En esta obra, Freud introduce el concepto de pulsión de muerte y explica que el principio del placer no siempre se cumple. Describe cómo las fuerzas de la realidad a menudo requieren postergar la gratificación y tolerar la tensión. También analiza la compulsión a repetir experiencias desagradables y los sueños traumáticos de soldados con neurosis de guerra.
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En esta obra, Freud introduce el concepto de pulsión de muerte y explica que el principio del placer no siempre se cumple. Describe cómo las fuerzas de la realidad a menudo requieren postergar la gratificación y tolerar la tensión. También analiza la compulsión a repetir experiencias desagradables y los sueños traumáticos de soldados con neurosis de guerra.
Descripción original:
Resumen de la obra de Sigmund Freud, más allá del principio del placer
En esta obra, Freud introduce el concepto de pulsión de muerte y explica que el principio del placer no siempre se cumple. Describe cómo las fuerzas de la realidad a menudo requieren postergar la gratificación y tolerar la tensión. También analiza la compulsión a repetir experiencias desagradables y los sueños traumáticos de soldados con neurosis de guerra.
En esta obra, Freud introduce el concepto de pulsión de muerte y explica que el principio del placer no siempre se cumple. Describe cómo las fuerzas de la realidad a menudo requieren postergar la gratificación y tolerar la tensión. También analiza la compulsión a repetir experiencias desagradables y los sueños traumáticos de soldados con neurosis de guerra.
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RESUMEN DE LA OBRA “MÁS ALLÁ DEL PRINCIPIO DEL PLACER”
Sigmund Freud destaca a través de 8 capítulos en esta obra la existencia de la pulsión de
la muerte. Nos habla de distintos displaceres que es proveniente del principio de la realidad la cual evita la satisfacción o placer en pos de la autoconservación. Es decir que puede tolerar el displacer en el rodeo hacia el placer, al que no renuncia. Se menciona que existe una fuerte tendencia al principio del placer, pero ciertas otras fuerzas la contrarían, por ello, que no siempre se dé la tendencia al placer. Bajo el influjo de las pulsiones de la autoconservación del yo, es relevado por el principio de la realidad, la cual exige y consigue posponer la satisfacción. Por ello, tolerar el displacer. Además, se atribuye a lo ocurrido tras la primera guerra mundial donde se dieron casos de neurosis traumática, que se resalta que el susto, miedo y angustia son diferentes en relación al peligro. Explicando cómo a través de los sueños, aún intentando olvidar el suceso, se desencadenan esas emociones repetitivas por lo ocurrido a través de los sueños. Freud ahora destaca la compulsión por la repetición, y llama la atención porque el sujeto tiene la tendencia a repetir sus fracasos, es decir, hechos displacenteros que se repiten en el tiempo sin que el sujeto tenga control sobre ellos, y no sabe cómo se producen o cómo evitarlos. A través de un ejemplo que denomina Fort-Da, donde escenifica cómo el niño se siente cuando la madre tiene que dejarlo por un momento cuando hace otras cosas en el hogar y así lanza un juguete de forma pasiva sin poder hacer más nada, o también expresando una venganza hacia la madre por las veces que la ha abandonado. Ese era, pues, el juego completo, el de desaparecer y volver. Las más de las veces sólo se había podido ver el primer acto, repetido por sí solo incansablemente en calidad de juego, aunque el mayor placer, sin ninguna duda, correspondía al segundo. Explica que hay más pulsiones además de las eróticas o de vida. Lo que explica de la pulsión de la muerte, es decir, la separación de todo lo vivo (relación con la sociedad y otros sujetos). Así, el aparato psíquico es dinámico y tiene tendencias pulsionales de vida, así como de fuerzas pulsionales de muerte. A través de esta obra, Freud intenta explicar cómo el Principio del Placer no siempre se da. Con ello, describe diversas situaciones, vivencias, ejemplos, casos clínicos respecto a lo que en ese tiempo se estaba dando. Como lo que fue la primera guerra mundial (1914-1919) si bien, esta obra se finalizó en el año 1920. Entonces como bien ya hemos comprendido el principio del placer es donde se tiende a buscar el placer y evitar el dolor. Con ello, Freud explica cómo el individuo manifiesta o a través del Principio de la Realidad, el displacer ejemplificando el caso de un niño que pasa por momentos de frustración en la vida en su infancia con su madre, cuando ésta se ausenta, tiene que esperar o relegar el placer o renunciar a él. Así como el caso de la neurosis traumática en ex soldados que reviven las vivencias traumáticas a través de pesadillas, explicando que no se puede interpretar que los sueños son el cumplimiento de deseos irrealizables. Que el miedo es frente a un objeto que causa temor, la angustia es el temor de que suceda algo malo y el terror es cuando el hecho se presenta de repente, entonces en la guerra no ha habido angustia porque los hechos suceden de pronto y el sueño permite recuperar o reelaborar esa angustia no vivida.