Oratoria Tics
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Las formas de vida que se experimentan actualmente son incomparables con las
que se vivían hace algunas décadas y un hecho innegable es que estas se sustentan
en las tecnologías de la información y comunicación (TIC) que se hacen presentes
en gran parte de los ámbitos en que los seres humanos se desarrollan, lo cual ha
significado re-estructuraciones en la organización de la economía, la política, la
sociedad, la cultura, la educación, entre otros ámbitos.
La incorporación de las TIC ha significado que para los espacios educativos estas
dejen de ser una opción, y los esfuerzos de los países e instituciones se encaminen
en la generación e implementación de iniciativas que impliquen el máximo
aprovechamiento de las tecnologías en los procesos formativos (Severin, 2010).
Para 2017 el Comité para la conectividad en el mundo ITU (2017) presenta las
estadísticas a nivel global, destacando que la edad promedio de usuarios está entre
15 y 24 años. De 104 países que participaron en el estudio más del 80% de su
población está en línea. En los países desarrollados el 94% de los individuos usan el
internet y son jóvenes de 15 a 24 años, comparado con el 67% de habitantes de
países en sub desarrollo y solo el 30% de países con escaso desarrollo. Tan solo de
los 830 millones de gente joven que está en línea, 320 millones (39%) están en
China e India. Según este estudio, los jóvenes que utilizan internet representan uno
de cada cuatro de los individuos que usan la red a nivel mundial (ITU, 2017).
El acceso a esta tecnología es predominante entre los jóvenes del país. Si como se
indicó, poco más de la mitad de la población de seis años o más se declaró como
usuaria de Internet, entre los individuos de 12 a 24 años, las proporciones son
superiores al 80 por ciento, es decir, que entre los jóvenes es habitual el uso de
Internet.
Las sociedades actuales son lo que son por el creciente protagonismo tecnológico
que existe, sin embargo, no debe perderse de vista que las TIC no son la solución a
todos los problemas y que son herramientas que nos permiten explotar diferentes
rutas y acciones por experimentar, sobre todo en el ámbito educativo, donde el
foco de atención está en los retos del desarrollo de habilidades y destrezas que son
susceptibles de computarizarse como la creatividad o la inteligencia social (Cobo, 2016).
Las tecnologías que se usan se basan cada vez más en la nube y la idea de
centralización tecnológica tiende a desaparecer. El almacenamiento de
datos, la forma en que se comparten, el acceso a aplicaciones se mueve de
los equipos personales a una estructura montada en la nube.
Claro (2010)
en su publicación titulada Impacto de las TIC en los aprendizajes de los
estudiantes. Estado del arte, después de un análisis realizado a la literatura hasta
esa fecha concluyó que aún no había evidencias positivas sobre el impacto de las
tecnologías en el aprendizaje, ya que muchas de las veces los resultados
presentados en los productos de investigación eran contradictorios y obtenidos en
circunstancias demasiado específicas, por lo que no podían realizarse
generalizaciones. La autora planteó la importancia de considerar tres dimensiones
al momento de realizar investigación sobre el impacto de las tecnologías y estas
tenían que ver con: la relación entre el tipo de uso de TIC y los resultados de
aprendizaje en las asignaturas; otra dimensión referida a las condiciones escolares
y pedagógicas en que se usan las TIC y por último la referida al papel que juegan
las características sociales (capital cultural, capital social y capital económico) e
individuales (género, capacidad cognitiva y actitudes) del estudiante en su
apropiación y uso de las tecnologías.
Por otra parte para el año 2011 y 2012 aparecieron publicaciones donde se hablaba
de teorías como el conectivismo, que trataba de abordar la incidencia de la web 2.0
en el proceso de enseñanza-aprendizaje desde una postura post constructivista
(Sobrino-Morrás, 2011; Zapata, 2011; Gutiérrez, 2012; Siemens, 2012).
Un tema más asociado a los alcances de las TIC en el ámbito educativo ha sido el
referido a las competencias digitales desarrolladas por los estudiantes, en este
sentido Arras, Torres, y García-Valcárcel (2011) manifestaron con base en un estudio cuantitativo,
que la percepción de los estudiantes sobre el manejo de TIC es sobre valorada para
hacer frente a la integración de las herramientas tecnológicas en los procesos de
aprendizaje. De alguna forma estas son integradas mayormente en sentido social y
solo como consulta, son poco usadas en la colaboración, construcción y exhibición
de conocimiento postura coincidente con Adell (2011).
Como se ha descrito en los párrafos anteriores los alcances que las TIC representan
para la educación son mayúsculos, identificados desde la infraestructura que
implican, la teoría o teorías desde las que se investiga, las competencias que han
implicado en el desarrollo de los estudiantes y docentes o los ambientes de
aprendizaje que posibilitan, sin embargo, también es necesario hacer conciencia de
que las tecnologías no son la solución a todas las necesidades o problemáticas que
se presentan en el contexto educativo y que aún quedan muchos caminos por
recorrer.
Limitaciones
Muchos son los discursos que se han extendido afirmando sobre los profundos
cambios que las TIC han significado para el ámbito educativo, sin embargo, dichos
cambios no han sido tan inmediatos, automáticos o beneficiosos como se nos ha
hecho creer, puesto que el estudio de Gutiérrez, Palacios, y Torrego (2010) se reportó la apatía de
los estudiantes, sus pocas competencias o habilidades digitales, la neutralidad ante
la innovación que se les presentaba, la falta de innovación metodológica que diera
uso adecuado a las tecnologías y no únicamente significaran la panacea que
aliviaría de todos los males que se presentaban a la educación en esos momentos.
Dichos autores indicaron que la Universidad del siglo XXI no se conseguiría
adaptando las nuevas tecnologías a los viejos paradigmas educativos, sino
aportando a la educación el significado auténtico de la comunicación como
transformación y cambio, para acceder a la sociedad del conocimiento compartido
(Gutiérrez, Palacios, y Torrego, 2010).
El análisis regional del Informe Horizon del NMC (Horizon, 2013) presentó una serie de
diez retos significativos para la adopción de tecnologías en la educación que por sus
descripciones para fines de este documento han sido tomados como limitantes:
10. Los propios procesos y prácticas educativas limitan una mayor adopción de
nuevas tecnologías (Horizon, 2013).
A decir de Mominó y Sigáles (2016) en el ámbito educativo es donde debiera hacerse más
evidente el conjunto de transformaciones tecnológico-sociales puesto que en este
contexto es donde se producen y socializan los seres humanos. Sin embargo, la
promesa de las tecnologías informáticas en red dista mucho de haberse cumplido
con la amplitud prevista. Lo anterior, debido a que entre las habilidades
tecnológicas de los llamados nativos digitales se interpone la práctica educativa
obsoleta, los principios organizativos, las culturas obsoletas de la enseñanza y las
dificultades inherentes a la creación de nuevos aprendizajes (Mominó y Sigáles, 2016).
Parte de las limitaciones que se han descrito pueden sintetizarse en los siguientes
puntos:
Prospectiva
Día a día se gestan conceptos que tratan de explicar o dirigir la penetración de las
tecnologías en la educación, se habla de la curación de contenidos, de los entornos
de aprendizaje personalizado, la gamificación como un proceso de aplicación de
lógicas y dinámicas de juego a cosas que en principio no lo son, entre otros.
CONCLUSIONES
Como consecuencia de lo anterior, la sociedad del conocimiento exige cada vez más
individuos con capacidades complejas mejor y altamente desarrolladas. Sin
embargo, los estudiantes denominados millenials que se supone corresponderían a
estas exigencias, aún distan de lo que en el discurso se plantea, puesto que sus
capacidades no alcanzan a dimensionar el aporte de los nuevos entornos con
recursos cada vez más sofisticados para la colaboración, representación y
generación compartida del conocimiento.
Si bien las tecnologías pueden observarse como una oportunidad de respuesta a las
demandas de formación cada vez más amplias y diversificadas, también debería
institucional e individualmente ofrecerse soluciones innovadoras y sostenibles que
brinden alternativas de calidad en aspectos críticos para el sistema educativo.