T12 Cardiopatía Isquémica IV PDF
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ÍNDICE
1 Definición y fisiopatología.......................................................................................3
CARDIOLOGÍA
© Editorial Médica Panamericana/Universidad Francisco de Vitoria Madrid. (ISBN 978-84-9110-219-9)
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Tema 12. Cardiopatía isquémica aguda IV
1 DEFINICIÓN Y FISIOPATOLOGÍA
La cardiopatía isquémica aguda se caracteriza por episodios súbitos de desequilibrio entre la oferta y la demanda
miocárdica de oxígeno (isquemia), por lo general no predecibles, originados en su mayoría por una trombosis
intracoronaria sobre una placa (rota o erosionada) de aterosclerosis, a la que se añaden a su vez fenómenos de
espasmo y de embolización distal de trombo. Estos cuadros clínicos se conocen con el nombre de síndromes
coronarios agudos (SCA), y se diferencian claramente desde el punto de vista fisiopatológico de la angina estable,
pues en ésta no existe dicha trombosis coronaria.
En función de la localización y la cuantía del trombo intraluminal, y tan sólo con la ayuda diagnóstica de un
electrocardiograma (ECG), el cual debe realizarse e interpretarse inmediatamente (en menos de 10 minutos tras el
contacto médico), se pueden diferenciar:
¬¬ El SCA con elevación del segmento ST (SCACEST), en el que el trombo ocluye de manera completa y persistente
la luz de una arteria coronaria epicárdica, que da lugar a un infarto transmural (con onda Q) si no se logra la apertura
rápida del vaso que evite la necrosis de todas las células cuya perfusión depende de él.
¬¬ El SCA sin elevación del segmento ST (SCASEST), en el que el trombo no origina una oclusión completa o
persistente de la luz arterial. En función del tiempo de isquemia que sufran las células dependientes del vaso o
de la posible embolización de material trombótico, se podrá documentar en la seriación enzimática miocárdica la
presencia de necrosis, lo que resultará en un infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST (el
cual no suele ser transmural – no Q), o la ausencia de necrosis (enzimas cardíacas no elevadas) denominándose
entonces angina inestable.
CARDIOLOGÍA
© Editorial Médica Panamericana/Universidad Francisco de Vitoria Madrid. (ISBN 978-84-9110-219-9)
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Tema 12. Cardiopatía isquémica aguda IV
La seriación enzimática (troponinas) permitirá clasificar el episodio como IAM sin elevación del segmento ST o angina
inestable.
Es necesario realizar un diagnóstico diferencial con otras causas de dolor torácico agudo, algunas de las cuales
conllevan igualmente un riesgo vital (por ejemplo, la disección de aorta, el tromboembolismo pulmonar o el neumotórax
a tensión).
Una vez realizado el diagnóstico de SCASEST, el paciente debe ser monitorizado (ECG) y recibir tratamiento con
doble antiagregación (ácido acetilsalicílico y un segundo antiagregante −ticagrelor, prasugrel o clopidogrel−) y
anticoagulación (fondaparinux −de elección−, enoxaparina o heparina sódica) para evitar el crecimiento del trombo
intracoronario y sus complicaciones.
Salvo en aquellos pacientes de bajo riesgo (sin recurrencia de dolor torácico, sin signos de insuficiencia cardíaca, sin
alteraciones en el ECG, sin elevación de las troponinas, isquemia no inducible en las pruebas de esfuerzo) en los que
se puede optar por una estrategia conservadora, en el resto se llevará a cabo una coronariografía en los primeros días
de ingreso dirigida a confirmar la presencia de una placa de aterosclerosis con trombo, la cual, en la mayoría de las
ocasiones, se revascularizará percutáneamente mediante el implante de un stent. En caso de que el paciente presente
una angina refractaria (no cede con antianginosos), una insuficiencia cardíaca o que desarrolle arritmias ventriculares
graves o inestabilidad hemodinámica, la coronariografía se debe realizar de manera urgente durante las primeras horas
de ingreso.
El tratamiento a largo plazo de los pacientes que han sufrido un SCASEST consistirá en el control de los factores
de riesgo cardiovascular, la modificación de los hábitos de vida, aspirina a dosis bajas y una estatina (de por vida,
al igual que en los pacientes con cardiopatía isquémica estable), y un segundo antiagregante (ticagrelor, prasugrel
o clopidogrel, durante al menos 12 meses). El tratamiento anticoagulante tras la revascularización coronaria no está
indicado (a menos que exista otra razón para ello: fibrilación auricular, prótesis valvular mecánica, etcétera). Además,
si existe deterioro de la función ventricular izquierda, será necesario añadir betabloqueantes, IECA/ARAII, e inhibidores
de la aldosterona.
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