SOLIDARIDAD y COMUNIDAD
SOLIDARIDAD y COMUNIDAD
SOLIDARIDAD y COMUNIDAD
SOLIDARIDAD Y COMUNIDAD
Asesor. Estudiantes:
Lcdo. Corro Jhonnar Guevara Marlene V-9.855.232
Guerrero Enrique V-12.166.270
Nieves Oswaldo V-6.499.468
Junio, 2020
Para darle inicio al presente análisis de la cátedra Ética, en la carrera de
Estudios Jurídicos de la Universidad Bolivariana de Venezuela, tocaremos los
tópicos conceptuales sobre Solidaridad y Comunidad donde los sentimientos de
las persona florecen en el comportamiento y la convivencia dentro de una
sociedad, en un momento determinado. Dentro del comportamiento de las
persona, salen a deducir el bien común, cooperación, convivir, compartir, y sobre
todo poner en práctica los valores Universales, para una mejor convivencia.
Así pues, es importante que las personas que conforman las comunidades se
solidaricen unas con otras para que, de esta forma, estar todos en el mismo canal
por así decirlo-, esto traerá como beneficio que todas y todos propongan ideas que
ayuden a la comunidad entera, digamos, si donde vives está muy sucio, en
conjunto pueden hacer brigadas de limpieza; o como una vez me tocó ver, pueden
organizarse para darles a los que menos tienen, como un comedor comunitario
una vez al mes y ni hablar de que pueden trabajar en conjunto para mejorar la
seguridad de su localidad y hasta las relaciones entre vecinas y vecinos.
Cada cual es feliz, o intenta serlo, a su manera. Ahora bien, no puede ser feliz,
aunque se lo proponga, el esclavo, el desposeído de todo, el marginado, aquel a
quien ni siquiera le es dado el don de la autoestima.
Vamos a ponernos un poco filosóficos hoy, pesaditos tal vez. Me viene esta
apresurada reflexión al leer un artículo de Jules Coleman de 1995, “The Practice
of Corrective Justice”. Dice Coleman que con un tipo de moral política liberal como
la que él defiende, el centro se coloca en el modo en que las acciones afectan al
bienestar individual, y que de ahí provienen las razones para actuar. Si nos
quedamos solamente con eso, las razones para la acción serían razones siempre
egoístas: mis razones para mi acción (o para valorar las acciones de los demás)
dependen de cómo valoro que afectan a mi bienestar, dando a “bienestar” toda la
amplitud de sentido que se quiera. Pero de inmediato añade Coleman que el modo
en que las acciones afecten negativamente al bienestar de otros también me da a
mí razones para mi acción, como, por ejemplo, para ayudar a los otros.
Nos parece que en esa tesis se puede encontrar el tipo de tensión o dilema
más fuerte que afecta a una moral política de tipo liberal y, por tanto, individualista,
pues hay un salto entre el autointerés y el interés por lo que les ocurre a los
demás y en lo que a los demás les afecta. O bien la moral política fundamenta que
del interés del otro depende también mi propio interés, del bienestar ajeno el
bienestar mío, o bien en ese planteamiento que se denomina; liberal individualista
hay un salto no fundamentado, una incoherencia en el planteamiento.
Por otro lado, los seres humanos tienen una Vida en común, vida comunitaria o
vida en comunidad; es todo lo que engloba diferentes formas de entender la
sociedad humana que por lo general se aplican únicamente a comunidades de
reducidas dimensiones, como un vínculo que hace compartir estrechamente la
vida a todos sus miembros.
Es por esto que no hay bien común sin participación y aquí se halla la única
manera personalista de realizar una acción colectiva. En este sentido, el bien
común funda toda auténtica comunidad humana.
En lo social equivale al compromiso que nos une con todos, por el cual yo
tengo derecho a esperar por ellos, pero ellos igual igualmente a esperar de mí.
Los valores son importantes para que nos relacionemos con los demás y
saquemos el mayor provecho. Estos se refieren a todas aquellas cualidades o
características que tienen las personas y que se consideran positivas. Dentro de
estos están el respeto, responsabilidad, empatía, autoestima y gratitud que forman
parte de una sana convivencia. A continuación vamos a conocerlos y describirlos:
El respeto se refiere a la consideración que nos lleva a honrar la dignidad de
las personas. Este atiende a los derechos humanos y comprende un trato cordial y
amable en reconocimiento a las virtudes y diferencias del otro.
Cumplir con los propios deberes, como con los acuerdos de convivencia, hace
referencia a la responsabilidad. Es responder a las consecuencias de los actos
intencionados, resultado de las decisiones que son tomadas o aceptadas.
Otro valor importante es el que nos damos a nosotros mismos, la base para
educar el descrito anteriormente. Hablamos de la autoestima cuando nos
elogiamos y reconocemos que somos importantes y que tenemos virtudes que nos
caracterizan.
Finalmente está la gratitud, aquel valor para la convivencia que no solo significa
dar las gracias. Es apreciar lo que el otro hace por nosotros, no solo por educación
sino de corazón.
Su objetivo último es alcanzar cierto nivel de progreso material sin por ello
comprometer el medio ambiente, los recursos naturales, o la calidad de vida de los
seres humanos y demás especies del planeta
Tiene como objetivo final el desarrollo social significando que cada individuo,
con sus derechos y obligaciones, tendrá un papel activo en la sociedad en que
vive mediante la creación de una sociedad segura, estable y justa para todos.