El documento resume el trabajo del antropólogo Marvin Harris sobre las culturas "porcofílicas" y "puercofóbicas". Explica que Harris analizó la relación de los cerdos con la cultura tribal africana de los Maring en Nueva Guinea, quienes celebraban un festival cada doce años llamado Kaiko que involucraba el sacrificio y consumo masivo de cerdos. Este ciclo se integraba en el ecosistema de los Maring y les permitía controlar su población y preservar el bosque de manera sostenible.
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El documento resume el trabajo del antropólogo Marvin Harris sobre las culturas "porcofílicas" y "puercofóbicas". Explica que Harris analizó la relación de los cerdos con la cultura tribal africana de los Maring en Nueva Guinea, quienes celebraban un festival cada doce años llamado Kaiko que involucraba el sacrificio y consumo masivo de cerdos. Este ciclo se integraba en el ecosistema de los Maring y les permitía controlar su población y preservar el bosque de manera sostenible.
El documento resume el trabajo del antropólogo Marvin Harris sobre las culturas "porcofílicas" y "puercofóbicas". Explica que Harris analizó la relación de los cerdos con la cultura tribal africana de los Maring en Nueva Guinea, quienes celebraban un festival cada doce años llamado Kaiko que involucraba el sacrificio y consumo masivo de cerdos. Este ciclo se integraba en el ecosistema de los Maring y les permitía controlar su población y preservar el bosque de manera sostenible.
El documento resume el trabajo del antropólogo Marvin Harris sobre las culturas "porcofílicas" y "puercofóbicas". Explica que Harris analizó la relación de los cerdos con la cultura tribal africana de los Maring en Nueva Guinea, quienes celebraban un festival cada doce años llamado Kaiko que involucraba el sacrificio y consumo masivo de cerdos. Este ciclo se integraba en el ecosistema de los Maring y les permitía controlar su población y preservar el bosque de manera sostenible.
Harris, Marvin. “Porcofilia y puercofobia” En Vacas, cerdos y brujas, los enigmas de
la cultura. Madrid Alianza 3ra ed. (1980) 2011
La pregunta por el tabú sin duda alguna destaca en el trabajo investigativo de Malvin Harris, como en el caso de las culturas “porcofilicas” y “puercofóbicas”. Harris (1927- 2001) fue un antropólogo estadounidense nacido en la ciudad de Nueva York, Desarrolló sus estudios de licenciatura y doctorado en la Universidad de Columbia hasta 1953, para entonces ya llevaba dos años como profesor de antropología hasta 1981. A lo largo de su obra expone teorías sobre determinismo tecnológico y tecnoeconónimco, y fue principal pionero y formulador de la teoría del materialismo cultural. Harris se destacó entonces por analizar en detalle las condiciones materiales de la vida sociocultural de pueblos africanos, sudamericanos, hindúes, entre otros. Fallece en 2001 en Gainesville, Florida “Porcofilia y puercofobia” aborda lo que él considera el “enigma del cerdo”, partiendo de una pregunta sobre el porqué de aborrecer un animal que otros aman. Pese a que expone algunos razonamientos que intentan justificar la repulsión del cerdo de la cultura judía, cristiana y musulmán, Harris llega a conjeturar que dicha aversión es de alguna forma paradigmática, en tanto no hay un motivo concreto que la respalde salvo la costumbre de tal práctica. No obstante, Harris aborda los fenómenos de porcofilia y puercofobia desde la ecología humana, desde la cual argumenta que en el marco de las practicas pastorales judías, la crianza de cerdos sería un lujo demasiado costoso, mientras que, por otro lado, la relación de los cerdos y la cultura tribal africana de los Maring a partir de los estudios de Roy Rappaport, resulta ser una práctica ecológicamente sustentable. Los Maring, su práctica del Kaiko (festival de sacrificio y consumo de cerdo antes del combate con otros grupos), la guerra y sus actividades agrícolas han logrado en conjunto una importante estrategia adaptativa de preservación del bosque y control demográfico. Este trabajo de Harris en torno a los cerdos, devela de una forma muy particular y eficiente, la noción de que la cultura interviene significativamente en cuestiones ecológicas de uso y aprovechamiento del entorno físico, que un tabú como el del cerdo como animal impuro o animal
Roy Rappaport, profesor U. Michigan, relación de os cerdos y los maring, remoto
grupo tribal amante de los cerdos, Cordillera Bismarck Nueva Guinea. Realizan un festival de cerdos por término medio aproximadamente una vez cada doce años, el festival dura alrededor del año y se conoce como Kaiko, sacrificaciones desde esporádicas a masivas de cerdos, el resto se sacrifica durante el combate, plantan un árbol pequeño llamado rumbin cuando acaba el combate como signo de que no pelearan por ahoray se dedicaran a la cria de cerdos hasta tener un grupo lo suficientemente grande para celebrar un gran kakiko y asi las bebidas gracias a los antepasados, se arranca el rumbin y se retorna al campo de batalla. Ciclo se integra en un ecosistema complejo autorregulado, se ajusta según recursos disponibles y oportunidades de producción. La tarea de criar cerdos así como la de cultivar ñame, taro y batatas depende principalmente del trabajo de las mujeres maring. A medida que crecen los cerdos y aumenta su número, la mujer debe trabajar mucho más para proporcionarles su cena, el cuidado de 6 cerdos consumía más del 50 por 100 del total de energía diaria gastada por una mujer maring sana y bien alimentada. Todo esto con una presión considerable para poder celebrar el siguiente kaiko antes que el enemigo sumado a los nuevos emplazamientos de huertos que exigen un esfuerzo extra.
Los maring utilizan conscientemente el kaiko como una ocasión para recompensar a sus aliados por la asistencia anterior y ganarse su lealtad en futuras hostilidades. A su vez los aliados aceptan la invitación al kaiko porque les da la oportunidad de comprobar si sus anfitriones son lo suficientemente prósperos y poderosos para garantizar un apoyo continuo. La crianza de cerdos para los maring es bien fundada en su ecología, El ambiente húmedo y sombreado de las faldas de las montañas favorece la cría de cerdos y permite a estos animales obtener una parte fundamental de su alimento hozando libremente en el bosque.
Mediante la celebración del kaiko al finalizar la tregua, los antepasados garantizan
un consumo de dosis masivas de proteínas y grasas de alta calidad en el período de mayor tensión social, es decir, en los meses que preceden inmediatamente al desencadenamiento de la lucha intergrupal (desplazamiento a tierra virgen, agricultura etc), con la carne consiguen aliados cuando más lo necesitan, justo antes de estallar la guerra. desde el punto de vista de la ecología humana, el sistema entero produce una distribución eficiente de plantas, animales y hombres en la región. Los maring, como muchos otros grupos primitivos explican el desencadenamiento de la guerra por la necesidad de vengar actos violentos.
El tamaño de la población en el que empiezan a producirse las deficiencias
nutritivas y la degradación constituye el límite superior de lo que los ecólogos llaman "capacidad de sustentación" La mayor parte de las sociedades primitivas poseen, al igual que los maring, mecanismos institucionales para restringir e invertir el crecimiento demográfico por debajo de la capacidad de sustentación. La guerra estalla en el momento en que la producción y el consumo se hallan en auge y las poblaciones porcina y humana se recuperan de los bajos niveles alcanzados al finalizar el combate anterior. Polígamos. la guerra actúa como regulador efectivo del crecimiento de la población regional. En mí opinión el ciclo regulado por el ritual de guerra, paz del rumbim y sacrificio de cerdos ha ayudado a proteger el hábitat de los maring de un destino similar, preservar el bosque. "Tienen cerdos suficientes cuando el bosque ha vuelto a crecer en el área de los antiguos huertos del grupo vencido". cerdos adquieren una santidad ritual considerada incompatible con el carácter de los cerdos en otras partes del mundo. muchos grupos primitivos practican el infanticidio femenino manifiesto. las mujeres son los principales productores de alimentos, aborto. El estudio de la guerra primitiva nos lleva a la conclusión de que la guerra ha formado parte de una estrategia adaptativa vinculada a condiciones tecnológicas, demográficas y ecológicas específicas.
