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Estatuto Del Prisionero de Guerra

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ESTATUTO DEL PRISIONERO DE GUERRA

A. PRINCIPIOS GENERALES
Los miembros de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto son combatientes, con
excepción del personal sanitario y religioso y del personal militar de la protección civil
(Reglamento de La Haya, art. 1 y 3; P. I, art. 43, 67).
Los combatientes tienen derecho a participar directamente en las hostilidades (P. I, art. 43),
es decir, a realizar actos de guerra que por su naturaleza o su finalidad están dirigidos
directamente contra los combatientes o los otros objetivos militares de las fuerzas armadas
adversas.
Todo combatiente que caiga en poder de una Parte adversa es prisionero de guerra (C. III,
art. 4; P. I, art. 44).

B. LAS FUERZAS ARMADAS


Definición general
Las fuerzas armadas de una Parte en conflicto se componen de todas las fuerzas, grupos y
unidades armados y organizados, colocados bajo un mando responsable de la conducta de
sus subordinados ante esa Parte, aun cuando ésta esté representada por un Gobierno o por
una autoridad no reconocidos por una Parte adversa.
Tales fuerzas armadas deberán estar sometidas a un régimen de disciplina interna que haga
cumplir, las normas de derecho internacional Humanitario.
Están comprendidos en la definición de las fuerzas armadas:
- el ejército de una Parte en conflicto (Reglamento de La Haya, art. 1; C. III, art. 4; P. I, art.
43, 44);
- las milicias y cuerpos de voluntarios que formen parte del ejército o que lo constituyan
(Reglamento de La Haya, art. 1; C. III, art. 4; P. I, art. 43);
- los marinos mercantes organizados para participar directamente en las hostilidades (C. III,
art. 4) y que participan, de hecho, en ellas;
- los miembros de una insurrección en masa, es decir, la población de un territorio no
ocupado que tome espontáneamente las armas para combatir contra las tropas invasoras,
si lleva las armas a la vista y respeta las leyes y costumbres de la guerra (Reglamento de La
Haya, art. 2; C. III, art. 4);
- las fuerzas policiales (organización paramilitar o servicio armado encargado de hacer
respetar el orden), siempre y cuando se haya notificado a las otras Partes en conflicto (P. I,
art. 43). En el caso colombiano, no se requiere tal notificación, debido a que la policía tiene
carácter de fuerza militar.
Todas las personas de esas categorías son combatientes.

Condiciones de reconocimiento de las fuerzas armadas


Estas condiciones son las siguientes:
- subordinación a una Parte en conflicto;
- organización de tipo militar;
- mando responsable;
- exigencia de respetar las normas de! derecho internacional Humanitario (P. I, art. 43).
Se dispensa de la condición de organización y de mando responsable a la insurrección en
masa, pero el reconocimiento sólo es válido durante el período de invasión (Reglamento de
La Haya, art. 2; C. III, art. 4).

Composición de las fuerzas armadas


Las fuerzas armadas se componen:
- de combatientes
- de no combatientes (personal sanitario y religioso, protección civil) que no tienen derecho
a participar en las hostilidades (C. I, art. 21, 22; C. II, art. 34, 35; P. I, art. 43, 67);
- de personas civiles que siguen a las fuerzas armadas sin formar directamente parte
integrante de ellas, tales como tos tripulantes civiles de aviones militares, corresponsales
de guerra, proveedores, miembros de unidades de trabajo o de servicios encargados del
bienestar de los militares (C. III, art. 4). Esas personas son naturalmente no combatientes.

C. LOS COMBATIENTES
Estatuto
Sólo los combatientes tienen derecho a atacar al adversario (Reglamento de La Haya, art. 1,
P. I, art. 43).
Cuando son capturados, deben ser considerados prisioneros de guerra, lo que significa que
no pueden ser castigados por haber cometido actos de hostilidad (P. I, art. 44).

Respeto del DIH


Los combatientes están obligados a respetar las normas del derecho internacional
humanitario (P. I, art. 44). Si no respetan estas normas, pueden ser castigados, pero no
pierden su estatuto (C. III, art. 85; P. I, art. 44), salvo en caso de ser condenados por crimen
de guerra en los países socialistas (reserva al art. 85 del III Convenio). Con respecto a la
excepción relativa al signo de visibilidad.
Condición general de visibilidad
Los combatientes están obligados a distinguirse de la población civil cuando toman parte
en un ataque o en una operación militar preparatoria de un ataque (P. I, art. 44).
Situación excepcional
En situación excepcional (territorio ocupado, conflicto asimétrico, contraguerrilla), los
combatientes pueden ser dispensados de la condición general de visibilidad (P. I, art. 44),
pero sólo por decisión del mando responsable ante la Parte en conflicto. En esos casos,
basta con que se distingan de los civiles llevando sus armas abiertamente durante la
operación y durante el tiempo en que sean visibles para el adversario cuando toman parte
en un despliegue militar previo al lanzamiento de un ataque en el que deben participar (P.
I, art. 44), (es decir, según una opinión bastante generalizada, durante todo movimiento en
dirección a la base de ataque).
Pérdida del estatuto
El combatiente cogido en flagrante delito de violación de la disposición relativa a la situación
excepcional pierde su estatuto de combatiente (P. I, art. 44), sea que no lleve las armas
abiertamente según las condiciones previstas, sea que se aproveche abusivamente de tal
situación.
La pérdida del estatuto de combatiente acarrea la pérdida del estatuto de prisionero de
guerra, así como eventuales acciones penales.
El trato de prisionero de guerra sigue estando garantizado, incluidas las garantías del
procedimiento judicial (P. I, art. 44).

Alcance de la norma de visibilidad


Esta norma no tiene por objeto modificar la práctica de los Estados, generalmente
aceptada, concerniente al uso del uniforme por los combatientes asignados a las unidades
armadas regulares y uniformadas de las Partes en conflicto (P. I, art. 44). Esto significa que
la norma se aplica solamente en la táctica de guerrilla, a menos que las Partes en conflicto
prefieran, incluso en esta situación, operar con las tropas uniformadas o provistas de un
signo distintivo fijo y reconocible a distancia, utilizado en forma permanente (C. III, art. 4;
P. I, art. 44).
Casos especiales: (No son combatientes)
- el mercenario, si no es miembro de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto, no tiene
derecho al estatuto de combatiente (ni de prisionero de guerra) (P. I, art. 47);
- el espía cogido en flagrante delito de espionaje, no tiene derecho, incluso si es miembro
de las fuerzas armadas al estatuto de combatiente (ni de prisionero de guerra) (P. I, art. 46);
- los niños menores de quince años no tienen, en principio, derecho al estatuto de
combatiente y no deben ser reclutados (P. I, art. 77);
- el estatuto de un combatiente perteneciente a un movimiento de liberación nacional no
reconocido por el adversario es incierto (P. I, art. 43).

D. LOS PRISIONEROS DE GUERRA


Nota preliminar
Quien tiene el estatuto de prisionero de guerra debe necesariamente ser tratado como tal.
No obstante, ciertas categorías de personas tienen derecho al trato de prisionero de guerra,
al menos de manera provisional, sin tener el estatuto correspondiente:
- sea porque su estatuto de combatiente no se ha dilucidado aún;
- sea porque no tiene acceso a ese estatuto por no ser combatientes.
La diferencia reside en una cierta libertad de movimientos o en la repatriación anticipada
(por ejemplo, para el personal sanitario y religioso).

Estatuto de prisionero de guerra


En caso de captura, tienen estatuto de prisionero de guerra:
- los combatientes (C. III, art. 4; P. I, art. 44), excepto:

Trato del prisionero de guerra


En caso de caer en poder del enemigo o ser internados, gozan del trato, pero no del
estatuto, de prisionero de guerra:
- el personal sanitario y religioso de las fuerzas armadas incluidas las sociedades de socorro
que colaboren con las fuerzas armadas (C. I, art. 28; C. III, art. 33);
- los militares internados en territorio ocupado (C. III, art. 4);
- los militares internados en país neutral (C. III, art. 4);
- toda persona que haya participado en las hostilidades, en espera de que se determine, en
caso dado, su estatuto (C. III, art. 5; P. I, art. 45);
- los combatientes cogidos en flagrante delito de espionaje o sospechosos de haber actuado
como mercenarios, en espera de que el tribunal falle sobre su caso (P. I, art. 45);
- los combatientes que hayan perdido su derecho al estatuto de prisionero de guerra p or
no haber cumplido la condición de visibilidad ola de llevar abiertamente las armas (P. I, art.
44);
- los niños combatientes (P. I, art. 77);

Prisioneros de guerra evadidos


La Potencia neutral que reciba a prisioneros de guerra evadidos los dejará en libertad. Si no
acepta la permanencia de éstos en su territorio, puede asignarles una residencia.
La misma norma se aplica a los prisioneros de guerra conducidos por las tropas que se
refugian en el territorio de la Potencia neutral (Convenio núm. V de La Haya, art. 13).

Prisionero de guerra liberado bajo palabra


El prisionero de guerra liberado bajo palabra y capturado nuevamente en infracción de los
compromisos contraídos conserva el estatuto de prisionero de guerra (C. III, art. 21; en
sentido contrario, Reglamento de La Haya, art. 12).

Combatiente capturado por el país de su nacionalidad


Según la opinión dominante de la doctrina, el combatiente que cae en poder de la Potencia
de la que es ciudadano, no tiene derecho al trato de prisionero de guerra (C. III, art. 87),
salvo en caso de doble nacionalidad.

Combatiente de un movimiento de liberación nacional


Si el estatuto de combatiente no está reconocido el estatuto de prisionero de guerra
tampoco lo está. Pero, de hecho, si el movimiento de liberación nacional está reconocido
por la comunidad internacional o por una parte representativa de esta comunidad, el
prisionero debería recibir un trato equivalente en todos los puntos a dicho estatuto, incluida
la exención de encausamiento penal por el hecho de haber portado armas (Carta de las
Naciones Unidas, art. 1, capítulo 2, principio de autodeterminación).
Procedimiento de calificación
Toda persona que tome parte en las hostilidades y caiga en poder de una Parte adversa será
considerada, en principio, como prisionero de guerra. En caso de duda, esta persona se
beneficiará del estatuto de prisionero de guerra hasta que su estatuto haya sido
determinado por un tribunal competente (que puede ser un tribunal administrativo). Si se
sigue un procedimiento penal (por ejemplo, por el hecho de haber portado armas), la
cuestión del estatuto del acusado debe ser examinada nuevamente, pero por un tribunal
judicial (P. I, art. 45; C. III, art. 5). La carga de la prueba de que el interesado no tiene derecho
al estatuto de prisionero de guerra incumbe al detenedor (P. I, art. 75, 4d).
Estatuto de las personas a las que se niegan o se restringen los derechos otorgados en el
IV Convenio
En principio, es aplicable el artículo 75 del Protocolo I (salvo los derechos de comunicación
para el espía), a pesar de lo dispuesto en el artículo 5 del IV Convenio.
Por último, en todos los casos no previstos, las personas civiles y los combatientes quedan
bajo la protección y el imperio de los principios del derecho de gentes derivados de los usos
establecidos, de los principios de humanidad y de los dictados de la conciencia pública
(cláusula de Martens, Convenio de La Haya, preámbulo; P. I, art. 1).
*******

ABREVIATURAS
I C. o C. I: Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren
los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña (I Convenio)
II C. o C. II: Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren
los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar (II Convenio)
III C. o C. III: Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo al trato debido a los
prisioneros de guerra (III Convenio)
IV C. o C. IV: Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección debida
a las personas civiles en tiempo de guerra (IV Convenio)
P. I Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la
protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I) del 8 de
junio de 1977
P. II Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la
protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (Protocolo II)
del 8 de junio de 1977
Convenio núm. IV de La Haya Convenio de La Haya del 18 de octubre de 1907 sobre las
leyes y costumbres de la guerra terrestre (Convenio núm. IV)
Reglamento de La Haya Reglamento sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre -
Anexo al Convenio IV de La Haya de 1907
Convenio núm. V de La Haya Convenio de La Haya del 18 de octubre de 1907 sobre los
derechos y los deberes de las potencias y de las personas neutrales en caso de guerra
terrestre
Convenio núm. IX de la Haya Convenio de La Haya del 18 de octubre de 1907 concerniente
al bombardeo por medio de filenas navales en tiempo de guerra
Convenio núm. XIII de La Haya Convenio de La Haya del 18 de octubre de 1907 sobre los
derechos y los deberes de las potencias neutrales en caso de guerra marítima
La Haya 1954 Convención de La Haya del 14 de mayo de 1954 para la protección de los
bienes culturales en caso de conflicto armado

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