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SC4360-2018 (2009-00599-01)

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UNIÓN MARITAL DE HECHO–Retrospectividad de los efectos civiles y

patrimoniales reconocidos a partir de la sentencia C-075 de 2007, a las uniones entre


parejas del mismo sexo iniciadas con anterioridad a la sentencia de
constitucionalidad y continuadas con posterioridad a dicho fallo. Reiteración de la
sentencia de 14 de diciembre de 2015. (SC4360-2018; 09/10/2018)

Fuente formal:
Ley 54 de 1990.
Ley 979 de 2005.
Artículo 93 de la Constitución Política de Colombia.

Fuente jurisprudencial:
Sentencia SC17162-2015 de 14 de diciembre de 2015.

SOCIEDAD PATRIMONIAL-Retrospectividad de los efectos civiles y


patrimoniales reconocidos a partir de la sentencia C-075 de 2007, a las uniones entre
parejas del mismo sexo iniciadas con anterioridad a la sentencia de
constitucionalidad y continuadas con posterioridad a dicho fallo. Reiteración de la
sentencia de 14 de diciembre de 2015. (SC4360-2018; 09/10/2018)

Fuente formal:
Ley 54 de 1990.
Ley 979 de 2005.
Artículo 93 Constitución Política.

Fuente jurisprudencial:
Sentencia SC17162-2015 de 14 de diciembre de 2015.

COHABITACIÓN–Como elemento que caracteriza la unión marital. (SC4360-


2018; 09/10/2018)

COMUNIDAD DE VIDA-Exteriorización de la voluntad de los integrantes de


conformar una familia, manifestado en la convivencia, respeto, socorro y ayuda
mutua. (SC4360-2018; 09/10/2018)

Fuente formal:
Ley 54 de 1990.
Ley 979 de 2005.

Fuente jurisprudencial:
Sentencia SC de 10 de abril de 2007, rad. 2001-00451-01.
Sentencia 239 de 12 de diciembre de 2001.
Sentencia de 27 de julio de 2010, rad. 00558.
Sentencia de 18 de diciembre de 2012, rad. 00313.
Sentencia SC15173-2016 de 24 de octubre de 2016, rad. 2011-00069-01.

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES-No existen bases para efectuar


discriminación en virtud de la orientación sexual y mucho menos pretender
incriminar actos derivados por esa condición específica. Aplicación del artículo 44
de la Constitución Política de Colombia. (SC4360-2018; 09/10/2018)
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Fuente formal:
Artículo 93 de la Constitución Política.

Fuente doctrinal:
Mauricio Luis Mizrahi. Homosexualidad y Transexualismo, Astrea, 2.006, pág.8
y sgtes.
XV Jornadas Nacionales de Derecho Civil- Argentina.

ERROR DE HECHO-Se presenta cuando el juzgador supone, omite o altera el


contenido de los medios de convicción, siempre que dicha anomalía influya en la
forma en que se desató el debate. (SC4360-2018; 09/10/2018)

Fuente jurisprudencial:
Sentencia de 05 de febrero de 2001, rad. 5811.

TESTIMONIO TÉCNICO-La fuerza de convicción que se les imprime a los


testimonios, debe ser respetado en casación, salvo que constituya ostensible el error
de hecho, que permita advertir el desacierto o la contraevidencia. (SC4360-2018;
09/10/2018)

Fuente jurisprudencial:
Sentencia SC de 02 de septiembre de 1985.
Sentencia SC de 18 de diciembre de 2012, rad. 2007-00313-01.

SINGULARIDAD-Sólo se ve menoscabada en el evento en que se pretendiera


mantener de manera simultánea otra relación. (SC4360-2018; 09/10/2018)

Fuente jurisprudencial:
Sentencia SC de 20 de septiembre de 2000, rad. 6117.
Sentencia de 05 de septiembre de 2005, rad. 00150.

RATIFICACIÓN-De la comunidad de vida. Razones que justificaban ese proceder,


por la identidad sexual de sus integrantes. (SC4360-2018; 09/10/2018)

Fuente jurisprudencial:
Sentencia SC de 28 de noviembre de 2012, rad. 2006-00173-01.

TRÁNSITO DE LA LEY-Aplicación del Código de Procedimiento Civil, por ser el


estatuto procesal vigente, para el momento de presentación de la demanda de
casación. Aplicación de los artículos 624 y 625 numeral 5 del Código General del
Proceso. (SC4360-2018; 09/10/2018)

Fuente formal:
Artículos 624 y 625 numeral 5 del Código General del Proceso.

Asunto:
Se presenta demanda de casación, respecto a sentencia emitida por la Sala Civil
Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta, en proceso Ordinario
Unión Marital de Hecho, disolución y liquidación de sociedad patrimonial entre
parejas del mismo sexo. En primera instancia se accedió a las pretensiones, decisión
confirmada por el Superior. Se formularon dos cargos por violación indirecta de los
artículos 1 y 2 de la ley 54 de 1990, por error de hecho. La Corte casó parcialmente,
modificando el numeral primero de la sentencia del juez a-quo, en lo atinente a
declarar la existencia de la Unión Marital de hecho entre compañeros permanentes,
conformada desde el 01 de Diciembre de 2004, hasta el 24 de julio de 2009.

MARGARITA CABELLO BLANCO

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Magistrada Ponente

SC4360-2018
Radicación n° 54001 31 10 005 2009 00599-01
(Aprobado en sesión de siete de febrero de dos mil dieciocho)

Bogotá, D. C, nueve (9) de octubre de dos mil dieciocho


(2018).

Procede la Corte a resolver el recurso de casación


interpuesto por la parte demandada respecto de la
sentencia proferida el treinta (30) de julio de dos mil catorce
(2014), por la Sala Civil - Familia del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Cúcuta, en el proceso ordinario
instaurado por Néstor Orlando Vera Solano contra
Priscila Gil Medida, en el que concurrieron los recurrentes
Miguel Antonio y Flor María Espitia Gil como sucesores
de la demandada.

I. ANTECEDENTES

1. Néstor Orlando Vera, demandó de la jurisdicción


que con citación y audiencia de Priscila Gil Medina, María
del Carmen Espitia Gil, Miguel Antonio Espitia Gil,
Pablo Alejandro Espitia Gil, Flor maría Espitia Gil,
Miguel Leónidas Espitia Gil, María Estrella Gil, Víctor
julio Gil y Luís Carlos Gil, se declare «la existencia y
consiguiente disolución de la sociedad patrimonial de hecho entre

3
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

compañeros permanentes conformada entre [el] poderdante NÉSTOR


ORLANDO VERA SOLANO y el señor JOSÉ VIDAL GIL, con vigencia
desde el 10 de septiembre del año 2003 hasta el 24 de julio del año

2009... y que se conformó por el patrimonio social que se relacionará »,

y que «probada la existencia de la sociedad patrimonial VIDAL-VERA,


previo inventario de los bienes que integran la misma o activo al igual

que el pasivo se proceda a su liquidación».

2. Como soporte fáctico de las pretensiones adujo los


hechos relevantes que admiten el siguiente compendio:

2.1. Sostuvo que desde el 10 de septiembre del año


2003 hasta el 24 de julio de 2009 entre Néstor Orlando
Vera Solano y José Vidal Gil, «sin que existiera impedimento
alguno por parte de ellos... para contraer matrimonio, se integró una
unión marital de hecho... la cual perduró por espacio de 5 años y 10
meses y 14 días, es decir hasta el 24 de julio de 2009 fecha del deceso
del señor Vidal Gil, acaecido en la ciudad de Cúcuta».

2.2. Fruto de la unión marital surgió la sociedad


patrimonial entre compañeros permanentes, la cual se
incrementó con la ayuda mutua de los integrantes de la
misma, no acordando capitulación alguna respecto de los
bienes existentes desde el inicio de su relación y que detalla
en el hecho cinco (5) de la demanda.

2.3. Que al fallecer el señor José Vidal Gil « y haber sido


su única compañía mi representado como pareja, por espacio superior
a cinco años continuos compartiendo mesa, lecho y habitación,
presentándose públicamente y dentro de su círculo de amigos como tal,
no ocultando su relación a pesar de las críticas recibidas, fueron
aspectos que superaron ampliamente, y al haber sido el señor NÉSTOR

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

ORLANDO su última compañía hasta el momento de su muerte, le


asisten derechos por mandato de la ley y la misma doctrina para
reclamar lo que en justicia le corresponde, es decir, los bienes habidos
antes de la constitución de la sociedad patrimonial, toda vez como se
indicó nunca se elaboró relación o inventario que se pudiera equiparar
a una capitulación entre compañeros para extractar bienes de la

sociedad patrimonial VIDAL-VERA a conformarse».

2.4. Que por el fallecimiento de José Vidal Gil, el 24


de julio de 2009, se defirió su herencia a quienes por ley
están llamados a reclamarla, «para el presente caso el compañero
supérstite, en cabeza de NÉSTOR ORLANDO VERA SOLANO, quien
para poder entrar a formar parte como legitimario directo con vocación
hereditaria, en el trámite sucesoral requiere la obtención de sentencia

de Juez de la República para que le otorgue tal calidad ».

3. El Juzgado Quinto de Familia de Cúcuta,


despacho al que le correspondió conocer de la demanda, el
veintidós (22) de enero de dos mil diez (2010), dispuso
admitir «la DECLARATORIA DE EXISTENCIA DE UNIÓN MARITAL DE
HECHO, DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN DE SOCIEDAD PATRIMONIAL

DE HECHO»; ordenando el enteramiento de los demandados

(fl. 53 Cd 1).

4. Notificados en debida forma los convocados,


contestaron la demanda oponiéndose a las pretensiones, sin
formular excepciones perentoria, sólo la previa de «ineptitud
de la demanda por incluir como demandados a quienes no son

herederos del causante (art. 97 numeral 7») , la cual se declaró no

probada por auto de 22 de marzo de 2011 (fl. 7 Cd


excepciones), pero con ocasión al recurso de reposición que

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

se interpuso por el extremo pasivo halló eco en el juzgador,


en decisión del 12 de julio del mismo año (fl. 13 Cd
excepciones), en virtud de lo cual se ordenó excluir del
pleito a Miguel Antonio, Flor María, María del Carmen y
Miguel Leonidas Espitia Gil y María Estrella Gil de González
y Víctor Julio Gil y continuarlo contra Priscila Gil Medina
como única demandada.

5. En auto de 30 de abril de 2013 se ordenó integrar


el contradictorio con los herederos indeterminados del
causante José Vidal Gil, para lo cual se hicieron los
emplazamientos de ley y verificado esto se les designó
curador ad litem, quien manifestó atenerse a lo que resulte
probado.

6. El veinte (20) de septiembre de dos mil trece


(2013), el juez de conocimiento definió la instancia con
sentencia que declaró la existencia de la unión marital de
hecho y la conformación de sociedad patrimonial entre
Néstor Orlando Vera Solano y José Vidal Gil desde el 10 de
septiembre de 2003 hasta el 24 de julio de 2009; declaró
disuelta y en estado de liquidación la sociedad patrimonial
y condenó en costas a la parte demandada (fls. 199-207 Cd
principal).

7. El Tribunal Superior del Distrito Judicial de


Cúcuta decidió el recurso de alzada formulado por el
extremo demandado, mediante proveído de 30 de julio de
2014, confirmando en su integridad la decisión apelada (fls.
41-32b Cd Trib.).

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

8. El extremo vencido interpuso recurso de casación


contra la anterior providencia que, por ser debidamente
concedido, una vez recibidas las diligencias en esta
Corporación fue admitido a trámite.

LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL

1. El fallador ad-quem, luego de reseñar los


antecedentes del caso, hizo referencia al reconocimiento
jurisprudencial que han tenido las relaciones maritales de
parejas del mismo sexo, memorando las distintas
sentencias que al respecto ha proferido la Corte
Constitucional, propendiendo por su protección.

2. A continuación se ocupa del reproche de


congruencia que se hace a la decisión de instancia, en
razón que al decir del apelante en las pretensiones no se
solicitó la declaración de unión marital de hecho entre
demandante y José Vidal Gil, frente a lo cual indica que si
bien «la demanda no es paradigma de técnica» de su
interpretación se deduce tal reclamación; que al considerar
el a quo que sí era parte de las pretensiones por auto de 22
de enero de 2010 la admitió así, sin que ello fuera
censurado por el extremo demandado oportunamente, pues
la única excepción formulada fue la de ineptitud de la
demanda por incluir como demandados a quienes no son
herederos del causante.

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

3. Seguidamente el tribunal anota, que debido a que el


apelante «sólo critica los testimonios que tuvo en cuenta la Jueza
para declarar la unión marital de hecho,... se ve en la obligación de
hacer una valoración de la prueba testimonial recaudada en cuanto a

esos tópicos», procediendo a trascribir apartes de las distintas

declaraciones, tras lo cual manifiesta que, « los primeros


declarantes aportados por la parte actora, son personas de diversa
condición social, quienes fungieron como empleados y conocidos del
causante JOSÉ VIDAL GIL, quienes declararon sobre los hechos que
presenciaron y vivieron directamente porque se encontraban cotidiana
y físicamente en el lugar de los hechos; esto es, en el lugar de trabajo y
vivienda que constituía el domicilio del difunto JOSÉ VIDAL GIL y del
demandante NÉSTOR ORLANDO VERA, y en consecuencia sus dichos
salieron airosos por cuanto no fueron sometidos al principio de

contradicción (sic)».

Remata anotando, que «en ese orden de ideas para la Sala


inspirado en el principio científico de la apreciación racional de la
prueba y atendiendo a los caracteres de este asunto, fácil resulta
comprobar que en relación con este hecho de especial significación, el
primer grupo de testigos fue unánime en calificar que el demandante
convivía con el referenciado causante haciendo constar además que
ellos también son enfáticos en manifestar que respecto a estos hechos

si fueron testigos presenciales», e infiere entonces «en forma


indubitable la existencia de la relación mencionada; toda vez que dan
cuenta de la relación sentimental y convivencia que se prolongó hasta
la muerte de aquél, hecho que da lugar a la disolución y liquidación de
tal sociedad patrimonial de hecho», de tal suerte que «demostrada la
comunidad de vida permanente y singular de la pareja procede la
declaración judicial de existencia de la sociedad marital de hecho, y

sus consecuencias conforme a la ley 54 de 1990 y la ley 979 de 2005 ».

LA DEMANDA DE CASACIÓN

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

En la demanda que soporta el recurso extraordinario


de casación el censor formula dos (2) cargos contra la
sentencia impugnada, por violación indirecta de los
artículos 1º y 2° de la ley 54 de 1990, por error de hecho
manifiesto en la contemplación objetiva de las pruebas, uno
respecto del elemento «comunidad de vida» y el otro del
requisito «un proyecto de vida permanente y singular », que es
del caso despachar de manera conjunta, puesto que el uno
arropa el otro, al ser las mismas normas que se aducen
vulneradas y las pruebas que se dice indebidamente
apreciadas.

CARGO PRIMERO

1. Se acusa la sentencia impugnada «por violación


indirecta de norma de derecho artículos 1° y 2° de la Ley 54 de 1990 y
las sentencias C-075 de 2007 y C-029 de 2009 por error de hecho
manifiesto en la contemplación objetiva de las pruebas respecto del

elemento de comunidad de vida».

2. Emprende la censura diciendo, que el ad quem


«incurrió en error de hecho en la contemplación objetiva de las pruebas
que lo llevaron a concluir que se encontraba demostrado el elemento de
comunidad de vida, por suponer el contenido real de la prueba o en
otros casos el cercenar lo que realmente ellas contienen, pues la
conclusión del AD QUEM es contraevidente, o sea contraria a la
realidad que la misma prueba establece, dando por cierto un hecho que
la prueba no dice e ignorando hechos que los testigos y declarante de

parte si dicen; por la indebida contemplación objetiva de las pruebas ».

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

3. Prosigue el reproche trayendo a cuento las


declaraciones de los testigos Arelys Yasmín Guerrero
Rincón, Blanca Leonor Malagón Castillo y Germán Maigua
Picuasi, así como el interrogatorio de parte del demandante
Néstor Orlando Vera Solano.

3.1. Respecto de Arelys Yasmín Guerrero Rincón dice,


que «no se puede establecer una fecha cierta de la decisión de la
pareja GIL -VERA para dar inicio a la relación afectiva, por lo tanto no
se explica de donde el Tribunal Superior encuentra argumentos reales
que le permitan establecer como tal el 10 de Septiembre de 2.003.
Adicionalmente el despacho erra (sic) al declarar como fecha final de la
supuesta convivencia el día del deceso del señor VIDAL GIL; Ya que de
la apreciación en conjunto de los testimonios se puede ver que ni
siquiera se logra probar con exactitud cuál fue el último día que el

señor Vera acompañó al difunto Vidal Gil».

Precisa que «[E]l error en esta apreciación del AD QUEM nace


cuando el despacho tiene como probada LA PERMANENCIA "en
espacios de tiempo, modo y lugar exactos" con los testimonios "incluido
este" y declaró la supuesta unión marital de hecho desde el 10 de
septiembre de 2003 cuando todas las versiones "incluida esta" indican
o prueban que solo conocieron al señor NÉSTOR VERA, finalizando el
año 2004; inclusive éste hace un acercamiento a dicha fecha en su
declaración de parte. Adicionalmente el despacho erra (sic) al declarar
como fecha final de la supuesta convivencia el día del deceso del señor
VIDAL GIL; Ya que de la apreciación en conjunto de los testimonios se
puede ver que ni siquiera se logra probar con exactitud cuál fue el
último día que el señor Vera acompañó al difunto Vidal Gil, quien
además manifestó que estaban peleados por una llaves y no sabía que

tenía una enfermedad terminal. (Folio 112, P 10/) ».

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Luego de señalar el contenido de algunas respuestas


de la testigo dice, que «todos los testimonios recaudados señalaron
y desdibujaron la AYUDA MUTUA; ya que nunca el señor NÉSTOR
ORLANDO VERA, estuvo a cargo o administración de los negocios del
señor VIDAL GIL, ni antes ni después de su fallecimiento, lo que
también prueba que nunca éste fue la persona de confianza para el
difunto. Características de ayuda mutua que se refleja en las parejas
que deciden conformar una comunidad de vida permanente y singular.

Adicional a lo anterior, se desdibuja claramente EL SOCORRO


cuando se puede observar en las declaraciones de los testigos (incluida
esta) y en la misma declaración de parte; que tan siquiera el señor
NÉSTOR VERA, acompañó en su lecho de enfermo al señor VIDAL GIL y
que más aun tan siquiera se preocupó por conocer de las enfermedades
que lo aquejaban. Comportamiento que no corresponde al que se
espera de una pareja unida sentimentalmente, dispuesta a compartir
las alegrías y las penas.

El error en esta apreciación del AD QUEM nace cuando el


despacho tiene como probada EL SOCORRO O AYUDA MUTUA que se
encuentra dentro de la cohabitación, con los testimonios "incluido este"
y declaró la supuesta unión marital de hecho GIL-VERA, cuando todas
las versiones "incluida esta" indican o prueban que solo conocieron al
señor NÉSTOR VERA, y que éste nunca trabajó o ayudó en el trabajo o
socorrió en su lecho de enfermo al señor JOSÉ VIDAL, como lo quería

hacer ver el accionante en la demanda, en el hecho número 2 ».

Prosigue con el escrutinio del cuestionario que


absolvió dicha deponente para señalar, que «[E]l error en esta
apreciación del AD QUEM nace cuando el despacho tiene como probada
con éste y los demás testimonios la IDONEIDAD O APTITUD; ya que
sería ilógico teniendo en cuenta las pruebas recaudadas (inclusive este
testimonio) y visto en su conjunto con las pruebas documentales
(escrituras públicas) llegar a pensar que existió la disposición de los

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

señores GIL-VERA para supuestamente crear una vida marital o de


pareja sentimental del mismo sexo, destinada a establecer un proyecto
de vida permanente y singular; Ya que como claramente se observa en
la pruebas recaudadas dentro del presente proceso, se puede deducir
que tanto el demandante como el demandado eran ajenos a dicho
concepto de vida marital o de pareja conformada por personas del
mismo sexo, no sólo por la Clandestinidad de su relación al no ser esta
Pública como lo dijimos anteriormente; sino que también observamos
que al igual que en los negocios (compra venta de bienes) que hacia el
señor Vidal Gil, como ante la sociedad, fungía siempre en la calidad de
hombre soltero; lo que prueba claramente que nunca fue su disposición
o intención tener un proyecto de vida permanente y singular con un

joven, con el cual al parecer solo mantenía relaciones sexuales ».

Yerro que dice se advierte además, cuando el despacho


«tiene como probada la supuesta relación de pareja del mismo sexo,
cuando toma de esta declaración y de las demás, las ayudas que Vidal
le brindaba a Néstor; sin tener en cuenta que las mismas le brindaba a

todas sus personas cercanas » y por ser éste el único que resultó

contagiado por el VIH sida cuando, en su sentir, « si se


hubiera acreditado el contagio de esta enfermedad (V.I.H), tanto en
Vidal como en el joven VERA, es porque necesariamente uno de los dos
o ambos, la adquirieron por relaciones sexuales con otra pareja; Ya que
la enfermedad no se desarrolla autónomamente en el organismo

humano», sin que, por demás, exista en el expediente prueba

científica que acredite estos puntuales hechos, dándolos


por probados con las solas declaraciones.

3.2. Aborda seguidamente el mismo ejercicio con la


declaración de Blanca Leonor Malagón Castillo, de la cual
resalta «que en su declaración la señora Blanca también, manifestó al
igual que la mayoría de los testigos que "el señor JOSÉ VIDAL nunca
presentó a NÉSTOR VERA, como su supuesta pareja, porque éste era

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

muy reservado" y que "...Néstor que vivía ahí pero no sabía que labor

desempeñaba", entre otros».

Aduce el recurrente que los «[L]os errores en esta


apreciación del AD QUEM, al igual que en la anterior declaración, nace
cuando para el despacho declarar la supuesta relación tiene como
probada: a. LA PERMANENCIA "en espacios de tiempo, modo y lugar
exactos" con los testimonios "incluido este" y declaró la supuesta unión
marital de hecho desde el 10 de septiembre de 2.003 cuando todas las
versiones "incluida esta" indican o prueban que solo conocieron al
señor NÉSTOR VERA, finalizando el año 2.004; b. EL SOCORRO O
AYUDA MUTUA que se encuentra dentro de la cohabitación, con los
testimonios "incluido este" y declaró la supuesta unión marital de hecho
GIL-VERA, cuando todas las versiones "incluida esta" indican o
prueban que solo conocieron al señor NÉSTOR VERA, y que este nunca
trabajó o ayudó en el trabajo o socorrió en su lecho de enfermo al señor
JOSÉ VIDAL, c. IDONEIDAD O APTITUD; ya que sería ilógico teniendo
en cuenta las pruebas recaudadas (inclusive este testimonio) y visto en
su conjunto con las pruebas documentales (escrituras públicas) llegar a
pensar que existió la disposición de los señores GIL-VERA para

supuestamente crear una vida marital».

Dice en su exposición, que «[E]l error de mayor relevancia


en la contemplación objetiva de las pruebas se da cuando para su
apreciación el Fallador cercena de la declaración de la señora Blanca
Malagón en su respuestas a las preguntas números 7 y 8 del
apoderado del demandante (visto a folio 124), donde se le pregunta si
el señor JOSÉ VIDAL tenía hijos y si mantuvo alguna compañera
permanente manifiesta "no tenía hijos y no tenía compañera
permanente" y como era la relación ante la sociedad de NÉSTOR Y
JOSÉ VIDAL contestó: "como amigos". Lo que claramente demostraría
que nunca existió entre GIL Y VERA, una relación de pareja "como un
proyecto de vida permanente y singular", según lo determino la
Honorable Corte Constitucional en la sentencia C-029 de 2009».

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

3.3. Avanza en su acusación con el testimonio de


Germán Maigua Picuasi, de quien afirma « difiere a los otros
testimonios, en el sentido que su dicho es enfático en unas respuestas »,

que «se encontraba preparado para responder que JOSÉ VIDAL GIL Y
NÉSTOR VERA "eran pareja"»; preparación que dice se advierte

en otras de sus respuestas.

Sostiene en esa línea, que «[O]tra apreciación errónea de la


prueba, al no ser considerada en su real dimensión es el hecho
manifestado por el testigo a la pregunta "P 10/se reconoce a través de
las declaraciones recepcionadas que muerto Don José Vidal Gil, se
entregó unos dineros a los jóvenes quienes vivían allí para la práctica
del examen de VIH, sírvase informarnos si usted conoció el resultado
de esos exámenes en caso de constarle, si hubo algún positivo. C/ Yo
sé que ellos se hicieron exámenes, pero todos salieron negativos, el
único que salió positivo fue el de Néstor". De esta afirmación, fuerza es
concluir, que nunca existió una relación de convivencia de forma
exclusiva entre JOSÉ VIDAL GIL Y NÉSTOR VERA, por cuanto, ante la
posible enfermedad de VIH, de la supuesta pareja, conformada desde
2004. PORQUE RAZÓN SE DEBÍAN PRACTICAR LA PRUEBA DE VIH,
TODOS LOS MUCHACHOS QUE VIVIAN EN LA CASA DE JOSÉ VIDAL
GIL? Porque existía relaciones homosexuales entre los muchachos y
José Vidal Gil, o de Néstor Vera con los demás muchachos, por lo cual,
sintieron temor de haber contraído o transmitido dicha enfermedad.
Situación que se opone a la SINGULARIDAD o EXCLUSIVIDAD que se

espera tenga las uniones maritales de hecho» .

3.4. Por último, se ocupa de la declaración de parte


rendida por Néstor Orlando Vera Solano diciendo, que el
«error nace cuando el AD QUEM, no tiene en cuenta las confrontaciones
en sus propias versiones que tiene el demandante en cuanto a la

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

demanda con respecto de la declaración de parte y los testigos que él

mismo aportó».

Y para demostrar el error procede a tal confrontación,


señalando (i.) que el demandante sostiene en la demanda
que la unión marital se estableció « desde el 10 de Septiembre
del año 2.003 hasta el 24 de Julio de 2009 », pero al contestar el

interrogatorio sobre el inicio y terminación de las relaciones


sexuales no lo pudo precisar, porque contestó « desde pocos
meses después de haber empezado a vivir allá y hasta siempre y ya
llegando a los 17 años fue que empecé a convivir con él en la misma

casa del barrio Guaimaral»; (ii.) que en la demanda se alega

relación de pareja «presentándose públicamente y dentro de su


círculo de amigos como tal, no ocultando su relación a pesar de las

críticas recibidas», pero en el interrogatorio manifestó que,

«nosotros salimos como pareja pero no había que manifestarle a todo el


mundo que éramos pareja», lo que, a juicio del recurrente,
«demuestra que nunca existió la relación de pareja como un proyecto de
vida permanente y singular, que fuera de conocimiento del grupo social
o familiar, relación que por lo demás debería llamar la atención o
curiosidad, por la edad de los supuestos compañeros un joven de 20

años y un señor de 52 años»; (iii,) que sin existir prueba alguna

de que efectivamente José Vidal Gil fuera portador de VIH,


ante la manifestación de un familiar en ese sentido y que
esa fue la causa de su muerte «TODOS LOS MUCHACHOS QUE
VIVIAN EN LA CASA DE JOSÉ VIDAL GIL, se fueron a practicar el

examen para establecer si ellos eran portadores o no de VIH» y; (iv.)

que el demandante aduce la condición de pareja del


fallecido José Vidal Gil «pero nunca estuvo a cargo de sus
negocios, no había confianza, no conocía de la enfermedad de José

15
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Vidal Gil, lo acompañaba a las citas médicas, porque conducía el

automóvil, y lo esperaba afuera en el carro».

4. Culmina los reparos contra la sentencia retomando


la conceptualización de las relaciones maritales de parejas
del mismo sexo, diciendo que no tiene consagración legal y
que se produce a raíz de desarrollo jurisprudencial,
haciendo trascripción de apartes de algunas sentencias de
exequibilidad que en relación al tema ha proferido la Corte
Constitucional, recordando así los elementos estructurales
que se requieren para la conformación de las uniones de
hecho y anota, que «[E]stos presupuestos fácticos debieron ser
plenamente acreditados ante los jueces de primera y segunda
instancia, mediante las pruebas que obran en el proceso, para poder
acceder a la declaratoria y confirmación de la unión marital de hecho
en vida de José Vidal Gil y Néstor Vera.

Sin embargo, en nuestro criterio las pruebas que obran en el


proceso no permiten probar y establecer con plena certeza los
elementos que estructuran una unión marital de hecho entre personas
del mismo sexo, en especial "un proyecto de vida permanente y

singular"».

CARGO SEGUNDO

1. En este embate se ataca la sentencia también por


violación indirecta, al transgredir los «artículo[s] 1° y 2° de la ley
54 de 1990 y las sentencias C-075 de 2007 y C-029 por error de hecho
manifiesto en la apreciación de las pruebas respecto al requisito "un

proyecto de vida permanente y singular"».

16
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

2. Para sustentar este reclamo el censor comienza


por memorar el contenido de las normas que alude
vulneradas para decir, que se incurrió «en error de hecho en la
apreciación y valoración de la prueba que los llevaron a concluir que se
encontraba probada la decisión de JOSÉ VIDAL GIL Y NÉSTOR
ORLANDO VERA de conformar una comunidad de vida permanente y
singular, por alteración del contenido real de la prueba o
cercenamiento, ya que la conclusión del AD QUEM es contraevidente, o
sea contraria a la realidad que la misma prueba establece, dando por
cierto algo que la prueba no dice e ignorando hechos que el testigo dice,

y por omisión en la valoración de la prueba» .

3. Seguidamente retoma las afirmaciones que


hiciera el demandante en el interrogatorio de parte que
rindió en la primera instancia, cuestionando, otra vez, la
imprecisión de éste respecto de los extremos temporales de
la relación, su desconocimiento de la enfermedad que
aquejaba a Vidal Gil, anotando frente a esto último « cómo
establecer una relación afectiva y sentimental entre dos personas del
mismo sexo, cuando a sabiendas de ser portadores de VIH, sostienen
relaciones sexuales sin protección, hasta un mes antes del
fallecimiento de JOSÉ VIDAL GIL. Esta circunstancia se opone al afecto,
el respeto y la solidaridad que inspiran un proyecto de vida en común,

con vocación de permanencia».

De igual forma que no se advirtió su contradicción, en


relación a que era conocedor de los negocios del causante
Vidal Gil, pero no sabe exactamente cuál era su casa en
Bogotá; que sostuvo que «no había que manifestarle a todo el
mundo que eran pareja. En otros, términos, la única persona que
consideraban que eran pareja, era el señor NÉSTOR VERA, ya que el
difunto JOSÉ VIDAL GIL, nunca manifestó públicamente que su

17
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

condición sexual era homosexual, que tenía una relación afectiva y


sentimental permanente y singular con NÉSTOR VERA, joven que al
igual que otros (cuatro al menos) jóvenes también habitaban el

inmueble situado en el Barrio Guaimaral» .

Puntualiza que « [A]nalizada la declaración del señor NÉSTOR


ORLANDO VERA con las declaraciones de los testigos, encontramos
contradicciones con: MARTHA APONTE DÍAZ, quien afirma que no le
consta que fueran pareja NÉSTOR Y JOSÉ VIDAL, pese a laboral (sic)
desde el 2003 hasta el día de su muerte. En la declaración de ARELYS
YASMÍN GUERRERO RINCÓN, sobre la existencia de un vínculo laboral
entre NÉSTOR Y VIDAL, manifiesto QUE NO, porque nunca trabajó en
la Cacharrería, lo que contradice la afirmación de NÉSTOR VERA, Yo
siempre estaba con él, trabajaba sin sueldo en la Cacharrería
Guaimaral».

4. Prosigue, entonces, con los que considera errores


de apreciación de la prueba testimonial, comenzando por el
de Arelys Yasmín Guerrero Rincón, para anotar que « [N]unca
se establece o se puede establecer del dicho de la testigo, que existiera
un proyecto de vida permanente y singular, fruto del afecto, el respeto
y la confianza. Lo que sólo se puede establecer es que una persona que
labora por más de siete (7) años con el fallecido José Vidal Gil, en el
mismo lugar donde él convive con cinco (5) jóvenes, y nunca observó

que existiera una relación de pareja entre ellos Néstor y José Vidal» .

Refiere que el juzgador, con lo dicho por ésta « sostiene


la declaración de la existencia de una UNIÓN MARITAL DE HECHO
ENTRE PAREJA DEL MISMO SEXO, sin precisar cuándo fue que
empezó dicha relación afectiva, solidaria, respetuosa de la cual se
pueda establecer un proyecto de vida entre dos hombres, uno con más
de 25 años de diferencia. Lo único que se evidencia en la declaración
de la testigo, es la práctica de un examen a raíz de la enfermedad

18
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

presentada por JOSÉ VIDAL, los muchachos se hicieron la prueba de

laboratorio, del cual sólo salió positiva en Néstor ».

Procede a citar nuevamente el contenido de la


juramentada que rindió dicha declarante, de donde extrae
que «Las reglas de la sana critica solo permiten inferir, que nunca
existió singularidad en la relación sexual sostenida entre NÉSTOR
VERA Y JOSÉ VIDAL GIL, ya que alguno de los dos o los dos eran
promiscuos en sus relaciones, que involucraban necesariamente a los

demás muchachos que vivían en la casa de Guaimaral »; diciendo

que igual conclusión se puede inferir de la declaración de


Blanca Leonor Malagón Castillo, citando apartes de su
juramentada, «con lo cual se desvirtúa claramente el hecho de no
existir la voluntad por parte del fallecido JOSÉ VIDAL GIL de formar un
proyecto de vida, singular y permanente, fruto de una relación afectiva,

respetuosa y solidaria, con el joven NÉSTOR VERA».

Termina con el análisis del testimonio de Germán


Maigua Picuasi, insistiendo en la preparación del testigo y
su falta de sinceridad, volviendo sobre el punto del contagio
del VIH, anotando, consecuentemente, «que nunca existió una
relación de convivencia de forma exclusiva entre JOSÉ VIDAL GIL Y
NÉSTOR VERA, por cuanto, ante la posible enfermedad de VIH, de la
supuesta pareja, conformada desde el 10 de [S]eptiembre de 2.003
PORQUE (sic) RAZÓN SE DEBÍAN PRACTICAR LA PRUEBA DE VIH,
TODOS LOS MUCHACHOS QUE VIVIAN EN LA CASA DE JOSÉ VIDAL
GIL., si esta enfermedad se transmite principalmente por contacto
sexual entre homosexuales, o por transfusión sanguínea con un

donante infectado por el virus».

A partir de esto anota, que «[E]sta circunstancia corroborada


de igual manera con la declaración de BLANCA MALAGÓN, permite

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

inferir que existía (sic) relaciones homosexuales entre los muchachos y


José Vidal Gil, o de Néstor Vera con los demás muchachos, por lo cual,
sintieron temor de haber contraído o transmitido dicha enfermedad.
Situación que se opone a la SINGULARIDAD o EXCLUSIVIDAD que se

espera tenga las uniones maritales de hecho ».

Fulmina la acusación diciendo, que «[T]eniendo en cuenta


que el fallo de segunda instancia se soportó exclusivamente en la
prueba testimonial y la declaración de parte que no aportaban
elementos necesarios y claros para establecer la época a partir de la
cual se podía establecer de la existencia de una relación de pareja del
mismo sexo, que pueda a (sic) ser considerada como un proyecto de
vida permanente y singular entre JOSÉ VIDAL GIL (q.e.p.d.) y NÉSTOR
ORLANDO VERA, así mismo se demostró que nunca existió una
relación de carácter singular, no existió la prueba de una relación de
ayuda mutua, la vinculación al sistema de seguridad social del
demandante por parte del supuesto compañero, por lo tanto el fallo
proferido por el Tribunal Superior de Cúcuta, Norte de Santander, del
30 de Julio de 2014 que confirma la sentencia de primera instancia
proferida por el Juzgado Quinto de Familia queda sin soporte alguno,
por lo cual no era procedente declarar la existencia de la Unión Marital
de Hecho entre compañeros permanentes conformada entre NÉSTOR
ORLANDO VERA SOLANO y el de cujus JOSÉ VIDAL GIL desde el 10
de [S]eptiembre de 2003 hasta el 24 de julio de 2009 fecha del
fallecimiento de VIDAL GIL».

CONSIDERACIONES

1. Por la data de interposición de la presente


impugnación extraordinaria las reglas que gobernarán su
resolución son las previstas en el Código de Procedimiento
Civil, conforme lo dispuesto en los artículos 624 y 625 del

20
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Código General del Proceso, en virtud de los cuales los


recursos «se regirán por las leyes vigentes cuando se interpusieron» .

2. El recurrente alude a la violación indirecta por


aplicación indebida de los artículos 1º y 2o de la ley 54 de
1990 y de las sentencias « C-075 de 2007 y C-029 de 2009» (sic),
como consecuencia de errores de hecho manifiestos,
derivados de la valoración probatoria que hiciera el
juzgador.

Tales yerros, a juicio del censor, se presentan al dar


por existente la unión marital de hecho entre Néstor
Orlando Vera Solano y José Vidal Gil desde el 10 de
septiembre de 2003 al 24 de julio de 2009, con soporte en
los testimonios allegados por el demandante, dando por
sentada la concurrencia de los supuestos necesarios para la
conformación de unión marital de hecho y sociedad
patrimonial entre compañeros permanentes de parejas del
mismo sexo que, considera, no emergen de aquellas
declaraciones.

3. Frente a los inocultables cambios que han tenido


las relaciones familiares el legislador colombiano procuró
ajustarse a los mismos, admitiendo como formas de
constitución de la familia no sólo el vínculo matrimonial,
sino también la conformada por la exclusiva voluntad de
sus integrantes, que se comportan ante los demás como
esposos, con la misma finalidad de ayuda, asistencia
recíproca, fidelidad, comunidad de vida y procreación.

21
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

La ley 54 de 1990 fue fruto de ese reconocimiento,


constituyéndose en un avance significativo en la
reclamación de derechos para las uniones
extramatrimoniales, pues con ella, además de admitirse la
posibilidad de conformar válidamente una familia al margen
de la formalidad del matrimonio, le confiere a estas uniones
efectos económicos, al contemplar la presunción de
existencia de sociedad patrimonial de hecho, cuando quiera
que se den las circunstancias exigidas en la misma ley; Los
artículos 1° y 2° de esta disponen:

Artículo. 1° A partir de la vigencia de la presente Ley y


para todos los efectos civiles, se denomina Unión Marital de
Hecho, la formada entre un hombre y una mujer1, que sin estar
casados, hacen una comunidad de vida permanente y singular.

Artículo 2. Se presume sociedad patrimonial entre


compañeros permanentes y hay lugar a declararla judicialmente
en cualquiera de los siguientes casos:

a) Cuando exista unión marital de hecho durante un


lapso no inferior a dos años, entre un hombre y una mujer sin
impedimento legal para contraer matrimonio;

b) Cuando exista una unión marital de hecho por un


lapso no inferior a dos años e impedimento legal para contraer
matrimonio por parte de uno o ambos compañeros permanentes,
siempre y cuando la sociedad o sociedades conyugales
anteriores hayan sido disueltas y liquidadas por lo menos un
año antes de la fecha en que se inició la unión marital de hecho .

Normativa que ha venido fortaleciéndose,


paulatinamente, primero con la Carta Política de 1991 que
ratificó ese reconocimiento legal, al prever en su artículo 42
que la familia «[S]e constituye por vínculos naturales o jurídicos, por
la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o
1
Extendida actualmente a las parejas homosexuales.

22
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

por la voluntad responsable de conformarla », reafirmando esa

posibilidad de constituir una familia de manera diversa al


vínculo matrimonial, así como también con la ley 979 de
2005, que modificó la ley 54 de 1990, confiriendo
herramientas más expeditas para procurar la declaración
de la unión marital hecho y de la sociedad patrimonial entre
compañeros permanentes.

4. En nuestro país, al igual que en muchos de


América Latina, no existen bases constitucionales para
efectuar discriminación en virtud de la orientación sexual y
mucho menos pretender incriminar actos derivados por esa
condición específica; ello, en razón a ser de trascendental
importancia los principios fundamentales del derecho como
la privacidad, la intimidad, la libre elección de los planes de
vida y la autonomía para que cada uno pueda escoger el
modo de existencia2

Las convenciones internacionales ratificadas por


Colombia y que en virtud del artículo 93 de la Carta Política
hacen parte de nuestro ordenamiento jurídico, imponen al
juzgador reprimir todo acto que implique distinción
arbitraria por motivos de sexo; La Declaración Universal de
los Derechos Humanos y el Pacto de San José de Costa Rica
garantizan el concepto de igualdad material y la efectiva
protección de las minorías.

2
Mauricio Luis Mizrahi. Homosexualidad y Transexualismo, Astrea, 2006, pág., 8 y
sgtes.).

23
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

El Estado no debe ser árbitro de las diversas formas de


vida y de ideales de excelencia humana, lo que en suma
significa otorgar preeminencia a los proyectos de
autorrealización personal, basándose en la existencia de un
derecho a la libre determinación de cada uno 3.

El respeto por el derecho a la igualdad material, así


como la efectiva protección de las minorías, requiere la
admisión del derecho a ser diferente. 4

Ante esos nuevos postulados constitucionales, que


propenden por el derecho a la igualdad, la tolerancia y el
respeto por las diferencias, hoy se permite la conformación
de parejas maritales del mismo sexo, en virtud de múltiples
acciones judiciales promovidas para lograr su
reconocimiento y, como consecuencia, se les extiendan los
efectos personales y patrimoniales de las normas que
regulan este tipo de relaciones en parejas heterosexuales.

Resultado de esas acciones se han proferido varias


sentencias de exequibilidad haciendo eco de tales
reclamaciones, permitiendo así que en la actualidad se
apliquen a las parejas igualitarias, entre otros, los
contenidos de la ley 54 de 1990, a condición que satisfagan
los mismos requisitos de comunidad de vida, permanencia y
singularidad, como expresamente se determinó en la
sentencia C-075 de 2007, que resolvió «[D]eclarar la
EXEQUIBILIDAD de la Ley 54 de 1990, tal como fue modificada por la

3
Mauricio Luis Mizrahi, Citado
4
XV Jornadas Nacionales de Derecho Civil- Argentina.

24
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Ley 979 de 2005, en el entendido que el régimen de protección en ella

contenido se aplica también a las parejas homosexuales ».

Esta Corporación en relación con ese desarrollo


jurisprudencial frente a las parejas maritales del mismo
sexo y particularmente al alcance de la sentencia C-075 de
2007, señaló que:

«Esta determinación se basó en que, después de dieciséis


(16) años de expedida la Ley primigenia y diez (10) de haberse
encontrado exequible con ausencia de reparos, no dejando «de
lado los criterios de protección a la familia y a la mujer que
inspiraron la expedición», actualmente «cobra mayor relevancia la
dimensión regulatoria de la situación patrimonial de la pareja en
condiciones de equidad y de ello es testimonio el énfasis que en
el análisis del régimen previsto en la ley y en la consideración de
los elementos que le dan sustento se pone en las condiciones de
convivencia como expresión de un proyecto de vida en común con
solidaridad y apoyo mutuo», aunque no hayan desaparecido sus
fundamentos iniciales, lo que ameritaba «la viabilidad
constitucional del régimen tal como está concebido en el texto
legal».

Sin embargo, no debía pasarse por alto «la insuficiencia de


la regulación en relación con el objeto que le es propio, puesto
que hoy, junto a la pareja heterosexual, existen -y constituyen
opciones válidas a la luz del ordenamiento Superior- parejas
homosexuales que plantean, en el ámbito patrimonial,
requerimientos de protección en buena medida asimilables a
aquellos que se predican de la pareja heterosexual» toda vez que
«los homosexuales que cohabitan se encuentran desprotegidos
patrimonialmente, porque al terminarse la cohabitación no tienen
herramientas jurídicas para reclamar de su pareja la parte que
les corresponde en el capital que conformaron durante el tiempo
de convivencia» y agregó que ese desamparo «es también
evidente en el evento de muerte de uno de los integrantes de la
pareja, caso en el cual, por virtud de las normas imperativas del
derecho de sucesiones, el integrante supérstite podría ser
excluido de la titularidad de los bienes que conformaban ese
patrimonio, por el derecho de los herederos del causante».

25
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Es decir, que fue ampliado el régimen de protección que en


principio había sido concebido para ligámenes heterosexuales a
los conformadas por personas del mismo género, bajo la
condición de que reunieran los requisitos previstos para las
uniones maritales de hecho, esto es, la comunidad de vida
permanente y singular, mantenida por lo menos durante dos
años, la que también quedó cobijada por la presunción de
sociedad patrimonial y otorgando la posibilidad a sus
integrantes de acudir, de manera individual o conjunta, a las
acciones judiciales pertinentes para que sea declarada. (CSJ
SC 17162 -2015 de 14 de die. de 2015, exp. 2010-
00026-01)

5. En ese entendido, para la prosperidad de la


acción que procure la declaración de unión marital de
hecho y consecuente sociedad patrimonial entre
compañeros permanentes de parejas del mismo sexo,
resulta imperativo que conforme lo exigen las leyes 54 de
1990 y 979 de 2005, se satisfagan los requisitos de
comunidad de vida, permanencia y singularidad, de los
cuales se ha dicho que: (i) la comunidad de vida refiere a
esa exteriorización de la voluntad de los integrantes de
conformar una familia, manifestado en la convivencia,
brindándose respeto, socorro y ayuda mutua, compartiendo
metas y asuntos esenciales de la vida, « (…) esa comunidad de
vida debe ser firme, constante y estable, pues lo que el legislador
pretende con esa exigencia es relievar que la institución familiar tiene,
básicamente, propósitos de durabilidad, de estabilidad y de

trascendencia»5, la cual se encuentra integrada por unos

elementos «(...) fácticos objetivos, como la convivencia, la ayuda y el


socorro mutuos, las relaciones sexuales y la permanencia, y subjetivos
otros, como el ánimo mutuo de pertenencia, de unidad y la affectio

5
CSJ SC de 10 de abril de 2007, Exp. 2001 00451 01.

26
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

maritalis (…)6»; (ii.) la permanencia, que refiere a la forma de

vida en que una pareja idónea comparte voluntaria y


maritalmente, guiada por un criterio de estabilidad y
permanencia, en contraposición de las relaciones
esporádicas, temporales u ocasionales y; (iii.) la
singularidad indica que únicamente puede unir a dos
personas idóneas, «atañe con que sea solo esa, sin que exista otra
de la misma especie, cuestión que impide sostener que la ley
colombiana dejó sueltas las amarras para que afloraran en

abundancia uniones maritales de hecho7.

6. Resulta relevante para el sub examine


puntualizar que no riñe con el último supuesto
mencionado, la trasgresión de la fidelidad que, en línea de
principio, debe orientar las uniones de pareja, constituidas
con el propósito de conformar una familia, como lo ha
advertido esta Corte al decir lo siguiente:

Lo anterior, desde luego, no puede confundirse con el


incumplimiento del deber de fidelidad mutuo inmanente a esa
clase de relaciones, exigido en general en el artículo 42 de la
Constitución Política, según el cual las "relaciones de familia se
basan en la igualdad de derechos y de deberes de la pareja y en
el respeto recíproco de todos sus integrantes".

Como tiene explicado esta Corporación, "(...) establecida


una unión marital de hecho, la singularidad que le es propia no
se destruye por el hecho de que un compañero le sea infiel al
otro, pues lo cierto es que aquella (...) solo se disuelve con la
separación física y definitiva de los compañeros permanentes
(...)"(4)8 .

6
CSJ. Civil. Sentencia 239 de 12 de diciembre de 2001. Reiterada en fallos de 27 de
julio de 2010, expediente 00558, y de 18 de diciembre de 2012, expediente 00313,
SC15173-2016 de 24 de octubre de 2016, exp. 2011-00069-01, entre otros.
7
CSJ SC de 20 de sept. de 2000, exp. 6117.
8
(4) CSJ Civil sentencia de 5 de septiembre de 2005, expediente 00150.

27
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

No se desconoce, la infidelidad generalmente conduce a la


ruptura de la unión marital, pues constituye una afrenta a la
lealtad y al respeto recíproco debido. Empero, pese a conocerse
la falta, al pervivir la relación de pareja, se entiende que el
agraviado la perdonó o toleró, sin afectar la comunidad de vida,
pues como se indicó, con esa finalidad se requiere la separación
física y definitiva, bastando para el efecto que "(...) uno de los
compañeros, o ambos, decidan darla por terminada (...)", como
allí mismo se señaló». (CSJ SC 15173-2016 de 24 de oct.
de 2016, exp. 2011-00069-01).

7. Vistas así las cosas, se tiene que en el presente


caso el tribunal, acogiendo lo dicho por el grupo de testigos
allegados al juicio por el extremo demandante, abrió paso a
las pretensiones de la demanda, porque halló acreditados
los supuestos necesario para configurar la unión marital de
hecho y, consecuentemente, accedió a la declaración de
existencia de la sociedad patrimonial su disolución y
liquidación.

Por su parte la acusación descansa en la comisión de


yerros de facto en la apreciación de las pruebas, tanto
testimonial como del interrogatorio de parte rendido por el
convocante, que determinaron la fijación temporal del inicio
y terminación de la «supuesta» unión marital «por suponer el
contenido real de la prueba o en otros casos cercenar lo que realmente
ellos contienen, pues la conclusión del AD QUEM es contraevidente, o
sea contraria a la realidad que la misma prueba establece, dando por
cierto un hecho que la prueba no dice e ignorando hechos que los
testigos y declarante de parte si dicen; por la indebida contemplación

objetiva de las pruebas». Probanzas que, en su sentir, no

permiten tener por demostrada la permanencia,


«idoneidad», aptitud, ni el socorro y ayuda mutua,
necesarias para configurar la unión marital de hecho.

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

8. Ha dicho de manera reiterada esta Corte, que el


error de hecho se presenta cuando el juzgador supone,
omite o altera el contenido de los medios de convicción,
siempre y cuando dicha anomalía influya en la forma en
que se desató el debate, de tal forma que de no haber
ocurrido otro fuera el resultado, por lo que debido a que los
fallos impugnados a través del recurso extraordinario de
casación llegan a esta Corporación, soportados por la
presunción de acierto y de legalidad, quien lo formula tiene
la severa tarea argumentativa de acreditar lo que aparece
palmario o demostrado con contundencia, la protuberante
inconsistencia entre lo que objetivamente se desprende de
tales pruebas y las conclusiones de aquél, así como la
trascendencia del dislate sobre lo resuelto, puesto que «no se
puede socavar mediante una argumentación que se limite a esbozar un
nuevo parecer, por ponderado o refinado que sea, toda vez que, in
abstracto, tanto respeto le merece a la Sala el criterio que en esos
términos exponga la censura, como el que explicitó el fallador para

soportar su decisión judicial». (Cas. Civil., sent. del 5 de feb. de

2001, Exp. 5811).

9. En lo que hace a los cuestionamientos


relacionados con la apreciación de la prueba testimonial ha
dicho esta Corte que «la autonomía de que gozan los juzgadores en
las instancias, para apreciar los testimonios, hace que la fuerza de
convicción que les impriman debe ser respetada en casación, salvo que
constituya ostensible el error de hecho, que permita advertir el

desacierto o la contra evidencia» (CSJ SC de 2 de sept. de 1985).

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Tal postura ha venido siendo reiterada por ésta


Corporación, la que en tiempos más recientes señaló:

«Justamente, el entendimiento del Tribunal, encuentra


respaldo en el análisis razonable de los testimonios, lo cual,
excluye de suyo los desaciertos probatorios, más aún, si en
hipótesis como la de la litis, son ambivalentes, poco precisos y
pueden conducir a conclusiones diferentes, dentro de éstas las
adoptadas por el juzgador fundado en su análisis conjunto y en
otra declaración, donde el ‘acogimiento de unas de ellas por el
sentenciador, así sea implícitamente, no da pie para estructurar
un reproche en casación que exige, respecto del error de hecho en
la apreciación probatoria, que la equivocación aparezca de modo
manifiesto o palmario, lo que no sucede cuando, como aquí, no se
vislumbra que haya debido hacerse una estimación enteramente
distinta como la que propone el censor, quien, en esa medida, no
alcanzó a demostrar la existencia de un yerro evidente, ni por lo
dicho trascendente…Tanto más se avala la última conclusión, si
los hechos que quiere traducir en su favor la demandante no son
absolutamente inequívocos…, pues, como ha dicho esta
Corporación ‘si un hecho admite una o más interpretaciones que
no pugnan con la evidencia, la circunstancia de que el Tribunal
elija la que en el sentir del recurrente y aún en el de la Corte, no
sea la más atendible, no sería constitutiva de error evidente pues
el requisito de la evidencia excluye toda argumentación que se
fundase en las probabilidades y no en la certidumbre’ (CXLII,
pág. 245 y CXXVI, pág. 136)’ (cas. civ., sentencia de 16 de
diciembre de 2004, expediente No. 7281; se subraya); ‘a lo que
cabe agregar que cuando se está frente a dos grupos de pruebas,
el juzgador de instancia no incurre en error evidente de hecho al
dar prevalencia y apoyar su decisión en uno de ellos con
desestimación del restante, pues en tal caso su decisión no estaría
alejada de la realidad del proceso’ (cas. civ., sentencia del 18
septiembre de 1998, expediente No. 5058), pues tiene dicho la
Sala, de vieja data, que ‘cuando militan pruebas en diversos
sentidos, el acogimiento por el sentenciador de las que le ofrezcan
mayores bases de credibilidad con desestimación de otras, no
conforma yerro…’ (se subraya) excepto cuando se ‘incurra en
absurdos o que la apreciación del fallador riña con la lógica’ (cas.
civ., sentencia del 5 de diciembre de 1990 y 7 de octubre de 1992)»
(Reiterada en SC de 18 de dic. de 2012 exp. 2007
00313 01).

30
Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

10. Bien temprano se advierte que la censura no está


llamada a prosperar en lo relativo a la acusación respecto a
la valoración probatoria testimonial y los presupuestos de
existencia de la unión marital reclamada. Situación
contraria acaece en la fijación temporal de la relación, en lo
que se evidencia error en la decisión del Tribunal, como se
expondrá a continuación.

10.1. Carece de asidero fáctico y jurídico el


cuestionamiento relacionado con la ausencia de idoneidad y
aptitud para conformar la unión marital que el censor hace
descansar, a más de la clandestinidad de la relación, en la
manifestación reiterada que hacía el señor Vidal Gil al
momento de otorgar algunos instrumentos públicos con los
que concretaba negocios, en los que indicaba ser «soltero».

Lo anterior porque si bien hoy con base en los


postulados de igualdad, tolerancia y no discriminación
esbozados en capítulo anterior con que se pretenden
encauzar las relaciones personales se ha avanzado en la
protección de estas parejas, también es cierto que hasta no
hace mucho las uniones igualitarias eran objeto de
reproche, no tenían aceptación social, siendo aún más
complicado si ella ocurría entre personas con una diferencia
de edad considerable, cuanto más si uno de ellos fuera
menor de edad, por lo que es un juicio razonable el
considerar que quienes estuvieran en esas condiciones le
dieran un manejo muy discreto al vínculo para no verse
sometidos al maltrato público, o simplemente por guardar
las apariencias para evitar las críticas y/o el señalamiento.

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Sin embargo, en este particular caso se observa que


dicha supuesta clandestinidad no puede calificarse de
absoluta; puede entenderse más como sigilo y cuidado
frente a los criterios sociales, los prejuicios y la intolerancia
aún existente, pues como lo indicó el fallador ad quem y lo
confirma la Sala, ésta era conocida por personas cercanas a
la cotidianidad de la pareja, como eran aquellos que
residían en el mismo inmueble y/o laboraban en el
establecimiento de propiedad del señor Vidal Gil, de forma
que aun cuando no era una relación expuesta de manera
abierta, existen elementos que prueban su ocurrencia, al
ser claros los testigos en referir la presencia entre Vidal Gil
y Vera Solano de ese trato íntimo propio de quienes se
predican amor, respeto y solidaridad, con vocación de
permanencia, al compartir el mismo techo y lecho,
extendiéndose ella por varios años.

10.2. Lo propio ocurre con los supuestos de ayuda y


socorro mutuo, toda vez que la crítica respecto de la
primera obedece a que Néstor Vera Solano « nunca estuvo a
cargo de la administración de los bienes del señor VIDAL GIL ni antes
ni después de su fallecimiento, lo que también prueba que nunca éste

fue la persona de confianza para el difunto»; y el segundo, que el

demandante ni siquiera «se preocupó por conocer de las


enfermedades que lo aquejaban. Comportamiento que no corresponde
al que se espera de una pareja unida sentimentalmente, dispuesta a

compartir las alegrías y las penas».

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Es decir que el error, a juicio del censor, se dio al dar


por probado el socorro y la ayuda mutua que se encuentra
dentro de la cohabitación, cuando éste « nunca trabajó o ayudó
en el trabajo o socorrió en su lecho de enfermo al señor JOSÉ VIDAL »,

lo que es completamente ajeno a esa idoneidad.

Recriminación que tampoco tiene asidero legal y es


una deducción o interpretación del recurrente sin fuerza
para derruir la decisión, en la medida que la comunidad de
vida se ve reflejada en el compartir «vida en común»,
cohabitación, ayudarse en las distintas circunstancias de la
cotidianidad propias de la convivencia, traducido en apoyo
afectivo, emocional o, incluso, económico, sin que esto
último implique en modo alguno, una forzosa contribución
financiera o coadministración del patrimonio que uno o
ambos integrantes puedan tener, o adquirir durante la
convivencia, sin desconocer el deber de contribución a las
cargas familiares, pero que no necesariamente se ven
materializadas monetariamente, sino en la colaboración o
cooperación para enfrentar las necesidades de la pareja y
las propias en todos los ámbitos con la finalidad de
mantener una unidad de vida o de destino.

Y en el caso de autos se demostró, conforme lo


indicado en precedencia, que el señor Néstor Orlando Vera
Solano cohabitaba con José Vidal Gil, compartiendo techo y
lecho, así como las contingencias propias de la
cotidianidad, brindándole según se dijo compañía y apoyo
personal, debiéndose tomar en consideración el contexto de
la relación, pues el convocante para el momento en que se

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

dio inicio a ésta era menor de edad, en tanto que Vidal Gil
contaba con 48 años y ya estaba dedicado a sus negocios,
por lo que riñe con las reglas de la lógica y de la experiencia
que aquél hubiera podido tomar una participación activa en
la administración de tales negocios, dado que sus
necesidades e intereses eran las propias de un adolecente
común, ajenas a la administración de capitales, como era
salir, pasear, divertirse, y muy de vez en cuando participar
de las actividades de su compañero, quien por demás
laboraba, según se dijo, en el mismo lugar de residencia,
mientras que el otro, por obvias razones, siendo para ese
entonces un hombre de empresa, era el que llevaba el
control de sus negocios y por esa vía quien atendía los
requerimientos económicos del hogar.

Así se desprende del dicho de los mentados testigos,


pues a más de referir a la cohabitación de éstos y la
permanencia de Néstor en la casa, donde funcionaba la
cacharrería, frente a lo económico uno indicó que a éste lo
veía «muy esporádicamente que lo veía porque yo me entendía era con
el señor JOSÉ VIDAL que era el jefe mío» (Martha Aponte), otro que

«nunca trabajó con nosotros en la cacharrería», pero que «cuando


viajaba a Bogotá, llevaba era a NÉSTOR, el último viaje que hicieron se

fueron en el carro azul y tuvieron un accidente » (Arelys Guerrero),

uno más, que no sabía si estaba incluido en la nómina de


empleados de la cacharrería (Blanca Malagón), incluso
alguno señaló, que «el bajaba y ayudaba, pero que no estaba
incluido en la nómina» (Germán Maigua); así lo acepta el propio

demandante al decir «yo siempre estaba con él, trabajaba sin


sueldo en la cacharrería ». Así mismo dieron cuenta de que José

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

Vidal atendía todas las necesidades de Vera Solano y le


daba dinero para lo que él quisiera, comportamiento
«proteccionista» usual en aquellas parejas en que se advierte
una diferencia de edad considerable, como la que aquí se
presentaba.

Señalan además, que José Vidal no era hombre


acostumbrado a delegar el manejo de sus negocios, pues
dijeron los testigos que siempre era el que estaba a cargo,
dando las ordenes, pagando salarios y demás, al punto que
«cuando estuvo muy enfermo siempre estuvo al frente y en el último
mes que estuvo enfermo estuvo el hermano Don Miguel, ya cuando se

fue para Villa del Rosario» (Arelys Guerrero).

En tanto que, después del fallecimiento del señor


Vidal, ante la toma material de los negocios que hicieran los
familiares de éste, como anotaron Blanca Malagón y
Germán Maigua, diciendo la primera que « todos querían
mandar» y el segundo que «después de que falleció estaba
administrando MIGUEL, bueno llegaron casi todos los familiares a

mandar», era inviable que éste tomara participación activa,

distinta a propender por el reconocimiento de sus derechos


por la vía judicial, por lo que no se le puede reprochar que
no lo hiciera.

De igual forma no es elemento indicador el hecho que


José Vidal en los negocios escriturales que se acreditaron
indicara como estado civil «soltero», por la misma razón del
ocultamiento indicado en precedencia y porque que la

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

mayoría de esos convenios los celebró con antelación a la


relación que tuvo con Néstor Vera.

10.3. Y no se diga que por el hecho de no ser


conocedor el demandante de la enfermedad terminal que,
presuntamente, ocasionó el deceso de José Vidal Gil, esto
es, VIH Sida, constituya un acto de no ayuda mutua o
socorro de talante suficiente para destruir la demostración
de la unión marital, puesto que no es extraño que por
múltiples razones en ocasiones los familiares desconozcan
las enfermedades que aquejan a sus seres queridos, ora
porque no se advierta sintomatología que evidencie un
quebranto de salud o su gravedad, o bien porque el afectado
opte por ocultarlo para no perturbar la tranquilidad del
hogar u otras causas.

En el sub lite el señor Néstor Vera reconoció que no


sabía que José Vidal tuviera una enfermedad terminal,
siendo informado el mismo día de las exequias por un
hermano del occiso, pero fue enfático al señalar que « yo fui el
único que lo acompañé, él sabía de su enfermedad pero yo no sabía la
que sabía era doña BLANCA, yo era siempre el que manejaba el carro y
me quedaba afuera esperando en el carro mientras el entraba a las
citas con doña Blanca, a todas las citas y exámenes en COOMEVA

Creo que se llama, en todo caso yo fui el único las citas» ; modus

operandi que igualmente puede ser interpretado como el


deseo de José Vidal de ocultar su patología al demandante y
que justifica, incluso, que estos no usaran métodos de
protección al sostener relaciones sexuales, como lo aseguró

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

aquél en su declaración, pero no es señal inequívoca de


ausencia de ayuda y socorro mutuo.

Tampoco puede aducirse a partir de lo anterior la


ausencia de interés en conformar una comunidad de vida,
puesto que lo prolongado de la cohabitación, que superó los
cuatro (4) años, ya es un hecho indicativo de ese querer;
ausencia que tampoco se puede pregonar a partir del hecho
de que el demandante no hubiera estado presente en los
últimos días de vida del señor José Vidal, o al momento de
su fallecimiento. Esto, por la disposición familiar de
trasladar al enfermo de residencia en ese periodo y porque,
conforme lo acotó en su juramentada, era desconocedor de
la gravedad de la enfermedad que aquejaba a aquél, lo que
le permitía suponer que en cualquier momento podía
recuperar la salud y regresar a su casa, pues señaló que
«Hospitalizado que yo recuerde si fueron uno o dos días y en cama
como más de un mes no era que no se pudiera mover si no que estaba

muy débil en la casa de Guaimaral », aunado a la pelea doméstica

que sostuvieron por «unas llaves» y su disgusto «por un


muchacho que se llama Alberto que le pedía plata prestada y no le

pagaba entonces a mí eso me daba rabia».

10.4. No existe evidencia que enerve la presunción de


singularidad de aquella relación, que se pone en duda por
causa del contagio de José Vidal Gil y Néstor Orlando Vera
Solano del VIH Sida y el hecho de que al morir el primero
todos los muchachos de la casa se practicaron la prueba
para determinar si estaban o no contagiados, aludiendo la
existencia de una presunta promiscuidad o infidelidad por

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

parte de estos con los restantes muchachos que habitaban


el predio, ajena al referido elemento.

Argumentos que están ayunos de demostración, por


cuanto como bien lo anota el censor, no hay en el
expediente prueba científica que acredite como corresponde
que José Vidal o Néstor Verá, padeció o padece VIH y que
fue indiscutiblemente la causa del deceso del primero, solo
las manifestaciones de algunos declarantes; pero aun si se
tuviera por cierto, esto no evidencia la promiscuidad o
infidelidad que se insinúa, pues es más que sabido que
dicha enfermedad no se trasmite, exclusivamente, por
contacto sexual, sino que tiene otras formas de contagio,
unas más usuales que otras, por lo que resultaba razonable
que todos los muchachos que vivían en la casa, incluida
Blanca Malagón, al tener conocimiento de esa situación
procedieran a realizarse el examen diagnóstico
correspondiente, máxime si como ésta afirmó fue «por
recomendación de la enfermera de SALUDCOOP », pues nunca tuvo

relaciones sexuales con José Vidal, o como señaló Germán


Maigua Picuasí «por precaución».

Pero aun si se aceptara que José Vidal o Néstor Vera o


ambos pudieron adquirir el VIH por haber tenido relaciones
sexuales con terceras personas ello, si bien podría
catalogarse como un acto de infidelidad, reprochable en
aquellas relaciones constituidas con el propósito de
conformar una familia, a más que no hay prueba de cuando
pudieron adquirir le enfermedad, ello no afecta la
singularidad requerida para la unión marital de hecho,

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

dado que ésta únicamente se ve menoscabada en el evento


en que se pretendiera mantener de manera simultánea otra
relación de idéntica cualidad a la aquí pretendida o se
presentara alguna de las circunstancias determinadas por
la ley como causales de terminación, lo que no ocurrió en
las instancias.

10.5. Es más, el hecho de que en el inmueble vivieran


otros jóvenes, como expusieron al unísono los testigos, a
quienes José Vidal Gil les proporcionaba ayuda económica,
no lleva implícito que por esto el señor Vidal pudiera
mantener de manera indiscriminada relaciones sexuales
con todos ellos, puesto que se afirmó por los declarantes,
incluido el propio demandante, que unos eran queridos y
presentados como hijos, al haberlos tenido desde muy
pequeños, otros a manera de compensación laboral, pero
era éste el que gozaba de «privilegios», que resultan apenas
connaturales a esa condición de pareja que tenían y no un
estado de «preferido» entre varios, que desdicen la no
singularidad que se imputa a su relación.

10.6. Colígese de todo lo dicho, que aun cuando las


partes hubieran manejado su relación con absoluta
discreción ante la sociedad, mostrándola en principio según
lo acreditado escasamente a los cercanos, entre los que
figuraban los que laboraban en la cacharrería ubicada en el
mismo inmueble donde residían, no significa la inexistencia
de la comunidad de vida, por cuanto habían razones, por
demás, valederas, que justificaban ese proceder, no sólo por
la identidad sexual de sus integrantes, sino también por la

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

marcada diferencia de edad entre ellos, elementos que


deben respetarse por constituir una manifestación de su
derecho a la intimidad.

Frente a este tipo de ocultamientos de las relaciones


maritales esta Corte ha indicado lo siguiente:

«...relación que aunque dijeron no conocerla los vecinos y


amigos que rindieron testimonio, tampoco la esposa y el heredero
convocados al proceso, no por ello se desvirtúan aquellas
condiciones, máxime si se tiene en cuenta que esa noticia no se
difundió especialmente porque ese fue el querer del "Sargento
González Bastidas", basado en sus convicciones morales y
religiosas, lo cual aceptó su pareja, puesto que no exteriorizó
inconformidad en ese sentido y, esa actitud encuentra
justificación en el ámbito de las garantías a la intimidad y al
libre desarrollo de la personalidad, reconocidas en, los artículos
15 y 16 de la Constitución Política.

Cabe resaltar que el segundo de los citados derechos


protege a la persona para gobernarse a sí misma y en tal sentido
decidir de qué manera quiere desarrollar su propia vida, bajo qué
condiciones y cuál su contenido y propósito; por lo que en línea
de principio, únicamente puede ser restringida en función del
respeto debido a la libertad ajena, lo cual pone de presente el
obstáculo que tiene el legislador y el intérprete para limitarlo,
puesto que se erige como potestad para desarrollar un
comportamiento distinto al de los demás, así estos exterioricen
una posición crítica frente a ese modo de ser y actuar.

La jurisprudencia constitucional enfatiza aquella situación


y de manera general en torno al citado "derecho fundamental"
tiene señalado que el "Estado social de derecho reconoció el
derecho al libre desarrollo de la personalidad (CP. art. 16),
considerado corolario del pluralismo y la diversidad, valores
superiores que actualmente identifican a los Estados liberales y
democráticos de derecho, sin más limitaciones que las que
imponen los derechos de los demás y el orden jurídico, según el
cual se le permite a la persona escoger y adoptar un plan de
comportamiento acorde con su concepción del mundo y de su
entorno social. - (...), conocido también como derecho a la
autonomía e identidad personal, que busca proteger la potestad

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

del individuo para auto-determinarse; esto es, la posibilidad de


adoptar, sin intromisiones ni presiones de ninguna clase, un
modelo de vida acorde con sus propios intereses, convicciones,
inclinaciones y deseos, siempre, claro está, que se respeten los
derechos ajenos y el orden constitucional. Así, puede afirmarse
que este derecho de opción comporta la libertad e independencia
del individuo para gobernar su propia existencia y para diseñar
un modelo de personalidad conforme a los dictados de su
conciencia, con la única limitante de no causar perjuicio social"
(sentencia C-336 de 16 de abril de 2008) 9 (CSJ SC de 28 de
nov. de 2012, Exp. 2006-00173-01)

10.7. De lo expuesto emerge el desacierto de la


censura, respecto a la falta de concurrencia de los
supuestos para la configuración de la unión marital de
hecho y sociedad patrimonial entre compañeros
permanentes entre Néstor Orlando Vera Solano y José Vidal
Gil, habida consideración que no aparece de manifiesto el
yerro que se imputa al tribunal en la apreciación que
hiciera de la prueba testimonial en que soportó su decisión,
pues, no las alteró, ni supuso la relación sentimental que
tuvo por acreditada, quedando evidente que su ejercicio
intelectivo fue fruto de la discreta autonomía que se le ha
conferido para sopesar las declaraciones de terceros y de las
partes, conforme lo ha indicado esta Corte con insistencia,
por lo que no hay nada que reprochar al análisis que
realizó, en la medida en que no se evidencia que su
apreciación sea contraria a los hechos, esto es, que Néstor
Orlando Vera Solano y José Vidal Gil sin tener impedimento
para contraer matrimonio, convivieron como pareja marital
con ánimo de hacer vida común hasta cuando este falleció,
que compartieron lecho, techo y mesa, en forma estable,

9
En este fallo se estudió acción de inconstitucionalidad parcial del artículo 1° de la
Ley 54 de 1990 y de algunos preceptos de la Ley 100 de 1993.

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

singular y permanente con las circunstancias que eso


implica, y que ninguno de los dos sostuvo paralelamente
otro sociedad del mismo tipo, esto es, conforme lo impone el
artículo 1° de la Ley 54 de 1990, para habilitar el
reconocimiento judicial, circunstancias que habilitaban que
el juzgador abriera paso a las pretensiones de la demanda.

11. La otra arista del reproche se enfiló cuestionando


al tribunal al dar por demostrada la permanencia «"en espacio
de tiempo modo y lugar exactos" con los testimonios... y declaró la
supuesta unión marital de hecho desde el 10 de septiembre de 2003
cuando todas las versiones... indican o prueban que conocieron al
señor NÉSTOR VERA finalizando 2004; inclusive éste hace

acercamiento a esta fecha en su declaración de parte ».

11.1. Se advierte, que si bien la parte demandante en


el libelo de demanda fija la época del inicio de la relación el
día 10 de septiembre de 2003, sin referir allí el fundamento
fáctico de esa afirmación, es evidente que no se
incorporaron al juicio elementos demostrativos que la
ratifiquen; por el contrario, tanto el propio accionante como
los testigos, en los cuales se soportó la decisión, conducen a
inferir que ella se pudo iniciar en el año 2004.

Esto porque el demandante al respecto señaló en su


juramentada, que conoció a José Vidal cuando tenía 16
años, comenzando con una relación de amistad normal,
dándose cuenta desde un principio de las inclinaciones
sexuales de José Vidal y que sostuvieron relaciones
sexuales «pocos meses después de haber empezado a vivir allá y

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

hasta siempre y ya llegando a los 17 años fue que empecé a convivir

con él en la misma casa del barrio Guaimaral ». De manera que

tomando en consideración ese referente temporal, dado que


el actor nació el 2 de junio de 1987, los dieciséis (16) años
los cumplió ese mismo día y mes del año 2003 y los
diecisiete (17) en el 2004.

11.2. Adicionalmente, las distintas declaraciones


recepcionadas en noviembre de 2011, respecto de ese hito
inicial de la relación entre Vidal Gil y Vera Solano,
suministraron la siguiente información:

a) Martha Aponte Díaz, quien señaló haber laborado


en la empresa de propiedad de José Vidal Gil desde el año
2003 hasta el fallecimiento de este, siendo auxiliar del
contador, al preguntarle si conocía a los pretensos
compañeros dijo «los conozco hace más o menos siete años» y que al
«joven NÉSTOR ORLANDO era muy esporádicamente que lo veía porque

yo me entendía era con el señor JOSÉ VIDAL que era el jefe mío ».

b) Arelys Yasmín Guerrero Rincón, sostuvo conocer


a Vidal, porque trabajó con él 10 años y a Néstor Vera
desde hacía «seis o siete años, cuando empezó a ir al almacén » y al
preguntarle desde que mes observó la relación íntima que
podría existir entre los dos contestó « como desde el 2004, no
recuerdo en que mes pero más o menos a fin de año, ya convivía ahí en

la casa, se quedaba ahí en la casa de JOSÉ VIDAL».

c) Blanca Leonor Malagón, al vivir en la misma casa


conoció a José Vidal desde hacía 26 años y « con Néstor desde

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2004», respecto de la relación entre ellos dijo que «eso empezó


en el 2004 pero no recuerdo el mes, en diciembre de ese año ya estaba

viviendo en la casa».

d) Germán Maigua Picuasi conoció a José Vidal desde


el año 1995, cuando comenzó a trabajar con él, y a « Néstor
desde mediados de 2004 él llegó a la casa de VIDAL » y al

preguntarle si le constaba la cohabitación de estos, sostuvo


«si a mí me consta desde el 2004» , nuevamente se le pregunta si
sabe la época exacta en que el demandante habitó la casa
respondió «desde el 2004 más o menos pero no recuerdo el mes».

e) Gonzalo Álvaro Salazar Muñoz, persona que


prestaba los servicios de Asesoría Contable a José Vidal Gil,
dijo que lo conoció desde el 2002 y a Néstor Vera «más o
menos en el año 2006», que observó su presencia
«aproximadamente desde finales del 2006».

Los testimonios de Arelys Yasmín Guerrero Rincón,


Blanca Leonor Malagón Castillo y Germán Maigua Picuasi,
tomados como fundamento de su decisión por el tribunal,
merecen credibilidad, porque provienen de personas que
presenciaron de manera directa los hechos, en razón a su
percepción constante, no sólo por ser el inmueble su lugar
de trabajo, sino el sitio donde habitaba la pareja, incluso
una de ellas residir igualmente allí, se tornan completos, al
exponer la razón de su dicho, sin que se advierta que sean
fruto de un aprendizaje inducido o preparado y no
exteriorizan interés en favorecer al demandante.

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Estas personas, si bien no indican con exactitud cuál


fue el momento en que se configuró la unión marital de
hecho dan por sentada la existencia de la relación por lo
menos desde 2004, más puntualmente desde finales de esa
calenda, por cuanto son coincidentes en referir que ya para
diciembre Néstor Vera vivía en la misma casa con José
Vidal, compartiendo cuarto.

Es más, ni siquiera pueden considerarse


contradictorios con los rendidos por Gonzalo Álvaro Salazar
Muñoz y Martha Aponte, en su condición de Asesor
Contable el primero y auxiliar de este la segunda, puesto
que, en lo medular, no infirman la presencia de Néstor Vera
en el inmueble, sino que una dice que lo veía
esporádicamente sin decir desde cuándo, pero ella entró a
trabajar para Vidal desde el 2003 y con el segundo ocurre lo
propio, aun cuando pregona conocerlo desde el año 2006,
pero señala este año sin mayores explicaciones, lo que es
entendible al ser personas que acudían al establecimiento
de comercio cada ocho (8) días si no eran requeridos
extraordinariamente por José Vidal a desarrollar labores
específicas, sin que se denote de sus declaraciones un
grado de confianza tal que le permitiera conocer las
intimidades de su empleador.

Tales exposiciones entrarían a reforzar la


manifestación del demandante en su juramentada sobre el
inicio de la convivencia desde el 2004, siendo dable ubicarla
en diciembre de ese año, que es el mes que aseguran ya
Néstor Orlando Vera convivía con José Vidal bajo el mismo

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

techo, extendiéndose hasta el fallecimiento de aquél, pues


obsérvese que, aun cuando no hay resquicio de duda de
que Néstor Vera no estuvo presente al momento del
fallecimiento de José Vidal, dado el traslado que dispusiera
la familia del enfermo y el desconocimiento por parte de
éste de la gravedad de la patología que lo aquejaba, no
existe elemento probatorio que acredite que con antelación
a este hecho luctuoso alguno de ellos hubiera exteriorizado
su voluntad inequívoca de poner fin a la relación, de suerte
que no puede descalificarse esta última delimitación
temporal que hiciera el juzgador de segundo grado.

12. De acuerdo con lo anotado, se puede afirmar que


el juzgador ad quem incurrió en el error evidente y
trascendente que se le endilga, al fijar el inicio de la unión
marital de hecho el 10 de septiembre de 2003, por
suposición de lo que las pruebas revelan, puesto que el
contenido de las mismas ubican dicho hito en el año 2004,
olvidando el tribunal que la sola afirmación que hagan las
partes en su demanda o la contestación no resulta
suficiente para abrir paso a las pretensiones o excepciones
tal cual le fueron planteadas, habida cuenta que con ello se
trasgrede el postulado de que las decisiones judiciales se
deben soportar en las pruebas regular y oportunamente
allegadas al juicio, sin que a nadie le sea dado hacer de su
solo dicho prueba de los hechos que alega, sobre todo
cuando los elementos probatorios allegados reflejen cosa
distinta.

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13. Corolario de lo expuesto es que alcanza éxito


parcialmente la impugnación extraordinaria para quebrar la
decisión en el preciso aspecto del extremo inicial de la
unión marital de hecho y consecuente sociedad patrimonial
entre compañeros permanentes declarada en las instancias
entre Néstor Orlando Vera Solano y José Vidal Gil.

SENTENCIA SUSTITUTIVA

1.- Establecido como quedó al estudiar la acusación


que alcanzó éxito, en el aspecto especifico del período real
de duración de la convivencia de la pareja, y sin que sea
necesario reproducir las ideas allí plasmadas, se deberá
modificar el fallo de primer grado, en el numeral primero,
en lo atinente al lapso de tiempo de la vigencia de la "unión
marital de hecho y, consecuentemente, de la sociedad
patrimonial entre compañeros permanentes, aspecto este en
el que se harán las precisiones de rigor, acorde con las
inferencias señaladas en la valoración de los medios de
convicción.

La sentencia del Tribunal en lo que resulta a salvo de


la prosperidad de la casación, no sufre ninguna alteración,
esto es, en lo atinente al reconocimiento de la existencia de
la unión marital y la sociedad patrimonial entre
compañeros permanentes y, demás disposiciones propia del
recurso vertical.

Para efectos de concretar la decisión, se reproducirá el


numeral primero de la parte resolutiva del fallo del Tribunal

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con la modificación que implica el acogimiento de la


apelación impetrada en el preciso aspecto que resultó de
recibo ante la prosperidad del recurso de casación, cual es,
la fecha de iniciación de la mentada relación.

Al tenor del último inciso del precepto 375 ejusdem, en


armonía con el numeral 1º del artículo 392 ídem, no se
condenará en costas a la parte recurrente, dado el resultado
de la impugnación extraordinaria.

DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Civil de


la Corte Suprema de Justicia, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la ley, CASA
PARCIALMENTE la sentencia de 30 de julio de 2014,
proferida por la Sala Civil- Familia del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Cúcuta, dentro del proceso identificado
en el encabezamiento de esta providencia.

Sin condena en costas en la impugnación


extraordinaria por la prosperidad parcial de la misma.

Actuando la Corte en sede de segunda instancia,

RESUELVE:

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«Primero. Modificar el numeral primero de la


sentencia del juez a-quo, conforme a continuación se
indica:

«Primero. Declarar la existencia de la unión marital de


hecho entre compañeros permanentes conformada entre
NÉSTOR ORLANDO VERA SOLANO y el de cujus JOSÉ
VIDAL GIL, por lo expuesto en la parte motiva de esta
sentencia, la que se conformó desde el 1° de diciembre de
2004 hasta el 24 de julio de 2009 fecha del fallecimiento de
Vidal Gil. En lo restante la decisión apelada se
CONFIRMA».

“Segundo. Devolver la actuación surtida al Tribunal


de origen. Secretaría haga las anotaciones del caso.

“Tercero. Sin costas por haber prosperado una parte


del cargo.

Notifíquese,

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO


Presidente de la Sala

MARGARITA CABELLO BLANCO

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Radicación n° 54001 31 10 005 2009-00599-01

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ALONSO RICO PUERTA

OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

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