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El Fruto de Nuestros Labios

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EL FRUTO DE NUESTROS LABIOS

HEBREOS 13:15
15 
Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir,
fruto de labios que confiesan su nombre.
Hebreos 13:15

Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de


alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.

¡Cuán daño tan grade podemos causar con tan pocas palabras!  Si puedo considerarlo
como una virtud personal, tengo facilidad para hablar y llevar discusiones sin importar lo
difíciles que pudieran ser.  Sin embargo, puedo caer en el “lado oscuro” y terminar
aplastando a alguien simplemente por querer “ganar” la conversación.  La biblia nos
advierte constantemente de lo peligrosa que es la lengua.  Personalmente he tenido que
“tragarme” muchas de mis palabras y es probable que hayas pasado por situaciones
similares.  El versículo de hoy nos enseña el gran potencial que tienen nuestros labios.  Nos
recuerda que podemos hablar palabras de alabanza y gloria a nuestro Salvador.  Así que,
aprovechemos este tiempo para meditar todo aquello que sale de nuestra boca.  ¿Estas
utilizando tus labios para edificar o para destruir?  Recientemente descubrí que estaba
cayendo en un círculo vicioso y mi boca estaba hablando pura destrucción.  Atravesé, a mi
parecer, varias circunstancias injustas y quería desahogarme de alguna manera.  Sin
embargo, conforme pasó el tiempo, entendí que lo estaba haciendo incorrectamente.
Gracias a Dios por el versículo de hoy que me recuerdan lo importante que es utilizar mis
labios para lo que fueron creados: dar gloria a Dios.  Me gustaría poder hablar solamente
de lo bonito e increíble que es hablar con puras palabras de alabanza y reconocimiento a
Dios pero definitivamente estaría hablando de una realidad muy distinta a la mía.  Dentro
de mí siguen saliendo palabras que no deberían salir.  Sigo teniendo actitudes que no
debería tener.  Por ello, la meditación y enseñanza de hoy no están buscando que seamos
perfectos sino que continuamente estemos buscando esa perfección.  ¿Entiendes la
diferencia?  Ofrezcamos continuamente sacrificio de alabanza a Dios.  No un domingo.  No
una temporada.  Continuamente.  Dios está queriendo abrir tu entendimiento para que
ahora pongas atención a tus palabras.  Quiere que veas lo que haces con tus labios y cuánto
los estamos desperdiciando.  Hoy te animo a que tomemos una actitud distinta y
pongamos gran esfuerzo a cuidar lo que sale de nuestros labios.  Te animo a que
busquemos estar continuamente alabando a Cristo con el fruto de nuestros labios.  Apaga
la televisión o la música que estás escuchando y proclama lo grande y maravilloso que es
Dios.  ¡Dale gracias por los milagros que hace diario en tu vida!  Utiliza este gran regalo
que son tus labios para dar gloria a Aquél que la merece.  Estoy convencido que, si
constantemente buscamos utilizar nuestros labios para Su honra y alabanza, nuestra vida
entera se verá transformada.  Ponlo a prueba por un día y date cuenta personalmente en el
resultado.

La gloria de Dios y la honra del hombre


Al músico principal; Salmo de David.
8 !!Oh Jehová, Señor nuestro,
    Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!
    Has puesto tu gloria sobre los cielos;

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,


A causa de tus enemigos,


Para hacer callar al enemigo y al vengativo.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste,


Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?


Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.


Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

Alabanza por las bendiciones de Dios


Salmo de David.
103 Bendice, alma mía, a Jehová,
    Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.

El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;

El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;

El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Jehová es el que hace justicia
Y derecho a todos los que padecen violencia.

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