Comercial Parcial 2
Comercial Parcial 2
Comercial Parcial 2
PRESENTADO POR
INTRODUCCIÓN
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECIFICOS
1. LA PROPIEDAD INDUSTRIAL
1.2. BENEFICIOS DEL REGISTRO DE MARCAS
1.3. BENEFICIOS DEL REGISTRO DE INVENCIONES
2. LA PATENTE
INTRODUCCIÓN
Para poder definir el concepto de Propiedad Industrial tenemos que precisar primero
que ésta es una rama o categoría de la Propiedad Intelectual, la cual se define como un
conjunto de derechos de carácter personal y patrimonial, y se relaciona con las
creaciones de la mente: invenciones, obras literarias y artísticas, así como símbolos,
nombres e imágenes utilizados en el comercio. La Propiedad Intelectual protege toda
obra creativa y original, y esta protección abarca toda la vida del autor, y se extingue a
los 70 años después de la muerte del mismo.
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Estudiar las distintas clases de actos que atentan contra la competencia leal.
2. LA PATENTE
El titular de una patente tiene derecho a decidir quién puede o no utilizar la invención
patentada durante el período en el que está protegida. El titular de la patente puede
conceder a terceros una autorización o una licencia para utilizar la invención con
sujeción a las condiciones establecidas de común acuerdo. El titular puede asimismo
vender el derecho sobre la invención a un tercero, que se convertirá en el nuevo titular
de la patente.
Las invenciones patentadas están presentes en todos los aspectos de la vida humana,
desde la luz eléctrica (patentes de Edison y Swan) hasta las máquinas de coser
(patentes de Howe y Singer), pasando por los instrumentos para obtener imágenes por
resonancia magnética (patentes de Damadian) y el iPhone (patentes de Apple).
El primer paso para obtener una patente consiste en presentar una solicitud. La
solicitud de patente contiene, por lo general, el título de la invención, así como una
indicación sobre su ámbito técnico. Debe incluir los antecedentes y una descripción de
la invención en un lenguaje claro y suficientemente detallado para que una persona
que cuente con un nivel medio de conocimientos en la materia pueda utilizar o
reproducir la invención.
Estas descripciones suelen estar acompañadas por material ilustrativo, dibujos, planos
o diagramas en los que se describe con mayor detalle la invención. La solicitud
contiene asimismo las “reivindicaciones”, es decir, la información destinada a
determinar el alcance de la protección que conferirá la patente.
Por lo general, la invención debe satisfacer las siguientes condiciones para ser
protegida por patente: tener uso práctico; presentar un elemento de novedad, es decir,
una característica nueva que no forme parte del cuerpo de conocimientos existente en
su ámbito técnico, ese cuerpo de conocimientos se llama “estado de la técnica”; en la
invención debe apreciarse una actividad inventiva que no podría ser deducida por una
persona con un nivel medio de conocimientos en ese ámbito técnico. Asimismo, la
materia de la invención debe considerarse “patentable” de conformidad con la ley.
Las patentes son concedidas por las oficinas nacionales de patentes o por las oficinas
regionales que realizan actividades de examen para grupos de países, como la Oficina
Europea de Patentes (OEP) o la Organización Africana de la Propiedad Intelectual
(OAPI), por ejemplo. De conformidad con dichos sistemas regionales, un solicitante
pide protección para una invención en uno o más países y cada país decide si brinda
protección a la patente dentro de sus fronteras.
La marca es un signo distintivo que indica que ciertos productos o servicios han sido
elaborados
o prestados por determinada persona o empresa. Su origen se remonta a la
antigüedad, cuando los artesanos reproducían sus firmas o “marcas” en sus obras
artísticas o en los productos de uso corriente. Con los años, las marcas han
evolucionado hasta configurar el actual sistema de registro y protección de marcas.
Gracias a ese sistema, los consumidores pueden identificar y comprar un producto o
un servicio que, por sus características y calidad indicados por su marca exclusiva se
adecua a sus necesidades.
Incumbe a los tribunales imponer las medidas legales para hacer respetar la
protección de las marcas y, en la mayoría de los sistemas, sancionar toda infracción en
ese ámbito. En términos generales, las marcas promueven la iniciativa y el espíritu
empresarial en todo el mundo, recompensando a sus titulares con reconocimiento y
beneficios financieros. La protección de marcas impide también que los competidores
desleales, como los falsificadores, utilicen signos distintivos similares para designar
productos o servicios de inferior calidad o distintos. El sistema da a las personas con
aptitudes e iniciativa la posibilidad de producir y comercializar productos y servicios
en las condiciones más justas posibles, facilitando de esa forma el comercio
internacional.
Las marcas pueden consistir en una palabra o en una combinación de palabras, letras
y cifras. Pueden consistir asimismo en dibujos, símbolos, o signos tridimensionales
como la forma y el embalaje de productos. En algunos países, pueden registrarse
marcas no tradicionales con características distintivas, por ejemplo, hologramas,
marcas animadas, marcas de color y signos no visibles (marcas sonoras, olfativas o
gustativas). Además de las que identifican el origen comercial de los productos y
servicios, existen otras categorías de marcas. Las marcas colectivas son propiedad de
una asociación cuyos miembros las utilizan para identificar productos que tienen un
determinado nivel de calidad; con ese fin, convienen en satisfacer los requisitos
establecidos por la asociación. Entre los ejemplos de dichas asociaciones están las
asociaciones de contables, ingenieros o arquitectos. Por su parte, las marcas de
certificación se conceden a un producto que satisface determinadas normas, pero no
se restringen a los miembros de organizaciones. Pueden ser concedidas a cualquiera
que pueda certificar que los productos en cuestión satisfacen ciertas normas
establecidas. Las marcas de calidad “ISO 9000”, internacionalmente aceptadas, son
un ejemplo notorio de dicha certificación, al igual que las ecoetiquetas para los
productos que tienen una incidencia reducida en el medio ambiente.
Por último, los derechos que se solicitan no pueden ser iguales, o similares, a los
derechos que hayan sido concedidos a otro titular de una marca. Esto puede
determinarse mediante la búsqueda y el examen que realicen las oficinas nacionales;
también se admiten las oposiciones presentadas por terceros que reivindiquen
derechos similares o idénticos.
En la mayoría de los países se registran y protegen las marcas. Cada oficina nacional o
regional mantiene un Registro de marcas que contiene toda la información relativa a
los registros y renovaciones, lo que facilita el examen, la investigación y la eventual
oposición por parte de terceros. No obstante, los efectos del registro se limitan al país o
los países (en el caso de un registro regional) de que se trate.
Los diseños industriales hacen que un producto sea atractivo y llamativo; por
consiguiente, aumentan el valor comercial del producto, así como sus posibilidades de
venta. Cuando se protege un diseño industrial, el titular la persona o entidad que ha
registrado el diseño goza del derecho exclusivo a oponerse a la copia no autorizada o la
imitación del diseño industrial por parte de terceros y está protegido contra esas
infracciones. Esto contribuye a que el titular pueda recobrar su inversión.
En la mayoría de los países, el diseño debe registrarse a fin de estar protegido por la
legislación que rige los diseños industriales. Por norma general, el diseño debe ser
“nuevo” u “original”. La definición de dichos términos varía de un país a otro, como
también varía el procedimiento de registro. Por lo general, “nuevo” significa que no se
tiene conocimiento de que haya existido anteriormente un diseño idéntico o muy
similar. Una vez registrado el diseño, se emite un certificado de registro. A partir de ese
momento, se concede la protección por un plazo que suele ser de cinco años; el
registro puede seguir renovándose, en la mayoría de los casos por un período máximo
de 15 años.
En el ámbito de la propiedad intelectual, los diseños industriales son particularmente
difíciles de categorizar y ello tiene consecuencias significativas en lo que atañe a las
formas y los plazos de protección. Dependiendo de la legislación nacional de que se
trate y del tipo de diseño, los diseños industriales pueden asimismo estar protegidos
como obras de las artes aplicadas, en virtud de la legislación sobre derecho de autor,
con un plazo de protección mucho más largo que los 10 ó 15 años previstos
generalmente en la legislación sobre registro de diseños industriales. En algunos
países es posible obtener una protección doble, en virtud de la legislación sobre
diseños industriales y en virtud de la legislación sobre derecho de autor. En otros
países, las legislaciones se excluyen mutuamente: cuando el titular escoge un tipo de
protección, no puede acogerse a la otra.
Por lo general, la protección de los diseños industriales se limita al país que concede la
protección. En el Arreglo de La Haya relativo al registro internacional de dibujos y
modelos industriales, tratado administrado por la OMPI, se estipula un procedimiento
para el registro internacional de los diseños industriales. El solicitante puede
presentar una única solicitud internacional ante la OMPI o la oficina nacional o
regional de un país que sea parte en dicho instrumento, en cuyo caso, el diseño
industrial estará protegido en los Estados parte en el tratado que el solicitante designe.
Una indicación geográfica es un signo utilizado para productos que tienen un origen
geográfico determinado y poseen cualidades o una reputación derivadas
específicamente de su lugar de origen.
Por lo general, la indicación geográfica consiste en el nombre del lugar de origen de los
productos. Un ejemplo típico son los productos agrícolas, que poseen cualidades
derivadas de su lugar de producción, y en los que influyen factores geográficos
específicos como el clima y el suelo. El hecho de que un signo desempeñe la función de
indicación geográfica depende de la legislación nacional y de la percepción que de ese
signo tengan los consumidores. Las indicaciones geográficas pueden utilizarse para
una amplia gama de productos agrícolas, por ejemplo, “Toscana” para el aceite de oliva
producido en esa región italiana, o “Roquefort” para el queso producido en esa región
de Francia.
Los consumidores perciben las indicaciones geográficas como indicadores del origen y
la calidad de los productos. Muchas indicaciones geográficas han adquirido una
reputación que, de no ser adecuadamente protegida, podría ser desvirtuada por
algunos comerciantes.
La marca es un signo que utiliza una empresa para distinguir sus propios bienes y
servicios de los de la competencia; el titular de la marca goza del derecho a impedir su
utilización por terceros. Una indicación geográfica garantiza a los consumidores que el
producto procede de cierto lugar y posee ciertas características derivadas de dicho
lugar de producción.
La indicación geográfica puede ser utilizada por todos los productores que fabrican
productos que comparten cualidades típicas del lugar designado por la indicación
geográfica.
La OMPI cuenta hoy en día con 188 Estados Miembros. Colombia es miembro desde
mayo de 1980. Administra veintiséis (26) tratados multilaterales. Colombia es Estado
Parte en doce (12) de ellos. La representación ante la Organización está a cargo de la
Misión Permanente de Colombia ante la ONU en Ginebra y la Misión de Colombia ante
la Organización Mundial del Comercio - OMC, cuyo titular actúa en calidad de
Representante Permanente Adjunto.
La Competencia Desleal es toda práctica comercial que no respeta las normas del
mercado fijadas por las leyes, y busca un provecho o perjudicar a un tercero
(consumidor, distribuidores y competidores). Esto está estipulado en la Ley 256 de
1996.
En la actividad comercial la buena fe juega un papel muy importante, tanto así que se
dio origen a la Ley 256 de 1996, cuya finalidad busca es garantizar la libre y leal
competencia entre los comerciantes, ya que su objetivo se centra en prohibir actos de
competencia desleal para garantizar con esto que se ejerza el comercio de manera
transparente sin perjudicar a otro comerciante.
La Ley 446 de 1998, en desarrollo del artículo 116 de la Constitución Política, facultó a
la Superintendencia de Industria y Comercio para que conociera jurisdiccionalmente
de los procesos que por competencia desleal sean puestos a su consideración, siendo
esta una facultad excepcional, que por tal razón es de interpretación restrictiva y, por
ende, no puede extenderse a asuntos no previstos en la propia ley habilitante. Así las
cosas, habiendo sido limitadas por el legislador la jurisdicción y competencia de la
Superintendencia de Industria y Comercio para conocer en facultades jurisdiccionales
de asuntos relacionados con competencia desleal, el consumidor que observe
comportamiento anticompetitivo entre empresas, aunque no resulte afectado
directamente, puede acercarse ante la SIC a formular una queja sobre la presunta
vulnerabilidad a sus derechos y actos de competencia desleal.
EL enfoque social de la ley 256 de 1996 radica de una parte en la aplicación a todo el
mundo, no solamente a los comerciantes y, de la otra parte, que la aplicación de la ley
no se supedita, no se condiciona a la existencia de una relación de competencia directa
entre el autor y la víctima del acto de competencia desleal.
Lo anterior permite, por ejemplo, demandar a una empresa que incluso puede que no
tenga presencia física en Colombia. Claro está que ante un caso determinado el actor
debe sopesar las circunstancias teniendo en cuenta las dificultades técnicas y
prácticas de este tipo de pleitos.
Es otra especie de prohibición general respecto de la cual la SIC sostiene una tesis
similar de establecimiento de deberes objetivos de conducta y aplicarla cuando los
hechos no se ajusten a algún tipo específico. En varias ocasiones la SIC también ha
sostenido que quien la alega debe demostrar el hecho de la desviación. En varios
casos, por ejemplo, relacionados con la práctica del “call back” la entidad dijo que no
bastaba enunciarla sino que las empresas de teléfonos supuestamente afectadas
tenían el deber de probar detalladamente la desviación.
Para que haya confusión debe existir también conexidad competitiva, esto es o sea que
estén vinculados o sean complementarios, que sean publicitados a través de medios
similares, se comercialicen a través de los mismos canales y que estén dirigidos al
mismo tipo de consumidor, especialmente cuando se trate de bienes cuya compra no
exige un mayor grado de atención. El uso de algunas características empleadas por el
líder de la línea no es desleal, siempre y cuando existan elementos diferenciadores que
objetivamente permitan que el comprador distinga.
El único acto de competencia desleal que no requiere del elemento objetivo o sea del
ánimo concurrencial es este de la violación de secretos. Teniendo en cuenta la
definición de lo que se considera secreto industrial o empresarial, este acto de
competencia desleal se configura cuando quien ha tenido acceso legítimo a este tipo de
información la difunde sin autorización de su propietario o cuando la información
secreta es obtenida mediando espionaje industrial. Es muy importante que las
empresas tengan protocolos claros y bien definidos relacionados con el manejo de sus
secretos industriales y empresariales, incluyendo la información comercialmente
sensible. En más de una ocasión los casos de este tipo enfrentan dificultades
innecesarias debido a estas falencias administrativas.
“Es muy importante que las empresas tengan protocolos claros y bien definidos
relacionados con el manejo de sus secretos industriales y empresariales”
Las normas cuya violación genera este tipo de acto de competencia desleal son
aquellas que regulan o tienen incidencia en el comportamiento concurrencial del
mercado permitiendo un escenario jurídico de igualdad de condiciones para los
agentes. La SIC ha dicho que es necesario precisar la norma violada así como probar
su incumplimiento y que debido a tal incumplimiento el participante del mercado
obtuvo un provecho significativo. La paradoja de este acto es que el incumplimiento de
regulaciones que limitan injustificadamente la libre competencia se reputa como acto
de competencia desleal, tal y como pasó con los servicios “call back” antes de la
eliminación de las licencias de los servicios de telecomunicaciones.
Este tipo de acto de competencia desleal es el que está más emparentado con el
régimen antimonopolios en la medida que lo que prohíbe es la realización de una típica
conducta exclusionaria. Las cláusulas prohibidas son las que buscan restringir el
acceso de los competidores al mercado u obtener por este medio la monopolización de
la distribución de productos o servicios.
En segundo lugar están las acciones preventivas, mediante las cuales quien
razonablemente tema que va a ser víctima de un acto de competencia desleal puede
pedirle al juez que decrete las medidas necesarias para evitarlo o que si se ha cometido
pero no ha habido daño el acto se termine.