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HAMLET

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HAMLET – WILLIAM SHAKESPEARE.

Actividad 1: “El príncipe cansado” – Auerbach.


 ¿Cuáles son los elementos que componen la mezcla estilística en Hamlet?
Los elementos de la mezcla estilística son: el elemento de lo corpóreo-criatural, el de los
objetos triviales y de todos los días, el de la mezcla de clases entre personas de rango bajo y
alto, las formas de hablar elevadas e inferiores. Todo esto es abundante en la obra trágica de
Shakespeare.
Un ejemplo de descripción de lo corpóreo-criatural puede ser el desvarío psicológico de
Ofelia. Cita:
Rey: “- ¿Cómo estás, linda Ofelia?
Ofelia: “- Bien, Dios se lo pague. Cuentan que la lechuza era la hija de un panadero.
¡Señor! Sabemos lo que somos, no lo que podemos ser. ¡Dios bendiga vuestra mesa!
(Shakespeare- pág. 118).
Mezcla de clases altas y bajas. Cita:
Horacio: “- ¿Quiénes son los que quieren hablarme?”
Criados: “- Unos marineros, señor. Dicen que os traen una carta.”
Horacio: “-Que pasen.”
Primer marinero: “-Dios os guarde, señor”.
Horacio: “- Igualmente”.
(Shakespeare – pág. 125)
La mezcla de los personajes trae como consecuencia la de lo trágico y lo cómico. Los
personajes que Shakespeare trata trágica y elevadamente son de alto rango: héroes trágicos,
reyes, príncipes (como en el caso de Hamlet), jefes de ejército, etc.
El modo en que Shakespeare pinta a las clases medias e inferiores, nunca es trágicamente.
La mezcla de estilos en la representación de los personajes es muy profunda. Lo trágico y lo
cómico, lo elevado y lo bajo, se mezclan en la mayoría de las piezas que, generalmente,
merecen la denominación de trágicos. Diversos métodos colaboran en esa mezcla:
argumentos trágicos, por ejemplo, alternan con escenas cómicas rufianescas y populares y
las situaciones, generalmente, son las siguientes: entran en las escenas trágicas, junto a los
héroes, bufones y otros tipos cómicos, que acompañan las acciones de aquellos,
interrumpiéndolos y comentándolos a su sabor. O, muchos personajes trágicos llevan la
propensión hacia la ruptura estilística cómica, realista o sarcástica grotesca. El ejemplo que
cabría perfectamente de la sucesión de escenas cómicas y trágicas dentro de la misma
tragedia es la del enterrador en Hamlet. Cita:
Hamlet: “(…) Tú, ¿De quién es esa fosa?” (Shakespeare- pág. 136)
Enterrador: “-Mía, señor.”
Hamlet: “- Será tuya porque te has metido dentro.”
Enterrador: “- Y como vos estás fuera, por lo tanto, no es tuya. Yo en esto no me he
metido, pero es mía.”
Hamlet: “- Te has metido y has mentido diciendo que es tuya. Es para un muerto, no para
un vivo; así que mientes.”
Enterrador: “-Señor, es una mentir viva y ahora vuelve con vos.”
Hamlet: - “¿Para qué hombre la cavas?”
Enterrador: “- Para ningún hombre, señor.”
Hamlet: “- ¿Para qué mujer, entonces?”
Enterrador: “-Para ninguna, tampoco.”
Hamlet: “- ¿A quién van a enterrar?”
Enterrador: “-A una que fue mujer, pero que en paz descanse, está muerta.”
(Shakespeare – pág. 137)

Por otro lado, la locura semirreal y semifingida de Hamlet se desencadena en todos los
niveles de estilo. Salta del chiste espeso a lo lírico o lo sublime, de lo irónicamente absurdo
a la meditación oscura y profunda, etc. Cita:
Polonio: “- ¿Cómo está mi príncipe Hamlet?”
Hamlet: “- Bien, a Dios gracias.”
Polonio: “- ¿Sabéis quién soy, señor?”
Hamlet: “- Perfectamente. Tú vendes pescado.”
Polonio: “- ¿Yo? No, señor.”
Hamlet: “- Pues ojalá fueseis tan honrado.”
Polonio: “- ¿Honrado, señor?”
Hamlet: “- Claro, tal como va el mundo, ser honrado es ser uno entre diez mil.”
Polonio: “- Muy cierto, señor mío.”
Hamlet: “- Pues si el sol cría gusanos en un perro muerto, y besa la carroña siendo un
dios… ¿Tú tienes una hija?”
(Shakespeare- págs. 56 y 57).
Shakespeare mezcla lo sublime y lo bajo, lo trágico y lo cómico en inagotables gradaciones.
Entre las tragedias no hay ninguna que sostenga constantemente, desde el principio hasta el
final, un solo nivel estilístico.

 ¿Cuáles son las diferencias que se marcan entre el teatro griego y el isabelino?
La gran diferencia entre el drama griego y el isabelino es que la tragedia en las piezas
griegas es una tragedia arreglada, en la que los caracteres no desempeñan un papel decisivo.
Sólo actúan y mueren. Pero la tragedia en las piezas isabelinas procede del corazón de los
personajes mismos. De hecho, Hamlet es Hamlet, no a causa de que un dios caprichoso lo
obligó a moverse en dirección hacia un fin trágico, sino porque hay en él una esencia única
que lo hace incapaz de obrar de un modo diferente. La libertad de acción que posee Hamlet,
no está presente ni en Edipo ni en Orestes.
El carácter de héroe en la tragedia isabelina, sobre todo en Shakespeare, está desarrollado
con mucha más verdad y variedad que en los antiguos y tiene una participación más activa
en la plasmación del destino. De hecho, la concepción del destino en la tragedia isabelina es
más amplia y está más ligada al carácter del personaje que en los griegos.
Los temas de la tragedia antigua están tomados del mito nacional y, en pocos casos, de la
historia nacional. Son temas sagrados donde cuyos personajes son conocidos por el
auditorio. El ambiente también era conocido y, casi siempre, el mismo. De lo contrario, en
el teatro isabelino, existen multiplicidad de temas, libertad en su disposición e invención,
etc.
En la tragedia antigua se puede ver una demarcación entre el destino y el carácter natural de
los personajes sometidos a él. En cambio, en los dramas isabelinos, la mayoría de los casos
no tienen que ver con el carácter puramente natural, sino que están perforados por el
nacimiento, las condiciones de vida, la historia anterior, es decir, el propio destino que ya
tuvo gran parte en el conflicto trágico actual, que suele ser una tragedia que ya viene desde
hace tiempo.
El teatro isabelino ofrece un mundo humano mucho más variado que el griego, de hecho,
están a su disposición todos los países y sus épocas y, como tema, todas las combinaciones
de la fantasía, de hecho, los asuntos vienen de la historia nacional y de la romana; los
escenarios son en Inglaterra, Dinamarca (como en el caso de Hamlet) Francia, entre otros.
Es menester saber que el sigo 16 posee ya un alto grado de conciencia histórica y
perspectiva. El teatro clásico, por el contrario, tuvo poca oportunidad para desarrollar esta
conciencia de la que sí dota el teatro isabelino, por el hecho de que sus asuntos eran
demasiado limitados y porque el público antiguo no consideraba como dignos de
consideración artística temas de ningún otro grupo cultural y vital que no fuera el suyo.

Actividad 2:

Personaje seleccionado: Rey Claudio.


A)- Descripción del personaje:
Claudio es calculador. A lo largo de la obra intenta tomar la locura de Hamlet como excusa
perfecta para que nadie sospeche de él y así va buscando el causante de aquella que, cuando
el príncipe da indicios –como por ejemplo con la obra de teatro- descubre que la causa
principal es el asesinato de su padre a manos de él, lo que, lo lleva a querer disuadir todo el
tiempo su crimen tratando de deshacerse de Hamlet.
También, a raíz de la muerte de Polonio, su excusa es sembrar odio en Laertes contra el
príncipe con la finalidad de crear un plan para matar a este último y así disuadir su crimen
contra el Rey.
Todo el tiempo busca encubrirse. Es egocéntrico, se cuida él y no le importa nadie más.
Citas:
Rey:” -No me gusta su actitud, ni conviene a mi seguridad dejar tan libre su locura.
Asique preparaos: yo despacharé de inmediato el nombramiento y él los acompañará a
Inglaterra. Mi condición no puede tolerar un peligro tan cercano como el que engendra la
hora de su delirio.” (Shakespeare – pág. 93)
Rey: “-Preparaos para la inminente travesía. Le pondremos cadenas al peligro que se
mueve con tanta libertad.” (Shakespeare – pág. 93)

También es ambicioso, de hecho, mató a su hermano por la pura ambición de quedarse con
todo lo que a él le pertenecía.
Cita:
Rey: “(…) El daño está hecho, pero ¿qué suerte de oración me serviría? ¿Perdona mi
alevoso asesinato? Imposible, pues aún gozo de los frutos por los que cometí el asesinato:
la corona, la reina, mi ambición.” (Shakespeare- pág. 94)
B). Su rol en la historia:
Su rol es importantísimo, de hecho, el asesinato de su hermano es el desencadenante de la
ira de Hamlet, su sobrino, quien intentará a lo largo de la obra vengar tal crimen matando a
su tío, fingiendo –o no- la locura.
Claudio es el personaje malvado que obtiene todo gracias a su astucia. En la obra puede
verse cuan astuto es para intentar tapar que es un asesino
C)- Fragmento para dar cuenta de su importancia en la obra:
Elegí un diálogo con Laertes en donde busca convencerlo de vengar la muerte de Polonio
matando a su asesino Hamlet. Allí se puede ver cómo usa su poder de convicción para
deshacerse de su sobrino sin ensuciarse las manos.
De hecho, esto es importante en la obra porque, Claudio, intenta sobre manera que nadie
sepa que es el asesino de su hermano y que mejor para callar este secreto, que dar muerte al
único portador de la verdad: Hamlet.
Cita:
Rey: “- Laertes, ¿no querías a tu padre? ¿O eres como imagen del dolor, como un rostro
sin alma?
Laertes: “- ¿Por qué lo pregunta?
Rey: “- No es que crea que no querías a tu padre; es que sé que el amor está sujeto al
tiempo y veo, porque lo prueba la experiencia, que el tiempo le resta su fuego y ardor.
Hamlet regresa. ¿A qué estarías dispuesto para demostrar, más en hechos que en
palabras, que eres digno de tu padre?”
Laertes: “- A degollarlo en la iglesia.”
Rey: “- Ni al crimen debe darse refugio en sagrado, ni poner freno a la venganza. Pero,
fiel Laertes, si piensas actuar, permanece en tu cuarto. Hamlet sabrá que has regresado.
Haré que algunos elogien tu excelencia y den doble barniz al gran renombre que el francés
te dispensó, al fin os junten y arreglen las apuestas sobre ambos. Él, como es
despreocupado, noble e incapaz de estratagemas, no mirará las armas; así con sutileza de
manos, te será fácil escoger una espada con punta y, de un hábil pase de práctica,
desquitarte.”
Laertes: “- Lo haré, y a ese fin untaré mi espada de veneno (…) Pondré el veneno en la
punta y bastará con que le roce para que sea su muerte”.
(Shakespeare – pág. 130)

Actividad 3:
A)- Monólogo de Hamlet:
“Y si entonces sube al cielo y esa es mi venganza. Esto hay que razonarlo. Un villano mata
a mi padre, y yo, su único hijo, por eso mando al cielo a ese mismo villano. Ah, esto es
paga y recompensa, no venganza. Mató a mi padre en la impureza, saciado, en la flor de sus
culpas, en plena lozanía. ¿Quién sabe cómo están sus cuentas, salvo el cielo? Pero, según
nuestro saber y modo de pensar, su caso es grave. ¿Me habré vengado matándolo mientras
él purga su alma, cando está preparado para pasar al otro mundo? No. Detente, espada, y
búscate ocasión más horrorosa. Cuando duerma borracho o esté ardiente, o en el placer
incestuoso del lecho, blasfemando en el juego o en un acto que no tenga señal de salvación,
entonces hiérelo; que sus talones pateen en vano al cielo y su alma sea tan negra y tan
maldita que el infierno a donde va. Mi madre aguarda. Tu rezo los días enfermos te alarga.”
(Shakespeare – págs. 95 y 96)
B)- Contexto discursivo en donde se encuentra el monólogo:
El monólogo se encuentra en una situación en donde el rey Claudio se encuentra arrodillado
rezando para que la oración le dé la fortaleza necesaria para sobrellevar el asesinato de su
hermano y así ser perdonado. En esta ocasión es en donde entra Hamlet y desenvaina la
espada para aprovechar a matarlo, pero, luego, se arrepiente (tal cual lo muestra en su
monólogo).
C)- Función del monólogo en la obra:
Su función es importante porque sigue la idea principal de Hamlet: vengar la muerte de su
padre matando a su asesino, el rey Claudio, su tío.
Pero el monólogo que el príncipe da es como una suerte de pensamiento estratega para
buscar el momento perfecto de concluir su venganza. De hecho, al ver al rey rezando,
piensa que, si lo mata en ese momento, este va a ir al cielo y eso sería, en vez de una
venganza, una recompensa y, esto, estaría en contra de sus planes. Por ello, Hamlet, quiere
matar a su tío en una situación en donde no tenga salvación (como la tiene la purga de los
pecados mediante la oración) y así lograr que se vaya directo al infierno.
Hamlet busca el momento perfecto para matar al rey Claudio y así llevar a cabo la
venganza que le pidió el espectro de su padre.
D)- Lo seleccioné porque me parece que es un monólogo central en la obra. De hecho, si en
ese momento Hamlet hubiera matado a Claudio, los hechos hubieran ocurrido de otra
manera distinta de la que se plantean. Además, como lectora, me lleva a un estado de
incertidumbre y suspenso a la espera de ver cómo se concreta, finalmente, la venganza.

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