Novena Virgen San Nicolas
Novena Virgen San Nicolas
Novena Virgen San Nicolas
ORACIÓN PREPARATORIA
¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Tu que creaste en la
Iglesia, por medio de Tu privilegiado hijo Domingo, el místico árbol del
Santo Rosario, haz que abracemos todos tu santa devoción y gocemos
su verdadero espíritu; y que aquellas místicas rosas sean en nuestros
labios y corazón, para los pecadores medicina y para los justos aumento
de gracia.
Amén
ORACIÓN PREPARATORIA
¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Tu que creaste en la
Iglesia, por medio de Tu privilegiado hijo Domingo, el místico árbol del
Santo Rosario, haz que abracemos todos tu santa devoción y gocemos
su verdadero espíritu; y que aquellas místicas rosas sean en nuestros
labios y corazón, para los pecadores medicina y para los justos aumento
de gracia.
Amén
«Bendita Tu eres entre todas las mujeres» Tu eres la gloria de Jerusalén: Tu la alegría de Israel:
Tu el honor del pueblo santo de Dios.
Obtenga por tu intercesión nuestro espíritu la más viva fe, para considerar y adorar con
Tu santo Rosario las misericordias que en Ti y por Ti hizo el Hijo de Dios.
Amén.
Que se esfuercen los hombres y no cometan más pecados. Sigan
los hombres a la Madre de Cristo, y la Madre de Cristo con Su
Pureza los rociará.
Haya conversión en los hombres y sus almas sanarán; haya
conversión en este Tiempo especial de la Madre del Cielo y
abundantes Bendiciones tendrán los hombres. Bendito y
Glorificado sea el Dios Altísimo.
ORACIONES FINALES
Rezar tres Avemarías y Glorias en reverencia a
las tres prerrogativas de la Santísima Virgen:
Hija de Dios Padre,
Madre de Dios Hijo y
Esposa de Dios Espíritu Santo.
¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos!
Por aquella confianza y autoridad de Madre con que puedes presentar nuestros ruegos al que
es árbitro soberano de nuestro bien empeña una y otra en favor nuestro.
Consíguenos el reformar con el Santo Rosario nuestras vidas, estudiando en tan dulce libro la
fiel imitación de Tu Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo por todos los siglos de
los siglos.
Amén.
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«Ruega por nosotros pecadores». ¡Madre de piedad! A ti solo dijo aquel Rey soberano de la
gloria: Tu eres mi Madre.
Alcánzame humildad y plena confianza, dispuesto de este modo, con el auxilio de Dios, a
recibir los favores de la Divina misericordia, por los méritos de tu Hijo y Redentor nuestro.
Amén.
Adora a Dios, como nunca antes lo habíais hecho, y Honra a Su
Madre.
Esto es posible si hay amor, devoción y respeto. En los momentos
de Adoración al Señor, sentirás Paz, y Honrando a esta
Madre, llegarás a fortalecer tu espíritu. Gloria por Siempre al
Señor….
ORACIONES FINALES
Rezar tres Avemarías y Glorias en reverencia a
las tres prerrogativas de la Santísima Virgen:
Hija de Dios Padre,
Madre de Dios Hijo y
Esposa de Dios Espíritu Santo.
¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos!
Por aquella confianza y autoridad de Madre con que puedes presentar nuestros ruegos al que
es árbitro soberano de nuestro bien empeña una y otra en favor nuestro.
Consíguenos el reformar con el Santo Rosario nuestras vidas, estudiando en tan dulce libro la
fiel imitación de Tu Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo por todos los siglos de
los siglos.
Amén.
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ORACIÓN PREPARATORIA
¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Tu que creaste en la
Iglesia, por medio de Tu privilegiado hijo Domingo, el místico árbol del
Santo Rosario, haz que abracemos todos tu santa devoción y gocemos
su verdadero espíritu; y que aquellas místicas rosas sean en nuestros
labios y corazón, para los pecadores medicina y para los justos aumento
de gracia.
Amén
«Ahora, y en la hora de nuestra muerte», estamos siempre expuestos a
perder la gracia de Dios. Haz que no se aparte de mi memoria al último
momento de la vida, que habrá de ser decisivo de mi eterna suerte. ¡Oh
Madre de piedad! concedeme el consuelo de morir bajo la tu protección
y en el amor de mi amado Jesús. Amén.
El día veinticuatro de cada mes, haz el Santo Rosario de
veinticuatro horas, esto aplacará en parte el dolor de mi Corazón.
Digo a mis hijos: Oren y sientan a la Madre, oren y amen a la
Madre, oren y ofrezcan a la Madre. Amén.”
ORACIONES FINALES
Rezar tres Avemarías y Glorias en reverencia a
las tres prerrogativas de la Santísima Virgen:
Hija de Dios Padre,
Madre de Dios Hijo y
Esposa de Dios Espíritu Santo.
¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso
de todos los afligidos! Por aquella confianza y autoridad de Madre con
que puedes presentar nuestros ruegos al que es árbitro soberano de
nuestro bien empeña una y otra en favor nuestro.
Consíguenos el reformar con el Santo Rosario nuestras vidas, estudiando
en tan dulce libro la fiel imitación de Tu Hijo Jesús, hasta que podamos
adorarlo y amarlo por todos los siglos de los siglos.
Amén.