Conde de Saint-Simon y Auguste Comte
Conde de Saint-Simon y Auguste Comte
Conde de Saint-Simon y Auguste Comte
a) Describe los aportes del pensador francés Claude Henri de Rouvroy o conde de Saint
Simon.
Dos de los primeros pensadores que comenzaron a perfilar y a recortar los contornos de lo que
vendría a conformarse como la Sociología Científica fueron Claude-Henri de Rouvroy, Conde de
Saint-Simon y Auguste Comte.
Claude-Henri de Rouvroy, Conde de Saint-Simon fue un filósofo y teórico social cuyas ideas
fueron incluidas por Karl Marx y Friedrich Engels dentro del socialismo utópico.
Fue considerado por muchos como el primer teórico de la sociedad industrial, acreedor,
debido a ello el título de fundador del socialismo francés, o incluso de iniciador del socialismo.
Auguste Comte, discípulo y secretario del conde de Saint Simon, compartía el espíritu
innovador y antitradicional de la Gran Revolución.
Saint-Simon sostenía que el fin de la nueva sociedad, guiada por un ‘nuevo cristianismo’
condensado en la fórmula “los hombres deben conducirse como hermanos unos respecto de
otros” consiste en mejorar lo más rápidamente posible la suerte de la clase más pobre.
Decía Saint Simon, “toda la sociedad debe trabajar en la mejora de la existencia moral y física
de la clase más pobre; la sociedad debe ser organizada de la manera más conveniente para
hacer que alcance este gran fin”. Fue el autor más influyente sobre los primeros socialistas, así
como también pesó en la Sociología de Auguste Comte, llegando su eco hasta Marx, quién
compartió su optimismo científico y su fe en el rol tecnológico.
b) Detalla los aspectos más destacados del pensamiento de Augusto Comte y la formulación
de su Filosofía Positiva o Positivismo.
El legado transferido de Saint Simon hacia Comte fue su impronta positivista, presente en su
difundida, aunque no practicada, meta de convertir en objeto de estudio científico a la
sociedad, la política y la moral.
Este positivismo atraía a quienes respetaban el método científico y buscaban una manera de
promover el cambio social dentro del orden. Dicho legado incluía la misión de completar la
constitución de la llamada “fisiología social” o “física social”, que Comte luego rebautizaría
como “Sociología”.
En síntesis, Comte fue el pensador más decisivo del siglo XIX y con gran influencia en el XX.
Hizo un aporte central a la constitución del positivismo, y dio las bases primeras y
fundamentales para el establecimiento de la Sociología como ciencia.
Propuso un estudio racional de los fenómenos sociales asentado sobre el método positivo, en
abierta crítica a la filosofía previa y a su método especulativo–imaginativo. Sostenía que “la
ciencia o Filosofía Positiva se caracterizaba por la subordinación necesaria y permanente de la
imaginación a la observación, que constituye sobre todo el espíritu científico propiamente
dicho, en oposición al espíritu teológico o metafísico”.
A lo largo de toda su obra solo emplearía el término “filosofía” en el sentido que lo habían
hecho los antiguos: designando el sistema general de los conocimientos humanos, y no como
divagaciones abstractas pre científicas. Ni el término newtoniano de “filosofía natural”, ni el de
“filosofía de las ciencias”, le resultaba más exacto que el de “filosofía positiva”, para referirse
al tercer y último estado evolutivo de la filosofía general, primitivamente teológica y luego
metafísica.
“Sin embargo, se suele conceder una especial importancia al autor francés Auguste Comte
(1798-1857), aunque solo sea porque fue él quien acuñó el término “Sociología” (Giddens,
2010:31).
En abierta oposición a la cultura y ciencia germanas, dominantes durante la mayor parte de los
siglos XIX y XX en Europa, y, en particular, al idealismo hegeliano, Comte afirmaba que si las
únicas verdades asequibles a la razón eran las positivas (las empíricas), entonces lo que estaba
más allá de los hechos podía ser objeto de creencia, pero nunca de verdadero conocimiento.
El marcado tinte positivista del autor convertía a la Sociología en una ciencia orientada a
aplicar métodos científicos rigurosos al estudio de la sociedad, del mismo modo que los
utilizados por la física o la química para estudiar el mundo físico. La ciencia debía centrarse
solo en entidades observables susceptibles de ser conocidas en forma directa por la
experiencia. A partir de una cuidadosa observación sensorial podían inferirse leyes que
explicasen la relación entre los fenómenos observados. Según este enfoque, la Sociología era
capaz de producir conocimientos sociales basados en datos empíricos procedentes de la
observación, la comparación y la experimentación (Giddens, 2010:31-32).