Vi Pleno Casatorio Civil PDF
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Sentencia dictada por el Pleno Casatorio Civil realizado por las Sallas Civiles
de la Corte Suprema de Justicia de la República
En la ciudad de Lima, Perú, a los tres días del mes de enero del dos mil trece, los
señores jueces supremos, reunidos en sesión de Pleno Casatorio, integrado por los
señores Jueces Supremos Távara Córdova (Presidente), Rodríguez Mendoza, Aranda
Rodríguez, Huamaní Llamas, Ponce de Mier, Valcárcel Saldaña, Castañeda Serrano,
Chaves Zapater, Calderón Castillo y Miranda Molina, han expedido la siguiente
sentencia, conforme a lo establecido en el artículo 400 del Código Procesal Civil.
Vista que fue la usa en Audiencia Pública del Pleno Casatorio de fecha seis de
noviembre de dos mil doce, escuchados los informes orales y la exposición de los
señores abogados invitados en calidad de amicus curiae (Amigos del Tribunal),
discutida y deliberada que fue la causa, siendo el magistrado ponente el Señor Juez
Supremo Távara Córdova, de los actuados, resulta:
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inscrito
I. INTRODUCCIÓN
1. Demanda de ejecución
1.1 Mediante escrito de facha de trece de mayo de dos mil ocho correinte a fojas
setenta y tres, CORPORACION FINANCIERA DE DESARROLLO S.A.-
COFIDE(en adelante LA EJECUTANTE), interpone demanda de ejecución de
garantías en contra de MARCIANO FERNÁNDEZ GONZÁLES y AURA
VIOLETA SALAS GONZÁLES, para que cumplan con abonarle la suma de
TRESCIENTOS ONCE MIL NOVECIENTOS QUINCE Y 61/100 NUEVOS
SOLES (SI. 311,915.66) más los intereses compensatorios devengados y por
devengarse, costos y costas del proceso.
2. Mandato de ejecución
2.1. Mediante auto de fecha catorce de mayo de dos mil ocho, corriente a fojas
setenta y nueve, se admite la demanda en la vía del proceso de ejecución de
garantías, dictándose mandato y disponiendo que los codemandados, en un plazo de
tres dias, cumplan con pagar en forma solidaria a LA EJECUTANTE la suma de
trescientos once mil novecientos quince nuevos soles con sesentiún céntimos de
nuevo sol (S/. 311,915.66), más intereses compensatorios y moratorios pactados,
costas y costos demandados, bajo apercibimiento de sacarse a remate el bien dado en
garantía en caso de incumplir el mandato.
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manifiesta de un negocio jurídico
3. Contradicción de LA EJECUTADA
Mediante escrito de fecha diez de junio de dos mil ocho, corriente a fojas ciento
dieciséis, doña Aura Violeta Salas Gonzáles (en adelante LA EJECUTADA) plantea
contradicción, fundándose en las siguientes causales:
3.1.1.En el año 1994 el ex Banco Regional del Norte Sucursal Chiclayo le otorgó a
su difunto esposo MARCIANO FERNÁNDEZ GONZÁLES, un sobregiro de DOS
MIL SETECIENTOS CINCUENTA Y 00/100 NUEVOS SOLES (S/. 2,750.00), el
mismo que por el transcurrir del tiempo y por la aplicación de los elevados intereses
compensatorios y moratorios, en el año de mil novecientos noventa y ocho se elevó
a treinta y dos mil nuevos soles (S/. 32,000.00), monto por el cual se les conminó a
suscribir con fecha ocho de mayo de mil novecientos noventa y ocho, la Escritura
Pública de Hipoteca hasta por la suma de veintiún mil dólares americanos ($
21,000.00), así como el Pagaré N° 045519 a favor de NORBANK el treinta y uno de
agosto de ese año, cuya última fecha de vencimiento fue el veintiuno de noviembre
del dos mil.
3.1.2 su difunto esposo fue realizando pagos parciales en las oficinas del NBK
BANK y del Banco Financiero para cancelar el adeudo, habiéndose cancelado en
total la suma de TREINTEA Y OCHO MIL NOVECIENTOS SENTE Y SIETE
99/100 NUEVOS SOLES (S/. 38,977.99), pagos que no han sido tomados en cuenta
por LA EJECUTANTE.
3.1.3 La única deuda que mantenía con la entidad bancaria era el ’ 1 Pagaré N° 093-
1574, el mismo que se aceptó el treinta y uno de agosto de mil novecientos noventa
y ocho, y que vencía el treinta de octubre de ese mismo año.
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manifiesta de un negocio jurídico
Argumenta que:
Sostiene que:
3.3.1. La obligación se originó con el Pagaré N° 093-1574, suscrito el treinta y uno
de agosto de mil novecientos noventa y ocho, por lo que al haber tomado
conocimiento / ¡A//, de la presente demanda el seis de junio de dos mil ocho ha
transcurrido más de diez años del plazo establecido en el artículo 2001 inciso 1 del
Código Civil, por lo que la deuda ha prescrito.
3.3.3. Adjunta a su demanda, entre otros documentos, la Copia del Pagaré N° 093-
1574, el acta de defunción de su cónyuge, así como cuarenta y dos recibos de pago.
4.3. De las constancias de pago presentadas por LA EJECUTADA se >i acredita que
el pagaré fue renovado hasta en cuarenta oportunidades, siendo su último saldo por
el monto de veintidós mil setecientos setenta nuevos soles con ocho céntimos de
nuevo sol (S/. 22,770.08), con fecha de vencimiento al diecisiete de noviembre del
dos mil uno, suma que es mayor al saldo de capital que se consigna en el saldo
deudor; con lo cual debe concluirse que todos los pagos a cuenta ya han sido
consignados al momento de liquidar la obligación, por lo que los ejecutados se
encuentran en la obligación de honrar la suma puesta a cobro.
5.1. Del “contrato de préstamo con garantía hipotecaria” (sic), corriente a fojas
cincuenta y uno, se aprecia que los ejecutados constituyen hipoteca sobre el
inmueble materia de remate, para garantizar ei pago de todas sus operaciones de
crédito que el banco hubiese concedido o que concediera en adelante a los
hipotecantes, ya sea que tales operaciones se realicen o se hayan realizado en cuenta
corriente o pagarés, descuentos de pagarés, letras, adelanto de cuenta, hasta por la
suma de veintiún mil dólares americanos ($ 21,000.00).
5.2. El saldo deudor de fojas cincuenta y cinco, al tres de abril del dos mil ocho,
registra una obligación ascendente a veintidós mil quinientos ochenta y siete dólares
americanos con cincuenta y seis centavos de dólar ($ 22,587.56), al que aplicado la
tasa de interés compensatorio y moratorio pactado en un periodo de setecientos
sesenta y dos (762) días, hace el monto materia de cobranza.
Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas trescientos cincuenta, por Aura
Violeta Salas Gonzáles viuda de Fernández contra la resolución de vista de fecha
dos de mayo del dos mil doce obrante a fojas trescientos cuarenta y cuatro, que
confirmando la apelada declara Infundada la contradicción interpuesta por la
recurrente, sustentada en la causal de inexigibilidad de la obligación; en
consecuencia, siguiendo adelante con la ejecución, se dispone sacar a remate el bien
inmueble otorgado en garantía hipotecaria, en el proceso de Ejecución de Garantías
seguido por la CORPORACIÓN FINANCIERA DE DESARROLLO –
COFIDE.
La recurrente denuncia:
a) Contravención a las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, por
infringirse el artículo 139 inciso 5 de la constitución Política del Estado,
concordante con el artículo 3 del Código Procesal Civil, en cuanto existe una
insuficiente motivación, pues la supuesta obligación puesta a cobro y cuyo
incumplimiento ha originado la acción, es “demasiado mayor” (sic) que la
expresamente consignada en la escritura pública. Se exige el pago de una suma
superior tomando como sustento el pagaré que asciende a treinta y dos mil nuevos
soles (SI. 32,000.00) y el estado de cuenta del saldo deudor que es de veintidós mil
seiscientos setenta nuevos soles con ocho céntimos de nuevo sol (S/. 22,770.08);
resultando inexigible e improcedente la ejecución.
b) Aplicación indebida del artículo 1099 inciso 2 del Código Civil, ya que la
obligación determinada debe constar expresamente, pues si bien es cierto que el
título de ejecución lo constituye la garantía hipotecaria -que es un derecho real de
carácter accesorio- no debe olvidarse que por el principio de especialidad es
requisito sustancial que se individualice o especifique la obligación garantizada.
c) Inaplicación del artículo 1099 del Código Civil, el cual señala que la hipoteca se
constituye pero para garantizar un supuesto préstamo, el cual nunca existió sino que
fue un sobre; pero por el cual se firmó un pagaré así como la hipoteca.
1. Por resolución de fecha veintitrés de julio de dos mil doce, corriente a fojas
veintinueve del cuaderno de casación, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema
de Justicia de la República, declara PROCEDENTE el recurso de casación obrante a
fojas trescientos cincuenta y uno, por la denuncia consistente en la contravención a
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, al infringirse el artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado, concordante con el artículo 3 del
Código Procesal Civil; y, en aplicación del artículo 392-A del Código Procesal
Civil, también se declaró PROCEDENTE de manera excepcional por infracción
normativa del artículo 1099 incisos 1, 2 y del Código Civil.
2. Por resolución de fecha dieciocho de setiembre de dos mil doce, publicada en el
Diario Oficial “El Peruano» el día veintinueve de setiembre de ese mismo año, la
Sala Suprema mencionada convoca a los integrantes de las Salas Civiles Permanente
y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República para el PLENO
ASATORIO, a realizarse el día martes treinta de octubre del dos doce, a horas 9:00
a.m., día y hora que se señala para la vista de causa en audiencia pública a fin de
resolver el recurso de casación, de conformidad con lo dispuesto en el último párrafo
del artículo 391 del Código Procesal Civil y el tercer párrafo del artículo 400 del
mismo cuerpo normativo.
V. CONSIDERACIONES
12. Nos dice Chamorro Bernal, basándose en una sentencia del Tribunal
Constitucional español que «… la finalidad de la motivación en un Estado
democrático de Derecho legitima la función jurisdiccional y, es múltiple ya que: 1.
Permite el control de la actividad jurisdiccional por parte de la opinión pública,
cumpliendo así con el requisito de publicidad. 2. Logra el convencimiento de las
partes, eliminando la sensación de arbitrariedad y estableciendo su razonabilidad, al
conocer el por qué concreto de la resolución. 3. Permite la efectividad de los
recursos. 4. Pone de manifiesto la vinculación del juez a la ley. No basta el simple
encaje de los hechos en la norma, porque las razones de la decisión pueden seguir
manteniéndose desconocidas, sino que hay que precisar por qué encajan»4.
Entonces, si el juez decide, está llamado a dar las razones por las cuales ha tomado
la decisión que corresponda, con una identificación interna que es un razonamiento
lógico interno y una justificación externa, que se refiere a la motivación y
argumentación judicial. De producirse una , motivación con una argumentación
suficiente y coherente, tendremos resoluciones justas y de calidad, que pueden pasar
airosas cualquier examen y crítica a las resoluciones judiciales realizadas por los
ciudadanos en el ejercicio de sus derechos constitucionales.
17. La Tercera Disposición Final del Código Procesal Civil establece que el proceso
de conocimiento es equivalente al juicio ordinario[6].
18. Existen marcadas diferencias entre lo que significa «juicio», «procedimiento» y
«proceso». En síntesis el juicio se confundía con el procedimiento y, posteriormente
con el proceso, pero este criterio fue más tarde abandonado a través del estudio
científico del proceso, que considera el juicio como una operación lógica de
discernir entre la verdad y el error, entre la justicia y la injusticia, como apunta
Alzamora Valdez[7].
22. En síntesis, el proceso de ejecución es aquella actividad con la cual los órganos
judiciales tratan de poner en existencia coactivamente un resultado práctico,
equivalente a aquel que habría debido producir otro sujeto, en cumplimiento de una
obligación jurídica. Es pues, el medio por el cual el orden jurídico reacciona ante la
transgresión de una regla jurídica concreta, de la cual surge la obligación de un
determinado comportamiento de un sujeto a favor de otro.
3.- Ejecución de Garantías Reales
23. Los derechos reales y los de crédito forman las dos grandes ramas de los
derechos patrimoniales. A pesar de que los derechos reales como los de crédito
representan dos maneras básicas de poder dar satisfacción un interés patrimonial
jurídicamente protegido, es importante precisar que en el derecho real, el titular
puede satisfacer su interés sobre la cosa entregada en garantía.
27. De conformidad con el artículo 720 inciso 1 del Código Procesal Civil,
modificado por el Decreto Legislativo N° 1069, “procede la ejecución de garantías
reales, siempre que su constitución cumpla con las formalidades que la ley prescribe
y la obligación garantizada se encuentre contenida en 5l mismo documento o en
cualquier otro título ejecutivo”. Véase, en el primer caso, un mutuo con garantía
hipotecaria contenida en una escritura pública; en el segundo, la hipoteca general o
sábana que opera en el régimen bancario. El proceso de ejecución de garantía se
materializa mediante la demanda que corresponde al titular del derecho real para
cobrar su deuda o, en su defecto, hacer efectiva la venta de la cosa por
incumplimiento en la obligación garantizada, lo que se despacha en virtud un título
de ejecución que debe contener un derecho cierto, expreso y exigible (artículo 689
del Código Procesal Civil).
29. El articulo 688 inciso 10 del código procesal civil considera al testimonio de
escritura pública como título ejecutivo. En atención a la persona que suscribe el
testimonio, como es el notario público, conlleva a que sea calificado como
documento público, generando la presunción de certeza sobre su contenido, salvo
prueba en contrario.
32. El problema se suscita por la interpretación que debe contener el saldo deudor,
es decir, qué conceptos están bajo ese rubro. Algunos jueces consideran que solo
debe requerirse el pago de la deuda por capital, dejando la liquidación de los
intereses para el momento del pago en ejecución (artículo 746 del Código Procesal
Civil); empero, otras posturas consideran que el artículo 689 del Código Procesal
acotado permite no solo requerir el pago de cantidades líquidas sino liquidables por
operación aritmética; en tal sentido, perfectamente el mandato de ejecución podría
ordenar el pago por ambos conceptos -deuda capital intereses- y no esperar, después
de haber culminado el pago de la deuda, ingresar luego a la liquidación de los
intereses.
35. Todo título contiene una obligación cierta, expresa, exigible, líquida o liquidable
si es dineraria. La prestación es cierta cuando están perfectamente delimitados en el
título los sujetos y el objeto de la prestación, aunque sean de manera genérica. Esto
implica que necesariamente tiene que haber un sujeto activo, llamado acreedor, que
es la persona a cuyo favor debe satisfacerse la prestación. También se lo denomina
«titular» porque es quien tiene el título para exigir del deudor el comportamiento
debido. El sujeto pasivo de la obligación es la persona que tiene que satisfacer la
prestación debida, es decir, debe conformar su conducta al comportamiento que le
exige la prestación. Es exigible, porque la obligación debe estar expresamente
señalada en el título. Debe constar por escrito el objeto de la prestación, esto es,
aquello que el deudor debe satisfacer a favor del acreedor. La prestación consiste en
una cosa o en un hecho que habrá de ejecutar el deudor, o en una abstención de algo
que el deudor habría podido efectuar libremente de no mediar la existencia de la
obligación que le exige un comportamiento negativo; y, es líquida, la cual es una
exigencia solo aplicable a las obligaciones pecuniarias, y aparece cuando el monto
es claro y concreto; será liquidable cuando gracias a una operación aritmética se
puede obtener elmonto exacto.
7.- Contradicción
38. Las causales para el contradictorio se describen en los tres supuestos que recoge
el artículo 690-D del Código Procesal Civil. Son causales cerradas, no cabe
interpretación extensiva a otros supuestos que no sean los expresamente regulados
en dicho artículo; de ahí que el texto de la norma señale; «(…) la contradicción solo
podrá fundarse según la Naturaleza del título en (…)», de tal manera que el juez
debe declarar liminarmente la improcedencia de la contradicción si esta se funda en
supuestos distintos a los que describe la norma.
v) La falsedad del título.- Cuando se invoca «la falsedad del título ejecutivo» es
necesario tener en cuenta que un título valor es un documento constitutivo, en
cuanto el derecho contenido en el título se constituye en el mismo título; con él nace
y se trasmite el derecho incorporado. Un documento redactado con caracteres
indelebles sobre soporte adecuado, puede ser falso en el acto que le da vida o ser
falsificado en su contenido en cualquier momento posterior a la creación; tanto la
alteración como la falsificación de la firma del remitente constituyen diversos
aspectos de la falsedad. La falsedad está referida a la autoría del acto cambiario, la
firma falsificada puede ser la del creador del título o la de cualquier otro sujeto que
posteriormente participe en el tráfico cambiario. La falsificación se refiere a un
documento cambiario inicialmente autentico, que es alterado en alguno de los
elementos de su contenido, es decir, que el cuestionamiento se centra en el texto del
al cambiarlo en sí.
8.1 Concepto
8.2. Requisitos
i) Que afecte el bien el propietario o quien esté autorizado para ese efecto, conforme
a ley. Quien constituye la hipoteca está consintiendo indirectamente la enajenación
del inmueble, toda vez que el acreedor, en caso de incumplimiento, va a estar
facultado para promover la acción hipotecaria y con ella provocar la venta forzada
de aquél. Tan importante es este requisito que la hipoteca constituida a non domino
es nula, y ni siquiera se convalida en el supuesto de que, luego de la institución, el
constituyente adquiere la propiedad del inmueble o el verdadero propietario lo
suceda a título universal. Debe precisarse que
no basta la sola intervención del propietario, sino que además este debe tener plena
capacidad para gravar el bien. En el caso de las personas naturales, deberá tenerse en
cuenta lo establecido en el artículo 42 y siguientes del Código Civil en materia de
capacidad; tratándose de las personas jurídicas, privadas y públicas, se estará a
puesto en materia de personería jurídica por su estatuto y la ley en un caso, y, en el
otro , a la ley de su creación.
42. El artículo 1107 del Código Civil define los alcances de la cobertura de la
hipoteca, indicando que cubre el capital, los intereses que devengue, las primas del
seguro pagadas por el acreedor y las costas y costos del juicio. La norma precedente
debe ser interpretada en concordancia con el artículo 1099, inciso 3, el cual
prescribe que el gravamen sea de cantidad determinada o determinable, de modo que
el gravamen solo cubra hasta el monto señalado. De la lectura de ambas normas se
advierte que el Inmueble hipotecado debe responder por los conceptos a que alude el
artículo 1107 mencionado, pero siempre dentro del monto del gravamen. Sin
embargo, resulta exigible el cobro de suma mayor por los conceptos señalados solo
cuando se reúnan en una sola persona el deudor de la obligación y el garante
hipotecario, mas no cuando la hipoteca la constituya un tercero, a menos que se haya
garantizado el capital sin pacto sobre intereses, costas y costos.
En eso orden de ideas, los artículos 142 y 143 de la Ley Hipotecaria de España,
señalan lo siguiente:
Artículo 142: “La hipoteca constituida para la seguridad de una obligación futura o
sujeta a condiciones suspensivas inscritas, surtirá efecto contra tercero, desde su
inscripción, si la obligación llega a contraerse o la condición a cumplirse…”.
Para que la hipoteca sea válida es indispensable que se declare el valor estimativo
del crédito en el acto constitutivo. Un caso práctico de aplicación de este supuesto es
la apertura de crédito en cuenta corriente con garantía hipotecaria. El prestamista se
obliga a ir entregando las sumas que necesite el prestatario estableciéndose el monto
total hasta el cual se ha de prestar y el tiempo dentro del cual puede el prestatario
hacer so del crédito. La hipoteca garantiza las sumas efectivamente prestadas, pero
solo hasta el monto fijado al ser abierto el crédito; de modo tal que si el prestamista
continúa haciendo entrega más allá de lo acordado y de lo garantizado por la
hipoteca, este exceso no queda bajo la garantía hipotecaria.
47. La garantía sábana es aquella que es constituida por una persona natural o
jurídica a favor de un acreedor bancario para garantizar operaciones de mutuos
pasados, presentes y futuros, es decir, las que ya se hayan contraído y las que por
cuestiones de las operaciones comerciales habituales puedan desembolsarse o
concretarse en el futuro.
48. La legislación del Sistema Financiero al igual que civil, regulan la hipoteca
respecto a obligaciones futuras.
El artículo 172 de la Ley N° 26702, Ley General del Sistema Financiero y del
Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, preveía
lo siguiente: «Los bienes dados en hipoteca, prenda o warrant a favor de una
empresa del sistema financiero, respaldan todas las deudas y obligaciones propias,
existentes o futuras asumidas para con ella por el deudor que los afecta en garantía
siempre que así se estipule expresamente en el contrato. Cuando los bienes afectados
en garantía a favor de una empresa del sistema financiero son de propiedad distinta
al deudor, éstas sólo respaldan las deudas y obligaciones del deudor que hubieran
sido expresamente señaladas por el otorgante de la garantía».
Como vemos, esta disposición, que concuerda con lo dispuesto por el artículo 1104
del Código Civil, tiene por objeto aliviar los costos de transacción propios de las
operaciones de crédito en el sistema financiero, «de forma tal que no se deban
incurrir en los costos que demanda constituir una garantía hipotecaria cada vez que
se otorga una línea de crédito.
Dicho de otra manera, esta norma está destinada a favorecer el desarrollo del
crédito, permitiendo que la garantía no solo cubra una obligación existente, sino
también futura o eventual. Desde luego, y en aplicación del principio de
accesoriedad, la validez de la garantía estará sujeta a que la obligación futura o
incierta se convierta en una obligación que en un momento determinado tenga
existencia y sea cierta. De otro modo, no
habrá forma de hacer efectiva la garantía, pues según lo expresado esta presupone
una obligación que le es principal.
Obsérvese que esta institución legal permitía que las empresas del sistema financiero
puedan otorgar con mayor celeridad los créditos requeridos por los agentes
económicos en el mercado, evitando de esta manera la necesidad de celebrar un
nuevo contrato de garantía para cada operación de crédito. Ello diluye el riesgo y
reduce los costos de operaciones en las que finalmente se comprometen recursos que
se obtienen del ahorro público.
Como puede apreciarse, este tipo de disposición brinda celeridad al tráfico jurídico y
reduce los costos de acceso al crédito, los cuales son trasladados por las entidades
del Sistema Financiero a sus clientes.
Ahora, con la nueva modificación, el primer párrafo del artículo 172 de la Ley de
Bancos ha quedado redactado como sigue: «Los bienes dados en teca, prenda o
warrant a favor de una empresa del sistema financiero, respaldan todas las deudas y
obligaciones propias, existentes o futuras sumidas para con ella por el deudor que
los afecta en garantía, siempre que así se estipule expresamente en el contrato.
Cuando los bienes afectados en garantía a favor de una empresa del sistema
financiero son de propiedad distinta al deudor, estas solo respaldan las deudas y
obligaciones del deudor que hubieran sido expresamente señaladas por el otorgante
de la garantía». El artículo 172 de la Ley de Bancos, en su versión original,
establecía que con excepción de la hipotecas vinculadas a
instrumentos hipotecarios, los bienes dados en hipoteca, prenda o warrant a favor
de una empresa del sistema financiero, respaldan todas las deudas y obligaciones
directas e indirectas, existentes o futuras, asumidas para con ella por quien los afecte
en garantía o por el deudor, salvo estipulación en contrario.
Esta disposición fue modificada por Ley N° 27682, publicada en el Diario Oficial
“El Peruano” el 10 de marzo de 2002, en consideración a que la versión original,
según se señalaban del citado precepto, y su aplicación práctica, atenta contra los
derechos de los consumidores. Por esta razón, la Ley N° 27682 dispuso que el
primer párrafo del artículo 172 de la Ley Bancos quede redactado como sigue: «Los
bienes dados en hipoteca, prenda o warrant a favor de una empresa del sistema
financiero, solo respaldan las deudas y obligaciones expresamente asumidas para
con ella por quien los afecta en garantía. Es nulo todo pacto en contrarío». Si bien
este texto del artículo 172 de la Ley de Bancos, vigente desde el 23 de octubre de
2002, restituyó la licitud de la garantía sábana, esta nueva
versión difiere de la original en lo siguiente: No se excluyen las hipotecas
vinculadas a instrumentos hipotecarios. La versión original sí lo hacía. La garantía
se convierte en sábana por pacto expreso. Antes adquiría esa calidad
automáticamente, a menos que se pactara en contrario. La nueva garantía sábana no
incluye las deudas indirectas.
Las garantías sábanas otorgadas bajo el imperio del artículo 172 de la Ley de
Bancos, versión original, constituyen acuerdos válidos y exigibles hasta el 10 de
marzo de 2002, fecha en la cual entró en vigencia la Ley N° 27682. Por
consiguiente, las obligaciones presentes y futuras, directas e indirectas del deudor o
del constituyente de la garantía sábana, nacidas desde la fecha en que esta fue
otorgada hasta el 10 de marzo de 2002, quedaron comprendidas dentro de los
alcances de la garantía sábana otorgada. Desde el 10 de marzo de 2002, fecha en que
entro en vigor la Ley N° 27682, los efectos sábana de las garantías pre existentes
devinieron nulos por ser contrarios a una norma de orden público. Como quiera que
esta Ley no tuvo efectos retroactivos, no afectó en modo alguno los efectos sábana
de las garantías otorgadas con anterioridad a la misma, efectos que continuaron
produciéndose hasta el 10 de marzo.
A partir de dicha fecha, los efectos sábana de las garantías constituidas con
anterioridad cesaron, subsistiendo dichas garantías únicamente para respaldar el
cumplimiento de las obligaciones nacidas con anterioridad al 10 de marzo de 2002,
así como de aquellas otras que habiéndose originado con posterioridad a dicha
fecha, estuvieran expresamente estipuladas en el acto constitutivo. Las nuevas
obligaciones, directas o directas, nacidas con posterioridad al 10 de marzo de 2002 y
que no estuvieron expresamente estipuladas en el instrumento de la garantía,
quedaron excluidas de sus alcances.
Aun cuando la Ley N° 27851 restituyera la validez de las garantías sábana -con las
diferencias ya anotas- el hecho de que tales estipulaciones se encontraran permitidas
desde la vigencia de dicha Ley, no implicaba que recobraran vigencia los pactos
relativos a garantía sábana que devinieron nulos al entrar en vigencia la Ley N°
27682. En otras palabras, la nulidad sobreviniente de los efectos sábana de las
garantías constituidas hasta el 10 de marzo de 2002 es permanente.
Las garantías que se constituyan a partir de la fecha indicada a favor de las empresas
del sistema financiero, podrán respaldar el cumplimiento de obligaciones propias,
existentes o futuras, asumidas para con ella por el deudor que las otorgue, siempre
que ello se estipule expresamente en el contrato.
Sin embargo, debe hacerse hincapié que posteriormente la ley °27851 y la Ley N°
27682, fueron derogadas por la Sexta Disposición Final de la Ley N° 28677,
publicada el 01 marzo de 2006, vigente a los noventa días de la publicación de la
citada Ley; siendo que quedó subsistente a la actualidad el texto primigenio del
artículo 172 de la Ley de Bancos.
49. En conclusión, la libertad contractual que pueda conferir o no la Ley de Bancos
al deudor para otorgar garantías sábana a favor de instituciones del sistema
financiero no es absoluta, pues termina donde el Código Civil, supletoriamente,
empieza a prohibir. De otro lado, si el otorgante de la garantía es persona diferente
al deudor, las que otorgue solo respaldaran las deudas y obligaciones del deudor que
hubieran sido expresamente señaladas por el otorgante de la garantía. En este caso,
no sería posible que por pacto el propietario de los bienes acepte conferirle a las
garantías mayores alcances de los que la norma permite, pues el precepto bajo
análisis dispone con toda claridad que tales garantías «solo” respaldarán las
obligaciones expresamente asumidas, lo cual permite colegir que un acto más lato
colisionaría con la limitación categórica impuesta por la propia ley.
51. Imputación de pago.- Bautista Toma y Herrero Pons27 refieren que con esta
expresión «… se alude, tradicionalmente, a la determinación o designación de la
deuda a la que se ha de aplicarse el pago cuando el deudor tiene varias obligaciones
en favor del mismo acreedor. A través del mecanismo de la imputación puede
determinarse que es lo que paga el deudor al momento de ejecutar la prestación
debida.” Según Romero Zavala28: “Está considerada la imputación como otra
modalidad del pago. Su importancia radica en situaciones bastantes singulares y
éstas se dan únicamente ante la presencia de pluralidad de obligaciones del deudor
ante su mismo acreedor. Quede clara la referencia para evitar equívocos; se requiere
de la concurrencia de obligaciones, no de prestaciones. Los conceptos son distintos
cuando decimos pluralidad de prestaciones y otro sobre pluralidad de obligaciones;
en aquella es suficiente la vigencia de una sola relación obligacional… Imputar es ,
entonces, señalar, fijar, determinar, indicar, de una pluralidad de obligaciones a cuál
de ellas va a corresponder el pago del deudor, cuando siendo exigibles, no puede y
cancelar todas ellas.» Además, Vidal Ramírez29 refiere que: “Para que la imputación
pueda operar se requiere de varias obligaciones del deudor que imputa frente a un
mismo acreedor, es decir, de la existencia de más de una relación jurídico-
obligacional entre el deudor y el mismo acreedor y que el pago que va a efectuar el
deudor no las solventa en su totalidad.» Nuestro Código Civil vigente recoge esta
figura legal en los artículos 1256 a 1259; de tales normas se derivan las siguientes
reglas:
Imputación del pago por el deudor.– Artículo 1256 del Código Civil: a) Que el
deudor tenga varias deudas con un mismo acreedor; b) Que todas las deudas sean de
prestaciones homogéneas y fungibles; c) El deudor debe indicar a cuál de las deudas
se aplica el pago al momento de pagar o antes de aceptar el recibo que emite el
acreedor; y d) Sin autorización del acreedor no puede pagar una deuda parcial,
ilíquida o no vencida.
Orden de la imputación convencional.- Artículo 1257 del Código Civil: a) Se trata
de deudas en las que se deba capital, gastos e intereses; b) El deudor no puede pagar
el capital antes que los gastos ni estos antes que los intereses; y c) En este caso la
imputación corresponde al acreedor.
11.- Intereses
52. Jiménez Vargas-Machuca31 refiere que los intereses “constituyen un aumento que
la deuda (ya sea de dinero o de bienes, aunque mayoritariamente estamos hablando
de deudas pecuniarias) devenga de manera paulatina durante un período
determinado, sea como renta del capital de que el acreedor se priva (precio por el
uso y disfrute del dinero o del bien de que se trate), o sea como indemnización por
un retardo en el cumplimiento de la obligación, fijándose según el tiempo
transcurrido y la cuantía de la prestación debida.” Romero Zavala32 señala a este
respecto que “debe entenderse como intereses la ganancia que el titular del capital
obtiene como consecuencia de haber concedido su uso o disfrute; en otros términos,
viene a ser la retribución por el uso de un capital ajeno.” Para Osterling Parodi, El
artículo 1242 del Código Civil “define dos especies de intereses: de un lado, los
intereses compensatorios; del otro, los moratorios. El interés compensatorio tiene
como único propósito restablecer el equilibrio patrimonial, impidiendo que se
produzca un enriquecimiento indebido en favor de una parte e imponiendo, a quien
aprovecha del dinero o de cualquier otro bien, una retribución adecuada por su uso.
El interés moratorio, en cambio, es debido por la circunstancia del retraso doloso o
culposo en el cumplimiento de la obligación por parte del deudor. Su función es
indemnizar la mora en el pago”33.
Carbonell Lazo y otros, refieren que “para evitar la usura como consecuencia de
desproporcionadas tasas de intereses, que la tasa máxima de interés convencional, ya
sea compensatorio o moratorio, será fijada por el Banco Central de Reserva del
Perú”34. De igual manera, Osterling Parodi refiere que “El primer párrafo del artículo
1243 exige que sea el Banco Central de Reserva el que fije la tasa máxima del
interés convencional compensatorio y moratorio, a fin de evitar que impere la
usura… El segundo párrafo del artículo bajo comentario consagra una regla de
justicia. Su texto dispone que cualquier exceso sobre la tasa máxima originará la
devolución o la imputación al capital, a voluntad del deudor. En consecuencia, tal
circunstancia no dará lugar a la nulidad del contrato correspondiente ni a la
suspensión del pacto de intereses”35.
Tasa de interés legal.- Respecto a este punto, Osterling Parodi señala que “El
artículo 1244 dispone que la tasa del interés legal es fijada por el Banco Central de
Reserva del Perú. Este precepto modifica sustancialmente el texto original del
artículo 1325 del Código Civil de 1936 que señalaba el interés legal del dinero, para
los casos en que no hubiera convenio expreso, en 5% al año. La norma se
encontraba alejada de la realidad económica del país y, por otra parte, no resultaba
aconsejable que un Código Civil, con el sentido de permanencia que le es inherente,
previera un porcentaje susceptible de ser frecuentemente alterado de acuerdo a
contingencias económicas… Puede ocurrir que las partes hayan omitido fijar la tasa
de interés. El artículo 1245 resuelve esta cuestión estableciendo que en ese caso el
deudor debe abonar el interés legal, cuya tasa, como se ha comentado, es fijada por
el Banco Central de Reserva del Perú”36. Así lo reafirma Jiménez Vargas-Machuca
cuando señala que “en aplicación del mandato otorgado al Instituto Emisor, éste ha
venido fijando la tasa de interés legal, la misma que se aplica tanto para el Sistema
Financiero como para los agentes Ajenos al Sistema Financiero, habiendo adoptando
diferentes políticas a lo largo del tiempo transcurrido desde que se le facultó la
fijación de las tasas de interés legal: Cabe mencionar que cuando las partes han
convenido en el pago de intereses pero no han acordado la tasa, el deudor abona el
interés legal (artículo 1245 del Código Civil). En caso de haberse pactado intereses
compensatorios, pero sin haber fijado su tasa, se aplica el interés legal fijado por el
BCR; si no se han pactado intereses moratorios, se aplican los intereses
compensatorios pactados o, en su defecto, el interés legal»37.
Pago del interés por mora.- Aquí Osterling Parodi indica que “El artículo 1246 se
refiere al interés que el deudor está obligado a pagar por causa de mora en el caso de
que no se haya convenido un interés moratorio, es decir, al resarcimiento por el
retraso. En tal supuesto, el deudor debe pagar el interés compensatorio pactado, el
mismo que se entiende continuará devengándose después del día de la mora, con la
calidad de interés moratorio. Si no hubiese interés compensatorio pactado, el deudor
pagará el interés legal»38. Carbonell Lazo y otros, señalan además que “Esta norma
está en concordancia con el principio recogido en el art. 1324 del Código Civil, que
se refiere al interés que/d vengan por causa de mora las obligaciones de dar sumas
de dinero”39. Todo lo anterior se ciñe lo dispuesto en los artículos 51 y 52 de la Ley
Orgánica del Banco Central de Reserva del Perú, Decreto Ley N° 2612340, en
concordancia con el artículo 9 de la Ley General del Sistema Financiero y del
Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, Ley N°
2670241.
El artículo 1250 reproduce la segunda parte del artículo 1586 del Código je 1936, al
admitir que se capitalicen los intereses por convenio… El precepto prescribe, sin
embargo, para asegurar debidamente al deudor,- que tal convenio puede celebrarse
solo después de contraída la obligación, por escrito y siempre que medie no menos
de un año de atraso en el pago de intereses. El artículo se refiere, por consiguiente, a
intereses vencidos y no por devengarse. Como en el caso del artículo 1249, el
artículo 1250 constituye una norma imperativa cuyos alcances no pueden ser
recortados por la voluntad de las partes. Nada impide, sin embargo, que éstas lo
pacten con mayor amplitud. Tampoco existe impedimento para que el convenio se
repita sucesivamente en el tiempo; el deudor puede pagar o extender el pago, si el
acreedor asiente en ello”43.
Carbonell Lazo y otros, añaden que “El principio de la prohibición de capitalizar los
intereses admite, como lo hacía el Código derogado, la capitalización de intereses si
ésta fuera acordada por escrito después de contraída la obligación y siempre que
medie no menos de un año de atraso en el pago de Intereses. El Código anterior
exigía que hubiesen transcurrido dos años, plazo éste que ha sido recortado por el
actual»44.
iv) No hay acta de entrega de los pagarés suscritos en Chiclayo a COFIDE (solo los
de Lima, Anexo N° 5, fojas treinta y siete vuelta de la escritura de cesión).
55. Tanto el A quo como el Ad quem consideran que en una ejecución de garantías,
incluso cuando la garantía sea “abierta” (sábana) basta que se presente el documento
que la contiene como el estado de cuenta de saldo deudor (ambos documentos
constituirían el título de ejecución). Sin embargo, deberá presentarse otro documento
que corrobore la existencia de la obligación, pues en un título compuesto debe de
constar el documento donde obre la garantía y la liquidación del saldo deudor;
además, como se tiene expresado, puede presentarse otro documento que acredite
que la obligación aún persiste.
56. Un título ejecutivo para ser tal debe “contener la obligación”, conforme lo exige
el artículo 689 del Código Procesal Civil y debe tener mérito ejecutivo. Este título
está integrado por: i) el documento (escritura pública) que contiene la hipoteca; y ii)
la liquidación del estado de saldo deudor y la obligación puede corroborarse con
otro documento o un título valor ( el cual puede o no estar protestado).
57. Solo las liquidaciones de saldo deudor de empresas del sistema financiero son
consideradas títulos ejecutivos. Sin embargo, cuando la obligación esté contenida en
un título valor, tal liquidación no suple al título valor, en particular porque los
derechos cartulares tienen sus propias reglas a comenzar por los plazos de
prescripción, que no pueden ser soslayadas con la emisión de una liquidación, por lo
demás, hechas “como sea”.
58. Cuando se está ante una ejecución de una garantía abierta (que no contiene la
obligación), la certeza de la existencia y exigibilidad de la obligación (que es lo que
hace legítima la ejecución) debe provenir de “otro documento”: un título ejecutivo
reconocido como tal por la ley.
59. Es absurdo considerar que cuando la obligación está contenida en un título valor
y se pretende la ejecución de la garantía (sábana o no) no se ejercita la “acción
cambiaría” (rectius, cartular): la acción cambiaría (rectius, cartular) implica el
ejercicio del derecho incorporado al documento, nada más. Por tanto, en el caso de
autos las instancias de mérito han partido de una premisa falsa: que el pagaré no
debe ser el fundamento de “esa” ejecución.
60. Si a COFIDE se le cedió un pagare, el único derecho que puede ejercitar en este
proceso es el derecho cautelar ( y no el de la causa de la emisión que no se le cedió),
siendo que para ejercitar su derecho cartular, tiene que presentar en original (por lo
demás oportunamente protestado).
61. El “estado de situación por operación” de fojas cincuenta y cinco, señala que el
“contrato” es el N° 093-1574, es decir, el pagaré, no hay indicación de la moneda; la
tasa de interés compensatorio es del 34.49%, lo que evidencia que se ha anualizado
la tasa de interés puesta en el pagaré (2.5% mensual), pero con la regla de interés
compuesto y no simple, es decir, ya hay evidencia de anatocismo prohibido; las
cantidades liquidadas por intereses son antojadizas ya que ni siquiera aplicando
capitalización de intereses se obtienen tales sumas; además, la supuesta fecha de
vencimiento (veintiocho de febrero del dos mil seis), puesta en ese documento
evidencia un encubrimiento de la prescripción de la acción cartular del pagaré.
62. Nada de ello ha sido advertido por el A quo y el Ad quem, que han hecho una
suerte de acto de fe del “estado” de la situación de la operación presentada por
COFIDE con su demanda, por demás inconsistente, prima facie, que presentaba ese
“estado de operación” (que en setecientos sesenta y dos días, o sea poco más de dos
años, una obligación por el monto de veintidós mil quinientos ochenta y siete
nuevos soles con cincuenta y seis céntimos de nuevo sol –S/. 22,587.56– creció
exponencialmente a trecientos once mil novecientos quince nuevos soles con
sesentiún céntimos de nuevo sol -S/. 311,915.61-.
FALLO
Por las razones expuestas, los suscritos Jueces Supremos participantes en este Pleno
Casatorio de la Corte Suprema de Justicia de la República, presentes en la vista de la
causa, de conformidad con la norma prevista en el artículo 400 del Código Procesal
Civil, votamos en el siguiente sentido:
I) PRECEDENTE PRIMERO:
iii) Los demás documentos indicados en el artículo 720 del Código Procesal Civil.
b. Tratándose de una garantía real constituida para asegurar cualquier obligación que
tuviera el constituyente de la garantía frente a una empresa del sistema financiero o
para asegurar una obligación existente, determinable o futura, se deberá:
b.1. Tratándose de operaciones en cuenta corriente, la letra de cambio a la vista
debidamente protestada emitida conforme a lo establecido en el último párrafo del
artículo 228 de la Ley N° 26702, Ley General del Sistema Financiero y del Sistema
de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros.
ii) Los demás documentos indicados en artículo 720 del Código Civil Procesal.
V) PRECEDENTE QUINTO
El pago dispuesto en el mandato ejecutivo debe ser por suma líquida, no pudiendo
emitirse mandato ejecutivo disponiendo el pago de suma dineraria en parte liquida y
en parte ilíquida, a liquidarse tras el remate judicial o el pedido de adjudicación en
pago del ejecutante conforma al artículo 746 del Código Procesal Civil, salvo en lo
atinente a los intereses, costas y costos que se generen después de la emisión del
mandato de ejecución hasta la fecha de pago.
S.S.
FRANCISCO ARTEMIO TÁVARA
JULIO JACINTO RODRÍGUEZ MENDOZA
ANA MARÍA ARANDA RODRIGUEZ
EVANGELINA HUAMANÍ LLAMAS
HÉCTOR WILFREDO PONCE DE MIER
ANA MARÍA VALCÁRCEL SALDAÑA
CÉSAR CASTAÑEDA SERRANO
JUAN CHAVES ZAPATER
JORGE BAYARDO CALDERÓN CASTILLO
FRANCISCO MIRANDA MOLINA