El Peor Tirador de Tiros Libres en La NBA
El Peor Tirador de Tiros Libres en La NBA
El Peor Tirador de Tiros Libres en La NBA
Han pasado tres años desde que se retiró del baloncesto en activo, pero Shaquille
O’Neal tiene una espinita clavada que aún no ha podido sacarse. El mastodóntico pívot
comentó en el Shaquille O’Neal Charity Golf Tournament que todavía se arrepiente de
la gran cantidad de tiros libres que falló a lo largo de su carrera, que le privaron de ser
el segundo máximo anotador de la historia de la NBA.
“Lo que más me atormenta es que me perdí 250 partidos cuando estaba
promediando buenas estadísticas. Ahora mismo soy el sexto máximo anotador
de la historia [28.596 puntos], pero si hubiese perdido la mitad, ahora mismo
tendría otros 3.000 puntos que me pondrían en el tercer lugar”, explicó Shaq a los
medios. “Además, fallé 10.000 tiros libres. Si sólo hubiese fallado 7.000, tendría
otros 3.000 más y ahora mismo sería el segundo máximo anotador de la historia.
Esto es lo único que me atormenta”.
en más de una ocasión que cuanto más entrena los tiros libres más falla a la
hora de la verdad y es que el mal 67% de acierto en su año rookie es el mejor
de su carrera. Y el único en el que acertó por encima del 60.
"Cuando llego al pabellón, pienso que los voy a meter pero empiezo a tirar y
escucho a la gente decir que voy a fallar. Y fallo"
Uno de los más grandes de la historia -Shaq- tuvo una oferta de Barry sobre
la mesa pero se negó a tirar a cuchara. Años después y tirando de ironía,
O'Neal explicaría sus números desde la línea: “Que yo promedie un 40% de
acierto desde el tiro libre es una forma que tiene Dios de decir que nadie es
perfecto. Si promediara el 90% no estaría bien”
Si hay una parte del juego en el baloncesto que es facilmente mejorable sea cual sea tu
nivel y calidad deportiva es sin lugar a duda el lanzamiento de tiros libres.
Este tipo de lanzamiento tiene la característica tanto de ser el único momento en el que
se puede anotar sin ningún tipo de oposición como ser siempre un lanzamiento en
estático y desde una misma distancia.
Esta dos cuestiones hacen que el tiro libre sea algo fácilmente mejorable siempre que
exista una buena mecánica de lanzamiento y esta se entrene con asiduidad y disciplina.
La ejecución de un mismo tipo de lanzamiento con esas características requiere a parte
del entrenamiento del que hablábamos un cierto nivel de concentración para ser
siempre realizado de la misma manera y por lo tanto conseguir el mismo resultado que
no es otro que aprovechar un lanzamiento que debe acabar normalmente en anotación
para el jugador que lo realice.
A lo largo de la historia algunos grandes jugadores (principalmente jugadores
interiores) han arrastrado muy malos porcentajes, algunos por un mecánica de
lanzamiento muy mala y otros basicamente porque no la han entrenado con la ética y
disciplina de trabajo y esfuerzo necesaria para mejorar esta forma tan importante de
anotación.
Si el jugador combina ambas variables es muy probable que su porcentaje de tiro suba ya que
hablamos de un lanzamiento sin oposición en el que el tirador está sólo frente al aro y sólo tiene que
ejecutar un movimiento.
Es cierto que existen los factores de la presión ambiental y del cansancio pero eso puede afectar a un
cierto porcentaje de tiro en el lanzamiento pero no más allá de un 10-15% en total.
Es claro que el lanzador infalible… el robot programado no existe. El fallo llega pero no puede ser
una constante como es el caso de los jugadores que vamos a ver.
Algunos de ellos están entre los mejores de la historia e igual esa tremenda superioridad en otros
aspectos no les hizo dedicarse más al lanzamiento de tiro libre…. si algunos lo hubieran hecho…
Para poder encontrar realmente a los peores tiradores de la historia vamos a filtrar por los jugadores
que al menos hayan lanzado 1000 tiros libres a lo largo de sus carreras.
Los tiros libres tienen una importancia vital para definir un partido y todos los equipos
destinan parte de sus entrenamientos para practicar desde la línea de lanzamiento,
distante 4,2 metros del cesto de acuerdo a las normas de la FIBA.
Esto se debe a que, como sabemos, un solo punto puede ser decisivo a la hora de ganar
un juego, lo que cobra más relevancia cuando, ante resultados cerrados –que en el
básquetbol son muy frecuentes-, muchas veces los equipos buscan hacer faltas para,
después de que el equipo falle el tiro, recuperar el balón
Estas faltas tienen como destino privilegiado a los pívots, quienes pese a su elevada
estatura, son conocidos por no ser tan efectivos a la hora de ponerse ante la línea de tiros
libres.
Así, el equipo que comete la falta sabe que es mejor correr el riesgo de que el pívot lance
tiros libres –para después recuperar el balón- que permitirle llegar bajo el cesto, donde la
efectividad del oponente puede ser letal.
El mejor ejemplo de pívot con mala puntería corresponde a Shaquille O’Neal, quien era el
blanco favorito de los equipo contrarios, quienes le hacían faltas sabiendo que fallaría el
lanzamiento de tiros libres.
Cuando Shaquille O'Neal patrullaba por las zonas de la NBA, cuando su ley era la más
fuerte, se creó el famoso Hack-a-Shaq. Se trataba de aprovechar su poca destreza y
acierto en los lanzamientos de tiros libres para llevarle a la línea, una y otra vez, y ver cómo
sus tiros se estrellaban violentamente en el aro y volvían a la cancha convertidos en
rebotes.
Pero si a Shaq le das una pelota de golf, es otra cosa. Lo demostró en un campo de golf,
donde pareció demostrar haber trabajado en su tiro tras la retirada. Cogió una pelota de
golf y a unos tres metros aproximadamente embocó en un hoyo con enorme facilidad, algo
que el ex jugador celebró enormemente.
Peor se le dio el golf con los palos que con las manos. Impagable es el momento en el que
Shaq trata de salir de un hoyo con el drive. ¿Se puede tener peor swing? Genio y figura.
No debe ser nada fácil, supongo, ya que la presión tanto interna del propio jugador, como
la externa (equipo, rival o aficionados) debe ser bastante alta y estresante,
y no todos los jugadores tienen esa tranquilidad, sangre fría o CAPACIDAD MENTAL que
lo hagan un seguro de vida a la hora ir al tiro libre.
Nadie duda de que el tiro libre como tal es un elemento del juego bastante peculiar y
particular, que lo hacen ser un elemento muy diferente con respecto al resto de acciones
del baloncesto.
Este hecho diferencial viene representado dentro del fenómeno de lo que conocemos
“HABILIDADES INVARIABLES”, es decir, a diferencia del resto de acciones que son
variables, en dicha acción se muestra una situación en la cual el jugador está en una
situación específica e individual, sin rivales que le impidan o imposibiliten el dar un pase,
o cerrar una entrada a canasta, un intento de taponar, es decir, no hay interacción.
Resulta fácil dar consejos desde una perspectiva general al que se enfrenta a dicha
situación, “ debes concentrarte” , “ piensa en alguna cosa que te haga sentir bien”,
aunque desde mi punto de vista creo que no es suficiente, creyendo que se
debe intervenir desde una perspectiva psicológica, trabajando en aquellos aspectos
mentales que definamos y delimitemos como básicos y que puedan ayudar al jugador a
mejorar su confianza, autoestima y seguridad, lo que repercutirá positivamente en un
mejor rendimiento y mejora de su porcentaje
1. LA CONCENTRACIÓN.
2. FOCALIZACIÓN DE LA ATENCIÓN.
3. LA VISUALIZACIÓN.
LA CONCENTRACIÓN:
En este aspecto se debe tener en cuenta que lo primordial a saber es: a que prestar
atención, cuando estar atento, como mantenerse concentrado en momentos difíciles,
concentrarse en la tarea inmediata y evitar pensamientos posteriores, y por último
concentrarse en el aquí y ahora.
2.Pensamiento analítico en exceso, que
generalmente recurre a análisis de situaciones anteriores en que se obtuvieron
fracasos.
Pero ¿qué es estar concentrado?, ¿podemos saber realmente si nuestro jugador está
concentrado o no? Estar concentrado es estar pendiente de los estímulos
relevantes para hacer la tarea que tenemos que hacer. Es decir, hacer y atender sólo y
exclusivamente a lo que es importante para realizar el objetivo pretendido.
En una jugada de defensa, ¿es importante estar pendiente de la posición de los compañeros
de equipo y de los contrarios?, sí. Pues eso es estar concentrado en la defensa.
Nick Van Exel se colocaba medio metro detrás de la línea porque estaba totalmente
convencido que haciéndolo así metía más, Gilbert Arenas nada más recibir acostumbra a
pasarse el balón tres veces por detrás de la espalda, Marc Jackson, base de los Knicks y
los Pacers de los 90, señalaba el aro con el pulgar de la mano derecha para apuntar mejor
(sí, sí, para apuntar mejor… o al menos eso decía),
Michael Adams, que sigue en poder del record que estuvo cerca de batir Jose Calderón de
97 tiros libres anotados consecutivamente en partidos de la NBA, además de poseer una
mecánica de tiro llamémosla especial, se escoraba mucho a la derecha para lanzar, lo
mismo que sigue haciendo el croata ex-baskonista Zoran Planinic.
Pau Gasol muy de vez en cuando, junta las manos y se sopla en los dedos como para
calentarlos, Steve Nash va un poco más allá y realiza un ritual de tres movimientos, primero
se chupa los dedos ¿quizás para enfríarlos?, luego se coloca bien el pelo detrás de las
orejas como hace Rafa Nadal antes de sacar, pero dejando tranquilo el pantalón y por
último ejecuta un tiro libre con un balón invisible para practicar la mecánica; todo esto unido,
hace que su porcentaje de acierto desde la línea en toda su carrera, sea superior al 90%.
Podéis intentar el método Nash en el siguiente partido, si entran habrá valido la pena, si
no, seguro que más de uno se echa unas risas.
B. Los botes :
El número de botes es todo un clásico porque ¿Quién no ha botado alguna vez el balón en
la línea, contando internamente el número de veces? una variante se puede dar cuando en
caso de fallar el primero, se provoca que el número de botes del segundo no coincida con
los del primero para ver si así hay más suerte. Granger Hall, americano que jugaba en
el Magia de Huesca en los 80 daba tres botes rítmicos característicos que eran jaleados por
la afición, Boniface N´Dong acompaña cada bote con una peculiar flexión de
rodillas, Richard Hamilton de los Pistons también roza lo psicótico ya que antes de tirar,
da dos botes al frente y otro exageradamente escorado al costado.
Otros botes de balón famosos en los tiros libres eran los de Dejan Bodiroga, realizados
mientras el público coreaba al compás de los mismos “ Bo-Di-Ro-Ga” y por último tenemos
a Alberto Herreros que prefería prescindir de rutinas con el bote, optando por no botar el
balón antes de lanzar, lo que constituía otra manía en sí misma.
Una vez finalizado el último bote y antes de ejecutar el tiro, Karl Malone soltaba por lo
bajinis auténticas parrafadas, nadie sabía a ciencia cierta si estaba motivándose a sí mismo,
si estaba insultando a algún rival o si simplemente rezaba como acostumbran a hacer los
mormones de Utah.
Una versión local de lo que hacía Karl Malone es lo que viene haciendo desde hace
años Jorge Garbajosa; en este caso, como lo que dice es más corto y gracias a que el
castellano nos resulta más fácil de leer en los labios que el inglés, podríamos aventurarnos
a decir que pronuncia algo similar a “Vamos pa dentro” pero él nunca lo ha querido
confirmar.
Otro que aprovechaba los tiros libres para reflexionar y mucho, era el miembro de los Bad
boys, Adrian Dantley que acudía a la línea con mucha asiduidad (de hecho entre las cinco
marcas de más tiros libres anotados en un partido tres son de Dantley con 28, 27 y
26 mientras que las dos marcas restantes son de Wilt Chamberlain y Michael Jordan) pero
lo más peculiar no era el número de tiros libres anotados sino el extenso ritual que hacía.
La mente de AD seguía la siguiente secuencia. Mirar al suelo, ver los pies en posición…
tocar con cada mano la sien, primero la derecha, luego la izquierda, botar el balón, cuatro
veces, ni más ni menos, haciendo una pequeña pausa, mínima, entre bote y bote. Rodar el
balón en la mano. Apuntar. Tirar el balón echando el cuerpo hacia adelante pero ojo, sin
mover los pies. Todo esto creaba la atmósfera necesaria para ejecutar el lanzamiento
Se dice que una ocasión le pitaron la violación de exceso de tiempo en los tiros libres ( en la
NBA son 10 segundos) cuando habían pasado 14 segundos!!! desde que el árbitro le había
dado la bola. Teniendo en cuenta que Dantley iba mucho a la línea, todo parece indicar que
los partidos de los Pistons podían hacerse muuuuy largos, casi eternos.
Comenzaremos con una mirada atrás para rescatar el tiro libre de cuchara que Rick
Barry ejecutaba a la perfección en la NBA hace varias décadas y que a finales de los
ochenta y principios de los 90 volvió a rescatar el italiano Ricardo Pittis, acabamos de
decir que Rick y Ricardo tiraban a cucharón, curiosa coincidencia ¿Quién será entonces el
siguiente en hacerlo, Ricky Rubio tal vez? teniendo en cuenta, cómo le están volviendo
loco con tantos cambios en la mecánica, podría ser. Otra forma llamativa de lanzar, era el
estilo sacándola de muy arriba, casi como un saque de banda futbolero, del pívot de
los Bulls Bill Cartwright.
Estilos poco ortodoxos son también los de Shawn Marion que tira con los brazos
encogidos, como con miedo de romper algo y Desmond Mason que saca el balón desde
una posición de brazos exageradamente adelantada, pero si hablamos de mecánicas feas
se lleva la palma la del jugador de los Rockets, Chuck Hayes, antiestética es poco, sube el
balón hasta arriba, cuando parece que puede llegar a equilibrarse, comienza una especie de
balanceo corporal en ocasiones espasmódico para arrojar a continuación el balón,
invadiendo a veces con un incontrolado pie, la línea de tiros libres.
Otro que pisaba en muchas ocasiones pero que casi nunca se los anulaban, era el bueno
de Igor Rakocevic, si en vez de Rako hubiese sido el junior de turno, seguro que tendría
más tiros libres anulados que anotados. No nos podemos olvidar de los tiros libres saltando
del mítico Darryl Middleton que aún seguía jugando pasados los 40… y quién no recuerda
al base griego John Korfas que los ejecutaba siempre con mucha destreza pero con la
dificultad de hacerlo con una sola mano.
Versiones esporádicas de este particular estilo son las de Bo Kimble que decidió lanzar el
primer tiro libre de cada partido solo con la izquierda para homenajear a su compañero y
amigo fallecido Hank Gathers; Tracy McGrady lanzó en un partido (anotando el primero)
los tiros libres con la zurda porque la derecha la tenía lastimada y por último Shaquille
O’Neal también se animó a dar espectáculo en un All Star tirando un tiro libre con una
mano y la otra en la espalda. Incluso alguien que estaba por encima del bien y del mal,
como Michael Jordan se permitió el lujo en varios partidos de lanzar (y meter) tiros libres
con los ojos cerrados… aunque pensándolo un momento, tampoco tiene tanto mérito, al fin y
al cabo, eso mismo, o algo parecido, lo ha venido haciendo Yao Ming habitualmente a lo
largo de toda su carrera
Esta capacidad es mucho más decisiva para el tiro libre que para cualquier otro aspecto del
juego, ya que en muchos otros casos lo que pedimos al jugador es que tenga el mayor
campo de visión y atención posible.
Mediante la focalización el jugador debe crear lo que que se podría llamar Foco de
atención prioritaria, que se podría asimilar a un foco de luz con un tamaño determinado
que abarque sólo lo necesario para la acción y así concentrar todos sus recursos en el
campo visual donde aparecerá su objetivo (tablero y cesto)
LA VISUALIZACIÓN
Es una técnica psicológica para alcanzar una condición
emocional deseada mediante la imaginación de la escena concreta de la acción que
se pretende realizar.
La visualización facilita la precisión del movimiento, posibilita la corrección de algunos
gestos y mejora el grado de concentración y confianza del jugador.
El tiro libre decide partidos, y muchos. Así de simple pero de real. Un partido muy
igualado puede decidirse por el porcentaje de acierto en los tiros libres. En las categorías de
formación suelen haber una gran diferencia entre unos equipos y otros en este aspecto y es
lo que finalmente decide el vencedor. Además, normalmente, la puntuación es más baja, por
lo que los tiros libres cobran aún más relevancia.
Algunas opiniones.
Como ejemplo y situándonos en el mundo del golf dos maestros opinan sobre el tema.
“Nunca fallé un tiro sin tener un muy sostenido cuadro del enfoque en mi
cabeza”. Jack Nicklaus.
Pienso en una música que me trae recuerdos que me proporcionan el ritmo necesario
para mi swing”.
Por último una frase de Charles Garfield que resume y refleja la enorme importancia del
entrenamiento mental.
“La mente es el campo de juego donde el verdadero juego tiene lugar, una vez el
entrenamiento físico está hecho, la diferencia entre ganar o no ganar está en la
cabeza”.