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Actividad. Los sujetos del Derecho Internacional.

Actividad. Teorías del reconocimiento.


Actividad Integradora. Derechos y obligaciones de los sujetos
del Derecho Internacional.

Internacionalización del Derecho en su ámbito público.

Módulo 14

Sesión 3.

Fernando López Barrera.

Docente: José Alfredo Ortega Torres.


INDICE.

Actividad 1. Los sujetos del Derecho Internacional…………….


Actividad 2. Teorías del reconocimiento…………………………
Actividad Integradora. Derechos y obligaciones de los sujetos
del Derecho Internacional…………………………………………
Fuentes de consulta……………………………………………….
Actividad 1. Los sujetos del Derecho Internacional.
Al final de la llamada Guerra de los Seis Días, en 1967, Israel asumió el control de los
llamados territorios palestinos. La Ribera Occidental, conocida también como Cisjordania,
es un área, previamente bajo administración jordana, situada entre el río Jordán e Israel.
En diciembre de 1967, el gobierno militar israelí emitió una ordenanza señalando que para
todo propósito el término "región de Judea y Samaria" significaría exactamente lo mismo
que el término "región de la Ribera Occidental". Este cambio en la terminología se derivó
del apego bíblico de Israel sobre estas zonas y al rechazo de soberanía jordana sobre
esta zona. Los acuerdos de Camp David, firmados en 1978 por Egipto e Israel, incluían
disposiciones para una "autoridad autónoma" en la Ribera Occidental y Gaza, pero nunca
entraron en vigor.

Entre 1948 y 1967, la franja de Gaza fue administrada por Egipto, sin que éste hiciera
ningún reclamo de soberanía. A su vez, Jerusalén Oriental formaba parte de la Ribera
Occidental, pero fue sometido a la autoridad israelí, con límites ampliados, el 28 de junio
de 1967, siendo formalmente anexado el 30 de julio de 1980.
No obstante que las leyes sobre el estatus de Jerusalén Oriental y las alturas del Golán
no utilizan la palabra "anexión", estas zonas fueron puestas directamente bajo jurisdicción
israelí mediante acciones equivalentes a la anexión. Ambas zonas siguen considerándose
por la comunidad internacional como ocupadas, y el estatus respecto a la aplicación de
normas internacionales es en la mayoría de los casos idéntica al de la Ribera Occidental y
Gaza.

La ocupación israelí de esos territorios, desde 1967, contradice el supuesto de que la


ocupación es temporal en esencia. Sin embargo, algunas regiones como el Sinaí y partes
del Golán han sido devueltas después de haber permanecido bajo su control por largo
tiempo.

La ocupación por Israel de los territorios palestinos lleva casi cuatro décadas de
existencia y además de sus acciones contrarias al derecho internacional durante este
tiempo, ahora se suma la construcción, en su mayor parte abarcando la Ribera
Occidental, de un muro al que llama valla de seguridad y que en realidad constituye una
indebida partición y aislamiento de comunidades palestinas enteras. Esto, además de
alterar las fronteras internacionales reconocidas constituye una grave violación al derecho
internacional humanitario y representa mayores sufrimientos a la población.
A partir del planteamiento de las doctrinas israelíes que pretenden justificar la retención
y/o anexión de los citados territorios, en el presente trabajo se busca demostrar su
inconsistencia y falta de validez. Asimismo, de acuerdo con el derecho consuetudinario y
convencional, se probará la pertinencia del derecho humanitario aplicable, por vía del
Cuarto Convenio de Ginebra, así como de los instrumentos de derechos humanos. En
este sentido, reviste enorme importancia el que se haya emitido una opinión consultiva en
esta materia por la Corte Internacional de Justicia, a solicitud de la Asamblea General de
las Naciones Unidas, debido a que es la primera vez que las consecuencias jurídicas de
la ocupación israelí son analizadas bajo la lupa de un tribunal internacional. En nuestro
estudio, dicha resolución cierra el círculo del análisis en torno a la ilegal ocupación israelí
de los territorios palestinos.
Israel, Egipto, Jordania y Siria, Estados directamente involucrados, están formalmente
vinculados por los principales acuerdos que regulan la ocupación. Ninguno de ellos es
parte de la Cuarta Convención de La Haya de 1907. Sin embargo, en virtud del carácter
de derecho consuetudinario del Reglamento anexo a la convención, todos están obligados
por éste. Israel y Jordania ratificaron las cuatro convenciones de Ginebra de 1949 en
1951. Egipto y Siria hicieron lo propio en 1952 y 1953, respectivamente. Egipto ratificó la
Convención de La Haya sobre Propiedad Cultural y su Protocolo en 1955, Jordania ratificó
ambas en 1957 y Siria los dos instrumentos en 1958. Israel ratificó la Convención en 1957
y se adhirió al Protocolo en 1958. Israel no reconoció los Protocolos de Ginebra de 1977,
Egipto los ratificó en 1992, Jordania en 1979 y Siria accedió al Protocolo en 1983. Por su
parte, la Organización de Liberación de Palestina (OLP), a nombre del Estado de
Palestina, se adhirió a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y a los adicionales de
1977 efectuando el trámite correspondiente ante el gobierno de Suiza, el cual es
depositario de dichos tratados. Debido a las presiones de Estados Unidos, el gobierno
suizo no aceptó formalmente el instrumento de adhesión de Pales- tina.
La principal dificultad en torno a la aplicación del derecho internacional humanitario ha
sido el rechazo de los Estados a aceptar las convenciones en situaciones donde deben
aplicarse con claridad. Los intentos para justificar tales negativas han estado a menudo
basados en diferencias entre conflictos específicos en una situación determinada y
aquellos para los cuales estas convenciones fueron teóricamente adoptadas.
Un número importante de expertos en derecho internacional han expresado su punto de
vista de que los Convenios de Ginebra son ahora parte del derecho consuetudinario. Esto
se desprende de la alta cifra de Estados parte en los mismo y del carácter que han
adquirido en la comunidad internacional. En 1993, un informe del secretario general de las
Naciones Unidas al Consejo de Seguridad sobre el establecimiento del Tribunal Penal
Internacional para la ex Yugoslavia indicó que el derecho contenido en los cuatro
Convenios de Ginebra es parte integrante del derecho consuetudinario internacional.

Actividad 2. Teorías del reconocimiento.

¿Qué implica el reconocimiento de un nuevo Estado?

El reconocimiento implica la aceptación del nuevo Estado como miembro de la comunidad


internacional; el Estado reconocedor, por consecuencia, se vincula por su propia
declaración a partir de aquel momento.

Si el Estado existe, si es un hecho, “tiene el derecho a ser tratado por la comunidad


internacional como tal”.

¿Qué implica que sea rechazado el reconocimiento de un nuevo Estado?

La dimensión internacional de las entidades territoriales parcialmente reconocidas

Es posible constatar un proceso de revisión de la forma como las entidades territoriales


que todavía buscan el reconocimiento internacional son abarcadas en
la praxis internacionalista, consolidando lentamente la condición jurídica de éstas como
potenciales sujetos, a pesar de parciales, del derecho internacional.

La Comisión Badinter (1991-1992) y las repúblicas ex yugoslavas

Sobre tal materia, la Comisión de Arbitraje establecida por la Comunidad Europea para
asesorar a la Conferencia Europea de Paz sobre Yugoslavia (conocida
internacionalmente como Comisión Badinter) fue categórica. En su Opinión núm. 10 de
noviembre de 1991, la Comisión declaró que la República Federativa Socialista de
Yugoslavia se encontraba “en proceso de disolución”. De las nueve opiniones que
sucedieron, merece destacarse la Opinión núm. 8, que, en julio de 1992, declaró que
Yugoslavia “no existía más”, bien como la última Opinión núm. 10, de la misma fecha, que
afirmaba que la República Federativa de Yugoslavia que emergía del proceso de
disolución era “un nuevo Estado que no podría ser considerado como el único sucesor de
la antigua Yugoslavia”. Así, la Comisión Badinter desempeñó una función fundamental en
el esclarecimiento de la materia del surgimiento de las nuevas repúblicas en el contexto
de fragmentación de la antigua Yugoslavia. A pesar de que las opiniones hayan sido
blanco de críticas, al menos confirmaron que el reconocimiento era regido por principios
jurídicos.

¿Cómo se llevó a cabo el reconocimiento particular del o los entes en el caso


dado?

En la teoría, la personalidad jurídica internacional de un Estado no depende de su


reconocimiento como tal por parte de los demás Estados; ella es conferida por normas de
derecho internacional y, así, a pesar de que un Estado o gobierno no sea reconocido por
lo demás, es sujeto de derechos y deberes internacionales.

¿Qué teoría o teorías son pertinentes para comprender el reconocimiento de un


Estado?

Con base en la teoría constitutiva, el acto de reconocimiento es visto como precondición


necesaria para que subsistan las capacidades de un Estado. Su efecto práctico consiste
en no atribuir personalidad jurídica internacional al “Estado” no reconocido por la
comunidad internacional. De esa forma, se afirma que el reconocimiento “constituye” al
Estado. El principal punto de fuerza de la teoría es la indicación de que los Estados no
son obligados a entrar en relaciones bilaterales con ninguna otra entidad.

La tesis se resume a dos aserciones: en primer lugar, previamente al reconocimiento, la


comunidad no posee los derechos o las obligaciones que el derecho internacional
relaciona con un estado de estatalidad plena. Además, el reconocimiento es una materia
de absoluta discreción política, diferente de un deber legal que se le debe a la referida
comunidad.
La doctrina constitutivista del reconocimiento en el derecho internacional es manifestada
por diversos autores. Se puede aludir, como ejemplo, a los escritos del jurista alemán
Georg Jellinek, que explica que “las relaciones en la forma de derechos y deberes entre
dos entidades que no se sujetan a ningún orden legal superior solo pueden resultar del
mutuo reconocimiento de sus personalidades jurídicas”.
Otro exponente de la doctrina constitutiva del reconocimiento, Dionisio Anzilotti, defendía
la tesis de que las normas de derecho internacional son creadas por consenso de los
Estados preexistentes. Así, “un sujeto de derecho internacional comienza a serlo
concomitantemente a la primera manifestación por el tratado de reconocimiento, o por el
instrumento equivalente”. 
El voluntarismo, corriente teórica prominente en la primera mitad del siglo XX,
consideraba que el nacimiento del Estado estaba subordinado a la voluntad de los
Estados ya existentes de aceptar su existencia, a través del instituto del reconocimiento,
haciendo que la nueva entidad adquiriese personalidad jurídica internacional plena.
Uno de los mayores defensores, Hans Kelsen, explica que el acto jurídico del
reconocimiento es el “establecimiento de un hecho, no la expresión de una voluntad”.
Solamente por el acto del reconocimiento la comunidad emerge jurídicamente en relación
con el Estado reconocedor. Solamente su existencia jurídica (o sea, su existencia como
un Estado, un sujeto) es de importancia para el derecho internacional; su existencia posee
un carácter relativo en este sentido. 
Hersch Lauterpacht, en términos amplios, conceptualizaba al Estado como
un status previsto por normas generales de derecho internacional, caracterizado por la
ocurrencia de aspectos de hecho, como un gobierno soberano, un territorio delimitado y
una población, los cuales, pasados por la verificación de los sujetos internacionales (a
través del reconocimiento por parte de otros Estados), constituyen el Estado.

Actividad Integradora. Derechos y obligaciones de los sujetos


del Derecho Internacional.

El 14 de mayo de 1948, Israel proclamó su independencia. Menos de 24 horas más tarde,


los ejércitos regulares de Egipto, Jordania, Siria, Líbano e Irak lo invadieron, forzando a
Israel a defender la soberanía recién recobrada en su patria ancestral.

Durante los primeros meses de 1949, se mantuvieron negociaciones directas, bajo los
auspicios de la ONU, entre Israel y cada uno de los países invasores (excepto Irak, que
se ha negado a negociar con Israel hasta la fecha), cuyo resultado fueron acuerdos de
armisticio que reflejaban la situación al término de los combates.

El 8 de diciembre del 2003, en el curso de su décimo periodo extraordinario de sesiones


de emergencia sobre la cuestión de Palestina, la Asamblea General de las Naciones
Unidas adoptó, por 90 votos a favor, ocho en contra y 74 abstenciones, la Resolución ES-
10/14 solicitando a la Corte Internacional de Justicia una opinión consultiva sobre las
consecuencias legales derivadas de la construcción por Israel de un muro que separa
partes de la Ribera Occidental de Israel.

En este punto la corte procedió a dar una respuesta concreta a la pregunta planteada por
la Asamblea General y constituyó el núcleo mismo de su opinión consultiva. Para tal
efecto, se recurrió a la aplicación de una figura fundamental como la responsabilidad
internacional para determinar las consecuencias legales para Israel, así como para otros
Estados, y las propias Naciones Unidas.

Al encontrar que las violaciones de Israel generaban la responsabilidad de éste bajo el


derecho internacional, la corte determinó que Israel: a) Está obligado a cumplir su
obligación de respetar el derecho del pueblo palestino a la libre determinación y sus
obligaciones con el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los
derechos humanos; b) Debe asegurar la libertad de acceso a los lugares sagrados que
quedaron bajo su control luego de la guerra de 1967; c) Tiene la obligación de poner fin a
la violación de sus obligaciones internacionales referentes a la construcción del muro en
el territorio palestino ocupado; d) Tiene la obligación de detener de inmediato las obras de
construcción del muro que está levantando en el territorio palestino ocupado, incluida
Jerusalén oriental y sus alrededores, y debe desmantelar las instalaciones de dicha
estructura; e) Debe derogar o dejar sin efecto todos los actos legislativos y reglamentarios
adoptados con miras a la construcción del muro, salvo en la medida que dichos actos
prevean una compensación u otras formas de reparación para la población
palestina; f) Tiene la obligación de reparar los daños causados a todas las personas
físicas o morales afectadas, ya sea devolviendo las tierras, huertos, olivares y demás
bienes inmuebles de los que haya despojado a cualesquiera personas físicas o morales a
los efectos de la construcción del muro en el territorio palestino ocupado o, si tal
restitución es materialmente imposible, a compensar a dichas personas por el daño
sufrido, y g) Tiene la obligación de compensar a todas las personas físicas o morales que
hayan sufrido cualquier forma de daño material como resultado de la construcción del
muro.

Con relación a las consecuencias jurídicas para otros Estados, la corte determinó que
entre las obligaciones violadas por Israel hay algunas con la categoría erga omnes, a
saber: el derecho del pueblo palestino a la libre determinación, así como ciertas
obligaciones israelíes bajo el derecho internacional humanitario, las cuales deben ser
observadas por todos los Estados debido a que constituyen principios intransgredibles de
derecho internacional consuetudinario.

Respecto a las consecuencias jurídicas para las Naciones Unidas, según la corte esta
organización, "y especialmente la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, deberían
considerar que medidas adicionales son necesarias para poner fin a la situación ilegal
resultante de la construcción del muro y el régimen conexo, teniendo debidamente en
cuenta la presente Opinión Consultiva".
Finalmente, la corte enfatizó "la urgente necesidad de que las Naciones Unidas en
conjunto redoblen sus esfuerzos por lograr una rápida conclusión del conflicto Israel o-
palestino, que sigue planteando una amenaza para la paz y la seguridad internacionales,
y establecer de tal forma una paz justa y duradera en la región".

Por otra parte, la disolución de Yugoslavia se refiere a los hechos ocurridos en la


antigua Yugoslavia entre el 25 de junio de 1991 y el 5 de junio de 2006, que condujeron a
esta disolución y a la formación de seis nuevas repúblicas soberanas
(Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia), y
que para algunos expertos también incluye la independencia reconocida parcialmente a
nivel internacional de la provincia serbia de Kosovo, ocurrida en 2008. La disolución de
Yugoslavia se produjo como resultado de una serie de agitaciones políticas y conflictos
durante la década de 1990. Las repúblicas constituyentes de la República Federal
Socialista de Yugoslavia se separaron, después de sufrir un periodo de crisis política en la
década de 1980 tras la muerte de Tito, pero los problemas no resueltos causaron una
serie de cruentos conflictos bélicos, conocidos como guerras yugoslavas que afectaron
principalmente a Croacia, Bosnia y a la zona de Kosovo.
La desintegración de Yugoslavia está claramente relacionada en el contexto del fin de la
guerra fría y la disolución de otros países del bloque oriental como la disolución de
Checoslovaquia y la disolución de la URSS.
Después de la caída del comunismo en el bloque oriental, en cada una de las repúblicas
se llevaron a cabo elecciones multipartidistas. Los problemas sin solución continuaron, y
en particular, en Eslovenia y Croacia se eligieron gobiernos orientados hacia la
independencia, mientras que Serbia y Montenegro eligieron candidatos que favorecían la
unidad yugoslava. En Croacia existía un apoyo creciente «por los derechos históricos y la
existencia de un estado croata» que tuvo como resultado que los serbios fuesen
despojados de sus derechos nacionales y constitucionales, y desplazados de formar parte
de la nación constituyente de Croacia al ser ya una minoría nacional.

Fuentes de consulta.

Akehurst, M. (1982). Introducción al Derecho Internacional. España: Alianza.

Arellano, C. (2002). Primer curso de Derecho Internacional Público, 5a edición. México:


Porrúa.

Jiménez, E. (2005). Los sujetos del Derecho Internacional Público. En Derecho


Internacional Público: Principios, normas y estructuras (tomo I). Uruguay: Fundación de
Cultura Universitaria.

Lara Patrón, Rubén y De Icaza Hernández, Gerardo (2006). Derecho internacional


público. México. IURE editores.

Ortiz, L. (2004). Derecho Internacional Público. 3ª edición. México: Oxford.


Sepúlveda, C. (2004). Derecho Internacional público. (24ª edición. México: Porrúa.

Verdross, Aldredo (1955). Derecho internacional público. Madrid, España. Editorial


Aguilar.

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