$R19SRQC PDF
$R19SRQC PDF
$R19SRQC PDF
SEMINARIO: EPIDEMIOLOGIA,
CLINICA Y MANEJO DEL COLERA
CURSO : PEDIATRÍA I
CICLO : IX CICLO
PIURA- PERÚ
2020
INDICE
I. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 3
II. EPIDEMIOLOGIA .................................................................................................................... 7
III. ETIOPATOGENIA DEL CÓLERA ......................................................................................... 21
IV. DIAGNÓSTICO:................................................................................................................. 38
IV. TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN........................................................................................ 40
V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ........................................................................................... 46
I. INTRODUCCIÓN
DEFINICION
El cólera es una enfermedad diarreica aguda causada por la ingestión de
alimentos o agua contaminados con el bacilo Vibrio cholerae. El cólera sigue
siendo una amenaza mundial para la salud pública y un indicador de inequidad
y falta de desarrollo social. Durante el curso de siete pandemias registradas
dicha enfermedad infecciosa se extendió más allá de Asia, abarcando
continentes como África, Europa, Australia y América. (1)
Esta fue una de las mortíferas ya que las defunciones contabilizaron 140,000 en
Francia, 20,000 en Inglaterra y más de 200,000 en México. En los EUA el
padecimiento cobró un elevado tributo en vidas humanas; la "novia del Padre de
las Aguas" (el río Mississippi), la ciudad de Nueva Orléans debió lamentar la
pérdida de más de 5,000 ciudadanos durante agosto de 1853. (3)
II. EPIDEMIOLOGIA
Endemia
Término que denota la presencia habitual de una enfermedad o un agente
infeccioso en una determinada zona geográfica o grupo de población. Otra
definición seria la existencia en un área o región de una enfermedad en una
proporción no significativa sobre el número de casos habituales en ella. Cuando
la presencia de una enfermedad, tanto transmisible como no transmisible, se da
de una forma regular se dice que esa enfermedad existe con carácter endémico.
(4)
Epidemia
Aparición, en una comunidad o región definida, de casos de una enfermedad (o
de un brote) con una frecuencia que claramente rebasa la incidencia normal
prevista. El número de casos que indica la existencia de una epidemia varía
según el agente infeccioso, las dimensiones y el tipo de la población expuesta,
su experiencia previa o la falta de exposición a la enfermedad, así como la época
y el lugar donde se presenta. Así pues, la epidemicidad es relativa a la frecuencia
habitual de la enfermedad en la misma zona, entre la población especificada y
en la misma estación del año. (4)
Pandemia
Se llama pandemia a la propagación mundial de una nueva enfermedad. Por
ejemplo, se produce una pandemia de gripe cuando surge un nuevo virus
gripal que se propaga por el mundo y la mayoría de las personas no tienen
inmunidad contra él. Por lo común, los virus que han causado pandemias con
anterioridad han provenido de virus gripales que infectan a los animales. (4)
No existen registros exactos de como ingreso el cólera al Perú, en enero del año
de 1991 entre el 23 al 29, se presentaron 11 casos, diarrea severa y defunciones.
Chancay, Perú, para el 30 de enero un equipo PREEC (FETP) estaba
investigando la epidemia y los laboratorios del INS y UPCH identifican el Vibrio
cólera 01, biotipo El Tor, serotipo Inaba, que fue confirmada posteriormente por
la CDC. (6)
La hipótesis inicial fue que entre las causas más importantes de la epidemia se
encontraba la sustancial reducción en la cloración del agua para consumo
humano por parte de las autoridades gubernamentales, SEDAPAL y la autoridad
de la salud DIGESA, debido a un mal manejo de la política hídrica, basada en el
intervensionismo estatal e influida por preocupaciones ambientales de otros. Los
factores que conspiraron en forma decisiva contra el control de la epidemia y que
incluso incentivaron su propagación a niveles inesperados fueron la absoluta
ausencia del mantenimiento del sistema hídrico para consumo humano, la falta
de limpieza en los pozos de agua y en los tanques domésticos, la falta de acceso
de una porción sustancial de la población (47 por ciento) a agua potable tratada
adecuadamente con cloro, la discontinuidad del proceso de cloración del agua
en los puntos finales del sistema, debido a una deficiente instalación del servicio.
(8)
De cara a la severidad de estos problemas, ninguna de las autoridades
responsables por la administración del agua para consumo humano en Perú tuvo
la certeza de la calidad del agua enviada a la población. Se le daba un nivel de
cloración del 0,2 al 0,3 mg/l al agua, muy por debajo del nivel utilizado
internacionalmente. No había ningún análisis de eficacia de este nivel, que, tal
como se descubrió tiempo después, era inadecuado para preservar la salud de
los peruanos durante la epidemia. Es decir que, si el nivel de cloración se hubiese
mantenido a la altura del recomendado por la OMS de 0,8 mg/l, la incidencia de
la epidemia no habría sido tan explosiva. (8)
Sin embargo, pronto resultó claro que no había ningún plan maestro unificado
para controlar la epidemia y, como se probó después, no había ningún director
nombrado en forma oficial a cargo de la campaña, ni hubo tampoco más
reuniones de la Comisión. Esta hipótesis puede confirmarse mediante los
siguientes hechos:
Lo único que podía considerarse como acciones efectivas del estado para
administrar la epidemia era el aumento de la cloración y el monitoreo de los
sistemas de provisión de agua existentes en las áreas urbanas y la distribución
de productos químicos para purificar el agua en los hogares, como así también
el control del cloro residual de las unidades de tratamiento y del sistema de
distribución. Otra decisión del gobierno que habría que destacar es la
promulgación de un Decreto Supremo mediante el cual se reconocía la severidad
de la epidemia de cólera y se ordenaba la preparación de un plan de emergencia
para el agua potable pública y el sector cloacal. (7)
Así es como comenzó lo que la prensa y los políticos peruanos dieron en llamar
“la guerra del ceviche”. Mientras que el ministerio de Salud recomendaba el
consumo de pescados y mariscos cocidos, el ministro de Pesca y el Presidente
de la República hacían apariciones ante la prensa comiendo pescado crudo;
mientras el ministro de Salud recomendaba consumir sólo agua hervida y frutas
lavadas, la prensa mostraba al ministro de Agricultura comiendo frutas sin lavar,
y al ministro de Vivienda tomando agua sin hervir. (7)
El costo del cuidado de los enfermos fue identificado como un costo directo de
la epidemia. El sector de salud pública gastó US$ 29,05 millones sólo en 1991,
en las personas enfermas que podía atender (Ministerio de Salud 1991). Los
costos indirectos se refieren a los gastos inmediatos incurridos por el Estado
para combatir los efectos provocados por el cólera en el sector. Este costo está
vinculado al deterioro de las instalaciones de los establecimientos sanitarios,
debido al aumento en el uso que tenían que sostener. (7)
En las regiones endémicas, las fallas en los servicios de agua potable, higiene y
salud pueden contribuir a la transmisión epidémica del cólera. En Yemen, donde
la infraestructura de salud pública y salud se ha visto devastada por años de
guerra, se produjeron dos brotes rápidamente secuenciales a fines de 2016 y
mediados de 2017. El segundo de estos brotes corresponde al peor brote de
cólera del mundo hasta la fecha, con aproximadamente 500,000 casos de
sospecha de cólera y 2000 muertes asociadas registradas en solo cuatro meses.
Se han identificado más de 35 especies del género Vibrio, de las que 12 son
“vibriones marinos”, gérmenes ambientales que no se han asociado a una
patología humana. El resto de las especies (V. cholerae, V. parahemolyticus, V.
fluvialis, V. vulnificus, V. damsela, V. hollisae, V. mimicus, entre otros), producen
gastroenteritis, infección de heridas y tejidos blandos y sepsis/bacteriemia. (12)
No obstante, la especie más destacable es el V. cholerae. (12)
Es un bacilo aerobio o anaerobio facultativo en forma de coma (1 flagelo), no
esporas, de vida libre, rápido crecimiento, gram-negativa que varía en tamaño a
partir de 1-3 micras de largo por 0,5-0,8 micras de diámetro. Son fermentadores
de glucosa y oxidasa positivos. Toleran pH alcalinos y algunas especies
necesitan medios de alta salinidad para crecer (halófilos). Es catalasa y oxidasa
positivo y aunque crece bien en los medios de cultivo habituales de laboratorio,
el medio selectivo de elección es el agar TCBS (Tiosulfato-Citrato-Bilis-
Sacarosa) donde las colonias crecen lisas de 2-4 mm de diámetro, de color
amarillo y muy pegajosas. (12,13)
Su estructura antigénica consiste en un antígeno flagelar H y un antígeno O
somático. La diferenciación de este último permite la separación en cepas
patógenas y no patógenas. (13)
SEROGRUPOS
El serogrupo O1 causa la mayor parte de los brotes, mientras que el O139, que
se identificó por vez primera en Bangladesh en 1992, está confinado al Asia
Sudoriental. (12,14)
SEROTIPO
Las cepas El Tor se han clasificado en cuatro grandes grupos clonales: (15)
El clon de Australia
El clon de la Costa del Golfo de Estados Unidos
La séptima pandemia clon
El clon de América Latina.
3. PAPEL DE LA QUITINA
Para llegar al intestino delgado, sin embargo, el organismo tiene que superar los
mecanismos de defensa normales del tracto GI. Debido a que el organismo no
es resistente a los ácidos, depende de un gran tamaño del inóculo para resistir
la acidez gástrica. (13)
La dosis infecciosa de cholerae V requerida para causar enfermedad clínica varía
según el modo de administración. Si V cholerae se ingiere con agua, la dosis
infecciosa es de 103 -106 organismos. Cuando se ingiere con los alimentos, se
requieren menos organismos (102 -104) para producir la enfermedad. (13)
6. FACTORES DE VIRULENCIA
COLONIZACIÓN
HUÉSPED:
8.1. SUSCEPTIBILIDAD
INMUNIDAD INNATA:
• Acidez Gástrica: Una vez que el hombre ha ingerido agua o alimentos
contaminados con V. cholerae O1, este debe superar el bajo pH que se
encuentra en el estómago. V. cholerae O1 es muy sensible a la acidez y el jugo
gástrico (pH de 2-3.5), muy rico en ácido clorhídrico, lo lisa fácilmente. (16)
• Peristalsis Intestinal: Si el agente etiológico del Cólera supera la barrera
gástrica, pasará al duodeno e intestino delgado. Para que el microorganismo
pueda replicarse y liberar sus metabolitos (incluyendo la toxina colérica), es
necesario que se adose al borde en cepillo del enterocito. La peristalsis intestinal
actúa como una barredora que impulsa al vibrión colérico hacia el intestino
grueso de modo que el microorganismo no tiene oportunidad de ponerse en
contacto con el enterocito. Una clara interpretación clínica de este hecho es que
el uso de antiperistálticos y antidiarreicos no tiene ninguna utilidad y es nocivo
ya que dichos fármacos favorecen la estasis intestinal e incrementan la
posibilidad que el vibrión colérico entre en contacto con el enterocito. (16)
Para adosarse al enterocito, V. cholerae O1 dispone de un arsenal enzimático
que facilita su movilidad, su quimiotaxis y le permite lisar el moco que recubre
las células epiteliales intestinales, de tal suerte que pueda ponerse en contacto
con el borde en cepillo de dicha célula. (16)
INMUNIDAD ADAPTATIVA O ESPECÍFICA
Aquellos individuos que han tenido contacto con el vibrión colérico tienen una
respuesta inmune consistente en la producción de anticuerpos secretorios del
tipo IgA dirigidos contra la bacteria y contra la toxina. Con respecto a estos
anticuerpos secretorios es interesante mencionar que en la leche materna es
común la presencia de inmunoglobulina del tipo IgA y que estudios desarrollados
en Bangladesh han demostrado que los lactantes alimentados al seno materno
tienen una menor tasa de infección y de formas graves de la enfermedad que
aquellos pequeños que han sido alimentados con fórmulas industrializadas. Los
anticuerpos secretorios tienen efecto protector pero su actividad es indetectable
unos 6-9 meses después del proceso infeccioso. (16)
Los anticuerpos séricos son meramente marcadores serológicos de infección,
pero no tienen ningún efecto protector. (16)
El lipopolisacárido O1 contiene epítopos A específicos del grupo principal
compartidos entre los serotipos Inaba y Ogawa y epítopos B específicos para
serotipos adicionales (Ogawa) o epítopos C (Inaba). Tanto los anticuerpos
reactivos cruzados como los específicos de serotipo contribuyen a la protección.
(15)
8.3. FACTORES DEL HUÉSPED QUE FAVORECEN DIFICULTAN
LA INFECCIÓN
- La malnutrición aumenta la susceptibilidad al cólera. Debido a que el
ácido gástrico que puede deshacer rápidamente un inóculo no
infeccioso de V cholerae antes de que alcance el sitio de la
colonización en el intestino delgado, está disminuida. La hipoclorhidria
o aclorhidria de cualquier causa (incluida la infección por Helicobacter
pylori, la cirugía gástrica, vagotomía, el uso de bloqueadores H2 para
la úlcera) aumenta la susceptibilidad.
- La incidencia del cólera parece ser dos veces mayor en las personas
con sangre tipo O. La razón de este aumento de la susceptibilidad es
desconocida.
- Las tasas de infección de los contactos familiares de pacientes con
cólera oscilan entre 20-50%.
- Un ataque del biotipo clásico de V cholerae lo general resulta en la
generación de anticuerpos que protegen contra la infección recurrente
por cualquiera de biotipo. Los que han tenido el cólera El Tor no están
protegidos contra nuevos ataques. Los ataques de V cholerae 01 no
llevan a la inmunidad contra V cholerae 0139.
- Portadores asintomáticos. (13)
AMBIENTE:
9. MORBILIDAD Y MORTALIDAD
Respuesta al estrés
Los vibrios separados de una biopelícula entrante deben nadar hacia la mucosa
intestinal y penetrar la barrera protectora de la mucosidad. La motilidad flagelar
podría facilitar la unión bacteriana a la capa protectora de moco en cooperación
con la proteína de unión a N-acetilglucosamina y el factor de colonización GbpA
reportado para mediar la adherencia bacteriana a la mucina intestinal. La
penetración de la barrera mucosa también podría facilitarse mediante la
locomoción independiente del flagelo y / o la actividad de las enzimasmucolíticas.
(21) Tras la penetración de la barrera mucosa, los vibrios se ubican a lo largo del
eje de las vellosidades y las criptas en forma de microcolonias.
(A) Cholera Vibrios puede entrar en el intestino delgado como células planctónicas o
incrustadas en una matriz de biopelículas, representada por un tono amarillo
pálido. Una fracción de Vibrios se desprende de la biopelícula en el lumen. (B) Los
vibrios interactúan con la capa protectora de moco y penetran en la capa de
moco. (C) Vibrios interactuar con las vellosidades. La interacción bacteriana con las
vellosidades resultan en una adherencia más permanente facilitada por TCP y otras
adhesinas. La bilis baja, el bicarbonato alto y el cese de la motilidad en la proximidad
de las vellosidades favorecen la expresión de TCP y TC. (D) La expresión de TCP y
factores desconocidos promueven la formación de microcolonía a lo largo del eje de
las vellosidades y las criptas. (E, F) Los vibrios separados se devuelven al
compartimiento luminal. La alta concentración de bilis en el lumen mejora la
acumulación de c-di-GMP y favorece la formación de biopelículas. Una fracción de
los vibrios separados responden al estrés biliar formando biopelículas in vivo, indicado
por Agregados de vibrio incrustados en un tono verde pálido. La repetición de los
pasos A a E disemina la infección a lo largo del intestino delgado. Una mezcla
de V. Las células planctónicas del cólera, los agregados biofilm y el moco degradado
se excretan en las heces del cólera. (2)
Se cree que la formación de microcolonía está mediada por TCP, que también
es un factor de adherencia y promueve la formación de biopelículas. (21)
Los vibrios a lo largo del eje velloso y las criptas expresan TC, que se une a
su receptor GM1 en la membrana apical de las células epiteliales intestinales y
se internaliza por endocitosis. Sobre la base de la relación inversa entre la
motilidad y la expresión del gen de virulencia, se espera que el cese de la
motilidad tras la unión bacteriana a las vellosidades aumente la expresión de la
TC. La administración de toxinas en este sitio, muy cerca de su receptor GM1,
es estimulada por la bilis baja y los niveles elevados de bicarbonato. (21)
Después de la ingestión, Vibrio cholerae coloniza el intestino delgado y secreta toxina
del cólera, que tiene una estructura similar a una rosquilla con una subunidad A (CTA-1
+ CTA-2) enzimática central asociada con una subunidad Pentameric B (CTB). Después
de unirse a los receptores gangliósidos GM1 en células epiteliales del intestino delgado,
que se localizan principalmente en balsas lipídicas en la superficie celular, la toxina del
cólera se endocita y se transporta al degradasoma a través del retículo endoplásmico a
través de una vía retrógrada, que depende del tipo de célula. Puede o no involucrar el
paso a través del aparato de Golgi. En el retículo endoplásmico, la CTA se disocia de la
CTB, lo que permite que la CTA-1 alcance el citosol al translocarse a través de la vía
degradasoma. En el citosol, las subunidades de CTA-1 se repliegan rápidamente y se
unen a la subunidad Gsα de la adenilato ciclasa en la membrana celular; tras la unión,
CTA-1 ADP-ribosila la subunidad Gsα, que estimula la actividad de la adenilato ciclasa,
lo que lleva a un aumento en la concentración intracelular de AMP cíclica, la activación
de la proteína quinasa A, la fosforilación del regulador de conductancia transmembrana
de la fibrosis quística, un importante canal de cloruro, y secreción extracelular de iones
cloruro y agua. La secreción de iones de cloruro (y bicarbonato) inducida por la toxina
del cólera es particularmente pronunciada en las células de las criptas intestinales,
mientras que el aumento de las concentraciones de AMP cíclico intracelular en las
células de las vellosidades inhibe principalmente la absorción de NaCl y el agua. (23)
Una vez que el vibrión colérico ha logrado adosarse al borde en cepillo del
enterocito, comienza a replicarse y a producir la toxina colérica (TC). La molécula
de la TC está constituida por dos fracciones, la subunidad A (un monómero) y la
subunidad B (un pentámero). La subunidad B se une a receptores que existen
en la membrana del enterocito y permite el paso de la subunidad A al interior de
dicha célula. De hecho esta última subunidad es la que desencadena todas las
anormalidades bioquímicas que posteriormente se expresan clínicamente como
la diarrea secretora del cólera. (3)
Una vez que la subunidad A ha ingresado al enterocito, estimula la producción
de grandes cantidades de Adenosín monofosfato cíclico (AMPc).
Este mensajero intracelular produce dos alteraciones:
a) estimula la secreción de cloruro (Cl-) desde el enterocito hacia la luz
intestinal.
b) disminuye la absorción de sodio (Na+) desde la luz intestinal hacia el
enterocito
El acumulo de ambos electrolitos provoca que el agua se desplace pasivamente
desde el enterocito hacia la luz intestinal para mantener la osmolaridad.
El intestino grueso absorberá el volumen secretado, pero una vez que se satura
su capacidad de transporte, se presentará la clásica diarrea trepidante del cólera.
(22)
El cólera tiene un período de incubación típico de uno a dos días. Sin embargo,
el período de incubación del cólera varía con la susceptibilidad del huésped y el
tamaño del inóculo y puede variar desde varias horas hasta tres a cinco días.
(20)
Las manifestaciones clínicas del cólera causada por V. cholerae O1 versus O139
son indistinguibles, se caracterizan por tener un inicio brusco con diarreas. (20)
Los pacientes de cólera con hipovolemia severa pueden tener ojos hundidos,
boca seca, piel fría y húmeda, disminución de la turgencia de la piel o manos y
pies arrugados (también conocidos como "manos de lavandera"). Los pacientes
son frecuentemente apáticos y letárgicos. (20)
Las pruebas de laboratorio de pacientes con cólera pueden revelar hipokalemia,
hiponatremia o hipernatremia (aunque el cólera se asocia con mayor frecuencia
a la deshidratación isonatrémica), hipocalcemia y acidosis. (20)
Los antibióticos son una terapia adyuvante para pacientes con un agotamiento
grave de volumen y pueden ser de uso particular en entornos epidémicos. El
asegurar una nutrición adecuada es importante en los pacientes pediátricos, en
algunos casos la suplementación con micronutrientes puede resultar
beneficiosa. (24)
1. Hidratación oral y parenteral. (25)
Los antibióticos son una terapia adyuvante para pacientes con cólera y depleción
de volumen de moderada a grave. Varios estudios han demostrado que, en tales
pacientes, los antibióticos efectivos para el cólera pueden acortar la duración de
la diarrea, reducir el volumen de las pérdidas de heces hasta en un 50% y
disminuir la duración del desprendimiento de V. Cholerae a uno o dos días. Las
opciones de antibióticos para el cólera incluyen macrólidos, fluoroquinolonas y
tetraciclinas. La elección entre ellos debe basarse en la disponibilidad y los
patrones de resistencia locales.(24,26)
Cuando los aislados locales son sensibles a la azitromicina, a los niños se les
administra 20 mg / kg y a los adultos se les administra 1 g, cada uno como un
régimen de dosis única. La ciprofloxacina se administra a niños en una dosis
única de 20 mg / kg, y a adultos como una dosis única de 1 g.(27)
Regina LaRocque, MD, MPH; Jason B Harris, MD, MPH Cholera: Clinical features, diagnosis,
treatment, and prevention Up to date Literature review Mar 2020
3. PREVENCIÓN
Un suministro de agua limpia y un saneamiento adecuado son los pilares de la
prevención del cólera. Sin embargo, esto puede ser difícil de lograr en entornos
con recursos limitados. Se estima que 760 millones de personas carecen de
acceso a fuentes de agua limpia y, por lo tanto, corren el riesgo de contraer
enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. La lactancia materna de
niños pequeños en entornos endémicos protege contra el cólera y otras
infecciones entéricas. (24)
1.- John D Clemens, G Balakrish Nair, Tahmeed Ahmed. (March 13, 2017).
International Centre for Diarrhoeal Disease Research, Bangladesh.
2.- Ali M, Lopez AL, You YA, et al. The global burden of cholera. Bulletin World
Health Organization 2012; 90: 209–18A.
3.- Manual Para la Vigilancia Epidemiológica del Cólera; 2ª Edic.
COORDINACIÓN DE VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DIRECCIÓN GENERAL
DE EPIDEMIOLOGÍA – MEXICO.
6.- Epidemia de cólera en Perú y Las Américas 1991-2002. Dr. José Moya
Epidemiólogo OPS/OMS República Dominicana. moyajose@dor.ops-oms.org
7.- Uribe Ochoa J; Ortiz Souza H; Pemberton Medina G y walter Ortiz Álvarez W.
Cólera en el Perú: Primer caso diagnosticado clínicamente. Revista
Farmacológica Terapéutica (Lima) 1(1); 1991.
8.- Enrique Ghersi y Héctor Ñaupari. Agua sucia: Las causas y los responsables
del cólera en Perú. Salud y Medio Ambiente: Mitos y Realidades (International
Policy Network, 2005). Disponible en: https://www.elcato.org/agua-sucia-las-
causas-y-los-responsables-del-colera-en-peru
9.- MINSA - Protocolos de Vigilancia Epidemiológica - Parte I Oficina General de
Epidemiología. Disponible en: http://www.dge.gob.pe/buho/buho_colera.pdf
10.- MINSA - Epidemia de cólera en el Perú. Dirección General de
Epidemiología. Disponible en:
http://www.paho.org/per/images/stories/FtPage/2011/20110923_vigilancia_de_
colera.pdf?ua=1&fbclid=IwAR20DlBYaBQEpLkWJ9NB2gLNgFXOSYdMRC0dC
xfZRDgmngRF-lBGSMFAs4k
12. García-Lázaro. Et al. Cólera y otras infecciones del género Vibrio 2010
España. [Citado el 02/05/20]. Disponible en:
http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/pdf/Colera_actualizaci%C3%
B3n_Medicina2010.pdf
13. Sajeev Handa, et al. Cholera 2018. [citado el 02/05/20]. Disponible en:
https://emedicine.medscape.com/article/962643-overview
14. Ali M, Lopez AL, You YA, et al. The global burden of cholera. Bulletin World
Health Organization 2012; 90: 209–18A.
20. LaRocque R.,B. Harris J.. Cholera: Clinical features, diagnosis, treatment,
and prevention. UptoDate. 2018. Topic 2704 Version 28.0. Disponible en:
https://www.uptodate.com/contents/cholera-clinical-features-diagnosis-
treatment-and-prevention?search=cholera&topicRef=2682&source=related_link
23. D Clemens J., G Balakrish Nair, Tahmeed Ahmed, et al. Cholera. Seminar
Published online March 13, 2017 http://dx.doi.org/10.1016/S0140-
6736(17)30559-7
24. LaRocque R.,B. Harris J.. Cholera: Clinical features, diagnosis, treatment,
and prevention. UptoDate. 2019. Topic 2704 Version 28.0. Disponible en:
https://www.uptodate.com/contents/cholera-clinical-features-diagnosis-
treatment-and-prevention
27. Clemens JD, Nair GB, Ahmed T, Qadri F, Holmgren J. Cholera. The Lancet
[Internet]. 23 de septiembre de 2017;390(10101):1539-49. Disponible en:
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(17)30559-7/abstract
28. World Health Organization null. Cholera vaccine: WHO position paper,
August 2017 - Recommendations. Vaccine. 07 de 2018;36(24):3418-20.