Modulo Filosofia 2
Modulo Filosofia 2
Modulo Filosofia 2
MODULO FILOSOFIA 2
Conceptos Básicos
1. Empírico: Para propósitos filosóficos, el uso básico de los términos empírico y experiencia es
aquel relacionado con la experiencia sensorial y lo que de ella se aprende. Es útil destacar
también la estrecha, vinculación de ese uso de experiencia con el término experimento en el
sentido de las ciencias naturales (por ejemplo, el que “método experimental” apunte a un método
que recurre a la experiencia sensorial).
2. Formal: Su uso básico para propósitos filosóficos, apunta hacia lo abstracto y conceptual,
especialmente respecto de la correcta aplicación de reglas.
¿La asignatura de filosofía debe limitarse a enseñar las diferentes corrientes de pensamiento que
han tenido lugar a lo largo de la Historia? ¿O debe más bien centrarse en la formación del
pensamiento lógico y la reflexión crítica de los estudiantes? Quizá debemos replantearnos el
papel de esta asignatura en el currículo escolar para darle, por fin, el valor que se merece.
Los niños, de manera natural, se pasan los primeros años de vida preguntándose por el porqué
de las cosas. Es algo innato el querer conocer cómo funciona el mundo que les rodea, la
curiosidad por saber hasta el último detalle. Si lo pensamos bien, esta postura no está tan lejos de
la de los filósofos tanto antiguos como contemporáneos, que basan sus reflexiones en la
búsqueda de respuestas a determinadas preguntas. Sólo hay que saber aprovecharla.
La filosofía en las aulas puede convertirse en algo más que estudiar una larga lista de pensadores
y sus diferentes teorías. Puede ser el espacio en el que los niños formen debates y se planteen
dudas y conflictos que deban resolver tras una reflexión individual y, posteriormente, conjunta. O,
mejor aún, llegar a ser una materia transversal que se utilice en las diferentes asignaturas.
Las virtudes de este tipo de actividades son innegables: permiten desarrollar la capacidad de
criticar, de dialogar, de llegar a consensos. Cuestionar siempre lo que se da por hecho favorece el
pensamiento crítico y es el camino para llegar a otras formas de ver el mundo. Es una forma
diferente de fomentar la creatividad, que el niño utiliza para idear nuevas maneras de entender la
realidad y de encontrar soluciones a los conflictos morales y éticos.
La filosofía no sólo se aprende, se practica
Para conseguir desarrollar todas estas ventajas recién enumeradas, deberemos dejar de lado en
ocasiones la filosofía académica y centrarnos en el propio procedimiento del filosofar. La clave
está en cambiar la metodología, haciendo hincapié en los procesos en sí mismos para que los
estudiantes aprendan qué es la filosofía mediante la práctica.
Filosofía de la mente:
La filosofía de la mente es un ámbito de reflexión filosófica que se ocupa de cuestiones relativas a
los procesos mentales y su relación con el cuerpo humano (en especial el cerebro). Aunque este
objeto parece solaparse algo con la psicología filosófica de tradición escolástica, hoy
transformada en antropología filosófica, de hecho, la filosofía de la mente, nacida en una peculiar
ambientación anglosajona, se detiene con más intensidad en los temas que ahora veremos, y que
una antropología filosófica sólo podría tratar muy sucintamente
FILOSOFAR COMO ACTITUD VITAL HUMANA
Para hablar de la posición o actitud crítica que se atribuye a la filosofía, primero debemos
remontarnos a algunas bases de la filosofía como:
La filosofía no es propiamente un conocimiento del mundo, sino que es una actitud. Esta actitud
se inicia en el momento en que se asume la ignorancia sobre una cuestión o cuando lo cotidiano
se torna problemático.
La actitud filosófica consiste en la búsqueda del saber por sí mismo, un deseo de huir de la
ignorancia y tomar como guía el uso propio de la razón, ya que los sentidos a menudo nos
conducen al error.
El razonamiento filosófico consiste en una reflexión sobre algún aspecto de la realidad, del mundo
Rechaza el sometimiento y el fanatismo, por lo que invita a utilizar como guía la propia razón,
para ser ciudadanos libres y autónomos. La actitud critícala clasifican de ser sinónimo de vivir
despierto, en alerta, no habituado al mundo, sino en un constante inconformismo. Es un modo de
humanizarse, porque con ella realizamos lo que nos vuelve más radicalmente humanos: pensar,
desvelar la verdad, descubrirla.
FILOSOFIA Y FILOSOFAR:
Filosofía.
Se trata del desarrollo del razonamiento humano, dónde el hombre ha logrado alcanzar
conocimientos importantes con respecto a la vida y la naturaleza de las cosas. La filosofía es el
campo asociativo a la inteligencia, introducida por los griegos y asiáticos; de manera que el
hombre moderno ha podido entender las leyes físicas y naturales gracias a la introducción hecha
por los antiguos filósofos.
Filosofar.
Se trata del camino que toma el hombre para poder introducir un conocimiento filosófico; sin
embargo, no todos los que filosofan son filósofos, ya que se trata de la meditación utilizando el
raciocinio para alcanzar o meditar sobre un acontecimiento.
La reflexión filosófica es una acción mental que se puede aclarar o reducir en dar la opinión de
algo que ya se ha estudiado o visto. Se puede entender como un juicio hecho posteriormente al
juicio o pensamiento primero.
Los escolásticos modernos hablan de la reflexión ontológica, definiéndola como la acción de
replegarse o volverse hacia el objeto conocido.
Entendiendo directamente lo que etimológicamente describe la palabra reflexión, el concepto “re-
flexión”, se puede entender como volver atrás o un repliegue de la atención a lo ya visto.
Se enfoca al aspecto psicológico del ser humano, en el que al objeto ya estudiado y aprendido se
le puede encontrar otra connotación al repasar con más calma y concentración lo que se ha
realizado y hecho.
¿PARA QUE FILOSOFAMOS?
No todos los hombres filosofan. La mayor parte de ellos no sobrepasa el nivel del conocimiento
vulgar; un grupo, cada vez más numeroso, se dedica al esforzado ejercicio de la ciencia. Por otra
parte, cuando se trata de dar respuesta a los grandes problemas del mundo y de la vida, la
mayoría recurre a la religión, que le da las seguridades de la fe, o se conforma con una
concepción espontánea, no crítica del mundo. Sólo unos pocos abordan filosóficamente esos
problemas fundamentales. Pero si bien la severa actitud filosófica es de hecho adoptada sólo por
una minoría, cualquier hombre puede llegar a hacerla suya por el esfuerzo y la disciplina del
pensamiento. Ante esta posibilidad, cabe preguntarse: Qué finalidad y qué valor tiene la filosofía
Para qué hemos de estudiar y hacer filosofía es decir, cabe preguntarse: Para qué filosofamos
Podemos decir que filosofamos para satisfacer esa necesidad de conocimiento universal y
racional que no queda satisfecha con otra forma de saber o de actitud humana. Hay sin embargo
otra finalidad esencial que perseguimos con la filosofía. El filosofar se aplica a nuestra propia
existencia, examina críticamente la experiencia y esclarece los valores y metas de la acción
humana. Por la filosofía intentamos conocer cuál es nuestra situación y nuestra misión en el
mundo, qué debemos hacer y qué debemos esperar en la existencia, cuál es el destino que
corresponde a nuestro ser de hombres. Podemos pues decir también que filosofamos para
alcanzar la más justa orientación racional de nuestra existencia.