Las 13 Reglas Basicas de La Composicion
Las 13 Reglas Basicas de La Composicion
Las 13 Reglas Basicas de La Composicion
¿Cual es la diferencia entre una buena y una mala fotografía? Asumiendo que los colores han salido
correctamente al imprimirla y la exposición y el enfoque son correctos, existen una serie de elementos sobre
los que los fotógrafos hablan continuamente al evaluar una foto, que son las “reglas de composición”.
Dependiendo de con quien hablemos, nos darán unas reglas u otras. En el siguiente artículo repasamos
algunas de las más relevantes a modo de resumen.
Aunque se denomine centro, el centro de interés no tiene que ser necesariamente el objeto que esté en en el
centro de la foto ni ser el objeto que ocupa la mayor parte de la imagen.
Es la primera regla de una buena composición, ya que es la más importante. Simplemente decide antes de
disparar el motivo sobre el que quieres tomar la fotografía. Todo lo que hay que hacer a partir de ahí es
enfocar el elemento sobre el que queremos centrar el interés.
Es un fallo demasiado común el querer sacar demasiadas cosas en una única foto. Al final, lo que
conseguimos es que no quede demasiado claro qué es lo que queríamos enseñar. Ante la duda de si algo debe
salir o no en la foto, quitalo.
Cuando vayas avanzando en el mundo de la fotografía podrás comprobar cómo las líneas son uno de los
elementos más eficaces a la hora de dirigir la mirada de quien contempla nuestras fotos hacia donde queremos
que mire. Las líneas horizontales, verticales y diagonales son elementos compositivos que aportan significado
a las imágenes.
Un tipo especial de líneas son las líneas convergentes. Son las líneas paralelas que, por el efecto de la
distancia, acaban convergiendo en un mismo punto.
4. Trabaja el flujo
Después de las líneas, podemos tratar el flujo. El flujo es el modo en el que la mirada del espectador se
desplaza de una parte de la fotografía a otra. Una manera de definir el flujo de una fotografía es mediante
el uso de líneas. Pueden ser horizontales, verticales, diagonales, convergentes o divergentes. A veces el flujo
creado por las líneas es nítido y claro, como los laterales de un edificio que convergen hacia el cielo), o
pueden ser menos obvias. Sin embargo, la mirada del espectador debería ser capaz de recorrer los elementos
de una parte a otra de la imagen.
El flujo crea la ilusión de movimiento (o ausencia de movimiento si se desea). Las líneas diagonales se
consideran generalmente más “dinámicas”, mientras que las líneas horizontales y verticales se consideran más
“estáticas”. Un equilibrio cuidadoso de elementos estáticos y dinámicos dará un sentido global de movimiento
a tus fotografías.
Un ejemplo de esto son las luces de peatones de un semáforo. Cuando está en rojo para los peatones, la figura
representa un peatón inmóvil, con las piernas juntas y los brazos bajados. Visualmente, no tiene ninguna
apariencia de estar en movimiento. Sin embargo, la figura del peatón en verde que permite cruzar tiene una
dirección en la cual se está moviendo. La dirección en fotografía se puede cerar de muchas maneras. Una
figura a punto de cruzar una calle puede transmitir movimiento aunque la veamos estática y no se muevan sus
brazos y sus pies, porque podemos imaginarla un segundo después cruzando la calle. Del mismo modo, un
coche que aparece cortado en el lado izquierdo de una fotografía en la que solo se ve su parte delantera,
podemos imaginarlo un segundo después al lado derecho de la foto.
Por ejemplo, una bandada de pájaros pueden estar moviendose en grupo por el aire, definiendo formas
interesantes en el cielo y añadiendo información sobre la dirección de la fotografía.
En algunas ocasiones puede aportar factores psicológicos, como el sentido de la unión y el compañerismo.
Existen muchos elementos psicológicos ligados a los colores. Por poner un ejemplo, los azules se consideran
colores tranquilos, mientras que lo rojos son más temperamentales. Existe mucha literatura al respecto de la
psicología del color, por lo simplemente resumiremos que el color tiene una importancia determinante en
la composición.
En materia de colores hay que prestar atención también al contraste. El contraste se define como la diferencia
de luminosidad entre las partes más claras y más oscuras de nuesta foto.
Un único elemento puede transmitir soledad o aislamiento, con dos elementos una foto puede quedar
demasiado bien equilibrada y estática, y cuatro elementos pueden resultar demasiados para distribuir.
Por algún motivo que no se explicar, a las personas nos gusta el número 3. En fotografía suele funcionar la
agrupación de tres elementos como centro de interés.
Trazando esta cuadrícula imaginaria sobre la mayoría de las obras nos daremos cuenta de que elementos
fundamentales del cuadro recaen sobre esas intersecciones: ventanas y puertas, ojos, líneas de horizonte, picos
de montañas, … Está comprobado que llevando nuestro punto de interés a uno de esos cuatro puntos
conseguimos una imagen mucho más interesante.
En este sentido, reseñar que existen cámaras que permiten visualizar en su LCD una rejilla (grid en inglés)
para trabajar con los tercios, por lo que os animo a que reviseis el manual de vuestra cámara si considerais que
os puede ayudar a la hora de mejorar la composición.
El alejamiento del elemento central de la imagen, rellenando el resto de la foto de un espacio vacío nos
permite transmitir una información adicional de soledad, aislamiento o calma a la imagen.
Aunque no es un recurso que vayamos a utilizar habitualmente, no está de más conocerlo. Está enfrentada a la
regla de composición consistente en rellenar el encuadre comentada más arriba en este mismo artículo.
Lo importante en el frente y en el fondo es que no haya demasiados detalles que puedan distraer la vista del
espectador del centro de interés.
La mejor herramienta con la que contamos para marcar la diferencia entre el frente y el fondo de nuestras
fotos es la profundidad de campo. Gracias a la apertura del diafragma que utilicemos a la hora de hacer
fotografías, conseguiremos mayor o menor nitidez en el fondo.
Algunos de estos elementos son muy claros, tapando completamente parte de la foto, como puertas, ventanas
o puentes.
Otros actúan de una forma menos clara, simplemente orientando nuestra vista. Es el caso de las señales de
tráfico o las ramas de los árboles, …
Cualquier elemento que “encierre” el centro de interés nos permitirá enmarcar la foto, dirigiendo la atención
hacia el elemento deseado.
Resumen
En este artículo hemos querido mencionar algunos de los elementos
compositivos fundamentales de la fotografía. Algunos son
relativamente fáciles de aplicar, mientras que para otros dependemos
de ciertas condiciones del entorno. Lo importante es conocerlos y
recordarlos a la hora de hacer fotos, porque con su observación y su
recuerdo empezaremos a encontrarlos cada vez con más facilidad en
nuestras prácticas de fotografía.