Clase 2
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Clase 2
Tanto si consideramos la razón natural, la cual nos dice que, una vez que nacen, los
hombres tienen derecho a su auto conservación y, en consecuencia, a comer, a beber, y a
beneficiarse de todas aquellas cosas que la naturaleza procura para su subsistencia, como si
nos atenemos a la revelación. La cual nos da cuenta de los dones mundanales que Dios
otorgo a Adán, a Noé y a sus hijos, es sobremanera evidente que Dios, como dice el rey
David (salmos CXC. 16), “ha dado la tierra a los hijos de los hombres”, es decir, que se la
ha dado a toda la humanidad para que esta participe en común de ella. Mas, admitió esto, a
algunos les resulta muy difícil entender cómo podrá un individuo particular tener la
posesión de cosa alguna (…).
Dios, que ha dado en común el mundo a los hombres, también les ha dado la razón, a fin de
que hagan uso de ella para conseguir mayor beneficio de la vida y mayores ventajas. La
tierra y todo lo que hay en ella fueron dados al hombre para soporte y comodidad de su
existencia. Y aunque todos los frutos de la tierra producen naturalmente, así como las
bestias que de ellos se alimentan, pertenecen a la humanidad comunitariamente, al ser
productos espontáneos de la naturaleza; y aunque nadie tiene originalmente un exclusivo
dominio privado sobre ninguna de estas cosas tal y como son dadas en el estado natural.
Ocurre, sin embargo, que, como dichos bienes están ahí para uso de los hombres, tiene que
haber necesariamente algún medio de apropiárselos antes de que puedan ser utilizados de
algún modo o resulten beneficiosos para algún hombre en particular (…).
Aunque la tierra y todas las criaturas inferiores pertenecen en común a todos los hombres,
cada hombre tiene, sin embargo, una propiedad que pertenece a su propia persona; y a esa
propiedad nadie tiene derecho, excepto el mismo. El trabajo de su cuerpo y la labor
producida por sus manos podemos decir que son suyos. Cualquier cosa que el saca del
estado en que la naturaleza la produjo y la dejo, y la modifica con su labor y añade a ella
algo que es de sí mismo, es, por consiguiente, propiedad suya. Pues al sacarla del estado
común en el que la naturaleza la había puesto, agrega a ella algo con su trabajo, y ello hace
que no tenga ya derecho a ella los demás hombres (…).
Tomado de: Locke, J. (2006).
4. Con la oración “como si cualquier empresa con fines de lucro no hiciera lo mismo”,
al final del segundo párrafo, la autora:
a. Asevera que la Coca-Cola es una bebida perjudicial para la salud humana.
b. Afirma que las empresas con ánimo de lucro se comportan de manera similar.
c. Niega que las compañías de gaseosas sean nocivas para la salud y el medio ambiente.
d. Cuestiona que la historia de la Coca-Cola sea como la de cualquier compañía de gaseosa.
9. Cuando Calvin le dice a Susi “la gente antisistema como tú es quien arruina la
economía”:
a. Cuestiona la teoría del equilibrio entre la oferta y la demanda.
b. Usa como estrategia publicitaria la exposición de su ideología.
c. Supone que solo opera un sistema financiero en el mundo.
d. Asume que Susi está en contra de la economía de mercado.