NHC - TOMO VI - Literatura y Pensamiento, Artes, Recreación PDF
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Nueva
I listona
de Colombia
PLANETA
NHC
Nueva
Historia
de Colombia
Asesores
JORGE ORLANDO MELO
JESÚS ANTONIO BEJARANO
A partir de 1977 comenzó a
darse el nombre de Nueva Historia a una
forma de investigar y analizar el pasado colombiano
diferente a la tradicional. Los historiadores que aparecían
asociados con ella no tenían puntos de vista muy homogéneos pero
el término se justificaba por ciertos rasgos comunes. Rompían con la
tradicional reducción de la historia al conocimiento de la evolución
política y militaren épocas más o menos remotas, al estudio de los grupos altos de
la sociedad, al análisis del país desde una perspectiva muy centralista. Por ello,
después de una década de estudios, Nueva Historia ha llegado a incluir, como
contenido habitual y casi rutinario, la historia de la economía, de los conflictos sociales,
obreros y campesinos, de la cultura popular. Por ello, han tomado tal auge los trabajos de
historia regional, que permiten reconstruir la imagen de un país privado, complejo e
incluso contradictorio. Y por ello, al lado de los estudios sobre la colonia o la
indepedencia aparecen numerosas publicaciones sobre la historia más reciente. Los
nuevos historiadores ademas, se han caracterizado por la utilización amplia y rigurosa
de la documentación existente, por su esfuerzo de rigor metodológico, por el uso de
conceptos y aportes de las ciencias sociales y por el conocimiento de las más
avanzadas corrientes de la investigación histórica actual. Por último, el creciente
desarrollo de la disciplina ha impuesto la ejecución de proyectos colectivos, en
los que cada autor puede referirse con mayor seguridad a los temas de su
especialidad y dentro de su propia orientación. Esta obra, Nueva
Historia de Colombia, escrita en lo fundamental por •
historiadores de la nueva tendencia, es un buen ejemplo
de las virtudes que puede aportar tal forma de
comprender el pasado y el presente
de Colombia.
PLANETA
Plan de la obra
2 Era Republicana
VI Literatura y Pensamiento,
Artes, Recreación
PLANETA
Dirección del proyecto: Gloría Zea
Gerencia general: Enrique González Villa
Coordinación editorial: Camilo Calderón Schrader
CDD 986.1
N83
CDD 986.1
N83
Sumario
Sumario
Introducción
Jorge Orlando Melo 5
10 La música de Colombia
Otto De Greiff Haeusler 269
14 El deporte en Colombia
Mike Forero Nougués 351
15 El ajedrez en Colombia
Boris De Greiff Bernal 391
Introducción 5
Introducción
muerte de Silva, en un trágico gesto, y
Jorge Orlando Melo. desde la época de Pombo, la poesía ha
sido una forma de arte muy propia de
los colombianos, buena parte de los cua
Literatura y Pensamiento les aprende las fábulas de Pombo desde
la escuela y conoce al menos la obra
más popular de Silva, Valencia, Flórez,
l último volumen de esta obra De Greiff, Barba-Jacob o Carranza. En
E aborda temas que tradicional
mente se han dejado por fuera de
la década de los veintes la novela abre
un nuevo horizonte al país, que reco
los
noce sus conflictos y procesos de cam
libros y tratados históricos, y que han
sido considerados como propios de estu bio en las obras de Osorio Lizarazo o
dios especializados. La historia del arte, de Rivera. Los años posteriores a la se
o de la literatura, por ejemplo, han sido gunda Guerra Mundial han visto un cre
tema de importantes trabajos, pero no cimiento casi abrumador de la produc
han formado parte de las historias gene ción literaria, pero también un claro
rales del país. Por esto, su tratamiento afianzamiento de una calidad que per
ha dejado de lado las relaciones, com mite confrontar la obra de muchos co
plejas pero indudables, entre las formas lombianos con la literatura universal.
del pensamiento y la actividad política García Márquez, por supuesto, resulta
o económica de la sociedad. En nuestra la más fuerte confirmación de lo ante
época, cuando la ambición de los histo rior. Pero la historia de nuestra literatura
riadores es rendir cuenta plena de la evo no es sólo la de quienes han logrado el
lución de conjunto de una sociedad, de reconocimiento amplio del público, y
la totalidad de las formas de manifesta por ello las páginas siguientes atienden
ción de la actividad humana, resulta in a esos autores de vanguardia cuyo in
flujo puede ser restringido pero pro
completa una historia de Colombia que fundo y duradero, y a los escritores que
ignore estos aspectos. han tratado, en el ensayo social o filo
La historia de la literatura comienza, sófico, de comprender los aspectos
como parece propio para la Colombia esenciales de nuestra nacionalidad. Ló
de hace cien años, ante todo con la his pez de Mesa, Fernando González, Ger
toria de una nación de poetas: desde la
6 Nueva Historia de Colombia, Vol VI
ante todo un cine extranjero, desde país. En claro contraste con el universa
la segunda década del siglo han sido lismo de la llamada música culta, se
muchas, muchas más de lo que cual presentan las diversas manifestaciones
quiera creería, las películas hechas en de la cultura "popular": en estas páginas
Colombia. María, Aura o las violetas, aparece una descripción muy ilustrativa
tantas obras literarias, hasta el reciente de algunos aspectos de ella, en particu
Cóndores no entierran todos los días: lar su expresión en fiestas y danzas de
en ellas se encuentra la historia de la grupos indígenas del país, o de celebra
búsqueda de un cine propio. ciones colectivas como los carnavales
Otras formas de expresión de la crea de Barranquilla.
tividad reciben atención en estas pági Por último, no podía faltar en esta
nas. Por una parte, la música, cuyos Nueva historia una visión del humor na
caracteres la alejan de todo naciona cional y sus características, ni' el re
lismo radical, es en buena parte la his cuento de la vida deportiva, que tantas
toria de quienes incorporan al país los implicaciones ha tenido y tiene a todo
lenguajes universales; sin embargo, la nivel en nuestro país. Se cierra así, un
creación nacional es destacada, aunque panorama de las letras y las artes que
no constituye aún una actividad conti incluye también, como expresión crea
nua y atendida por los aficionados del tiva, la recreación.
Capítulo 1 9
Literatura y pensamiento.
1886-1930
Andrés Holguín cia paganizante, un renovado culto al
cuerpo humano, que se aprecian en la
escultura y también en la literatura; y
Antecedentes literarios vueltos hacia la antigüedad griega y
romana, reviviéndola más que copián
a literatura nace, en la geografía dola, ya hay en Italia figuras como Pe
L que hoy es Colombia, como una trarca y Botticelli, como Maquiavelo y
débil prolongación —un eco apenas,
un apéndice— de aquello que era la
Galileo.
Para entonces, España prolonga,
literatura de España en uno de sus ins penumbrosamente, su dilatada Edad
tantes más brillantes y sobrecogedo Media, hasta el punto de que muchos
res. Si el siglo XV fue, en su final, el se han preguntado, con razón, si existe
del asombroso descubrimiento de un verdadero renacimiento en aquella
América y allí mismo empezó la gesta cultura que, demasiado aferrada to
de la Conquista, de tanta gloria para davía a los modelos religiosos —en
los españoles como de tanto infortunio contraste con el resto de Europa—, no
y desamparo para los indígenas, los si avanza con la ciencia del momento
glos XVI y XVII representan, por exce —piénsese en la astronomía—, no ha
lencia, la llamada «edad de oro» de las regresado al culto del cuerpo humano
letras hispánicas. y a la sensualidad que ello supone, y
El Renacimiento había llegado tar cuya literatura es, en las postrimerías
de, sin embargo, a España; y si, en las del siglo xv, sustancialmente medioe
letras concretamente, Italia ya era ple val, como en el caso de ese gran poeta,
namente renacentista durante los si don Jorge Manrique, autor de las «co
glos XIV y XV, ese fenómeno no se ha plas» a la muerte de su padre don Ro
bía extendido todavía a la península drigo.
ibérica. Ciencia nueva, «cosmos» nue Pero si este soplo italianizante del
vo y, sobre todo, un hombre nuevo Renacimiento llega tarde a España, y
habían ya surgido en Italia; y sus pen sus primeros brotes son ya los que
sadores, novelistas y poetas tienen ya aparecen bien entrado el siglo XVI, con
el sello inconfundible de la nueva Garcilaso y Boscán, bajo el gobierno
edad. Hay un aire nuevo, una tenden imperial de Carlos V, se prolonga lue-
10 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
del ensayista y del poeta, sino como Esa actitud del escritor colombiano
algo de lo cual es imposible escapar: — evasiva o subjetiva—, que se evi
el escritor es eco o portavoz de su dencia en formas literarias tan disí
pueblo, de su generación, de su tierra miles como el cuento, la novela y la
misma. poesía, viene de atrás. El ejemplo más
Y, sin embargo... Sin embargo, al notorio es el de la época de la Inde
menos en el caso colombiano y en el pendencia. En un momento de tal
breve lapso de tiempo del que se ocu trascendencia histórica, el de la rup
pa este estudio (1886-1930), el fenó tura del régimen colonial, la poesía co
meno se presenta con notas muy di lombiana no encontró quien cantara
ferentes. ¿Una es acaso la teoría, apli ese episodio heroico, ni quien canta
cable a casos recientes (Picasso, Mi ra dignamente a Bolívar y su gesta
Aviso publicitario guel Hernández, Pablo Neruda...) y emancipadora. Era una época román
de la Librería otra, muy distinta, la situación que ha tica, como eran románticos sus pen
Torres Caicedo, bitualmente puede comprobarse en las sadores y sus héroes. Nótese cómo el
publicado en
"El Heraldo". letras colombianas, y, de manera muy romanticismo aparecerá mucho más
de Bogotá, 1892. especial, en ese período que va de la tarde en nuestras tierras, hacia la mi
época de la Regeneración hasta el as tad del siglo XIX; cómo el cantor de
censo del partido liberal al poder en Bolívar, Miguel Antonio Caro, co
1930? rresponde a una época ya muy distan
Lo cierto es que, al releer y analizar te de la epopeya de la independencia;
la literatura colombiana correspon y, sobre todo, cómo los poetas de la
diente a ese período de cuarenta y cin generación libertadora —como Luis
co años, la realidad del país no apa Vargas Tejada— se mantienen toda
rece por parte alguna —salvo mínimas vía dentro de una vertiente costum
excepciones—, y de ninguna manera brista muy pobre (Las convulsiones) o
podría afirmarse que los escritores de dentro de formas literarias que son
esa época —novela, cuento, poesía— apenas una débil prolongación de la
hayan reflejado, paso a paso, así sea retórica del siglo XVIII.
diseñando vagamente, los cambios su Nótese cómo otro tanto ocurre con
fridos por el país, sus abruptas o la generación del 1885-1886. Se trata
cruentas transformaciones, sus gue de otra época decisiva para el país.
rras civiles, sus metamorfosis políti Éste se transforma notoriamente. En
cas, económicas, sociales... Nada de frentamientos políticos e ideológicos
ello es tema central de la literatura. en todas partes; guerra civil de 1885;
Ése es el hecho. Y es un hecho que cambios sociales y políticos profun
reclama una clara interpretación: ¿au dos. El sistema federalista, que quedó
sentismo? ¿evasión? ¿subjetivismo? plasmado en la Constitución de Rio-
¿alejamiento voluntario de una reali negro de 1863, entró en quiebra y cri
dad inmediata que, muchas veces, re sis definitivas. Era una utopía, una
sulta agobiadora o traumática? ¿o es hermosa pero delirante utopía políti
una realidad que no es juzgada como ca. El sistema federalista, con sus go
objeto propio del arte? ¿o es el anhelo bernantes autónomos en los territorios
de lograr una obra literaria más per que hoy constituyen, aproximadamen
durable y trascendental? ¿o es acaso
una reacción, en profundidad, frente a te, los respectivos departamentos, do
las anteriores formas del costumbris tados de ejército propio y política,
mo local? Muchas pueden ser las in moneda y leyes locales, desarticuló a
terpretaciones, o las hipótesis. Pero el la nación, llevándola hasta la más caó
hecho mismo está a la vista: la falta de tica de las situaciones. De ahí la im
concordancia, incluso de comunica periosa necesidad de un cambio. Ese
ción, entre una dura realidad del país cambio, que reunificó a una nación
y la desenraizada actitud de sus escri antes atomizada en inútiles feudos, es
tores. tableciendo un régimen presidencial
muy fuerte, una pálida «descentrali
Capítulo 1 13
otros poetas
El romanticismo aparece muy tardía
mente en Colombia y se prolonga, de
manera insólita, hasta épocas muy
avanzadas. Este fenómeno, que se evi
dencia en la narrativa, ya que la María
de Jorge Isaacs aparece en 1867 (que
dando por fuera de nuestro estudio,
que parte de 1886), es especialmente
significativo en el área de la poesía. El
juego cronológico resulta, aquí, des
concertante. La palabra «romántico»
fue forjada por Juan Jacobo Rousseau
en 1765 cuando, al pasearse cerca del
lago de Bienne (Suiza), lo describe
como novelesco (roman-tique). El mo
vimiento poético así denominado se
incuba ya en las postrimerías del siglo Rafael Pombo
(1833-1912), muy
XVIII, especialmente en Alemania e In conocido por sus
glaterra, y obviamente sirve de preám "Fábulas y verdades",
bulo a la Revolución francesa de 1789, "Cuentos pintados" y
así como al movimiento de indepen "Cuentos morales
dencia de los Estados Unidos. Desde para niños formales",
es autor de poemas
esos cuatro polos culturales, el roman perfectos, como
ticismo poético se extiende pronto por "Noche de diciembre",
todo el mundo. Mientras triunfa de "Preludio de primavera"
cisivamente en Francia en las primeras y "Hora de tinieblas".
décadas del siglo XIX con Víctor Hugo, Con él, la poesía
romántica llega a
Lamartine, Vigny y Musset, Colombia su perfección
se mantiene todavía, en ese mismo en Colombia.
lapso, dentro de moldes neoclásicos,
como ya lo subrayé en el caso de Var-
(1817-1853); llegará a su plenitud con
Rafael Pombo; y se prolongará, en ver
tientes decadentes, hasta la muerte de
Julio Flórez en 1923. Son más de se
tenta años de poesía romántica, expre
sada en versos que se desenvuelven en
muy distintos niveles. Pero, en el pe
ríodo que nos concierne, sólo una gran
voz romántica en realidad: la de
presada en versos que se desenvuelven
en muy distintos niveles. Pero, en el
período que nos concierne, sólo una
gran voz romántica en realidad: la de
16 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Banquete en homenaje
al poeta Guillermo
Valencia, en Bogotá,
noviembre de 1932.
Lo acompañan Mariano
Ospina Pérez,
Baldomcro Sanín Cano,
el presidente
Enrique Olaya Herrera
y Tancredo Nannetti.
tra historia; y se planteó, como pro sólo deja un poema. Y es cierto: deja
blema primordial, la identidad del un poema, el que expresa lo esencial
hombre colombiano por encima de la de su vida o de su cosmovisión, acaso
variedad que denotan nuestras regio expresado en unas pocas formas poe
nes. Fue López de Mesa el primer so máticas, o en versos dispersos. Ya se
ciólogo colombiano. Obras suyas ñalé que ese fenómeno se reitera al
como La sociedad contemporánea, De pasar de José Eusebio Caro a Rafael
cómo se ha formado la nacionalidad Pombo, y de Silva a Valencia. Será
colombiana y, sobre todo, su Diserta una ley constante en la lírica de nues
ción sociológica dan una nueva ima tro país.
gen del país y su habitante. Pero, por Retomando el hilo de la poesía co
lo ya indicado, quede hecha apenas lombiana, hay que observar que del
esta breve alusión a la vasta obra so simbolismo de Silva deriva un poeta Eduardo Castillo
ciológica (sus cuentos y novelas tienen bastante desconocido pero de excelen (1889-1938).
menor trascendencia) de López de Del simbolismo de
te condición lírica. Es Eduardo Cas José Asunción Silva
Mesa. Muchos otros ensayistas apa tillo. Y del modernismo, de corte par deriva este poeta
recen antes de 1930, pero no pretendo nasiano, de Guillermo Valencia, se de excelente
hacer una lista completa y fatigosa... desprenden los sonetos de José Eus condición lírica,
tasio Rivera; surgen, así, dos libros de evocador de la
nostalgia, la ternura,
La poesía a principios del siglo XX marcado interés: El árbol que canta y la melancolía
Tierra de promisión. y la intimidad
Si la narrativa y el ensayo, a fines de Castillo, opacado por la fama de (Caricatura de
un siglo y principios del otro, resultan Valencia, circulaba nostálgico y bo Coriolano Leudo,
escasos y, con frecuencia, decepcio hemio en una Bogotá lluviosa, de al "Moncrayón", 1918).
nantes (dejando a salvo las importan cohol y de droga. Vistos ahora, a la
tes excepciones que he señalado en distancia, Valencia y Castillo han cam
esos dos géneros), la poesía, en cam biado notoriamente. Transformados
bio, mantiene su hermosa tradición, por el tiempo, la obra de Valencia se
que debe, eso sí, ser juzgada en su ver ha desvalorado en buena medida
dadero valor, o sea, no tanto por la (como los frescos de Pompeya), mien
profusión de alegres o bohemios ver tras los sonetos de Castillo perduran.
sificadores —que han dado una ima Aunque los versos de Castillo parecen
gen equivocada al país—, sino por la
presencia singular de unos pocos poe
tas admirables. Lo cierto es que la Fernando González
(1895-1964), autor
poesía es un extraño milagro, hecho de cuentos, novelas
tanto de sensibilidad como de altísima y estudios biográficos,
cultura, de intuición y dominio del dejó numerosos ensayos,
lenguaje, de música y hechizo. Y ese como su célebre
"Viaje a pie" (1928),
«milagro» rara vez se da. Piénsese que "que revelan, caso
a lo largo de más de cien años (todo bien excepcional en
el siglo XVIII), ni Francia ni España nos las letras colombianas,
dejaron un poeta, ni un poema... a pe una personalidad
sar de los muchos versos escritos. Ese filosófica, fuerte
y liberada
rigor con el cual debe apreciarse la
de prejuicios."
verdadera poesía —precisamente por (Foto de Jorge Obando,
el prodigio humanó que representa— hacia 1936).
conduce a otra conclusión que ya he
sugerido en líneas anteriores: es que
cada poeta nos deja, apenas, unos
cuantos poemas perdurables; y que,
así, las grandes obras, como las «obras
completas», resultan gravemente en
gañosas. Novalis decía que cada poeta
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
26
Porfirio Barba-Jacob
(Miguel Ángel Osorio
Benítez, 1883-1942),
en una fotografía
de 1927. Al lado,
' un autógrafo suyo
incluido en
"Antorchas contra
el viento",
compilación de sus
poesías realizada
por Eduardo Santa.
Lo esencial en
Porfirio "es su acento,
lúcido o sombrío,
su rebeldía,
su desgarrado terror
frente a la vida
y a la muerte,
su perplejidad ante
las estrellas y las
cosas cotidianas."
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
30
plácidos, hay días en que somos tan lú Pardo García habla, más bien, de sus
bricos, tan lúbricos...) el poeta regresa páramos entrañables, de su secreta des
a la verdad del morir: esperación.
Rafael Maya pasa de La vida en la
Mas hay también, oh Tierra, un día, sombra (es el título de su primer libro
[un día... un día... de poemas, de 1925), con versos inti-
en que levamos anclas para jamás mistas muy conmovedores
[volver.
Un día en que discurren vientos Volver a verte no era sólo
[ineluctables... un ligero y constante empeño,
Un día en que ya nadie nos puede sino anudar dentro del alma
[retener! el hilo roto del ensueño;
volver a verte era un oscuro
Similar mensaje, entre lo dionisíaco presentimiento que tenía
de la vida y lo patético de la muerte, de hallarte ajena, y sin embargo
es el que se encuentra expresado en seguir creyendo que eras mía...
otro de sus mejores poemas, la «Ba Volver a verte tras la noche
lada de la loca alegría». Para formarse impenetrable del abismo
una cabal idea de esta creación lírica, era hallar en tus ojos una
el lector tendrá que ir hacia esos tex imagen vieja de mí mismo...,
tos; y a muchos otros, como «Canción
de la soledad», «Un hombre», «La pasa así de sus versos primigenios a
mentación de octubre»... para hallar, otros poemas de más alto vuelo, los
en toda su hondura humana, la voz del
gran poeta.
León de Greiff
(1895-1976),
foto tomada hacia
Los Nuevos. Otros poetas. 1918, por la época
en que era contador
Piedra y Cielo del Banco Central
y publicaba poesías
Hay que cerrar este rápido esquema en semanarios y
de la poesía colombiana con una alu revistas literarias
sión al grupo llamado de «Los Nue con el pseudónimo
vos». Cerrarlo así un tanto arbitraria de Leo Legris.
mente, en cuanto estos poetas nacen ¿Lo mejor de
su poesía?
aproximadamente con el siglo XX pero La música encantada
la irradiación de sus poemas se prolon de sus versos.
ga más lejos, mucho más acá de 1930.
Bastará esa breve alusión. Y concretán
dola a tres nombres principales.
¿Lo mejor de León de Greiff? La
música encantada de sus versos. ¿Lo
mejor de Rafael Maya? Su serena
emoción, que parece la de un clásico
de nuestros días. ¿Lo mejor de Ger
mán Pardo García? El mensaje de an
gustia que atraviesa sus poemas.
León de Greiff (1895-1976) maneja
una orquesta personal, como los viejos
juglares lo hacían con el laúd en el me
dioevo. En los poemas de Maya, como
antes en los campos de Guillermo Va
lencia, renace en Popayán que murió
casi del todo en reciente catástrofe.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
32
León de Greiff
(tercero en la
segundafila) e integrantes
del grupo La Fragua,
de la Universidad
de Antioquia, 1912.
Tres años más tarde
De Greifffundaría
elfamoso grupo
literario de
los Panidas,
también enMedellín.
que aparecen en los Coros del medio del lector compartir o recrear el
día (1928) y, luego, en su volumen ti poema:
tulado Después del silencio. Allí están
algunos de los mejores poemas escri Poeta soy, si es ello ser poeta.
tos en nuestro país. Baste citar su «In Lontano, absconto, sibilino. Dura
vitación a navegar» y «En las primeras lasca de coridón, vislumbre oscura,
horas». gota abisal de música secreta.
Hay que anotar que, por un extraño
fenómeno, tal vez de aquellas afini Amor apercibida la saeta.
dades electivas de que habló Goethe, Dolor en ristre, lanza de amargura.
las últimas generaciones colombianas, El espíritu absorto, en su clausura.
tanto de críticos como de poetas, ex Inmóvil, quieto, el corazón veleta.
perimentan cierta repulsa —más ins
tintiva que reflexiva— frente a los Poeta soy si ser poeta es ello.
poemas de Rafael Maya y de Germán Angustia lancinante, pavor sordo.
Pardo García. Quizá algo falta o falla Velada melodía en contrapunto.
en la obra de Maya: tal vez la voz tan
personal de Silva o de Barba-Jacob, la Callado enigma tras intacto sello.
aguda sensibilidad de Pombo o la su Mi ensueño en fuga. Hastiado y
gestiva picardía del «Tuerto» López o [cejijunto.
de De Greiff. Lo cierto es que Maya Y en mi nao fantasma único a bordo.
parece con frecuencia demasiado me
dido o ecléctico. Muchos piensan que Este soneto («Poeta soy») revela
su poesía es más susceptible de ser ad significativamente el personalísimo
mirada que amada. Y ello es grave. lenguaje y el tono lírico de León de
Un mayor consenso existe respecto de Greiff. Pero el abanico de su poesía es
la admirable creación poética de León muy amplio. Y, si el lector desea hacer
de Greiff. Influido fuertemente por una aproximación, así sea fugaz, a esta
los simbolistas franceses, que son sus obra múltiple, deberá sumergirse lar
indiscutibles maestros, tiene la música gamente en los volúmenes del poeta
inefable y la gracia sutil de una poesía antioqueño. Allí encontrará sus can
melodiosa y alada, con notas autobio ciones, sus baladas, sus relatos, una
gráficas y alusiones cultas, que exigen inmensa riqueza poética. Todo lo vi
Capítulo 1 33
En el fresno que me abre sus maderas tegrantes del grupo de Piedra y Cielo, Rafael Maya
como un hombre que brinda su como Eduardo Carranza, Arturo Ca- (1898-1980),
macho Ramírez, Tomás Vargas Oso- estudio fotográfico
[bondad, de 1919.
al ir a reclinarme he presentido rio, Carlos Martín, Jorge Rojas, Darío En su poesía
la tempestad. Samper y Gerardo Valencia; pero son se debe destacar
poetas mucho más cercanos a nuestros la serena emoción,
En los ojos de todas las criaturas, días (Espejo de naufragios, el primer "que parece la de
libro de Camacho Ramírez, es de un clásico de
en toda pequeñez o inmensidad, nuestros días."
ha encontrado mi alma frente a frente 1935) y salen, por tanto, del marco fi
la tempestad. jado a este capítulo.
Lo cierto es que los movimientos li
Vendrá el silencio de absolutas formas, terarios (novela, cuento, ensayo, poe
descenderé a la múltiple unidad, sía...) no coinciden con los cambios
y todavía escucharé en el polvo políticos del país; y soy consciente de
la tempestad. que ni empecé en 1886 ni terminé en
1930 como me lo había propuesto.
Muchos otros poetas merecerían un Pero la literatura, como la vida, tam
estudio cuidadoso, en especial Anto bién está hecha de aproximaciones y
nio Llanos, Aurelio Arturo y los in- de incertidumbres...
34 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
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El verdadero cambio
¿Quién fue su artificie? Varios. Entre
ellos, y en primer lugar, Jorge Luis
Borges. En 1932 aparece en la Argen
tina, con el título de Discusión, una
recopilación de sus ensayos: la poesía
gauchesca, la Cábala, el cine, el escri
tor argentino y la tradición, las versio
nes homéricas, Whitman y Flaubert.
Allí, también, un ensayo fechado en
1930 y titulado La supersticiosa ética
del lector. En su página final asienta
Borges esto:
«La preferida equivocación de la li
teratura de hoy es el énfasis. Palabras
definitivas, palabras que postulan sa
bidurías angélicas o resoluciones de
una más que humana firmeza —único,
nunca, siempre, todo, perfección, aca
bado—, son de comercio habitual de
todo escritor. No piensan que decir de
más una cosa es tan de inhábiles como
no decirla del todo, y que la descui
dada generalización e intensificación
es una pobreza y que así lo siente el
lector. Sus imprudencias causan una Alberto Ángel
Montoya, en 1960.
depreciación del idioma.» Concluyen Sus madrigales
do: «Ignoro si la música sabe deses galantes, último
perar de la música y si el mármol del reducto del
mármol, pero la literatura es un arte modernismo, ya
que sabe profetizar aquel tiempo en carente de nervio.
que habrá enmudecido, y encarnizarse
con la propia virtud y enamorarse de
la propia disolución y cortejar su fin.»
Por los mismos años en que una li
teratura honesta y animada de buenas
intenciones, o patética y tremendista,
o simplemente panfletaria, pretendía Luis Vidales:
cambiar el mundo, Borges modificaba único ejemplo de
las vanguardias
el ángulo de enfoque y hacía que la li con sus poemas de
teratura se mirase a sí misma. Gracias "Suenan timbres",
a tal modificación, nuestras letras se publicado
volvieron mucho más eficaces. A la en 1926.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
40
Pablo Neruda a su
llegada a Bogotá,
en septiembre de
1943. A su lado,
Arturo Camacho
Ramírez y Eduardo
Carranza.
"Residencia en la
tierra" (1933, 1935),
de Neruda, fue una
de las obras
señeras en el
propósito de
renovación de la
poesía.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
42
Colombia literaria:
reacción y progreso
La convivencia, en el mismo lapso, de
por lo menos tres generaciones: la
del Centenario, la de Los Nuevos y
la de Piedra y Cielo; la imagen que nos
deparan las revistas literarias más des
Capítulo 2 43
Germán Arciniegas,
embajador de Colombia
en México, hace
entrega de las
cenizas de Porfirio
Barba-Jacob al
gobernador de
Antioquia, Germán
Medina Ángulo,
y al director de
educación Ramón
Jaramillo Gutiérrez,
en presencia de
familiares del
poeta, enero 14
de 1945. La foto,
tomada en el
Cementerio Universal
de Medellín
es de Carlos E.
Rodríguez.
la que daba razón de ser a una tierra por simpatía o rechazo, por afinidad o
y a unas gentes, alimentándose de su distancia, diversas propuestas litera
circunstancia, pero trascendiéndola rias. Esos avances y esos retrocesos,
gracias a la síntesis melódica que sus esas pugnas y esos marginamientos,
ritmos, purificados de toda nostalgia son los que ahora podemos medir
espuria, alcanzaban. Era el adiós a mejor, a través de varios casos concretos.
una naturaleza convertida en magia. Literatura que en tantos casos
En los mismos años de la preocu parecía evadirse de los problemas in
pación hispánica de Piedra y Cielo, y mediatos, la fuga desembocó, en los
los sucesivos furores gongorinos, gar- mejores, en obras inconfundiblemente
cialorquianos, nerudianos y miguel- nuestras. Otros, medularmente com
hernandezcos; de la asimilación de la penetrados con su momento, parecen
derecha francesa por parte de Los más bien devorados entre la rigidez de
Leopardos; o de la eficacia comuni dos fechas. Sin embargo, la auténtica
cativa, en su tarea biográfico-periodís- literatura, que es siempre un perpetuo
tica, a la usanza norteamericana, que presente, se nutre tanto del pasado
demostraba Arciniegas, Aurelio Ar como de los imprevisibles caminos que
turo recordaba el hilo de un diálogo va abriendo.
entre el poeta y su medio, que nacido,
quizás, en Silva, atravesaba esa deci Baldomero Sanín Cano,
siva época de cambios, para mantener maestro benévolo
y renovar una tradición. Para perdu
rar, siendo algo original. Algo La revista Patria, de Bogotá, decía en
que atiende a los orígenes de nosotros su edición correspondiente al 6 de no
mismos. viembre de 1924: «Ha salido de Lon
El liberalismo reformista que subió dres con rumbo a la República Argen
al poder con Olaya Herrera, otorgan tina, de donde se encaminará a esta
do derechos a la mujer y posibilitando ciudad, nuestro ilustre compatriota
el acceso a la conducción del país de don Baldomero Sanín Cano, quien ha
una clase empresarial más próxima a estado ausente de la patria desde hace
una burguesía moderna, suscitaría, cosa de veinte años, durante los cuales
Guillermo Valencia y
Baldomero Sanín Cano
en el estudio del
pintor Efraín
Martínez, en Popayán,
mientras posaban
para su doble retrato
de 1932
(ver página 40).
48 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
si amor no fue, / ningún otro amor se (cómo se reiría, con tal expresión) ha
ria atemperaba su salacidad jocunda: bía sido pionero, mucho antes que
¡Oh Rosa de los abrazos / de fulva leo Uribe Piedrahíta y Zalamea Borda, en
na en brama! / Rosa picara felina. Y sus respectivas novelas. Él, De Greiff,
esta lujuria de buena ley —«dóname también dejó la ciudad y se fue a per
tu lagar tibio y recóndito»— contri seguir el oro, en los ríos de Antioquia,
buía a vigorizar el pentagrama infinito el Nare, el Porce, con puertos solea
de sus ritmos; su obsesión por conver dos, tiendas de lona, gentes de aven
tir el poema en pura música. tura, alcohol y alegres damiselas, que
Sólo que la corporeidad era palpa ahora resurgen, en su memoria, como
ble. Admitía el sarcasmo contra ¡toda el paraíso perdido. El barco ebrio de
la trinca, todo el cotarro!, ¡el zafio lote! Rimbaud, anclado en una altiplanicie
León de Greiff
y hacía que un lenguaje añejo se de —Bogotá— poblada de nubes y mu
en la madurez. sempolvara con su desparpajo de ju gre. Era la vida en bruto; la vida sana,
Sus seudónimos: glar extemporáneo. Parecía precipi en fin, la que había quedado atrás y a
Leo Legris, Guillaume tarse en el absurdo, por culpa de sus la cual ahora el fastidio urbano va ha
de Lorges, Sergio caprichos, pero nunca caía. Erguido y
Stepansky, Gaspar von
ciendo perder brillo.
der Nacht, Bogislao von robusto, sabía muy bien su origen sue Pero todo un paisaje muy concreto,
Greiff, Matías Aldecoa, co, y las fuentes que lo nutrían; de de ríos y quebradas, de casas de zinc
Erik Fjordson, Barba-Jacob a Poe, de Verlaine y y guaduas, de aguardiente y hamacas,
Claudio Monteflavo, Rimbaud a Baudelaire y Laforgue, de se trueca, sin perder por ello nada de
Ramón Antigua, Tristán Corbiére y Heine al Flaubert
Gunar Tremholt,
su sabroso picante, en una saga mito
Diego de Estúñiga, de Bouvard y Pecuchet. Sabía también lógica, donde venus y sirenas conviven
Proclo, hacia dónde —«se encaminaba su con robustas campesinas, en algo in
El Shalde, nave»— para emplear uno de sus to- confundiblemente colombiano, dentro
Harols el Obscuro, picos predilectos: hacia sí mismo. En de su peculiar mitología. Es ya Bolom-
Lope de Aguinaga,
Miguel Zulaibar,
el «Relato de Gaspar» lo dice: bolo, «región salida del mapa», tan real
Beremundo el Lelo, como imaginaria, y a la cual él puebla
Alipio Falopio, en orgulloso narcisismo con sus copiosos personajes. Una mul
Tantonto Bandullo, espiritual aposente el entero titud de alter-egos que él ha puesto en
Adenagodosor marcha, con su talento, y en plan de
el Tratajoso.
ritmo de las fazañas antañonas
y el palpitante ritmo de mi iluso conquista, como señala Jorge Zala
ensoñar y también el turbulento mea, para ocupar esa tierra que ya era
inverecundo ritmo de mi pasión suya mediante el idioma, la música, la
[desbordada, ironía y el amor perceptible. Todos
y el ritmo sincopado de mi definitivo ellos —el pícaro truhanesco, el juglar
[aburrimiento: medieval, el sentimental claudicante,
en orgulloso narcisismo, Oh Risa! el iracundo polemista—, todas estas
máscaras sugieren su prodigiosa ca
Contra «el grasoso potaje de la vida pacidad inventiva, sustentada en una
cotidiana» él enfila su tedio y enrumba férrea realidad: la fidelidad a sí mis
su odio, en ningún momento dañino. mo; a sus quimeras, invenciones y
Eran formas de un discurrir distraído, y mentiras. Su máxima evasión, su ma
en el fondo inocente, de grata charla yor irrealidad, era vivir en Colombia.
bohemia y entre amigos. Pero esta char Entre Ofires soñados y penurias
la, ingeniosa, viva, y animada por mu reales, De Greiff va tejiendo su vasta
chas lenguas, mucha música, y diversas tela, de «cazador cazado». «Corazón
literaturas, no le impedía mantener, con desalado y espíritu burlón», «de poeta
claridad, las distancias, lejos de Santan- (y en el Trópico) estoy»: qué mejor de
deres y Bolívares, como dice en el «Re finición que la suya propia. El resul
lato de Aldecoa». tado, en estos años treinta —véase el
El ocioso era lúcido; y su no hacer «Relato de Sergio Stepansky» o el
nada, terriblemente fecundo. Incluso «Relato de Guillaume de Lorges»—,
en la exploración de tierras vírgenes es insuperable.
Capítulo 2 51
telectual, poeta docto, estas preocu sarán con cualquier jerarquía, re Grupo de escritores
creándose en el espectáculo final «de y poetas, entre los
paciones se hacen más claras en sus que se distingue a
ensayos. una vasta e incurable mediocridad». Arturo Camacho
El Ortega y Gasset de La rebelión de Ramírez, Jorge Rojas,
Una crítica justa las masas (1929) entusiasmó a muchos José Umaña Bernal,
latinoamericanos. Eduardo Carranza,
ante una tradición precaria Esta conciencia crítica sustentada Juan Lozano y Lozano,
Felipe Lleras,
«Fue firme siempre sin arrogancia vana, en una ética del lenguaje le fue útil Enrique Uribe White,
y orgulloso, sin vanidades pueriles»: así para analizar nuestra breve tradición Luis Eduardo Nieto
describe Maya a José Eusebio Caro y anterior, con gran perspicacia. Caballero, Rafael
algo de eso hay también en Maya. Con «Muchas de las poesías de Rafael Maya, Hernando
Núñez son exposiciones prosaicas de Turriago (Chapete).
tinuidad y rigor, desdeña el histérico
brillo de los aciertos ocasionales y elige, temas científicos, escritas en renglones
en cambio, la penumbra diligente. Tra cortos.» «¿Qué cosa quedó de ese hu
baja a largo plazo. manismo del siglo pasado, de ese fer
«Somos un pueblo de hombres apa vor por los estudios clásicos de que fue
sionados y, por lo tanto, mudables e símbolo preclaro Miguel Antonio
inconstantes», escribe en su ensayo so Caro? Quedó un poco de fraseología,
bre «Aspectos del romanticismo en la afición por ciertos temas eruditos y
Colombia», y luego agrega: más que algo que podríamos definir como la
apasionados somos, en realidad, «sim manía o prurito del greco-latinismo.
plemente emotivos». Esto explica qui En fin: un humanismo fraccionado y
zás «el país de burócratas y de emi acomodaticio, para uso de la oratoria
nencias pedigüeñas», como lo definió; y el periodismo, y con todos los estig
y da pie para su aristocratismo de es mas del ripio y del rezago.» «Pequeña,
píritu: los prejuicios dominantes y la muy pequeña, en relación con su vida,
voluntad sañuda y vengativa de las su talento y su formidable ilustración,
masas —tales son sus palabras— arra es la obra de Valencia.»
54 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
En 1944 se definió con estas pala hoy, resultan demasido largos para
bras: «No me ha disgustado nunca la una volandera hoja de periódico.
palabra retrógrado, ni cuando se apli Eran, si se quiere, más profundos y
ca en sentido literario, ni cuando se le más graves. No es que Maya se situase
da significación política y religiosa. Si al margen de lo que estaba pasando.
algo necesita apoyarse en los suelos Por el contrario. Como director de la
más duros del pasado es la revolu crónica literaria del diario El País, de
ción.» He aquí el fundamento de su fe Cali, impulsó, desde 1936, las prime
en «la continuidad lírica de Colom ras apariciones públicas de Piedra y
bia». «Como todos los pueblos pobres Cielo y, antes, los trabajos premoni
y felices, hemos cantado mejor de lo torios de Aurelio Arturo. Y, aunque
que hemos logrado vivir. La belleza breve, su participación, en 1944, como
nos ha prestado auxilio siempre para miembro del partido conservador en
suplir abundantemente lo que nos la Cámara de Representantes, mues
negó la menguada realidad.» tra con claridad sus simpatías políti
cas. Pero hay algo en él que se sustrae
Mirada al contorno a los afanes de la hora. Una solidez en
su tarea crítica y una equilibrada frial
En un país de nueve millones de ha dad en su quehacer poético, que
bitantes, como el que describió muy demuestran la firme profesionaliza-
bien la norteamericana Kathleen Ro- ción de su tarea y el recto criterio
moli, en su libro Colombia (Buenos con que siempre la puso en práctica.
Aires, Editorial Claridad, 1944), don Sin abdicaciones y a la vez sin con
de sólo había 35.000 extranjeros regis cesiones.
trados como residentes, y «en el que
la clase gobernante es limitada y el 80 Jorge Zalamea (1905-1969),
por ciento de la población es analfa la praxis de un hombre de letras
beta», era apenas natural que los es
critores buscasen perpetuar el carácter En 1933, Jorge Zalamea publica su en
ideal de su república literaria. Como sayo político: De Jorge Zalamea a la
lo dijo Alberto Lleras, a la presidencia juventud colombiana. Era vicecónsul
de la República se podía llegar por en Londres. Se trata de una vigorosa
una escalera de alejandrinos parea diatriba contra la generación del Cen
dos. Sólo que por aquellos años, y con tenario, «inconsciencia, debilidad, his-
buen olfato, ya percibían las modifi trionismo y mezquindad en sus fines»,
caciones que experimentaría su hábi tales las acusaciones, y un llamado de
tat. Ahora sólo les quedaban los su alerta a los miembros destacados de su
plementos literarios de los periódicos, generación —Los Nuevos, título de
y no el país, para medir sus fuerzas. una pequeña revista literaria de la cual
Otro viajero, el boliviano Alcides Ar- sólo aparecieron cinco números en
guedas, había registrado en su libro La 1925— previniéndolos acerca de su
danza de las sombras (1934) el tiraje de «adhesión entusiasta a los hombres y
los diarios, al comenzar la República Li doctrinas» del Centenario. Los Nue
beral, en el 30. Eran éstos: «El Tiempo, vos más destacados eran los hermanos
30.000 ejemplares en edición ordinaria Felipe y Alberto Lleras Camargo,
y hasta 50.000 los domingos; Mundo al Maya, Arciniegas, Elíseo Arango,
Día, 20.000 y, los sábados, hasta León de Greiff, Francisco Umaña
40.000; El Espectador: 15.000; El Nue Bernal, José Mar, Manuel García He
vo Tiempo: 5.000; El Diario Nacional; rreros y Luis Vidales, a juzgar por la
4.000; El Debate: 3.000. nómina de colaboradores. La carta de
Allí, a través de ellos, y, claro está, Zalamea es, además de un programa
mediante la radio, se daría la batalla de gobierno, una defensa de la inde
por la modernización y el cambio. pendencia del hombre de letras ante la
Pero los ensayos de Maya, releídos política, y a la vez de su libertad de
Capítulo 2 55
Ilustración para la
versión discográfica
de "El gran Burundún
Burundá ha muerto",
publicado por la
emisora HJCK en la
voz de su autor,
Jorge Zalamea Borda.
Es su mejor obra,
escrita en Argentina.
El viaje a la Guajira
de Eduardo Zalamea Borda
Más compleja, indudablemente; más
lírica, en su ambientación; más ena
morada de sí misma en el análisis de
una mente y un cuerpo, es Cuatro
años a bordo de mí mismo (1934).
Subtitulada «Diario de los cinco sen
Capítulo 2 59
ciudad, su rechazo es tajante: «Aquí regido por una gracia ágil, entre ne
está la civilización, llena de números, bulosa y mágica, a través de la cual
de fechas, de marcas. Allí, la vida ver asomaba un idealizado pero percepti
dadera, dura y desnuda como una pie ble paisaje tropical; y una vibrante
dra. Allí estaban las mujeres desnu sonoridad, surcada de juegos de
das, los hombres francos, los peligros palabras:
simples y con los dientes descubiertos.
Aquí está todo velado, escondido, fal ¿En que jardín del aire o terraza del
sificado.» El retorno lo hace con los [viento,
dos libros que lo habían acompañado: entre la luz redonda del cielo
Los trabajos y los días, de Hesíodo, y [suspendida,
El viajero y su sombra, de Nietzsche. creció tu voz de lirio moreno y la
El contraste, sólo en apariencia, es no [subida
torio. Se trata, en verdad, de dos in agua surtió que te hace de nube el
telectuales que revelan los caracteres [pensamiento?
de su sociedad, huyendo de ella. Pero,
curiosamente, a través de los libros Transparente en el sentimiento y
que escriben terminarán por hallarla, artificial en la forma, había en ella, sin
retratada en sus páginas. Las dos no embargo, algo íntimo en medio de su
velas —Toá y Cuatro años a bordo de levedad. Sin embargo, como lo dijo
mí mismo— son el verdadero viaje. Jorge Zalamea en 1940: «Eduardo Ca
rranza tiene alas para vuelos más altos
Eduardo Carranza (1913-1985). y amplios que los circulares que en
«Salvo mi corazón, todo está bien.» saya en su clausurado jardín de niñas
como alondras y jazmines como
Si bien los primeros poemas de Au niñas.»
relio Arturo, aparecidos en suplemen En contra de la altisonancia predo
tos literarios de 1931 a 1934, consti minante, Carranza opuso un adelga
tuyen el punto de ruptura en medio zamiento verbal y un acento más fino,
del largo dominio modernista, éste hecho casi siempre de nostalgia:
sólo falleció oficialmente en Colombia
en 1936 con la aparición del libro ini Asomada en su alma, ella sonríe
cial de Eduardo Carranza: Canciones detrás del aire, pensativamente.
para iniciar una fiesta, al cual habrían
de seguir, dentro del período que con Al mismo tiempo, Carranza, am
templamos, otros dos: Seis elegías y un parado en Rubén Darío y Juan Ra
himno (1939) y Ellas, los días y las nu món Jiménez, iniciaba sus campañas
bes (1941). líricas y, secundado por Bolívar, el
Y fue quizás la personalidad beli Bolívar autoritario, el Bolívar de la
gerante de Carranza, nacido en constitución boliviana, sus escaramu
Apiay, en los Llanos Orientales, y zas políticas.
afirmada en su destino de poeta, la en En 1935, por ejemplo, conocerá a
cargada de dar carta de ciudadanía a Guillermo Valencia, quien desde la
una poesía esbelta y emotiva, llena de aparición de Ritos (1889) había ejer
sugerencias musicales y que tenía cido una dictadura poética, dictadura
como elementos más propios un cielo que habría de prolongarse aún por al
perpetuamente azul y un coro de don gún tiempo, y a la cual no eran ajenos
cellas inmateriales, o de «doradas se el hecho de haber sido dos veces can
ñoritas lánguidas», como las llamaría didato frustrado a la presidencia de la
cuarenta años más tarde. República y el vivir, arisco y señorial,
Esta poesía, que encontraba en en una ciudad hecha a su medida, po-
Garcilaso y en Gustavo Adolfo Béc- payán, de la cual llegó a ser cantor y
quer algunos de sus paradigmas, res símbolo. Carranza, de veintidós años,
piraba un clima de juventud y lozanía, quien acaudillaba un movimiento ju-
Capítulo 2 61
bía puesto a circular por toda Améri fluidez, su aroma volandero, a más ló
ca, esta poesía aérea, delicada y sus gicas y obvias fórmulas expresivas.»
pirante, que retomaba «el imperio tan Como él mismo lo reiteraba, «volvie
dulce como tiránico de las eternas nor ron a los eternos asuntos con las eter
mas poéticas», según las palabras de nas palabras: el amor terreno y el ce
Jorge Zalamea, adquirió, sin embar leste amor, la angustia del tiempo, del
go, en el caso de Carranza, una en espacio, de la muerte, la ausencia, la
tonación propia. voluptuosidad, la nostalgia, la melan
Base de su fama fueron sus sonetos, colía, la alegría o la pena de existir.
recogidos en Azul de tí (1937-1944). Había pasado la tormenta, y el campo,
Allí se agrupan versos que la memoria el aire y el cielo de la poesía eran de
colectiva no olvida, como aquellos de nuevo puros, azules, cristalinos».
«Teresa en cuya frente el cielo empie Sólo que esa poesía primaveral, rni-
za» o el conocido final de su «Soneto mética, en ocasiones, de la de Pedro
con una salvedad»: «salvo mi corazón, Salinas, de la de Jorge Guillén, de la
todo está bien», que gozaron de justa del propio Paul Valery, cuyo Cemen
resonancia. La poesía, ha dicho Ca terio marino tradujo Jorge Rojas en
rranza, es anécdota trascendida, y en 1945, corría varios peligros. El mayor,
ella un neo-romántico exaltaba, den como lo expresó, en 1944, Joaquín Pi-
tro de la tradición clásica española, el -eros Corpas, refiriéndose a la totali
mito del amor juvenil. La palabra me dad del piedracielismo, era el compro
lancolía, una melancolía entre enter- bar cómo «la excesiva finura de las
necedora y elástica, define muy bien imágenes» comunicaba a los textos
dicho período, en el cual mantiene la «una fragilidad exasperante». Lo que
añoranza de un paraíso feliz, y per fue asombro, y metáforas sorpresivas,
petuamente perdido. Un paraíso de se había trocado en fórmula. A partir
palmeras y vastos horizontes por el de allí, y utilizando el mismo arsenal
cual flotan, translúcidas, o saltan gim metafórico, Eduardo Carranza se de
násticas, innumerables muchachas, dicó a cantarle, en voz alta, a la patria.
siempre en flor. Su lenguaje diáfano y Fabricó, así, una poesía pública y enu
su buen gusto le impiden caer en el merativa, conmemorando paisajes y
riesgo sentimental, como lo ha seña sobre los cuales ha caído, en forma
lado Fernando Charry Lara. justa, el peso del tiempo. En esa ruta,
Una nota de Carranza, fechada en próxima al «nerudismo», lo había pre
1943, y referida a su compañero de cedido Rojas con sus conocidos poe
Piedra y Cielo, Jorge Rojas, define mas «El cuerpo de la patria» y la «Pa
bien los objetivos del grupo: la vigen rábola del nuevo mundo», dedicado
cia de los mismos, entre 1920 y 1935, este último a Cristóbal Colón y fecha
ha quedado atrás; atrás han quedado, do en el año 1945.
entonces «los deleznables tópicos ul- Autor de uno de los primeros ar
traístas, la denominada poesía social, tículos que se escribieron en Latino
a base de un falso sentimiento revo américa sobre José Antonio Primo de
lucionario y una reiteración interna Rivera, el caudillo falangista; defen
cional de lugares comunes; la utópica sor, en el juicio universal, de Benito
poesía pura con su pretencioso her Mussolini; cantor de Cara al sol, «el
metismo». himno más hermoso de amor y muerte
«Se buscaron de nuevo la claridad que yo conozco», Eduardo Carranza
conceptual, la clásica ordenación, la era, mediando la década de los cua
métrica y los ritmos tradicionales y renta, un poeta célebre quien, en cier
una prudente objetividad; se procuró to modo, había desplazado a Guiller
—aun reaccionando contra la anéc mo Valencia, arrebatándole su «cetro
dota literaria y el poema argumental— de insigne marfil». Viajaría, en 1946,
dar a la poesía asideros mentales y a Chile, como agregado cultural, y
sentimentales y reducir su misteriosa allí, como luego, más tarde, en Espa-
Capítulo 2
63
El poeta Eduardo
Carranza con el
escritor
y académico español
Camilo José Cela,
durante una visita
a la casa de
Antonio Machado,
en Segovia, 1953.
En ese momento,
Carranza era
agregado cultural
de la embajada
de Colombia
en Madrid.
ña, entre 1951 y 1958, su poesía ex Sin embargo, cuarenta años más
perimentaría un cambio sensible. Ma tarde, estas palabras de Danilo Cruz
duraría y se enriquecería. Vélez hacen justicia al aporte inicial
Precisamente un poeta chileno, Pa de Carranza: «El primer libro de Ca
blo de Rokha, proverbial enemigo de rranza —dice— significó una ruptura
Neruda, visitó por aquellos años, con una tradición de extemporaneidad
1945-1946, a Colombia, publicando y una incorparación de la poesía co
sus impresiones en un libro titulado lombiana a la modernidad.» ¿La ra
Interpretación dialéctica de América - zón? En Canciones para iniciar una
Los cinco estilos del Pacífico (Buenos fiesta «el poema se desliga de lo dado,
Aires, Ediciones Libertad, 1947). y no tiene que buscar su verificación
Miembro del partido comunista y de en las cosas —en los objetos exterio
fensor a ultranza de la Unión Sovié res, en los sentimientos, en el mundo
tica, Rokha se sorprende al ver cómo, cultural— sino en sí mismo». Auto
durante el segundo gobierno de López nomía de la poesía para cantar lo que
Pumarejo, muchas «figuras intelectua su propio lenguaje le dicta y de esta
les de la clase media, que adoptan las manera poder recobrar, de nuevo, el
formas académicas de la versificación mundo. Tal la contribución de Carran
caduca», y que «arrastran aún la mar za y su grupo.
ca de la camisa negra del fascio», re Un aporte, como todos los de este
presentan una tendencia innovadora. período 1930-1946, marcado por las
Le asombra aún más comprobar cómo fecundas contradicciones de una épo
«la actitud académica de Piedra y Cie ca de cambio. Pero, como diría Bor-
lo aparece como revolucionaria», y ges, ¿no son acaso todas las épocas,
cómo la reacción hace la revolución li épocas de cambio? Así, por lo menos,
beral contra la reacción y apoyándose y en este caso concreto, lo atestigua
en los reaccionarios, todo lo cual, «in esta literatura, debatiéndose, de con
discutiblemente» —según él—, «va a tinuo, entre un pasado que la constri
la demagogia». Tal era el contradic ñe y un futuro que no logra visualizar,
torio clima en que se desarrolló Piedra del todo, en sus retrocesos y en sus
y Cielo, calificado por Rafael Gutié rupturas. En su estabilidad renova
rrez Girardot de «Revolución en la dora y en sus avances, a veces no del
tradición». todo perceptibles.
64 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
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Colección Autores Nacionales N.° 28, 1978.
Capítulo 3 65
Literatura y pensamiento.
1946-1957
Luis Antonio Restrepo
En la Biblioteca
Santander, de la
Casa de la Cultura,
en Medellín, algunos
de sus principales
promotores: César
Rincón Noreña,
Manuel Mejía Vallejo,
el escultor José
Horacio Betancur;
atrás: Carlos Castro
Saavedra, Balmore
Alvarez, Luis Marte!
y Alberto Aguirre
(fotografía de
Carlos E. Rodríguez,
mayo de 1948).
Capítulo 3 73
Novelistas de la
Violencia:
José Antonio Osorio
Lizarazo, autor de
"El día del odio"
(1952) y Daniel
Caicedo, autor de
"Viento seco" (1953).
Capítulo 3 75
Durante el primer
Festival del Libro,
en Bogotá, una
entrevista de
Alberto Zalamea,
director de "Semana",
con Eduardo Caballero
Calderón y
Manuel Scorza,
agosto de 1959.
Capítulo 3 77
León de Greiff:
durante seis décadas
su presencia en la
poesía colombiana
es absolutamente
única y original.
La musicalidad,
la recreación del
lenguaje,
la identidad de
sonido y sentido
y su relación
intensa y crítica
con la vida
caracterizan
su obra.
lombiana del largo sueño en que la su Era la Poesía como la luz del viento
mieron la regeneración y la hegemo cuando discurre —sordo—, cuando
nía conservadora, publica De mi vida [divaga —ciega—.
y otras vidas, y en 1955, dos años antes Símbolo puro del infinito dentro del
de su muerte a los noventa y seis años, [momento
sale, editado por Losada, su último li y de lo efímero que dura y que perdura
bro: El humanismo y el progreso del [y que se va y que nunca llega.
hombre. León de Greiff (1895-1976)
empieza a publicar sus poemas en la Era la Poesía como campo reseco tras
revista Partida, editada en Medellín en [la siega,
1915. Su presencia en las letras colom como el océano después de la borrasca,
bianas es, desde ese momento, un he [híspido y lento.
cho único. El carácter verdaderamen Igual a la hembra poseída, saciada
te musical de su poética, es decir, la [—Ípsilon, Gama, Omega—
identidad de sonido y sentido; su tenaz y al hombre pensieroso, trascendental,
trabajo de recreación del lenguaje, o [hierático, virulento.
sea, su capacidad para rescatar la pa
labra de su desgaste cotidiano, y, fi La Poesía es cosa de pasmo y sortilegio
nalmente, su relación intensa y crítica [y maravilla;
con la vida hacen de él un poeta difí fácil tonada que la discanta el
cilmente accesible al lector común y al
intelectual medio, educados en la [caramillo;
grandilocuencia y sensiblería de la aria aérea en la cálida voz sexual de la
poética dominante. En este período [contralto.
aparecen Fárrago, quinto mamotreto Todo el dolor inmerso en la congoja;
(1954); Velero paradójico y Bárbara [toda la euforia. Apenas brilla
charanga (1957). lumbrada ocasional si zozobrante:
En Fárrago, quinto mamotreto, [estride sólo el grillo...
León de Greiff da una definición de La Poesía cosa es cimera tallada en
poesía, bella y profunda: [corazón si de cenizas de basalto.
Capítulo 3 79
Eduardo Carranza
con su hija María
Mercedes y el poeta
Eduardo Cote Lamus
en tierras de Norte
de Santander, 1962.
Carranza y los
piedracielistas
representan la
orientación de la
poesía en los
años 40 y 50:
son ellos quienes
inspiran a los
poetas jóvenes
de la época.
80 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Todas las calles que conozco El 13 de junio de 1953, el general Recepción a Camilo
son un largo monólogo mío Gustavo Rojas Pinilla tomó el poder. José Cela, en junio
llenas de gentes como árboles de 1953; aparecen
Laureano Gómez no alcanzó a impo con él Lucio Pabón
batidos por oscura batahola ner, mediante una Asamblea Consti Núñez, Fernando
tuyente, su proyecto de constitución Charry Lara, Jorge
Y frente al pastiche piedracielista de tipo fascista; tampoco había podido Rojas, Oscar
del amor, bastaría oponer como un eliminar la resistencia de sectores cam Echeverri Mejía,
pesinos liberales, a pesar de la feroz Rodrigo Jiménez
verdadero antídoto los primeros ver Mejía y Gilberto
sos de «Seguro de su sombra»: represión que incluyó bombardeos Alzate Avendaño
aéreos a las zonas de guerrilla. El ge (fotomontaje
Desde mi oscuridad veo todo tu cuerpo neral Gustavo Rojas Pinilla, conser publicado por
y tú, que estás iluminada, no ves mis vador, católico y anticomunista, era "Índice Cultural").
[ojos de entera confianza para el conserva-
ni siquiera mis ojos, ensombrecidos de tismo ospinista, la Iglesia católica y el
[luz tuya... Departamento de Estado y su política
de paz le atraía las simpatías del per
De 1946 es el libro de poemas del seguido partido liberal. Sobre estas
antioqueño Carlos Castro Saavedra, bases estableció su prestigio momen
Fusiles y luceros. A pesar de la estre táneo.
cha relación con el modelo nerudiano, El gobierno de Rojas fue, en lo fun
esta obra, la mejor de Castro Saave- damental, la continuación de los dos
dra, logra una expresión personal que anteriores, excepción hecha de la nue
redime su poesía de la dependencia va actitud frente al partido liberal.
formal del gran poeta chileno. Este continuismo, se verá más adelan-
82 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Inauguración de la
emisora HJCK,
septiembre 15 de
1950: Gloria
Valencia de Castaño,
Gonzalo Rueda Caro,
Alfonso Peñaranda R.,
Roberto Arciniegas,
monseñor Emilio
de Brigard Ortiz,
Eduardo Caballero
Calderón
y Eduardo Carranza.
Bibliografía
COBO BORDA, JUAN GUSTAVO. «Notas sobre la literatura colombiana». En: Colombia hoy, Bo
gotá, Siglo XXI, 1978.
GUTIÉRREZ GIRARDOT, RAFAEL. «La literatura Colombiana en el siglo XX». En: Manual de his
toria de Colombia, tomo III, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura. 1980.
TÉLLEZ, HERNANDO. Textos no recogidos en libro, tomo I; Bogotá, Instituto Colombiano de
Cultura. 1979.
Capítulo 4 89
Literatura y pensamiento.
1958-1985
Portada de la
Luis Antonio Restrepo
MITO segunda entrega
de "Mito",
junio-julio de 1955,
R.vl.ta Btirnitral da CuHura con artículos de
El grupo de Mito AMO I - - M» « Hernando Téllez,
Drummond de Andrade,
a revista Mito permite ubicar, así
L sea sin mucho rigor, un grupo de
escritores que ya sea como orienta G
dores de la publicación o bien como
C
H
A
D
M
D
T& ................. En el Reino de lo Absoluto
DE A
ernando
arlos
lxez
H artín eideoueh
Alvaro Mutis,
Gerardo Diego,
Martin Heidegger,
Andrés Holguín,
Jean Reverzy y
sus habituales colaboradores se han A H
De la Experiencia deJ Pensar
....................................... ...El Unicornio
ndrés olgüín Pedro Gómez
denominado el «grupo de Mito». J R ...... La matanza de loa Inmortalnt
ean evkrzt Valderrama.
Como se observará, la mayoría de los P G V edro ómez
Consideración de brajas y otras gentes engañosas (final)
aldeuiama
told Brecht, Jean Genet y Sartre. Des Empecé por abrir la soledad
de el punto de vista literario, Los como quien destapa una botella
hampones es una obra excesivamente y no encontré ningún camino,
esquemática, y como teatro está cal di pasos atrás para buscar palabras y
cada sobre la estructura más simple de [cantar
la dramaturgia brechtiana. y no vi nada;
Eduardo Cote Lamus (1928-1964) volví por la ciudad y sólo el viento,
colaboró en Mito con traducciones del el que viene y el que va, como perdido
alemán y crítica de libros; también pu como buscando Dios, como arañando
blicó en esa revista «Diario del Alto los altos, los duros, los broncos
San Juan y del Atrato». Su primer li [estoraques.
bro de poesías Preparación para la
muerte (1950) carece de interés. Con Pedro Gómez Valderrama (1923),
Salvación del recuerdo (1953) y Los estrechamente asociado a Mito desde Con el profesor
Archibald McLeish,
sueños (1951-1955) se va consolidando su fundación, publicó en Ediciones Aurelio Arturo,
su estilo. Pero es en Estoraques (1961 Mito su libro Muestras del diablo Eduardo Carranza,
1963) donde alcanza su madurez como (1958). También es autor de El retablo Gustavo Wilches,
poeta. Si bien esta obra no está exenta de maese Pedro. En el año 1976 apa José Pubén,
de recaídas retóricas, a las que siem reció su novela La otra raya del tigre Fernando Arbeláez,
pre fue proclive este autor, hay en Fernando Charry
y en 1984 La barca de los locos, co Lora y Eduardo
ellas hallazgos indiscutibles: lección de relatos. Cote Lamus.
92 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Pedro Gómez
Valderrama
y Alvaro Mutis.
El primero, autor
de "Muestras del
diablo", "El retablo
de maese Pedro",
"La otra raya del
tigre" y "La nave
de los locos".
El segundo, autor
de "Los elementos
del desastre",
"Los trabajos
perdidos", "Diario
de Lecumberri",
"Summa de Maqroll
El Gaviero",
"La mansión de
Araucaíma",
"Caravansary",
"La nieve del
almirante", "Ilona
llega con la lluvia"
y "La última escala
del Tramp Steamer"
hace al lector desde la obra misma: lido de las ensoñaciones del patriarca.
asumir otra estructura, otro estilo de Es un caso patético de cómo el virtuo
relato, como condición para introdu sismo puede devorar una obra. Ad
cirse en el cosmos del dictador, sin quieren un carácter premonitorio unas
nostalgia por la estructura cartesiana palabras de Hernando Téllez cuando
de Cien años de soledad o de El co saludaba la edición mexicana de El co
ronel no tiene quien le escriba. El lec ronel no tiene quien le escriba: «La im
tor tiene que comenzar por renunciar presión que deja un escritor tan flui
a una pregunta: ¿Quién habla? Al fin do, tan ágil, tan iluminado, es la de
de cuentas, esta novela está «tejida» de que puede hacer con el tema y con su
infinidad de voces que resuenan en un prosa lo que quiera. Pero uno teme al
tiempo distinto al cotidiano cómoda mismo tiempo que esa presteza, esa
mente lineal. No hay que culpar al lec comodidad, esa libertad de movimien
Alvaro Cepeda tor, la exigencia es fuerte. El otoño
Samudio, su hija tos puedan llegar a satisfacerse por sí
Patricia y su del patriarca es tan buena como Cien mismas y volverse un ejercicio, una re
esposa Teresa años de soledad, sólo que obedece a ceta. La intuición y la facilidad son dos
Manotas en Nueva lógicas diferentes. Sí, de la misma ma hadas maravillosas y engañosas. Hasta
York, a finales nera en que José y sus hermanos de ahora todo parece ir bien en una ca
de los años 60.
"La casa grande", Thomas Mann y el Ulises de James rrera literaria que apenas comienza.
de Cepeda, fue el Joyce son obras maestras de la novela Pero no parece impertinente recordar
último libro moderna. le al autor los riesgos que van inclui
publicado por Nadie puede olvidar su contacto con dos en esta clase de virtudes y com
Ediciones Mito,
y de él se han
una obra literaria de calidad; se trata placencias.»
realizado de un recuerdo activo, la sensación de El último libro publicado por Edicio
numerosas ediciones, que algo se ha hecho parte de su pro nes Mito, La casa grande, novela de Al
traducciones pia vida. Pero después de leer Crónica varo Cepeda Samudio (1927-1972), se
y adaptaciones de una muerte anunciada (1981), sólo leerá siempre con el placer que produ
al teatro. queda el vacío; cuanto más, se puede cen las obras escritas con talento.
"Se leerá siempre
con el placer que
recordar que el número de ejemplares En Mito aparecieron también ensa
producen las obras impresos para la primera edición fue yos y piezas del dramaturgo y director
escritas con de 1.050.000 ejemplares, y eso porque de teatro Enrique Buenaventura,
talento." se trata de un número que parece sa (1925), el primer hombre de teatro en
Colombia, por su profesionalismo y
por su calidad. Fue fundador del Tea
tro Estudio de Cali (TEC) y autor de
A la diestra de Dios Padre, basada en
el cuento de Tomás Carrasquilla, Los
papeles del infierno, y La orgía, entre
otras.
En 1960 se publica en Medellín An
tares, de Arturo Echeverri Mejía
(1919-1964); era un diario de viaje, sin
pretensiones literarias, aunque bien
escrito y no carente de interés. Marea
de ratas enfrenta el tema de la Violen
cia, donde tantos fracasaron estruen
dosamente, y el resultado es una obra
donde las limitaciones son compensa
das ampliamente por la capacidad del
autor para manejar el relato. Eche-
verri Mejía escribió otras dos novelas,
El hombre de Talara y Bajo Cauca,
ambas publicadas en 1964. En ellas no
sólo se mantiene el nivel de Marea de
Capítulo 4 95
das por los viejos políticos. Como res brerías y en cajas de cartón en la re
puesta a esta situación los intelectua sidencia del autor, vástago de una de
les que tenían una posición crítica se las más poderosas familias de la bur
lanzaron al estudio de la historia del guesía criolla. A comienzos de los se
país y de su economía. Faltaba pre senta se agota. La segunda edición la
paración y había que adquirirla sobre hará una editorial marxista de Mede-
la marcha. llín, la Oveja Negra. Los intelectuales
Darío Mesa había publicado en de izquierda leen el informe de la mi
Mito (1957) Treinta años de historia de sión Lebret, así como El desarrollo
Colombia 1925-1955. Este ensayo he económico de Colombia, de la CE-
cho con la óptica del marxismo seguía PAL. Se hace cada vez más claro que
paso a paso el proceso económico y las el problema del país es concreto,
contradicciones políticas del país. In cuantificable: mortalidad infantil, de
dalecio Liévano Aguirre publicó por sempleo, analfabetismo, carencia de
entregas, en la revista Semana y luego vivienda, en fin, subdesarrollo y de
en la Nueva Prensa, Grandes conflic pendencia. Se lee pues a Paul Baran,
tos sociales y económicos de nuestra La economía política del crecimiento,
historia, una interpretación a contra a Paul Swewzy, Teoría del desarrollo
pelo de la historiografía tradicional. capitalista, a Maurice Dobb, Econo
Ni en el primer caso ni en éste interesa mía política y capitalismo, etc. Como
la corrección o no de los análisis: lo el Frente Nacional trae consigo el re
que importa es su impacto sobre la conocimiento de que la Violencia algo
gente joven que se interrogaba sobre tiene que ver con la estructura de la
la historia colombiana. propiedad de la tierra, y se inicia tí
Esta actitud de búsqueda se mate midamente un estudio sobre una po
rializa en la recuperación de libros ol sible reforma agraria, crece el interés
vidados y subestimados. Luis Eduardo por el análisis de los problemas del
Nieto Arteta escribió una obra en la campo. En 1957 aparece en la revista
que trataba de replantear la historia de la Universidad de Medellín el es
de Colombia, Economía y cultura en tudio de Hernán Toro Agudelo Plan
la historia de Colombia, cuya primera teamiento y soluciones del problema
edición fue hecha en 1942; veinte años agrario. Toro Agudelo, con un exce
después sale la segunda edición. lente acopio de información estadísti
El interés manifestado en 1962 por ca, demostraba que «éste no es un país
la obra de Nieto Arteta es indicativo de pequeños propietarios sino de po
de una nueva actitud frente a la his cos pero fuertes latifundistas». El so
toria. A pesar del esquematismo y las ciólogo Orlando Fals Borda había
limitaciones en el terreno de la infor inaugurado en 1957 el análisis socio-
mación, el libro de Nieto Arteta se va histórico con su libro El hombre y la
loraba como un esfuerzo importante tierra en Boyacá.
hacia nuevas temáticas de la investi Los intelectuales tenían dos opcio
gación sobre la realidad colombiana. nes políticas. De un lado estaba el par
Un libro escrito hacía más de cuatro tido comunista, que había podido vol
décadas, Problemas colombianos, de ver a la legalidad a raíz del plebiscito
Alejandro López, es sacado de las bi de 1957. El partido había resistido y
bliotecas y empieza a ser estudiado sobrevivido en la clandestinidad. Aho
con interés: al fía de cuentas, «la lucha ra volvía a la palestra política, publi
del hacha contra el papel sellado» se caba su semanario Voz de la Demo
guía siendo actual. cracia y trataba de acomodarse me
Industria y protección en Colombia, diante alianzas a los estrechos límites
obra pionera de nuestra historia eco del Frente Nacional. El XX Congreso
nómica, de Luis Ospina Vázquez, ha del PCUS había oficializado la cam
bía salido en 1955 y sin pena ni gloria paña de desestalinización, lo que, teó
envejecía en los anaqueles de las li ricamente al menos, colocaba a los co
100 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
lidad; esta tesis tenía sus raíces en el madas «novelas de formación». Esta
mismo Marx; basta recordar el papel obra ha sido objeto de un sistemático
que juegan en su obra nombres como silencio por parte de la crítica, silencio
los de Balzac, Shakespeare y Goethe. injustificado, pues la obra de Mario
Además, la literatura era también cen Arrubla tiene valores literarios eviden
tral en el pensamiento de Lukács y tes. No es el menor de ellos el trata
Sartre. miento del fenómeno urbano en la pers
Era una continuación de la mejor pectiva del proceso de migración ace
tradición marxista, pues rechazaba la lerado que ocurre a comienzos de la dé
estéril «teoría del reflejo» que había cada del cincuenta, como consecuencia
dominado a los intelectuales marxistas de la agudización de la Violencia.
ortodoxos. La literatura no se conce Estudios sobre el subdesarrollo co
bía como el reflejo pasivo de la reali lombiano (1969) de Mario Arrubla se
dad, ni como la expresión mecánica de convirtió en un best-seller universitario
una ideología de clase, sino como una durante los años setenta. El libro tiene
interpretación creadora e iluminadora como punto de partida dos ensayos so
sobre la realidad en cuanto materia bre la economía del país, aparecidos
prima del trabajo literario. Implicaba en los números 2 y 3 de Estrategia. En
también un interés por disciplinas que él está plasmada la concepción que de
potencializaran el análisis literario la economía y la historia tenía el sector
como la etnología, la historia, el psi marxista no comunista de los años se
coanálisis y la lingüística. senta, concepción que, si bien es un
En el último número de la revista, poco apocalíptica, había, sin embargo,
enero de 1964, apareció una lista de captado con bastante claridad las fa
futuros trabajos, algunos de los cuales llas estructurales de la sociedad co
salieron efectivamente en el transcur lombiana.
so de los años en otras revistas, pero La importancia de Marx, Freud y
que se pueden enfocar como indicati Sartre para los intelectuales críticos de
vos de las tendencias teóricas de este aquella época se puede visualizar fá
sector de la intelectualidad de izquier cilmente en las palabras de Jorge Gai-
da: «Paranoia y esquizofrenia: polos tán Durán, en la introducción a La re
psicológicos del mundo burgués», volución invisible: «Creo que el país se
«Sigmund Freud y la sociedad an- ha engañado sobre la formación de los
tioqueña», «Introducción a la obra escritores que más o menos tienen mi
de Kafka», «Introducción a la obra de edad. Pertenezco a una generación
Dostoiewski», «El estudiantado co marcada con más hondura por Marx,
lombiano y la revolución», «El na- Freud y Sartre que por Proust, Joyce
daísmo y la juventud colombiana». o Faulkner; nos interesa y nos entu
Estanislao Zuleta escribió poste siasma la experiencia literaria de Bor-
riormente Teoría de Freud al final de ges y Robbe-Grillet o la experiencia
su vida, Conferencias sobre historia ontológica de Heidegger, pero pres
económica de Colombia, Comentarios tamos más atención a Machado, Lu-
a la «Crítica de la economía política», kács o Henri Lefebvre; nos conmueve
de Carlos Marx, Comentarios a «Así la aventura humana de Henry Miller o
habló Zaratustra», de Nietzsche, La Jean Genet, pero es una película como
propiedad, el matrimonio y la muerte Paths of glory, de Stanley Kubrick,
en Tolstoi y «La Montaña Mágica» y donde nos reconocemos. Nuestro
la llanura prosaica; estos últimos li humanismo es quizás una paradoja:
bros son un ejemplo del trabajo de in sentimos en carne viva la fascinación
terpretación de obras literarias reali del pensamiento y arte de este tiempo
zado por Zuleta. Mario Arrubla pu que gritan con desesperanza la negli
blicó a mediados de los sesenta su no gencia del hombre frente a una histo
vela La infancia legendaria de Ramiro ria implacable y a la vez creemos que
Cruz, una obra del género de las lla podemos reformar el mundo.» Son las
Capítulo 4 103
mez, autor de dos novelas, La Ternura Uno de los aspectos más relevantes
que tengo para vos y Hojas en el patio, del quehacer cultural de este período
ha escrito en revistas y en los suple fue la labor realizada por Gloria Zea,
mentos literarios ensayos sobre la li Juan Gustavo Cobo Borda, Santiago
teratura contemporánea nacional y ex Mutis y el equipo de Colcultura entre
tranjera. Juan Gustavo Cobo Borda es 1974 y 1982. La Biblioteca Básica Co
autor de varios libros de crítica, de lombiana, la Colección Autores Na
compilaciones y antologías de litera cionales y la Biblioteca Popular per
tura colombiana; es preciso destacar mitieron a un amplio público el co
su trabajo sobre Baldomero Sanín nocimiento de las obras más represen
Cano. Fernando Cruz Kronfly y Jorge tativas de la novela, la poesía y el en
Alberto Naranjo, el primero de ellos sayo de la Colombia moderna. El
autor de la novela Falleva, y de algu Manual de historia de Colombia, bajo
nos ensayos lúcidos sobre la literatura la dirección de Jaime Jaramillo Uribe,
contemporánea; el segundo se ha con es otro de los aportes sustanciales de
centrado en el análisis de obras de Colcultura al conocimiento del país:
Kafka, Lowry y Juan Rulfo, entre es, pues, de lamentar que esta labor
otros. no haya continuado después de 1982.
Bibliografía
ARRUBLA, MARIO. «Síntesis de historia política contemporánea», en Colombia, hoy. Bogotá,
Siglo XXI, 1978.
GAITAN DURÁN, JORGE. La revolución invisible. Bogotá, Ediciones Tierra Firme, 1959.
SANTAMARÍA, S., RICARDO y GABRIEL SILVA LUJAN. Proceso político de Colombia. Bogotá, Ce-
rec, 1984.
TÉLLEZ, HERNANDO. Textos no recogidos en libro, tomo II. Bogotá, Instituto Colombiano de
Cultura, 1979.
Capítulo 5
109
El periodismo en Colombia
1886-1986
Primera página del
Enrique Santos Calderón "Papel periódico
de la Ciudad de
Santafé de Bogotá",
egún Antonio Cacua Prada, autor
S del único registro histórico com
pleto del periodismo en Colombia
—referencia indispensable, pese a sus
del miércoles 9 de
febrero de 1791,
fundado y dirigido
por Manuel del
Socorro Rodríguez,
fallas, para cualquier investigación so con el cual se
bre el tema—, un terremoto originó el inicia el periodismo
periodismo colombiano. En efecto, el de publicación
movimiento sísmico que hace doscien regular en Colombia.
tos años, el 12 de julio de 1785, sa
cudió a Santa Fe de Bogotá, dio lugar
a la primera noticia impresa. Se llamó
«Aviso del terremoto», fue redactado
por un grupo de frailes, publicado en
la Imprenta Real y alcanzó a sacar tres
números en el lapso de un mes, con
información sobre los estragos causa
dos por el temblor.
Al margen de antecedentes como el
«Aviso del terremoto», se ha conve
nido en que el periodismo colombiano
propiamente dicho, es decir, periódico
de publicación regular, nació el 9 de go personal y asistente del virrey Ez-
febrero de 1791 con la aparición del peleta, quien lo nombró en el cargo de
Papel Periódico de la Ciudad de Santa bibliotecario real. Con periódicas y
Fe de Bogotá, que fundó y dirigió Ma muy explicables interrupciones, el Pa
nuel del Socorro Rodríguez. Don Ma pel Periódico logró sostenerse durante
nuel, nacido en La Habana, Cuba, ha seis años, los mismos que duró el man
bía llegado dos años antes al Nuevo do del virrey Ezpeleta, hasta el 6 de
Reino de Granada en calidad de ami- enero de 1797.
110 Nueva Historia de Colombia, Vol. VI
Fidel Cano,
fotografía de
Melitón Rodríguez.
En los primeros
veinte años de
"El Espectador",
debió enfrentar
una accidentada
historia de
censuras y cierres
forzosos.
más de una docena de periódicos li co. Pero a menos de tres meses de fi
berales (El Relator, El Demócrata, El nalizar el siglo XIX, el 19 de octubre de
Autonomista, El Debate, El Derecho, 1899, cuando ya iba por el número
entre otros) y fueron desterrados o en 505, estalló la guerra de los Mil Días.
carcelados intelectuales y periodistas Nuevo silencio forzoso para el bise-
tan destacados como José María Var manario de los Cano, que volvió a
gas Vila, Rafael Uribe Uribe, los ex aparecer en octubre de 1903, ya como
presidentes Santos Acosta y Santiago diario, y continuó hasta diciembre de
Pérez, el «Indio» Uribe y el propio Fi 1904, cuando fue suspendido por ór
del Cano. Todo dirigente político de denes del gobierno del general Rafael
importancia dirigía o colaboraba en al Reyes. Volvió a la calle ocho años des
gún periódico, herramienta indispen pués, y en junio de 1913 llegó a las mil
sable de las labores proselitistas de la ediciones.
época. Su accidentada historia de censuras
El 8 de agosto de 1893, cuando El y cierres forzosos, la misma de casi to
Espectador iba a la altura de su nú das las publicaciones liberales de en
mero 282, el gobernador de Antio- tonces, demuestra cómo esa consigna
quia, Abraham García, ordenó silen de Fidel Cano «trabajar en bien de la
ciarlo y mandó poner preso a Fidel patria con criterio liberal» resultó har
Cano. Tres años después reanudó su to difícil. Era de verdad una labor casi
publicación, pero en junio del 96 el heroica, en una época regida por go
periódico recibió una orden de sus biernos conservadores de corte auto
pensión indefinida. ritario, que nunca se reconciliaron con
En diciembre de ese mismo año el la libertad de prensa, pues considera
Congreso aprobó una nueva ley de ban la mordaza oficial como la forma
prensa y a ella se acogió Cano, quien más eficaz de combatir la prensa po
reanudó la publicación de su periódi líticamente adversa.
112 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
"El Zancudo"
y "El Demócrata",
dos de los periódicos
orientados por
Alfredo Greñas
entre 1889 y 1892,
para fustigar a
los gobiernos de
la Regeneración.
Fecha su periódico
en 1791 irónicamente,
dando a entender el
atraso de las ideas
en el país. Bien
diciente es también
la frase "Los grandes
no nos parecen tales
sino porque estamos
de rodillas..."
Capítulo 5 115
V l"n
la actualidad el tercer periódico en cir
<tr |l*>ll«Mt. .............. . I* , |
culación nacional.
Q BELiMEBIA k USTED
Un año antes de la fundación del
T >oy;hia decano de la prensa antioqueña, había
/„J7\ -Lft PER1 A'. |
f '- A*-11 1,1 ' ■ ■ J
aparecido en Bogotá, el 30 de enero
de 1911, El Tiempo, una pequeña hoja
de cuatro páginas impresa en una ar
¡ El MEJOR RELOJ , tesanal prensa de madera construida
lántiji. 2ij
REGALOS
en Ibagué. El Tiempo fue fundado por
Alfonso Villegas Restrepo, quien apo
BANCOS
yaba al gobierno republicano de Car
los E. Restrepo. En 1913, Villegas se
lo ofrece en venta al joven abogado
i : bogotano Eduardo Santos, su futuro
la cerveza antioqueña
I 1 cuñado, quien poco a poco lo convier
r| prime-r f»rrnii» • u |«
«Ir! Ontrrariu. IUní«-to > M. I. Il MÍS:
te en un importante órgano de opinión
LA CERVEZA GUAPA y, eventualmente, en el diario más in
*" UmiImi n fxMlnHla «x* Iwna r» IumIa »
r« AM VENTiri A. El |m. ..................
!-m«r <k> «>tra p.-r .<, pr,,, %M ,n|¡,ja |
CC Llías Gónima M. fluyente del país.
-c
LA KOLA Y LA LIMONADA co
s Factor de peso en el éxito de El
*un,“ ••*»*-r«l»y«rÍ4M. m.ii i ix.< <>»raihinr:i.a< atpouai,
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CERVECERIA ANTIOOt ESA -f 2 B ... í*'i",‘>í*,O “<< ln*jr. |Mra
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118 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Entre los que sobreviven aún, de mésticas, con fuerte énfasis literario y
ben señalarse La Patria, fundado en con la mira intelectual apuntada hacia
1921 en Manizales, y el diario buman- Europa, de donde provenían las gran
gués Vanguardia Liberal, fundado en des corrientes del pensamiento y de
1919 por el dirigente de ese partido donde se nutrían literaria e ideológi
Alejandro Galvis Galvis, que no tarda camente nuestros políticos y periodis
en volverse el más importante órgano tas. Que en ese momento son casi lo
informativo y vocero liberal de San mismo: políticos y periodistas. Porque
tander. Sus combativas posiciones edi si algo caracteriza al periodismo co
toriales y sus críticas a una Iglesia lombiano es que ha estado siempre
identificada con los regímenes conser hermanado a la política. El periodismo
vadores le valen varias censuras ecle nacional ha sido y sigue siendo semille
siásticas. En 1949, los obispos de San ro de presidentes y líderes partidistas.
tander prohiben bajo pecado mortal Un importante hecho en la historia
«vender, leer, oír, comprar o guardar» del periodismo nacional fue la conso
Vanguardia Liberal. Este tipo de san lidación de las revistas de tipo gráfico.
ciones clericales, junto con las exco La más notable de todas ha sido Cro
muniones de sus directores, son fre mos, fundada en 1916 por Gustavo
cuentes contra toda la prensa liberal, Arboleda y el impresor Miguel Santia
que se oponía ahincadamente a la in go Valencia. Desde los primeros nú
tervención de la Iglesia en política. meros intentó utilizar la fotografía
La primera mitad del siglo XX y más como elemento central de su diseño, y
específicamente hasta la segunda gue a lo largo de su existencia ha ido uti
rra mundial, se caracteriza por un pe lizando los diversos adelantos técnicos
riodismo de sabor aún provinciano en la reproducción gráfica, sobre todo
aunque eminentemente político-parti mediante un uso creciente del color.
dista. Era una prensa con limitada vi Varias publicaciones han tratado de
sión del mundo exterior, sometida a competir con Cromos, sin que se haya
los vaivenes de las luchas políticas do hallado una fórmula realmente exito
sa. Estampa fue la más duradera de
ellas, y se publicó entre 1938 y 1970.
Portada de
"La Linterna",
semanario publicado Prensa y poder político
en Tunja por
Pedro A. Zubieta Basta adelantar la mirada al presente
y Enrique Santos
Montejo (Calibán),
para comprobar cómo casi todos los
junto con el médico jefes de Estado de los últimos cien
Juan C. Hernández, años han ejercitado el periodismo y se
a partir del 30 consideran como hombres de la pren
de julio de 1909. sa. Belisario Betancur hizo sus pri
De este periódico meras armas políticas e intelectuales
aparecieron 502
números, el último desde La Defensa y luego en El Siglo,
en julio de 1920. periódico del cual fue subdirector y di
rector. Misael Pastrana lo descubrió
tardíamente, pero lo ejercita a través
de su revista Guión y en La Prensa.
Los dos Lleras, Alberto y Carlos, han
sido periodistas toda su vida. Carlos
Lleras Restrepo fue brevemente direc
tor de El Tiempo en el año 1941, di
rigió en 1961 el semanario Política y
algo mas, y desde 1974 es director-fun
dador, supremo orientador y escritor
del semanario Nueva Frontera.
Capítulo 5 119
Juan Lozano
y Lozano, director
de "La Razón"
(1936-1948)
y Alberto Lleras
Camargo, director
de "El Liberal"
(1938-1951),
fotografía tomada
en Medellín, 1950.
"La Razón" se apuntó
la primicia del
asesinato de Gaitán,
publicada el mismo
9 de abril de 1948.
gida luego por Hernando Téllez. Esta Gómez, y La República a Mariano Os-
revista adaptó la fórmula informativa pina Pérez y sus herederos. El Colom
de Time al país, cuya presentación biano, vinculado a los Ospina, ha sido
gráfica también acogió: fue la primera orientado por los Gómez Martínez.
revista de síntesis semanal, y se des En estos casos, se trató en general de
tacó por el brillante estilo de sus re periodistas que lograron crear empre
dactores y por sus magníficas crónicas sas de gran magnitud y solidez. En
políticas, así como por las caricaturas épocas más recientes, los diarios han
de Jorge Franklin. Del lado conser surgido ante todo por la vinculación
vador fueron notables Diario de Co de grupos empresariales que desean
lombia (1952-57), órgano del fogoso lí ampliar su poder político, como se se
der Gilberto Alzate Avendaño, que se ñala más adelante.
hizo célebre por los avisos que publicara
burlando la censura de prensa, y Diario
Gráfico (1950-56), que dirigió Enrique
Del provincialismo al teletipo
Gómez Hurtado hasta su destierro por La prensa suele reflejar el estado de
el general Gustavo Rojas Pinilla, quien desarrollo social, económico y cultural
clausuró el periódico en 1956. del país y ha sido y será un espejo
Un rasgo dominante de la prensa —aunque no siempre perfecto, ni to
colombiana de primera mitad de este talmente fiel— de su realidad circun
siglo, y que se ha prolongado hasta dante. Su provincialismo de comien
ahora, a pesar de los intentos del ca zos de siglo, para llamarlo de alguna
pital financiero por apropiarse de manera, era el resultado de las natu
algunos órganos de expresión, es el rales dificultades que existían para co
carácter marcadamente familiar de los municarse con el mundo exterior y es
más importantes diarios. El Tiempo tar al tanto de los acontecimientos in
ha estado vinculado a la familia Santos ternacionales. Tal circunstancia se re
en forma muy estrecha, así como El fleja claramente en el cubrimiento que
Espectador a los Cano. El Siglo ha es hace la prensa colombiana de la pri
tado siempre vinculado a la familia mera guerra mundial, de la cual lle
Un almuerzo
ofrecido por
Plinio Mendoza Neira,
director de "Sábado"
a sus colaboradores,
con motivo de la
publicación de su
primera entrega,
que circuló el
17 de julio de 1943.
Entre los asistentes,
Jorge Rojas, Eduardo
Carranza, Lucas
Caballero (Klim),
Adolfo Samper,
Alejandro Vallejo,
Arturo Camocho,
Carlos Martín,
José Antonio Osorio
Lizarazo y Antonio
Cardona.
122 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
con la oposición de la época —el tra cuando se aplica un control oficial di
tamiento que se da al MRL de López recto sobre ambos medios.
Michelsen, por ejemplo, y posterior La televisión, en especial, es celo
mente a la Anapo—, salta a la vista que samente vigilada por el Estado y los
una falta de equilibrio informativo, he dos partidos tradicionales. No es ca
redada del pasado, sigue vigente. sual, en este sentido, que todos los no
Durante el Frente Nacional (1957 ticieros informativos de la TV sean
74), los diarios colombianos inician tradicionalmente adjudicados, según
una etapa de mayor profesionaliza- una repartición casi milimétrica, entre
ción. El paulatino abandono de las pa las principales corrientes liberales y
siones partidistas, la búsqueda de im conservadoras gobiernistas.
parcialidad, coinciden con un período
de grandes avances técnicos en el que Estampilla
los periódicos compiten más como em La libertad de prensa
de correos
presas comerciales y se consolidan En el período del Frente Nacional se conmemorativa del
como grandes industrias. En los años consolida en Colombia una ya emer TV Congreso
sesenta se desarrolla simultáneamente Panamericano
gente tradición de libertad de prensa. de Prensa,
una mayor conciencia profesional en Si bien es cierto que a fines de siglo 1946, con la
tre redactores y comentaristas. Se per XIX y hasta 1909 la censura de prensa imagen de
filan y adquieren fuerza relativa los y la suspensión de los diarios eran más Antonio Nariño.
primeros gremios de periodistas bien la regla, en la medida en que du
(CPB, ACP, CNP) y se evidencia un rante los últimos cincuenta se fueron
mayor énfasis en el profesionalismo, solidificando las instituciones políticas
es decir, en la incorporación de pautas y consolidando la estabilidad del Es
informativas y editoriales provenien tado, también se fue enraizando, no
tes de las democracias occidentales, sólo como concepción jurídica sino en
según las cuales la independencia po la propia conciencia nacional, la liber
lítica y económica de la prensa —ade tad de prensa. En el último medio si
más de elementales requisitos de ve glo la prensa colombiana ha gozado
racidad, exactitud y objetividad— se del privilegio de estar libre de la cen
considera como ingrediente esencial sura militar o del chantaje oficial in
de su credibilidad. directo que han agobiado en forma
El énfasis mayor en la objetividad y casi permanente a la mayoría de los
el paulatino abandono de esa subor países latinoamericanos.
dinación informativa a las pasiones Después de varias décadas de liber
políticas tradicionales también tienen tad de prensa, el partido conservador
que ver con el progresivo desarrollo reintrodujo la mala costumbre de la
de la radio y la televisión, como ór censura, cuando regresó al poder en
ganos que no sólo entretienen sino in 1946, tras dieciséis años de República
forman. La independencia de estos Liberal. Cuando Mariano Ospina Pé
dos medios se encuentra, sin embargo, rez decreta la clausura del Congreso
condicionada por el hecho de perte en 1949, también impone la censura
necer al Estado, que las entrega a par directa de prensa, endurecida luego
ticulares para su explotación comer bajo el régimen de Laureano Gómez,
cial. Circunstancia que genera una tu elegido en 1950 en comicios en los que
tela respecto de los gobiernos de turno no participó el partido liberal, perse
que no se da en la prensa escrita, la guido en sus adherentes y amordazado
cual legalmente no está sometida al en su prensa.
control estatal. De hecho, a lo largo El caso de censura de prensa más ex
del Frente Nacional, se puede obser plícita en el último medio siglo —con
var cómo los gobiernos utilizan la ra cierre de periódicos— se dio bajo
dio y la televisón, sobre todo en co el general Gustavo Rojas Pinilla, que
yunturas determinadas, generalmente inició su gobierno en 1953 con el
relacionadas con el orden público, cierre de El Siglo, órgano de expre-
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
126
Laureano Gómez
con periodistas
de "La Defensa",
de Medellín, en 1945:
Juan Mejía, Alberto
Giralda López,
Ovidio Rincón Peláez,
Julián Uribe Cadavid,
Bernardo Naranjo,
Belisario Betancur,
Joaquín Rincón
Peláez y Luis
Guillermo Velásquez
Moncada. "LaDefensa"
fundado en 1919,
fue destruido el
9 de abril del 48.
127
"El Intermedio",
INTERMEDIO
ü*1 aocotA & t
fsU-rsts tv '• Gm U*a«' U ntVO ¡‘de
ccx.o**«u .
a
diario
"El Tiempo"
fue
que reemplazó
censurado
Gustavo
cuando
por
Rojas
entre el 21 de
Durante f 8 Horas se Prolongó la Lucha Desaparecen Dos Aviones ron 127 Pasajeros. $e Teme
febrero de 1956
^^il^tggftLrcaion An*icomuni«fo CU Ofrece IhMtalos que se Estrellaran sobre el Desierto de Arizona
y el 7 de junio
’ .... . ■ al Robla Palonea
**• •• Los Aparatos Debían Cruzarse a
de 1957, dirigido
flH-T So/o 300 Metros de Distanda
por Enrique Santos
Montejo (Caliban).
Agripado Hoeal
Ruso íipuliada
dr la Argentma La Produtdon Mundial da Cala m
Calzóla en 47 Millones da S"n
"El Independiente",
1 a "El Espectador"
durante la dictadura,
entre el 20 de
»«»<••• • I« C
febrero de 1956
1957, con
de mayo
algunas
Independien le' .. ... 4o ÜV-« Me lilesJóe 4>l Toteo. » JL!»- X.U W,¡ interrupciones.
José Salgar,
Alberto Lleras,
Guillermo Cano
y Eduardo Zalamea.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
128
En un plano más profesional, o me Descubrimiento de la objetividad; 10Y Se Befare « las (ínus la Suerte Jet
nos partidista si se quiere, merece ser
destacada en el campo del periodismo consolidación del profesionalismo (forfUidct,
OR LA RECONQUISTA LIE
oposicionista e independiente La Nue Como decíamos anteriormente, du --------- A LA CARGA.ir
va Prensa, que circuló entre los años rante las décadas del sesenta y setenta
1960 y 1967 bajo la dirección de Al cobran importancia las agremiaciones
berto Zalamea, quien en su último periodísticas de los redactores de la
año quiso convertir su publicación prensa, que intentan reivindicar sus
en plataforma del movimiento «nacio puntos de vista como profesionales de
nal revolucionario» del ex ministro los medios, y comienzan a ingresar
de Defensa, general Alberto Ruiz también a los periódicos las primeras
Novoa. promociones de universitarios, egre
En los años setenta, el experimento sadas de las facultades de periodismo Primera plana de
periodístico más interesante lo cons o comunicación social. Este fenómeno "Jornada", el día
tituyó la revista Alternativa (1974 marca la llegada colectiva a las redac de elecciones del
1980), a cuya fundación estuvo vin ciones de una generación con mayor 16 de marzo de
formación académica, que no vivió la 1947. Fundado un
culado el premio Nobel de Literatura mes antes, prolongó
Gabriel García Márquez, y que se dis Violencia ni se siente tan identificada labores hasta abril
tinguió por su política de buscar un con los partidos tradicionales, porta de 1957 con
público más amplio del que represen dora de una mayor objetividad y pro colaboradores como
taban los lectores «cautivos» de la iz fesionalismo. Durante este período, el Jorge Uribe Márquez,
quierda y, también, por su intento de periodismo colombiano experimenta Darío Samper,
un desapasionamiento partidista. Los Alejandro Vallejo,
cambiar la oposición política al siste Rafael Maldonado
ma bipartidista liberal-conservador periódicos continúan desempeñando Sánchez y
mediante el uso de técnicas periodís su papel de voceros liberales y conser Jorge Villaveces.
ticas modernas y un contenido temá vadores, pero dentro de una tónica
tico más variado y ágil. más reposada y de mayor objetividad
informativa, lo cual estimula el desa
Llámese La Humanidad, La Nueva rrollo de una práctica periodística más
Prensa o Alternativa, la prensa no li equilibrada y proyectada hacia el ex
beral ni conservadora del último siglo terior, en lo que a búsqueda de pautas
se ha caracterizado por su corta vida y profesionales más rigurosas se refiere.
su crónica escasez de recursos econó Durante los años setenta aparece ya "La Calle", órgano
micos, que revela la carencia de ese el pluralismo político dentro de los de oposición al
sostén vital de los medios informativos mismos diarios. En El Tiempo, en me Frente Nacional
en los países capitalistas, que es la dio de no pocos forcejeos internos, se y vocero del MRL.
pauta publicitaria. Pero al margen de consolidan columnas editoriales im Fundado el 20 de
esta falta de anuncios oficiales o pri septiembre de 1957
pulsadas por periodistas vinculados a por Alfonso López
vados, que podría interpretarse como las directivas del diario, que expresan Michelsen, con Alvaro
una forma indirecta de boicot econó análisis y comentarios que no sólo di Uribe Rueda como
mico, la tradición de libertad de pren fieren de la orientación política del pe director, se publicó
sa en Colombia se compara muy fa riódico, sino que en muchas ocasiones por última vez
en 1966.
vorablemente con la del resto del Con resultan francamente antagónicas res
tinente. pecto de sus editoriales. Las columnas
La existencia de una prensa com «Contraescape» de Enrique Santos tt uatMUMo <<ntw )M H
bativa, dinámica y con influencia po Calderón y «Reloj» de Daniel Samper H«IH LQt KNh«>N«< <»r-r
lítica ha sido sin lugar a dudas —y pese Pizano podrían considerarse en cierta
a sus acostumbrados excesos partidis forma como las precursoras del mo
tas— un soporte esencial de la demo derno pluralismo de opinión dentro de
cracia representativa en nuestro país. las páginas editoriales de la llamada
No deja de ser significativo que desde gran prensa colombiana. Pluralismo
la dictadura del general Rojas Pinilla que obviamente nunca ha sido perfec
no ha habido en Colombia ninguna to, como lo evidenció la salida del co
publicación censurada o suspendida lumnista Klim (Lucas Caballero Cal-
por decreto oficial.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
130
derón) de El Tiempo, por sus virulen (1974), fundado y dirigido por Carlos
tos comentarios contra el presidente Lleras Restrepo; Guión (1977), de Mi-
López Michelsen. sael Pastrana Borrero, y Consigna
Es ése, de todos modos, un fenó (1979), de la corriente política de Julio
meno que causa desconcierto inicial, César Turbay Ayala. En 1982 aparece
en la medida en que los directores de nuevamente Semana, dirigida ahora
la prensa no están acostumbrados a la por Felipe López Caballero, quien
discrepancia interna, ni los jefes polí adquirió el nombre de la antigua pu
ticos liberales a que en esos diarios, blicación de Alberto Lleras Camargo.
antes homogéneos y disciplinados, se Pese a ser propiedad del hijo del ex
ventilaran opiniones críticas de su par presidente López Michelsen, Semana
tido. Primaba y aún prima dentro de se distingue de las demás revistas po
"La Nueva Prensa", ciertos círculos la creencia de que líticas porque no aparece como vocera
publicación dirigida cualquier disparidad de criterios den de opiniones personales de un ex
por Luis Zalamea tro de un periódico produce necesaria mandatario, y logra un nivel de obje
en los años 60, mente la desorientación del lector, tividad que la convierte en el sema
en diferentes
formatos v en
quien aún es concebido más como un nario de información política de más
distintas épocas. elector en potencia que como un ciu peso entre el público.
En sus páginas dadano pensante, y al que hay que im
centrales publicó partirle línea política sistemática, más
Indalecio Liévano que información objetiva y elementos El capital financiero en los medios
Aguirre su obra
"Los grandes
de juicio diversos. La otra cara del relativo alejamiento
conflictos Esta tendencia a la institucionaliza- de la subordinación partidista durante
socio-económicos el Frente Nacional es el paulatino in
de nuestra historia".
ción de columnas de opinión indepen
dientes se expande a otros diarios li greso de los grandes grupos financie-
berales (El Espectador, El Heraldo, ron a los medios de comunicación. Ya
Diario del Caribe, Vanguardia Libe no se trata de los directorios políticos
ral), mientras que los periódicos con como tales, sino de dueños de empre
servadores se inclinan más bien por la sas no periodísticas, que ven en el pro
homogeneidad de sus páginas edito gresivo control económico de los me
riales. dios de comunicación una fuente de
La fundación en 1979 del diario El múltiple poder. Este hecho no tarda
Mundo en Medellín, por un grupo de en volverse un peligro para la libertad
empresarios progresistas de Antio- de prensa, en la medida en que se con
quia, demuestra hasta dónde se ha lo solidan grandes cadenas de opinión,
grado implantar en el país una con con el subsiguiente efecto de mono
cepción más independiente y amplia polización del proceso informativo.
del quehacer periodístico. Pese a que También, porque quienes actuaban
se define como doctrinariamente li como financistas de la prensa, a través
beral, El Mundo se propone desde su de la publicidad para sus empresas,
primer número una filosofía de plu deciden más bien entrar a orientar di
ralismo de opinión en sus columnas rectamente a los medios.
editoriales y de imparcialidad política El fenómeno se ha evidenciado en
en sus páginas informativas, lo que, la radio a través del control de la Ca
junto con una ágil diagramación y un dena RCN por el conglomerado Ar-
agudo sentido de las necesidades tec dila Lulle, o en la prensa del Valle del
nológicas e informativas del periodis Cauca con diarios como El País, del
mo moderno, hace que hoy sea con grupo Lloreda, Occidente, del grupo
siderado como uno de los mejores dia industrial de la familia Caicedo, y El
rios que se publican en Colombia. Pueblo, de la familia Londoño, con
Un rasgo peculiar de los años seten cesionaria del consorcio japonés
ta es la proliferación de semanarios Sharp; o en la Costa Atlántica, con
políticos orientados por ex presidentes Diario del Caribe, propiedad del gru
de la República: Nueva Frontera po Santo Domingo.
Capítulo 5 131
Tal vez el caso más significativo del que produjeron en Estados Unidos la
intento de controlar la prensa por par guerra de Vietnam y la administración
te de un conglomerado financiero es el Nixon, surgió una nueva ola de repor
protagonizado a comienzos de los teros de investigación, entre ellos los
años ochenta por el grupo Grancolom- famosos Bob Woodward y Carl Bern-
biano, bajo la tutela de su presidente stein, que fueron «hollywoodizados»
Jaime Michelsen Uribe. Este grupo, debidamente en el filme Todos los
que ejerció una enorme influencia so hombres del presidente.
bre prensa, radio y TV a través de su El periodismo investigativo en Co
abultada pauta publicitaria y de la pro- lombia no surgió sino después de la se
gramadora RTI, logró el control de la gunda mitad del siglo. A mediados del
revista Cromos, trató de consolidar un siglo XIX floreció la revista satírica El
imperio de distribución de prensa y re Alacrán, que ejercía algunas funciones
vistas, y llegó a decretarle un boicot de denuncia. Por la época de la gran
publicitario a El Espectador, como re cosecha de los muckrakers (1903 y si
presalia por las denuncias de este dia guientes), el periodismo colombiano
rio sobre irregularidades financieras estaba muy comprometido política
del grupo. Este episodio desempeñó mente, y su vocación informativa era
un importante papel en el eventual co apenas un embrión: ello explica que
lapso del Grancolombiano y quedó allí no cupiera esta forma de fiscali
como aleccionadora experiencia sobre zación. En las décadas siguientes la
los antidemocráticos excesos a los que prensa ocasionalmente adelantaba
puede conducir la pretensión del campañas de denuncia; algunas de
gran capital financiero de intimidar o ellas contenían elementos de exposé;
silenciar la prensa que critica sus pero en realidad no obedecían a ím
actuaciones. petus y circunstancias profesionales,
sino a propósitos y campañas políti
El periodismo investigativo cas. El cuidado de los dineros públi
cos y otras materias que tradicional
En los años setenta también se con mente convocan a los periodistas de
solida en Colombia el llamado perio investigación suscitaban, es verdad,
dismo investigativo, o aquella tenden publicaciones y denuncias, pero más
cia según la cual el ejercicio periodís por interés político que por actitud
tico busca descubrir hechos de rele profesional.
vancia social que alguien pretende En los años sesenta y setenta surgen
mantener ocultos, y cuya exposición las primeras investigaciones que se
es fruto del trabajo del periodista. El modulan dentro de la definición del
periodismo investigativo constituye periodismo investigativo y que no obe
una de las más elaboradas formas de decen a móviles políticos, sino a un
fiscalización social que ejerce la pren afán profesional de fiscalización. Fue
sa (otras son el comentario y la infor ron en un principio publicaciones oca-
mación en sí). sinales: de Daniel Samper Pizano so
A partir de los años finales del siglo bre los vínculos del ex ministro Ro
pasado se desarrolló en Estados Uni drigo Llorente con una firma urbani-
dos una gran escuela de periodismo in- zadora; de Germán Castro Caycedo
vestigativo que produjo varias figuras sobre algunas actuaciones del contra
de importancia, e investigaciones que lor Jorge Enrique Escallón, de Luis E.
suscitaron reformas sociales de alguna Cardozo (El Pueblo, Cali) sobre irre
trascendencia en ese país. Posterior gularidades en la Empresa de Servi
mente pasó la ola, y, durante años, cios Públicos local.
apenas unos pocos periodistas (Jack En 1977 se publican dos investiga
Anderson, I. F. Stone, Jessica Mit- ciones que empiezan a darle cuerpo
ford) continuaron la escuela del ex definitivo al periodismo investigativo.
posé. Con el deterioro político y social Una es la de Daniel Samper y Alberto
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
132
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Capítulo 6
137
Epifanio Garay.
"Retrato del general
Jesús Casas
Castañeda",
Oleo sobre lienzo,
125 x 105 cm.
Colección
particular.
Epifanio Garay.
"La mujer del
levita Efraín", 1899.
Óleo sobre lienzo,
128 x 198 cm.
Museo Nacional,
Bogotá.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
140
Eugenio Peña.
"El Boquerón".
Óleo sobre cartón,
31 x 40 cm.
Museo Nacional,
Bogotá.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
148
Francisco Antonio
Cano.
"Bodegón", 1912.
Oleo sobre lienzo,
40 x 61 cm.
Museo de Arte
Moderno, Bogotá.
El costumbrismo
Finalmente, los temas costumbristas,
otra especialidad pictórica de larga
trayectoria en la que se presentan es
cenas cotidianas y comunes, tuvieron
así mismo algunos exponentes de ta
lento al iniciarse el siglo XX. Aun
cuando en el país se habían ejecutado
Capítulo 6 151
Fídolo Alfonso
González Camargo.
"El bazar", 1915 c.
Óleo sobre madera,
16 x 24.5 cm.
Colección particular,
Bogotá.
"Su obra podría
calificarse de
post-impresionista
... por el énfasis
en la materia y por
el imaginativo
colorido."
152 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Ignacio Gómez
Jaramillo.
"Desnudo", 1964.
Óleo sobre lienzo,
70 x 146 cm.
Colección particular,
Bogotá.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
156
El carácter de avanzada —en lo so con los frescos— de los grandes maes
cial y lo pictórico—, patente en su tra tros del Renacimiento.
bajo, suscitó álgidas polémicas que El impacto de la pintura mural re
condujeron hasta el cubrimiento de nacentista y el auge que había cobrado
los murales del Capitolio (con ocasión dicha técnica gracias al ímpetu del mu-
de la IX Conferencia Panamericana). ralismo mexicano (iniciado en 1921)
Su obra, sin embargo, constituye sin incidieron sin ninguna duda en la pre
lugar a dudas una de las expresiones dilección de Pedro Nel Gómez por las
más personales y logradas del arte co obras de arte público. El contenido
lombiano de mediados de este siglo, y político y social del movimiento me
fue influencia fecunda para generacio xicano, su acendrado humanismo y su
nes posteriores que supieron valorar exaltado nacionalismo, aunado al sen
Pedro Nel Gómez. su aproximación simultáneamente tido artístico y arquitectónico de Flo
"Autorretrato", 1960. sensible e inteligente a la pintura. Con rencia —la ciudad donde se descubrió
Acuarela sobre papel, su trabajo reingresa la conjugación de la perspectiva—, estarían siempre la
59x47 cm. contemporaneidad y nacionalismo en tentes en los miles de metros cuadra
Museo Pedro Nel
Gómez, Medellín.
el arte del país. dos de frescos con que el artista or
Pedro Nel Gómez (1899-1984) es namentó diversos edificios, especial
tudió simultáneamente arte e ingenie mente en Medellín, conformando el
ría en Medellín, y presentó en 1924 en más rico y relevante legado del país en
Bogotá una muestra de paisajes rea este género pictórico.
lizados en acuarela, los cuales, si bien El hombre, el amor, el trabajo, la
tradicionales en tratamiento y en com historia, la mitología, los problemas
posición, fueron premonitorios de la sociales y la riqueza de Colombia son
aguda visión que habría de caracteri básicamente los temas de su obra mu
zar su obra. El año siguiente viajó a ral, para la cual partía de armoniosos
Holanda, Francia e Italia, radicándose bosquejos abstractos a los que ajus
hasta 1930 en Florencia, donde estu taba posteriormente las representacio
dió pintura y arquitectura, y donde se nes. El vibrante colorido, y la fuerza
familiarizó con el trabajo —sobre todo y la energía de los motivos y de la rea-
Rómulo Rozo.
"Mater Doloroso",
1930.
Bronce,
17 x 19 x 30 cm.
Museo Nacional.
Bogotá.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
160
Marco Ospina.
"Aurora", 1950,
Oleo sobre lienzo,
75.5 x 150 cm.
Museo de Arte
Moderno, Bogotá.
Es el introductor
de la pintura
abstracta
en el país.
presivo aunque con manchas de color toda ha tenido gran repercusión con
cada vez más sueltas y poéticas. Pos ceptualmente en el desarrollo de la
teriormente desaparecía el dibujo y pintura del país.
con él todo vestigio de figuración, El impulso hacia la abstracción, sin
adentrándose su abstracción por un li embargo, no siempre se exteriorizaría
rismo de corte expresionista y de acen por medio de posiciones tan extremas
to primordialmente cromático. como las de Ospina, Ramírez y Wie-
Ya en los años sesenta, Wiedemann demann, sino que también se haría
se decide por la «abstracción pura» y, sentir, a través de expresionismo, es
trabajando en acuarelas, óleos y «co- decir, a través de obras que se alejan
llages», confronta la creación libre sin deliberadamente de la imitación de lo
alusiones a otra realidad distinta de la real en favor de una vehemente pro
Alejandro Obregón de sus obras. Sus acuarelas mantienen yección de sentimientos y emociones.
"Blas de Lezo a través de sensibles transparencias el Tal es el caso del trabajo de Alejandro
(Autorretrato)", hálito poético de sus primeros cua Obregón (1920, nacido en Barcelona,
1979. dros; sus óleos presentan fuertes tra España, pero radicado en la Costa at
Acrílico sobre tela, lántica), cuya obra, a pesar de cen
90 x 100 cm. zos y cierto asomo de geometría, no
Colección Gabriel obstante su carácter expresionista y su trarse en la naturaleza, hace manifies
García Márquez. énfasis en el pigmento; mientras que tas una fértil imaginación y una sin
Alejandro Obregón. sus «collages» —en los que utilizaba gular vitalidad.
"Fuga y muerte alambres, cuerdas, cabuya, yeso, tela Obregón, como la mayoría de los
del alcatraz", ¡963. y papel— son cuidadosamente cons artistas de su generación, vivió por al
Óleo sobre lienzo, truidos revelando gran conciencia en gún tiempo en Europa y los Estados
200 x170 cm. la composición y en la consideración
Museo de Arte Unidos, iniciando su carrera en el país
Moderno, Bogotá.
de los distintos elementos. Su obra a mediados de los años cuarenta con
un trabajo que todavía acusaba fide
lidad a la academia, pero que iría ac
tualizándose y singularizándose hasta
convertirse en un lenguaje pictórico
de personalidad y profundidad inape
lables. La evolución de su trabajo cau
só un fuerte impacto en los círculos
artísticos, suscitando de inmediato la
gran admiración y el amplio recono
cimiento de que ha gozado desde en
tonces en Colombia.
Su pintura pasa del naturalismo al
expresionismo paulatinamente, a me
dida que el artista va exaltando su pa
leta, dominando los pigmentos, defi
niendo símbolos y signos y reconstru
yendo con intención poética —des
pués de haberlas fragmentado— las
múltiples figuras que conforman su te
mática. Su estilo está compuesto de
contrarios: inmensos espacios de bro
chazos enérgicos y detalles minuciosos
de pincelada delicada; misteriosas ve
laduras y figuras contundentes; zonas
grises y calladas y áreas de colores
fuertes, vivos, contrastantes; referen
cias directas a la realidad y alusiones
inequívocas a la magia, los enigmas y
la fantasía.
Capítulo 6 163
Alejandro Obregón.
"Colibrí hechizado
por una mojarrita",
1962.
Oleo sobre lienzo,
30 x 51 cm.
Colección particular,
Bogotá.
Planteamientos tridimensionales
También para el trabajo tridimensio
nal soplan vientos abstraccionistas en
los años cincuenta, como lo patentizan
las obras de Edgar Negret y Eduardo
Ramírez Villamizar, quienes por esa
época comienzan a definir los pará
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
164
Continuidad de la figuración
Si bien es cierto que en la década del
cincuenta comienza la abstracción a
extender con fuerza sus dominios en el
arte colombiano, también es cierto
que la pintura figurativa no ha perdido
nunca vigencia en el país, pudiendo ci
tarse esta constante como caracterís
tica de la escena artística regional. Así
lo hacen manifiesto por esos mismos abanicos, como personajes extraídos Enrique Grau.
años los trabajos de Enrique Grau y de tarjetas postales de los primeros "La niña del
Fernando Botero, quienes después de bodegón", 1969
años de este siglo. Sus escenarios van Óleo sobre lienzo,
algunas veleidades abstraccionistas llenándose a la vez de múltiples ob 140 x 160 cm. Fondo
(Grau con óleos esquematizantes y jetos (alacenas, cajas, máscaras y flo Cultural Cafetero.
Botero con dibujos de acento expre res) con los cuales conforma los am "Nariño y los
sionista) comienzan a definir morfo bientes recargados que determinan en Derechos del hombre",
logías, con grandes diferencias entre gran parte el carácter anecdótico de 1983.
sí, aunque con patentes intenciones de Oleo sobre lienzo,
sus representaciones. Pero si las figu 159 x 189 cm. Casa
representación y definitivamente cen ras manifiestan cierto ánimo idealista de Nariño, Bogotá.
tradas en la figura humana.
Grau (1920, nacido en Panamá pero
cartagenero por familia y residencia)
inicia, como Obregón, su carrera artís
tica en los años cuarenta, aunque es
sólo después de sus estudios en Nueva
York y en diversas ciudades italianas
cuando comienza realmente a cimen
tar los parámetros de su lenguaje. Ex
traños personajes de cabezas angula
res y túnicas a rayas, perfectamente
estáticas, como sorprendidos in fraganti
por una luz frontal, empiezan a poblar
sus lienzos junto con objetos como hue
vos, velas, máscaras y jaulas, de ine
quívoca entonación simbólica.
A comienzos de los años sesenta las
figuras van perdiendo angularidad y
trasformándose en seres rollizos, car
nosos, voluptuosos, ricamente atavia
dos con encajes, plumas, sombreros y
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
166
La geometría
En cuanto a la abstracción, por ejem
plo, en los años sesenta surgen obras
como la del artista cundinamarqués
Carlos Rojas (1933), la del vallecau-
cano Ornar Rayo (1928), la de la bo
gotana Fanny Sanín (1935) y la del ba-
rranquillero Manolo Vellojín (1943),
las cuales establecen, cada una a su
manera, nuevos planteamientos den
tro de la tendencia geométrica iniciada
durante el anterior decenio. Rojas
—quien también es escultor— inicia
su obra con pinturas de intención cu
bista, pasando luego a lienzos de co claras alusiones a emotivas experien John Castles.
lores planos que proponen sensibles cias (esquelas, ritos religiosos, fune "Sin título", 1985.
divisiones del espacio. Posteriormente rales), ha ido conformando una obra Hierro fundido,
hace pinturas de líneas por lo regular ascética y severa en la que cuentan por 8.5 x 207 x 79 cm.
horizontales que no obstante su poder Colección del
igual actitudes tan disímiles como la artista, Bogotá.
evocativo aluden claramente a pro introspección y la contemplación. La
porciones y medidas. Pero más recien disección pictórica de los paisajes del
temente ha aparecido el dorado en sus antioqueño Alvaro Marín (1946), las
pinturas y con él no sólo el gesto de su pinturas monocromas divididas en
aplicación sino también un carácter at áreas mates y brillantes del risaralden-
mosférico reminiscente de los astros. se Rafael Echeverri (1952) y las cons
Rayo, por otra parte, ha logrado la trucciones de colores sutilmente va
consolidación de un lenguaje de «cin riantes en varios bastidores del caleño
tas», por lo regular en blanco y negro, Camilo Velásquez (1950) continuarían
las cuales tienen un efecto de tridi- sensiblemente, ya en la década de los
mensionalidad logrado con el vapori setenta, con la tradición de la pintura
zador en las áreas que corresponden geométrica en Colombia.
con sombras y dobleces. Sanín pasó de En cuanto a la escultura, los artistas
hacer unos trabajos de acento expre antioqueños John Castles (1946), Al
sionista a pintar bandas verticales di- berto Uribe (1947), Ronny Vayda
cientes de su interés cromático, las (1954) y Germán Botero (1946) serían
cuales irían entretejiéndose con ban los encargados de proseguir en los úl
das horizontales para armar cuadrados timos años la exploración de las apti
y rectángulos simétricos. Mientras que tudes tridimensionales de la geome
Vellojín, apoyado primero en basti tría. Castles, primero con varillas y lá
dores irregulares cuya forma coincide minas de hierro sin pintar, posterior
ópticamente con el encuentro tridi mente fundiendo sus distintos elemen
mensional de dos o más espacios, con tos y más recientemente dejando al
centrado después en el cuadrado y el descubierto las uniones de las piezas lo
rectángulo, y más recientemente con que relieva su estructura, se ha aden-
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
170
Feliza Bursztyn.
"Baila mecánica",
1979.
Estructuras
metálicas,
motores eléctricos
y telas.
De su instalación
en la Galería
Garcés & Velásquez,
Bogotá.
Beatriz González.
"Naturaleza —mesa-
viva", 1971.
Esmalte sobre lámina
de metal ensamblado
en mueble metálico,
110 x 130x75 cm.
Colección de la
artista, Bogotá.
viamente en relación con otro aspecto Coca-Cola. Bernal presenta una o dos
de su obra, los barranquilleros Ramiro palabras en carteles publicitarios que
Gómez (1949), Sara Modiano (1951) y disemina en las ciudades incitando a
Alvaro Herazo (1947), los antioque- poéticas asociaciones. Y Santiago Uri-
ños Juan Camilo Uribe (1945), Santia be, inyectando humor en el área del
go Uribe (1958) y Adolfo Bernal diseño, produce muebles absurdos de
(1954), el bogotano Antonio Caro apariencia extravagante y de funcio
(1950) y la caleña Alicia Barney nalidad dudosa.
(1952) sobresalen por los alcances y Herazo, por otra parte, se halla de
originalidad de sus propuestas. dicado a la acción artística o perfor
Gómez, por ejemplo, produce en mance con miras históricas y políticas,
samblajes con materiales de desecho mientras que su coterráneo Inginio
enfáticamente no atractivos (cajas y Caro (1952) ha incursionado igual
zapatos viejos, vidrios rotos, animales mente en el conceptualismo modelan
disecados, brea y puntillas) de apa do en cera imágenes y objetos religio
riencia peligrosa y mágica. Juan Ca sos destinados a ser devorados por el
milo Uribe hace «collages» con estam fuego. Los bogotanos Germán Linares
pas religiosas retocadas. Modiano rea (1947), quien usa ramas como basti
liza grandes construcciones en ladrillo dores en los cuales teje lienzos y pa
que revelan su interés en el anverso y peles que pinta con colores y patrones
el reverso de un espacio dividido es extraídos de decoraciones populares,
calonadamente. Barney organiza en y Liliana Villegas (1951), quien mez
bolsas plásticas objetos que recoge en cla varias artes como la música, la dan
una especie de arqueología del mundo za y la pintura en presentaciones co
actual. Caro apela a cambios de con lectivas, también han reforzado en su
texto para hacer críticas irónicas como trabajo los conceptos empleados por
la de su valla Colombia en la cual apa sobre la permanencia o la finura del
rece el nombre del país con el tipo de objeto de arte. Con el conceptualis
letra y colores con que se escribe mo, finalmente, se abre un campo de
Capítulo 6 177
Salones Nacionales
Fecha Nombre oficial Primeros premios
1940 I Salón Anual de Artistas Colombianos Ignacio Gómez Jaramillo
Ramón Barba
1941 II Salón Anual de Artistas Colombianos Santiago Martínez Delgado
1942 III Salón Anual de Artistas Colombianos Carlos Correa
José Domingo Rodríguez
1943 IV Salón Anual de Artistas Colombianos Desierto
1944 V Salón Anual de Artistas Colombianos Miguel Díaz Vargas
Miguel Sopó
1945 VI Salón Anual de Artistas Colombianos Jorge Ruiz Linares
María Teresa Zerda
1946 VII Salón Anual de Artistas Colombianos Dolcey Vergara
Margarita Posada
Carlos Díaz
Josefina Albarracín
1950 VIII Salón Anual de Artistas Colombianos Luis Alberto Acuña
Moisés Vergara
1952 IX Salón Anual de Artistas Colombianos Blanca Sinisterra de Carreño
Tito Lombana
1957 X Salón Anual de Artistas Colombianos Enrique Grau
Hugo Martínez
1958 XI Salón Anual de Artistas Colombianos Fernando Botero
Julio Fajardo
Enrique Grau
Luis Ángel Rengifo
1959 XII Salón Anual de Artistas Colombianos Eduardo Ramírez Villamizar
1961 XIII Salón Anual de Artistas Colombianos Manuel Hernández
Ignacio Gómez Jaramillo
Pedro Hanné Gallo
1962 XIV Salón Anual de Artistas Colombianos Alejandro Obregón
Eduardo Ramírez Villamizar
Antonio Roda
1963 XV Salón de Artistas Colombianos Carlos Granada
Pedro Alcántara
Edgar Negret
Beatriz Daza
Augusto Rendón
1964 XVI Salón de Artistas Colombianos Augusto Rivera
Leonel Góngora
Eduardo Ramírez Villamizar
1965 XVII Salón de Artistas Colombianos Norman Mejía
Feliza Bursztyn
Pedro Alcántara
1966 XVIII Salón de Artistas Nacionales Alejandro Obregón
Eduardo Ramírez Villamizar
Pedro Alcántara
Augusto Rendón
Roxana Mejía
180 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Bibliografía
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Capítulo 7 181
Un siglo de arquitectura
colombiana
Alberto Saldarriaga R. porado en la conciencia colectiva de
Lorenzo Fonseca M. los habitantes, quienes lo aplicaron en
las incontables fundaciones de los nue
vos frentes de poblamiento que expan
1886 dieron las áreas habitadas del territo
rio colombiano. Ejemplo de ello son
los pueblos establecidos durante la co
M ientras el país intentaba una vez
más promulgar una constitución lonización
política y trataba de restablecerse vimiento
de
antioqueña, ese vasto mo
poblador del área central del
sus guerras civiles, las que habrían to país, iniciado en Antioquia a finales
davía de proseguir por diecisiete años del siglo XVIII y que para 1886 alcan
más, las ciudades y pueblos colombia zaba ya las tierras de Risaralda y del Pabellón de las
nos, las casas y edificios, las haciendas Quindío. Sus pueblos, génesis de al Artes, en el parque
y las casas campesinas mostraban to gunas de las ciudades intermedias ac del Centenario,
davía los trazos característicos de las tuales, siguieron rigurosamente la de Bogotá, 1810
herencias de la arquitectura colonial y pauta española de la cuadrícula, aun (Postal turística
en la colección
del ancestro indígena. Estas herencias en terrenos de fuertes laderas, filos y del Museo de
fueron la base principal de las cons cañadas. Desarrollo Urbano,
trucciones efectuadas en el territorio La casa de zaguán y patio, de co Bogotá).
nacional durante el siglo XIX y, en mún construcción en Colombia duran
1886, daban alojamiento a los tres mi te el siglo XIX, fue otra muestra de esa
llones de habitantes de ese territorio. herencia española, la que todavía está
La herencia de la arquitectura co vigente en muchas regiones del país.
lonial se manifestó prácticamente en La construcción propia de esas vivien
todos los niveles del trabajo del ur das fue la que empleó muros gruesos
banismo y de la arquitectura del siglo en adobe y grandes techos en teja de
XIX, especialmente en aquellas regio barro. Sin embargo, las técnicas cons
nes en las que el poblamiento hispá tructivas propias de la herencia indí
nico había dejado huellas más profun gena subsistían en áreas en las que,
das. El trazado de pueblos y ciudades por motivos ambientales y culturales,
regido por una malla o cuadrícula de eran más adecuadas. Estas técnicas se
calles y manzanas ya se había incor basan en el empleo de materiales ve-
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
182
El Capitolio
Nacional, de Bogotá,
todavía en
construcción en
esta fotografía
tomada hacia 1895.
Las obras se
iniciaron en 1847
con los planos
del arquitecto
inglés Thomas Reed,
y sólo concluyeron
en 1928, tras 80
años de trabajos.
getales y minerales sin elaborar; ta peo. Los centros de Bogotá, Medellín
pias, bahareques, guadua, cañas, ho y Cali, Popayán y Bucaramanga se
jas de palma, paja, esteras, piedras, transformaron gradualmente con estas
etc. fueron parte de la otra gran he incursiones del neoclasicismo criollo,
rencia arquitectónica que configuró la dando como resultado una primera hi
tradición popular colombiana. bridación de las construcciones de las
Para 1886, se habían iniciado ya áreas históricas, en este caso poco des
cambios en la arquitectura promovi tructiva y ampliamente decorativa.
dos por familias adineradas, por la Los cambios en las técnicas cons
Iglesia y por el Estado. Desde los co tructivas se dieron en dos campos: la
mienzos mismos de la vida republica producción y empleo del ladrillo co
na algunas minorías urbanas habían cido y la ornamentación en hierro. Fá
orientado sus preferencias arquitectó bricas de ladrillo se instalaron en va
nicas en dirección a los aires ingleses, rias ciudades del país, especialmente
franceses y norteamericanos. En 1847 en Bogotá. Las ferrerías y los talleres
se inició la construcción del Capitolio de ornamentación en hierro se incre
Nacional de Bogotá, encargado por el mentaron. Estas técnicas sirvieron
entonces presidente general Tomás para dar nueva estabilidad y aparien
Cipriano de Mosquera y planeado por cia a las edificaciones y para desarro
el arquitecto inglés Thomas Reed en llar algunas posibilidades estructurales
el más severo estilo neoclásico, enton y decorativas diferentes a las tradicio
ces en boga en Europa. Ese mismo es nales. El aumento de técnicas exclu
tilo fue acogido con fervor por las fa sivamente decorativas, especialmente
milias adineradas que comenzaron a las molduras en yeso y el papel de col
adoptar, en sus viejas casonas colonia gadura, permitió transformar el aus
les, detalles ornamentales del nuevo tero espacio interior de la arquitectura
estilo y a construir nuevas casas de tra colonial en espacios vistosos y coloridos
zado colonial con fachadas y detalles y el espacio público en un ambiente ur
evocadores del neoclasicismo euro bano lleno de texturas y color.
Capítulo 7 183
Estado actual de
la Plaza de Bolívar,
de Bogotá, con la
estatua del
Libertador de Pietro
Tenerani en el
centro, y con la
fachada del
Capitolio en el
costado sur.
La plaza fue
remodelada en 1959
por Fernando
Martínez Sanabria.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
184
Pabellón de la
Industria en el
Parque Centenario,
de Bogotá, 1910.
Capítulo 7 185
Pabellón Egipcio
en el Parque del
Centenario, Bogotá,
1910. Para las
exposiciones de
los cien años de la
Independencia,
intervinieron en
el diseño de los
pabellones
arquitectos como
Pietro Cantini
y Arturo Jaramillo.
Hogar Escuela de
San Antonio, Bogotá,
construido a
comienzos de siglo
por Julián Lombana.
Hotel Magdalena,
en Puerto Berrío,
primer edificio en
concreto reforzado
que se construyó
en el país, entre
1908 y 1912.
La fotografía fue
publicada en el
Álbum de Medellín,
de la Sociedad de
Mejoras Públicas,
1922.
fecha se inició la construcción del Pa después del incendio de 1925. Su ca
lacio Nacional, obra del mismo arqui tegoría de centro cafetero principal ya
tecto, también inacabada. En 1924 se se había establecido para esa fecha. La
inició la construcción, en un solo edi construcción de la ciudad después del
ficio, del Teatro Junín y del Hotel Eu incendio se efectuó dentro de las po
ropa, con planos de Govaertz. Este sibilidades económicas que brindó la
bello edificio fue destruido en 1967 prosperidad de algunos de sus ciuda
para dar paso a la torre de Coltejer. danos. La iniciación de la obra del
Igual suerte corrió el Teatro Bolívar, Palacio Departamental en 1924 ante
obra de H. M. Rodríguez y Enrique cedió la iniciación de la obra de la
Olarte. catedral, la que contó con planos del
En el campo de las construcciones arquitecto francés Auguste Polty. El
para la educación se destacan en Me- Palacio Departamental, obra del
dellín los edificios del Colegio de San arquitecto norteamericano John Wo-
Ignacio (Félix Mejía y Agustín Go- tard, al servicio de la compañía Ullen,
vaertz, 1925), con su iglesia corres es un raro ejemplo de arquitectura
pondiente, la Universidad de Antio- ecléctica, con un tratamiento muy es
quia (H. M. Rodríguez e Hijos, 1916) pecial de la decoración. La catedral,
y el excepcional edificio para el Se enorme construcción en concreto re
minario Conciliar, construido desde forzado, evoca la imagen de una ca
1919 con planos de Juan Buscaglione tedral gótica, a pesar de no tener su
y actualmente recuperado como cen trazado correspondiente. El Edificio
tro comercial. Entre las construccio Sanz, obra de Papío y Bonarda cons
nes realizadas en Antioquia, fuera de tructores, según reza alguna placa, fue
la ciudad de Medellín, deben desta construido antes de 1930. El Teatro
carse el puente colgante sobre el río Olympia fue uno de los raros ejemplos
Cauca en Santa Fe de Antioquia, obra de teatro en herradura que fueron he
del ingeniero José María Villa, cons chos en distintas ciudades del país y,
truido en 1895, y el Hotel Magdalena en este caso, destruido para dar paso
en Puerto Berrío, construido entre a un parqueadero de automóviles.
1908 y 1912, primer edificio en con En la ciudad de Cali, antes de 1925
creto reforzado construido en el país. se destaca la construcción del Teatro
La ciudad de Manizales tuvo su Municipal, inaugurado el 9 de abril de
auge arquitectónico correspondiente 1918, obra de los ingenieros Rafael
190 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Casa de
El Prado,
en Barranquilla,
uno de los barrios
periféricos
cuya construcción
se inicia hacia
1920 en las
principales
ciudades del país.
Capítulo 7 193
Un aspecto del
Edificio Nacional,
de Neiva,
construido por
Alberto Wills
y Rafael Lelarge
en 1933, con el
lenguaje ecléctico
o mezcla de estilos
que caracterizó la
arquitectura oficial.
Biblioteca Nacional,
en Bogotá, vista
desde la fachada
norte. Alberto Wills
Ferro la construyó
entre 1933 y 1938.
194 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
das que en el diseño mismo, que, sin Cía. De la primera sobresalen los edi
embargo, fue superior a los prototipos ficios para Seguros Bolívar (1956),
convencionales del momento. Acción Cultural Popular (1957) y Eco-
La gran cantidad de nuevos edificios petrol (1957-1960), acreedor éste del
urbanos construida entre 1950 y 1960 Primer Premio Nacional de Arquitec
respondió a la expansión de la indus tura en 1962. De la segunda firma
tria y del comercio en el país. Se apre cabe destacar el edificio para la Com
cian con bastante claridad en estos pañía Nacional de Seguros en el Par
edificios la búsqueda de un lenguaje que Santander (1957-59).
moderno y los ensayos técnicos nece Como obra especial debe mencio
sarios para lograrlo, en un medio en el narse el edificio del Banco de Bogotá,
Edificio del Banco que la construcción común se encon con planos de la firma estadinense
Industrial traba en situación tradicional. Como Skidmore Owings and Merrill, ajus
Colombiano, Cali, ensayos formales y técnicos son de es
construido por tados por los arquitectos Pablo Lan-
Borrero, Zamorano pecial interés los edificios construidos zetta Pinzón y Reinaldo Valencia.
y Giovanelli, en Bogotá por las firmas Cuéllar, Se Este edificio fue considerado, en su
1959-1960. rrano Gómez y Obregón Valenzuela y momento, de diseño bastante avan
zado, y sus semejanzas con el edificio
Lever construido en Nueva York en
1951 por la misma firma le colocaron
en un lugar de cierta importancia a ni
vel internacional. El edificio para el
Servicio Nacional de Aprendizaje
Sena, construido en Bogotá entre 1959
y 1960, con diseño del arquitecto Ger
mán Samper, marca una búsqueda
muy diferente, en la que la influencia
de las obras del arquitecto suizo Le
Corbusier se exalta de manera nota
ble. El edificio para el diario El Tiem
po, en Bogotá, obra del arquitecto ita
liano Bruno Violi, contrasta con los
edificios hasta ahora mencionados por
su empleo de un lenguaje con tenden
cias neoclásicas elaborado a la manera
del arquitecto francés Auguste Perret.
Entre los edificios construidos entre
1950 y 1960 fuera de la ciudad de Bo
gotá se destacan el Banco Industrial
Colombiano y el Banco Cafetero (Bo-
rrero, Zamorano y Giovanelli, 1959
60) y el National City Bank (Lago y
Sáenz, 1959-60) en Cali; el Banco de
Bogotá en Cartagena (Obregón Va-
lenzuela y Cía., 1956-58); el Banco de
la República en Barranquilla (Cuéllar,
Serrano Gómez, 1950); y en Medellín
los edificios de los bancos Central Hi
potecario e Industrial Colombiano (H.
M. Rodríguez e Hijos).
Los edificios mencionados hasta
ahora corresponden en su gran ma
yoría a sedes bancarias importantes
Entre 1950 y 1960 se construyeron
Capítulo 7 201
La vieja plaza de
toros de Santamaría
con el conjunto
residencial
Torres del Parque
al fondo, una de las
obras más elogiadas
del arquitecto
Rogelio Salmona;
Bogotá, 1970.
204 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Unidad residencial
Carlos E. Restrepo,
IV Etapa, Medellín,
de la firma de
arquitectos L. y L.H.
Forero Limitada
(1978-1982), una
buena muestra del
interés de la
arquitectura
colombiana por
soluciones de
vivienda
multifamiliar.
Unidad residencial
Villa Concha,
Arquitectos Ltda.,
Medellín, 1980.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
208
Centro de Convenciones
de Cartagena,
Esguerra Sáenz y
Samper, 1979-1982,
uno de los edificios
más opulentos
construidos en una
época de auge de
negocios ilícitos,
de monopolios
financieros y de afán de
ostentación
del propio Estado.
lema de «vivienda sin cuota inicial» y citos, la riqueza producida por los mo
con normas aun más mínimas, pro nopolios financieros y el afán de os
ducen actualmente barrios en los que tentación del mismo Estado dejaron
la calidad urbana y arquitectónica se ejemplos de especificaciones, tamaños
ha reducido por debajo de los límites y costos considerables. El Centro de
de lo aceptable. Convenciones de Cartagena (Esguerra
Por contraste, entre 1970 y 1980 se Sáenz y Samper, 1979-1982) es el más
construyeron en el país algunos de los representativo de los edificios resul
edificios más opulentos en la historia tantes de esta pretenciosa visión del
nacional. El auge de los negocios ilí trabajo profesional, con una presencia
urbanística y arquitectónica ingrata
para la ciudad histórica. Los centros
Centro comercial comerciales Unicentro (Pizano Pradi-
Villanueva, 11a y Caro, 1974) y el Granahorrar (Luis
de Medellin, Raúl Rodríguez y Asociados, 1980) en
meritoria labor
de readaptación Bogotá son ejemplos de la traducción al
a nueva finalidad lenguaje nacional de modelos nortea
arquitectónica mericanos de centros comerciales, con
del antiguo una negación rotunda hacia la ciudad y
edificio del con el uso de materiales vistosos y de
Seminario Conciliar,
efectuada por exagerada ostentación.
L.H. Forero Contrastan con estos ejemplos las
y Arquitectos, Ltda.
labores de recuperación del entorno
urbano y de sus edificios que se han
efectuado en el país en los últimos
años. El centro comercial Villanueva
de Medellin (L. H. Forero y Arqui
tectos Ltda., 1982) se instaló en el edi
ficio del antiguo Seminario Conciliar
de la ciudad, gracias a una tarea de re
ciclaje meritoria en la que se trabaja
ron discretamente los nuevos elemen
tos necesarios para el desarrollo co
Capítulo 7 209
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Capítulo 8
213
Margarita Xirgu,
una de las
grandes figuras
del teatro que
pasaron a comienzo
de siglo por el
Teatro Colón.
Al lado, el Circo
España, de Medellín,
inaugurado en 1909,
para múltiples
usos y al aire
libre.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
216
1905, autor de La libertadora del Li Uno de los poetas más versátiles y
bertador, que constituyó un gran éxito de un verbo inspirado y elocuente,
en su momento y alcanzó el mayor nú Jorge Zalamea Borda, escribió varios
mero de representaciones hasta esa dramas, como El regreso de Eva
época. Antonio Gómez Restrepo, (1933) y El rapto de las sabinas, más
académico, diplomático y ensayista, para ser leídos que representados (y
quien también incursionó en el género de hecho se divulgaron luego a través
dramático con la comedia En la región del grupo de teatro de la Radio Na
de ensueño. cional) así como un coloquio para ra
Con una producción más constante dio titulado Horas de soledad. Su in
se destaca en el teatro de los años cua terés por el teatro lo llevó además a
renta la producción de Rafael Guiza- traducir la obra de Jean Paul Sartre El
do, nacido en Corozal, Bolívar, en diablo y Dios, y su cuento El gran Bu-
1913. Entre sus dramas se cuentan: La rundú Burundá fue llevado a escena
mujer de Loth, El hombre de las ceri por el grupo Acto Latino, bajo la di
llas, Verano, Complemento, Allegro, rección de Sergio González.
Canción de cuna, Sobre las más altas Cultivadores de la novela y ambos
montañas y la que consideramos su doctores en Medicina, los hermanos
pieza más importante, y que se anti Juan y Manuel Zapata Olivella han
cipa a un teatro con preocupaciones cultivado el género teatral, y sus obras
de orden social, como el que apare han sido llevadas a escena en distintas
cerá más tarde, la obra titulada: Bra oportunidades. La obra más conocida Representación de
zos caídos. de Juan Zapata Olivella, La bruja de "Las convulsiones"
(1828), de Luis
Nacido en Cúcuta en 1919, Arturo Pontezuela, ha sido representada en Vargas Tejada,
Laguado, abogado y cuentista, tam Colombia y en otros países de Cen- en el Teatro Colón,
bién produjo una obra dramática de troamérica y el Caribe. Ha escrito, marzo de 1916.
cierta importancia, con comedias
como: El entremés de los fantasmas
cándidos, Pericardios, Se permite la
aventura y el drama El gran guiñol.
Tal como lo desarrolla en sus cuentos,
el estilo de Laguado es muy personal
e imaginativo, amigo de lo extraño y
lo insólito. Su teatro, así como el de
Rafael Guizado, fue dado a conocer
especialmente en el Radioteatro de la
Radio Nacional de Colombia, un pro
grama que divulgó nuestra dramatur
gia alrededor del medio siglo, hasta
los años sesenta.
A esta misma generación y al grupo
de los poetas de Piedra y Cielo per
tenece el teatro de Gerardo Valencia,
académico, poeta, ensayista, nacido
en Popayán en 1914. Entre sus dramas
cabe destacar El chivato, Alfredo o la
soledad, Cuento de miedo, El hombre
que descubrió el mar y Chonta.
También poeta y académico, perio
dista y profesor universitario, Néstor
Madrid Malo ha escrito dramas de un
carácter social y patriótico, como La
bandera, Los frutos masacrados, El
fugaz retomo y Padres a domicilio.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
222
El momento de los
aplausos después de
la representación
de "Hogar, dulce
hogar", en el Teatro
Rosalía de Castro,
de Nueva York:
Alejandro Oramas,
Luis Carlos Sánchez,
Jorge Salamanca,
Víctor Mallarino,
Ana Luz Rivadeneira,
mayo, 1951.
programa radiofónico Hogar, dulce vió para difundir las obras maestras
hogar, que fue durante años la come del teatro universal, dar a conocer im
dia con mayor sintonía en la radio co portantes corrientes renovadoras del
lombiana. teatro contemporáneo y descubrir
Aunque sin tener la dirección de nuevos autores colombianos del mo
ninguna escuela de arte dramático, un mento, como fue el caso de Arturo
gran formador de actores, a través del Laguado o Rafael Guizado, a quienes
teatro, la radio, la TV y el cine, fue la mencionamos en páginas anteriores.
figura de Bernardo Romero Lozano. Tanto en la radio como en la TV y el
Su programa de radioteatro de la Ra teatro, Romero Lozano dedicó sus es
diodifusora Nacional de Colombia sir fuerzos a la formación de los actores,
Estreno de
"La culpable",
de Luis Enrique
Osorio, en el
Municipal,
Bogotá, mayo
de 1924.
226 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Los títulos de las obras de Luis En referirnos a aquellos que tienen rela
rique Osorio producidas tras el san ción con nuestro teatro, está la llegada
griento Bogotazo no pueden ser más de la televisión a Colombia, en 1954,
elocuentes: Toque de queda, Sí, mi te y a la traída del japonés Seki-Sano, un
niente, Nube de abril, Los pájaros gri poco más tarde, con el objeto de formar
ses, Bombas a domicilio, Sed de Jus actores para el nuevo medio que aca
ticia, entre otros. Aún se trata de co baba de instaurarse en nuestro país.
medias, pero con un acento más ácido Sin embargo, la labor de Seki-Sano
y cruel, y con algunos elementos no se limitó a preparar personal «ca
—aunque prudentes y mesurados— de lificado» para actuar en la televisión
crítica social y política. oficial y comercial, como tal vez lo es
peraban quienes lo habían traído, sino
La presencia de Seki-Sano que se dedicó a tratar de formar una
verdadera escuela de actores, con el
en Colombia llamado «método de vivencia», del
Durante el gobierno del general Gus maestro ruso del Teatro de Arte de
tavo Rojas Pinilla se dará un impor Moscú, Constantin Stanislavsky. Los
tante viraje a la vida nacional en di planteamientos del director y maestro
versos aspectos, algunos de los cuales japonés van a influir notablemente so
van a incidir notablemente en nuestra bre el incipiente movimiento teatral,
cultura y por lo tanto en la producción tanto en la formación de los actores
teatral. Habíamos hablado del «teatro como en la concepción de la organi
radiofónico» y de las escuelas de arte zación y estructura de los grupos. A
dramático. Durante el gobierno de partir de este momento se inicia una
Rojas Pinilla se buscará una concilia nueva etapa en el movimiento teatral
ción con los guerrilleros del Llano colombiano, que va construyendo sus
—tema del cual trata la obra Guada pasos en forma continua y coherente.
lupe años cincuenta, sobre la cual ha Desde entonces, directores, actores y
blaremos más adelante—, se harán grupos desarrollan un nuevo tipo de
grandes esfuerzos por detener los ge trabajo, no ya como algo esporádico e
nocidios del período llamado de la incidental, sino como una actividad
Violencia, y entre otros hechos, para profesional y un trabajo permanente.
Víctor Mallarino
(Don Juan) y
Antonio Martínez
(El Comendador),
en la escena del
acto IV de
"Don Juan Tenorio"
Teatro Colón,
diciembre de 1957.
Capítulo 8 227
Enrique Buenaventura
El primer autor en realizar una expe
riencia dramatúrgica nueva, a partir
de los postulados brechtianos, es En
rique Buenaventura. Tras un viaje por
Suramérica y las Antillas, que va a in
fluir notablemente en su producción
posterior, regresa a Colombia a finales
de la década de los años cincuenta y se
incorpora como profesor de la Escuela
de Teatro de Cali, que entonces diri
gía el español Cayetano Luca de Tena.
Posteriormente, Enrique Buenaven
tura será el director tanto de la Escue
la como del Teatro de Cali, TEC, que
trabaja ininterrumpidamente desde
entonces.
A los montajes de obras clásicas y
modernas de teatro universal, como
Edipo Rey de Sófocles, La casa de
Bernarda Alba de Lorca o La loca de
Chaillot de Giraudoux, se van suman
do los títulos de las primeras piezas de
Buenaventura.
El monumento, sátira política a las
viejas concepciones de los héroes de la
historia patria, La tragedia del rey
Cristophe, sobre el legendario monar
ca haitiano en los tiempos de la inde
pendencia, y El réquiem por el padre
Casas, son parte de su primera pro
ducción. También a esta etapa, antes
de 1960, corresponde la primera ver
Enrique Buenaventura cido en Colombia. Se efectúan dos o sión del cuento de Tomás de Carras
ante carteles del tres montajes de Los fusiles de la se quilla, A la diestra de Dios Padre, la
Teatro Experimental ñora Carrar. Luego, algunos directo obra fundamental del elenco del TEC
de Cali, TEC, 1981.
Una larga res viajan a Europa y observan la for a lo largo de casi treinta años.
trayectoria ma como se trabaja el famoso «distan- Cuando se inicia la etapa del grupo
teatral tras las ciamiento brechtiano». Se intenta po estable, la dramaturgia de Buenaven
huellas de ner en práctica el nuevo método, que tura se desplaza hacia nuevas búsque
Bertolt Brecht... va a influir de un modo determinante das. Aparece un teatro más compro
una gran parte de las experiencias que metido políticamente. La influencia
vendrán a continuación. A partir de la de las técnicas y la poética brechtianas
puesta en escena de Un hombre es un se hace más notoria en Los papeles del
hombre ya no se habla tanto de «la vi infierno, ciclo de piezas breves sobre
vencia» de Stanislavsky. Quizás distintos aspectos de la historia coti
—aunque en forma esquemática en diana reciente, del país inmerso en la
muchos de los intentos—, la experien violencia posterior al 9 de abril.
Capítulo 8 229
Celmira Yepes,
Carlos Perozzo
y Margalida Castro
en "La noche de los
asesinos", de José
Triaría, dirigida
por Perozzo
a comienzos de
los años 60.
Pero la irrupción del sector univer tivos de los centros de educación su
sitario frente al desarrollo teatral no se perior como el Icfes y la Ascún (Aso
limitó a la asistencia a las funciones. ciación Colombiana de Universida
En muchas universidades se crearon des) a crear su propio Festival Nacio
grupos y escuelas o laboratorios tea nal de teatro universitario, distinto del
trales, muchos de los cuales consiguie Festival Nacional que venía celebrán
ron mantener un grupo coherente du dose hasta el momento.
rante años, como el Teatro Estudio de Podría decirse que estas primeras
la Universidad Nacional, el Teatro de etapas del movimiento universitario y
la Universidad Libre, de la Universi el «independiente» y «experimental»
dad Externado de Colombia, de la (para no hablar de profesional, que en
Universidad de los Andes y de la Uni ese entonces, antes de 1970, parecía
versidad de América, para citar sólo un término reservado tan sólo a los ac
esos casos de Bogotá, y de otras ciu tores de radio y TV) se alimentaban
dades, como la Universidad Industrial mutuamente. De la universidad salían
de Santander, en Bucaramanga, o la los actores, como la escuela y el «es
Universidad Santiago de Cali. pacio» social más adecuado, y del mo
El desarrollo del movimiento teatral vimiento teatral los profesores y direc
en la universidades llevó a los direc tores de los grupos. El Teatro Estudio
232 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Presentación
televisiva de la
obra "I took
Panama", creación
colectiva del
Teatro Popular de
Bogotá, TPB, con
dramaturgia de
Luis Alberto García.
narra los recuerdos y muestra la dra mente por su pieza La agonía del di
mática situación de un grupo de miem funto, presentada en distintos países
bros del batallón Colombia, veteranos de América Latina y llevada al cine;
de la guerra de Corea, y su lamentable Sebastián Ospina, con las obras La
situación de abandono y miseria tras el huelga y Tiempo vidrio, y reciente
regreso a Colombia. Golpe de Estado mente Jorge Plata con su pieza El
y Alguien muere cuando nace el alba, muro en el jardín, sobre temas de vio
representadas en festivales de teatro lencia urbana en nuestra época.
universitario, Santa Bárbara, sobre Aunque ha trabajado fundamental
una famosa huelga del sector obrero mente el sistema de creación colecti
en Medellín, Las bodas de lata o el baile va, coordinando la producción de
de los arzobispos, ganadora de un pre obras como Nosotros los comunes
mio de autores teatrales, que muestra (Comuneros, 1781), La ciudad dora
en forma satírica los conflictos de un da, Guadalupe años sin cuenta y Golpe
matrimonio a lo largo de sus «bodas de de suerte, Santiago García ha explo
lata», y como últimas producciones, rado la escritura dramática en los úl
que corresponden a la época del taller timos años con dos obras que han sido
de dramaturgia del Teatro Libre, las llevadas a escena por el grupo de La
obras Los inquilinos de la ira, que Candelaria: El diálogo del rebusque,
muestra las distintas procedencias y mo inspirada en La vida del buscón y
tivaciones sociales de un barrio de in otros textos satíricos y burlescos de
vasión, El sol subterráneo, poema dra Quevedo, y el poema teatral Corre,
mático sobre uno de los temas de la his corre, Carigüeta, sobre la muerte del
toria colombiana acerca del cual se han inca Túpac Amaru.
escrito novelas, cuentos y piezas teatra Mención especial merece la activi
les en mayor profusión: los sucesos de dad teatral llevada a cabo en Mede-
la zona bananera en 1928. llín, donde, a pesar de innumerables
Como seguidores del taller de dra dificultades de distinta naturaleza, se
maturgia del Teatro Libre de Bogotá, ha producido una constante actividad
cabe mencionar otros nombres cuyas en las últimas dos o tres décadas, con
obras han alcanzado una indudable re la permanente y prolífica actividad en
percusión: Esteban Navajas, especial la formación de escuelas y grupos,
Desfile en el día
internacional del
teatro durante
el Festival
Internacional de
Teatro, en Manizales,
abril de 1983.
Este festival,
creado en 1968
con sede en el
Teatro
Los Fundadores,
es hoy uno de
los más importantes
a nivel
latinoamericano.
Capítulo 8 235
nal, adecuando una sala muy agrada Auditorio Roberto Arias Pérez, de
ble en la calle 71 con carrera 9.a, en Colsubsidio, un moderno y amplio es
Bogotá. El Teatro Nacional no cuenta cenario, o el Auditorio Crisanto Lu-
con un elenco estable, sino que llama que, de la Contraloría General de la
a los actores y directores para cada República. Las nuevas salas y la re
puesta en escena, aunque existe un modelación y mejor dotación de las ya
equipo que ha trabajado en forma más existentes permiten la diversificación y
constante en la institución, como es el el enriquecimiento de la actividad tea
caso del director argentino David Sti- tral, que después de muchos intentos
vel o de Ricardo Camacho, quienes fallidos y pasos vacilantes se va con
han efectuado allí varios montajes. solidando y produciendo resultados
También tiene gran importancia la tangibles, como uno de los lenguajes
apertura de salas promovidas por em más adecuados para plasmar nuestras
presas o entidades, como es el caso del realidades y sueños.
Bibliografía
ARCILA, GONZALO. Nuevo teatro en Colombia. Actividad creadora y política cultural. Bogotá,
Publicaciones CEIS, 1983.
GONZÁLEZ CAJIAO, FERNANDO. «El proceso del teatro en Colombia». En: Manual de literatura
colombiana, tomo II. Bogotá, Planeta, 1988.
ORJUELA, HÉCTOR H. Bibliografía del teatro colombiano. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo,
1974.
PARDO, JOSÉ MANUEL, Comp. Teatro contemporáneo colombiano. Bogotá, Tres Culturas, 1985.
REYES, CARLOS JOSÉ, y MAIDA WATSON ESPENER, Comps. Materiales para una historia del teatro
en Colombia. Biblioteca Básica n.° 33, Bogotá, Colcultura, 1978.
VARGAS BUSTAMENTE, MISAEL, Comp. El teatro colombiano. Bogotá, Ediciones del Alba, 1985.
Capítulo 9 237
los primos Juan y Donato y los cuña entre las que se mencionan Una no
dos Peppino y Erminio di Ruggiero. tabilidad rural, La hija del Tequenda-
En 1912 la empresa había progresado ma, Nobles corazones y Ricaurte en
tanto que se pudo emprender la cons San Mateo. De esas películas, una
trucción de una gran sala, exclusiva dejó una huella mayor, por el impacto
mente para proyectar cine, un palacio social de su temática: El drama del
adecuado para una actividad que se quince de octubre. Propaganda del
Circo-Teatro
había vuelto seria. El Salón Olympia España, inaugurado
fue construido en participación por Di La primera película política en 1910. Allí se
Domenico Hermanos, quienes asu realizaban
mieron su administración, y por un El drama del quince de octubre, que sesiones de cine
grupo de caballeros bogotanos, entre al aire libre,
parece irremediablemente perdida, a las que concurría
ellos el connotado Nemesio Camacho. fue una curiosa anticipación de ciertos en masa el público
La inaguración tuvo lugar el 8 de di dramas documentales contemporá- de Medellín.
ciembre de 1912, con la película italia
na La novela de un joven pobre. Era
una sala para 3.000 espectadores, con
telón de proyección en el centro, un
estilo común por aquellos años, que
también compartían otros renombra
dos teatros de la época, como el fa
moso Circo España de Medellín, es
trenado en 1910.
-r
Como los muertos, de Antonio Álva- letas. También Como los muertos tuvo Cartel de
rez Lleras. Moreno Garzón escribió su pequeño escándalo, porque hubo "La tragedia del
silencio",
un guión adaptado a las exigencias del quien consideró que un protagonista dirigida por
medio cinematográfico y atrajo con con lepra podía dañar gravemente la Arturo Acevedo
ello la indignación del autor literario, imagen del país en el exterior e incluso en 1924, con
quien se sintió traicionado en su crea producir bajas en el precio del café. Isabel y Lely
ción. Para esta película se construyó Después de Como los muertos la SI- Vargas, Alberto
un buen estudio, bien dotado técni López Isaza, Inés
CLA incursionó por tercera vez en el Niño Medina,
camente, que pudo haberse constitui largometraje de ficción con El amor, Jorgito Acevedo
do en cuna de una industria profesio el deber y el crimen, seleccionada, se González y
nal y tecnificada en el país. Como los gún su director Pedro Moreno Gar Alberto de Argáez.
muertos era una historia melodramá zón, por sus «fuertes contrastes dra El estreno se
tica, con el toque terrorífico de la le máticos de tendencia socialista». En efectuó en el
pra como tema. Esta vez se aprovechó Teatro Faenza.
Cali, la Colombia Film Company, que
la presencia en Colombia de una com mencionaremos nuevamente más tar
pañía ambulante de teatro y se contra de, había importado a la actriz italiana
tó a dos de sus estrellas para los pa Lyda Restivo (alias Mara Mebo), ante
peles protagónicos: Matilde Palau y la dificultad para conseguir actrices
Joaquín Sem, quienes habían interpre colombianas para sus películas. Los
tado sus respectivos papeles sobre las prejuicios sociales impedían que las
tablas. La fama de los actores incidió jóvenes de la época participaran en
fuertemente en los costos de produc una actividad que, como el cine, era
ción y, pese a todo, no hizo a la pelí considerada de dudosa reputación. La
cula más exitosa que Aura o las vio SICLA contrató a Mara Mebo para su
244 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Gonzalo Acevedo,
actor de
"La tragedia del
silencio", fue
camarógrafo de
"Bajo el cielo
antioqueño",
película producida
entre 1924 y 1925
por Gonzalo Mejía.
Escena culminante
de "Bajo el cielo
antioqueño".
El rodaje duró
7 meses, debido
a que los actores
eran miembros de la
alta sociedad de
Medellín y debían
compartir el trabajo
con sus actividades.
Capítulo 9 245
Elenco de actores
de "Alma
provinciana",
durante la filmación,
febrero de 1926.
Capítulo 9 247
Una escena de
"Antonia Santos"
(1943-44) que
reproduce
documentalmente
la firma del Acta
de Independencia
en el Cabildo de
Santafé de Bogotá,
según el cuadro
de Coriolano Leudo.
El elenco fue
conformado con
actores de
la compañía
Alvarez-Sierra
y fue dirigida
por Miguel Joseph
Mayol y Gabriel
Martínez para la
Patria Films.
menzó a dirigirla Miguel Joseph y Ma- presidente Alfonso López con sus mi
yol, pero luego, por una serie de con nistros y todas las autoridades de la ca
flictos, fue asumida por Gabriel Mar pital.
tínez. Antonia Santos fue una especie Patria Films continuó su carrera en
de superproducción, con escenas de 1944 con Bambucos y corazones. Pa
batalla y complicados problemas rece que este desfile de canciones y
de vestuario y dirección artística. De chistes también contó con la simpatía
nuevo aquí, como en la película de del público. El argumento se desarro
Uribe Uribe, la reconstrucción histó llaba en un pueblo de la Sabana, com
rica en forma de tableaux era un re pletamente provinciano, llamado «Al-
curso socorrido: para la firma del acta pargatoca». Los personajes son, por
de la Independencia, por ejemplo, se una parte, muchachas sedientas de
compuso el encuadre de acuerdo a una vida libre, de amor y deportes y, por
pintura de Coriolano Leudo, y la pri otra, las viejas tías chismosas y rega
sión del virrey Amar de acuerdo a otro ñonas que no soportan los modos de
cuadro existente en la Gobernación de la nueva generación. También esta pe
Cundinamarca. Debido a las comple lícula produjo ganancias, lo que implica
jas y movidas escenas era imposible que los teatreros chilenos tenían un as
hacer un sonido directo. Por lo tanto, cendiente sobre el público y una cierta
se acudió a una dificilísima post-sin- capacidad de hacer cine popular.
cronización. Los diálogos fueron gra
bados en discos en La Voz de la Víctor El sereno de Bogotá fue la tercera y
última película de Patria Films. Ga
de Bogotá y luego integrados a la cin
briel Martínez dirigió esta versión de
ta. Como no había mesa de montaje,
la novela de José Ignacio Neira. Esta
la sincronización debió ser hecha al
vez la clave no fue ni la folclórica, ni
cálculo, contando fotograma por fo
la cómica, ni la histórica, sino el viejo
tograma. A pesar de estos problemas,
y seguro melodrama. Pero la crítica
parece que el público recibió con be
fue más dura, si bien el flujo de pú
nevolencia la cinta, que duraba cerca
blico permitió que la película obtuvie
de una hora y a cuyo estreno asistió el
ra ganancia económica.
252 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Secuencia de
"El castigo del
fanfarrón", filme
protagonizado por
Fernando Cadavid.
Es la última
película dirigida
por Máximo Calvo,
después de los
problemas de
distribución
que tuvo con ella.
Ivo Romani,
camarógrafo
de la televisión,
captó los
sangrientos
episodios del
10 de mayo de
¡957 en
Medellín,
a la calda
de Rojas Pinilla.
Capítulo 9 255
La aventura de Procinal
en Medellín
Dedicado enteramente a Procinal y
con los equipos adquiridos en Pelco,
Camilo Correa inició la nueva época
de su empresa con cortos y el Noticie
ro Colombia, una mezcla de notas so
ciales y publicitarias. La historia de
Procinal es casi legendaria. La com
pañía era una sociedad limitada, pero
con el fin de aumentar el capital se la
convirtió en sociedad anónima. Surgió
entonces la idea de hacer un largo
metraje y la junta directiva autorizó la
contratación de un camarógrafo italia
no para su realización.
Camilo Correa había comenzado ya
a filmar una historia suya llamada
Cristales, la historia de un maestro de
escuela en un pueblecito. Este rodaje
resultó imposible por falta de dinero y
se decidió entonces a hacer Colombia
linda, con más perspectivas comercia
les. A Colombia linda se le incorporó
el metraje de Cristales, aunque la his
toria del maestro de escuela desapa
reció por completo. Colombia linda
no tenía, propiamente, un argumento,
y todo se basaba en la presencia de co
nocidas figuras de farándula, el Dueto
de Antaño, Montecristo, Raúl Eche-
verri «Jorgito» y Mario Jaramillo. Era
una especie de show televisivo. El ma
yor esfuerzo se centró en la publicidad
para la película y, sobre todo, en la en esa quiebra perdió su dinero mucha Camilo Correa,
venta de acciones de la compañía. Se gente, y Camilo Correa terminó pa critico de cine,
hizo un «concurso de fotogenia» para fundador de
sando ocho meses en la cárcel, por cir Procinal (1946)
que las candidatas, con cada voto ob cunstancias que nunca quedaron cla y colaborador y
tenido, convirtieran sus gracias en ac ras. De esta manera, el sueño de Co asesor de Pelco,
ciones de Procinal. Se hizo un gigan rrea fracasó definitivamente y Proci- director del
tesco desfile por las calles de Mede- nal se convirtió en una lápida más en Noticiero Colombia
llín, con todas las «fuerzas vivas» para la pirámide de empresas fracasadas y director de
"Colombia linda".
promover el interés por el cine colom del cine colombiano. Equipos y pelí
biano. Estas campañas atrajeron la cula fueron rematados en pública su
simpatía y los ahorros de cientos de in basta: una moviola fue vendida por 25
versionistas populares, que soñaban pesos, toda la película Colombia linda
con las ganancias y con ser gestores por 21 pesos. El material documental
del nuevo cine colombiano, tan bueno estuvo a punto de ser arrojado al río
como el mexicano o argentino que Medellín en vista de que nadie lo que
consumían. Colombia linda fue un fra ría. Sólo la presencia de un apasiona
caso estruendoso, aunque no es sufi do del cine evitó que esto sucediera.
ciente para explicar el derrumbe total En este proceso sucumbió mucho del
de la empresa Procinal. En todo caso, material del Bogotazo.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
256
El pintor David
Manzur, protagonista
de "El milagro de
sal" (1958), del
director Luis Moya,
filmada en las
salinas y hornos
de Zipaquirá
y ganadora de un
premio en el
festival de
San Sebastián,
primero obtenido
internacionalmente
por un filme
colombiano.
257
Capítulo 9
Fotograma de
"El río de las
tumbas" (1964)
de Julio Luzardo,
con el personaje
del alcalde y con
Carlos José Reyes.
Esta película es
"fuerte en la
descripción
espontánea de la
provincia
colombiana y de la
omnipresente
violencia."
"Chircales",
de Marta Rodríguez
y Jorge Silva,
cine marginal
de gran eficacia
visual.
vivencia y participación con su sujeto. Juegos Panamericanos del 71. Este es
A diferencia del cine de Carlos Álva- tilo suelto, irónico hasta lo sarcástico
rez, donde la preocupación estética y distanciado, es característico de las
ocupa un lugar secundario, el cine de películas de este tándem caleño, que
Marta Rodríguez y Jorge Silva busca no ha dejado de estar presente, de
unas imágenes propias e inéditas que modo estimulante, en el cine colom
resultan con frecuencia fuertes y su biano de las dos últimas décadas.
gestivas. Chircales es una película en
la que las dificultades técnicas y de El sobreprecio y el comienzo
presupuesto son notorias, pero, con
todo, sigue siendo una de las mejores de la era semiindustrial
cosas que se hayan hecho jamás en En 1972 el gobierno reglamenta la lla
Colombia. Su realismo empeñado po mada «ley del sobreprecio», por me
see insospechadas dosis de expresión dio de la cual se obliga a los exhibi-
poética. En años recientes la pareja de dores a acompañar la presentación de
realizadores ha buscado una evolución todo largometraje extranjero con un
de su estilo en ciertas formas de puesta cortometraje colombiano y autoriza
en escena e imaginería mítica integra en contraprestación a cobrar más por
da a sus documentaciones. Nuestra la boleta de entrada. Este «sobrepre
voz de tierra, memoria y futuro (1982) cio» se reparte después en determi
es el resultado muy interesante de es nada proporción entre el productor
tos intentos. del corto y el exhibidor. Esta ley pro
También «marginal», en el sentido movió, sin duda alguna, una fuerte ac
de independiente de los circuitos co tividad productiva y poco a poco el pú
merciales y de las fórmulas convencio blico colombiano se fue habituando a
nales de producción, es la obra docu ver en las pantallas la imagen, real o
mental de Carlos Mayolo y Luis Os- distorsionada, de su país y sus gentes.
pina en los años setenta. En Oiga vea, La evaluación de esta era del sobre
la más interesante de sus películas de precio está todavía por hacer. Por una
esta época, los realizadores muestran parte, muchos directores y técnicos hi
con humor y sentido crítico la situa cieron dentro de este sistema su
ción de Cali y sus gentes durante los aprendizaje y sus primeras armas. Un
261
Capítulo 9
aprendizaje real, en un país sin escue la entrada a cine tiene un precio con
las de cine. Por otra parte, esta ley trolado por el Estado y donde la aper
bien intencionada fue aprovechada tura de mercados extranjeros es prác
con pocos escrúpulos por ciertos sec ticamente imposible, los largometra
tores, lo cual llevó a un exceso de pro jes colombianos tuvieron que ponerse
ducciones de mínima calidad e interés a buscar «fórmulas», maneras seguras
y al represamiento de algunos de los de atraer un público masivo. Cintas
mejores cortos. En los primeros tiem como Mamagay de Jorge Gaitán
pos del sobreprecio las películas de (1977), El candidato de Mario Mitrotti
una nueva generación de realizadores (1978) o El Patas de Pepe Sánchez
llevaban planteamientos interesantes (1978) buscaron equilibrar el comen
sobre la realidad nacional: El oro es tario social y político con el entrete
triste, La patria boba y El cuento que nimiento fácil, pero las más exitosas
enriqueció a Dorita de Luis Alfredo fueron las completamente intrascen
Sánchez, Yo pedaleo tú pedaleas de dentes de Gustavo Nieto Roa, que
Alberto Giraldo y Lisandro Duque, buscaba solamente un éxito amplio de
Corralejas de Ciro Durán y Mario Mi- taquilla con esquemas industriales de
trotti, están entre los cortos que fue entretenimiento. Si en algunos casos,
ron objeto de polémica y comentario como en El taxista millonario (1979),
intensos por parte de los espectadores. este éxito tuvo lugar, la estructura de
Algunas de estas películas obtuvieron nuestra exhibición y distribución no
premios internacionales y fueron ex permitió que, ni siquiera este tipo de
hibidas en otros países. Bajo el im cine, pudiera establecerse sólidamen
pulso del sobreprecio comenzó a es te. Por estos años un documental, ori
bozarse, de nuevo, una reactivación ginalmente concebido como cortome
del largometraje. A diferencia del cor traje, logró una acogida sin preceden
tometraje de sobreprecio, que el pú tes en mercados internacionales: Ga-
blico no tenía libertad de elegir, los mín de Ciro Durán. Es una película
largos tenían que enfrentarse a una se cuyo tema, la insoportable situación
rie de difíciles obstáculos: espacio en de la niñez abandonada, sobrepasa
los circuitos de exhibición, publicidad, posibles intentos de especulación co
atracción al público. En un país donde mercial y adquiere fuerza propia.
"Gamín",
de Ciro Duran.
"Su tema, la
insoportable
situación de la
niñez abandonada,
sobrepasa posibles
intentos de
especulación
comercial
y adquiere
fuerza propia."
262 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Frank Ramírez
(León María Lozano)
y Vicki Hernández
(Agripina, su mujer) en
"Cóndores no
entierran
todos los días",
del director
Francisco Norden,
sobre la novela
de Gustavo Alvarez
Gardeazabal.
Filme seleccionado
en Cannes (1984)
y en muchos
otros festivales
internacionales
de cine.
Los cineclubes
Las políticas caóticas de distribu el trabajo de Camilo Correa en Me-
ción y exhibición en el país y la ab dellín. Pero fue sobre todo en los
sorción de los mercados por la pro años sesenta y setenta cuando la for
ducción norteamericana, así como la ma de cineclub, particularmente
carencia de archivos cinematográfi orientada por universitarios, alcanzó
cos, han dificultado enormemente el una mayor difusión. La diferencia
desarrollo de la cultura cinematográ ción surgida en aquellos años del
fica en nuestro país. Gran parte de cine de autor frente a la del cine sim
los méritos en este campo son del plemente comercial y de consumo,
movimiento de cineclubes que, con llevó a la fundación de estas institu
increíble precariedad de medios y con ciones empeñadas en cultivar el me
esfuerzo idealista, ha trabajado du dio como expresión artística y como
rante años en este campo, en diver portadora de mensajes políticos. En
sos lugares del país. Pioneros fueron Barranquilla tomó fuerza un cine-
los fundadores del Cine Club de Co club fundado por Alvaro Cepeda, y,
lombia, que continúa su meritoria en Pereira, otro dirigido por Alba-
carrera después de casi medio siglo, lucía Ángel. En Cali el grupo de
y que comenzaron labores en 1940. cineastas y críticos formado por
Once años más tarde, Camilo Co Luis Ospina, Andrés Caicedo, Carlos
rrea, pionero también en la crítica y Mayolo, Ramiro Arbeláez, Sandro
en la realización y producción, fundó Romero y otros tuvo su origen en
el Cine Club de Medellín. Ya desde trabajo de cineclub, y en muchas
el comienzo la actividad de estas ins otras ciudades del país se fueron for
tituciones fue objeto de sospechas y mando grupos similares, con fre
ataques. El cine, por aquellos años cuencia centrados en las universida
más que nunca símbolo de inmora des, y que después han logrado, con
lidad y depravación, resultaba toda más o menos éxito, coordinarse como
vía más digno de desconfianza si era una fuerza a nivel nacional. Posterior
visto por miembros de una especie mente han ido surgiendo sedes per
de sociedad secreta, y si entre sus manentes de cultura cinematográfica,
programaciones había predilección algunas con subvención oficial, como
por las películas italianas y francesas, la Cinemateca Distrital de Bogotá o
que aparecían más dignas de repro La Tertulia de Cali, otras como el
che que las norteamericanas. El Cine Subterráneo de Medellín o el fenecido
Club de Medellín no sobrevivió a es Nickelodeón de Manizales. Todas es
tos ataques y debió ser resucitado tas entidades han ido tomando con
más tarde. A mediados de los años ciencia de que su trabajo es una alter
cincuenta se fundó en Bogotá el Ci- nativa única e importantísima a las
neclub de la Prensa, y Alberto Agui- siempre peores políticas cinematográ
rre y Orlando Mora reemprendieron ficas comerciales.
Exhibición cinematográfica
1980-1985, teatros, capacidad instalada y utilizada, teatros en operación, asistencia a largometrajes extranjeros y nacionales.
1980 715 TI52 600 52.8 2.5 1980 21 400 55.3 20.0 %
1981 715 TI5:2 600 64.2 2.3 1981 24 400 66.5 24.1 %
1982 715 275:2 602 64.9 1.4 1982 31 400 66.3 24.0%
1983 717 277:3 596 64.9 0.6 1983 36 400 65.5 23.6 %
1984 717 277:3 586 64.2 0.9 1984 26 400 65.1 23.4 %
1985* 717 277:3 586 81.0 2.5 1985 25 400 83.5 30.1 %
MILLONES DE PESOS
SOBREPRECIOS Ingresos líquidos Ingresos líquidos
largometrajes largometrajes
Valor Cortometraje Largometraje Largometraje Impuestos Exención extranjeros nacionales Ingresos
Año Promedio nacional nacional extranjero Nacionales Totales
Exhibidor (Para (Para
Roleta S y Municipales
distribuidores distribuidores
y exhibidores) y exhibidores)
(1) (2) (3) W (5) (6) (7) (8)
1980 28.94 86.0 8.8 47.3 191.3 63.7* 1.204.2 46.8 1.664.8
16.7**
1981 34.37 111.2 10.4 61.1 276.0 91.9* 1.749.7 50.3 2.368.8
18.2**
1982 39.80 124.0 7.7 68.5 322.9 107.6* 2.053.0 35.1 2.731.6
12.8**
1983 53.95 364.4 4.4 111.6 437.7 145.7* 2.715.2 20.2 3.806.9
y y**
1984 56.45 396.0 6.9 129.9 423.0 181.0* 4.377.1 32.1 5.557.7
11.7**
1985+ 82.76 893.7 27.5 — 926.0 191.0* 4.665.3 103.4 6.841.4
34.5**
—+ Proyección Focine.
* Exenciones para el exhibidor por cortometraje nacional. A partir del 18 de junio de 1985 el sobreprecio se convierte en gravamen
** Exenciones para el exhibidor por largometraje nacional. manteniendo los porcentajes de distribución.
2. El sobreprecio al largometraje nacional ha estado siempre en un 100 % para
Complemento información: el productor. También se convirtió en gravamen en junio de 1985.
1. El sobreprecio al cortometraje nacional se distribuía hasta diciembre de 1982 5. La exención para el exhibidor estuvo en un 25 % hasta julio de 1984 por
así- presentar el cortometraje; desde esta fecha se incrementó hasta un 35 %.
— Productor 50 %; distribuidor 10 %; exhibidor 30 %; Focine 10 %. Por largometraje nacional se ha mantenido siempre en un 100 %.
Desde enero de 1983 hasta junio de 1985 se configuró así:
— Productor 50 %; exhibidor 25 % y Focine 25 %. Fuente: Focine
268 Nueva Historia de Colombia. VOL. VI
Bibliografía
La música de Colombia
Otto de Greiff que se amalgamaron finalmente, y que
antes tenían en común la lengua, que
si bien era oficialmente la toscana, en
Música de Colombia las diversas comarcas se hablaba, y se
sigue hablando popularmente, un gran
La sola enunciación de este título in número de dialectos locales. Pero algo
dica a la vez una limitación y una ex más importante tienen en común: una
tensión. La primera supondría la con cultura milenaria, que harto se dife
sideración de la música dentro de los rencia de las de los conglomerados
términos o fronteras que encierran un geográficos que la rodean. Lo propio
territorio definido por una geografía puede decirse de Alemania, así hoy
más política que natural; la segunda sea políticamente dos, y así, antes de
entrañaría la música nacida o com la reagrupación de las antiguas nacio
puesta dentro de tal territorio. Y el tí nalidades, muy análoga a la italiana,
tulo escueto de «Música de Colombia» fueran no pocos sus gobiernos. Pero
haría pensar en algo homogéneo den todos sentimos que la música italiana
tro del país, y diferente fuera de él. y la música alemana son entidades
Nada más erróneo. Pues el fenómeno bastante definidas, y cimentadas en
musical, como cualquier otro fenó muy larga tradición.
meno cultural, no se ciñe estrictamen
te, ni mucho menos, a los linderos fi Música nacional
jados artificialmente por las circuns
tancias históricas. He aquí otra designación no menos Intérpretes de un
Colombia es un país joven, suma engañosa. Hace buen número de grupo musical de
años, más de medio siglo, o sea hacia Bucaramanga,
mente joven si se compara, por ejem hacia 1920,
plo, con Italia o con Alemania. Y al las primeras décadas del actual, se fotografía de
decir Italia no hay que olvidar que la despertó entre nosotros, y en otros Serrano & Suárez.
llamada unidad italiana no tiene mu países vecinos, el sentimiento hacia la
cho más de un siglo, pero que antes la llamada música nacional. Fue un fe
denominación Italia se asignaba al nómeno tardíamente derivado del que
conjunto de los diversos gobiernos se suscitó en Europa por allá a media
(ducados, principados, repúblicas) dos del siglo XIX. Nacionalismo musi
270 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
La música en Colombia
en el siglo XX
Hernando Caro Mendoza Otra limitación, que seguramente
será mal interpretada por algunos,
será la de que nos hemos visto obli
Introducción gados a excluir totalmente de nuestro
trabajo los ricos veneros del folclore y
l solo enunciado del tema del pre de la música popular, y nos ocupare
E sente ensayo suscita variados in mos únicamente de la música llamada
terrogantes. ¿Qué debe entenderse equívocamente, a falta de mejor tér
por música colombiana, o de Colom mino, «culta o erudita». En el fondo,
bia, o en Colombia? ¿En qué se dife creemos que será la misma exigencia
rencia la colombiana de la argentina o a la que tendrán que someterse los his
la francesa? ¿Hay una sola música co toriadores de la literatura o las artes
lombiana, o habrá una música costeña plásticas, quienes posiblemente ten
y otra llanera y otra andina? Éstas y gan que trabajar al nivel de León de
otras inquietudes son planteadas, con Greiff y García Márquez, o Botero y
su lucidez habitual, por el profesor Alejandro Obregón.
Otto de Greiff, en el capítulo anterior Una última limitación, la del espa
de esta obra. Cortando, en forma sim cio previsto en esta publicación, nos
plista, el sugerido nudo gordiano, el obligará, en muchos casos, a un tra
responsable de estas líneas precisa, de tamiento escueto, casi esquemático,
una vez, que las páginas que siguen es del material disponible y a una orien
tarán dedicadas a los músicos colom tación mucho más informativa que crí
bianos que han compuesto música per tica del mismo. Integrante de la
sonal, original y, de acuerdo con sus En el texto mismo se indican las ra banda del
criterios, de alta categoría artística, en zones por las que hemos escogido regimiento Ayacucho,
Medellín, 1919,
lo que va corrido del siglo XX. Com como fechas límites de nuestro estudio foto de Benjamín
pletará el panorama una reseña sucin las de 1910 y 1985. Pero, antes de en de la Calle.
ta de lo que se ha hecho en el país en trar en nuestro siglo, tal vez sea útil
los campos de la docencia, la interpre una somera información sobre los pe
tación y la difusión musicales, en di ríodos anteriores de nuestra historia
cho lapso. musical.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
274
Música colonial
El cultivo de la música, sobre todo re
ligiosa —canto llano y polifonía—, fue
especialmente importante en el virrei
nato de la Nueva Granada (hoy Re
pública de Colombia). En la catedral
de Bogotá se conserva, hasta hoy, uno
de los más ricos archivos musicales de
la época de la Colonia en toda la Amé
rica hispana. En él se encuentran, al
lado de grandes nombres universales,
Palestrina, Francisco Guerrero o To
más Luis de Victoria, figuras valiosas
como las del español residente en es
tas regiones Gutierre Fernández Hi
dalgo o el bogotano Juan de Herrera
y Chumacero. Varios de los libros co
rales en que está contenida esta mú
sica fueron hermosamente orna
mentados por el artista del mimado
Francisco de Páramo, a comienzos del
siglo XVII.
Para finales del siglo XVIII, aunque
Bogotá contara con un teatro en el
que se representaban «tonadillas» y
Órgano de la Música precolombina otras obras con música y en algunas
catedral de Bogotá, celebraciones se hubieran interpreta
en cuyo archivo do «hasta sinfonías de Haydn y Can-
musical se
No conocemos la música misma de los
encuentran habitantes de la actual Colombia antes nabich», como apunta con ingenuo or
valiosos libros de la llegada de los españoles, pues gullo algún cronista, el nivel de la cul
corales y obras aquéllos, al parecer, no tenían escri tura musical en estas regiones había
de compositores tura musical. El mismo es el caso de descendido considerablemente.
de la Colonia, toda América: «Como sucede con mu
como Gutierre
Fernández Hidalgo
chas otras regiones y períodos de la La Independencia
y Juan de Herrera historia —escribe Daniel Devoto—,
y Chumacero. debemos resignarnos a ignorar cómo Y la decadencia se acentuó en el pe
era la música de la América precolom ríodo de la llamada «Guerra de Inde
bina.» Los únicos datos disponibles se pendencia» (1810-1819) y los turbu
hallan en los vagos relatos de los cro lentos años posteriores. La práctica
nistas de Indias y en algunos ejemplos musical se reducía a las marchas mili
arqueológicos, sobre todo de instru tares y a la música de salón. Del de
mentos musicales, algunos finamente caimiento general trataron de reaccio
trabajados en oro. De otra parte, la nar algunos músicos de cierta forma
tradición oral ha sido tan fuertemente ción, Juan Antonio de Velasco, Ni
influida por la música española y afri colás Quevedo Rachadel y el inglés
cana que no ofrece ninguna garantía Henry Price, quienes se esforzaron, en
de autenticidad. En un terreno pura condiciones muy adversas, por im
mente conjetural, se supone que se plantar en estas regiones algunos de
trataba de música monofónica, tal vez los aspectos de la música europea, que
con elementos heterofónicos (instru llegaban como ecos lejanos.
mentos de percusión y similares), en la
que se empleaban escalas defectivas, En la segunda mitad del siglo actua
posiblemente pentafónicas. ron en Bogotá, en un ambiente cier
tamente pobre y limitado, algunos
Capítulo 11 275
Partitura original
del Himno Nacional
de Colombia, letra
de Rafael Núñez
y música de
Oreste Sindici,
estrenado en el
Teatro de Variedades
de Bogotá, el 11
de noviembre de 1887,
y luego interpretado
en el Palacio de
San Carlos ante
el presidente Núñez
y su señora
Soledad Román
(Museo del 20 de
Julio, Bogotá).
Otra generación
Los nuevos
Tanto por razones de claridad de ex
posición, como por motivos intrínse
cos de tipo técnico y estético, agru
pamos aquí a algunos compositores
colombianos nacidos alrededor de
1930, cuyas obras comienzan a impo
nerse en los últimos años de la década larmónica, presidente de asociaciones Jesús Pinzón Urrea
de los sesenta. En contraste con los de compositores y tratadista e inves (1928-), primer
anteriores, casi todos ellos han traba tigador del folclore colombiano y la director de la
jado escrituras de avanzada, el seria- tinoamericano, con numerosas publi Orquesta Filarmónica
lismo, la música aleatoria, gráfica, de Bogotá. Algunos
caciones en el país y en el exterior. de sus títulos:
concreta o electrónica. Contemplare Pero, en medio de esta polifacética ac Sonfonía N°- 2,
mos en las líneas que siguen los si tividad, su producción como compo "Eucarística" ;
guientes nombres: Jesús Pinzón sitor es una de las más abundantes, va "Nocturno sinfónico",
Urrea, Blas Ernilio Atehortúa, Ger riadas e interesantes de nuestra his "Exploraciones"
mán Borda, Jacqueline Nova (la única toria reciente. En el terreno de su mú para clarinete.
mujer compositora de gran categoría Abajo, "Sonata",
sica experimental, tenemos una línea un ejemplo de su
que ha tenido el país), Alvaro Ramí «sonóptica», como él la denomina, música "sonóptica".
rez Sierra, Luis Torres, Raúl Mojica y ampliamente gráfica y aleatoria, y sus
Guillermo Rendón. ensayos para integrar la música indí
gena, sobre todo de las selvas del Ori
Jesús Pinzón Urrea noco y el Amazonas, a las grandes es
tructuras sinfónicas o corales de occi
Nacido en Bucaramanga el 11 de agos dente, por ejemplo en la cantata Goé
to de 1928, adelanta estudios musica Payarí (premiada en Caracas en
les en su ciudad natal y luego completa 1982), el Rito cunebo, el coro Neé Iña-
su carrera académica en el Conserva ti o la leyenda de los indios huitotos
torio de la Universidad Nacional, en Bico Anamo. Pero también figuran en
Bogotá, hasta obtener los grados de su catálogo numerosas composiciones
maestro en dirección de orquesta y en pianísticas, de cámara o sinfónicas, en
composición. En su activa y muy va lenguaje universal, muchas veces con
riada carrera profesional, el maestro sutil influencia dodecafónica. Entre
Pinzón Urrea ha sido director y do sus obras recientes más ambiciosas fi
cente de las universidades Pedagógica guran una Cantata por la paz, la evo
y de América, profesor en diversos pe cación histórica La revolución de los
ríodos del Conservatorio Nacional, di comuneros, una muy sugerente can
rector de las orquestas Sinfónica y Fi- ción con orquesta sobre el célebre tex-
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
286
Jacqueline Nova
Jacqueline Nova (1936-1975),
única compositora
Nacida en 1936 y muerta a muy tem colombiana de gran
prana edad, en 1975, Jacqueline Nova categoría. Abajo,
ha sido la única mujer compositora de primera página de
gran categoría de la historia de la mú sus "12 móviles
sica en Colombia. Realizó toda su ca para conjunto de
cámara" (1967), en
rrera en el Conservatorio Nacional de edición de la
Bogotá y luego perfeccionó sus estu Unión Panamericana,
dios en el citado Instituto Torcuato di obra dedicada a la
Tella de Buenos Aires. Poseedora de pianista Helvia
una muy sólida técnica y abierta a to Mendoza.
das las ideas nuevas, Jacqueline dejó
un puñado de obras significativas. En
el campo orquestal, 12 móviles, Pro
yecciones, Pequeña suite, Metamorfo
sis; en combinación con música pre
grabada, concreta o electrónica, Re
sonancias, Asimetrías, Homenaje a
Catulo, Sincronización o HK 70.
Luis Torres
Nacido en Bogotá en 1941, cursa la ca
rrera de filosofía y letras y, paralela
mente, la de música en el Conserva
torio de la Universidad Nacional, don-
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
288
de tuvo como maestros a Antonio Be- cional en Bogotá. Estudioso del fol-
navides, José Rozo Contreras, Fabio --ore de diversas regiones del país, su
González Zuleta y Olav Roots. Su só obra original revela esa influencia en
lida formación académica se revela en composiciones para pequeños grupos
un empleo magistral del contrapunto de cámara, Cheimesquenema y Refle
disonante y un certero sentido de la xiones sonoras para quinteto de vien
forma. De su producción, que incluye tos, cuartetos de cuerda sobre motivos
obras pianísticas y de cámara, se des llaneros, andinos y negros, «Benko-
tacan algunas recias partituras orques bios» para clarinete, piano y dos gai
tales: Imprompta, concertantes para tas, y en otras de mayor aliento como
trompeta, clarinete y trompa (con la obra dramática Atabí y Transparen
muy hábil tratamiento de los instru cias chibchas y Mulaterías, para or
mentos solistas) y un cántico para vio questa.
loncelo. Ha obtenido diversos premios
y distinciones en concursos. Guillermo Rendón
Francisco Zumaqué
Nace en Montería el 18 de julio de
1945 y completa su carrera académica
en el Conservatorio de la Universidad
Capítulo 11 289
La vida musical
La actividad musical en Colombia en
el siglo XX ha girado alrededor de los
M1MHTHRIU KblCAVION X’ A 4 • “ X ■' 1
conservatorios y escuelas superiores
1>E!\\HTA.MKNTO DE CVI-TVIU pol’l’l-AH de música, de los grupos orquestales,
V «XTKNRION AHThTICA vocales y de cámara, de los solistas y,
en general, de todos los intérpretes,
de los teatros y salas de concierto don
de actúan, y de los diversos medios de
TEATRO COLON difusión. Se tratará de ofrecer una in
formación panorámica de estos temas
en las líneas que siguen.
Lunes 20 de julio - 9 p. m.
Conservatorios y escuelas
La principal escuela superior de mú
Concierto de inauguración de la sica de Colombia es el Conservatorio
Nacional, ahora denominado Depar
Orquesta Sinfónica de Colombia tamento de Música de la Facultad de
En honor del Excmo. señor Teniente General Artes de la Universidad Nacional.
Fundado, como se anotó anteriormen
GUSTAVO ROJAS PINULA te, por Guillermo Uribe Holguín en
Presidente de la República 1910, ha sido el semillero de donde
han surgido casi todos los composito
res e intérpretes que han actuado en
el medio nacional en estos setenta y
cinco años. Luego de la importante la
bor de Uribe Holguín, a lo largo de los
veinticinco años de su gestión, la en
Portada del programa portante compositor italiano Carlo Ja- tidad ha sido regida por algunos de los
inaugural de la chino —por un tiempo director del más notables músicos colombianos.
Orquesta Sinfónica Conservatorio de Bogotá— produjo Citaremos, entre otros, a Antonio
de Colombia, entre nosotros algunas obras de relie María Valencia, las pianistas Lucía
julio 20 de 1953.
Bajo la dirección ve, como sendos conciertos para violín Vásquez y Lucía Pérez, el violoncelis
de Olav Roots, y piano. El director estoniano Olav ta Miguel Uribe, los compositores
se interpretó la Roots (1910-1974), director de la Or Santiago Velasco Llanos (en un perío
obertura de questa Sinfónica de Colombia por cer do floreciente), Carlo Jachino, y, en
"Los maestros ca de veinte años y uno de los músicos varios períodos fructuosos, Fabio
cantores" de Wagner,
el concierto más importantes del medio en el pe González Zuleta, así como, breve
"Brandenburgués" N° 3 ríodo que nos ocupa, dejó algunas mente, los pianistas Sulamita de Ronis
de Bach y la 3a. obras de cámara y dos imponentes y Eduardo de Heredia, el compositor
sinfonía de partituras orquestales, unas Variacio Blas Emilio Atehortúa, el profesor y
Beethoven. nes y pasacalle y una Sinfonía. Por úl fagotista austríaco Siegfried Miklin y
timo, Mario Gómez Vignes, nacido en actualmente (1985) la pedagoga Car
Santiago de Chile en 1936, ha desple men Barbosa. En la provincia ocupa
gado interesante actividad como pe lugar de excepción el Conservatorio
dagogo en Medellín y, recientemente, Antonio María Valencia de Cali, fun
como director del Conservatorio An dado, como se dijo, por el maestro
tonio María Valencia en Cali. De su Valencia en 1937. Entre sus discípulos
producción original pueden destacarse figuran algunas de las más finas pia
obras de cámara, algunas con partici nistas de Colombia, Elvira Restrepo
pación vocal, y composiciones orques de Durana, Rosalía Cruz de Buena
tales, como una audaz Sinfonía. ventura, Mary Fernández de Bolduc,
Capítulo 11 291
Mireya Arboleda de Cruz —ellas, a su de música que será luego el Conser Uribe Holguín,
vez, maestras de decenas de importan vatorio, que será regido, en diversas director de la
tes músicos nacionales— y de varios épocas, por importantes figuras, como orquesta del
Conservatorio, que
de los compositores mencionados en Alfredo Squarcetta, el ya citado com él organizó a su
las páginas anteriores, Velasco Lla positor colombiano Jesús Bermúdez regreso de París,
nos, Figueroa, Espinosa y Ramírez Silva, el destacado teórico griego De en 1910.
Sierra. Dos de ellos, Santiago Velasco metrio Haralambis, César Ciocciano,
Instituto
Llanos y Luis Carlos Figueroa, dirigie Giuseppe Gagliano y Alfred Hering. de Bellas Artes
ron el Conservatorio de Cali en años Durante muchos años ha sido anima y Conservatorio
posteriores. En Medellín se creó en dora permanente del claustro, y de los de Medellín.
1924 un Instituto de Bellas Artes, en
el que colaboraron los músicos espa
ñoles Joaquín Fuster y Jesús Ventura.
En 1959 se oficializó el Conservatorio
de Música de Antioquia, con partici
pación importante del director de co
ros Rodolfo Pérez. Posteriormente, se
vincularon al claustro músicos tan no
tables como el español Miguel de Zu-
lategui, el flautista y saxofonista Ga
briel Uribe y el compositor chileno
Mario Gómez Vignes. Allí recibieron
su formación inicial pianistas como
Harold Martina, Blanca Uribe y Te-
resita Gómez, y allí también ejerció la
docencia el profesor Pietro Masche-
roni. En el Tolima, el conocido com
positor popular Alberto Castilla
(1878-1937) es el alma de una escuela
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
292
Orquestas
Como se apuntó anteriormente, Gui
llermo Uribe Holguín fundó, en 1910,
la primera orquesta sinfónica digna de
este nombre de nuestra historia. Al
frente de ella Uribe hizo conocer el
gran repertorio tradicional, buena
parte de su producción propia y au
tores contemporáneos suyos, que cau
saban escándalo en ese momento: su
amado maestro D'Indy, Franck, Fau-
ré, Chausson, Debussy, Músorgski,
Ravel, Richard Strauss, Turina y
Wagner (este último muerto treinta
Capítulo 11 293
Olav Roots
dirigiendo uno de
los famosos
conciertos
Glottmann
de los años 50,
muchos de los
cuales eran
transmitidos
por televisión.
años antes, pero que continuaba sien y se trajo para dirigirla al notable pia
do músico «difícil» en la Bogotá de la nista y director de coros y orquesta
época). Al retirarse Uribe Holguín, en Olav Roots.
1935, se reorganizó la agrupación con
el nombre de Orquesta Sinfónica Na Olav Roots __________________
cional y fue confiada su dirección al
cartagenero Guillermo Espinosa El maestro Olav Roots había nacido
—luego director de la División Musi en Uderna (Estonia) el 26 de febrero
cal de la Unión Panamericana. Pos de 1910. Realizó estudios completos
teriormente, la dirigieron Jaime León de música, con especial énfasis en el
(nacido en Cartagena en 1921), nota piano, la dirección y la composición,
ble pianista, director y compositor, a en otras dos ciudades de su patria,
quien volveremos a citar en estas lí Tartú y Tallin, y los perfeccionó en
neas, y el violista Gerhard Rotstein, París y Salzburgo con profesores de la
apreciable pedagogo, maestro de va talla de Alfred Cortot y Nikolai Mal-
rios de los más notables intérpretes de ko, para sólo citar dos nombres cum
instrumentos de cuerda de la siguiente bres. A su regreso a Estonia actuó
generación. En 1952 el gobierno na como director de orquesta en Tallin,
cional procedió a una completa trans en la radio, dirigió coros y continuó su
formación de la entidad, a la que se le carrera de pianista virtuoso y peda
dio el nombre de Orquesta Sinfónica gogo. Los azares de la segunda guerra
de Colombia, que conserva hasta la fe mundial lo llevaron a Suecia, de don
cha. Con base en los mejores instru de en buena hora fue traído para la re
mentistas de la Nacional y un sólido cién nacida orquesta, al frente de la
refuerzo de nuevos músicos contrata cual estuvo por más de veinte años,
dos en Europa (especialmente alema hasta su muerte, acaecida en Bogotá
nes, austríacos y españoles) se integró el 30 de enero de 1974. Durante este
una muy completa orquesta sinfónica lapso, una verdadera «Edad de Oro»
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
294
Jorge Arias
de Greiff, Olav
Roots e Igor
Stravinsky observan
con el empresario
del gran compositor
ruso una caricatura
publicada con
motivo de su visita
a Colombia en 1960.
Roots había
incluido obras de
Stravinsky en el
repertorio de la
Sinfónica,
y despertado
entusiasmo con
ellas, especialmente
con "La consagración
de la primavera".
de nuestra música, se interpretó entre para orquesta sola, o con voces, y aun
nosotros todo el repertorio clásico y el primer acto de la ópera Furatena,
romántico y buena parte de la música que, de otro modo, continuaría total
de hoy y del ayer más cercano: Stra- mente inédita; y, de ellas, algunas en
vinsky (incluso La consagración de la más de una ocasión (Del terruño, 5 ve
primavera), Berg, Bartók, Debussy, ces, Anarcos también 5, los tres Ba
Ravel, Schonberg, Webern, Sibelius, llets criollos, 17); así, el público pudo
Hartmann, Jolivet, Dutilleux, Petras- conocer o regustar siete sinfonías, más
si, Respighi, Honegger, Copland, Tu de una docena de obras orquestales y
rma, Rodrigo, Falla, Vaughan Wi- numerosas composiciones de cámara.
lliams, Gershwin, Orff y tantos otros. Continuando con nombres de la vieja
También los compositores de Latinoa guardia, basta mencionar a Morales
mérica, con cuya música el maestro Pino, Bermúdez Silva, Jerónimo Ve-
Roots llegó a intimar, tuvieron amplia lasco, Rozo Contreras, Adolfo Mejía,
cabida en los conciertos de la sinfóni Antonio María Valencia. Otros, más
ca: Chávez, Ginastera, Villa-Lobos, recientes, fueron "lanzados", como
Camargo Guarnieri, Orrego Salas, suele decirse, por el propio maestro
Gustavo Becerra, Roque Cordero, Roots: tales Roberto Pineda Duque
Blas Galindo y Silvestre Revueltas, (15 obras), Fabio González Zuleta
para sólo citar los nombres más repre (19), Santiago Velasco Llanos (4),
sentativos. En cuanto a los composi Luis Antonio Escobar (14), Blas Emi
tores colombianos, tema que nos in lio Atehortúa (13) y Luis Carlos Fi-
teresa primordialmente aquí, parece gueroa y Álvaro Ramírez Sierra y Luis
interesante reproducir un texto muy Torres y Germán Borda y tantos
ilustrativo de profesor Otto de Greiff, otros, entre ellos algunos composito
autorizado comentarista musical co res extranjeros de tiempo atrás resi
lombiano: «Antes del maestro Roots, dentes en Colombia, como Leo Simar
la obra de nuestro máximo composi y Mario Gómez-Vignes. En total, 26
tor, Uribe Holguín, era apenas cono nombres y cerca de ciento cuarenta
cida por escasos ejemplos; Roots pre obras, lo que nadie osará decir que es
sentó no menos de 26 obras de Uribe poco.» De hecho, todos los composi-
Capítulo 11 295
tores de alguna valía del medio fueron tualmente, la situación es incierta para
interpretados por Roots. Lo mismo la que fuera nuestra primera institu
puede decirse de todos los solistas, ción musical por muchos años.
cantantes o instrumentistas, o direc
tores colombianos, que hallaron siem Orquesta Filarmónica de Bogotá
pre en la Sinfónica de Colombia y en
su director apoyo y estímulo para sus La Orquesta Filarmónica de Bogotá
respectivas carreras. En resumen, fue fundada mediante acuerdo 71 de
puede repetirse lo dicho al comienzo: agosto de 1967 e inició actividades un
los veinte años de la Orquesta Sinfó año después, con ocasión del XXXIX
nica de Colombia bajo la dirección de Congreso Eucaristía), celebrado en la
Olav Roots (1953-1973) han sido los capital del país. Su primer director fue
más brillantes de la vida musical de el norteamericano Melvin Strauss. Lo
Colombia en lo que va corrido del si sucedieron, en breves períodos, el
glo XX. compositor Pinzón Urrea, el violinista
Años recientes: Tras la desaparición Jaime Guillén, el español José Bue-
del maestro Roots, la sinfónica ha te nagú y el peruano José Carlos Santos.
nido una existencia agitada, con mu La vinculación del destacado pianista,
chas altas y bajas, en las que han in compositor y director colombiano Jai
fluido, obviamente, la mala situación me León (ya mencionado en páginas
económica del país, que ha motivado anteriores) fue decisiva para la defi
la deserción, en busca de mejores nición profesional de la agrupación
perspectivas en el extranjero, de mu sinfónica (1972-1977). Al retiro del
chos de los mejores músicos, y el con maestro León, asumen la dirección el
tinuo cambio de directores. Excelen violinista colombiano Carlos Villa,
tes maestros como el chileno Víctor el español Agustín Cullel, el argentino
Tevah o el holandés André Rieu o el Juan Carlos Zorzi, la directora perua
magnífico violinista Luis Biava (ac na Carmen Moral y el trombonista
tualmente primera figura en la Or norteamericano Marshall Stith. De
questa de Filadelfia) tuvieron apenas 1981 a 1983 dirigió la Filarmónica el
un paso efímero por el podio de nues brillante músico búlgaro Dmitar Ma-
tra Sinfónica. El norteamericano Da nolov —titular de la Orquesta Filar
niel Lipton, que lo ocupó varios años, mónica de Sofía—, quien realizó una
tampoco dejó obra importante. Ac espléndida labor y consiguió el mejor
Luis Biava,
violinista
y concertino.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
296
nivel de la orquesta en toda su breve dellín hay una buena orquesta, dirigi
historia. Además, Manolov logró des da por mucho tiempo por el maestro
pertar el interés de todos los públicos, checo Joseph Matza, y actualmente
especialmente entre la juventud uni por el joven santandereano Sergio
versitaria, con un repertorio atrayente Acevedo, con estudios en Bogotá y
y una dirección siempre correcta y co Viena. Adscrito al Conservatorio del
municativa. Posteriormente, han ac Tolima ha funcionado un conjunto or
tuado al frente de los filarmónicos, questal hasta el presente. En Barran-
con diversa fortuna, otro búlgaro, quilla, el maestro italiano Pedro Biava
Georgi Notev, el guatemalteco Ricar —ya citado— mantuvo durante años
do del Carmen, Jorge Sarmientos y una meritoria orquesta. En Bogotá
Kamen Goleminov, todavía otro búl han surgido y han tenido momentos
garo, Alipi Naidenov, y el estadinense muy brillantes algunas orquestas de
Everett Lee. La Filarmónica ha actua cámara, fundadas y dirigidas por los
do, en los últimos tiempos, básica violinistas Frank Preuss, Jaime Gui-
mente en el excelente auditorio León llén, Luis Biava y Carlos Villa. Re
de Greiff de la Universidad Nacional, cientemente el joven director Manuel
con ampliación a diversas sedes de los Cubides fundó y dirige una orquesta
barrios, escuelas, universidades e igle denominada Olav Roots. Con una ma
sias, tratando de ampliar el interés por yor trayectoria y ya muy importantes
la música de categoría a todos los sec ejecutorias en el ámbito nacional y en
tores de la población. En el mismo or el internacional, funciona en Bogotá
den de ideas, la entidad sostuvo du la Orquesta Sinfónica Juvenil de Co
rante dieciséis años, un programa de lombia, fundada y dirigida por el ex
televisión, Música para todos, con un celente violista y competente director
gran contenido didáctico, bajo la di (alumno del maestro Roots) Ernesto
rección de la pianista y pedagoga Ilda Díaz. Uno de los rasgos más salientes
Pace de Restrepo, espacio semanal de la meritoria entidad es que los jó
que fue premiado en dos oportunida venes que la integran reciben, al mis
des como el mejor programa cultural mo tiempo, una muy completa for
del medio. Con la Filarmónica de Bo mación profesional por parte de los
gotá han actuado muchos de los más más distinguidos maestros. Una labor
destacados músicos del país y por sus realmente admirable, que se muestra
atriles han pasado muchas composi al público en frecuentes conciertos en
ciones de autores nacionales. En el se salas, iglesias, escuelas o universida
gundo semestre de 1985 se presentó des. Por último, el dotado violinista
un enjundioso ciclo de compositores Mario Posada organiza anualmente
colombianos, destinado especialmente una orquesta que ofrece conciertos en
a las figuras más jóvenes y promisorias el exterior, especialmente con música
en este campo. Desde su fundación colombiana.
hasta el presente, la entidad ha con
tado con el competente músico y di
námico organizador Raúl García en Coros
calidad de director administrativo. En las ciudades importantes del país
existen numerosas agrupaciones cora
Otras orquestas les dedicadas tanto al cultivo de la mú
sica folclórica y popular como al del
En varias capitales de departamento gran repertorio universal. En Bogotá,
existen orquestas sinfónicas. En Cali, durante muchos años, la entidad más
el maestro Luis Carlos Figueroa diri destacada fue la Sociedad Coral Bach,
gió durante varios años una orquesta fundada en 1952 por la distinguida pia
de cámara vinculada al conservatorio nista Elvira Restrepo de Durana y el
y Gustavo Yepes estuvo al frente de la profesor Ernesto Martín, prematura
Sinfónica del Valle. También en Me- mente desaparecido. Desde el año si-
Capítulo 11 297
Cali, dirigida en su tiempo por los mento el trío Pro Arte formado por la
maestros Santiago Velasco Llanos y pianista Hilde Adler, el violinista Pa-
Luis Carlos Figueroa y, en Medellín, nagiotis Kirkiris y el chelista Giorgio
el Orfeón Antioqueño, orientado por Mainardi, varios quintetos de viento
José María Bravo Márquez, cuyo con los flautistas Oscar Álvarez y Luis
ejemplo se prolongó en la Coral To Becerra, el oboísta Theo Hautkappe
más Luis de Victoria de la que es alma los clarinetistas Roberto Mantilla y
Rodolfo Pérez y el Estudio Polifónico Jairo Peña, los trompistas Sergio Cre-
que dirige Alberto Correa. En Popa- maschi y Efraín Zambrano y los fa
yán, cuyos festivales de Semana Santa gotistas Alberto Fortina y Siegfried
son memorables —como se indicó an Miklin. También ellos presentaron, al
teriormente—, la fina música Stella lado de los maestros universales, a los
Dupont de Mosquera anima un exce compositores colombianos. En los úl
lente coro, tal vez el mejor de su gé timos tiempos han surgido en la capi
nero en el país. «En el cultivo de la tal, entre otros, el cuarteto Arcos
música antigua —escribe el padre Per- (Ruth Lamprea y Mario Díaz, violi-
domo Escobar en su indispensable li nes, Ernesto Díaz, viola, y Ernesto
bro Historia de la música en Colom Díaz Mendoza, violoncelo), un con
bia—, Haus Musik, que dirige la se junto de instrumentos de viento de
ñora Louise Nichols de Botero, el con gran categoría, organizado por el
junto Música Antigua de Bogotá, di trompista colombiano Luis Pérez y al
rigido por Hernando Caro Mendoza, gunas formaciones barrocas animadas
y el grupo Pro Música Antigua de Me- por el notable clavecinista nacional
dellín.» Héctor Montoya.
Rafael Puyaría
(1931-),
clavicenbalista.
Junto con Gabriel
García Márquez y
Fernando Botero,
es uno de los
artistas
colombianos
de mayor renombre
universal.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
300
ópera italiana que hizo posible que in guras internacionales. Han sido artí
cluso importantes compañías nos visi fices de la empresa, además de Upe-
taran. Tras algunos intentos tímidos, gui, las directoras de Colcultura Glo
siempre fallidos, de crear una ópera ria Zea, Aura Lucía Mera y Amparo
colombiana, el dinámico organizador Sinisterra de Carvajal, los maestros
antioqueño Alberto Upegui Acevedo concertadores Pietro Mascheroni, Da
—gran conocedor del género— orga niel Lipton y Jaime León y, en los úl
nizó a partir de 1970 festivales de ópe timos años, el cantante y organizador
ra internacional en Medellín. La em caleño Francisco Vergara.
presa tuvo éxito, se trasladó a Bogotá
y desde hace unos diez años funciona Radio
en la capital la Ópera de Colombia, ín
timamente ligada al Instituto Colom Durante los últimos cuarenta años han
biano de Cultura, que ofrece tempo sido factor decisivo en la divulgación
radas anuales en el Teatro Colón, con de la gran música algunas emisoras ra
ocasionales giras a capitales de provin diales. En primer lugar, como es ob
cia. El repertorio ha girado hasta aho vio, la Radio Nacional; pero también
ra alrededor de los grandes nombres algunas radiodifusoras privadas como
del siglo XIX, Verdi, Puccini, Donizet- la HJCK, El Mundo en Bogotá (Ál-
ti, Rossini, Leoncavallo, Mascagni, la varo Castaño Castillo y Gonzalo Rue
Carmen de Bizet y alguna opereta es da Caro) y la Musicar (Luz Helena
pañola o vienesa traducida. Tal vez el Yepes). Justamente el valioso archivo
aspecto más positivo de la empresa es de grabaciones de la Radio Nacional
el haber permitido surgir a numerosos nos permite presentar la siguiente lista
cantantes nacionales, algunos de los de obras de compositores colombianos
cuales, como se anotó, son hoy día fi conservadas allí.
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PERDOMO ESCOBAR, JOSÉ IGNACIO. Historia de la música en Colombia. Bogotá, Plaza y Janés,
Características
de la cultura popular
Músico Sinú, una cultura dominada a la cual no se
estatuilla de oro. La cultura popular es una cultura oral,
Museo del Oro,
la reconoce como tal.
Bogotá Si revisamos nuestros textos de his tradicional, heterogénea, subalterna y
(Fotografía: toria social y económica oficial y de vital.
Jorge Mario Múnera). historia del arte, si visitamos nuestros
museos (excepción hecha del Museo Cultura oral
del Oro y uno que otro museo etno
gráfico), la cultura colombiana en su Al afirmar que se trata de una cultura
conjunto aparece como una colección oral, no quiere con ello significarse
de hazañas de los próceres, de elabo que sus cultores son analfabetos o que
raciones literarias y estéticas de una es una cultura que carece de escritura,
sola clase, desconociéndose una rica aunque uno o ambos de estos elemen
herencia cultural que generalmente tos sean rasgos de algunas de las ex
aparece a los ojos de nuestros intelec presiones de lo popular. Cuando se
tuales como carente de significado, habla de oralidad en la cultura popular
perteneciente a un pasado que debe como de una de sus características, se
avergonzarnos, conformando un «pot- quiere destacar su carácter predomi-
Capítulo 12 305
Danzantes de males
Otra de las danzas de origen ritual
precolombino que persisten hasta hoy
gracias a su integración a las ceremo
nias católicas es la que ejecutan los
danzantes descendientes de los indí
genas pastos en el sur del departamen
to de Nariño.
La danza, ejecutada al compás de
una sola flauta y un solo tambor, se
inicia el día de la fiesta de san Barto
lomé en el atrio de la iglesia, realizan
do lo que se denomina el saludo de es
quina a esquina. Posteriormente la
danza integrada a la procesión recorre
las calles del pueblo.
Los danzantes conservaron elemen
tos del vestuario, la música y una com
pleja coreografía dividida en 17 partes,
pero perdieron con el tiempo el cono
cimiento completo de su contenido sim
bólico y ritual. Se dice que los antepa
sados indígenas tenían un gran temor a
la serpiente y esta danza se hacía en su
homenaje, imitando sus movimientos
frente a un hechicero, pero su comple
jidad indica que debía pertenecer a un
ritual mucho más importante..
La historia oral cuenta que la tribu
de males procedía de la región de
Guamúes, donde existía una ciudad
que desapareció a causa de un terre
moto; los sobrevivientes emigraron
con todas sus pertenencias a fundar
otra ciudad que, según una leyenda,
debía construirse donde cantara un ga
Danzantes de Males, adaptaron y lo vincularon al carnaval. llo; es el lugar donde hoy se encuentra
de Córdoba (Nariño). Durante el carnaval del Putumayo, la el pueblo de Córdoba y viven los dan
Descendientes
de los indígenas
comunidad entera, desde el goberna zantes donde el gallo cantó en 1575.
Pastos, han dor del cabildo hasta los danzantes, al
conservado esta pasar frente a las autoridades eclesiás Danzas de carnaval
danza de origen ticas deben arrodillarse en señal de su
precolombino, misión y obediencia, pero los Sanjua- Se habla muy poco del hecho de que,
gracias a su nes pasan indiferentes, sin mirar al cien años antes del descubrimiento de
incorporación a
festividades obispo, y mientras la gente se arrodi América, ya existían en España escla
católicas. lla, ellos se colocan aparte y perma vos africanos. Los famosos «cabildos»
(Foto: Múnera) necen de pie en actitud rebelde. tienen antecedentes históricos muy
Los Sanjuanes están dirigidos por antiguos en Sevilla, según lo vemos en
un matachín que es el jefe y se distin las crónicas de Ortiz de Zúñiga, quien
gue de los demás por llevar una más se refiere a los bailes y fiestas de los
cara roja con un tocado de plumas, un esclavos africanos en la capital anda
capisayo o ruana, y en su mano una luza durante el reinado de Enrique III
campana con la cual dirige el cortejo. (1390). La organización social que Es
Capítulo 12 313
a formar parte de la cultura del car y qué razones explican su permanen La danza del Congo
naval de Barranquilla en una pobla cia. Las manifestaciones actuales no es la más
ción totalmente mestiza. Lo cierto es son una réplica deformada o una ca representativa
que hasta hace muy poco tiempo las ricatura de los elementos de las cul del carnaval de
Barranquilla.
danzas de congos realizaban encarni turas originales: se trata de una nueva Aunque supuestamente
zados combates en determinados sitios expresión, de una versión diferente se originó en danzas
de la ciudad, que ellos denominaban que sólo conserva rasgos muy gene guerreras del
«conquistas», donde cada grupo de rales del pasado. África, hoy los
danza debía demostrar su superiori núcleos negros no
Para la gente mestiza, zamba o mu la bailan.
dad bélica. Al ser prohibidas estas de lata de los barrios populares de Ba- Se transmiten a
mostraciones por sus consecuencias rranquilla que pertenecen a la danza través de líneas
sangrientas, la competencia en la ac del congo, si sus antepasados eran de familia y cada
tualidad se manifiesta en el vestuario, congos, mandingas o caravalíes y per grupo tiene golpes
en las máscaras, en el número de in de tambor propios.
tenecían a los cabildos de la Cartagena
tegrantes que cada danza pueda reclu colonial, es algo que desconocen por
tar y en la disciplina y destreza en el completo, lo mismo que su simbología
baile. mágico-ritual original; lo que sí cono
Sobre el origen del carnaval en los cen son los nombres de los fundadores
ritos precristianos del Viejo Mundo, de las danzas madres, como el Toro
su traslado a América y su integración Grande, cuyo nacimiento se sitúa a
en la tierra conquistada con tradicio mediados del siglo pasado. Saben tam
nes aborígenes y africanas se ha ha bién a través de qué personas y de qué
blado mucho; es por eso importante tronco familiar se transmitió la tradi
resaltar qué significado tiene en la cul ción que sigue considerándose como
tura urbana de Colombia en el siglo XX propiedad privada de la familia. Las
316
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
Saludo de casa:
Señores, con gran deseo franco
[los visito
para que vean lo bonito
que tiene la danza del paloteo;
también es el deseo
de todos los concurrentes
que el público sea decente.
Verso de palo:
Con los palos en la mano
con el combate naval
lucharemos como hermanos
los tres días de carnaval.
Verso de bandera (el abanderado de
cada país se adelanta y recita su verso):
Los danzantes, 17 en total, son to do volar por encima del agua; el galli
dos hombres vestidos de mujer llenos nazo entra cantando y recorre la ma
de abalorios y collares y con las caras loca figurando un vuelo pesado y bus
pintadas. En un momento determina cando la carroña por todas partes; esta
do de la danza, sacan unas sombrillas representación continúa hasta que se
de colores: tanto sombrillas como aba reúnen cien animales y es interrum
lorios son los símbolos de la entrega. pida por la aparición de Tori, un pes
Entre los danzantes uno hace el papel cado con un gran falo que simboliza
de mamá o alcahueta; la sátira no está las tensiones sociales. Se dice que Tori
dirigida al colonizador sino a sus pro viene de arriba para desvirgar a las
pias mujeres, que despreciaban a los in muchachas, pero las jóvenes ríen y to
dígenas por el hombre blanco. dos juegan y se burlan de él. Cuando
Danzante de Farotas, Todas esas danzas tradicionales de este acto termina, hacen su aparición
Talaigua, Bolívar. carnaval tienen elementos teatrales, los disfrazados con cachos. Los dan
Con sombrero
"vueltiao" forrado pues generalmente tienen argumento zantes llevan una rama en la mano y
en tela y adornado y personajes, lo que permitiría califi van cantando, pegando en el suelo de
de flores, lleva carlas como danza-teatro. Fijar los lí un lado a otro del cuerpo. Las sona
profuso maquillaje mites entre una expresión y otra es un jeras de los tobillos marcan el compás,
para completar tanto difícil; sin embargo, hay mani entran y salen blandiendo las ramas
el atuendo femenino.
Los danzantes, festaciones que, por su carácter, pue mientras la gente los aclama. Cuando
en las calles, den enmarcarse más en la categoría de el sol empieza a salir y los hombres es
piden dinero la representación dramática. tán cansados de cantar, de bailar, de
o alcohol, beber chicha, mambear coca y de co
y los vecinos
ofrecen botellas Fiestas colectivas mer toda clase de caza y pescado ahu
de ron blanco mado, salen al puerto a bañarse.
y representaciones dramáticas
o de chirrinchi. A pesar de existir una cierta homo
La danza completa En las tribus yukuna, tanimuka, letua- geneidad cultural en el área amazónica,
dura una hora
y media.
ma y matapí del río Mirití, de la Ama cada grupo posee sus propios relatos
zonia, se realiza todos los años duran míticos y sus propios rituales. Sin em
te los meses de febrero y marzo, en el bargo, existe el complejo mítico ritual
verano, una representación de danza- del Yuruparí, que es común a varias tri
teatro durante veinticuatro horas con bus y que es a la vez el núcleo central
tinuas, con el objeto de invitar a los de la filosofía amazónica. Se expresa
animales a compartir la cosecha del también en una representación dramá
chontaduro. La representación central tica colectiva de carácter masculino,
se hace solamente por hombres que siendo a la vez rito de iniciación de la
portan las máscaras de los animales pubertad, culto a los ancestros, fiesta de
selváticos, el mojojoy abuelo de los la cosecha de frutos silvestres y celebra
gusanos, la boa, mureru, el pájaro ca ción de la concentración del poder y la
pitán de todos los animales bailadores, sabiduría en los hombres.
las mariposas asistentes del capitán Yuruparí simboliza el principio de
mureru, el perro de monte, el pesca la vida, es la fuerza cósmica que ase
do, el murciélago, el comején, la ga gura la armonía del ritmo cotidiano
viota, el gallinazo, etc. La obra em del mundo; con el nacimiento de Yu-
pieza cuando los hombres, que son los ruparí, nacen también la música, la sa
únicos actores, se colocan los vestidos biduría y la sexualidad. La noche que
y máscaras fuera de la maloca y antes comienza el ritual del Yuruparí, los
de entrar toman la chicha de chonta- hombres jaguar ocupan el centro de la
duro. Los enmascarados van entrando maloca. Velan toda la noche y pasan
por turnos y cada uno realiza la acti hablando de los acontecimientos pri
vidad según los hábitos del animal que migenios. Ésa es la noche de todo lo
está representando: la entrada del co acontecido desde los comienzos, y
mején es silenciosa, vuela pero no también se cuentan pasajes relacio
canta; la gaviota entra de día simulan nados con las demás tribus. Son quin-
Capítulo 12 319
ce días dedicados a Yuruparí, quince ron en una sola con los posteriores
días tocando las flautas sagradas, cuya aportes africanos.
voz estruendosa es como el rugido del En Valledupar se celebra desde el
jaguar. Serían interminables las descrip siglo XVI un drama histórico religioso
ciones de representaciones dramáticas que sincretiza una leyenda de origen
todavía vigentes en las que se integra la católico con un relato sobre los levan
música, la danza, el drama ritual y la tamientos de los indígenas tupes con
simbología mágica, en las comunidades tra el invasor español. Se realiza todos
indígenas que aún sobreviven como en los años el 29 de abril para celebrar la
tidades culturales separadas. fiesta de la Virgen del Rosario, patro-
Los españoles traían consigo la tra na de la ciudad, y es representado por
dición de danzas religiosas que se eje el pueblo, que conforma una congre
cutaban a menudo dentro de las igle gación a la cual se vinculan las perso Personaje de la
sias, lo mismo que el empleo del tea nas a través de mandas o promesas. El celebración de la
tro como instrumento de evangeliza- drama se inicia en la misa dedicada a Leyenda Vallenata,
ción. Las representaciones dramáticas la Virgen, a la que todos los congre en las fiestas
gantes llegan vestidos como los ante del Rosario.
orientadas a revestir las fiestas religio Se trata de un
sas y profanas con elementos recrea pasados, como los indígenas tupes o drama histórico
tivos tienen todas su origen en los au con elementos de los indígenas arua religioso sobre
tos sacramentales, que se remontan al cos o guajiros. Terminada la misa, se un levantamiento
siglo XII; en ellos se trataba un tema, da comienzo a la danza de la culebra, indígena, que
determinado en un solo acto, al que dentro de la iglesia, dirigida por el ca se realiza desde
cique y con acompañamiento de una el siglo XVI
posteriormente se agregaron episodios (Foto: Vicky Ospina).
musicales y un aparato escénico; los gaita, un tambor y el sonido del ca
autos se convirtieron en elemento racol. Esta danza, según la tradición
obligado de los festejos, y sus princi oral, era una danza ritual que los in
pales autores fueron los más destaca dígenas tupes ofrecían a sus beldades.
dos dramaturgos, como Calderón de En la tarde, en la plaza central, el
la Barca y Lope de Vega. drama denominado por ellos «El mi
En un comienzo se ejecutaban los lagro y las cargas» se lleva a cabo con
autos en el interior de los templos, la participación de actores que repre
muchas veces combinados con los ac sentan un cacique, el capitán español,
tos propios del culto y con la interven los soldados de la guardia, los negros
ción de sacerdotes y religiosos; pos y los indígenas tupes. Muchos de estos
teriormente, a raíz de su gran éxito, cargos son heredados a través de lí
hubo que sacarlos de las iglesias al aire neas familiares, como se heredan las
libre, a los atrios de las mismas y a las posiciones de capitanes de danza en
calles y plazas de las ciudades. los carnavales.
Cabe señalar otro aspecto poco do La obra comienza con la entrada
cumentado, pero referido dentro de triunfal del capitán español al territo
las representaciones mudas o cuadros, rio de los indios tupes con el objeto de
que solían exhibirse en ocasiones recoger riquezas y ganado para la des
como las del Corpus Christi, a veces pensa del reino. Los caciques de los
con actuaciones pantomímicas espec tupes y chimilas deciden realizar una
taculares que representaban batallas, alianza para emboscar a los españoles
torneos y otras actividades profanas y resuelven envenenar con barbasco
de dimensión considerable, en las que las aguas de la laguna que se hallaba
frecuentemente intervenía la danza. en los alrededores de la sabana del Si-
Evidentemente, las primeras repre carare, donde el capitán español y los
sentaciones dramáticas de este género soldados mueren envenenados al tra
en el Nuevo Mundo fueron traídas por tar de calmar la sed. Cuando los in
los españoles, pero como los indígenas dígenas emboscados salen de su escon
también tenían y aún conservan sus dite para rematar con sus flechas a los
propias expresiones, éstas se fundie moribundos, aparece como flotando
320 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
El sexteto
palenquero, único
en su género en
Colombia, conformado
por dos tambores
(matambre y yamaró),
un par de claves,
maracas, marímbula
y, hasta hace poco,
el arco de boca.
La marímbula, una
caja de madera
con flejes metálicos
que hacen las veces
de bajo, es un
instrumento de
origen Congo,
presente en los
conjuntos soneros
del Caribe y sobre
todo de Cuba.
En Colombia,
la música
interpretada por
éstos sextetos no
tienen relación con
la música palenquera
y antes bien es más
cercana de los
sones cubanos de tas profanas, y esta música, orquesta
fines de siglo
Esta manera de cantar es conocida
(Foto: Vicky Ospina).
como «responsorial» o «antifonal», da y arreglada, se convirtió en la mú
está presente en los estratos más anti sica popular bailable.
guos de todas las culturas y en la mú Escribe Egberto Bermúdez:
sica popular de cualquier latitud. «Nos referimos al desarrollo de di
Consta de dos partes a modo de «lla cha tendencia en Colombia, durante
mado y respuesta» o «estribillo y co los años cincuenta y sesenta, con la
pla»; la primera generalmente cantada aparición de las orquestas de Lucho
o recitada por un solista o guía y la se Bermúdez y Pacho Galán y otras de
Arco de boca gunda por el coro. Lo que se ha es menor importancia como Ramón Ro-
tocado por un tablecido como específico de la música pain y Lico Medina. Los instrumentos
campesino de origen africana es el hecho de que el coro re utilizados eran básicamente los del big
indígena, de Pueblo pite la misma frase mientras el solista band, clarinetes, saxofones, trompetas
Bajo, Córdoba: establece variaciones.
Sindulfo Izquierdo y piano, entre los básicos. Esta nueva
es quizás el único Es entonces difícil establecer de instrumentación sirvió para la reinter
intérprete actual dónde proviene la influencia de ciertos pretación de la música regional de la
conocido de este Costa atlántica (que ha sido por ex
instrumento rasgos en la música indoafricana de
(Foto: Muñera). muchas de nuestras regiones, en la celencia la música bailable en todas las
que se integra el instrumental de las regiones). En un comienzo el porro de
dos culturas y además, muchas veces, las sabanas de Bolívar y Córdoba y la
en sus coplas se introducen viejos ro cumbia del litoral fueron los géneros
mances españoles. básicos, pero más tarde bullerengue,
Lo mejor es ver esta música y sus mapalé, paseo merengue y otros se
danzas correspondientes como el re fundieron con los ritmos extranjeros...
sultado de un largo proceso dinámico Otro de los aspectos que determina
de préstamos, fusiones y a veces ab ron el éxito de esta música fue el he
sorciones de una música por otra. Mú cho de que la instrumentación original
sicas que generalmente pertenecían a fuese bastante cercana a la de los gru
fiestas colectivas rituales se transfor pos que la reelaboraron. La música
maron en música de carnavales y fies del litoral atlántico interpretada en
Capítulo 12 325
Bibliografía
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ricas. La Habana, 1979.
Capítulo 13 327
Ese ingenio que le permite decir la llegó a ser el más grande millonario
frase rematadora también se le atri del país, pinta bien la franqueza «bro
buye para pronunciar la expresión sa cha» del paisa:
bia o graciosa. Es famoso el chiste del »Don Pepe Sierra estaba haciendo
bobo que se negó a aceptar como re una escritura para comprar una finca.
galo una olla de ariquipe en la que un En la minuta que entregó al notario de
ratón había caído —y ya había sido sa cía: "... una acienda". El notario se rió:
cado— con la reflexión de que «de eso »—Don Pepe! ¡Cómo se le ocurre
tan bueno no dan tanto». Otro per poner hacienda sin hache!
sonaje popular antioqueño —«bobo »—Hombre —respondió don Pe
El bobo Marañas,
vivo», como el anterior— era Mara pe—. Yo, sin hache, tengo un poco de
personaje popular ñas. La siguiente anécdota de Ma haciendas llenitas de ganao. ¿Y vos con
antioqueño. rañas lo coloca en trance de decir una hache cuántas tenés?»
El "bobo vivo" gran e ingeniosa verdad: Hiperbólico:
encarna la viveza
y el ingenio «Estando ya muy enfermo Marañas, El paisa —según su propio diseño
de la corriente vino una señora a visitarlo y le decía: humorístico— es mentiroso y exage
humorística »—Marañas, usté tiene que confe rado. Esta última condición corres
paisa. sase. Vea que ya pronto va a tener que ponde a una de las que caracterizan al
arreglar cuentas con Dios. humor antioqueño, como veremos
»A lo cual respondió el ingenioso más adelante, que es la hipérbole.
"bobo": Fue famoso por sus exageraciones el
»—Con yo no, no... no hay diferen sonsoneño Elias Botero. Dos anéc
cias: ¡cómo Él diga tá bien...!» dotas suyas que recoge Jaramillo Lon-
Filosófica la salida de Marañas. Y doño ayudan a ilustrar la hiperbólica
de una graciosa lógica la del paisa que propiedad del paisa.
viaja en un buque a punto de naufra «Por los días de la explosión de Hi
gar: roshima había una gran curiosidad
«A bordo, todo eran carreras, con acerca de la energía atómica, y mu
fusión y pánico. El único que perma chos individuos se dedicaban a expli
necía tranquilo era un paisa que esta car el poder destructivo tan desco
ba tirado en una poltrona, comiéndose munal que tenía la bomba, a todo el
una libra de dulce. que quisiera oírlos. Uno de estos in
»—¡Hombre, paisa, por Dios! ¡Usté dividuos cogió por su cuenta a don
qué está haciendo ai tan tranquilo! Elias, una tarde, en la esquina del
—le dice el capitán. Café Regina. Cuando el sabio de oca
»—Coma dulce, capitán —respon sión terminó su erudita disertación,
dió el paisa—, que es mucha l'agua don Elias dijo por todo comentario:
que vamos a tener que tragar.» »—¡Cómo le parece! ¿Qué tal si le
Francote: cae a uno en un ojo?»
A cierta franqueza que raya con lo «En otra oportunidad, un amigo le
despiadado o grosero se le llama en propuso a don Elias el siguiente caso
Colombia «brocha». Es una de las ca de conciencia:
racterísticas que se le atribuyen al pai »—Suponé, Elías, que en la India
sa, y que éste acepta y ejerce gusto hay un viejito muy viejito, muy acha
samente, quizás como antítesis de la cado, padece enormes sufrimientos, es
hipócrita buena crianza que el paisa solo en el mundo y es dueño de una
adjudica al prototípico bogotano en enorme fortuna que no tiene a quien
sus chistes. Como en las demás notas dejar. El viejito está en gracia de Dios
de identidad del paisa, va mezclada y si muere se va derechito pal cielo.
muchas veces con otras, como el in Ahora: suponé que vos, apretando un
genio o la condición ganadora. botón, desde aquí podés matar al vie-
La siguiente anécdota de don Pepe jito y heredar toda su fortuna. Deci-
Sierra, el famoso campesino antioque- me, hombre Elias: ¿vos apretabas el
ño que, sin poseer mayor educación, botoncito?
Capítulo 13 333
tras de humor bogotano, que se ex caracteriza por los siguientes atribu
presan peculiarmente en epigramas y tos: juego de palabras, sofisticación,
chispazos, verá que el bogotano se tie cultismo, repentismo, actitud filosófi-
ne a sí mismo como ingenioso, sarcás co-existencial.
tico e ilustrado. Es interesante obser Juego de palabras:
var que las dos imágenes conviven en La del retruécano o calambour ha
la apreciación nacional. En la escena sido la más festejada e identificada
de la farsa, el personaje bogotano acu condición del humor bogotano. Es,
sa las características que le ha asigna hay que decirlo, una característica de
do el folklore cómico paisa; pero a la antigua data. Ya en el siglo XVIII, du
vertiente humorística bogotana se le rante el auge de los círculos literarios,
reconocen las virtudes que a sí mismo el epigrama era una de las artes más
se atribuye el «cachaco». admiradas y practicadas por los miem
El proceso de urbanización —que bros de las tertulias. Varios de los ex
hizo de Bogotá la primera ciudad mo ponentes de la poesía festiva del San-
derna de Colombia y la convierte hoy tafé de entonces provenían de Popa-
en una metrópoli de cinco millones de yán, ciudad que a la sazón mostraba
habitantes— se ha reflejado en su hu muchos paralelos intelectuales con
mor. Por una parte, su contenido está Bogotá. José María Valdez, un popa-
atravesado de frecuentes referencias a yanejo que era miembro honorario de
elementos urbanos (el tranvía, el po la famosa tertulia Eutropélica aunque
licía de la esquina, el Congreso de la murió antes de 1800 sin haber visitado
República, el costo de la vida, etc.), nunca la ciudad de Bogotá, es el autor
que no aparecen, por razones obvias, de este epigrama, cuya estirpe flore
en la vertiente antioqueña o la coste cería un siglo después en la Gruta Sim
ña, que tienen como escenario el cam bólica:
po. Por otra, figuran en el elenco de
humor capitalino varios subtipos ins San Martín, con ser francés,
pirados en relaciones de clase que se partió la capa con Dios;
distinguen por su lenguaje, gustos y y tú, Martín de Valdez,
otros elementos culturales. Ya no es si Cristo tuviera dos
solamente la diferencia entre el habi quisieras quitarle tres.
tante de la ciudad y el del campo lle
gado a ella (el «calentano» o el «co Coterráneo del anterior, aunque un
rroncho»), sino la diferencia entre va poco posterior (1755-1817), fue don
rios personajes nacidos en la misma Francisco Antonio Rodríguez. De él
urbe pero marcados por clases eco se conservan unas pocas obras festi
nómicas, sociales y educativas. Algu vas, la más interesante de las cuales es
nos de ellos carecen de un territorio una explosión de pirotecnia verbal con
estable y definido (el gamín, el caba premoniciones degreiffianas llamada
llero cachaco supérstite, el lobo); pero «Felicitación», que dedicó al oidor Ni
otros tienen su propia jurisdicción colás Prieto Dávila. El título del ho
geográfica, que resulta elocuente menajeado le permite hacer mil jue
como dato para asignarle todo un có gos de palabras del siguiente corte a lo
digo cultural. El bogotano del sur y el largo del poema:
bogotano del norte son, así enuncia
dos, dos subtipos evidentemente dis Rezaré, sin faltar, todos los días
tintos, cuyas diferencias sólo resultan con mucha devoción las letanías,
explicables a la luz de los parámetros sólo por repetir con grata voz
socioeconómicos que determinan la juntos el audi y el exaudí nos;
compartimentación de las ciudades cantaré los sentidos corporales,
modernas. y diré que son unos animales
Considero que la vertiente humorís los que dicen que ver es lo primero
tica tradicional de Santafé y Bogotá se porque al oír desde ahora lo prefiero;
Capítulo 13 339
Todo me descuajaringo
cuando estoy floxilindango
y en echando un ringorango
al punto me espingodingo.
Pues dile al negro Domingo
te escabeche una fritada
de merengues de cebada;
que después de rehen-chirlos
puede en zambumbia expri-mirlos
y ya verás qué ensalada.
La versificación siguió siendo medio
predilecto de expresión del humor bo
gotano desde entonces. En los pri proceden muchos poemas románticos Clímaco Soto Borda,
meros meses de 1849 se publicaron dignos de ser rigurosamente olvidados uno de los
—sobre todo los de Julio Flórez y epigramistas
memorables ejemplos en El Alacrán, más brillantes
periódico satírico de los «cartacacha- Francisco Restrepo Gómez—, pero de la Gruta
cos» (cartageneros bogotanizados) también cientos de epigramas o «chis Simbólica.
Joaquín Pablo Posada y Germán Gu pazos» que se exhiben y citan como la
tiérrez de Piñeres. Pero el apogeo del muestra más palpable y particular del
chascarrillo fue la Gruta Simbólica, humor bogotano. Fueron sus princi
denominación que abarcó a un varia pales autores Clímaco Soto Borda y
do, desigual y relativamente numero Jorge Pombo, aunque contribuyeron
so grupo de poetas protagonistas de la al acopio de chascarrillos muchos
bohemia capitalina de fines del siglo otros contertulios como Julio de Fran
XIX y comienzos del XX. De su seno cisco, Rafael Espinosa Guzmán, Luis
340 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
La señora Nicolasa
no ha podido comprender
por su inteligencia escasa
que el que por poder se casa,
se casa por no poder.
Lucas Caballero
Calderón (Klim)
(1914-1981).
"El mérito de Klim
es haber superado
el viejo molde del
chascarrillo
y haber dado un
paso hacia el humor
de situación.
En Klim reconocemos
muchos al padre del
moderno humor local
que, ufanándose de
manejar un buen
castellano, desborda
los límites del
regocijo semántico
y propone sátiras
y caricaturas
de mayor dinamismo
y profundidad."
Contertulios de telectuales, que sí abundan en el bo te» —de corte epigramático—, son
la Gruta Simbólica, gotano. Éste, finalmente, proviene de atributos apreciados en la escuela de
en fotografía de una élite ilustrada y culta, a diferencia gracia capitalina.
Aristides Ariza, de los otros dos, cuyo origen es po Dos anécdotas pintan bien el re
hacia 1910.
pular. Un simple ejemplo de Cástor y curso. Copio la primera de La Gruta
Los chascarrillos
y epigramas de Pólux: Simbólica: reminiscencias del ingenio
los miembros del y la bohemia, de José Vicente Ortega
grupo se atribuyeron Aunque está el bolsillo exhausto Ricaurte y Antonio «El Jetón» Fe
al seudónimo y de llenarlo no hay forma, rro:
general de
"Cástor y Pólux". yo, del arte en holocausto, «Una conocida dama invitó a [Jor
tengo por norma ir a Fausto ge] Pombo a una comida campestre
y mi fausto es ir a Norma. en la cual sirvieron exquisitos man
jares. Cuando llegó el momento de
Repentismo: servir la gallina, la dama distribuyo
Como expresión de agudeza intelec sus presas entre los invitados, dejan
tual e ingenio, el repentismo consti do para ella la última, que era nada
tuye uno de los valores a los que rinde menos que una apetitosa pierna con
culto el humor bogotano. La respuesta pernil y todo. A Pombo le dio una de
rápida y contundente —muchas veces las alas.
engarzada en un juego de palabras—, »Una vez que la dama se hubo ser
la observación «pequeña, dulce, pican vido, se volvió a Jorge y le dijo:
Capítulo 13 343
En Colombia priva aún el vector re En 1982, cuando salió al aire otra
gional en el humor, aunque —como comedia de éxito, Don Chinche, las
anoté atrás y se verá más adelante con concesiones al humor regional fueron
algún detalle— empiezan a aparecer aun más obvias. En cierto sentido
ya otros parámetros sociales y econó Don Chinche es un pequeño parla
micos que enriquecen el humor. mento nacional, con cuotas regionales
El humor antioqueño, matriz crea proporcionadas y evidentes; el prota
dora de los tipos regionales, empezó a gonista principal es un bogotano de
formar el elenco seguramente desde el clase popular, que está rodeado de
siglo pasado. Pero con la aparición de una familia opita (su mejor amigo es
los medios de comunicación modernos huilense), una antioqueña de todo el
—radio y televisión— bastaron unos maíz, un boyacense de toda la papa,
Alicia del Carpio, pocos años para afianzarlos y conver un paisa urbano —lo sabemos por los
guionista, tirlos en verdaderos estereotipos. dichos y ciertas referencias tales como
directora y actriz Quien más ha contribuido a su difu la afición a un equipo de futbol de Me-
de la serie sión y definición ante vastos auditorios dellín—, un costeño de todo el ñame,
"Yo y tú", un caballero bogotano (el típico ca
con personajes
ha sido sin duda Guillermo Zuluaga,
representativos «Montecristo». No por casualidad chaco venido a menos)...
de las diferentes antioqueño, «Montecristo» ha mon La secuencia de las comedias de te
regiones tado desde hace años una comparsa de levisión exitosas muestra a partir de
humorísticas personajes que él mismo representa,
colombianas. 1983 una nueva evolución. Cuando
donde aparecen archicaracterizados aparece Dejémonos de vainas, sus
algunos tipos regionales (el paisa, el creadores se proponen edificarla sobre
bogotano, el pastuso, el costeño) y bases diferentes al humor geográfico y
otros extraídos de la comunidad: la se más bien convertir la cuestión regional
ñora, el borrachito, el niño preguntón, en tema ostensible de diálogo y un ele
el bobo. El impacto de Zuluaga en el mento de tensión dramática. El actor
humor de radio y televisión ha sido que encarna a Ramiro —coprotago-
profundo y duradero. Algunos progra nista de la serie— no es escogido por
mas de chistes que se presentan o se su origen regional, aunque es costeño,
han presentado en la televisión desde sino por sus condiciones histriónicas.
hace años (Operación Jajá, Sábados Bernardo Romero Pereiro, guionista y
felices) trabajan dentro de los esque director de la comedia, ha dicho varias
mas que legó «Montecristo». veces que Ramiro podría haber sido
Pero no ha sido Guillermo Zuluaga antioqueño si el actor escogido lo hu
el único responsable de la importancia biese sido, o tunjano o bugueño o bo
de los tipos regionales en el humor gotano. El papel se acomodó después a
que transmiten los medios de comu quien lo encarnaba, en vez de lo con
nicación. Yo y tú ha sido el programa trario. Pero, como habría resultado in
de más éxito en la historia de nuestra verosímil prescindir del elemento regio
televisión. Y desde un principio su nal en una comedia que procura reflejar
guionista, directora y protagonista, una sociedad donde ese elemento cuen
Alicia del Carpio —española, curio ta mucho, la antítesis entre el interior y
samente—, incluyó en la comedia los la Costa ha estado siempre presente.
tipos regionales. En la larga y feliz his Ésa ha sido la única concesión regional
toria de Yo y tú ha habido bogotanos en Dejémonos de vainas.
(de clase alta y baja), antioqueños, Semejante prescindencia de la cuota
costeños, boyacenses, opitas e incluso proporcional y equitativa a las regio
el a veces inevitable «míster». Todos nes y la deliberada renuncia a operar
ellos son evidentemente tales, incluso con los estereotipos sembrados, sus
aunque el actor no lo sea (Pacheco, citaron en muchos comentaristas se
que es «bogotanísimo», hacía las veces rias dudas sobre las posibilidades de
de costeño; Franky Linero, que es cos éxito que pudiera tener la serie en lu
teño, era el «míster»). gares distintos a Bogotá, sede de la
Capítulo 13 349
obra. Así lo planteó, por ejemplo, un Sin embargo, me atrevo desde ahora a
colaborador de El Tiempo, Sergio pronosticar algunas tendencias:
Arango Castro (mayo 22, 1985) cuan Se mantendrá la importancia de los
do dijo que «para un paisano de San estereotipos de humor regional, aunque
Jacinto o de El Copey, de Maicao o ya no como elemento monopolístico de
Calamar, resulta casi incomprensible la comedia, sino como uno de muchos
el diálogo de programas como Don componentes de la misma.
Chinche o Dejémonos de vainas, y mu Se explorarán nuevas coordenadas
chos otros que alcanzan en Bogotá y estereotípicas diferentes a las que vie
el interior del país una alta sintonía». ne deparando el venero de los carac
La respuesta a estas dudas se pro teres regionales. En la medida en que
dujo unos meses después de iniciada la avancen la urbanización y la estratifi
comedia y fue el público televidente el cación social en Colombia, se aban Personajes de la
encargado de darla. En mayo de 1985 donará el vector regional para buscar serie "Dejémonos
las encuestas del Centro Nacional de de vainas":
y definir tipos cómicos, y se buscarán Víctor Hugo
Consultoría indicaron que Dejémonos otras personificaciones de clase social, Morant, Edgar
de vainas era el programa con mayor nivel educativo, etc. Palacios, Maru
audiencia de la televisión colombiana. A tiempo que perderá importancia Yamayusa, Paula
La región donde obtuvo la más alta el estereotipo regional, la adquirirán Peña, Benjamín
sintonía (66,3 %) fue el centro-oriente Herrera,
los elementos que configuran algunas Marisol Correa,
(Boyacá, Santanderes), seguida por vertientes humorísticas regionales. En Claudia Patricia
la Costa atlántica. Fue mayor la sin otras palabras, existe, por ejemplo, Anderson y la bebé
tonía en la Costa (59,6 %) que en Bo cierta saturación con el prototipo del María Angélica
gotá (56 %). Le siguieron, en orden, bogotano aparentador e hipócrita, que Rivillas.
la Costa pacífica (49,7 %) y la defini le hará perder impacto comunicativo al
da como «región paisa» (Antioquia, personaje en el futuro. Pero las propie
viejo Caldas), con 47,6 %. En todas dades del humor bogotano —juego de
estas regiones la comedia ocupó el pri lenguaje, reflexión existencial, surrea
mer lugar entre las audiencias. Al mes lismo— estarán cada vez más presentes
siguiente, la sintonía en la Costa at en muchas obras. Lo mismo puede de
lántica superó a la del centro-oriente cirse de las propiedades del humor cos
y la de Bogotá, aunque esta vez la pri teño. Pienso que algunas propiedades
mera fue el litoral pacífico (66,8 %). del humor antioqueño (escatología, hi
Las dos costas dominaron la sintonía pérboles, competencia), por haber sido
de Dejémonos de vainas. trajinadas más largamente, no tendrán
El significado completo de estas ci en el futuro la importancia que han te
fras está aún por desentrañar. ¿Quieren nido hasta ahora.
decir que está pasando por agotamiento Existirá mayor apertura de lenguaje
la época del humor estereotípico regio
nal en Colombia? ¿Quieren decir quizás tanto hacia neologismos (en cuya can
que, saturado del elenco por cuotas, el tera los medios de comunicación de
público está decidido a aceptar un hu todos modos siempre han estado dis
mor más universal, donde las situacio puestos a apertrecharse) como hacia
nes hilarantes reemplacen a la contra expresiones consideradas vulgares o
dicción cómica de los papeles regionales groseras. La literatura, el cine y el tea
o a la gracia de las parlas y acentos de tro abrieron ya la puerta; la prensa ha
región? ¿Quieren decir que el elemento acabado por ingresar por ella; la radio
de humor regional sigue siendo impor y la televisión se encuentran tímida
tante, pero podría explotarse más si se mente en los umbrales, pero ya empie
le mezcla con otras formas de humor? zan a dar pasos en esa dirección.
Durante los próximos años, los nue Creo, en fin, que en los próximos
vos experimentos humorísticos que se años veremos algunos cambios en las
realicen en radio y televisión podrán expresiones de humor a través de los
ayudar a responder estos interrogantes. medios de comunicación de masas.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
350
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Capítulo 14 351
El deporte en Colombia
Mike Forero Nougués »Artículo 62. — La calistécnica y la
gimnasia, como parte indispensable de
un sistema completo de educación, se
unque las primeras manifesta enseñarán en todas las escuelas, en las
A ciones deportivas de Colombia horas destinadas a la recreación, se
datan del siglo pasado, de manera ofi
cial lo relacionado con la educación fí
las reglas sencillas y favorables al
gún
desarrollo de la salud y de las fuerzas
sica solamente se mencionó el 3 de ju de los niños. En las escuelas de varo
lio de 1904, cuando el vicepresidente nes se agregarán a los ejercicios gim
de la República José Manuel Marro- násticos, ejercicios y evoluciones mi
quín y el ministro de Instrucción Pú litares, con arreglo a los métodos de
blica Antonio José Uribe dictaron el instrucción del ejército. Jorge Perry,
decreto número 491 del citado año »Artículo 63. — Cada dos semanas primer atleta
«por el cual se reglamenta la ley 39 de se destinará medio día a paseo higié colombiano que
1903». El párrafo 48 de dicha ley dice nico y recreativo. El institutor orga participó en
lo siguiente: nizará juegos gimnásticos entre los una Olimpíada,
primero en la
«Artículo 60. — La corrección en el alumnos.» maratón de
vestido y un aseo riguroso son obli Se empezó bien, ciertamente, pues Los Angeles, 1932,
gatorios para todos los niños. Los ins se partió de un principio básico: guar y luego en los
titutores pueden rehusar la entrada a dar una posición correcta y natural. El Juegos de Berlín,
1934.
la clase a los alumnos que no reúnan decreto no tuvo eco; sin embargo, en
estas condiciones, dando aviso por es las escuelas y en algunos casos más, el
crito a los padres respectivos. ejercicio se limitó a los varones y a las
»Artículo 61. — Los maestros de evoluciones de orden cerrado, dirigi
ben habituar a sus discípulos a que das por ex militares.
guarden posición natural y correcta En el año de 1925, por iniciativa del
durante las lecciones. Después de representante a la Cámara Carlos Uri-
cada una de éstas es necesario que los be Echeverri, por la circunscripción
niños ejecuten algunos ejercicios gim electoral de Antioquia, el Congreso
násticos: flexiones y extensiones de las de Colombia aprobó la ley 80 «sobre
piernas, de los brazos, de la cabeza, educación física, plazas de deportes y
del tronco. precio de las becas nacionales».
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
352
Dicha ley creó la Comisión Nacio cional, origen del hoy llamado Insti
nal de Educación Física, compuesta tuto Colombiano de la Juventud y el
por tres miembros nombrados por el Deporte (Coldeportes).
poder ejecutivo, del director general En la exposición de motivos, suscri
de Higiene y del ministro de Instruc ta por el representante Carlos Uribe
ción Pública. Algunas de sus funciones Echeverri, se expresaron algunos im
principales eran: organizar todo lo re portantes conceptos: «El admirable
Equipo de fútbol progreso de las ciencias biológicas ha
de La Salle, que
ferente a los concursos anuales de
se impuso por 3 a 0 atletismo, a los que eran llamados to colocado a la educación física —se de
al conjunto del dos los habitantes del país, fomentar cía— entre los primeros factores de
Valle del Cauca, la construcción de plazas de deportes, progreso de los pueblos y bienestar y
durante los fundar asociaciones deportivas, rela felicidad de los individuos. Ha impe
primeros Juegos rado, al menos entre nosotros, la erra
Nacionales, cionarlas entre sí y con las extranjeras,
Bogotá, 1927. recabar de las autoridades y del sector da creencia de que los ejercicios físicos
Aparecen el privado donativos para el fomento del sólo logran acrecentar el vigor mus
capitán Gutiérrez, deporte. cular, y por esa razón no se les ha con
el juez Ramírez,
Dentro del entonces llamado Minis ferido toda la importancia que tienen
Alvarez, Escamilla
terio de Instrucción Pública, se creó en el desarrollo de las modalidades de
y, con el balón, la inteligencia y sobre ciertas faculta
Cabrera. una sección de Educación Física Na
des esenciales del carácter.»
Luego se añadía: «En nuestros días
[en 1925] los deportes que se cultivan
en Suecia nos han enseñado los efec
tos extraordinarios en la regeneración
de ese país por medio de los ejercicios
científicamente dirigidos. La organi
zación gimnástica de los alemanes ha
tenido una influencia poderosa en
todo lo que en esa raza es unidad,
fuerza, orden, disciplina. En Inglate
rra los deportes han fijado también las
características del pueblo y así lo dice
la expresión consagrada: En los par
tidos de fútbol, de rugby de Eton, fue
ron desarrollados el valor y la tenaci
dad que cambiaron en Waterloo la de
rrota por la victoria.»
Los primeros juegos deportivos na
cionales —entonces llamados inco
rrectamente olímpicos— se efectuaron
en Bogotá en el año de 1927, bajo el
patrocinio del Ministerio de Instruc
ción y Salubridad Públicas, pero en
realidad... no fueron nacionales. Se
limitaron a unos cuantos partidos
de fútbol y algunas pruebas atléticas
celebrados en el estadio del Instituto
de La Salle, que se hallaba situado en
terrenos que hoy ocupa el barrio Los
Alcázares.
A pesar del carácter local de este
evento, jugó, empero, un equipo de
fútbol del Valle del Cauca que se en
frentó al equipo de La Salle. Este úl-
Capítulo 14 353
Primer club
deportivo de
Cúcuta, en 1913.
en el que se
practicaban
disciplinas como
el fútbol, tenis,
béisbol y
ciclismo.
Foto de Cabrales,
publicada en el
"Libro azul de
Colombia", 1918.
La gran plaza de
San Diego durante
la pelea
Tanco-Vásquez,
abril de 1922.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
356
Equipo de fútbol
7 de Agosto,
de Pasto, en 1924.
Aunque el primer
onceno se fundó
en Barranquilla,
en Nariño se
formaron muy
pronto grupos
que competían
con los del
Ecuador.
Primer "team"
del Club Deportivo
Santa Marta,
en enero de 1918.
Capítulo 14 357
Primer equipo de
fútbol organizado
en Bogotá, por
el Polo Club.
Entre los
competidores
figuraron- Jaime
Uribe de Brigard,
Pepe Obregón,
Carlos Dávila,
Bernardo Vargas,
Ulpiano Valenzuela
y Camilo Sáenz.
Foto de
"El Gráfico", 1910.
Santa Fe
en 1950: Pineda,
Rial, Luis López,
Fernández y Mitten;
Arnaldo, en el
centro; y atrás,
Zumudio, Delli,
Martínez, Moyano,
Bernao, Chamorro,
Venegas, Peruca.
Estadio de la
Ciudad Universitaria
de Bogotá.
Capítulo 14 359
Rossi, Pedernera
y Contreras:
tres grandes
figuras de la
época dorada
del fútbol
colombiano.
El Cali
en 1931: Luis A.
Rojas, Fernando
Rengifo, Marco T.
Villalobos,
A. Escobar,
Isidro Díaz.
Capítulo 14 361
del campeonato mundial de fútbol de narios, en donde actuó, como tal, so
Chile. Los dos equipos dividieron ho litariamente. También jugó con Santa
nores a 4 tantos por bando en la nor Fe y Atlético Nacional de Medellín.
teña ciudad chilena de Arica. En el mundial de Chile actuó como ca
Efraín Sánchez se dedicó por último pitán de la selección de Colombia,
a la dirección técnica y tuvo la fortuna siempre en su puesto de marcador de
de clasificarse subcampeón de la Copa punta. Actualmente es escuchado
América en el año de 1975, tras perder como comentarista de fútbol en la ciu
la final disputada en Caracas frente a dad de Medellín.
la selección del Perú. De esta época de El Dorado tam
Millonarios trajo, también en 1949, bién surgió el conocido técnico Ga
a Alfredo Di Stéfano, quien, atraído briel Ochoa Uribe, antioqueño, y
por El Dorado de Colombia, no vaciló quien, a la par de su afición deportiva,
en trasladarse a Bogotá. Nacido en siguió estudios de medicina. En Millo
1926 en Buenos Aires, hizo parte de narios jugó como portero, suplente
la célebre «maquinita» del River Píate del célebre argentino Julio Cozzi, con
de Buenos Aires. Era tan veloz que siderado como uno de los más nota
mereció el apodo de «Saeta Rubia». bles arqueros del continente. Ochoa
Posteriormente pasó al famoso equipo Uribe tuvo actuaciones muy notables;
español Real Madrid, en donde hizo paró tiros penalty y en Río de Janeiro
una de las carreras futbolísticas más se distinguió como magnífico guarda-
brillantes del mundo. Algunos lo han palos hasta el punto que lo contrató el
considerado, junto con Pelé, como America de Río de Janeiro, en donde
uno de los más virtuosos atacantes a además continuó sus estudios de me
nivel mundial. dicina. Ochoa Uribe tuvo sus mayores
Francisco «Cobo» Zuluaga, antio- éxitos como técnico y es el hombre
queño, fue uno de los grandes baluar que ha ganado más campeonatos en la
tes del fútbol colombiano, y en ocasio historia del fútbol nacional. Dirigió la
nes único jugador nacional de Millo selección de Colombia. Aunque muy
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Expulsado: Rafael Otero (minuto 60). Willington Ortiz; Amoldo Iguarán, Selección Colombia
Goles: Gerónimo Barbadillo (minuto Víctor Lugo y Jesús Barrios (Américo en 1962: Rada,
5) y Julio César Uribe (70, de penal). Quiñones). Acero, Coll,
Director téc: Gabriel Ochoa Uribe. Klinger, J, González;
López, H. González,
13 de septiembre, Bogotá Perú: Acazuso; Rojas, Díaz (expul Caimán Sánchez,
Colombia 1 - Uruguay 1 sado), Requena y Olaechea; Chirinos, Serrano, Alzate,
Colombia: Carlos Valencia; Evert Velásquez y Cueto; Barbadillo, Na Echeverri
González, Miguel Prince, Reyes (Ger varro y Oblitas (Uribe). y el masajista
mán Morales) y F. Castro; Sarmiento Director técnico: Moisés Barack. Malaver.
(J. Caicedo), Valverde y Umaña; To Árbitro: Luis Barrancos, Bolivia.
rres, Rafael Agudelo y Herrera. Gol: Miguel Prince (minuto 26); falló
Uruguay: Rodríguez; Moreira, Blan pena máxima (47).
co, Marcenara y Martínez (González);
Barrios, Krasowsky (Russo) y Paz; 2 de junio, Bogotá
Bueno, Victorino y Vargas. Colombia 1 - Argentina 3
Goles: Hernán Darío Herrera (minuto Colombia: Zape (Octavio Gómez, 3);
12, de penal) y Waldemar Victori Luis N. Gil, Prince, Molina y Alonso
no (43). López; Morales, Sarmiento y Quiñó-
nez (Herrera): Manuel Córdoba, Or-
1985 (para México, 1986) tiz e Iguarán.
26 de mayo, Bogotá Argentina: Fillol; Claussen, Passare-
Colombia 1 - Perú 0 lla, Trossero y Garré; Russo, Giusti,
Colombia: Pedro Zape; Víctor Luna, Trobbiani (Barbas) y Maradona; Bu-
Miguel Prince, Norberto Molina y Jor rruchaga y Pasculi (Dertycia).
ge Porras; Pedro Sarmiento, Germán Director técnico: Carlos Salvador Bi-
Morales, (Hernán Darío Herrera) y lardo.
370 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
El campeón
Efraín Forero,
El Zipa, bajando
de Riosucio
durante la
II Vuelta a
Colombia.
372 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
"Cochise" Rodríguez
es triunfalmente
recibido en Bogotá
a su regreso de
México, el 14 de
octubre de 1970.
después de haber
establecido en el
velódromo de esa
ciudad la marca
mundial de la hora
en 47.533.24 km.,
antes en poder del
danés Mogens Frey
Jensen. Lo acompaña
Vfh el entrenador
Claudio Costa.
Cochise también
Lucho Herrera,
en dos dramáticos
momentos de su
carrera en Europa,
donde ha sido
campeón de la
Vuelta a España,
en 1987.
En Colombia,
ha obtenido el
campeonato
en cuatro
ocasiones:
1984, 1985, 1986
y 1988.
Capitulo 14 377
Juegos Olímpicos
Los Juegos Olímpicos, máxima expre
sión del deporte en el mundo, sé ce
lebran cada cuatro años. El certamen,
que data de la antigüedad, fue resta
blecido en el año 1896 por el barón
Pierre de Coubertin, de Francia, y los
primeros juegos modernos tuvieron
lugar en Atenas, como homenaje a la
Grecia clásica.
Colombia sólo vino a participar,
Carlos J. En Medellín surgió, paralelamente, casi extraoficialmente porque aún no
Echavarría, otro gran campeón, Carlos J. Echa- había una organización adecuada, en
campeón nacional varría, quien fuera un destacado in 1932, en los Juegos Olímpicos de Los
de tenis en
los años 30. dustrial, llegando a ser el gerente y Ángeles, cuando se presentó a correr
presidente de la compañía textilera el maratón el colombiano (de Samacá,
Coltejer. Entre Combariza y Echava- Boyacá) Jorge Perry Villate, cuya afi
rría se sostuvo durante largos años una ción nació de sus viajes por Europa.
competencia y una rivalidad que lle Perry, más tarde instructor de educa
naba las tribunas de los pequeños es ción física, no terminó la carrera, pero
cenarios donde ellos se enfrentaban. en el desfile inaugural de esos juegos
De pantalón largo y blanco competían portó la bandera colombiana como
estos dos extraordinarios jugadores, gran atleta solitario.
Capítulo 14 379
Rodrigo "Rocky"
Valdés, campeón
mundial de los pesos
medianos al derrotar
en Mónaco a
Benny Briscoe.
Antonio "Pambelé"
Cervantes, primer
campeón de boxeo
de Colombia,
en la categoría
welter ligeros,
al vencer a
Alfonso Frazer,
octubre de 1972.
Colombia vence a Por segunda vez Colombia ganó la juegos en 1902 con los Atléticos de Fi-
Santo Domingo Serie Mundial en 1965, celebrada en ladelfia, jugando en calidad de guar-
y es campeón su XVI versión, con sede en las ciu dabases.
mundial aficionado,
Cartagena, 1947.
dades de Cartagena y Barranquilla. La Sin embargo, es Orlando «Ñato»
novena fue dirigida en esta ocasión Ramírez, pelotero de Cartagena, a
por otro cubano, Tony Pacheco, y el quien se concede ese honor en los re
puñado de jugadores estuvo confor gistros oficiales. Recientemente se in
mado por Gerardo Guzmán, Esteban corporó también a las Grandes Ligas
Bonfante, José Miguel Corpas, Wil- otro cartagenero, Joaquín Gutiérrez
frido Rodríguez, Guillermo Rodrí Ramírez, que se inició allí con Los
guez, Ubaldo Salinas, Milciades Me- Angelinos y luego pasó a las filas de
jía, Martín Agustín, Edmond Corde los Medias Rojas de Boston. Casual
ro, Luis de Arco, José Castro, Isidro mente estos dos jugadores se desem
Herrera, Arthur Forbes, Juan Gue peñan como paracortos.
rrero, Astolfo Alvear, Tomás Mo Otros colombianos también actua
reno, Óscar Luis Gómez y Ascensión ron en los Estados Unidos pero en ca
Díaz. tegorías inferiores, y entre ellos se
El primer colombiano en llegar a las menciona a Enrique «Quique» Her
Grandes Ligas fue Luis Castro, nacido nández, Carlos «Pipa» Bustos y Hum
en Panamá, a quien se atribuyen 41 berto «Papi» Vargas.
Capítulo 14 385
Domínguez,
el santandereano volador Jaime Ortiz Alvear
Lucho Herrera,
el ciclista de los ochenta Ignacio Gómez Gómez
«En toda mi experiencia como ciclis años de esta década, que en Colom
ta, ni siquiera en Europa he visto a bia el ciclismo es el deporte nacional.
ningún corredor que suba tan rápido Los ídolos de las regiones que ya
como Luis Herrera. Es algo formi no competían sobre la bicicleta se
dable.» dedicaron a dirigir técnicamente a
(Greg Lemond, equipos nacionales. Las pasiones
campeón mundial de ruta.) que antes se desataban por ellos —y
Lucho Herrera,
cuatro veces
que estuvieron a punto de generar
incidentes de orden público— desa
campeón de la
Vuelta a Colombia,
campeón de la
Vuelta a España,
C on Luis Alberto Herrera, el
«Jardinerito de Fusagasugá»,
representando a nuestro país en
pruebas más difíciles del mundo, el
parecieron por completo cuando se
trataba de recibir al equipo nacional
las
que venía de triunfar en el extran
y figura del
Tour de France. ciclismo colombiano hace su entrada jero. Los primeros éxitos de Lucho
en la década de los ochenta. Las Herrera en la década de los ochenta
constantes noticias sobre los triunfos convencieron a los patrocinadores de
de los ciclistas colombianos en el ex mirar al exterior y, a partir del sub
terior reafirman, desde los primeros campeonato de la montaña conquis
Capítulo 14 387
tado por el Jardinerito en el Tour de nados casi por completo por Fabio
l'Avenir (el 19 de septiembre de Enrique Parra. Por encima de He
1982), comenzaron a multiplicarse rrera en la clasificación general que
los triunfos y las reverencias de los dó Rafael Antonio Niño, quien com
ciclistas extranjeros hacia «Los Es petía con el equipo «Lotería de Bo-
carabajos». yacá A». En el puesto 16, a más de
Para los colombianos, la corona 45 minutos del primer lugar y sin cla
del mejor ciclista se había sucedido sificación destacada en la montaña,
década por década en la cabeza de figuró el Jardinerito.
un deportista cada vez con mejores El desquite con Fabio Parra fue
condiciones y experiencia: Ramón ese mismo año en el ascenso de La
Hoyos Vallejo, en las carreteras des Línea, superándolo ampliamente en
tapadas desde las primeras compe la quinta etapa del Clásico RCN,
tencias en la década de los cincuenta; pero de nuevo le correspondió el 16.°
Martín Emilio «Cochise» Rodríguez, puesto en la clasificación general,
imponiendo la marca del kilómetro esta vez a 22 minutos del campeón,
en los sesenta y marcado en las com Manuel Ignacio Gutiérrez. En 1982,
petencias de cerca por su sucesor, la vigésima segunda versión del Clá
Rafael Antonio Niño, quien más tar sico RCN tenía como principal atrac
de sería rival y después director téc tivo la figura del campeón del Tour
nico del equipo de Lucho Herrera. de l'Avenir, el francés Pascal Simon.
El 29 de enero de 1980, Luis Al Los extranjeros quedaron relegados
berto Herrera tomó por primera vez a las últimas posiciones con el ataque
la partida en una competencia de ca que Lucho Herrera y el equipo «Val
rácter nacional. Él y su compañero Yin» iniciaron cerca a Manizales, en
Alirio Lagos conformaban el equipo la séptima etapa de la competencia.
«Ciclos Fusagasugá», al arrancar Herrera llegó un minuto y 17 segun
desde Popayán la XIII edición de la dos antes que su inmediato perse
Vuelta de la Juventud. guidor, Rafael Antonio Niño, y se
Al cabo de siete etapas, la com puso la camiseta de líder que con
petencia terminó en Bogotá dando servó hasta Medellín, ganando inclu
como ganador a Martín Ramírez, sive la última etapa. En la Vuelta a
quien más tarde se haría co-equipero Colombia de 1983 la nota dolorosa
de Herrera en competencias inter fue el accidente que obligó al Jardi-
nacionales. En su debut, al Jardine- nerito a abandonar la competencia,
rito le correspondió ser líder de la cuando ocupaba el 7.° puesto en la
montaña, ganando el título en la úl clasificación general y se perfilaba
tima etapa —entre Melgar y Bogo como líder de la montaña.
tá— y sorprendiendo a la prensa con Sólo hasta el 19 de septiembre de
sus ascensos en El Boquerón y Las 1982, Luis Alberto Herrera pudo
Rosas, en los que dejó atrás al cam conquistar su primer triunfo inter
peón Martín Ramírez y a Alirio Chi- nacional, arrebatando la admiración
zabas. de la prensa de Francia. En la déci
Los patrocinadores no se hicieron ma etapa del Tour de l'Avenir, entre
esperar. Al año siguiente, Lucho Dinvoc-Les-Bains y el alto de Mor-
Herrera vestía la camiseta de «Val zine, apabulló a los demás competi
Yin», de Pereira, junto con Juan de dores con una inolvidable escapada
Dios Morales, Willian Cañón, José que le ayudó a conquistar la camiseta
H. Betancur y Hernando Martínez, de líder de la montaña. Al final,
en la XXXI Vuelta a Colombia. De Cristóbal Pérez fue tercero en la cla
Cúcuta hasta Cali, se recorrieron sificación general y Rafael Acevedo
1.707 kilómetros, que fueron domi campeón de la cuesta; Lucho He
388 Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
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Capítulo 15 391
El ajedrez en Colombia
Boris de Greiff el «Europa», en Bogotá, así como el
«Selecto» en Medellín y el «Polo» en
Cali, todos ellos ya desaparecidos.
Julio Bravo,
durante el
Campeonato Nacional
celebrado en el
Hotel San Francisco,
Bogotá, 1969.
Diagrama 1 Diagrama 2
abcdefgh
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
396
campeón al primero por mejor sistema título para el primero. En 1972 se im
SB. En 1969 se impuso Rodríguez lue puso Castro en el triangular de desem
go de 2-2 en el desempate ante Cuéllar pate —en Cali— ante Minaya y F.
y mejor SB. Igual resultado en 1970 Muñoz, con quienes había compartido
entre Cuartas y Minaya determinó el el primer lugar en Barranquilla.
1. Boris de Greiff,
Maestro Internacional
(1957), campeón
nacional en 1951
(Foto en el Torneo
Capablanca, Cuba,
1962).
2. Alonso Zapata,
Maestro Internacional
(1978), Gran Maestro
(1984), dos veces
campeón nacional.
3. Partida
Cuéllar-De Greiff,
Barrancabermeja,
1969, observada por
el ministro de Minas
Carlos Arríela y
por el árbitro
internacional Julio
Ernesto Mejía.
Nueva Historia de Colombia. Vol. VI
398
1. Anita Castro
de Sánchez y Amira
Poveda {hoy señora
de De Greijf), antes
de iniciar una
partida en Bogotá,
1956.
2. Ilse Guggenberg,
Maestra Internacional
(1976), ocho veces
campeona nacional.
3. Anita Castro
de Sánchez y el
fiscal de la
Federación de
Ajedrez Jorge Mora
presencian una
partida durante
el torneo de 1968,
en Bogotá.
Capítulo 15 399
Nota: Entre 1945 y 1965 se consi y del Ecuador, logrando buenos re
deró que la mejor ajedrecista del país sultados. Además, en 1956 doña Anita
era doña Anita Castro de Sánchez, se proclamó vencedora en Bogotá de
quien desde la emisora radioaficiona- un torneo femenino que, aunque no
da HK3BH, propiedad de su esposo el tuvo participación de otras regiones
doctor Pompilio Sánchez, disputó par del país, ratificó su condición de nú
tidas con famosas jugadoras de Cuba mero uno en Colombia.
400
1954 Amsterdam 26 18
1956 Moscú- 34 18
1958 Munich 36 16
1964 Tel Aviv 50 31
1966 La Habana 52 22
1970 Siegen 60 23
1972 Skopje 62 25
1974 Niza 73 20
1976 Haifa 48 10
1978 Buenos Aires 65 23
1980 Malta 82 36
1982 Lucerna 92 20
1984 Salónica 88 30
1986 Dubai 108 35
1988 Salónica 113 30
Participación de Colombia en olimpiadas mundiales femeninas
1974 Medellín 26 17
1976 Haifa 23 15
1978 Buenos Aires 32 19
1980 Malta 42 18
1982 Lucerna 45 15
1984 Salónica 51 23
1986 Dubai 49 29
1988 Salónica 56 26