Cuestionario de Titulos Valores
Cuestionario de Titulos Valores
Cuestionario de Titulos Valores
Para cobrar un bono de prenda que no fue pagado por el almacén general de depósito:
Los suscriptores de un cheque, por regla general, son obligados cambiarios de regreso porque:
La acción cambiaria del tenedor del bono de prenda por el saldo insoluto consiste:
a. Si no se hubiese hecho la provisión oportuna al almacén general de depósito, este deberá poner en
el bono la falta de pago.
b. El tenedor del bono debidamente anotado o protestado podrá, dentro de los ocho (8) días que sigan
a la anotación o al protesto, a exigir del almacén que proceda a la subasta de los bienes
depositados.
c. El almacén anotara en el bono las cantidades pagadas, y por el saldo insoluto, el tenedor tendrá
acción cambiaria contra el tenedor del certificado que haya constituido el crédito prendario y contra
los endosantes y avalista del bono de prenda. (respuesta correcta)
d. La Acción cambiaria contra el librador y sus avalistas caduca por no haber sido presentado y
protestado el certificado de depósito en tiempo.
a. Aquel pagado por el banco librado con la cláusula para abono en cuenta.
b. Aquel en el cual el banco entrega formulario con provisión garantizada en el cual consta la fecha de
entrega y el monto de cada uno.
c. El librador o el tenedor de un cheque puede exigir que el librado certifique la existencia disponibles
para su pago. (respuesta correcta)
d. Son aquello en los que no se causan intereses de plazo y los de mora se causan a la tasa de interés
de créditos ordinarios de libre asignación más la mitad.
De acuerdo a la ley 1564 de 2012, que modifico el decreto 410 de 1971, al momento de realizar el proceso de
cancelación, reposición y reivindicación de un título valor es cierto afirmar:
a. Se debe contar con la aquiescencia de los deudores y avalistas para la cancelación y reposición de
un título valor.
b. Se debe iniciar acción para que mediante sentencia se ordene a los deudores reponer y cancelar el
título valor.
c. Se debe agotar el requisito de procedibilidad previsto por la ley 640 de 2001
d. En caso de no existir oposición después de haber publicado edicto por el término de 10 días el
deudor podrá reponer y pagar el título dado el caso. (respuesta correcta)
En la factura cambiara de venta, si no se rechaza la factura dentro de los 10 días siguientes al envió de la
misma, pero si no se firma hay:
En una letra de cambio, ROSARIO firmo como giradora, ALFONSO es el único girado y TOBÍAS es el
beneficiario. Resulta legítimo afirmar que:
Hernando Hernández titular de una cuenta corriente bancaria, le presto la chequera a FERNANDO
FERNANDEZ, quien suscribió con su firma un cheque a la orden de ALVARO ALVAREZ. Presentado el
cheque para su pago, fue devuelto por cuanto la firma del librador concidia con la registrada en el banco.
José “el loquito” barrera libra un cheque a la orden de US NAVY del Carmen Ramírez en atención al gran
“aprecio” que le tiene a cargo de su banco BBVA. Días después, el loquito Barrera le inicia proceso de
interdicción y mediante sentencia lo declaran incapaz. Según lo expuesto, es válido afirmar:
a. El banco debe pagar el cheque, toda vez que el cheque es pagadero a su presentación
b. Máximo Vergara puede solicitar el ofrecimiento de pago parcial
c. Máximo V. puede rechazar la revocación del cheque
d. Ninguna de las anteriores
e. Roberto H. podía revocar el cheque (respuesta correcta)
f. Todas las anteriores
JUAN JOSE MARTINEZ, hermano mello de JOSE JUAN MARTINEZ, al ver que su hermano dejo a la mano la
chequera, este la tomo y quien suscribió con su firma un cheque a la orden de ERNESTO MENDOZA, para el
pago de unas obligaciones en el establecimiento de comercio denominado “el dueño del estanco soy yo”.
Presentado el cheque para su pago, fue devuelto por cuanto la firma del girador no concidia con la registrada
en el banco. En este evento, es jurídicamente valido afirmar que:
Son instrumentos o medios de pago. También son bienes mercantiles que están destinados a circular.
R. Endoso
R. Es la circulación
Títulos jurídico-obligacionales o cambiarios: Se definen como aquellos que incorporan un derecho de crédito.
Ej. Cheque, letra de cambio… etc.
Títulos jurídico-personales o de participación: Estos se definen como aquellos que atribuyen a su titular una
determinada posición en el ámbito de una entidad organizada. Ej. Las acciones de una S.A.
Títulos jurídico-reales o de tradición: Vienen definidos como aquellos que incorporan la posesión y en muchos
casos la disponibilidad de unas determinadas mercancías. Ej. Un resguardo de depósito en almacenes
generales.
Según la circulación:
Títulos nominativos: Se definen como aquellos que designan como titular a una persona determinada,
persona cuya titularidad se recoge en el propio título valor. El ejemplo más claro lo constituye el cheque
nominativo. Están sometidos a un régimen de transmisión restrictivo ostentando un grado de transmisibilidad
de grado mínimo. La principal restricción operativa que se impone a la transmisibilidad es la que se concreta
en el deber de comunicación de la transmisión ya que para que surta efectos deben cumplirse ciertos deberes
de comunicación.
Sí el título valor nominativo está emitido individualmente, la comunicación debe dirigirse al deudor, sí no, este
puede negarse a pagar al nuevo acreedor. Sí por el contrario el título valor nominativo está emitido en serie, la
comunicación deberá emitirse al emisor.
Títulos valores a la orden: Son aquellos que designan como titular a una persona determinada pero permiten
la designación de otros titulares en el propio documento. Ej. Letra de cambio: aquí aparece un titular originario
llamado librador si bien este puede transmitir a través del endoso a un nuevo tomador. Esto representa una
transmisibilidad de grado medio.
Títulos valores al portador: Son aquellos que legitiman como titular al mero poseedor siempre que exista “justa
causa determinante de la transferencia posesoria” (legítima al poseedor causal). Los títulos valores se
transmiten a través de la mera transferencia posesoria siempre que esta obedezca a una causa lícita.
Está legitimado para llenar el título, quien posee el título de buena fe, pero si se trata de una persona que
depende de una obligación principal en blanco, su derecho solo nace cuando este tercero haya llenado lo que
le corresponde. La fecha de emisión en blanco posee la importancia de servir de indicación del momento a
partir del cual se cuente el término para poder llenar el título; pero por emisión debe entenderse aquel
momento en que es creada la causa negocial de la traditio, o sea cuando se perfecciona el acto traslativo de
documento y al mismo tiempo se sume la obligación cartular.
En Colombia no existe un término de integración del título en blanco, como sí existe en Italia, pero;
consideramos que el término es de gran importancia porque el no señalarlo contribuiría a establecer
obligaciones irremediables. En cuanto al título en blanco es importante tener en cuenta lo que al respecto han
dicho en nuestro medio, autores como Gustavo de Greiff, quien sostiene la tesis de que el pagaré requiere
instrucciones del suscriptor para que el título sea llenado, debiendo probar que fue llenado de acuerdo con las
instrucciones (tratándose del primer tenedor).Adhiere a la teoría subjetivista al considerar que como garantía
de la seguridad jurídica, el título debe poseer instrucciones a las cuales se debe ceñir estrictamente el
tenedor.
El título en blanco no es negociable sino cuando los espacios en blanco se han llenado de conformidad con
las instrucciones del suscriptor, quedando para este, la carga para este, cuando el título fue llenado
contrariando tales instrucciones.
A estas tesis se opone que el título en blanco no es título-valor y que la ley establece la presunción anotada
en el art. 622 de código del comercio, toda vez que considera que la presunción para el tercero solo opera
cuando adquiere el título después de llenado y por ello dice que al primer se le debe exigir probar que el título
fue llenado de acuerdo con las instrucciones dadas por el deudor, cosa que ocurre con el tercer poseedor de
buena fe, con el fin de reforzar la seguridad y certeza de los títulos valores.
El endoso en garantía
Si el endoso contiene la cláusula en “garantía” u otra equivalente, el endosatario puede ejercitar todos los
derechos inherentes al título valor y a su calidad de acreedor garantizado; pero el endoso que a su vez hiciera
éste sólo vale como endoso en procuración, aun cuando no se señalara tal condición.
El obligado no puede oponer al endosatario en garantía, los medios de defensa fundadas en sus relaciones
personales con el endosante, a menos que al endosatario, al recibir el título, hubiera actuado
intencionalmente en daño del obligado.
En caso que proceda la realización del título valor afectado en garantía, el titular del mismo, o en su defecto el
Juez o el agente mediador efectuará el endoso en propiedad, a favor del adquiriente del título valor. Si el
acuerdo para su realización extrajudicial consta en el mismo documento, dicho endoso en propiedad podrá
ser realizado por el acreedor garantizado.
El endoso en blanco
El endoso puede hacerse en blanco, con la sola firma del endosante. En este caso, el tenedor deberá llenar el
endoso en blanco con su nombre o el de un tercero, antes de presentar el título para el ejercicio del derecho
que en él se incorpora.
Cuando el endoso exprese el nombre del endosatario, será necesario el endoso de éste para transferir
legítimamente el título.
Señale otras formas diferentes al endoso con las cuales se transfiera un titulo valor
La mera entrega
La entrega es la forma de transmisión de los títulos valores librados al portador. En el título al portador no
figura el nombre del beneficiario. Generalmente el espacio destinado al nombre del beneficiario se deja en
blanco. Si después se rellena con el nombre de una persona determinada, el título valor cambia su naturaleza
y pasa a ser “a la orden”.
Para que un titulo sea al portador no es necesario que se estampe la mención “al portador”.
“Son títulos al portador los que no se expidan a favor de persona determinada, aunque no contengan la
cláusula “al portador” y si trasmisión se producirá por su simple tradición”.
De acuerdo a esta norma, los títulos valores al portador se trasmiten por la sola entrega, es decir por la simple
tradición. Está legitimado para su cobro el mero poseedor.
B. Cesión de crédito no endosable más la entrega
Concepto
La cesión de crédito es un contrato mediante el cual una parte, denominada cedente, transmite la propiedad
de un crédito, del cual es legítimo poseedor, a otra persona llamada cesionario. Este contrato es la forma de
transmisión de los denominados “papeles no endosables” es decir, de todos aquellos papeles que no son
susceptibles de ser transmitidos a otra persona mediante el endoso.
Las partes en este contrato son dos: el cedente (poseedor del crédito) y el cesionario (futuro poseedor).
Además de éstas personas existe un tercer sujeto que, si bien no es parte, está interesado en la cesión: es el
deudor del crédito en cuestión a quien se llama “deudor cedido”.
Por ejemplo: El Sr. A es acreedor del Sr. B quien le debe $ 10.000. El Sr. A celebra con el Sr. C un contrato de
cesión de ese crédito. Gracias a ese contrato el Sr. A se llama “cedente”, el Sr. C “cesionario” y el Sr. B
“deudor cedido”.
Evidentemente, al deudor cedido no le es irrelevante la cesión; la cesión del crédito supone, para él, el cambio
de acreedor, lo que significa que pasará a deberle a otra persona. En el ejemplo dado, a partir de la cesión el
Sr. B pasará a ser deudor del Sr. C.
Para que la cesión efectuada resulte eficaz respecto del deudor cedido, éste debe conocer la cesión y,
además, debe consentirla. A estos efectos el Código de Comercio ofrece las siguientes modalidades: el
cedente debe notificarle la cesión al deudor cedido y éste debe consentir la cesión estampando su firma en el
contrato de cesión o en otro contrato que haga remisión a éste, o; el deudor cedido renueva su obligación a
favor del cesionario en un contrato en dónde acepte que, a partir de ese momento, pasará a deberle a éste.
Una vez realizada cualquiera de éstas dos diligencias, el contrato de cesión de crédito produce su efecto
natural: liga al deudor con el nuevo acreedor y le impide que pague, lícitamente, a otra persona: el Sr. B del
ejemplo deberá pagar su deuda al Sr. C. Si le paga al Sr. A (su antiguo acreedor) entonces pagará mal y no
extinguirá su deuda.
Puede suceder que el deudor no quiera reconocer la cesión, pues, por la naturaleza del crédito, sólo se siente
obligado respecto del acreedor original. En este caso debe oponerse a la cesión realizada entre el cedente y
el cesionario dentro del plazo de tres días contados desde la notificación a que hicimos referencia. Pasados
estos tres días se supone que consiente la cesión realizada
2. Título que se transmite por cesión de crédito y entrega
Los títulos valores que se transmiten mediante el contrato de cesión de créditos, son aquellos títulos que
tienen incorporada la cláusula “no a la orden” o “no transferible” o “no endosable” que significa que,
expresamente, tienen prohibido el endoso. Esta cláusula indica que la transmisión del título no puede hacerse
mediante el endoso (que como vimos es la forma natural de transmisión de los títulos a la orden). El librador
del título puede pretender complicar la transmisión en atención, por ejemplo, al monto del crédito incorporado.
De esa manera obliga al beneficiario a transmitirlo, únicamente, mediante un contrato de cesión de crédito
que, como se verá, es mucho más complicado que un simple endoso.
un título creado con inclusión del nombre del beneficiario lleve la cláusula “no a la orden” o “no endosable” u
otra similar. Por lo tanto, el vale y la letra, podrán contener la cláusula “no a la orden”.
Aparece entonces un cuarto género o modalidad: título valor con indicación del beneficiario pero que no es
nominativo ni a la orden. Su transmisión se efectúa por el contrato de cesión de créditos no endosables,
requiriéndose además la entrega.
Que es y para que se usa el aval
Son aquellas operaciones con las cuales, el Banco garantiza a su empresa tanto en moneda nacional como
en moneda extranjera, el pago o cumplimiento de obligaciones contraídas con terceros.
En el aval, el banco respalda el pago de un título valor. Con la garantía el banco garantiza el cumplimiento de
un contrato con la condición que si el obligado no cumple, el banco efectuaría su pago.
Beneficios para el vendedor
Le otorga seguridad de pago y cumplimiento al acreedor o beneficiario extranjero, quien sobre esta base
procede a la celebración o ejecución de un contrato con el cliente en Colombia
Obtiene instrumentos que lo respaldan para perfeccionar rápidamente sus operaciones de comercio exterior
Documentos:
Carta del cliente solicitando la operación
Pagaré en dólares firmado en blanco
Carta de instrucciones para diligenciar pagaré en blanco:
Se trata de una declaración cambiaria que tiene como finalidad exclusiva garantizar el pago de la letra de
cambio.
Principio de Accesoriedad formal: Por virtud de este principio de accesoriedad el avalista ocupa una posición
que es formalmente idéntica a la propia de su avalado.
Principio de Autonomía sustantiva: En virtud de este principio de autonomía el avalista pasa a ocupar una
posición cambiaria sustantiva que es independiente de la de su avalado toda vez que se ha completado con
anterioridad esa accesoriedad antes mencionada.
Función económica:
A través del aval cambiario lo que se pretende de una forma directa es robustecer el propio crédito cambiario
además de la posición del propio acreedor cambiario. De una forma más indirecta lo que se pretende a través
del aval es facilitar la transmisibilidad de la letra de cambio.
Diferencias entre el aval y la fianza
El aval y la fianza son garantías personales que sirven para garantizar el pago de un título valor. Esta es su
similitud. Veremos, a continuación, las diferencias.
En cuanto a la naturaleza jurídica y caracteres del aval o fianza
Unilateralidad – bilateralidad
El aval es un acto jurídico unilateral. La fuente de la obligación del avalista se encuentra en su voluntad
expresada mediante la firma puesta en el documento.
La fianza, en cambio, es un contrato celebrado entre el fiador y el afianzado. Por ser un contrato, pertenece a
la categoría de los negocios jurídicos bilaterales.
Siempre requiere el acuerdo de voluntades entre fiador y afianzado. La fuente de sus obligaciones es el
contrato suscripto por ambos. El hecho de que, normalmente no se documente el consentimiento de este
último, no enerva la naturaleza contractual del negocio.
No se puede asimilar la fianza con el aval por la consideración de que aquélla sea, frecuentemente, un
contrato unilateral, ya que usualmente sólo se obliga el fiador. El contrato unilateral sigue siendo contrato y el
aval, en cambio, reconoce su fuente en la voluntad unilateral del avalista.
Solemnidad – consensualidad
Este acto jurídico es un acto solemne que sólo produce efectos válidos cuando se cumple con los requisitos
esenciales previstos en el Decreto Ley, aun cuando las formalidades requeridas son mínimas, ya que basta
con la sola firma a la cual no se le pueda atribuir otro carácter. El aval debe constar en el propio título valor o
en una hoja adherida a él.
La fianza es un contrato consensual pues no requiere ningún tipo de solemnidad para que resulte eficaz. La
exigencia de que se realice por escrito, sólo es un requisito probatorio que no implica solemnidad. Así, la
fianza puede constar en el mismo documento en que consta la obligación que se pretende afianzar o en un
contrato aparte.
En cuanto al negocio jurídico en que participan
El aval sólo es garantía de las obligaciones contenidas en un título valor. En cambio la fianza se utiliza para
garantizar cualquier negocio jurídico.
En cuanto a la naturaleza de las obligaciones contraídas
Autonomía - accesoriedad
El avalista contrae una obligación autónoma, independiente de la obligación del avalado. No puede negarse al
pago de la obligación alegando circunstancias personales del avalado. Si la obligación del avalado es inválida
ello no altera la eficacia de la obligación del avalista.
El fiador, en cambio, contrae una obligación accesoria porque la fianza es un contrato accesorio que sigue la
suerte de la obligación principal, salvo excepciones que establece la Ley para casos especiales, como el
concordato. Si por cualquier motivo la obligación principal pierde su valor, cae la fianza . Si el afianzado, al
momento de contraer la obligación, era incapaz, esta circunstancia enerva la obligación del fiador, quién no
tendrá que pagar.
Irrevocabilidad - revocabilidad
El aval es irrevocable. El avalista estará obligado hasta tanto la obligación de su afianzado sea satisfecha.
Sólo se liberará de su obligación con el pago.
Además, la obligación del fiador es revocable. En efecto, la fianza, en cambio, es un contrato revocable de
mutuo acuerdo entre el fiador y el acreedor del fiador.
Solidaridad, interpelación y beneficio de división
El avalista contrae una obligación solidaria frente al portador del título. El portador puede exigir el importe total
del título al avalista, sin que éste tenga beneficio de excusión ni el de exigirle que haya, antes, interpelado
judicialmente al deudor principal.
El fiador contrae una obligación, también, solidaria, sin beneficio de excusión ni de división, pero con el
derecho de exigir que, previamente a ser ejecutado, se intime judicialmente el pago al afianzado. En la fianza
civil, el fiador puede oponer el beneficio de división para el caso de que haya dos o más fiadores de una
misma deuda .
Naturaleza intuito personae de la obligación del avalista
Quien firma un aval se obliga a responder del pago de la cantidad establecida en el título valor frente a
cualquier portador.
En cambio, el fiador sólo debe pagar al acreedor de su afianzado. El fiador asume la obligación de pagar para
el caso de que el principal obligado no pague, frente al acreedor que ha requerido la garantía. El fiador no
asume una obligación frente a cualquier titular de la obligación afianzada sino sólo frente al acreedor
específicamente determinado. Por ello, la fianza no se debe escriturar necesariamente en el título, pues no
está destinada a circular, sino a asegurar un pago exclusivamente frente a un acreedor individualizado y no
frente a cualquier portador.
Naturaleza cambiaria de la obligación del avalista
Consecuentemente, la obligación del avalista es de naturaleza cambiaria, por lo que la formación del título
ejecutivo contra el avalista se efectúa en la forma que corresponde al título valor en que consta el aval.
En cambio, el hecho de que la fianza acceda a un título valor no afecta su naturaleza contractual, de modo
que no son trasladables los mecanismos del Derecho Cambiario a la ejecución del fiador de obligaciones
cartulares. Según las normas procésales generales, el afianzado deberá accionar contra el fiador siempre que
haya una suma líquida y exigible contra el deudor principal, previa citación a reconocimiento de firma.
Que es la acción cambiaria
Según el Código de Comercio denomina “acción cambiaria”, el poder jurídico que tiene el tenedor de un título-
valor para que, mediante el órgano jurisdiccional competente exija y obtenga coactivamente de parte de los
obligados el cumplimiento de los derechos incorporados al título.
Acción cambiaria ordinaria
La acción será ordinaria cuando ese título valor no constituya un título ejecutivo. En este caso el proceso es
ordinario, también llamado de conocimiento. Quien no tenga un título ejecutivo puede acceder a este proceso.
También puede acceder a él quien, aun teniéndolo, prefiera la seguridad del proceso ordinario. En efecto, lo
resuelto en un proceso ejecutivo puede ser revisado en un juicio ordinario posterior. Lo resuelto en un juicio
ordinario no es objeto de otro juicio revisivo.
Acción cambiaria ejecutiva
La acción será ejecutiva cuando se exhiba al Juez un título ejecutivo y se cumplan con las demás condiciones
previstas por la Ley. Los títulos ejecutivos están establecidos taxativamente en el artículo 353 del Código
General del Proceso. Incluidos en esa enumeración están, entre otros, los títulos valores de contenido
dinerario.
Los principales beneficios del juicio ejecutivo son el embargo inmediato de los bienes del deudor y la
limitación de las excepciones o defensas que éste puede oponer. Como desventaje, según se vio, lo resuelto
en este proceso puede ser revisado en otro ordinario posterior.