VOLVIENDO AL Primer Amor
VOLVIENDO AL Primer Amor
VOLVIENDO AL Primer Amor
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has
caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré
tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” (Ap. 2:4-5).
Lo que anuncia la carta a la iglesia de los Efesios es una crítica con una advertencia.
Lamentablemente este aviso se transformó pronto en realidad. La iglesia de É feso, que
se situaba en la actual Turquía, desapareció , y apenas queda algo que la haga recordar.
En el lugar donde brillaba, en aquel entonces,, la luz del Evangelio por medio de la
iglesia local de É feso, hoy se anuncian las doctrinas del Islam.
Esto nos muestra que el verdadero amor es má s que solamente un sentimiento, el cual
por cierto juega un rol importante cuando nos enamoramos. Los recién enamorados
hablan de “mariposas en el estó mago”. Cuando luego se casan y viven un tiempo junto,
el amor ya no depende solamente del sentimiento, sino que llega a ser constante y má s
profundo.
El hecho de que un hijo de Dios, después de seguir a Jesú s por varios añ os, ya no sienta
las mismas emociones como al principio de su vida cristiana, es normal. No
necesariamente significa que se ame menos a Jesú s que inmediatamente después de la
conversió n. Aú n sin las primeras emociones efusivas, uno puede estar en el primer
amor.
3- Menos comunicació n
cada vez menos charlas, o comunicación superficial, no comparten temas de conversación.
esto trae Menos tolerancia comenzamos a ponernos mas odiosos, todo nos molesta, empezamos a
ver cosas minuciosas
Como seria si en un lugar de una carta para la iglesia, fuera algo mas personal.
“Pepo tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, como eras , porque
dejaste de amar verdaderamente, y arrepentite y remala como al principio”
Si en mi vida de pareja, con el correr del tiempo, y lo mucho que trabajo, mas algú n
momento de ocio, mas tiempo en deporte con amigos etc… o incluso la iglesia y sus
actividades llegan a ser má s importantes que el amor por mi esposa (a pesar de que
sea fiel, la quiera mucho y no se pueda imaginar una vida sin ella), entonces he dejado
el primer amor por ella.
-------ver Mateo 22:37 “Amará s al Señ or tu Dios, con todo tu corazó n, y con toda tu
alma, y con toda tu mente”.
Tenemos que partir de este primer amor hacia É l, para luego servirle y no al contrario.
El mensaje para los cristianos de la iglesia de É feso es claro, que su obra para el
nombre del Señ or estaba en el primer lugar en sus vidas, y el amor a Jesú s seguía en el
segundo lugar; la rutina rígida había reemplazado la vida espiritual.
Marta como cualquier buen anfitrió n quieres recibir bien a la visita y seguramente lo
hizo con amor. A pesar de esto el Señ or tuvo que exhortarla. Sin embargo, su hermana
María fue elogiada. No tenemos que dejar de cumplir con nuestros quehaceres, pero
también hacer lo otro – las prioridades tienen que estar bien.
Lo má s importante es sentarse primero a Su pies, escuchar Su Palabra y conocer Su
voluntad.
No se quien dijo una frase muy cierta: “Lo bueno es el enemigo de lo mejor.” Y eso es
lo que pasaba en É feso en el añ o 50 y es lo que nos pasa hoy en có rdoba en casi 2020
Dios me permitió conocer distintas iglesias en estos añ os de vidas, y es triste ver como
el activismo y cuestiones formales del funcionamiento de la iglesia, ocupan el lugar de
Jesú s. Hacemos muchas cosas por norma bíblica y pura costumbre. Debemos hacer un
“refresh” espiritual. Un punto y aparte para comenzar de nuevo.
Paso 1: Recuerda
≪Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete… ≫
Apocalipsis 2:5 (RVR1960)
La Biblia nos dice que el primer paso es recordar có mo eras cuando estabas en ese
primer amor. Un ejercicio que te ayudará a reflexionar en este punto es hacerte las
siguientes preguntas:
Paso 2: Obedece
≪…y vuelve a obedecer a Dios.≫
Apocalipsis 2:5 (TLA)
Las cosas salen mal cuando comenzamos a obedecer a nuestros propios deseos y no a
los principios de Dios. Seguir sus mandamientos no te hace esclavo: te libera. Esto es
porque só lo nuestro Padre sabe qué es lo mejor para nosotros; si nos pide que le
obedezcamos es porque conoce las consecuencias que nuestras acciones tendrá n. El
segundo paso para volver a tu primer amor por Dios es cumplir sus preceptos. Si se te
hace difícil o crees que no podrá s, pídele al Espíritu Santo que te ayude a lograrlo.