Andres Diaz Sanchez - El Asirio
Andres Diaz Sanchez - El Asirio
Andres Diaz Sanchez - El Asirio
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Entre los siglos X-VII a. C., el imperio asirio hizo temblar de ira y miedo todo
Oriente Próximo. Ocupaba grandes extensiones de lo que hoy es Egipto, Siria,
Irak, Jordania, Kuwait, Arabia Saudita e Irán, entre el Mediterráneo oriental,
los ríos Tigris y Eufrates, el Mar Rojo, el Golfo Pérsico y el Mar Caspio.
Asiria tomó su nombre a partir del dios Assur, el Vencedor del Caos. Para los
asirios, cualquier pueblo del mundo debía someterse a Su Señor. Ante la
negativa, los enemigos tenían que ser exterminados sin compasión. Las tropas
imperiales cubrieron de sangre desiertos, oasis, ríos, litorales y montañas.
Arrasaron chozas, palacios y bastiones fortificados. Sus soldados esparcieron
por doquier la crueldad y el terror, pues habían hecho de su vida una guerra
sagrada.
El Asirio
“Con el mandato del Dios Assur, el Gran Señor, caí sobre el enemigo como un
huracán... Los derroté y los hice retroceder. Atravesé las unidades del enemigo
con flechas y jabalinas... Corté sus gargantas como a borregos... Mis caballos
encabritados, enjaezados, se sumergieron en la sangre que corría como en un río;
las ruedas de mi carro de batalla se salpicaron de sangre y despojos. Llené la
llanura de cadáveres de los guerreros, como si fueran hierba...”
Sennacherib, emperador de Asiria, tras la