Hidráulica y Neumática - Unidad 1
Hidráulica y Neumática - Unidad 1
Hidráulica y Neumática - Unidad 1
UNIDAD 1
SISTEMAS OLEHIDRÁULICOS
INGENIERÍA ELECTROMECÁNICA
AÑO 2020
CONTENIDO
1. INTRODUCCION ....................................................................................................................... 3
2. FUNDAMENTOS Y PRINCIPIOS BASICOS ............................................................................ 3
3. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS SISTEMAs OLEHIDRAULICOS ............................. 6
4. FLUIDOS, TIPOS Y SELECCIÓN ............................................................................................. 8
Tipos de fluidos hidráulicos ........................................................................................................ 8
Criterios de selección ................................................................................................................ 10
Materiales de juntas ................................................................................................................. 11
5. TANQUES Y DEPÓSITOS ....................................................................................................... 12
6. SISTEMAS DE FILTRADO Y TIPOS DE FILTRO ................................................................. 14
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1. INTRODUCCION
Como complemento a este principio se ha de decir que los líquidos son prácticamente
incompresibles: a diferencia de los gases que pueden comprimirse, los líquidos, como los sólidos,
no experimentan una reducción significativa de su volumen al verse sometidos a presión.
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Ejemplo esquemático del principio de Pascal
Un ejemplo de aplicación del principio de pascal podría ser un sistema elevador hidráulico:
El elevador hidráulico que se representa arriba ilustra la ley de Pascal. Un pistón con área
transversal pequeña A1 ejerce una fuerza F1 sobre la superficie de un líquido (aceite). La presión
aplicada p = F1 / A1 se transmite a través del tubo conector a un pistón mayor de área A2. La
presión aplicada es la misma en ambos cilindros, así que:
Para conseguir esta fuerza determinada para la realización de un trabajo se necesita una
energía, que será transmitida a través de un conducto por medio de un fluido hidráulico, y se
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generará a partir de una fuerza inicial. Atendiendo al principio de Pascal todo el conducto
tiene la misma presión y las fuerzas son proporcionales a las áreas.
En resumen: un motor proporciona una determinada energía mecánica a una bomba, y ésta,
según la energía que recibe, suministra una determinada energía hidráulica, la cual se transfiere
bajo forma de caudal y presión y mediante un fluido hidráulico, a un pistón donde se vuelve a
transformar en la energía mecánica necesaria para realizar un trabajo.
Pero hay una ley fundamental en física que dice que la energía no se crea ni se destruye, solo se
transforma; por ello en este caso, el incremento de la presión se obtiene en detrimento de
otro factor, que en este caso es el espacio o la velocidad
En todo caso el producto de la fuerza ejercida y el espacio recorrido por el pistón de la izquierda
debe ser igual al producto del espacio recorrido por la fuerza desarrollada en el pistón de la
derecha.
Se puede, entonces, definir la presión como la fuerza por unidad de superficie, o el
conjunto de éstas, que actúan perpendicularmente sobre una superficie, y que están distribuidas
con uniformidad sobre la misma (según Pascal estas fuerzas son iguales en todos los puntos)
El otro factor, el caudal, es el volumen de fluido (litros, m3, cm3, etc) por unidad de tiempo
(min, horas, seg.) que circula por una determinada conducción.
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El concepto de diferencia de presión, que, como su nombre lo indica, es la diferencia entre las
presiones de dos puntos de un sistema: si no hay una diferencia de presión entre dos
puntos, tampoco habrá circulación de fluido entre ellos.
En un sistema hidráulico el caudal y la presión son factores independientes, y afectan cada uno
de ellos a distintas funciones del mismo (velocidad y fuerza respectivamente).
Como toda aplicación de uso tecnológico se debe analizar sus ventajas y desventajas para cada
aplicación en particular.
A continuación se detallan algunas de las mismas:
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APLICACIÓN DE SOLUCION OLEHIDRAULICA
VENTAJAS DESVENTAJAS
Simplicidad: pocas piezas en movimiento (bombas, Limpieza: en la manipulación de los aceites,
motores y cilindros). aparatos y tuberías, como el lugar de ubicación de
la máquina. En la práctica, hay muy pocas
Tamaño: pequeño comparado con la mecánica y la maquinas hidráulicas en las que se extremen las
electricidad de igual potencia medidas de limpieza.
Multiplicación de fuerzas y fácil control de las Alta presión: exige un buen mantenimiento.
mismas
Precio: las bombas, motores, válvulas
Movimientos suaves y silenciosos.
proporcionales y servo válvulas son caras.
Así mismo, el sistema de transmisión de la energía hidráulica también posee sus ventajas e
inconvenientes:
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4. FLUIDOS, TIPOS Y SEL ECCIÓN
La selección y el cuidado del fluido oleohidráulico son primordiales para el buen funcionamiento y
la duración de los componentes oleohidráulicos. La utilización de un fluido oleohidráulico tiene,
fundamentalmente, cuatro fines:
Además de estas funciones, se exige que el fluido oleohidráulico cumpla otros requerimientos de
calidad, tales como:
Los fluidos utilizados en instalaciones hidráulicas han evolucionado desde principios del siglo
pasado; se ha abandonado el agua, debido a sus inconvenientes innatos, y se ha sustituido por
aceites de origen mineral. El trabajo cada vez a mayor presión y en ambientes con riesgo de
incendio ha motivado la utilización de aditivos y de aceites sintéticos.
Los aceites minerales son de origen petrolífero. Estos aceites tienen excelentes propiedades
lubricantes, antidesgaste, anticorrosión y de aislamiento eléctrico. Además de estas
características, pueden filtrarse sin problemas, lo que los hace idóneos en aplicaciones
industriales de larga vida o de trabajo en zonas de alta contaminación. Todas estas propiedades
dependen de tres factores básicos: el tipo de aceite crudo utilizado (parafínico, naftelínico o
aromático), el método de refinamiento y los aditivos utilizados.
Los aceites sintéticos aparecen como consecuencia de la consabida escasez de los derivados
petrolíferos y la necesidad de obtener prestaciones mejoradas. Entre los tipos de aceites
sintéticos, destacan los ésteres, las siliconas, los éteres y los hidrocarburos halogenados. En la
actualidad, se están investigando fluidos hidráulicos biodegradables y de origen vegetal.
Los lubricantes y los aceites industriales se clasifican en la ISO 6743-99:2002 por familias,
algunas de las cuales se muestran en la siguiente tabla. La familia H –sistemas hidráulicos– se
subdivide, a su vez, según sus bases y propiedades particulares en la ISO 6743-4:1999.
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CLASIFICACION DE LOS LUBRICANTES Y ACEITES
INDUSTRIALES
LETRA APLICACION
A Engrasado sin recuperación.
C Engranajes
D Compresores y bombas de fluidos
E Motores de combustión interna
F Cojinetes y embragues
H Sistemas oleohidráulicos
N Aislamiento eléctrico
P Herramientas neumáticas
T Turbinas
Clasificación de los lubricantes y aceites industriales, según la ISO 6743-99:2002.
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CRITERIOS DE SELECCIÓN
La elección del fluido hidráulico a utilizar en una instalación es crucial para el buen
funcionamiento y la duración del sistema. Entre las características fundamentales a considerar
se encuentran la viscosidad, los aditivos empleados y la temperatura de trabajo. Otros factores a
considerar en la elección del fluido son el índice de viscosidad, la compatibilidad con los
elementos de estanqueidad y la miscibilidad del fluido con otros.
La viscosidad es una forma de medir la capacidad de un fluido a fluir. Una viscosidad demasiado
elevada aumenta las pérdidas por fricción y dificulta la aspiración de las bombas oleohidráulicas,
pero si es demasiado baja puede no garantizarse la lubricación de las partes móviles de los
elementos de trabajo y las válvulas de regulación y distribución. Por ello, los fabricantes
recomiendan un intervalo de viscosidades para sus componentes, ya sean válvulas, actuadores o
bombas.
Viscosidades y temperaturas máximas de trabajo recomendadas para los distintos tipos de bombas
volumétricas. En general, el intervalo útil de viscosidades se acorta con los fluidos en base agua. Debe
tomarse sólo como referencia. Consúltese la información técnica de cada fabricante.
Los aditivos o dopantes se utilizan para mejorar a la carta alguna o varias de las propiedades de
los aceites hidráulicos. Hay aditivos para todo, aunque se suelen seleccionar para aumentar la
estabilidad, reducir el desgaste, evitar la corrosión o la formación de lodos. La cantidad máxima
de aditivos que pueden añadirse depende del tipo de aceite, pero no es conveniente que supere el
20% en volumen. Hay que tener en cuenta que los aditivos tienden a envejecer y pierden sus
propiedades, pueden separarse del aceite y precipitar y son muy ávidos de humedad.3 El aceite,
con aditivos o sin ellos, debe permanecer estable durante todo el tiempo previsto de
funcionamiento útil, manteniendo sus características antifricción, antidesgaste, de viscosidad,
etc., especificadas inicialmente.
La temperatura afecta la mayoría de las propiedades físico-químicas de los fluidos. Este conflicto
es especialmente delicado con la viscosidad, pues existe una temperatura de trabajo óptima para
cada fluido. Un sistema hidráulico no debería funcionar nunca a temperaturas superiores a los
65°C, pues la velocidad de degradación de las propiedades del aceite aumenta rápidamente a
partir de esta temperatura. Otra cuestión interesante a tener en cuenta es la variación de la
temperatura durante el funcionamiento del sistema. Al aumentar la temperatura, la viscosidad
disminuye, lo que hace que un fluido demasiado caliente tenga tendencia a fluir con demasiada
fluidez y aumenten las fugas. En el sentido opuesto, las pérdidas de presión aumentan y surgen
problemas de lubricación, lo que puede ser un problema cuando se arranca un sistema en frío y
justifica el uso de calentadores. Como norma general, un aceite mineral no debe utilizarse nunca
a temperaturas inferiores a 10ºC por encima de su punto de congelación, pues la temperatura
mínima de arranque está relacionada con el límite de fluencia del fluido.
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El índice de viscosidad (IV) sirve para relatar cómo cambia la viscosidad de un fluido con la
temperatura. Este índice es mayor cuanto menor es dicha variación, de modo que IV elevados
implican la constancia de la viscosidad en el intervalo de temperatura utilizado. Aunque, en su
origen, el IV estaba restringido a valores entre 0 y 100, hoy día son posibles aceites de IV
superior a 100 gracias a los aditivos.
La incompatibilidad del aceite o de alguno de sus aditivos con los elementos destinados a
garantizar la estanqueidad de los componentes es crítica. Con respecto a la miscibilidad, es
evidente que mezclar dos aceites inmiscibles entre sí ocasionaría un desastre de dimensiones
catastróficas. En general, es fundamental no mezclar dos aceites aunque sean del mismo origen,
como tampoco es conveniente rellenar con el mismo aceite, aunque sea nuevo, el depósito cuando
se ha perdido el nivel inicial.
MATERIALES DE JUNTAS
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5. TANQUES Y DEPÓSITOS
Los depósitos son imprescindibles en todas las instalaciones hidráulicas, pues almacenan el
aceite del sistema. La elección del depósito no debe considerarse de menor importancia ya que,
además de esta función de almacenamiento, su diseño y su tamaño influyen bastante en el
funcionamiento del equipo hidráulico.
Los depósitos cumplen varias funciones; entre ellas:
Compensar las fluctuaciones de nivel que resultan del movimiento de los actuadores y de
las fugas externas
Ofrecer un tiempo de residencia suficiente al aceite para que se airee y para que los
contaminantes se diluyan y depositen en el fondo.
Incorporar en su interior una barrera física, mediante una mampara, con una chapa
perforada, etc., que impida que el aceite de retorno sea succionado inmediatamente por la
bomba. La barrera también reduce el nivel de turbulencia
Incorporar un punto de llenado y vaciado del sistema. El fondo de los depósitos ha de estar
inclinado hacia el tapón de drenaje para facilitar el vaciado
El tipo de depósito más frecuente es el no presurizado. Este depósito está a presión atmosférica
(pero no descubierto) e incorpora un filtro de aire o un diafragma de separación para evitar la
entrada de polvo u otros contaminantes (como moscas, por ejemplo). Los depósitos presurizados
por aire (a una presión de entre 0,3 y 1,4 bares) tienen dos ventajas fundamentales: por un lado,
facilitan la aspiración de la bomba al aumentar su altura neta disponible, y, por otro, evitan la
entrada de la contaminación atmosférica. Por el contrario, estos depósitos son más costosos,
porque necesitan el suministro del aire a presión, ya sea mediante una línea de aire comprimido
o incluyendo un compresor propio. En estos depósitos ha de tenerse en cuenta que el aire
comprimido transporta bastante agua, por lo que, si fuera el caso, se tendría que prever la
colocación de un filtro de agua o emplear aire seco.
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El tamaño del depósito se escoge siguiendo unas reglas de tipo empírico. Se recomienda el
volumen mayor que resulte de:
Un número comprendido entre dos y quince litros de capacidad por cada CV de potencia
instalada. Este criterio intenta compensar la generación de calor del sistema con la
capacidad evacuadora del depósito, pero suele sobredimensionarlo cuando se trabaja a
altas presiones.
Si el criterio utilizado es el del caudal de la bomba, entonces existen dos casos particulares: en
equipos y maquinaria móvil, el volumen depende del espacio disponible, pero no es recomendable
que sea inferior a dos veces el caudal de la bomba en minutos; en instalaciones estáticas, la regla
recomienda multiplicar por tres (o cuatro) el volumen de aceite por minuto. Por ejemplo, si la
bomba suministra 100 litros por minuto, el recipiente ha de ser, como mínimo, de 300 litros de
capacidad. El volumen final se escogerá en función de los tamaños estándar disponibles o de la
temperatura ambiental (una temperatura extrema puede recomendar aumentar la superficie del
depósito y su tamaño para mejorar la evacuación del calor). Otros requisitos son más bien
funcionales. Por ejemplo, si el número de tuberías de retorno es elevado, se tendría que
incrementar el área disponible por una razón de espacio.
Con relación a su forma y disposición, es preferible un depósito ancho y bajo que estrecho y alto
del mismo volumen. Esta regla simple sirve para aumentar la superficie libre y facilita el
intercambio térmico y la aireación, al tiempo que reduce la distancia de deposición. A menudo, los
requisitos de la maquinaria exigen formas y volúmenes especiales, en “L”, “T”, “Z”, etc. En
cualquier caso y para cualquier depósito, siempre han de respetarse las normas básicas de
construcción (volumen mínimo, separador interno, tapón respirador, filtro, indicadores, etc.),
para no comprometer su funcionamiento. En otras ocasiones, con objeto de facilitar la aspiración
de la bomba y que ésta esté siempre cebada, es recomendable instalarla por debajo del nivel de
aceite en el tanque, lo que puede lograrse elevando el tanque sobre una estructura o bancada.
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6. SISTEMAS DE FILTRADO Y TIPOS DE FILTRO
Los sistemas hidráulicos han de permanecer limpios y saneados para que su funcionamiento sea
más eficiente y se alargue su vida útil (esta recomendación no se refiere solamente al aceite
hidráulico, sino también al aspecto general de la instalación). Está demostrado por
organizaciones y empresas de prestigio internacional que el aceite contaminado causa más del
70% de las averías y paradas de los sistemas hidráulicos y de lubricación. El exceso de celo por
sustituir el aceite demasiado a menudo no es la solución óptima, porque tiene un coste
prohibitivo que ha de valorarse también desde una perspectiva sostenible y, además, no evita que
el sistema pueda contaminarse. Es por ello que los filtros son imprescindibles en un sistema
hidráulico de potencia para prevenir la contaminación y alcanzar el nivel de limpieza requerido, y
están en estrecha relación con los requisitos de mantenimiento del sistema y su longevidad.
La contaminación más frecuente se produce por partículas sólidas, agua, resinas y aire, y tiene su
origen en cinco fuentes principales:
Los efectos de la contaminación son diversos. Las partículas contaminantes, incluso las de
pequeño tamaño, causan desgaste por abrasión, fatiga y erosión al circular a gran velocidad y
presión. Se estima que cada partícula que sale del depósito regresa después de un ciclo de trabajo
con otras diez producidas por ella misma, iniciando así una reacción en cadena. Por otro lado, el
aceite se oxida por la presencia combinada de partículas de metal, que actúan como
catalizadores, y de agua, que es asimilada del ambiente debido a los cambios de temperatura y a
los escapes de los sistemas de refrigeración. La oxidación polimeriza el aceite y produce resinas
de tamaño microscópico, que no son eliminadas por los sistemas tradicionales de filtración y
afectan la eficacia y la seguridad del sistema hidráulico.
La filtración del fluido de los sistemas hidráulicos de potencia debe tratarse desde dos
perspectivas diferentes:
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Es necesario cuantificar qué filtros serán necesarios, cuál será su propósito y dónde se
ubicarán.
La selección de los filtros es de suma importancia, tanto porque han de garantizar el nivel de
limpieza mínimo, como porque la función primaria de cualquier sistema hidráulico no ha de verse
perturbada por su presencia. Los filtros que se conectan al flujo principal presentan un
compromiso entre la eficiencia en la filtración y la pérdida de presión que producen. Una
filtración deficiente supone un coste evidente por los tiempos muertos debidos a fallos y a la
sustitución de los componentes afectados, pero un filtrado agresivo o un filtro en mal estado
causan unas pérdidas de energía que también han de ser valoradas. En general, los filtros han
de:
Tener suficiente capacidad de retención para alargar los períodos de sustitución (aunque
ello depende del tipo de trabajo, es recomendable un período mínimo de 800 horas de
operación en condiciones normales)
Estar equipados con algún dispositivo visible que indique cuándo requieren servicio, es
decir, a qué presión diferencial ha de sustituirse el material filtrante
Incorporar una válvula antirretorno en derivación (preferible) para evitar el colapso del
material filtrante cuando la presión diferencial a través del filtro aumente (lo cual es
inevitable, a medida que se va ensuciando). La presión de apertura de la válvula
antirretorno debe ser, al menos, un 20% más elevada que la presión diferencial indicada
por el dispositivo anterior (suele ser del orden de los 3 o 4 bares, salvo en los filtros de
aspiración, en que es inferior).
No añadir contaminación adicional. Es importante que las conexiones del filtro no fuguen
ni aireen el aceite.
Ser compatibles con el nivel de presión, tanto absoluta como diferencial, de la ubicación
donde se ha de instalar y con el tipo de fluido a utilizar.
El tamaño del filtro se escoge una vez determinado el grado de filtración necesario según la
presión diferencial máxima admisible de su material filtrante limpio (suministrada por el
fabricante) y del caudal. La caída de presión depende del caudal de funcionamiento (y de la
viscosidad) y aumenta con el uso, por lo que los filtros se dimensionan utilizando el caudal de
funcionamiento aumentado por un factor de multiplicación que oscila entre 1 y 4, en función del
grado de trabajo y uso que se prevé (ubicación, número de cilindros expuestos a la suciedad
ambiental, etc.), el nivel de fluctuación del caudal y la frecuencia deseada de sustitución
Ubicaciones posibles de los filtros hidráulicos (no tienen por qué coexistir todos en una misma instalación) y
vista interior de un filtro de presión. En la figura: a, aspiración; d, derivación (by-pass); e, externo; p,
presión; r, retorno, y s, sangrado (bleedoff). Los filtros pueden ubicarse en cualquier parte del circuito
hidráulico pero, por regla general, sólo son necesarios dos o tres en las posiciones críticas.
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RANGO CONTEO DE PARTICULAS ISO 4406
MAS DE HASTA NUMERO DE RANGO ISO 4406
80.000 160.000 24
40.000 80.000 23
20.000 40.000 22
10.000 20.000 21
5.000 10.000 20
2.500 5.000 19
1.300 2.500 18
640 1.300 17
320 640 16
160 320 15
80 160 14
40 80 13
20 40 12
10 20 11
5 10 10
2,5 5 9
1,3 2,5 8
0,64 1,3 7
0,32 0,64 6
0,16 0,32 5
0,08 0,16 4
0,04 0,08 3
0,02 0,04 2
0,01 0,02 1
Rango de números ISO 4406 de conteo de partículas
La eficiencia del filtro, Ex, es un porcentaje que expresa la habilidad del elemento filtrante de
remover las partículas de más de x μm. La relación de filtración βx puede convertirse a un rango
de eficiencia Ex, mediante la siguiente operación:
Para los datos del ejemplo anterior, la eficiencia del filtro resulta E10=98,8%, lo que significa que
el filtro utilizado tiene una capacidad del 98,8% de retener partículas de 10 μm o superiores.
La norma ISO 4406 determina la limpieza fijando el número de partículas de tamaño superior a
5 μm y 15 μm mediante un código de dos cifras Y/Z, aunque actualmente se tienen en cuenta
también el número de partículas superiores a 2 μm y otros. Los códigos de la ISO se determinan
según la tabla anterior. Por ejemplo, si en una muestra de 1 cm3 de fluido se cuentan 110
partículas de tamaño superior a 5 μm y 33 partículas de 15 μm, el código de limpieza ISO 4406
sería de 14/12. Si se incluyera en el código el conteo de partículas de tamaño superior a 2 μm y el
resultado fuera de 660, por ejemplo, el código ISO 4406 de tres cifras sería 17/14/12, y así
sucesivamente.
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Los requisitos de limpieza cambian entre componentes, dependiendo de sus tolerancias o de las
condiciones de trabajo. El nivel de limpieza del aceite también ha de incrementarse (disminución
del código ISO) a medida que la presión aumenta, ya que, a más presión, el efecto nocivo de las
partículas es mayor. Además, los diversos tamaños de partículas contenidas en el aceite afectan,
de forma distinta, los componentes hidráulicos. Cuanto más se aproxima el tamaño de la
partícula al juego mecánico, más posibilidades hay de que se produzca interferencia física,
abrasión y el consiguiente fallo. Por su parte, las partículas de gran tamaño erosionan las
superficies y generan y desplazan otras de menor tamaño, etc., cuya acumulación también
pueden bloquear las correderas de las válvulas o sus bobinas, al ser atraídas por su campo
magnético.
TOLERANCIAS TIPICAS
TOLERANCIA / JUEGO TIPICO
COMPONENTE
[µm]
Actuadores 50 / 250
Bomba de engranajes 0,5 / 5
Bomba de paletas 0,5 / 15
Bomba de pistones 0,5 / 40
Bombas de baja presión 15 / 40
Cojinetes hidrostáticos 1 / 25
Servoválvulas 0,5 / 4
Válvula de corredera 1 / 15
Válvula de asiento 10 / 40
Tolerancias típicas de los componentes hidráulicos (valores de referencia). Las tolerancias de un componente
pueden ser diversas, según la parte móvil que se trate.
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