La Llorona
La Llorona
La Llorona
Existe también otra versión, Más antigua que la anterior pero mucho menos
conocida. Se la conoce como la leyenda de "las lloronas":
Antes de la llegada de los españoles a México, la gente que habitaba la zona del
lago de Texcoco, además de temer al dios Yoalli Ehécatl, podía escuchar en las
noches los lamentos de una mujer que estaría por siempre vagando y lamentando
la muerte de su hijo y la pérdida de su propia vida.
El cadejo
El Cadejo, según la tradición guatemalteca, es un perro protector de quienes
beben mucho alcohol. Aunque suena extraño, no creas que los ebrios la tienen tan
fácil: según la leyenda, hay dos tipos de cadejo: uno blanco que protege y uno
negro que maldice.
Aunque parecen perros, tienen los ojos rojizos, cascos de cabra y mucho pelaje.
El “bueno” deambula por las calles durante las madrugadas y ayuda a los
borrachos a encontrar el camino a casa sin
que les suceda nada. Hay quienes dicen que
hasta cuida a niños que están solos por la
noche.
El “malo”, sin embargo, tiene una mirada
feroz y lame la boca de la persona y con eso
la maldice de forma en que nunca más vuelve
a estar sobrio.
Por si fuera poco, queda condenado a que el
cadejo lo aceche durante nueve días seguidos
hasta que finalmente muere.
Nadie puede tocar al cadejo, incluso algunos
dicen que no lo llegan a ver, pero que “sienten” su presencia y tienen la certeza de
que está allí.
También es posible que ambos cadejos deambulen juntos y al toparse con un
borracho, luchan entre sí, uno para protegerlo y otro para atacarlo.
El cadejo blanco, sin embargo, nunca cuidará a una persona que se emborrache
con malas intenciones.