un sistema con esas características,
llamativamente la Corte Norteamericana entiende que la jurisdicción primaria debe
ser limitada según la materia.”
Fecha de firma: 18/07/2019
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
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“Así, el fallo “Ángel Estrada” muestra las decisiones del máximo tribunal del
país del norte, en dos momentos históricos. La doctrina de los casos Texas & Pacific
Railway v. Abilene Cotton Oil.; Far East Conference v. United States; Weinberger v.
Bentex Pharmaceuticals, Inc.- que datan de 1907, establecía que: “conviene recordar
que la atribución de la jurisdicción primaria a organismos administrativos (doctrina
tomada de E.E.U.U.) se justifica cuando la resolución de la controversia presuponga la
familiaridad con hechos cuyo conocimiento haya sido confiado por la ley a cuerpos
expertos, debido a que su dilucidación depende de la experiencia técnica de dichos
cuerpos; o bien porque están en juego los particulares deberes regulatorios
encomendados por el Congreso a una agencia de la administración; o cuando se
procure asegurar la uniformidad y consistencia en la interpretación de las
regulaciones políticas diseñadas por la agencia para una industria o mercado
particular, en vez de librarla a los criterios heterogéneos o aun contradictorios que
podrían resultar de las decisiones de jueces de primera instancia (…)” (Considerando
13).”

“Este párrafo confiesa el mecanismo de defensa de intereses sobre la


organización norteamericana, diseñada en la relación Estado-Mercado. Insisto, es un
modelo que lo permite, no así en nuestro caso, en donde se fue profundizando una
lógica de justicia social, hasta la consagración neta de la protección de los derechos
humanos, sin salirse de un modelo capitalista.”

“Léase, en el caso “Burghi”, al citar “Ángel Estrada” del año 2005, que
interpreta una jurisprudencia foránea en los albores del 1900, se termina entronizando
indebidamente la uniformidad del precedente, creando una justicia administrativa que
evitará la diversidad de opiniones. Esto solo, por su sinsentido técnico, llamó
liminarmente mi atención.”

“Mas continuando con la lectura de “Ángel Estrada”, se cita allí un segundo


fallo más cercano. Se trata de Nader vs. Allegheny Airlines, Inc., de 1976. Justamente
aquí, la Corte de los EEUU, introduce una limitación al poder de las agencias respecto
a la especialidad. Al respecto, nuestra Corte extrae de “Nader”, los siguientes
términos: “el principio de la jurisdicción primaria no rige cuando la cuestión
controvertida es ajena al régimen de las agencias.” Además, se estableció que la
competencia material de la jurisdicción primaria es para los casos en que se requiera
“la experiencia y especialización” de dicha agencia. Agregó, que "la aplicación de los
estandares que rigen una demanda por prácticas fraudulentas corresponde a la
competencia convencional de los tribunales ordinarios" y que "el criterio técnico de un
cuerpo experto no parece ser útil para la aplicación de estos estándares a los hechos
del caso".”

“En definitiva, resume nuestra Corte, “la jurisdicción de las agencias se


circunscribe a las materias que configuran "el corazón" de las tareas que tuvo en
miras el Congreso que las emplazó (…)”. (Considerando 13. Lo puesto de resalto me
pertenece)”

“Con lo cual, si los EEUU mismos ponen límites a la jurisdicción


administrativa originaria, como en el citado caso "Nader", cuanto más en nuestro
modelo que es estructuralmente diferente.”

“Efectivamente, es el principio de especialidad que surge de la doctrina en


el caso “Nader”, el que confirmó la Corte Suprema de la Nación en la doctrina del fallo
“Ángel Estrada” para considerar los casos de jurisdicción administrativa, apegado al
sistema judicialista.”

“Al respecto, la CSJN afirmó que: “no cualquier controversia puede ser
Fecha de firma: 18/07/2019
válidamente
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, deferida
JUEZ DE CAMARA al conocimiento de órganos administrativos con la mera
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
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condición de que sus decisiones queden sujetas a un ulterior control judicial suficiente.
Los motivos tenidos en cuenta por el legislador para sustraer la materia de que se trate
de la jurisdicción de los jueces ordinarios deben estar razonablemente justificados
pues, de lo contrario, la jurisdicción administrativa así creada carecería de sustento
constitucional, e importaría un avance indebido sobre las atribuciones que el art. 116
de la Constitución Nacional define como propias y exclusivas del Poder Judicial de la
Nación. Admitir que el Congreso pudiera delegar en los órganos de la administración
facultades judiciales sin limitación material de ninguna especie sería tan impensable
como permitir que el legislador delegara la sustancia de sus propias funciones
legislativas, lo cual está expresamente vedado en el art. 76 de la Constitución
Nacional, con salvedades expresas (…)” (Considerado 14)”

“Es por ello, que de manera contundente afirma que para dirimir los
recursos ordinarios, como el reclamo de daños y perjuicios con sustento en el derecho
común, corresponde que sean dilucidados en la justicia ordinaria. Es más, concluye
que “definir el contenido concreto de la prestación y el estándar de diligencia exigible a
la empresa –en el caso la distribuidora en la prestación del servicio-(…) aunque
involucren aspectos técnicos, son insuficientes para atribuir jurisdicción al ente
regulador, toda vez que nada obsta a que los jueces ordinarios le requieran toda
la información relevante para determinar la existencia de la mora y la
imputabilidad del incumplimiento.” (Lo puesto de resalto me pertenece).”

“La expresión “toda controversia” debe entenderse como “toda controversia


válidamente sustraída por el Congreso a la competencia de los jueces ordinarios.””

“Lo importante, es que en la sentencia “Ángel Estrada” se deja claro


que, tanto aquí como en EEUU, la jurisdicción administrativa no puede abarcar el
universo de todos los supuestos. Esta es una premisa secante entre ambos
modelos.”

“Es por este motivo que no coincido con mis colegas del caso “Burghi”.
Pues considero que sustentan su criterio en los precedentes de la Corte Suprema de
EE UU, de comienzos de siglo (Texas & Pacific Railway v. Abilene Cotton Oil.; Far
East Conference v. United States; Weinberger v. Bentex Pharmaceuticals, Inc. -
memoremos, por lo gráfico, lo que acontecía en la sociedad norteamericana para
entonces-), sin contemplar la reserva del criterio del precedente “Nader”, recogida en
el decisorio y sostenido por nuestro Máximo Tribunal.”

“Esto es, una interpretación sesgada de otra interpretación, que recorta los
precedentes que son citados por el Tribunal Supremo, y la doctrina que establece
finalmente con sus excepciones.”

“Esclarecido esto, es bueno recordar ya en nuestro derecho interno las


palabras del administrativista Roberto Enrique Luqui cuando, aún antes de “Ángel
Estrada”, resaltaba la importancia de la materia sobre la cual se regulaba la
delegación, sosteniendo que: “distinguir la materia objeto de la competencia,
constituye el elemento fundamental para admitir o no la constitucionalidad de dichos
tribunales en nuestro sistema jurídico político (…) Una cosa es que la Administración
Pública controle la legalidad de los actos dictados por los órganos inferiores al Poder
Ejecutivo y trate al mismo tiempo de “juridizar” el procedimiento, y otra muy distinta
que resuelva conflictos intersubjetivos sobre materias del derecho común, por
más que contra sus decisiones se pueda recurrir ante los tribunales judiciales.
Lo primero puede ser constitucional, lo segundo nunca” (lo puesto de resalto me
pertenece)26”

26
Fecha de firma: 18/07/2019 MARTINEZ MEDRANO, Gabriel, LEY 27348. Comisiones Médicas. Inconstitucionalidad De Una Comisión
Administrativa
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, Para Resolver Conflictos Entre Particulares De Derecho Común, Publicado el 9 de agosto de 2017.
JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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“De tal modo, es central, el enfoque sobre la importancia de la materia de


que se trate, y la jerarquía que esta ocupa en el paradigma. Con lo cual retomamos
nuestras reflexiones liminares.”

“En efecto, la distinción de la materia nos lleva a la jerarquía. Justamente,


no todo es igual27, no todo derecho puede ser debatido en el ámbito administrativo
reemplazando sin más la justicia ordinaria, puesto que es una vulneración a los
cimientos institucionales de nuestro país, fundados en la división de poderes -o de
funciones-, con celosos mecanismos de control cruzado entre ellos.”

“Sin duda que, por la posición predominante que ocupa la protección de los
trabajadores en el orden de prelación normativa28, por ser un sujeto de preferente
tutela, protegido por el artículo 14bis y el 75 inc. 22 (primero en el marco del
constitucionalismo social –1957-, y luego por el constitucionalismo de los Derechos
Humanos Fundamentales -1994-), y por su materia, la resolución de sus conflictos no
podría ser competencia de tribunales administrativos, y mucho menos de carácter
obligatorio.”

“Entonces, según el referido autor, un Tribunal Administrativo podría


considerarse constitucional si el objeto es revisar la legalidad de los actos emanados
de los órganos inferiores al Poder Ejecutivo, y la materia es de naturaleza
administrativa; pero niega de manera contundente que pueda afirmarse la
constitucionalidad, si se trata de la Administración Pública juzgando controversias
entre particulares en materia de derecho común, aun cuando se les asegure ulterior
revisión judicial.”

“Asimismo, destaco los términos de Augusto C. Belluscio –Ministro de la


Corte- en su voto en el aludido “Ángel Estrada” quien sostiene expresamente el
carácter restrictivo de la delegación. Manifestó: “(…) esta Corte ha sostenido que la
atribución de competencia jurisdiccional a los órganos y entes administrativos debe ser
interpretada con carácter estricto (Fallos: 234:715), debido a la excepcionalidad de la
jurisdicción confiada a aquéllos para conocer en cuestiones que, en el orden normal de
las instituciones, corresponde decidir a los jueces (conf. arts. 75 inc. 12, 109, 116 y
117 de la Constitución Nacional, Fallos: 290:237)” (Considerando 9).”

“Para concluir las apreciaciones generales a partir de “Ángel Estrada”,


convoco algunas reflexiones de administrativistas que afirman su importancia.”

“Para Cassagne a partir del mismo “la Corte ha (…) profundizando la


interpretación del principio de separación de poderes, el carácter judicialista de la
Constitución y su armonía con la garantía de la defensa en juicio de las personas y sus
derechos (art. 18 CN) (…).La arquitectura de toda la construcción jurídica que
desenvuelve el Alto Tribunal en este caso descansa sobre la interpretación
constitucional del principio judicialista, en el marco de la doctrina de separación de los
poderes. Y dado que se ha puesto especial énfasis en la prohibición del ejercicio de
funciones judiciales por parte del Ejecutivo prescripta en el art. 109 CN (sin

LUQUI, Roberto Enrique; Revisión Judicial de la actividad administrativa - Buenos Aires: Astrea, 2005. ISBN:950-
508-701-2
27
FAVOREAU, Louis, Legalidad y Constitucionalidad. La Constitucionalización del Derecho, Volumen 59,
Temas de Derecho Público. Universidad Externado de Colombia”.

28
CNAT, Sala III, S.D. del31/08/2016en autos “SOSA, GLADYS ESTER C/FUNDACION CIENTÍFICA DE
VICENTE LOPEZ Y OTRO S/ DESPIDO”: aquí se destaca el orden de prelación normativa entendido
Fecha de firma: 18/07/2019 sistémicamente.
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

#32237734#240007302#20190718191937358
Poder Judicial de la Nación

correspondencia alguna con la Constitución norteamericana) con expresa mención de


sus antecedentes históricos (…)"29”

“Asimismo, afirma que “(…) el derecho administrativo, no obstante


constituir –como modernamente se sostiene – el derecho común de las
Administraciones Públicas, cede su lugar (derecho sustantivo y jurisdicción especial) al
derecho privado, cuya jurisdicción general es la ordinaria (civil o comercial) cuando se
trata de litigios entre particulares extraños a la especialidad de los marcos regulatorios.
Esta interpretación, verdadera construcción jurídica, permite cumplir con el principio de
separación de poderes que surge de nuestra versión constitucional (fundamentalmente
arts. 109, 18 y 116 CN) Tampoco se puede dudar acerca de que en la función de
enhebrar los principios con la realidad, este fallo (y la historia probablemente así lo
registre) traduce una construcción coherente que garantiza la tutela judicial efectiva
tanto de los derechos de los usuarios como de los concesionarios y/o licenciatarios.
(…)”

“Concluye que, otro aspecto relevante, “(…) estriba en no haber caído en


la tentación de fundar las funciones jurisdiccionales de los entes reguladores en el art.
42 CN, ya que esta norma, ni siquiera en forma implícita prescribe su permisión,
aparte de que una interpretación contraria choca abiertamente con los principios que
rigen el sistema judicialista de nuestra Constitución que la Corte ha resaltado una vez
más (…)”

“Por su parte, Agustín Gordillo remarca que " (…) a propósito de Ángel
Estrada (2005) (…) destaco que la Corte cita uno de los brillantes trabajos de JORGE
TRISTÁN BOSCH, quien primero advirtiera algunas viejas confusiones argentinas. Su
mención por el tribunal es toda una novedad y toda una definición de los nuevos aires
que corren, rectificando otros errores del pasado y orientando el camino futuro. Su
importancia es capital. Lo esencial que surge del fallo es: La administración activa no
puede, constitucionalmente, ejercer jurisdicción administrativa, ni siquiera sujeta a
revisión judicial;5 pero sí se pueden establecer tribunales administrativos,
imparciales e independientes, cuya función sea ejercer jurisdicción administrativa
sujeta a revisión judicial plena (…)No se trata de reconocer jurisdicción a la
administración activa, sino a tribunales administrativos imparciales e
independientes, separados de la administración activa, en tanto tengan control
judicial pleno. (…)Sin duda los entes reguladores deben ser imparciales e
independientes, y hasta pueden parecer—como advirtió BIANCHI— un pequeño
Estado, pero no pueden ser un Estado absolutista, sin división de poderes, frenos ni
contrapesos. Sus órganos directivos no deben concentrar al mismo tiempo las tres
funciones del Estado; se requieren tribunales administrativos que sean independientes
e imparciales también en relación a ellos. Los organismos internacionales podrían
ser, en tamaño grande, una buena imagen en la cual inspirarse al efecto. (…)" 30 -lo
puesto de resalto le pertenece-“

“Es por lo aquí manifestado que disiento con los argumentos desarrollados
en el caso “Burghi”, y no los comparto en la resolución del presente caso.”

“De tal suerte, mientras el juez ordinario en su liminar compromiso con la


Constitución Nacional la que ha jurado defender, debe mirar y guiar el proceso imbuido
de los principios de la especialidad, por imperio de la nueva ley, serán todos ellos
sacrificados en manos de una Comisión Médica, cuya especialidad no tiene porqué ser
provista por fuera de un proceso regular en la justicia, como lo prevé la CN.”

29
CASSAGNE, JUAN CARLOS, “Las facultades jurisdiccionales de los entes reguladores (a propósito del caso
"Ángel Estrada"), LL, 2005/06/09
Fecha de firma: 18/07/2019
30
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL,http://www.gordillo.com/articulos/art49.pdf
JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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Poder Judicial de la Nación

“Media con esta nueva ley un desplazamiento del derecho de fondo


constitucional (juez natural art. 18 CN y artículo 8 de la Convención Americana de
Derechos Humanos), por una norma de forma, de niveles inferiores, es decir la ley
27.348.”

“(…) En este estado de cosas estamos en condiciones de extrapolar el


tema en relación con la Ley 27348, y el análisis de la pretendida instauración del
procedimiento administrativo “obligatorio” ante las Comisiones Médicas.”

“Así, el art. 1 de la ley 27.348 dispone que “la actuación de las comisiones
médicas jurisdiccionales…, constituirá la instancia administrativa previa, de carácter
obligatorio y excluyente de toda otra intervención, para que el trabajador afectado,
contando con el debido patrocinio letrado, solicite la determinación del carácter
profesional de su enfermedad o contingencia, la determinación de su incapacidad y las
correspondientes prestaciones dinerarias previstas en la Ley de Riesgos del Trabajo”.
(Lo puesto de resalto me pertenece)”

“Prima facie, y en atención a lo ya manifestado, estaría en condiciones de


advertir que el procedimiento administrativo obligatorio ante las Comisiones Médicas
es un intento de tornar el sistema judicialista en uno de agencias, vulnerando el
principio de división de poderes y, solo se estaría protegiendo a la parte más fuerte del
vínculo entre privados, evadiendo la jerarquía sostenida por el Paradigma Normativo
de los Derechos Humanos Fundamentales. (Ver título preliminar del CCCN, en
particular artículo 11)31”

“Efectivamente, reflexiono a partir de las reseñas del jurista Luqui, que el


Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, en la distribución de poderes son pares, mientras
que las CCMM a su vez, son órganos inferiores al Poder Ejecutivo. Sin embargo, el
modelo diseñado las pone a la par del Poder Judicial, intentando “juridizar” –según las
palabras del autor mencionado- el procedimiento.”

“Así, como lo he referido en el punto VII, el artículo 109 de la CN establece


que: “En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales,
arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas”. En
función de esto la CSJN consideró que la atribución de funciones jurisdiccionales a
entes administrativos –como son los entes reguladores- para dirimir controversias de
naturaleza patrimonial entre particulares implica un doble quebrantamiento
constitucional ya que si, por una parte, produce la transgresión del principio que
prohíbe al Poder Ejecutivo (y, por ende, a los órganos administrativos) el ejercicio de
funciones judiciales (art. 109 CN) por la otra transgrede abiertamente la garantía de la
defensa en juicio a la persona y sus derechos (art. 18 CN).”

“Queda claro aquí el carácter restrictivo de la jurisdicción especial, pues


cuando la Corte interpreta la expresión “toda controversia” mencionada en el artículo
72 de la ley 24.065, consideró que se refería sobre la materia que “válidamente” el
Congreso pueda delegar a un Tribunal Administrativo, pero esa atribución nunca
podría constituir una delegación total de facultades jurisdiccionales al Ente Regulador,
ni tampoco versar sobre cuestiones de derecho patrimonial privado, extrañas al ámbito
de aplicación del art. 72 de la ley 24.065, como es un reclamo de daños y perjuicios
entre usuarios y concesionarios.”

“Justamente, en la presente causa, estamos frente a “controversias de


naturaleza patrimonial entre particulares”: un conflicto entre trabajador y
empleador/aseguradora de riesgos, por la indemnización de accidentes laborales y/o
enfermedades profesionales, regidas por el derecho común.”
Fecha de firma: 18/07/2019
31
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL,Caso
JUEZ“Fiorino”,
DE CAMARA citado Ib. 4
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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Poder Judicial de la Nación

“Ello significa que, el Congreso atribuyó jurisdicción ordinaria a un órgano


administrativo, en una materia prohibida por los cimientos de nuestra forma de
gobierno, y para más, con carácter “obligatorio”.”

“Esto, no es ni más ni menos que una vulneración al acceso a la justicia –


debido proceso-, y la garantía del juez natural que asegure “independencia e
imparcialidad”.32”

“Lo que nos lleva, automáticamente al artículo 18 de nuestra Carta Magna:


“Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los
jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.”

“Justamente, la idea del “juez natural” remite a cuestiones de índole


material y de fondo, no exclusivamente a la atribución de competencia, o de
conocimiento de una causa a un tribunal que se hubiera constituido antes de los
hechos del proceso, solo para evitar la existencia de tribunales especiales.”

“En ese sentido, el “juez natural” hace también, y específicamente en el


ámbito laboral, a la existencia y conocimiento de jueces con formación específica de la
normativa, de la realidad del mundo laboral, y de los principios básicos de la
disciplina.”

“Dentro de dichos principios, se encuentra aquel que refiere a una


desigualdad de base que afecta a las relaciones laborales: el principio in dubio pro
operario. Que es vital, no solo en la invocación de los derechos de fondo de los
trabajadores, sino, aún más, en la cuestión adjetiva, especialmente en un proceso
donde se reclame la efectividad de aquellos derechos (artículo 9 LCT).”

“No obstante, obsérvese que la ley 27.348 establece de forma obligatoria


una instancia previa ante las comisiones médicas, sustrayendo al trabajador de los
jueces naturales de la causa, arrancándolo lisa y llanamente, de jueces abogados,
para pasar a una esfera atendida por “jueces médicos”. Entonces, me pregunto, si esto
podría sinceramente redundar en un beneficio para los trabajadores, siendo que
además, quien “juzgue” no lo hará teniendo en cuenta la lógica de los principios del
derecho del Trabajo. Entiendo que no.”

“ Precisamente, un proceso judicial laboral, necesita de un ojo


especializado (que implica, liminarmente, un abogado que ha concursado para ser
juez), que contemple la desigualdad en la que se encuentra el trabajador, que lo afecta
antes, durante y después del juicio laboral, en todo sentido, debiendo, por ejemplo,
valorar la aplicación de la carga dinámica de la prueba.”

“Ergo, si esta desigualdad es olvidada muchas veces por el juez natural,


mal podemos esperar que forme parte del juicio mental formulado en una Comisión
Médica, limitada “supuestamente” a un juicio técnico, que implica además, relación
causal.”

“Establecido esto, no puede negarse que “la especialidad” requerida es la


del juez laboral.”

32
Artículos 8 y 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 2.3 del PIDESC, arts. 26 y 27 de la
Fecha de firma: 18/07/2019 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y art. 8.1de la Convención Americana de Derechos
Humanos.
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

#32237734#240007302#20190718191937358
Poder Judicial de la Nación

“Además, el ejercicio de la jurisdicción debe procurar asegurar la


independencia e imparcialidad. En este caso, considero que tampoco se cumple con
ninguno de los extremos.”

“En diversas problemáticas de interpretación jurídica, considero central


seguir el camino que recorre el dinero para establecer ciertos vínculos. En este caso
encuentro que la dependencia del órgano administrativo con una de las partes de la
controversia es total y, tiñe de parcialidad la decisión de los “jueces médicos”.”

“Veamos el origen de la Comisiones Médicas. La Ley 24557 establece en


el artículo 21 que: “1. Las comisiones médicas y la Comisión Médica Central creadas
por la ley 24.241 (artículo 51)”. A su vez el artículo 51 de la Ley 24241, establecía:
“Comisiones médicas. Integración y financiamiento: Las comisiones médicas y la
Comisión Médica Central estarán integradas por cinco (5) médicos que serán
designados: tres (3) por la Superintendencia de Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones y dos (2) por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, los
que serán seleccionados por concurso público de oposición y antecedentes. Contarán
con la colaboración de personal profesional, técnico y administrativo. Los gastos que
demande el funcionamiento de las comisiones serán financiados por las
Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones y las Aseguradoras de
Riesgos del Trabajo, en el porcentaje que fije la reglamentación.”

“Luego, realizada la unificación del sistema previsional se determinó en el


artículo 15, Ley 26425: “El personal médico, técnico, auxiliar y administrativo que se
desempeñe ante las comisiones médicas y la Comisión Médica Central creadas por el
artículo 51 de la Ley 24.241 y sus modificatorias será transferido a la Superintendencia
de Riesgos del Trabajo, en la proporción y oportunidad que sea necesario para su
funcionamiento, conforme lo determine el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social. A los efectos relativos a la antigüedad en el empleo del personal que sea
transferido, se considerará como tiempo de servicio el efectivamente trabajado desde
el comienzo de la vinculación con el organismo cedente. Asimismo, deberán
transferirse los bienes inmuebles, muebles y equipamiento técnico necesarios para el
adecuado funcionamiento de las comisiones médicas. Los gastos que demanden las
comisiones médicas y la Comisión Médica Central serán financiados por la
Administración Nacional de la Seguridad Social y las aseguradoras de riesgos
del trabajo, en la forma y proporciones establecidas en la reglamentación.”

“A su vez, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo artículo 35 de la


Ley 24557, establece: “Créase la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT),
como entidad autárquica en jurisdicción del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
de la Nación. La SRT absorberá las funciones y atribuciones qué actualmente
desempeña la Dirección Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo.” Estableciendo
que los “1. Los gastos de funcionamiento de los entes de supervisión se atenderá
con la tasa prevista en la ley 20.091 (artículo 81), aplicada sobre las cuotas
mensuales que el empleador paga a las ART.”

“En definitiva, las ART y el ANSES, son los únicos que financian el
funcionamiento del procedimiento administrativo de las comisiones médicas en
proporción de las alícuotas de los empleadores, así como el sostenimiento de la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Esto es, en el caso, quien financia es
parte del conflicto, lo cual genera dudosa imparcialidad, parenciéndose
estructuralmente a una tercerización de la justicia, en materia de reparación
sistémica.”

“En retrospectiva, observo que el desplazamiento de los jueces naturales


Fecha de firma: 18/07/2019
ha sido una constante en la materia, y con un marcado sentido regresivo.”
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

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“Veamos. Ley 24.557: en su art. 46, disponía la opción de recurrir ante las
comisiones médicas provinciales, ante el juez federal de cada provincia o ante la
Comisión Médica Central. Dichas resoluciones, eran recurribles ante la Cámara
Federal de la Seguridad Social. A su vez, para la acción derivada del antiguo art. 1.072
del C.C. era competente la justicia civil. Sobre estos temas, la CS resolvió en los casos
“Castillo” (del 07/09/2004) y “Venialgo”.”

“Luego, la Ley 26.773 en su artículo 4 y artículo 17 inciso 4, establecía


que ante la opción por el derecho común, era la justicia civil la competente,
desplazando así la interpretación especializada, pues expresamente establecía que
los jueces civiles debían aplicar los principios de derecho civil, no los vigentes en
materia laboral (tratamiento en el fallo “Acevedo” ya citado)”

“Rematando con la Ley 27.348, que directamente instituye de manera


“obligatoria” a “jueces” médicos, para habilitar luego la vía laboral.”

“Interpreto, que esta sucesión de leyes responde al objetivo de ganar más


tiempo, y lograr uniformidad en las decisiones, puesto que, como he analizado en el
punto anterior, la uniformidad no puede obligarse por la obligatoriedad de la
jurisprudencia, se pretende establecerla por órganos administrativos que en los
hechos funcionarían como agencias tal como lo confiesan al citar el fallo “Texas” de la
Corte Norteamericana, cerrando el juego del mercado representado por las
aseguradoras de riesgos, a través de las CCMM: “ (…) o cuando se procure asegurar
la uniformidad y consistencia en la interpretación de las regulaciones políticas
diseñadas por la agencia para una industria o mercado particular, en vez de librarla
a los criterios heterogéneos o aun contradictorios que podrían resultar de las
decisiones de jueces de primera instancia (…)”

“Esto es, torcer en los hechos, lo que prohíbe nuestro texto constitucional:
la confusión que marcamos en el arranque.”

“Es decir, un desplazamiento del derecho de fondo constitucional (juez


natural art. 18 CN), por una norma de forma, de niveles inferiores, es decir la ley
27.348, que pretende avanzar con el sistema de agencias, en una hipótesis no
habilitada por el sistema jurídico autóctono.”

“En consecuencia, se trata de un esquema violatorio del derecho de


defensa en juicio con un juez independiente, que es el único que “conoce el derecho”,
encargado obligatoriamente del control de constitucionalidad y no vinculado por
decisiones de otros organismos.”

“Encuentro, de tal suerte, inconstitucional el procedimiento administrativo


obligatorio ante las CCMM, instituido en los artículos 1, 2, 3, 14 y 15, y cctes. de la Ley
27.348, por considerarlos violatorios de los artículos 18, 29, 109, 116, y por el 75 inc
22 - Principio de Progresividad incorporado constitucionalmente, en los incisos 19, 23
y 22 del artículo 75; en el P.I.D.E.S.C. -arts. 5.2 y 2.1-; en la Convención Americana
sobre Derechos Humanos -art. 26-; y el Protocolo de San Salvador Adicional a la
Convención Americana -art. 1º- y, garantías judiciales de los arts. 8 y 10 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 2.3 del PIDESC, arts. 26 y 27 de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y art. 8.1de la
Convención Americana de Derechos Humanos- de la CN.”

En conclusión, no sería factible la aplicación de esta norma toda vez que la


pérdida del acceso inmediato a la jurisdicción y la obligatoriedad de la “jurisdicción
administrativa” que la desplaza, es una regulación más regresiva que el régimen
Fecha de firma: 18/07/2019
anterior.
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VII.- En virtud de todo lo señalado, en torno a la inconstitucionalidad de le


ley 27.348, corresponde revocar la resolución de fs. 30. En consecuencia, procede
declarar la competencia del Fuero para entender en las presentes actuaciones

Sin costas, atento la falta de contradictorio.

Por lo expuesto resuelvo: I.- Revocar el fallo de la primera instancia; II.-


Declarar la inconstitucionalidad de los artículos 1, 2, 3, 14 y 15, y cctes de la Ley
27.348; III.- Sin costas, atento la falta de contradictorio; V.- Oportunamente, cúmplase
con lo dispuesto en el artículo 1º de la ley 26.856 y con la Acordada de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación Nº 15/2013.

El Dr. Alejandro Hugo Perugini dijo:

Disiento con el voto de mi colega preopinante por las razones que paso a
exponer.

El Sr. Juez de la anterior instancia, previa desestimación de las


impugnaciones formuladas contra la constitucionalidad del régimen procesal
establecido por la ley 27.348, resolvió hacer saber a la parte actora que deberá agotar
la vía administrativa delineada por la ley 27348, y recurrida la resolución,
naturalmente, por la parte actora, es mi criterio que corresponde confirmar lo resuelto.

Para así decidirlo cabe descartar, en primer término, la eventual


inaplicabilidad de la ley cuestionada en razón de la fecha en la que habrían tenido
lugar los hechos objeto de juzgamiento. En este sentido, el principio general es el que
ha señalado la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Urquiza Juan Carlos
c/ Provincia ART S.A. s/ daños y perjuicios” del 11 de diciembre de 2014, en el cual, al
adherir al dictamen del Sr. Procurador Fiscal Subrogante, se ha destacado que las
leyes modificatorias de la jurisdicción y competencia, aun en caso de silencio, se
aplican de inmediato a las causas pendientes, sin que pueda argumentarse un
derecho adquirido a ser juzgado por un determinado sistema adjetivo, pues las normas
sobre procedimiento y jurisdicción son de orden público, circunstancia que resulta
compatible con la garantía del artículo 18 de la Carta Magna, siempre que no se prive
de validez a los actos procesales cumplidos ni se deje sin efecto lo actuado de
conformidad con las leyes anteriores (Fallos: 329:5586; entre otros).

De este modo, y en la medida en que la demanda que da inicio al presente


proceso ha sido interpuesta con posterioridad a la vigencia de la ley 27.348,
corresponde concluir que las condiciones de habilitación de la instancia han de ser
juzgadas por las previsiones contenidas en el referido cuerpo legal.

Ello establecido, señalo que, está fuera de toda discusión que, en el


Régimen Republicano sustentado en la separación poderes que quedara establecido
en la Constitución Nacional Argentina, “En ningún caso el presidente de la Nación
puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o
restablecer las fenecidas” (art.109), lo cual, al decir de Cassagne, configura uno de
los grandes preceptos básicos del derecho constitucional iberoamericano que
constituye la base de nuestros sistemas judicialistas, prescribiéndose el principio del
“juez natural”, esto es que “nadie pueda ser juzgado por comisiones especiales, sino
por el tribunal establecido con anterioridad a la ley”, principio éste que ha sido la fuente
indubitable del art. 18 de la Ley Fundamental Argentina. (Cassagne Juan Carlos, “Las
Fecha de firma: 18/07/2019
Facultades Jurisdiccionales de los Entes Reguladores (a propósito del casi “Ángel
Estrada”),
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, La Ley, 09/06/2005, ps. 1-3, nota a Fallo CSJN “Ángel Estrada y Cía c/
JUEZ DE CAMARA
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Resolución 71/96 Secretaría de Energía y Puertos”, de fecha 05/04/2005 publicado en


la Página Web del autor).

Sin embargo, dentro del marco de respeto por tal precepto del orden
constitucional, hace largo tiempo ya que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha
señalado que el reconocimiento de facultades jurisdiccionales a órganos
administrativos es uno de los aspectos que, en mayor grado, atribuyen fisonomía
relativamente nueva al principio de división de poderes, es una modalidad típica del
derecho público actual y constituye uno de los modos universales de responder,
pragmáticamente, al premioso reclamo de los hechos que componen la realidad de
este tiempo, siendo válida y constitucional en la medida en que la decisión emanada
de tales órganos quede sujeta a control judicial suficiente (CSJN Fallos 247:646
“Fernández Arias c/ Poggio (sucesión) del 19/9/60), Ya en tiempos más recientes, el
mismo Tribunal estableció perfiles precisos para el ejercicio de esta llamada
“jurisdicción primaria” (concepto utilizado por el Máximo Tribunal que la propia Corte
reconoce tomar del derecho de E.E.U.U.), destacando que “Tales principios
constitucionales -refiere a la división de poderes plasmada en nuestro orden jurídico-
quedan a salvo siempre y cuando los organismos de la administración dotados de
jurisdicción para resolver conflictos entre particulares hayan sido creados por ley, su
independencia e imparcialidad estén aseguradas, el objetivo económico y político
tenido en cuenta por el legislador para crearlos (y restringir así la jurisdicción que la
Constitución Nacional atribuye a la justicia ordinaria) haya sido razonable y, además,
sus decisiones estén sujetas a control judicial amplio y suficiente” (CSJN, “Angel
Estrada y Cía. S.A. c/ resol. 71/96 - Sec. Ener. y Puertos (Expte. N° 750- 002119/96).
s/ recurso extraordinario” de fecha 5/4/2005).

En orden a establecer los alcances de tal “permiso”, no es ocioso recordar


que, en el aludido precedente, el Tribunal Superior circunscribió la validez de la
intervención de organismos administrativos “a las materias que configuran "el corazón"
de las tareas que tuvo en miras el Congreso que las emplazó”, y que, en el caso
concretó, en detalle que suele pasarse por alto, la aplicación de los mencionados
principios llevó a concluir que el Ente Nacional Regulador de la Electricidad carecía de
competencia para dirimir el conflicto planteado “con arreglo a los principios contenidos
en la legislación común”(afirmación referida al reclamo de los daños individualmente
experimentados en el patrimonio del usuario como consecuencia del suministro
insuficiente de energía eléctrica), pues como fue señalado en el considerando 14 del
pronunciamiento “es relevante añadir que no cualquier controversia puede ser
válidamente diferida al conocimiento de órganos administrativos con la mera condición
de que sus decisiones queden sujetas a un ulterior control judicial suficiente. Los
motivos tenidos en cuenta por el legislador para sustraer la materia de que se trate de
la jurisdicción de los jueces ordinarios deben estar razonablemente justificados pues,
de lo contrario, la jurisdicción administrativa así creada carecería de sustento
constitucional, e importaría un avance indebido sobre las atribuciones que el art. 116
de la Constitución Nacional define como propias y exclusivas del Poder Judicial de la
Nación. Admitir que el Congreso pudiera delegar en los órganos de la administración
facultades judiciales sin limitación material de ninguna especie sería tan impensable
como permitir que el legislador delegara la sustancia de sus propias funciones
legislativas, lo cual está expresamente vedado en el art. 76 de la Constitución
Nacional, con salvedades expresas”.

Más allá de los cuestionamientos que pueda merecer la decisión legislativa


de conferir a operadores privados la gestión de un sistema de seguro social pensado
como una herramienta de la seguridad social y no como una proyección de la
responsabilidad civil de orden privado, refiero obviamente al régimen de la ley 24.557,
no parece que pueda ser legítimamente cuestionada, y menos ser considerada como
Fecha de firma: 18/07/2019
una violación al sistema de división de poderes, la instrumentación de un sistema de
orden
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, administrativo
JUEZ DE CAMARA tendiente a un reconocimiento no judicial e inmediato de los
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Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
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derechos que el propio sistema confiere a partir de la objetiva comprobación de


encontrarse el damnificado en la condición necesaria para gozarlos, aspecto en el que,
es mi criterio, el presupuesto de actuación de las comisiones médicas ha merecido
una excesiva e injustificada descalificación conceptual, pues sin que esto pretenda
convalidar las deficiencias que puedan haberse justificadamente señalado en orden a
su fallida implementación o a su imparcialidad, la sola falta de certeza respecto de la
existencia de una incapacidad y su eventual relación con la actividad cumplida son,
fundamentalmente, aspectos de orden técnico asociados a la operatividad del sistema
de seguro instaurado, que no configuran necesaria y apriorísticamente una “causa” o
“controversia” que justifique la ineludible intervención de un tribunal del Poder Judicial
de la Nación, el cual es lógico que sea convocado a intervenir cuando, a partir de la
discrepancia con la valoración administrativa, surja, precisamente, el “caso” , “causa”
o “controversia” que, sin duda, solo puede ser objeto de una decisión jurisdiccional
de parte de un tribunal que integre el Poder Judicial de la respectiva jurisdicción.

Es así que aun cuando pueda compartirse alguna objeción en torno a la


utilización del concepto de “jurisdicción primaria” en tanto, como señala Juan C.
Cassagne, la instancia judicial que la Corte Suprema ha delineado para nuestro
derecho no implica una revisión o jurisdicción secundaria (equivalente a una segunda
instancia) sino una revisión plena, con amplitud de debate y prueba (Ver Cassagne,
op cit.), lo cierto es que no advierto que se afecte el derecho a la jurisdicción por la
sola circunstancia de que quien se considere acreedor a una prestación relacionada
con la aplicación de la Ley 24.557 se encuentre obligado a solicitar a un organismo
básicamente técnico una evaluación que permita determinar los alcances de su
eventual derecho, confiriéndole la posibilidad de una inmediata satisfacción que
mitigue la situación de desamparo asociada al evento dañoso, y el acceso a una
instancia propiamente jurisdiccional ante los tribunales del Poder Judicial en caso de
una eventual discrepancia con lo actuado por aquel.

No soslayo los cuestionamientos que puedan merecer ciertos excesos en


los que habría incurrido la Superintendencia de Riesgos de Trabajo al reglamentar el
sistema mediante la Resolución 298/2017, ni el hecho que el concepto de “causalidad”
ha sido considerado una cuestión de orden jurídico que, como tal, resultaría ajena a la
consideración de un profesional en medicina y privativo de las facultades
jurisdiccionales del juez.

Sin embargo, el concepto de causalidad no es unívoco y, en tal sentido, los


médicos solo informan sobre ella dentro de las perspectivas y márgenes de la ciencia
médica, en concepto que un juez puede o no tomar como relevante desde lo jurídico,
y en lo que concierne a los restantes aspectos de la reglamentación, los magistrados
intervinientes cuentan con las facultades suficientes como para conferir al “recurso” la
amplitud que resulte necesaria en resguardo de una adecuada defensa del derecho.

Finalmente, cabe concluir que aunque es verdad que el procedimiento ante


las comisiones médicas instituido desde un primer momento por la ley 24.557 ha sido
descalificado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los conocidos
precedentes “Castillo”, “Venialgo”, “Marchetti” y “Obregón”, también lo es que en ellos
se hace mención, exclusivamente, a la imposibilidad de condicionar la habilitación de
los estrados provinciales al previo cumplimiento de una vía administrativa ante
“organismos de orden federal”, como lo son las comisiones médicas previstas en los
arts. 21 y 22 de la LRT en su versión original (Castillo, cit., pág. 3620 y su cita), por lo
que más allá del desacierto que supone extender la lógica de dicho razonamiento
respecto de los procedimientos y condiciones de habilitación de la instancia de la
Justicia Nacional, lo concreto es que el Máximo Tribunal nunca se pronunció sobre la
validez intrínseca del mencionado trámite.
Fecha de firma: 18/07/2019
Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

#32237734#240007302#20190718191937358
Poder Judicial de la Nación

Es así que aun cuando, reitero, la objeción relativa a la invalidez


constitucional de una regla de procedimiento que avanza sobre las autonomías
provinciales nunca pudo ser legítimamente extendida a tribunales nacionales cuyas
reglas son fijadas por el Congreso de la Nación, es claro que la referida objeción
queda desactivada si se advierte que, pese a la pretensión de universalidad con la
cual los arts.1ro y 2do de la ley 27.348 enuncian las condiciones de habilitación de la
instancia y las normas recursivas, aludiendo impropiamente a las jurisdicciones
provinciales sobre las cuales no puede legislar, el art. 4to no hace más que reconocer
tal limitación poniendo las cosas en sus legítimos límites, al invitar a las provincias y a
la Ciudad de Buenos Aires, en clara alusión a un eventual traspaso de competencias,
a adherir al régimen que, de tal modo, sólo resulta aplicable a la Justicia Nacional del
Trabajo, y respecto de los procesos que, en función del art.1ro, resulten alcanzados
por su competencia territorial.

Por consiguiente, de prosperar mi voto, debería confirmarse lo resuelto en


la anterior instancia, sin costas de Alzada, atento la ausencia de controversia (art. 68
CPCCN).

El Dr. Miguel O. Pérez dijo:

Por análogos fundamentos, adhiero al voto del Dr. Perugini.

Oído lo cual, el Tribunal RESUELVE: I.- Confirmar lo resuelto en la


anterior instancia. II.- Sin costas de Alzada, atento la ausencia de controversia (art. 68
CPCCN).

Regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase.

Miguel O. Pérez Alejandro H. Perugini Diana R. Cañal


Juez de Cámara Juez de Cámara Juez de Cámara
Ante mí: María Luján Garay
23 Secretaria

Fecha de firma: 18/07/2019


Firmado por: DIANA REGINA CAÑAL, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MARIA LUJAN GARAY, SECRETARIA
Firmado por: ALEJANDRO HUGO PERUGINI, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: MIGUEL OMAR PEREZ, JUEZ DE CAMARA

#32237734#240007302#20190718191937358

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