Administracion Del Hogar y Bienes Familiares
Administracion Del Hogar y Bienes Familiares
Administracion Del Hogar y Bienes Familiares
Considerando que nuestro hogar es como una empresa que hay que saber
administrar. Si eres una persona que vive sola, una madre soltera o padre
soltero o una familia conformada por padres e hijos, es necesario
administrar las finanzas del hogar de forma asertiva y responsable. En el
hogar son muchos los aspectos que pueden alterar la convivencia, sin
embargo, los temas relacionados con dinero, son, generalmente, más
sensibles y frecuentes.
BIENES FAMILIARES
Los bienes familiares son ciertas cosas muebles o inmuebles que cumplen con
una función familiar directa, ya que permiten y favorecen la convivencia de la
familia y, por ello, son sometidos a un régimen normativo especial, con
independencia del régimen económico del matrimonio.
Pueden ser declarados como bienes familiares:
a) El inmueble de propiedad de cualquiera de los cónyuges que sirva de
residencia principal de la familia.
b) Los muebles que la guarnecen.
c) Los derechos o acciones que los cónyuges tengan en sociedades propietarias
de un inmueble que sea residencia principal de la familia.
La afectación de un bien como familiar puede ser por declaración judicial o por
declaración unilateral solemne.
La declaración judicial, es decir, la intervención del juez se requiere para afectar
como familiares al inmueble que sirve de residencia principal de la familia y los
muebles que lo guarnecen. La sola interposición de la demanda ante el juzgado de
familia competente, producirá provisoriamente la transformación de los bienes en
familiares. La ley ordena al juez disponer en su primera resolución, que se anote la
circunstancia de la afectación provisoria al margen de la inscripción respectiva.
El efecto de la declaración de un bien como familiar es la gestión del mismo, esto
es la facultad para realizar los actos de disposición y administración. La gestión
que sólo correspondía al propietario pasa a ser compartida por ambos cónyuges,
es decir, no se podrán enajenar ni prometer gravar los bienes familiares, sino con
la autorización del cónyuge no propietario. Por tanto la declaración de un bien
como familiar no altera la titularidad del derecho a propiedad del bien, por cuanto
éstos seguirán siendo del o de los cónyuges propietarios.