Desencadenamiento en Schreber
Desencadenamiento en Schreber
Desencadenamiento en Schreber
Memorias de Schreber- Cap IV. Seminario III, CAP XIV y XV. De una cuestión preliminar (V)
mvalcarce@gmail.com
Leemos las memorias como su testimonio, él mismo testimonia acerca de las sensaciones de su
cuerpo, cómo sentía y cómo vivenciaba lo que iba sucediendo. El saber está del lado del sujeto, no
del analista. Conviene dejarse enseñar por su singularidad. ¿Cómo la localizamos? Hay que seguir
las huellas en el único elemento que tenemos, en el documento mismo. En el seminario 3 Lacan
advierte o invita a los analistas acerca del no comprender, no darle un sentido propio a eso que
escuchamos. Hay que ver qué relación tiene el sujeto con cada significante.
Otro de los puntos es que Lacan define a al Pre-psicosis como el primer momento del
desencadenamiento. Sensación de haber llegado al borde del agujero, pie de la letra. NO se trata
de comprender qué ocurre ahí donde no estamos. ¿Qué sucede cuando la pregunta proviene de
allí donde no hay significante? Manifestación clínica precisa que va a situar Schreber. En una
cuestión preliminar, Lacan dice que para que la psicosis se desencadene, el significante del NP sea
llamado allí en oposición simbólica en el sujeto, por el agujero que abre en el significado, inicia la
cascada de los retoques del significante, de donde procede el desastre creciente en lo imaginario.
El encuentro con el agujero en lo simbólico, abre un agujero en lo imaginario. La forclusión tiene
consecuencias que afecta el campo de lo imaginario. Más adelante: figura de un padre que se sitúa
en posición tercera, impar, respecto de la pareja imaginaria (a-a’), es allí donde este mal encuentro
produce el desencadenamiento.
La enfermedad empieza a tener un carácter amenazador. Se toma una licencia por ocho días y
aprovecha para ir a ver a Flesching, quien lo había atendido en su anterior enfermedad. Esa noche
le dan una inyección de morfina y toma por primera vez cloral. Sensaciones corporales, opresiones
cardíacas, localizar fenómenos sutiles en el cuerpo que ya se habían presentado años antes. A la
mañana siguiente se produce un encuentro en donde Flesching le va a hablar de los progresos de
la psiquiatría, encarna un saber, dice Schreber que tiene una elocuencia sobresaliente que no deja
de impactarle. El Otro que sabe goza y se convierte en un perseguidor. A pesar del somnífero: no
pudo dormir. Especie de intento de suicido: con una toalla. Mujer para la situación. A la mañana
siguiente: trastorno nervioso, la sangre se había retirado de las extremidades al corazón. Flesching
decide la internación. Los primeros días: en la cama, se le hacían muy largos y durante las noches
tenía insomnio y estaba invadido de ideas de muerte. A la mañana: cuando lo van a despertar,
impresión aterradora de los rasgos faciales completamente deformados. Las semanas siguientes,
sobreexcitación nerviosa que se va empeorando cada vez más, no podía realizar actividades físicas,
era peor la ansiedad. Perturbación en el sentimiento de la vida, Lacan hace referencia a ella en una
cuestión preliminar. Quince de febrero del 84, nuevo colapso nervioso: su esposa hace un viaje a
Berlín para ver a su padre, Schreber decayó mucho y cuando regresa solo la ve una vez más. Una
noche: numero desusado de poluciones: goce iregulado de carácter ilimitado. Trato con fuerzas
sobrenaturales, Flesching no lo mira a los ojos, cuando Schreber le pregunta si creía realmente que
se curaría, a pesar de que le dio buenas esperanzas, no pudo seguir mirándolo a los ojos,
constituye el signo de que Flesching no tiene buenas intenciones. Comienzo del delirio, el Otro
toma la iniciativa (275). Desencadenamiento 1893, pre psicosis: perplejidad y fenómenos de franja
y varios meses después el comienzo del delirio.
Los fenómenos de franja son fenómenos elementales que bordean lo a semántico, incidencia
directa del significante en lo real. Cómo se manifiesta la pregunta planteada por la falta del
significante, en el caso de Schreber: crujido que escuchaba en la pared, con pausas más o menos
prolongadas. La perplejidad tiene que ver con cómo se experimenta esa falta de significante,
confrontación con la falta del significante, con el vacío forclusivo. Lleva al sujeto a poner en tela de
juicio todo el conflicto significante. Surge en ese período de confusión pánica, frente a la ilusión de
fantasía de duermevela, invadido fuertemente por esa imagen. Desde Freud: momento mudo, se
produce el retiro de la libido respecto de los objetos del mundo exterior. A este período de inicio
que caracteriza la entrada de la psicosis, Lacan se refiere al momento fecundo. Situar las
coordenadas del descencadenamietno va a dar la pista de cuál es el punto en que el sujeto se
encuentra con el agujero. Respecto de este punto y de la fantasía de duermevela, Freud va a situar
que la mudanza en mujer fue la única pieza inicial que sobrevivió al restablecimiento, metáfora
delirante en Lacan.