Aporte
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La ratificación es la aprobación que el estado del tratado, a través de sus órganos constitucionales
competentes, y por la que se obliga a su cumplimiento (Art. 2, de la Convención de Viena de los
Derechos de los Tratados). Generalmente se expresa en un instrumento en donde aparece el texto
del tratado, notación que ha sido aprobada por los órganos encargados de ellos y la declaración del
jefe de estado de que se ratifica el tratado. El efecto de la ratificación es el de crear a partir del
momento en que se cumpla, instrumento legalmente válido. Una vez otorgada no puede revocar sin
y aún cuando se arguye que no se cumplieron en el interior del país determinadas formalidades.
La ratificación es un acto de procedimiento que no participa de la esencia del tratado, obedece en
parte, la necesidad de que los estados tengan oportunidad de examinar todos los efectos del tratado
sobre sus intereses, y no únicamente los de las disposiciones individuales. Otro motivo de su
creación es que, de acuerdo con las constituciones de muchos estados se exige el consentimiento de
los órganos legislativos para que aquellos puedan quedar obligados por el pacto.
El artículo 14 de la Convención de Viena de los Derechos Tratados, establece que es el
consentimiento de un estado para quedar obligado se expresa mediante la ratificación cuando así se
prevé en el tratado, o en otra forma según requiera o se desprenda de los plenos poderes del
representante. Como la ratificación es un acto puramente nacional, sin efecto por sí solo para poner
un tratado en vigor, partes deben celebrar un acto internacional que es generalmente el canje de
instrumentos de ratificación o el depósito de los mismos, en el caso de los tratados multilaterales.
Por lo regular en dicho canjeó depósito se determina la entrada en vigor del tratado (artículo 16 de
la Convención de Viena de los Derechos de los Tratados).
Explicar la firma definitiva y depósito.
Firma definitiva:
En algunos tratados Establece que los estados pueden expresar su consentimiento en obligarse
jurídicamente mediante la sola firma. Este método se utiliza más comúnmente en los tratados
bilaterales y raramente en los tratados multilaterales. En el último caso, en la disposición sobre la
entrada en vigor del tratado se prevé expresamente que el tratado entrará en vigor una vez firmado
por un número determinado de Estados.
Por tanto, la firma definitiva, es aquella mediante la que se manifiesta el consentimiento de un
estado para quedar obligado por un convenio, siempre que esté disponga que la firma tendrá ese
efecto, cuando Conste de otro modo que tenga es efecto, o cuando esa intención se desprenda de los
plenos poderes de su representante (artículos 11 y 1 2 de la convención de Viena de los derechos de
los tratados). El efecto de la firma definitiva podrá hacer la entrada en vigor del tratado cuando en el
mismo falta una disposición o acuerdo respecto de la manera y fecha en que se iniciará su vigencia
(artículo 24(2) de la convención de Viena de los derechos de los tratados).
El Depósito
Es el acto en el que se centralizan las notificaciones de los estados que forman parte del tratado y se
conservan el texto original del mismo.
El Depositario
Es un estado designado por las partes para que custodia el texto original de un tratado y lleve a cabo
ciertas funciones con respecto a él, tales como registrarlo, expedir copias certificadas o auténticas,
recibí los instrumentos de ratificación, adhesión, etc., notificar y comunicar denuncias y, en general
proporcionar toda la información relativa al mismo. Como se advierte, las funciones del depositario
son de carácter internacional, y está obligado a actuar con imparcialidad (artículoS 76 y 77 de la
convención de Viena de derechos de los tratados). Puede ser designados como depositarios uno o
más estados, una organización internacional o el funcionario administrativo principal de una
organización
Las Funciones del Depositario
Es el responsable de garantizar la ejecución adecuada de todas las acciones relativas a ese tratado.
Las funciones del depositario tienen carácter internacional, y el depositario está obligado a actuar
imparcialmente en el desempeño de esas funciones siguientes:
1. Custodiar el texto original del tratado y los plenos poderes que se le hayan remitido.
2. Extender copias certificadas conformes del texto original y preparar todos los demás textos del
tratado en otros idiomas que puedan requerirse en virtud del tratado y transmitirlos a las partes en el
tratado y a los Estados facultados para llegar a serlo.
3. Recibir las firmas del tratado v recibir y custodiar los instrumentos, notificaciones y
comunicaciones relativos a éste;
4. Examinar si una firma, un instrumento o una notificación o comunicación relativos al tratado
están en debida forma y, de ser necesario, señalar el caso a la atención del Estado de que se trate.
5. Informar a las partes en el tratado y a los Estados facultados para llegar a serlo de los actos,
notificaciones y comunicaciones relativos al tratado.
6. Informar a los Estados facultados para llegar a ser partes en el tratado de la fecha en que se ha
recibido o depositado el número de firmas o de instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación
o adhesión necesaria para la entrada en vigor del tratado.
7. Registrar el tratado en la Secretaría de las Naciones Unidas.
8. Desempeñar las funciones especificadas en otras disposiciones de la Convención de Viena.
El depósito se efectúa cuando:
El depositario recibe las notificaciones y documentos relacionados con el tratado o convenio,
custodia el texto original, y revisa que se hayan cumplido todas las formalidades para su
materialización, En caso de surgir alguna discrepancia entre un Estado y el depositario acerca del
desempeño de las funciones de éste, el depositario indicará la disconformidad a los Estados
signatarios y de los Estados contratantes o en su defecto al órgano competente de la organización
internacional interesada.
Publicación
La publicación es el acto por el que se da a conocer el texto de un tratado en el estado se comunica a
los habitantes generalmente en la misma forma que las leyes. Internacionalmente la publicación de
los tratados tiene por objeto evitar la práctica de la diplomacia secreta, la que se reaccionó
vigorosamente al terminar la Primera Guerra Mundial y se pidió a la secretaría de la sociedad de las
Naciones publicar tan pronto como fuera posible todos los pactos registrados ante ella (artículo 18
del Pacto de la Sociedad de las Naciones). Esta función la continúa la Organización de las Naciones
Unidas según se establece en el artículo 102 de su carta. Por su parte la Convención de Viena de los
Derechos de los Tratados confirma esta práctica en su Artículo 80, que señala que los tratados, una
vez que entren en vigor, serán publicados por la secretaría de la ONU.
Efectos de los Tratados
La primera consecuencia de la entrada en vigor del Tratado consiste en que producirá efectos
jurídicos.
Efecto general: la obligatoriedad y su fundamento
Los acuerdos internacionales son una fuente del Derecho internacional mediante la cual se crean
derechos y obligaciones que, debido a su origen, se conocen como derecho convencional.
La norma pacta sunt servanda implica que la actitud de buena fe ha de prevalecer durante la
ejecución de un Tratado en vigor. Esta norma satisface una necesidad de seguridad jurídica y ha
sido transmitida a través del tiempo como una verdad evidente y universalmente aceptada.
El art. 26 del Convenio de Viena, según el cual “todo tratado en vigor obliga a las Partes y debe ser
cumplido por ellas de buena fe”, consagró la norma pacta sunt servanda como regla general en lo
relativo a los efectos generales del Tratado (su obligatoriedad entre las Partes), conectándola con el
principio de la buena fe, básico en las tareas de interpretación y ejecución de los tratados.
Efectos específicos:
A) En el tiempo
Debemos hacer referencia a los efectos específicos de los tratados ratione temporis, es decir, cuáles
son los momentos inicial y final en que un Tratado empieza o deja de producir sus efectos.
Si el momento inicial suele coincidir con la entrada en vigor, el término final de los Tratados, es
decir, aquel en que deja de ser aplicable y, consiguientemente, deja también de surtir sus efectos,
salvo excepciones, suele estar previsto en el propio Tratado. Lo normal es que se estipulen por un
plazo determinado (cinco, diez o más años) o bien por tiempo indefinido, salvo denuncia expresa.
También dejan de surtir efectos por otras causas (nulidad, terminación y suspensión).
B) En el espacio
Tenemos que hacer igualmente referencia a los efectos específicos de los tratados ratione loci, es
decir, cuál es el espacio físico o territorial al que alcanzan los efectos del Tratado.
El principio general en esta materia, que reconoce la Convención de Viena en su art. 29, es el de la
obligatoriedad en “la totalidad del territorio” de cada una de las Partes, entendiéndose por tal el
territorio terrestre, las aguas interiores, el mar territorial y el espacio aéreo. No obstante, esta regla
general puede sufrir excepciones:
Existen casos en que un Tratado no se aplica a determinadas partes del territorio estatal, a
dependencias insulares, a colonias dependientes, etc.
El Tratado puede tener una aplicación fuera del territorio de los Estados Partes, ya sea
porque contiene estipulaciones respecto a terceros Estados, ya sea porque se pretende
regular un espacio que se encuentra fuera de la jurisdicción de los Estados (alta mar,
espacio ultraterrestre, etc.).
Determinados tratados pueden tener también efectos fuera del territorio del Estado cuando
en ellos se prevé que obligarán a los Estados parte respecto de las personas que se
encuentren bajo su jurisdicción, ya sea en su territorio o fuera de él. Es el caso, por ejemplo,
de la aplicación de los tratados de derechos humanos ratificados por un Estado en los
territorios sometidos a ocupación de ese Estado.
C) Respecto de otros Tratados
Otro tema que debemos revisar es el de los efectos de los Tratados ratione materiae, consistente en
determinar, primero, la compatibilidad e incompatibilidad entre un Tratado anterior y otro posterior
sobre la misma materia y, segundo, en qué medida los efectos del primero pueden quedar limitados
por el segundo.
D) Entre las Partes y respecto de Estados terceros
Otro problema que se suscita es el de los efectos de los Tratados ratione personae.
Los Tratados producen plenos efectos entre las Partes. Sólo las partes pueden limitar estos efectos
mediante una estipulación en el propio Tratado o por medio de las reservas. Por “Parte” debemos
entender aquel sujeto internacional que ha consentido en obligarse por el Tratado y con respecto al
cual el Tratado está en vigor.
Un problema especial es el relativo a si los Tratados pueden producir obligaciones y derechos
respecto a terceros Estados. Se entiende por terceros Estados aquellos que no son Partes en un
Tratado.
La regla general está formulada en el art. 34 de la Convención de Viena, que establece que “un
Tratado no crea obligaciones ni derechos para un tercer Estado sin su consentimiento”. No obstante,
esta norma general o principio admite las siguientes excepciones:
Tratados que establecen obligaciones para terceros Estados: En principio, no es posible crear
obligaciones para terceros Estados, salvo que se den determinadas condiciones:
Que las Partes en el Tratado tengan la intención de crear una obligación para el Tercer
Estado.
Que el Tercer Estado acepte de forma expresa y por escrito la obligación.
Tratados que creen derechos a favor de terceros Estados: Por excepción a la regla general, pueden
crearse derechos a favor de terceros, siempre que se cumplan determinados requisitos: