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Enrique de Diego - Republica Constitucional PDF

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Este es un libro de combate ante la grave situación económica en la que se sumerge España y las clases

medias, con el objetivo de que un público lo más amplio posible, mayoritario, tenga acceso a los
postulados de la República Constitucional, ideario de don Antonio García-Trevijano. En la que el
Presidente es elegido en circunscripción nacional, el legislativo está formado por diputados elegidos en
distritos uninominales y la Justicia brilla por su dignidad e independencia; separación de poderes frente
al Estado de partidos, en el que los diputados representan a las cúpulas, pero no a los ciudadanos, y la
corrupción campa a sus anchas junto a la inutilidad. Libro sencillo y divulgativo para que España
encuentre su dignidad y la solución a todos sus problemas, sin dejarse llevar por la irracionalidad o
degenerar en una dictadura comunista.
República Constitucional
A mi esposa, Assumpta, a quien le debo todo.
A Enrique de Diego, uno de los pocos hombres de acción que he conocido, con el deseo que este libro
le aporte guías de pensamiento y de intuición.

En el testimonio de mi amistad.

Antonio García-Trevijano
Madrid, Año Nuevo de 2011

(Dedicatoria al autor del libro Teoría Pura de la República)

Copyright© Edición Original 2018 por Enrique de Diego


Reservados todos los derechos.
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación
en un sistema informático, ni su transmisión por cualquier forma o por
cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación
u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del titular del copyright.
Introducción
Este libro pretende situar de manera breve y sencilla el ideario político de don Antonio García
Trevijano, para hacerlo asequible con urgencia a un público amplio de nuevos repúblicos. Como dijo
don Juan de Austria, a sus capitanes, la noche antes de la batalla de Lepanto, “señores, ya no es tiempo
de debates, ahora es tiempo de combate”. Se ha seguido la magna obra Teoría Pura de la República,
Editorial El buey mudo, a la que remito al lector interesado en un conocimiento más profundo. El vasto
saber, la sobresaliente erudición y el brillante intelectualismo precisaba una obra de síntesis. Todos los
textos han sido publicados en el digital Rambla Libre.
La pandemia de la casta parasitaria
Oye, tío, eres un pringado. Votes al PSOE o al PP, tú no pintas nada. Todos
te tratan como un pringado. Te voy a contar un modelo en el que tú eres el
soberano, que lo ideó don Antonio García-Trevijano, una mente lúcida y
preclara, que cada vez que salía en la televisión o en la radio arrasaba en
audiencia, pero inmediatamente se le silenciaba, por eso, a lo mejor no le
conoces y no has oído hablar de él; da igual, lo importante son sus ideas que
te van a encantar, porque son la solución para España, y para ti, que eres
demócrata. Sólo tienes que seguir atentamente estas lecciones.
Vamos con ello, eres un pringado pero vas a dejar de serlo. Te pongo como
ejemplo la pandemia del coronavirus. Te han confinado, te dejan salir unas
horas, si eres dueño de un bar te permiten arruinarte abriendo el 30% de las
terrazas. ¿a quién llamas si no estás de acuerdo con algo, para defender tus
intereses? ¿quién es tu diputado? Piensa. ¿Quién era el número dos a la
candidatura a la que votaste? ¿Quién era el número 1? Te han arruinado y
nadie te escucha, no tienes el teléfono de nadie. Votas a una lista cerrada, a
unas siglas, y no sabes ni a quién votas. Incluso votas al número uno de la
candidatura de Madrid como si votaras al presidente del Gobierno. Es todo
mentira. Puede resultar que en Madrid no saque más votos el que termine
saliendo presidente del Gobierno, pero da lo mismo, porque el presidente del
Gobierno lo eligen los parlamentarios, y los diputados los elige el jefe, le
deben el puesto al número uno, no a sus electores, no a ti, pringado.
Los parlamentarios votan al presidente del Gobierno. Mira, qué salvajada he
dicho, pero sobre todo es una salvajada es lo que se hace. No hay ni por
asomo, ni de principio, separación de poderes. Esto no es una democracia, es
pura apariencia. La exaltación de las apariencias. ¿Cómo, leches, va a
controlar el legislativo al ejecutivo si desde el principio están mezclados? Los
diputados hacen lo que se les dice, sólo están para dotarse de privilegios, para
ir en taxi gratis, para viajar gratis en los aviones, para tener las pensiones más
altas y en menos tiempo, para ser presidentes o portavoces o miembros de
una Comisión para que siga la fiesta y el engaño, y ellos cobrar unos euros
más. Para subirse el suelo, todos están de acuerdo. Tú eres el tonto que paga.
Ya te vale. Y a cambio no tienes nada. Eres como el hooligan de un equipo
de fútbol, totalmente irracional.
Los diputados pintan lo que tú. Hay una imagen a la que nos hemos
acostumbrado: el portavoz levanta la mano con unos dedos y todos votan sí o
no. En las últimas semanas, por el coronavirus, han asistido los presidentes y
los portavoces, y no hacía falta más; puestos así, podríamos ahorrarnos todos
esos sueldos.
Total que el ejecutivo y el legislativo son la misma cosa y el Poder Judicial
tres cuartos de los mismo. En el Consejo General del Poder Judicial todos sus
miembros son elegidos por el Parlamento, y ese Consejo luego decide quién
asciende y quién no, así que cuando más se sube en la Justicia, más se debe a
los políticos, más se depende de ellos, menos independiente se es. Un
desastre. Una auténtica mierda.
No es una democracia, es un partidocracia, los partidos que deberían ser
elementos de liberación, son de opresión, decía don Antonio García-
Trevijano, quien ponía como ejemplo que donde hay banco azul no hay
separación de poderes. El sistema funciona mediante la corrupción, se
compran el material sanitario con comisiones y luego está defectuoso; pero
así en todo, en gürtel y los eres; la compraventa del voto y el cambalache
están la orden del día. La corrupción, que no es perseguida por la Justicia,
campa por sus respetos y la pagas tú. Los medios de comunicación ya no son
contrapoder, sino propagandistas y altavoces del poder, donde reina la
mentira a cambio de prebendas, publicidad institucional y quince millones de
euros que le acaban de dar a las televisiones. Del rey emérito abajo, todos
funcionan mediante la corrupción; todos los concejales de Urbanismo; todo el
que tiene que dar una autorización administrativa comba una coima.
Así se ha formado la clase política, gentes que han hecho de la política su
profesión, y luego ha degenerado en casta parasitaria, familias enteras
heredan los cargos en profundidad, en seis niveles de colocación: europeo,
donde mandan a los que jubilan, gobierno central, ahora es una pasada con 23
ministros y 4 vicepresidentes, que cobrarán tras dejar el cargo, autonómico, el
acabose, provincial y local; y toda esa juerga la pagas tú, que tienes voto pero
no tienes voz, y el voto, ya hemos visto, que no sirve para nada. Toda una
pandemia endémica la de la clase política. Esto ha durado demasiado, no da
más de sí, ha tenido que ser un organismo microcóspico el que ha dado la
puntilla al sistema, y los políticos profesionales nos han llevado al desastre
económico; pero es la ocasión de cambiar al modelo político ideado por don
Antonio García-Trevijano, pero hoy no toca esa lección.
Y encima, por el sistema proporcional, les resulta difícil formar gobierno, y
ha habido que repetir elecciones, y al formar gobiernos de coalición aumenta
el botín electoral y se gobierna con el programa del minoritario, pervirtiendo
la decisión de la mayoría, y con un Congreso fragmentado en innumerables
partidos, buena parte tirando a romper, porque la gente no es tonta y son los
que más sacan del Gobierno, hasta dejarnos sin Estado. Pero eso es materia
para la segunda lección.
España sigue unida de milagro
Bueno, ahora toca la segunda lección. Te tratan como una oveja de un
rebaño, ni pinchas ni cortas. Han expoliado todos tus bienes, sin una queja,
sin un diputado que te defienda, que defienda los intereses de su
circunscripción. Eres un pringado, un maldito pringado, porque ahora vas a
tener la ocasión de cambiar las cosas y no la puedes perder. Te va en ello la
vida.
Mira, don Antonio García-Trevijano fue el opositor más firme al franquismo,
el único que temían, y luego fue un personaje muy importante en la
transición. Por ser fiel a sus ideas, por no pastelear, por dejar un modelo que
te va a convertir en ciudadano, fue traicionado por todos. Tal fue su grandeza,
tal el ostracismo al que le condenó el sistema corrupto. Fue un honor y un
privilegio ser su discípulo y su amigo. Cuando salía en un medio de
comunicación arrasaba en audiencia, pero inmediatamente se le silenciaba y
el periodista que había dado altavoz entraba en problemas. Sucedió en "La
clave" de José Luis Balbín, un programa de debate de referencia en los años
80.
No quiso entrar en componendas, ni en pasteleos, para que España tuviera
solución y para que tú dejes de ser una oveja al que todos manipulan y seas
un hombre hecho y derecho, con libertad política. Normalmente has oído
hablar de la transición siempre maravillas, como un cuento de hadas, que
llevaron a cabo Juan Carlos de Borbón, un corrupto, un putero y un traidor, y
por Adolfo Suárez, un trepa, un mediocre y otro traidor. Don Antonio García-
Trevijano describe así ese momento histórico, en su magna obra Teoría pura
de la República, "la fórmula de vencedores foráneos y oligarcas propios la
frustró en el Estado de partidos, con traiciones de altos vuelos y deslealtades
a ras de tierra. La libertad sin ira, asueto de mansos en el festival del
consenso, mudó el retraimiento del miedo en exhibicionismo de cháchara y
vulgaridad; el pudor ermitaño en desnudez de cuerpos y vaciamiento de
almas; el acatamiento servil en servidumbre voluntaria; la cobardía civil en
corrupción; la elevación profesional en analfabetismo político; la ilusa
visciencia del falso conocimiento en degeneración partidista de la cultura y
en planificación formativa del mal gusto y la ignorancia. Los resultados no se
hicieron esperar. Fratrías nacionalistas en lugar de patria nacional. Licencias
personales en lugar de libertad colectiva. Consumo de mercancías culturales
en lugar de investigación científica, creación artística y pensamiento social.
Los temores y miedos de antaño fundaron la indiferencia de hogaño".
"Aquello engañó a los españoles, asustándoles con peligros imaginarios de
guerra civil, para que la clandestinidad pudiera pactar impunemente con los
hombres de la dictadura, la continuación de éstos en el Gobierno, sin revisión
del pasado, a cambio de hacer estatales, con cuotas de reparto de poder y
subvenciones de fábula, a los partidos socialista y comunista", de modo que
"retienen a millones de personas en la dicotomía derecha-izquierda, a pesar
de que esta tradicional división ideológica perdió su sentido cuando los
partidos se hicieron estatales". Se generó un inmenso botín electoral,
parlamentarizando ayuntamientos y diputaciones, creando diecisiete
autonomías con sendos parlamentos y los correspondientes gobiernos, y el
gobierno central aumentó continuamente de ministros, hasta los 23 actuales.
Una juerga que la pagas tú; que la pagan las clases medias con su expolio,
hasta que no les quede nada por quitar. Malditos políticos profesionales.
Aristocracia de la monarquía.
Encima se dotaron de una ley electoral nefasta, el sistema proporcional con la
horrenda Ley d´Hondt, que era un señor belga. Esa ley, más la
circunscripción provincial, produce el siguiente efecto: prima al primero,
respeta al segundo y castiga al tercero, cuarto, quinto...Claro, basta con
presentar un partido nacionalista en tres o cuatro provincias, que sea el
primero o el segundo para que sean los que decidan el gobierno o lo puedan
decidir en el futuro. Así casi todo el mundo se ha montado su partido
nacionalista o regionalista. Bastaría que en una pequeña población, Collullos
de Abajo, hubiera un partido nacionalista, para que infectara a todo la nación,
Collullos de Abajo Libre formaría gobierno con un partido mayoritario, con
su programa de diferenciar de Collullos de Arriba, y desde ahí condicionaría
la Diputación, directa o indirectamente, se darían más subvenciones a
Collullos de Abajo, porque es necesario para gobernar. De esa manera,
también se condicionaría la autonomía y el Gobierno de la nación. Los de
Cantabria se darían cuenta e incluso los de Teruel y harían un partido a su
medida, para defender la anchoa o las infraestructuras, a cambio de su voto.
¿Te suena? Con todas las transferencias realizadas, con el cupo vasco o la
Generalitat de Cataluña, sólo queda pedir la independencia. Y como el
Gobierno de España depende de ellos, se muestra muy comprensivo con sus
peticiones, y cede la competencia de Tráfico a la Policía foral de Navarra o
un referéndum de autodeterminación a Cataluña o lo que sea. Lo curioso es
que los murcianos no hayan dado pasos hacia la independencia. España sigue
unida de milagro, por Santiago Apóstol, no por el PP y el PSOE.
Y después de repetir elecciones, el presidente del Gobierno cambia su
discurso, y donde antes no podía dormir, ahora duerme como un lirón, y
después de comprometerse a meter en el Código Penal la convocatoria de
referéndum, ahora dice lo contrario. No miente, se adecúa a las
circunstancias, a los pactos. Todo es mentira.
¿Te vas a conformar a esa situación que te deja sin soberanía?¿Que te sume
en el conflicto sin comerlo ni beberlo, sin poder hacer nada? Ya está bien.
Puedes dejar de ser oveja y ser ciudadano de pleno derecho con libertad
colectiva. Las siguientes lecciones desde mañana estarán dedicadas al modelo
de don Antonio García-Trevijano. Vas a haber cómo te gusta; es la única
solución posible para la atribulada España. Vas a dejar de ser oveja.
República Constitucional: El nudo gordiano roto
Cuando le presentaron a Alejandro Magno el enmarañado nudo gordiano y le
dijeron que quien lo desatara dominaría Asia, Alejandro no se lo pensó dos
veces y de un tajo de su espada lo cortó en dos pedazos, resolviendo así el
enigma. Igual que Alejandro Magno, don Antonio García Trevijano, con la
misma elegancia y contundencia a este enmarañado sistema, que parece una
democracia, pero no lo es, le da un tajo limpio: la República Constitucional.
Vas a empezar a pensar, vas a tener una rabia creativa, vas a ser un ciudadano
y no un oveja, y se lo debes a él, que no cedió, que no pasteleó, que arrastró
el más cruel y tenaz ostracismo. Déjame que me emocione, antes de volver a
la lucha, pues va a ser épica, hasta conseguirlo, que de seguro que se
obtendrá, con tu concurso y ayuda.
Bueno, vamos allá. No hay que ser ni de derechas ni de izquierdas, sólo
aspirar a conquistar tu libertad. No se trata de reivindicar la legitimidad o no
de la II República, ni de ninguna república bananera o bolchevique. Se trata
de separar los poderes, el legislativo, por un lado, legislando y controlando, y
el ejecutivo, por otro. No vale que si te imaginas a Pedro Sánchez de
presidente de la República, o a Mariano Rajoy, o a José Luis Rodríguez
Zapatero porque esos tuercebotas no tiene ningún sentido, no sirven ni para
limpiar alfombras, en el modelo político de la República Constitucional.
Por tanto, vamos a elegir un Presidente de la República por el pueblo y para
el pueblo, para todo el pueblo, en circunscripción nacional, en una única
circunscripción. No lo eligen los parlamentarios, pues esa guarrada elimina,
de partida, de principio, la fundamental separación de poderes; el Presidente
le deberá el puesto a toda la soberanía nacional, no dependerá de los
territorios, adiós a los separatismos, adiós a presentarse sólo por tres o cuatro
circunscripciones, o por una sola, se acabó, de un golpe, la fragmentación y
los reinos de taifas, adiós a ese engendro de las autonomías.
Ya tenemos el ejecutivo. "En el caso límite -escribe don Antonio- de que la
Cámara de Representantes, no puede frenar o impedir el abuso de poder del
Gobierno, sin necesidad de más explicaciones a los representados, la mayoría
absoluta de la representación nacional puede acordar la destitución del jefe
del Estado y presidente del Gobierno, a condición de que la misma ley que lo
disponga incluya la disolución de la cámara y la convocatoria de nuevas
elecciones legislativas y presidenciales. En el caso contrario, si el poder
ejecutivo considera bloqueada sistemáticamente su iniciativa legislativa, sin
necesidad de más explicaciones a los gobernados, puede decretar la
disolución de la cámara, a condición de que el decreto que lo disponga
acuerde a la vez la dimisión del jefe del Estado-Presidente y de su gobierno,
convocando nuevas elecciones presidenciales y legislativas". Así, en el temor
recíproco a la libre revocación del uno por el otro se aseguraría el permanente
equilibrio.
Sencillo y simple, como deshilachar el nudo gordiano. Veamos un momento
la monarquía corrupta, imaginemos al monarca yendo a ver al sultán de
Bahrein para recoger un maletín de 1,7 millones de euros y llevarlo a Suiza.
¡Qué poca vergüenza! O regalándole a su amante 6 millones de euros , y
teniendo como beneficiario a su hijo y heredero, que renuncia a la herencia,
como si no supiera nada. Asco.
Dicen los monárquicos que la monarquía es barata y no tiene aristocracia. No
saben lo que dicen, mienten. Seamos serios. Todos nuestros desastres tienen
su fundamento en la monarquía, su principio y su fin. Por de pronto, es la
coartada y el sostén de esta clase política elefantisiaca que nos oprime y nos
expolia. Todo se hizo con la contrapartida de no cuestionar a la monarquía.
Las autonomías, para que hubiera puestos para todos, con la corte de
asesores, jefes de prensa, jefes de protocolo, etc. A imagen y semejanza de la
monarquía. Esa clase política es la nueva aristocracia. Los que han hecho de
la política su profesión, su modus vivendi, y que tramiten o colocan a
familiares y amigos, como miles de familias reales. Con la familia Borbón en
el vértice, en la cúpula, como una cúpulocracia de mamones y chupasangres.
¿Es o no es cara la monarquía? ¡Nos sale por un ojo de la cara!
Y no sirve para nada, salvo para destruir España. Todo lo legitima, en todo
cede, y cada cesión del Gobierno le sirve de coartada el monarca, que firma
todo lo que ponen por delante, sin conciencia, y con unas amplias tragaderas.
Porque no tiene legitimidad moral, porque no lo vota nadie.
Sólo un Presidente de una República Constitucional, votado por toda la
nación, tiene la legitimidad y la autoridad moral para enfrentarse al
separatismo. Ya está el nudo gordiano cortado, ya somos libres e iguales ante
la Ley. Bienvenidos todos a la libertad. ¿Merece la pena luchar? Adelante,
valientes.
Un gran proyecto nacional: Representantes de distrito
uninominal
Ya tenemos el ejecutivo, el Presidente de la República votado por todo el
pueblo, en circunscripción nacional. Ahora vamos a ver el legislativo,
totalmente independiente. Pero antes déjame que te diga que los males de
España son tan graves, acrecentados por la pandemia del coronavirus y por de
la clase política elefantasiaca, que solo saldremos con un gran proyecto
nacional que dé sentido a los sufrimientos que vamos a tener que pasar. Y un
gran proyecto nacional es lo que ofrece Antonio García-Trevijano. El único
posible.
"Los diputados tienen el monopolio de la representación particular, el
presidente de la República, el de la ejecución representativa de lo general".
Vimos en la primera lección como no hay representación, los diputados
representan a los partidos, dependen para entrar en las listas de sus jefes, de
la cúpula de su partido. No tiene sentido que todos los diputados de un
partido voten lo mismo sin tener en cuenta los intereses de sus electores. Esto
ha sido muy claro en el confinamiento por el coronavirus, que ha afectado
sobre todo en Madrid y Barcelona, y que sin embargo se le ha dado una
respuesta caprichosa igual para todos, porque no tienen representación.
Don Antonio García-Trevijano propone la creación de distritos con cien mil
electores cada uno con sistema mayoritario de elección. Se elige a un
diputado y a su suplente, que "lo sustituirá automáticamente, en caso de
incapacidad sobrevenida, inhabilitación judicial o revocación por los
electores del titular". Nada de gastos desorbitados en las campañas, fuera los
peligros de financiación ilegal. "Los medios de comunicación con audiencias
o lectores superiores a diez mil personas en la mónada (distrito), ofrecerían
espacios iguales y gratuitos para su propaganda, en compensación de las
noticias gratis que le proporciona la actividad pública del diputado durante
cuatro años. Los ayuntamientos y centros de enseñanza pública también
cederían gratuitamente espacios abiertos o cerrados para celebración de
mítines. Los carteles de publicidad electoral en calles, fachadas y espacios
públicos exteriores o interiores estarían prohibidos. La campaña duraría
quince o veinte días y no podría ser financiada con fondos privados ni
públicos. La igualdad de oportunidades estará así garantizada, y su infracción
daría lugar a la anulación de los votos obtenidos por el infractor".
Para que la dependencia sea total de los electores y sus legítimos intereses,
"el sueldo y gastos de representación del diputado y del suplente, durante la
vigencia del mandato, serían pagados íntegramente por el distrito electoral".
Una vez recogidas las credenciales por los diputados, estos votan por mayoría
absoluta al presidente del Consejo de Legislación y al coordinador de la
Cámara, que abandonan sus actas y son sustituidos por sus suplentes. "El
Consejo de Legislación, órgano de la representación nacional, tendrá la
competencia de examinar las iniciativas legislativas procedentes de cualquier
diputado, del Gobierno o de la autoridad judicial, para decidir sobre la
dimensión nacional de las iniciativas de ley, la constitucionalidad de las
mismas y la generalidad de su contenido". El presidente del Consejo de
Legislación nombrará ocho o diez consejeros, procedentes de la diputación,
para integrarlos en su consejo de nueve u once miembros. "Las iniciativas
que a juicio del Consejo, cumplan los requisitos de nacionalidad,
constitucionalidad y generalidad, se remitirán al coordinador de la Cámara
para que las pase a la comisión competente según la materia. Si el dictamen
de ésta es favorable, la proposición de ley será sometida a debate y votación
en la Asamblea. Las proposiciones aprobadas se remitirán al Consejo de
Legislación para que las promulgue y publique".
"La sencillez de la configuración del poder legislativo en la República
Constitucional proviene de la elemental distinción entre la función
representativa de los ciudadanos, atribuida a la Cámara; la representación,
atribuida a la presidencia del Consejo de Legislación; la función legislativa,
repartida según la naturaleza de sus fases entre la Cámara y el Consejo y el
control del gobierno con exigencia de responsabilidades políticas,
encomendado a la Cámara".
Verás, que a diferencia de la partidocracia, aquí el diputado puede y debe
tomar la iniciativa. También puede ser revocado por los electores cuando un
número destacado de ellos considere que no ha cumplido el programa
electoral.
"Los parlamentos de las partidocracias, además de no ser constitucionales,
son superfluos. Anticonstitucionales porque todos los diputados votan las
leyes bajo el mandato imperativo de sus partidos, prohibido en las
Constituciones. Todas ellas son nulas por infracción directa de esa norma
constitucional. Son superfluos porque nada añaden, salvo el mayor costo, a
un comité de jefes de partidos estatales que se reuniera en una salita y dictara
las leyes, designara al jefe del ejecutivo, nombrara las comisiones
parlamentarias de incontrol (no control) del Gobierno, ajudicara las cuotas
correspondientes a cada partido en el poder judicial, repartiera los altos
cargos en entes públicos o en empresas estatales, y aprobara los Presupuestos,
tal como hacen hoy los diputados de lista en los Parlamentos". ¡Cuánta razón
lleva, don Antonio! La partidocracia es una mierda pinchada en un palo. Hay
que tirar de la cadena. Me pido ser el primero.
¡Por fin, una Justicia digna e independiente!
El edificio de la República Constitucional no estaría completo sin una Justicia
digna e independiente, que controle el abuso de poder y lidere la lucha contra
la corrupción cuando se produzca, sea quien sea el corrupto.
Todos iguales ante la Ley. Nada parecido al privilegio de la inmunidad para
el monarca que ha dado en Juan Carlos de Borbón una corrupción irrestricta y
avariciosa. "La inmunidad del jefe del Estado, de los miembros del Consejo
de Gobierno, del Consejo de Legislación, de la Cámara de Representantes o
del propio Consejo de Justicia, sería una idea tan bárbara como denigrante
para la sociedad que la tolerase".
Don Antonio García-Trevijano tiene un alto concepto de la Justicia, mima
todo lo relacionado con ella: "La reforma ha de comenzar por la base, Las
cátedras de derecho civil, mercantil, penal, administrativo y social deben ser
dotadas de mayores medios económicos, para que se cubran con los mejores
juristas".
"Ningún jurista puede tener una compensación mayor, ni desarrollar una
profesión más cercana a la esencia del derecho. Un juez jurista, y no
meramente legista, es el regalo que la ciencia jurídica hace a los justiciables
en particular y a la sociedad en general. El juez es un autor". De modo que
"los aspirantes a la judicatura deben saber desde que salen de la universidad
que no van a ingresar en un cuerpo de poder político. La función judicial no
es un poder, sino una vocación de deber. Todo lo que se manifieste como
poder de la magistratura, que no sea un estricto cumplimiento de su deber
legal, cae en el terreno de la prevaricación".
"El cuerpo electoral de un Consejo de Justicia no puede ir más allá del sector
social activa y profesionalmente interesado y comprometido en conseguir y
mantener la independencia real y objetiva de la judicatura, por la dignidad de
tan excelsa profesión jurídica". Perdida en el "estado de depravación" del
Estado de partidos donde florece "la indignidad personal de los jueces y
magistrados" aspirantes a políticos. "La ley prohibiría que volvieran a la
función jurisdiccional los magistrados que ocuparan altos cargos en el
Gobierno, antes de transcurrir cinco años desde el cese de su actividad
política y nunca a la misma plaza o al mismo tribunal".
"El mal llamado poder judicial tiene competencia exclusiva para regular el
modo de ingreso en la carrera judicial, los cambios de destino, los ascensos
en el escalafón, la composición de salas de audiencias y de tribunales
superiores de justicia, incluido el Supremo, y la canalización de las iniciativas
legislativas procedentes de la judicatura". La independencia de la Justicia es
total y absoluta; no existe el Ministerio de Justicia; no hay ninguna
intervención del poder ejecutivo en el mundo judicial; "el ingreso en la
carrera judicial lo decidiría la imparcialidad de tribunales mixtos de
magistrados, profesores de la universidad con práctica forense y abogados de
gran experiencia profesional, no adscritos a las asesorías de las grandes
empresas".
Existiría un Consejo de Justicia, cuyo presidente sería elegido mediante
elección directa y designaría a catorce miembros de la jurisdicción para
integrarlos en el Consejo. "Serían electores, con un voto por persona, todos
los agentes y partícipes activos del mundo judicial. Magistrados, jueces,
fiscales, secretarios judiciales, oficiales de juzgados y tribunales,
administrativos de destino o contratados, médicos forenses, peritos judiciales,
ujieres, agentes ejecutivos, procuradores, oficiales de procuración, abogados
en activos y catedráticos de Derecho. Serían elegibles los Magistrados con
veinte años de experiencia en la judicatura".
Desaparece el Tribunal Constitucional sustituido por la creación de una Sala
de lo Constitucional en el Tribunal Supremo. El Consejo de Justicia elabora
sus propios presupuestos aunque se incluyan en los Generales del Estado.
El cambio es copernicano respecto a la situación actual de vergonzante y
vergonzosa dependencia de la Justicia del poder político, en la que todos los
miembros del Consejo General del Poder Judicial son elegidos por los
partidos en negociaciones tortuosas de las cúpulas, porque "ningún partido
estatal renunciará jamás al extraordinario privilegio de controlar la justicia
que podría juzgarlo. La corrupción de partido estatal necesita un régimen de
justicia paralelamente vinculado al régimen de la partidocracia", porque"con
una justicia independiente todos los jefes partidos estatales estarían en la
cárcel". Sin excepción ninguna.
A la búsqueda un estadista y Libertad Constituyente
"Es difícil divisar un solo político europeo que merezca el nombre de
estadista", en la actualidad, en el Estado de partidos, solo encontramos
"prisioneros de su querida imagen pública, de su narcisismo incontrolado,
transmiten con la vaciedad de sus intelectos la grandeza de sus vanidades y la
pequeñez de sus espíritus mundanos".
El Estado de partidos todo lo corrompe y empequeñece: "las causas de la
pobreza cultural de los pueblos mediterráneos europeos no pueden ser
reducidas al factor político. Pero es indudable que durante el último medio
siglo, el agobiante peso del Estado de partidos sobre la economía de los
países del sur europeo, el dirigismo cultural, la creación de aberrantes
ministerios de Cultura, el desprecio por la investigación, la selección del
personal docente por afinidades de partido, los planes de estudio, cada vez
más tecnocráticos, especializados y mercantilizados, no cesan de aumentar la
miseria del espíritu sureño y la mala calidad de la vida profesional".
No se insistirá suficiente que la corrupción política es consustancial e
inherente al Estado de partidos. Antonio García-Trevijano zahiere tal estado
de cosas: "Ahora corresponde examinar cómo y por qué la corrupción de la
clase política, donde el grado de honestidad del diputado depende
estrechamente de su grado de imbecilidad, pues el más honesto es bobo en
conocimiento político del régimen al que sirve, se concentra preferentemente
en el poder ejecutivo del Estado, los ayuntamientos y las autonomías
regionales. Aunque la corrupción económica sea producto automático de la
corrupción moral y endémica del régimen de poder partidocrático, los medios
de comunicación, los tratadistas del Estado de partidos y los propios partidos
estatales la conciben y explican del mismo modo que la Iglesia al pecado, o
sea, como inevitable consecuencia de la naturaleza caída del hombre, de la
que el ambicioso e insensible político parece su paradigma visible".
¿Cómo evitarla? Vamos a ver, con más detenimiento, cómo se elige la
Presidencia del Consejo de Gobierno y algunas normas de prudencia. Los
candidatos pueden presentarse mediante el aval de firmas, diez o quince mil,
estas al menos aseguran que una parte de los ciudadanos lo consideran digno
y capacitado para el puesto. "La igualdad de oportunidades en las
presidenciales solamente la puede asegurar la absoluta gratuidad de las
mismas y la absoluta igualdad de espacios y tiempos publicitarios en los
medios de comunicación y en las salas o lugares públicos para mítines". La
campaña duraría un mes, "un plaza razonable" para darse a conocer. Con la
gratuidad absoluta desaparece "el principal pretexto de la corrupción".
"Los ex presidentes de Gobierno que aceptan ser consejeros de grandes
empresas levantan la sospecha de que sus nuevos ingresos son pagos de
antiguos favores. En la República Constitucional no sólo estará prohibido
esta indecente práctica, sino incluso la retribución escandalosa por servicios
de relaciones públicas internacionales o por pronunciar inocuas charlas,
pagadas a precio de oro, para dejarse ver en círculos elitistas o esnobistas.
Eso es prostitución de la carne política".
De la misma manera, "las leyes de incompatibilidad deben incluir la
prohibición de que los familiares de sangre o de afinidad con titulares de
cargos ejecutivos, y las empresas donde trabajen, puedan ser adjudicatarias
de contratos en ese servicio público. Prohibición que se extenderá a las
empresas que hayan incorporado a sus consejos de administración, o
asesorías, a personal procedente de la alta Administración Pública. Toda
persona que llegue a ocupar puestos relevantes en su carrera política debe
saber que, cuando la abandone, no podrá comerciar o vender su fama política
en el mercado de las grandes empresas contratistas con el Estado. Es una
inmoralidad que cobren pensiones de por vida por los servicios prestados, y
que se hagan millonarios ofreciendo contactos prevaricadores a fortunas
mundiales". Porque "en política, todo tonto se hace bribón".
El presidente del Consejo de Gobierno se elegirá en primera o segunda
vuelta, "y designará libremente su equipo de Gobierno, sin necesidad de que
la Cámara de Representantes ni el Consejo de Legislación lo aprueben ni le
den confianza. Los miembros del Gobierno y los demás altos cargos de la
Administración Pública no pueden ser diputados. Si el presidente del
Gobierno integra en su equipo ministerial algún diputado, éste dimitirá de su
escaño, y la plaza vacante será ocupada por el suplente que lo acompañó en la
candidatura de distrito".
Vamos a analizar la cuestión práctica de cómo se llega a la República
Constitucional que tantos intereses creados ha generado, "ningún partido
estatal puede iniciar un proceso de regeneración o reforma del Estado, sin
negarse y destruirse a sí mismo". Se trata de generar una auténtica sociedad
civil regeneradora. "La primera fase comienza con la asimilación, difusión y
divulgación en pequeños círculos familiares, sociales y culturales de la
proposición política que identifica la verdad política con la libertad política".
"La segunda fase del proceso podrá iniciarse cuando la potencia de esos
nuevos movimientos horizontales alcance en algún país europeo la dimensión
cuantitativa y cualitativa que permita concretar e impulsar las tácticas
variadas de acción colectiva, directa y pacífica, hasta llegar al punto de
saturación que reclame ser precipitado o cristalizado en la estrategia unitaria
de la identidad verdad=libertad". Una tercera fase "de agitación social para la
apertura de un periodo de libertad constituyente", donde la sociedad elija, "en
referéndum optativo, la forma de Estado y de Gobierno", para ello no se
deben excluir "las acciones de masas impulsadas por movimientos sociales
hacia la huelga general de carácter político".
El tenaz ostracismo al que le sometió la casta política a don Antonio García-
Trevijano ha sido de suma eficacia. Cortados los medios de comunicación
con la sociedad, sus ideas liberadoras y salvadoras se han difundido poco y
han llegado únicamente a un número escaso de personas, de alta preparación.
Sin embargo, la entrada en convulsión de la sociedad tras la emergencia
social y la brutal crisis económica sobrevenida precisa quemar etapas y dar a
conocer el modelo político de don Antonio García-Trevijano, porque es
necesario e imprescindible para que la sociedad española no entre en una
irracional desesperación o busque la salida en una dictadura comunista. Es de
responsabilidad personal dar a conocer el ideario de don Antonio. Con este
libro de síntesis y divulgación se da el pistoletazo de salida. A medida que se
vaya profundizando en la crisis, se pondrá en evidencia el fracaso de la clase
política y de la monarquía de la que es fundamento y coartada, en ese
momento se percibirá la importancia decisiva de este libro de combate.
Es la hora del legado político de don Antonio García-Trevijano
A grandes males, grandes remedios, y los males de la Patria son inmensos,
agravados por la pandemia del coronavirus. Es la hora del legado político de
don Antonio García Trevijano: la solución para los males de España
estriba en una República Constitucional, con sistema mayoritario de
elección de representantes por distritos y división de poderes.
Ahora o nunca. Esta es la ocasión propicia, idónea. Hay que sacar bien del
mal, la otra opción es hundirnos en el océano de la esterilidad. Pasaremos
penurias, sufrimientos, pero la esperanza está en una República en la que el
presidente sea elegido en circunscripción nacional, sea de todos los
españoles; y el ejecutivo sea controlado por el legislativo; y el Poder Judicial
sea independiente, elegidos sus órganos por el personal de la judicatura,
fiscales, abogados, procuradores y personal técnico. Un Poder Judicial que
sea inmisericorde con la corrupción, porque no les deba nada a los políticos.
Donde el pueblo soberano pueda revocar a sus diputados.
Sin autonomías, ni subvenciones a los partidos políticos, a los sindicatos y a
las patronales. Es la única salvación posible para España, para una sociedad
de clases medias; es la única alternativa a los cantos de sirena bolivarianos.
Ahora es posible, es un horizonte de esperanza para una etapa de libertad
constituyente.
El balance económico de estos cuarenta años, que se aducía como un
elemento de contrastación benigna a favor de la Constitución nos parece una
quimera impuesta mediante la propaganda. No está avalada por los hechos y
las cifras. El crecimiento del PIB español fue de una media del 6,6% entre
1950 y 1975, mientras que desde entonces la media ha sido de sólo el 1,5%.
El proceso de la transición se fundamentó en la estabilidad de una amplia
clase media que en el año 1975 representaba el 56% de la sociedad, mientras
actualmente ha bajado al 43%. España ocupaba el puesto número 10 mundial
por PIB y ahora se sitúa en el 14. Los niveles de renta de los españoles se
situaban en el 83% de la media europea y actualmente en el 71%. La
participación de la industria en el PIB nacional era del 36% en 1975 y ahora
ha bajado al 15%.
Todos estos datos han sido superados por la crisis sistémica del coronavirus.
Podríamos asistir a rebajas del PIB entre el 5% y el 15%. Un desastre sin
paliativos.
En términos políticos, la unidad de España está intensamente cuestionada en
Cataluña, donde está en curso un proceso golpista secesionista; en
Vascongadas, donde también está en marcha un nuevo Estatuto que declara la
independencia de ese territorio; en Navarra, donde gobiernan los separatistas
y a los que se está concediendo la salida de la Guardia Civil de Tráfico.
España ha sido desnacionalizada; sus símbolos han sido agredidos, sus
tradiciones, criminalizadas. Las fuerzas centrífugas se pusieron en marcha
con la Constitución mediante un modelo territorial ineficiente, que ha creado
una vasta e insostenible casta parasitaria. El contribuyente español soporta al
Gobierno central y a 17 otros gobiernos de mini-estados y los consiguientes
parlamentos, que han desarrollado legislaciones estableciendo barreras entre
unos territorios y otros.
Los políticos son la nueva aristocracia de la monarquía instaurada. La
España de las autonomías es una inmensa compraventa de voluntades para
evitar el debate monarquía-república, que tendrá que producirse. La
monarquía no ha sido la solución, sino el problema. La monarquía, como
sistema antinatural, conlleva la cesión permanente. Por tanto, en términos
objetivos, conduce a la destrucción de España.
Ciertamente, los enemigos de España y su unidad se presentan como
republicanos, tratando todos ellos de acogerse a una inexistente legitimidad
histórica de la II República, y planteando formas bolcheviques republicanas o
simplemente rupturistas. Eso hace, como reacción instintiva, que la mayoría
de los españoles que demuestran su patriotismo y su amor a España se
refugien en la adhesión de la monarquía y a la Constitución, cuyo título VIII
contiene el germen de la destrucción.
Renovamos nuestra adhesión racional a la República Constitucional, en la
que el presidente sea elegido por todo el cuerpo nacional, de forma que no
dependa de ningún territorio ni esté al albur del chantaje de ninguna minoría
separatista. Una República con total división de poderes, en la que el
legislativo sea elegido en distritos uninominales por sistema mayoritario. Y
en la que el Poder Judicial sea plenamente independiente, elegido dentro de
un sistema corporativo.
Sólo ese modelo, sostenido como propuesta con especial fortaleza y dignidad
por Antonio García-Trevijano, es el que podrá asegurar el futuro de España
y la unidad de la nación preexistente. Ahora o nunca.
“Teoría Pura de la República”
"Las partidocracias pueden caer en virtud de un pequeño acontecimiento,
como la chinita que destruyó los pies de arcilla de la colosal estatua del rey
en el sueño de Daniel". Las palabras suenan -y son- proféticas; el detonante
es la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.
Y añadía a continuación, las causas del final de la partidocracia y el triunfo
de la República Constitucional: "por la quiebra de las cuentas públicas; por
una ola popular de indignación que, levantada por el último escándalo del
poder o la brutalidad policial de la represión, derrumbe las murallas de
Jericó". Premisas que hoy aparecen cercanas, en meses: quiebra de las
cuentas públicas y eclosión social; estamos en vísperas. Como dijo Víctor
Hugo: "No hay nada más irresistible que una idea a la que le ha llegado su
tiempo". Es el caso de la República Constitucional, alternativa liberadora a
todos los males actuales de España.

Teoría pura de la República, Antonio García-Trevijano


Editorial El buey mudo

Su némesis se encuentra en el libro "Teoría pura de la República", de Don


Antonio García Trevijano -una figura señera al que Don le cuadra
completamente- y que es una lástima que él no vea la alborada de sus ideas,
de su idea esencial. Tiene el libro un primer capítulo sobre la revolución
francesa en el que muestra como no consiguió la libertad política; primer
capítulo magistral que, en aras de la urgencia del tiempo histórico, no
comento aquí, para entrar de lleno en su salvadora teoría política de la
República.
"No hay más posibilidad de alcanzar dignidad y honor que aliándose con la
decencia y el coraje de la libertad colectiva, para destruir las murallas del
miedo la verdad". Esta es la responsabilidad y el acicate que nos toca a los
repúblicos en la hora presente.
Constata don Antonio, "el desapego de los gobernados hacia los actuales
modos de gobierno proviene, en el Estado de partidos, de la irrepresentación
inherente al sistema proporcional y, en el mundo anglosajón, de la ausencia
de mandato imperativo del elector". La indignidad intrínseca de la falta de
libertad política al Estado de partidos, en el que sin representación auténtica,
las clases medias son esquilmadas, es cuestión enervante que nos lleva al
desastre, al hundimiento, y nos reduce a la condición de siervos adocenados.
"Por eso no puede haber en Europa más que demagogia, en lugar de
democracia; propaganda, en lugar de veracidad en el análisis político;
cinismo intelectual en universidades y medios de comunicación, en lugar de
investigación y descripción de la realidad fáctica del régimen partidocrático".
Todo es falso en el Estado de partidos, todo es estricta apariencia. "Cuando
no hay sociedad política, intermedia e intermediaria entre la sociedad civil y
el Estado, entre el país real y el oficial, como ocurre en el Estado de partidos,
ocupa su lugar la sociedad aparente. Una apariencia presentativa de la
sociedad civil, sin ser representante ni representativa de nada". El pacto se da
entre las finanzas y el poder político mediante la corrupción a gran escala.
"Comprendió enseguida que creada por la falta de control político del natural
afán de lucro en directores de las finanzas, con la complicidad de
incompetentes gobiernos partidistas, obligados a otorgar privilegios a la
oligarquía financiera que los sostiene. El espíritu objetivo del sentido común
tuvo que ser asesinado para dar vida sin sentido humano al Estado de
partidos".
En la actual partidocracia somos esclavos con el agravante de que no somos
conscientes de nuestra condición. "Los esclavos eran conscientes de su
esclavitud. Tenían libertad de pensar sin la de obrar. Los modernos siervos
voluntarios tienen la de obrar sin la de pensar. Se creen libres porque tienen
capacidad de obrar, opinar y votar, sin saber que obran, opinan y votan según
un modo de vivir lo político que perpetúa el señorío de los nuevos amos de la
libertad, los partidos estatales".
En la cumbre del Estado de partidos está la Monarquía legitimando la
servidumbre y la corrupción. "La Monarquía no está en la accidentalidad de
la Jefatura del Estado, sino en la sustancialidad de la tendencia
individualizante de la materia social, que crea el predominio de la diferencia,
lo arbitrario y lo privilegiado en todo poder oligárquico. El poder de la
distinción social. Por esta razón material, la Monarquía no ha sido, no es y no
puede ser, causa, objeto ni finalidad de la libertad constituyente. Los reyes no
son elegidos ni elegibles por los pueblos".
De esa forma, "de ser concebidos como medios de liberación, los partidos
han pasado a ser fines de sí mismos e instrumentos de dominación". De ahí
que "el Estado de partidos, con todos los poderes del Estado controlados por
el partido gobernante, no necesita la sutileza de la separación funcional de los
poderes estatales". El legislativo elige al ejecutivo, y por ende no lo controla,
es mera caja de resonancia en aras de la disciplina de partido que marca el
portavoz, y el poder judicial, en su podredumbre, emana de las otros dos
poderes.
La consecuencia es la corrupción y la rapiña. "La corrupción no la causa la
débil moralidad de los gobernantes, sino la impunidad de sus crímenes".
Porque los medios de comunicación han abandonado su vocación de servicio
a la verdad y de contrapoder contra los abusos y la arbitrariedad. "La verdad
carece de espacio en unos medios de comunicación que viven de los favores
de los partidos". En suma, "las urnas de listas son pesebres para acémilas".
Frente a esta situación, de la que cada vez hay gente más consciente, y que se
acerca a su cataclismo, de eso no hay duda, la solución es la libertad política
que ha de ser colectiva y la República Constitucional. "El poder de
representación, irreductible en cada mónada, se diferencia así del poder
legislativo, que debe ser trasladado desde el Estado a la integración de las
mónadas representadas en una Asamblea representativa de la Nación. Cada
mónada electoral elige su representante, con mandato imperativo y revocable.
La mónada nacional designa al jefe del Estado y presidente del Gobierno"-
Es decir, el presidente de la República es elegido en elección directa por toda
la nación, sin depender de territorios, y con plena legitimidad. El legislativo
se elige en distritos uninominales, siendo los diputados revocables por los
lectores cuando incumplan sus compromisos electorales. El legislativo no
elige al ejecutivo, luego tiene capacidad para controlarlo. Se erradica así la
mentira de la política según la cual se supone que elegimos al presidente del
Gobierno al número de la circunscripción de Madrid. El sistema
proporcional, como vemos, es, además, incapaz de formar Gobierno o da el
poder al minoritario pervirtiendo la representación. El poder judicial se elige
en elección corporativa, sin que medien ni lo coarten los otros dos poderes. El
ciudadano conoce quién es su representante, al que puede pedir
explicaciones, hasta el punto de que "el sueldo y gastos de representación del
diputado y del suplente, durante la vigencia de su mandato, serían pagados
íntegramente por el distrito electoral".
En un gesto extraño de sinceridad, el presidente de Extremadura, Guillermo
Fernández-Vara, ha expresado que "esta crisis se va llevar por delante a toda
la clase política". Tiene toda la lógica que implique el cambio de modelo
político no hacia una República bolchevique sino hacia una República
Constitucional. El insobornable don Antonio García-Trevijano nos marcó el
camino bien derecho de nuestra libertad. El futuro está abierto, depende la
responsabilidad de cada uno. El gigante de Daniel caerá; tiene los pies de
barro. El momento de la República Constitucional ha llegado, ese momento
que hace a las ideas irresistibles.
La República Constitucional necesita solo entre 360 y
450 políticos, frente ¡a los 400.000 actuales!
La República Constitucional tiene necesariamente que triunfar, pues no sólo
asegura la división de poderes y la representación, sino que solo necesita
entre 36o y 450 políticos, frente los 400.000 políticos actuales del Estado de
partidos.
Diputados por distrito uninominal, elegidos a doble vuelta, por sistema
mayoritario, entre 250 y 370, según los diferente baremos a la hora de
organizar y delimitar los distritos, y hasta que se concluya el estudio
definitivo que se está ultimando. Tenemos el legislativo.
El presidente de la República-presidente del Gobierno, votado en
circunscripción nacional, más diez ministros. Desde Secretario de Estado
debe optarse entre un funcionariado capaz. Los delegados del Gobierno serán
elegidos entre mandos policiales.
El Estado de partidos precisa 400.000. Cifra que ha sido muy discutida, pero
sin razón aparente, y que ha ser valorada a la baja. Básicamente, el doble que
Alemania, que tiene el doble de población. Debe ser cuestionada a la baja
porque se debe incluir asesores, jefes de prensa y de protocolo, muchas veces
con sueldos elevados. También entran en esta categoría los consejos de
Administración y los cargos de las televisiones autonómicas, innecesarias.
El contribuyente y el pensionista soporta con el Estado de partidos una
carga insoportable, que le doblega y le expolia. Sin ese aparataje político
excesivo, las pensiones lejos de correr peligro podrían ser subidas y
dedicarse fondos adicionales a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado, obteniendo la equiparación salarial, cuanto menos, a las Fuerzas
Armadas, al servicio exterior y hacer sostenible y mejorar el sistema de
salud. Pocos políticos, bajos impuestos.
DICCIONARIO
Cámara de representantes: Órgano representativo donde confluyen todos los diputados de distrito.
Controla al Gobierno y puede revocarle. Aprueba las leyes.
Campañas electorales: Deben ser gratuitas para asegurar la igualdad de oportunidades y evitar la
corrupción que se produce por su financiación.

Consejo de Justicia: Órgano de Gobierno de la Justicia. Está constituido por el presidente, que se elige
en votación corporativa por todos cuantos tengan que ver con la acción de la Justicia. El presidente
designa a 14 miembros. Elabora sus Presupuestos.
Consejo de Legislación: Tiene la competencia de examinar las leyes, con respecto a los requisitos de
nacionalidad, constitucionalidad y generalidad. Promulga y publica las leyes.

Distrito uninominal: Unidad de elección formada por 100.000 electores, donde se vota al
representante de distrito y a su suplente. Es elegido en sistema mayoritario.

Estado de partidos: El sistema actual, sin separación de poderes, en el que todos dependen del
ejecutivo y de la cúpulocracia partidaria. El diputado es elegido en una lista y obedece al mandato
imperativo. El Poder Judicial carece de independencia. La corrupción está absolutamente presente y es
consustancial.
Mónada: Distrito por el que se elige el representante-
Presidente del Consejo de Gobierno: Presidente del ejecutivo que se elige en circunscripción nacional
por mayoría absoluta, en primera o segunda vuelta, y se presenta mediante 10.000 ó 15.000 firmas.
Nombra al equipo de Gobierno libremente, sin autorización de la Cámara de Representantes.

República Constitucional: Dícese del modelo ideado por don Antonio García-Trevijano. Presidente
votado en circunscripción nacional, representantes de distrito, independencia de la Justicia, separación
de poderes.
Repúblicos: Partidarios de la República Constitucional.

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