ITV
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Examen obligatorio
El dictamen puede ser favorable, desfavorable o negativo. Si es favorable, el conductor,
tras abonar una media de 34 euros, puede circular con su coche con la seguridad de que
funciona correctamente. Deberá colocar la pegatina que le entreguen -en la que figura la
fecha de la última ITV- en una parte visible del coche. Por el contrario, si el vehículo ha
superado el examen sólo a medias y el resultado es desfavorable -el 22,6% de los
automóviles que visitaron la ITV obtuvieron esta nota en 2003-, se concede a su
propietario un plazo no superior a dos meses para que realice los arreglos pertinentes.
Durante ese tiempo sólo podrá utilizar el automóvil para acudir al taller y volver a la ITV,
quedando inutilizado para circular libremente por la vía pública. Finalmente, si en el
informe figura un resultado negativo, el vehículo permanecerá temporalmente en el
lugar donde se realiza la inspección hasta que una grúa lo traslade a un taller mecánico.
Una vez allí, el automóvil deberá ponerse a punto de acuerdo a las anotaciones
realizadas por los técnicos.
¿Qué ocurre si no estamos de acuerdo con el resultado de la ITV? Poco se puede hacer en
ese caso: si el propietario del vehículo se niega a realizar los arreglos o cambios que los
técnicos de la ITV le exigen, el vehículo podrá ser dado de baja de la circulación en ese
mismo momento. En principio, no existe la posibilidad de reclamar contra estos
resultados y pedir a otra estación una nueva revisión. En teoría sólo se puede hacer si lo
autoriza expresamente el órgano competente de la comunidad donde se realizó la
inspección, en la práctica es una situación que apenas ocurre.
Automóviles. Están obligados a pasar la primera ITV los vehículos de uso privado que
tengan cuatro años de antigüedad. A partir de ese momento, la visita obligatoria deberá
repetirse cada dos años hasta que cumpla los diez años. Después la revisión será anual.
Motocicletas. La ley regula que las motocicletas deben pasar la primera ITV cuando
superen los cinco años de antigüedad. A partir de este momento su examen se llevará a
cabo cada dos años.
Caravanas. La Dirección General de Tráfico estima que la primera ITV debe realizarse a
los seis años y que a partir de ese momento, las próximas revisiones serán bienales.
• Intervención del permiso de conducir. Habrá un plazo de diez días para pasar el
examen favorablemente.
• Pago de una multa. La Ley de Tráfico prevé sanciones de entre 94 y 1.503 euros
por circular sin haber pasado la ITV.
Durante ese tiempo sólo podrá utilizar el automóvil para acudir al taller y
volver a la ITV, quedando inutilizado para circular libremente por la vía pública.
Finalmente, si en el informe figura un resultado negativo, el vehículo permanecerá
temporalmente en el lugar donde se realiza la inspección hasta que una grúa lo traslade
a un taller mecánico. Una vez allí, el automóvil deberá ponerse a punto de acuerdo a las
anotaciones realizadas por los técnicos.
Automóviles. Están obligados a pasar la primera ITV los vehículos de uso privado que
tengan cuatro años de antigüedad. A partir de ese momento, la visita obligatoria deberá
repetirse cada dos años hasta que cumpla los diez años. Después la revisión será anual.
Motocicletas. La ley regula que las motocicletas deben pasar la primera ITV cuando
superen los cinco años de antigüedad. A partir de este momento su examen se llevará a
cabo cada dos años.
Caravanas. La Dirección General de Tráfico estima que la primera ITV debe realizarse a
los seis años y que a partir de ese momento, las próximas revisiones serán bienales.
• Intervención del permiso de conducir. Habrá un plazo de diez días para pasar el
examen favorablemente.
• Pago de una multa. La Ley de Tráfico prevé sanciones de entre 94 y 1.503 euros
por circular sin haber pasado la ITV.
El pasado mes de enero se cumplió el plazo máximo que el Gobierno había fijado para
que las diferentes comunidades autónomas establecieran las fechas del proceso. Sin
embargo, éstas se retrasarán hasta llegar al año 2010, puesto que la mayoría de las
concesiones aún estarán vigentes para esa fecha. Según la norma, cualquier taller podría
realizar las inspecciones obligatorias, de esta manera se cumpliría con el objetivo de
hacer bajar los precios y mejorar la calidad del servicio.
Todos los vehículos -no sólo los de cuatro ruedas- deben someterse a una inspección
técnica periódica o ITV. Así se garantiza que su estado es el correcto para circular por
una vía sin suponer un peligro para sus usuarios o para terceras personas. Este
reconocimiento no sólo pretende reducir el número de accidentes causados por un fallo
mecánico, sino controlar el nivel de las emisiones contaminantes y preservar el medio
ambiente.
Una de las obligaciones que tiene el conductor de un automóvil es circular con la ITV al
día y los distintivos que lo certifiquen en un lugar visible. También deberá mostrar los
informes de la última inspección a los agentes que se lo soliciten. Si está caducada, el
conductor sólo podrá circular hasta un lugar en el que pueda realizarla. De lo contrario,
se enfrenta a una multa e, incluso, a la retirada del carné de conducir. Antes de que esto
ocurra, si el titular del vehículo considera que no lo utilizará, puede darlo de baja de
manera temporal.
Cuando las deficiencias detectadas en el vehículo sean de tal gravedad que constituyan
un peligro para los ocupantes del coche y para el resto de usuarios de la vía pública, la
inspección se calificará como negativa. En esta situación, el traslado del coche se
realizará a través de una grúa o de cualquier otro medio que no implique la circulación
del automóvil que no ha pasado el examen. Al igual que sucede cuando es desfavorable,
el usuario tiene dos meses para arreglar las averías y someterse a un nuevo
reconocimiento.
El precio de este segundo examen varía en función de la comunidad autónoma en la que
se realice. Una de las demandas de las asociaciones de consumidores es la gratuidad de
la misma, siempre que se lleve a cabo en un plazo determinado. En la Comunidad
Valenciana, Castilla y León, Murcia y Navarra, la segunda inspección se cobra a un precio
más reducido que la primera. En otras comunidades, como Cataluña, si la revisión se pasa
en los 15 días posteriores al primer examen, es gratuita. De lo contrario, se aplicarán
tarifas del 60% sobre los precios vigentes en la revisión ordinaria.
En ocasiones, los titulares del vehículo creen que son víctimas de un abuso por parte del
centro inspector, no están de acuerdo con su dictamen y desean otra ITV. Esta segunda
inspección se puede llevar a cabo en una estación distinta a la que ha realizado el primer
examen. No obstante, es necesario alegar razones justificadas y solicitarlo al órgano
competente de la comunidad autónoma, que deberá expedir una autorización expresa.
Se calculan diferencias de hasta un 155%. Por la revisión de un coche con motor diésel se
cobran 23,80 euros en Asturias y 60,61 en la Comunidad Valenciana, mientras que la
inspección de una motocicleta cuesta 10,20 euros en Murcia y 35,12 en Castilla y León.
Ninguna ley obliga a pasar la ITV en la comunidad autónoma donde reside el titular del
vehículo o donde se hayan matriculado el coche, la moto, el camión o el quad (los
vehículos que están obligados a someterse a este examen). Es más, las autoridades
recuerdan que la revisión puede hacerse en cualquier punto de España. Si el titular
considera que ahorraría dinero al pasar la inspección en otra comunidad, puede hacerlo.
Sólo ha de tener en cuenta el estado en el que se encuentra el vehículo porque si el
resultado es negativo y el automóvil se queda inmovilizado, el ahorro previsto puede
convertirse en un gasto.
Reclamar la resolución de la ITV
En los casos más graves, quien se considere perjudicado por
el informe de la inspección, puede recurrir a la vía
administrativa o a la judicial.
Hojas de reclamaciones, quejas y sugerencias
Otra de las obligaciones que tienen las empresas que prestan este servicio es seguir los
criterios descritos en el 'Manual de procedimiento de inspección de las estaciones ITV',
elaborado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Todos los centros han de
tenerlo a disposición de los titulares de los vehículos sometidos a la inspección. En el
caso de que el documento no esté en un lugar visible, el usuario podrá poner una
reclamación contra la estación.