Los Catequistas Según Aparecida

LOS CATEQUISTAS SEGÚN APARECIDA
La evangelización ha ido siempre unida a la promoción humana y a la

autentica liberación cristiana.
I. Para destacar
Es motivo de dar gracias y de alegrarnos por la solidaridad y trabajo de

nuestros pueblos transmitida especialmente por nuestras familias y
catequistas que han mantenido viva la esperanza en medio de las injusticias.
Los esfuerzos pastorales orientados hacia el encuentro con Jesucristo vivo,

han dado y siguen dando fruto. Gracias al esfuerzo del Magisterio de la Iglesia
y a los generosos Catequistas, la renovación de la Catequesis ha producido
fecundos resultados; todo esto porque se ha tomado conciencia de la
importancia de la pastoral familiar, infantil y juvenil.
Hoy se ve grandes resultados en la renovación litúrgica, también el aumento a

las manifestaciones de la religiosidad popular especialmente la piedad
eucarística y la devoción Mariana; a demás se ha fortalecido la responsabilidad
y vigilancia respecto a las verdades de la fe. Esto se ha conseguido gracias al
trabajo y el testimonio de vida que nuestros mismos laicos, los diáconos
permanentes y nuestros catequistas, que han dado su aporte a la acción
pastoral y a su presencia en situaciones de pobreza y de riesgo.
Es de valorar el esfuerzo de todos los laicos especialmente de nuestros

Catequistas, quienes se interesan cada vez más por su formación teológica
como verdaderos misioneros y por transformar el mundo según Cristo. Todo
esto es motivo que en muchas Iglesias haya avanzado la estructuración de
una pastoral orgánica que responda y sirva a muchas necesidades.
Todos los laicos están llamados a participar en la acción pastoral de la Iglesia,

primero con el testimonio de vida y, lo segundo, con acciones de
evangelización.
II. Sugerencias para tener en cuenta
Los Catequistas delegados de la palabra y animadores de comunidades,

están cumpliendo con una magnífica labor dentro de la Iglesia. Se sigue
recomendando y animando a que continúen en el compromiso que adquirieron
con el bautismo y la confirmación. La vocación para servir, se logra gracias al
impulso del Espíritu que impregna y motiva todas las tareas de la existencia; e
de aquí, que nuestros Catequistas sean entusiastas, generosos, alegres,
felices y creativos en el ejercicio concreto de su servicio misionero. Se ha visto
el progreso de nuestras catequesis, todo por el admirable número de personas
que se sientes llamadas a hacerse catequistas con gran entrega.
Sin embargo a pesar de la buena voluntad, la formación teológica y pedagógica

de los Catequistas no suele ser la deseable, porque no se está integrando la
pastoral de conjunto, no son portadores de métodos pedagógicos actualizados
y se carece de la colaboración cercana de las familias.
Los catequistas deben concientizasen de que la catequesis no puede limitarse

a una formación meramente doctrinal, sino que ha de ser una verdadera
escuela de formación integral; por tanto, se ha de cultivar la amistad con Cristo
en la oración y la celebración litúrgica y la vivencia comunitaria. Para ello
resultaría como útil utilizar como recurso catequéticos elaborados a partir del
catecismo de la Iglesia Católica y del compendio de la doctrina social de la
Iglesia; pero sobre todo estableciendo escuelas de formación para catequistas.
La familia ha sido y es un espacio de comunión, fuente de valores humanos y

cívicos. Para que la familia sea “escuela de fe” y pueda ayudar a los padres a
ser los primeros catequistas de sus hijos, la pastoral familiar debe brindar
espacios formativos y celebrativos. La familia está llamada a introducir a sus
hijos en el camino de la iniciación cristiana. La familia, debe ser, junto con la
parroquia, el primer lugar para la iniciación cristiana de los niños. Ésta debe
ofrecer a sus hijos un sentimiento cristiano de existencia y los debe
acompañar en la elaboración de su proyecto de vida, como discípulos y
misioneros.
III. El perfil de un catequista debe ser el siguiente:
a. Estar dotado de una profunda fe, de una clara identidad cristiana y

eclesial y de una profunda sensibilidad social para las necesidades
evangelizadoras del momento histórico y de la realidad en que vive y
actúa. Dicha realidad estará siempre constituida por los valores, los
desafíos, las luces y las sombras que la acompañan.
b. Poseer los conocimientos catequéticos necesarios para el mejor

desempeño de su actividad catequística sabiendo que, para catequizar a
otros, debe ser antes catequizados.
c. Ser capaz de transmitir, no solo una enseñanza, sino sobretodo, una

formación cristiana integral, desarrollando procesos de iniciación en la
fe; es decir, el catequista debe ser, al mismo tiempo, maestro educador,
y testigo de la fe.
d. Ser consciente de su carácter, de su puesto y de su misión en la Iglesia.

II OPCION DE TRABAJO
La evangelización ha ido siempre unida a la promoción humana y a la

autentica liberación cristiana.
A destacar A mejorar
Su animación e interés por  Se les sigue recomendando y
hacer conocer la palabra de animando a que continúen en
Dios. su compromiso.
Su ayuda en el crecimiento de  Que sean entusiastas,
la religiosidad popular en generosos, alegres, creativos y
nuestra Iglesia: Devoción felices en el ejercicio concreto
mariana, piedad eucarística… de su servicio.
etc.  A pesar de la buena voluntad la
Gracias a nuestro Catequistas formación teológica y
en la iglesia se sirve mejor a pedagógica de nuestros
las necesidades de los fieles. Catequistas no suele ser la
Su presencia en situaciones de deseable; porque muchas
pobreza y de riesgo. veces no se integran a la
Han mantenido viva la pastoral de conjunto, no son
esperanza de la Iglesia en portadores de métodos
medio de las injusticias. pedagógicos actualizados y se
carece de la colaboración
cercana con las familias.
 Deben concientizarsen que la
Catequesis no puede limitarse
a una formación meramente
doctrinal, sino que debe ser
una verdadera escuela de
formación integral.
TOMADO DE LOS NUMERALES: 26, 99, 211, 285, 295, 296, 299 y 302.

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LOS CATEQUISTAS SEGÚN APARECIDA

La evangelización ha ido siempre unida a la promoción humana y a la

Es motivo de dar gracias y de alegrarnos por la solidaridad y trabajo de

Los esfuerzos pastorales orientados hacia el encuentro con Jesucristo vivo,

Hoy se ve grandes resultados en la renovación litúrgica, también el aumento a

Es de valorar el esfuerzo de todos los laicos especialmente de nuestros

Todos los laicos están llamados a participar en la acción pastoral de la Iglesia,

II. Sugerencias para tener en cuenta

Los Catequistas delegados de la palabra y animadores de comunidades,

Sin embargo a pesar de la buena voluntad, la formación teológica y pedagógica

Los catequistas deben concientizasen de que la catequesis no puede limitarse

La familia ha sido y es un espacio de comunión, fuente de valores humanos y

III. El perfil de un catequista debe ser el siguiente:

a. Estar dotado de una profunda fe, de una clara identidad cristiana y

b. Poseer los conocimientos catequéticos necesarios para el mejor

c. Ser capaz de transmitir, no solo una enseñanza, sino sobretodo, una

d. Ser consciente de su carácter, de su puesto y de su misión en la Iglesia.

La evangelización ha ido siempre unida a la promoción humana y a la

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