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Tema 3 Ley de Darcy

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1

LEY DE DARCY
HIDRAULICA DE AGUAS SUBTERRANEAS

1. INTRODUCCION

Hemos visto que los sedimentos ubicados cerca de la superficie del suelo contienen algunos
espacios vacíos, por lo que exhiben porosidad. En muchos casos estos espacios se
encuentran
interconectados entre ellos. El agua contenida en los espacios vacíos es capaz de moverse
desde un espacio a otro, lo que produce la circulación de agua a través del suelo, sedimento
o roca. Esta habilidad de los acuíferos de transportar agua, así como de almacenarla, es una
de las propiedades hidrogeológicas más importantes y significativas.

2. EXPERIMENTO DE DARCY

2.1 Aspectos Generales


En la segunda mitad del siglo 19, un ingeniero francés, Henry Darcy, desarrolló el primer
estudio sistemático del movimiento del agua a través de un medio poroso. En este estudio
se
analizó el movimiento de agua a través de lechos de arena usados para la filtración de agua
para la bebida. Darcy encontró que la tasa o velocidad a la cual el agua fluye a través del
medio poroso es directamente proporcional a la diferencia de altura entre los dos extremos
del lecho filtrante, e inversamente proporcional a la longitud del lecho.
La Figura 2.1 muestra una tubería horizontal llena con arena, en la cual se aplica agua
mediante presión a través del extremo A, la cual fluye y se descarga a través del extremo B.
La presión observada en cada extremo de la tubería (o en alguna posición intermedia)
puede ser es medida mediante un tubo vertical de pequeño diámetro (piezómetro). Darcy
encontró experimentalmente que la descarga, Q, es directamente proporcional a la
diferencia en la altura de aguas entre los piezómetros A y B e inversamente proporcional a
la longitud de la tubería, L:
2

Figura 2.1
Experimento de Darcy

(2.1)

La Figura 2.2 muestra una reproducción de la experiencia original de Darcy, en la cual se


observan los resultados más relevantes de dicho experimento.

Figura 2.2
Datos de Experiencia Original Henry Darcy de 1856
3

El flujo es también proporcional al área perpendicular al escurrimiento, A, por lo cual al


combinar todos estos elementos podemos escribir:

(2.2)

donde K es la constante de proporcionalidad y se denomina conductividad hidráulica o


permeabilidad. Esta expresión puede ser expresada en términos generales como:

(2.3)

donde dh/dl es conocido como el gradiente hidráulico. La cantidad dh representa el


cambio en cota piezométrica entre dos puntos situados muy cercanos, y dl es una
distancia muy pequeña.
El signo negativo indica que el flujo es en la dirección de cota piezométrica
decreciente.
2.2 Conductividad Hidráulica o Coeficiente de Permeabilidad
La ecuación (2.3) puede ser modificada para mostrar que el coeficiente K tiene las
dimensiones
4

de longitud/tiempo, o velocidad. Este coeficiente ha sido denominado conductividad


hidráulica o coeficiente de permeabilidad:

(2.4)

El flujo, Q, tiene dimensiones de volumen/tiempo (L3/T), el área A (L2), y el gradiente


hidráulico (L/L). Substituyendo estas dimensiones en la ecuación (2.4) obtenemos:

(2.5)

Hubbert (1956) mostró que la constante de proporcionalidad de Darcy, K, es una


función de propiedades del medio poroso y el fluido que pasa a través de él. De hecho
es intuitivo pensar
que un fluido muy viscoso, por ejemplo petróleo, se moverá a una tasa menor que
agua en un
mismo tipo de suelo. La descarga es directamente proporcional al peso específico del
fluido, g,
e inversamente proporcional a la viscosidad dinámica del fluido, m. A partir de esta
información
podemos escribir:

(2,6)
O

(2.7)

donde k es la permeabilidad intrínseca del suelo la cual tiene unidades de área, L2. En
la última expresión es la densidad del fluido y g es la aceleración de gravedad. Las
unidades de k pueden ser en metros o centímetros cuadrados. En la industria
petrolera, el darcy es usado como la unidad para la permeabilidad intrínseca. El darcy
se define como:

 
Esta expresión puede ser convertida a centímetros cuadrados utilizando:
5

(2.9)

(2.10)

Substituyendo en la definición de darcy podemos observar que:


(2.11)

La cuantificación del coeficiente de permeabilidad o conductividad hidráulica puede


ser realizada a través de dos tipos de métodos diferentes, los que tienen aspectos
positivos y negativos inherentes a cada uno de ellos. Los dos tipos de métodos que
existen son los indirectos y directos. Los métodos directos se pueden subdividir a su
vez en dos grandes categorías: terreno y laboratorio.

3. METODOS PARA LA DETERMINACION DE LA CONDUCTIVIDAD HIDRAULICA


Existen diversos métodos para evaluar o determinar la conductividad hidráulica de un
medio poroso. En términos generales estos métodos se pueden clasificar en dos
categorías mayores:
indirectos y directos. A su vez los métodos directos pueden ser divididos en métodos
de laboratorio y de terreno.
3.1 Métodos Indirectos para Determinación de K
3.1.1 Información bibliográfica y empírica
Sedimentos de grano grueso y no consolidado son los mejores productores de agua
subterránea que existen en la naturaleza. Asimismo, arcillas son a menudo utilizadas
en aplicaciones de ingeniería debido a su reducida permeabilidad intrínseca. Rangos
típicos de permeabilidad intrínseca y conductividad hidráulica para distintos tipos de
sedimentos no consolidados se presentan en la Tabla 3.1.

Tabla 3.1
Rangos de Permeabilidad y Conductividad Hidráulica
para Sedimentos No Consolidados

La permeabilidad intrínseca es una función del tamaño de los poros en el sedimento


no
6

consolidado. Mientras más pequeño es el tamaño de los sedimentos, más grande es


el área superficial en contacto con el agua contenida en los poros. Este aumento en el
área superficial provoca un incremento en la resistencia friccional al flujo, lo que
disminuye la permeabilidad intrínseca. En sedimentos bien distribuidos (es decir no
homogéneos) la permeabilidad intrínseca es proporcional al tamaño representativo del
sedimento.
En el caso de depósitos aluviales arenosos es posible identificar una serie de factores
que relacionan la permeabilidad intrínseca y el tamaño representativo del sedimento.
Estos factores se listan a continuación:

1. El valor de la permeabilidad aumenta a medida que el tamaño medio de los


sedimentos se incrementa. Esto se debe al aumento en el tamaño de los poros de
suelo.

2. Si seleccionamos un tamaño fijo del diámetro medio de los sedimentos, la


permeabilidad del suelo será inversamente proporcional a la desviación estándar del
tamaño de los sedimentos. En efecto, si la desviación estándar es grande (es decir
una muestra con tamaños bien distribuidos) los sedimentos de menor tamaño
ocuparán parte de los poros del suelo lo que reducirá su capacidad de transporte de
agua.

3. Muestras de tipo unimodal (es decir un tamaño de sedimento dominante) tiene


permeabilidades más grandes que muestras de tipo bimodal (dos tamaños de grano
dominantes).
3.1.2 Método de Hazen
La conductividad hidráulica de sedimentos arenosos puede ser estimada a partir de la
curva granulométrica o de distribución de tamaños. Una serie de métodos han sido
diseñados a partir de esta idea. El método de Hazen puede ser utilizado en el caso de
arenas cuyo diámetro efectivo (d10) se encuentra entre 0.1 y 0.3 mm. La aproximación
de Hazen es:2
K C (d10 ) (3.1)
donde K es la conductividad hidráulica (cm/s), d10 es el tamaño efectivo de los
sedimentos (cm) y C es un coeficiente que se describe en la Tabla 3.1.
Tabla 3.1
Coeficiente de Ajuste, C, Método de Hazen

3.1.3 Método de Shepperd


En otros estudios (Shepperd, 1989) se demostró que la relación presentada en (3.1)
puede ser escrita en forma más general como:

(3.2)
donde d50 es el tamaño medio de los sedimentos (cm) y j es un exponente cuyo valor
depende del tipo de textura de los sedimentos. De esta manera, un sedimento
7

redondeado presenta un valor de j cercano a 2.0, mientras que para sedimentos


naturales este exponente es igual a 1.5.
La Figura 3.1 muestra la relación entre la conductividad hidráulica y el diámetro medio
para sedimentos de distinta textura.
3.1.4 Método de Slichter
Slichter (1898) presentó una expresión en la cual estima el coeficiente de
permeabilidad a partir de datos de curvas granulométricas y de la porosidad de la
muestra. La expresión de K es la siguiente:

Figura 3.1
Relación entre Tamaño Medio del Grano y la Conductividad Hidráulica
8

(3,3)
donde el coeficiente K1 depende de la porosidad según lo indicado en la Tabla 3.2.
9

Tabla 3.2
Coeficiente K1 en función de la Porosidad n

3.1.5 Método de Fair and Hatchh


Fair y Hatch (1933) publicaron una relación para el cálculo de la permeabilidad de
arenas. Esta relación es la siguiente:

(3.4)

donde m es un factor de envase que vale 5, g es la aceleración de gravedad, S es un


factor de forma de los granos de material (6,0 para granos esféricos y 7,7 para granos
angulares), n es la porosidad de la muestra, pj es el porcentaje de material contenido
entre las mallas de diámetro dj y dj+1, y finalmente djm es el diámetro medio definido
como:

(3.5)

3.1.6 Método de Terzaghi


Terzaghi (1925) estableció la siguiente relación para el cálculo del coeficiente de
permeabilidad K:
10

(3.6)

donde 10 y T son los coeficientes de viscosidad dinámica del agua a 10ºC y TºC,
respectivamente y C/10 es una coeficiente que varía entre 460 para granos
irregulares y 800 para granos regulares.
3.1.7 Método de Kozeny-Carmen
Otra expresión comúnmente utilizada para el cálculo de la conductividad hidráulica es
la de Kozeny-Carmen, la cual toma la siguiente forma:

   

3.2 Métodos Directos - Laboratorio


La permeabilidad o conductividad hidráulica de una muestra saturada se puede medir
en laboratorio a través de dispositivos denominados permeámetros. Todos los
permeámetros se componen de una cámara en la cual se ubica una muestra de roca
o suelo. En el caso particular de ensayos en roca los permeámetros utilizan muestras
de forma cilíndrica. En el caso de muestras no consolidadas existen dos posibilidades.
La primera es trabajar con una muestra reconstituida que es remoldeada en la cámara
del permeámetro y la segunda considera el uso de muestras inalteradas que son
recolectadas en el terreno mediante técnicas especiales. Si los sedimentos son
reconstituidos dentro de un permeámetro los valores de la conductividad hidráulica
obtenidos con este procedimiento son sólo una aproximación del valor real de K. La
conductividad hidráulica de los suelos recompactados dependen en forma muy directa
de la densidad a la cual el material es recompactado.
3.2.1 Permeámetro de Carga Constante
El permeámetro de carga constante se utiliza en el caso de sedimentos no cohesivos
tales como arena y rocas. Un esquema de un permeámetro de carga constante se
presenta en la Figura 3.2. En este caso una cámara de carga provee una alimentación
de agua a una carga constante, con lo que el agua se mueve a través de la muestra
hasta alcanzar un régimen de equilibrio o estacionario. Para utilizar este dispositivo se
genera un flujo a través de la muestra de suelo y luego que se alcanza una situación
de equilibrio se mide el caudal de salida desde el permeámetro, así como la diferencia
de carga entre la cámara de nivel constante y el nivel de agua en la salida.
Para comenzar el análisis de este permeámetro podemos utilizar la ecuación (2.2):

en la cual Q es el caudal de salida desde el permeámetro, hA es el nivel de agua en la


cámara de carga, hB es el nivel de agua a la salida del permeámetro, L es la longitud
de la muestra y A es el área perpendicular al escurrimiento.
11

Figura 3.2
Permeámetro de Carga Constante

Si multiplicamos ambos lados de la expresión por un tiempo t durante el cual se


realiza el análisis obtenemos:

(3.8)

en el lado izquierdo de esta última ecuación representa el volumen aforado durante un


tiempo t (V), mientras que la diferencia (hA-hB) es la pérdida de carga total en el
permeámetro (h). Si substituimos estos dos valores en la ecuación (3.8) y
reordenamos la expresión final obtenemos:

   (3.9)
donde V es el volumen de agua descargado durante el tiempo t (L3), L es la longitud
de la muestra (L), A es el área perpendicular al escurrimiento (L2), t es el tiempo (T),
h es la pérdida de carga a través del permeámetro, y K es la conductividad hidráulica
de la muestra (L/T).
Para la correcta interpretación de los resultados de una prueba en un permeámetro de
carga constante se debe utilizar gradientes hidráulicos similares a aquellos
observados en terreno. Además, la pérdida de carga total en el permeámetro, Dh, no
debe ser mayor a un 50% de la longitud total de la muestra. Esta última condición
asegura que el número de Reynolds no supere los límites de validez de la ley de
Darcy.
3.2.2 Permeámetro de Carga Variable
En el caso de sedimentos cohesivos y con baja permeabilidad se utiliza un
permeámetro de carga variable (Figura 3.3). En este caso la cámara de carga de nivel
12

constante se reemplaza por un tubo vertical en el cual se produce el descenso del


nivel de agua a medida que ésta atraviesa la muestra de suelo. Para la determinación
de la conductividad hidráulica se anota el nivel inicial de agua en el tubo, h0. Luego de
un período de tiempo t se mide la posición del agua en el tubo vertical, h. El diámetro
interior del tubo vertical, dt, la longitud de la muestra, L, así como su diámetro, dC, son
también conocidos.
Figura 3.3
Permeámetro de Carga Variable

La tasa a la cual el agua desciende por el tubo vertical viene dada por la siguiente
expresión:

(3.10)
Si multiplicamos por el área del tubo vertical, At, obtenemos el caudal pasante a través
del tubo:

(3.11)

Si AC es el área de la muestra de suelo, podemos utilizar la ley de Darcy para calcular


el caudal que drena desde el permeámetro en un tiempo cualquiera:

(3.12)
13

donde h es la carga hidráulica al tiempo t.


Si aplicamos el principio de continuidad podemos utilizar las expresiones dadas en
(3.11) y (3.12) para escribir:

(3.13)
Esta ecuación puede ser reordenada para aislar la permeabilidad K:

(3.14)
Si integramos esta ecuación desde t=0 a t=t con la condición inicial h=h0 en t=0
obtenemos la siguiente expresión para la conductividad hidráulica a partir de un
permeámetro de carga variable:

(3.15)
Si utilizamos los diámetros del tubo vertical y de la muestra obtenemos:

(3.16)
Al usar cualquier tipo de permeámetro se debe verificar que la muestra esté
completamente saturada y que no existan burbujas de aire dentro de ella. De existir
burbujas de aire en la muestra el valor de la conductividad hidráulica disminuye
debido a la reducción en el área disponible para el escurrimiento de agua.
Para prevenir flujos preferenciales a través de la zona de contacto entre el suelo y la
pared, la muestra debe estar firmemente presionada contra el borde de la cámara. Si
estos flujos preferenciales no son evitados este dispositivo (permeámetro de carga
variable) genera valores de la conductividad hidráulica bastante mayores que los
existentes en el sistema real.
3.3 Métodos Directos - Terreno
Los métodos de terreno permiten identificar la conductividad hidráulica de un suelo en
forma directa a través de experiencias que involucran la excavación de norias o pozos
superficiales, en los cuales se efectúan pruebas de agotamiento y recuperación, el
uso de pruebas de infiltración, y finalmente a través de medidas de velocidad. En
algunos casos es posible obtener una medida de la conductividad hidráulica del suelo,
mientras que en otros se obtiene la tasa de infiltración, la que se relaciona
directamente con la conductividad hidráulica.
3.3.1 Pruebas de Agotamiento y Recuperación
Las pruebas de agotamiento y recuperación requieren la perforación de una zanja,
pozo o noria de pequeña profundidad que comprometa al menos una parte de la napa
de aguas subterráneas. Mediante el uso de pequeñas bombas es posible extraer agua
del pozo (agotamiento) y medir la recuperación de la napa a lo largo del tiempo. A
partir de la información de niveles y de la geometría del pozo es posible estimar el
coeficiente de permeabilidad.
14

Dependiendo de las características de la perforación realizada para esta experiencia


de terreno la prueba se denomina perforación entubada o no entubada.

La prueba en perforación entubada requiere la perforación de un pozo


aproximadamente cilíndrico, el cual se reviste con un tubo de mayor diámetro. La
porción inferior de la perforación se deja sin entubar para permitir la entrada del agua
subterránea hacia el pozo durante la etapa de recuperación. La Figura 3.4 muestra un
esquema que ilustra este método. El coeficiente de permeabilidad se estima a partir
de la siguiente relación:

(3.17)
en donde r es el radio interior del tubo y S es un factor de forma que depende del
diámetro de la perforación no entubada y de la longitud del tramo entubado ubicado
por debajo del nivel freático. Valores de S pueden estimarse a partir del gráfico
incluido en la Figura 3.5.
Figura 3.4
Prueba en Perforación Entubada

En el caso de la prueba en perforación no entubada se excava un pozo de sección


circular (o aproximada) hasta comprometer parcial o totalmente la napa de aguas
subterráneas a lo menos en una longitud de 50 cm. En este caso la excavación no se
15

reviste. Al igual que en la prueba anterior, el nivel de aguas se deprime mediante el


uso de una bomba y se mide su recuperación a través del tiempo. La Figura 3.6
muestra un esquema que ilustra este método.
Figura 3.5
Factor de Forma S en Prueba en Perforación Entubada

Figura 3.6
Prueba en Perforación No Entubada

en el caso que la perforación atraviese sólo parcialmente la napa, el coeficiente de


permeabilidad se estima a partir de la siguiente relación:
16

(3.18)
donde S=a d/0.19 en el sistema MKS.
En el caso que la perforación comprometa totalmente el espesor de la napa, el
coeficiente de permeabilidad se estima a partir de la siguiente relación:

(3.19)
3.3.2 Pruebas de Infiltración

Como se indicó anteriormente, en algunos casos es posible estudiar la capacidad de


infiltración de un suelo a partir de la incorporación de agua dentro del suelo a través
de lagunas o sistemas de infiltración como los anillos concéntricos.
En este punto se presentan tres de las técnicas más utilizadas para determinar tasas
de infiltración y conductividad hidráulica saturada. Estas corresponden a Lagunas de
Infiltración, Infiltrómetros cilíndricos y el Método de Porchet. Otras metodologías de
infiltración, como el Infiltrómetro Sprinkler y los permeámetros con ingreso de aire se
encuentran con mayor detalle en “Process Design Manual for Land Treatment of
Municipal Wastewater” (EPA, 1981). Valores típicos de tasas de infiltración en suelos
se presentan en la Tabla 3.3.
Tabla 3.3
Valores Típicos de Tasas de Infiltración

a) Lagunas de Infiltración.

EPA (1981) señala a esta técnica como una de las más apropiadas para estimar las
tasas de infiltración. El procedimiento consiste en construir una laguna de infiltración,
la que se llena hasta una determinada altura con agua. Posteriormente se corta el
suministro de agua y se anota, para diferentes tiempos, cuanto ha descendido el nivel,
como una forma de estimar las tasas de descenso.
Para realizar estas pruebas se recomienda una superficie mínima de la laguna de 7
m2
(circulares o rectangulares), ya que mientras mayor sea el área de inundación existirá
un menor error asociado al humedecimiento lateral.
Se debe asegurar, como en toda prueba de infiltración, que el suelo se encuentre en
una situación inicial cercana a la de saturación, por esa razón se propone instalar una
serie de tensiómetros dentro del área de prueba a distintas profundidades. Se puede
17

considerar que el suelo se encuentra saturado cuando el nivel de agua en cada uno
de los tensiómetros se encuentre cercano a cero. Por lo expuesto anteriormente es
necesario realizar llenados preliminares de la laguna de infiltración, para que el suelo
alcance el estado de saturación.
En la Figura 3.7 se muestra una instalación de Laguna de Infiltración, propuesta por al
Corps of Engineers de los EEUU, la que consiste en una piscina cilíndrica de 3.0 m de
diámetro, de aluminio, y consta de 6 tensiómetros instalados alrededor de una círculo
concéntrico de 1.0 m de diámetro.
EPA (1981), recomienda que las tasas de recarga anual a largo plazo para estos tipos
de sistemas de tratamiento, se estimen en un rango entre un 10 – 15 % de las tasas
obtenidas mediante esta metodología.
Figura 3.7
Instalación Esquemática Laguna de Infiltración

b) Infiltrómetros Cilíndricos
El equipo necesario para desarrollar esta metodología consiste en un cilindro de metal
que se entierra cuidadosamente en el suelo a una profundidad de aproximada de 10 a
15 cm. Los diámetros de este tipo de cilindro varían entre 15 a 35 cm. Para evitar una
sobreestimación de la conductividad hidráulica a causa de los flujos divergentes, se
considera colocar otro cilindro concéntrico de 40 a 70 cm de diámetro, a una
profundidad entre 5 a 10 cm. El cilindro exterior se mantiene parcialmente lleno
durante toda la prueba. Este tipo de Infiltrómetro cilíndrico se conoce como Doble
cilindro o Doble anillo. En la Figura 3.8, se muestra esquemáticamente este tipo de
instalación.
18

Figura 3.8
Instalación Esquemática Infiltrómetro Doble Cilindro

Por la forma en que se desarrolla este tipo de experiencia, el gradiente hidráulico


vertical es cercano a la unidad, por lo que la conductividad hidráulica se puede
estimar como la tasa de descenso observada. Este tipo de experiencias presenta el
problema de que la componente vertical de la humedad es difícil de separar, por lo
que en algunos casos la componente vertical sería de gran importancia ocasionando,
posiblemente, una gran sobreestimación de la conductividad vertical.
EPA (1981) recomienda que las tasas de recarga anual a largo plazo para estos tipos
de sistemas de tratamiento, se estimen en un rango entre un 2 – 4 % de las tasas
obtenidas mediante esta metodología.
c) Método de Bouwer
Bouwer et al. (1999) propusieron una metodología en la cual se considera el efecto de
la componente horizontal de la humedad. Esta metodología considera el uso de un
infiltrómetro circular o rectangular con tamaño superior a 2 m (diámetro o longitud
característica), el cual se opera por períodos de tiempo de hasta seis horas, con
alturas de agua entre 30 y 60 cm. La Figura 3.9 muestra un esquema que ilustra esta
situación. En esta figura, y representa la cantidad de agua que se ha incorporado al
terreno durante un tiempo t, z representa la carga hidráulica promedio sobre el
terreno, x es la zona de humedecimiento lateral, r es el radio del infiltrómetro, y L es la
longitud de la zona humedecida luego de un tiempo t desde el inicio de la prueba.
Durante la prueba de infiltración se produce la incorporación del agua desde el
infiltrómetro hacia el suelo, lo que da origen a una zona de humedecimiento o
saturación (wetted zone), la que se propaga principalmente en forma vertical, pero
también experimenta un movimiento lateral. El método propuesto por Bouwer et al.
(1999) supone que el suelo se encuentra inicialmente con algún nivel de humedad
desconocido, pero que puede ser evaluado en forma cualitativa como seco, poco
húmedo o muy húmedo. Durante el proceso de infiltración el agua del infiltrómetro se
incorpora al suelo y va avanzando en forma de un frente abrupto que separa la zona
saturada (wetted zone) y la zona no saturada.
19

Figura 3.9
Prueba de Recarga mediante lnfiltrómetro

La tasa de recarga o infiltración corregida que considera la zona de expansión lateral


del bulbo de saturación (icor), se puede calcular a partir de la tasa de infiltración
obtenida directamente a partir de la operación del infiltrómetro (iINF). Para lo anterior es
necesario utilizar la siguiente expresión para un infiltrómetro circular:

(3.20)
o uno rectangular:

(3.21)
donde r es el radio del infiltrómetro circular, a y b son el ancho y largo de un
infiltrómetro rectangular. En ambos casos x es la longitud de la zona de
humedecimiento lateral.
Por otra parte, la longitud del frente de saturación (L) al final de la prueba de
infiltración se puede calcular utilizando la siguiente expresión para un infiltrómetro
circular:

(3.22)
o uno rectangular:

(3.23)
20

En la expresión anterior, n, se conoce como la porosidad "rellenable" del suelo (fillable


soil porosity), la cual puede ser estimada a partir de la textura del suelo y de su
contenido de humedad inicial. La Tabla 3.4 muestra valores de la porosidad
rellenable, n, para tres situaciones distintas.
Tabla 3.4
Valores de Porosidad Rellenable, n, según Tipo de Suelo

Aplicando la ley de Darcy para evaluar el flujo vertical que ocurre en la zona saturada
(wetted zone) se puede escribir la tasa de recarga corregida como:

(3.24)
donde z es la carga hidráulica promedio sobre el terreno durante la duración de la
prueba. Por su parte hwe es la presión de poros en el suelo antes de ser humedecido,
la que es negativa por tratarse de un suelo en condiciones no saturadas. El valor de
hwe es usado para estimar la succión en la posición del frente húmedo a medida que
éste se mueve verticalmente. Valores para hwe se presentan en la Tabla 3.5.
Tabla 3.5
Valores de Presión de Poros según Tipo de Suelo

El único valor desconocido en la expresión (3.24) es la conductividad hidráulica, K, la


cual puede ser calculada como:

(3.25)
El procedimiento anterior, aún cuando posee una serie de aproximaciones, permite
realizar una estimación adecuada de la tasa de infiltración para un sistema de recarga
que opere por un tiempo prolongado dado que incorpora efectos de terreno como el
21

del aire atrapado en el suelo no saturado, así como la heterogeneidad natural del
suelo. Además, en consideración a los efectos de colmatación que pueden ocurrir en
el largo plazo, para efectos de diseño es necesario considerar una permeabilidad
entre un 10 - 15% del valor estimado anteriormente. d) Método de Porchet
Para la estimación de la tasa de infiltración en terreno se puede utilizar el método de
Porchet, el cual consiste en excavar un cilindro de radio R y se llenarlo con agua
hasta una altura h (ver Figura 3.10).
Figura 3.10
Sistema de Infiltración en Método de Porchet

La superficie a través de la cual se infiltra agua es:

(3.26)
Para un tiempo, dt, suficientemente pequeño para que pueda suponerse que la
capacidad de infiltración, f, es constante se verificará la igualdad:

(3.27)
Simplificando y separando variables:
22

(3.28)
·
Integrando la ecuación anterior se tiene finalmente:

 
Así pues, para determinar f, basta con medir pares de valores (h1, t1) y (h2, t2), de
forma que t2 y t1 no difieran demasiado y luego evaluarlo en la expresión anterior.
3.3.3 Pruebas de Inyección o Extracción de Agua (Slug Test)
Uno de los métodos más comunes para análisis de propiedades hidrogeológicas en
suelos de baja a moderada permeabilidad son las pruebas tipo “Slug Test”. En estas
pruebas no se utiliza bombas para su operación, por lo que resultan muy atractivas en
sitios aislados.
El análisis de la variación de los niveles del agua en función del tiempo de respuesta
al
aumento o descenso brusco del nivel de agua fue desarrollado inicialmente por
Hvorslev (1951) y Cooper et al. (1967).
El procedimiento de análisis requiere la incorporación rápida de una cantidad de agua
(o la incorporación de un peso sólido dentro del pozo) para elevar el nivel del agua
hasta una altura h0 con respecto al nivel original (ver Figura 3.11). A continuación se
debe medir en forma continua el descenso de los nivel en función del tiempo.
Figura 3.11
Sistema de Infiltración en Método de Hvorslev
23

El método de Hvorslev (1951) es probablemente el más utilizado a nivel práctico. Para


lo
anterior se utiliza la expresión derivada en 1967 por Cedergen:

(3.30)

donde A es el área del orificio o perforación y F es un factor de forma que depende del
tamaño y forma del área de infiltración. Para el caso de una perforación cuya razón
longitud total versus diámetro de la captación es superior a 8 este método funciona en
forma adecuada. En este caso el área de infiltración y el Factor de Forma tienen las
siguientes expresiones:

(3.31)

(3.32)
Finalmente se tiene:

(3.33)
4. DESCARGA ESPECIFICA VERSUS VELOCIDAD DE POROS
24

De acuerdo al desarrollo mostrado para la ley de Darcy esta proporciona una


estimación de la velocidad del agua subterránea, la que comúnmente se conoce como
descarga específica. Esta descarga específica corresponde al caudal que circula a
través del medio poroso permeable dividido por el área total expuesta o perpendicular
al escurrimiento. De acuerdo a lo indicado en la Figura 3.12, esta área incluye zonas
ocupadas por material sólido y por poros, por lo cual la velocidad del agua calculada
de esta manera no representa la velocidad media real dentro de un poro.
Figura 4.1
Sistema de Poros en un Medio Permeable

Si recordamos la definición de porosidad, podemos identificar rápidamente que la


velocidad real del agua a través de los poros del acuífero quedará dada por la
siguiente expresión:

(4.1)
donde K es la conductividad hidráulica, i es el gradiente hidráulico, n es la porosidad
del suelo, y vR es la velocidad de poros o velocidad real.
5. LEY DE DARCY EN TRES DIMENSIONES
Para flujo tridimensional, en un medio que puede ser anisotrópico, es necesario
generalizar la forma unidimensional de la ley de Darcy que se presentó anteriormente.
En tres dimensiones, la velocidad es un vector con componentes v x, vy , y vz, y la
generalización más simple sería:

(5.1)

(5.2)

(5.3)
25

donde Kx, Ky, y Kz son los valores de la conductividad hidráulica en la dirección x, y, y


z,
respectivamente. En este caso se supone que x, y, y z son las direcciones principales
de anisotropía y no existen componentes de la conductividad en las direcciones xy, xz
y yz.
Una generalización más completa para el caso tridimensional puede ser escrita de la
siguiente forma:

(5.4)

(5.5)

(5.6)

Este conjunto de ecuaciones pone de manifiesto que existen nueve componentes


para la conductividad hidráulica. Si estas componentes son puestas en forma de
matriz ellas forman un tensor simétrico de segundo rango. En su forma más reducida,
la ley de Darcy se escribe como:

(5.7)

donde v es el vector velocidad, K es un tensor de segundo rango, y h es el gradiente


de la cota piezométrica h.
26

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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recharge,
Journal of Hydrologic Engineeering, October 1999, pp. 350-357.
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Quality”,
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Jury W., W. R. Gardner, and W. H. Gardner, 1991, Soil Physics, Wiley. Fifth edition.
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Infiltration
System Studies. U.S. Enviromental Protection Agency. EPA-600/2-80-165

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