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ARADIA1

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¿QUIEN FUE ARADIA?

Hoy hablaremos sobre "Aradia o el Evangelio de las Brujas" , el famoso texto publicado por el
antropólogo estadounidense Charles Godfrey Leland en 1899, recibido por una bruja italiana
(Maddalena o Margherita Talenti, Taleni, Zaleni o Taluti; el nombre se deriva de las correspondencias
que ella se entretuvo con este último y desafortunadamente la escritura en cursiva nos deja inseguros
sobre su nombre real, pero confirma que ella era una persona real) y representativa de las tradiciones de
la Toscana y parte de Romagna.
ARADIA.
( La hermana de Lucifer y la primera bruja. )
En 1899, el folklorista Charles Leland publicó un libro prohibido que posteriormente sería admitido
como parte del canon Wicca, titulado: Aradia o el Evangelio de las brujas (Aradia, or the Gospel of the
Witches), el cual relata la historia de Aradia, reina de las brujas y hermana de Lucifer.
Leland sostuvo que aquel extraño libro era, en realidad, parte de una obra más amplia y tenebrosa
perteneciente a un grupo de brujas de la Toscana, quienes veneraban a Diana, Aradia y Lucifer. De
hecho, el autor aseguró que el texto le fue entregado en persona por una misteriosa mujer toscana,
llamada Magdalena, quien además le reveló ciertos aspectos de aquel antiguo culto.
De acuerdo a esta leyenda, Aradia, la diosa de la luna, y Lucifer, el dios de la luz, son hermanos.
Ambos nacieron del vientre de Diana, y fueron criados con idéntica dedicación, aunque rápidamente
evidenciaron ciertas diferencias de temperamento.
Al parecer, Lucifer era un muchacho muy orgulloso del esplendor de su espíritu.
Según esta tradición, no fue expulsado del cielo durante las Guerras Celestiales con los ángeles, sino que
descendió por voluntad propia a la Tierra debido a que su orgullo le impedía servir al Creador.
Por otro lado, Diana instruyó a su hija, Aradia, mucho más diplomática que su hermano, a que ella
también descendiera a la Tierra para enseñarle a los hombres y las mujeres el arte de la magia.
Es por eso que se considera que Aradia fue la primera bruja de la historia.
Leland describe a Aradia como un ser primordial, mezcla de ángel y demonio, sin inclinaciones
concretas hacia el bien o hacia el mal, o mejor dicho, con una agenda propia, que muchas veces puede
contrastar poderosamente con la ética y la moral de los hombres.
No obstante, la mayoría coincide en inscribir su doctrina dentro de la magia blanca.
Mientras Aradia permaneció en la Tierra, su sabiduría se esparció principalmente sobre las mujeres,
quienes aprendieron de ella el arte de la magia en todas sus formas, especialmente aplicada a la medicina
natural.
No obstante, su estancia en nuestro mundo no fue prolongada.
Pronto retornó a las esferas inconcebibles en donde habita Diana, y desde allí, cuenta la leyenda, observa
a sus aprendices y guía los pasos de aquellas mujeres que se inician en el camino de la Wicca.
En Aradia o el evangelio de las brujas, Leland supone que las brujas de la Toscana son las únicas que
han conseguido preservar intacta la antigua sabiduría de Aradia, sin desviarse hacia un culto más oscuro
y siniestro, como el de Lucifer, más asociado a la magia negra.
Ahora bien, ya fuera de las conjeturas de Leland, hoy sabemos que Aradia es una deformación de
Herodias, no de aquella mujer del Antiguo Testamento, sino de la propia Lilith, la madre de los
vampiros; una asociación que ya había sido establecida por Jules Michelet en su obra: Satanismo y
brujería (La Sorcière).
Dentro de esta tradición, Aradia (Lilith) habría sido engendrada por Ardat.
A su vez, daría a luz a Alouqua, otra tenebrosa deidad relacionada a los vampiros, y a los Lilim, aquellas
criaturas nocturnas que tanto pavor infundían a los pueblos antiguos.
De hecho, el culto de Aradia se mantuvo firme, por lo menos, hasta el siglo VI d.C., donde fue
enérgicamente condenado por el Concilio de Ancyra.
Por alguna razón que ningún especialista ha logrado esclarecer del todo, Lucifer obtuvo una enorme
popularidad, quizá luego de ser instaurado como uno de los enemigos principales de la cristiandad.
En cambio, su hermana Aradia, fue prácticamente olvidada salvo por un puñado de brujas de la Toscana,
quienes mantuvieron vivo su culto hasta nuestros días.

Me buscáis porque tenéis problemas. Sabéis que necesitáis aprender más


cosas sobre vosotras mismas y sobre el mundo, y no hacéis más que dar
vueltas intentando adquirir conocimientos, visitando a gurús, acudiendo a
cientos de seminarios, buscando a personas santas. ¡Dejadlo ya! Estas
necesidades, esta búsqueda y esta interminable inseguridad no os conducen
a nada. Si no encontráis las respuestas en vuestro propio interior, jamás las
encontraréis en el exterior.

Yo soy Aradia, avatar de la luna. Me encarné como mujer y caminé entre


vosotras. Pude ver vuestra pobreza, vuestras vidas desesperadas, vuestra
necesidad de amor y de alimento. Compartí vuestra miseria durante mucho
tiempo cuando abandoné vuestro mundo, dejé instrucciones sobre lo que
debíais hacer cada vez que necesitaseis más consejos y poder.

Una vez al mes, cuando haya luna llena, acudid de nuevo ante mi presencia.
Refugiaos en algún lugar escondido en el que podáis estar a solas conmigo,
como un desierto, un bosque, un monte, un prado, la cima de una montaña,
la arena de la playa, los parques, los patios, los terrenos vados o el tejado de
vuestra casa.

Aquí invocaremos y adoraremos al poderoso espíritu de mi madre la luna,


Diana. Ella es la verdadera maestra de todo lo mágico. De ella procede la
inspiración que os hará seguir vuestro camino. Suya es la magia que os
despertará y que proporcionará poder a aquellos que ahora se sienten débiles
y oprimidos.

Fue la reina de la luna quien me envió, porque hay mucho dolor y esclavitud
entre vosotras. Diana desprecia la esclavitud y la considera la muerte del
alma. Ella me enseñó qué es la libertad y, a través de ella, yo os la enseñaré a
vosotras. Os enseñaré a vivir la vida de acuerdo a su regla de oro: «Haced
aquello que deseéis, pero sin perjudicar a nadie». Ésta es la única regla que
debéis aprender. Si sois capaces de vivir así, no necesitaréis cumplir más
órdenes.

Cuando me invoquéis para formar un círculo, no debéis llevar ningún tipo de


ropa encima; así no podréis ser identificadas con ninguna época ni con
ningún siglo en concreto. Ésa será la prueba de que realmente sois libres y de
que os habéis abierto a mi. Os llamarán brujas, porque sois las criaturas de la
luna que han vuelto conmigo. Sois las mágicas compañeras que han roto las
reglas patriarcales, aquellas que han sembrado las semillas del futuro.
Cualquiera que sea vuestro problema, explicádmelo y se solucionará.

Preparad un banquete con pasteles y vino. Bendecid cada bocado, bendecid


cada copa de vino y danzad en círculo libremente. Después, haced un festejo
en mi honor. Esta celebración despertará vuestra naturaleza, os liberará de
las cadenas, abrirá vuestra prisión. Dejad que la luna llena os inspire
mientras me paseo entre vosotras, curándoos o aliviando vuestras
enfermedades.

Sigo siendo vuestra maestra, la única avatar del sexo femenino. He sido
ignorada durante siglos, pero ahora mi poder se ha multiplicado a través de
todas las mujeres libres. La gran maestra vive en vosotras, en cada una de
vuestras exhalaciones, en cada uno de vuestros movimientos. Estoy
esperando para poder manifestarme a través de vuestras acciones. Éste es mi
mensaje: «Confiad en vosotras mismas». Confiad en que vuestro cuerpo
sabrá cuándo
decir sí y cuándo decir no. La época de la quema de brujas hace tiempo que
acabó, pero antes de que los sacerdotes pieraan todo su poder intentarán por
todos los medios destruiros de nuevo. Debéis manteneros firmes, firmes
respecto a vuestra nueva personalidad. No deleguéis el poder sobre vuestra
vida o sobre vuestro sagrado espíritu en otras personas.

Las puertas del cielo se abren ante aquellos que conocen el camino. No
debéis temer a la muerte, mi santa madre os espera. Ella cuida de los
muertos y de los vivos, se ocupa de las reencarnaciones e inspira a aquellos
que todavía no
han nacido para que encuentren a una madre buena y cariñosa. Acudid a
ella, sea cual sea el motivo que os preocupe, y rezad a la luna llena. Ella os
escuchará con toda atención. Bailad y que suene la música, porque así debe
ser vuestra vida. Dejad que la tristeza se evapore y que se produzcan los
milagros, ya que responderán a todas vuestras preguntas.

Yo soy Aradia, la primera maestra y avatar. Bienvenidas a la magia, brujas.


Bienvenidas seáis, hijas mías. Bienvenidas a la luz de la luna llena.

Extraído del libro La Gran Madre Luna de Zsuzsanna Budapest

Origen del nombre http://www.stregheria.com/articles.htm

La aparición de Herodías, una figura bíblica, en relación con una diosa de la brujería es un
desplazamiento intencional de figuras de deidades. Un simple examen de los datos revela que
la Iglesia y sus agentes lograron equiparar a la diosa pagana con Herodías en un intento de
introducir un elemento diabólico en la supervivencia de la veneración de la diosa.

La mayoría de los eruditos modernos afirman que el nombre Aradia proviene del Erodiade
italiano, que equivale a Herodías del Nuevo Testamento. También equiparan a Diana con
Herodías en los registros de juicio de Brujas. Sin embargo, el erudito Carlo Ginzburg arroja
algo de luz sobre este tema en su libro Ecstasies. En Éxtasis, Ginzburg señala que la vieja
hipótesis que equipara a Diana y Herodias se deriva de un malentendido / lectura errónea de la
referencia original a la diosa "Hera Diana", que se convierte en Herodiana, y luego
"normalizada" para leer Herodias (página 104). Entonces, lo que debería haberse traducido
como Heradiana, aparece como Herodiana, que curiosamente se parece a la palabra
Herodiana. Este último indica una asociación con el rey Herodes de la Biblia, y la historia de
Herodías, que fue instrumental en la decapitación de Juan el Bautista. Aquí comenzamos a ver
que tiene lugar una distorsión, que en la superficie parece ser simplemente un error al
equiparar nombres de palabras similares. ¿Pero fue un error honesto?

Ginzburg señala (página 90) que Burchard, obispo de Worms, agregó "Herodias" al nombre de
Diana cuando se refirió a un canon anterior sobre Diana y sus seguidores nocturnos). Por lo
tanto, "Herodias" como no presente en el concepto original. Ginzburg también menciona que el
Concilio de Truer en 1310 "puso a Herodiana junto a Diana" y aquí vemos otra distorsión
intencional del tema original. Ginzburg señala que en 1390 Fray Beltramino "insertó" una
referencia a Herodias que no apareció en los registros del juicio sobre una mujer llamada
"Sibillia". Ginzburg afirma que las mujeres en juicio "solo hablan de 'Madona Horiente'; su
identificación con Diana probablemente le había sido sugerida a Sibillia por el primer
inquisidor ...

Según Ginzbug, encontramos que Vicente de Beauvais agregó declaraciones al Canon Episcopi
original, y que el predicador dominicano Johannes Herolt agregó el nombre
Unholde. Ediciones posteriores de sus Serones agregaron a Fraw Berthe y Fraw Helt,
desplazando a Unholde. Esto parece ser evidencia de alteraciones deliberadas, lo que confunde
aún más las acusaciones que intentan equiparar a Diana con otras figuras.
 

Ginzburg menciona la existencia de una secta medieval de campesinos que adoran a Hera en el
Palatinato (que consta de unos 400 miembros). Creían que Hera vuela durante la noche
durante la época de Epifania, trayendo abundancia a sus seguidores (Storia Notturna. Una
decifrazione del sabba, Torino 1989. página 81). Ginzburg señala que Hera está vinculada a
Diana, lo que crea una conexión con Herodiana como una diosa nocturna. Señala además que
el nombre Herodiana finalmente se transforma en Erodiade. Esto está respaldado por una
referencia del siglo XII atribuida a Ugo da San Vittore, (un abad italiano) que escribe sobre
mujeres que creen que salen de noche montando a lomos de animales con "Erodiade", a quien
se une con Diana y Minerva ( Bonomo, Giuseppe. Caccia alle Streghe. Palermo: Palumbo,
1959). Algunos comentaristas creen que el nombre Aradia puede haber evolucionado del
nombre Erodiade.

Es interesante notar que la antigua costumbre entre los romanos era crear nombres
compuestos para varias deidades. Algunos ejemplos incluyen Artemis-Hekate (AESCH. Hiket.
667-7) y Juno-Lucina (Himno de Catulo a Diana). En el Himno a Diana, Catallus escribe:
"Diana, cuyo nombre es Juno-Lucina, que escucha las oraciones de las mujeres que
nacen". Como sabemos, Juno es el nombre romano de la diosa Hera. Aquí podemos ver
fácilmente una conexión entre Diana y Hera, una posible base para el nombre de Hera-
Diana. Esta raíz puede ayudar a explicar la confusión entre Hera-Diana y Herodias (señalando
la referencia de Ginzburg a Herodiana expresada como Herodias).

Sabemos por muchos registros históricos que la adoración o veneración de Diana continuó
hasta la era cristiana. Esto preocupaba a la Iglesia y la llevó a abordar el problema de
frente. Uno de los medios más populares fue a través de un texto conocido como Canon
Episcopi, que dice:

 “No se debe guardar silencio sobre ciertas mujeres que se convierten en seguidores de
Satanás (I Tim. 5,15), seducidas por la fantástica ilusión de los demonios, e insistir en que
cabalguen de noche sobre ciertas bestias junto con Diana, la diosa del paganos y una gran
multitud de mujeres; que cubren grandes distancias en el silencio de la noche más
profunda; que obedecen las órdenes de la diosa como si ella fuera su amante; que en noches
particulares están llamados a esperarla ". - Éxtasis, página 90

En el manual del Cazador de Brujas conocido como Malleus Maleficarum leemos:

En verdad, si a alguien le importa leer las palabras del Canon, hay cuatro puntos que deben
golpearlo particularmente. Y el primer punto es el siguiente: es absolutamente obligatorio
para todos los que tienen la cura de las almas, enseñar a sus rebaños que hay un Dios único y
verdadero, y que ningún otro en el Cielo o la tierra puede adorar por medio de nada. El
segundo punto es este, que aunque estas mujeres imaginan que están montando (como
piensan y dicen) con Diana o con Herodias, en realidad están montando con el demonio, que
se llama a sí mismo por un nombre tan pagano y arroja un glamour ante sus ojos. ojos Y el
tercer punto es este, que el acto de viajar al extranjero puede ser meramente ilusorio, ya que
el diablo tiene un poder extraordinario sobre las mentes de aquellos que se han entregado a
él, así que lo que hacen en pura imaginación, creen que lo han hecho realmente y realmente
en el cuerpo. Y el cuarto punto es el siguiente: las brujas han hecho un pacto para obedecer al
diablo en todas las cosas, por lo que las palabras del Canon deben extenderse para incluir y
comprender cada acto de brujería es absurdo, ya que las brujas hacen mucho más que estas
mujeres, y las brujas en realidad son de un tipo muy diferente ".
"En lo que respecta a los que tienen los otros dos errores, aquellos, es decir, que no niegan que
hay demonios y que los demonios poseen un poder natural, pero que difieren entre sí en
cuanto a los posibles efectos de la magia y las posibles operaciones de brujas: la única escuela
que sostiene que una bruja realmente puede provocar ciertos efectos, sin embargo, estos
efectos no son reales sino fantasiosos, la otra escuela permite que un daño real le ocurra a la
persona o personas heridas, pero que cuando una bruja imagina que este daño es El efecto de
sus artes la engaña mucho. Este error parece estar basado en dos pasajes de los Cánones
donde se condena a ciertas mujeres que imaginan falsamente que durante la noche viajan al
extranjero con Diana o Herodias. Esto puede leer en el Canon.

Lo que vemos aquí es un intento de descartar la realidad y la validez del culto a Diana
introduciendo la idea del engaño. La Iglesia desea que la gente considere a la diosa Diana como
una ilusión creada por el Diablo. A través de esto, la Iglesia esperaba equiparar el culto dianico
con el diabolismo. Con el transcurso del tiempo, la Iglesia tiene éxito en esta empresa, y
finalmente encontramos esta distorsión bien arraigada en el "Evangelio de las Brujas" de
Charles Godfrey Leland. Aquí encontramos el nombre de Herodias asociado a Diana y Aradia.

El nombre "Aradia" se puede dividir en dos elementos de dos palabras en latín: arabilis (en
italiano arabile) y dea (Ara-dea / Ara-dia). Arabilis / Arabile se refiere a tierra fértil
(específicamente tierra que se puede cultivar) y la palabra dea indica una diosa. Aquí el nombre
Aradia se puede traducir como la diosa de la tierra cultivable (tierra fértil). En esto la vemos
como la hija de Diana (la madre en los cielos y la hija de abajo, que es la tierra).

El nombre Aradia también se puede relacionar con la palabra latina ara, que indica un altar
(típicamente colocado en el hogar). Aquí ella sería una diosa asociada con el altar del hogar y la
familia (la hija). La etimología del nombre de Diana se forma a partir del latín dius y dium, que
se traduce como "el cielo luminoso" (y así el nombre Diana significa "la luminosa" del
cielo). Cuando se aplica al tema de Aradia, podemos ver la luz de la luna de Diana reflejada en
su hija como el fuego del hogar.

Es lamentable que se haya aplicado tanta distorsión a Diana y su conexión con la antigua
brujería. Esto hace que sea difícil descifrar las cosas lo suficiente como para que podamos
discernir claramente los elementos paganos y distinguirlos de los cristianos. Por lo tanto,
debemos confiar en otras fuentes para llegar a conclusiones razonables. Para obtener más
información, consulte mis artículos: La Sociedad de Diana y Una visión histórica y literaria de
la brujería italiana (publicado en stregheria.com).

Maddalena http://www.stregheria.com/articles.htm

En la historia de la brujería quizás no haya una figura más misteriosa que


la bruja conocida como Maddalena. Según lo descrito por el folklorista
Charles Leland en varios de sus libros, Maddalena era una adivina y bruja
italiana. Ella le proporcionó a Leland una gran cantidad de tradición
italiana de brujas, incluido el texto que Leland publicó más tarde como
el Evangelio de las Brujas en 1899. Maddalena también era conocida por
los folkloristas Roma Lister y Lady de Vere (a quien la presentaron como
"Margherita").

Nuevos hallazgos relacionados con Maddalena han salido a la luz


recientemente a través de algunas investigaciones que realicé en la
Biblioteca del Congreso. En la conferencia Pantheacon, el 17 de febrero de
2008, presenté una copia de una página del Congreso Internacional de
Folklore: Documentos y transacciones, 1891. En la página 454, el nombre
de Maddalena aparece como colaborador de una exhibición presentada
por Charles Leland. Su nombre se da como Maddalena Taluti. En la
traducción moderna de Pazzaglini de Aradia, el escritor escritor profesor
Robert Mathiesen escribió que creía que el apellido de Maddalena era
Talenti. A la luz de los nuevos hallazgos, él es incorrecto, pero afirma que
su nombre era casi ilegible en el documento que examinó.

Según Leland, en su libro Etruscan Roman Remains, Maddalena era


originaria de la ciudad de Rocca Casciano, que ahora se llama Rocca San
Casciano. Se encuentra en la provincia de Forli-Cesena, en la región
italiana de Emilia-Romaña. Según los informes, viajó mucho, se ganaba la
vida contando fortunas y vendiendo encantos. Según Leland, Maddalena
afirmó haber sido entrenada en una tradición familiar de brujería italiana,
que le transmitieron sus tías y su madrastra.

El material de Aradia obtenido para Leland difiere mucho del material


que Maddalena le había suministrado previamente. En el libro Etruscan
Roman Remains, Leland describe a las Brujas de Italia como buenas y
malas. Por el contrario, el material de Aradia retrata a las brujas con una
luz negativa. Es de destacar que describe un grupo que él llama las "bellas
brujas de Benevento". Con respecto a la propia Maddalena, Leland la
describe como:

"una mujer joven que habría sido tomada por un gitano en Inglaterra,
pero en cuyo rostro, en Italia, pronto aprendí a conocer al antiguo
etrusco, con sus extraños misterios, a lo que se añadió la mirada
indefinible de la bruja. Era de la Romagna Toscana, nacida en el
corazón de un paisaje sin igual salvaje y romántico, en medio de
acantilados, torrentes, bosques y antiguos castillos legendarios. No
reuní todos los hechos durante mucho tiempo, pero gradualmente
descubrí que ella era de un La familia de las brujas, o alguien cuyos
miembros tenían, desde tiempos inmemoriales, contaban fortunas,
repetían leyendas antiguas, reunían encantamientos y aprendían a
entonarlos, preparaban medicinas encantadas, philtres o hechizos.
Como niña, su abuela bruja, tía, y especialmente su madrastra la crió
para creer en su destino como hechicera,y le enseñó en los bosques, lejos
del oído humano, a cantar en extraños tonos prescritos, encantamientos
o evocaciones a los antiguos dioses de Italia, bajo nombres pero poco
cambiados, que ahora se conocen como folletti, spiriti, destino o lari: el
Lares o duendes domésticos de los antiguos etruscos ".

Después de recibir material de Maddalena, que se convirtió en la base


de los libros Legends of Florence y Etruscan Roman Remains, Leland
hizo otra solicitud. En 1886, Leland le pidió a Maddalena que intentara
localizar un texto del que había oído que era un tipo de evangelio de
brujas. Once años después, ella le envió un material que Leland publicó
como Aradia; o el evangelio de las brujas.  Es de destacar que
Maddalena había cumplido las solicitudes anteriores de material de
Leland en un corto período de tiempo. El hecho de que le llevó diez años
presentar el material de Aradia sugiere que ella originalmente no lo
sabía. Esto sugiere además que la tradición que representaba no era la que
ella practicaba personalmente.

La tradición que Maddalena probablemente practicó se refleja en los


libros de Leland, Etruscan Roman Remains , Legends of
Florence y Legends of Virgil . La representación de Brujas y Brujería en
el Evangelio de Aradia de Leland no refleja la misma imagen que sus
obras anteriores. Esta es otra indicación de que el material proviene de un
sistema fuera del propio conocimiento y experiencia de Maddalena.

Una carta de Leland a su sobrina, de la cual presenté una copia en la


conferencia Pantheacon, describe a Maddalena realizando un ritual en el
que invoca a una diosa y un dios. Durante la invocación, Maddalena tuvo
convulsiones y Leland tuvo que enviar dos pintas de brandy para que
volviera a la normalidad. Esto le habla a Maddalena como una genuina
practicante de la Vieja Religión. Leland continúa en la carta para decir
que si alguna vez hubo una verdadera representación de la bruja,
Maddalena lo demostró a través de su magia.

En el libro Aradia, Leland señala que perdió el contacto con Maddalena


después de recibir una carta de ella de que se estaba casando con su
zapatero (Lorenzo Bruciatelli) e inmigrando a Estados Unidos. Como
resultado de este comentario, se sostuvo que Leland nunca más volvió a
saber de Maddalena, y se desconoce qué fue de ella. Afortunadamente,
otro reciente descubierto por mí llegó en forma de una carta que se
encuentra en los archivos de la Biblioteca del Congreso (enterrada en una
pila de cartas antiguas). La carta, escrita por Leland a su sobrina,
menciona que Maddalena no se mudó a Estados Unidos, sino que dejó a
su esposo y se fue a Génova para ganarse la vida allí sola. Le escribió a
Leland informándole lo que sucedió, y le preguntó si podía enviarle diez
francos, ya que estaba en una situación financiera difícil. Él cumplió

A medida que los materiales descubiertos en mi investigación continúan


siendo leídos y documentados, sin duda, muchos más interesantes
fragmentos esperan a aquellos interesados en Leland, Maddalena y
Aradia. Vuelva a este sitio web, ya que publicaremos los resultados a
través de actualizaciones.

Aradia http://www.stregheria.com/articles.htm

Muchas brujas italianas creen en la existencia histórica de una mujer


llamada Aradia, que provocó un renacimiento de la brujería italiana. A
menudo se la llama la Santa Strega o La bella peregrina. En las
tradiciones orales que rodean a Aradia, que reside en la antigua religión
de Italia, se dice que ella vivió y enseñó durante la segunda mitad del
siglo XIV. El inquisidor italiano Bernardo Rategno documentó en su
Tractatus de Strigibus (escrito en 1508 d. C.) que una "rápida expansión"
de la "secta de las brujas" había comenzado 150 años antes de su
tiempo. Rategno estudió muchas transcripciones de los juicios de la
Inquisición sobre Brujería.

Remontándose a lo largo de los años, señaló los comienzos de los juicios


de brujas y notó su fuerte aumento durante un período de años. Después
de un estudio exhaustivo de estos registros (guardado en los Archivos de
la Inquisición en Como, Italia), Rategno fijó el tiempo en algún lugar
entre mediados y finales del siglo XIV. Si Aradia hubiera nacido en 1313,
como afirman las leyendas, esto ciertamente la habría hecho lo
suficientemente mayor como para haber enseñado e influenciado a otros,
y para que se formaran grupos que llevaran a cabo sus enseñanzas. En
1890, el autor y folklorista Charles Leland publicó un libro sobre brujería
italiana titulado Aradia; Evangelio de las brujas.

El relato de Leland sobre Aradia incluye una leyenda sobre la "bella


peregrina" preservada entre los campesinos toscanos por
generaciones. En parte, esta leyenda dice: "Luego de obtener un vestido
de peregrino, viajó por todas partes, enseñando y predicando la religión
de los viejos tiempos, la religión de Diana, la Reina de las Hadas y de la
Luna, la diosa de los pobres y los oprimidos. Y la fama de su sabiduría y
belleza se extendió por toda la tierra, y la gente la adoró, llamándola La
Bella Pellegrina (la bella peregrina) ". En 1962, TC Lethbridge (ex Director
del Museo de Arqueología y Etnología de la Universidad de Cambridge)
publicó un libro llamado Brujas, que hace referencia a Aradia en varios
capítulos.

En el Capítulo 2, Lethbridge escribe: "Entonces, creo, podemos asumir


que las pruebas de Vangelo y el Dr. Murray de Leland son más o menos
contemporáneas y que es razonable usar las dos juntas para formar una
imagen del culto a las brujas. AD1400 ... Aradia fue enviada a la tierra
para enseñar este arte a la humanidad, es decir, ella era, en opinión de sus
devotos, un personaje, conocido en la religión hindú como un Avatar, que
les enseñó a aprovechar el poder mágico. , en algún momento lejano,
puede haber sido una persona tan histórica como Cristo, Krishna o
Buda ... "También es interesante notar que Éxtasis - Descifrando el
Sábado de las Brujas, por Carlo Ginzburg, contiene un pasaje que puede
Ser una referencia histórica a Aradia.En la página 189 habla de una secta
pagana conocida como "Calusari" que, durante la Edad Media (hasta los
siglos XVI y XVII), adoraba a una emperatriz mítica a la que a veces
llamaban "Arada" o "Irodeasa".

La Calusari también usó el término "amante de las hadas" para ella, tal
como los seguidores de Aradia llamaban a Diana, la Reina de las
Hadas. ¿Podría esta secta seguir practicando una forma de adoración
iniciada por Aradia más de 100 años antes? Según la leyenda original de
Aradia, dejó Italia en algún momento de su Búsqueda y viajó fuera del
país. Serbia, el hogar de los Calusari, se encuentra a poca distancia a
través del Adriático desde el centro de Italia, y viajar en barco no era raro
en esa época. Cuando Aradia dejó Italia, no habría viajado al oeste a
Francia porque el papado todavía estaba establecido en Francia en ese
momento, y Aradia todavía estaba siendo cazada por la Iglesia. Hubiera
sido demasiado peligroso haber ido al norte de Europa porque las brujas
fueron quemadas o ahorcadas en esa región (Italia no comenzó a quemar
brujas hasta después de la época de Aradia). Entonces, de hecho, un
éxodo oriental habría sido la única acción lógica que Aradia podría haber
tomado. Por lo menos, hay una sorprendente coincidencia entre las brujas
de Aradia y el Calusari de Arada.

A finales del siglo XII, Joachim de Flora (también llamado Joachim de


Fiore), el abad de Corazzo, escribió un texto profético sobre la Era de la
razón. Sus escritos tuvieron una gran influencia en el pensamiento
religioso durante el resto de la Edad Media. Pasó sus escritos a la Santa
Sede en 1200 para su aprobación. Sobre la Era de la Razón por venir,
Joachim escribió:

"El período del Antiguo testamento estuvo bajo la influencia directa de


Dios el Padre. Con el advenimiento de Cristo llegó la era de Dios el Hijo.
El tiempo ahora estaba maduro para el reinado de Dios el Espíritu Santo.
Se estaba introduciendo una nueva era, un culminación; en el nuevo día el
hombre no tendría que confiar en la fe porque todo se basaría en el
conocimiento y la razón ".

El año 1300 fue declarado Año Jubilar por Bonifacio VIII. También fue el
año en que Dante tuvo su "visión: de Inferno Panderers". Una secta
conocida como los guglielmitas creía que cierta mujer llamada Guglielma
de Milán era la encarnación del Espíritu Santo y deseaba establecer una
iglesia con un papa femenino y cardenales femeninas. El milenialismo ha
proporcionado con frecuencia una base para el progreso social con
respecto a las mujeres. Históricamente, las mujeres han desempeñado
papeles muy activos y creativos en grupos milenarios, incluso en
sociedades donde sus voces normalmente habrían sido reprimidas, como
la de Guglielma de Milán.

Manfreda Visconti fue elegido por los guglielmitas para ser su


papado. Fue quemada en la hoguera en 1300. El año 1300 fue el comienzo
de una nueva era de papas femeninas con Manfreda oficiando una misa
en Ste. Maria Maggiore. Guglielma era en realidad, la princesa Blazena
Vilemina, hija del rey de Bohemia. Nació en 1210 y apareció en Milán
alrededor de 1260 y, según los informes, murió el 24 de agosto de 1281.
Apareció en Milán vestida como una "mujer común". Debido a su noble
pasado, atrajo a seguidores tanto de la familia Visconti como de la familia
Torriani, nobles rivales de la época, y fue vista como una "pacificadora"
entre las familias. Hay algunas conjeturas de que podría haber sido
influenciada por las hermanas del "Espíritu Libre",

El principal discípulo de Guglielma, un hombre llamado Andrea Saramita,


dijo que la escuchó hacer afirmaciones de "divinidad". Era un laico
bastante acomodado, muy versado en las enseñanzas de Joaquín sobre la
Era del Espíritu. Escribió la mayoría de los documentos y fue el principal
teólogo de la secta.

Maifreda da Pirovano, primo de Matteo Visconti, era el jefe de la secta


Guglielmite. En realidad, la secta le otorgó a Maifreda el título de papa,
vicario del Espíritu Santo en la tierra, y supuestamente, es su retrato el
Papessa del mazo del Tarot Visconti. De los aproximadamente 30
miembros de la secta de aproximadamente 7 familias milanesas, las
mujeres superaban en número a los hombres, pero 10 de los miembros
más fervientes eran hombres. La secta tenía una vida social interesante en
la que había igualdad de géneros. No había énfasis en la virginidad en la
secta, aunque un buen número de las mujeres eran viudas o solteras. Lo
interesante es que los miembros de la secta cruzaron las fronteras
sociales. Había personas muy ricas involucradas, así como también
sirvientes pobres. La membresía abarcaba desde el hijo del gobernante,
Galeazzo Visconti, hasta la pobre costurera Taria y la sirvienta
Bianca. Teniendo en cuenta que Guglielma había querido que sus devotos
permanecieran juntos como familia, celebraron frecuentes comidas
conmemorativas en su honor. Según se informa, hubo intentos a lo largo
de los años 1300 para continuar el recuerdo de Guglielma, ocultándola en
pinturas y llamándola por otro nombre.

Este tema, de un mesías femenino, una comida conmemorativa y una


próxima Era de la razón bien pudo haber sentado las bases para las
leyendas que rodean a Aradia. Como mínimo, demuestra que ese tema era
conocido en Italia a principios del siglo XIV. La preexistencia de un tema
de este tipo que aparece más tarde en el material de Aradia, da crédito a
las leyendas Streghe, proporcionando así una base histórica para su
aparición lógica en la antigua Italia.

Según la leyenda, Aradia nació en 1313 en el norte de Italia, en la ciudad


de Volterra. Reunió a un pequeño grupo de seguidores y recorrió el
campo enseñando y predicando la antigua religión de Italia. Aradia habló
de una Era de la Razón que vendría, y que reemplazaría a la Era del
Hijo. Cuando partió, Aradia solicitó que se celebrara una comida en su
honor, y que las futuras generaciones la recordaran.

https://arcaniearcani.blogspot.com/2018/10/la-stregoneria-in-italia.html
Aradia, o el Evangelio de las Brujas
Título original Aradia, o el Evangelio de las Brujas

Portada de la primera edición de 1899 El


autor Charles Godfrey Leland

Aradia, o el Evangelio de las Brujas es un libro escrito en 1899 por Charles Godfrey
Leland. El libro es un intento de describir las creencias y los rituales de una oscura tradición
religiosa de brujería toscana que, según Leland, había sobrevivido durante siglos hasta que
se descubrió su existencia en la década de 1890. Varios académicos cuestionaron la
veracidad de esta afirmación. En cualquier caso, el libro se ha convertido en uno de los
textos fundamentales de los movimientos neopaganos de Wicca y Stregheria.

El texto tiene una estructura mixta. Parte de esto es la traducción al inglés de Leland de un


manuscrito italiano original, el llamado Evangelio. Leland informa que recibió el manuscrito
de su principal fuente de información sobre las tradiciones de la brujería italiana, una mujer
a quien el escritor llama Maddalena. El resto del material es el resultado de la investigación
de Leland sobre el folklore y las tradiciones italianas, incluida otra información
proporcionada por Maddalena. Leland se enteró de la existencia del evangelio en 1886,
pero Maddalena tardó once años en obtener una copia. Después de traducir y organizar el
material, tardó otros dos años en publicarlo. Los quince capítulos describen los orígenes,
creencias, rituales y hechizos tradicionales de la brujería pagana italiana.

El trabajo de Leland permaneció poco conocido hasta la década de 1950, cuando


comenzaron a discutirse otras teorías sobre la supervivencia de los rituales paganos. Aradia
comenzó a ser evaluada en el contexto más amplio de estas teorías y afirmaciones. Los
eruditos están divididos; algunos consideran falsas las afirmaciones de Leland sobre los
orígenes del manuscrito, mientras que otros afirman su autenticidad y lo consideran como
una documentación única de las creencias populares. Además de haber atraído la atención
de los estudiosos, Aradia comenzó a ocupar un papel importante en la tradición de la Wicca
Gardneriana y sus ramas colaterales, tanto porque se usaba como un medio de prueba de
la supervivencia de la tradición pagana en Europa, como porque algunos pasajes del primer
capítulo del libro fueron utilizados como parte de la liturgia de esa religión.

Los orígenes de
Maddalena, retratada como una joven hechicera y adivina, Charles Godfrey Leland fue un
escritor y erudito del folklore estadounidense y pasó varios años en Florencia estudiando e
investigando el folclore italiano. Aradia es uno de los frutos de dicha investigación. Aunque
el nombre generalmente referido cuando se habla de Aradia es el de Leland, el manuscrito
que constituye su cuerpo central se atribuye a la investigación de una mujer italiana a
quien Leland y su biógrafa, la nieta Elizabeth Robins Pennell, llaman Maddalena Según la
estudiosa del folklore Roma Lister, contemporánea y amiga de Leland, el verdadero nombre
de Maddalena era Margherita Taleni o Zaleni, y era una "bruja" florentina que afirmaba ser
de ascendencia etrusca y conocer los antiguos rituales [2] .

Maddalena, en correspondencia con Leland, se firmó a sí misma "Maddalena Talenti" [3].

Leland dice que conoció a Maddalena en 1886 y que durante varios años se convirtió en su
principal fuente de folclore italiano. Lo describe como perteneciente a una tradición mágica
que estaba a punto de desaparecer; ella escribe que "gracias a su larga práctica ...
entendió perfectamente lo que quería y cómo obtenerlo de aquellos como ella". [4] Recibió
varios cientos de páginas de material de la mujer, que incluía en sus restos romanos
etruscos en Tradición popular, Leyendas de Florencia recopiladas del pueblo y finalmente
Aradia. Leland escribió que había "entendido que había un manuscrito que establecía los
principios de la doctrina de la brujería italiana" en 1886 y había rezado a Magdalena para
que lo encontrara [5]. Once años después, el 1 de enero de 1897, Leland recibió una copia
del evangelio por correo. El texto fue escrito a mano por Magdalena y estaba convencida de
que había tomado posesión de un documento auténtico [6] de la "religión antigua" de las
brujas, explicando sin embargo que no sabía si provenía de fuentes escritas u orales [4]. La
correspondencia entre Magdalena y la escritora revela que tenía la intención de casarse y
emigrar a los Estados Unidos y que el Evangelio fue lo último que Leland recibió de ella.

La traducción y reelaboración de Leland se completó a principios de 1897 y se presentó a


David Nutt para su publicación. Pasaron dos años, al final de los cuales Leland le escribió a
Nutt pidiéndole que devolviera el manuscrito para poder presentarlo a otra editorial. La
solicitud llevó a Nutt a aceptar publicar el libro, que salió en julio de 1899 con una letra
pequeña [7]. El escritor seguidor de Wicca Raymond Buckland afirma haber sido el primero
en reimprimir el libro en 1968 con su editorial "Buckland Museum of Witchcraft press" [8],
pero en realidad se realizó una reimpresión británica a principios de la década de 1960. de
los dos "Wiccens" Charles "Rex Nemorensis" y Mary Cardell [9]. Desde entonces, el texto
ha sido publicado repetidamente por varios editores.

Leland escribe que después de once años de investigación, no estaba sorprendido por el
contenido del evangelio. Era exactamente lo que esperaba, excepto que no creía que
incluyera pasajes en "prosa-poesía" [5]. En el apéndice, Leland comenta: "También creo
que en el Evangelio de estas brujas hay un bosquejo creíble de al menos la doctrina y los
rituales observados durante los días de reposo. Adoraban a las deidades prohibidas y
practicaban rituales prohibidos, inspirados tanto por una forma de rebelión contra la
sociedad como por sus pasiones personales "[5].

El resultado final del trabajo de Leland fue un pequeño volumen. Organizó el material en


quince capítulos, agregando un breve prefacio y un apéndice final. La versión publicada
también incluye notas y, en varios pasajes, también el texto original en italiano que había
traducido. La mayor parte del texto de Aradia se compone de hechizos, bendiciones y
fórmulas rituales, pero también incluye cuentos y mitos que sugieren que existe una
influencia tanto de la mitología romana antigua como del catolicismo. Entre los principales
protagonistas de los mitos se encuentran Diana, una deidad solar llamada Lucifer, el Caín
de la Biblia, una deidad lunar y la figura mesiánica de Aradia. La brujería del "Evangelio de
las brujas" es tanto una forma de lanzar hechizos como el texto de una especie de "contra-
religión".

Cuestiones
Diana sale del baño de François Boucher. La diosa lleva una corona con una luna
creciente.Los capítulos enteros de Aradia están dedicados a rituales y fórmulas
mágicas. Entre estos hechizos para obtener amor (Capítulo VI), una evitación para recitar
cuando encuentras una piedra de holey o una piedra redonda para convertirla en un
amuleto para obtener el favor de Diana (Capítulo IV), y la forma de consagrar harina y
otros alimentos para una fiesta ritual en honor de Diana, Aradia y Caín (Capítulo II). La
parte narrativa ocupa la minoría del texto y consiste en cuentos y leyendas sobre el
nacimiento de la religión de las brujas y los hechos de sus dioses. Leland resume estos
mitos en el apéndice, escribiendo "Diana es la Reina de las Brujas; está asociada con
Herodias (Aradia) en sus relaciones con la brujería; engendró un hijo de su hermano el Sol
(Lucifer); como una deidad lunar se asocia de alguna manera con Caín, que está prisionero
en la luna. Las brujas del pasado eran personas oprimidas por el régimen feudal que
intentaron vengarse de alguna manera y que hicieron orgías en honor a Diana a quien la
Iglesia definió como el legado de Satanás "[5]. Diana no es la única diosa bruja pero en el
capítulo III se la presenta como una divinidad creativa que se divide entre la luz y la
oscuridad. Después de haber generado a Lucifer, Diana lo seduce tomando la forma de un
gato, y luego termina generando a Aradia, su hija. Diana demuestra el poder de ella artes
mágicas creando "los cielos, las estrellas y la lluvia" y convirtiéndose en la "Reina de las
Brujas". como una deidad lunar se asocia de alguna manera con Caín, que está prisionero
en la luna. Las brujas del pasado eran personas oprimidas por el régimen feudal que
intentaron vengarse de alguna manera y que hicieron orgías en honor a Diana a quien la
Iglesia definió como el legado de Satanás "[5]. Diana no es la única diosa bruja pero en el
capítulo III se la presenta como una divinidad creativa que se divide entre la luz y la
oscuridad. Después de haber generado a Lucifer, Diana lo seduce tomando la forma de un
gato, y luego termina generando a Aradia, su hija. Diana demuestra el poder de ella artes
mágicas creando "los cielos, las estrellas y la lluvia" y convirtiéndose en la "Reina de las
Brujas". como una deidad lunar se asocia de alguna manera con Caín, que está prisionero
en la luna. Las brujas del pasado eran personas oprimidas por el régimen feudal que
intentaron vengarse de alguna manera y que hicieron orgías en honor a Diana a quien la
Iglesia definió como el legado de Satanás "[5]. Diana no es la única diosa bruja pero en el
capítulo III se la presenta como una divinidad creativa que se divide entre la luz y la
oscuridad. Después de haber generado a Lucifer, Diana lo seduce tomando la forma de un
gato, y luego termina generando a Aradia, su hija. Diana demuestra el poder de ella artes
mágicas creando "los cielos, las estrellas y la lluvia" y convirtiéndose en la "Reina de las
Brujas". Después de generar a Lucifer, Diana lo seduce tomando la forma de un gato, y
luego termina generando a Aradia, su hija. Diana demuestra el poder de sus artes mágicas
creando "los cielos, las estrellas y la lluvia" y convirtiéndose en la "Reina de las
Brujas". Después de generar a Lucifer, Diana lo seduce tomando la forma de un gato, y
luego termina generando a Aradia, su hija. Diana demuestra el poder de sus artes mágicas
creando "los cielos, las estrellas y la lluvia" y convirtiéndose en la "Reina de las Brujas".
El capítulo I presenta a las primeras brujas como esclavas que han escapado de sus amos y
comienzan nuevas vidas como "ladrones y personas malvadas". Diana les envía a su hija
Aradia para que les enseñe brujería a estos ex esclavos, de los cuales pueden usar el poder
para "destruir la línea de sangre malvada de los opresores". Los estudiantes de Aradia se
convierten así en las primeras brujas y, por lo tanto, perpetuarán el legado de
Diana. Leland fue golpeado por esta cosmogonía: "en todas las otras Escrituras de todos los
pueblos es el hombre ... quien crea el universo; en la sociedad de las brujas es la mujer la
que representa el principio fundamental" [5].
Estructura
Aradia se compone de quince capítulos, los primeros diez de los cuales se presentan como
la traducción de Leland del manuscrito Evangelio que Magdalene le dio. La sección,
compuesta principalmente de hechizos y rituales, es también la fuente de la mayoría de los
mitos y cuentos contenidos en el texto. Al final del Capítulo I está el pasaje donde Aradia
instruye a sus seguidores sobre cómo practicar brujería.

Los primeros diez capítulos no son solo la traducción directa del evangelio; Leland también
proporciona sus comentarios y notas sobre algunos pasajes, mientras que el Capítulo VII se
compone de otro material relacionado con el folclore italiano recopilado por Leland. El
medievalista Robert Mathiesen argumenta controversialmente que el manuscrito en
realidad constituye una parte menor de Aradia, diciendo que solo los capítulos I, II y la
primera mitad del IV corresponden a la descripción del manuscrito de Leland, y sugiere que
el resto del material proviene de de diferentes textos recopilados por Leland a través de
Maddalena [11].

Los cinco capítulos restantes contienen claramente otro material que Leland creía que tenía
cierta relación con el Evangelio, adquirido durante su investigación sobre la brujería
italiana, particularmente mientras trabajaba en los restos romanos etruscos y las leyendas
de Florencia. Los temas tratados en estos capítulos adicionales difieren en varios aspectos
de los diez primeros, y Leland los incluye en parte para "confirmar el hecho de que el
legado de Diana coexistió durante mucho tiempo con el cristianismo" [12].

El Capítulo XV, por ejemplo, presenta un hechizo para convocar a Laverna usando una
baraja de cartas. Leland motiva su inclusión al señalar que Diana, como se describe en
Aradia, es adorada por los forajidos y Laverna era la diosa romana de los ladrones [13].

En varios lugares, Leland deja el texto italiano que estaba traduciendo. Según Mario
Pazzaglini, autor de la traducción de 1999, al texto italiano le faltan letras o palabras y
errores gramaticales y está escrito en italiano estándar en lugar del dialecto local que sería
razonable esperar [14]. Pazzaglini concluye que Aradia representa material traducido al
italiano por el dialecto y luego traducido nuevamente al inglés [14], creando así una
acumulación de textos, algunos de los cuales se informan incorrectamente [15]. El propio
Leland definió el texto "una colección de ceremoniales, hechizos y textos tradicionales" [5],
describiendo su trabajo como un intento de recopilar material "de restos curiosos e
interesantes de la tradición oral latina y etrusca" [5] que temía que fuera perdió. No hay
continuidad narrativa o cohesión incluso en las partes que Leland atribuye al
Evangelio. Esta falta de cohesión, esta "inconsistencia" según el estudioso de las religiones
Chas S. Clifton es un argumento en apoyo de la autenticidad del texto, ya que no muestra
que haya sido "ajustado" de ninguna manera ... para futuros compradores del Libro "[16].

Disputas sobre el texto


Charles Godfrey Leland fue periodista y autor de comedias y libros sobre folklore y
lingüística. Aradia es su obra más discutida. La escritura de Leland indudablemente afirma
que "Las brujas todavía constituyen una sociedad o secta secreta fragmentada, que define
a los seguidores de la Religión Antigua, y que en Romagna hay países enteros donde todos
los habitantes son paganos "[5]. A partir de esta convicción, Leland planteó la hipótesis de
que "la existencia de una religión presupone la presencia de una Escritura, y en este caso
podría admitirse, casi sin tener que verificarlo, que el Evangelio de las Brujas es una obra
verdaderamente antigua ... con probablemente la traducción de algún texto latino más o
menos tarde ". [5]

Las afirmaciones de Leland sobre la autenticidad del manuscrito, o incluso el hecho de que
realmente lo recibió, han sido cuestionadas. Después de la publicación en 1921 de El culto
a las brujas de Margaret Murray en Europa occidental, que planteaba la hipótesis de que la
caza de brujas había sido en realidad una persecución dirigida contra una forma
sobreviviente de religión pagana, en 1929 el libro de la estadounidense Theda Kenyon
Witches Still Live conectó la tesis de Murray con la religión de las brujas de Aradia [17]
[18]. Los argumentos presentados contra Murray también terminaron incluyendo
argumentos contra Leland. el erudito en brujería Jeffrey Burton Russell dedicó parte de su
libro, publicado en 1980, A History of Witchcraft: Sorcerers, Herejes y paganos a la
refutación de lo que está escrito en Aradia, de las tesis de Murray y La Sorcière (1862) de
Jules Michelet, otro texto que teorizaba que la brujería era en realidad una religión
sumergida [19]. Una navaja para una cabra del historiador Elliot Rose desestimó a Aradia
como una colección de hechizos que intentaron sin éxito describir una religión. [20] En su
Triumph of the Moon, el historiador Ronald Hutton resume la disputa argumentando que
podría tener tres posibles soluciones:

El manuscrito del evangelio es el texto auténtico de una religión nunca descubierta hasta
ahora de otra manera.
Magdalena escribió el texto, con o sin la ayuda de Leland, inspirándose en su propia
experiencia y conocimiento del folklore y la brujería.
El documento fue escrito completamente por Leland.
Hutton es escéptico, no solo sobre la existencia de la religión que Aradia dice describir [21],
sino también sobre la existencia de Magdalena, y sugiere que es más probable que Leland
haya escrito toda la historia por sí mismo en lugar de ser engañado. tan fácilmente de una
hechicera italiana [22].

Clifton se separa de la posición de Hutton y escribe que es equivalente a una acusación de


"fraude literario grave" presentado con un Argumentum ad ignorantiam [23]; Una de las
principales objeciones de Hutton es que Aradia es diferente a cualquier otro texto
encontrado hasta ahora en la literatura medieval [21].

Mathiesen también rechaza la tercera hipótesis, argumentando que si bien las piezas del
libro escrito en inglés habían sido revisadas profundamente durante el proceso de escritura,
las partes en italiano, por el contrario, estaban casi intactas, excepto por pequeños ajustes
"exactamente del tipo que hubiera tenido hizo un corrector de pruebas al comparar su
copia con el original "[24]. Esta observación lleva a Mathisen a concluir que Leland estaba
trabajando en un original italiano existente que él describe como "auténtico pero no
representativo" de una tradición popular más amplia. [10] La antropóloga Sabina Magliocco
considera la primera opción, o que el manuscrito de Leland describe una tradición popular
que se refiere a Diana y al culto de Herodías en su artículo ¿Quién era Aradia? La historia y
el desarrollo de una leyenda. Magliocco escribe que Aradia "podría representar la versión
del siglo XIX de la leyenda de los cultos de Herodías, que incorpora materiales de la época
posterior, influenciados por el satanismo medieval: la presencia de" Lucifer ", el diablo
cristiano, la práctica de la magia, el bailes realizados desnudos bajo la luna llena ", [25]
Influencia en Wicca y Stregheria
La Magliocco define a Aradia como "el primer texto verdadero del renacimiento de la
brujería en el siglo XX" [26] y, de hecho, el libro se cita repetidamente como
extremadamente importante para el desarrollo del culto a Wicca.
El texto aparentemente consuela la tesis de Margaret Murray de que la brujería moderna y
renacentista temprana representa las costumbres sobrevivientes de las antiguas creencias
paganas; Después de la afirmación de Gerald Gardner de haberse encontrado con
seguidores de la religión de brujas en la Inglaterra del siglo XX [27], las obras de Michelet,
Murray y Leland ayudaron a apoyar al menos la posibilidad de que tal culto realmente
hubiera sobrevivido. [28]

La carga de las diosas, una forma importante de liturgia utilizada en los rituales de Wicca
[29], está inspirada en el discurso de Aradia en el primer capítulo del libro. Partes del
discurso aparecieron en una de las primeras versiones del ritual Gardnerian Wicca
[30]. Según Doreen Valiente, una de las sacerdotisas del culto gardneriano, Gardner se
sorprendió de que Valiente se hubiera dado cuenta de que el material provenía del libro de
Leland. Por lo tanto, Valiente decidió reescribir el pasaje tanto en prosa como en verso,
manteniendo las métricas tradicionales de Aradia [31]. Algunas tradiciones wiccanas usan
el nombre "Aradia", o Diana, para referirse a la diosa o la Reina de las Brujas, y Hutton
escribe que los primeros rituales gardnerianos usaron el nombre "Airdia", una deformación
de Aradia [32].

"¡Estarán libres de la esclavitud! ¡


Y así serán todos libres!
Pero hombres y mujeres estarán
desnudos, aun así.
El último
de los opresores  no habrá muerto  ni muerto ..." [34]
Aceptando a Aradia como el origen de esta práctica , Robert Chartowich destaca la
traducción de 1998 de Pazzaglini, argumentando que la desnudez ritual en Wicca deriva de
la mala traducción de Leland de estas líneas, que había agregado la fórmula "En tus ritos"
(It. En tus rituales) en realidad ausente [35].

También hay indicios de una época anterior a la desnudez ritual entre las brujas
italianas. La historiadora Ruth Martin dice que era una práctica común permanecer
"desnudo con el pelo suelto sobre los hombros" mientras recita hechizos. [36] Jeffrey
Burton Russell señala que "una mujer llamada Marta fue torturada en Florencia alrededor
de 1375; fue acusada de haber puesto velas alrededor de un plato, quitarse la ropa y estar
desnuda frente al plato haciendo gestos mágicos" [ 37] El historiador Franco Mormando
habla así de una bruja italiana: "Y aquí, durante las primeras horas de la noche, esta mujer
abre la puerta que da al huerto, sale completamente desnuda con el pelo suelto y comienza
a hacer gestos mágicos y recitar hechizos. .. "[38]

Aradia no fue bien recibida por la comunidad neopagana solo en términos positivos. Clifton
argumenta que los textos modernos que afirman revelar la tradición de brujería pagana
italiana, como los de Leo Martello y Raven Grimassi, deben contrastarse y compararse con
lo que está escrito en Aradia. También dice que la mala relación con Aradia puede deberse
a una cierta "inseguridad" entre los neopaganos con respecto al reclamo del movimiento de
interpretar una religión auténtica que ha surgido del pasado [39].

La Valiente da otra explicación para la reacción negativa de algunos neopaganos hacia el


texto, a saber, que la identificación de Lucifer como Dios de las Brujas presente en Aradia
es demasiado "difícil de digerir" para los seguidores de Wicca acostumbrados al paganismo
romántico. y moderado por Gardner, y muy decidido a negar cualquier relación entre
brujería y satanismo [40].

Clifton escribe que Aradia influyó principalmente en los líderes del movimiento Wiccan de
los años 50 y 60, pero que hoy en día el libro ya no aparece en la lista de lecturas
recomendadas por los adeptos a los novatos, ni se menciona particularmente en las obras
neopaganas. construcción reciente [41]. La nueva traducción al inglés del libro de 1988
tiene una introducción escrita por el escritor wiccano Stewart Farrar, quien apoya la
importancia de Aradia al escribir que "la hábil investigación de Leland sobre una tradición
moribunda ha hecho una contribución importante a una que vive y es creciendo "[42]

http://elespejogotico.blogspot.com/2007/10/mitologia-poetica.html

https://tradizioneitaliana.wordpress.com/2019/11/22/aradia-o-il-vangelo-delle-streghe-e-un-
testo-autentico-o-no-dipende/

https://elegantshapeshifter.tumblr.com/ReconTradCraft101

¿Quién es Aradia?
(Por Armando Volterra)
"¡Aradia, Aradia! Te Suplico
¡por el amor que ella profesó por ti!
¡Y por el amor que yo siento también por ti!
¡Te invoco para que me
concedas la gracia que pido!"
He leído últimamente muchos blogs en la red con todo tipo de información, alguna
interesante y otra muy desatinada; el presente artículo, (aunque no lo considero un
dogma de fe); esclarecerá quién es la figura mesiánica que está cobrando terreno
en la espiritualidad occidental. Si, se trata de Aradia, la mesías de la brujería.
En el año de 1899, aparece un curioso trabajo, de un curioso folclorista y
antropólogo llamado Charles Godfrey Leland; un trabajo que él titula: Aradia, o el
evangelio de las brujas. Este documento se basa, al menos en sus primeros
capítulos; en un manuscrito que Leland consiguió de manos de una vidente italiana
llamada Maddalena Taluti, (anteriormente se creía que su apellido era Talenti, pero
los descubrimientos modernos dicen que su apellido es Taluti). La vidente italiana
tardó alrededor de diez años en enviar a un anciano Leland, un misterioso
documento que ella llama, el Vangelo, y este comienza así:

Diana amó desmesuradamente a su hermano a Lucifer, el dios del Sol y de la
Luna,
el dios de la Luz, que era exageradamente narcisista, y por causa de su orgullo fue
desterrado del Paraíso.
Diana tuvo una hija con su hermano, a quien dieron el nombre de Aradia.
En esta epopeya se nos narrá la opresión del pueblo campesino a manos de los
señores feudales y de la iglesia católica, entonces la antigua Diosa pagana, Diana;
manda a su hija Aradia a enseñar a los pobres y oprimidos la brujería. El texto lo
expone poéticamente de esta manera:
En verdad fuiste concebida y creada por el Espíritu,
pero naciste para volver a ser otra vez mortal;
debes volver a bajar a la tierra para instruir a mujeres y hombres.
A todo quién esté dispuesto a estudiar
la brujería en tu escuela.
El texto sigue narrando como Aradia, quien es hija de Lucifer, (haciendo clara
referencia al diablo cristiano) y de la Diosa pagana Diana;  enseña a sus alumnos
todo tipo de brujería, a defenderse de los opresores y a seguir una comida ritual
que se celebrará cada Luna llena. Maddalena pone en boca de Aradia las
siguientes palabras:
Cuando me habré marchado de este mundo,
Siempre que vosotros tengáis la necesidad de algo,
Una vez el mes, y cuando la luna este llena,
Os reuniréis en algún lugar del desierto,
O en un bosque solitario y adorareis al poderoso
Espíritu de vuestra Reina,
Mi madre, La Gran Diana. Ella gustosamente
os enseñará toda la brujería que aún no habéis aprendido
Sus secretos más profundos, entonces mi madre
os enseñará, la verdad de todas las cosas aún desconocidas.
Y seréis liberados todos de la esclavitud,
Y entonces seréis libres en todo;
Y como signo que sois realmente libres,
Estaréis desnudos en vuestros ritos, tanto hombres
como mujeres; esto durará hasta que
el último de vuestros opresores será eliminado;
Y haréis el juego de Benevento
apagando las luces, y después de esto
celebrareis vuestra cena así.
(Este texto dará origen a "la carga de la Diosa", escrita por Doreen Valiente y
recitada por todos los seguidores de la Wicca, véase Stregheria, Aradianismo y
Wicca).

Desde que Leland se enteró de que existía un supuesto evangelio de las brujas, y
hasta el momento que Maddalena le envió el manuscrito del Vangelo, pasaron
cerca de diez años. Esto demuestra según algunos, que Maddalena no pertenecía
a la tradición que circulaba las historias de Aradia. El viejo Leland, (quien ya veía
próxima su muerte); se apresuró a publicarlo, aunque el texto tenía malas
traducciones del italiano y errores ortográficos. Él sabía el incalculable valor de
este documento, sin embargo; los críticos se dividieron en cuanto al descubrimiento
de este manuscrito, en tres posturas que persisten hasta la actualidad:
a)   El documento es auténtico y representa una forma de brujería totalmente
desconocida hasta ahora.
b)  El documento es en parte verdad, y en parte añadidos posteriores o malas
interpretaciones; ya sea por parte de Leland o de Maddalena.
c)   Todo el documento es una falsificación de Leland.
La mayoría de los eruditos de ese entonces y los de hoy, descartan la realidad
sobre Aradia, o el evangelio de las brujas; argumentando que antes de la
publicación de este documento no hay ninguna mención a una tal “Aradia”, lo que
parece más bien que el nombre fue inventado. Sobre esto, el mismo Leland cree
que se trata de una variante italiana del nombre de Herodías, por cuya intervención
decapitaron a Juan Bautista. Otro de los argumentos en contra es el cual, una
mesías femenino y una comida ritual eran conceptos muy avanzados para aquella
época.
En cuanto al nombre, el antropólogo Ginzburg, famoso por su descubrimiento de
los Benandati, (lo cual volvió a abrir para la academia la posibilidad de un
verdadero culto brujeril); propone que el nombre es un compuesto de Hera y Diana,
lo que formaría a Eradiana. Razón que no es inverosímil, ya que en la antigüedad
eran normales los nombres compuestos como Juno-Lucina o Zeus Cronida. Donald
Hutton cree, como expone en su libro “El Triunfo de la Luna”; que la identificación
de Aradia con Herodías, se debe a la novela de” La Bruja”, de Michelet, y que gran
parte de lo que se expone en Aradia no es más que pura inspiración de esta
novela, (incluyendo el nombre).

Durante el siglo XX, se crea la Wicca; una religión brujeril neopagana, que
alegaba antiguamente ser "La vieja religión". Inspirado por las teorias de la ahora
desacreditada, Margaret Murray; el fundador de la wicca llamado Gerald Gardner
dice que encontró un verdadero coven que sobrevivió, no solo desde la Edad
Media; sino desde la época prehistórica. Este supuesto culto adoraba, (y ahora,
adora); a un Dios masculino que ellos llaman Cernunnos, (dios de origen celta),
dios astado del campo y la fertilidad. La contraparte de Cernunnos sería la Diosa,
llamada en la Wicca: Aradia. Margaret Murray, (y por extensión, Gerald Gardner);
creían que hubo un culto antiguo euroasiático que adoraba a un Dios con cuernos,
(para mas referencias, lea "El culto de la Brujería en Europa Occidental" y "El Dios
de los Brujos", de Margaret Murray); quién pasaría a ser llamado el diablo por la
iglesia católica y sus antiguos seguidores, serían arrojados como adoradores
de satanás.  Sien embargo, Murray si acertó al afirmar que aunque el cristianismo
entro entre los nobles y las clases altas; el paganismo todavía seguía siendo
la religión de la gran mayoría del pueblo. Volviendo al tema de Aradia, este texto es
extraído del "Libro de las Sombras" de Gardner:
Ekko Azarak,
Ekko, Ekko, Zomelak;
Ekko, Ekko Cernunnos,
Ekko, Ekko Aradia.
Sin embargo, el fundador la Stregheria (un estilo de wicca italiana), Raven
Grimassi, quien desciende de un linaje de brujas italianas; ha demostrado
evidencias que abrieron otra vez las posibilidades sobre la existencia de Aradia, (y
no solo en el folclore), el culto de la bruja y la realidad del Sabbath o aquelarre.
Grimassi demostró que un grupo de bailarines acrobáticos rumanos, que operaron
desde la Edad Moderna, adoraban a una Reina de las Hadas a quienes ellos
llaman Arada o Irodesa. En el texto de Leland, Diana aparece como la Reina de las
hadas y de las brujas. En el mismo texto, Aradia da instrucciones para que se haga
un baile frenético durante la cena ritual.
La cena ritual, dice Grimassi; no es un concepto avanzado para la Edad Media, ni
tampoco la existencia de una mesías femenina. A finales del siglo XIII, una secta
basada en los escritos deGioacchino de Fiore, (quien había predicho la llegada de
la Edad de la Razón, que desplazaría a la Edad del Hijo, como esta desplazo a la
del Padre). La secta creía que su fundadora, Guillermina de Milán; era la
encarnación del Espíritu Santo y venía a la tierra a fundar una nueva era; esta
secta ordenaba como sacerdotes a hombres y mujeres por igual, no hacían ningún
tipo de énfasis a la castidad y vivían todos en comunidad. Cuando Guillermina
murió, "los Guillermitas" fuerón perseguidos con saña por la iglesia católica; los
restos de la difunta Guillermina fueron quemados para evitar que se dijera que
había resucitado y la papesa elegida, fue quemada viva en la hoguera. Manfreda
Visconti, fue la desafortunada papesa de los guillermitas; pertenecía a la poderosa
familia Visconti, quienes probablemente inventaron el taroth. Algunos dicen, que el
Arcano de la papesa, es precisamente un retrato de Manfreda. Así pues, ninguno
de los elementos que nos presentó Leland eran modernos, y bien podían encajar
dentro del periodo medieval.

Pero Raven Grimassi no se detiene allí. Él dice que la historia que presento Leland,
es una interpretación distorsionada y cristianizada de la verdadera leyenda
de Aradia o la Santa Strega. Lo que expone Grimassi es que el Vangelo, presenta
incongruencias y esta artificialmente ajustada a lo que los inquisidores querían ver
en la brujería; tales como la adoración al diablo. En realidad, el Lucifer que se
presenta en el Vangelo, no es otro que el Dios Sol, Dianus (Apolo) hermano de
Diana; y que Aradia no es solo la hija mitológica de Diana, sino que fue una mortal
llamada:Aradia Di Toscano.
Según Grimassi, Aradia Di Toscano nace en el siglo XIV, en la ciudad de Volterra;
el día 13 de Agosto de 1313, (esta fecha podría ser artificial, para hacer encajar al
nacimiento de Aradia con el día que en la antigüedad se festejaba a la Diosa Diana
en el Lago Nemi). Aradia reúne un grupo de seguidores y trata de revitalizar a la
Antigua Religión, (la religión pagana en Italia). Por el miedo que la iglesia tenía de
Aradia, ellos comenzaron a alegar que las enseñanzas de Aradia eran del
demonio, en efecto; las actas de la época nos dicen que “poderosas familias
italianas, están haciendo que los campesinos regresen a las supersticiones
antiguas”. Aradia es llamada la Santa Strega, porque viajo por toda Italia
predicando el evangelio de Diana y vestida de blanco, esta narración aparece
también en el documento de Leland, titulado como la Casa del Viento; pero no
hace mención que la predicadora sea Aradia.
Así pues, en la Leyenda de la Santa Strega, (recopilada por Raven Grimassi), se le
pone en su boca las siguientes palabras como su primera predicación a la
muchedumbre:
"Benditos sean los Libres. Bendito sea aquel que se regocije en la Verdad y en el
Amor, y no busca mantener las enseñanzas malignas y equivocadas. Sabed que el
espíritu está sobre todos ustedes, y ese espíritu es el Amor. El Amor no castiga, ni
un día ni la eternidad. No prestéis atención a las enseñanzas del miedo y la
restricción. Benditos sean los libres de espíritu, porque de ellos es el reino de
ambos mundos. Los que hacen esto son los hijos de la Tierra, quienes no odian, ni
enseñan el odio; quienes no temen, ni enseñan el temor; quienes no restringen ni
enseñan restricción. Estos mismos son los hijos del Espíritu."

Aradia buscaba la libertad de los oprimidos, la libertad de cada persona y el
resurgimiento del paganismo; enfrentándose a la oposición primero de sus propios
padres y después de la iglesia católica y de la nobleza. Hace un pacto con sus
discípulos, instituyendo los Boschettos (Covens) y señalando como y cuando
deben celebrarse las tregendas, (que la iglesia llamaría el Sabbath de las brujas, o
aquelarre); para cuando ella se marchase del mundo.
Ante tales afirmaciones de Grimassi, la profesora y antropóloga, Sabina Magliocco;
decide ponerse en contacto con él e investigar por su cuenta y llega a la conclusión
de que: “…Él esta iniciado en una forma de brujería italiana y popular”. Sobre
Aradia ella publica dos documentos, uno llamado "Who was Aradia?", y el otro
titulado Aradia in Sardinia. En "Who was Aradia?" Ella afirma que no es inverosímil
creer que una mujer asumiera el papel de Aradia, y diera algunas lecciones de vida
a un grupo reducido. También en Aradia in Sardinia, ella encuentra que en el
folclore sardo existía, desde la Alta Edad Media, registros acerca de dos espíritus;
uno bueno llamado S’Araja justa (Rejusta) y uno malo llamado Araja demonium.
Nombres que podrían ser los antecedentes al nombre de Aradia, la hija mitológica
de Diana, la Reina de las hadas y de las brujas.

Aradia como mesías o figura espiritual está cobrando terreno cada día; mucha
gente se convierte al evangelio de Diana, tal y como la Santa Strega así lo quiso, y
no parece inverosímil que ella llegue a ser la Nueva Diosa de la Edad de la Razón.
Y como dijo un erudito; “…en alguna realidad distante, tanto Jesús, como Buda y
Aradia existen, y guían los pasos de sus seguidores”.
En la Leyenda de la Santa Strega, Aradia; habla de si misma de esta manera:
"Muchas personas comenzaron a discutir entre sí en relación con Aradia. Sus
discípulos se acercaron a ella y le dijeron: "Mi Dama, algunos dicen que eres
profetisa, y otros dicen que eres una maga, ¿qué le vamos a decir a quienes
pregunten por usted?
Aradia cogió un puñado de tierra, y mirando a la multitud, dijo: Yo soy la hija del Sol
y la Luna. Yo soy la Tierra. Yo soy el amor a la Libertad, que es el amor de los
Dioses. Y todo aquel que cree en mí, el mismo será un hijo de la Madre y del Padre
que habitan en todas las cosas."
Para más información les invito a pasarse por la página de Raven
Grimassi:http://www.stregheria.com/aradia.htm; leer THE BOOK OF THE HOLY
STREGA (de Grimassi), los artículos de la profesora Magliocco ¿Quién fue
Aradia?, Aradia in Sardinia; y por supuesto, leer Aradia, o el evangelio de las
brujas de Charles Leland publicado en este blog.
http://www.jesterbear.com/Aradia/Aradia.html Who was Aradia?, de Magliocco

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