Temas Actuales de Derecho Constitucional
Temas Actuales de Derecho Constitucional
Temas Actuales de Derecho Constitucional
derecho constitucional
Coordinación Editorial General
Antonio Olguín Torres
Corrección
Antonio Olguín Torres
Diseño de Portada
Adriana Chagoyán Silva
Impreso en México
Printed in Mexico
ISBN 978-607-441-450-9
En caso de que algún tercero considere que parte del contenido de ésta publicación, viola
sus derechos de propiedad intelectual, comunicarlo a la dirección que aparece en esta
página legal especificando la supuesta vulneración.
Temas actuales de
derecho constitucional
Coordinadores
Eduardo Pérez Alonso
Antonio Olguín Torres
UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO
Prólogo
Eduardo Pérez Alonso..........................................................................17
La responsabilidad patrimonial
del estado por error judicial
Virginia Abarca Alcazar......................................................................21
Marco Antonio García Martínez menciona que es indudable que los de-
rechos fundamentales han alcanzado una expansión que permite afirmar
su vigencia en las relaciones entre particulares. Lo problemático es el tipo
de eficacia que estos derechos despliegan al insertarse en las relaciones
entre sujetos privados; si la eficacia es mediata o inmediata. El presente
trabajo aborda un aspecto particular de la tesis de la eficacia mediata (me-
diación judicial), por el cual los juzgadores insertan los derechos funda-
mentales en las controversias entre particulares al interpretar las normas
de derecho privado.
Lilia Venecia Lachica Gallardo hace un estudio del interés legítimo y se-
ñala que el problema radica en que la concepción que se tiene del interés
legítimo no permite una protección amplia a los derechos humanos, sobre
todo derechos de índole social y con el carácter de difusos, por ello se
deben reformular sus elementos para que se dé una cobertura de aquellos 11
casos de riesgo potencial en la afectación de un derecho tutelado.
José Manuel Ledezma Rosas menciona que existe la necesidad del sur-
gimiento de un órgano jurídico especializado que resuelva los conflictos
constitucionales en el estado de Guanajuato. Ya que si bien es cierto que se
cuentan con dos mecanismos que hacen posible la defensa constitucional
local, no se contempla una institución jurídica especializada en la materia
constitucional, con autonomía en la toma de decisiones y con independen-
cia en relación a los poderes locales constituidos; el autor lo plantea para
que se fortalezca la justicia constitucional local que encuentra su vincula-
ción con la defensa de la norma fundamental con los principios derivados
del federalismo, como lo es la supremacía constitucional y la división de
poderes, además que la tendencia social tiende a requerir un sistema cons-
titucional democrático.
Por su parte, Bertha Maciel García y el Doctor Jesús Soriano Flores esta-
blecen que dentro del paradigma del Estado Constitucional de Derecho,
se requiere la institucionalización de mecanismos de control y tutela cons-
titucional, para ello, revisan diferentes modelos referentes de control cons-
titucional, con el objeto de analizar opciones tendientes a fortalecer los
estudios sobre defensa de la Constitución para hacer un escrutinio sobre
la manera y efectividad en que los principios de supremacía, inviolabilidad
y regularidad constitucional pretenden verificarse en determinado Estado.
José Manuel Martínez Rosales parte del concepto europeo del derecho
fundamental a la buena administración pública, establecido en la Carta
de Niza, y analiza las prerrogativas que esencialmente lo integran y le dan
sentido, así como los sujetos obligados a su respeto; el autor hace un análi-
sis del derecho fundamental a la buena administración en Latinoamérica,
esbozando principalmente los aportes novedosos en cuanto a las prerro-
gativas que también integran este derecho, y analiza el soporte constitu-
cional en México que tiene este derecho, proponiendo una coordinación
administrativa como instrumento complementario de garantía del derecho
fundamental a la buena administración pública.
Alejandra Olguín Torres analiza los derechos sociales desde un ángulo del 13
derecho al mínimo vital, parte de la confrontación entre los derechos civi-
les y políticos o de libertad y los derechos económicos, sociales y culturales
o de igualdad y señala que existe un reconocimiento del derecho social
fundamental a un mínimo de subsistencia en el derecho positivo, conse-
cuentemente, propone la posibilidad de hacerlo exigible a las instituciones
del Estado mexicano.
Bertha Patricia Orozco Hernández señala que la suspensión del acto re-
clamado en el juicio de amparo es una medida cautelar, y debe cumplir con
presupuestos para que sea concedida, como: la apariencia del buen derecho
y el peligro en la demora, además de otros dos, con mayor importancia que
estos: que el acto reclamado no afecte disposiciones de orden público o al
interés social. Señala que del análisis integral de las disposiciones corres-
pondientes se advierte que este ejercicio de ponderación para determinar
si existe una afectación al orden público o interés social es ilusorio, pues
cuando el juez de amparo se enfrenta a un caso en el que con la concesión
del acto reclamado exista la posibilidad de afectar disposiciones de orden
público o al interés social, debe automáticamente negar la suspensión; sin
importar el grado de impacto de afectación al quejoso.
14 Lisbeth Elisa Rendón García señala que la constitución limita los poderes
del Estado y protege los derechos fundamentales, por lo que se conciben
los derechos fundamentales como principios cargados de una connotación
moral, obligando a los órganos jurisdiccionales a instrumentar nuevas téc-
nicas para la resolución de conflictos; sin embargo, propone que existen
rubros en los que este modelo se ha topado con ciertas restricciones que la
propia Constitución contempla.
16
Prólogo
Cada uno de los artículos que conforman esta obra, son ejercicio de un
rigoroso proceso de selección, que sin lugar a dudas son sinónimo del éxito
obtenido del Programa de Investigaciones Jurídicas del Departamento de
Derecho de la División de Derecho, Política y Gobierno, fomentado por la
Dra. Teresita Rendón Huerta. Se acentúa que pese a la cautelosa elección
de los trabajos, fue un espacio abierto para los estudiantes de nuestra Divi-
sión con la plena intención de dar apertura a un futuro en la investigación
científica, y reforzar las funciones básicas de nuestra Alma Mater, la inves-
17
tigación y extensión.
Auguro que el texto que el lector tiene en sus manos cumpla con la
finalidad de estimular en la búsqueda de profundización, reflexión y discu-
sión de los insinuantes temas que cada uno de los autores presenta y como
parte del equipo de coordinación representa un privilegio
18
Trabajos de Investigación
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
DEL ESTADO POR ERROR JUDICIAL
Abstract: The Mexican State signed and approved the American Convention
on Human Rights, known as the Pact of San José, in which our country agrees to
amend domestic legislation to recognize all the rights of the people, among these
is the responsibility of the State by judicial error, so it is to know vital the scope
and limits of judicial error, and above all, what is the judicial error, taking into
consideration the fact that a superior court revokes a judgment of the lower court
there are not implications necessarily of a judicial error.
The principal object of judicial error is not damage to magistrates or judges who
play their duties with all the professionalism required for their position, what is
sought is avoid those not qualified for the judicial function people do not do it.
The State to being the responsible to pay compensation for a judicial error, bring
off a better protection for the governed because it seeks repair the damage, either
economically or by other alternative form, redressing violated rights.
INTRODUCCIÓN
LA RESPOSABILIDAD PATRIMONIAL
Godolfino Humberto Juárez Mejía señala que el Estado puede causar da-
ños y perjuicios a los particulares aun sin realizar actos culpables o dolosos,
sino tan sólo como un resultado de la realización de sus funciones, que tie-
nen, en determinadas situaciones, una condición de riesgo, que no siempre
estuvo dispuesto a admitir.2
La responsabilidad por daños y perjuicios causados nace de la aprecia-
ción de que es injusto que quien los sufre sin tener culpa ni estar obligado a
2
JUÁREZ MEJÍA, Godolfino Humberto, ELEMENTOS PARA UNA TEORÍA DE LA
RESPONSABILIDAD PÚBLICA, México, Porrúa, 2008, p. 127.
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
DEL ESTADO POR ERROR JUDICIAL
“No se niega que se pueda causar daños por actos legislativos, o incluso judi-
ciales; ésta es la razón de que algunas legislaciones extranjeras se contemplen
la responsabilidad del Estado por error judicial; sin embargo, la naturaleza y
caracteres de los actos legislativos y judiciales nos lleva a excluirlos, cuando
menos por ahora, de la responsabilidad patrimonial”.5
La responsabilidad del Estado por los daños que, con motivo de su actividad
administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los particulares, será
3
Ibidem, p. 126.
4
Artículo que anteriormente se refería a la responsabilidad patrimonial del Estado.
5 DAMSKY, Isaac Augusto, LÓPEZ OLVERA, Miguel Alejandro y otro, Estudios sobre
la responsabilidad del Estado en Argentina, Colombia y México, México, UNAM, 2007,
México, p. 576.
6
Diario Oficial de la Federación, 10 de junio de 2011.
7
Aprobada por el senado el 18 de diciembre de 1980 y publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 9 de enero de 1981, con efectos vinculatorios para México el 24 de Marzo
de 1981, disponible en la página de la Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados In-
ternacionales, http://proteo2.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=1
278&depositario=0&PHPSESSID=7d6c885433f25c37b4754ad512707566
Virginia Abarca Alcázar
EL ERROR JUDICIAL
8
AGÜERO, Mirta Noemí, Responsabilidad de Estado y de los magistrados por error Ju-
dicial, 2o ed., Buenos Aires, AD-HOC, 2000, p. 32.
9
MALEM SEÑA, Jorge F., El error judicial. La formación de jueces, Fundación coloquio
jurídico europeo, Madrid, 2009 p. 17 a 42.
10
HERNÁNDEZ MARTÍN, Valeriano, El error judicial. Procedimiento para su declara-
ción e indemnización. Civitas, Madrid, 1994, p. 120 a 128.
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
DEL ESTADO POR ERROR JUDICIAL
11
CIENFUEGOS SALGADO, David (coordinador), La función Judicial, México, Porrúa,
2008, p. 63.
12
M ARROQUÍN ZALETA, Jaime Manuel. “El Error Judicial Inexcusable como causa de
responsabilidad administrativa.” (Ensayos jurídicos en memoria de José María Cajica
Camacho, volumen II), http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2402/7.pdf, p.557.
13
Tesis: 1a. CXI/2015, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,
Libro 16, t. II, Marzo de 2015, p. 1098.
14
Tesis: I.3o.C.24 K, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro XVIII, t. 3, Marzo de 2013, p. 2001.
Virginia Abarca Alcázar
2. Los sujetos activos son Jueces y Magistrados o las personas que ejerzan sus
funciones.
El tribunal menciona, que estos errores deben ser patentes, al grado que
puedan asociarse con la idea de arbitrariedad, es decir, que la resolución
judicial sea insostenible por ir en contra de los presupuestos o hechos del
caso.
El Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo
del Décimo Primer Circuito15 refiere que la Corte Interamericana de De-
rechos Humanos sostiene que la motivación del acto jurisdiccional debe
operar como una garantía que permita distinguir entre una diferencia ra-
zonable de interpretaciones jurídicas y un error judicial inexcusable, que
para que exista un error en la interpretación del texto jurídico propuesta
por el Juez, es necesario que ésta no pueda reconocerse por ningún criterio
interpretativo aplicable razonablemente; de ahí que las interpretaciones
novedosas, pero avaladas con razones, no caben dentro de esta categoría.
Por tanto, no constituye un error judicial la interpretación del derecho que
puede argumentarse dentro de la hermenéutica jurídica, si en el caso no es
irrazonable, aunque el criterio no se comparta. En este sentido, no puede
26 ni debe confundirse la mera revocación de una decisión judicial, con un
error judicial.
Es muy delicado el tema de las sentencias dictadas erróneamente, pues
por virtud de un error judicial el justiciable puede perder injustamente su
libertad, su patrimonio, su honra; un error judicial puede destruir a su fa-
milia o destruirlo a él. Asimismo, un error judicial puede producir la impu-
nidad del autor de un hecho ilícito, y provocar que el juzgador descuidado
15
Tesis: XI.1o.A.T.30 K, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro 31, t. IV, Junio de 2016, p. 2903.
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
DEL ESTADO POR ERROR JUDICIAL
o inepto, sin desearlo, otorgue en una resolución al autor de aquél, algo que
no le corresponda.16
Por lo que, hacer depender la responsabilidad exclusivamente al juez es
poner una tarifa altísima y casi imposible de cumplir.
Bianchi17 menciona que es muy razonable que el funcionario pague con
su propio patrimonio por los daños causados en su obrar ilícito pero en la
práctica existen dos razones por las cuales no se puede dar:
16
LÓPEZ OLVERA, Miguel Alejandro, “La responsabilidad patrimonial del estado por
error judicial”, Isaac Augusto Damsky y otros (coord), Estudios sobre la responsabilidad
del Estado en Argentina, Colombia y México, México UNAM, 2007, http://biblio.juridi-
cas.unam.mx/libros/5/2499/30.pdf
17
BIANCHI, B. Alberto, Responsabilidad del Estado por su actividad legislativa, Editorial
Ábaco de Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 1999 B p. 37.
18
Tesis Aislada: P. CXLVII/97, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, t. VI, Octubre de 1997, p. 188.
Virginia Abarca Alcázar
tengan relación con los elementos materiales y humanos con que cuente el
juzgador para apoyarse en su actividad.
Precisa la Corte que la notoria ineptitud o descuido inexcusable
puede manifestarse en cualquier etapa o faceta de la actividad judicial, bien
sea administrativa o de organización del órgano jurisdiccional, al sustan-
ciar los procedimientos a su cargo, o al dictar las resoluciones con que
culminan dichos procedimientos.
les en los procesos penales y por las detenciones arbitrarias, sin perjuicio de
la responsabilidad a que hubiere lugar.
Legisladores del Congreso de la Unión en ambas cámaras han presenta-
do diversas iniciativas en las que proponen contemplar el error judicial en
nuestra Carta Magna, a continuación se enuncian algunas de las mismas.
Cecilia Guadalupe Soto González, diputada integrante del Grupo Par-
lamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXII Legis-
latura del Congreso de la Unión, publicó en la Gaceta Parlamentaria, año
XIX, número 4508-VII, jueves 14 de abril de 2016, una iniciativa en la que
como planteamiento del problema expresa que actualmente existe una la-
guna en nuestro sistema jurídico nacional.
En particular, en lo que toca a la procuración y administración de justi-
cia en materia penal, sobre las consecuencias derivadas del error cometido
por autoridad judicial, en el caso de la prisión preventiva, ya que no existe
la norma constitucional y legal que reconozca y determine la indemniza-
ción correspondiente cuando se incurre en omisión de la autoridad juris-
diccional.
Indemnización que debe ser evaluable económicamente y ser puesta a
disposición por toda aquella persona que encontrándose en esta situación,
hayan sido vulnerados sus derechos, pero sobre todo, que haya sido privada
de su libertad, sin razón jurídica y motivada por la comisión de un error
judicial por parte del juzgador. 29
Por lo cual, propone reformar el artículo 18 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, a fin de establecer que tendrá derecho
a indemnización, conforme lo disponga la ley, quién sea privado de su li-
bertad sin causa justificada o si se excede los límites fijados por la ley para
la prisión preventiva.
El diputado Silvano Aureoles Conejo, integrante del Grupo Parlamen-
tario del Partido de la Revolución Democrática en la LXII Legislatura
del Congreso de la Unión, publicó en la Gaceta Parlamentaria, año XVI,
número 3868-V, martes 24 de septiembre de 2013, una iniciativa en la que se
propone reformar el artículo segundo párrafo del artículo 113 de la Consti-
tución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Para considerar que los daños que causara en los bienes o derechos de los
particulares el error judicial, correspondería una responsabilidad objetiva y
directa del Estado, y así particulares tuvieran derecho a una indemnización
conforme a las bases, límites y procedimientos que establezcan las leyes al
igual que acontece con motivo de la actividad administrativa irregular.
Luis Miguel Barbosa Huerta, Diputado integrante del Grupo Parla-
mentario del Partido de la Revolución Democrática en la LVIII Legislatu-
Virginia Abarca Alcázar
los artículos 17, 18 y 113, según las características que le impriman a sus
propuestas.
Se considera importante que la indemnización por error judicial se eleve
a categoría constitucional a fin de armonizar la legislación secundaria y se
adecuen las legislaciones estatales.
El Código Nacional de Procedimientos Penales prevé en su artículo
490, que en caso de que se dicte reconocimiento de inocencia, en ella mis-
ma se resolverá de oficio sobre la indemnización que proceda en términos
de las disposiciones aplicables. La indemnización sólo podrá acordarse a
favor del beneficiario o de sus herederos, según el caso, su aplicación sería
de manera excepcional pues no prevé la misma en caso de sentencias ab-
solutorias.
De igual forma, en la Ley General de Víctimas en el artículo 64 se indica
que la compensación se otorgará por todos los perjuicios, sufrimientos y
pérdidas económicamente evaluables que sean consecuencia de la comi-
sión de los delitos a los que se refiere el artículo 68 de este ordenamiento
o de la violación de derechos humanos, incluyendo el error judicial, de
conformidad con lo que establece esta Ley y su Reglamento.
El artículo 131 de la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal establece
las causa de responsabilidad para los servidores públicos del Poder Judicial,
y en su fracción III se refiere a tener una notoria ineptitud o descuido en el
desempeño de las funciones o labores que deban realizar. 31
No obstante que existen dichas normas secundarias, la indemnización
por error judicial no es un proceso breve y sencillo en México, sino que se
encuentra regulada de manera ambigua y dispersa.
A fin de sostener lo anterior, se cita como ejemplo el amparo directo
6/2016,19 del índice de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, resuelto el siete de septiembre de dos mil dieciséis.
Dicho amparo fue promovido por quejosos que pasaron más de once
años presos por haber sido acusadas por el Ministerio Público de la matan-
za de 45 indígenas tzotziles en diciembre de 1997, en el poblado de Acteal,
municipio de Chenalhó, Chiapas.
or sesión de cuatro de noviembre de dos mil nueve, la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió por mayoría de votos,
19
SCJN, Segunda Sala, amparo directo, 6/2016, caso Acteal, http://www2.scjn.gob.mx/
ConsultaTematica/PaginasPub/DetallePub.aspx?AsuntoID=194383
Virginia Abarca Alcázar
Las reparaciones son una vía para tratar de enmendar el daño sufrido
en su persona la violación a un derecho, la Corte Interamericana de De-
rechos Humanos ha implementado, además, otras medidas para satisfacer
el daño, como reformas a las leyes internas de los Estados Partes, Adelina
Loianno20 las explica de la siguiente manera:
… el Estado del Perú debe tomar todas las medidas necesarias para reincorpo-
34 rar a la señora María Elena Loayza Tamayo al servicio docente en instituciones
públicas, en el entendimiento de que el monto de sus salarios y otras prestacio-
nes deberá ser equivalente a la suma de sus remuneraciones por esas actividades
en los sectores público y privado al momento de su detención, con valor actua-
lizado a la fecha de esta sentencia.
20
LOIANNO, Adelina, “Evolución de la doctrina de la Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos en materia de reparaciones,” Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coord.) La
ciencia del derecho procesal constitucional. Estudios en homenaje a Héctor Fix Zamudio
en sus cincuenta años como investigador del derecho, Tomo IX, Derechos Humanos
Internacionales, UNAM, 2008, http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/6/2562/23.pdf
21
Corte Iberoamericana de Derechos Humanos, Loayza Tamayo vs Perú, http://www.
corteidh.or.cr/pais.cfm?id_Pais=8
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
DEL ESTADO POR ERROR JUDICIAL
2. Reparaciones sustitutas
Indemnización a la víctima.
Quien pretenda una indemnización al amparo del artículo 294 Ley Or-
gánica del Poder Judicial español, por no haber participado en el hecho
delictivo, ha de probar dentro del proceso penal que efectivamente no in-
tervino en tal hecho. Es decir no basta que haya sido exculpado por falta
de prueba o por la presunción de inocencia24.
5. CONCLUSIONES
22
H ERNÁNDEZ MARTÍN, Valeriano, op. cit. nota 9, p.286.
23
Ibidem, p.256.
24
Ibidem, p.274.
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
DEL ESTADO POR ERROR JUDICIAL
FUENTES
Bibliográficas
Páginas electrónicas
Legislativas
Gacetas Parlamentarias
Tesis
41
BREVES APUNTAMIENTOS ACERCA DE INACABADOS
ESQUEMAS DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
ESTATAL
1
Egresada de la Maestría en Justicia Constitucional y Licenciada en Derecho por la Uni-
versidad de Guanajuato.
María Corazón Camacho Amador
Introducción
2
FERRER MAC-GREGOR, Eduardo, La nueva sala constitucional en el estado de Vera-
cruz, Revista Peruana de Derecho, Lima, año 4, núm. 6, enero-junio de 2003.
BREVES APUNTAMIENTOS ACERCA DE INACABADOS ESQUEMAS DE LA
JUSTICIA CONSTITUCIONAL ESTATAL
Consideración preliminar
3
AGUILAR LUJÁN, Jorge Alberto, Pasado, presente y futuro del recurso de queja en
Chihuahua (análisis y práctica del artículo 200 de la Constitución de Chihuahua), en
González Oropeza, Manuel y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coords.), La justicia consti-
tucional en las entidades federativas, México, Porrúa, 2006.
4
Decreto de reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pu-
blicado en el Diario Oficial de la Federación, el 10 de junio de 2011, por el que, entre
otras situaciones, se sustituyó la denominación de garantías individuales, por derechos
humanos y sus garantías, en el Capítulo I del Título Primero.
5
En el año 2000, Veracruz adoptó el primer sistema moderno de justicia constitucional
local, después en los siguientes cuatro años, otros siete estados harían lo propio. Vera-
cruz (reformas a la Constitución local, publicadas el 3 de febrero de 2000), Coahuila
(reformas a la Constitución local, publicadas el 20 de marzo de 2001), Guanajuato (re-
formas a la Constitución local, publicadas el 20 de marzo de 2001), Tlaxcala (refor-
mas a la Constitución local, publicadas el 18 de mayo de 2001), Chiapas (reformas a la
Constitución local, publicadas el 6 de noviembre de 2002), Quintana Roo (reformas a
la Constitución local, publicadas el 24 de octubre de 2003), Nuevo León (reformas a la
Constitución local, publicadas el 9 de junio de 2004), Estado de México (reformas a la
Constitución local, publicadas en julio de 2004).
6
Al respecto, es oportuno anticipar que la teleología de estas Salas radica desde su géne-
sis, en instruir y, en determinados casos, resolver juicios de protección de los derechos
estatales (amparito), conflictos entre municipios (omisión en la fracción I del artículo
María Corazón Camacho Amador
Impulsos nacionales
Por fortuna, los congresos de las entidades federativas han aprobado reformas
que también fortalecen al Poder Judicial de cada una, tomando en cuenta las
características propias de cada lugar.
De este modo, los Poderes Judiciales de los Estados tienen ahora una nueva
autonomía, que también está generando un nuevo equilibrio entre los poderes
locales, lo que fortalece la democracia en todo el país.
Yo confío en que estas reformas continúen para terminar de concretar esta nue-
va época republicana de México.
En otras palabras, que todos podamos ejercer a plenitud las libertades a las que
tenemos derecho como seres humanos.
La libertad para educarnos y para atender nuestra salud; la libertad para vi-
vir en el lugar de nuestra elección; la libertad para trabajar y participar en los
intercambios económicos; la libertad para opinar sobre los asuntos públicos y
participar en ellos; la libertad para elegir a nuestras autoridades.
La soberanía nacional
10
GARCÍA RICCI, Diego, La soberanía estatal, la Constitución local y la justicia cons-
titucional en los estados de la República mexicana, Revista Iberoamericana de Derecho
Procesal Constitucional, México, enero-junio, núm. 5, 2006.
11
BURGOA ORIHUELA, Ignacio, Derecho constitucional mexicano, 10ª ed., Porrúa, Mé-
xico, 1996, p. 450.
BREVES APUNTAMIENTOS ACERCA DE INACABADOS ESQUEMAS DE LA
JUSTICIA CONSTITUCIONAL ESTATAL
12
ARTEAGA NAVA, Elisur, La Constitución local y su defensa, en Ferrer Mac-Gregor,
Eduardo (coord.), Derecho procesal constitucional, 4a. ed., México, Porrúa-Colegio de
Secretarios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación AC, 2003, t. IV, p. 3618. Niega
el atributo de supremacía de la Constitución estatal, Uribe Arzate, Enrique, El control
constitucional de las entidades federativas, en Gámiz Parral, Máximo N. (coord.), Las
entidades federativas y el derecho constitucional, México, UNAM, Instituto de Investi-
gaciones Jurídicas, 2003, p. 447.
María Corazón Camacho Amador
Como es bien sabido, los derechos humanos son producto del desarrollo
de la sociedad y en la medida en que esta última ha evolucionado, los de-
BREVES APUNTAMIENTOS ACERCA DE INACABADOS ESQUEMAS DE LA
JUSTICIA CONSTITUCIONAL ESTATAL
13
HERNÁNDEZ CHONG Cuy, María Amparo, Entre el control constitucional federal
y el estatal, en González Oropeza, Manuel y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coords.), La
justicia constitucional en las entidades federativas, México, Porrúa, 2006.
14
FIX-ZAMUDIO, Héctor y Fix-Fierro, Héctor, “Amparo”, Enciclopedia Jurídica Lati-
noamericana, México, Porrúa-UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2006, t.
I, A-B, p. 353. 37.
María Corazón Camacho Amador
15
FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, José Julio, Justicia Local Constitucional. La omisión le-
gislativa en la Constitución del Estado de Veracruz-Llave en el marco de la teoría general
de dicho instituto, Fundación Universitaria de Derecho, Administración y Política SC,
México, 2003, p. 152.
16
FROTO MADARIAGA, Germán, La justicia constitucional en Coahuila. Planteamien-
to doctrinal, en González Oropeza, Manuel y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coords.), La
justicia constitucional en las entidades federativas, México, Porrúa, 2006.
BREVES APUNTAMIENTOS ACERCA DE INACABADOS ESQUEMAS DE LA
JUSTICIA CONSTITUCIONAL ESTATAL
Veracruz
Coahuila
17
MORALES CARRASCO, Ricardo, Medios de control constitucional en Veracruz, en
González Oropeza, Manuel y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coords.), La justicia consti-
tucional en las entidades federativas, México, Porrúa, 2006.
María Corazón Camacho Amador
sentido, que vinculen a las Salas y Juzgados del Estado y resolver las con-
tradicciones de los precedentes que sustenten las Salas.18
Posteriormente, en el artículo 81 de su Constitución se determina que el
Pleno del Tribunal Superior de Justicia actuará como tribunal de control
constitucional del Estado, señalando qué asuntos conocerá.19
Chiapas
18
RÍOS VEGA, Luis Efrén, La justicia constitucional local en Coahuila, Lex. Difusión y
Análisis, Torreón, 3a. época, año VI, núm. 78, diciembre de 2001.
19
GARCÍA DOMÍNGUEZ, Hugo Gaspar, La protección integral de la Constitución
del estado de Tlaxcala, en González Oropeza, Manuel y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo
(coords.), La justicia constitucional en las entidades federativas, México, Porrúa, 2006.
20
Publicada en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del Estado de Chiapas,
en el Periódico Oficial del Estado. Está integrada por 110 artículos y una disposición
transitoria. La conforman cuatro títulos: disposiciones generales; controversias consti-
tucionales; las acciones de inconstitucionalidad, y las acciones por omisión legislativa.
Sin que reglamente la fracción IV del numeral 56 constitucional que se refiere a las
consultas judiciales de constitucionalidad.
21
ÁVILA FERNÁNDEZ, José Manuel, La justicia constitucional en Quintana Roo, en
González Oropeza, Manuel y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coords.), La justicia consti-
tucional en las entidades federativas, México, Porrúa, 2006.
BREVES APUNTAMIENTOS ACERCA DE INACABADOS ESQUEMAS DE LA
JUSTICIA CONSTITUCIONAL ESTATAL
22
BENÍTEZ TREVIÑO, Víctor Humberto, La sala constitucional del estado de México
como expresión del federalismo del siglo XXI, México, UNAM, Instituto de Investiga-
ciones Jurídicas, 2005.
23
BÁEZ SILVA, Carlos, La omisión legislativa y su inconstitucionalidad en México, Bo-
letín Mexicano de Derecho Comparado, nueva serie, año XXXV, núm. 105, septiembre-
diciembre de 2002.
24
ASTUDILLO REYES, César Iván, Justicia constitucional en cuatro ordenamientos de
México: Veracruz, Coahuila, Tlaxcala y Chiapas. México, UNAM, Instituto de Investi-
gaciones Jurídicas, 2004.
25
BUSTILLOS, Julio, La realidad de la justicia constitucional local mexicana en el siglo
XXI (a través de sus resoluciones definitivas), México, Revista Mexicana de Derecho
Constitucional, núm. 21, julio-diciembre de 2009, p. 43.
María Corazón Camacho Amador
29
Al respecto véase la jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, durante la Novena Época, con número de registro172759, consul-
table en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con número 1a./J. 42/2007,
cuyo rubro es del tenor literal: GARANTÍA A LA TUTELA JURISDICCIONAL PRE-
VISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES.
María Corazón Camacho Amador
Conclusiones
59
En estas sumarias líneas me he referido a algunos de los aspectos que cir-
cundan al eje toral central del presente trabajo, respecto a las Salas de Jus-
ticia Constitucionales en algunos Estados de la República Mexicana, que,
como ha quedado de manifiesto, mucho se pensó que serían un avance
relevante desde la soberanía interior de cada entidad hacia una visión, in-
clusive, de alcances supranacionales,31 sin embargo, este loable sueño, ha
30
VALLS HERNÁNDEZ, Sergio A. Nota estadística del problema de la impartición de
justicia en México. La necesidad de la colaboración del Poder Judicial de la federación y
de los poderes judiciales de los estados para la protección de los derechos fundamentales;
en Daniel A. Barceló Rojas, Jesús Molina y Carlos Muñoz Ángeles (coords.) Memo-
ria del primer seminario internacional sobre federalismo judicial. La protección de los
derechos fundamentales en el Estado federal. México, Suprema Corte de Justicia de la
Nación-UNAM Instituto de Investigaciones Jurídicas.
31
Siempre y cuando las Constituciones locales, amplíen su marco protector de derechos
humanos para los gobernados y, no únicamente, contemplen una remisión a la Consti-
tución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su parte conocida como dogmática.
María Corazón Camacho Amador
Fuentes bibliográficas
63
LA GARANTÍA DEL DERECHO HUMANO A SER VOTADO
DESDE QUE SE OBTIENE LA CAPACIDAD DE EJERCICIO:
UNA REFORMA NECESARIA
Palabras clave: México, España, edad, derecho político pasivo, cargo público,
no discriminación.
1
Licenciado en Derecho por la Universidad De La Salle Bajío y estudiante de la Maestría
en Justicia Constitucional en la Universidad de Guanajuato; actualmente se desempeña
como Vocal Secretario en el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato y como pro-
fesor de nivel medio superior.
Esta colaboración constituye un humilde homenaje a la juventud que día con día busca
superarse en el ámbito personal, profesional y laboral. Para aquellos líderes jóvenes
que combinan perfectamente su condición y su experiencia. Esta aportación genera un
aliento, en cualquier terreno, para la no discriminación por cuestión de edad.
Diego Eloy Constantino Hernández
limit in the contest for these charges, to people who are not certain age, violates the
precept of non-discrimination contemplated in constitutional status. This paper
conducts a comparative analysis of passive political right (to be elected), through
an internal and international approach, specifically with the model that follows
Spain, the intention is to ensure greater protection to Mexican citizens who
wishes to participate as candidates, without limiting their intervention because
of their age. Political participation should be a resounding that encourages the
masses to believe in democracy and justice.
Key words: Mexico, Spain, age, passive political rights, public office, non-
discrimination.
2
FIX-FIERRO, Héctor, Los derechos políticos de los mexicanos, 2a. ed., México, UNAM,
2006, p. 44.
3
El sendero de las candidaturas independientes no ha sido fácil, en México se reconocen
tres ámbitos temporales: En 2004 Jorge Castañeda Gutman solicitó su registro como
independiente a la Presidencia de la República (mismo que fue negado); en 2012 surge la
figura de candidaturas independientes; y hasta el 2014 la ley electoral federal, así como
las propias de los estados la incluyeron. Los actos que la o el interesado deben realizar
para lograr ser candidato independiente son: constituir una asociación civil, presentar
ante autoridad competente su manifestación de contender, recabar apoyo ciudadano
mediante firmas que le solicita el INE o el OPLE correspondiente y por último, presen-
tar solicitud de registro. Le sugerimos consultar del artículo 366 al 392 de la Ley General
de Instituciones y Procedimientos Electorales.
LA GARANTÍA DEL DERECHO HUMANO A SER VOTADO DESDE QUE SE
OBTIENE LA CAPACIDAD DE EJERCICIO: UNA REFORMA NECESARIA
4
Algunos de ellos: ser ciudadano mexicano; originario del estado, distrito o municipio
según el caso de su postulación, además comprobar ciertos años de residencia. Enlista
también algunos impedimentos, verbigracia: estar activo en el Ejército Federal, ser ti-
tular o ejercer ciertos cargos derivados de la administración pública, el poder judicial o
ministros de culto religioso; no tener algún tipo de incapacidad; entre otros.
5
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, en línea: http://www.
diputados.gob.mx/biblioteca/bibdig/const_mex/const_1824.pdf, fecha de consulta: 28
de abril de 2016.
6
La capacidad de ejercicio está contemplada en nuestras leyes civiles (desde el Código
Civil Federal hasta los códigos civiles de cada entidad federativa), para obtenerla es
necesario haber cumplido dieciocho años (mayoría de edad) o también por el supuesto
de emancipación, siempre que no se encaje en estado de interdicción (este supuesto
suprime la capacidad de valerte por sí mismo). El cumplimiento de estos requisitos
aduce que una persona es apta de celebrar actos jurídicos y dotarse de otros derechos y
obligaciones que no le alcanzan sólo con la capacidad de goce (la que obtienes desde que
naces).
Diego Eloy Constantino Hernández
los límites de la esfera del otro), encargadas también de amparar los derechos
sociales de la persona en su tutela más amplia.7
7
DÍAZ, Elías, Estado de derecho y sociedad democrática, Cuadernos para el diálogo, 3a.
ed., rústica, Madrid, España, 1969, pp. 46-57.
8
MONTENEGRO, Walter, Introducción a las doctrinas político económicas, Fondo de
Cultura Económica, Colombia, 2001, p. 61.
9
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2016, en línea: http://www.di-
putados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_29ene16.pdf, fecha de consulta: 24 de enero de 2016.
10
El escenario sociodemográfico permitía ponerse de acuerdo sin necesidad de interme-
diarios, el grueso poblacional era de miles de personas y no de millones, a las plazas
Diego Eloy Constantino Hernández
16
MORENO, Alejandro, Democracia, actitudes políticas y conducta electoral, 1a. ed., Fon-
do de Cultura Económica, México, 2003, p. 234.
Diego Eloy Constantino Hernández
OBJETIVOS DE MI COMPARACIÓN
17
OLGUÍN TORRES, Antonio. Directrices obtenidas en la clase introductoria de la
asignatura Derecho Constitucional Comparado en la Maestría Justicia Constitucional,
Universidad de Guanajuato.
18
Una categoría jurídica es lo que al derecho le interesa regular: institución, poderes, sec-
tor muy específico de derechos humanos, principios fundamentales, normas creadoras
de derecho, entre otras.
19
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, México en Cádiz, 200 años des-
pués. Libertades y democracia en el constitucionalismo contemporáneo, México, 2015,
p. 103, en línea: http://www.trife.gob.mx/sites/default/files/mexico_cadiz_200_a.pdf,
fecha de consulta: 27 de mayo de 2016.
LA GARANTÍA DEL DERECHO HUMANO A SER VOTADO DESDE QUE SE
OBTIENE LA CAPACIDAD DE EJERCICIO: UNA REFORMA NECESARIA
22
México señaló como reserva la limitación de la participación a los ministros de culto
en cuanto a derecho político pasivo se trata, así como la prohibición de pertenecer a
asociaciones con fines políticos o hacer algún tipo de proselitismo en favor de algún
candidato; por lo que pueden votar, pero no ser votados.
23
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Colección de tratados), UNESCO,
2016, en línea: https://treaties.un.org/Pages/ViewDetails.aspx?src=TREATY&mtdsg_
no=IV-4&chapter=4&lang=en#EndDec, fecha de consulta: 20 de marzo de 2016.
24
Constitución Española de 1978, en línea: https://www.boe.es/legislacion/documentos/
ConstitucionCASTELLANO.pdf, fecha de consulta: 24 de marzo de 2016.
25
Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en línea: https://
www.boe.es/buscar/pdf/1985/BOE-A-1985-11672-consolidado.pdf, fecha de consulta: 24
de abril de 2016.
LA GARANTÍA DEL DERECHO HUMANO A SER VOTADO DESDE QUE SE
OBTIENE LA CAPACIDAD DE EJERCICIO: UNA REFORMA NECESARIA
26
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (versión comentada), en línea:
http://www.corteidh.or.cr/tablas/28145.pdf, fecha de consulta: 31 de mayo de 2016.
27
Ídem.
Diego Eloy Constantino Hernández
28
PARTIDOS POLÍTICOS. EL ARTÍCULO 22, PÁRRAFO 6, DEL CÓDIGO FEDE-
RAL DE INSTITUCIONES Y PROCEDIMIENTOS ELECTORALES RESTRINGE
LA FACULTAD QUE AQUÉLLOS TIENEN EN EL ÁMBITO DE SU VIDA INTER-
NA PARA ESTABLECER REQUISITOS DE ELEGIBILIDAD. El citado precepto pre-
vé que en los requisitos de elegibilidad que regulen los estatutos de los partidos políticos
sólo se podrán establecer exigencias de edad, nacionalidad, residencia, capacidad civil y
sentencia ejecutoriada en materia penal […]
29
Es menester expresar que el artículo 55, fracción 2, refiere los requisitos para ser di-
putado; el 58 para senador; el 82, fracción 2 para presidente de la República; y el 116,
fracción 1, último párrafo para gobernador de cualquier entidad federativa, todos de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
LA GARANTÍA DEL DERECHO HUMANO A SER VOTADO DESDE QUE SE
OBTIENE LA CAPACIDAD DE EJERCICIO: UNA REFORMA NECESARIA
30
Seminario de Investigación en Juventud, “Módulo 2 - Construcción de Políticas Públi-
cas y programas de juventud. La Conceptualización”, Diplomado Políticas de Juventud:
Hacia una nueva gestión, UNAM, México, agosto de 2014, pp. 3-4.
31
Friedrich (1988 [1887]), Zur Genealogie der Moral, en: Kritische Studienausgabe in 15
Bänden, Colli Giorgio, Montinari Mazzino (eds.), Berlin / N. York, vol. 5, citado por
Abad, Sebastián, Subjetividad estatal: de la demanda a la responsabilidad, Guatema-
la, 2006, p. 2, en línea: http://siare.clad.org/fulltext/0055917.pdf NIETZSCHE, fecha de
consulta: 18 de mayo de 2016.
32
Estadísticas del Padrón Electoral y Lista Nominal de Electores agrupado por edades,
INE, México, 2016, en línea: http://listanominal.ife.org.mx/ubicamodulo/PHP/index.
php, fecha de consulta: 03 de junio de 2016.
Diego Eloy Constantino Hernández
CONCLUSIONES
33
Esta comparación nos permite llegar a la conclusión de manera difusa, no necesaria-
mente de forma dependiente. Las fuentes domesticas utilizadas son meras referencias.
Se hace énfasis en analizar prácticas que fueron exitosas en otro lugar.
LA GARANTÍA DEL DERECHO HUMANO A SER VOTADO DESDE QUE SE
OBTIENE LA CAPACIDAD DE EJERCICIO: UNA REFORMA NECESARIA
FUENTES DE INFORMACIÓN
81
Diego Eloy Constantino Hernández
ANEXO 1
Algunos requisitos de elegibilidad para las elecciones de las Cortes en España durante el periodo:
1810-2000
Elección Voto activo Voto pasivo
Españoles varones mayores de 25 años
1837, 1839, con residencia mínima de 1 año en la Español varón mayor de 25 años y
1840, 1841, provincia donde voten. Ser propietario, del estado seglar, cumplir condi-
1843 y 1844 ser contribuyente o con determinada ciones para ser elector
educación o profesión
Españoles varones mayores de 25 años,
Español varón mayor de 25 años,
1846, 1850 pagar contribución directa o con determi-
del estado seglar, poseer renta y
1851 y 1853 nada educación o profesión que paguen la
ser contribuyente
mitad de esa contribución
Españoles varones mayores de 25 años
con mínimo 1 año de residencia en la Español varón mayor de 25 años,
1854 provincia donde voten. Ser propietario, además cumplir las condiciones
ser contribuyente o con determinada requeridas para ser elector
educación o profesión
Españoles varones mayores de 25 años Español varón mayor de 25 años,
1857, 1858
que paguen contribución directa o con del estado seglar y poseer una
1863 y 1864
determinada educación o profesión renta o pagar contribución directa
82 Españoles varones mayores de 25 años,
Español varón mayor de 25 años,
contribuyentes directos o por subsidio
1865 y 1867 del estado seglar y ser contribu-
industrial y con determinada educación
yente directo
o profesión
Españoles varones mayores de 25 años Las mismas condiciones que para
1869
inscritos en el padrón de vecindad ser elector
1891, 1893
Españoles varones mayores de 25 años
1896, 1898 Español varón mayor de 25 años
en pleno goce de sus derechos civiles y
1899, 1901 y en pleno goce de todos sus
con mínimo 2 años de residencia en su
1903, 1905 y derechos civiles
municipio
1907
Españoles varones mayores de 25 años
1910, 1914
y en pleno goce de sus derechos civiles; Español varón mayor de 25 años
1916, 1918
exentos de voto obligatorio los mayores que sea proclamado candidato
1919, 1920 y
de 70 años, jueces de primera instancia, (determinados requisitos)
1923
notarios y el clero
Español (hombre o mujer) mayor
Españoles varones mayores de 23 años y
1931 de 23 años, de estado eclesiástico
en pleno goce de sus derechos civiles
o seglar
Españoles hombres y mujeres mayores de Las mismas condiciones que para
1933 y 1936
23 años ser elector
Españoles mayores de edad (21 años)
Las mismas condiciones que para
1977 incluidos en el censo, además en pleno
ser elector, y no ser inelegible
uso de sus derechos civiles y políticos
1979, 1982
Son electores todos los españoles mayores
1986, 1989 Las mismas condiciones que para
de 18 años que estén en pleno uso de sus
1993, 1996 y ser elector
derechos políticos
2000
Adaptación personal34 83
34
CARRERAS, Albert y TAFUNELL, Xavier (coord.), Estadísticas históricas de España
siglos XIX-XX, 2a. ed., Fundación BBVA, Bilbao, 2005, vol. 3, pp. 1075-1077, en línea:
http://www.fbbva.es/TLFU/dat/autores.pdf, fecha de consulta: 03 de junio de 2016.
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN
AL PROBLEMA PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER
GRUNDRECHTE
Abstract: The fundamental rights have reached an expansion to assert its effect
in relations between individuals. The doctrine is almost unanimous in accepting
this effect. What is problematic is the kind of efficiency that these rights unfold
when inserted in relations between private individuals; if efficacy is mediately or
immediately . This paper addresses a particular aspect of the theory of mittelbare
Drittwirkung (judicial mediation), by which the judges inserted fundamental
rights in disputes between private parties in interpreting the rules of private
law. It examines whether this solution is adjusted to a protection model of
fundamental rights and try to warn some challenges that legal operators to make
these rights required between individuals.
2
Al igual que Mijangos y González, en adelante utilizaremos el término alemán “Dritt-
wirkung”, como lo hace la doctrina española que estudia la eficacia de los derechos
fundamentales entre particulares, particularmente en la bibliografía citada en las si-
guientes páginas. Cfr. Mijangos y González, Javier, “La doctrina de la Drittwirkung der
Grundrechte en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”,
Teoría y Realidad Constitucional, España, núm. 20, 2007, p. 584. El uso del término es
la referencia a la eficacia de los derechos fundamentales entre particulares/eficacia ho-
rizontal de los derechos fundamentales.
3
Para un primer acercamiento a la instrumentación de la Drittwirkung en Colombia,
recomiendo consultar Cifuentes Muñoz, Eduardo, La eficacia de los derechos funda-
mentales frente a particulares, México, Centro de Estudios Constitucionales México-
Centroamérica-UNAM, 1998, pp. 18 y ss.
4
Cfr. tesis 1a./J. 15/2012 (9a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, libro XIII, t. 2, octubre de 2012, p. 798.
5
Una exposición acerca del contenido esencial de estas tesis lo podemos encontrar en An-
zures Gurría, José Juan, “La eficacia horizontal de los derechos fundamentales”, Cues-
tiones Constitucionales. Revista Mexicana de Derecho Constitucional, México, núm. 22,
enero-junio 2010, pp. 18-28.
6
BILBAO UBILLOS, Juan María, La eficacia de los derechos fundamentales frente a
particulares. Análisis de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, Madrid, Centro
de Estudios Políticos y Constitucionales, 1997, p. 283.
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN AL PROBLEMA
PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER GRUNDRECHTE
discuten cuál de los órganos del Estado está llamado a proveer en primer
lugar la tutela iusfundamental: el legislador o el juez.7
Por otro lado, la tesis de la eficacia inmediata afirma “la virtualidad di-
recta, sin mediaciones concretizadoras, de los derechos fundamentales, en
tanto derechos subjetivos reforzados por la garantía constitucional, frente
a las violaciones procedentes de sujetos privados.”8 Esta tesis, como señala
Bilbao Ubillos, rompe con la doctrina liberal que solo concibe injerencias
del Estado en la autonomía individual; no obstante, si se advierte que en
la sociedad existen individuos o entidades no estatales con posiciones de
poder frente a otros particulares, no es conveniente distinguir entre viola-
ciones del poder público y aquéllas cometidas por particulares.9
Así las cosas, en la doctrina comienzan las tensiones entre los que de-
fienden la eficacia mediata con aquellos que pugnan por una eficacia in-
mediata de los derechos fundamentales en las relaciones entre particu-
lares. Los defensores de la eficacia mediata, por citar alguna objeción,
sostienen que una vinculación directa de los particulares a los derechos
fundamentales, en la medida en que también se encuentra vinculado el
poder público, vulnera el principio de autonomía de la voluntad, al repre-
7
Ibidem, p. 284. Esta discusión, desde luego, escapa al objeto del presente trabajo. Valga
mencionar que para los impulsores de esta clase de eficacia, el legislador tiene una labor
fundamental al momento de concretar los derechos fundamentales en el seno de las
87
relaciones entre sujetos privados, al incorporar a aquellos en la legislación ordinaria.
Por ejemplo, no se entendería una adecuada protección de las personas frente a lesio-
nes de particulares, sin la obligación del legislador de emitir normas que sancionen
conductas tales como el robo, homicidio, fraude, a través del principio de legalidad en
materia penal; de igual manera, no se entendería la tutela frente a ataques de terceros,
sin el establecimiento de procedimientos y mecanismos para sancionar tales conductas,
tarea que también corresponde al legislador, cfr. ibidem, pp. 293 y ss. Llama la atención
que la doctrina se desgaste en discutir quién es el principal actor (juez o legislador) en
concretar la incidencia de los derechos fundamentales, mientras soslaya la obligación
del ejecutivo u otros órganos autónomos que también tienen facultades para insertar
los contenidos iusfundamentales entre particulares.
8
Ibidem, p. 325.
9
Ibidem, p. 326. Al respecto, Juan María Bilbao Ubillos recuerda que “Nipperdey es
consciente de que en la actual sociedad de masas determinados grupos disponen de
importantes parcelas de poder social y económico, un poder que es capaz de afectar
intensamente a un gran número de individuos en aspectos relevantes de su vida. A su
juicio, en la Ley Fundamental se enuncian una serie de derechos, como la libertad de
circulación, la libertad de reunión, la inviolabilidad del domicilio o el derecho de asilo,
que sólo vinculan a los poderes públicos. Pero existen también preceptos que reconocen
derechos fundamentales que garantizan a cada ciudadano un “status socialis”, una es-
fera de libertad constitucionalmente protegida frente a los prepotentes”, ibidem, p. 271.
La tesis de la eficacia inmediata o indirecta suele achacarse al jurista H.C. Nipperdey,
presidente del Tribunal Federal del Trabajo alemán, de 1954 a 1963.
Marco Antonio García Martínez
10
Cfr. Julio Estrada, Alexei, La eficacia de los derechos fundamentales entre particulares,
Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2000, pp. 116-120. Entre otras objeciones,
88
los partidarios de la eficacia mediata denuncian que la capacidad del juez para con-
cretar los contenidos iusfundamentales en las relaciones entre particulares invade una
facultad que pertenece al constituyente. De igual manera, invade la tarea del legislador
que como órgano democrático por excelencia, a través del principio de proporcionali-
dad, determina el contenido de las normas constitucionales en la legislación. En suma,
se denuncia la inseguridad jurídica en la concreción de las normas fundamentales. Te-
sis que, por cierto, es muy vigente en nuestros días.
11
Alexy anota que si bien la Drittwirkung busca estudiar cómo inciden los derechos
fundamentales en la relación ciudadano-ciudadano (problema de construcción), tema
aparte es la medida o intensidad de esa influencia (problema de colisión). Remito al
lector a consultar Alexy, Robert, Teoría de los derechos fundamentales, tr. Ernesto Gar-
zón Valdés, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1993, p. 511. Al respecto, la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el amparo directo en
revisión 992/2014, determinó que “asumida la necesidad de que los órganos judiciales
deben dilucidar en cada caso y mediante la correspondiente ponderación del derecho
en el concreto conflicto surgido entre particulares, se evita el riesgo que algún sector de
la doctrina advierte respecto a la supuesta desaparición de la autonomía de la voluntad
como consecuencia de las posiciones que defienden la eficacia de los derechos funda-
mentales entre particulares. No se trata solo de declarar en abstracto que un derecho
es eficaz entre particulares, sino, más bien, determinar la medida o intensidad de esa
eficacia.”
12
Cfr. MIJANGOS y GONZÁLEZ, Javier, Los derechos fundamentales en las relaciones
entre particulares. Análisis del caso mexicano, México, Porrúa, 2007, p. 9.
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN AL PROBLEMA
PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER GRUNDRECHTE
13
BILBAO UBILLOS, Juan María, op. cit., nota 5, p. 302.
14
Ibidem, p. 302 y 303.
Marco Antonio García Martínez
15
MORA SIFUENTES, Francisco M., La influencia de los derechos fundamentales en el
ordenamiento: su dimensión objetiva, texto inédito, por cortesía del autor, p. 2.
16
Cfr. BILBAO UBILLOS, Juan María, op. cit., nota 5, p. 304.
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN AL PROBLEMA
PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER GRUNDRECHTE
20
Al respecto, Alexy señala que la “fundamentalidad formal de las normas iusfundamen-
tales resulta de su posición en la cúspide de la estructura escalonada del orden jurídico
en tanto derecho directamente vinculante para la legislación, el poder ejecutivo y el po-
der judicial.” Y agrega que “no puede pensarse que lo objetivo consiste en que los prin-
cipios iusfundamentales, en tanto principio supremos, influyen en el sistema jurídico.
Esto lo hacen, de otra manera, todas las normas iusfundamentales. Lo que importa en
la construcción del Tribunal es justamente que los principios iusfundamentales influ-
yan en el sistema en tanto principios objetivos.” Alexy, Robert, op. cit., nota 10, pp. 503
y 508, respectivamente.
21
Julio Estrada, Alexei, op. cit., nota 9, p. 69 . En palabras del autor citado, el “cambio de
dirección no significa una renuncia al contenido originario, de raigambre liberal, de los
derechos fundamentales, sino un enriquecimiento conceptual. Se trata, entonces, de
encontrar un difícil equilibrio entre dos dimensiones [objetiva y subjetiva], cada una de
las cuales, a su vez, es producto de una postura ideológica distinta, y que por lo tanto
se incardina dentro del debate doctrinal sobre el tránsito del Estado liberal al Estado
Social.”, ibídem, p. 71.
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN AL PROBLEMA
PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER GRUNDRECHTE
22
MIJANGOS y GONZÁLEZ, Javier, op. cit., nota 11, pp. 4-7. Alexei Julio Estrada señala
que la decisión del tribunal, en la parte que señala que la constitución no es un ordena-
93
miento neutral, “proclama la naturaleza de todo el conjunto de los derechos fundamen-
tales como sistema valorativo, que penetra la totalidad del conjunto normativo y rige su
interpretación, pero también, a una, el carácter de valor de cada derecho fundamental
individualmente considerado, cuyo alcance debe ser indagado y precisado.” Julio Es-
trada, Alexei, op. cit., nota 9, p. 68. Una primera indagación acerca del contenido de
los derechos fundamentales en México lo podemos encontrar en la obra de Carbonell,
Miguel, Los derechos fundamentales en México, México, Porrúa, 2011, pp. 167-1063. Por
otro lado, Bilbao Ubillos señala que “en este pronunciamiento se subraya la posición
central de los derechos fundamentales dentro del sistema constitucional, en la medida
en que expresan una decisión básica del constituyente. Este carácter de fundamento
material de todo el ordenamiento y la peculiar fuerza vinculante de que están dotados
convierten a los derechos fundamentales en valores absolutos en todo tipo de relacio-
nes, incluyendo las jurídico-privadas”. Bilbao Ubillos, Juan María, op. cit., nota 5, p. 307.
23
Alexei Julio Estrada plantea que así desaparece “la antigua división existente en el mun-
do jurídico, a su vez resultado de la contraposición sociedad-Estado propia del ideario
liberal, en donde la primera era un orden autónomo que se autorregulaba, mientras que
el segundo solo debía de actuar como garante de las libertades y de la igualdad formal.
El Código Civil pierde su carácter de supremo regulador de las relaciones inter privatos,
y cede su lugar a los mandatos constitucionales, entre los que ocupan un lugar privile-
giado los derechos fundamentales.” Julio Estrada, Alexei, op. cit., nota 9, p. 73.
24
Sentencia BVerfGE 7, 198, de 15 de enero de 1958, en Schwabe, Jürgen, op. cit., nota 18, p.
204.
25
Ibidem, p. 205.
Marco Antonio García Martínez
lución de las controversias, los jueces cuentan con cláusulas generales que
remiten a criterios extralegales, como el sistema de valores que pregonan
las normas de derecho fundamental.26
El Tribunal de Karlsruhe concluye que los jueces pueden violar los de-
rechos fundamentales al emitir sus sentencias al desconocer el efecto de
irradiación que producen las normas iusfundamentales sobre el ordena-
miento civil. De esta manera, apuntó, el Tribunal Estatal de Hamburgo
violó el contenido del artículo 5 de la Ley Fundamental, al desconocer
los efectos espirituales que la expresión de una opinión (en ejercicio de la
libertad de expresión) produce sobre el artículo 826 del Código Civil; por
tanto, un llamado al boicot no viola necesariamente las buenas costumbres,
en los términos de la norma citada. Entonces, al enjuiciar la conducta del
recurrente, el tribunal ignoró el efecto de irradiación del derecho a la liber-
tad de expresión en la interpretación del concepto “buenas costumbres” del
artículo 826 de la norma civil.
La conclusión del tribunal se traduce en que solo los jueces pueden le-
sionar los derechos fundamentales a través de sus resoluciones, no la ac-
tuación entre particulares; es decir, en la construcción del tribunal alemán
la violación de los derechos fundamentales es imputada al órgano judicial
y solo en virtud de esta imputación se logra la concreción de los derechos
fundamentales en las relaciones entre particulares.27 Conforme a esta idea,
94 los derechos fundamentales no se configuran como derechos subjetivos, de
tutela directa ante los jueces, sino como principios objetivos que debe sal-
vaguardar el órgano jurisdiccional al resolver las controversias, al momento
de interpretar las normas de derecho privado.
El tribunal considera que la única vía para insertar los derechos funda-
mentales en las relaciones entre particulares es a través de su considera-
26
Desde luego, esta facultad de acudir al sistema de valores para interpretar el dere-
cho privado tiene como consecuencia comprender que en el ámbito de la judicatura el
operador jurídico cuenta con normas de derecho fundamental (expresadas como prin-
cipios) y normas de derecho privado (expresadas como reglas), que tienen diferente
lenguaje y estructura deóntica, lo cual lleva a un problema diverso, propio de la teoría
del derecho y de la argumentación jurídica, que no será tratado aquí.
27
Cfr. MIJANGOS y GONZÁLEZ, op. cit., nota 11, pp. 13-20. Se trata de la tesis de la
imputación judicial, en la cual “la vulneración de los derechos fundamentales no es
imputable al particular, ni tiene origen en la relación inter privatos, sino que la ocasiona
el juez cuando, al aplicar el derecho ordinario para decidir un conflicto entre particu-
lares, lesiona los derechos fundamentales.” Julio Estrada, Alexei, op. cit., nota 9, p. 172.
En esta construcción, la imputación es atribuida al juez ordinario por las partes y por el
intérprete constitucional.
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN AL PROBLEMA
PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER GRUNDRECHTE
28
Como sostiene Mijangos y González, con dicha construcción “el Tribunal Constitu-
cional Federal parece afrontar exitosamente el problema de la incidencia de los dere-
chos fundamentales entre particulares, ya que mantiene intacta la concepción de los
derechos fundamentales como límites frente al poder y al mismo tiempo abre una vía
para que los contenidos iusfundamentales se expandan por todo el sistema”. Mijangos
y González, Javier, op. cit., nota 11, p 19.
29
Ibidem, p 18. En palabras de Bilbao Ubillos, “los derechos fundamentales informarían
la práctica judicial como simples parámetros interpretativos, a los que se acude, sobre
todo, cuando existen lagunas que integrar o la ley está redactada de forma imprecisa. Se
trataría de una influencia correctora o matizadora en sede interpretativa, característica
de todos los principios generales del Derecho.” Bilbao Ubillos, Juan María, op. cit., nota
5, p. 312.
30
Bilbao Ubillos la califica de “ilusoria”, como una “pirueta” y como “peripecia espe-
culativa artificiosa (un “espejismo”, en feliz expresión de Schwabe) que no conduce a
ninguna parte, o mejor dicho, que regresa al mismo punto de partida, sin despejar
ninguna incógnita.” El autor agrega que la eficacia mediata de los derechos fundamen-
tales en realidad representa “una construcción artificial (tal vez una forma de acallar
la mala conciencia que crea en el fondo la postura tradicional) para tratar de soslayar
el explícito reconocimiento de la relevancia inmediata de los derechos fundamentales
en las relaciones entre particulares.”, ibidem, p. 318. Para el autor en comento, la eficacia
mediata representa una forma de negación de la Drittwirkung.
Marco Antonio García Martínez
31
Sentencia BVerfGE 7, 198, de 15 de enero de 1958, en Schwabe, Jürgen, op. cit., nota 18, p.
205.
32
Bilbao Ubillos no encuentra diferencia entre la doctrina de la eficacia mediata y la in-
terpretación de todas las normas conforme a la Constitución. Y va más allá, al mencio-
nar que “el efecto de irradiación de los derechos fundamentales en la esfera del Derecho
privado no aporta, en realidad, nada nuevo.” Bilbao Ubillos, Juan María, op. cit., nota 5,
p. 313.
33
Cfr. Mijangos y González, Javier, op. cit., nota 11, p. 19.
34
Idem.
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN AL PROBLEMA
PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER GRUNDRECHTE
35
Resulta interesante observar a la jurisprudencia de los Estados Unidos referente a la
denominada doctrina de la state action, como respuesta a la Drittwirkung, centrada en
la ampliación de los conceptos “poder público” y “función pública”, como elementos de
imputación para hacer justiciables violaciones a los derechos fundamentales acaecidas
en el seno de las relaciones entre sujetos privados. Como apunta Mijangos y González,
la primera etapa jurisprudencial de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
tiene una notoria influencia en la doctrina de la state action. Para una mayor referen-
cia al tema, se recomienda la consulta de las obras de Mijangos y González, Javier, op.
cit., nota 1, pp. 583-608 y Bilbao Ubillos, Juan María, Los derechos fundamentales en
la frontera entre lo público y lo privado (La noción de state action en la jurisprudencia
norteamericana), Madrid, McGraw-Hill, 1997, pp. 1-195.
36
Como expone Mijangos y González, las consecuencias de una construcción como la
sostenida por el tribunal alemán son significativas, pues “al negar que los derechos
fundamentales mantengan su dimensión subjetiva en las relaciones entre particulares,
dichos derechos no podrán ser accionables como tales frente a la jurisdicción; lo que
provoca que en las relaciones inter privatos se reconfiguren como derechos legales, eso
sí, con pretensiones de ser interpretados de conformidad a la Constitución.” Mijangos y
González, Javier, op. cit., nota 11, p. 19.
Marco Antonio García Martínez
37
ALEXY, Robert, op. cit., nota 10, p. 436.
38
Idem.
39
Idem.
40
Parafraseando a Bilbao Ubillos, la autonomía privada, como expresión de la libertad
personal, es un valor que constitucionalmente se debe proteger. La autonomía privada
–continua el autor- implica reconocer un sinnúmero de potestades privadas con las que
cuentan las personas, por el simple hecho de ser, tales como la libertad de contratar con
quien se desee, libertad de elegir con quien formar una familia, libertad para invitar
a una persona a casa para tomar una cerveza, libertad de elegir los amigos y un largo
etcétera, situaciones donde, es deseable, el Estado no tenga intervención. Son áreas de
inmunidad o autonomía a favor de los titulares de derechos fundamentales. Cfr. Bilbao
Ubillos, Juan María, “Prohibición de discriminación y relaciones entre particulares”,
Teoría y Realidad Constitucional, España, núm. 18, 2006, pp. 148-150. La idea de que los
normas iusfundamentales tienen eficacia frente a particulares parece un tanto diluida
cuando se le enfrenta a la autonomía privada.
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN AL PROBLEMA
PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER GRUNDRECHTE
41
Cfr. BILBAO UBILLOS, Juan María, op. cit., nota 5, p. 284.
42
Cfr. Alexy, Robert, op. cit., nota 10, pp. 442 y 443. Alexy señala que “el Estado tiene un
determinado tipo de responsabilidad por determinadas acciones de un ciudadano con
respecto a otro. Las acciones por las que tiene una responsabilidad son intervenciones
privadas en bienes iusfundamentales como la vida, la libertad y la propiedad”. Ibidem,
p. 443. La cuestión es cómo cumplir con el derecho a protección, dentro de las posibili-
dades fácticas y jurídicas.
43
Cfr. MORA SIFUENTES, Francisco M., op. cit., nota 14, p. 7 y ss.
Marco Antonio García Martínez
44
Cfr. Alexy, Robert, op. cit., nota 10, pp. 517-519.
45
Julio Estrada, Alexei, op. cit., nota 9, p. 76.
46
FERRAJOLI va más allá y establece un derecho a la paz, si bien como fundamento del
derecho internacional, el modelo permite ejemplificar que todo el artificio del derecho
–sí puede designársele así– funciona para procurar la paz y la convivencia social. Un
Estado que permite que otros poderes no estatales impongan con la fuerza y prepoten-
cia su arbitrio sobre las personas, es un Estado condenado a su autodestrucción. La pre-
MEDIACIÓN JUDICIAL: UNA APARENTE SOLUCIÓN AL PROBLEMA
PROCESAL DE LA DRITTWIRKUNG DER GRUNDRECHTE
gunta natural, ¿sirve de algo un Estado abstencionista? Cfr. Ferrajoli, Luigi, Democracia
y garantismo, tr. Perfecto Andrés Ibáñez, Madrid, Trotta, 2010, p. 353 y ss. La cuestión
cobra la mayor relevancia cuando se le enfrenta a los problemas mundiales actuales,
como la lucha antiterrorista, donde, parece, las naciones se ven tentadas a renunciar
a los pilares fundamentales del Estado de Derecho, como la libertad, so pretexto para
combatir a los “enemigos del mundo”. En esta lógica, un Estado observador del fenóme-
no del terrorismo es un cómplice del terror, al no brindar la protección que está llamado
a no dejar de prestar.
47
Cfr. Hobbes, Thomas, Leviatán, 2ª ed. en español, tr. Manuel Sánchez Sarto, México,
Fondo de Cultura Económica, 2014, pp. 137 y ss.
48
Cfr. Alexy, Robert, op. cit., nota 10, pp. 439-ss. En este tema es imprescindible consultar
a Abramovich, Víctor y Courtis, Christian, Los derechos sociales como derechos exigi-
bles, 2ª ed., Madrid, Trotta, 2004, pp. 21 y ss. Los autores realizan un interesante análisis
donde exponen, frente a las objeciones de quienes niegan una justiciabilidad directa
de los derechos sociales, la existencia de semejanzas estructurales entre los derechos
prestacionales en estricto sentido y los derechos civiles y políticos.
Marco Antonio García Martínez
Conclusiones
53
GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo, La batalla por las medidas cautelares. Derecho
comunitario europeo y proceso contencioso administrativo español, 3ª ed. (ampliada),
Madrid, Thomson Civitas, 2004, p. 433.
Marco Antonio García Martínez
Resumen: Los avances tecnológicos actuales traen consigo no sólo una evolución
en las formas de comunicación y acceso a la información, sino también el
surgimiento de situaciones cuya regulación no se encuentra prevista claramente
por los ordenamientos jurídicos y que pudieran resultar tendientes a vulnerar
derechos fundamentales, como es el caso de la difamación en redes sociales.
1
Estudiante de la Maestría en Ciencias Jurídico Penales de la Universidad de Guanajuato.
Abril Adriana Guerrero Hernández
Have become a recurrent act the posting of open complaints, in which a person is
signaled publicly on social networks of the commission of a criminal act, offering
them personal information, without offering credible evidence that, leaving
aside any presumption of innocence and creating a public that often makes the
person a victim of discrimination and putting their safety at risk and their
families.
This article aims to make an analysis of the rights that are violated with such
situations and protection mechanisms for human dignity and self-image that
exist today and how the law seeks to adapt to the evolution of the exercise of
freedom of speech and the right to information.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, las redes sociales constituyen una de las formas más co-
108 munes de comunicación y una de las más recurridas por la facilidad y ra-
pidez con la que operan.
De acuerdo a un estudio realizado por la Asociación Mexicana de In-
ternet en abril de 2016, el 79% de los usuarios de internet en México tiene
como actividad principal en línea el acceso a redes sociales, de los cuales
el 92% utiliza una cuenta de Facebook.2 Siendo esta la red social de uso
cotidiano más popular.
El uso de las redes sociales ha venido a revolucionar el uso de la expre-
sión y el acceso a la información; han constituido uno de los medios más
efectivos para comunicar opiniones, incluso han servido como apoyo fun-
damental para quienes pretenden encontrar seguidores para una causa, una
campaña o simplemente personas con intereses comunes. De esa manera y
como consecuencia del hartazgo social alrededor de la impunidad, surgió
un fenómeno de reproche al que me referiré como denuncia pública social.
Con esta denuncia pública social, surgió una ola de publicaciones en
las que sus autores señalan a una persona por la comisión de un hecho
2
12° Estudio sobre los hábitos de los usuarios de internet en México 2016, Asociación
Mexicana de Internet, abril 2016, https://amipci.org.mx/images/Estudio_Habitosdel_
Usuario_2016.pdf, consultado el 20 de julio 2016.
LOS MECANISMOS DE PROTECCIÓN A LA DIGNIDAD HUMANA Y EL HONOR,
EN LA ERA DE LAS REDES SOCIALES EN MÉXICO
3
GONZÁLEZ, Pérez Jesús, La Dignidad de la persona, Ed. Civitas, Madrid, 1985, p. 25.
4
Citado por CARPIZO, Jorge, “Los Derechos Humanos: naturaleza, denominación y
características”. Cuestiones Constitucionales, Revista Mexicana de Derecho Constitu-
cional, México, núm. 25, agosto- diciembre de 2011, p. 6, http://revistas.juridicas.unam.
mx/index.php/cuestiones-constitucionales/article/view/5965/7906, consultado el 8 de ju-
lio de 2016.
5
Op. cit., pp. 6-7.
6
Tesis P. LXV/2009, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXX, diciem-
bre de 2009. De rubro: DIGNIDAD HUMANA. EL ORDEN JURÍDICO MEXICA-
NO LA RECONOCE COMO CONDICIÓN Y BASE DE LOS DEMÁS DERECHOS
FUNDAMENTALES, p. 8. Consultado en http://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/
Tesis/165/165813.pdf el 6 de julio de 2016.
LOS MECANISMOS DE PROTECCIÓN A LA DIGNIDAD HUMANA Y EL HONOR,
EN LA ERA DE LAS REDES SOCIALES EN MÉXICO
7
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, documento consultado en
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_29ene16.pdf el 15 de julio de 2016.
8
GROSS, Espiell Héctor, La Dignidad humana en los Instrumentos Internacionales so-
bre Derechos humanos, Anuario de Derechos Humanos, nueva época, vol. 4, 2003,
p. 199, consultado en http://revistas.ucm.es/index.php/ANDH/article/view/AND-
H0303110193A/20932 el 20 de julio de 2016.
9
DICCIONARIO JURÍDICO MEXICANO, entrada: Honor, Universidad Nacional
Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Porrúa, México, 2000, p.
1883.
10
Ibídem, p. 1884.
11
GROSS, Espiell Héctor, ídem.
Abril Adriana Guerrero Hernández
16
Op. cit., nota 7, consultado en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_29ene16.
pdf el 19 de julio de 2016.
17
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Guanajuato, documento con-
sultado en https://www.scjn.gob.mx/normativa/Legislacin%20Recursos/09.PDF el 22 de
julio de 2016.
Abril Adriana Guerrero Hernández
En este sentido, Carbonell hace notar que el alcance que tiene el ejerci-
cio de la libertad de expresión constituye un pilar importante en el desarro-
llo de la imagen personal que la sociedad se crea respecto de los individuos
que la conforman, por consiguiente, el trato y el lugar que se le da a cada
uno de los miembros en la sociedad.
Resulta evidente que el principal límite de la libertad de expresión y el
derecho a la información es la protección a la dignidad, honra, imagen y
18
Op. cit., nota 7.
19
Ídem.
20
Diccionario jurídico mexicano, entrada: Honor, Universidad Nacional Autónoma de
México, op. cit., p. 1884.
21
CARBONELL, Miguel. La libertad de expresión en la Constitución Mexicana, Anuario
de Derecho Constitucional Latinoamericano, núm. 3, enero-junio 2004, p. 466, consul-
tado en http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/dconstla/cont/2004.2/pr/pr3.
pdf el 6 de junio de 2016.
LOS MECANISMOS DE PROTECCIÓN A LA DIGNIDAD HUMANA Y EL HONOR,
EN LA ERA DE LAS REDES SOCIALES EN MÉXICO
22
Op. cit., nota 7.
23
Sitio web de la Organización de Estados Americanos, Comisión Interamericana de De-
rechos Humanos, consultado en http://www.oas.org/es/cidh/expresion/docs/brochures/
brochure_web_spanish_julio_13.pdf el 20 de julio de 2016.
Abril Adriana Guerrero Hernández
24
Ibídem, Relatoría Especial de la Libertad de Expresión, consultado en http://www.oas.
org/es/cidh/expresion/mandato/default.asp el 22 de julio de 2016.
LOS MECANISMOS DE PROTECCIÓN A LA DIGNIDAD HUMANA Y EL HONOR,
EN LA ERA DE LAS REDES SOCIALES EN MÉXICO
Artículo 1916. Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre
en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada,
configuración y aspectos físicos, bien en la consideración que de sí misma tienen
25
Op. cit., nota 7.
26
LXI Legislatura Cámara de Diputados, Calumnias, difamación e injurias. Estudio
teórico conceptual de antecedentes de las reformas al código penal federal, iniciativas
presentadas y de derecho comparado, Dirección General de Servicios de Documenta-
ción, Información y Análisis, consultado en http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/spi/
SAPI-ISS-12-12.pdf el 20 de julio de 2016.
27
Código Penal para el Estado de Guanajuato, consultado en http://www.con-
gresogto.gob.mx/uploads/codigo/pdf/2/CODIGO_ PENAL_ DEL_ ESTADO_ DE_
GUANAJUATO_P.O._01_JUL_2016.pdf el 22 de julio de 2016.
Abril Adriana Guerrero Hernández
los demás. Se presumirá que hubo daño moral cuando se vulnere o menoscabe
ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las personas.28
El honor es el bien jurídico constituido por las proyecciones psíquicas del sen-
timiento de estimación que la persona tiene de sí misma, atendiendo a lo que la
colectividad en que actúa considera como sentimiento estimable.
118
Artículo 14.- El carácter molesto e hiriente de una información no constitu-
ye en sí un límite al derecho a la información, para sobrepasar el límite de lo
tolerable, esas expresiones deberán ser insultantes, insinuaciones insidiosas y
vejaciones, innecesarias en el ejercicio de la libertad de expresión y derecho a
la información. Por lo tanto, la emisión de juicios insultantes por sí mismas en
cualquier contexto, que no se requieren para la labor informativa o de forma-
ción de la opinión que se realice, supone un daño injustificado a la dignidad
humana.30
28
Código Civil Federal, consultado en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/
pdf/2_241213.pdf el 16 de julio de 2016.
29
Ley de Responsabilidad civil para la protección del derecho a la vida privada, el honor
y la propia imagen en el Distrito Federal, consulado en http://www.poderjudicialdf.gob.
mx/work/models/PJDF/Transparencia/IPO/Art14/Fr01/01Leyes/LeyResponsabilidadCi-
vil.pdf el 15 de junio de 2016.
30
Ibídem.
LOS MECANISMOS DE PROTECCIÓN A LA DIGNIDAD HUMANA Y EL HONOR,
EN LA ERA DE LAS REDES SOCIALES EN MÉXICO
I.- Que exista afectación en la persona, de los bienes tutelados en la presente ley;
III.- Que haya una relación de causa-efecto entre ambos acontecimientos. Para
la procedencia de la acción se deberá tomar en cuenta la mayor o menor divul-
gación que el hecho lesivo ha tenido, las condiciones personales de la víctima y
las demás circunstancias del caso.
Artículo 40.- En ningún caso, las sanciones derivadas del daño al patrimonio
moral serán privativas de la libertad de las personas.
31
Ibídem.
Abril Adriana Guerrero Hernández
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
Emphasis will be placed on the survival of slavery in our present, which has
evolved and has been called with another concept, that of “Trafficking in
Persons”. Thus establish that trafficking in persons is a form of manifestation of
modern slavery.
1
Licenciada en Derecho y egresada de la Maestría en Justicia Constitucional.
Ana Cristina Gutiérrez Ramírez
INTRODUCCIÓN
hacia finales del año 1865, siendo que en México, esta se decretó hacia el
año 1829.2
En el siglo XX tras la supuesta disolución de la esclavitud, surgió ahora
el problema de “trata de blancas”, referido al tráfico de seres humanos,
específicamente de mujeres, el cual al pasar de los años resultó ser un con-
cepto insuficiente y reducido, siendo que actualmente se encuentra supe-
rado por un término más genérico: “trata de personas”, el cual además se
encuentra tipificado como delito en muchas legislaciones.
Al respecto, la autora Fernanda Escárcega Chavarría, define a la trata de
personas como:
2
DE LA TORRE MARTÍNEZ, Carlos, Prohibición de la esclavitud, el trabajo forzoso y
la servidumbre, en Derechos Humanos en la Constitución, Comentarios de Jurispru-
dencia Constitucional e Interamericana, Instituto de Investigaciones Jurídicas, México,
UNAM 2013, p. 274.
3
ESCARCEGA CHAVARRIA, Fernanda, “Víctima- Victimario: análisis del discurso
legislativo en materia de Trata de Personas”, http://www.pensamientopenal.com.ar/sys-
tem/files/2015/08/doctrina41863.pdf. [fecha de consulta: 20 de Mayo del 2016]
4
Convención sobre la Esclavitud. Suiza, 09 de marzo de 1927.
Ana Cristina Gutiérrez Ramírez
5
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la Federa-
ción, México, 05 de Febrero de 1917.
6
TELLO MORENO, Luisa Fernanda, “De la esclavitud a la Trata de Personas”, Pensa-
miento penal, http://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2014/12/doctrina37283.
pdf. (rubro Publicaciones electrónicas) [fecha de consulta 13 de julio del 2016].
TRATA DE PERSONAS: LA ESCLAVITUD MODERNA. ENFOQUE DESDE LA
PERSPECTIVA DE DERECHOS HUMANOS
Antecedentes:
7
Diccionario de la Lengua Española, http://dle.rae.es/?id=GEhlL8e. [fecha de consulta 18
de mayo 2016]
8
ERBARO, Cristina, Trata de Personas. Una forma de esclavitud moderna. Un fenómeno
mundial que afecta principalmente a niños, niñas y adolescentes, México, Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia UNICEF. p. 7.
Ana Cristina Gutiérrez Ramírez
9
TELLO MORENO, Luisa Fernanda, op. cit., nota 3 p. 50-51.
TRATA DE PERSONAS: LA ESCLAVITUD MODERNA. ENFOQUE DESDE LA
PERSPECTIVA DE DERECHOS HUMANOS
10
Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente
Mujeres y Niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la
Delincuencia Transnacional. Diario Oficial de la Federación, México, 27 de Noviembre
del 2003.
11
Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas. Diario Oficial de la Federación,
México, 01 de Junio del 2011.
Ana Cristina Gutiérrez Ramírez
12
ERBARO, Cristina, op cit., nota 6, p.59.
13
Ibidem, . p. 58
14
TELLO MORENO, Luisa Fernanda. op. cit., nota 3, p. 45
15
EZETA, F., “Trata de personas: Aspectos básicos”, https://www.oas.org/atip/reports/tra-
ta.aspectos.basicos.pdf. [fecha de consulta 25 junio 2016]
16
TELLO MORENO, Luisa Fernanda. op. cit., nota 3, p. 59.
TRATA DE PERSONAS: LA ESCLAVITUD MODERNA. ENFOQUE DESDE LA
PERSPECTIVA DE DERECHOS HUMANOS
17
Ibidem, p. 55.
18
EZETA, F., op. cit., nota 12, p. 57.
19
TELLO MORENO, Luisa Fernanda. op. cit. nota 3, p. 58
20
ESCARCEGA CHAVARRIA, Fernanda, op cit., nota 4, p.69.
Ana Cristina Gutiérrez Ramírez
Cuando yo tenía tres años, mi papá me vendió a una señora. Cuando tenía ocho
años, un día la señora me dijo que ella no era mi verdadera madre y que ya no
podía hacerse cargo de mí, por lo que me iba a devolver con mis padres biológi-
cos. Regresé a la casa. Mi papá golpeaba a mi mamá. A mí también me golpeó.
Un día, al llegar a la casa, mi papá me dijo que un señor me había pedido en
matrimonio y me obligó a irme con él. Luego me enteré que ese señor había 133
pagado 20,000 pesos por mí. Ese señor me violaba por delante y por detrás.
También me obligó a trabajar en un bar de su propiedad y a bailar en el tubo.
Me escapé, porque ese señor además vendía droga. Entonces me volvieron a
vender […]
24
Ídem.
Ana Cristina Gutiérrez Ramírez
CONCLUSIONES
25
HOBBES, Thomas, Leviatán: o la materia, forma y poder de una república eclesiástica
y civil, 2da. Ed., trad. José García Roca, España, Universitat de Valencia, 1992, p.
TRATA DE PERSONAS: LA ESCLAVITUD MODERNA. ENFOQUE DESDE LA
PERSPECTIVA DE DERECHOS HUMANOS
tanto existan los seres humanos, ya que creo que por su inteligencia, siem-
pre existirá dominación de un hombre a otro.
Es entonces que considero que la diferencia entre la esclavitud y la tra-
ta de personas radica en que la primera era social y legalmente aceptada,
mientras que la segunda resulta imposible de justificar, debido al desarrollo
de la sociedad y por tanto se encuentra tipificado como delito grave.
Ahora bien, en lo que concierne a la regulación jurídica tanto interna-
cional como nacional en materia de derechos humanos, es muy importante
destacar que además de tener la función de prevenir, busca erradicar estas
prácticas que lamentablemente se llevan a cabo en muchos países del mun-
do.
Es inconcebible que en nuestra actualidad se siga ejerciendo esclavitud
en sus distintas manifestaciones, toda vez que no existe argumento alguno
que justifique la violación a los derechos humanos de los demás, y mucho
menos de esa manera tan gravosa.
La dignidad del ser humano es inherente a su calidad como tal, de ani-
mal racional, y por ende, la misma debe ser respetada por sus semejan-
tes, así protegida por el tejido social que conforma el Estado de Derecho,
puesto que una de las funciones de este, es el garantizar el bienestar social
y particular.
LEGISLACIÓN
The problem of the diffuse interest about the legitimate interés’ elementary in México:
A complementary view from the protection
Resumen: En los últimos años, México ha atravesado por una serie de cambios
de carácter socio-político que se han traducido en reformas estructurales en
diversas materias. Es en la reforma del 6 de junio de 2011 a la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos que se incorpora una figura jurídica
que prometía revolucionar el amparo como hasta ese momento se conocía: el
interés legítimo, pues brindaba la oportunidad a un gran número de personas de
acudir ante los tribunales a defender sus derechos, particularmente aquellos que
pueden encuadrarse como derechos sociales o intereses colectivos (difusos).
1
Licenciada en derecho, estudiante del Doctorado en Derecho, Política y Gobierno por
la Universidad de Guanajuato.
Lilia Venecia Lachica Gallardo
Introducción
7
Para más sobre este tema cfr., Pleno, varios 912/2010, Diario Oficial de la Federación, 4
de octubre de 2011, 2a. sección, p. 67, § 19-2.
8
Ferrer Mac-Gregor, Eduardo y Sánchez Gil, Rubén, op. cit., nota 3, pp. 8 y 9. Asimismo,
los autores refieren que este cambio puede ser considerado una “mutación constitucio-
nal” debido a que entraña una modificación elemental en la manera de estudiar el de- 139
recho constitucional y de aplicarlo. Para más sobre este tema o cuestiones de mutación
constitucional véase Da Silva, José Alfonso, “Mutaciones constitucionales”, trad. de
María del Pilar Hernández, Cuestiones Constitucionales. Revista Mexicana de Derecho
Constitucional, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, núm. 1, julio-
diciembre de 1999, pp. 3-24.
9
Éste no es de creación novedosa, pues el mismo tiene un pasado ya de muchos años que
diera inicio en la Francia revolucionaria de 1789 en el marco del derecho administrati-
vo, con facultades discrecionales dadas al Consejo de Estado para resolver cuestiones
de “plena jurisdicción” que permitía imponer sanciones a la autoridad administrativa.
Dando paso en 1806 a un “recurso por incompetencia y exceso de poder” que en un
comienzo tenía por objeto el examinar irregularidades por incompetencia del órgano
y vicios de forma, que luego abarcará cuestiones de índole más sustancial, aunque sus
resoluciones no resultaban en beneficios a los inconformes si se solicitaba que los re-
currentes reuniesen una serie de características específicas como un interés “directo
y personal” que justificara la “seriedad del reclamo”. Este interés se traduce en una
afectación especial o cualificada que la persona o colectivo deben resentir por el acto
u omisión ilegítima de la Administración. Ideas que se esparcen a Italia, adoptando la
denominación y características del interés legítimo y posteriormente por el resto de
Europa hasta que en España se incorpora el juicio amparo como medio de legitimación.
Así, el interés legítimo va evolucionando y creciendo en diversos países de Europa hasta
llegar a nuestro Continente. Monti, José L., Los intereses difusos y su protección jurisdic-
cional, Buenos Aires, Argentina, Ad Hoc, 2005, pp. 22 y 87.
Lilia Venecia Lachica Gallardo
140
10
«Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con
excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que de-
termine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes: I. El juicio de amparo
se seguirá siempre a instancia de parte agraviada, teniendo tal carácter quien aduce ser
titular de un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo, siempre que alegue
que el acto reclamado viola los derechos reconocidos por esta Constitución y con ello
se afecte su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial situación
frente al orden jurídico. Tratándose de actos o resoluciones provenientes de tribunales
judiciales, administrativos o del trabajo, el quejoso deberá aducir ser titular de un dere-
cho subjetivo que se afecte de manera personal y directa».
11
«Artículo 5o. Son partes en el juicio de amparo: I. El quejoso, teniendo tal carácter
quien aduce ser titular de un derecho subjetivo o de un interés legítimo individual o
colectivo, siempre que alegue que la norma, acto u omisión reclamados violan los dere-
chos previstos en el artículo 1o de la presente Ley y con ello se produzca una afectación
real y actual a su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial
situación frente al orden jurídico […]».
12
Cfr. Dictamen de las comisiones unidas de justicia, gobernación y de estudios legislati-
vos del senado de la república, 5 de octubre de 2011.
EL PROBLEMA DE LOS INTERESES DIFUSOS BAJO LOS ELEMENTOS DEL INTERÉS
LEGÍTIMO EN MÉXICO: UNA VISIÓN COMPLEMENTARIA PARA SU PROTECCIÓN
a los intereses colectivos, los cuales hasta entonces habían sido relegados a
segundo plano frente a los intereses individuales.
Al respecto, es imprescindible precisar previamente lo que por intereses
colectivos se entiende, para así comprender a plenitud la función que el
interés legítimo juega respecto a ellos.
En esa tesitura, los derechos e intereses colectivos13 son aquellos que no
son atribuibles a determinados sujetos en particular, pues derivan de cir-
cunstancias de hecho o de derecho comunes al colectivo y de naturaleza in-
divisible, razón por la cual también son denominados “transindividuales”.14
Su peculiaridad estriba en que pertenecen a la comunidad como un bien
público y no a individuos específicos, asociaciones o gobierno. De ahí su
carácter erga omnes.15
En cuanto a su clasificación, varía dependiendo del país y del autor, aun-
que en su mayoría se les clasifica en: intereses difusos16 y los pertenecientes
a un grupo determinable,17 dentro de los cuales, se subdividen en colectivos
strictu sensu e individuales homogéneos.
En esa tesitura, y teniendo como referencia a diversos autores, entre
ellos Tron Zuccher, Tron Petit, Ramírez Becerra, Ferrer Mac-Gregor, Gidi
13
Cabe precisar que el término de intereses será empleado de manera indistinta pera
141
referirse también a los derechos. Lo anterior, tomando en consideración las corrientes
doctrinarias que tienden a emplearlos indistintamente con una función similar, ya que
si bien «para algunos autores existen diferencias ontológicas entre el Derecho subjetivo
y el interés legítimo y que la doctrina (especialmente la italiana) ha elaborado múlti-
ples teorías y discutido ampliamente sobre sus diferencias, lo cierto es que en algunos
países, carece de sentido la polémica, al momento en que los intereses son reconocidos
constitucionalmente. En efecto, una vez que los «intereses» son amparados por el orde-
namiento jurídico, asumen el mismo status de un «derecho», desapareciendo cualquier
razón práctica o teórica para diferenciarlos, como ha sostenido la doctrina brasileña.
Incluso se habla de un derecho subjetivo colectivo». Monti, José L., op.cit., nota 9, p. 356.
14
Tron Zuccher, Denise et al., “Los intereses colectivos” en sitio personal de Jean Clau-
de Tron Petit, fuente electrónica:http://jeanclaude.tronp.com/index.php?option=com_
docman&task=cat_view&gid=149&Itemid=40, [consultada el 10 de noviembre de 2013],
pp. 5 y 6.
15
FERRER MAC–GREGOR, Eduardo, Panorámica del derecho procesal constitucional
y convencional, Madrid, Marcial Pons, ediciones jurídicas y sociales, S.A., 2013, en Bi-
blioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, fuente
electrónica: http://biblio.juridicas.unam.mx/libro.htm?1=3384, [consultada el 26 de no-
viembre de 2013], p. 356.
16
Esta expresión tiene su equivalente –aunque algunos advierten que no literalmente– en
la expresión italiana interessi diffusi”, planteada ya en 1975 por Sgubbi, Filippo, “Tutela
penale di interessi diffusi, en La Questione Criminale, núm. 3, 1975, pp. 439 y ss.
17
Tron Zuccher, Denise et al., op. cit., nota 14, pp. 5 y 6.
Lilia Venecia Lachica Gallardo
18
Dentro de la clasificación propuesta por Tron Zuccher, Tron Petit y Ramírez Becerra,
en los intereses colectivos están: 1. Los difusos, que son aquellos en que los miembros
del conglomerado «son indeterminables o de muy difícil determinación» (por ejem-
plo, los televidentes afectados por publicidad engañosa de una marca de automóviles al
promocionar como seguro un vehículo); 2. Los colectivos (strictu sensu), son aquellos
en que los miembros del grupo portador del interés son determinables, lo esencial en
estos intereses es que nadie es titular único o exclusivo, pero todos son titulares como
grupo, y 3. Los individuales homogéneos, que tienen su fuente en los primeros. Sobre
esta última categoría, se refieren al derecho que se tiene como colectividad que puede
ser individualizado. Véase Ibídem, pp. 6 y 7; por su parte, Ferrer Mac-Gregor, distingue
entre: 1. Intereses difusos, aquellos en que satisfacer a un miembro implica satisfacer
a todos y violar el derecho a un integrante implica violar los de todo el grupo; no se
pueden escindir o segmentar. Estos intereses se «entienden referidos no al sujeto como
individuo sino como miembro de un conglomerado más o menos amplio, creándose
una pluralidad de situaciones comunes»; 2. Intereses colectivos, aquellos que atienden a
colectividades o grupos limitados o circunscritos. Véase Ferrer Mac–Gregor, Eduardo,
Derecho procesal constitucional, México, Colegio de Secretarios de la Suprema Corte
142
de Justicia de la Nación, A.C., Porrúa, 2001, pp. 219 y 220; por su parte Gidi, diferencia
entre: 1. Derecho difuso, como aquel «derecho transindividual e indivisible, que perte-
nece a un grupo indeterminado de personas que previamente no estaban vinculadas,
pero que están vinculadas únicamente por circunstancias de hecho en una situación es-
pecífica», 2. Derecho colectivo, «“transindividual” e “indivisible”, pero pertenece a un
grupo más específico de personas relacionadas entre sí o con la contraparte debido a
una relación jurídica» y 3. Derechos individuales homogéneos, «derechos individuales
divisibles, que tienen un origen común», Gidi, Antonio, Las acciones colectivas y la tutela
de los derechos difusos, colectivos e individuales. Un modelo para los países de derecho
civil, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigacio-
nes Jurídicas, 2004, fuente electrónica: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/libro.
htm?l=1337, [consultada el 19 de julio de 2013], p. 52; finalmente Monti, señala que: 1.
Los intereses colectivos en general, tienen de común: a. Que hacen referencia a situa-
ciones que se predican o se atribuyen a ciertos sujetos. Es decir, «situaciones jurídicas
subjetivas», b. Asimismo, todas las categorías aparecen asociadas con situaciones en las
que se percibe un daño que, considerado individualmente, tal vez no sea significativo
ni perceptible con la inmediatez necesaria, pero que adquiere considerable entidad y
magnitud en relación con el conjunto y puede comprometer sensiblemente el interés de
la comunidad; 2. Mientras que se distinguen en que: a. Los Intereses difusos, «suponen
una referencia a un conjunto o pluralidad de individuos que se perciben como pertene-
cientes a categorías o grupos relativamente indeterminados e inorgánicos que, de hecho,
pueden no coincidir con una unidad jurídico-política territorial», ni con alguna otra
persona jurídica de carácter público o privado, Monti, José L., op. cit., nota 9, pp. 22 y 87.
EL PROBLEMA DE LOS INTERESES DIFUSOS BAJO LOS ELEMENTOS DEL INTERÉS
LEGÍTIMO EN MÉXICO: UNA VISIÓN COMPLEMENTARIA PARA SU PROTECCIÓN
19
Denominación tomada de la obra de Tron Zuccher, Denise et al., precisada en la nota
18, integrada con las aportaciones de los demás autores que ya han sido referidos en la
nota en comento.
20
La variedad de conceptos y requisitos para considerar la procedencia del interés legíti-
mo en la doctrina son bastos y de diversa índole, aunque sustancialmente coincidentes
en ciertos aspectos, como que se presenta contra actos de la administración pública;
se promueve contra el actuar de autoridades administrativas; se confiere un poder de
Lilia Venecia Lachica Gallardo
docman&task=cat_view&gid=149&Itemid=40,[consultada el 10 de noviembre de
2013], pp. 11-12 y 48; Zaldívar Lelo De Larrea, Arturo, Hacia una nueva ley de amparo,
México, UNAM–IIJ, 2002, en sitio personal de Jean Claude Tron Petit, fuente elec-
trónica:.http://jeanclaude.tronp.com/index.php?option=com_docman&task=cat_
view&gid=149&Itemid=40, [consultada el 10 de noviembre de 2013], pp. 57–63; Monti,
José L., op. cit., nota 9, pp.45 y 46, citando a Linares, Juan F. Fundamentos de derecho
administrativo, Buenos Aires, Astrea, 1975; parág. 393, p. 436, con cita de Manuel M.
145
Diez en concordancia con su definición; Schmill Ordoñez, Ulises y Silva Nava, Carlos
de, “El interés legítimo como elemento de la acción de amparo”, en sitio personal de
Jean Claude Tron Petit, fuente.electrónica:http://www.google.com.mx/ url?sa=t&rct=
j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=3&ved=0CDYQFjAC&url=http%3A%2F%2Fw
ww.sociedaddelhonorjudicial.org%2FINTERES_LEGITIMO.pdf&eiQhiAUqrFJuf52Q
WolG4BA&usg=AFQjCNEbvRFMggrMRnZ–pW41iKK6OQ6LNg&cada=rja, [consul-
tada el 10 de noviembre de 2013], pp. 14 y 15, y García de Enterría, Eduardo — Fernán-
dez, Tómas R., Curso de derecho administrativo, 2ª. ed., Madrid, Civitas, 1990.
21
A l respecto Zaldívar Lelo De Larrea, Arturo, op. cit., nota 20 y Ferrer Mac–Gregor,
Eduardo op. cit., nota 15, p. 370, y Schmill Ordoñez, Ulises – Silva Nava, Carlos de, op.
cit., nota 20, pp. 6 y 7.
22
«Se refiere a un vínculo entre cierta esfera jurídica y una acción encaminada a su pro-
tección, en virtud del cual, se solicita a la autoridad competente que ejerza sus faculta-
des de conocimiento y resolución en torno a dicha acción. – Es aquel que se ha identi-
ficado con la titularidad de un derecho subjetivo, es decir, con la posibilidad de hacer
o querer determinada circunstancia y la posibilidad de exigir a otros el respeto de la
misma. - Tal concepto se identifica con lo que esta Suprema Corte había entendido
por parte agraviada para efectos de la promoción del juicio de amparo, ello previo a
la reforma constitucional de junio de dos mil once. – Por tanto, se está en presencia
de un agravio al interés jurídico cuando la afectación que se aduce se refiere a un de-
recho subjetivo y aquella es susceptible de individualizar en una persona concreta»,
contradicción de tesis 111/2013, resuelta por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en
sesión de cinco de junio de dos mil catorce, por mayoría de ocho votos.
Lilia Venecia Lachica Gallardo
tido amplio, ya sea porque dicha intromisión es directo porque el agravio deriva
de una situación particular que la persona tiene en el orden jurídico. – Implica
un vínculo entre una persona y una pretensión, de tal forma que la anulación
del acto que se reclama produce un beneficio o efecto positivo en su esfera
jurídica, ya sea actual o futuro pero cierto. […] requiere de un interés actual y
real, no hipotético, pues ello se encontraría referido a un interés simple. – Para
que exista un interés legítimo, se requiere de la existencia de una afectación en
cierta esfera jurídica –no exclusivamente en una cuestión patrimonial-, aprecia-
da bajo un parámetro de razonabilidad, y no sólo como una simple posibilidad,
ante lo cual, una eventual sentencia de protección constitucional, implicaría la
obtención de un beneficio determinado, el cual no puede ser lejanamente deri-
vado, sino resultado inmediato de la resolución que en su caso llegue a dictarse.
– Consiste en una categoría diferenciada y más amplia que el interés jurídico
[…] el demandante se encuentra en una situación jurídica identificable, surgida
por una relación específica con el objeto de la pretensión que aduce, ya sea por
una circunstancia personal o por una regulación sectorial o grupal, y si bien
es diferenciada al interés del resto de la sociedad, lo cierto es que no requiere
provenir de una facultad otorgada expresamente por el orden jurídico, es decir,
tal situación goza de una lógica jurídica propia e independiente de alguna co-
nexión o derivación con derechos subjetivos […].23
146 En ese sentido, para acreditar un interés legítimo se debe probar, entre
otros aspectos, que se padece un agravio actual y real, no potencial o hipo-
tético, elemento propuesto por Zaldívar Lelo De Larrea y Schmill, siendo
precisamente esta una de las cuestiones más debatidas y que más proble-
mas causa en la resolución de casos concretos donde se aplica este tipo de
interés a los derechos difusos.
A este respecto, autores como Monti y Gómez Montoro, señalan que la
exigencia de actual y real restringe la protección jurídica de los derechos co-
lectivos, haciendo ineficaz la institución del interés legítimo, al tomar ele-
mentos que prácticamente se confunden con la afectación directa del inte-
rés jurídico. Por ello, proponen la incorporación de los términos eventual o
potencial, precisando que la afectación no debe surgir de manera inmediata
y actual, sino que es suficiente que el daño esté próximo a cumplirse o haya
23
Ídem. Tales consideraciones dieron origen a la tesis de jurisprudencia P./J. 50/2014
(10a.), de rubro: “Interés legítimo. Contenido y alcance para efectos de la procedencia
del juicio de amparo (interpretación del artículo 107, fracción I, de la Constitución Po-
lítica de los Estados Unidos Mexicanos”.
EL PROBLEMA DE LOS INTERESES DIFUSOS BAJO LOS ELEMENTOS DEL INTERÉS
LEGÍTIMO EN MÉXICO: UNA VISIÓN COMPLEMENTARIA PARA SU PROTECCIÓN
24
MONTI, José L., op. cit., nota 9, pp. 12-17. Cfr. Gómez Montoro Ángel J., “El Interés Le-
gítimo para Recurrir en Amparo. La Experiencia del Tribunal Constitucional Español”,
en Cuestiones Constitucionales, Revista Mexicana de Derecho Constitucional, México,
núm. 9, julio-diciembre 2003, IIJ-UNAM, fuente electrónica: http://biblio.juridicas.
unam.mx/revista/CuestionesConstitucionales/indice.htm?n=9, autor citado en Tron
Petit, Jean Claude, op. cit., nota 20 pp. 11 y 12.
25
Al respecto, la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la
Contradicción de tesis 299/2015, preciso que: “es menester destacar que la introducción
del concepto de “interés legítimo” como eventual elemento de la acción de amparo no
convierte a este en acción colectiva, en la medida en que subsiste el principio de rela-
tividad de la sentencia, […] así, el juicio de amparo no ha perdido su caracter indivi-
dualista, en tanto que mediante su promoción no se pretende, desde un punto de vista
estrictamente jurídico, que una sentencia afecte de manera directa a grupos sociales
carentes de personalidad jurídica” p. 27.
26
Tratándose de intereses difusos, difícilmente podemos hablar de una afectación a un
derecho subjetivo de manera indirecta, ya que por su naturaleza indeterminable resulta
complejo cumplir con el aspecto de subjetividad de dicho derecho.
Lilia Venecia Lachica Gallardo
27
Como referentes, vid.: Hefendehl, Roland, “¿Debe ocuparse el Derecho penal de riesgos
futuros? Bienes jurídicos colectivos y delitos de peligro abstracto”, en Revista Electró-
nica de Ciencia Penal y Criminología, núm. 4, 2002; Mata Barranco, Norberto J. de
la – Mata Barranco, Ignacio, “La figura de la autorización en la lesión de bienes jurí-
dico–penales de carácter supraindividual”, en López Barja De Quiroga, Jacobo – Zu-
galdía Espinar, José Miguel (coords.), Dogmática y ley penal. Libro homenaje a Enrique
Bacigalupo, Madrid, tomo I, Marcial Pons, 2004; Mata y Martín, Ricardo M., Bienes
jurídicos intermedios y delitos de peligro. Aproximación a los presupuestos de la técnica
de peligro para los delitos que protegen bienes jurídicos intermedios (—tutela penal del
medio ambiente, delitos socioeconómicos, seguridad del tráfico—), Granada, Comares,
1997; Méndez Rodríguez, Cristina, Los delitos de peligro y sus técnicas de tipificación,
Madrid, Ministerio de Justicia–Universidad Complutense de Madrid, 1993; Cugat Mau-
ri, Miriam, “La protección de intereses colectivos: el caso del delito publicitario”, en
Quintero Olivares, Gonzalo – Morales Prats, Fermín (coords.), El nuevo Derecho penal
español. Estudios penales en memoria del Profesor José Manuel Valle Muñiz, Navarra,
Aranzadi, 2001; Torio López, Ángel, “Los delitos de peligro hipotético (contribución al
estudio diferencial de los delitos de peligro abstracto)”, en Anuario de Derecho Penal
y Ciencias Penales, 1981; Vargas Pinto, Tatiana, Delitos de peligro abstracto y resulta-
do. Determinación de la incertidumbre penalmente relevante, Navarra, Aranzadi, 2007;
Terradillos Basoco, Juan Ma., “Peligro abstracto y garantías penales”, en Quintero Oli-
vares, Gonzalo – Morales Prats, Fermín (coords.), El nuevo Derecho penal español. Es-
EL PROBLEMA DE LOS INTERESES DIFUSOS BAJO LOS ELEMENTOS DEL INTERÉS
LEGÍTIMO EN MÉXICO: UNA VISIÓN COMPLEMENTARIA PARA SU PROTECCIÓN
tudios penales en memoria del Profesor José Manuel Valle Muñiz, Navarra, Aranzadi,
2001.
Lilia Venecia Lachica Gallardo
28
Cfr. Rodríguez Montañez, Teresa, Delitos de peligro, dolo e imprudencia, Madrid, Cen-
tro de Estudios Judiciales de la Universidad Complutense, 1994, pp. 32-35.
EL PROBLEMA DE LOS INTERESES DIFUSOS BAJO LOS ELEMENTOS DEL INTERÉS
LEGÍTIMO EN MÉXICO: UNA VISIÓN COMPLEMENTARIA PARA SU PROTECCIÓN
29
«Quien pretenda asumir el rol de parte activa debiera hallarse “afectado” por los hechos
en alguna medida, aunque sea pequeña, principio de minimis non curat praetor. La tras-
cendencia que se supone debiera tener la cuestión que se procura llevar a los estrados
judiciales para los sujetos requirentes, de modo que no bastaría la mera curiosidad o un
ínfimo interés. Pero en los casos que nos ocupa, esa trascendencia viene dada, precisa-
mente, en virtud de la pluralidad indefinida de personas involucradas y el interés social
comprometido». Monti, José L., op. cit., nota 9, p. 128.
Lilia Venecia Lachica Gallardo
Conclusiones
Bibliografía
Abstract: The problem statement of this article is the need for the emergence
of a specialized organs of government to resolve the constitutional conflicts in
the state of Guanajuato. While there have two mechanisms that enable local
constitutional defense, a company specializing in constitutional matters,
1
Licenciado en Derecho por la Universidad de Guanajuato, con estudios concluidos de
Maestría en Justicia Constitucional. Miembro de la Asociación Mexicana de Justicia
Constitucional.
José Manuel Ledezma Rosas
with autonomy in decision -making and independence from local powers that
institution is not contemplated.
INTRODUCCIÓN
El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos
de la competencia de éstos, y por los de los estados en los que toca a sus regí-
160 menes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente
Constitución federal y las particulares de los estados, las que en ningún caso
podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.3
2
DE TOCQUEVILLE, Alexis, La democracia en América, 2a. Ed., Fondo de Cultura
Económica, México, 1957, p. 55.
3
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, http://www. http://www.diputa-
dos.gob.mx, 02 de diciembre del 2015
LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL EN EL ESTADO DE GUANAJUATO,
APORTES PARA SU FORTALECIMIENTO
LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL
4
LASALLE, Ferdinand, “¿Qué es una Constitución?”, 5a. ed., Bogotá, D.C., Colombia,
Panamericana, 1994, p. 20.
5
RAMOS QUIROZ, Francisco, “La defensa de la Constitución y su extensión al ámbito
local”, Revista de Investigación y Análisis DEJURE, Colima, tercera época, No.6, mayo
2011, p. 59.
LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL EN EL ESTADO DE GUANAJUATO,
APORTES PARA SU FORTALECIMIENTO
6
Ibidem, p. 61
7
DUVERGER, Maurice, Instituciones Políticas y Derecho Constitucional, 6a. ed., Edicio-
nes Ariel, México, 1996, p. 220.
8
FIX ZAMUDIO, Héctor, “Introducción al Estudio de la Defensa de la Constitución en
el Ordenamiento Mexicano” [en línea] México, Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM, 1998, [citado 21-07-2016], Cuadernos Constitucionales México-Centroa-
mérica 12, 2a. ed., nota 11, formato html, Disponible en Internet: http://bibliohistorico.
juridicas.unam.mx/libros/7/3492/pl3492.htm, ISBN 968-36-6665-5.
José Manuel Ledezma Rosas
para efectos generales, es decir, erga omnes, por lo que al declarar la inefica-
cia de una norma, la expulsa del orden normativo.
En México, se ha establecido en la Constitución federal un sistema mix-
to o también llamado híbrido, el cual conforma ambos sistemas para la
defensa de la Constitución. En relación con las constituciones de las enti-
dades federativas, la mayoría confiere un control de constitucionalidad de
tipo concentrado, pues otorga a un órgano especializado, como pueden ser
un tribunal o una sala constitucional local o bien el pleno de sus tribunales
locales de justicia, el conocimiento, substanciación y resolución de asuntos
sobre el control de la constitucionalidad local; no obstante, existe un caso
especial en el estado de Coahuila, cuya Constitución “pone en práctica
ambos a través de un control difuso ejercido por jueces y tribunales”,9 así
como “de un órgano dentro del TSJCo”10 para resolver de manera concen-
trada la protección de su ordenamiento.
Los tribunales u órganos especializados, tienen una importancia vital
en el equilibrio de poderes, pues sin pertenecer a alguno de éstos, realizan
de manera autónoma el control de la constitucionalidad. A lo cual Kel-
sen, aseveraba que sería ilusorio, en caso de una probable violación a la
Constitución, esperar que los propios poderes determinaran que sus actos
no estaban apegados a la norma fundamental, por eso creía necesario que
quien estableciera la declaratoria de constitucional o inconstitucionalidad
164 fueran otros órganos especializados en la materia.
Como veremos más adelante, a pesar de que en la mayoría de las entida-
des, la jurisdicción ordinaria, tiene la atribución del control de la Constitu-
ción local, desde el foro y a partir de las más recientes reformas en el orden
local, existe la propensión de “crear un órgano especializado, autónomo e
independiente que se encargue del control jurisdiccional y de la protección
de los derechos fundamentales.”11La intención es perfeccionar la justicia
constitucional, dando realce e importancia a cada orden, de acuerdo al ám-
bito de competencias entre el federal y el local, fomentando la supremacía
constitucional, respectivamente.
9
ASTUDILLO REYES, César Iván, “La Justicia Constitucional Local en México. Presu-
puestos, sistemas y problemas”, [en línea] México, Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM, 2008, [citado 30-06-2016], Estudios de Derecho Procesal Constitucional
Local, formato html, Disponible en Internet: http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/
libros/6/2938/pl2938.htm, ISBN 968-7772-96-7.
10
Ídem.
11
MONROY CABRA, Marco Gerardo, “Necesidad e importancia de los tribunales cons-
titucionales en un Estado Social de Derecho”, Anuario de Derecho Constitucional La-
tinoamericano, http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/dconstla/cont/2004.1/
pr/pr3.pdf.
LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL EN EL ESTADO DE GUANAJUATO,
APORTES PARA SU FORTALECIMIENTO
12
MORENO BECERRA, Jonathan H., “Justicia Constitucional en México a la luz de los
Tribunales Constitucionales. Una visión federal y local”, en Apuntes Legislativos, Insti-
tuto de Investigaciones Legislativas del H. Congreso del Estado de Guanajuato, México,
2009, p. 20.
13
LEÓN HERNÁNDEZ, Marco Antonio, “Creación de Tribunales Constitucionales
Locales” tomado el 13 de octubre de 2015 de http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/
libros/4/1784/31.pdf.
José Manuel Ledezma Rosas
16
CORONA NAKAMURA, Luis Antonio y MONROY NÚÑEZ, Leoncio, “La Justicia
Constitucional Local en su justa dimensión”, en Justicia Constitucional Local, Instituto
Prisciliano Sánchez en coedición con la Universidad Nacional Autónoma de México,
México, 2013, p. 18.
17
Sobre la concepción del federalismo dual véase Ballbé, Manuel, y Martínez, Roser,
“Soberanía dual y constitución integradora. La reciente doctrina de la Corte Suprema
norteamericana”, España, Ariel, 2005, citado por Corona Nakamura, Luis Antonio y
Monroy Núñez, Leoncio, op. cit. p. 20.
18
LEÓN HERNÁNDEZ, Marco Antonio, op. cit., p. 532.
19
Ídem.
20
ESTRADA MICHEL, Rafael, “Justicia Constitucional en los Estados de la Unión Mexi-
cana” en La Justicia Constitucional en las Entidades Federativas. Memorias de la cuarta
José Manuel Ledezma Rosas
25
En ese sentido, Astudillo Reyes, César Iván, op. cit., p. 12, señala que: “La Comisión
Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de las entidades federativas […] a través
de la Declaración de Chiapas: Dr. Belisario Domínguez, ha expresado:
Se congratula que en la temática de la Consulta Nacional sobre reforma integral y cohe-
rente del Sistema de Impartición de Justicia de la Nación, se hayan incorporado temas
que forman parte de declaratorias de años anteriores, como son, entre otros: creación
de Salas Constitucionales o Cortes de Casación en los Estados.
26
Véase Constitución Política para el Estado de Guanajuato, consultado el 20-07-2016 en
http://www.congresogto.gob.mx, el cual señala: “Art. 142. Esta Constitución y la Cons-
titución Política de los Estados Unidos Mexicanos, serán la Ley Suprema del Estado de
Guanajuato”.
José Manuel Ledezma Rosas
que se optó es el concentrado, toda vez que delega en un solo órgano, “ga-
rantizar la observancia” de su Constitución, esto es el Pleno del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado.
Los mecanismos de control constitucional que se prevén son dos a sa-
ber, las erróneamente llamadas “controversias legales” y “las acciones de
inconstitucionalidad”, ambas son reguladas de manera especial por la Ley
Reglamentaria de la fracción XV del artículo 89 de la Constitución Política
para el Estado de Guanajuato.
Por su parte, el Supremo Tribunal de Justicia en el estado de Guanajua-
to, se compone de salas civiles y penales, y según la Ley Reglamentaria, una
vez que es recibida la demanda, el presidente del pleno la remitirá, según
el turno que corresponda a un magistrado instructor-ponente a fin de que
ponga el proceso en estado de resolución y formule el proyecto respectivo,
es decir, que el control de constitucionalidad en Guanajuato no atiende a la
especialidad que requiere la materia constitucional, como lo hemos tratado
con anterioridad en este ensayo. Esto representa, para esta nueva materia
de estudio, que se le siga viendo como algo anexo en el sistema jurídico
local, lo cual “dificulta en mucho el desarrollo de la justicia constitucional
local”27 pues baste ver que tales instrumentos no son substanciados, y por
ende se convierten en ineficaces ya sea por desconocimiento de tales meca-
nismos o el poco tratamiento especializado que se le ha dado.
170 Lo deseable sería que el control de la constitucionalidad no fuera lle-
vada a cabo por la jurisdicción ordinaria,28 sino por un tribunal u órgano
verdaderamente especialista en los conflictos constitucionales, este tribu-
nal por antonomasia “son órganos autónomos, se autogobiernan y son in-
dependientes de los otros poderes públicos, aunque pueden formar parte
del Poder Judicial”29 cuya actividad sea encaminada a fortalecer el derecho
procesal constitucional local. En nuestro sistema local éste órgano especia-
27
RAMOS QUIROZ, Francisco, op. cit., p. 72.
28
A propósito de este punto, Monroy Cabra, Marco Gerardo, op. cit., p. 30, expresa:
“¿Puede la justicia ordinaria ser el órgano de control de la constitucionalidad? La res-
puesta negativa la dio Mauro Cappelletti:
Los jueces de la Europa continental son habitualmente magistrados de “carrera”, poco
aptos para cumplir una tarea de control de las leyes, tarea que, como veremos, es ine-
vitablemente creadora y va mucho más lejos de su función tradicional de “meros inter-
pretes” y “fieles servidores” de las leyes. La interpretación misma de las normas cons-
titucionales, y especialmente del núcleo central de éstas, que es la Declaración de los
derechos fundamentales o “Bill of Rights”, suele ser muy distinta de la interpretación de
las leyes ordinarias. Requiere una aproximación que se conjuga mal con la tradicional
“debilidad y timidez” del juez según el modelo continental..”
29
Ibídem, p. 28
LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL EN EL ESTADO DE GUANAJUATO,
APORTES PARA SU FORTALECIMIENTO
30
Ibídem, p. 20.
31
LEÓN HERNÁNDEZ, Marco Antonio, op. cit., p. 543.
José Manuel Ledezma Rosas
174 10. Con el aparato técnico que conformaría la instauración del tribunal consti-
tucional en el estado de Guanajuato, se tendría elementos suficientes para
revisar la oportunidad de que el propio órgano jurídico especializado re-
suelva sobre conflictos derivados de la protección de los derechos humanos
contenidos en la Constitución local o en el orden jurídico. Con esto, se
tendría la oportunidad de fomentar la más amplia protección de los dere-
chos a los ciudadanos.
CONCLUSIONES
FUENTES DE CONSULTA
net: http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/libros/6/2938/pl2938.
htm.
BALLBÉ, Manuel, y Martínez, Roser, “Soberanía dual y constitución in-
tegradora. La reciente doctrina de la Corte Suprema norteamerica-
na”, España, Ariel, 2005.
CORONA NAKAMURA, Luis Antonio y Monroy Núñez, Leoncio,
“La Justicia Constitucional Local en su justa dimensión”, en Justicia
Constitucional Local, Instituto Prisciliano Sánchez en coedición con
la Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2013.
DUVERGER, Maurice, Instituciones Políticas y derecho Constitucional,
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LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL EN EL ESTADO DE GUANAJUATO,
APORTES PARA SU FORTALECIMIENTO
1
Licenciada en Derecho y Egresada de la Maestría en Justicia Constitucional de la Divi-
sión de Derecho, Política y Gobierno de la Universidad de Guanajuato.
Laura Catalina Macías Barrera
This confrontation exists because the Mexican State has been abandoning the
conventionality control and the diffuse conventionality control and has returned
to a positivist legal system, which had been overcome with the constitutional
reform of 2011 in matter of human rights; that circumstance because the labor
authorities have been omitting to perform an analysis about if the conventionality
control must to be apply in the exception to reinstall a managerial, supervisory
and confidential employee and if this norm should be ceased to apply or if this
disposition is issued according with the Protocol of San Salvador in matter of
employment permanence. Then, this confrontation exists because the Mexican
State limits to apply the restriction contained in the Constitution and in the
180 Federal Law of the Work without make an analysis of the principle of conforming
interpretation and the pro persona principle.
Introducción
2
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, “Indicadores de ocupación y empleo al
segundo trimestre de 2016”, consultado el 22 de octubre de 2016 http://www3.inegi.org.
mx/sistemas/temas/default.aspx?s=est&c=25433&t=1
LA CONFRONTACIÓN EXISTENTE EN LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO RESPECTO DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA CONTENIDA EN NUESTRA CONSTITUCIÓN
3
Consejo de la Judicatura Federal, “Anexo Estadístico Tabulados 2015”, consultado el 30
de abril de 2016 en http://www.dgepj.cjf.gob.mx/anexos/anexoestadistico2015tabulados.
asp
Laura Catalina Macías Barrera
4
Diario Oficial de la Federación, Ley Federal del Trabajo, última reforma publicada, 12
de junio de 2015.
Laura Catalina Macías Barrera
5
DEL BUEN LOZANO, Néstor, Derecho del Trabajo, México, Editorial Porrúa, 1999, pp.
493–496.
LA CONFRONTACIÓN EXISTENTE EN LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO RESPECTO DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA CONTENIDA EN NUESTRA CONSTITUCIÓN
6
DE LA CUEVA, Mario, El Nuevo Derecho Mexicano del Trabajo, México, Editorial
Porrúa, pp. 154-159.
Laura Catalina Macías Barrera
7
Diario Oficial de la Federación, Reforma al artículo 123, inciso A, fracciones II, III, VI,
IX, XXI, XXII y XXXI de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 21 de
noviembre de 1962.
LA CONFRONTACIÓN EXISTENTE EN LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO RESPECTO DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA CONTENIDA EN NUESTRA CONSTITUCIÓN
8
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Protocolo de San Salvador, 16 de no-
viembre de 1999.
9
Ídem.
Laura Catalina Macías Barrera
10
Ídem.
LA CONFRONTACIÓN EXISTENTE EN LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO RESPECTO DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA CONTENIDA EN NUESTRA CONSTITUCIÓN
sólo los trabajadores de base al servicio del Estado tienen derecho a la es-
tabilidad en el empleo y los de confianza únicamente gozan de las medidas
de protección al salario y los beneficios de seguridad social.
Aunado a lo anterior, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación estimó que el criterio de sólo disfrutarán de las medidas de
protección al salario y gozarán de los beneficios de la seguridad social, está
emitido de conformidad con el actual modelo de constitucionalidad en
materia de derechos humanos, ya que los derechos de estos trabajadores
no se ven limitados y no hay trato desigual respecto al derecho a la estabi-
lidad en el empleo. La razón fundamental, señala la Segunda Sala, es que
el Constituyente Permanente no tuvo la intención de otorgar a los traba-
jadores de confianza el derecho de inamovilidad, ya que de haberla tenido
lo hubiera señalado expresamente; así, constituye una restricción constitu-
cional justificada ya que estos trabajadores realizan un papel importante en
el ejercicio de la función pública del Estado, en los cuales recae la mayor y
más importante responsabilidad de conformidad con las funciones, nivel
y jerarquía que desempeñan, estando estrechamente relacionados con el
titular responsable de la función pública, por lo que su remoción se justifica
de acuerdo a la atribución de dicho titular de elegir a su equipo de trabajo.
Aunado a dicha determinación, la Corte ha concluido que si bien el
Protocolo de San Salvador, en su artículo 7, apartado d, establece que en
190 caso de despido se tiene el derecho a una indemnización o a la readmisión
en el empleo, o a cualquier otra prestación prevista en la legislación nacio-
nal, la realidad es que esta norma convencional no puede aplicarse a nues-
tro sistema legal ya que existe una restricción constitucional respecto a la
falta de estabilidad en el empleo de los trabajadores de confianza al servicio
del Estado, ya que se realizó la distinción entre trabajadores de confianza y
de base al servicio del Estado.
Del segundo grupo, se despende que el Poder Judicial de la Federación
ha determinado que si bien la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justi-
cia de la Nación ha realizado la interpretación consistente en que los traba-
jadores de confianza no gozan de estabilidad en el empleo ya que realizan
un papel importante en el ejercicio de la función pública del Estado y en
los mismos descansa la mayor y más importante responsabilidad de la de-
pendencia o entidad del Estado, existe una excepción consistente en que la
Constitución sólo establece derechos mínimos en favor de los gobernados,
por lo que los mismos pueden ser ampliados en leyes secundarias, contra-
tos colectivos, condiciones generales de trabajo, contratos individuales. Si
se establece por algún legislador que los trabajadores de confianza que per-
tenezcan al servicio profesional de carrera gozarán del derecho a la esta-
LA CONFRONTACIÓN EXISTENTE EN LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO RESPECTO DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA CONTENIDA EN NUESTRA CONSTITUCIÓN
11
FERRER MAC-GREGOR, Eduardo, “Interpretación conforme y control difuso de
convencionalidad. El nuevo paradigma para el juez mexicano”, Centro de Estudios
Constitucionales de Chile Universidad de Talca, Chile, Año 9, Nº 2, 2011, pp. 531 – 622.
12
Ídem.
13
Ídem.
Laura Catalina Macías Barrera
En nuestro país se han realizado diversos esfuerzos para lograr mayor re-
conocimiento de derechos de los trabajadores de confianza, como el caso
del Sindicato de Empleados de Confianza de la Universidad Autónoma
Benito Juárez de Oaxaca, el cual se ha conformado como movimiento so-
cial para lograr su objetivo.
El movimiento que este sindicato ha realizado se puede definir como
movimiento social si tomamos en consideración la concepción de los mo-
vimientos sociales que tiene el autor Alain Touraine y que expuso en el
artículo titulado “Los movimientos sociales”14.
Touraine, afirma que la sociedad es una producción conflictiva de ella
misma y que por tanto la principal elección consiste en situar el conflicto
en las fronteras de la sociedad (el nivel cultural y la historicidad es donde
14
TOURAINE, Alain, “Los movimientos sociales”, Revista Colombiana de Sociología,
ISSN 0120-159X, No. 27, 2006, pp. 255-278.
Laura Catalina Macías Barrera
15
Ídem.
LA CONFRONTACIÓN EXISTENTE EN LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO RESPECTO DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA CONTENIDA EN NUESTRA CONSTITUCIÓN
que tiene generalmente como finalidad derribar las barreras impuestas por
el interés particular y el progreso de la sociedad.
En esta lucha, el Sindicato busca influenciar a la Institución para que
sean respetados o reconocidos sus derechos como trabajadores de confian-
za, buscando orientar la toma de decisiones de la Universidad Autónoma
de Oaxaca, por lo que es una lucha afirmativa a nivel institucional, especí-
ficamente en el campo de presiones institucionales o políticas, según Tou-
raine, al interior de la propia Universidad Autónoma de Oaxaca.
Como prueba de la influencia que busca el Sindicato realizar en la Ins-
titución, se han tenido algunos logros sindicales, siendo el más importante
la emisión del Contrato Colectivo de Trabajo, el cual fue depositado ante
la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Oaxaca por la
entonces Secretaria General y representante legal del Sindicato Reyna El-
via Martínez González y por Gildardo Hernández Soto, en su carácter de
Apoderado Legal de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.16
No obstante, la lucha ha estado latente, ya que aún y con la existencia del
documento siguen constantes violaciones por el patrón a los derechos de
los trabajadores de confianza.
En el mes de abril del año 2010 el Sindicato cerró las instalaciones de
Ciudad Universitaria al realizar un paro de labores de doce horas, recla-
mando que el Gobierno del Estado había omitido cumplir con los progra-
mas de calidad, eficiencia y urbanización que corresponden a los trabaja- 197
dores de confianza afiliados al Sindicato, por lo que su lucha continuaría
hasta el cumplimiento del Gobierno.17
En fecha posterior, en el mes de abril del año 2016, el Sindicato tomó
otra vez Ciudad Universitaria y en esta ocasión, la protesta se debió a que
las autoridades universitarias y el gobierno no habían dado respuesta a su
pliego petitorio en el cual solicitaban incremento salarial, entre otras cues-
tiones, por lo que ante tan omisión se emplazaría a huelga que se llevaría a
cabo el día 20 de abril de 2016. El principal logro de esta movilización fue
el incremento salarial para los trabajadores de confianza del 3.5%,18 siendo
16
Transparencia Universitaria, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, “Con-
trato Colectivo SECUABJO”, recuperado el 04 de mayo de 2016 de http://www.transpa-
rencia.uabjo.mx/descargas/obligaciones_de_transparencia/14%20Contratos%20de%20
Trabajo/contratoColectivoSECUABJO.pdf
17
Ciudadanía Expres, “Para el SECUABJO, cierra ciudad universitaria”, recuperado el 30
de abril de 2016 de http://ciudadania-express.com/2010/04/30/para-el-secuabjo-cierra-
ciudad-universitaria/
18
NVI NOTICIAS, “Recibe Secuabjo $2 millones para conjurar huelga”, consultado el 30
de abril, de 2016 en http://www.nvinoticias.com/nota/7073/recibe-secuabjo-2-millones-
para-conjurar-huelga
Laura Catalina Macías Barrera
Conclusiones
Bibliografía
Revistas
Leyes
202
LEY DEL TRABAJO DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS AL SERVI-
CIO DEL ESTADO Y DE LOS MUNICIPIOS DE GUANAJUA-
TO.
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LA CONFRONTACIÓN EXISTENTE EN LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO RESPECTO DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA CONTENIDA EN NUESTRA CONSTITUCIÓN
http://www3.inegi.org.mx/sistemas/temas/default.aspx?s=est&c=25433&t=1
NVI NOTICIAS, “Recibe Secuabjo $2 millones para conjurar huelga”,
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sus actividades”, consultado el 30 de abril de 2016 en http://eltuxte-
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ca”, consultado el 30 de abril, de 2016 en
Laura Catalina Macías Barrera
http://www.eluniversal.com.mx/articulo/estados/2016/04/5/sindicaliza-
dos-cierran-ciudad-universitaria-de-oaxaca
206
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL
CONSTITUCIONAL
1
Licenciada en Derecho por la División de Derecho, Política y Gobierno de la Universi-
dad de Guanajuato, y egresada de la Maestría en Justicia Constitucional por esa misma
Institución; estudiante de la Maestría en Derechos Humanos y Democracia de FLAC-
SO. Abogada en la Dirección General Jurídica de la Procuraduría General de Justicia
del Estado de Guanajuato. Correo electrónico: bmacielg@guanajuato.gob.mx
2
Doctor en Derecho por el Programa Interinstitucional de las Universidades Públicas
de la región Centro Occidente de la ANUIES, México; Maestro en Derecho Constitu-
cional por la Universidad Iberoamericana; y Licenciado en Derecho por la Universidad
de Guanajuato. Profesor Investigador del Departamento de Derecho de la División de
Derecho, Política y Gobierno de la Universidad de Guanajuato, México. Perfil PRODEP
y Miembro del Cuerpo Académico: Ciencia Penal, Estado de Derecho y Derechos Hu-
manos. Correo electrónico: jesussorianomx@yahoo.com.mx
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
Introducción
3
SÁCHICA, Luis Carlos, La Constitución y su Defensa, México, UNAM, 1984, p. 329.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL CONSTITUCIONAL
Dicha noción puede ser entendida en un sentido amplio, y en forma res- 209
tringida. A latu sensu se integra por todos aquellos instrumentos jurídicos
y procesales que se han establecido para conservar la normatividad consti-
tucional y para prevenir su violación, reprimir su desconocimiento o lograr
el desarrollo y la evolución de las disposiciones constitucionales, tendiente
4
URIBE, Enrique Arzate, El sistema de justicia constitucional en México, Porrúa, Méxi-
co, 2006, p. 134.
5
VEGA HERNÁNDEZ, José Rodolfo, La Defensa y el Control Constitucional en Contro-
les Constitucionales, (Coord. José de Jesús Gudiño Pelayo y Otros), FUNDAP, México,
2005, p. 130.
6
Es importante en este momento, traer a cuenta el concepto “bloque de constituciona-
lidad”, a fin de completar la idea de supremacía constitucional (y que no se entienda
desvinculada del paradigma actual sobre la inclusión al sistema jurídico mexicano de
instrumentos internacionales). La categoría jurídica que abarca el bloque de consti-
tucionalidad se refiere a un conjunto de normas en un rango jerárquico equiparable,
integrado por los contenidos que aparecen expresamente en la CPEUM, los principios
y valores a los cuales se remite y a las normas de derecho internacional que se han in-
tegrado de conformidad con los lineamientos de la propia CPEUM. Podemos entender
este bloque, en contraposición a la estructura piramidal propuesta por Kelsen donde la
primacía de la norma era la Constitución y a partir de ella se extendía todo el demás
ordenamiento con carácter derivado y por tanto en una jerarquía menor.
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
7
ZALDIVAR, Arturo Lelo de Larrea, “El juicio de amparo a la luz de la moderna justicia
constitucional” en Revista de Investigaciones Jurídicas, México, Escuela Libre de De-
recho, núm. 15, 1991, p. 324. De igual manera, en tal sentido lo refiere CASTILLO DEL
VALLE, Alberto, La Defensa Jurídica de la Constitución en México, Grupo Herrero,
México, 1994, p. 16.
8
FIX-ZAMUDIO, Héctor, La constitución y su defensa, México, UNAM, 1994, pp. 7-16
9
FIX-ZAMUDIO, Héctor, “Introducción al estudio de la defensa de la constitución en el
ordenamiento jurídico mexicano”, en Cuadernos constitucionales México-Centroamé-
rica, 2° ed., Centro de Estudios Jurídicos UNAM, México, 1998, pp. 25,26.
10
KELSEN, Hans, “La garantía jurisdiccional de la constitución (la justicia constitucio-
nal)”, Anuario Jurídico I, México, UNAM, 1974, pp. 471-515.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL CONSTITUCIONAL
11
Ibidem.
12
Véase: SORIANO FLORES, Jesús, “El nuevo paradigma de los derechos humanos en
México y la importancia de la especificidad de la interpretación constitucional”, en
Cervantes Bravo, Irina, y Medina García, Aldo, (Coords.), El constitucionalismo que
viene, perspectivas teóricas desde la convencionalidad, 1ª ed., Marcial Pons, Madrid,
2015.
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
13
ARENAS BATIZ, Carlos Emilio, El nuevo modelo de control de constitucionalidad y
convencionalidad en materia de derechos humanos a partir de la reforma de 2011, Con-
sejo de la Judicatura del Estado de Nuevo León, México, 2013, pp. 20, 23.
14
BURGOA, Ignacio, El juicio de amparo, 42a. ed., Porrúa, México, 2008, p. 164.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL CONSTITUCIONAL
15
GUASTINI, Ricardo, Estudios de teoría constitucional (Trad. Miguel Carbonell), Fon-
tamara, México, 2001, pp. 47, 50 y 51. Además, establece que de tales límites, se derivan
consecuencias de invalidez de la ley por razones formales (discordancia con el proce-
dimiento impuesto en la Constitución o en las leyes a las que ésta remite), por incom-
petencia material (si regula una materia reservada a otra fuente o la regula de manera
incompleta), por razones sustanciales (si viola una prohibición constitucional o contra-
dice la Constitución o las leyes a las que la Constitución remite), todo ello referente al
sistema Italiano, pero atinente para un ejemplo general.
16
Véase: NINO, Carlos S., “La filosofía del control judicial de constitucionalidad”, Revis-
ta del Centro de Estudios Constitucionales, Núm. 4, Septiembre-diciembre 1989, p. 81.
Postula que la validez de las normas jurídicas no es en sí misma una validez jurídica,
no es una validez que el propio derecho genera, que las normas jurídicas no son en sí
mismas razones para justificar acciones y decisiones y que detrás de la normas jurídicas
hay consideraciones de tipo valorativo o moral en sentido amplio.
17
KELSEN, Hans, ¿Qué es la teoría pura del derecho?, Fontamara, 16° ed., México, 2013,
p. 20. Schmitt hace una crítica a la teoría kelseniana de la estructura jerárquica del
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
entre Schmitt y Kelsen en las primeras décadas del siglo XX, a propósito
de quién debía ser el defensor de la Constitución,20 en esa disputa, Kelsen
aboga por un órgano especializado exclusivo, que concentre y monopolice
el control de la constitucionalidad, con miembros pertenecientes al poder
judicial, distinto al parlamento y gobierno, pues precisamente sus funcio-
nes son el objeto de control; el segundo, señaló al Presidente del Reich
como el indicado para la defensa de la Constitución (órgano político).21
A continuación mencionaremos breves reflexiones sobre los modelos de
control político, jurisdiccional, concentrado, difuso y mixto.
Atendiendo a la naturaleza del órgano competente para resolver las
cuestiones de control de constitucionalidad, el modelo de control político, se
caracteriza porque los sujetos que lo realizan son órganos, autoridades o
sujetos de poder (órgano político) con la potestad jurídica (atribución nor-
mativizada) para tal efecto. Un órgano de naturaleza político ordinario,
puede ser el Congreso, o la cabeza de un órgano distinto como una asam-
blea o cámara legislativa, un consejo de Estado; se consideraría un órgano
político extraordinario, si fuese creado exclusivamente para ejercer la tarea
de control.
Dentro de los caracteres generales de dicho modelo, podemos enume-
rar que la naturaleza para el examen de constitucionalidad de leyes no es
contenciosa, regularmente ocurre que la petición de control de constitu-
cionalidad la solicitan las propias autoridades, y sus efectos son generales 215
y absolutos (erga omnes). El órgano político puede regular la constitucio-
nalidad de leyes antes de que sean sancionadas y de su entrada en vigencia.
Algunas de las críticas que se han hecho a esta modalidad, se refieren a
la idea de que regularmente provoca conflictos entre las autoridades, des-
equilibrando los poderes del Estado. Surgen crisis políticas entre el órgano
ocursante y el responsable del control constitucional.22
La idea de que la contraloría de la supremacía constitucional esté a cargo
de un órgano político, al parecer remite como antecedente a la constitución
20
Dicho dialogo controversial está contenido principalmente en los textos de SCHMITT,
Carl, La defensa de la Constitución, Ed. Tecnos, 2° ed., España, 1998 y KELSEN, Hans,
¿Quién debe ser el defensor de la Constitución? Ed. Tecnos, 2ª Ed. Madrid, 1999.
21
Para Schmitt los tribunales de justicia pueden controlar leyes simples con respecto a
la Ley Constitucional, pero no pueden defender ni proteger la Constitución (decisión
sobre la existencia política de un Estado que le da unidad). Distingue entre control ju-
dicial y protección política (defensa constitucional), acorde a su teorización entre Cons-
titución y Ley constitucional (realización normativa que se fundamenta en la Constitu-
ción), por ello, su propuesta de órgano político de control constitucional. HERRERA,
Carlos Miguel, Op. cit., pp. 127-136.
22
BURGOA, Ignacio. El juicio… op. cit., pp. 154 y 155.
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
francesa de 1852, que se estipulaba que las leyes debían ser revisadas por
el senado previo a su promulgación, radicando su fundamento a que éste
tipo de sistema representa al pueblo, pues sus miembros son elegidos por
ellos. Con posterioridad, la Constitución Francesa de 1958 establecía en su
artículo 61 un control previo a su promulgación de leyes, bajo el escrutinio
del Consejo Constitucional, incluso en su modificación en 1974, tal artículo
mantuvo en esencia el control político.23 La referencia en doctrina, con-
cuerda con la aseveración de que este sistema surgió en Francia sustentado
en las ideas del Abate Sieyés con la propuesta de un jurado constitucional..
En México se tuvo una experiencia con este modelo de control
constitucional durante la vigencia de las Siete Leyes Constitucio-
nales o Constitución Centralista de 1836, el control de constitucio-
nalidad se encargó a un órgano político, denominado “Supremo Po-
der Conservador”, que tenía como una de sus principales funciones,
“declarar la nulidad de una ley cuando fuera contraria a un artículo
expreso de la Constitución, y exigiera tal declaración el Poder Eje-
cutivo, la Suprema Corte de Justicia, o el menos 18 de los miembros
del Poder Legislativo”. Este Cuarto Poder se integraba por 5 miem-
bros, para cuya designación primero se hacían votaciones en los di-
versos departamentos en que se dividía el país, luego la Cámara de
216 diputados integraba ternas de candidatos, y finalmente la Cámara
de senadores lo designaba. Para ser elegible al cargo de integrante
del “Supremo Poder Conservador”, era necesario haber sido previa-
mente Presidente de la República, Secretario de Despacho, Senador,
Diputado o Ministro de la Suprema Corte.24
En otro orden de ideas, respecto al modelo jurisdiccional o judicial, los
instrumentos en los cuales se puede localizar la génesis25 de los organis-
mos jurisdiccionales especializados son las cartas de Checoeslovaquia y de
la República Federal de Austria, expedidas en 1920, al establecer Cortes
Constitucionales, las cuales surgieron bajo el ideario de Hans Kelsen.
A su vez, los dos modelos clásicos de control judicial de constituciona-
lidad que han existido en la historia jurídico-política del siglo XX en ade-
23
Consultadas en http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/bibgen.htm, 10 noviembre
2015.
24
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/1836.pdf, fecha de consulta 08 diciem-
bre 2015.
25
FIX-ZAMUDIO, Héctor, “Breves reflexiones…” op. cit., p. 203. El autor agrega además
el Tribunal de Garantías Constitucionales introducido en la Constitución Republicana
Española de 1931.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL CONSTITUCIONAL
26
URIBE, Enrique Arzate, Op. cit., p. 115.
27
Cfr. COSSÍO DÍAZ, José Ramón, “La función constitutiva de los tribunales consti-
tucionales y la división de poderes”, conferencia impartida en el XIII Encuentro de
Presidentes y Magistrados de Tribunales y Salas Constitucionales de América Latina,
septiembre de 2006, transcrito en Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano,
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
2008, pp. 103-110. Según el autor, la figura del legislador negativo nunca operó -hablan-
do en el contexto latinoamericano-, pues en la medida que los tribunales constitucio-
nales interpretan la constitución, es decir, abren y cancelan opciones, siempre han sido
legisladores positivos. Pues desde el momento en que los tribunales están interpretando
normas jurídicas, especialmente las constitucionales, están generando una condición
de reconstitución social debido a que se determinan funciones constitutivas del orden
jurídico y por ende de la sociedad.
28
GARGARELLA, Roberto, “La dificultad de defender el control judicial de las Leyes”,
Revista ISONOMÍA, No. 6, abril 1997, p. 56. Gargarella menciona el trabajo de Alexan-
der Hamilton en “El Federalista” n. 78 como pionero en la defensa del control judicial
de las leyes, al ser criticada tal tipo de defensa en la creación de la Constitución nor-
teamericana; su argumentación, aduce, fue posteriormente retomada por el juez Mars-
hall en el caso “Marbury versus Madison”.
29
CARBONELL, Miguel, Marbury versus Madison: Regreso a la leyenda, consultado
el 11 de noviembre de 2015 en http://www.miguelcarbonell.com/artman/uploads/1/Mar-
bury_versus_Madison.pdf
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL CONSTITUCIONAL
30
ARTEAGA, Elisur Nava y GARCÍA, Ireri Elizabeth Ramos, La nueva división com-
petencial del poder judicial en materia de control difuso constitucional y convencional
en Derecho Constitucional. Obra Jurídica Enciclopédica en homenaje a la escuela libre
de derecho en su primer centenario, (Coord. del volumen Elisur Artega Nava y Arturo
Oswaldo Damián Martin), Porrúa, México, 2012, p. 459.
31
Cfr. NINO, Carlos S., “La filosofía…” Op. cit., pp. 80-84. Hace una crítica a lo que llama
“la lógica de Marshall” pues Marshall hizo la construcción de sus sentencias en el sus-
tento de que los jueces deben aplicar las leyes que estén bajo el arreglo de la Constitu-
ción, aquellas que no lo estén, no son ley y los jueces no deben de aplicarla. No obstante,
Nino afirma que no hay nada de lógica en lo que determina cuándo una norma es válida
y que sólo los jueces estén autorizados a dejar de lado una ley en favor de la Constitu-
ción.
32
ARTEAGA, Elisur Nava y GARCÍA, Ireri Elizabeth Ramos, La nueva división… Op.
cit., p. 460.
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
33
Vid. ARENAS BATIZ, Carlos Emilio, Op cit. p. 27 y HUERTA, Carla Ochoa, “El con-
trol de la constitucionalidad, análisis del artículo 105 constitucional” en Boletín Mexi-
cano de Derecho Comparado, núm. 93, 1998, Instituto de Investigaciones Jurídicas
UNAM.
34
Vid. URIBE ARZATE, Enrique, “Actualidad y perspectivas de la interpretación cons-
titucional en México” en Revista de Derecho, núm. 23, 2005, Universidad del Norte, pp.
111 -140.
35
URIBE, Enrique Arzate, Op. cit., pp. 110 y 111.
36
Ibidem. p. 23.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL CONSTITUCIONAL
37
Ibidem. pp. 26 y 27.
38
Vid. FIX-ZAMUDIO, Héctor, “La declaración general de inconstitucionalidad, la in-
terpretación conforme y el juicio de amparo mexicano”, en Revista del Instituto de la
Judicatura Federal, núm. 8, Primer semestre de 2001, México, p. 7 y FERRER MAC-
GREGOR, Eduardo y SÁNCHEZ GIL, Rubén, El nuevo juicio de amparo, guía de la
nueva reforma constitucional y la nueva Ley de Amparo, 7° ed., Porrúa, México, 2014.
39
FIX-ZAMUDIO, Héctor, “La declaración general de inconstitucionalidad y el juicio de
amparo”, en Ensayos sobre el derecho de amparo, 2ª. ed., México, Porrúa-UNAM, 1999,
pp. 160 – 161.
40
URIBE, Enrique Arzate, Op. cit., p. 28.
41
GONZÁLEZ-VARAS, Santiago José Ibáñez, “Los efectos de las sentencias anulatorias
de los tribunales constitucionales”, en Revista de Administración Pública, núm. 178,
enero-abril 2009, Madrid, pp. 361-367.
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
42
ARENAS BATIZ, Carlos Emilio, Op cit. p.29.
43
ARTEAGA, Elisur Nava y GARCÍA, Ireri Elizabeth Ramos, Op. cit., p. 465.
44
Amparo en revisión 2230/70. Marcelino de la Garza Quintanilla y Antonia Quintanilla
de la Garza. 8 de junio de 1972. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Mariano Ramí-
rez Vázquez. Sexta Época, Cuarta Parte: Volumen CXXXV, página 37. Amparo directo
1355/67. Jesús Galindo Galarza. 30 de septiembre de 1968. Unanimidad de cuatro votos.
Ponente: Mariano Azuela. “CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES, EXAMEN
DE LA, IMPROCEDENTE POR LA AUTORIDAD JUDICIAL COMUN”.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL CONSTITUCIONAL
45
Eduardo Ferrer Mac-Gregor (coord.), Derecho procesal constitucional, 5ª ed., México,
Porrúa/Colegio de Secretarios de la SCJN, 2006, 4 t.
46
Vid. MORALES-PAÚLIN, Carlos A. “La justicia constitucional en México, avances
y perspectivas. Una propuesta” en VALDÉS, Diego y GUTIÉRREZ RIVAS, Rodrigo
(Coords.), Justicia. Memoria del IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional I, Ins-
tituto de Investigaciones Jurídicas UNAM, México, 1996, pp. 337 - 348.
Bertha Maciel García
J. Jesús Soriano Flores
Conclusiones
Uno de los tópicos más importantes para el postulado teórico del Estado
224 Constitucional de Derecho, es la Defensa de la Constitución, que como
explicamos en el texto, se explica o desarrolla en los modelos de control
constitucional.
En este orden de ideas, juristas como Fix Zamudio, establece un con-
cepto integral de “defensa de la Constitución”, que aglutina no únicamente
elementos relativos a la sanción por su violación, sino más aun, incorpora
elementos tendientes a la conservación y evolución de la propia carta fun-
damental.
Por su parte el control constitucional, al que nos referimos expresamente
en el texto, tiene que ver entre otras cosas, con mecanismos procesales que
defiendan la Constitución, anulando cualquier acto o sentencia contrario
a la misma. En este orden conceptual, existen diferentes modelos de dicho
control, que puede adoptar un sistema jurídico en particular, los cuales
pueden presentarse combinados o más difícilmente de una manera “pura”.
No obstante independientemente de su forma, el estudioso del derecho
constitucional debe conocer esos modelos, razón por la que decidimos es-
cribir el presente texto.
En este tenor, referimos entre otros, el modelo de control político, el
jurisdiccional, concentrado y difuso de constitucionalidad, así como otras
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: REFLEXIONES
SOBRE MODELOS REFERENTES DE CONTROL CONSTITUCIONAL
VIII. Fuentes
1
Liceniado en Derecho por la Universidad de Guanajuato y egresado del posgrado de
Maestría en Justicia Constitucional de la División de Derecho, Política y Gobierno.
Gerardo Gabriel Martínez Fernández
Introducción
2
ZUÑIGA URBINA, Francisco, La acción de indemnización por error judicial, Chi-
le, Reforma Constitucional, Regulación Infraconstitucional y Jurisprudencia. Estu-
dios Constitucionales, año 6, número 2, 2008, pp. 15 a 41, http://www.scielo.cl/scielo.
php?pid=S0718-52002008000100002&script=sci_arttext
3
MARABOTTO LUGARO, Jorge A., Un derecho humano esencial: el acceso a la justicia,
México, Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano, Instituto de Investiga-
ciones Jurídicas de la UNAM, 2003, pp. 292 a 296, http://www.cejamericas.org/Docu-
mentos/DocumentosIDRC/116AccesoalajusticiayDDHH.pdf
4
RODRÍGUEZ PÉREZ, Ramiro, Reconocimiento de Inocencia en el Estado Garantista
Mexicano. Querétaro, México, Universidad Autónoma de Querétaro, Facultad de Dere-
cho, septiembre de 2009, http://ri.uaq.mx/bitstream/123456789/2276/1/RI001778.pdf
5
En general la legislación en materia penal en México, así lo ha clasificado, basta revisar el
actual Código Nacional de Procedimientos Penales o el Código Penal Federal vigentes.
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y EL DERECHO A LA REPARACIÓN,
ANTE EL RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA EN MÉXICO
Antecedentes
6
VILLABELLA ARMENGOL, Carlos Manuel, Nuevo Constitucionalismo Latinoameri-
cano ¿Un nuevo paradigma?, México, Grupo Editorial Mariel, 2014, pp. 73 a 94.
7
RODRÍGUEZ PÉREZ, Ramiro, Análisis del reconocimiento de inocencia o revisión
extraordinaria, México, Revista del Instituto de la Judicatura Federal, 30, Consejo de la
Judicatura Federal, SCJN, 09 de noviembre de 2010. pp. 264 a 265, http://www.ijf.cjf.gob.
mx/publicaciones/revista/30/rodriguez.pdf
8
Idem.
9
CHÁVEZ HOCHSTRASSER, Francisco, Reconocimiento de Inocencia del Sentenciado
en Análisis del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, México, Terceras Jornadas
sobre Justicia Penal “Fernando Castellanos Tena”, UNAM, 2003, pp. 185 a 206, http://
biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/997/19.pdf
10
SÁNCHEZ CORDERO, Olga, El derecho a la inocencia. Apuntes sobre una “forma de
extinción de la responsabilidad penal”, México, SCJN, 2012, pp. 7 a 9, https://www.scjn.
gob.mx/conocelacorte/ministra/EL%20DERECHO%20A%20LA%20INOCENCIA.pdf
Gerardo Gabriel Martínez Fernández
10
RODRÍGUEZ PÉREZ, Ramiro, op. cit., nota 3, p. 44.
12
Este ordenamiento en su texto original, preveía en su artículo 96 que se concediera el
indulto, cualquiera que fuera la sanción impuesta, cuando apareciere que el condenado
era inocente.
Gerardo Gabriel Martínez Fernández
13
RODRÍGUEZ PÉREZ, Ramiro. op. cit., nota 3, p. 72.
14
SÁNCHEZ CORDERO, Olga, op. cit., nota 29, pp. 6 y 7.
15
Ibidem. p. 2.
16
RODRÍGUEZ PÉREZ, Ramiro, op. cit., nota 3, pp. 72.
17
AGUILAR LÓPEZ, Miguel Ángel, Presunción de inocen1cia derecho humano en el sis-
tema penal acusatorio. Apéndice de jurisprudencia relacionada, México, Instituto de
la Judicatura Federal, Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2015, pp. 69 a 79, http://
www.ijf.cjf.gob.mx/publicrecientes/2015/Presuncion%20web.pdf
18
RODRÍGUEZ PÉREZ, Ramiro, op. cit., nota 3, pp. 72.
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y EL DERECHO A LA REPARACIÓN,
ANTE EL RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA EN MÉXICO
«…implica un medio excepcional a favor del condenado, que permite un nuevo exa-
men del proceso concluido por sentencia con autoridad de cosa juzgada, que de resultar
fundado genera el reconocimiento de error judicial, y anula el fallo de condena.»19
19
Ibidem. p. 70.
Gerardo Gabriel Martínez Fernández
20
Marroquín Zaleta, Jaime Manuel, El error judicial inexcusable como causa de respon-
sabilidad administrativa, México, SCJN, Ensayos Jurídicos en Memoria de José María
Cajica C., 2001, p. 2
21
HERNÁNDEZ MARTIN, Valeriano, El error judicial, procedimiento para la declara-
ción e indemnización, Madrid, España, Editorial Civitas, 1994, pág. 81
22
GODED MIRANDA, M., La responsabilidad del Estado por el funcionamiento de la
administración pública, Madrid, España, Revista del Poder Judicial, 1983, Vol. I, p. 330.
23
ALMAGRO NOSETE, J., El sistema español de responsabilidad judicial, Madrid, Espa-
ña, Revista del Poder Judicial, 1983, Vol. I., p. 458.
24
LÓPEZ OLVERA, Miguel Alejandro, La responsabilidad patrimonial del Estado por
error judicial, en Damnsky, Isaac Augusto et. al. (Coord.) Estudios sobre la responsabili-
dad del Estado en Argentina, Colombia y México, México, UNAM, Instituto de Investi-
gaciones Jurídicas, 2007, pp. 581 a 597, http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2499/30.pdf
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y EL DERECHO A LA REPARACIÓN,
ANTE EL RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA EN MÉXICO
25
Véase GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, José de Jesús, Error judicial y responsabilidad pa-
trimonial del Estado, México, Documento de Trabajo, núm. 79, del Centro de Estudios
Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, LX Legislatura de la Cámara
de Diputados del Congreso de la Unión (versión preliminar), 2009, pp. 2 a 22, http://
www3.diputados.gob.mx/camara/content/download/223608/579800/file/Error_juridi-
co_docto79.pdf.
26
Véase GARCÍA RAMÍREZ, Sergio, La reforma penal constitucional (2007-2008) ¿De-
mocracia o autoritarismo?, 2a ed., México, Editorial Porrúa, 2009, pp. 519 a 535., La
reforma del proceso penal. Riesgos y desafíos, en García Ramírez, Sergio e Islas de Gon-
zález Mariscal, Olga (coord.), Foro sobre Justicia Penal y Justicia para Adolescentes,
México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2009, pp. 157 – 175, http://bi-
bliohistorico.juridicas.unam.mx/libros/6/2680/15.pdf La reforma procesal penal en la
Constitución mexicana: “transacción y transición, en Astudillo, César y Carpizo, Jorge
(Coord.) Constitucionalismo. Dos siglos de su nacimiento en América Latina, México,
Gerardo Gabriel Martínez Fernández
a los principios non bis in ídem29 y nullum phoena sine lege,30 los cuales en la
actual legislación se contemplan como formas diversas que originan una
anulación de sentencia.
Así es como el Código Nacional actual en su artículo 486, sintetiza que
el reconocimiento de inocencia procederá en dos supuestos: a) cuando des-
pués de dictada la sentencia, aparezcan pruebas de las que se desprenda,
en forma plena, que no existió el delito por el que se dictó la condena o
que existiendo éste, el sentenciado no participó en su comisión, o bien b)
cuando se desacrediten formalmente, en sentencia irrevocable, las pruebas
en las que se fundó la condena.
En relación al trámite del procedimiento por el que se pretende obtener
un reconocimiento de inocencia, el Código Nacional establece un proce-
dimiento especial, en el que goza de competencia el órgano jurisdiccional
que le corresponda conocer del recurso de apelación, pues aunque la natu-
raleza del reconocimiento de inocencia de acuerdo a diversas tesis emitidas
por Tribunales Colegiados no constituye en estricto una nueva instancia,31
sí puede equipararse, como se analizó anteriormente a un medio extraor-
dinario de impugnación, por lo que se entiende el motivo de facultar al
tribunal de alzada en estos casos.
El procedimiento planteado por el Código Nacional sugiere entonces
dos presupuestos: a) la existencia de una sentencia condenatoria firme y
b) la legitimación a favor del sentenciado para promoverla, aunque en esta 239
última cabría la discusión si los familiares, pudieran promoverla con pos-
terioridad al fallecimiento del interesado, pues el Código nada señala al
respecto, pero podría concluirse que se circunscribe únicamente al sen-
tenciado. Ahora bien, la sentencia condenatoria a que nos referimos en el
caso del reconocimiento de inocencia se trata de una sentencia firme, en
los términos del Código Nacional, siendo aquella que es ejecutable o irre-
29
No se puede juzgar dos veces por el mismo hecho. Véase: Chávez Hochstrasser, Fran-
cisco. Reconocimiento de Inocencia del Sentenciado en Análisis del Nuevo Código Pe-
nal para el Distrito Federal, Terceras Jornadas sobre Justicia Penal “Fernando Castella-
nos Tena”, UNAM, México, 2003, págs. 185 – 206. Consultado en enero de 2016. Véase
en: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/997/19.pdf
30
No hay pena sin ley. Ídem.
31
Tesis, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Octava Época, Segundo Tri-
bunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, Tomo X, septiembre de 1992, p.
288, Número de registro 218557, tesis aislada, materia penal, Amparo en revisión 478/91
aprobada el 30 de abril de 1992, Unanimidad de votos.
Gerardo Gabriel Martínez Fernández
32
RODRÍGUEZ PÉREZ, Ramiro, op. cit., nota 30, pp. 108 a 109.
Gerardo Gabriel Martínez Fernández
33
Tesis 1ª/J.12/96, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena época, Prime-
ra sala, Tomo III, junio de 1996, p. 193, Número de registro 200,416, jurisprudencia, ma-
teria penal, Tesis de Jurisprudencia 12/96 aprobada el 29 de mayo de 1996, Unanimidad
de votos.
34
Tesis 1ª/J.19/96, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena época, Pri-
mera sala, Tomo IV, agosto de 1996, p. 158, Número de registro 200,403, jurisprudencia,
materia penal, Tesis de Jurisprudencia 19/96 aprobada el 14 de agosto de 1996, Unanimi-
dad de votos.
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y EL DERECHO A LA REPARACIÓN,
ANTE EL RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA EN MÉXICO
35
Derivado de la reforma constitucional de fecha 27 de mayo de 2015, la tutela constitu-
cional de dicha figura se traslada con su texto íntegro al numeral 109 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
36
Castro Estrada, Álvaro, La responsabilidad patrimonial del Estado en México Funda-
mento constitucional y legislativo, en Damnsky, Isaac Augusto et. al (Coord) Estudios
sobre la responsabilidad del Estado en Argentina, Colombia y México, México, UNAM,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2007, pp. 536 a 542, http://bibliohistorico.juridi-
cas.unam.mx/libros/5/2499/28.pdf
37
Derecho de sancionar.
38
DÍAZ ARANDA, Enrique, op. cit., nota 25, Lecciones de Derecho Penal. Para el Nuevo
Sistema de Justicia en México, pp. 3 a 5.
39
CHINCOYA TEUTLI, Héctor, De la premodernidad a la posmodernidad en la justi-
ficación del Ius Puniendi, en Campos Domínguez, Fernando Gerardo et. al. (Coord.)
Entre libertad y castigo: Dilemas del Estado Contemporáneo. Estudios en homenaje a
la maestra Emma Mendoza Bremauntz, México, Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional Autónoma de México, Centro de Investigación de Tecnología Jurídica y Cri-
minológica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, El Colegio de Guerrero, Edi-
tora Laguna, Criminogénesis e Instituto de Estudios Parlamentarios “Eduardo Neri”,
2011, pp. 262 a 263, http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/libros/7/3104/14.pdf
Gerardo Gabriel Martínez Fernández
40
GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, José de Jesús, op. cit., nota 23, p. 1.
41
SAAVERDRA ALESSANDRI, Pablo. El ius puniendi en la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en García Ramírez, Sergio e Islas de González
Mariscal, Olga (Coord.) Panorama internacional sobre justicia penal Política crimi-
nal, derecho penal y criminología Culturas y sistemas jurídicos comparados. Séptimas
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y EL DERECHO A LA REPARACIÓN,
ANTE EL RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA EN MÉXICO
Conclusiones
43
Ibidem, p. 77.
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y EL DERECHO A LA REPARACIÓN,
ANTE EL RECONOCIMIENTO DE INOCENCIA EN MÉXICO
Fuentes de consulta
250
DERECHO PENAL MÍNIMO COMO DERECHO HUMANO
1
Maestro en Justicia Constitucional por la División de Derecho, Política y Gobierno, de
la Universidad de Guanajuato; con estudios concluidos de Maestría en Ciencias Jurídi-
co-Penales. Miembro de la Asociación Mexicana de Justicia Constitucional.
Antonio Silverio Martínez Hernández
INTRODUCCIÓN
El ser humano como producto del universo es una especie perfecta. Al me-
nos así se presenta a manos surgidas de la naturaleza. No obstante, desde
su nacimiento las personas se ven necesitadas de diferentes cuidados, en
palabras de Rousseau “débiles nacemos y necesitamos de fuerza; desprovistos
nacemos de todo y necesitamos de asistencia... todo hombre quiere ser feliz; mas
para conseguirlo debemos saber que es la felicidad. Tan sencilla es la del hombre
moral como su vida; se funda en no padecer: y la constituyen la salud, la libertad
y lo necesario”.2
Bajo los anteriores presupuestos, el ser humano quiere su felicidad, y
ésta se manifiesta sobre premisas de bienestar físico, psicológico y social,
en escenarios que se le presentan como ser y como ente que integra una
asociación compleja que va más allá de lo físico e individual, buscando
satisfacer las exigencias impuestas por la naturaleza y su circunstancia per-
sonal, a través de costumbres, tradiciones, pactos sociales y algunos de éstos
que se han formalizado a través de asambleas constituyentes u órganos que
los han establecido con un acto público de sanción y respeto.
Así pues, para colmar sus aspiraciones, el ser humano establece presu-
puestos para la solución de acontecimientos presentes o futuros, con la
finalidad de conservarse como especie. Uno de esos presupuestos que es
materializado al rango de institución es el estado. En él las personas depo- 253
sitan una confianza en su búsqueda de la satisfacción colectiva, la comuni-
dad cree en el estado. Si la función es algo que fue ideado y posteriormente
puesto en actividad, esa actividad tendrá que encaminarse en sentido de un
fin. El estado para las personas funciona, es actividad con miras a realizar
los fines de la sociedad.
Los movimientos que surgieron para constitucionalizar derechos huma-
nos y que sea el estado quien sancione el reconocimiento de las demandas
sociales, lleva en su génesis lo que en la doctrina alemana se conoce como
irradiación, en el que toda la legislación de un sistema estatal, no sólo la
constitucional, debe estar impregnada de lo normativo que preservan las
normas constitucionales, pues cada precepto legal debe estar confirmado
razonablemente por el texto constitucional:
la constitución sería un valor en sí, una fuerza invasiva general derivada de ha-
ber constitucionalizado una serie de valores que por su estatus se diferencia del
2
ROUSSEAU, Juan Jacobo, “Libro primero” y “Libro tercero”, en Emilio o de la educa-
ción, 16a. ed. (1ra. ed. 1762), México, Porrúa, 2004, sepan cuantos, núm. 159, pp. 2 y 159.
Antonio Silverio Martínez Hernández
3
MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, Antonio Silverio, El control constitucional difuso como
elemento de consolidación del federalismo, tesis inédita, Universidad de Guanajuato,
2015, p. 18.
4
Ambos, KAI y STEINER, Christian, “Sobre los fines de la pena a niveles nacional y
supranacional”, trad. de Marta Donís, Inter Criminis, México, núm. 6, abril-junio 2003,
p. 17.
DERECHO PENAL MÍNIMO COMO DERECHO HUMANO
5
FERRAJOLI, Luigi, Derechos y garantías. La ley del más débil, 6a. ed., trad. de Perfecto
Andrés Ibáñez y Andrea Greppi, Madrid, Trotta, 2009, p. 26.
Antonio Silverio Martínez Hernández
6
LAVEAGA, Gerardo, “Libertad de expresión y ius puniendi”, Inter Criminis, México,
núm. 6, abril-junio 2003, p. 117.
DERECHO PENAL MÍNIMO COMO DERECHO HUMANO
7
ROXIN, Claus, “La ciencia del derecho penal ante las tareas del futuro”, trad. de Car-
men Gómez Rivero, en Francisco Muñoz Conde (coord.), La ciencia del derecho penal
ante el nuevo milenio, Valencia, Tirant lo blanch, 2004, p. 402.
8
ALEXY, Robert, “Los derechos fundamentales en el Estado constitucional democrático”,
trad. de Alonso García Figueroa, en Miguel Carbonell (comp), Neoconstitucionalismo(s),
México, Trotta-Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 2007, pp. 39-40
9
JAKOBS, Günter, Sobre la normativización de la dogmática jurídico penal, trad. de Ma-
nuel Cancio Meliá y Bernardo Feijóo Sánchez, México, Ángel editor, 2003, pp. 42 y 43.
Antonio Silverio Martínez Hernández
que los bienes jurídicos son circunstancias dadas o finalidades que son úti-
les para el individuo y su libre desarrollo en el marco de un sistema social
global, sistema que está estructurado sobre la base de esa concepción de los
fines o para el funcionamiento del propio sistema.10 Los bienes jurídicos
son realidades o fines que son necesarios para la vida socialmente libre y
segura, donde se garanticen los derechos humanos que son fundamentales
para toda persona, y para el funcionamiento del sistema estatal erigido
para la consecución de tal fin. Dicho concepto tendría que abarcar bienes
jurídicos individuales y los colectivos inherentes a la comunidad.
Principio de legalidad
10
ROXIN, Claus, Derecho penal, parte general, trad. de Diego Manuel Luzón Peña, et. al.,
Madrid, Civitas, 2001, t. I, p. 54 y 56.
11
VIDAURRI ARÉCHIGA, Manuel, “Notas emergentes en torno a los principios orien-
tadores del nuevo sistema de justicia para menores”, Investigaciones Jurídicas, Gua-
najuato, Segunda época, vol. XXII y XXIII, núm. 80 y 81, enero-diciembre, 2006, p. 264.
12
FERRAJOLI, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del garantismo penal, 9a. ed., trad. de
Perfecto Andrés Ibáñez, et al., Madrid, Trotta, 2009, p.379.
DERECHO PENAL MÍNIMO COMO DERECHO HUMANO
13
Ibidem, pp. 338, 339 y 342.
14
“La criminalidad es un problema de todas las sociedades... Sin embargo pese a la larga
experiencia con ese fenómeno, en ninguna parte se ha conseguido llegar a eliminar a
la criminalidad y ni siquiera alcanzar su marginación; tampoco existe acuerdo sobre
el camino razonable para reducirla.” Roxin, Claus, “Problemas actuales de la política
criminal”, 2a. reimp., trad. de Enrique Díaz Aranda (ed.), Problemas fundamentales de
política criminal y derecho penal, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM, 2012, serie estudios jurídicos, núm. 1, p. 87, http://biblio.juridicas.unam.mx/
libros/1/40/5.pdf
15
“También es verdad que no hay sociedad en la que todos los conflictos tengan solu-
ción, y tampoco puede afirmarse que sea necesario darla por vía institucional en todos
los casos, en especial si es previsible que la intervención puede reproducirlos o agravar
sus consecuencias. Por otro lado, es posible que haya conflictos que no tengan solución
practicable o culturalmente aceptable y que, no obstante, requieran respuesta formal.”
Zaffaroni, Eugenio Raúl, et al., Derecho penal. Parte general, México, Porrúa, 2005, p. 38.
16
Ibidem, p. 45.
DERECHO PENAL MÍNIMO COMO DERECHO HUMANO
tra vista en los fines del estado, en los postulados permanentes que le dan
vida, en los principios que persigue al asegurar la convivencia.
Principio de proporcionalidad
19
ROXIN, Clus, Derecho penal…, op. cit., pp. 65 y 66.
20
AGUADO CORREA, Teresa, “El principio de proporcionalidad…”, op. cit., p. 7.
21
ROXIN, Claus, Problemas fundamentales…, op. cit., p. 92.
DERECHO PENAL MÍNIMO COMO DERECHO HUMANO
Para Ferrajoli los derechos fundamentales, son “todos aquellos derechos sub-
jetivos que corresponden universalmente a todos los seres humanos en cuanto
dotados del status de personas, de ciudadanos o de personas con capacidad
de obrar”23 que a la vez tienen la característica de universales, inviolables,
intransigibles, supraestatales, personalisimos y efectivos.24 263
Las garantías constitucionales propiamente dichas son tanto negativas
cuando consisten en prohibiciones, o bien, son positivas si consisten en
obligaciones de la autoridad. Las negativas, a su vez, pueden clasificarse en
primarias y secundarias: las primarias están dadas por las normas que pro-
híben la revisión constitucional o que establecen procedimientos califica-
dos para su modificación; y las garantías secundarias se refieren al control
jurisdiccional de constitucionalidad, que podrá ser difuso o concentrado.
Las garantías positivas —las más importantes— consisten en la necesidad
que tiene el legislador de establecer obligaciones y prohibiciones para otros
(todos) como garantías primarias, y en la previsión legal de la obligación
de reparar o sancionar los incumplimientos de las anteriores obligaciones
y prohibiciones, siendo estas garantías secundarias; los derechos funda-
mentales son entendidos por Ferrajoli como expectativas positivas —de
22
Ibidem, p. 105.
23
ATIENZA, Manuel, “Sobre Ferrajoli y la superación del Positivismo Jurídico”, en Luigi
FERRAJOLI, et al., Cajica, México, 2009, p. 151.
24
FERRAJOLI, Luigi, El Garantismo y la Filosofía del Derecho, trad. de Gerardo Pisare-
llo, et al., Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2000, pp. 183-185.
Antonio Silverio Martínez Hernández
la protección del débil contra el más fuerte: del débil ofendido o amenazado
por el delito, así como del débil ofendido o amenazado por la venganza; contra
el más fuerte, que en el delito es el delincuente y en la venganza es la parte
ofendida o los sujetos públicos o privados solidarios con él. Más exactamente
25
FERRAJOLI, Luigi, Democracia y Garantismo, en Miguel Carbonell (ed.), trad. de Per-
fecto Andrés Ibañez, et al., Madrid, Trotta, 2008, pp. 63-64 y 70.
26
FERRAJOLI, Luigi, Derecho y Razón…, op. cit., p. 336.
DERECHO PENAL MÍNIMO COMO DERECHO HUMANO
CONCLUSIÓN
27
Ibidem, pp. 335-336 y 337.
Antonio Silverio Martínez Hernández
con la garantía mínima de que nadie podrá lesionar los bienes de otro ser
humano con un nuevo delito, ni con una nueva sanción arbitraria.
The Fundamental Right to a good government administration and the duty of the
administrative coordination as a complementary instrument of guarantee
Abstract: This article begins in the European concept of the Fundamental Right
to a good public administration, settled down in the Nice Charter and analyzes
the prerogatives that essentially composed it and that give it sense and parties
obliged to respect it. Subsequently, this article analyses the Fundamental Right
to a good public administration in Latin America, outlining mainly the new
contributions of the prerogatives that are contained in this right, especially the
doctrinal principles given by the Latin American Center of the Administration
1
Licenciado en Derecho por la Universidad Lasallista Benavente, estudios de Maestría
en Justicia Constitucional y doctorando en del programa: Estudios Jurídicos, Políticos
y de Gobierno, por la Universidad de Guanajuato. Correo electrónico: licmartinez08@
hotmail.com
Jose Manuel Martínez Rosales
for the Development. Later, the article analyses the constitutional fundaments
in Mexico of this right. Finally, this article proposes that the administrative
coordination could be a complementary guarantee of the Fundamental Right to
a good public administration, through which we can analyses the perspectives of
the system of administrative coordination in the European, Latin American and
Mexican doctrine.
Introducción
10
TOMÁS MALLÉN, Beatriz, El derecho fundamental a una buena administración, Ma-
drid, Instituto Nacional de Administración Pública, 2004, p. 30.
11
RODRÍGUEZ-ARANA MUÑOZ, Xaime, “La buena administración como principio y
como derecho fundamental en Europa”, Misión Jurídica, Revista de Derecho y Ciencias
Sociales, Bogotá, núm. 6, enero-diciembre, 2013, p. 24-26, https://dialnet.unirioja.es/des-
carga/articulo/5167578.pdf (recuperado el 02 de junio de 2016).
12
SÁNCHEZ GARCÍA, Alejandro, “El derecho fundamental a la buena administración
pública en el derechos constitucional mexicano”, en Rendón Huerta Barrera, Teresita y
Soriano Flores José Jesús (coords.), Reflexiones jurídicas contemporáneas. Libro home-
naje al doctor Pedro López Ríos, México, Universidad de Guanajuato, 2015, p. 448.
13
RODRÍGUEZ-ARANA Muñoz, Xaime, op. cit., p. 42.
14
TOMÁS MALLÉN, Beatriz, op. cit., pp. 317-319.
15
La Carta de Niza fue integrada en la Parte II del tratado por el que se establece una
Constitución para Europa, firmado en la ciudad de Roma, Italia, por los veinticinco
jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea el 29 de octubre de 2004, en este
Tratado el derecho aludido se encuentra inscrito en el numeral II-101, véase: Tomás
Mallén, Beatriz, Ibídem p. 27.
DERECHO FUNDAMENTAL A LA BUENA ADMINISTRACIÓN Y EL DEBER
DE LA COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA COMO INSTRUMENTO
COMPLEMENTARIO DE GARANTÍA
- el derecho a ser oída antes de que se tome en contra suya una medida
individual que le afecte desfavorablemente,
En este caso las instituciones de la Unión Europea son los sujetos obli-
gados, es decir la Administración y los órganos que la integran, atendiendo
a una noción funcional, más que institucional.16 En otras palabras el suje-
to obligado es la administración pública, entendida como el conjunto de 273
16
Ibídem p. 320.
17
SÁNCHEZ GARCÍA, Alejandro, op. cit., p. 442.
Jose Manuel Martínez Rosales
26
Ibídem, p. 323.
27
RODRÍGUEZ-ARANA MUÑOZ, Xaime, op. cit., p. 53.
28
Ibídem, p. 40.
29
Tomás Mallén, Beatriz, op. cit., p. 322.
30
En el artículo 6.1 del Tratado de la Unión Europea se puede vislumbrar el alto nivel de
vinculación de la Carta de Niza y la obligación de las administraciones europeas (su-
pranacioles y nacionales) de observar lo establecido por ella, ya que en ese artículo se
“reconoce los derechos, libertades y principios enunciados en la Carta de los Derechos
Fundamentales de la Unión Europea de 7 de diciembre de 2000, tal como fue adaptada
el 12 de diciembre de 2007 en Estrasburgo, la cual tendrá el mismo valor jurídico que
los Tratados.” Vease: Unión Europea, versión consolidada del Tratado de la Unión Eu-
ropea, Diario Oficial de la Unión Europea, http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/
TXT/?uri=uriserv:OJ.C_.2010.083.01.0001.01.SPA&toc=OJ:C:2010:083:TOC#C_2010083
ES.01001301 (recuperado el 15 de junio de 2016).
Jose Manuel Martínez Rosales
31
RODRÍGUEZ-ARANA MUÑOZ, Xaime, op. cit., p. 53.
32
Véase nota 3.
33
Véase nota 14.
DERECHO FUNDAMENTAL A LA BUENA ADMINISTRACIÓN Y EL DEBER
DE LA COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA COMO INSTRUMENTO
COMPLEMENTARIO DE GARANTÍA
34
Este centro intergubernamental latinoamericano, fue creado por iniciativa de los go-
biernos de México, Perú y Venezuela y es responsable de “la realización de los pro-
gramas de cooperación internacional en las materias de reforma de la administración
pública que su consejo directivo defina como tales” Acta Constitutiva del Centro La-
tinoamericano de Administración para el Desarrollo, Acuerdo primero, http://www.
clad.org/images/pdf/Otros_documentos/acta-constitutiva-del-clad.pdf (recuperado el 15
de junio de 2016).
35
Secretaria General Iberoamericana, Documento final de la III Cumbre Iberoamericana
de Jefes de Estado y de Gobierno, http://segib.org/wp-content/uploads/DECLARACION-
SALVADOR-BAHIA.pdf (recuperado el 15 de junio de 2016).
36
Aprobada por la V Conferencia Iberoamericana de Ministros de Administración Pú-
blica y Reforma del Estado adoptada por la XIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de
Estado y de Gobierno Montevideo, ambas celebradas en Bolivia, Carta Iberoamericana
de la Función Pública, Santa Cruz de la Sierra, 2003, http://www.clad.org/images/decla-
raciones/cartaibero.pdf (recuperado el 15 de junio de 2016)
37
Ibídem, artículo 1°.
38
Ibídem, artículo 2°.
Jose Manuel Martínez Rosales
39
Ibídem, artículo 62.
40
El CIBG fue aprobado por la VIII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Admi-
nistración Pública y Reforma del Estado, adoptado por la XVI Cumbre Iberoamericana
de Jefes de Estado y de Gobierno, ambas celebradas en Uruguay, Código Iberoameri-
cano de Buen Gobierno, Montevideo, 2006, http://www.clad.org/images/declaraciones/
codigoiber.pdf (consultado el 15 de junio de 2016).
41
Ibídem, artículo 1º.
42
Ibídem, artículo 2º y artículo 4º.
43
Ibídem, artículo 26.
44
La CICGP fue aprobada por la X Conferencia Iberoamericana de Ministros de Admi-
nistración Pública y Reforma del Estado, adoptada por la XVIIII Cumbre Iberoame-
ricana de Jefes de Estado y de Gobierno, ambas celebradas en El Salvador. Carta Ibe-
roamericana de la Calidad en la Gestión Pública El Salvador, 2008, p. 1 http://www.clad.
org/images/declaraciones/cartaiberoamericanadecalidad.pdf (recuperado el 16 de junio
de 2016).
45
Ibídem p. 4.
46
Ibídem, artículo 18.
47
Ibídem, artículo 19.
DERECHO FUNDAMENTAL A LA BUENA ADMINISTRACIÓN Y EL DEBER
DE LA COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA COMO INSTRUMENTO
COMPLEMENTARIO DE GARANTÍA
48
Ibídem, artículo 2° y artículo 3°.
49
Los principios señalados son el de servicio público, de legitimidad democrática, trans-
parencia y participación ciudadana, de legalidad, de coordinación y cooperación, de
ética pública, de acceso universal, de continuidad en la prestación de servicios, de im-
parcialidad, de eficacia, de eficiencia, de economía, de responsabilización, de evalua-
ción permanente y mejora continua, cfr. Ibídem, pp. 9-11.
50
Ibídem, artículo 8°.
51
La CIDBCAP fue aprobada por el consejo directivo del CLAD en reunión presencial-
virtual, Venezuela 2013, en atención al mandato recibido por la XV Conferencia Ibe-
roamericana de Ministras y Ministros de Administración Pública y Reforma del Es-
tado, celebrada en Panamá. Cfr. Carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del
Ciudadano en relación con la Administración Pública, Caracas, 2013, http://www.clad.
org/images/declaraciones/Carta%20Iberoamericana%20de%20los%20Derechos%20y%20
Deberes%20del%20Ciudadano%20en%20Relacion%20con%20la%20Administracion%20
Publica.pdf (recuperado el 16 de junio de 2016).
Jose Manuel Martínez Rosales
52
La XV Conferencia Iberoamericana de Ministras y Ministros de Administración Pú-
blica y Reforma del Estado fue celebrada al margen de la XXIII Conferencia Iberoame-
ricana de Jefes de Estado y de Gobierno, cfr., Ludovice, J. F. (ed.) Documentos emanados
de la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno y declaraciones,
conclusiones y documentos de la XXIII Conferencia Iberoamericana y de otras reuniones
iberoamericanas, Panamá, 2013, http://segib.org/wp-content/uploads/XXIII_Conf_iber-
ESP.pdf (recuperado el 16 de junio de 2016)
53
Carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del Ciudadano en Relación con la
Administración Pública, op. cit. preámbulo, pp. 2y 3.
54
Emisión de resolución en plazo razonable (artículo 28), derecho de audiencia previa
(artículo 31), Acceso a la información (artículos 32, 34 y38), resolución motivada, (artí-
culo 26) y pluralismo lingüístico (artículo 29). Ibídem passim.
55
Ibídem artículo 29.
56
Ibídem, artículo 33 y artículo 37.
DERECHO FUNDAMENTAL A LA BUENA ADMINISTRACIÓN Y EL DEBER
DE LA COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA COMO INSTRUMENTO
COMPLEMENTARIO DE GARANTÍA
57
Ibídem, artículo 42 y artículo 43.
58
Ibídem, artículo 30.
Jose Manuel Martínez Rosales
59
Los artículo 1º, 109 fracción II y 113 segundo párrafo, configuran el bloque de responsa-
bilidades expuesto, cfr. Sánchez García, Alejandro, op. cit., pp. 447 y 448.
60
TOMÁS MALLÉN, Beatriz, op. cit., pp. 59 y 75.
61
Sobre el principio federal se dice que es un método de división de poderes en el que los
gobiernos general y regional están coordinados y son independientes. Ugalde, Vicente,
“Distribución de competencias y relaciones intergubernamentales en el Sistema Federal
Mexicano” en Méndez, José Luis, (Coord.) Los grandes problemas de México, t. XIII:
Políticas Públicas, México, el Colegios de México, A.C., 2010, p. 452.
DERECHO FUNDAMENTAL A LA BUENA ADMINISTRACIÓN Y EL DEBER
DE LA COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA COMO INSTRUMENTO
COMPLEMENTARIO DE GARANTÍA
Conclusiones
283
El contenido del derecho fundamental a la buena administración se ha
forjado por la doctrina iberoamericana en general, y en particular por la
Carta de Niza así como por la Carta Iberoamericana de los Derechos y
Deberes del Ciudadano en relación con la Administración Pública. Tales
documentos son la guía para que en México dicho derecho fundamental
sea reconocido y tutelado, ya sea a través del los mecanismos del sistema de
62
Iniciativa a cargo del diputado Jaime Fernando Cárdenas Gracia, quien proponía la
adición de un segundo párrafo al artículo 124 constitucional, para quedar en los si-
guientes términos “En las competencias coincidentes, coexistentes y concurrentes, se
observan principios de equilibrio, armonía y simetría entre los tres niveles de gobierno.
Las leyes generales se aprobaran por la mayoría de los presentes en ambas Cámaras y
por la mayoría de las legislaturas locales”. Gaceta Parlamentaria, número 3235-IV, 5 de
abril de 2011.
63
Tesis P./J. 142/2001, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t.
XV, enero de 2002, p. 1042.
Jose Manuel Martínez Rosales
Bibliografía
.C_.2010.083.01.0001.01.SPA&toc=OJ:C:2010:083:TOC#C_2010083
ES.01001301 (recuperado el 15 de junio de 2016).
Documentos internacionales
Jurisprudencia
Abstract: This paper analyzes the legal concept of unilateral divorce in light of
the new paradigm of human rights. In this case, created from a jurisprudence of
the First Chamber of the Supreme Court of Justice of the Nation, legal gaps in
Mexican legal system, and the exemplary process of the same figure in Argentina.
INTRODUCCIÓN
1
Licenciado en Derecho y alumno del posgrado de la Maestría en Justicia Constitucional
de la División de Derecho, Política y Gobierno.
Eugenio Navarro Pérez
2
Tesis: 1a./J. 28/2015, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Décima Época, l.
20, julio de 2015, p. 570.
3
Tesis: P. LXVI/2009 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t.
XXX, diciembre de 2009, p. 7.
Eugenio Navarro Pérez
4
Artículo 19 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, DIVORCIO UNILATERAL
Y LAGUNAS LEGALES EN MÉXICO
Concepto de Familia
5
Sentencia de 6 de enero de 2009, resuelta por el Pleno de la Suprema Corte.
6
Tesis: P. LXVI/2009 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t.
XXX, diciembre de 2009, p. 7.
7
Sentencia de 16 de agosto de 2010, resuelta por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación.
Eugenio Navarro Pérez
8
(OC-17/2002)
9
Artículo 17. Protección a la Familia
1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida
por la sociedad y el Estado.
2. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una
familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en
la medida en que éstas no afecten al principio de no discriminación establecido en esta
Convención.
3. El matrimonio no puede celebrarse sin el libre y pleno consentimiento de los contra-
yentes.
4. Los Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de
derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al
matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de di-
solución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria de los hijos,
sobre la base única del interés y conveniencia de ellos.
10
(Caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile).
LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, DIVORCIO UNILATERAL
Y LAGUNAS LEGALES EN MÉXICO
El Estado a través de la figura del divorcio ha buscado solucionar las relaciones 295
disfuncionales de maltrato o de violencia familiar que pudieran suscitarse con
posterioridad a la unión matrimonial, cuando los cónyuges estimen ya no con-
vivir; de ahí, que debe otorgar los medios necesarios para disolver esa unión y
solucionar las desavenencias existentes, sin que sea su objetivo crear candados
para mantener unidos a quienes han decidido por su propia voluntad no coha-
bitar ni cumplir con los deberes del matrimonio sino que por el contrario uno
de los objetivos que persigue al proteger a la familia es evitar la violencia, ya sea
11
Sentencia de 22 de agosto de 2012, resuelta por unanimidad de cinco votos de los Mi-
nistros Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz (Ponente), Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Arturo Zaldí-
var Lelo de Larrea.
Eugenio Navarro Pérez
12
Sentencia de 23 de septiembre de 2009, resuelta por unanimidad de cuatro votos de los
señores Ministros José Ramón Cossío Díaz, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero
de García Villegas (Ponente) y Presidente Sergio A. Valls Hernández. Ausente el Minis-
tro José de Jesús Gudiño Pelayo.
13
Sentencia de 11 de julio de 2012, resuelta por mayoría de cuatro votos de los Ministros
Jorge Mario Pardo Rebolledo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Presidente (Ponente) Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en contra del
emitido por el Ministro José Ramón Cossío Díaz.
14
Sentencia de 19 de noviembre de 2014, resuelta por unanimidad de votos de los Mi-
nistros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente y Ponente Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Los Ministros José Ramón Cossío Díaz y Olga Sánchez Cordero
de García Villegas, se reservan el derecho de formular voto concurrente.
LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, DIVORCIO UNILATERAL
Y LAGUNAS LEGALES EN MÉXICO
EL CASO DE ARGENTINA
20
La Nación Nuevo Código Civil: el impacto en la vida cotidiana de los argentinos, Evan-
gelina Himitian y Soledad Vallehos, jueves 30 de julio de 2015, http://www.lanacion.
com.ar/1814707-nuevo-codigo-civil-el-impacto-en-la-vida-cotidiana-de-los-argentinos.
Eugenio Navarro Pérez
Si el divorcio es peticionado por uno solo de los cónyuges, el otro puede ofrecer
una propuesta reguladora distinta.
Al momento de formular las propuestas, las partes deben acompañar los ele-
mentos en que se fundan; el juez puede ordenar, de oficio o a petición de las
partes, que se incorporen otros que se estiman pertinentes. Las propuestas de-
ben ser evaluadas por el juez, debiendo convocar a los cónyuges a una audiencia.
Artículo 443.- Atribución del uso de la vivienda. Pautas. Uno de los cónyuges
puede pedir la atribución de la vivienda familiar, sea el inmueble propio de
cualquiera de los cónyuges o ganancial. El juez determina la procedencia, el
plazo de duración y efectos del derecho sobre la base de las siguientes pautas,
entre otras:
Capítulo 3
302
Reglas de competencia
Capítulo 4
Medidas provisionales
Puede especialmente:
e) determinar los alimentos que solicite el cónyuge teniendo en cuenta las pau-
tas establecidas en el artículo 433.
Eugenio Navarro Pérez
304
EL CASO MEXICANO
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
Caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile, Sentencia del 24 de febrero de 2012,
Serie C No. 239, Fondo, Reparaciones y Costas.
DÍEZ-PICAZO, Luis María, Sistema de derechos fundamentales, 2ª ed.,
Madrid, Thomson-Civitas, 2005.
306
La Nación Nuevo Código Civil: el impacto en la vida cotidiana de los ar-
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lio de 2015, http://www.lanacion.com.ar/1814707-nuevo-codigo-civil-
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Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la Condi-
ción Jurídica y Derechos Humanos del Niño.
PRIETO SANCHÍS, Luis, Justicia constitucional y derechos fundamentales,
Madrid, Trotta, 2003.
Sentencia de 6 de enero de 2009, resuelta por el Pleno de la Suprema Corte.
Sentencia de 23 de septiembre de 2009, resuelta por unanimidad de cuatro
votos de los señores Ministros José Ramón Cossío Díaz, Juan N.
Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas (Ponente) y
LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, DIVORCIO UNILATERAL
Y LAGUNAS LEGALES EN MÉXICO
Abstract: This article addresses the social rights from a certain perspective: the
minimum welfare. Starting from the confrontation between civil and political
rights and economic, social and cultural rights. The recognition in positive law of
the minimum welfare, as a social fundamental right. As well as, the possibility
of demand it´s execution to the Mexican State institutions.
Key words: Equality, welfare, poverty, freedom, social justice, social rights,
guarantees and public policies.
1
Licenciada en Derecho por la otrora Facultad de Derecho de la Universidad de Gua-
najuato. Egresada de la Maestría en Justicia Constitucional de la División de Derecho,
Política y Gobierno de la Universidad de Guanajuato.
2
RUSSELL, Bertrand, La conquista de la felicidad, Trad. Ibeas, Juan Manuel, México, Pen-
guin Random House Grupo Editorial, Edición en formato digital, julio del 2015, pp. 13.
Alejandra Olguín Torres
Introducción
Es difícil ser empático con los demás. ¿Y cómo serlo? Cuando por natura-
leza somos egoístas. Ya lo dice la célebre frase de Thomas Hobbes el hom-
bre es el lobo del hombre. Y el Estado es el monstruo, el leviatán, que absorbe
al individuo e integra el grupo. Para él, el hombre como individuo no es
nada. Pero como parte del grupo, de la población, lo es todo. El Estado lo
necesita para mantener el pacto social que lo mantiene con vida. Al hom-
bre, ese ser egoísta, que solo en la totalidad del grupo busca el bien social.
En virtud del pacto social, el Estado, está obligado a salvaguardar el
bienestar de los sujetos que lo integran, a conciliar intereses individuales y
sociales. Obligándose, en virtud de ello, a transformarse y modificarse. A
través de la historia son varios los modelos de Estado que se han adaptado
a la evolución económica, política y social del hombre. Actualmente, por
parte de la corriente neoconstitucionalista, se habla de un Estado Consti-
tucional de Derecho.
Pues bien, gracias a los grandes cambios derivados de los eventos béli-
cos que han sacudido al mundo entero, especialmente, la segunda guerra
mundial la concepción del hombre, hoy en día, es otra. Ahora se habla de
la dignidad humana y se antepone ésta a intereses de otra índole. El estado
mexicano se integró a esta nueva cosmogonía jurídica con la reforma cons-
310 titucional del 10 de junio del 2011.
La denominada reforma constitucional en materia de derechos huma-
nos abrió un panorama jurídico nuevo. El hombre y su dignidad se conci-
ben de manera diferente. Así, la Constitución Política de los Estados Uni-
dos Mexicanos pasa de otorgar a reconocer derechos. Vivienda, educación,
salud, trabajo, son sólo algunos de los Derechos Fundamentales plasmados
en nuestra Carta Magna. Sin embargo, existen células de población, para
quienes estos son meros conceptos. Poesía jurídica que no logra materiali-
zarse en el campo de los hechos.
La pobreza inunda el mundo. México no es la excepción. Aún y con
el contenido constitucional. Los modelos económicos determinan las di-
rectrices de los estados. El hombre se transforma en medio en el modelo
económico predominante. A pesar de ello, debemos trabajar en pro de
la justicia social. Promoviendo que los grupos vulnerables en la sociedad
cuenten con el mínimo necesario para su subsistencia y la salvaguarda de
su dignidad.
Es necesario accionar la maquinaria del Estado, vía jurisdiccional, ad-
ministrativa, social o política, para garantizar a los grupos vulnerables de
la sociedad el acceso a ese mínimo de subsistencia. A la satisfacción de las
EL DERECHO SOCIAL AL MÍNIMO VITAL
necesidades básicas que les permita mantener una vida digna. Con ello,
el Estado cumplirá su función y las personas, en los grupos desventajados,
no verán reducido su valor intrínseco como persona, su dignidad humana.
5
QUISPE PONCE, María Candelaria, Tesis Doctoral: Liberalismo igualitario y dere-
chos sociales: Rawls, Dworkin y Sen, Instituto de Derechos Humanos San Bartolomé de
las Casas, Getafe, 2005, pp. 56, http://docs.google.com/viewerng/viewer?url=e-archivo.
uc3m.es/bitstream/handle/10016/22544/Tesis_mariacandelaria_quispe_ponce_2016.pdf
6
PISARELLO, Gerardo, Op. Cit., pp. 15-16.
EL DERECHO SOCIAL AL MÍNIMO VITAL
De este modo para lograr que los seres humanos sean fines en sí mismos, es
decir, autónomos, puedan gozar de igual capacidad de autodeterminación in-
dividual, disfrutar de iguales posibilidades de elección y materialización de sus
planes de vida; en definitiva, que puedan ser dueños de su propio destino, ade-
más del efectivo cumplimiento de los derechos civiles y políticos, resulta con-
dición necesaria, a su vez, la plena efectividad y cumplimiento de los derechos
económicos, sociales y culturales, en tanto se constituyen en las condiciones y
bienes materiales que van a permitir gozar de los derechos.7
Sin embargo, no todas las necesidades del ser humano pueden ser objeto
de satisfacción en la distribución de recursos. Hay necesidades superfluas
que no coartan la dignidad humana. Por lo tanto, sólo las necesidades bá-
sicas, en un tiempo y espacio determinado, las necesidades generalizables,
a las que todos deberíamos tener acceso, son consideradas al momento de
fijar los objetivos de los derechos sociales.
7
Ibidem, pp. 71.
8
ALARCÓN CABRERA, Carlos, “Reflexiones sobre igualdad”, Anuario de Filo-
sofía del Derecho, Madrid, núm. 4, 1987, pp. 37, http://dialnet.uniroja.es/servlet/
ejemplar?codigo=14277, consultado el 01 de junio de 2016.
9
Entendidos estos como los medios generales necesarios para proyectar una concepción
de la vida buena y perseguir su realización, sea cual fuere su contenido, Ver Quispe,
Ponce, María Candelaria, Tesis Doctoral: Liberalismo igualitario y derechos sociales:
Rawls, Dworkin y Sen, Instituto de Derechos Humanos San Bartolomé de las Casas,
Getafe, 2005, pp. 103, http://docs.google.com/viewerng/viewer?url=e-archivo.uc3m.es/
bitstream/handle/10016/22544/Tesis_mariacandelaria_quispe_ponce_2016.pdf
Alejandra Olguín Torres
10
ALARCÓN CABRERA, Carlos, Op. Cit., pp. 37.
11
Diccionario Iberoamericano de Derechos Humanos y Fundamentales, http://dicciona-
rio.pradpi.org/inicio/index.php/terminos_pub/view/9, consultado el 13 de junio de 2016.
EL DERECHO SOCIAL AL MÍNIMO VITAL
Artículo 1.°.- ... Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán
de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la
materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia.13
De manera que en México, siguiendo este desarrollo regional, los tratados in-
ternacionales de derechos humanos, de acuerdo al segundo párrafo de la norma
constitucional in comento, han pasado a ser verdaderos principios y reglas de
valor fundamental, esto es, normas situadas en el nivel constitucional, a pesar de
que puedan a veces contener mecanismos de reformas diversas al de las normas
del articulado constitucional estricto sensu.14
Con ello, no sólo se ratifican los derechos civiles y políticos, sino que
además los derechos sociales son, hasta cierto punto, reivindicados. Pues, a
12
Tesis Aislada con número de registro 2011316, Gaceta del Semanario Judicial de la Fede-
ración, Libro 28, Décima Época, tomo ii, 18 de marzo del 2016, pp. 1738.
13
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, última reforma publicada en
el Diario Oficial de la Federación el 29 de enero del 2016. http://www.diputados.gob.mx/
LeyesBiblio/pdf/1_29ene16.pdf, consultada el 22 de julio del 2016.
14
HUERTA LARA, M. del Rosario, “El bloque de constitucionalidad y el nuevo juicio
de amparo”, Revista Letras Jurídicas, México, núm. 26, julio-diciembre de 2012, http://
letrasjuridicas.com.mx/Volumenes/26/A5.pdf
Alejandra Olguín Torres
17
HÄBERLE, Peter, La garantía del contenido esencial de los derechos fundamentales,
Madrid, Dykinson, 2003, p. 8 y 9, en Tron Petit, Jean Claude, Derechos sociales vistos
por la corte argentina, en file:///C:/Users/62m9/Downloads/Desarrollo%20tesina%205.
pdf, consultada el 20 de julio del 2016, p. 26.
Alejandra Olguín Torres
esos bienes fundamentales son un mínimo social, una base que hace al buen
funcionamiento de la organización humana y que le permite seguir llamándose
de tal manera”.18
18
LORENZETTI, Ricardo Luis, Teoría de la decisión judicial, Buenos Aires, Rubinzal-
Culzoni, 2006, p. 148, 172, en Tron Petit, Jean Claude, Derechos sociales vistos por la
corte argentina, en file:///C:/Users/62m9/Downloads/Desarrollo%20tesina%205.pdf, con-
sultada el 20 de julio del 2016, p. 17.
19
Tesis Aislada con número de registro 2002743, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Libro XVII, Décima Época, tomo ii, febrero del 2013, pp. 1345.
20
La asunción del carácter poliédrico de los derechos fundamentales permitiría asumir-
los, igualmente, como derechos a la vez positivos y negativos, en parte prestacionales
y en parte no prestacionales, costosos y no costosos, determinados e indeterminados,
con un contenido exigible ex constitutione y con un contenido de configuración le-
gal, con una dimensión objetiva y con una dimensión subjetiva, con una estructura de
mandatos y principios rectores y con una estructura de derechos justiciables. Pisarello,
Gerardo, Op. Cit., pp. 111-112.
EL DERECHO SOCIAL AL MÍNIMO VITAL
erogar gastos que los cubran. Gerardo Pisarello, considera que al tener el
carácter de derechos fundamentales, por estar reconocidos en la Constitu-
ción y Tratados Internacionales, gozan de mecanismos de tutela, incluidos
los de tipo jurisdiccional.
Luego entonces, la problemática se plantea en torno a si la exigibilidad
de los derechos sociales afecta la división de poderes. Ello por tratarse
de derechos de prestación cuya materialización se da a través de políticas
públicas mediante una acción presupuestaria por parte del Estado. Lo que
conlleva un coste económico a cargo de la población.
Como nos dice Pisarello, son normas jurídicas operativas, sin embargo,
es difícil que su exigencia conlleve la obtención de prestaciones en concre-
to. Su reclamación da lugar a que se dicten leyes, se establezcan programas,
directrices, líneas de acción, etc., que establezcan los medios para otorgar-
se. Esto en virtud de que es principalmente el poder ejecutivo el facultado
para su implementación. Sobre este particular nos dice Lorezetti:
21
LORENZETTI, Ricardo Luis, Teoría de la decisión judicial, Buenos Aires, Rubinzal-
Culzoni, 2006, p. 171, 172, en Tron Petit, Jean Claude, Derechos sociales vistos por la
corte argentina, en file:///C:/Users/62m9/Downloads/Desarrollo%20tesina%205.pdf, con-
sultada el 20 de julio del 2016, p. 13.
Alejandra Olguín Torres
Jean Claude Tron Petit, en el análisis del caso de Quisbeth Castro, so-
bre el alcance del derecho a una vivienda digna y protección a un niño
minusválido, sometido a la jurisdicción de la Corte Suprema de Justicia
Argentina, argumenta que:
Esto es que:
Aunque la regla general es que estos derechos deben ser consensuados, hay un
mínimo exigible porque se relaciona con la existencia de la persona. Éstas son
320 las garantías que significan en el plano sustantivo que hay un mínimo garanti-
zado, y en el plano procesal, un mecanismo rápido para lograrlo.24
En este contexto, se faculta al juez para juzgar las políticas públicas defi-
nidas por la administración pública (Poder Ejecutivo) en uso de sus facul-
tades discrecionales. Determinar su operatividad, en cuanto a garantizar y
proteger el mínimo social y condenar su restitución o cumplimiento.
Entonces tenemos que el Estado tiene obligaciones en cuanto al cum-
plimiento de los derechos humanos. “Todo derecho genera al Estado un
complejo de obligaciones negativas y positivas, cabe analizar entonces qué
22
PISARELLO, Gerardo, Op. Cit., pp. 13-14.
23
TRON PETIT, Jean Claude, Derechos sociales vistos por la corte argentina, en file:///C:/
Users/62m9/Downloads/Desarrollo%20tesina%205.pdf, consultada el 20 de julio del
2016, p. 14.
24
LORENZETTI, Ricardo Luis, Teoría de la decisión judicial, Buenos Aires, Rubinzal-
Culzoni, 2006, p. 172, en Tron Petit, Jean Claude, Derechos sociales vistos por la corte
argentina, en file:///C:/Users/62m9/Downloads/Desarrollo%20tesina%205.pdf, consulta-
da el 20 de julio del 2016, p. 14.
EL DERECHO SOCIAL AL MÍNIMO VITAL
25
ABRAMOVICH Victor y COURTIS Christian, Los derechos sociales como derechos
exigibles, Madrid, Trotta, Segunda edición, 2004 pp. 39.
26
Íbidem, pp. 29.
27
Ibídem, pp. 37.
28
FERRAJOLI, Luigi, Derecho y razón, Madrid, Trotta, 2001, p. 917
Alejandra Olguín Torres
Los mismos autores, plantean que otro factor que impide su plena jus-
ticiabilidad, es que “la mayoría de los recursos judiciales han sido histó-
ricamente diseñados en función de los derechos civiles y políticos y no
contemplan algunos aspectos particulares de aquéllos, como el hecho de
que se trata, por lo general, de derechos de incidencia colectiva”.30
En el caso específico del mínimo vital es posible hacerlo exigible. Con
fundamento en la Constitución y los Tratados Internacionales, aplicables,
y argumentando la teleología de los derechos sociales, es posible su reivin-
dicación frente a los tribunales. Es, por lo tanto, viable reclamar su repa-
ración o cumplimiento por parte de la autoridad estatal ante la autoridad
jurisdiccional. “Si el poder judicial es debidamente provocado, puede ser un
poderoso instrumento de formación y al mismo tiempo de desarticulación
de algunas políticas públicas en el área social”.31
322
Conclusiones
El objetivo de los derechos sociales es lograr que todas las personas gocen
de una igualdad material. Que sean capaces de autodeterminarse, sin inje-
rencia de factores externos que puedan influir en su toma de decisiones. De
elegir su plan personal de vida y gozar de plena libertad sin estar sujetos a
cuestiones externas que puedan afectar su toma de decisiones. Porque es
el poder decidir sin injerencias de terceros, fuere del tipo que fuere, lo que
nos hace libres.
Para poder ejercer nuestra libertad y no reducir el valor intrínseco que
como seres humanos poseemos, necesitamos satisfacer un mínimo de ne-
cesidades. Es así, que en pro de la dignidad humana, se reconoce un catálo-
go de derechos encaminados a su protección. Esta serie de derechos inclu-
ye el derecho a la educación, a la salud, a la vivienda, a la vida e integridad
29
ABRAMOVICH Victor y COURTIS Christian, Op. Cit., 2004 pp. 38-39.
30
Ibídem, pp. 87.
31
Ibídem, pp. 118.
EL DERECHO SOCIAL AL MÍNIMO VITAL
BIBLIOGRAFÍA
Affectation to the provisions of public order and social interest, and limits the
suspension of the contested act
1
Licenciada en Derecho y egresada del posgrado de la Maestría en Justicia Constitucio-
nal de la División de Derecho, Política y Gobierno.
Bertha Patricia Orozco Hernández
possibility to weigh both over full analysis of the relevant provisions warns that
this exercise is illusory, because when the amparo judge faces a case in which the
granting of the act claimed there is a possibility that it affect provisions of public
or social interest, to automatically deny the suspension; regardless of the degree
of impact of that involvement, or to the complainant the act is established as one
that will cause irreparable harm, or there is a possibility that it´s consumed, and
therefore leave without matter the amparo.
INTRODUCCIÓN
La suspensión del acto reclamado en el derecho de amparo (sin que esto pre-
tenda constituir una definición), es una providencia cautelar cuyo contenido
constituye una determinación jurisdiccional, de carácter instrumental, que or-
dena a las autoridades señaladas por el quejoso como responsables mantengan
provisoriamente las cosas en el estado que guarden al dictarse la providencia,
hasta que se dicte la providencia principal en la controversia constitucional;
pero que bajo la responsabilidad de la ordenadora permite la toma de otras
2
Ver CASTRO y CASTRO, Juventino V., La suspensión del acto reclamado en el amparo.
México, 8va. ed., Porrúa 2010, p. 58.
Bertha Patricia Orozco Hernández
3
CASTRO y CASTRO, Juventino V. Op. Cit., p. 67.
AFECTACIÓN A LAS DISPOSICIONES DE ORDEN PÚBLICO Y AL INTERÉS
SOCIAL, COMO LÍMITES DE LA CONCESIÓN DE LA SUSPENSIÓN
DEL ACTO RECLAMADO
4
IUS Registro: 2011829, Décima Época, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia 21/2016,
Fuente:Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 31, Junio de 2016, Tomo I,
Materia Común, página 672.
5
DE ALBA DE ALBA, José Manuel, La apariencia del buen derecho en serio. México. Ed.
Porrúa. 2011. P. 74.
Bertha Patricia Orozco Hernández
Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y mediante
las condiciones y garantías que determine la ley, para lo cual se tomará en cuen-
ta la naturaleza de la violación alegada, la dificultad de reparación de los daños
y perjuicios que pueda sufrir el agraviado con su ejecución, los que la suspensión
origine a terceros perjudicados y el interés público.
330
Volviendo a los presupuestos mencionados, se tiene que la Ley de Am-
paro, prevé en el artículo 138:
Extradición; y
Siempre que se trate de algún acto que, si llegare a consumarse, haría físicamen-
te imposible restituir al quejoso en el goce del derecho reclamado.
Artículo 139. En los casos en que proceda la suspensión conforme a los artí-
culos 128 y 131 de esta Ley, si hubiere peligro inminente de que se ejecute el
acto reclamado con perjuicios de difícil reparación para el quejoso, el órgano 331
jurisdiccional, con la presentación de la demanda, deberá ordenar que las cosas
se mantengan en el estado que guarden hasta que se notifique a la autoridad
responsable la resolución que se dicte sobre la suspensión definitiva, tomando
las medidas que estime convenientes para que no se defrauden derechos de
tercero y se eviten perjuicios a los interesados, hasta donde sea posible, ni quede
sin materia el juicio de amparo.
Este otro ejemplo también integra como elemento previo que debe ser
analizado para la concesión de la suspensión, al peligro en la demora:
Estas coincidencias entre las medidas cautelares, (que son propias del
derecho civil), y la suspensión el acto reclamado, atienden de manera prio-
ritaria a su finalidad, resumida en el derecho a la tutela judicial efectiva
prevista en el artículo 17 constitucional.
6
IUS Registro: 2010137, Décima Época, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia 56/2015,
Fuente:Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 23, Octubre de 2016, Tomo
II, Materia Común, página 1594.
Bertha Patricia Orozco Hernández
7
CASTRO y CASTRO, Juventino V. Op. Cit. P. 109.
8
Íbidem. p. 114.
9
Ver CASTRO y CASTRO, Juventino V., La suspensión del acto reclamado en el amparo,
México, 8va. Ed., Porrúa 2010, p. 110.
10
166/2004, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
diciembre de 2004, página 545, registro 179727
AFECTACIÓN A LAS DISPOSICIONES DE ORDEN PÚBLICO Y AL INTERÉS
SOCIAL, COMO LÍMITES DE LA CONCESIÓN DE LA SUSPENSIÓN
DEL ACTO RECLAMADO
[…] 64. En efecto, una acepción posible del orden público dentro del marco
de la Convención, hace referencia a las condiciones que aseguran el funciona-
miento armónico y normal de las instituciones sobre la base de un sistema co-
herente de valores y principios. En tal sentido podrían justificarse restricciones
al ejercicio de ciertos derechos y libertades para asegurar el orden público. […]
es válido sostener, en general, que el ejercicio de los derechos garantizados por
la Convención debe armonizarse con el bien común. […] 66. Es posible enten-
der el bien común, dentro del contexto de la Convención, como un concepto 335
referente a las condiciones de la vida social que permiten a los integrantes de la
sociedad alcanzar el mayor grado de desarrollo personal y la mayor vigencia de
los valores democráticos. En tal sentido, puede considerarse como un imperati-
vo del bien común la organización de la vida social en forma que se fortalezca
el funcionamiento de las instituciones democráticas y se preserve y promueva la
plena realización de los derechos de la persona humana. […] 67. No escapa a la
Corte, sin embargo, la dificultad de precisar de modo unívoco los conceptos de
orden público y bien común ni que ambos conceptos pueden ser usados tanto
para afirmar los derechos de la persona frente al poder público, como para jus-
tificar limitaciones a esos derechos en nombre de los intereses colectivos. A este
respecto debe subrayarse que de ninguna manera podrían invocarse el “orden
público” o el “bien común” como medios para suprimir un derecho garantizado
por la Convención o para desnaturalizarlo o privarlo de contenido real (ver el
artículo 29.a) de la Convención). Esos conceptos, en cuanto se invoquen como
fundamento de limitaciones a los derechos humanos, deben ser objeto de una
interpretación estrictamente ceñida a las “justas exigencias” de “una sociedad
Bertha Patricia Orozco Hernández
11
BERNAL PULIDO, Carlos, citado por Castellanos Madrazo, José Francisco, en www.
juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/juselec/cont/25/edo/edo9.pdf
12
MORESO, José Juan, citado por Castellanos Madrazo, José Francisco, en www.juridicas.
unam.mx/publica/librev/rev/juselec/cont/25/edo/edo9.pdf et. al.Neoconstitucionalismo.
Bertha Patricia Orozco Hernández
13
IUS Registro: 917974, Novena Época, Instancia: Pleno, Jurisprudencia 440,
Fuente:Apéndoce 2000, Tomo VI, Común, Jurisprudencia SCJN, Materia Común, pá-
gina 374.
AFECTACIÓN A LAS DISPOSICIONES DE ORDEN PÚBLICO Y AL INTERÉS
SOCIAL, COMO LÍMITES DE LA CONCESIÓN DE LA SUSPENSIÓN
DEL ACTO RECLAMADO
Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y mediante 339
las condiciones y garantías que determine la ley, para lo cual se tomará en cuen-
ta la naturaleza de la violación alegada, la dificultad de reparación de los daños
y perjuicios que pueda sufrir el agraviado con su ejecución, los que la suspensión
origine a terceros perjudicados y al interés público.
14
Íbidem. pp. 114 y 115.
15
Íbidem, p. 109.
Bertha Patricia Orozco Hernández
BIBILIOGRAFÍA
1
Estudiante del programa Maestría en Justicia Constitucional de la Universidad de Gua-
najuato.
José Pérez Martínez
INTRODUCCIÓN
lograr un mejor nivel de vida para todas las personas. Se habló para este
momento de viviendas para todos, así como salud y educación. Lo que
se traduce en una penetración del estado social dentro del estado liberal
de derecho que contribuyó para la transformación jurídica en el Estado
Constitucional, donde se estableció una igualdad política y una agenda
social que se empatan para buscar el bien común de la sociedad. Con esta
brevísima referencia hacia la solicitud de estas exigencias de justicia y es-
tándares mínimos de goce de los derechos sociales podemos delimitar un
concepto de DESC que permita la unificación conceptual al servicio de
este trabajo de investigación
En razón de todo ello, podemos comenzar definiendo que los DESC
son derechos y por tanto, son “pretensiones justificadas de sujetos indivi-
duales y colectivas en donde se les reconoce la facultad de hacer o no hacer
y derivado del incumplimiento de protección a esta prerrogativa se puede
reclamar su restitución del goce de ese derecho”.5 Pero esta característica
no sólo es exclusiva de los derechos sociales, por lo que no resulta suficiente
para establecer nuestro concepto, y ¿cómo pueden ser definidos entonces?
El problema radica precisamente en la falta de unificación del concepto ya
que algunos los consideran como derechos prestacionales en estricto sen-
tido atribuyéndoles esto como característica esencial, cuando en realidad,
autores como Abramovich6 nos dan cuenta que esto no es necesariamente
344 verdad, ya que los derechos civiles y políticos requieren también en muchas
de las ocasiones echar a andar el andamiaje estatal para cumplimentar el
respeto a los denominados derechos de primera generación. Otra carac-
terística atribuida a la operacionalidad de los DESC, es que se le concibe
como derechos programáticos, tema superado del que sólo se puede esta-
blecer que tampoco es cierto.
Si tenemos que definirlos de alguna forma, esta tiene que ser de la si-
guiente manera tenemos que decir que: Los DESC son aquellos derechos
que garantizan aspectos de la vida tan elementales que resultan necesarios
para el goce de los otros derechos. El Pacto Internacional sobre Derechos
Económicos, Sociales y Culturales señala a bien que “no puede realizarse
5
BURGOS MATAMOROS, Mylai, Herramientas teóricas para la investigación de los
derechos económicos, sociales y culturales, Comisión Nacional de Derechos Humanos,
Primera Edición, México, 2012.
6
ABRAMOVICH, Víctor y CHRISTIAN Courtis, Hacia la exigibilidad de los derechos
económicos, sociales y culturales. Estándares internacionales y criterios de aplicación
ante los tribunales locales, pp. , Consultado a través del link http://www.miguelcarbo-
nell.com/artman/uploads/1/Exigibilidad_de_los_DESC_-_Abramovich.pdf por última
vez el 24 de enero de 2016
TEORÍA DE LA CONEXIDAD COMO FORMA DE JUSTICIABILIZAR LOS
DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES EN MÉXICO
el ideal del ser humano libre, liberado del temor y de la miseria, a menos
que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus dere-
chos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles
y políticos”.7
Estos aspectos elementales que buscan garantizar son el trabajo, la se-
guridad social, la salud, la educación, la alimentación, el agua, la vivien-
da, un medio ambiente adecuado y la cultura. Características supeditadas
normalmente a la erogación estatal para su protección. En palabras de
Pisarello,8 son “expectativas o pretensiones básicas vinculadas a la satis-
facción de necesidades básicas de las personas”. Y al hablar de necesidades
básicas debemos entender como el goce mínimo de derechos relacionados
con estos ámbitos esenciales para la vida.
Y justamente al hablar de necesidades básicas para garantizar una vida
digna, debemos centrarnos sobre el derecho a la salud. Este derecho tiene
una condición innata para las personas pues se necesita de un ambiente
adecuado que preserve su salud para comenzar a gozar los demás dere-
chos humanos. Según la Organización Mundial de la Salud “El goce del
derecho a la salud está estrechamente relacionado con el de otros dere-
chos humanos tales como los derechos a la alimentación, la vivienda, el
trabajo, la educación, la no discriminación, el acceso a la información y la
participación”.9
El derecho a la salud tiene al igual que todos los derechos humanos, una 345
especie de subderechos, que se traduce en realidad, en obligaciones para
los estados. Derivado claro, de las obligaciones generales que revisten los
derechos humanos y consagradas en el artículo primero de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Estas obligaciones de respetar,
proteger, garantizar y promover acarrean a su vez, principios para la apli-
cación de los derechos los cuales son contenido esencial, progresividad,
prohibición de regresión y el máximo uso de recursos disponibles; esta
degradación de los derechos humanos en sus componentes, obligaciones y
7
Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Consultado a
través del link http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CESCR.aspx por úl-
tima vez el día 25 de enero de 2016
8
Pisarello, Geraldo. Los derechos sociales y sus garantías. Elementos por una recons-
trucción, Madrid, Editorial Trotta, 2007, pp.11 Consultado a través del link http://cor-
teidh.or.cr/tablas/24467.pdf por última vez el 22 de marzo de 2016
9
Nota descriptiva N°323, Salud y Derechos Humanos, Organización Mundial de la Sa-
lud, Diciembre de 2015, disponible a través del link http://www.who.int/mediacentre/
factsheets/fs323/es/ por última vez el 19 de Julio de 2016
José Pérez Martínez
10
SERRANO, Sandra y Daniel VÁZQUEZ, Los derechos en acción. Obligaciones y prin-
cipios de los derechos humanos, FLACSO México, 2013 pp. 10
11
Observación General 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
TEORÍA DE LA CONEXIDAD COMO FORMA DE JUSTICIABILIZAR LOS
DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES EN MÉXICO
12
La existencia formal de tratados internacionales en materia de derechos económicos,
sociales y culturales no significó mucho para la doctrina mexicana durante el siglo XX
y comienzos del siglo XXI ya que siempre concibieron a estos como derechos progra-
máticos
13
Abramovich, Víctor y Christian Courtis, Op.cit., pp. 11, Consultado a través del link
http://www.miguelcarbonell.com/artman/uploads/1/Exigibilidad_de_los_DESC_-_
Abramovich.pdf por última vez el 24 de enero de 2016
14
COSSÍO DÍAZ, José Ramón, Problemas para la exigibilidad de los derechos sociales en
México. IIJ-UNAM, México. pp133, Consultado a través del link biblio.juridicas.unam.
mx/libros/6/2873/8.pdf
15
RUIZ MASSIEU, José Francisco, “Los Derechos constitucionales de contenido pro-
gramático”, consultado a través del link http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/li-
bros/2/898/6.pdf el día 12 de julio de 2016
José Pérez Martínez
está que todo ello se percibe a la luz de la concepción clásica que hacía la
división de derechos humanos civiles y políticos con los derechos econó-
micos, sociales y culturales, entiendiendo a los primeros como obligaciones
negativas o de omisión, mientras que a los segundos se les entendía como
obligaciones positivas o de actuación. Esta teoría ha quedado superada al
entender que los derechos humanos se rigen por principios generales que
establecen su interdependencia y su indivisibilidad.
La justiciabilidad de los DESC tiene además, más variantes para expli-
car la ineficacia en la exigibilidad de su cumplimiento en sede judicial. Una
de estas es la manera reiterada en que se ha preferido que el Poder Judicial
deje de lado estas peticiones para adentrase a lo que de verdad importa. En-
tre los argumentos que se han invocado para descalificar la justiciabilidad
de los derechos sociales con mayor reiteración es el de la invasión de esferas
competenciales. Sin embargo, cuando nos encontramos con un Poder Le-
gislativo que no tiene la mínima idea de cómo crear leyes con perspectiva
de derechos humanos y por el contrario, pareciera que legislan con el úni-
co fin de menoscabar los derechos ya reconocidos, limitarlos y entorpecer
su exigibilidad ¿estamos hablando de una verdadera invasión de esferas
competenciales? Por otro lado, cuando tenemos un Poder Ejecutivo que
está más preocupado por la imagen pública, regalando televisores y demás,
cuando no visualiza una agenda de derechos humanos como prioridad y
348 los servicios de salud o acceso al agua deficientes.
Aquí cabe preguntarse si se habla realmente de una invasión de esferas
competenciales o si por el contrario, nos encontramos ante una resistencia
de hacer efectiva la igualdad formal y material que establece nuestra Cons-
titución.
El derecho a la salud en México ha sido un derecho social que ha ga-
nado algunas batallas en cuanto a su contenido esencial pero que aún hoy,
se sigue exigiendo un nivel de salud más alto que el que se otorgaba hace
20 años.
Se reconoce la labor de los jueces hasta ahora, ya que han existido di-
versos esfuerzos en clarificar el contenido del derecho a la salud desde
el ámbito jurídico relacionado con su exigibilidad. Tenemos diversas tesis
aisladas que orientan como debe entenderse el cumplimiento del derecho
a la salud por parte del Estado mexicano16 o como lo estimaron a través
del Pleno en una jurisprudencia, el entendimiento de este derecho como
16
Tesis: I.4o.A.86 A (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Épo-
ca, Libro XXV, Octubre de 2013, Tomo 3, Pp. 1759
TEORÍA DE LA CONEXIDAD COMO FORMA DE JUSTICIABILIZAR LOS
DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES EN MÉXICO
17
Tesis 49, Pleno, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Apén-
dice 1917-Septiembre 2011, Tomo I. Constitucional 3. Derechos Fundamentales Primera
Parte SCJN Segunda Sección Derecho a la salud, Pp. 893
José Pérez Martínez
18
SAFFON, María Paula, García-Villegas, Mauricio, “Derechos sociales y activismo ju-
dicial. La dimensión fáctica del activismo judicial en derechos sociales en Colombia”,
Revista Estudios Socio-Jurídicos, 2011, 13 pp. 85. Disponible a través del link http://www.
redalyc.org/pdf/733/73318918004.pdf consultado por última vez el día 08 de Junio de 2016
19
VILA CASADO, Iván. Fundamentos del derecho constitucional contemporáneo, Se-
gunda Edición, Editorial LEGIS, Colombia, pp. 416
20
Ib. Ídem pp. 285
21
SAFFON, Op. cit., pp. 87.
TEORÍA DE LA CONEXIDAD COMO FORMA DE JUSTICIABILIZAR LOS
DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES EN MÉXICO
Los jueces de esta Corte se asumieron a ellos mismos como los garantes de
la protección del Estado Social de Derecho y por tanto, los únicos capaces
de llevar la igualdad material que necesitaba la población de su país. Se
dice que asumieron una posición activista en la protección de los derechos
económicos, sociales y culturales.
La Corte Constitucional Colombiana tuvo un proceso arduo en la pro-
tección de los derechos sociales y en el cual, se puede identificar algunas
etapas en sus decisiones para la creación de la protección de estos derechos.
En la primera etapa encontramos que la CCC hacia una protección de
derechos a través de la acción de tutela al interpretar que los derechos so-
ciales sólo se podrían hacer valer, como efectivos ante sede judicial cuando
su desamparo por parte de los Poderes Ejecutivo y Legislativo constituyera
una vulneración tan grave que fuesen afectados los que esta Corte sí iden-
tificaba como fundamentales para la vida misma de los individuos.22
Este argumento para interpretar los derechos sociales, se le denominó
teoría de la conexidad y que en palabras de la Corte establece que
“Los derechos fundamentales por conexidad son aquellos que, no siendo deno-
minados como tales en el texto constitucional, sin embargo, les es comunicada
esta calificación en virtud de la íntima e inescindible relación con otros dere-
chos fundamentales, de forma que si no fueran protegidos en forma inmediata
los primeros se ocasionaría la vulneración o amenaza de los segundos. Es el caso 351
de la salud, que no siendo en principio un derecho fundamental, pasa a gozar de
esta categoría cuando la desatención del enfermo amenaza con poner en peligro
su vida. El derecho a la seguridad social está vinculado directamente con el
derecho fundamental al trabajo, siendo emanación suya la pensión de vejez”.23
25
Ibídem pp. 99.
TEORÍA DE LA CONEXIDAD COMO FORMA DE JUSTICIABILIZAR LOS
DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES EN MÉXICO
te. Sin embargo, lo que nos atañe hasta ahora es la actividad jurisprudencial
de ambos países por lo que debemos establecer lo siguiente:
En Colombia se tuvo un proceso de creación de una nueva constitu-
ción que a diferencia con México permeó dentro de la sociedad. Gracias
al acuerdo de voluntades de los diversos sectores sociales que entendían la
creación de una nueva constitución como un paso para promover por vía
constitucional el cambio o transformación social y donde a diferencia de
otros países, la Corte fue adquiriendo poco a poco el papel de activista en la
adjudicación de los derechos sociales, una vez que el Constituyente desapa-
reció y con él, algunos grupos minoritarios que tuvieron voz en la creación
de Constitución, aunado al incremento en el Constituyente permanente de
personajes con un mayor interés en las practicas neoliberales, dejando en
un gran dilema las promesas sociales del documento constitucional. Esto
creó discrepancias y roces interinstitucionales que hicieron que los demás
poderes políticos incluso, quisieran limitar la actuación de la Corte Cons-
titucional para evitar los choques que evidenciaban las fisuras dentro de las
políticas públicas que se suponían, combatían las desigualdades sociales.26
El trabajo hecho por esta Corte en temas de suma importancia creó
figuras o razonamientos paradigmáticos. Este es el caso del derecho a la sa-
lud en la que dicha Corte ha creado un criterio bastante efectivo para hacer
valer el derecho social a la salud; en un primer momento atendiendo a este
354 en vía judicial cuando a causa de su vulneración se afectará una garantía
fundamental -derechos civiles y políticos- y en segundo, como un criterio
de garantía fundamental que no requeriría la afectación de otra garantía
fundamental, es decir, la aceptación del derecho a la salud, como derecho
de primera generación.
Por su parte, la actividad jurisprudencial en México en temas de derecho
a la salud, es muy escasa. Al respecto encontramos una jurisprudencia que
busca establecer un marco conceptual para establecer el derecho a la salud
en nuestro país.27 Sin embargo, esto no resultó suficiente para contrastar
la actividad jurisprudencial en el tema. Por lo que es necesario hacer un
análisis del Amparo en Revisión 378/2014 emitido por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación y la Sentencia T-760-08 de la Corte Constitu-
cional Colombiana. Ya que es a través de dichas resoluciones que ambos
26
SAFFON, María Paula, García-Villegas, Mauricio, Op. cit. pp. 83.
27
Tesis P./J. 136/2008, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XXVIII, octubre de 2008, página 61, Pleno.
TEORÍA DE LA CONEXIDAD COMO FORMA DE JUSTICIABILIZAR LOS
DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES EN MÉXICO
CONCLUSIÓN
FUENTES CONSULTADAs
Abstract: The theme of the work is the study of the interpretation in the conformity
from a comparative perspective in the constitutions of Mexico and Spain. The
postulate is analized in comment under the perspective not only doctrinaire
but also analized under the resolutions issued each of the courts of the countries
mentioned and the judgements rendered by international tribunals in the field
of application of the object clause study. Without ignoring the similarities and
differences in the conception of the results and conclusions, linking the analysis of
the principle of conformity as a technique of legal interpretation and openness to
the protection of human rights.
1
Licenciado en Derecho y alumno de la Maestría en Justicia Constitucional de la Divi-
sión de Derecho, Política y Gobierno de la Universidad de Guanajuato.
José Antonio Ramírez Rangel
INTRODUCCIÓN
2
Cossío Díaz, José Ramón, “Cómo argumentar los derechos en la impartición de justi-
cia”, en Argumentación jurisprudencial, memoria del III Congreso Internacional de
Argumentación Jurídica, Suprema Corte de Justicia, 1° ed., Instituto de Investigaciones
Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Ética Judicial de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, México, 2013, p. 95.
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
3
KELSEN, Hans, Teoría General del Estado, trad. Luis Legaz Lacambra, México, Editora
Nacional, 1979, pp.. 325 y 326.
4
CASTELLANO, Danilo, Constitución y Constitucionalismo, Madrid, Marcial Pons,
2013, p. 44.,
José Antonio Ramírez Rangel
ciertos fines de bien público que constituyen el complejo del sistema según
el cual la comunidad ha convenido y aceptado ser gobernada”.
Podemos observar que la definición últimamente mencionada introduce
un concepto ajeno a lo estrictamente normativo, que es el de principios.
Cabe determinar la conceptualización del mismo.
Para Robert Alexy,5 los principios son considerados como “mandatos de
optimización”. Por su parte Ronald Dworkin,6 denomina principios “a una
norma que es menester observar, no porque haga posible o asegure una
situación económica, política o social que se juzga conveniente, sino por
ser un imperativo de justicia, de honestidad o de alguna otra dimensión de
la moral”.
Por su parte, la Constitución Mexicana de 1917 consignó las garantías
individuales en un apartado dogmático, justificando su constitucionalismo
en una existencia de derechos subjetivos públicos,7 bajo un régimen de un
Estado Legal de Derecho. En ese marco, la reforma constitucional del 10
de junio de 2011 irrumpe el Estado Legal de Derecho, con la intención
de introducir un auténtico constitucionalismo protector de los derechos
humanos y generar lo que se conoce como el paradigma constitucional,
bajo una serie de principios y valores que sustentan el carácter ideológico
de la reforma y que ubican a ésta en el rango de reforma sustancial no me-
ramente formal, por la nueva aplicación e interpretación de los derechos
362
5
ALEXY, Robert, Derechos Sociales y Ponderación, segunda edición, Madrid-México,
Editorial Fontamara, Fundación Coloquio Jurídico Europeo, 2013, p. 57.
6
DWORKIN, Ronald (comp.), La Filosofía del Derecho, trad. Javier Sainz de los Terreros,
segunda. edición, México, Fondo de Cultura Económica, 2014, p. 118.
7
“En el marco del EDL cuando se hablan de derechos humanos se les entiende como re-
sultado de una concesión del Estado y, sobre todo como una autorestricción del mismo
en asegurar la libertad “dejando pasar, dejando hacer”. Ellos eran derechos subjetivos
públicos y su objeto es garantizar que el Estado no se entrometa con la libertad indi-
vidual abusando así de su poder, y ésa libertad remitía a una igualdad intrínseca entre
todos los seres humanos. Estrictamente hablando los derechos humanos carecían de
eficacia jurídica jurisdiccional y, para ello, se requería de una ley que la habilitara. Re-
cordemos que Kelsen no tenía simpatía teórica por esas Constituciones que consagra-
ban derechos humanos, no solo por las razones epistemológicas, sino en razón de que
se generaría el riesgo de potenciar o tornar sin control a los jueces constitucionales.”
Vigo, Rodolfo Luis, Constitucionalización y judicialización del derecho, del Estado de
derecho legal al Estado de derecho constitucional, 1° edi. Porrúa, Universidad Paname-
ricana, México 2013, p. 9.
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
11
Dictamen de la Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legisla-
tivos, con opinión de la Comisión de Reforma del Estado, respecto a la minuta proyecto
de decreto que modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero y refor-
ma diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en materia de derechos humanos. http://inyde.org.m/wp-content/uploads/2011/03/dicta-
men_reforma_dh_2011.pdf 28 de mayo de 2016.
12
“La gran misión de los jueces constitucionales y supranacionales que se implementarán
en sintonía con el EDC, es que prevalezcan los derechos humanos o se “los tomen en se-
rio” (Dworkin). No solo hemos visto crecer las diferentes generaciones de derechos hu-
manos, sino que ellos son visualizados como “principios”, mandatos de optimización
o derechos concentrados que requiere de los juristas que les extraigan las respuestas
jurídicas apropiadas en función de los diferentes casos. La llamada constitucionaliza-
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de
que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección,
cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece. Las normas relativas a los dere-
chos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con
los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.
ción del derecho, equivale a su “humanización” en el sentido que el derecho llegue a ser
caracterizado como un esfuerzo institucional para hacer triunfar los derechos huma-
nos, no solo en relación al Estado, sino en relación a cualquier otro poder y al resto de
los ciudadanos” Vigo, Rodolfo Luis, op. cit., nota 2, p. 9 y 10.
13
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/htm/1.htm
14
ZAMUDIO FIX, Héctor, Introducción al derecho procesal constitucional, 1° ed.
FUNDAP, México, 2002, p. 73 y 74.
15
FERRAJOLI, Luigi, Op. Cit., nota 4 p. 287.
16
“…Se denominan fundamentales aquellos derechos que no requieren a su vez un fun-
damento o una justificación, o por lo menos que no requieren a su vez un fundamento o
una justificación jurídica o positiva. en ese sentido los derechos naturales son, al mismo
tiempo, derechos constitucionales (al menos “materialmente constitucionales”) y dere-
José Antonio Ramírez Rangel
19
wwwcorteih.or.cr/tablas/r29010.pdf. 29de mayo de 2012.
20
FERRER MAC-GREGOR, Eduardo, Interpretación conforme y control difuso de con-
vencionalidad: el nuevo paradigma para el juez mexicano, en Eduardo Saiz Arnaiz,
Alejandro, Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, (Coordinadores), Control de convenciona-
lidad, interpretación conforme y dialogo jurisprudencial, una visión desde América
Latina y Europa, México, Porrúa, UNAM, 2012, p. 110.
José Antonio Ramírez Rangel
chos Humanos. es vinculante para los jueces mexicanos siempre que sea
más favorable a la persona”.
Parecía que el principio de interpretación conforme no tendría proble-
mas de aplicación práctica, sin embargo, se inició una serie de pronun-
ciamiento por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que
indudablemente limitan la cláusula mencionada, criterios que se enunciar
en los siguientes rubros y textos:23 “Derechos Humanos contenidos en la
Constitución y en los tratados internacionales. constituyen el parámetro
de control de regularidad constitucional, pero cuando en la Constitución
24
COSSÍO, José Ramón, et al., La Construcción de las restricciones constitucionales a los
derechos humanos, 1ª ed. Porrúa, México, 2015 p. 49, 50 y 98.
25
Ibidem, p. 104.
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
26
GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo, La Constitución como norma y el Tribunal Cons-
titucional, 4a ed. Thomson Civitas, Madrid, 2006, p. 53.
27
Ibidem, p. 103.
28
Ídem.
29
Ibidem, p. 107. “Últimamente un brillante artículo de HABERLE, ampliado en un sitio
posterior, postura una teoría de la Constitución sin Derecho Natural, frente al iusna-
turalismo imperante en Alemania (y expreso en la Ley Fundamental, como por cierto
también en nuestra Constitución, donde los derechos fundamentales son reconocido y
protegidos y no creados por la Ley, antes bien, inviolables también para ella.
José Antonio Ramírez Rangel
Por otra parte, uno de esos principios, ideales y valores que reconoce la
Constitución de España, lo constituye la cláusula de conformidad, reco-
nocida en el artículo 10.2 del siguiente texto. “Las normas relativas a los
derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se
interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Humanos
y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratifi-
cados por España”.30 Eduardo Ferrer Mac Gregor al comentar el principio
de interpretación conforme en el derecho comparado, señala que no se
trata de una imposición de la norma internacional sobre la nacional, sino
de un proceso interpretativo de armonización, que algunas ocasiones im-
plica dejar de aplicar la primera al resultar de mayor alcance protector la
segunda, con el afán de respetar los derechos fundamentales de la persona
y del principio pro persona así como la obligación de respetar los derechos
y libertades contenidos en los tratados internacionales.31 Incluso el propio
jurista mexicano, citando a Queralt Jiménez, menciona que:32
30
h t t p : // w w w. c o n g r e s o . e s /c o n s t i /c o n s t i t u c i o n /i n d i c e / t i t u l o s /a r t i c u l o s .
jsp?ini=10&fin=5po=2
31
FERRER MAC-GREGOR, Eduardo, op. cit., nota 14, p. 111.
32
Ibídem, p.111 y 112.
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
33
Ibídem, p. 113.
34
Ibidem, p. 115.
35
Ibídem, p. 420.
36
Ibídem, p. 421.
José Antonio Ramírez Rangel
37
Ibídem, p. 487.
38
Ibídem, p. 480.
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
39
FERRAJOLI, Luigi, op. cit., nota 4, p. 289.
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
40
FERRAJOLI, Luigi, op. cit., nota 14, p. 110.
José Antonio Ramírez Rangel
Ante diferencias tan diametrales en las soluciones que brindan los tribu-
nales mexicanos y españoles, es verdaderamente difícil encontrar una ma-
terialización homogénea sobre los resultados encontrados en la aplicación
del principio de interpretación conforme. Sin embargo, a nuestro juicio,
es preferible inclinarse por la solución que brinda la Corte Constitucional
Española ya que investiga, indaga la manera, el modo de utilizar mecanis-
mos internacionales, aún no ratificados, en aras de arribar al objeto funda-
mental de los mismos, que es velar por los derechos humanos o libertades
fundamentales de la persona. No podemos compaginar con el argumento
fundado en la supremacía constitucional para acotar los derechos huma-
nos, y con ello contradecir no solamente la propia Constitución y los tra-
tados internacionales en materia de derechos humanos, sino inclusive los
propios fundamentos y razones que motivaron la reforma constitucional
de 2011. Ante ese panorama es posible concluir entonces que la aplicación
práctica de los resultados, la podemos inclinar sobre la aplicación del prin-
cipio de interpretación conforme y sin restricciones de los instrumentos
378 internacionales con el fin de proteger derechos fundamentales.
Podemos decir, a manera de colofón, que las directrices tomada por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación son bastante riesgosas y pueden
desencadenar en un mecanismo jurídico que no es precisamente de pro-
tección a los derechos y libertades de las personas. Pues el propio ministro
Zaldívar Lelo de Larrea, señalo en una de sus participaciones al votarse la
tesis del arraigo, que “nuestro sistema constitucional consagra un sistema
de derechos y no un sistema de restricciones”41 Inclusive en detrimento
del propio paradigma constitucional que se buscó afirmar con la reforma
constitucional de 2011. Así es, con la reforma mencionada se pretendió
entre otras cosas iniciar un constitucionalismo fundado en la protección
de los derechos humanos que a su vez limitara las facultades del poder
público, superando la concepción de la constitución como un documento
de carácter programático. Esto es, iniciar la construcción de un Estado
Constitucional de Derecho, basado en los principios y valores que implican
el respeto a los derechos humanos, entre los cuales se encuentra la inter-
pretación conforme, abandonando el viejo concepto de Estado Legal. Sin
41
COSSÍO, José Ramón, et al., op. cit., nota 18, p. 103.
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
BIBLIOGRAFÍA
380
(J); 10ª, Época; Pleno; Gaceta S. J. F..; Libro 5, abril de 2014; Tomo I; Pág.
204. P./J. 21/2014 (10a.)
(J); 10a. Época; Pleno; Gaceta S. J. F.; Libro 5, Abril de 2014; Tomo I; Pág.
202. P/J. 207/2014 (10a).
KELSEN, HANS, Teoría General del Estado, trad. Luis Legaz Lacambra,
México, Editora Nacional, 1979.
Resolución dictada por el Tribunal Pleno en el expediente varios 912/2010.
dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5212527&fecha= 28 de mayo de
2016.
SAIZ ARNAIZ Alejandro, FERRER MAC-GREGOR Eduardo
(Coordinadores) Control de Convencionalidad, Interpretación Con-
forme y Dialogo Jurisprudencial, Una Visión desde América Latina y
Europa, México, Editorial Porrúa, UNAM, 2012.
(TA); 10ª. Época; Pleno; S. J. F. y su Gaceta; Libro III, Diciembre de 2011;
Tomo 1; Pág. 556. P. LXV/2011 (9a).
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN
CONFORME ENTRE LAS CONSTITUCIONES DE MÉXICO Y ESPAÑA
381
NEOCONSTITUCIONALISMO
EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA
Eduardo Galeano
1
Licenciada en Derecho y egresada del posgrado de la Maestría en Justicia Constitucio-
nal de la División de Derecho, Política y Gobierno.
Lisbeth Elisa Rendón García
INTRODUCCIÓN
2
LASSALLE, Ferdinand, ¿Qué es una Constitución?, 6ª ed., México, Editorial Colofón,
1994, pp. 36-41.
3
NÚÑEZ LEIVA, J. Ignacio, “Constitución, neoconstitucionalismo y lagunas jurídicas
(normativas y axiológicos)”, Estudios Constitucionales [en línea], Chile, Vol. 10, núm. 2,
2012, http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-52002012000200013&script=sci_arttext.
4
COMANDUCCI, Paolo, “Formas de (Neo)constitucionalismo: un análisis metateó-
rico”, Isonomía : Revista de Teoría y Filosofía del Derecho. México, abril 2002, núm.
16, pp 90-112, http://www.cervantesvirtual.com/obra/formas-de-neoconstitucionalismo-
-un-anlisis-metaterico-0/
NEOCONSTITUCIONALISMO
EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA
Principismo
5
VILLABELLA, Carlos Manuel, “Constitución y democracia en el nuevo constitu-
cionalismo latinoamericano”, IUS, Revista del Instituto de Ciencias Jurídicas de
Puebla [en línea], México, núm. 25, 2010, pp. 49-76, http://www.redalyc.org/articulo.
oa?id=293222977003
6
ALEXY, Robert, Teoría de los derechos fundamentales, traductor Ernesto Garzón Val-
dés, España, Centro Estudios Constitucionales,1993, p. 86.
Lisbeth Elisa Rendón García
dimensión que falta a las normas. De la suerte que, cuando los principios se
interfieren quien resuelve tiene que tomar en cuenta el peso de cada uno.7
Por tanto, pueden considerarse como ordenamientos neoconstituciona-
les aquellos que recojan un catálogo de derechos fundamentales entendi-
dos como mandatos de optimización en los que se positiviza una cierta
moral, de forma tal que los derechos fundamentales no pueden ser cual-
quier derecho, ni las constituciones pueden tener cualquier contenido.8 Y
si bien, bajo esta óptica, todos los derechos fundamentales son principios
constitucionales, existen otro tipo de principios constitucionales que no
tiene la naturaleza de derechos individuales o sociales, pero que al igual
que éstos, se instituyen como pilares indispensables para la conformación
y desarrollo del Estado constitucional de derecho. Pues la Constitución
no se integra solamente por la parte dogmática, sino también por la parte
orgánica, en la que se establecen principios que operan como decisiones
políticas fundamentales para el sostenimiento del Estado democrático.9
Hablando de la constitución mexicana, tenemos que es un documento
con supremacía formal sobre las demás normas, acorde a lo establecido
por su artículo 133, y para hacer pragmático su contenido programático en
dicho documento encontramos consagrados los siguientes principios: su-
premacía, fundamentalidad, inviolabilidad, permanencia, soberanía, división
horizontal y vertical del poder público, carácter representativo de los órganos del
386 Estado, federalismo, municipio, democracia, derechos humanos, justicia social
y supremacía del Estado sobre las iglesias.10 Sin embargo, estos principios de
ninguna manera tienen un carácter deóntico, pues únicamente se encami-
nan a establecer directivas de acción para los poderes constituidos.
Entre los preceptos constitucionales cargados de una connotación mo-
ral, una parte se ubica en la parte dogmática de nuestra constitución, donde
se consagran libertades y derechos tales como: igualdad, no discriminación
y dignidad humana (artículo 1º); la libre determinación y autonomía de los
7
DWORKIN, Ronald, Los derechos en serio, traductor Marta Isabel Guastavino Castro,
España, 1984, p. 77.
8
SALAZAR UGARTE, Pedro, “El garantismo y el neoconstitucionalismo frente a fren-
te”, Doxa: Cuadernos de Filosofía del Derecho, México, núm. 34, 2011, pp. 289-310,
file:///C:/Users/lis_r_000/Downloads/garantia-y-neoconstitucionalismo-frente-a-
frente--algunas-claves-para-su-distincion.pdf
9
ROMERO MARTÍNEZ, Juan Manuel, Estudios sobre la argumentación jurídica prin-
cipialista. Bases para la toma de decisiones judiciales, 3a ed., México, 2015, Instituto de
Investigaciones jurídicas, 2015, p. 53.
10
URIBE ARZATE, Enrique, “Principios constitucionales y reforma de la constitución”,
Boletín Mexicano de Derecho Comparado [En línea], México, núm. 115, 2011, http://
www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletin/cont/115/art/art7.htm.
NEOCONSTITUCIONALISMO
EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA
11
Tesis “GARANTÍAS INDIVIDUALES, ALCANCES DE LAS”, Semanario Judicial de
la Federación, Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Cir-
cuito, Séptima Époda, vol. 62, sexta parte, p. 39.
12
Tesis 1a. CCCLIV/2014 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, libro 11, t. I, octubre de 2014, p. 602
Lisbeth Elisa Rendón García
Materialidad
13
LARA CHAGOYÁN, Roberto, Competencias y principios: una relación incómoda
pero necesaria, pág 35, https://www.scjn.gob.mx/Transparencia/Lists/Becarios/Attach-
ments/111/Becarios_111.pdf
14
VILLABELLA, Carlos Manuel, Nuevo constitucionalismo latinoamericano ¿un nuevo
paradigma?, México, Grupo Editorial Mariel, 2014, p. 51.
15
PRIETO SANCHIZ, Luis, “Neoconstitucionalismo y ponderación judicial”, Anuario
de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, España, núm. 5,
2001, p. 201-227. https://www.uam.es/otros/afduam/pdf/5/6900111(201-228).pdf
NEOCONSTITUCIONALISMO
EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA
Garantismo
16
DALLA VIA, Alberto Ricardo, Estudios sobre constitución y economía, México, Insti-
tuto de Investigaciones jurídicas, 2003, p. 48.
17
ROMERO MARTÍNEZ, Juan Manuel, op. cit., p. 36.
18
FERRAJOLI, Luigi, “Constitucionalismo garantista y constitucionalismo garantista”,
Doxa: Cuadernos de Filosofía del Derecho, México, núm. 34, 2012, pp. 15-53, http://www.
Lisbeth Elisa Rendón García
corteidh.or.cr/tablas/r30355.pdf.
19
FIX ZAMUDIO, Héctor y Valencia Carmona, Salvador. Derecho Constitucional Mexi-
cano y Comparado, México, Porrúa, 1999, p. 17.
20
VILLABELLA, Carlos Manuel, Nuevo constitucionalismo…, op. cit., p. 54.
NEOCONSTITUCIONALISMO
EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA
21
Ibídem, pp. 55-56.
22
CARBONELL, Miguel y SALAZAR, Pedro (coords.), “Los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad, apuntes para su aplicación práctica”,
La reforma constitucional de derechos humanos: un nuevo paradigma, México, Instituto
de Investigaciones Jurídicas-UNAM, 2011, pp. 137-164.
Lisbeth Elisa Rendón García
Interpretación axiológica
25
SALAZAR Ugarte, Pedro, op. cit., p. 297.
26
ATIENZA, Manuel, Curso de argumentación jurídica, España, Trotta, 2013, pp. 249-
250.
Lisbeth Elisa Rendón García
27
PULIDO, Bernal, El principio de proporcionalidad y los derechos humanos, España,
Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2007, p.765
28
DÍEZ GARGARI, Rodrigo, “Principio de proporcionalidad, colisión de principios y
el nuevo discurso de la Suprema Corte”, Revista Mexicana de Derecho Constitucional,
México, núm.26, ene./jun.2012, pp. 65-106.
NEOCONSTITUCIONALISMO
EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA
deben prevalecer los derechos primarios, frente a los secundarios que, en su 395
mayoría, son de carácter procesal, porque, el interés superior del menor, como
institución que rige el actuar de los poderes públicos, obliga a que los juzgado-
res, en todo momento, adopten las decisiones que produzcan mayor beneficio
para el desarrollo presente y futuro del infante; y, entre los derechos primarios e
insoslayables que para su bienestar tiene todo niño, no sólo los adoptados, están
el derecho al desarrollo cognitivo, psicológico y emocional, lo que se encuentra
por encima de aquellos meramente adjetivos.30
29
Ejecutoria de amparo en revisión 237/2014, http://www2.scjn.gob.mx/ConsultaTemati-
ca/PaginasPub/DetallePub.aspx?AsuntoID=164118.
30
Tesis: III.2o.C.53 C (10a.)
Lisbeth Elisa Rendón García
gen para la creación discrecional de otras normas, por lo que el mismo Robert
Alexy pugna por un “constitucionalismo moderado”.31
CONCLUSIONES
31
FERRER MAC-GREGOR, Eduardo y Zaldivar Lelo de la Rea, Arturo (coords.), La
ciencia del derecho procesal constitucional. Estudios en homenaje a Héctor Fix-Zamudio
en sus cincuenta años como investigador del derecho, t. VI Interpretación Constitucional
y Jurisdicción Electoral, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2008, p. 413.
NEOCONSTITUCIONALISMO
EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
1
Licenciada en Derecho y egresada del posgrado de la Maestría en Justicia Constitucio-
nal de la División de Derecho, Política y Gobierno.
María de la luz Rico ArvIzu
2
Ver VILLABELLA, Carlos Manuel, Nuevo Constitucionalismo Latinoamericano ¿un
nuevo paradigma?, México, Ed. Juan Pablos Editor, 2014.
3
Ver FERRAJOLI, Luigi, “Constitucionalismo Principalista y Constitucionalismo Ga-
rantista” en DOXA, Madrid, Ed. Jurídicas y Sociales, S. A., 2012, núm. 34, pp. 15 – 53,
http://www.cervantesvirtual.com/portales/doxa/ob ra/constitucionalismo- principalist
a-y-constitucionalismo-garantista/.
4
Ver ATIENZA, Manuel, “Sobre Ferrajoli y la superación del positivismo jurídico” en
La teoría del derecho en el paradigma constitucional, Madrid, Ed. Fontamara, 2010, pp.
133-165.
María de la luz Rico ArvIzu
5
SALAZAR CARRIÓN, Luis, “Política y Laicidad”, Para entender y pensar la laicidad,
México, Ed. Miguel Ángel Porrúa, 2013, tomo I, p. 447.
6
BOVERO, Michelangelo. “Laicidad. Un concepto para la Teoría Moral, Jurídica y Polí-
tica”, Para entender y pensar la laicidad, México, Ed. Miguel Ángel Porrúa, 2013, tomo
I, pp. 250 y 251.
7
VITALE, Ermanno, “Dos perspectivas del siglo XX sobre la Laicidad. Bertrand Russell
y Norberto Bobbio”, Para entender y pensar la laicidad, México, Ed. Miguel Ángel Po-
rrúa, 2013, tomo I, p. 273.
8
Ídem.
María de la luz Rico ArvIzu
quienes –dice el autor- en contraste con las tradiciones de sus tiempos, dan
lugar a una filosofía racional y natural. En este núcleo filosófico,
“Hobbes echará las bases de una ética laica basada […] en […] el principio
fundamental de la política racional moderna […]. Spinoza, más radicalmente,
defenderá una ética de la inmanencia que desembocará en una lectura estricta-
mente laica de los Textos Sagrados para así defender la tolerancia y la libertad
de pensamiento y de expresión. Locke, […] propondrá fuertes argumentos para
separar las Iglesias del Estado […]. Y Kant, en su célebre respuesta a la pregun-
ta ¿Qué es la Ilustración?, sustituirá el temor de Dios por el Sapere aude […] el
atreverse a usar la propia inteligencia”.9
mano, […] [el] laicismo [es] algo más que un movimiento coyuntural […]
una filosofía, con dimensiones prácticas inexcusables, que se halla radicada
en lo más profundo e íntimo del ser humano y que clama por ser oída con
la fuerza que todo ser humano […] pide ser reconocido”.11 Líneas en las
que se aprecia al laicismo como plataforma ideológica que permea y queda
inoculada en diferentes pensadores que la defienden en diversos contextos
del devenir histórico.
Bovero encuentra un núcleo conceptual en el que existen diversas acep-
ciones sobre el laicismo, cada uno a su vez zurcido con un entramado de
conceptos. En este mosaico conceptual, encuentra una familia que concibe
al adjetivo laico como lo no-religioso y otra que lo concibe como no-con-
fesional y no-clerical. En palabras del autor, la primera familia “se identi-
fican en oposición a las visiones religiosas del mundo […] [la segunda] se
contrapone […] [a la] […] subordinación de las instituciones culturales,
jurídicas y políticas de una comunidad a los principios […] de una religión
[…] establecidos, custodiados e interpretados por sus sacerdotes”12, de esta
manera, mientras que para una familia el laicismo es la némesis de lo reli-
gioso; para la otra es la némesis de lo confesional y lo clerical.
Agrega Bovero que en el marco ideológico del liberalismo, el término
laicismo suele coincidir con las acepciones de secularización; sin embargo,
anota que a diferencia de ésta, que es más bien descriptiva, el laicismo tie-
ne una connotación normativa, en virtud de que contiene un entramado 407
axiológico que se convierte en una plataforma para construir un modelo
de sociedad en la que la libertad y la autodeterminación sean divisas en la
vida cotidiana de los hombres y mujeres que la integran; así, señala que el
carácter normativo del laicismo “expresa un vínculo con los valores de la
libertad de conciencia y de autodeterminación individual y colectiva, y la
adhesión a un modelo de sociedad posible y deseable (para quien asume
una postura laica), sin condicionamientos de carácter religioso.”13 Postura
en la que se reconoce que el modelo propuesto por el laicismo es sólo acep-
tado y acaso aceptable para los laicos. Por el rompimiento con el no laico
es que se reconoce al laicismo como una doctrina intolerante, aun cuando
esa intolerancia se genere debido a las intolerancias religiosas cuestionadas
por la doctrina laicista.
Jesús Rodríguez Zepeda afirma que el laicismo “es un esquema de axio-
logía política que no sólo establece la separación normativa y funcional
11
FUERTES HERREROS, José Luis, en PEÑA-RUIZ, Henri y Tejedor de la Iglesia, César,
Ibidem, p. 16.
12
BOVERO, Michelangelo, op. cit., nota 5, p. 249.
13
Ibidem, p. 258.
María de la luz Rico ArvIzu
entre el Estado y las Iglesias, sino que también establece los valores (cien-
tíficos, democráticos, críticos, racionales y de derechos humanos) que han
de guiar las acciones de los sujetos del Estado”.14 Acepción en la que puede
apreciarse que la separación entre la esfera estatal y la esfera religiosa ca-
mina a la vera de todo un entramado axiológico exigible a los gobernantes.
Para Valentina Pazé, laicismo es “la teoría de la separación del poder
temporal con respecto al espiritual […] teoría [que] se ha venido desa-
rrollando en el curso de la modernidad, a partir de las guerras de religión,
y ha conducido hacia la superación gradual […] del modelo del Estado
confesional, que regía sobre la alianza del trono y el altar.”15 Líneas en las
que la autora anuncia otros atributos que la modernidad adjudica al laicis-
mo: la paulatina secularización de los hombres que se traduciría en que una
vez que el individuo conviviera con otras religiones, ya no mantendría una
visión estrecha y lineal de lo religioso.
En una postura crítica frente al laicismo, Andrés Ollero Tassara afir-
ma que éste es el presunto propietario del Estado Laico en la medida que:
“Propone una drástica separación entre los poderes públicos y cualquier
elemento de orden religioso. Concibe […] el ámbito civil como absolu-
tamente ajeno a la influencia de lo religioso […]. No ve en la religión un
ámbito de ejercicio de libertades públicas de los ciudadanos […]”.16 Acep-
ción ésta que vincula una separación entre lo religioso y lo estatal, con una
408 separación entre la esfera privada y la esfera pública también del individuo,
quien está obligado a reservar en el claustro de la conciencia sus creencias
religiosas.
Salazar coincide en que existe una exigencia hecha tanto al servidor
público como al particular, para que ambos mantengan sus creencias en
el ámbito privado y señala que tal postura obedece al conflicto en medio
del cual hubo de edificarse el Estado frente a la religión, porque éste “tuvo
que enfrentar la resistencia multiforme de Iglesias y grupos religiosos, lo
que con frecuencia dio lugar a polarizaciones y radicalismos sectarios […]
dando lugar a paradójicas ‘religiones laicas’ […] ‘laicismos’ beligerantes, tan
intolerantes y dogmáticos como las religiones tradicionales”.17 Por “religión
laica” habremos de entender una suerte de religión “invertida” que se ge-
14
RODRÍGUEZ ZEPEDA, Jesús, “Laicidad y discriminación”, Para entender y pensar la
laicidad, México, Ed. Miguel Ángel Porrúa, 2013, tomo II, pp. 522 y 523.
15
PAZÉ, Valentina, “Educación para la laicidad, entre el Estado y la sociedad civil”, Para
entender y pensar la laicidad, México, Ed. Miguel Ángel Porrúa, 2013, tomo II, p. 469.
16
OLLERO TASSARA, Andrés, “Laicidad y Laicismo”, en Serie Estudios Jurídicos, Méxi-
co, 2010, núm. 163, pp. 113 a 116, http://www.redalyc.org/pdf/598/59826106. pdf.
17
SALAZAR CARRIÓN, op. cit., nota 4, p. 437.
EL PRINCIPIO LAICO
EN EL NUEVO PARADIGMA CONSTITUCIONAL
18
BOVERO, Michelangelo, op. cit., nota 5, pp. 259 - 262.
19
GREPPI, Andrea, “Laicidad y relativismo. Diálogo sobre lo que tiene que estar dentro
y lo que queremos dejar afuera de la esfera pública”, Para entender y pensar la laicidad,
México, Ed. Miguel Ángel Porrúa, 2013, tomo I, p. 332.
20
VITALE, Ermanno, op. cit., nota 6, pp. 296 y 297.
María de la luz Rico ArvIzu
ellos: “El laicismo genuino, como proceso de esta emancipación laica, está
en las antípodas de aquellos actos, que lo único que pretendían era cambiar
de signo las relaciones de dominación, sin acabar con ellas”,21 por ello pue-
de afirmarse que el laicismo, siendo dogmático, se condena a su fin.
Dentro de los excesos del laicismo, Paulina Barrera Rosales aprecia que
la exigencia de separación absoluta entre Estado y Religión, es violento
con todo aquel que no juegue con sus reglas; en esta tensión, el argumen-
to laicista es que todos los dogmas son obstáculos para el progreso y, en
virtud de ello, “se propone eliminar cualquier prejuicio o superstición que
provenga de los dogmas o cualquier convicción religiosa […] se declara
en contra de cualquier concepción religiosa y busca combatir y denunciar
la ‘ignorancia’ que representa para el Estado cualquier fundamento moral
que no sea la razón ilustrada”.22 A partir de esta característica del laicismo,
la autora considera que una persona puede elegir esta convicción laicista,
no así el Estado, éste no puede declararse creyente y tampoco puede decla-
rarse ateo, porque al hacerlo favorece una postura en detrimento de otra.
En este orden de ideas, la demanda de que la religión no ostente el mo-
nopolio de la verdad también se traduce en exigencia al Estado para que
éste reconozca que hay diferentes formas de apreciar la realidad y que éstas
no están obligadas a coincidir con su catecismo laico.
410 Laicidad
24
VAGGIONE, Juan Marco, “Política y religión. Desafíos y tensiones desde lo sexual”, Para
entender y pensar la laicidad, México, Ed. Miguel Ángel Porrúa, 2013, tomo II, p. 238.
25
VAGGIONE, Juan Marco, op. cit., nota 23, p. 238.
26
Ibidem, p. 245.
María de la luz Rico ArvIzu
Del mismo modo que no existe un único pensamiento laico (con todas
las traducciones de la homogeneidad), tampoco existe una única política
27
RUIZ MIGUEL, Alfonso, “Para una interpretación laica de la Constitución”, Laicismo
y Constitución, Madrid, Ed. Fontamara, 2009, p. 61, http://www.fcje.org.es/wp-content/
uploads /file/Libros_Publicados/Cuadernos _Fundacion /LAICISMO_Y_ CONSTITU-
CION.pdf.
28
BARRERA ROSALES, Paulina. op. cit., nota 21, p. 11.
29
GUTIÉRREZ MARTÍNEZ, Daniel, “Laicidad y multiculturalismo: encrucijada de la
diversidad”, Para entender y pensar la laicidad, México, Ed. Miguel Ángel Porrúa, 2013,
tomo III, pp. 64 y 65.
30
GUTIÉRREZ MARTÍNEZ, op. cit., p. 69.
EL PRINCIPIO LAICO
EN EL NUEVO PARADIGMA CONSTITUCIONAL
31
BOVERO, Michelangelo, op. cit., nota 5, pp. 263 - 265.
32
PEÑA-RUIZ, Henri y Tejedor de la Iglesia, César, op. cit., nota 9, p. 33.
María de la luz Rico ArvIzu
la esfera pública una vocación universal, encuentra sus raíces en una lectura
exigente de los derechos humanos”.33
Podemos decir que, con la intención de mostrar la plataforma axiológica
de la laicidad entendida en sus diferentes traducciones, Greppi plantea un
debate imaginario en el que da cuenta de las diferentes posturas que aparecen
en una suerte de menú laico. En este elenco, aparece el laico relativista que
resulta del enfrentamiento entre el creyente que a fuerza de ser dogmático
sin reservas cae en la intolerancia y el laico que aun ostentando el carácter
de tolerante y relativista cae en dogmas y consecuentemente es intolerante.
Para no hay verdades absolutas, por tanto, entre los seres humanos debe
existir un principio de igual consideración que se traduzca en respeto a todas
las creencias. La postura de este laico relativista, es más que una postura
ideológica, más que una reacción secularizada; es un compromiso militante
y por ello no descansa en la lucha contra los dogmas: “Es una concepción
general de la vida, un modo de ver la realidad [y] tomar posición frente a
ella. Es independencia frente a los dogmas, en virtud del inalienable dere-
cho a tener una opinión diferente sobre cualquier cuestión”.34 Esta visión
de la vida, esta necesidad de que los diferentes convivan entre sí, se traduce
en la inclusión. Para este laico relativista “Quienes toman la creencia en la
verdad de las propias convicciones como única guía de conducta tienden
inevitablemente a tachar como erróneas las creencias de los demás. De ahí
414 el paso es breve para llegar a una condena del pluralismo moral, político y
cultural que caracteriza a sociedades […] abiertas y tolerantes.”35 Por eso
este laico ha de comprometerse también en la lucha contra la intolerancia.
A la lucha contra los dogmas y la intolerancia, cuidando no caer en la in-
tolerancia como reflejo, se adhiere el laico objetivista (también expuesto por
Greppi), para quien, debe existir una base común a todos, que sirva como
punto de apoyo para generar acuerdos, tal base exige no imponer una sola
ideología sobre las otras y demanda no aceptar por ejemplo, “la capciosa
provocación de los obispos cuando afirman que un Estado que […] acepte
ciertos postulados morales relativos al aborto y al matrimonio es un Estado
laicista, y por lo tanto excluyente y en última instancia ilegítimo”.36 En este
ejercicio, los laicos se comprometerán a luchar por mantener los mismos
derechos para todos.
En una suerte de ejercicio para nutrir la plataforma axiológica de la
laicidad, encontramos que Salazar y Bovero ubican a la tolerancia y al an-
33
PEÑA-RUIZ, Henri y Tejedor de la Iglesia, César, op. cit., nota 9, p. 46.
34
Ibidem, p. 324.
35
GREPPI, Andrea, op. cit., nota 18, pp. 324 y 325.
36
GREPPI, Andrea, op. cit., nota 18, p. 347.
EL PRINCIPIO LAICO
EN EL NUEVO PARADIGMA CONSTITUCIONAL
37
SALAZAR CARRIÓN, Luis, op. cit., nota 4, p. 458.
38
BOVERO, Michelangelo, op. cit., nota 5, pp. 263 - 265
39
VAGGIONE, Juan Marco, op. cit., nota 23, p. 221.
40
RIVERA CASTRO, Faviola. “La Laicidad Liberal”, Para entender y pensar la laicidad,
México, Ed. Miguel Ángel Porrúa, 2013, tomo I, p. 399.
María de la luz Rico ArvIzu
41
VÁZQUEZ, Rodolfo, “Democracia y Laicidad Activa: Imparcialidad, Tolerancia y De-
liberación Pública”, Para entender y pensar la laicidad, México, Ed. Miguel Ángel Po-
rrúa, 2013, tomo I, p. 417.
42
Ibidem, p. 424.
43
PEÑA-RUIZ, Henri y Tejedor de la Iglesia, César, op. cit., nota 9, p. 33.
EL PRINCIPIO LAICO
EN EL NUEVO PARADIGMA CONSTITUCIONAL
44
Ibidem, pp. 74 y 75.
María de la luz Rico ArvIzu
CONCLUSIONES
45
GREPPI, Andrea, op. cit., nota 18, p. 333.
EL PRINCIPIO LAICO
EN EL NUEVO PARADIGMA CONSTITUCIONAL
BIBLIOGRAFÍA
1
Licenciado en Derecho y estudiante del posgrado de la Maestría en Justicia Constitu-
cional de la División de Derecho, Política y Gobierno.
Everardo Rodríguez Durón
2
Cabe destacar que si bien la expansión de la justicia constitucional se ha acentuado en
sus efectos con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, ello no quiere decir que
antes no hayan existido mecanismos procesales para la defensa de la constitución, sino
solamente que después de la década de los cincuentas de siglo pasado, el fenómeno del
control del poder ha cobrado notoriedad y se ha convertido en uno de los elementos ca-
pitales del constitucionalismo. Al respecto, FERRER MAC-GREGOR POISOT, Eduar-
do, Los tribunales constitucionales en Iberoamérica, México, FUNDAP, 2002, pp.60-64.
3
Cfr. VIGO, Rodolfo, “Del estado de derecho legal al estado de derecho constitucional”,
en Judicialización y constitucionalización del derecho, México, Porrúa, 2013 pp. 1-21.
4
Sobre este aspecto véase el texto de ACKERMAN, Bruce, La política del diálogo liberal,
trad. de Gabriela Alonso, Barcelona, Gedisa, 2009, pp. 12-18.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
5
CAPPELLETTI Mauro, “¿Renegar de Montesquieu? La expansión y legitimidad de la
justicia constitucional”, en Revista Española de Derecho Constitucional, año 6, número
423
17, Madrid, 1986, p. 12.
6
HAMILTON, Alexander; MADISON, James; y JAY, John, El federalista, trad. de Gus-
tavo Velasco, 3ª edición, México, FCE, México, 2010, p. 331.
7
De esta forma hemos pasado por la función natural en materia interpretativa que defen-
dieron los framers de la constitución de 1787, hasta la imagen del legislador negativo que
popularizó Kelsen en su polémica en torno al defensor de la constitución, hasta llegar
a planteamientos tan refinados como la representación argumentativa del juez consti-
tucional –señalada por Robert Alexy– o la defensa contextual del control judicial –que
se postula legitimado en los casos de democracias fracturadas o con graves problemas
de desigualdad social–, tal como la ha propuesto Juan Carlos Bayón. Al respecto, véase
en cada caso KELSEN, Hans, La garantía jurisdiccional de la constitución (La justicia
constitucional), trad. de Rolando Tamayo y Salmorán, México, IIJ/UNAM, 2001, p. 79;
Sobre este tema, véase ALEXY, Robert, “Los derechos fundamentales en el estado cons-
titucional democrático” en CARBONELL, Miguel (editor), Neoconstitucionalismo(s),
4ª edición, Madrid, Trotta, 2009; y Véase en relación con la defensa contextual de la
constitución, a BAYÓN MOHÍNO, Juan Carlos, “Derechos, democracia y constitu-
ción”, en Discusiones: derechos y justicia constitucional, número 1, Madrid, 2000.
8
LINARES LEJARRAGA, Sebastián, La (i)legitimidad democrática del control judicial
de las leyes, Madrid, Marcial Pons, 2008, p. 19.
9
MENA VÁZQUEZ, Jorge, “Derechos humanos vs. democracia, sobre la legitimidad y
naturaleza del control jurisdiccional de la legislación”, en Derechos Humanos en Méxi-
co. Revista del Centro Nacional de Derechos Humanos, CNDH, año 1, número 2, 2006,
pp. 152-160.
Everardo Rodríguez Durón
1. En primer lugar me parece pacifico afirmar que en todos los sistemas cons-
titucionales en donde los jueces (a) no son elegidos democráticamente y (b) se
les confía alguna facultad para que declaren la inconstitucionalidad –dentro de
un sistema de control concentrado o difuso– de normas o actos emanados de
424 los otros poderes que gozan de la legitimación del sufragio popular, presentan,
asimismo, un problema para legitimar el control de constitucionalidad.
10
. Al respecto, cfr. ACKERMAN, Bruce, op. cit., pp. 47-50.
11
Cfr. SALAZAR UGARTE, Pedro, La democracia constitucional. Una radiografía teóri-
ca, 3ª edición, México, FCE, 2010, pp. 72-107.
12
. Sobre la distinción entre la democracia formal y la democracia sustancial, me remito a
FERRAJOLI, Luigi, Derechos y garantías. La Ley del más débil, trad. de Perfecto Andrés
Ibáñez y Andrea Greppi, 7ª edición, Madrid, Trotta, 2010, pp. 23-25.
13
ACKERMAN, Bruce, op. cit., nota 3, pp. 12-18.
14
Aunque en este caso tal vez sea prudente hacer la aclaración de que el problema con-
tramayoritario se presenta también cuando la constitución es rígida de manera que
se establece un procedimiento legislativo más complejo o agravado para lograr su en-
mienda. Sin embargo, en este estudio sólo me concentraré en la vertiente del problema
contramayoritario presentado como una dificultad del control judicial de constitucio-
nalidad, dejando para otro momento el análisis de las implicaciones de la rigidez cons-
titucional en el mismo tema.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
15
Cfr. ORUNESU, Claudina, “Los límites de la objeción contramayoritaria al control ju-
dicial de constitucionalidad”, en Eunomía. Revista en Cultura de la Legalidad, número
2, Argentina, marzo-agosto de 2012, p. 32.
Everardo Rodríguez Durón
16
COSSÍO DÍAZ, José Ramón, Sistemas y modelos de control constitucional en México, 2ª
edición, México, IIJ/UNAM, 2013, p. 2-7.
17
PEGORARO, Lucio, y RINELLA, Angelo, Introducción al derecho público comparado.
Metodología de investigación, trad. de César Astudillo, México, IIJ/UNAM, 2006, p. 51.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
18
Ibídem, p. 49.
Everardo Rodríguez Durón
19
Al menos desde los indicios que proporciona el discurso de las exposiciones de motivos
de las reformas constitucionales que desplazaron desde 1986 el control de legalidad a
manos de los Tribunales Colegiados de Circuito y que concomitantemente perfeccio-
naron el régimen procesal de las controversias constitucionales y crearon las acciones
de inconstitucionalidad en 1994, con la finalidad de acentuar el carácter de tribunal
constitucional en la Suprema Corte.
20
PEGORARO, Lucio, y RINELLA, Angelo, op. cit., nota 16, pp. 59-60.
21
Ibídem, p. 61.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
mexicano? En relación con este aspecto, considero que los tipos ideales que
deben servir de referencia son los siguientes:
No será ocioso explorar con más detenimiento las características de cada 429
uno de los modelos de referencia apuntados.
22
TUSSEAU, Guillaume, Para acabar con los modelos de jurisdicción constitucional. Un
ensayo de crítica, trad. de Teresa García-Berrio, México, Porrúa-IMDPC, 2011, pp. 20-24.
23
FERRER MAC-GREGOR POISOT, Eduardo, Derecho procesal constitucional, 2ª edi-
ción, México, Porrúa-Colegio de Secretarios de la Suprema Corte de Justicia de la Na-
ción, 2001, p. 66.
Everardo Rodríguez Durón
24
. Ibídem, p. 67.
25
LINARES LEJARRAGA, Sebastián, op. cit., nota 7, pp. 157-158.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
26
K ELSEN, Hans, La garantía jurisdiccional de la constitución (La justicia constitucio-
nal), trad. de Rolando Tamayo y Salmorán, México, IIJ/UNAM, 2001, p. 79.
Everardo Rodríguez Durón
27
FIX ZAMUDIO, Héctor, Metodología, docencia e investigación jurídica, 12ª edición,
México, Porrúa-IIJ/UNAM, 2009, p. 67.
28
. Ibídem, p. 69.
29
PEGORARO, Lucio, y RINELLA, Angelo, op. cit., nota 16, p. 79.
30
Ibídem, p. 80.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
OBJETIVOS DE LA COMPARACIÓN
31
Todas las citas entrecomilladas corresponden a ibídem, pp. 80-81.
Everardo Rodríguez Durón
Una vez que he mencionado los objetivos centrales que persigo con la
434 comparativa pasaré a dar cuenta de las analogías (apartado VI) y diferen-
cias (apartado VII) que se encontraron entre los términos de la compara-
ción propuesta.
32
COSSÍO DÍAZ, José Ramón, op. cit., nota 15, p. 3.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
33
En este numeral retomo algunas consideraciones que Carolina Cortés Villalobos ha
realizado sobre el particular en algunas investigaciones como parte de la Maestría en
Justicia Constitucional de la Universidad de Guanajuato.
34
Cfr. Artículo 27 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional: “Mediante los proce-
dimientos de declaración de inconstitucionalidad regulados en este título, el Tribunal
Constitucional garantiza la primacía de la Constitución y enjuicia la conformidad o
disconformidad con ella de las Leyes, disposiciones o actos impugnados”.
35
PAMIO, Verónica, La Justicia Constitucional en España”, en GROPPI, Tania y CELO-
TO, Alfonso (coordinadores), La justicia constitucional en Europa, México, FUNDAP,
2004, p. 151.
Everardo Rodríguez Durón
36
Véase sobre este aspecto el Preámbulo de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
37
PAMIO, Verónica, op. cit., nota 34, p. 153.
38
FIX ZAMUDIO, Héctor, “El derecho de amparo en México y en España: su influencia
recíproca”, en Revista de Estudios Políticos, no. 7, 1979, p. 227.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
39
PAMIO, Verónica, op. cit., nota 34, p. 158.
40
Ibidem, p. 161.
Everardo Rodríguez Durón
d. En ambos casos, los efectos de las sentencias son a posteriori, esto es, que su
efectividad opera hacia el futuro y no hacia el pasado, o sea, no tienen efectos
retroactivos –salvo en materia penal–
f. Las partes legitimadas para promover estos dos medios de control consti-
tucional se encuentran reservadas a órganos públicos específicos, por lo que el
gobernado o particular no tiene acceso a ellos. Como puede advertirse, existe
gran similitud de los referidos medios de control constitucional.
b. Las partes legitimadas para promoverlos, son especialmente las minorías par-
lamentarias, así como el Defensor del Pueblo (España) o el Procurador General 439
de la República (México).
Ahora bien, estas similitudes no son las únicas cuestiones en las que debe
centrarse el juicio de comparación, sino que ahora pasaré a ocuparme de
las principales diferencias que el observador puede advertir entre el sistema
constitucional mexicano y el español en lo que toca al tema del control de
constitucionalidad.
Por otro lado, las diferencias también se proyectan sobre el régimen proce-
sal de cada una de las garantías constitucionales existentes en cada sistema.
Como a continuación paso a describir.
En primer lugar, entre los conflictos constitucionales españoles y la con-
troversia constitucional mexicana existe la discrepancia que se hace patente
en cuanto a que en las controversias constitucionales no puede ser cuestio-
nada la constitucionalidad de una ley electoral, en tanto que en el sistema
español sí, por no existir prohibición expresa como en el caso de México.
En relación con las acciones de inconstitucionalidad que se corresponde
con el recurso de inconstitucionalidad español, resulta que de la confronta
entre ambos institutos se desprenden las siguientes diferencias. En cuanto
a las partes legitimadas, para promover el medio de control constitucional
en comento, es posible advertir que en México sólo procede en contra de
leyes y tratados, en tanto que en España procede contra cualquier norma
41
PAMIO, Verónica, op. cit., nota 34, p. 149.
Everardo Rodríguez Durón
Antes de cerrar este parágrafo hay que dar cuenta de una diferencia no-
table entre el sistema de control constitucional mexicano y el español: la
existencia de la cuestión de inconstitucionalidad, que no está establecida
en nuestro sistema.
La constitución de España contempla, además de los medios de control
constitucional ya comentados, a la cuestión de inconstitucionalidad, la cual
se plante ante el tribunal constitucional por un órgano judicial cuando
considere, en algún proceso a su cargo, que la ley aplicable del caso concre-
to pueda ser contraria a la constitución. De los preceptos legales reprodu-
cidos se desprende que un juez o tribunal considere, ya sea de oficio a ins-
tancia de parte, que una norma general formal y materialmente legislativa,
aplicable al caso concreto y de cuya validez dependa el sentido del fallo,
pueda ser contraria a la constitución, planteará la cuestión ante el tribunal
constitucional. Esta vía o cuestionamiento de inconstitucionalidad solo
puede ser planteada una vez concluido el proceso y dentro del plazo para
dictar sentencia; tal cuestionamiento implica que el juzgador que la rea-
lice especifique la norma que considera inconstitucional, el precepto que
infringe y exponer los argumentos jurídicos en que sustenta la cuestión, así
como la medida en que influye en el caso sujeto a su potestad. Como pue-
de advertirse, la cuestión de inconstitucionalidad tiene la naturaleza de un 443
control difuso de la constitución, que si bien no resuelve el propio juzgador
natural, sí es quien en primera instancia califica la constitucionalidad de la
ley aplicable al caso concreto sujeto a su jurisdicción.
Este medio de control constitucional no se encuentra contemplado en
la constitución de nuestro país, pues no obstante que en su artículo 133 es-
tablece que los jueces de cada Estado se arreglarán a la constitución, leyes
y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en
las constituciones o leyes de los estados, en principio la Suprema Corte de
Justicia de la Naci���������������������������������������������������������
ón interpretó tal disposición����������������������������
constitucional en el senti-
do de que sólo refiere al principio de supremacía constitucional y que no
estaba permitido el control difuso de la constitución, sino únicamente el
control concentrado en los órganos jurisdiccionales competentes del Poder
Judicial de la federación y a través de la vías o medios de control expresa-
mente previstos en la constitución; y si bien este criterio fue interrumpido
después de la resolución del expediente Varios 910/2012, para permitir a los
jueces locales ejercer un control de constitucionalidad/convencionalidad,
lo cierto es que orgánicamente sigue sin estar prevista una garantía cons-
Everardo Rodríguez Durón
titucional por medio de la cual los jueces puedan someter una cuestión de
constitucionalidad al conocimiento de la Corte.
entes de autoridad como los particulares afectados por una ley o un acto
que estiman inconstitucional, pueden plantear ante los estrados del tribu-
nal sus reclamaciones. Además, el régimen procesal propio de las garantías
constitucionales previstas en la normativa española, propicia la impugna-
ción de normas contemporáneas, pues los plazos para la interposición de
los recursos toman como elemento de partida para sus cómputos la fecha
de expedición de los preceptos cuestionados. De esta manera, el examen
del tribunal constitucional se centra sobre leyes recientemente adoptadas
por el parlamento, de suerte que la voluntad general del pueblo aquí y
ahora resulta comprometida y en ocasiones contrariada por el juicio del
tribunal constitucional. Desde esta óptica, el problema contramayoritario,
también resulta especialmente intenso en el caso español.
Pasaré ahora, a estudiar el caso mexicano en relación con estos mismos
aspectos. Si bien el constitucionalismo mexicano ha afirmado la primacía
del poder judicial federal en materia de control de constitucionalidad, so-
bre todo después de 1847, lo cierto es que no es posible encontrar criterios
definitivos que permitan identificar al sistema mexicano dentro de algu-
na de las categorías teóricas de control judicial analizadas. Si bien a tra-
vés de las controversias y acciones de inconstitucionalidad se plantea una
impugnación concentrada y con efectos anulatorios generales lo cierto es
que estas garantías coexisten con el juicio de amparo que se propone ante
jueces federales diversos a la Suprema Corte, y en donde la sentencia sólo 445
puede ser estimatoria de inconstitucionalidad en beneficio del quejoso. A
partir de lo expuesto se advierte que no es posible plantear una respuesta
concluyente a la cuestión de cuál es el grado de intensidad de la objeción
mayoritaria al control judicial acogido en el derecho nacional. Por ejemplo,
aunque en los años que corren desde 1857 hasta antes de la resolución del
expediente varios 912/2010 –relativo al cumplimiento de la sentencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Radilla Pache-
co42–, existió un acercamiento al modelo austriaco, dado que los poderes
judiciales locales no participaban en la labor de defensa constitucional al
no estar permitido el control difuso; con posterioridad a este precedente
se ha descrito una tendencia en sentido contrario, al transitar a un sistema
que abiertamente recepta las facultades de control constitucional en poder
42
Para una referencia más profunda, véase COSSÍO DÍAZ, José Ramón, MEJÍA GAR-
ZA, Raúl y ROJAS ZAMUDIO, Laura Patricia, El caso Radilla. Estudio y documentos,
México, Porrúa, 2013, pp. 1-33.
Everardo Rodríguez Durón
43
CARRANCO ZÚÑIGA, Joel, Poder judicial, 2ª edición, México, Porrúa, 2005, p. 319.
44
. COSSÍO DÍAZ, José Ramón, op. cit., nota 15, p. 212.
UNA PERSPECTIVA DE LA OBJECIÓN CONTRAMAYORITARIA EN EL
DERECHO ESPAÑOL Y MEXICANO
CONCLUSIONES
45
. Ibídem, p. 213.
Everardo Rodríguez Durón
FUENTES EMPLEADAS
450
PRISIÓN PREVENTIVA. LA INCONVENCIONALIDAD
DEL SEGUNDO PÁRRAFO, DEL ARTÍCULO 19
CONSTITUCIONAL
Abstract: With the intention to harmonize the local legislation with the
international instruments, the human rights which allow to attend the
engagement to respect the rules of American Convention on Human Rights, also
known as the Pact of San José, is an international human rights instrument.
It was adopted in the Mexican legal system specifically in the human rights in
the Criminal matter. It has reformed the Constitution of the United Mexican
States recently, implementing the necessary legislative measures to ensure
implementation of the rights and freedoms mentioned.
Introducción
2
Reforma publicada en el DOF el 18 de junio de 2008, reformó los artículos 16, 17, 18, 19,
20, 21 y 22, las fracciones XXI y XXIII del artículo 73; la fracción VII del artículo 115 y la
fracción XIII del apartado B del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
LA PRISIÓN PREVENTIVA, INCONVENCIONALIDAD DEL SEGUNDO
PÁRRAFO, DEL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL
3
En adelante CoIDH.
4
Corte IDH. Caso Palamara Iribarne vs. Chile, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 138.
5
En adelante SIDH.
6
En adelante CADH.
Karen Marisol Rodríguez Onofre
7
En adelante SCJN.
LA PRISIÓN PREVENTIVA, INCONVENCIONALIDAD DEL SEGUNDO
PÁRRAFO, DEL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL
cesado porque aún no ha habido sentencia, la que bien puede ser condenatoria
como absolutoria”.8
Esta es una institución jurídica de orden procesal que contempla la po-
sibilidad de privar de la libertad a una persona imputada en un proceso
penal, mientras se tramita el mismo. Se trata de una medida cautelar de
índole personal, ya que incide sobre la persona al restringirle su libertad fí-
sica, tendente a garantizar la factibilidad de cumplir con las consecuencias
jurídicas que conllevan la comisión de hechos delictuosos, no obstante el
lapso de tramitación del proceso.
El Estado, en ejercicio del “ius puniendi”, solamente puede imponer
consecuencias a quienes ejecuten hechos contrarios a las normas que
rigen en sociedad, en el marco de un proceso penal previo. Esta ins-
trumentalidad del proceso criminal en una concepción actual, per-
mite entender al proceso penal como un medio de legitimación de-
mocrática en que se respetan las garantías procesales y los derechos
y libertades de los ciudadanos. Debiendo, en este contexto, ajustarse
a cumplir con las exigencias derivadas del respeto a la dignidad del
hombre como base de un juicio público y transparente; entonces, si
no se cumplen esas exigencias, no se está ante un proceso penal pro-
pio de un Estado democrático.
455
Bases constitucionales
recho a ser puesto en libertad en los juicios de orden criminal ante el otor-
gamiento de fianza; además de lo anterior, la prisión preventiva no podía
exceder del tiempo que la ley fijara como pena máxima para el delito por el
cual se estuviera siguiendo el proceso.
Hasta nuestros días, el tratamiento para la aplicación de la prisión pre-
ventiva ha sido modificado en diversas ocasiones; destacan, la reforma de
1993, en la que se atendió a la duración de la pena para determinar si pro-
cedía o no la libertad bajo caución; la reforma de 2008, respecto al lapso
máximo de duración, implicando un cambio al esquema de la prisión pre-
ventiva, al listar además, las causas por las cuales podrá aplicarse; causas
que no fueron modificadas o adicionadas por la reforma constitucional de
2011 ni las posteriores a ésta.
Ahora bien, de acuerdo con la interpretación de los tribunales de la fe-
deración, respecto de lo que procesalmente conforma la prisión preventiva,
se ha sostenido que es un acto de molestia contenido en el artículo 19 cons-
titucional y no de aquellos establecidos en el artículo 14, porque, constituye
un acto privativo de la propia libertad, afirmándose además que su uso rei-
terado debe ser entendido como una reacción a la criminalidad desmedida.
Así, al implicar la reforma del sistema penal un cambio de paradigma,
si bien diversas instituciones jurídicas han subsistido, es necesario que los
operadores jurídicos den un tratamiento diferente. Bajo este panorama,
456 toda vez que el principio de presunción de inocencia se ha erigido como
garantía fundamental del proceso, se considera que determinadas insti-
tuciones o figuras se han constituido en contraposición al respeto de las
libertades de todo ciudadano; este es el caso de la prisión preventiva, que, al
dirigirse a asegurar la eficacia de la pretensión del acusador en caso de ser
acogida, restringiendo temporalmente la libertad del procesado, atiende
únicamente a la finalidad de garantizar el interés del Estado en la persecu-
ción y represión de conductas contrarias al orden social, más no garantiza
I.- Inmediatamente que lo solicite será puesto en libertad, bajo fianza de hasta diez mil
pesos, según sus circunstancias personales y la gravedad del delito que se le impute,
siempre que dicho delito no merezca ser castigado con una pena mayor de cinco años
de prisión y sin más requisitos que poner la suma de dinero respectiva a disposición de
la autoridad, u otorgar caución hipotecaria o personal bastante para asegurarla.
X.- En ningún caso podrá prolongarse la prisión o detención, por falta de pago de hono-
rarios de defensores o por cualquiera otra prestación de dinero, por causa de responsa-
bilidad civil o algún otro motivo análogo.
Tampoco podrá prolongarse la prisión preventiva por más tiempo del que como máxi-
mo fije la ley al delito que motivare el proceso.
En toda pena de prisión que imponga una sentencia, se computará el tiempo de la deten-
ción.
LA PRISIÓN PREVENTIVA, INCONVENCIONALIDAD DEL SEGUNDO
PÁRRAFO, DEL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL
12
En el Diagnóstico sobre el Estado de los Derechos Humanos en México, elaborado
por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas en 2003, se estableció como primera
recomendación: […] Reformar la constitución para incorporar el concepto de Derechos
Humanos como eje fundamental de la misma, y reconocer a los tratados de Derechos
Humanos una jerarquía superior a los órdenes normativos federal y locales, con el se-
ñalamiento expreso de que todos los poderes públicos se someterán a dicho orden in-
459
ternacional cuando éste confiera mayor protección a las personas que la Constitución
o los ordenamientos derivados de ella. Además, establecer un programa para el retiro
de las reservas y declaraciones interpretativas y ratificar los Tratados Internacionales
pendientes en materia de Derechos Humanos […]
13
En el referido informe, se hicieron, entre las siguientes recomendaciones: […] 2. Con-
siderar la posibilidad de retirar paulatinamente sus reservas a los instrumentos inter-
nacionales de Derechos Humanos (Brasil); 3. Proseguir las reformas emprendidas para
que todos sus ciudadanos disfruten plenamente de los Derechos Humanos y las liber-
tades fundamentales, en particular la armonización de la legislación interna con sus
compromisos internacionales (Marruecos); 4. Completar sus esfuerzos instituciona-
les para que las normas internacionales de Derechos Humanos, adoptadas por México
tengan rango constitucional y se apliquen como ley suprema en los procesos judiciales
(España); 5. Incorporar efectivamente a la legislación nacional las disposiciones de los
instrumentos internacionales de Derechos Humanos (Azerbaiyán); 6. Armonizar la
legislación federal y estatal con los instrumentos internacionales de Derechos Huma-
nos (Bolivia, España, Guatemala, Turquía, Uruguay), a fin de garantizar la aplicación
efectiva de esos instrumentos (Turquía), y la igualdad de protección y garantías (Es-
paña), a nivel federal y estatal (España, Turquía); 7. Velar por la aplicación concreta de
las normas internacionales de Derechos Humanos a todos los niveles (Canadá, Suiza),
mediante la adopción de políticas, leyes y otras medidas a nivel federal y estatal y la
celebración de consultas periódicas con los principales interesados, en particular los
Estados, las organizaciones de la sociedad civil y otros interesados (Canadá); […]. Con-
sultable en http://www.sre.gob.mx/derechoshumanos/images/docs/Diagnóstico.pdf
Karen Marisol Rodríguez Onofre
14
Expediente Varios 912/2010 “Caso Rosendo Radilla Pacheco”, p. 32, punto 29. Consul-
table en http://www2.scjn.gob.mx/AsuntosRelevantes/pagina/SeguimientoAsuntosRele-
vantesPub.aspx?ID=121589&SeguimientoID=225
15
En materia de derechos humanos.
LA PRISIÓN PREVENTIVA, INCONVENCIONALIDAD DEL SEGUNDO
PÁRRAFO, DEL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL
16
En el artículo de César Astudillo titulado “El bloque y el parámetro de constituciona-
lidad” señala que: “El bloque de constitucionalidad representa la unidad inescindible y
permanente de derecho fundamentales de fuente constitucional e internacional recono-
cidos por el ordenamiento mexicano, caracterizados por estar elevados al máximo ran-
go normativo y, como consecuencia, compartir el mismo valor constitucional, sin que
ninguno de ellos tenga una preeminencia formal sobre los otros”. En Migue Carbonell
(coord.) “Estado constitucional, derechos humanos, justicia y vida universitaria. Estu-
dios en homenaje a Jorge Carpizo”. Estado Constitucionalidad, Tomo IV, Volumen I,
México, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 2015, p. 124.
Karen Marisol Rodríguez Onofre
17
El Estado Mexicano ratificó la Convención Americana de Derechos Humanos en 24 de
marzo de 1981, habiéndose publicado en el DOF el 7 de mayo de ese año.
18
El Estado Mexicano aceptó la competencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos el 16 de diciembre de 1998, publicándose en el DOF el 24 de febrero de 1999.
19
En adelante SIDH.
20
Artículo 2º de la CADH. “Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el
artículo 1º no estuviere garantizado por las disposiciones legislativas o de otro carácter,
los Estados partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos cons-
titucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro
carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades.”
21
Al ser el único órgano jurisdiccional que interpreta la Convención Americana sobre de-
rechos humanos, sus determinaciones son vinculantes para los Estados parte, y como
criterios orientadores para aquellos que teniendo ratificada la misma, no hayan inter-
venido en el asunto en particular.
LA PRISIÓN PREVENTIVA, INCONVENCIONALIDAD DEL SEGUNDO
PÁRRAFO, DEL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL
22
ALEXY Robert, en el artículo titulado “Derechos fundamentales y Estado Constitu-
cional Democrático”. En Miguel Carbonell (coord.) “Neoconstitucionalismo (s)”, 4a.ed.,
México, Editorial Trotta, 2009, p. 35.
Karen Marisol Rodríguez Onofre
23
Tomado de Carbonell Miguel y otros, “Estado Constitucional…” Op.Cit. pp. 122- 123.
24
Jurisprudencia 2006224, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima épo-
ca, Libro 5, t. I, abril de 2014, p. 202
LA PRISIÓN PREVENTIVA, INCONVENCIONALIDAD DEL SEGUNDO
PÁRRAFO, DEL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL
25
El SIDH no remplaza al sistema nacional de protección a derechos humanos, sino que
solamente intervendrá cuando un Estado haya fallado en el cumplimiento de sus obli-
gaciones derivadas de la CADH.
26
Artículo 27, Convención de Viena. El derecho interno y la observancia de los tratados.-
Una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación
del incumplimiento de un tratado. Esta norma se entenderá sin perjuicio de lo dispues-
to en el artículo 46.
27
Artículo 26, Convención de Viena. ‘Pacta sunt servanda’.- Todo tratado en vigor obliga
a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe.
Karen Marisol Rodríguez Onofre
28
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Palamara Iribarne vs Chile, Sen-
tencia de 22 de noviembre de 2005 párr. 198 “En ocasiones excepcionales, el Estado pue-
de ordenar la prisión preventiva cuando se cumpla con los requisitos necesarios para
restringir el derecho a la libertad personal, existan indicios suficientes que permitan su-
poner razonablemente la culpabilidad de la persona sometida a un proceso y que sea
estrictamente necesaria para asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo eficiente
de las investigaciones ni eludirá la acción de la justicia”. Caso Acosta Calderón vs Ecua-
dor, Sentencia de 24 de junio de 2005, párr. 111 “Esta Corte ha señalado que el principio
de presunción de inocencia constituye un fundamento de las garantías judiciales. De lo
dispuesto en el artículo 8.2 de la Convención deriva la obligación estatal de no restringir
la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente necesarios para asegurar
que aquél no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción
de la justicia. En este sentido, la prisión preventiva es una medida cautelar, no punitiva.
Este concepto figura en múltiples instrumentos del derecho internacional de los derechos
humanos…”.
29
Al aceptar que no existen derechos absolutos y que cada uno de ellos puede ser limita-
do, el principio de proporcionalidad constituye una técnica de interpretación que tiene
por objeto tutelar los derechos de la mejor manera, expandiendo tanto como sea posible
su ámbito de protección y haciendo que los derechos sean compatibles entre sí, en la
medida de lo posible.
Karen Marisol Rodríguez Onofre
Conclusiones
Fuentes
Bibliográficas
Legislación
Digitales
http://www.sre.gob.mx/derechoshumanos/images/docs/Diagnostico.pdf
documento A/HRC/11/27 de 29 de mayo de 2009, www.daccess-ds.un.org/
TMP/6458733.html
www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/serie_135_esp.pdf
www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/serie_129_esp.pdf 475
http://www.scjn.gob.mx
http://www2.scjn.gob.mx/AsuntosRelevantes/pagina/SeguimientoAsuntosRe-
levantesPub.aspx?ID=121589&SeguimientoID=225
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO
DERECHO HUMANO Y LA RESPONSABILIDAD DEL
ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 10
DEL PACTO DE SAN JOSÉ
Judicial error compensation as a human right and the mexican state responsibility.
Analysis of the article 10 of the pact of San José
“…consiste en creer que basta con buenas razones para un buen derecho
y que éste sea reconocido jurídicamente en la ley o en la Constitución,
para que, por ese mero hecho, quede garantizado, es decir, protegido. La
protección de un derecho, su garantía, es una cuestión gradual, nunca se
garantiza todo o nada, sino que hay grados de garantía y, por tanto, nunca
hay un sistema de garantías, ni garantías perfectas”.1
1*
Profesor del Departamento de Derecho de la División de Derecho, Política y Gobierno
del Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato y Magistrado Presidente del
Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Guanajuato.
**
Profesor del Departamento de Derecho de la División de Derecho, Política y Gobierno
del Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato y estudiante del doctorado en
Estudios Jurídicos, Políticos y de Gobierno de la misma División.
Cfr. Cruz Parcero, Juan Antonio, El lenguaje de los Derechos. Ensayo para una teoría
estructural de los Derechos, México, Trotta, 2012, p. 33.
Arturo Lara Martínez
Jesús Arellano Gómez
NOTA INTRODUCTORIA
2
Cfr. Castro Estrada, Álvaro, Responsabilidad Patrimonial del Estado, 3ª ed, México, Po-
rrúa, 2006, p.4.
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO DERECHO HUMANO Y
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO
10 DEL PACTO DE SAN JOSÉ
1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los de-
rechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio
a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cual- 479
quier otra condición social.
(…)
a) Permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona, suprimir el goce y
ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la Convención o limitarlos
en mayor medida que la prevista en ella;
b) Limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar
reconocido de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de
acuerdo con otra convención en que sea parte uno de dichos Estados;
c) Excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que
se derivan de la forma democrática representativa de gobierno, y
3
Rojas Caballero, Ariel Alberto, Los Derechos Humanos en México, Porrúa, México,
2013, p. XIII.
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO DERECHO HUMANO Y
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO
10 DEL PACTO DE SAN JOSÉ
Artículo 1. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los
Derechos Humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados inter-
nacionales sobre Derechos Humanos de los que el Estado Mexicano sea parte,
así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse
ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.
Por otro lado, se asumía que dicho término –garantías individuales- ha-
cía referencia o era sinónimo de Derechos Humanos o en su caso, de De-
rechos Fundamentales.6
En este orden de ideas y en atención a lo señalado en párrafos anteriores,
el rompimiento de paradigmas constitucionales o de la teoría mexicana
constitucional tradicional, en nuestra opinión consiste en:
4
Cfr. Olivos Campos, José René, Los Derechos Humanos y sus Garantías, Porrúa, Méxi-
co, 2011, p. 28.
5
Cfr. Ibidem. p. 29.
6
Es el conjunto de Derechos Humanos que un determinado Estado considera como de
suma importancia, por lo que los incorpora de forma expresa a su texto fundamental
y declara que son los que protege, excluyendo implícitamente a los demás Derechos
Humanos que no establece expresamente.
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO DERECHO HUMANO Y
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO
10 DEL PACTO DE SAN JOSÉ
“No se niega que se puede causar daños por actos legislativos, o incluso judi-
ciales; esta es la razón que, en algunas legislaciones extranjeras, se contemple la
responsabilidad del Estado por error judicial; sin embargo, la naturaleza y ca-
racteres de los actos legislativos y judiciales nos lleva a excluirlos, cuando menos
por ahora, de la responsabilidad patrimonial”.8
7
Moguel Caballero, Manuel, La Responsabilidad Patrimonial del Estado, Editorial Po-
rrúa, México, 2006, p. 184.
8
Cfr. López Olvera, Miguel Alejandro, Damnsky, Isaac Augusto, et al. (coord.), La res-
ponsabilidad patrimonial del Estado por error judicial, Tercera Parte, La responsabili-
dad del Estado en México, Estudios sobre la responsabilidad del Estado en Argentina,
Colombia y México. UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2016, p. 576... [en
línea]. [Fecha de consulta: 14 de noviembre de 2016]. Disponible en: https://biblio.juri-
Arturo Lara Martínez
Jesús Arellano Gómez
judicial, pero no se negó que la misma pudiera existir; lo que desde nuestro
punto de vista vino a suceder con la reforma constitucional, en la que se
incorporaron todos los Derechos Humanos contenidos en tratados inter-
nacionales, como es el caso del artículo 10 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, adoptada en la Ciudad de San José de Costa
Rica. Por lo que no cabe argumento jurídico alguno para justificar que
este Derecho Humano, no deba de ser atendido por el Estado Mexicano;
ya que, a partir de la reforma al artículo primero de nuestra Constitución,
llegó el momento que el Constituyente Permanente del 2002, no había
considerado idóneo.
Lamentablemente, en nuestro país no se ha regulado esta figura e inclu-
so hemos incurrido en una omisión, ya que como apunta el doctor Miguel
Alejandro López Olvera:
Vale la pena resaltar que existe una gran tendencia o corriente que afirma
que este Derecho a Humano a la indemnización por error judicial, está
dicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/2499-estudios-sobre-la-responsabilidad-del-estado-
en-argentina-colombia-y-mexico
9
Ibidem, p. 604.
10
Ibidem, p. 605.
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO DERECHO HUMANO Y
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO
10 DEL PACTO DE SAN JOSÉ
11
Tesis: IV.2o.A.30 K (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro XXIV, septiembre de 2013, p. 2628. PERSONAS JURÍDICAS. SON TI-
TULARES DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LAS GARANTÍAS ESTABLECI-
DAS PARA SU PROTECCIÓN, EN AQUELLOS SUPUESTOS EN QUE ELLO SEA
APLICABLE, CON ARREGLO A SU NATURALEZA. El artículo 1o. constitucional
dispone que en los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los de-
rechos humanos reconocidos en ese ordenamiento y en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección.
Así, la expresión “todas las personas”, comprende no sólo a las físicas, consideradas en
su calidad de seres humanos, sino también a las jurídicas, aunque únicamente en los
casos en que ello sea aplicable, como se señaló en las consideraciones del dictamen de
las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos, con opi-
nión de la Comisión de Reforma del Estado, de la Cámara de Senadores, de 8 de marzo
de 2011. Interpretación que es uniforme con lo definido en el derecho constitucional
comparado, al que resulta válido acudir por su calidad de doctrina universal de los
derechos humanos, como se advierte de la Ley Fundamental para la República Federal
Alemana, que en su artículo 19, numeral 3, dispone que los derechos fundamentales
rigen también para las personas jurídicas de ese país, en tanto, por su propia naturaleza,
les sean aplicables, o de la Constitución de la República Portuguesa, que en su artículo
12 señala que las personas jurídicas gozan de los derechos y están sujetas a los deberes
compatibles con su naturaleza; incluso, es relevante destacar la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el caso “Cantos vs. Argentina”, emitida en su
486
calidad de intérprete supremo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
que constituye un criterio orientador para la jurisdicción nacional, según lo estableció
la Suprema Corte de Justicia de la Nación; en la mencionada resolución se sostuvo que
toda norma jurídica se refiere siempre a una conducta humana y cuando atribuye un
derecho a una sociedad, ésta supone una asociación voluntaria, de modo que el derecho
ofrece al individuo una amplia gama de alternativas para regular su conducta y limitar
su responsabilidad, lo cual sentó la premisa de que los derechos y atribuciones de las
personas morales se resuelven en los derechos y obligaciones de las personas físicas que
las constituyen o actúan en su nombre o representación, de suerte que si bien es cierto
que no ha sido reconocida expresamente la figura de personas jurídicas por la propia
Convención Americana, como sí lo hace el Protocolo Número 1 a la Convención Euro-
pea para la Protección de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, también lo
es que ello no restringe la posibilidad de que, bajo determinados supuestos, el individuo
pueda acudir al sistema interamericano de protección de los derechos humanos para
hacer valer sus derechos fundamentales, aun cuando éstos estén cubiertos por una fi-
gura o ficción jurídica creada por el propio sistema del derecho. Por tanto, las personas
jurídicas son titulares de los derechos humanos y de las garantías establecidas para su
protección, en aquellos supuestos en que ello sea aplicable, con arreglo a su naturaleza,
al constituir figuras y ficciones jurídicas creadas por el propio sistema jurídico, cuyos
derechos y obligaciones se resuelven en los de las personas físicas. SEGUNDO TRIBU-
NAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO.
Amparo directo 315/2012. Grupo Industrial Ramírez, S.A. de C.V. 6 de junio de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: José Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Miguel Án-
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO DERECHO HUMANO Y
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO
10 DEL PACTO DE SAN JOSÉ
gel Luna Gracia. Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de
tesis 360/2013, resuelta por el Pleno el 21 de abril de 2014.
12
López Olvera, Miguel Alejandro, Damnsky, Isaac Augusto, et al. (coord.), La Responsa-
bilidad Patrimonial del Estado en México. Fundamento Constitucional y Legislativo, La
responsabilidad del Estado en México… , cit., p. 545
Arturo Lara Martínez
Jesús Arellano Gómez
los bienes o derechos del individuo que este no tenía la obligación jurídica de
soportar”.13
13
Ibid. p. 538.
14
De Pina Vara, Rafael, Diccionario de Derecho, 34a ed, México, Porrúa, 2006, p. 179.
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO DERECHO HUMANO Y
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO
10 DEL PACTO DE SAN JOSÉ
15
Ovalle Favela, José, Teoría General del Proceso, 5 ed, Oxford, México, 2001, p. 6.
Arturo Lara Martínez
Jesús Arellano Gómez
16
Error. (Del lat. error, -ōris). 1. m. Concepto equivocado o juicio falso. 2. m. Acción
desacertada o equivocada. 3. m. Cosa hecha erradamente. 4. m. Der. Vicio del consen-
timiento causado por equivocación de buena fe, que anula el acto jurídico si afecta a
lo esencial de él o de su objeto. [en línea], fecha de consulta [16 de diciembre de 2014],
disponible en: lema.rae.es/drae/?val=error
17
Op.cit., p. 271.
18
González Rodríguez, José de Jesús, “Error judicial y responsabilidad patrimonial del
Estado”, Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, 2009, p. 2 [en línea]. [Fecha
de consulta: 10 de octubre de 2016]. Disponible en: file:///C:/Users/arell/Downloads/
Error_juridico_docto79.pdf
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO DERECHO HUMANO Y
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO
10 DEL PACTO DE SAN JOSÉ
19
Idem.
20
Romero Michel, Jessica Cristina, “Los supuestos de la responsabilidad patrimonial del
Estado en el funcionamiento de la administración de justicia reconocidos como dere-
chos humanos en el ámbito internacional”, Ciencia Jurídica, Vol. 2, núm. 1 (2013), p. 119
[en línea], fecha de consulta 15 de noviembre de 2014, http://www.cienciajuridica.ugto.
mx/index.php/CJ/article/view/54
Arturo Lara Martínez
Jesús Arellano Gómez
21
Op. cit., pp. 119 y 120.
LA INDEMNIZACIÓN POR ERROR JUDICIAL COMO DERECHO HUMANO Y
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO MEXICANO. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO
10 DEL PACTO DE SAN JOSÉ
cuando atenta contra los principios esenciales del Estado de derecho, como
la cosa juzgada -como cuando se obliga al demandado a dar cumplimiento a
una sentencia, cuando lo cierto es que el Juez, en las consideraciones del fallo,
lo absolvió en forma absoluta-. Ahora, los órganos de control constitucional,
al conocer de los juicios de amparo sometidos a su potestad, se encuentran
facultados para corregir el error judicial cuando éste presente las características
apuntadas en líneas anteriores. Lo anterior, porque toda resolución fundada en
el “error judicial” puede calificarse como arbitraria y, por esa sola razón, violato-
ria del derecho a la tutela judicial efectiva. Bajo esa óptica, no podría estimarse
que el error judicial constituya “cosa juzgada” o que el derecho de los justiciables
para combatirlo precluya porque ello se traduciría en que la decisión arbitraria
sería incontrovertible por el simple transcurso del tiempo, cuando lo cierto es
que la misma nunca debió existir”.22
A MANERA DE CONCLUSIÓN
22
Tesis I.3º.C.24 K (10), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Déci≠ma Época,
t. 3, marzo de 2013, p. 2001.
Arturo Lara Martínez
Jesús Arellano Gómez
FUENTES DE CONSULTA
Otras
496
Temas actuales de Derecho Constitucional
se terminó de imprimir en diciembre de 2016
Impresa en Linotipográfica Dávalos Hermanos, S.A. de C.V., Paseo del Moral no. 117,
colonia Jardínes del Moral, C.P. 37160, León, Gto., México
Tiraje: 500 ejemplares