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La Crisis Ambiental PDF

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UNIDAD IV: LA CRISIS AMBIENTAL

Desde siempre la especie humana ha


inter-accionado con el medio y lo ha
modificado, al tiempo de reconocer de
que los problemas ambientales no son
nuevos.
Sin embargo, lo que hace especialmente
preocupante la situación actual es la
aceleración de esas modificaciones, su
carácter masivo y la universalidad de sus
consecuencias.

Los problemas ambientales ya no


aparecen como independientes unos
de otros, sino que constituyen
elementos que se relacionan entre sí,
configurando una realidad diferente a
la simple acumulación de todos ellos.
Por ello, hoy en día podemos hablar
de algo más que de simples
problemas ambientales, nos
enfrentamos a una auténtica crisis
ambiental y la gravedad de la crisis
se manifiesta en su carácter global.
Sin embargo, no podemos limitarnos a percibir esta crisis como conflicto
en el que determinados planteamientos sobre el mundo y sobre la vida
resultan inadecuados.

Si somos conscientes de que sólo en un ambiente de crisis se consideran


y se desarrollan soluciones innovadoras, parece claro que tenemos ante
nosotros el desafío de encontrar en la crisis una ocasión para "reinventar"
de forma creativa nuestra manera de entender y relacionarnos con el
mundo.

Pero estas soluciones no pueden ser solamente tecnológicas, el desafío


ambiental supone un reto a los valores de la sociedad contemporánea ya
que esos valores, que sustentan las decisiones humanas, están en la raíz
de la crisis ambiental.
En este contexto, la educación ambiental tiene un importante papel que
jugar a la hora de afrontar este desafío, promoviendo un "aprendizaje
innovador" caracterizado por la anticipación y la participación que permita
no sólo comprender, sino también implicarse en aquello que queremos
entender.

Desde los años sesenta, cuando se cuestionó el


modelo de crecimiento establecido y se denunció
el impacto que sobre el medio ambiente
producía, los diagnósticos realizados sobre la
crisis ambiental han sido numerosos.

Poco a poco, el ser humano empieza a realizar


una nueva lectura del medio en el que está
inmerso y una nueva cosmovisión, una nueva
percepción de la relación ser humano-sociedad-
medio, va abriéndose paso.

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin


embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio
ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso
didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituirse en
finalidad y objeto de la educación.

Estos planteamientos alcanzan rápidamente un reconocimiento


institucional. Así por ejemplo, en el ámbito internacional, ha sido la
Organización de las Naciones Unidas, a través de sus organismos (UNESCO
y PNUMA fundamentalmente), la principal impulsora de estudios y
programas relativos a la educación ambiental.

Sin embargo, no podemos reducir este proceso de desarrollo a su


vertiente institucional.
Es preciso reconocer el esfuerzo de innumerables entidades,
organizaciones de carácter no gubernamental y educadores que han
contribuido, a veces de forma anónima, no sólo a la conceptualización de
la educación ambiental sino, sobre todo, a su puesta en práctica.

La educación ambiental, es un proceso que comunica y suministra


instrucción para preservar y cuidar el patrimonio ambiental y crear
modelos de desenvolvimiento con soluciones sustentables.

En el año 1975, las Naciones Unidas, en Ginebra, conceptualizó la


educación ambiental como aquella que tiene como finalidad educar a los
ciudadanos para que adquieran conciencia del problema del deterioro
ambiental en la vida cotidiana, enseñando los conocimientos, las
capacidades y los sentimientos de responsabilidades para encontrar la
solución a todos los problemas que concierna al medio ambiente.

La realización de actividades por parte del hombre con el fin de lograr el


aprovechamiento desmedido de recursos naturales o materia prima,
causan un impacto ambiental negativo, la mayoría de las veces, como por
ejemplo: polución de aire, contaminación de agua, contaminación de
suelo, producción de energía con el uso de combustibles contaminantes,
entre otros.

Como consecuencia de lo anterior, el objetivo primordial de la educación


ambiental es definir y enseñar a la población el desarrollo sustentable
como proceso de mejorar y lograr un equilibrio ambiental, es decir, un
estado constante y dinámico en el ecosistema. Asimismo, fortalecer los
procesos educativos que permita cultivar valores, actitudes positivas y
ciudadanos responsables hacia el entorno y el medio ambiente con el fin
de obtener una mejor calidad de vida.
En relación a lo anterior, se puede deducir la fuerte relación entre el
desarrollo sustentable y la educación ambiental ya que se busca
garantizar que las futuras generaciones dispongan de medios suficientes
para desarrollarse en un entorno digno y suplir sus propias necesidades.

La educación ambiental se imparte de manera formal o informal.

cuando se hace referencia a la educación ambiental formal, se caracteriza


porque es recibida normalmente en la escuela, institutos, universidades,
etcétera; en cambio, en sentido informal se suministra fuera de un salón
de clases pero siempre con el mismo objetivo o propósito el de crear
conciencia ambiental, responsabilidad por el medio ambiente y promover
el desarrollo de iniciativas que busquen la protección, conservación y el
uso adecuado del medio ambiente.

La educación es una acción que ya existe en todas las naciones que buscan
el desenvolvimiento tecnológico sin dejar aún lado los recursos naturales.
Las plantas, los animales, el suelo, el agua, entre otros, son de suma
importancia e indispensable para la vida del ser humano por lo que es un
deber conservar los recursos naturales, por lo tanto, la responsabilidad de
proteger y preservar el medio ambiente y los recursos es de todos los
ciudadanos.

Previamente ha quedado planteado el


carácter estratégico que la educación
ambiental tiene en el proceso hacia el
desarrollo sostenible.
Sin embargo, es evidente que la acción
educativa, por sí sola, no es suficiente para
responder al reto ambiental.
"Para contribuir con eficacia a mejorar el medio ambiente, la acción de la
educación debe vincularse con la legislación, las políticas, las medidas de
control y las decisiones que los gobiernos adopten en relación al medio
ambiente humano“, (UNESCO).

La educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación


de la sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son
al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social.

Ahora bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del


cambio, es muy improbable que el sistema educativo transforme el
complejo entramado en el que se asientan las estructuras
socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, las pautas
de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo establecido.

Esto implica la necesidad de incluir los programas de educación ambiental


en la planificación y en las políticas generales, elaboradas a través de la
efectiva participación social. Demasiadas veces se cae en la tentación de
realizar acciones atractivas, con una vistosa puesta en escena y grandes
movimientos de masas, que no comprometen demasiado ni cuestionan la
gestión que se realiza.

La educación ambiental debe integrarse con la gestión ("la mejor


educación es una buena gestión") y no ser utilizada como justificación
ante las posibles deficiencias de ésta.

El reto que tenemos planteado hoy en día es el de favorecer la


"transición" hacia la sostenibilidad y la equidad, siendo conscientes de que
esta transición requiere profundos cambios económicos, tecnológicos,
sociales, políticos, además de educativos.

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