Zwinglio, Ulrico
Zwinglio, Ulrico
Zwinglio, Ulrico
Fechas:
(1484-1531)
Obras Disponibles:
Estudió en Basilea, Berna y Viena (1498-1500). Párroco de Glarus en 1506, donde permanece hasta
1516. Allí estudia el Nuevo Testamento y los Padres de la Iglesia. Tomó parte con sus feligreses en
las campañas de Italia en favor del dominio temporal del Papa (1513-15), pero a su vuelta se opuso
a nuevos reclutamientos y se vio obligado a abandonar la parroquia y ocupar la capellanía del
monasterio-santuario de Einsiedeln, lugar de peregrinación en aquellos tiempos.
En 1516 inicia su relación con el humanista holandés Erasmo, al mismo tiempo que experimentaba
el fárrago de las excesivas prácticas religiosas del romanismo.
A partir de 1510, ya establecido en Zurich, inició sus críticas a la doctrina de las indulgencia, pero
hasta 1522 no se declaró públicamente seguidor de Lutero (v.), en quien veía al principio sólo un
reformador en la línea de Erasmo. Consiguió que el consejo de la ciudad de Zurich apoyara la causa
reformada y se implantaron diversas reformas en a vida religiosa de la ciudad.
Su libro Comentario acerca de la verdadera y falsa religión, revela por igual la influencia de la
Reforma y de la doctrina de Carlostadio (1477-1541), que explicaba los sacramentos sin la doctrina
de la presencia real de Cristo en la eucaristía.
Aceptó la primacía de la Biblia y rechazó la autoridad papal. Tuvo, pues, que enfrentarse con
católicos, luteranos y anabaptistas, ya que tenía algo de estos grupos, pero no siguió su línea de un
modo absoluto, lo que no le impidió seguir propagando sus doctrinas y promoviendo alianzas para
agrupar los cantones y los príncipes alemanes luteranos en la lucha que se avecinaba contra los
católicos-romanos.
En la batalla de Cappel murió mientras servía de capellán y su reforma quedó limitada a los cantones
que ya la habían aceptado, dirigidos ahora por Martín Bucer (1491-1551) y con Enrique Bullinger (v.),
como su continuador teológico.
Su trabajo como reformador ha sido sintetizado en los siguientes puntos: a) Justificación por la fe. b)
Simplificación del sistema litúrgico y sacramental. c) Una iglesia de corte popular y democrático, no
jerárquica. d) Estudio y traducción de las Escrituras.