Sigueme ZT 01 PDF
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Así que todo comienza con “Tu estudio personal”. Todos nosotros necesitamos ser primero estudios
del texto bíblico para ser luego efectivos en explicarlo a otros. Por ello es importante que leas y
profundices en el pasaje. Esta sección te ayudará a entenderlo mejor.
A continuación, verás la guía para enseñar el tema bíblico. Estas páginas representan un mapa que
puedes seguir. Lo importante es el destino final, es decir, el objetivo de aprendizaje. Tú eres la persona
que mejor calificada para adaptar el contenido de cada guía, porque tú conoces muy bien a tu
grupo. Así que, acomoda la ruta según sus características, y procura percibir en cada paso que ellos
estén llegando al objetivo deseado. Usa cada guía para generar diálogo, estimular la comprensión y
retar a la aplicación de los temas estudiados. Nuevamente, ¡añade tu propia personalidad y creatividad
sin restricción!
Adicionalmente, considera utilizar los recursos al final de este documento, los extras ajustables.
Estas actividades generan conversaciones y pueden convertirse en experiencias memorables. Úsalas
donde mejor te convenga; procura que sean interactivas para tener más y mejores conversaciones
significativas.
Por último, encontrarás una hoja reproducible para que el aprendizaje continué en casa. Puedes entregarla
a cada participante de forma impresa o bien enviarla de forma digital. Esta no es una tarea que deben
entregar, sino la oportunidad de seguir la conversación entre semana. Es una experiencia que les ayudará
a conocer mejor a su Dios y vivir para Él.
Tu equipo de e625
Para ubicarnos en la escena, es necesario destacar dos cosas. Lo primero es que Jesús comienza
cuando el ministerio de Juan está terminando. ¡Qué forma de honrar el trabajo de aquel profeta que
debía preparar el camino! Luego, es importante tomar en cuenta que seguramente entre la tentación
en el desierto (Mateo 4:1-11) y el pasaje que estamos leyendo hubo otros episodios, por ejemplo, lo
que encontramos en Juan 1:35-42. Es decir, hubo conversaciones previas entre Jesús y los personajes
que encontramos en nuestro pasaje.
Mateo nos ubica ahora geográficamente. Jesús deja la ciudad donde creció, Nazaret (ver Lucas 4:16), y
se muda a un nuevo punto, que se convirtió en su ciudad (ver Mateo 9:1,7; Marcos 2:1). Esta ciudad se
encuentra en Galilea. Si investigas un poco más acerca de esta región, notarás que se trata de un lugar
despreciado para los judíos. Pero justamente, es muy importante destacar este detalle, ¡porque es el
cumplimiento de una profecía de Isaías! La luz llega a esta pequeña ciudad, en una tierra de oscuridad.
¡Qué inesperado! No a Judea, no a la gran Jerusalén; llega primero a tierra de gentiles. Desde ya, este
es un anuncio que la luz del Mesías llegará a todas las naciones.
Ahora vemos a Jesús en acción. Aprendemos que para desarrollar su ministerio efectivamente, se
encargará de predicar con autoridad, realizar milagros con poder, y formar una nueva comunidad -sus
discípulos.
La predicación de Jesús:
El verso 17 destaca el inicio de la predicación pública de Jesús. Se refiere a la proclamación que hace
el heraldo de un rey, es decir, anuncia directamente el mensaje de un rey. De hecho, este es el mismo
mensaje que Juan el Bautista había estado predicando (Mateo 3:2), quizás por ello la gente confundía
a Jesús con solamente un profeta más. El resumen de su mensaje incluye dos verdades. La primera,
el reino de los cielos se ha acercado. ¡El tiempo de espera terminó! Ya el reino de Dios está aquí. Por
supuesto, no se trata de un gobierno político como muchos judíos esperaban, ni tampoco del triunfo
final del bien sobre el mal. Más bien, es algo muy personal: el corazón del ser humano. Por eso, la
segunda verdad es la necesidad de arrepentimiento. Es el mandamiento de un cambio de dirección,
desde el interior. Particularmente, tiene que ver con la forma de ver cómo ser aceptado delante de
Dios. El pueblo llegó a pensar que su cumplimiento de las normas religiosas les haría justos delante de
Dios; Jesús explicará que él es el único camino. ¡Esta es la buena noticia de Dios (Marcos 1:15)! Jesús
desarrolló su ministerio de enseñanza principalmente en las sinagogas, enfocándose en el pueblo de
Israel (v.23). No fue solamente un mensaje teórico de buenas noticias espirituales, fue algo práctico
también.
La comunidad de Jesús:
Mucha gente seguía y buscaba a Jesús, pero específicamente escogerá a un grupo pequeño para
que estuviesen permanentemente con él. Es un modelo muy distinto al de cualquier maestro judío;
normalmente eran los alumnos quienes escogían a su maestro. Los mejores, y solamente ellos, tenían
el privilegio de seleccionar a los mejores maestros. Los demás, reprobados, no podían aspirar a este
privilegio; quedaban excluidos de ser discípulos de algún rabino. Por lo general se dedicaban entonces a
la profesión familiar. Allí es donde encontramos a Pedro, Andrés, Jacobo, Juan. Aunque académicamente
fueron descalificados o religiosamente poco influyentes, estos pescadores fueron escogidos por Jesús.
En primera instancia, son llamados para asociarse con él, aprender de él, y ser enviados por él. Jesús
tomó su profesión, y las cualidades que ella conlleva, como ser valientes y esforzados, para ser pilares
en su reino. Dice William Barclay, “Lo que Jesús necesita es gente corriente que se le den a sí mismos.
Jesús puede hacer cualquier cosa con personas así.” Jesús ahora los equipará para una misión superior,
ser pescadores de hombres (v.19). Por supuesto, es extraordinaria la respuesta de aquellos hombres:
aceptaron al instante, se comprometieron, y sin saber a dónde iban confiaron en aquel a quien seguían.
Fue una decisión valiente y esforzada, incluso arriesgada. Ellos estuvieron dispuestos a renunciar a
todo (v.20,22).
Ahora, tú decides:
• ¿Cómo estás viviendo hoy tu llamado de seguir a Jesús? ¿Hay acaso cosas que no
estás dispuesto(a) a dejar?
• ¿En qué formas crees que Dios puede usar hoy lo que ya tienes, lo que haces, lo que
ya sabes, donde ya estás, para una misión superior?
• ¿Cuán dispuesto(a) estás para que Jesús te envíe ahora a predicar y mostrar miseri-
cordia a lugares que nunca imaginaste?
Apertura (5 minutos):
• Haz una selección de imágenes con rostros, expresiones faciales, poses artísticas o
deportivas, bailes o cualquier otra con el objetivo que los participantes tengan que imitarla.
• Muestra una por una y haz que todos al mismo tiempo traten de igualar la expresión
o posición de la imagen. Diles que una imitación no exacta de la imagen le costará a la
persona un “Punto de descalificación”. Asegúrate de que todos acumulen la mayor cantidad
de puntos de descalificación (¡y de que se rían en el proceso!).
• Por más que nos esforcemos, nadie puede replicar con exactitud a la persona de la imagen.
En el plano espiritual, ¿acaso podríamos nosotros llegar a ser exactamente iguales a la
perfección de Dios? Por supuesto que no, ¡imposible!
1. Descalificados:
• Lee Mateo 4:17-22. En esta escena encontramos a varios personajes pescadores. Imagina
cómo es la vida de un pescador. ¿Por qué crees que ellos escogieron esa profesión? ¿Acaso
es malo que sean pescadores? ¡Para nada!
• Esto nos recuerda a nuestro problema delante de Dios: todos nosotros nacemos
descalificados para acercarnos a Dios. Ni siquiera podemos decir que trataremos de ser
personas buenas o espirituales, porque nacemos completamente muertos (ver Efesios 2:1).
2. Escogidos:
• A pesar de que aquellos pescadores no pudieron optar a estar cerca de los grandes
maestros religiosos de Israel, vemos ahora algo sorprendente. Jesús, el Maestro de maestros,
¡se acerca a ellos y los escoge para ser sus alumnos!
• ¿Cómo crees que se sintieron aquellos pescadores? ¿Qué cosas piensas que pudieron
estar pasando por su mente? ¿Qué hubieras pensado tú si fueras uno de ellos?
• Jesús se acerca y los escoge; lo mismo ocurre hoy con nosotros. No es porque somos
los mejores ni porque siempre hacemos todo bien. Entonces, ¿por qué será que Dios nos
escoge a nosotros para estar con Él?
3. Decididos:
• Pedro, Andrés, Jacobo y Juan tuvieron una reacción extraordinaria. ¿Cuál fue? ¿Por qué
crees que respondieron de esa manera?
• Esta fue una decisión muy atrevida, y en cierto sentido arriesgada. Implicaba estar
dispuestos a dejar muchas cosas. Menciona algunas cosas que crees que tendrían que
abandonar. Menciona algunas posibles dificultades que tendrían que enfrentar.
• Parece que ellos escogieron estar con Jesús ante cualquier otra cosa. ¿Crees que esta fue
una buena decisión? ¿Por qué?
• ¿Cuál es tu decisión ante la invitación de Dios para estar cerca de Él? Para ello, es necesario
haber sido limpiados de lo que nos separa de Dios, del pecado. ¡Es indispensable!
Cierre (5 minutos):
• ¡Qué buena noticia! Aquellos pescadores descalificados ahora forman parte del equipo de
Jesús. Igual que ellos, nosotros hemos sido escogidos para estar con él.
• ¿Alguna vez te has sentido rechazado por Dios? ¿Lejos de Dios? ¿Qué verdades debes
recordar en esos momentos?
• ¿Acaso existe algo en este mundo que pueda apartarte de Dios? ¿Acaso podrías hacer algo
en esta vida que podría separarte de Dios?
• Toma un tiempo para orar con ellos, repasando el Evangelio, ayudándoles a recordar su
posición en Cristo.
• Diles de que escriban una pequeña carta a Dios, agradeciéndole por haberles escogido.
Anímalos a leer nuevamente esa carta cuando alguna vez sientan que Dios no quiere estar
con ellos. Ciertamente habrá momentos así, pero dales seguridad del amor de Dios para
ellos.
Daniel y Andrea son dos jóvenes muy alegres, llenos de energía, rodeados de muchos amigos. Han
crecido en un ambiente familiar estable y han podido asistir desde pequeños a una misma iglesia.
Tanto en la escuela como en el grupo de jóvenes, cuentan con amigos muy cercanos. Sus fines de
semana son muy ocupados porque nunca falta una actividad, una invitación, algo en qué pasarla bien.
La semana pasada, recibieron una invitación. Fue Rubén quien los llamó para contarles que sus
papás estarían el viernes en la noche fuera de casa, por lo que había decidido invitarlos a ellos y a
otros más para una fiesta fuera de serie. Tanto a Daniel como a Andrea les pareció buena idea, así
que convencieron a sus papás para el permiso correspondiente. Pensaban que sería como en otras
ocasiones, en las que jugarían, comerían, quizás una película, un poco de música y un tiempo agradable
con amigos. Sin embargo, nunca imaginaron lo que encontrarían en aquella noche.
Había en aquella casa algunos jóvenes que nunca habían visto. Parecían muy amables y se integraron
rápidamente con el grupo, así que el tiempo fue avanzando gratamente como de costumbre. Sin
embargo, Rubén anunció que era el momento de la gran sorpresa. Los nuevos invitados asintieron, y
sacaron de unas bolsas varias botellas de licor. Todos comenzaron a aplaudir, menos Daniel y Andrea.
Ellos estaban sorprendidos, no sabían qué hacer. Rubén les dijo que no tuvieran miedo, que nadie iba
a saberlo. Les dijo que solamente tomaran un trago para probar, y si no les gustaba, estaba bien si no
seguían. Todos comenzaron a decirles que lo hicieran. Rubén puso un vaso en las manos de Andrea y
uno en las manos de Daniel.
Para reflexionar
1. ¿Qué crees que pasaba por la mente de Andrea y Daniel?
3. ¿Crees que haya algún problema con probar un poco nada más?
4. Como seguidores de Jesús, ¿qué crees que debían hacer? ¿Por qué?
Organiza dos o varios equipos mixtos dentro del grupo. El objetivo es que preparen
unas escenas cotidianas en las que se refleje cómo una persona tiene prioridades y toma decisiones
reflejando ser un discípulo de Jesús. Deberán recrear también la escena opuesta, donde se note cómo
en una misma situación, podríamos no evidenciar que somos seguidores de Jesús.
Las siguientes son escenas o casos sugeridos. Agrega otras según las características de tu grupo:
Sugerencias
1. Lidiar con la presión de grupo en el lugar de estudios.
Prepara varios regalos sencillos de diferentes tamaños, como dulces, bolígrafos, stickers, o cualquier
objeto que encuentres por allí. Entre más variado e inesperado sea cada “premio”, mejor.
Escoge uno que sea el premio mayor. Comienza a envolverlo en plástico de cocina (esos rollos de
plástico fino que sirve para envolver alimentos). Conforme lo vas envolviendo con muchas vueltas de
plástico se formará una bola cada vez más grande. Poco a poco, introduce los otros premios, de tal
forma que quede una bola lo más grande posible con premios entre las capas de plástico.
Forma a todos en un círculo. La primera persona comenzará a desenvolver el plástico tan rápido como
pueda, y cada premio que quede descubierto será suyo. La persona a su lado derecho tendrá dos
dados, y tan rápido como pueda, los estará lanzando hasta obtener dos números iguales. Cuando eso
sucede, le quitará de las manos la bola de premios y será su turno de desenvolverla a toda velocidad.
La persona a su lado derecho toma los dados con la intención de ganar su turno.
Según el tamaño del grupo, puedes preparar varias bolas de premios, o hacer modificaciones que
aceleren el ritmo, como “es tu turno con la bola si la suma de los dados es mayor de 4”.
Esta semana hemos recordado cómo Jesús escogió a unos de sus discípulos. Nosotros también somos
escogidos por él para ser sus amigos, ¡hoy y para siempre!
Según la categoría que escogiste, si tuvieras que formar a un equipo ideal de 5, ¿quién lo integraría?
Defiende tu selección.
Sin duda, ¡todos quisiéramos escoger a los mejores!
No obstante, al ver la vida de los discípulos de Jesús, los escogidos para ser su dream team no eran
precisamente los mejores… ¿En qué formas se notaba lo imperfecto de los discípulos?
De hecho, no solo ellos son personas imperfectas. ¡Todos los seres humanos lo somos! Lee Romanos
3:11-18.
A pesar de ello, ¡mira que noticia tan maravillosa en Romanos 5:8!
¿Por qué murió Jesús en nuestro lugar?
Ahora, gracias a lo que Jesús hizo en la cruz, tenemos una vida nueva. Lee 2 Corintios 5:17. Ilustremos
ese cambio de la siguiente forma: movámonos a un rincón del lugar donde estamos ahora. A ese punto
le llamaremos “Sin Jesús”. Mencionemos 1 característica de una vida sin Jesús. Ahora, caminemos hacia
la esquina opuesta de donde nos encontramos. Ese punto es “Con Jesús”. Menciona ahora el contraste
de la característica anterior, una vez que tenemos vida nueva. Regresemos al punto de partida “Sin
Cristo”, y repitamos varias veces el ejercicio.
Aunque a veces todavía nos cuesta, fallamos, nos equivocamos, y pecamos, ¡Jesús sigue escogiéndonos
para ser sus amigos por siempre! Su deseo es que vivamos conociéndolo cada vez más, y pareciéndonos
más a él.
Terminemos con un tiempo de oración unos por otros para que en esta semana vivamos la vida nueva
que Jesús nos da.