Cari Fratelli
Cari Fratelli
Cari Fratelli
Jesús nos da una gran lección. Actúa como situándose en lugar nuestro. Comienza por no
responder a los gritos de la mujer, guarda silencio como si sus gritos no le llegasen, y hasta
le pone una imagen bien poco delicado, y si despreciativa. “El pan de los hijos (clara
referencia al pueblo judío), no se tira a los perros (referencia a los publicanos y
pecadores”. Ella no se dejó vencer ni por el cansancio ni, mucho menos, por el recelo,
sabiendo que efectivamente no formaba parte del pueblo elegido; al contrario, ella insiste y
persiste, como si nos enseñara que la fe cuando es sólida vence todo obstáculo. La fe
confiada, sabe esperar. La fe nos hace pacientes y constantes. Estas actitudes un tanto
bruscas, no revelan el modo de pensar ni de actuar de Jesús, porque él no hace acepción de
personas.
Quiere, más bien, demostrarnos cómo también los paganos tienen fe, y cómo a veces los
que no pertenecen a la Iglesia, pueden tener más fe que los que estamos dentro. Y así, los
gritos de esta mujer pagana. “y se puso a gritarle: “Ten compasión de mí, Señor, Hijo de
David”, su fe y su oración lograron el milagro de la curación de su hija. La salvación es
universal y se ofrece a todos. Demos gracias, porque vivimos una fe consciente e
iluminada, y no menospreciemos la fe que no vemos en tantos corazones ajenos
aparentemente a nosotros. Recordemos que los grandes tesoros no están a flor de tierra sino
que hay que buscarlos en la profundidad.
Este divino encuentro nos invita a cambiar de modo de pensar. Quizá nos hemos olvidado
que la Iglesia es más que sus estructuras; que ella existe allí donde actúa el Espíritu, y que,
por eso, también más allá de las fronteras de la Iglesia puede haber mucha fe como lo
muestra la profundidad del corazón de esta mujer pagana: “Ten compasión de mí, Señor,
Hijo de David”; de ahí que el mismo Jesús lo reconozca: “Mujer, qué grande es tu fe”.
San Agustín admiraba la fe esta mujer Cananea, y decía que ella le recordaba a su madre,
Santa Mónica. También ella había seguido al Señor durante años, pidiéndole la conversión
de su hijo, y no se había desalentado por ningún rechazo. Había seguido al hijo hasta Italia,
hasta Milán, hasta que vio que regresaba al Señor. En uno de sus discursos, recuerda las
palabras de Cristo: "Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; tocad y se os abrirá", y
termina diciendo: "Así hizo la Cananea: pidió, buscó, tocó a la puerta y recibió".
Jesús es capaz de encontrar una gran fe en aquella persona que nadie sospecharía. Él tiene
claro que el pan es para todos, que en el corazón de Dios hay sitio para todos y que el
lenguaje del amor de Dios se entiende en todas las lenguas. Jesús quiere ir más allá y sacar
lo mejor del ser humano. La valentía y determinación de la cananea ha de ser nuestro grito
orante al Señor de la vida para que nos cure de esta pandemia y de tantas enfermedades que
están postrando nuestra pobre humanidad. Pero, ¿Sé encontrará fe en nosotros, como la fe
de la mujer cananea? ¿Será que el Señor puede decir de cada uno de nosotros: “Hijo, hija,
familia, ¡qué grande es tu fe!?
II.- ANÉCDOTAS
1.- El espeleólogo:
En cierta ocasión un espeleólogo descendió a unas cavernas con sus alumnos. Uno de éstos,
admirado por las diversas formas de las rocas, preguntó: ¿Cómo es posible esta belleza? Y
el espeleólogo dirigiéndose a él le contestó: sólo el paso de los años y la suave persistencia
del agua han hecho posible este milagro. Constancia, hábito, confianza... es el agua con la
que Dios va moldeando nuestro corazón.
III.- APUNTES.
1.- Fe de mujer, que vence al diablo:
“Cuentan que una señora muy pobre telefoneó a un programa cristiano de radio pidiendo
ayuda. Un brujo amigo del diablo que escuchó la petición consiguió su dirección, llamó a
sus secretarios y ordenó que compraran alimentos y se los llevaran a la mujer, con la
siguiente instrucción: Cuando ella pregunte quién mandó estos alimentos, respondan que
fue el ¡DIABLO! - Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con alegría y de
inmediato se dio a la tarea de guardar los alimentos que le llevaron los secretarios del
amigo del diablo. Al ver que ella no preguntaba nada, ellos le dijeron: ¿Señora…no quiere
saber quién le envió estas cosas? La señora, con una fe digna de imitar, respondió:- No, mi
hijo... No es preciso. “Cuando Dios manda, hasta el diablo obedece!
ARCHIVO 2.
SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARIA
FIESTA PATRONAL – DIÓCESIS DE ZIPAQUIRÁ
Agosto 15 - 16 de 2020.
“Nuestra Señora de la Asunción, intercede por nosotros”
Hoy, como cada año, vuelve la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, la fiesta
mariana más antigua, la cual nos impulsa a elevar la mirada hacia el cielo, allá donde Dios
nos espera como nuestra meta y nuestra eterna morada. Hoy, nuestra Diócesis de Zipaquirá,
celebra su fiesta patronal. La festividad del triunfo final de María, la humilde esclava del
Señor, la mujer vestida de sol, la primera mujer que ha entrado al cielo y la primera que
experimentó los frutos de la redención, nos participa su gloria y su destino.
El dogma de la Asunción fue definido solemnemente por el papa Pío XII el 1-XI- 1950, con
estas palabras: “…Pronunciamos, declaramos y definimos que la Inmaculada Madre de
Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta (elevada) en
cuerpo y alma a la gloria celeste…”.
Lo mismo que el sol incide sobre las vidrieras y se irradia a través de ellas, Dios traspasó a
María, la transformó, la transfiguró hasta asumirla plenamente en la resurrección de Cristo.
Por eso, es primicia de nuestra glorificación futura, garantía de que “Cristo transformará
nuestros cuerpos mortales en un cuerpo glorioso como el suyo”. La fiesta de hoy es la
exaltación, no de una mujer poderosa, sino de una mujer pobre, humilde, mujer de pueblo.
Esposa y madre, que a veces no entendía los caminos de Dios pero los aceptaba en la fe;
Mujer consciente de que los dones que tenía no eran suyos, sino maravillas que Dios había
realizado en ella. Por eso, su voz se hace canto agradecido en el Magníficat. Es imagen de
los que formamos la Iglesia peregrina, y de lo que estamos llamados a ser.
Qué bello espectáculo que congrega en torno a la Madre a cientos de hijos del mismo
Padre, que comparten la misma fe, que se sientan a la misma mesa, que reconocen a María
como Madre y modelo. Ella nos reúne para hacer Iglesia. Esa es su misión: irradiarnos a su
Hijo en la comunidad. Asunta, desde el cielo intercede por nosotros. Su mediación es
subordinada a la de Cristo, al que no oscurece, sino que lo irradia. De ahí que los Santos
Padres compararon a María con la luna, que, en medio de nuestras noches y de nuestras
oscuridades, refleja la luz del sol y la irradia hasta que llegue el día. Lo que el Señor nos
dará un día como gracia, nos lo entrega ahora como tarea.
II.- ANÉCDOTAS:
1.- Miguel Ángel y la viejita:
Miguel Ángel lleva meses pintando el techo de la Capilla Sixtina y está un poco cansado,
cuando un día ve que llega una viejecita y se pone a rezar; como Miguel Ángel está
bastante aburrido, decide aprovechar la ocasión para hacerle una broma y desde lo alto de
los andamios va y dice:- Pssst! Pssst! Soy Jesús. (Pero la viejecita no se inmutaba). - Oye,
que soy Jesús, que he bajado a la Tierra a escuchar tus oraciones. (Y la viejita como si
nada). - Pero mujer, me estoy apareciendo a ti...Y la viejecita le responde: - Ay Jesús,
¿quieres callarte? ¡Déjame que estoy hablando con tu mamá!
III.- APUNTES:
1.- Adiós mamá… [María quiere que seamos sus hijitos de verdad]
Un hombre joven estaba de compras en el supermercado, cuando notó que una viejecita lo
siguió por todos lados. Si él se paraba, ella paraba, y se quedaba mirándolo. Al fin, camino
a la casa, ella se atrevió a hablarle y le dijo: "Espero que no lo haya hecho sentirse
incomodo; Es solo que usted se parece tanto a mi hijo que falleció recientemente. El joven
con un nudo en la garganta, replicó que tranquila, que no había problema. La viejita le dijo,
le quiero pedir algo poco común. El joven le dijo: claro abuelita en que puedo ayudarla? La
viejita le dijo: cuando me vaya del supermercado, quisiera que me dijera "Adiós mamá"
esto me hará muy feliz! El joven sabiendo que sería un gesto que llenaría el corazón y
espíritu de la viejecita, accedió. Entonces, mientras la viejita pasaba por la caja registradora
se volteó y sonriendo, con la mano le dijo adiós HIJO! Él lleno de amor y ternura le
respondió efusivamente "ADIOS MAMA", contento y satisfecho porque seguramente había
traído un poco de alegría a la viejecita. El joven continuó pagando sus compras. "Son
$50.000 pesos, le dijo la cajera. "Porqué tanto si solo llevo 3 cositas! Y la cajera le dice:
"Si, pero su MAMA dijo que usted pagaría lo de ella también".
3.- Enamorados de la mujer bella: La Madre de Dios [Trucos para una homilía]
Unos fieles le surgieron a su párroco ser más emotivo o dinámico en las homilías. Fue a
donde su amigo, el padre Pedro a que le ayudara. El padre Pedro le dijo:, “Felipe, trata de
comenzar la homilía con alguna afirmación dramática para llamar la atención.” “Por
ejemplo, diga: “Estoy enamorado de una mujer bella”. Luego espera un momento y dice:
“Ella es…mi mamá.” En la próxima homilía, así comenzó: “Estoy enamorado de una mujer
bella. “Toda la comunidad quedó en silencio y atenta. Pero el padre no podía recordar lo
que seguía. Volvió a decir “Estoy enamorado de una mujer bella…Ella es…Ella es…Ella
es…la mamá del Padre Pedro.” Este domingo deberíamos decir, “Estoy enamorado de la
mujer más bella. Ella es” LA MADRE DE DIOS…