Infecciones de Transmisión Sexual
Infecciones de Transmisión Sexual
Infecciones de Transmisión Sexual
Todas y todos estamos expuestos/as a Infecciones de Transmisión Sexual, existen diversos tipos de ellas
y variadas formas de adquirirlas. Algunas son curables, mientras que otras siempre permanecen en el
organismo de la persona una vez transmitida.
Todas las personas sexualmente activas están en riesgo de contraer una infección de transmisión sexual,
pero existen alternativas para prevenirlas.
Hace algunos años las infecciones de transmisión sexual (ITS) eran conocidas como enfermedades
venéreas y posteriormente como Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Estas infecciones de
transmisión sexual (ITS) son infecciones producidas por bacterias, virus, hongos o parásitos, y que
afectan principalmente los órganos sexuales y reproductores de las personas. Generalmente, se
transmiten a través de los fluidos o de las mucosas genitales, la boca y el recto, al producirse contacto
sexual entre una persona infectada y otra sana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año ocurren un promedio de 333 millones
de nuevos casos de infecciones de transmisión sexual en todo el mundo, que tienen su mayor incidencia
entre hombres y mujeres de países en desarrollo. La pobreza, las prácticas culturales intolerantes y un
difícil acceso a los servicios de diagnóstico y tratamiento, a la información incorrecta, a los pocos
conocimientos sobre la necesidad del auto cuidado del cuerpo; son factores que contribuyen a una mayor
diseminación de este tipo de infecciones en hombres y mujeres.
Existen varios tipos de ITS y su clasificación depende del tipo de signos y lesiones que pueden producir,
de lo grave y peligrosas que pueden ser (virulencia) o de si tienen tratamiento médico aplicable.
Existe el doble de posibilidades de que el hombre transmita una ITS a una mujer, que a la
inversa, porque la naturaleza y tradiciones de las prácticas sexuales se da por hecho que ellas
representan la parte pasiva en la relación sexual; además, porque ciertas ITS, por ejemplo, aquellas
que producen úlceras, facilitan la entrada de VIH y otras ITS.
Ellas tienden a tener relaciones sexuales y a casarse con hombres mayores que ellas, por lo
tanto, han tenido la posibilidad de un número mayor de parejas sexuales, de modo que existe una
mayor probabilidad de exposición al riesgo de infección.
Los conocimientos y creencias de las mujeres en relación con sus propios cuerpos, las barreras
culturales y los prejuicios, además de la desigualdad de género con relación al hombre. Los roles de
género dicta maneras de ser y de comportarse que marcan la desigualdad: el hombre debe ser
agresivo, compulsivo y activo, mientras que las mujeres debe comportarse de forma sumisa, fiel y
pasiva en las relaciones sexuales.
¿Cuáles son las consecuencias de las ITS no tratadas en las mujeres?
La infección por el virus del papiloma humano puede causar cáncer cérvico uterino y la muerte.
Las madres pueden transmitir las ITS a sus hijos/as durante el embarazo, parto y la lactancia.
La clamidia puede afectar los pulmones de las y los bebés causándoles neumonía.
¿Cómo puedo Prevenir una ITS?
Mantener relaciones sexuales con una sola persona, que sea y con quien se sea fiel.
Ser honestas y honestos si creemos o está confirmado el padecimiento de una ITS, e informarlo
a nuestra pareja.
Acudir a control ginecológico y urológico cada año, y prenatal, en caso de estar embarazada.
Para prevenir
una ITS y, además, un embarazo no esperado ni planificado, si has decidido tener relaciones sexuales, lo
más recomendable es usar la “Doble Protección”, que es la fórmula perfecta para mantener una vida
sexual sana, responsable y libre de riesgo. Esto es, usar un condón en cada relación sexual, más un
método hormonal de forma correcta.