El Nuevo Codigo Del Lider
El Nuevo Codigo Del Lider
El Nuevo Codigo Del Lider
Prólogo
Agradecimientos
1. Definiendo el código de liderazgo
o 1. Cómo descubrimos el código de liderazgo
o 2. El código de liderazgo: el tiempo, la atención y uno
mismo
o 3. El código de liderazgo: conviértalo en una realidad para
usted y para su organización
2. Regla 1 Cree una visión de futuro
o 1. Mire con curiosidad a su alrededor y cree una visión de
futuro
o 2. Invite a participar en la estrategia a quienes más tienen
que decir sobre su negocio
o 3. Involucre a toda la organización: nadie sabe por sí
mismo todo lo necesario
o 4. Cree tracción estratégica en su empresa
o 5. Conclusión: la estrategia como historia
Índice
Prólogo
Agradecimientos
1. Definiendo el código de liderazgo
o 1. Cómo descubrimos el código de liderazgo
o 2. El código de liderazgo: el tiempo, la atención y uno
mismo
o 3. El código de liderazgo: conviértalo en una realidad para
usted y para su organización
2. Regla 1 Cree una visión de futuro
o 1. Mire con curiosidad a su alrededor y cree una visión de
futuro
o 2. Invite a participar en la estrategia a quienes más tienen
que decir sobre su negocio
o 3. Involucre a toda la organización: nadie sabe por sí
mismo todo lo necesario
o 4. Cree tracción estratégica en su empresa
o 5. Conclusión: la estrategia como historia
3. Regla 2 Haga que las cosas sucedan
o 1. Haga que el cambio suceda
o 2. Siga un protocolo para la toma de decisiones
o 3. Asegure la responsabilidad por acciones y resultados
o 4. Construya equipos
o 5. Asegure la eficiencia técnica
4. Regla 3 Gestione el talento
o 1. Comunique, comunique, comunique
o 2. Practique un estilo de gestión acorde a la estrategia de la
empresa
o 3. Fortalezca las competencias: asegúrese de que las
personas tienen las capacidades que necesitan
o 4. Asigne recursos a las personas para que puedan
enfrentar las exigencias
o 5. Cree un ambiente laboral positivo a través de su propia
espiritualidad
o 6. Diviértase en el trabajo
5. Regla 4 Desarrolle la siguiente generación de talento
o 1. Trace un mapa de la fuerza laboral
3. Regla 2 Haga que las cosas sucedan
o 1. Haga que el cambio suceda
o 2. Siga un protocolo para la toma de decisiones
o 3. Asegure la responsabilidad por acciones y resultados
o 4. Construya equipos
o 5. Asegure la eficiencia técnica
4. Regla 3 Gestione el talento
o 1. Comunique, comunique, comunique
o 2. Practique un estilo de gestión acorde a la estrategia de la
empresa
o 3. Fortalezca las competencias: asegúrese de que las
personas tienen las capacidades que necesitan
o 4. Asigne recursos a las personas para que puedan
enfrentar las exigencias
o 5. Cree un ambiente laboral positivo a través de su propia
espiritualidad
o 6. Diviértase en el trabajo
5. Regla 4 Desarrolle la siguiente generación de talento
o 1. Trace un mapa de la fuerza laboral
o 2. Relacione la marca de la empresa con la de los
colaboradores
o 3. Ayude a las personas a gestionar sus carreras
o 4. Encuentre y desarrolle la siguiente generación de talento
o 5. Fomente las redes y las relaciones
6. Regla 5 Invierta en usted mismo
o 1. Piense con claridad: no se pierda en los detalles
o 2. Conózcase a sí mismo
o 3. Tolere el estrés
o 4. Demuestre agilidad de aprendizaje
o 5. Desarrolle el carácter y la integridad
o 6. Cuídese
o 7. Muestre energía personal y pasión
7. Cómo garantizar mejores líderes y un mejor liderazgo
o 1. Establezca una teoría clara de liderazgo
o 2. Evalúe a los líderes
o 3. Invierta en los líderes
o 4. Haga un seguimiento para alinear las prácticas de la
organización
o 5. ¿Qué más hace falta? La marca de liderazgo
Notas
A nuestros padres,
que nos dieron nuestros códigos:
Richard Ulrich, Ken Smallwood
y Richard Sweetman
Prólogo
Ofrecer a los lectores en español El código del nuevo líder es un
ejercicio de coherencia. Lo es para los que admiramos el trabajo de D.
Ulrich, N. Smallwood y, en este caso, K. Sweetman y, también, por
parte de LID Editorial Empresarial.
En efecto, el año pasado esta editorial publicó en castellano el
libroMarca de liderazgo y el lector de ambos textos descubrirá
que Marca de liderazgo y El código del nuevo líder son dos conceptos
complementarios; partes de un mismo esquema de pensamiento sobre
la empresa y la dirección de recursos humanos; están entrelazados y el
uno potencia al otro. Por eso, para dejar completo el esfuerzo iniciado,
una vez traducido el primer libro, era requisito indispensable traducir
el segundo.
La marca de liderazgo es una cualidad organizacional, no individual,
que consigue que los comportamientos de las personas de la empresa
respondan a las expectativas de los clientes, los accionistas o
inversores, los empleados y otros grupos de interés (stakeholders). Con
una buena marca de liderazgo se asegura la fidelidad de todos ellos.
Esta fidelidad es debida a que la empresa satisface las necesidades de
los grupos de interés de la forma en que ellos la esperan, a través de un
comportamiento homogéneo de sus personas a lo largo de toda la
organización.
El código del nuevo líder se refiere al requisito común para conseguir
este comportamiento homogéneo: el liderazgo. Para alcanzar este
comportamiento homogéneo se necesitan personas –directivos– que
inspiren esa manera de hacer las cosas desde una punta a otra de la
empresa. Líderes que tienen que cumplir dos condiciones: a)
competencias comunes a todos los líderes (el código de liderazgo); b)
competencias diferenciadoras, cualidades específicas para cada
empresa y para cada persona.
Según la investigación recogida en este trabajo, la efectividad de un
líder depende entre un 60-70% de la primera parte (la común) y un 40-
30% como explican en el capítulo 7, siempre se cumple la siguiente
ecuación:
Marca de liderazgo = Código de liderazgo x diferenciadores
Por tanto, querido lector, este libro le dará la clave del 60-70% de su
eficacia como directivo y de la eficiencia de su empresa.
A estas alturas del prólogo, el lector de la edición en castellano, si no
leyó ya Marca de liderazgo, se puede estar preguntando cuál de los dos
debe leer primero.
La respuesta es que, afortunadamente en este caso, como en las
matemáticas, el orden de los factores no altera el producto. En efecto,
el orden de lectura no afecta al aprendizaje que se puede extraer de los
dos trabajos.
No obstante, como prologuistas, queremos dar una pequeña
orientación: según sea la intención, o la posición del lector en la
empresa, puede ser más útil poner más énfasis en uno u otro libro
Si el lector busca su mejora personal como líder, es posible que le
convenga empezar por El código del nuevo líder y profundizar en él,
sin olvidar que no tendrá un conocimiento completo del esquema de
pensamiento hasta que estudie también Marca de liderazgo.
Por otra parte, deberá poner el mismo énfasis en ambos libros si es un
constructor de organizaciones, un director de recursos humanos, un
miembro de comités de dirección, juntas directivas o consejos de
administración, un gerente o director general, un presidente, consejero
delegado, chairman o un CEO (en terminología anglosajona).
EnMarca de liderazgo encontrará los instrumentos conceptuales para
convertir su compañía en la favorita de los empleados, clientes,
accionistas e inversores, a través del comportamiento de los
empleados. En El código del nuevo líder encontrará las cinco reglas
que le harán a él/ella y a sus colaboradores más efectivos como líderes
para conseguir esa marca de liderazgo.
Esas cinco reglas le permitirán: a) aumentar su capacidad estratégica y
de visión a largo plazo; b) conseguir que se cumplan las tareas y los
objetivos estratégicos, es decir, que las cosas ocurran; c) comprometer
el talento actual que existe en la organización; d) crear capital humano
generando los talentos de la próxima generación; y e) invertir en la
mejora personal, base de todas las demás competencias de liderazgo.
Cada una de estas reglas se descompone en el libro en
comportamientos completos con resultados tangibles.
No hay que olvidar que en el liderazgo, como en los saberes prácticos
de la vida, ya lo decía Aristóteles, se trata más de hacer que de
conceptualizar. Los autores son conscientes de ello. Por eso, aportan en
cada capítulo cuestionarios de autorreflexión para el lector; de cada
uno de ellos se pueden extraer intensos aprendizajes. El aforismo del
oráculo de Delfos «conócete a ti mismo» es el primer paso de toda
sabiduría. El directivo, lector de este libro, tiene en los cuestionarios un
instrumento de autoconocimiento profundo, tanto de él mismo, como
de su organización.
Esta es una de las características que se puede observar en los trabajos
de The RBL Group. Los autores son académicos, de ahí el rigor con que
tratan sus fuentes de información, pero también son consultores y
asesores de las mayores empresas a nivel global. Es decir, son
teóricos arraigados en la realidad, la mejor combinación para este tipo
de trabajos. Sus afirmaciones, que a veces parecen obvias, están
enraizadas en sólidos estudios empíricos, con una amplia base de
consulta a lo largo de todo el mundo en empresas globales.
Por último, como lectores, hay que agradecer en este trabajo el esfuerzo
de condensación de conceptos. Decía Baltasar Gracián que lo bueno, si
breve, dos veces bueno. Por eso el lector no debe dejarse engañar por el
número de páginas. La extensión del libro permite leerlo en un tiempo
prudencial, pero la profundidad de sus conceptos exige estudio y
meditación.
En consecuencia, animamos al lector a leer de manera reposada los
párrafos y a reflexionar una vez contestados los cuestionarios. Estamos
seguros de que no se sentirá defraudado. Es más: creemos que, después
de esta reflexión, esperará con ansia el próximo trabajo que, sin duda,
se estará ya cocinando en la mente y el trabajo de D. Ulrich y sus
colaboradores. Y les aseguramos que, como ocurre con este libro, no
nos defraudarán.
Ernesto Uscher
Principal Consultant LATAM Managing Director RBL
José Ramón Pin Arboledas
Profesor del IESE
Agradecimientos
Si, como dice un proverbio africano, se necesita todo un pueblo para
educar a un niño, para escribir un libro hace falta, mínimo, una ciudad.
Esperamos poder agradecer aquí a todas las personas
que hancontribuido a hacer posible este libro desde su concepción
hasta su finalización.
Desearíamos expresar nuestro agradecimiento a Harvard
BusinessPress por su apoyo, en especial a Melinda Merino, nuestra
siempre gentil y perspicaz editora.
Queremos dar las gracias a Bob Eichinger, que continuamente nos ha
incitado y animado a escribir.
También deseamos expresar nuestro más profundo agradecimiento a
Omar Kader, que nos dio su inestimable opinión sobre varios capítulos
del manuscrito, y a Dean Weatherford, quien nos proporcionó nuevas
perspectivas y nos infundió ánimos.
Gracias a todas aquellas personas que han asistido a nuestros
seminarios, en los que probamos nuestras ideas y aprendimos de sus
preguntas y sugerencias.
Nuestro más profundo agradecimiento a las personas que
entrevistamos. Su contribución ya está en el libro, pero queremos
agradecerles también aquí su ayuda, ya que, sin ellos, ni el código de
liderazgo ni el libro habrían sido posibles. Los líderes de reconocido
prestigio a los que entrevistamos fueron Jim Bolt (experto en
desarrollo de liderazgo); Richard Boyatzis (experto en modelos de
competencias y liderazgo resonante); Jay Conger (experto en
alineamiento de las habilidades de liderazgo a la estrategia);
MarcEffron (experto en estudios sobre líderes globales);
Bob Fulmer(experto en habilidades de liderazgo);
Marshall Goldsmith (experto en habilidades de liderazgo global y en
cómo desarrollar estas habilidades); Gary Hamel (experto en liderazgo
en relación con la estrategia); Linda Hill (experta en cómo convertir a
los directivos en líderes y en liderazgo en economías emergentes);
Jon Katzenbach
(experto en el trabajo con líderes desde dentro de la organización);
JimKouzes (experto en la credibilidad de los líderes);
Morgan McCall(representantes del Centro de Liderazgo Creativo);
Barry Posner(experto en la credibilidad de los líderes); Paul Thompson
(experto en estilos de desarrollo actuales) y Jack Zenger y
Joe Folkman (expertos en la consecución de resultados y la excelencia
en los líderes).
Naturalmente, queremos agradecer a nuestros apreciados colegas
pasados y presentes de RBL su colaboración, sin la cual esta obra no
habría sido posible: Jon Younger, Wayne Brockbank,
Judy Seegmiller,Barbara Ferre, Ginger Bitter, Loretta Allen,
Ernesto Uscher, Justin Allen, Dave Hanna,
Allan Freed, Bonner Ritchie, Gene Dalton, Erin Wilson Burns, Tim
Kapp, Justin Britton, Meggan Pingree, DavidGilliland y Mark Nyman.
Y a todas las personas que nos han ayudado a elaborar estas ideas y nos
han proporcionado las cifras y datos que necesitábamos:
KaraHelander, Robert Burnside y Robin Athey.
Un agradecimiento especial a nuestras familias, que se han mostrado
comprensivas con nuestra obsesión por la escritura: Wendy
Ulrich,Tricia Smallwood y Alexis Yoshi Belash, y a Isabel y Ali, las
pacientes hijas de Kate. Y, por supuesto, a Mary Sweetman, madre de
Kate, quien le inculcó su potente código.
1. Definiendo el código de liderazgo
Nadie pone en duda que el liderazgo sea una cuestión importante.
Reconocemos el buen liderazgo de inmediato cuando un líder al que
admiramos nos inspira, nos provoca entusiasmo, logra que nos
comprometamos o, incluso, cuando nos abandona. Más allá de nuestra
experiencia personal, la investigación ha demostrado que la cualidad
del liderazgo ayuda a cumplir las expectativas de los inversores, los
clientes y los colaboradores. Aunque podemos afirmar que el liderazgo
es una cuestión importante y que reconocemos a un buen líder en
cuanto lo vemos, resulta mucho más complicado dar respuesta a la
amplia pregunta de qué es lo que hace que un líder sea eficaz. En los
estudios existentes acerca de las cuestiones que más preocupan a los
directivos de las empresas, aparece de manera sistemática la
preocupación por crear una generación de líderes eficaces capaz de
sustituir a la actual.
Este libro tiene un objetivo complejo, si no imposible. De forma
concisa y clara, deseamos sintetizar en él un gran número de esquemas,
herramientas, procesos y estudios sobre liderazgo que nos permitan
identificar las principales reglas que rigen la actuación de los grandes
líderes. El reto de sintetizar esta gran masa amorfa e inmensa de
conocimiento no es fácil, pero sí importante. Con la definición de las
reglas fundamentales del liderazgo perseguimos dos objetivos: ayudar
a los líderes a ser mejores líderes y, al mismo tiempo, ser de utilidad a
las personas encargadas de crear un mejor liderazgo en sus
organizaciones.
El proceso de convertirse en un líder eficaz empieza por uno mismo. Si
usted quiere fortalecer el liderazgo en su empresa, tiene que demostrar
usted mismo aquello que desea que sepan y hagan los demás. Una vez
usted sea capaz de establecer claramente qué características convierten
auna persona en un líder eficaz y demuestre ese comportamiento en
usted mismo, sus colaboradores tendrán unas expectativas claras de
lo que se espera de ellos; sus clientes disfrutarán haciendo negocios
con usted; los inversores tendrán más confianza en el valor intangible
de su empresa; y podrá invertir sabiamente sus recursos en encontrar y
crear futuros líderes.
Un requisito para ser un líder eficaz es ayudar a otros a liderar. El éxito
del líder radica en su capacidad para conseguir que los demás hagan
correctamente aquello que tienen que hacer. Demostrar las reglas del
liderazgo le permitirá liderar bien, pero ayudar a otros a dominar
dichas reglas garantizará el éxito futuro. Cuando conocemos y
aplicamos las reglas del liderazgo, lideramos adecuadamente; pero
cuando ayudamos a otros a aprender y seguir dichas reglas, nuestro
liderazgo trasciende la aptitud personal y se convierte en una
capacidad de la organización.
Las reglas de liderazgo que proponemos en este libro constituyen una
herramienta unificada que le permitirá, por una parte, plantearse cómo
mejorar como líder y, por otra, convertirse en un mejor líder. Hemos
estudiado ampliamente el campo del liderazgo, hemos conversado en
profundidad con los mejores líderes que conocemos y hemos pasado
toda esa información por el tamiz de los cientos de años de experiencia
colectiva en el campo, que acumulamos entre nosotros. A lo largo de
ese proceso hemos descubierto y validado las que ahora consideramos
las cinco reglas fundamentales que todo líder excelente debe seguir.
Dado que estas reglas constituyen la base de todo líder, del mismo
modo que el código genético determina nuestro núcleo como personas,
las hemos denominado el código de liderazgo.
Este código de liderazgo, como cualquier otro, sirve de estructura y de
guía y le ayudará no sólo a saber lo que tiene que hacer para convertirte
en un mejor líder a nivel individual, sino también para crear una mejor
capacidad de liderazgo en su organización. Algunos líderes parecen
llevarlo incorporado de forma innata, mientras que otros tienen que
aprenderlo, pero es condición imprescindible para ser un líder eficaz.
El código también impide caer en la trampa de incidir en un elemento
del liderazgo por encima de los demás. Por ejemplo, cuando
preguntamos a los reflexivos participantes en nuestros programas de
formación qué hace que un líder sea eficaz, a menudo conseguimos una
larga lista de ideas extraordinarias. Algunas están relacionadas con la
importancia de tener una visión de futuro; otras con llevar a cabo las
ideas en el presente; otras con el carisma o el carácter personal; otras
con la habilidad para involucrar a las personas; y otras con crear
organizaciones que perduren en el tiempo. Tener un listado con los
atributos del liderazgo resulta útil, pero puede distorsionar sus
fundamentos. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando compramos en el
supermercado lo que hemos anotado precipitadamente en la lista de
compras: es posible que no estemos favoreciendo una alimentación
saludable en la que se incluyan alimentos de los cuatro grupos. Cuando
se eligen los alimentos en función del esquema de los cuatro grupos, se
garantiza el equilibrio a la hora de hacer la compra y comer de manera
saludable. Los líderes que cuentan con un código de liderazgo que
incluya todos los elementos que hacen que un líder sea eficaz evitan las
modas pasajeras y las soluciones rápidas que generan una falsa ilusión
de liderazgo eficaz pero que, como la comida que mencionábamos
antes, no ayudan a conseguir un éxito sostenido.
En este libro abordamos la mayoría de los temas que se destacan hoy
en día al hablar de liderazgo. Estamos de acuerdo con que los líderes
tienen que idear estrategias innovadoras (por ejemplo, estrategias del
océano azul), forjar relaciones a largo plazo con sus clientes, innovar,
llevar sus ideas a la práctica, construir equipos de alto rendimiento,
asegurar la responsabilidad, gestionar personas, comunicarse,
conseguir el compromiso de los demás, crear planes de recursos
humanos, aplicar su criterio, tener inteligencia emocional y ser
honestos. Cada uno de estos temas merece y ha sido objeto de una
investigación, una reflexión y una práctica exhaustivas. Lo que
ofrecemos en este libro es una síntesis de todas estas ideas, una forma
de cubrir el espectro del liderazgo de forma que veamos el conjunto de
elementos que hacen que un líder sea eficaz y no sólo algunos de ellos.
Consideramos que el código de liderazgo está compuesto por cinco
reglas. Normalmente, las reglas establecen cómo se juega un juego y
proponen los elementos básicos de cualquier acción. Conocer las reglas
nos permite adaptar nuestro comportamiento para tener éxito. En el
deporte, las reglas determinan el tipo de talento y la estrategia de juego
que adoptan los equipos. En la escritura, las reglas establecen el uso del
lenguaje como medio de comunicación. En política, las reglas a
menudo dictan quién gana y quién pierde. A la hora de conducir, las
reglas garantizan la seguridad y la fluidez del tráfico. En el liderazgo,
las reglas determinan qué hace que un líder sea eficaz.
1. Cómo descubrimos el código de liderazgo
Me comunico eficazmente…….............................................. 1 2 3 4 5 6 7
8 9 10
Creo una gestión acorde a la estrategia…...............................1 2 3 4 5 6 7
8 9 10
Fortalezco la competencia en mi organización.................…. 1 2 3 4 5 6 7
8 9 10
Asigno recursos para satisfacer las demandas……............... 1 2 3 4 5 6 7
8 9 10
Creo un ambiente laboral positivo……................................. 1 2 3 4 5 6 7
8 9 10
(Total gestor de talento)____ ÷ 5 = ____
Desarrollador de capital humano
4. Construya equipos
se trata de que las mujeres sean mejores líderes que los hombres, sino
de tener una cultura y un sistema de elección del talento lo
suficientemente abiertos como para permitir que las personas más
válidas, sean quienes sean, asciendan hasta el nivel en el que puedan
realizar su máxima contribución. Sería interesante hacer otro estudio
para medir los efectos de otras minorías. Cuando la responsabilidad de
gestionar con precisión el talento recaiga en los altos directivos, no
olvide que sus percepciones, por muy bienintencionadas que sean,
pueden estar sesgadas por su propia posición, experiencia y
características demográficas. Para ser sinceros, la cúpula directiva es a
menudo la menos consciente de estos sesgos implícitos. En una
organización, el homogéneo equipo de dirección dio una puntuación de
4,6 (en una escala de 5,0) a la pregunta de si se trataban sus diferencias
individuales con dignidad y respeto. La satisfacción les duró hasta que
vieron las respuestas de varios subgrupos: las mujeres, las minorías
étnicas, los cabeza de familia solteros y demás. Era obvio que los
directivos no sabían que tenían deficiencias en su forma de tratar la
diversidad. Sondear a los miembros de los grupos minoritarios es una
buena manera de combatir este síndrome. Pregunta a estas personas
qué tal se sienten trabajando en la organización y quizá también te den
las mejores ideas para acabar con las barreras que les afectan más de
manera directa.
Una empresa con la que trabajamos no comenzaba por maximizar las
diferencias, sino por clarificar la unidad. El consejero delegado y su
equipo decidieron una serie de puntos clave en los que todos los
empleados de la empresa debían creer para actuar en consecuencia.
Estos incluían algunas creencias básicas como servir al cliente,
perseguir los beneficios económicos con su actividad y tratar a los
demás con respeto. Defendían que todos los empleados tenían que
conocer estas creencias comunes, creer en ellas y actuar en
conformidad. Una vez aclarado esto, añadieron que todas las demás
opiniones podían y debían diferir, y que de hecho iban a esforzarse por
fomentar las diferencias una vez hubieran conseguido la unidad
Está claro que los líderes tienen que ubicar a la persona adecuada con
las habilidades apropiadas en el puesto correcto y en el momento
oportuno. Aunque se trata de una necesidad obvia, requiere que usted
coteje de manera sistemática los requisitos de los puestos con las
competencias personales del individuo. Para definir los requisitos del
puesto, debe comenzar por examinar los resultados que se esperan de
él. Un director de I+D ha de producir gran cantidad de productos y
servicios innovadores. Un director de marketing debe obtener ingresos
de los clientes que son el objetivo de la organización. Un director de
tecnologías de la información tiene que crear sistemas tecnológicos y
de información que permitan tomar mejores decisiones. Los requisitos
de cada puesto derivan de la función de cada persona dentro de la
empresa y de las expectativas puestas en ella. Una vez conozcas qué
resultados se esperan de cada puesto, debes definir qué competencias
hacen falta para alcanzarlos. En el caso de un director de I+D que ha de
crear innovación, ¿qué conocimientos, destrezas y habilidades debe
mostrar? Si usted conoce de forma clara qué competencias son
necesarias en cada puesto, podrá identificar las competencias
individuales que se adaptan mejor a los requisitos de dicho puesto.
Una vez haya especificado los requisitos, puede examinar y alinear las
competencias de la persona con su puesto. Para fortalecer las
competencias de los empleados debe plantear dos preguntas:
1. ¿Cuáles son sus fortalezas personales (competencias,
predisposiciones, habilidades)?
2. ¿Cómo puede usted aprovecharlas o desarrollarlas para que
resulten útiles a los demás?
Como líder, puede actuar como coach, mentor o padrino, o asegurarse
de alguna u otra manera de que las personas reconocen, desarrollan y
alinean sus competencias con su función dentro de la empresa.
Con la primera pregunta usted ayuda a sus empleados a que
reconozcan lo que hacen bien y lo que no. Cada persona tiene unas
destrezas, habilidades y orientaciones técnicas y sociales únicas. Uno
de los directivos con los que trabajamos hizo una revisión del talento
en el 3% de los directivos de mayor nivel de su empresa. A la hora de
examinar adaptan mejor a los requisitos de dicho puesto.
Una vez haya especificado los requisitos, puede examinar y alinear las
competencias de la persona con su puesto. Para fortalecer las
competencias de los empleados debe plantear dos preguntas:
1. ¿Cuáles son sus fortalezas personales (competencias,
predisposiciones, habilidades)?
2. ¿Cómo puede usted aprovecharlas o desarrollarlas para que
resulten útiles a los demás?
Como líder, puede actuar como coach, mentor o padrino, o asegurarse
de alguna u otra manera de que las personas reconocen, desarrollan y
alinean sus competencias con su función dentro de la empresa.
Con la primera pregunta usted ayuda a sus empleados a que
reconozcan lo que hacen bien y lo que no. Cada persona tiene unas
destrezas, habilidades y orientaciones técnicas y sociales únicas. Uno
de los directivos con los que trabajamos hizo una revisión del talento
en el 3% de los directivos de mayor nivel de su empresa. A la hora de
examinar las habilidades de sus colaboradores tuvo en cuenta
su historial educativo y profesional, sus intereses personales y sus
éxitos profesionales. Aunque es peligroso limitar el estudio del talento
a la historia de cada uno, resulta útil saber qué talento incorporan sus
empleados a la organización. En una conversación sincera con un
empleado puede ayudarle a descubrir puntos ciegos en sus habilidades.
La segunda pregunta sugiere que emplee las fortalezas de sus
colaboradores en el trabajo o la función más adecuados. La descripción
del puesto establece unos requisitos y la evaluación de las
competencias personales de cada empleado sugiere oportunidades de
éxito y crecimiento personales. Lo ideal es que los empleados ocupen
puestos que no sólo sean compatibles con sus destrezas actuales, sino
que les conviertan en personas capaces de desempeñar tareas de
diferentes clases. Para fomentar esto puede asignar a sus empleados
tareas relacionadas con diferentes sectores, países o negocios desde el
principio de su carrera, lo que les permitirá aprender y crecer. Cuando
se propone fortalecer las competencias, ayuda a las personas de su
organización a crecer y desarrollarse.
4. Asigne recursos a las personas para que puedan enfrentar las exigencias
6. Diviértase en el trabajo
1. Tareas críticas.
2. Trabajos de apoyo.
3. Trabajos no esenciales.
Por lo general, tan sólo entre el 10 y el 20% de la fuerza laboral
desarrolla un trabajo generador de riqueza. La mayoría de los altos
directivos debería estar en la lista de puestos con tareas críticas por el
impacto potencial que tienen en grandes grupos de personas. Sin
embargo, también se pueden encontrar tareas críticas en puestos de
mucho menor nivel. Por ejemplo, la camarera del Starbucks tiene una
tarea crítica, ya que es la persona que genera la experiencia para el
consumidor. El ingeniero que controla los procesos en una empresa de
fabricación desempeña una tarea crítica por el impacto que tiene su
trabajo en la producción y el tiempo de funcionamiento de las
máquinas. Dentro de la organización hay otras tareas de apoyo a estas
tareas críticas, y otras que deberían desarrollarse con la mayor
eficiencia en costos posible para que la organización pueda prosperar.
Las tareas de apoyo estratégico ayudan a las personas que realizan
tareas críticas a ser más eficaces. Las tareas operativas son más
rutinarias, pero son fundamentales para la organización y
proporcionan eficiencia en costos.
Preguntas clave: como líder, deberá formularse tres tipos de preguntas
para asignar la persona adecuada a cada puesto:
1.¿Qué tareas críticas van a determinar los resultados de la empresa en
los próximos cinco a diez años? Si no lo sabe, ¿cómo puede
averiguarlo?
2.¿Está preparado para cubrir esos puestos críticos con las personas
adecuadas? ¿Qué porcentaje de esos puestos clave están cubiertos por
personas calificadas para el futuro? ¿Qué porcentaje de las personas
que están totalmente calificadas son susceptibles de marcharse a otra
empresa?
3.¿Qué porcentaje de los puestos clave cuenta con talento calificado?
¿Cuál es su proporción de refuerzo (el número de personas calificadas
para situarse en puestos clave dividido entre el total de puestos clave)?
2. Conózcase a sí mismo
3. Tolere el estrés
6. Cuídese
Cuando probamos las ideas del Código del nuevo líder, realizamos una
gran variedad de ejercicios con grupos de líderes de diferentes
empresas. Uno de los más eficaces se llamaba «Adivina cuál es mi
empresa». Antes de realizar esta actividad, pedíamos a los alumnos que
trajeran el modelo de competencias de liderazgo de su organización.
Así, recibíamos los modelos de competencias de alrededor de veinte
empresas de diferentes sectores de todo el mundo. En todos ellos
borrábamos el nombre de la compañía para que no pudieran ser
identificados.
Antes de que comenzara la clase, colocábamos los veinte modelos de
competencias en las paredes del aula, sin indicar cuál pertenecía a cada
empresa. A continuación pedíamos a cada alumno que realizara dos
tareas:
� Encontrar el modelo de competencias de su empresa entre los
demás.
� Identificar qué modelo pertenecía a cada empresa.
Los resultados son siempre los mismos. Salvo por casualidad, casi
nadie acierta el modelo de competencias de su empresa, y mucho
menos el de las demás. Lo que este ejercicio demostraba
fundamentalmente era que los modelos de competencias de liderazgo
de IBM, Tata y Nokia tenían muchas más semejanzas que diferencias.
Las empresas sufrieron una decepción al descubrir que sus
competencias no eran, ni con mucho, tan características como
esperaban, pero a la vez sentían curiosidad por averiguar qué
expectativas compartían con las demás empresas sobre el liderazgo.
Pero aquí va la observación más interesante: el ejercicio también
revelaba que ninguna empresa consideraba que sus competencias de
liderazgo estuvieran completas: siempre descubrían algunos rasgos
fundamentales que faltaban entre las competencias que habían elegido
para su empresa.
Para que no falte ningún elemento clave en su modelo de competencias
de liderazgo, proponemos que lo someta a una prueba sencilla:
confróntelo con el código de liderazgo. Lo interesante de este ejercicio
es que, con mucha frecuencia, los modelos de competencias están
desequilibrados y contienen algún elemento del código en exceso o en
defecto. Mediante algunos ejemplos vamos a ver que es muy fácil que
esto ocurra.
Una vez cuente con una teoría de liderazgo común para toda su
organización, el siguiente paso lógico es la evaluación. Ésta tiene como
finalidad elaborar un plan de desarrollo individual personalizado que
permita a cada persona hacerse cargo de su propio desarrollo personal.
La combinación de una evaluación insuficiente y el paradigma de
«ampliar sus fortalezas» sin un plan de acción detrás, lleva a una serie
de las buenas intenciones mal dirigidas. Invertir en algo sin un plan de
desarrollo es una pérdida de tiempo y dinero: utilice el código. En un
curso sobre liderazgo que impartimos hace poco a una gran empresa de
explotación de recursos naturales, algunos líderes desconocían por
completo hacia qué tipo de desarrollo tenían que enfocarse. Hubo una
persona en particular que creía que era muy válido como líder y que el
curso, en su caso, era una pérdida de tiempo. Unos días más tarde, en
una conversación con su jefe, nos enteramos de que este hombre tenía
algunas dificultades interpersonales que estaban poniendo en peligro
su carrera dentro de la organización y que el curso había sido
organizado para ayudarle. Ocurre con demasiada frecuencia que se
malgastan oportunidades así.