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Racionalismo (Arquitectura)

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Racionalismo (arquitectura)

El racionalismo, también llamado Estilo internacional


o Movimiento moderno, fue un estilo arquitectónico
que se desarrolló en todo el mundo entre 1925 y 1965,
aproximadamente. Suele ser considerado como la
principal tendencia arquitectónica de la primera mitad del
siglo XX. Fue un movimiento de amplio alcance
internacional, que se desarrolló por toda Europa, Estados
Unidos y numerosos países del resto del mundo. Entre
sus figuras sobresalen: Walter Gropius, Ludwig Mies van
der Rohe, Le Corbusier, Jacobus Johannes Pieter Oud,
Richard Neutra, Rudolf Schindler, Philip Johnson, Alvar
Aalto, Eliel y Eero Saarinen, Erik Gunnar Asplund, Casa Farnsworth (1946), diseñada por Ludwig Mies
Josep Lluís Sert, Louis Kahn, Pier Luigi Nervi, Gio van der Rohe, situada a las afueras de la ciudad
Ponti, Kenzō Tange, Lúcio Costa y Oscar Niemeyer. de Plano (Illinois, Estados Unidos)

Este movimiento no tiene una designación homogénea en


todos los países. En español se suele emplear más el término «racionalismo», aunque en otros países —
especialmente en el mundo anglosajón— dicho término se suele circunscribir al ámbito italiano, al
racionalismo practicado por el Gruppo 7 y el M.I.A.R. En cambio, en esos otros países se suele emplear con
más frecuencia el término «Estilo internacional» (en inglés, International style), que tiene su origen en la
exposición organizada por Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson en el Museum of Modern Art de Nueva
York en 1932 y en el libro publicado por ambos The International Style: Architecture since 1922. Un término
sinónimo es «Movimiento moderno» (en inglés, Modern Movement), procedente del libro Pioneers of Modern
Movement from William Morris to Walter Gropius (1936), de Nikolaus Pevsner. Este último tiene un sentido
más extenso e incluiría, además del racionalismo o Estilo internacional, a los movimientos de vanguardia de las
dos primeras décadas del siglo XX, como el expresionismo, el cubismo, el futurismo, el neoplasticismo y el
constructivismo, considerados en ocasiones genéricamente como un «prerracionalismo» o
«protorracionalismo».

Esta corriente buscaba una arquitectura fundamentada en la razón, de líneas sencillas y funcionales, basadas en
formas geométricas simples y materiales de orden industrial (acero, hormigón, vidrio), al tiempo que
renunciaba a la ornamentación excesiva y otorgaba una gran importancia al diseño, que era igualmente sencillo
y funcional. La arquitectura racionalista tuvo una estrecha relación con los adelantos tecnológicos y la
producción industrial, especialmente por la defensa acérrima de dicha relación preconizada por Walter Gropius
desde la fundación de la Bauhaus en 1919. También abogó por la utilización de elementos prefabricados y
módulos desmontables. Su lenguaje formal se basaba en una geometría de líneas simples, como el cubo, el
cono, el cilindro y la esfera, y defendía el uso de planta y fachada libres y la proyección del edificio de dentro
hacia fuera. Una de sus principales premisas era el funcionalismo, una teoría que postulaba la subordinación
del lenguaje arquitectónico a su función, sin considerar su aspecto estético o cualquier otra premisa secundaria.

Tal como indica su denominación de «Movimiento moderno», fue un estilo comprometido con los valores de
la modernidad, en paralelo a las denominadas «vanguardias artísticas» que se desarrollaban en ese momento en
artes plásticas. Fue un movimiento preocupado por la mejora de la sociedad, por influir en mejorar la vida de la
gente, a través de un lenguaje innovador que supuso una ruptura con la tradición en busca de una nueva forma
de construir, de una nueva forma de interpretar la relación del ser humano con su entorno y de buscar nuevas
soluciones que solventasen el problema del aumento de la población en las grandes ciudades. Para ello se valió
no solo de los aportes teóricos, las nuevas formas de concebir los espacios y de utilizar el diseño como
herramienta para aunar funcionalidad y estética, sino también de los adelantos técnicos e industriales, de la
utilización de nuevas técnicas y de nuevos materiales.

Además de la arquitectura, este movimiento se interesó por el urbanismo y el diseño. También fomentó la
teoría arquitectónica y la organización de congresos y conferencias para la difusión del nuevo movimiento, lo
que se concretó en la constitución en 1928 del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), así
como su cuerpo ejecutivo, el Comité Internacional para la Resolución de los Problemas de la Arquitectura
Contemporánea (CIRPAC).

Índice
Terminología
Historia
El CIAM
La exposición del MoMA de 1932
Características generales
Teoría y crítica
Antecedentes
Prerracionalismo
Expresionismo
Cubismo
Futurismo
Neoplasticismo (De Stijl)
Constructivismo
Organicismo: Frank Lloyd Wright
Racionalismo
La Bauhaus
Francia
Le Corbusier
Otros arquitectos
Alemania
Austria y Suiza
Países Bajos y Bélgica
Reino Unido e Irlanda
Países nórdicos
Europa del Este
Italia
España
Portugal
Grecia
Estados Unidos y Canadá
Brasil
Hispanoamérica
Asia
India y subcontinente indio
Japón y Lejano Oriente
Sudeste asiático
Cercano Oriente
África
Oceanía
Urbanismo
Diseño y decoración
Véase también
Notas
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Terminología
Conviene analizar en primer lugar la terminología
aplicada a este movimiento. Salvo pequeños matices, en
general se puede considerar que racionalismo, Estilo
internacional y Movimiento moderno son conceptos
sinónimos.1 2 3 4 Como indica su etimología,
racionalismo proviene de razón y tiene su origen en la
pretensión de la nueva arquitectura de racionalizar los
procesos constructivos. El racionalismo fue heredero de
la Ilustración y la Revolución Industrial, la culminación
de un largo proceso de aplicación en la arquitectura de
los nuevos procesos de mecanización iniciados con la era
industrial. Este proceso evolucionó en paralelo a los
Casa proyectada por Le Corbusier para la
avances sociales, con un cierto componente utópico de
urbanización Weißenhofsiedlung (1927), Stuttgart
aplicación de los valores de la arquitectura y el (Alemania)
urbanismo a la mejora de la sociedad: la industrialización,
usada de forma «racional», serviría según los teóricos del
movimiento para solventar las injusticias sociales y crear un entorno urbano que englobase de forma óptima a
la mayoría de la población.5 Algunos historiadores apuntan el origen del término a esta frase de Erwin
Piscator:

La nueva arquitectura no debe ya influir sobre el espectador por la vía meramente sentimental, no
debe especular más sobre su disponibilidad emotiva, sino dirigirse, de manera totalmente
consciente, a su razón.
Erwin Piscator, Das politische Theater, Berlín, 1929.6

El término «Estilo internacional» (en inglés, International style) proviene de la exposición Modern
Architecture - International Exhibition organizada por Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson en el
Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York en 1932 y en el libro publicado por ambos The International
Style: Architecture since 1922. Pese a su ambigüedad, el término hizo fortuna y es el más empleado en el
ámbito anglosajón para designar la fase más ortodoxa del racionalismo. Para Hitchcock y Johnson, el Estilo
internacional englobaba las producciones más sintomáticas tanto del racionalismo como del neoplasticismo,
caracterizadas por un lenguaje racional basado en la producción industrial.7 En ocasiones se circunscribe el
término racionalismo para Europa, mientras que el International style lo describiría a nivel mundial.8 Otro
término utilizado en este contexto es «internacionalismo», procedente del libro Internationale Architektur de
Walter Gropius (1925).9

El término «Movimiento moderno» (en inglés, Modern


Movement) procede del libro Pioneers of Modern Movement
from William Morris to Walter Gropius (1936), de Nikolaus
Pevsner, y sería más inclusivo, ya que aglutinaría el racionalismo
con el expresionismo, el cubismo, el futurismo, el neoplasticismo
y el constructivismo, considerados genéricamente como un
«prerracionalismo» (o «protorracionalismo»). La intención del
autor era señalar la convergencia de varias corrientes estilísticas
hacia una nueva forma de concebir la arquitectura durante las
primeras décadas del siglo XX. Según Pevsner, «es esencial
comprender el Movimiento moderno como una síntesis del
Café L'Aubette (1928-1929), de Theo van
movimiento de Morris (Arts & Crafts), el desarrollo de la
Doesburg, Hans Arp y Sophie Taeuber-
construcción en acero y el art nouveau». Es interesante señalar
Arp, Estrasburgo (Francia)
que ya en 1902 el arquitecto Otto Wagner había utilizado el
mismo término en el prefacio de su libro Moderne Architektur.10
Sin embargo, en tiempos recientes algunos historiadores han criticado alguna de las formulaciones de Pevsner,
especialmente en cuanto a la pretendida pérdida de raíces históricas en los arquitectos modernos, señalando por
ejemplo que Le Corbusier se inspiró en buena medida en la arquitectura clásica grecorromana y Ludwig Mies
van der Rohe en la obra del arquitecto neoclásico Karl Friedrich Schinkel. Otra de las premisas puestas en
duda ha sido la de un estilo común supranacional, frente a lo que se ha señalado una amplia divergencia de
criterios con base nacional en cada uno de los países donde se desarrolló el movimiento, aunque en numerosas
ocasiones convergiesen en criterios comunes. Así, frente a los postulados iniciales de Pevsner y Siegfried
Giedion, a partir de los años 1970 diversos historiadores criticaron el concepto de Movimiento moderno, como
Reyner Banham, Bruno Zevi o Manfredo Tafuri, mientras que Charles Jencks pasó a hablar de «movimientos
modernos» en plural.11

Cabe señalar que en algunos países, especialmente en el ámbito anglosajón, se usa como sinónimo de
Movimiento moderno el término «modernismo». Sin embargo, en español se emplea ese término para el estilo
artístico desarrollado entre finales del siglo XIX y principios del XX conocido también como art nouveau en
Francia, Modern Style en Reino Unido, Jugendstil en Alemania, Sezession en Austria, Nieuwe Kunst en Países
Bajos o Liberty en Italia.12

Por último, conviene precisar que Movimiento moderno no es el mismo concepto que el de arquitectura
moderna, que es la arquitectura de la modernidad, un proceso cultural iniciado con la Ilustración en el
siglo XVIII basado en la ciencia y en el progreso, ligado al positivismo filosófico. Incluye por tanto los siglos
XIX, XX y XXI , es decir, hasta nuestros días, pues aunque desde los años 1980 el arte posmoderno ha puesto en
duda la vigencia de la modernidad los historiadores no están de acuerdo, y hay incluso expertos —como
Valeriano Bozal— que señalan que la posmodernidad es solo una fase más de la modernidad, precisamente
aquella en que reflexiona sobre sí misma.13

Historia
Los orígenes del racionalismo son difusos y proceden de una lenta evolución desde mediados del siglo XIX
hasta los años 1920, en que empezó a cobrar conciencia en una nueva generación de arquitectos, críticos y
estudiosos de la arquitectura la constatación de que las realizaciones de esa época compartían unos rasgos
estilísticos comunes y un programa moderno y dinamizador de los procesos constructivos y urbanísticos. En la
génesis del racionalismo se
encuentran los adelantos
tecnológicos que propiciaron en
la segunda mitad del siglo XIX la
arquitectura de cristal y hierro, el
movimiento Arts & Crafts, la
edificación de los primeros
rascacielos propiciada por la
Escuela de Chicago, la
formulación de la teoría
funcionalista por Louis Sullivan,
algunos postulados de la
arquitectura modernista — Walter Gropius Ludwig Mies van der Le Corbusier
especialmente la Sezession Rohe
vienesa— y la obra de varios Entre los padres del racionalismo se suele considerar especialmente la obra
arquitectos individuales —en de tres de los mejores arquitectos del siglo XX: Walter Gropius, Ludwig Mies
especial Frank Lloyd Wright— van der Rohe y Le Corbusier, llamados en ocasiones genéricamente como la
hasta desembocar en las «Trinidad» racionalista. Un aspecto curioso de su trayectoria es que los tres
corrientes de vanguardia de trabajaron juntos alrededor de 1910 en el estudio de Peter Behrens en
inicios del siglo XX, que suelen Berlín.14
considerarse como un
prerracionalismo. 15

Hay que considerar también como motor de la nueva arquitectura en la transición entre los siglos XIX y XX los
cambios tecnológicos producidos en la llamada Segunda Revolución Industrial, tales como la invención del
hormigón armado (1854), el procedimiento Bessemer para la elaboración del acero (1856), la invención de la
dinamo para generar electricidad como fuerza motriz (1869), el teléfono (1876), los experimentos de Galileo
Ferraris sobre el campo magnético rotatorio que permiten el transporte a distancia de la energía hidráulica
(1883), la bombilla eléctrica (1879), el motor de explosión (1885), etc. Todos estos factores ayudaron a la
industria de la construcción y lanzaron a la arquitectura a una nueva forma de construir de múltiples
posibilidades.16

Un primer factor determinante en la aparición del racionalismo fue la apertura en 1919 de la Bauhaus, una
escuela de arquitectura, arte y diseño dirigida por Walter Gropius que preconizaba un estilo funcionalista de
líneas sencillas y basado en la producción industrial. Durante los años posteriores al fin de la Primera Guerra
Mundial empezaron a descollar varios arquitectos que fomentaban en sus obras las premisas racionalistas,
como el propio Gropius, Le Corbusier y Ludwig Mies van der Rohe, considerados los máximos exponentes
de este movimiento, que ayudaron a su difusión internacional. Poco a poco el nuevo estilo se fue difundiendo
gracias a concursos, congresos y exposiciones: en 1922, el concurso para la nueva sede del Chicago Tribune
dio a conocer propuestas de Gropius, Adolf Meyer, Max Taut y Hans Scharoun; en 1925, Le Corbusier
construyó para la Exposición de Artes Decorativas e Industrias Modernas de París el pabellón de L'Esprit
Nouveau, en el que expuso sus nuevas teorías urbanísticas; en 1927, la exclusión de Le Corbusier del
concurso para la sede de la Sociedad de Naciones en Ginebra provocó un gran escándalo, hecho que
repercutió en otorgarle más fama; también en 1927, Mies van der Rohe organizó en Stuttgart una exposición
de arquitectura dedicada a la vivienda (Die Wohnung) que promovió la construcción de treinta y dos casas —la
urbanización Weißenhofsiedlung—, entre edificios y viviendas unifamiliares, que supuso un gran hito para el
nuevo estilo:17 la internacionalidad del proyecto llevó al profesor Paul Schmitthenner a afirmar que «estamos
alcanzando la fórmula del estilo internacional del siglo XX».18 Otras exposiciones en las que participaron
arquitectos racionalistas fueron: la Exposición Internacional de Barcelona (1929); el Salón de los Artistas
Decoradores del Grand Palais de París (1930); y la Bauausstellung (Feria de la Construcción) de Berlín
(1931).19
El mayor acontecimiento que supuso la oficialización del racionalismo fue la fundación en 1928 en La Sarraz
(Suiza) del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), una asociación internacional de
arquitectos encargada de celebrar congresos para debatir los nuevos principios de la arquitectura y ayudar a su
difusión internacional.20

Otro de los principales acontecimientos que ayudaron a difundir


el nuevo estilo fue la exposición Modern Architecture -
International Exhibition, organizada por Henry-Russell
Hitchcock y Philip Johnson en el MoMA de Nueva York en
1932, de la que surgió asimismo el libro publicado por ambos,
The International Style: Architecture since 1922, que aportó el
término Estilo internacional para designar al movimiento. Estos
autores se centraron más en los aspectos formales que unían las
diversas manifestaciones de este movimiento que no en sus
premisas teóricas e incluso utópicas. Señalaron como principales
características de este estilo el rechazo al eclecticismo historicista,
Pabellón de Alemania para la Exposición
el empleo de materiales como el acero, el vidrio y el hormigón, el
Internacional de Barcelona (1929), de
uso de la planta libre y la «concepción de la arquitectura como
Ludwig Mies van der Rohe
volumen más que como masa».21

El racionalismo tuvo una rápida difusión por toda Europa y


arraigó especialmente en Alemania, Francia, Países Bajos, Austria, Checoslovaquia, Suiza, Reino Unido —
gracias especialmente a arquitectos alemanes huidos del nazismo—, Italia y España. En los años 1930 el
racionalismo tuvo un nuevo centro difusor en Estados Unidos, adonde llegaron numerosos arquitectos
europeos exiliados a causa del nazismo alemán, el fascismo italiano y el comunismo soviético.22 Sin
embargo, en esa década el movimiento entró en una fase de ciertas dudas y de críticas hacia su excesivo
formalismo y su frío mecanicismo, alejado de las necesidades humanas. El propio Le Corbusier se fue
distanciando de su purismo inicial y empezó a considerar la máquina como una herramienta y no un fin en sí
mismo. Pese a todo, el racionalismo continuó siendo el estilo hegemónico a nivel internacional hasta
prácticamente los años 1960.23

Tras la Segunda Guerra Mundial el movimiento comenzó


a decaer, pero todavía se siguió construyendo en estilo
racionalista hasta los años 1960 e incluso 1970, en
convivencia con otros nuevos estilos que fueron
surgiendo.22 De hecho, en la posguerra la urgencia de
reconstruir las ciudades devastadas en la contienda
coadyuvó a la pervivencia del estilo, ya que frente a la
búsqueda de nuevos estilos se prefirió uno ya
consolidado. Ello se produjo en paralelo a la definitiva
universalización del lenguaje racionalista, ya que su
mayor difusión en esos años se produjo en países Terminal del Aeropuerto Internacional de
emergentes como Brasil, India, México y Venezuela. 24 Washington-Dulles (1958-1963), de Eero Saarinen,
Esta globalización del movimiento llevó pareja una Chantilly, Virginia (Estados Unidos)
diversificación del mismo, ya que tuvo que adaptarse a
las diferentes tradiciones constructivas de países de muy
diversa cultura, así como a diversas condiciones climáticas, económicas y sociales.25 Incluso en Estados
Unidos el Estilo internacional se fue regionalizando, como se demuestra por la sustitución en numerosos casos
de los esqueletos de acero por madera, por influencia de las casas usonianas de Frank Lloyd Wright.26
La difusión del internacionalismo tras el conflicto bélico corrió a cargo principalmente de la Unión
Internacional de Arquitectos (Union Internationale des Architectes, UIA), fundada por el francés Pierre Vago
en colaboración con el inglés Patrick Abercrombie, el italiano Saverio Muratori, el portugués Carlos João
Chambers Ramos y el ruso Viacheslav Popov; Vago fue su secretario general entre 1948 y 1968. El primer
congreso se celebró en París en 1948 y desde entonces cada tres años en un país distinto. Otro órgano de
difusión fue la revista Architectural Review, así como instituciones como la Universidad de Harvard, la Ulm
Bauhaus y la Architectural Association School of Architecture del Reino Unido, y otras de nueva creación
como la Middle East Technical University de Ankara y el Asian Institute of Technology de Bangkok.27

Sin embargo, tras la contienda mundial el Estilo internacional se fue convirtiendo en un método de
construcción sistemático y perdió algo de su esencia inicial y de su componente utópico de un arte al servicio
de la sociedad. La confianza en las nuevas tecnologías, en el arte como instrumento de educación para el
pueblo, en una estética universal que comportase una ética universal, se fueron diluyendo, y el movimiento se
fue reduciendo a un estilo reglamentado, que no dejaba espacio para la innovación ni la creación individual,
para la subjetividad o la relación con la naturaleza.28 Su evolución estilística fue hacia un cierto eclecticismo
—según Jürgen Joedicke— o manierismo —según Josep Maria Sostres—, con dos posibles vías de
realización: la «imitación mecánica e impersonal de los grandes ejemplos» (Sostres) o la contextualización
regionalista, como la practicada por el neoempirismo escandinavo, el brutalismo británico, el neorrealismo y
neoliberty italianos o la Escuela de Barcelona en España.29

El principio del fin de este movimiento se escenificó en el IX congreso del CIAM, en el que un grupo de
arquitectos disidentes se organizó en el llamado Team X, que propugnaba una evolución hacia un estilo más
realista y de utilidad social, que se concretó en un nuevo estilo denominado brutalismo. Este grupo acusaba al
CIAM de haber patrocinado el Estilo internacional imponiendo «conceptos mecánicos de orden», sin tener en
consideración las necesidades emocionales del ser humano o las especificidades territoriales de los diversos
países en que se desarrolló el estilo. El propio Philip Johnson confesó en 1996 que «nuestra así llamada
arquitectura moderna era demasiado antigua, glacial y llana».30

Aunque el fin del racionalismo como estilo puede situarse en el primer lustro de los años 1960, cabe remarcar
que hasta los años 1970 y primeros 1980 aún se construyó en ese estilo —de forma más o menos ortodoxa—
en numerosas partes del mundo, especialmente en países emergentes que habían llegado con cierto retraso a la
modernidad. El proceso descolonizador iniciado en África y Asia tras la Segunda Guerra Mundial propició el
auge constructivo de estos nuevos países, que necesitaban nuevas infraestructuras y edificios gubernamentales,
y que adoptaron el Estilo internacional como forma de equiparar la construcción de un nuevo estado con una
imagen moderna y progresista. En muchos casos, esta arquitectura resultó estereotipada y acontextualizada,
con una cierta apariencia de trasplante de tipologías occidentales a países de distinta tradición cultural, sin
atender a las condiciones sociales, geográficas y económicas de estos países.31

El CIAM

El Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (en francés, Congrès International d'Architecture


Moderne) fue fundado en La Sarraz (Suiza) en 1928 para fomentar la interrelación entre arquitectos y
urbanistas de todo el mundo con el fin de intercambiar ideas y comparar los estilos y técnicas empleados en
distintos lugares del mundo.32 En su origen, la reunión estuvo motivada como réplica a la postergación del
Movimiento moderno en el concurso para la sede de la Sociedad de Naciones en Ginebra, frente a lo que los
arquitectos del nuevo movimiento quisieron ofrecer un frente común.33 Entre los fundadores del CIAM se
encontraba Le Corbusier,nota 1 y Siegfried Giedion fue su primer secretario hasta 1956.35 Como órgano
ejecutivo del CIAM se instituyó el CIRPAC, el Comité Internacional para la Resolución de los Problemas de
la Arquitectura Contemporánea (en francés, Comité International pour la Résolution des Problèmes de
l'Architecture Contemporaine). En 1959 se produjo su disolución definitiva; para entonces el congreso tenía
más de treinta países afiliados y unos tres mil miembros.36
Se suelen señalar cuatro fases en la historia del CIAM: el
ciclo fundacional de los congresos (1928-1933), la crisis
motivada por el nazismo y la serie de emigraciones de
numerosos arquitectos (1934-1945), la refundación y
ampliación del congreso (1945-1953) y el proceso de
agonía del movimiento motivado por el proceso
contestatario de los arquitectos más jóvenes (1953-
1959).33

En su primera reunión, Le Corbusier se encargó de


redactar el orden del día a discutir, que incluía los
siguientes temas: la técnica moderna y sus consecuencias; CIAM XI (1959), Otterlo (Países Bajos)
la estandarización; la economía; la urbanística; la
educación de la juventud; la realización: la arquitectura y
el Estado.37 Se redactó una declaración que sostenía que «para beneficiar a un país, la arquitectura debe
relacionarse íntimamente con la economía general. El verdadero rendimiento será fruto de una racionalización
y de una normalización, y la producción suficiente para satisfacer por completo las exigencias humanas».38
También se señaló como objetivos primordiales de la urbanística tres funciones: habitar, trabajar, distraer.39

En 1929 se reunió el segundo congreso en Frankfurt (Alemania), centrado en la cuestión de la «vivienda


mínima». El CIAM III se produjo en 1930 en Bruselas (Bélgica), sobre la «urbanización racional» del espacio.
El cuarto congreso, dedicado a la «ciudad funcional», debía celebrarse en Moscú, pero por motivos políticos
se hizo finalmente en Atenas (Grecia) en 1933, a bordo del yate Patris II; en el mismo se acordó la llamada
Carta de Atenas. En 1937 se celebró el CIAM V en París (Francia), bajo la premisa de «vivienda y ocio». La
Segunda Guerra Mundial paralizó los congresos y fomentó el auge del grupo estadounidense; Josep Lluís Sert,
exiliado en ese país, publicó en 1943 el libro Can Our Cities Survive?, donde recogió los postulados del
CIAM y se convirtió en la obra de referencia del racionalismo en el ámbito anglosajón. Tras la guerra el CIAM
se amplió hacia Asia, África e Hispanoamérica, y el trío Le Corbusier-Gropius-Giedion empezó a perder
influencia. En 1947 se dio el CIAM VI en Bridgwater (Inglaterra), centrado en la reconstrucción de las
ciudades devastadas por la guerra. El CIAM VII se desarrolló en Bérgamo (Italia) en 1949, sobre la
arquitectura como arte. En 1951, el CIAM VIII se alojó en Hoddesdon (Inglaterra) y versó sobre el centro de
la ciudad, con una primera escisión entre posturas ortodoxas y renovadoras a causa del planteamiento de
nuevos conceptos como la dimensión simbólica y la escala humana. El CIAM IX tuvo lugar en 1953 en Aix-
en-Provence (Francia) y centró su atención de nuevo en las disputas generacionales y en la fundación del
Team X por parte de Jaap Bakema, Georges Candilis, Aldo Van Eyck y Alison y Peter Smithson. En 1956 el
CIAM X se celebró en Dubrovnik (Yugoslavia), centrado en la Carta del hábitat como alternativa a la de
Atenas. En 1957 se disolvieron los grupos nacionales y fue elegido secretario general Jaap Bakema. El último
congreso, el CIAM XI, se dio en 1959 en Otterlo (Países Bajos) y significó la disolución del CIAM.40

Véase también: Modern Architectural Research Group

La exposición del MoMA de 1932

La exposición Modern Architecture - International Exhibition se celebró en el Museum of Modern Art


(MoMA) de Nueva York entre el 9 de febrero y el 23 de marzo de 1932. Posteriormente recorrió Estados
Unidos durante seis años.41 Sus comisarios fueron el crítico Henry-Russell Hitchcock y el arquitecto Philip
Johnson, quienes escogieron las obras más representativas del nuevo estilo en Europa y los Estados Unidos —
con la única excepción fuera de estos continentes del edificio del laboratorio de electricidad del ministerio de
Obras Públicas en Tokio, de Mamoru Yamada—. Los criterios de selección fueron básicamente estéticos, por
lo que dejaron de lado los aspectos más programáticos de la nueva arquitectura, especialmente sus dimensiones
social y económica, hecho por el que la propuesta de Hitchcock y Johnson fue criticada. Según los comisarios,
las obras englobadas en la nueva corriente debían
cumplir una serie de parámetros, como la ausencia de
ornamentación, la composición en términos de volumen
y no de masa, en la regularidad modular y no en la
simetría axial. En cuanto a arquitectos, dejaban fuera la
obra de los pioneros del movimiento, como Peter
Behrens, Auguste Perret, Adolf Loos, Antonio Sant'Elia
y Frank Lloyd Wright, y establecían como paradigmas
del nuevo movimiento a Le Corbusier, Walter Gropius,
Ludwig Mies van der Rohe, Jacobus Johannes Pieter
Oud, Gerrit Rietveld y Richard Neutra.42
Lovell House (1927-1929), de Richard Neutra,
Se expuso la obra de sesenta y siete arquitectos.nota 2 La Griffith Park, Los Ángeles (Estados Unidos), uno
mayor parte de proyectos expuestos procedía de de los edificios escogidos para la exposición
Alemania, seguida de Estados Unidos. Por arquitectos, la
mayoría eran proyectos de Gropius, Le Corbusier y Mies
van der Rohe. La selección fue elaborada por los propios comisarios ya fuesen proyectos que conociesen
ambos o uno de ellos, con pocas excepciones de recomendaciones de otras personas de su confianza, como
Richard Neutra, que recomendó el laboratorio eléctrico de Tokio, de Mamoru Yamada, o Bruno Taut, que
aconsejó el laboratorio electrofísico de Moscú, de Ivan Nikolaev y Anatoli Fisenko.44

Con las mismas premisas de la exposición, Hitchcock y Johnson publicaron el mismo año el libro The
International Style: Architecture since 1922, que dio nombre al movimiento en el ámbito anglosajón. En el
libro analizaban la obra de setenta y dos arquitectos de quince países, con la premisa de que representaban un
nuevo estilo arquitectónico de corte internacional. En el prólogo, el director del MoMA, Alfred Barr, apuntaba
que los autores habían demostrado que «en la actualidad hay un estilo moderno tan original, consistente, lógico
e internacional como cualquier otro del pasado».45

En 1951, Hitchcock hizo el siguiente análisis retrospectivo de los parámetros utilizados para la exposición:

Demasiado escasos en número y demasiado estrechos, diría yo en 1951 que son los principios que
con tanta firmeza enunciamos en 1932. Hoy añadiría un tercer principio: la articulación de la
estructura y omitiría la referencia a la decoración, que constituye una cuestión estética más que
formal. El concepto de regularidad resulta demasiado negativo para explicar el mejor diseño
contemporáneo, aunque no consigo encontrar una frase que explique de manera global las
cualidades más positivas del diseño moderno.46

También Philip Johnson revisó en los años 1960 los parámetros de la exposición y señaló como principales
características del Estilo internacional la honestidad estructural, los ritmos modulares repetitivos, los techos
planos, la claridad expresada por las superficies de cristal, la caja como continente y la ausencia de
decoración.46

Características generales
El racionalismo fue un movimiento heterogéneo con orígenes tanto geográficos como cronológicos difíciles de
precisar. Se podría decir que fue más bien una confluencia de distintos estilos que convergieron en unas
características comunes, las cuales se evidenciaron de forma más clara después de la Primera Guerra Mundial.
Sus características generales se fueron fraguando poco a poco en la obra y aportaciones de todos los
movimientos y arquitectos que se consideran antecedentes de este estilo. Cuando estas características fueron
analizadas más concienzudamente se pudo determinar que la mayoría de realizaciones de este nuevo estilo se
basaban en varios puntos principales: utilización de un lenguaje funcionalista, empleo de formas geométricas
simples y estructuras regulares, tendencia a una ordenación vertical-horizontal, renuncia a la ornamentación y
uso de materiales de tipo industrial (hormigón, acero, cristal).47
Pese a ello, es difícil hablar de un estilo homogéneo y, de hecho,
muchos arquitectos racionalistas afirmaban que ellos no tenían
estilo, sino que lo suyo era «una forma puramente racional de
diseño».48

Los postulados ideológicos del racionalismo se basaban en el


progreso y la modernidad, con una apuesta decidida por la
producción industrial y mecanizada, así como una organización
racional del trabajo. Con tendencia a un ideario político
Rose Seidler House (1948-1950), de Harry
progresista e igualitario, querían elaborar un nuevo lenguaje Seidler, Wahroonga, Sydney (Australia).
constructivo que sirviese para renovar la sociedad, lo que se Esta casa presenta los rasgos típicos del
plasmó especialmente en su interés por el urbanismo y la racionalismo: sustentación sobre pilotis,
vivienda social.1 Así pues, se podría decir que los fundamentos muros blancos, cubierta plana y paredes
del racionalismo se encuentran en la «conciliación entre progreso acristaladas
tecnológico y compromiso social», según Jeremy Melvin.49

Una de las premisas principales del Movimiento moderno fue el funcionalismo, la subordinación del lenguaje
arquitectónico a su función, dejando de lado cualquier consideración estética o accesoria para el objetivo
principal de la construcción: «la forma sigue a la función», según palabras de Louis Sullivan. Así, cualquier
forma constructiva ha de ser reflejo del uso para el que ha sido concebida. Según esta teoría, incluso los
elementos constructivos —tales como vigas y pilares— han de dejarse a la vista, pues forman parte del diseño
formal según el que es planificada una estructura. Para ello debe coadyuvar la producción industrial y los
adelantos tecnológicos, que son herramientas puestas a disposición del arquitecto para optimizar su labor
constructiva.50

En el seno de la sociedad industrial y de la economía capitalista,


al arquitecto racionalista se le exigía la máxima funcionalidad y
optimización de recursos, elaborar los mejores diseños con los
criterios industriales más económicos; debía considerar todos los
componentes de la vida en sociedad, por lo que debía
responsabilizarse «desde la cuchara hasta la ciudad», como solía
decirse en la época. Por lo general, la mayoría de arquitectos
racionalistas tenían inquietudes sociales y consideraban un deber
del Estado el garantizar unas mínimas condiciones de vida
(Existenzminimum) a la población.51 En el racionalismo, todos
los elementos constitutivos de la obra arquitectónica estaban
Sede de la Organización de las Naciones
subordinados a la función, por lo que función y estilo se
Unidas (1947-1950), de Wallace Harrison
y Max Abramovitz, Nueva York (Estados equiparan.9
Unidos)
Entre los principales rasgos estilísticos del racionalismo se
encuentran: las formas rectilíneas y ortogonales, la composición
en volumen más que en masa, estructuras uniformes y visibles, ausencia de simetría axial, la utilización de
pilotis como soporte de la estructura, cubiertas planas, patios centrales vacíos, planta libre en interiores, empleo
de voladizos —especialmente en balcones y terrazas—, fachadas sin adornos, muros blancos y ventanas
rectangulares, enlazadas en una banda alargada y corrida en el plano de fachada.52 45 También es
característica la utilización —especialmente en rascacielos— del muro cortina (curtain wall), un tipo de
fachada acristalada autoportante, independiente de la estructura resistente del edificio, construida generalmente
mediante la repetición de un elemento prefabricado modulado, que suele estar compuesto de un marco de
aluminio extruido y un panel de vidrio.53 Otro elemento utilizado habitualmente es el brise soleil, un tipo de
protección solar para ventanas y balcones, a modo de persiana o celosía, que puede estar elaborado en diversos
materiales, desde la madera hasta el hormigón usado habitualmente por Le Corbusier.54 Cabe señalar que la
arquitectura racionalista recibió una cierta influencia del diseño náutico, e incluso Le Corbusier añadió
numerosas fotografías de barcos y transatlánticos en su libro Vers une Architecture (1923).55

El principal factor estético del nuevo estilo era la ausencia de decoración aplicada, concebida como una forma
de eliminar la superficialidad. La nueva premisa era la simplicidad, basada principalmente en materiales
industriales, un orden estructural basado en la regularidad frente a la angulosidad y en un armonía basada en la
proporción y la geometría, y en un diseño centrado en un esqueleto de columnas (pilares de hormigón o metal)
en vez de una estructura en masa, con una superficie lisa y sin costuras, de materiales lisos —preferentemente
metal y cristal—, con ventanas que no interrumpiesen la perfección de la fachada, a ser posible con marcos
metálicos ligeros, y un cromatismo centrado en el color natural del material. También consideraban relevante la
elección del lugar a construir y su relación con el entorno, dentro del cual los paramentos externos del edificio
—como terrazas y pérgolas— se consideran extensiones del mismo, al igual que los muros y senderos de los
jardines, cuya planimetría rectilínea contrastaba con la obra de la naturaleza. Por otro lado, dentro del aspecto
ornamental, consideraban la inclusión en el edificio de pinturas y esculturas como elementos independientes
que no debían degenerar en simple decoración, sino que debían embellecer de forma autónoma. En ese
sentido, Hitchcock y Johnson señalaron las pinturas murales abstractas como el complemento ideal de la
arquitectura moderna.56

La arquitectura racionalista —especialmente el diseño— mantuvo estrechos contactos e influencias con el resto
de las artes, especialmente la pintura, y dentro de esta la de vanguardias como el neoplasticismo, el
suprematismo y el constructivismo, todas ellas de tendencia abstracta, de las que tomaron algunos de sus
diseños y la preferencia por colores primarios, así como la experimentación con diversos materiales y un
diseño basado en formas básicas y proporcionadas. Algunos de los pintores que más influyeron en el
movimiento fueron profesores de la Bauhaus o mantuvieron contactos con esta institución, como El Lissitzky,
Theo van Doesburg, Vasili Kandinski, Paul Klee, Johannes Itten y László Moholy-Nagy.57

Teoría y crítica
El racionalismo se nutrió de un extenso corpus teórico elaborado por
algunos de sus más destacados representantes, como Gropius y Le
Corbusier. En 1925, Gropius publicó Internationale Architektur,
donde relacionaba su obra con la de otros arquitectos como Le
Corbusier, Oud y Wright, y señalaba que todos compartían una visión
funcional de la arquitectura, con una concepción lógica de la obra y
una planificación económica de optimización de dinero, materiales,
tiempo y espacio. Apuntaba también que «la uniformidad del aspecto
de los edificios modernos, surgida de los viajes y la tecnología
mundial, supera las fronteras naturales que siguen aislando a
individuos y pueblos, creando un puente entre todas las regiones
culturales».58

Le Corbusier publicó varios libros de arte y arquitectura, como Vers


une Architecture (1923), L'Art Décoratif d'Aujourd'hui (1926) y L'Esprit Nouveau, número 1, octubre
Urbanisme (1925), además de publicar con Amédée Ozenfant la de 1920, París
revista L'Esprit Nouveau (1920-1925).59 En su libro de 1923
presentó sus principios teóricos en una serie de textos de tono algo
provocador, con el objetivo de abrir «ojos que no ven» hacia la moderna arquitectura. Emplea un estilo
conciso, de frases breves y sencillas, para establecer unas premisas claras que sirvan de guía al arquitecto, con
símiles poéticos y abundante material gráfico. El contenido se centra en la reforma estética de la arquitectura
producida desde mediados del siglo XIX, así como conceptos como el funcionalismo y el diseño industrial;
habla de las cualidades higiénicas y morales de la arquitectura, que simboliza en un transatlántico: «una
arquitectura pura, limpia, clara, pulcra y sana». Sin embargo, opina que los estilos son «una mentira», aunque
reconoce el carácter artístico de la arquitectura, ya que más allá de la simple función racional el arquitecto
configura una estética al edificio. En cuanto a su tratado sobre urbanismo, lo analiza desde una perspectiva
funcional, en que la ciudad es una herramienta de trabajo, y defiende unas líneas generales basadas en el orden
y la linealidad, que se concretarán en la Carta de Atenas (1943).60

También hicieron su aportación al corpus teórico del movimiento críticos e historiadores del arte como Henry-
Russell Hitchcock, Siegfried Giedion y Nikolaus Pevsner. Hitchcock realizó su primer aporte sobre el Estilo
internacional en un artículo en la revista Hound and Horn en 1928, al que siguió el libro Modern Architecture,
Romanticism and Reintegration (1929), donde afirmaba que el nuevo estilo era «una rama distinta de la
arquitectura moderna influida por la pintura cubista y neoplasticista». Pero su obra más relevante fue The
International Style: Architecture since 1922, elaborada con Philip Johnson para la exposición del MoMA de
1932.61 En ella establecieron los parámetros definitorios del movimiento, señalando que:

Hoy ha nacido ya un estilo moderno... Este estilo contemporáneo, que existe en todo el mundo, es
unitario e inclusivo... El concepto de estilo como marco de desarrollo potencial ha surgido a
partir del reconocimiento de unos principios subyacentes... Al enunciar los principios generales
del estilo contemporáneo, igual que al analizar su origen estructural y su modificación debida a la
función, es difícil evitar una cierta apariencia de dogmatismo. En contra de quienes afirman que
un nuevo estilo arquitectónico es algo imposible o indeseable, es necesario insistir en la
coherencia de los resultados obtenidos dentro del espectro de posibilidades hasta ahora exploradas.
Y es que el Estilo internacional ya existe en el momento presente; no es simplemente algo que el
futuro quizá nos depare. La arquitectura siempre es un conjunto de monumentos reales, no un
cuerpo teórico impreciso.62

El libro sobre la exposición contiene un breve texto y abundantes


ilustraciones. Fue escrito enteramente por Hitchcock, ya que la
participación de Johnson consistió solo en su corrección. Su tesis
se centra en la constatación de un nuevo estilo arquitectónico
contemporáneo a la fecha de la exposición, con Gropius, Oud,
Le Corbusier, Mies van der Rohe, Rietveld y Mendelsohn como
principales representantes. Establece los inicios de este estilo tras
la Primera Guerra Mundial y señala como antecedentes a
arquitectos como Peter Behrens, Otto Wagner, Auguste Perret y
Frank Lloyd Wright, a los que califica como «semi-modernos».
Museo Heidi Weber (1963-1967), de Le
63
Corbusier, Zúrich (Suiza)

Giedion expuso sus ideas preferentemente en Space, Time and


Architecture. The Growth of a New Tradition (1941), que marcó
la imagen histórica de la arquitectura moderna en Europa y los Estados Unidos. Es un compendio de las clases
Charles Eliot Norton Lectures que dio en la Universidad de Harvard entre 1938 y 1939. El objetivo principal
de Giedion era integrar la arquitectura moderna en el seno de la historia del arte, así como establecer sus bases
teóricas en un contexto científico. Señalaba el arte y la arquitectura modernos como unidades
interdependientes y consideraba superada la contraposición entre ciencia y arte. Así como Hitchcock
estableció los principios estéticos del racionalismo, Giedion buscaba además establecer sus principios
estructurales, analizando las cualidades formales del movimiento para hallar las ideas subyacentes. Señala el
nacimiento de la arquitectura moderna en la industrialización y los adelantos en ingeniería, y como pioneros a
Victor Horta, Hendrik Petrus Berlage, Otto Wagner, Auguste Perret y la Escuela de Chicago. Reconoce un
papel fundamental para Frank Lloyd Wright, pero reserva el papel de «héroes» de la arquitectura moderna para
Gropius y Le Corbusier —Mies van der Rohe no lo citó hasta una reedición en 1954—. La obra de Giedion
fue el manual básico de la arquitectura moderna hasta prácticamente los años 1980 y marcó la conciencia de
dos generaciones de arquitectos.64
Pevsner fue un historiador y crítico alemán establecido en el Reino Unido desde 1935. En Pioneers of the
Modern Movement (1936, titulada más tarde The Sources of Modern Architecture and Design), introdujo el
término «Movimiento moderno», al que consideraba el estilo «adecuado» para el siglo XX, un estilo funcional
que responde a las nuevas necesidades de las masas. Pevsner preconizaba un internacionalismo estricto,
anónimo, impersonal, que deje «menos lugar a la expresión de sí mismo» y que se adapte a las nuevas
«condiciones sociales de base». A lo largo de su producción literaria elaboró una historia de la arquitectura
global, social y cultural, ajena a las personalidades y centrada en la noción de estilo, con la intención de
diferenciar los «estilos verdaderos» de las «modas transitorias».65

Otros libros sobre el Movimiento moderno fueron: Internationale neue baukunst de Ludwig Hilberseimer
(1926), Die Baukunst der neuesten Zeit de Gustav Adolf Platz (1927), Moderne Architektur und Tradition de
Peter Meyer (1928), Die neue Baukunst in Europa und Amerika de Bruno Taut (1929), Les tendances de
l'architecture contemporaine de Myron Malkiel-Jirmounsky (1930), The New World Architecture de Sheldon
Cheney (1930), La nuova architettura de Fillia (seudónimo de Luigi Colombo, 1931), Gli elementi
dell'architettura razionale de Alberto Sartoris (1932), etc. Cabe destacar también las revistas que difundieron
el nuevo estilo, como Die Form, Das neue Frankfurt, L'architecture d'aujourd'hui, La Casa bella, Moderne
Bauformen, Wasmuth Monatshefte für Baukunst und Städtebau y The Architectural Review.66

Las primeras voces críticas hacia el Movimiento moderno surgieron del brutalismo en los años 1950 y se
desarrollaron en los 1960 con la obra de historiadores y críticos como Reyner Banham y Manfredo Tafuri.
Banham fue alumno de Giedion y Pevsner y, de cara a su tesis doctoral, fue invitado por este último a analizar
el Movimiento moderno a partir de donde lo había dejado él, de los pioneros que sentaron las bases de este
estilo entre finales del siglo XIX y principios del XX. Banham realizó este ejercicio (Theorie and Design in the
First Machine Age, 1960), pero lo hizo desde una perspectiva crítica, desmitificadora; comparando las teorías
modernas con las realizaciones prácticas para comprobar si efectivamente cumplían las premisas propugnadas,
evidenció sin embargo que en la mayoría de los casos el supuesto funcionalismo defendido por la arquitectura
racionalista se tradujo en cambio en un cierto formalismo. Frente a ello, propugnó una «segunda edad»
dominada por la máquina y el consumo de masas, y se convirtió en el principal defensor del estilo heredero del
racionalismo: el brutalismo.67 Tafuri, discípulo de Giulio Carlo Argan e influido por el marxismo, el
estructuralismo, la semiología y el psicoanálisis, concebía la arquitectura como una parte de la historia del
trabajo, de los mecanismos de producción. En Teorie e storia dell'architettura (1968) critica el optimismo
propio de la arquitectura de vanguardia y ofrece una visión más pesimista, en que la arquitectura es un proceso
ambiguo y cambiante, «una perpetua contestación del presente». También en Progetto e utopia (1973) vuelve
a criticar la arquitectura moderna y señala la necesidad de «destruir los mitos poderosos e ineficaces que
fascinan todavía a los arquitectos».68

Antecedentes
La arquitectura de principios del siglo XX nació con una
voluntad rupturista respecto al pasado, especialmente por
oposición al historicismo que se practicaba desde
mediados del siglo XIX, un estilo académico basado en
premisas clásicas y en la reinterpretación de estilos del
pasado: neorrománico, neogótico, neobarroco, etc. Una
primera influencia del nuevo movimiento fue la del
modernismo —conocido como art nouveau en Francia,
Modern Style en Reino Unido, Jugendstil en Alemania o
Sezession en Austria—, un estilo que pretendía renovar el
The Crystal Palace, de Joseph Paxton, Gran
lenguaje arquitectónico y que aportó alguna de las
Exposición de Londres de 1851
premisas iniciales del Movimiento moderno, aunque su
excesivo decorativismo fue rechazado por los
racionalistas. De este estilo se nutrieron las vanguardias artísticas anteriores a la Primera Guerra Mundial,
como el expresionismo y el futurismo, movimientos que en ocasiones han sido calificados como un
prerracionalismo. Acabada la contienda mundial y hasta mediados de los años 1920, movimientos como el
neoplasticismo (De Stijl), el expresionismo de la Nueva Objetividad o el constructivismo evolucionaron desde
esas premisas iniciales hacia un mayor formalismo que ya apuntaba al Estilo internacional, que se fraguó en la
Escuela de la Bauhaus y en la fundación en 1928 del CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura
Moderna).69

Conviene señalar en primer lugar como antecedente inmediato del


racionalismo la nueva arquitectura practicada en el siglo XIX a partir de
los adelantos tecnológicos propiciados por la Revolución Industrial,
que se plasmaron en diversas tipologías como la arquitectura en hierro
o en cristal y hierro. Cabe tener en cuenta que la nueva era industrial
trajo consigo nuevos problemas y planteamientos en los terrenos
constructivo y urbanístico, ya que el progreso tanto técnico como
económico y social comportó la aparición de nuevas necesidades
como estaciones de ferrocarril, puentes y viaductos para los nuevos
medios de transporte, cambios en las ciudades a causa de aumentos
demográficos que demandaban nuevas infraestructuras y toda una
serie de nuevas necesidades a las que tuvo que hacer frente la
arquitectura y la ingeniería.70 Estas necesidades propiciaron un tipo
de construcción más rápida y barata, con soluciones más atrevidas y
alejadas de la arquitectura académica. Buena muestra fueron las
construcciones en hierro colado, desarrolladas por arquitectos e
ingenieros como Hector Horeau, Henri Labrouste, William Fairbairn
y James Bogardus. Un factor dinamizador de este nuevo tipo de
Torre Eiffel (1889), de Gustave Eiffel, arquitectura fueron las ferias de muestras conocidas como
París (Francia) Exposiciones Universales, que por su carácter efímero propiciaron un
tipo de construcción de formas modulares con empleo de elementos
prefabricados. La primera, la Gran Exposición de Londres de 1851,
destacó por el edificio The Crystal Palace, de Joseph Paxton, realizado en cristal con una estructura metálica.
El paradigma de este tipo de construcciones fue la torre Eiffel, construida por el ingeniero Gustave Eiffel para
la Exposición Universal de París de 1889.71

A lo largo del siglo XIX se fue desarrollando una nueva manera de concebir el diseño y la construcción
fundamentada estrictamente en la razón y en criterios científicos, que subordinaba la forma del edificio a su
función: el funcionalismo, también llamado «racionalismo arquitectónico o estructural». Para esta nueva
generación de arquitectos su herramienta principal era la matemática aplicada y su objetivo fundamental el
cálculo de las líneas de fuerza en la estructura de un edificio. Entre sus principales representantes se
encuentran: Jean-Nicolas-Louis Durand, Henri Labrouste, Gottfried Semper, Augustus Pugin, Eugène-
Emmanuel Viollet-le-Duc, Anatole de Baudot y Hendrik Petrus Berlage.72

Otra influencia para la arquitectura moderna fue la de William Morris y el movimiento Arts & Crafts (Artes y
Oficios), surgido en el Reino Unido hacia 1860 y que perduró hasta 1910. Esta corriente defendía una
revalorización del trabajo artesanal y propugnaba el retorno a las formas tradicionales de fabricación;
estipulaba que el arte debe ser tan útil como bello, con un ideal de belleza basado en la pureza y la simplicidad.
El mayor exponente arquitectónico de este movimiento fue la Red House, la propia casa de Morris, construida
en 1859 por Philip Webb en Bexley Heath (Kent), elaborada en ladrillo rojo con un diseño fluido, sin fachadas
remarcadas, empleando técnicas tradicionales; Morris diseñó el jardín y la decoración corrió a cargo de Morris,
Webb y los artistas prerrafaelitas Dante Gabriel Rossetti y Edward Burne-Jones, en un conjunto que fue
catalogado como «obra de arte completa». Otros arquitectos de este movimiento como Charles Rennie
Mackintosh, Arthur Heygate Mackmurdo y Charles Francis Annesley Voysey acabaron de sentar las bases
programáticas del mismo: diseño supeditado a la función, prevalencia
de estilos vernáculos y materiales autóctonos, libertad de estilo e
integración del edificio en el paisaje.73

Otro de los precedentes del racionalismo fue la llamada Escuela de


Chicago, desarrollada en la ciudad estadounidense de Chicago entre
1875 y 1900, y que destacó por ser la impulsora de un nuevo tipo de
edificio: el rascacielos. En aquella época, la ciudad crecía a un ritmo
vertiginoso gracias a su economía pujante, por lo que las edificaciones
debían ser rápidas, motivo por el que los arquitectos adoptaron las
técnicas de la ingeniería del hierro. Por otro lado, el proceso
especulador del suelo edificable obligó a construir en altura para
rentabilizar la inversión —hecho propiciado por la invención del
ascensor en 1853—. Así, aparecieron una serie de grandes edificios
de estilo funcional construidos por arquitectos como William Le
Baron Jenney, Daniel Burnham, John Wellborn Root, William
Holabird, Martin Roche, Dankmar Adler y Louis Sullivan.74 Este Home Insurance Building (1885), de
último acuñó la famosa frase «la forma sigue a la función», principal William Le Baron Jenney, Chicago
aforismo del funcionalismo.75 (Estados Unidos)

También inició una vía hacia el racionalismo —especialmente el


germánico— la Sezession austríaca, la variante local del
modernismo. Si bien el modernismo internacional era un
movimiento renovador y opuesto al historicismo académico, que
apostaba por el diseño integral y la utilización de nuevos
materiales y tecnologías, su excesivo decorativismo le alejan de
los postulados del racionalismo; sin embargo, la variante
austríaca —al igual que la escocesa representada por la Escuela
de Glasgow— tenía un componente más geométrico y rectilíneo
que sí influyó en la aparición del racionalismo germánico.76 Su
Nave de turbinas de la empresa AEG primer exponente fue Otto Wagner, profesor de la Academia de
(1909), de Peter Behrens, Berlín Viena que inculcó en sus alumnos la modernidad como punto de
(Alemania). Está considerada como la partida de la creación artística, y que se interesó por el uso de
primera fábrica moderna y antecedente nuevos materiales y por planteamientos urbanísticos acordes con
inmediato del racionalismo los nuevos tiempos, como se aprecia en su reforma de la
Karlsplatz de Viena o su proyecto de metropolitano con pasos
elevados y estaciones de moderno diseño. Siguieron sus pasos
Joseph Maria Olbrich (edificio de la Sezession de Viena, 1898) y Josef Hoffmann (palacio Stoclet en Bruselas,
1905-1911).77 En 1903, Hoffmann y Koloman Moser fundaron la Wiener Werkstätte (Talleres vieneses), una
asociación cercana al movimiento Arts & Crafts que tenía como objetivo acercar la industria al mundo de las
artes aplicadas.78

En el terreno del urbanismo fueron esenciales para las propuestas racionalistas las teorías de Ebenezer Howard
y su idea de ciudad-jardín, un tipo de entidad urbana de zonas residenciales separadas por amplias zonas
verdes y comunicadas por grandes avenidas radiales, con un centro neurálgico que aglutinaría los edificios
destinados a administración, finanzas, servicios, educación, sanidad, cultura y otros sectores.79

Por último, conviene recordar la obra de varios arquitectos que en reacción al excesivo decorativismo del art
nouveau desarrollaron en la primera década del siglo XX un estilo más sobrio basado en las formas clásicas
pero sin caer en el lenguaje anquilosado del neoclasicismo académico, sino con unas soluciones modernas que
apuntaban en buena medida al racionalismo. Este estilo es definido en ocasiones como «clasicismo moderno»
o «racionalismo primitivo» y sus mayores representantes fueron: Tony Garnier, Auguste Perret, Adolf Loos y
Peter Behrens.80 El primero fue arquitecto y urbanista, el primero en plantear un modelo global de ciudad
industrial (Une Cité Industrielle, 1917) en que se combinan vida y técnica, con un profundo estudio de las
funciones urbanas y la adecuación de cada elemento a su función. La mayoría de sus obras están en Lyon:
mercado y matadero (1908-1924), Hospital Grange Blanche (1911-1927), Estadio Municipal (1913-1918),
barrio de los Estados Unidos (1920-1935).79 Perret destacó por su uso del hormigón tanto como elemento
constructivo como expresivo, generalmente con grandes vidrieras en los espacios intermedios y con total
ausencia de ornamentación: casa de la calle Franklin de París (1903), garaje de la calle Ponthieu (1905), iglesia
de Notre-Dame de Le Raincy (1922-1923).81 Loos recibió el influjo inicial del secesionismo de Otto Wagner,
pero se alejó de él por su temor de encorsetamiento en un estilo de marcadas directrices y excesiva
originalidad, en busca de una mayor simplicidad alejada de cualquier ornamentación. Tomó del movimiento
Arts & Crafts su apuesta por la artesanía y un componente más humano en el proceso constructivo.82 Entre
sus obras destacan: el edificio de viviendas de la Michaelerplatz de Viena (1909-1911) y las casas Steiner
(1910) y Scheu (1912), también en Viena.83 Behrens apostó por una arquitectura de líneas simples, austeras y
funcionales, con uso de nuevos materiales y tecnologías, con cierta influencia de William Morris. Director de
la Compañía General de Electricidad AEG de Berlín, construyó para la misma una serie de fábricas y edificios
donde anticipó numerosas de las soluciones estructurales del racionalismo, entre las que destaca la nave de
turbinas (1909).82

Prerracionalismo

Expresionismo

El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en


Alemania a principios del siglo XX, que se plasmó en un gran
número de campos: artes plásticas, arquitectura, literatura,
música, cine, teatro, danza, fotografía, etc. La arquitectura
expresionista se desarrolló principalmente en Alemania, Países
Bajos, Austria, Checoslovaquia y Dinamarca. Se caracterizó por
el uso de nuevos materiales, suscitado en ocasiones por el uso de
formas biomórficas o por la ampliación de posibilidades ofrecida
por la fabricación en masa de materiales de construcción como el
ladrillo, el acero o el vidrio. Muchos arquitectos expresionistas Pabellón de Cristal para la exposición de
combatieron en la Primera Guerra Mundial y su experiencia, la Deutscher Werkbund en Colonia (1914),
combinada con los cambios políticos y sociales producto de la de Bruno Taut
Revolución alemana de 1918, desembocaron en perspectivas
utópicas y un programa socialista romántico. De carácter
fuertemente experimental, las realizaciones de los expresionistas destacan por su monumentalidad, el empleo
del ladrillo y la composición subjetiva, que otorga a sus obras cierto aire de excentricidad. Los principales
arquitectos expresionistas fueron: Bruno Taut, Walter Gropius, Erich Mendelsohn, Hans Poelzig, Hermann
Finsterlin, Fritz Höger y Hans Scharoun.84

La arquitectura expresionista se desarrolló en Alemania en diversos grupos, como Deutscher Werkbund,


Arbeitsrat für Kunst, Novembergruppe y Der Ring; también cabe destacar en Países Bajos la Escuela de
Ámsterdam. La Deutscher Werkbund (Federación alemana del trabajo) fue fundada en Múnich en 1907 por
Hermann Muthesius, Friedrich Naumann y Karl Schmidt, e incorporó posteriormente a figuras como Walter
Gropius, Bruno Taut, Hans Poelzig, Theodor Fischer, Wilhelm Kreis, Richard Riemerschmid y Bruno Paul.
Heredera del Jugendstil y de la Sezession, e inspirada en el movimiento Arts and Crafts, su objetivo era la
integración de arquitectura, industria y artesanía a través del trabajo profesional, la educación y la publicidad,
así como introducir el diseño arquitectónico en la modernidad y conferirle un carácter industrial. Las
principales características del movimiento fueron el uso de nuevos materiales como el vidrio y el acero, la
importancia del diseño industrial y el funcionalismo decorativo.85 Este grupo fue el que organizó en 1927 una
exposición en Stuttgart para la que construyeron una gran colonia de viviendas, la Weißenhofsiedlung, con
diseño de Mies van der Rohe y edificios construidos por Gropius, Behrens, Poelzig, Taut y otros, junto a
arquitectos de fuera de Alemania como J.J.P. Oud, Le Corbusier y Victor Bourgeois. Esta muestra fue uno de
los puntos de partida del nuevo estilo arquitectónico que empezaba a surgir.86

Paralelamente a la Deutscher Werkbund alemana, entre


1915 y 1930 se desarrolló una notable escuela
arquitectónica de carácter expresionista en Ámsterdam
(Países Bajos). Influidos por el modernismo —
principalmente Henry Van de Velde— y por Hendrik
Petrus Berlage, se inspiraron en las formas naturales, con
edificios de diseño imaginativo donde predomina el uso
del ladrillo y el hormigón. Sus principales miembros
fueron Michel de Klerk, Piet Kramer y Johan van der
Mey, que trabajaron de forma conjunta infinidad de
veces, contribuyendo en gran manera al desarrollo
urbanístico de Ámsterdam, con un estilo orgánico
inspirado en la arquitectura tradicional holandesa, en que
Torre Einstein (1919-22), de Erich Mendelsohn,
destacan las superficies onduladas.87
Potsdam (Alemania)

El Arbeitsrat für Kunst (Consejo de trabajadores del arte)


fue fundado en 1918 en Berlín por el arquitecto Bruno
Taut y el crítico Adolf Behne. Surgido tras el fin de la Primera Guerra Mundial, su objetivo era la creación de
un grupo de artistas que pudiese influir en el nuevo gobierno alemán, con vistas a la regeneración de la
arquitectura nacional, con un claro componente utópico. Sus obras destacan por el uso del vidrio y el acero, así
como por las formas imaginativas y cargadas de un intenso misticismo. Enseguida captaron miembros
provenientes de la Deutscher Werkbund, como Walter Gropius, Erich Mendelsohn, Otto Bartning y Ludwig
Hilberseimer. Tras los sucesos de enero de 1919 relacionados con la Liga Espartaquista, el grupo renunció a
sus fines políticos y se dedicó a organizar exposiciones. Taut dimitió como presidente y fue sustituido por
Gropius, aunque finalmente el grupo se disolvió en 1921.88 Ligado a este estuvo el grupo Novembergruppe,
surgido en 1918 y activo hasta 1933, con el objetivo de utilizar el arte y la arquitectura para mejorar el mundo.
Estuvieron en sus filas Walter Gropius, Hugo Häring, Erich Mendelsohn y Ludwig Mies van der Rohe.89

El grupo Der Ring (El círculo) fue fundado en Berlín en 1923 por Bruno Taut, Ludwig Mies van der Rohe,
Peter Behrens, Erich Mendelsohn, Otto Bartning, Hugo Häring y varios arquitectos más, a los que pronto se
añadieron Walter Gropius, Ludwig Hilberseimer, Hans Scharoun, Ernst May, Hans y Wassili Luckhardt,
Adolf Meyer, Martin Wagner, etc. Su objetivo era, al igual que en los movimientos precedentes, renovar la
arquitectura de su época, con un especial énfasis en los aspectos sociales y urbanísticos, así como en la
investigación en nuevos materiales y técnicas de construcción. Entre 1926 y 1930 desarrollaron una notable
labor de construcción de viviendas sociales en Berlín, con casas que destacan por el aprovechamiento de la luz
natural y su ubicación en zonas verdes, entre las que destaca la Hufeisensiedlung (Colonia de la Herradura,
1925-1930), de Taut y Wagner. Der Ring desapareció en 1933 tras el advenimiento del nazismo.90

La última fase del expresionismo alemán fue la llamada Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad), un
movimiento mayormente pictórico que tuvo una traslación a la arquitectura basada en una concepción racional
y objetiva de la misma, así como en el compromiso social del arquitecto.91 Este movimiento se concretó en la
asociación Neues Bauen (Nueva Construcción), en la que se integraron Bruno Taut, Erich Mendelsohn y Hans
Poelzig.92

Cubismo
El cubismo (1907-1914) fue un movimiento artístico basado en la
deformación de la realidad mediante la destrucción de la
perspectiva espacial de origen renacentista y, en su lugar, la
organización del espacio de acuerdo con una trama geométrica y
una visión simultánea de los objetos. Aunque se dio
esencialmente en artes plásticas, tuvo alguna manifestación en el
terreno de la arquitectura, sobre todo en Checoslovaquia.93 Su
principal representante fue Josef Gočár, quien tras unos inicios
influido por la obra de Josef Hoffmann, en 1911 se unió al Grupo
de Artistas Plásticos (Skupina Výtvarných Umělců) y comenzó a
trabajar en estilo cubista, como se denota en la casa de la Virgen
Establecimiento termal de Lázně
Negra en Praga (1911–1912) y el establecimiento termal de
Bohdaneč (1912-1913), de Josef Gočár
Lázně Bohdaneč (1912-1913), donde combina formas clásicas y
modernas con el cubismo piramidal. Tras la Primera Guerra
Mundial y la independencia de Checoslovaquia inició con Pavel
Janák la búsqueda de un estilo arquitectónico nacional checo, que se plasmó en el llamado «rondocubismo»,
que incorpora formas redondeadas y multicolores procedentes de la decoración vernácula bohemio-morava,
como evidencia su Banco Legion en Praga (1921-1922). Desde 1923 su estilo evolucionó hacia un
funcionalismo de influencia neoplasticista.94

Otros representantes fueron: Pavel Janák (villa Jakubec en Jičín, 1911-1912; villa Drechsel en Pelhřimov,
1912-1913; crematorio de Pardubice, 1921-1923; palacio Adria en Praga, 1922-1925);95 Josef Chochol (villa
Kovařovic en Praga, 1912-1913; edificios residenciales Bayer y Hodek en Praga, 1913-1914);96 Bedřich
Feuerstein (monumento a Jan Žižka en Vítkov, 1913);97 y Jiří Kroha (cabaret Montmartre en Praga, 1918).98

Futurismo

El futurismo (1909-1930) fue un movimiento artístico italiano


que exaltó los valores del progreso técnico e industrial del
siglo XX, del que destacaban aspectos de la realidad como el
movimiento, la velocidad y la simultaneidad de la acción.
Aunque se dio especialmente en artes plásticas tuvo también
algún planteamiento en arquitectura, aunque lo utópico de sus
formulaciones impidió en muchos casos su realización material.
Destacó la figura de Antonio Sant'Elia, quien en 1914 presentó
su modelo de ciudad futurista, caracterizada por altos rascacielos,
calles a distintos niveles y nuevas tipologías de edificios, como
estaciones y centrales eléctricas. En 1914 firmó el Manifiesto de
la arquitectura futurista, donde proclamaba que la arquitectura
«debe conservarse como arte, es decir, como síntesis, como
expresión».99 A Sant'Elia se unió el arquitecto Mario Chiattone
La ciudad futurista, dibujo del Manifiesto
y juntos expusieron dibujos de su soñada ciudad del futuro, la
de la arquitectura futurista (1914), de
Antonio Sant'Elia
Città nuova (ciudad nueva). Muerto en 1916, Sant'Elia no pudo
llevar a cabo sus proyectos, pero su obra teórica influyó en la
construcción de los talleres de la FIAT de Giacomo Mattè-Trucco
en Turín (1915-1921), con unos techos planos de hormigón por donde corrían los coches encima de los
talleres.100

Neoplasticismo (De Stijl)


El neoplasticismo (1917-1932), también conocido por el nombre
neerlandés De Stijl («el estilo»), fue igualmente un movimiento
interdisciplinar que destacó en pintura con figuras como Piet
Mondrian y Theo van Doesburg, de estilo abstracto, mientras que
en arquitectura se desarrolló un estilo marcado por
composiciones de carácter geométrico y soluciones objetivas e
innovadoras, con gran influencia de la obra de Hendrik Petrus
Berlage. Son obras que destacan por superficies lisas y
descomposición en planos, líneas verticales y horizontales, con
una utilización del color como elemento enfatizador de la
estructura, generalmente colores primarios y planos.101 Algunos
de sus sellos estilísticos, como los techos planos, los muros lisos Casa Rietveld Schröder (1924), de Gerrit
y los espacios interiores libres y flexibles fueron luego Rietveld y Truus Schröder, Utrecht
característicos del Estilo internacional.102 (Países Bajos)

La obra más paradigmática de este estilo fue la Casa Rietveld


Schröder en Utrecht (1924), de Gerrit Rietveld y Truus Schröder, cuyas soluciones estructurales apuntaban en
buena medida las características principales del Estilo internacional: composición asimétrica, formas
geométricas sin relieve, tejados planos y con voladizos en las esquinas, ausencia de ornamentación, ventanas
longitudinales y preferencia por el color blanco. Esta nueva forma de entender la arquitectura se traducía en
volúmenes transparentes, sin muros de carga ni aberturas monumentales, lo que proporcionaba a los edificios
una apariencia de amplitud e incorporeidad que sería la imagen más atrayente del racionalismo.103 Dentro de
una retícula tridimensional, la composición volumétrica se basa en traslaciones y superposiciones de planos,
con una fluida secuencia de espacios que favorece la multiplicidad de funciones.104

Una variante del neoplasticismo fue el elementarismo, un movimiento fundado en 1924 por Theo van
Doesburg. Frente a los colores primarios y ángulos rectos propiciados por De Stijl, Van Doesburg introdujo un
mayor dinamismo a través de diagonales y rotaciones, calificadas por este artista como
«contracomposiciones», lo que supuso la ruptura con Piet Mondrian. Aunque iniciado en pintura, este estilo se
trasladó también a la arquitectura, en la que se denotó la influencia constructivista y bauhausiana. Van
Doesburg pretendía hacer una síntesis entre las artes y facilitar una aplicación práctica de la creación artística
en la vida cotidiana. En 1924, Van Doesburg y Cornelis van Eesteren publicaron Hacia una construcción
colectiva, en donde declaraban que «la pintura, sin la construcción arquitectónica, no tiene razón de ser».
Desarrollaron su estética en el Manifiesto del elementarismo (1926), en el que defendían la contraposición de
la diagonal en cuadros y esculturas con la linealidad vertical-horizontal de la arquitectura, como pusieron en
práctica en la decoración del Café L'Aubette en Estrasburgo (1928-1929), realizada por Van Doesburg en
colaboración con Hans Arp y Sophie Taeuber-Arp.105

Constructivismo

El constructivismo (1914-1930) fue un movimiento surgido en la Rusia revolucionaria, un estilo


comprometido políticamente que pretendía a través del arte realizar una transformación de la sociedad
mediante una reflexión sobre las formas puras artísticas concebidas desde aspectos como el espacio y el
tiempo, que generaron en artes plásticas una serie de obras de estilo abstracto, con tendencia a la
geometrización. En su vertiente arquitectónica, inició un programa ligado a la revolución que buscaba una
arquitectura funcional que satisficiese las necesidades reales de la población.106 El constructivismo coincidió
con el neoplasticismo en la búsqueda de un arte de utilidad colectiva fundamentado en principios estéticos
objetivos.107 El fin del movimiento se produjo en 1932 con la supresión de grupos artísticos llevada a cabo
por la dictadura estalinista.108
A medio camino entre la arquitectura y la escultura se encuentra el
Monumento a la Tercera Internacional de Vladímir Tatlin (1919-
1920), de la que solo realizó la maqueta. Habría consistido en una
estructura de 395 metros de altura, con una forma de espirales
escalonadas que simbolizaba el progreso del socialismo, con pisos que
girarían a distintos intervalos temporales: diario, mensual y anual.109
Según Tatlin, el monumento representaba la «unión de las formas
puramente artísticas (pintura, escultura y arquitectura) para un
propósito utilitario».110

Como este, muchos otros proyectos de la época no se realizaron a


causa de la precariedad de la situación política del país, como los
postulados en buena medida utópicos de El Lissitzky, que aglutinaban
algunas de las premisas del constructivismo, el neoplasticismo y la
Bauhaus. Entre ellos se encuentran sus espacios Proun, que
anticiparon los ambientes del posterior arte de instalación, o sus
edificios «estribanubes» (1925), unos rascacielos horizontales Maqueta del Monumento a la Tercera
sostenidos por grandes pilares en forma de torre.111 Internacional (1919-1920), de
Vladímir Tatlin
Las realizaciones más prácticas corrieron a cargo de dos asociaciones:
la ASNOVA (Asociación de Nuevos Arquitectos), creada en 1923
bajo la premisa de encontrar soluciones universales para la arquitectura, desligadas de las relaciones forma-
función o forma-contexto social, y representada fundamentalmente por Konstantín Mélnikov, autor del Club
Obrero de Moscú (1925-1927) y del pabellón ruso de la Exposición de Artes Decorativas de París de 1925, y
por Nikolái Ladovski, autor del Instituto Lenin de Moscú (1927); y la OSA (Unión de Arquitectos
Contemporáneos), fundada en 1925 con el objetivo de aunar vanguardia artística y política y crear un arte
productivo y utilitario, representada por los hermanos Aleksandr, Leonid y Víktor Vesnín (Palacio del Trabajo
de Moscú, edificio de Pravda en Leningrado, Instituto Lenin de Moscú) y por Iván Nikoláyev.112 Cabe
también remarcar en la promoción del constructivismo ruso la labor del Vjutemás (acrónimo de Talleres de
Enseñanza Superior del Arte y de la Técnica), una escuela estatal de arte y técnica situada en Moscú que
fomentó la vanguardia en el arte y la arquitectura.113

En el terreno del urbanismo la preocupación esencial fue la vivienda, lo que se tradujo en los proyectos de
«casa-comuna», como los desarrollados por Moiséi Guínzburg (Casa colectiva del Narkomfin en Moscú,
1929). En 1929, se fundó la ARU (Unión de Arquitectos Urbanistas), en el seno de la cual se desarrollaron
dos tendencias urbanísticas: la de los «urbanistas», defensores de reestructurar las ciudades tradicionales; y la
de los «desurbanistas», que promovían crear asentamientos longitudinales inspirados en la Ciudad Lineal de
Arturo Soria.114

Organicismo: Frank Lloyd Wright

Frank Lloyd Wright fue un arquitecto estadounidense, precursor de la arquitectura orgánica e iniciador del
movimiento Prairie School. En su obra se perciben ciertas coincidencias con el racionalismo, como el uso de
terrazas y formas perpendiculares, pero desde un planteamiento organicista, es decir, adaptado a la naturaleza:
las formas arquitectónicas se funden con las naturales en un conjunto integrado y armonioso, como en su
famosa casa Kaufmann, más conocida como Casa de la cascada (en inglés Fallingwater, 1936-1939).115

Wright trabajó en sus inicios en el estudio de Louis Sullivan durante seis años y heredó de su maestro la idea
de que la arquitectura estadounidense debía renovarse. Aun así, pensaba que la base de esta renovación estaba
en el modo de vida tradicional norteamericano y en la integración del hombre con la naturaleza conseguida por
los pioneros del oeste americano. Así pues, el ideal constructivo de Wright era la casa unifamiliar de espacios
horizontales, techos amplios y una perfecta interrelación
con el entorno, como en la Casa de la cascada, que forma
parte del paisaje circundante. Creó así la tipología de las
prairie houses (casas de la pradera), de las que construyó
bastantes para empresarios y magnates, así como su
propia residencia, Taliesin West, en Scottsdale, Arizona
(1938).116

Para Wright, la arquitectura debía englobar tanto la


propia realización constructiva como la adecuación de
esta a su entorno; según sus palabras: «una arquitectura
que se desarrolla de dentro afuera, en armonía con las
condiciones de su ser», así como que «en la arquitectura
Casa de la cascada (1936-1939), de Frank Lloyd
orgánica, pues, es totalmente imposible el edificio como
Wright, Mill Run, Stewart, Pensilvania (Estados
una cosa, su mobiliario como otra y y su posición y su
Unidos)
entorno como otra más».117 Wright adoptó del
movimiento inglés Arts & Crafts la idea de «diseño
total», por lo que en sus obras diseñaba tanto el exterior como el interior de las casas, con un tipo de mobiliario
igualmente de concepción orgánica. Otros destacados arquitectos de la Prairie School fueron William Gray
Purcell y George Grant Elmslie.118

Racionalismo

La Bauhaus

Se suele considerar como un primer exponente de un


racionalismo ya plenamente maduro la Escuela de la
Bauhaus. La Staatliche Bauhaus (Casa de la
Construcción Estatal) nació en 1919, cuando el
arquitecto Walter Gropius asumió la dirección de la
Escuela de Artes y Oficios de Weimar, la cual reorientó
hacia un programa de estudios multidisciplinar que
atendía tanto la arquitectura como el diseño y las artes
decorativas: los estudiantes de la escuela aprendían
teorías de la forma y del diseño, así como talleres de Edificio de la Bauhaus (1925), de Walter Gropius,
piedra, madera, metal, barro, vidrio, tejido y pintura. La Dessau (Alemania)
Bauhaus se trasladó a Dessau en 1925 y a Berlín en
1932. A Gropius sucedió en la dirección Hannes Meyer
en 1928 y, a este, Ludwig Mies van der Rohe en 1930. La escuela fue cerrada por la dirección del centro en
1933 ante el acoso sistemático al que eran sometidos por las autoridades nazis.119

El programa de enseñanza de la Bauhaus se basaba en la correlación entre todos los procesos creativos, con el
objetivo de unificar el arte y el diseño. Según Gropius, «el objetivo último de la Bauhaus es la obra de arte
colectiva, en la cual no existan barreras entre las artes estructurales y las artes decorativas». Así, arquitectos,
artistas y artesanos trabajarían juntos en la construcción del «edificio del futuro».120 En un primer momento la
Bauhaus acusó la influencia de la Sezession vienesa y la Wiener Werkstätte, así como de William Morris y el
movimiento Arts & Crafts, de Peter Behrens y Henry Van de Velde, además del expresionismo de moda en
Alemania en la época. Sin embargo, desde 1922 se denotó la influencia del grupo neerlandés De Stijl y la
escuela se volvió más austera y funcionalista, y más encaminada al diseño industrial.120 De nuevo según
Gropius, «queremos una arquitectura adaptada a nuestro mundo de máquinas, radios y coches de motores
rápidos, una arquitectura cuya función sea claramente identificable por la relación de sus formas».121

Se distinguen cuatro fases en la historia de esta escuela: la


primera (1919-1924) corresponde a su estancia en Weimar y las
formulaciones arquitectónicas que se plantean son todavía de
pervivencia del estilo expresionista, con un cierto componente
utópico; sin apenas realizaciones materiales, el proyecto más
relevante esbozado en esta etapa es el proyecto de Gropius para
la sede del Chicago Tribune (1922, no realizado), así como el de
un Centro Filosófico Internacional en Erlangen (1923-1924),
Haus am Horn (1923), de Georg Muche y
tampoco ejecutado. La segunda etapa (1925-1930) se inicia con
Adolf Meyer, Weimar (Alemania) el traslado a Dessau, donde se construye el edificio sede de la
escuela, obra de Gropius. La línea de la escuela es ya plenamente
racionalista, con una clara apuesta por el diseño y la producción
industrial. Las principales características arquitectónicas de estos años son las planimetrías geométricas, la
disposición ortogonal, el uso de muros-cortina de cristal y ventanas horizontales, como se aprecia en los
proyectos de «casas de construcción a gran escala» (1924), las viviendas de profesores (1925-1926) o la
Colonia Törten en Dessau (1926). Durante la dirección de Hannes Meyer (1928-1930) hubo una mayor
vinculación con la izquierda política y se apostó por una arquitectura al servicio de las necesidades de la
población, más práctica y alejada de las formas puras, lo que denota la influencia del constructivismo ruso. Las
principales obras de Meyer fueron el proyecto para el palacio de la Sociedad de Naciones en Ginebra (1926-
1927) y la Escuela de los Sindicatos en Berlín (1928-1930). Tras la toma de la dirección por Mies van der
Rohe (1930-1933) la escuela se encaminó hacia una concepción de la arquitectura más centrada en las
cuestiones estructurales, con cierta influencia del grupo neerlandés De Stijl y del arquitecto y artista ruso El
Lissitzky. Entre las obras de Mies estos años destacan: el Pabellón de Alemania para la Exposición
Internacional de Barcelona (1929), la casa Tugendhat en Brno (1930) y la casa Lemcke en Berlín (1932).122

En 1923, la Bauhaus organizó una exposición titulada Arte y tecnología: una nueva unidad, en la que se
presentó la Casa Experimental o Haus am Horn, de Georg Muche y Adolf Meyer, un prototipo de vivienda
funcional producida en serie y construida en acero y hormigón, completamente decorada con objetos y
mobiliario diseñados por Marcel Breuer.123 En 1927 se estableció el departamento de arquitectura, hasta
entonces inexistente pese al enfoque multidisciplinar de la escuela, dirigido por Hannes Meyer y, en 1928, un
departamento de planificación urbanística, dirigido por Ludwig Hilberseimer.124

Probablemente, la realización arquitectónica más destacada de esta escuela sea el edificio de la Bauhaus en
Dessau, diseñado por Gropius en 1925. La creó con estrictos criterios de funcionalidad, por lo que se convirtió
en un icono de la arquitectura racionalista. El edificio estaba formado por dos cuerpos, uno rectangular con
aulas y laboratorios y otro con forma de L con auditorio, escenario, cocina y comedor, con cinco pisos de
altura que albergaban habitaciones para los estudiantes, baños y gimnasio. Ambos edificios estaban conectados
por un puente elevado de dos pisos de altura, que albergaba las oficinas de administración. Empleó
principalmente como materiales el hormigón y el cristal, con una profusa utilización del muro cortina.125

Francia

Como se ha visto en los antecedentes, los pioneros de un prerracionalismo en el país galo fueron Tony Garnier
y Auguste Perret. Las líneas generales del posterior racionalismo francés se basaron en la mayoría de premisas
del Estilo internacional, si bien con menos interés por la funcionalidad que en el racionalismo alemán.126 En
1929 se fundó la Union des Artistes Modernes (UAM), donde además de pintores y escultores participaron
arquitectos como Robert Mallet-Stevens, Charlotte Perriand, René Herbst, Pierre Chareau y Pierre Barbe; en
1931 se adhirieron Le Corbusier, Gropius, Victor Bourgeois y
Willem Marinus Dudok; en 1932, André Lurçat y Alberto
Sartoris. Esta asociación promovió diversas exposiciones y, en
1934, publicó el manifiesto Pour l'art moderne, cadre de la vie
contemporaine, que defendía la arquitectura moderna. Por otro
lado, en 1930 se fundó la revista Architecture d'aujourd'hui,
dirigida por André Bloc, que sirvió de órgano de difusión de la
nueva arquitectura.127

Le Corbusier
Pabellón de L'Esprit Nouveau para la
El principal referente de la arquitectura racionalista francesa fue Exposición de Artes Decorativas de 1925
Le Corbusier, seudónimo de Charles-Édouard Jeanneret-Gris. en París, de Le Corbusier
Aunque suizo de nacimiento, se estableció en París en 1917 (a
los treinta años) y se nacionalizó francés en 1930. Fue grabador,
diseñador, pintor, escultor y escritor, aunque, paradójicamente, la persona que más influyó en la arquitectura
del siglo XX no se tituló arquitecto.128 En sus inicios recibió la influencia de Tony Garnier y Auguste Perret,
como se evidencia por su empleo del hormigón armado. Le Corbusier representa un racionalismo clasicista,
que hunde sus raíces en la arquitectura grecorromana; según afirmaba, su único maestro había sido la Historia.
Para él, «la arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de volúmenes ensamblados bajo la luz. Los
cubos, los conos, las esferas, los cilindros o las pirámides son las grandes formas primarias que la luz revela
bien. Es la condición esencial de las artes plásticas».129

Entre sus primeras formulaciones se encuentra la Maison Domino (1914), una casa-tipo planteada como célula
elemental de vivienda para ser producida en serie y que permitiese el trazado de plantas libres, formada por
una estructura de hormigón sostenida sobre seis montantes de vigas voladizas.130 Una variante más
evolucionada sería la Maison Citrohan (1920), una unidad habitable diseñada —según sus palabras— «como
un autobús o la cabina de un barco», y que serviría como célula mínima para construir bloques de pisos que
denominaría immeuble-villas («edificios-ciudad»), como materializó en su villa Besnus de Vaucresson en
1922.131

En sus inicios estuvo vinculado al purismo, una variante del


cubismo sintético liderada junto a Jeanneret por Amédée
Ozenfant. Admiraban la belleza y pureza de las máquinas, que
era su principal inspiración junto a las matemáticas, con voluntad
de integrar la arquitectura, la pintura y el diseño, conceptos que
desarrollaron en la revista L'Esprit Nouveau (1920-1925) y en el
libro Vers une architecture (1923), así como en el pabellón de
L'Esprit Nouveau para la Exposición de Artes Decorativas de
París de 1925. En 1922 se asoció con su primo, el ingeniero
Pierre Jeanneret, con el que abrió un estudio en París y, desde
1927, colaboró con Charlotte Perriand en el diseño de
La villa Savoye (1928-1930), de Le
mobiliario.132
Corbusier, Poissy
Así como Mies van der Rohe utilizaba preferentemente el acero y
el cristal y Le Corbusier el hormigón armado, ambos lograron sin
embargo unas soluciones estructurales libres y abiertas, que sería el principal sello estilístico de su obra. Otra
de sus características sería el uso de pilotis, unos pilares de hormigón que permitían sustentar el edificio sobre
un espacio vacío, lo que acentuaba la sensación de volumen frente a la de masa.133 En 1926 publicó sus
Cinco puntos para una nueva arquitectura, en que relataba sus principales propuestas arquitectónicas: la
planta baja sobre pilotis, la planta libre, la fachada libre, la ventana longitudinal (fenêtre en longueur) y la
terraza-jardín.134 Otro de sus planteamientos fue la promenade architecturale («paseo arquitectónico»), la
relación secuencial de espacios entre el interior y el exterior de un edificio, que desarrolló por primera vez en
las villas Jeanneret y La Roche en París (1923).135 Aplicó todos estos principios en la villa Stein en Garches
(1927) y, especialmente, en la villa Savoye en Poissy (1928-1930), uno de los ejemplos más logrados de la
arquitectura racionalista, formada por un piso de forma cuadrada alzado del suelo por una serie de pilotis, con
planta libre, ventanas alargadas de tipo horizontal y una cubierta plana sobre la que se sitúa una terraza-jardín;
no tiene fachada, ni parte delantera o trasera, sino que es un conjunto inabarcable desde un único punto de
vista.136 En 1927 construyó una versión de su Maison Citrohan para la Weißenhofsiedlung de Stuttgart, para
la que también construyó otro edificio de vivienda doble.137 En estos años elaboró también los proyectos no
realizados del palacio de la Sociedad de Naciones en Ginebra (1927), el Museo Mundial para el Mundaneum
de Ginebra (1929) y el palacio de los Sóviets en Moscú (1931).136 Entre 1929 y 1933 construyó para el
Ejército de Salvación la Cité de Refuge en París, un edificio inspirado en el diseño náutico y, entre 1931 y
1933, el Pabellón suizo para la Ciudad Internacional Universitaria de París.138

Tras la Segunda Guerra Mundial se entregó más a su


faceta urbanística, con un especial interés en el bloque-
ciudad o «máquina de habitar» (machine à habiter), un
tipo de bloque de viviendas autosuficiente que
concentraría todos los servicios necesarios para la vida
urbana. Un buen exponente fue la Unité d'Habitation en
Marsella (1947-1952), un bloque de doce pisos de altura
con un total de 337 departamentos, elaborado en
hormigón y calculado según el sistema de medidas
Modulor ideado por el propio Le Corbusier en 1942,
basado en la escala humana y la proporción áurea. El
edificio está formado por un bloque rectangular sostenido
por pilotis, con un sistema de cerramientos en brise-soleil
y, además de las viviendas, contiene todo tipo de
servicios comunitarios, como jardines, piscina,
instalaciones deportivas, guardería, gimnasio, tiendas,
restaurante, lavandería y una consulta médica.139 Unité d'Habitation (1957-1958), de Le Corbusier,
Además de la de Marsella, construyó otras tres unités en Berlín (Alemania)
Francia (Nantes-Rezé, 1953-1955; Briey-en-Forêt, 1956-
1957; y Firminy-Vert, 1960-1964) y una en Alemania
(Berlín-Charlottenburg, 1957-1958).140

En los últimos años de su vida su estilo evolucionó hacia formas más orgánicas y expresivas, con un cierto
componente barroco, como se denota en la iglesia de Notre-Dame-du-Haut en Ronchamp (1950-1954), en el
convento de Santa María de La Tourette en Éveux (1952-1960) o en el Carpenter Center for the Visual Arts de
la Universidad de Harvard (1960-1963), su única obra en Estados Unidos.141 En esta etapa destacó por su
uso del hormigón armado visto (en francés béton brut), lo que propició un nuevo estilo bautizado como
brutalismo que, paradójicamente, sería el principal catalizador para el final del racionalismo, escenificado por
el Team X —un grupo de arquitectos brutalistas— en el CIAM de 1959.142 Por otro lado, algunos
historiadores califican la iglesia de Ronchamp como el primer edificio posmoderno.143 Entre sus últimas
obras destacan: el Pabellón Philips para la Exposición Universal de Bruselas de 1958, con Iannis Xenakis; la
Maison du Brésil en París (1959), diseñada junto a Lúcio Costa; la iglesia de Saint-Pierre y la Casa de la
Juventud y la Cultura en Firminy (1960-1965); y la Maison de l'Homme/Musée Heidi Weber en Zúrich (1960-
1967).144 Por otro lado, entre sus últimos proyectos no realizados se encontraban: un estadio en Bagdad
(1956), un pabellón de exposiciones en Estocolmo (1962), un centro internacional de arte en Erlenbach am
Main (1963), un centro de cálculo electrónico para Olivetti en Rho, cerca de Milán (1963-1964), un palacio de
congresos en Estrasburgo (1964), una embajada de Francia en Brasilia (1964-1965) y un hospital en Venecia
(1965).145

El 15 de marzo de 2016 el conjunto de la «Obra arquitectónica de Le Corbusier – Contribución excepcional al


Movimiento Moderno» fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad, en la categoría de bien cultural (n.º ref.
1321rev).146

Otros arquitectos

Robert Mallet-Stevens se formó en el estudio vienés de Josef


Hoffmann. Su obra es una síntesis de racionalismo,
funcionalismo y una poética figurativa cercana al cubismo, que
se traduce en un purismo arquitectónico que se acerca a la
imagen más canónica del Estilo internacional, como se evidencia
en su Estación de Bomberos de París (1935).147 Otras obras
suyas fueron: la villa Paul Poiret en Mézy-sur-Seine (1924–
1930), la villa Noailles en Hyères (1924-1933), los edificios de la
calle Mallet-Stevens en París (1926-1927), la villa Cavrois en
Villa Paul Poiret (1924–1930), de Robert Croix (1929-1932) y los pabellones de la Higiene y de la
Mallet-Stevens, Mézy-sur-Seine Electricidad y la Luz para la Exposición Internacional de París de
1937.148

André Lurçat fue introductor en su país del estilo Bauhaus y miembro fundador del CIAM, en el cual se alineó
con el sector germano en contra del protagonismo de Le Corbusier. En 1929 publicó Architecture, en el que se
mostró partidario de una modernidad moderada. Ese mismo año construyó una de sus mejores obras, el Hotel
Nord-Sud en Calvi (Córcega). En 1932 construyó cuatro casas para el Werkbundsiedlung de Viena. Entre
1934 y 1937 residió en la Unión Soviética, donde construyó un edificio para los ingenieros del Metro de
Moscú. Entre sus obas destacan: la casa Michel en Versalles (1925), la casa Guggenbühl en París (1927) y el
grupo escolar Karl-Marx en Villejuif (1930-1933). En la segunda posguerra se dedicó a la construcción de
«ciudades-jardín verticales» prefabricadas en Saint-Denis, en la periferia parisina, como la «unidad de barrio»
Fabien (1948-1960).149

Pierre Chareau, decorador y diseñador de muebles —no se tituló


arquitecto aunque ejerció como tal—,150 construyó entre 1928 y
1932 con Bernard Bijvoet la Maison de Verre (casa de cristal), un
edificio destinado a clínica y residencia del doctor Dalsace, que
realizó el encargo. Presenta una fachada de vidrio macizo
moldeado, con una estructura de columnas de acero y suelo de
cemento. Chareau diseñó también el mobiliario, que causó gran
admiración.151 En 1940 emigró a Nueva York, donde construyó
la casa del pintor Robert Motherwell en East Hampton
(1947).152 Edificio para el Werkbundsiedlung de
Viena (1932), de André Lurçat
Jean Prouvé fue uno de los fundadores del UAM y en su obra
buscó aglutinar arte e industria, siendo uno de los pioneros de la
construcción en paneles metálicos. Entre sus obras destacan: la Casa del Pueblo de Clichy (1935-1939, con
Marcel Lods y Eugène Beaudouin), las fachadas de la Federación de la Construcción en París (1949, con
Raymond Gravereaux y Raymond Lopez) y el Pabellón de Exposiciones en Lille (1952, con Paul Herbé), el
Pabellón del Centenario del Aluminio en París (1954, con Michel Hugonet) y el prototipo de «Casa de los
mejores días» para personas sin hogar (1956), del que Le Corbusier comentó que «es la más bella casa que
conozco».153

Eileen Gray, irlandesa de nacimiento, trabajó en Francia de 1913


a 1937. Se inició en el trabajo de la laca para muebles, actividad
para la que abrió una galería en 1922 con la que cosechó un
notable éxito. Proyectó con Jean Badovici la casa E-1027 en
Roquebrune-Cap-Martin, en la Costa Azul, construida entre
1926 y 1929, de la que diseñó también los muebles. También
trazó su propia casa en Castellar (1932-1934).154

Gabriel Guevrekian, de origen turco-armenio, estuvo activo en


Francia entre 1921 y 1933. Se formó en Viena con Josef
Maison de Verre (1928-1932), de Pierre
Hoffmann y, ya en París, trabajó en el taller de Robert Mallet-
Chareau y Bernard Bijvoet, París
Stevens de 1922 a 1926, para el que diseñó varios jardines de
estilo cubista en algunas de las villas construidas por este, como
la villa Noailles. En 1928 realizó su obra más relevante, la casa
del modisto Jacques Heim en Neuilly-sur-Seine. En 1932 diseñó dos casas para el Werkbundsiedlung de
Viena. Entre 1933 y 1937 trabajó en Irán, para trasladarse posteriormente a Reino Unido —donde realizó dos
proyectos— y a Estados Unidos, donde se dedicó a la docencia.155

Marcel Lods trabajó asociado a Eugène Beaudouin. Entre sus primeras obras se encuentran varios conjuntos
de viviendas sociales, como el barrio de Champ-des-Oiseaux en Bagneux (1930-1939) y el barrio de La
Muette en Drancy (1931-1934), que destacan por sus estructuras metálicas y elementos prefabricados.
Posteriormente construyeron la Escuela al Aire Libre de Suresnes (1934-1935), el aeroclub de Buc y la casa
desmontable BLPS (1938), la Casa del Pueblo y el mercado cubierto de Clichy (1935-1939, con Jean
Prouvé).156

Georges-Henri Pingusson, arquitecto e ingeniero, evolucionó al


racionalismo desde unos inicios influido por las vanguardias
cubista y dadaísta. Su primera obra relevante fue el Hotel
Latitude 43 en Saint-Tropez (1932). En 1937 realizó el pabellón
de la UAM para la Exposición Internacional de París, junto a
Frantz-Philippe Jourdain y André Louis, proyectado en un típico
lenguaje racionalista: planta libre, uso de pilotis, fachada de
vidrio y tejado-terraza. Posteriormente fue autor de la Embajada
de Francia en Saarbrücken (1950-1952) y el Memorial de la
Deportación en París (1961-1962).157

Tras la Segunda Guerra Mundial cabe destacar el estudio Fundación Maeght (1959-1964), de Josep
Lluís Sert, Saint-Paul-de-Vence
formado por Georges Candilis, Shadrach Woods y Alexis Josic,
activos en Francia, Alemania y Marruecos. Candilis y Woods se
conocieron trabajando en el taller de Le Corbusier, en el que
colaboraron en la Unité d'Habitation de Marsella; en 1955 se asociaron con Josic. Destacaron en el diseño de
conjuntos de viviendas sociales: Le Blanc-Mesnil, 1955-1957; Bagnols-sur-Cèze, 1956-1957; Bobigny, 1956-
1962.158 Vladimir Bodiansky, de origen ruso, fue el fundador en 1946 del Atelier des bâtisseurs («taller de
los constructores») o ATBAT, activo en Francia y África, donde desarrolló numerosos proyectos. Colaboró
con Le Corbusier en la Unité d'Habitation de Marsella y con Beaudouin, Lods y Prouvé en la Casa del Pueblo
de Clichy; entre sus obras destaca el Hospital Americano de Saint-Lô (1946, con Paul Nelson).159
Por último es de remarcar la sede de la Unesco en París (1953-1958), de Marcel Breuer, Pier Luigi Nervi y
Bernard Zehrfuss, un complejo compuesto por un gran bloque en forma de Y de ocho pisos de altura, un
auditorio para la Asamblea General y seis edificios complementarios de menor altura.160 Cabe reseñar
igualmente la Fundación Maeght en Saint-Paul-de-Vence (1959-1964), del español Josep Lluís Sert, un
edificio diseñado como integración de las artes en que la arquitectura se combina con diversas instalaciones
artísticas, entre las que destacan el patio, de Alberto Giacometti; el laberinto de esculturas y cerámicas de Joan
Miró; el mural-mosaico de Marc Chagall; la fuente de Pol Bury; y la piscina de Georges Braque.161 162

Alemania

En Alemania, como se ha visto, la arquitectura


racionalista estuvo estrechamente ligada en sus inicios al
expresionismo y las varias manifestaciones grupales que
surgieron en su seno, como Deutscher Werkbund,
Arbeitsrat für Kunst y Der Ring, así como la Escuela de
la Bauhaus, la primera en que se alcanzó un estilo
racionalista plenamente maduro. En el desarrollo del
racionalismo alemán cabe destacar la urbanización
Weißenhofsiedlung, construida en Stuttgart en 1927
como exposición organizada por el Deutscher Werkbund
Fábrica Fagus (1911-1912), de Walter Gropius y
con el objetivo de promover la vivienda de bajo coste,
Adolf Meyer, Alfeld
supervisada por Ludwig Mies van der Rohe y en la que
participaron arquitectos alemanes como Peter Behrens,
Richard Döcker, Walter Gropius, Ludwig Hilberseimer,
Hans Poelzig, Adolf Rading, Hans Scharoun, Adolf Gustav Schneck, Ferdinand Kramer, Bruno Taut y Max
Taut, junto a otros de otros países, como Victor Bourgeois, Le Corbusier, Pierre Jeanneret, Josef Frank, J.J.P.
Oud y Mart Stam. Se construyeron treinta y una viviendas, diseñadas bajo unas premisas de unidad visual
basadas en paredes de revoco blanco, formas rectangulares, cubiertas planas y bandas horizontales de
ventanas.18

Los dos principales representantes del racionalismo alemán —y referentes a nivel mundial— fueron Walter
Gropius y Ludwig Mies van der Rohe. Gropius fue arquitecto, urbanista y diseñador, discípulo de Peter
Behrens. En sus inicios formó parte del movimiento expresionista, dentro del cual estuvo vinculado a los
grupos Deutscher Werkbund, Arbeitsrat für Kunst y Der Ring. En 1910 abrió su propio estudio, en el que
trabajó asociado a Adolf Meyer. Entre sus primeras obras destaca la Fábrica Fagus (1911-1914), en Alfeld, un
edificio rectangular que destaca por el uso del muro cortina, que sería uno de sus principales sellos
estilísticos.163 También con Meyer construyó en 1914 la Fábrica Modelo para la exposición de la Deutscher
Werkbund en Colonia164 y, en 1923, el Teatro Municipal de Jena.152 En 1919 fundó la Escuela de la
Bauhaus, de la que construyó en 1925 su sede en Dessau.163 En 1928 abrió su propio despacho, desde el que
elaboró la urbanización Dammerstock en Karlsruhe (1928-1929),165 así como el proyecto de Siemensstadt en
Berlín (1929-1930).166 Con la llegada al poder de los nazis se vio obligado a exiliarse, primero al Reino
Unido y luego a Estados Unidos, donde fue director de la Graduate School of Design de la Universidad de
Harvard (para su obra americana véase aquí).167

En 1945 se asoció con ocho jóvenes arquitectos en la firma The Architects' Collaborative (TAC). Además de
las obras realizadas por este estudio en Estados Unidos, en los años 1950 y 1960 realizó algunos proyectos de
nuevo en suelo alemán: en 1957 construyó con Wils Ebert un bloque de apartamentos en el distrito de
Hansaviertel en Berlín occidental; poco después realizó la nueva ciudad de Britz-Buckow-Rudow; y en 1964
diseñó el edificio del Bauhaus-Archiv en Berlín, realizado tras su muerte por Alexander Cvijanovic en
1977.167
Ludwig Mies van der Rohe fue arquitecto y diseñador
industrial. Representó el racionalismo más purista y
abstracto, por su renuncia de la elocuencia formal, su
reducción de la forma a mera construcción, su rechazo de
la tradición histórica, su indiferencia ante la función
tipológica y su valoración del espacio como vacío, por lo
que ha sido objeto de crítica por su visión unívoca y
monótona del racionalismo, especialmente por los
Villa Tugendhat (1928-1930), de Ludwig Mies van arquitectos posmodernos.168 Frente a la mayor
der Rohe, Brno (Checoslovaquia) preocupación social de Gropius y Le Corbusier, Mies
estaba más interesado por las cuestiones técnicas,
afirmando que «considero la industrialización del edificio
el principal objetivo de nuestra era. Si logramos tal industrialización, las cuestiones sociales, económicas,
tecnológicas y artísticas se solventarán fácilmente».169 Mies ideó la famosa fórmula «menos es más», que
luego sería el lema del minimalismo.170

Estuvo también ligado al expresionismo y a los grupos Der Ring y Novembergruppe. Aunque nunca se
diplomó en arquitectura, entró como aprendiz en 1908 en el estudio de Peter Behrens y en 1911 abrió su
propio estudio. En sus inicios estuvo influido por el neoplasticismo y el constructivismo, como se denota en
sus proyectos no realizados de rascacielos de cristal para Berlín (I, 1919; y II, 1921).171 En 1923 ideó un
proyecto de oficinas en forma de caja de hormigón armado y vidrio, que sería la base de sus composiciones y
que plasmó por primera vez en la casa Wolf en Guben (1926, destruida).172 En 1927 dirigió la urbanización
del barrio de Weißenhofsiedlung en Stuttgart, para la que diseñó el plano de conjunto y construyó un edificio
de apartamentos con estructura de acero que permitía a los ocupantes variar las plantas a su gusto.173

En 1929 realizó el Pabellón de Alemania de la Exposición Internacional de Barcelona, uno de los mejores
ejemplos de la arquitectura racionalista por su pureza formal, su concepción espacial y su inteligente empleo de
estructuras y materiales, que convirtieron a este pabellón en el paradigma de la arquitectura del siglo XX. De
planta rectangular, se elevaba sobre un podio recubierto de travertino; la cubierta se sostenía sobre columnas
cruciformes y muros de carga, con paredes de distintos materiales (ladrillo recubierto de yeso, acero recubierto
de mármol verde y de ónice de Marruecos). El mobiliario, diseñado con Lilly Reich, incluía la famosa silla
Barcelona. La decoración se reducía a dos estanques y una escultura, La Mañana, de Georg Kolbe. Demolido
después de la exposición, fue reconstruido entre 1985 y 1987 en su emplazamiento original por Cristian Cirici,
Ignasi de Solà-Morales y Fernando Ramos, siguiendo los planos dejados por Mies van der Rohe.174

Entre 1930 y 1933 fue director de la Bauhaus. En estos


años fue autor de la casa Tugendhat en Brno (1930), una
«casa de soltero» para la Exposición de la Construcción
de Berlín (1931) y la casa Lemcke en Berlín (1932). Con
la llegada al poder de los nazis sus obras se fueron
reduciendo: concurso para la sede del Reichsbank (1933)
y estand para la exposición Deutsches Volk-Deutsche
Arbeit (1934).175 En 1938 emigró a Estados Unidos,
donde fue director de la escuela de arquitectura del
Armour Institute of Technology de Chicago,
posteriormente Illinois Institute of Technology (para su
obra americana véase aquí).176 Aunque residió hasta su Neue Nationalgalerie (1962-1967), de Ludwig Mies
muerte en Chicago, aún realizó alguna obra en su país van der Rohe, Berlín
natal, como la Neue Nationalgalerie de Berlín (1962-
1967), un museo dedicado al arte del siglo XX, sostenido
sobre un podio de granito sobre el que se eleva una estructura metálica cuadrada sustentada por ocho pilares
perimetrales, con un cerramiento enteramente de vidrio.177
Diversos arquitectos evolucionaron del expresionismo al
racionalismo: Erich Mendelsohn asumió en los años 1920 los
postulados del racionalismo pero conservando ciertos rasgos
expresionistas, así como una cierta influencia de Frank Lloyd
Wright. Sus principales obras en estos años fueron los Almacenes
Schocken en Chemnitz (1928-1930), el edificio del Sindicato de
Trabajadores del Metal en Berlín (1929-1930) y el edificio
Columbushaus en Berlín (1931). En 1933 se exilió al Reino
Unido.178 Hans Scharoun se alejó un poco del Estilo
internacional por su empleo ocasional de superficies curvas, pero
sus bloques de apartamentos de Siemensstadt en Berlín (1929-
1931) aparecen citados en el libro de Hitchcock y Johnson.126
Edificio Columbushaus (1931), de Erich
Hugo Häring intentó con su obra «hallar la forma que sirviese
Mendelsohn, Berlín
más simple y directamente a la eficacia funcional del edificio»,
como se denota en su establo de la granja Garkau en Lübeck
(1924-1925).179 Ernst May fue arquitecto municipal de
Frankfurt entre 1925 y 1930, donde proyectó una serie de urbanizaciones que conjugaban los principios de la
ciudad-jardín con los métodos constructivos de producción en serie del racionalismo.126 Los hermanos Hans
y Wassili Luckhardt planificaron una serie de casas de forma cúbica en el Berlín de los años 1920-1930, así
como un proyecto de vivienda experimental, el barrio piloto de la Schorlemer Allee (1924-1930).180 Adolf
Rading depuró su estilo hacia 1925 de una anterior influencia cubista y de la arquitectura neerlandesa, en obras
como la «casa-estudio» que proyectó para la Werkbundsiedlung de Breslau de 1929 o la casa del doctor Rabe
en Leipzig (1930).181 Bruno Taut fue defensor de una modernidad moderada frente al excesivo
esquematismo racionalista; desarrolló su obra especialmente en el terreno de la vivienda, de las que construyó
unas diez mil en Berlín: Hufeisensiedlung (1925-1931), el barrio Carl-Legien (1928-1930) y la Waldsiedlung
de Zehlendorf (1926-1932).182 Su hermano Max Taut fue un firme defensor de la simplicidad del hormigón
armado, como en la tienda de las asociaciones cooperativas de consumidores de Berlín (1929-1932).182 Otto
Bartning también desarrolló un racionalismo moderado, como en sus conjuntos de viviendas de la
Siemensstadt (1929-1930) y de la Haselhorst Siedlung (1932-1933) en Berlín.183 Richard Döcker destacó
por su uso de volúmenes cúbicos y techos-terraza: almacenes Luz en Stuttgart (1926-1927), Hospital de
Waiblingen (1927-1928).184

El ascenso al poder del nazismo en 1933 supuso la relegación del


racionalismo en Alemania, ya que el nuevo régimen apostó por
un estilo realista mezcla de Neoclasicismo y art déco. La mayoría
de arquitectos racionalistas marchó al exilio, como Mies,
Gropius, Breuer, May, Mendelsohn y Bruno Taut; algunos de
más avanzada edad dejaron prácticamente de trabajar, como
Poelzig, mientras que unos pocos como Scharoun y los hermanos
Luckhardt, menos activistas políticamente, continuaron
trabajando unos años más en estilo racionalista.185

Tras la Segunda Guerra Mundial, el estilo hegemónico volvió a


ser el racionalismo, si bien con ciertas modificaciones respecto al Edificio de viviendas para la exposición
período de entreguerras, como un mayor uso de las superficies Werkbundsiedlung de Breslau (1929), de
Adolf Rading
curvas, la recuperación de materiales como la piedra y la madera,
una mayor adaptabilidad al medio y unas formas menos rígidas y
puristas. En ese contexto, cabe citar la obra de arquitectos como
Otto Bartning, Hans Scharoun, Adolf Bayer, Paul Seitz, Gottfried Böhm, Hans Maurer, Alexander von
Branca y Egon Eiermann.186 Destacó la obra de Scharoun, que pudo desplegar su estilo monumental y
tecnologizado que había ido desarrollando con los años, como en los rascacielos Romeo y Julieta en Stuttgart
(1954-1959, con W. Frank), el Teatro del Estado de Kassel
(1952, con H. Mattern y W. Huller) y la Berliner Philharmonie
de Berlín (1963, con W. Weber).187 También de relevancia fue
la obra de Eiermann, partidario de una modernidad pragmática de
estética funcional: fábrica textil de Blumberg (1949-1951),
pabellones alemanes para la Exposición Universal de Bruselas de
1958 (con Sep Ruf), edificio Olivetti en Frankfurt (1968-
1972).188

En 1953, el arquitecto y escultor suizo Max Bill fundó en Ulm la


Hochschule für Gestaltung (Escuela Superior de Proyectación),
Edificio de la Hochschule für Gestaltung
posteriormente denominada Neues Bauhaus (Nueva Bauhaus) —
de Ulm, diseñado por Max Bill y terminado
también en ocasiones Ulm Bauhaus—. Financiada de forma
en 1955
privada y con becas de Estados Unidos, la institución permaneció
hasta 1968. En esos años se convirtió en una de las instituciones
dedicadas al diseño más importantes de Europa. Bill fue autor del
conjunto de edificios de la escuela, realizados con una estructura de hormigón, paredes vistas lisas con
ocasionales paneles de ladrillo y marcos de madera.189

Otro hito fue la celebración en 1957 de la Exposición Internacional de Berlín, más conocida como Interbau,
organizada con el objetivo de reconstruir el barrio berlinés de Hansaviertel. Bajo la dirección de Otto Bartning
participaron, además de arquitectos alemanes —entre ellos Walter Gropius—, numerosos arquitectos
internacionales, como Alvar Aalto, Oscar Niemeyer, Raymond Lopez, Eugène Beaudouin, Hugh Stubbins y
Pierre Vago, así como Le Corbusier, quien construyó una réplica en Charlottenburg de su Unité
d'Habitation.190

Austria y Suiza

La arquitectura racionalista austríaca fue heredera de la


Sezession vienesa, a través de la mediación
especialmente de Josef Hoffmann, profesor de la
Kunstgewerbeschule que formó a una nueva generación
de arquitectos. Tras la primera posguerra, Hoffmann se
acercó a los postulados del racionalismo, aunque con un Werkbundsiedlung de Viena (1932)
lenguaje algo más tradicional, como en sus casas
populares construidas entre 1925 y 1930. En Viena se
celebró en 1932 un Werkbundsiedlung (exposición de edificios permanentes y temporales promovida por la
Österreichischer Werkbund), que promovió una urbanización de viviendas experimentales en el distrito de
Lainz, en la que treinta y un arquitectos construyeron setenta casas, la «exposición de edificios más grande de
Europa» como se anunció en su día. La mayoría eran arquitectos austríacos, entre los que destacaban el propio
Hoffmann, Adolf Loos, Walter Loos, Josef Frank, Richard Neutra, Clemens Holzmeister, Margarete Schütte-
Lihotzky, Oskar Strnad, Walter Sobotka y Ernst Plischke, además del alemán Hugo Häring, los franceses
André Lurçat y Gabriel Guevrekian y el neerlandés Gerrit Rietveld. El resultado fue un conjunto de casas
blancas de planta libre y techos planos, similar a la Weißenhofsiedlung de Stuttgart pero algo más
formalista.191 A nivel de vivienda cabe destacar también el Karl Marx-Hof de Viena, diseñado por Karl Ehn
en 1927, un gigantesco bloque de viviendas de un kilómetro de largo, de forma rectangular con un gran patio
central que sirve de plaza, jardín y centro de servicios comunitarios, con casi 1400 apartamentos.192

Entre los arquitectos racionalistas austríacos destacan: Ernst Plischke, autor en 1931 de la Oficina de empleo
Liesing en Viena, considerada el «primer edificio moderno en Austria»;193 Alois Johann Welzenbacher,
único representante de su país en la exposición del MoMA de 1932, autor de la cervecería Adam en Innsbruck
(1927) y el Terrassenhotel am Oberjoch en el Allgäu (1932);194 y Margarete Schütte-Lihotzky, la primera
mujer en titularse arquitecta en su país, partícipe en 1924 de la realización de la casa popular Winarsky-Hof y
diseñadora de la famosa cocina Frankfurt, además de equipamientos para la infancia.195

Suiza recibió por su proximidad la influencia directa del


racionalismo alemán, pero también del francés, especialmente de
Le Corbusier, suizo de nacimiento. Aunque desarrolló su obra en
Francia, Le Corbusier dejó algunas muestras de su obra en su
país natal: las villas Jeanneret-Perret (1912) y Schwob (1916) en
La Chaux-de-Fonds, la villa Le Lac en Corseaux (1923), el
edificio Clarté en Ginebra (1930-1932) y el Museo Heidi Weber
en Zúrich (1963-1967).196

El impulso inicial del racionalismo en Suiza se debe a Karl


Barrio de Neubühl en Zúrich (1930-1932), Moser, profesor de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich que
de Werner Max Moser, Emil Roth, Rudolf formó a una generación de arquitectos entre los que se
Steiger, Max Ernst Haefeli, Carl encontraban su hijo Werner Max Moser, los primos Emil y
Hubacher, Paul Artaria y Hans Schmidt
Alfred Roth, Rudolf Steiger, Max Ernst Haefeli y Carl
Hubacher. Muchos de ellos trabajaron luego en otros países:
Werner Moser en Estados Unidos con Frank Lloyd Wright,
Alfred Roth en París con Le Corbusier, Haefeli en Alemania con Otto Bartning. En 1930, todos estos
arquitectos (excepto Alfred Roth), junto a Paul Artaria y Hans Schmidt, recibieron el encargo de construir el
barrio de Neubühl en Zúrich, otro ejemplo de viviendas colectivas de carácter popular como los elaborados en
Alemania, con un trazado de casas unifamiliares adosadas en hilera.197

Hasta 1933 el racionalismo suizo estuvo notablemente influido


por el alemán, pero desde la llegada al poder de los nazis
adquirió autonomía propia, con un marcado compromiso
tecnológico, como se denota en las casas unifamiliares de la
Goldbachstraße de Zúrich de Haefeli (1931-1934), las casas
Doldertal en Zúrich de los primos Roth y Marcel Breuer (1934-
1936), o las obras de colaboración entre Moser, Haefeli y Steiger
después de 1937 (Casa de Congresos en Zúrich, 1937-1939).198
Entre estas obras cabe destacar las casas Doldertal, que recogían
las principales premisas del internacionalismo: forma cúbica Casas Doldertal (1934-1936), de Emil
sostenida por pilotis, ventanas horizontales y terrazas en Roth, Alfred Roth y Marcel Breuer, Zúrich
voladizo.199 Por otro lado, la asociación de Paul Artaria y Hans
Schmidt entre 1926 y 1930 produjo numerosas obras notables,
entre las que se encuentran el taller del pintor Willi Wenk en Riehen (1926), la villa Colnaghi en Riehen
(1927), las viviendas para madres solteras de Basilea (1928-1930) y los asentamientos cooperativos de Eglisee
en Basilea (1929-1930).200

Otra figura relevante fue la del ingeniero Robert Maillart, que ejerció su actividad como empresario y
proyectista, diseñando en numerosas ocasiones las estructuras de edificios de otros arquitectos, siempre
preocupado fundamentalmente por los procesos técnicos de la construcción. Fue el inventor del forjado
fungiforme, que patentó en 1910. Tras una estancia en Rusia, abrió su estudio en Ginebra en 1919, fecha
desde la que se dedicó especialmente a la construcción de puentes, como los de Schiess (1929), Roßgraben
(1931), Felsegg (1933) y el puente sobre el Arve en Ginebra (1936).201

Cabe citar también a: Alberto Sartoris, arquitecto e historiador que ejerció una notable influencia en el terreno
teórico, autor de obras como la iglesia de Notre-Dame-du-Bon-Conseil en Lourtier (1932), la casa comunal de
Vevey (1933) y la casa Morand-Pasteur en Saillon (1934);202 Hans Brechbühler, autor de la Escuela de Artes
y Oficios de Berna (1937-1939), basada en los «cinco puntos» lecorbusierianos;203 Elsa Burckhardt-Blum,
autora de varias casas de líneas puras, volúmenes cúbicos y techos planos en voladizo (casa Burckhardt-Blum
en Küsnacht, 1937-1938);204 y Otto Senn, que en sus obras conjuga el rigor geométrico racionalista con las
formas orgánicas expresionistas (villa en Binningen, 1936).205

En la segunda posguerra hay que mencionar a Max Bill, que estudió en la Bauhaus de Dessau, tras lo que se
instaló como arquitecto en Zúrich. En 1951 fue el fundador y primer director de la Ulm Bauhaus, cuyos
edificios construyó (1953-1955). Fue autor también del pabellón de Suecia para la World's Fair de Nueva York
de 1939 y para la exposición Swiss Design de Londres de 1959,206 así como del sector «Educar y crear» en
la Exposición Nacional Suiza de 1964 en Lausana, de un racionalismo de tendencia minimalista.207 Otro
arquitecto destacado de posguerra fue Fritz Haller, de clara influencia miesiana, autor de la Escuela de
Ingeniería de Windisch (1961-1966).208 También continuó su labor Alberto Sartoris: fábricas Keller en Saint-
Prex (1959), edificio Les Toises en Lutry (1959-1960), villa Huber en Saint-Sulpice (1960).202

Países Bajos y Bélgica

El racionalismo neerlandés fue heredero directo del


neoplasticismo del grupo De Stijl. Como el francés, mostró
menos interés por el funcionalismo que el alemán. En este país se
realizaron obras de notable calidad: según Leonardo Benevolo,
«después de la crisis del movimiento alemán, las principales
contribuciones al progreso de la arquitectura moderna europea
provienen de Holanda».209

Jacobus Johannes Pieter Oud fue nombrado arquitecto municipal


de Róterdam en 1918, cargo desde el que impulsó la
construcción de casas de bajo coste de pleno Estilo internacional, Fábrica Van Nelle de tabaco, té y café
la mayoría entre 1925 y 1930, como las de Kiefhoek (1925- (1926-1929), de Johannes Andreas
1927). Destacan las de Hoek van Holland (1924-1927), un grupo Brinkman y Leendert Cornelis van der
de casas blancas dispuestas en hilera, con ventanas horizontales, Vlugt, Róterdam (Países Bajos)
puertas metálicas y unos elementos curvos de inspiración náutica.
En 1927 construyó cinco casas para la urbanización
Weißenhofsiedlung de Stuttgart, de pequeño tamaño pero con un diseño muy práctico y mobiliario funcional.
La arquitectura de Oud se fundamenta en buena medida en las técnicas industriales y la utilización de nuevos
materiales.210 Entre sus últimas obras se encuentran el edificio para la Shell en La Haya (1939-1942) y el bio-
hogar de recreo infantil de Arnhem (1952-1960).211

Gerrit Rietveld rompió con De Stijl en 1928, año en que


se adhirió al CIAM y comenzó una fase más puramente
racionalista, como se denota en sus casas de la calle
Erasmuslaan de Utrecht (1930-1931), dispuestas en
hilera y con forma rectangular, estucadas en blanco y con
ventanas horizontales, al más puro Estilo
internacional. 212 Otras obras suyas fueron: el cine
Vreeburg en Utrecht (1936, con Truus Schröder), el
Edificio en Hoek van Holland (1924-1927), de pabellón neerlandés para la Bienal de Venecia de 1954 y
Jacobus Johannes Pieter Oud el Museo Van Gogh de Ámsterdam (1963-1972, con
Joan van Dillen y Johan van Tricht).211
Mart Stam recibió la influencia de Mies van der Rohe y El Lissitzky. Dos de sus primeras obras, las escuelas
primarias San Wendel (1924) y Thunn (1925) son ya de pleno Estilo internacional. En la Weißenhofsiedlung
de Stuttgart de 1927 construyó tres casas adosadas formando un bloque rectangular. Posteriormente trabajó
con Ernst May en Frankfurt, donde destaca su Asilo de Ancianos Budge (1929-1930), del que Hitchcock y
Johnson señalaron que aunque está «guiado exclusivamente por consideraciones económicas y funcionales, el
edificio también tiene, indudablemente, valor estético».212 Trabajó con su esposa Lotte Beese, alumna de la
Bauhaus y colaboradora de Ernst May en la Unión Soviética —donde concoció a su marido—; fue
responsable de los barrios de Pendrecht (1948-1952), Het Lage Land y Ommoord (1962-1969) en
Róterdam.213

Willem Marinus Dudok, ingeniero de formación, fue nombrado


en 1915 ingeniero municipal de Hilversum, una ciudad en rápido
crecimiento de la que se encargó de regular su plano general y de
la construcción de varios barrios populares y edificios públicos,
entre los que destaca el Ayuntamiento (Raadhuis, 1924-
1928).214 Fue autor también del pabellón neerlandés de la
Ciudad Universitaria de París (1927), el edificio de los grandes
almacenes De Bijenkorf en Róterdam (1929) y el Teatro de
Utrecht (1939-1941).215

Johannes Duiker construyó edificios netamente funcionales,


ligeros y resistentes, como el Sanatorio Zonnestraal en Hilversum Ayuntamiento de Hilversum (1924-1928),
(1926-1928, con Bernard Bijvoet), la Escuela de Cliostraat en de Willem Marinus Dudok
Ámsterdam (1928-1930), la escuela técnica de Scheveningen
(1932), el Handelsblad-Cineac de Ámsterdam (1934) y el Hotel
y Teatro Gooiland en Hilversum (1934, concluido por Bijvoet tras la muerte de Duiker).212

Cornelis van Eesteren destacó como urbanista: fue autor del plan urbanístico de Ámsterdam (1935, véase la
sección de Urbanismo).216 Fue presidente del CIAM entre 1930 y 1947. Tras la Segunda Guerra Mundial se
encargó de la ordenación de los pólders sur de IJsselmeer y del nuevo pueblo de Nagele; entre 1959 y 1964
fue el encargado de trazar los planos de la nueva ciudad de Lelystad.217

Entre los arquitectos más jóvenes se encuentran Johannes


Andreas Brinkman y Leendert Cornelis van der Vlugt, que
formaron un estudio activo entre 1925 y 1936 —fecha del
fallecimiento de Van der Vlugt—, a veces en colaboración con
Willem van Tijen; posteriormente, Brinkman se asoció con
Johannes Hendrik van der Broek, mientras que Van Tijen se
asoció en 1937 con Huig Aart Maaskant. La obra principal de
Brinkman y Van der Vlugt fue la fábrica Van Nelle de tabaco, té
y café en Róterdam (1926-1929), proyectado con una forma
abierta que permite la agregación de sucesivos anexos, con un
La Cité moderne (1922-1926), de Victor
diseño preciso pero humano, acogedor, algo inusual en
Bourgeois, Berchem-Sainte-Agathe construcciones industriales. Otras obras de estos autores fueron:
(Bélgica) la sede de Van Nelle en Leiden, el Banco Mees en Zoonen y la
sede de la Unión Teosófica en Ámsterdam, además de varios
edificios de viviendas. Con Van Tijen construyeron en 1934 el
edificio Bergpolder en Róterdam, un conjunto de viviendas de diez pisos con estructura de acero y
cerramientos y forjados de madera. Inspirado en este edificio, Van Tijen y Maaskant fueron autores del edificio
Plaslaan en Róterdam (1938), de diseño similar pero con estructura de hormigón armado a la vista.218
Bélgica fue una de las cunas del art nouveau, cuya influencia se
sintió hasta los años 1920, en que se recibió la influencia del
neoplasticismo neerlandés. En el génesis de la arquitectura
moderna belga hay que señalar la labor docente del arquitecto
modernista Henry Van de Velde en el Instituto Superior de Artes
Decorativas de La Cambre en Bruselas, en el que impartieron
clases algunos de los principales arquitectos belgas de
entreguerras: Victor Bourgeois, Huibrecht Hoste, Jean-Jules
Eggericx y Raphaël Verwilghen.219 Bourgeois fue el principal
divulgador del Movimiento moderno en su país, con una gran
preocupación social que desarrolló como arquitecto y urbanista;
Vivienda en Zele (1931), de Huibrecht
fue uno de los fundadores del CIAM. Se inició como arquitecto
Hoste
de la Sociedad Nacional de Viviendas Baratas, para la que diseñó
diversos conjuntos de viviendas, como la Cité moderne en
Berchem-Sainte-Agathe (1922-1926). En 1925 construyó su casa
en Bruselas, de sencillas formas racionalistas y, en 1927, construyó una casa para el Weißenhofsiedlung de
Stuttgart; entre 1927 y 1928 edificó el taller del escultor Oscar Jespers en Bruselas. En 1930 organizó el III
CIAM, celebrado en Bruselas. Desde entonces se centró más en el urbanismo. Tras la Segunda Guerra
Mundial fue autor de obras como el Ayuntamiento de Ostende (1954), la Casa de la Cultura de Namur (1957)
y el Pabellón Eternit para la Exposición General de Bruselas de 1958.220

Huibrecht Hoste recibió la influencia del grupo De Stijl durante


su exilio en los Países Bajos en la Primera Guerra Mundial, tras
la que desarrolló una arquitectura basada en la estandarización y
en el uso del hormigón (casa De Beir en Knokke, 1924). En los
años 1930 su estilo se volvió más internacional, como en sus
viviendas en Zele (1931) y en la avenida de Tervuren en
Bruselas (1933).221 Raphaël Verwilghen y Jean-Jules Eggericx
trabajaron asociados, siendo autores de varios edificios en
Bruselas y los pabellones belgas de la Exposición de Artes
Decorativas de París de 1925 y de la Exposición Internacional de
París de 1937.222
Villa Dirickz (1933), de Marcel Leborgne,
Rhode-Saint-Genèse
Otro destacado arquitecto fue Louis Herman De Koninck, el
único arquitecto belga representado en la exposición del MoMA
de 1932 y considerado el mejor arquitecto moderno belga de
entreguerras. Preocupado por los medios de estandarización de los materiales constructivos y por el estudio del
hábitat mínimo, desarrolló varios prototipos de elementos prefabricados en hormigón, metal y madera; en 1930
patentó un ladrillo de vidrio con refracción normalizada. Entre sus obras destacan: la casa-taller del pintor
Lenglet en Uccle (1926), la casa del fotógrafo Alban en Bruselas (1929) y la casa del coleccionista Dotremont
en Uccle (1932).223 Por último, cabe citar también a: Marcel Leborgne, autor de una villa de estilo
lecorbusieriano en Rhode-Saint-Genèse (1933);224 Paul-Amaury Michel, artífice de la Casa de vidrio en
Bruselas (1935), inspirada en la obra de Pierre Chareau;225 y Léon Stynen, que edificó también con
influencia lecorbusieriana obras como el Casino de Knokke-Heist (1928-1931) y el Pabellón de Artes
Decorativas para la Exposición Internacional de Amberes de 1930.226

Tras la Segunda Guerra Mundial cabe reseñar a Renaat Braem, formado en el estudio de Le Corbusier, autor
de varios planes de viviendas sociales en el barrio de Kiel en Amberes (1949-1958), de la ciudad modelo del
Heysel en Bruselas (1956-1963), el barrio Saint Maartensdal en Lovaina (1957-1967) y las unidades de
habitación de Arena en Deurne (1960-1971) y de Boom (1965-1972).227
Reino Unido e Irlanda

El racionalismo no llegó al Reino Unido hasta 1930, debido


sobre todo al rechazo del que consideraban un excesivo
germanismo en este movimiento.228 Muchas de las obras
racionalistas fueron construidas por inmigrantes del continente
que escapaban de las dictaduras rusa y alemana. Entre los
arquitectos británicos destacan Frederick Etchells, traductor al
inglés de Hacia una nueva arquitectura de Le Corbusier y autor
del Crawfords Advertising Building de Londres (1929);229 y
Joseph Emberton, autor del Royal Corinthian Yacht Club de
Burnham-on-Crouch (1931), el único exponente inglés citado De La Warr Pavilion (1935), de Erich
Mendelsohn y Serge Chermayeff, Bexhill-
por Hitchcock y Johnson en su libro del Estilo internacional.
on-Sea
Cabe citar también la casa High & Over de Amyas Connell
(1929-1930), en Amersham, inspirada en las casas de campo Arts
& Crafts pero construida en hormigón blanco con cubierta plana
y ventanas horizontales, al estilo racionalista; otras obras de Connell, en asociación con Basil Ward y Colin
Lucas, fueron la casa New Farm en Greyswood (Surrey, 1932), las casas de Parkwood Estate en Ruislip
(Londres, 1935) y de Frognal n.º 66 en Hampstead (1938), de inspiración lecorbusieriana.230

Debido a la reticencia inglesa hacia la arquitectura moderna la mayoría de construcciones fueron casas para
clase media, pero también se construyeron algunas viviendas de bajo coste, como Kent House en Chalk Fram
(Londres, 1934), de Connell, Ward y Lucas, y Sassoon House en Camberwell (Londres, 1934), de Maxwell
Fry231 —Fry trabajó asociado a su mujer, Jane Drew, con la que realizó importantes proyectos en India y
África—.232 De mayor categoría fueron los pisos de Lawn Road en Hampstead (1933-1934), de Wells
Coates, ingeniero de profesión y representante inglés en el CIAM a través del Modern Architectural Research
Group (MARS).231 Coates fue autor también de una casa de campo en North Benfleet, Essex (1934-1936).
Cabe citar también a Francis Yorke, autor de la Nast Hyde Villa en Hatfield (1935), y Owen Williams, autor
de la fábrica farmacéutica Boots de Beeston (1930-1932), que destaca por su profusa utilización del muro
cortina y por sus columnas de hormigón con forma de árbol.232

Uno de los principales exponentes del racionalismo británico fue


el ruso Berthold Lubetkin, creador de la compañía Tecton (1932-
1948).nota 3 Una de sus principales realizaciones fue el edificio
Highpoint I en Highgate, Londres (1935).36 Es un alto bloque
de ocho pisos en forma de cruz doble, de influencia
lecorbusieriana, sostenido sobre pilotis y rodeado de jardines, con
un tejado-terraza comunitario; el propio Le Corbusier lo definió
como «la primera ciudad-jardín vertical del futuro».234 Otras
obras del sello Tecton fueron: el Centro de Salud de Finsbury
Edificio Highpoint I (1935), de Berthold (Londres, 1939), las casas de Genesta Road (Londres, 1934), de
Lubetkin, Highgate, Londres Six Pillars en Crescent Wood Road (Londres, 1935) y de
Newton Road (Londres, 1938).235 La firma de arquitectos,
junto al ingeniero Ove Arup, fue responsable de la jaula de
gorilas y la piscina de pingüinos del Zoo de Londres (1932-1937), cuyo diseño innovador, cercano a la
escultura constructivista, les reportó un notable éxito.234

Entre los inmigrantes se encuentran también: el alemán Erich Mendelsohn, autor con Serge Chermayeff del De
La Warr Pavilion en Bexhill-on-Sea (1935); Walter Gropius, quien recaló en Reino Unido antes de dirigirse a
Estados Unidos, autor con Maxwell Fry del Impington Village College en Cambridgeshire (1939); y Marcel
Breuer, quien acompañó a Gropius en su periplo inglés y norteamericano, autor con Francis Yorke del
pabellón Gane en Bristol (1936) y una casa de campo en Angmering, Sussex (1937).232

Tras la Segunda Guerra Mundial, el Estilo internacional se fue


reorientando hacia una estética más accesible y popular que se
vino a denominar «neohumanismo», promovida por la revista
Architectural Review dirigida por Nikolaus Pevsner. La puesta de
largo de esta nueva orientación fue el Festival of Britain de 1951,
una feria en conmemoración del centenario de la Gran
Exposición de Londres, en la que se desarrolló una arquitectura
de carácter monumental y cierto romanticismo.236 Uno de los
principales edificios de la exposición fue el Royal Festival Hall,
de John Leslie Martin, Robert Matthew y Peter Moro,
Festival of Britain (1951), Londres
característico por su fachada lisa y curva y su techo
abovedado.237 En reacción a ello, a mediados de los años 1950
una serie de jóvenes arquitectos liderados por Peter y Alison
Smithson promovieron un enfoque más físico y social, lo que se tradujo en un nuevo estilo que fue
denominado brutalismo —también en ocasiones «neobrutalismo», para remarcar su carácter novedoso—,
inspirado especialmente en la última etapa productiva de Le Corbusier y su empleo del hormigón crudo.236

Entre las últimas figuras destacadas se encuentra Denys Lasdun,


un arquitecto de fuerte influencia lecorbusieriana. En sus inicios
trabajó con Wells Coates y en el estudio Tecton, hasta que en
1948 se estableció por su cuenta. Entre los años 1950 y 1960
experimentó con nuevas formas de expresión del lenguaje
moderno, como en sus viviendas «nido» de Bethnal Green en
Londres (1952-1954) y los apartamentos de lujo de Green Park
Estación de autobuses de Store Street
(1958-1960), que muestran una mayor preocupación por el
(1953), de Michael Scott, Dublín
entorno que el racionalismo clásico, una preocupación que se
acentuó en el Royal College of Physicians en Londres (1960-
1961), la University of East Anglia en Norwich (1962-1968) y el
National Theater de Londres (1967-1976). 238

Irlanda se adentró en la arquitectura racionalista tras su independencia en 1922, con una mezcla de influencia
neerlandesa, escandinava, francesa y, especialmente, alemana. Walter Gropius dio varias conferencias en
Dublín en 1936 e influyó en numerosos jóvenes arquitectos. Algunas de las primeras obras relevantes fueron
el Hospital de Kilkenny, de Joseph Downes (1935); la Scott House en Sandycove, de Michael Scott (1938); el
Pabellón de Irlanda en la World's Fair de Nueva York de 1939, también de Scott; y el aeropuerto de Dublín, de
Desmond Fitzgerald (1941). Durante la Segunda Guerra Mundial, en la que Irlanda permaneció neutral, la
construcción decayó, pero poco a poco se fue recuperando después de la contienda, en un estilo de plena
internacionalidad: Escuela de Kilmainham, de Robinson & Keefe (1950); estación de autobuses de Dublín, de
Michael Scott (1953). Scott dominó el panorama arquitectónico irlandés durante los siguientes treinta años con
un estilo de clara influencia miesiana; entre sus obras posteriores destacan los estudios de televisión Raidió
Teilifís Éireann (1959-1961).239

Países nórdicos

En general, los países nórdicos desarrollaron una variante regionalista del Estilo internacional, debido a las
circunstancias de su clima y de los materiales utilizados, donde destaca el uso de la madera.240 El principal
exponente de la arquitectura nórdica fue el finlandés Alvar Aalto, a medio camino entre el racionalismo y el
organicismo. Frente a la excesiva geometrización del racionalismo ortodoxo, Aalto defendía como Frank
Lloyd Wright la integración con la naturaleza, así como el uso de
materiales naturales como la madera. Cuando aún era estudiante
en la Universidad Politécnica de Helsinki diseñó la casa de sus
padres en Alajärvi. Diplomado en 1921, trabajó dos años en la
oficina de proyectos de la Exposición de Göteborg. En 1924 se
casó con Aino Marsio, con quien formó pareja profesional. Su
primera obra de relevancia fue la Casa del Pueblo de Jyväskylä
(1924-1925), inspirada en la arquitectura florentina.241 Entre
1927 y 1929 construyó un bloque estandarizado de pisos en
Turku con elementos prefabricados de hormigón que recuerda las Sanatorio de Paimio (1929-1933), de Alvar
obras de Mies y Gropius para la Weißenhofsiedlung. En 1929 Aalto
participó en el II CIAM, donde su contacto con Siegfried
Giedion y con artistas como Constantin Brâncuși, Georges
Braque y Fernand Léger le acercaron a la vanguardia. Entre 1927 y 1929 construyó el edificio para el
periódico Turun Sanomat, basado en los «cinco puntos para una nueva arquitectura» de Le Corbusier. Otra
obra importante de sus inicios fue la biblioteca pública de Viipuri (1927-1935), que muestra su evolución
desde un cierto clasicismo hacia el funcionalismo.242

La fama le llegó con el Sanatorio de Paimio (1929-1933),


una obra adaptada a su entorno natural para la que
estudió con profundidad la trayectoria del sol para
aprovechar al máximo su incidencia en el edificio, de
cara a que los enfermos gozasen del máximo de luz y
calor. En 1931 se instaló en Helsinki, donde empezó a
diseñar muebles de producción industrial; su incursión en
la madera le llevó a utilizar también este elemento en
arquitectura, por lo que su estilo evolucionó hacia un
Villa Mairea (1938-1941), de Alvar Aalto,
mayor organicismo. Entre sus obras de estos años
Noormarkku
destacan su casa de Helsinki (1934-1936), un complejo
de casas para obreros y fábrica de celulosa en Sunila
(1935-1939) y la Villa Mairea en Noormarkku (1938-
1941), que muestra su transición hacia un organicismo de influencia rural, que ha sido calificado de
«movimiento moderno romántico».243 En 1937 se celebró en el MoMA de Nueva York una exposición de
sus obras y, en 1939, construyó el Pabellón de Finlandia para la World's Fair de Nueva York, edificio que hizo
afirmar a Frank Lloyd Wright que Aalto era un genio.241 Su obra posterior se decantó hacia un diseño más
expresivo y de corte regional.243 En 1952 casó por segunda vez con otra colega, Elissa Mäkiniemi, con la
que diseñó el centro municipal de Seinäjoki, compuesto por el ayuntamiento, una iglesia, un teatro, una
biblioteca y una sala multidisciplinar. Desde 1960 trabajó en la reordenación urbanística de Helsinki. Realizó
obras en diversos países, como el Museo de Arte de Aalborg (Dinamarca) o el Centro Cultural de Siena
(Italia).241

En Finlandia destacaron también: Erik Bryggman, que evolucionó sucesivamente del clasicismo al
funcionalismo y, por último, el neorromanticismo; de su fase funcionalista cabe destacar el Pabellón de
Finlandia de la Exposición Internacional de Amberes de 1930 y el Instituto de Deportes de Vierumäki (1933-
1936), de influencia lecorbusieriana.244 Hilding Ekelund tuvo una evolución estilística similar a la de
Bryggman; dentro del racionalismo destaca su Embajada de Finlandia en Moscú (1936-1938).245 Keijo
Petäjä fue defensor de un racionalismo fuertemente industrializado, como en el Centro de la Industria en
Helsinki (1949-1952, con Viljo Revell), el primer proyecto moderno de posguerra en su país.246 Aulis
Blomstedt representó un «racionalismo humanista», en obras como el Instituto de los Trabajadores de Helsinki
(1959) y un conjunto de viviendas en Tapiola (1952-1965).247 Viljo Revell fue exponente del llamado
«racionalismo tecnocrático», en oposición al excesivo romanticismo de Aalto. Diseñó las casas prefabricadas
Sufika para la ciudad-jardín de Tapiola (1953-1955); también construyó viviendas colectivas en Helsinki y
Vaasa. Su obra más puramente funcional fue la fábrica textil Hyvon-Kudeneule (1955-1956).248

Suecia tuvo una especial adscripción al funcionalismo en los


años 1930 gracias al impulso iniciado en la Exposición de
Estocolmo de 1930 y a la redacción al año siguiente del
manifiesto Acceptera, redactado por Erik Gunnar Asplund,
Wolter Gahn, Sven Markelius, Eskil Sundahl y Uno Åhrén.249
Su principal referente fue Erik Gunnar Asplund, que combinó en
su obra elementos modernos y tradicionales, como se denota en
el cine Skandia (1922-1923), donde juega con el equilibrio entre
líneas horizontales y verticales. Su fama llegó con los edificios
para la Exposición de Estocolmo de 1930, en los que combinó
con habilidad el acero y el cristal consiguiendo impactantes
efectos de luz. Su crematorio del cementerio sur de Estocolmo Restaurante de la Exposición de
(1935-1940) combina elementos clásicos y modernos.240 Estocolmo de 1930, de Erik Gunnar
Asplund
Otros arquitectos
racionalistas suecos fueron:
Uno Åhrén, fue el introductor del funcionalismo en Suecia, así como el
primero en defender la obra de Le Corbusier en su país, cuya influencia
se denota en la Escuela Central de Estocolmo (1928, con Sven
Markelius), el cine Flamman en la misma ciudad (1929-1930), la fábrica
Ford también en la capital sueca (1930) y los barrios de Söderlingska
Ängen (1933) y Övre Johanneberg (1938-1939) en Göteborg;250 Sven
Markelius, iniciado en el clasicismo pero adscrito al racionalismo a
mediados de los años 1920 por influencia de Le Corbusier (Sala de
conciertos de Helsingborg, 1924);251 Sigurd Lewerentz se adhirió al
funcionalismo mediada su carrera, ya en los años 1930 (villa Edstrand en
Falsterbo, 1936);252 Eskil Sundahl, presidente de la Oficina Cooperativa
de Arquitectos, desde la que realizó numerosos proyectos industriales y
de viviendas (cochera de autobuses Hornsberg en Estocolmo, 1931-
Hotel SAS (1958-1960), de Arne
1938);253 Hakon Ahlberg, que tras una fase clasicista evolucionó hacia
Jacobsen, Copenhague
un funcionalismo despojado, como se evidencia en su conjunto
residencial de Hjorthangen en Estocolmo (1934-1935);254 Wolter Gahn,
también adscrito al funcionalismo en los años 1930 (Teatro de Karlskrona, 1936-1939);255 y Erik Friberger,
uno de los mejores representantes del funcionalismo sueco por su compromiso social, que desarrolló tanto en
arquitectura como en urbanismo y decoración (casa Elementhus en Ystad, 1936).256

En Dinamarca destacó Arne Jacobsen, arquitecto y diseñador que recibió la influencia tanto de Le Corbusier
como de Mies van der Rohe, como se denota en su Casa del Futuro (1929), proyectada con Flemming Lassen,
o su finca Bellavista en Copenhague (1934), prototipo del modelo paneuropeo de casa, de formas cúbicas,
ventanas horizontales y balcones en voladizo.240 Otras obras suyas fueron: el proyecto de viviendas Søholm
(1950-1955), las oficinas Jespersen & Son (1955), el Hotel SAS (1958-1960) y el Banco Nacional Danés
(1961-1971), todos en Copenhague;166 o el ayuntamiento de Rødovre (1955).257 Cabe citar además a
Mogens Lassen —hermano de Flemming Lassen—, de influencia lecorbusieriana, autor del conjunto de villas
de Christiansholmfortet en Copenhague (1936);258 y Vilhelm Lauritzen, que considera el funcionalismo una
necesidad biológica, autor de la Casa de la Radio en Copenhague (1934-1945) y el aeropuerto de
Copenhague-Kastrup (1936-1939).259
En Noruega el principal exponente fue Arne Korsmo, arquitecto
y diseñador, autor en los años 1930 de diversas villas en
asociación con Sverre Aasland (villa Damman en Oslo, 1932);
ya en solitario fue el responsable del pabellón noruego de la
Exposición Internacional de París de 1937. Tras la Segunda
Guerra Mundial se dedicó más al diseño y las artes aplicadas.260
Otros arquitectos noruegos de este período fueron: Lars Backer,
autor del primer edificio funcionalista en Escandinavia, el
restaurante Skansen en Oslo (1927);261 Ove Bang, autor en
1933 de la villa Ditlef-Simonsen en Oslo, que recuerda la villa Villa Stenersen (1939), de Arne Korsmo,
Savoye de Le Corbusier por su alzado sobre pilotis, su planta Oslo
libre y su tejado-terraza; 262 Knut Knutsen, principal
representante en los años 1930 y 1940 del funcionalismo
noruego junto a Korsmo, autor de la Casa de Jubilados de Oslo (1937-1941), el Hotel Viking en Oslo (1949) y
la embajada noruega en Estocolmo (1952);263 y Sverre Fehn, de influencia miesiana, autor del pabellón
noruego de la Exposición General de Bruselas de 1958 y del pabellón de los países escandinavos en los
jardines de la Bienal de Venecia (1959-1962).264

Islandia se inició en el racionalismo con la obra de Sigurður Guðmundsson, quien en 1935 realizó varias obras
en este estilo. Fue el fundador del primer estudio arquitectónico de su país y ejerció de maestro de toda una
generación de arquitectos. Otro pionero fue Gunnlaugur Halldórsson, autor del Banco de la Agricultura en
Reykjavik (1943-1948). Einar Sveinsson, primer arquitecto municipal de Reykjavik, fue autor de varios
edificios públicos y programas de viviendas sociales. Una segunda generación racionalista surgió tras la
Segunda Guerra Mundial, con exponentes como Sigvaldi Thordarson, Skarphéðinn Jóhannsson y Hannes K.
Davíðsson.265

Europa del Este

En la Unión Soviética, el fin del constructivismo y el fomento del


realismo socialista por parte del estalinismo provocaron desde
inicios de los años 1930 la ausencia de propuestas racionalistas
en el país. Ello se escenificó con el concurso para el Palacio de
los Sóviets de 1931, al que concurrieron arquitectos racionalistas
de renombre como Gropius y Le Corbusier, además de
numerosos constructivistas rusos, pero que fue adjudicado a dedo
al académico Borís Iofán.266 Pese a todo, cabe señalar la
presencia de un edificio diseñado por Le Corbusier en Moscú, el
Centrosojuz (1928-1936), sede de la Unión Central de
Cooperativas de Consumo (actualmente Comité Estatal de
Estadísticas).267 Sin embargo, el fin de la dictadura estalinista Antiguo Ministerio de Transporte,
propició el retorno del racionalismo desde 1955, gracias al apoyo actualmente Banco de Georgia (1977-
de Jrushchov al funcionalismo y la industrialización, lo que 1979), de Georgi Chakhava y Zurab
Dzhalaganiya, Tiflis (Georgia)
propició una arquitectura que entroncaba con el Estilo
internacional en su vertiente más productivista, sin ningún tipo de
rememoración del anterior constructivismo. Del Movimiento
moderno adoptaron como metodología la planificación centralizada, que consideraban adecuada para un
sistema socialista, y que aplicaron al proceso de crecimiento de las estructuras urbanas, con un especial interés
en la vivienda colectiva, basada en la seriación y la prefabricación. Los edificios públicos se resolvieron
asimismo con un gran alarde de materiales y tecnologías modernas.268 El llamado «modernismo soviético»
aunó racionalismo y un cierto carácter monumental heredado del realismo socialista, con cierta influencia del
brutalismo inglés y el metabolismo japonés. Entre las principales realizaciones se encuentran: la Biblioteca
Nacional en Asjabad, Turkmenistán (1969-1975), de Abdullah Akhmedov, Boris Shpak y Vladimir Alekseev;
el Museo Orlov de Paleontología en Moscú (1972-1987), de Yuri Platonov; el antiguo Ministerio de
Transporte en Tiflis, Georgia (1977-1979, actualmente Banco de Georgia), de Georgi Chakhava y Zurab
Dzhalaganiya; el Museo Lenin en Gorki (1975-1987), de Leonid Pavlov; y el Sanatorio Druzhba en Yalta,
Ucrania (1986), de Igor Vasilevsky.269

En Checoslovaquia, nacida tras la Primera Guerra Mundial, se


recibió la influencia por proximidad del racionalismo alemán, del
que además contaron con una aportación directa en su territorio:
la villa Tugendhat de Ludwig Mies van der Rohe, en Brno.228
En 1928 se celebró en Brno una Exposición de Cultura
Contemporánea para la que se construyeron diversos edificios
racionalistas, como el Pabellón de la Ciudad de Bohuslav Fuchs
y el Pabellón de Bellas Artes de Jiří Kroha. Cabe mencionar
también el grupo Devětsil, fundado en 1920 por Karel Teige,
Pabellón de la Ciudad para la Exposición
Jaromír Krejcar y Josef Chochol, que publicaron varias revistas
de Cultura Contemporánea de Brno
sobre arquitectura moderna, a la que sin embargo criticaron su
(1928), de Bohuslav Fuchs excesiva preocupación por la forma.270 En Checoslovaquia se
celebraron dos Werkbundsiedlungen: en Brno en 1928 (conocido
como Nový Dům, «Nueva casa»), en el que nueve miembros del
Werkbund checoslovaco construyeron dieciséis casas unifamiliares en el distrito de Brno-Žabovřesky;271 y en
Praga en 1932-1933 (barrio de Baba), que con la planificación general de Pavel Janák se construyeron
igualmente diversas viviendas diseñadas por dieciocho arquitectos, todos checos excepto el neerlandés Mart
Stam.272

Uno de los primeros exponentes del racionalismo checo fue


Ludvík Kysela, autor en 1929 de la zapatería Bata en Praga,
incluida por Hitchcock y Johnson en la exposición del MoMA de
1932, una versión racionalista de los típicos almacenes art
nouveau parisinos, con una fachada acristalada de avanzada
modernidad.228 De la anterior generación cubista evolucionaron
hacia el racionalismo Josef Gočár (iglesia de San Wenceslao en
Praga, 1928-1930; Dirección de los Ferrocarriles de Estado en
Hradec Králové, 1931-1936),94 Pavel Janák (terminal de
Mariánské Lázně, 1928-1930; Hotel Juliš en Praga, 1931- Villa Mojžíš-Lom, Werkbundsiedlungen de
1933),273 Josef Chochol (villa Verunac en Praga, 1931)274 y Praga (1932-1933), de Josef Gočár
Jiří Kroha (Escuela industrial de Mladá Boleslav, 1923-1927;
villa Patočkova en Brno, 1935-1936).275 Entre los nuevos
arquitectos destacaron: Josef Havlíček, autor de la Caja Central de Pensiones en Praga (1929-1934), uno de
los mejores ejemplos del funcionalismo checo;276 Jaromír Krejcar, traductor de Le Corbusier al checo y
admirador del estilo náutico y los rascacielos estadounidenses, autor del Hotel Termal Machnáč en Trenčianske
Teplice (1930–1931) y del pabellón checoslovaco de la Exposición Internacional de París de 1937;277
Oldřich Tyl, deudor de la obra de Mies y Mart Stam, como se denota en su palacio de las Ferias Comerciales
en Praga (1926-1928);278 Bohuslav Fuchs, influido por el purismo lecorbusieriano, como se evidencia en la
Escuela de Artes Populares Vesna en Brno (1929-1930);279 Alois Balán, el mejor representante del
racionalismo en Bratislava, donde construyó la villa Jaron (1930) y la oficina de distrito de la Seguridad Social
(1939);280 en la misma ciudad trabajó Emil Belluš, autor del Club de Remo Eslovaco (1930) y el
embarcadero de los barcos del Danubio (1930);281 Adolf Benš, autor del edificio de la Compañía de
Electricidad de Praga (1927-1935) y de la torre del aeropuerto de Praga (1932-1934);282 y Vladimír Karfík,
quien completó su formación en el estudio de Le Corbusier y trabajó unos años con Frank Lloyd Wright en
Taliesin, autor de la Casa de la Cultura de Zlín (1932) y el edificio administrativo de la fábrica Baťa en la
misma ciudad (1935).283

En Hungría, el racionalismo tuvo escasa presencia, debido a la


dictadura de Miklós Horthy, a la que siguió la inclusión del país
en la órbita soviética. Cabe mencionar a: Virgil Borbiró, redactor
jefe de la revista Tér és Forma (Espacio y Forma) y miembro del
grupo húngaro del CIAM, autor del centro de control de la
central eléctrica de Budapest (1930) y del edificio de recepción
del aeropuerto de Budaörs (1937, con László Králik);284 József
Fischer, autor de varias casas de estética lecorbusieriana, como
las de las calles Csatárka (1932) y Szépvölgyi (1934) en
Budapest;285 Lajos Kozma, quien evolucionó del art nouveau al
art déco y por último al racionalismo, autor de los edificios
Casa en la calle Berkenye n.º 12 de residenciales del bulevar Margit (1935-1936) y de la calle
Budapest (1936-1937), de Lajos Kozma Régiposta (1937) en Budapest;286 Farkas Molnár, que estudió
en la Bauhaus y trabajó en el estudio de Walter Gropius,
fundador del grupo húngaro del CIAM y autor de la villa de la
calle Mese en Budapest (1937); 287 y los hermanos gemelos Aladár y Viktor Olgyay, influidos por Le
Corbusier y el racionalismo italiano, como se vislumbra en el edificio de viviendas de la calle Városmajor en
Budapest (1940).288

Polonia tampoco destacó especialmente en el racionalismo, aunque cabe


reseñar a arquitectos como: Tadeusz Michejda, autor de varias casas,
villas y hoteles en Katowice, así como el ayuntamiento de Janów (1931,
actualmente parte de Katowice);225 Rudolf Świerczyński, autor del
Banco BGK (1928-1931), el edificio del Ministerio de Transportes
(1928-1931) y los edificios del cuartel general de la Marina de guerra
(1933-1935), todos en Varsovia;289 Szymon Syrkus, representante de
Polonia en el CIAM, autor con su esposa Helena Niemirska de varias
ciudades obreras y conjuntos de viviendas en Varsovia (Konstancin,
1930; Królewska Góra, 1931; Skolimów, 1935);290 y el estudio
formado por Bohdan Lachert y Józef Szanajca, representantes de un
funcionalismo ortodoxo, como se aprecia en su proyecto no realizado
para el palacio de la Sociedad de Naciones en Ginebra (1927) y en su
pabellón de Polonia para la Exposición Internacional de París de 1937,
que obtuvo el gran premio del certamen.291
Casa de la calle Szépvölgyi en
En Rumanía surgió un Budapest (1934), de József
incipiente racionalismo en Fischer
los años 1920 como método
de modernización del país,
principalmente entre clases medias progresistas. Uno de sus
primeros exponentes fue Marcel Janco, formado en Zúrich, autor
de varias casas que aúnan racionalismo con una cierta influencia
dadaísta y en las que busca integrar todas las artes (villa Juster en
Villa en la calle Katowicka n.º 9 de
Varsovia (1929), de Józef Szanajca y
Bucarest, 1931). Siguieron su estela en los años 1930 Horia
Bohdan Lachert Creangă, Duiliu Marcu, George Matei Cantacuzino y Octav
Doicescu. Esta modernidad tuvo su fin con la integración del país
en la esfera comunista.292
En Yugoslavia, el Movimiento moderno fue adoptado en los años 1920 por arquitectos como Dragiša
Brašovan, Branislav Kojić, Milan Zloković, Jan Dubovy y Dušan Babić como una forma de impulsar una
arquitectura nacional yugoslava desligada de sus diferencias regionales, un objetivo conseguido de forma
desigual ya que, así como las regiones más occidentales —como Croacia y Eslovenia— estaban familiarizadas
con la influencia occidental, la Bosnia de influencia otomana fue más resistente al cambio.293 Tras la Segunda
Guerra Mundial se impuso el realismo socialista, pero en los años 1950 hubo un cierto retorno al racionalismo,
facilitado por la ruptura entre el mariscal Tito y Stalin. Tito adoptó la arquitectura moderna de nuevo como una
seña de identidad nacional. El mejor exponente fue el pabellón de Yugoslavia de la Exposición General de
Bruselas de 1958, de Vjenceslav Richter.294

En Letonia cabe mencionar a Aleksandrs Klinklāvs, el principal referente del racionalismo en su país durante
el período de su independencia entre las dos guerras mundiales. Fue autor del Sanatorio de Tērvete (1930-
1934), varios edificios en Riga (Rudzītis, 1931; Neiburgs, 1934) y diversos hospitales en Rēzekne, Limbaži,
Jelgava y Liepāja (1934-1938). Entre 1948 y 1958 trabajó en Canadá y, desde 1959 hasta su retiro, en Estados
Unidos.295

Italia

Tras las utópicas formulaciones futuristas, en los años 1920 la


arquitectura italiana se encaminó hacia el racionalismo, a través
de varios grupos que pretendían integrar la arquitectura italiana
en la vanguardia internacional: el Gruppo 7 y el M.I.A.R. El
primero fue fundado en 1926 en Milán por Giuseppe Terragni,
Luigi Figini, Guido Frette, Sebastiano Larco, Adalberto Libera,
Gino Pollini y Carlo Enrico Rava. En un manifiesto publicado en
cuatro partes en la revista La rassegna italiana entre 1926 y
1927, se oponían tanto a la «furia vana y destructiva» del
futurismo como al «ímpetu artificial» del Novecento, un
movimiento fundado en 1922 que pretendía renovar el arte sin Casa del Fascio (1932-1936, actual Casa
romper con la tradición —de ahí su nombre, que entroncaba con del Popolo), de Giuseppe Terragni, Como
el Quattrocento y el Cinquecento—, con la idea de reinterpretar
la arquitectura clásica de una forma moderna pero sin perder su
esencia. Frente a ello, el Gruppo 7 pretendía adaptar el Estilo internacional a la idiosincrasia italiana, bajo la
premisa de que «la verdadera arquitectura debe evolucionar desde una estricta adhesión a la lógica y la razón».
296

El grupo se dio a conocer en la Bienal de Monza de 1927, donde expusieron varios modelos y diseños de
inspiración industrial, que poco después fueron mostrados en la exposición de la Deutscher Werkbund de
Stuttgart. El primer edificio racionalista fue construido por Terragni, el principal exponente del grupo, un
bloque de pisos llamado Novocomum —más conocido como «el Transatlántico»— situado en Como (1927-
1928), en el que se denota la influencia lecorbusieriana, así como del constructivismo y de la pintura
metafísica, logrando una síntesis de las fuentes nacionales e internacionales. En 1928 se organizó una gran
exposición en Roma titulada Esposizione dell'Architettura Razionale, en la que participó tanto el Gruppo 7
como otros arquitectos racionalistas italianos y que propició la convergencia de todos ellos en un grupo mayor,
dando origen al M.I.A.R.297

El M.I.A.R. (Movimento Italiano per l'Architettura Razionale) fue fundado en 1930. Junto a algunos de los
miembros del Gruppo 7 como Terragni, Figini, Libera y Pollini, se unieron arquitectos de toda Italia como
Luciano Baldessari, Giuseppe Pagano y Mario Ridolfi. Sus premisas partían de las del grupo milanés, la
adaptación de las corrientes internacionales a la arquitectura italiana, de nuevo con la competencia del
Novecento, que estaba favorecido por la dictadura fascista de Benito Mussolini, que consideraba a los artistas
vanguardistas como «degenerados». Para darse a conocer, en 1931 organizaron la II Esposizione
dell'Architettura Razionale en Roma, para la que el crítico de arte Pietro Maria Bardi redactó el Manifiesto de
la arquitectura racional y un Informe para Mussolini sobre la arquitectura.297

La principal realización del grupo fue la Casa del Fascio en


Como (1932-1936, actual Casa del Popolo), obra de Giuseppe
Terragni. Concebida como cuartel general de los fascistas locales,
estaba formada por un cubo de color blanco, emplazado
alrededor de un patio de techo de vidrio y revestido de mármol.
Otras obras de Terragni fueron: la casa Rustici (1936-1937), el
Edificio de Congresos EUR (1938, con Pietro Lingeri y Cesare
Cattaneo), la Casa del Fascio de Lissone (1938-1939, con
Antonio Carminati) y la casa Giuliani Frigerio en Como (1939-
Pabellón de Italia para la Exposición 1940).298 Cabe destacar también los proyectos residenciales e
Internacional de París de 1937, de BBPR industriales para la empresa Olivetti en Ivrea llevados a cabo por
(Gian Luigi Banfi, Lodovico Barbiano di Figini y Pollini. Otras obras del grupo fueron: la Casa Elettrica
Belgiojoso, Enrico Peressutti y Ernesto (1930), de Figini, Pollini y Pietro Bottoni; y el pabellón de prensa
Nathan Rogers) de Luciano Baldessari y el centro de artes gráficas de Giovanni
Muzio para la I Trienal de Milán de 1933.299 A finales de los
años 1930 el grupo fue cada vez más perseguido por el fascismo
y por la asociación Raggruppamento di Architetti Moderni Italiani, defensores como el nazismo alemán de un
estilo antimoderno, por lo que prácticamente cesaron las actividades del grupo, desaparecido definitivamente
tras la muerte de Terragni en 1941.300

Fuera de estos grupos se encuentra la obra de Marcello Piacentini, un arquitecto de raíces clasicistas que
intentó conjugar la tradición clásica con el lenguaje racionalista, una vez que este ya había superado sus
postulados iniciales y se había convertido en un estilo canónico. Ligado al fascismo, la obra de Piacentini
destaca por su monumentalidad, armonía y un lenguaje despojado, casi atemporal, como se evidencia en su
entrada a la Ciudad Universitaria de Roma (1935).301 Cabe mencionar también la firma milanesa BBPR,
formada por Gian Luigi Banfi, Lodovico Barbiano di Belgiojoso, Enrico Peressutti y Ernesto Nathan Rogers,
fundada en 1932, responsable de obras como el pabellón de Italia para la Exposición Internacional de París de
1937, la Colonia Helioterápica en Legnano (1936-1938) y el edificio de correos del EUR de Roma (1939).
Tras la contienda mundial —Banfi murió en 1945 en un campo de concentración— se dedicaron en buena
medida al urbanismo, mientras que su obra maestra, la Torre Velasca en Milán (1956-1958), se acerca al
brutalismo.302

En la posguerra algunos arquitectos retomaron los principios del


racionalismo, como Pier Luigi Nervi y Gio Ponti. El primero se
había establecido como arquitecto en Roma en 1923. Formado
en ingeniería, su estilo destacó por su sentido estético de la obra
en hormigón. Algunas de sus primeras obras fueron: el Estadio
Municipal de Florencia (1930-1932) y los hangares para aviones
de Orvieto (1936-1938) y Orbetello (1941-1943). Posteriormente
fue autor de los pabellones para las exposiciones (1948-1950) y
la fábrica FIAT (1955) en Turín; la sede de la Unesco en París
(1957), con Marcel Breuer y Bernard Zehrfuss; el Palazzetto
dello Sport en Roma (1956-1957), con Annibale Vitellozzi; y el
Palazzo del Lavoro en Turín (1961).171 Ponti estudió en el Palazzo del Lavoro (1961), de Pier Luigi
Politécnico de Milán, donde fue profesor entre 1936 y 1961. Nervi, Turín
Recibió la influencia de Otto Wagner y fue artífice del
denominado «movimiento moderno elegante». Entre sus obras se
encuentran: las oficinas Montecatini en Milán (1951) y la Banca Antoniana de Padua (1962), con Antonio
Fornaroli y Alberto Rosselli. También ejecutó varias obras en Irak, Pakistán y los Estados Unidos.211 Nervi y
Ponti colaboraron junto a Antonio Fornaroli, Alberto Rosselli, Giuseppe Valtolina, Egidio Dell'Orto y Arturo
Danusso en la Torre Pirelli en Milán (1956-1960), una de las mejores obras del racionalismo italiano de
posguerra.303

Otros arquitectos de posguerra fueron: Ignazio Gardella, uno de los artífices de la reconstrucción de Milán,
autor de la Casa del parque en Milán (1947), la casa de empleados de Borsalino en Alessandria (1950), las
termas Regina Isabella en Ischia (1950), la Galería de Arte Contemporáneo de Milán (1949-1953) y la casa de
la Zattere en Venecia (1953-1958);304 Ludovico Quaroni, iniciado en el monumentalismo fascista, se dedicó
en la posguerra a programas de reconstrucción y de vivienda social, como en el barrio de Tiburtino en Roma
(1950-1954, con Mario Ridolfi);305 y Giuseppe Samonà, el principal arquitecto de la Venecia de posguerra,
influido por Le Corbusier fue autor de una «unidad de vecindad» experimental en el barrio Ina-Casa en Mestre
(1951-1956, con Luigi Piccinato).306

Cabe mencionar en último lugar al grupo Tendenza, considerado generalmente como «neorracionalista»,
surgido a finales de los años 1960 y compuesto fundamentalmente por Aldo Rossi, Giorgio Grassi, Giuseppe
Samonà y Carlo Aymonino. En oposición a la arquitectura pop y high-tech, este grupo pretendía continuar con
la tradición racionalista de la arquitectura italiana anterior a la Segunda Guerra Mundial. Ideológicamente se
nutrieron de la teoría funcionalista de Aldo Rossi, expuesta en L'architettura della città (1966), donde defendía
el retorno a la tradición clasicista y el diseño arquitectónico basado en principios lógicos. Así, para los
miembros del grupo, la arquitectura debe dirigir el crecimiento urbanístico de las ciudades, desligada de
cualquier otra disciplina en una autonomía específica que depure la arquitectura de dependencias
extraarquitectónicas. En esta nueva relación de la arquitectura con la ciudad los usos colectivos de la
morfología urbana definirán las nuevas tipologías arquitectónicas a seguir.307

España

En España, el racionalismo llegó de forma tardía, a


finales de los años 1920, con lo que su recepción llegó de
una forma establecida, acrítica, y sus primeros
exponentes lo adoptaron de forma epidérmica, ecléctica,
trasladando sus soluciones sin plantearse una posible
adaptación al medio nacional. Uno de estos primeros
pioneros fue Luis Gutiérrez Soto, autor de obras de
notable calidad pero acontextualizadas, como los cines
Europa (1928) y Barceló (1931) en Madrid, el aeropuerto
de Madrid-Barajas (1930) y el Bar Chicote en Madrid
(1931).308 Pabellón de la República Española para la
Exposición Internacional de París de 1937, de
En 1928, Le Corbusier pronunció unas conferencias en Josep Lluís Sert, Luis Lacasa y Antoni Bonet
la madrileña Institución Libre de Enseñanza que Castellana; réplica en Barcelona de 1992, de
influyeron poderosamente en los jóvenes arquitectos de Miquel Espinet, Antoni Ubach y Juan Miguel
entonces. Algunos de ellos se unieron bajo las siglas Hernández León
GATEPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles
para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea).
Este grupo se fundó en Zaragoza el 26 de octubre de 1930 con tres subgrupos: Centro, ubicado en Madrid,
formado por Fernando García Mercadal, Víctor Calvo, Santiago Esteban de la Mora, Manuel Aníbal Álvarez,
Manuel Martínez Chumillas y Felipe López Delgado; Norte, situado en el País Vasco, el cual contaba con José
Manuel Aizpurúa, Joaquín Labayen y Luis Vallejo; y Este o GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos
Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) en Cataluña, el grupo más activo, entre cuyos
miembros destacaban Josep Lluís Sert, Josep Torres Clavé, Joan Baptista Subirana, Sixte Illescas, Germán
Rodríguez Arias, Ricardo de Churruca, Antoni y Ramon Puig i Gairalt, Raimon Duran i Reynals, Jaume
Mestres i Fossas y Antoni Bonet Castellana.50 El grupo tenía como finalidad «contribuir en nuestro país al
desarrollo de la nueva orientación universal en arquitectura y de resolver y estudiar los problemas que se
presentan en su adaptación a nuestro medio».309

El grupo fue miembro del CIAM y, en marzo de 1932, organizó


una reunión del CIRPAC en Barcelona de cara a preparar el
CIAM de Moscú —celebrado finalmente en Atenas en 1933—,
en la que pronunciaron conferencias Le Corbusier, Victor
Bourgeois, Walter Gropius, Sigfried Giedion y Cornelis van
Eesteren.310 Como órgano difusor de sus actividades editaron
una revista, A. C. Documentos de Actividad Contemporánea
(1931-1937), basada en revistas vanguardistas como Das Neue
Frankfurt, dirigida por Ernst May, o L'Esprit Nouveau, de Le
Corbusier y Amédée Ozenfant.311 En 1933 los grupos norte y
Representación gráfica del pabellón del
centro se disolvieron, con lo que quedó únicamente el
Rincón de Goya (1927), de Fernando
GATCPAC como grupo activo hasta el final de la Guerra
García Mercadal, Zaragoza, el primer
edificio racionalista de España
Civil.312

El sector Centro tuvo escasa actividad como grupo —tan solo la


organización de algunos congresos y una cierta participación en
la revista A.C., editada en Barcelona—, y mostró una cierta incoherencia interna.313 Destacó Fernando
García Mercadal, uno de los fundadores del CIAM en 1928 y delegado español del CIRPAC.314 Miembro de
la llamada generación del 25, su estilo se movió como el de sus correligionarios en un racionalismo marcado
por una cierta herencia academicista e interpretó el lenguaje moderno de una forma más formalista que
programática. Su primer proyecto cercano al racionalismo fue el pabellón del Rincón de Goya en Zaragoza
(1927), que denota cierta influencia del art déco. Posteriormente cabe reseñar el Museo de Arte Moderno de
Madrid (1933), a partir del cual se fue alejando de la vanguardia.315

El grupo vasco apenas funcionó como tal y tan solo se desarrolló


en las actividades individuales de sus componentes.313 En
general, mostraron un mayor escepticismo hacia el Movimiento
moderno que el resto de componentes del GATEPAC. Aizpurúa
y Labayen se dieron a conocer en la Exposición de Arquitectura
y Pintura Modernas organizada por el Ateneo Guipuzcoano en
1930, en la que concurrieron la mayoría de los que serían
miembros del GATEPAC. Ambos proyectaron conjuntamente el
Club Náutico de San Sebastián, la principal realización del grupo
Norte (1929), un edificio inspirado en el diseño náutico —una Club Náutico de San Sebastián (1929), de
influencia generalizada del Estilo internacional—, como se José Manuel Aizpurúa y Joaquín Labayen
denota en las superficies curvas, las texturas lisas, las escaleras
exteriores, las cubiertas planas, el color blanco y el uso de ojos de
buey. Otras obras conjuntas de ambos arquitectos fueron: un restaurante en el monte Ulía (1928), una escuela
elemental en Ibarra (1930) y el pabellón de Atracción y Turismo en San Sebastián (1930); en 1933 dejaron de
colaborar.316

En Cataluña, el GATCPAC fue el grupo más activo y longevo. Surgió con voluntad renovadora y liberadora
del clasicismo novecentista, así como la de introducir en España las nuevas corrientes internacionales.317 De
ideas progresistas y preocupados tanto por la renovación social como la arquitectónica, este movimiento tuvo
una gran vinculación con las autoridades republicanas, especialmente con la Generalidad de Cataluña, para la
que elaboraron numerosos proyectos relacionados con el urbanismo —como el Plan Macià—, la vivienda
obrera y las infraestructuras escolares y sanitarias. El Plan Macià (1932-1935) fue un proyecto de reforma
urbanística de Barcelona elaborado por los miembros del
GATCPAC junto a Le Corbusier, que preveía una distribución
funcional de la ciudad con un nuevo orden geométrico, a través
de grandes ejes vertebradores en forma de anchas avenidas y con
una nueva fachada marítima definida por rascacielos cartesianos.
El inicio de la Guerra Civil truncó el proyecto.318 El principal
exponente del GATCPAC fue Josep Lluís Sert, un arquitecto de
fama internacional que tras la Guerra Civil se estableció en
Estados Unidos. Titulado en 1929, fue discípulo de Le Corbusier,
con quien trabajó en París y al que invitó a visitar Barcelona en
Casa Bloc (1932-1936), de Josep Lluís
1928, 1931 y 1932.319 Sus dos principales obras en Barcelona
Sert, Josep Torres Clavé y Joan Baptista
en estos años fueron la casa Bloc (1932-19365) y el Dispensario
Subirana, Barcelona Central Antituberculoso (1934-1938), ambas en colaboración
con Josep Torres Clavé y Joan Baptista Subirana. La primera se
basa en el proyecto de viviendas à redent de Le Corbusier (1922)
y es un conjunto de viviendas en forma de S, de bloques largos y estrechos con estructura metálica de dos
crujías, con accesos a las viviendas a través de corredores cubiertos;320 el Dispensario presenta dos cuerpos
paralelos dispuestos en forma de L, con un jardín central que sirve de acceso.321 En 1937 fue autor con Luis
Lacasa y Antoni Bonet del Pabellón de la República Española para la Exposición Internacional de París de
1937, donde se exhibió por primera vez el Guernica de Picasso.322 Emigrado a Estados Unidos, fue profesor
de Yale y Harvard (para su obra americana véase aquí). Entre 1947 y 1956 fue presidente de los CIAM.161
Tras su vuelta del exilio fue autor en Barcelona de la Fundación Joan Miró (1972-1975), un singular edificio
construido con hormigón y placas prefabricadas y formado por la torre de acceso con sala de actos, bar y
biblioteca, desde donde se configura un conjunto de patios que articulan las diversas salas de exposición,
dispuestas en circuito cerrado.323

La llamada Generación del 25 estuvo activa en Madrid hasta el


inicio de la Guerra Civil. Las primeras realizaciones fueron, junto
al Rincón de Goya de García Mercadal, la gasolinera Porto Pi de
Casto Fernández Shaw y la casa del Marqués de Villora de
Rafael Bergamín, todas de 1927.324 Estos tres arquitectos
fueron los principales referentes de este grupo, en el que se
engloban también Luis Blanco-Soler, Miguel de los Santos
Nicolás, Agustín Aguirre López, Manuel Sánchez Arcas, Luis
Lacasa, Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban.
Suyas fueron las principales obras de vanguardia en el Madrid
anterior a la Guerra Civil: las colonias Parque-Residencia
(Bergamín-Blanco Soler) y El Viso (Bergamín-Luis Felipe
Vivanco), el Instituto Escuela (Arniches y Domínguez) y el
conjunto de la Ciudad Universitaria de Madrid, del que destacan
la Central Térmica (1932, Sánchez Arcas), la Facultad de Gasolinera Porto Pi (1927), de Casto
Ciencias Físicas y Químicas (1943, de los Santos), la de Filosofía Fernández Shaw, Madrid
y Letras (1933, Aguirre), la de Arquitectura (1933, Pascual
Bravo Sanfeliú) y las residencias de estudiantes (actuales
Colegios Mayores Ximénez de Cisneros y Antonio de Nebrija, 1928-1932, Lacasa). En Madrid cabe citar
también la obra del ingeniero Eduardo Torroja, autor del Frontón Recoletos (1936, con Secundino Zuazo) y
del Hipódromo de la Zarzuela (con Arniches y Domínguez Esteban);325 también efectuó todos los cálculos
estructurales y las infraestructuras de la Ciudad Universitaria.326 De Secundino Zuazo cabe mencionar
también la Casa de las Flores (1930-1932), que destaca por su corredor ajardinado central.327
Fuera de Madrid, en los años 1930 diversos arquitectos practicaron el
racionalismo de forma individual, generalmente con un estilo ecléctico
en el que se denotan influencias del art déco y el expresionismo, o
incluso un clasicismo desornamentado entre los arquitectos más
mayores; son los denominados «racionalistas al margen», según una
definición de Oriol Bohigas.328 Cabe citar a: Ramon Reventós,
Francesc Folguera, Josep Goday, Nicolau Maria Rubió i Tudurí,
Joaquim Lloret y Antoni Sardà en Cataluña; Carlos Garau, José
Oleza, Enrique Juncosa Iglesias, Francisco Casas Llompart y
Guillermo Muntaner en Baleares; Francisco Javier Goerlich, Enrique
Viedma Vidal, Joaquín Rieta Síster, Cayetano Borso di Carminati,
Luis Albert Ballesteros y Miguel López González en la Comunidad
Valenciana; Juan Crisóstomo Torbado y Ramón Cañas del Río en
Castilla y León; Regino y José Borobio en Aragón; Fermín Álamo y
Agapito del Valle en La Rioja; Víctor Eusa en Navarra; Fernando
Arzadún, Pedro Ispizua y Manuel Ignacio Galíndez Zabala en el País
Edificio Alonso (1935-1940), de Luis Vasco; Mariano Marín de la Viña y Juan Manuel del Busto en
Albert Ballesteros, Valencia Asturias; Deogracias Mariano Lastra y José Enrique Marrero
Regalado en Cantabria; Santiago Rey Pedreira, Antonio Tenreiro,
Pelegrín Estellés, Francisco Castro Represas y Rafael González Villar
en Galicia; Antonio Sánchez Esteve, José Joaquín González Edo y Guillermo Langle en Andalucía; José y
Gaspar Blein en Ceuta; y Miguel Martín-Fernández de la Torre en Canarias.329

Tras la Guerra Civil, los primeros años de la dictadura franquista


conllevaron un retroceso en arquitectura, ya que se volvió a
construir en el estilo académico historicista de los tiempos
anteriores a la Segunda República, con un componente
monumentalista propio de la nueva mentalidad política.330 Sin
embargo, en los años 1950 comenzó un lento desarrollo que
propició el retorno hacia el racionalismo. El primer exponente de
un cierto retorno a la vanguardia internacional fue el edificio de
Delegación Nacional de Sindicatos de
la Delegación Nacional de Sindicatos de Madrid (1949, actual
Madrid (1949), actual Ministerio de
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad),
Francisco de Asís Cabrero y Rafael Aburto. A partir de ahí las de Francisco de Asís Cabrero y Rafael
autoridades fomentaron la apertura de la arquitectura a las Aburto
corrientes modernas como medio de integración en la comunidad
internacional.331 Uno de los primeros en volver a la modernidad
después de un período historicista fue Luis Gutiérrez Soto, uno de los pioneros del movimiento a principios de
los 1930, con obras como el edificio del Alto Estado Mayor Central en Madrid (1949).332

Así, en los años 1950 una generación de jóvenes arquitectos volvió a encauzar su obra hacia el Estilo
internacional, con dos principales focos: Madrid y Barcelona.333 La llamada Escuela de Madrid fue un
movimiento heterogéneo, sin unas influencias claras debido al aislamiento político del país, más allá del propio
racionalismo español practicado en los años 1930.334 Entre sus principales representantes se encontraban:
Alejandro de la Sota (Gobierno Civil de Tarragona, 1957; gimnasio del Colegio Maravillas en Madrid, 1962),
Francisco Javier Sáenz de Oiza (Santuario de Aránzazu, 1950-1955, con Luis Laorga; Delegación de
Hacienda en San Sebastián, 1957), Francisco de Asís Cabrero (Escuela Nacional de Hostelería en el Recinto
Ferial de la Casa de Campo de Madrid, 1959; edificio del diario Arriba en Madrid, 1962), Rafael Aburto
(edificio del periódico Pueblo en Madrid, 1964), Rafael de la Hoz y José María García de Paredes (Colegio
Mayor Universitario Santo Tomás de Aquino en Madrid, 1956), Miguel Fisac (Instituto Laboral en Daimiel,
1951; Institutuo de Biología del CSIC, 1955; conjunto para los Padres Dominicos en Valladolid, 1959) y el
tándem José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún
(Pabellón de España en la Feria de Bruselas de 1958,
actualmente en la Casa de Campo de Madrid; Instituto Laboral
en Herrera de Pisuerga, 1958).335

En Cataluña surgió el llamado Grupo R (1951-1961), formado


por un conjunto de arquitectos como José Antonio Coderch,
Antoni de Moragas, Josep Maria Sostres, Oriol Bohigas y Josep
Martorell. Este grupo conectó la experiencia del racionalismo y el
GATCPAC con las nuevas corrientes internacionales, como el
Neoliberty y el organicismo, con influencia de arquitectos como
Facultad de Derecho (1958-1959), de
Alvar Aalto, Oscar Niemeyer, Bruno Zevi y Gio Ponti.336 Su
Guillermo Giráldez, Pedro López Íñigo y
arquitectura se fue desmarcando cada vez más del estilo propio
Xavier Subías, Barcelona
del régimen y fue adquiriendo un matiz reivindicativo, en que la
apuesta por la modernidad se consideraba una oposición al
régimen.337 Un racionalismo más ortodoxo se aprecia en obras
como la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona (1958-1959), de Guillermo Giráldez, Pedro
López Íñigo y Xavier Subías, con una retícula estructural de cuerpos rectangulares y patios interiores, con
cerramientos de paños acristalados y paredes prefabricadas de gres blanco, de influencia neoplasticista.338 Por
otro lado, Francesc Mitjans y Francisco Juan Barba Corsini fueron exponentes esos años de un racionalismo
de raíces miesianas y bauhausianas.339

Cabe señalar también los planes de vivienda promovidos a mediados de los 1950 por la Obra Sindical del
Hogar, efectuados en un estilo racionalista de tono popular y con cierta influencia neorrealista, como los
conjuntos Trinidad y Verdún en Barcelona o los «poblados de absorción» de Madrid: Entrevías (1956), de
Jaime Alvear, Francisco Javier Sáenz de Oiza y Manuel Sierra Nava; Cañorroto (1957-1959), de José Luis
Íñiguez de Onzoño y Antonio Vázquez de Castro; y Fuencarral (1958-1960), de José Luis Romany.340

En los años 1960 se produjo como reacción al Estilo internacional un movimiento inspirado en la arquitectura
organicista, pero de forma coetánea algunos arquitectos se mantuvieron fieles al purismo racionalista, como
Alejandro de la Sota (Colegio Mayor César Carlos en la Ciudad Universitaria de Madrid, 1967; edificio de la
Caja Postal de Madrid, 1977; edificio de Correos de León, 1980-1984), Francisco de Asís Cabrero (Pabellón
de Cristal de la Casa de Campo, 1964) y Josep Maria Sostres (edificio de El Noticiero Universal en Barcelona,
1965).341

Véanse también: Racionalismo madrileño y Racionalismo valenciano.


Colegio Mayor Antonio Casa de las Flores Fachada del Cine
de Nebrija (1928-1932), (1930-1932), de Barceló (1931), de
de Luis Lacasa, Madrid Secundino Zuazo, Luis Gutiérrez Soto,
Madrid Madrid

Gradas del Edificio Siboney (1931), Dispensario Central Park Hotel


hipódromo de la de José Enrique Antituberculoso (1950-
Zarzuela (1931), de Marrero Regalado, (1934-1938), de 1954), de
Carlos Arniches Santander Josep Lluís Sert, Antoni de
Moltó, Martín Josep Torres Clavé y Moragas,
Domínguez Esteban Joan Baptista Barcelona
y Eduardo Torroja Subirana, Barcelona
Miret, Madrid

Portugal

Los primeros vestigios de arquitectura racionalista surgieron a


mediados de los años 1920 con cierta influencia de Le Corbusier,
Gropius y Robert Mallet-Stevens, como se denota en obras como
el cine-teatro Capitolio de Luís Cristino da Silva (1925-1931), el
Instituto Superior Técnico de Porfírio Pardal Monteiro (1927-
1932) y el Pabellón de Radiología de Carlos João Chambers
Ramos (1927-1933), todos en Lisboa.342 Además de los
anteriores, cabe citar a Cassiano Branco, autor del Hotel Victoria
en Lisboa (1934-1936); y a Francisco Keil do Amaral,
fuertemente influido por el neerlandés Dudok (Escuela de Secil Pabellón de Portugal para la Exposición
en Setúbal, 1938-1940; aeropuerto de Lisboa, 1938-1942).343 Internacional de París de 1937, de
Francisco Keil do Amaral
Durante los inicios de la dictadura de Salazar se produjo una
involución, en la que al igual que en otros regímenes totalitarios
de la época la arquitectura retornó al academicismo clasicista, con un especial referente en el barroco
pombalino (estilo portugués suave).344 Esto se fue suavizando a partir de los años 1950, en que una nueva
generación de arquitectos retomó el lenguaje moderno. Cabe reseñar a Rui Jervis Atouguia, autor del proyecto
del barrio das Estacas en Lisboa, inspirado en la Carta de Atenas (1949), la escuela del barrio de São Miguel,
donde aplica los brise-soleil lecorbusierianos (1949-1955) y la Fundación Calouste Gulbenkian (1959-1969),
con Pedro Cid y Alberto Pessoa;345 del propio Pessoa cabe destacar el conjunto de viviendas Infante Santo
en Lisboa (1952-1955), unos bloques suspendidos sobre pilotis;246 Jorge Segurado, influido por la
arquitectura neerlandesa, autor de la Casa de la Moneda en Lisboa (1953);346 Fernando Távora, autor de los
planes urbanísticos de Campo Alegre (1949) y el barrio de Ramalde en Oporto (1952-1962), inspirados en la
Carta de Atenas, así como obras donde desarrolla un racionalismo regionalizado al estilo de Aalto o Le
Corbusier en la India (Escuela Primaria do Cedro en Vila Nova de Gaia, 1957-1961; casa de Ofir, 1957-
1958);347 Nuno Teotónio Pereira, autor con Bartolomeu Costa Cabral del conjunto de viviendas Aguas
Libres de Lisboa (1953), uno de los de mayor escala del Estilo internacional en Portugal;348 y Alfredo Viana
de Lima, un fiel seguidor de Le Corbusier, como se denota en su casa Arístides Ribeiro en Oporto (1952).349
También hay que mencionar a Francisco Keil do Amaral en una segunda etapa racionalista, en la que destaca
su Feria de las Industrias de Lisboa (1957).343

Grecia

El racionalismo se fue introduciendo poco a poco en Grecia en


los años 1930, en convivencia con la arquitectura tradicional.
Entre las primeras obras destaca una villa en Glyfada de Stamos
Papadakis (1933). Durante la Segunda Guerra Mundial varios
arquitectos abandonaron el país y se instalaron en Francia, donde
entraron en el taller de Le Corbusier, como Georges Candilis,
Iannis Xenakis y Aristomenes Provelengios. Tras la contienda, el
país inició un vasto proceso de reconstrucción, aunque el sector
inmobiliario fue abandonado a la inversión privada. En los años
1950 se desarrollan varios grandes proyectos: en 1955 se encargó Museo Arqueológico de Ioánina (1963-
a Dimitris Pikionis la ordenación de la zona aledaña a la 1966), de Aris Konstantinidis
Acrópolis; al año siguiente, Konstantinos Dekavallas recibió el
encargo de reconstruir la isla de Santorini, devastada por un
terremoto, para lo que desarrolló un ambicioso proyecto de influencia lecorbusieriana; durante esos años Aris
Konstantinidis desarrolló igualmente uno de los escasos programas de vivienda social de financiación estatal,
al tiempo que, como director de la Oficina de Estudios del Organismo Nacional de Turismo, se encargó de
construir numerosos hoteles, como los de Kalambaka, Epidauro y la isla de Poros. En los años 1960 cabe
destacar la construcción de varios complejos universitarios en Atenas, Salónica, Creta y otros lugares.350

Entre los principales arquitectos se encuentran Dimitris Pikionis, Nikolaos Mitsakis y Patroklos Karantinos. El
primero se formó como ingeniero en Atenas y completó sus estudios en la École des Beaux-Arts de París. Sus
primeras obras denotan la influencia racionalista por su funcionalidad, simplicidad y su uso de la planta libre,
como algunas casas unifamiliares, una escuela en Egina, un teatro al aire libre en Atenas y una escuela en
Licabeto. Desde 1935 aunó racionalismo y arquitectura popular: Escuela Experimental en Salónica (1935),
complejo residencial de Aixoni, villa y jardín de infancia de Filotei (1950-1960), alcaldía de Volos (1961).
Entre 1955 y 1958 se encargó de la ordenación del entorno de la Acrópolis y la colina de Filopagos.351
Mitsakis estudió en Atenas y fue un firme defensor de la arquitectura moderna. Trabajó en el Ministerio de
Educación, donde se encargó de la construcción de numerosas escuelas, con una clara influencia
lecorbusieriana, en las que aunó tecnología moderna y materiales tradicionales; destacan la escuela femenina
Aristóteles en Atenas, el complejo escolar del barrio de Santa Sofía en Salónica, el Liceo de Dimitsana y las
escuelas de Naxos y Tinos. Murió en la Segunda Guerra Mundial.352 Karantinos se tituló en la Escuela de
Arquitectura de Atenas y complementó su formación en París con Auguste Perret. Fue miembro del CIAM,
para el que se encargó de organizar el IV Congreso en Atenas (1933). Participó como coordinador en el
programa de edificios escolares iniciado en 1928 por Eleftherios Venizelos. Entre sus obras destacan varios
edificios para la Universidad de Salónica (1948-1960) y los museos arqueológicos de Iraklion y Salónica
(1960).283
Estados Unidos y Canadá

Los primeros exponentes de arquitectura racionalista en Estados


Unidos se dieron en los años 1920 de mano de arquitectos
inmigrantes, como los austríacos Rudolf Schindler y Richard
Neutra, establecidos en California. Ambos recibieron la
influencia de Adolf Loos, Erich Mendelsohn y Frank Lloyd
Wright.353 Schindler emigró al país en 1913, donde trabajó
cinco años en el estudio de Frank Lloyd Wright en Oak Park
(Illinois), para establecerse después por su cuenta en Los
Ángeles. Su primer proyecto de relevancia fue la casa Schindler-
Chase en West Hollywood (1921-1922), con suelos de
hormigón, paredes prefabricadas y techos y divisiones internas de Lovell Beach House (1925-1926), de
madera. Su obra más famosa es la Lovell Beach House en Rudolf Schindler, Newport Beach,
Newport Beach (1925-1926), con una estructura en voladizo de California
cinco pilares de hormigón que elevan la casa sobre la playa y un
espacio de dos niveles que «resalta la unidad y la continuidad del
volumen global del interior del edificio», según Hitchcock y Johnson. Otras obras de Schindler fueron: la casa
Wolfe en Avalon, Catalina Island (1928-1929), la casa Rodakiewicz en Los Ángeles (1937), la casa Hiler en
Hollywood (1944) y la iglesia bautista de Belén en Los Ángeles (1944).354 La obra de Neutra difiere del
racionalismo europeo en su búsqueda de un mayor lujo y confort —no en vano eran residencias para estrellas
de Hollywood—, así como una mayor integración de la casa en el paisaje, con grandes ventanales que
buscaban transparencia y aportaban una gran luminosidad.355 Instalado en Estados Unidos en 1923, trabajó
también con Wright en Taliesin (Wisconsin). Su mejor obra es la Lovell Health House en Griffith Park, Los
Ángeles (1927-1929), construida para el mismo comitente que la casa de Newport Beach de Schindler, el
doctor Philip Lovell; esta es una casa de reposo, plena muestra del internacionalismo por su horizontalidad y
su estructura de vidrio y metal. Otras obras de Neutra fueron la casa Josef von Sternberg en Northridge, Los
Ángeles (1936), la casa Kaufmann en Palm Springs (1947) y la Casa Tremaine en Santa Bárbara (1947-
1948).356

Cuando en 1932 Franklin Roosevelt accedió a la presidencia del


país inició un amplio programa constructivo —dentro de la
política económica del New Deal— para paliar los efectos del
crac de 1929, que recogió en buena medida los principios de
viviendas de bajo coste que se habían desarrollado en Europa.
Walter Gropius y Marcel Breuer diseñaron un pueblo obrero en
New Kensington (Pensilvania), en 1940, basado en viviendas
prefabricadas. Gropius colaboró con la General Panel
Corporation para la estandarización de piezas estructurales, lo
Travel and Transport Building, Century que se convirtió en un habitual método de construcción.355 La
Progress Exposition (1933), de Edward H. política del New Deal favoreció la difusión de un nuevo tipo de
Bennett, Hubert Burnham y John A. arquitectura más funcional y ligada al diseño industrial, en la que
Holabird se denotó la influencia de diseñadores como Norman Bel Geddes
y Henry Dreyfuss. En este contexto, la arquitectura
estadounidense se empezó a distanciar ligeramente del rígido
racionalismo cúbico europeo, con formas más funcionales y aerodinámicas (Streamline moderne), como se
denota en la fábrica de embotellado de Coca-Cola en Los Ángeles (1936), de Robert V. Derrah.357

Otro factor dinamizador de la arquitectura moderna fueron las ferias de muestras, como la Century Progress
Exposition de Chicago de 1933 o la World's Fair de Nueva York de 1939. En Chicago se presentaron obras
elaboradas con nuevos materiales como el aluminio, la baquelita y el amianto, y diseños innovadores como la
casa Dymaxion de Richard Buckminster Fuller o como el Travel and Transport Building de Edward H.
Bennett, Hubert Burnham y John A. Holabird, con un techo metálico sostenido por cables procedentes de
doce torres de acero. En Nueva York se presentaron obras de arquitectos racionalistas de todo el mundo, entre
las que destacaron los pabellones de Venezuela, de Gordon Bunshaft; y de Brasil, de Lúcio Costa, Oscar
Niemeyer y Paul Lester Wiener.358

En los años 1930 llegaron al país numerosos arquitectos


europeos que huían de los regímenes totalitarios y que
trasladaron al nuevo continente los principios del
racionalismo.355 Numerosos docentes de la Bauhaus emigraron
a Estados Unidos, entre ellos Walter Gropius, Ludwig Mies van
der Rohe, Ludwig Hilberseimer, László Moholy-Nagy, Marcel
Breuer y Josef Albers.359 Moholy-Nagy fundó en Chicago en
1937 la New Bauhaus, en el seno del Instituto de Diseño de
Chicago.124 Gropius pasó a dar clases en la Universidad de
Harvard.360 Mies van der Rohe trabajó desde 1938 en el Illinois
Institute of Technology de Chicago (IIT).361 Otro exiliado fue el Gropius House (1938), de Walter Gropius,
español Josep Lluís Sert, sucesor en 1958 de Gropius en Lincoln (Massachusetts)
Harvard.361

Gropius ejerció en su periplo americano una notable labor tanto docente como constructiva. Como director de
la Graduate School of Design de la Universidad de Harvard impulsó tanto la arquitectura como el diseño en el
nuevo continente, de forma análoga a su labor de liderazgo en la Bauhaus.362 En 1938 diseñó su casa en
Lincoln (Massachusetts), que se convertiría en un icono del diseño residencial moderno por su cubierta plana,
sus muros blancos y sus ventanas corridas.363 Al año siguiente planeó con Marcel Breuer el Pabellón de
Pensilvania para la World's Fair de Nueva York, original por sus nuevas ideas volumétricas. En 1945 se asoció
con siete jóvenes arquitectos en la firma The Architects' Collaborative (TAC),nota 4 con la que emprendió
proyectos de mayor envergadura basados en buena medida en las nuevas tecnologías, como el Harvard
Graduate Center en Cambridge (Massachusetts, 1948-1950), la American Association for the Advancement of
Science en Washington D.C. (1951) y la Embajada de Estados Unidos en Atenas (1956).364 Como director
de la Graduate School of Design formó a una nueva generación de arquitectos entre los que se encuentran
Philip Johnson, Ieoh Ming Pei, Henry N. Cobb, Paul Rudolph y Benjamin C. Thompson.167

Ludwig Mies van der Rohe fue el responsable de la segunda


edad de oro arquitectónica de Chicago desde la escuela de los
primeros rascacielos de Sullivan y Jenney, con obras como los
rascacielos gemelos Lake Shore Drive Apartments (1951) o el
Crown Hall (1956).361 En su etapa americana, Mies se mantuvo
en la ortodoxia racionalista, con una progresiva simplificación
formal y una ausencia casi total de proyección urbanística.365 Se
esforzó por adaptar el racionalismo europeo a la especial
idiosincrasia norteamericana, que consiguió con su denominada
Crown Hall del Illinois Institute of «fórmula miesiana», un estilo más simétrico, geométrico,
Technology (1952-1956), de Ludwig Mies refinado y distinguido, más monumental que en sus
van der Rohe, Chicago construcciones europeas, una fórmula que se tradujo
especialmente en sus grandes rascacielos, con un edificio tipo de
forma cúbica con estructura metálica y revestimiento de
vidrio. 353 Su fama aumentó gracias a la exposición organizada en 1947 en el Museo de Arte Contemporáneo
de Chicago.365
En 1939 diseñó el nuevo campus del Illinois Institute of Technology, con un módulo regular que podía ir
expandiéndose en futuras ampliaciones y edificios en forma de bloques rectangulares de acero y cristal. Para la
misma institución construyó el Centro de Investigaciones sobre Minerales y Metales (1942-1943), el Alumni
Memorial Hall (1945-1946) y la Escuela de Arquitectura o Crown Hall (1952-1956), constituida por una caja
rectangular de cristal elevada del suelo y sostenida por cuchillos de armadura de acero, con planta libre en el
interior.366 Las obras en el IIT representan una primera forma genérica de Mies en su etapa americana, la de
elementos de un solo nivel sin divisiones, con espacio y volúmenes unificados; la segunda serían los
rascacielos de acero reticulado,367 como el Seagram Building, construido en Nueva York entre 1954 y 1958
en colaboración con Philip Johnson, uno de los primeros rascacielos de «nueva generación».368 Destaca en
esta etapa su casa Farnsworth (1945-1951) en Plano (Illinois), una obra que preludiaba el minimalismo,
compuesta por una estructura cúbica de acero cincado de color blanco, elevada del suelo 1,2 m por ocho
puntales de acero con forma de H, con un único piso que comprende un porche y la vivienda, completamente
acristalada, un espacio diáfano que incluye una zona de servicios con dos cuartos de baño, cocina, despensa y
chimenea, separados del resto por tabiques de madera.369 Entre 1952 y 1954 construyó el Palacio de
Congresos de Chicago y, entre 1955 y 1963, una serie de edificios en el distrito Lafayette Park de Detroit, un
proyecto conjunto con Ludwig Hilberseimer en el que dispuso una serie de casas en hilera con rascacielos
entrelazados.177 Entre sus últimas obras se encuentran el Federal Center (1959-1964) y la Dirección Regional
de IBM (1966-1969) en Chicago.370

Marcel Breuer trabajó con Walter Gropius hasta 1941, fecha en


que creó su propio estudio, primero en Cambridge
(Massachusetts) y luego en Nueva York. Una de sus primeras
obras de relevancia fue la Ferry House en el Vassar College de
Poughkeepsie (Nueva York, 1948-1951), una casa en forma de T
con una planta baja para las zonas comunes y un piso superior
elevado sobre columnas para los dormitorios, con un voladizo
que cumplía la función de parasol. En los años 1950 se fue
regionalizando y sus obras denotaron un sello más expresionista,
como en la abadía de St. John en Collegeville, Minnesota (1953-
1961, con Hamilton Smith), el Whitney Museum of American
Dexter M. Ferry Cooperative House (1948-
Art en Nueva York (1963-1966) y el complejo de IBM en Boca
1951), de Marcel Breuer, Vassar College,
Ratón, Florida (1967-1977).371 Poughkeepsie (Nueva York)

Entre los inmigrantes se encuentra también el español Josep Lluís


Sert, emigrado en 1939. Fue profesor en las universidades de
Yale (1944-1945) y Harvard, de la que fue decano de la
Graduate School of Design (1953-1969). Para Harvard
construyó el Peabody Terrace (1963-1965), un conjunto de
apartamentos para estudiantes casados, compuesto de tres
edificios altos rodeados de otros más bajos para equipamientos
sociales, en un entorno ajardinado, realizado en hormigón libre y
con una retícula de balcones con brise-soleil; para las medidas
Peabody Terrace (1963-1965), de Josep
utilizó la escala Modulor de Le Corbusier.372 Fue autor también
Lluís Sert, Universidad de Harvard,
de la embajada estadounidense en Bagdad (1955-1960), el
Cambridge (Massachusetts)
Holyoke Center de la Universidad de Harvard (1958-1965) y el
Charles River Campus de la Universidad de Boston (1960-
1967).161

También se instaló en Estados Unidos en 1923 el finlandés Eliel Saarinen, asociado desde 1937 con su hijo
Eero Saarinen. Fue profesor de la Universidad de Míchigan y desarrolló su obra en el medio oeste americano,
como la Academia de Artes Cranbrook en Bloomfield Hills (Michigan, 1926-1943), el Kleinhans Music Hall
en Búfalo (Nueva York, 1938) y la Tabernacle Church of Christ
en Columbus (Indiana, 1940). Hasta su muerte fue presidente de
la Academia de Artes Cranbrook, entre cuyos alumnos se
encuentran Charles Eames y Fumihiko Maki.373 Su hijo Eero
trabajó conjuntamente con él hasta su fallecimiento en 1950,
fecha en que fundó su propio estudio. Su capacidad inventiva le
otorgó fama mundial, hasta el punto que la revista Architectural
Forum lo describió como «el joven arquitecto más famoso de
América y, posiblemente, de todo el mundo».374 Sus principales
realizaciones fueron edificios corporativos y aeropuertos, con un Terminal de la TWA del Aeropuerto
esmerado diseño de aspecto tecnológico que otorga a sus obras Internacional John F. Kennedy (1956-
una mayor riqueza estética que la regular austeridad habitual del 1962), de Eero Saarinen, Nueva York
Estilo internacional, cuyas premisas trató con un modo personal e
inimitable. Su primera obra relevante fue el Centro Técnico de la
General Motors en Warren, Michigan (1948-1956), un complejo horizontal compuesto por cajas de vidrio
dispuesto en torno a un lago, un depósito de agua y una cúpula baja, al que siguieron el Kresge Auditorium
del Massachusetts Institute of Technology en Cambridge, Massachusetts (1953-1955), la embajada de Estados
Unidos en Londres (1955-1960, con la firma Yorke Rosenberg Mardall), el centro de investigación de IBM en
Yorktown, Nueva York (1957-1961), varios edificios para la Universidad de Yale (1958-1962), la terminal de
la TWA del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York (1956-1962), las oficinas de John
Deere & Co. en Moline, Illinois (1957-1963) y la terminal del Dulles International Airport en Chantilly,
Virginia (1958-1963), una de sus últimas y mejores obras, con un techo curvo invertido sostenido por pilares
macizos y un espacio único de vidrio.375

La principal tipología arquitectónica por antonomasia en Estados


Unidos fue el rascacielos. Como exponente de una arquitectura
netamente corporativa, este modelo de edificio se convirtió en el
paradigma de la economía capitalista norteamericana, un símbolo de
poder, progreso y modernidad que se convertiría en el nuevo
monumento urbano de las ciudades norteamericanas.376 Tras los
primeros rascacielos de la Escuela de Chicago, entre los años 1920 y
1960 se vivió una ola de construcciones de este tipo por todo el país,
inicialmente ligadas al art déco —como los famosos edificio Chrysler
y Empire State Building— y posteriormente al racionalismo, sobre
todo después de la Segunda Guerra Mundial. Algunos de los primeros
exponentes de rascacielos de Estilo internacional fueron: el McGraw-
Hill de Nueva York (1931), de Raymond Hood; el Philadelphia
Savings Fund Society de Filadelfia (1931-1932), de William Lescaze
y George Howe; y el Rockefeller Center de Nueva York (1931-
1939), de Reinhard & Hofmeister, Corbett, Harrison & MacMurray y
Hood, Godley & Fouilhoux.377 Posteriormente son de destacar: el
Equitable Life Assurance de Portland (Oregón, 1944-1947), de Pietro
Seagram Building (1954-1958), de Belluschi; y la Secretaría de las Naciones Unidas en Nueva York
Ludwig Mies van der Rohe y Philip (1947-1950), de Wallace Harrison y Max Abramovitz, con el
Johnson, Nueva York asesoramiento de un grupo de arquitectos internacionales.378 nota 5
El gran maestro de la construcción de rascacielos fue Ludwig Mies
van der Rohe, autor de algunos de los mejores exponentes,
caracterizados por sus retículas de acero y vidrio: apartamentos Lake Shore Drive de Chicago (1948-1951);
Esplanade Apartments en Chicago (1953-1956); Seagram Building en Nueva York (1954-1958, con Philip
Johnson); IBM Building de Chicago (1973).380 Por último cabe citar la firma Skidmore, Owings & Merrill
(SOM),nota 6 fundada en Chicago en 1936, formada por arquitectos e ingenieros —entre los que destacó
Gordon Bunshaft, diseñador jefe de la oficina de Nueva York—, responsable de los rascacielos Lever House
en Nueva York (1950-1952), Inland Steel Building en Chicago (1955-1958), Union Carbide Building en
Nueva York (1960) y Chase Manhattan Bank en Nueva York (1955-1961).381

Tras la Segunda Guerra Mundial, las nuevas necesidades en


vivienda comportaron la aparición de las llamadas Case Study
Houses, un tipo de casas modelo baratas y eficientes promovido
por la revista Arts & Architecture, que logró la participación en
sus diseños de arquitectos como Richard Neutra, Raphael
Soriano, Craig Ellwood, Charles Eames, Pierre Koenig y Eero
Saarinen. Una de las más influyentes fue la casa Eames en
Pacific Palisades (1945-1949), de Charles Eames y su mujer Ray
Kaiser, con una estructura de acero y vidrio recubierta de paneles
metálicos de colores básicos, elaborada con elementos
prefabricados y decorada con mobiliario de los propios Case Study House Nº 22. Stahl House
Eames.382 Las características principales de la «nueva casa (1960), de Pierre Koenig, Hollywood Hills,
americana» eran la horizontalidad y la intercomunicación de Los Ángeles
espacios, como se denota en la casa Farnsworth de Mies o en la
casa modelo de Marcel Breuer para la exposición del MoMA de
1949.383

Entre los arquitectos estadounidenses de posguerra destacó Philip


Johnson, el padre con Hitchcock del término Estilo internacional.
Fue el primer ganador del premio Pritzker en 1979, considerado
el «Nobel de los arquitectos». En 1949 construyó su casa,
llamada Glass House, en New Canaan (Connecticut), inspirada
en la casa Farnsworth de Mies van der Rohe. Emplazada sobre
un podio de ladrillo presenta una caja rectangular de espacio
Glass House (1949), de Philip Johnson, único delimitado por columnas en las esquinas, el centro y las
New Canaan (Connecticut) entradas, con un núcleo cilíndrico para los servicios inspirado —
según Johnson— en un dibujo de Kasimir Malevich.384 En
1950 realizó la ampliación del Museum of Modern Art de Nueva
York, al que en 1953 añadió un jardín de esculturas.160 Entre 1954 y 1958 colaboró con Mies van der Rohe
en el Seagram Building.166 En los años 1960 su estilo se volvió más ecléctico, como se denota en la Sheldon
Memorial Art Gallery de Lincoln, Nebraska (1963), tras la cual prácticamente abandonó el Estilo
internacional.385

Paul Rudolph estudió con Gropius y Breuer en Harvard, y abrió


su despacho en 1952. Fue decano de la Escuela de Arquitectura
de Yale (1958-1962). Realizó sus primeras obras en Florida:
Healy Guest House (1948-1949), casa Hook (1951-1952) y
Riverview High School (1957-1958), todas en Sarasota, de un
austero formalismo típico de la línea pedagógica de la Bauhaus y
Harvard. Posteriormente destacó su Art and Architecture
Building de la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut,
1958-1962), un edificio de sólida apariencia volumétrica y
marcada verticalidad, realizado en hormigón rayado.386

Louis Kahn fue un arquitecto formado en el racionalismo que sin Instituto Salk (1959-1965), de Louis Kahn
y Anne Griswold Tyng, La Jolla, California
embargo reinterpretó de forma personal, con cierta influencia de
la arquitectura antigua y una gran preocupación por el material y
la incidencia de la luz, con tendencia a la monumentalidad y una
cierta apariencia monolítica. De origen estonio, se nacionalizó estadounidense en 1914 y fue profesor en las
universidades de Yale y Pensilvania. Abrió su despacho en 1937 en Filadelfia; en 1941 se asoció a George
Howe y Oscar Stonorov y, en 1945, a Anne Griswold Tyng. Asistió a varios congresos de los CIAM y fue
miembro del Team X. Entre sus obras destacan la Galería de Arte de la Universidad Yale (1951-1953), los
laboratorios de investigación médica Richards de la Universidad de Pensilvania (1957-1964) y el Instituto Salk
en La Jolla, California (1959-1965, con Anne Tyng).387

En último lugar cabe mencionar al grupo Five Architects (también


llamado New York Five), formado en Nueva York y compuesto por Peter
Eisenman, Michael Graves, Charles Gwathmey, John Hejduk y Richard
Meier. Su obra apareció expuesta por primera vez en el MoMA de
Nueva York, en una exposición organizada por Arthur Drexler en 1967,
así como en el subsiguiente libro titulado Five Architects (1972).
Calificado generalmente como «neorracionalista» —como el grupo
italiano Tendenza—, reflejaron una lealtad común a una forma pura de la
arquitectura moderna, con un especial referente en la obra de Le
Corbusier de los años 1920 y 1930, aunque con una trayectoria
divergente: Meier fue el más fiel al racionalismo lecorbusieriano,
mientras que Graves evolucionó a la arquitectura posmoderna y
Eisenman se acercó al deconstructivismo.388

Canadá desarrolló como su país vecino tras la Segunda Guerra Mundial


Rascacielos Place Ville-Marie un Estilo internacional de signo corporativista, cuya principal tipología
(1958-1964), de Arcop e Ieoh fue el rascacielos. En la posguerra el país vivió un período de fuerte
Ming Pei, Montreal crecimiento de la construcción y, al igual que en Estados Unidos,
numerosas ciudades cambiaron su fisonomía con altos rascacielos,
especialmente Ottawa, Montreal, Vancouver, Calgary, Edmonton,
Hamilton y Toronto. Un buen ejemplo es la llamada Place de Ville, un conglomerado de tres rascacielos de
vidrio en el centro de Ottawa, obra de Robert Campeau. En este país realizó dos proyectos Ludwig Mies van
der Rohe: el conjunto del Toronto-Dominion Tower de Toronto (1963-1969) y el de Westmount Square en
Montreal (1965-1969), en los que combina dos de sus tipologías, la torre y el gran volumen abierto.370 Por
otro lado, el arquitecto finlandés Viljo Revell fue autor junto al estudio J. B. Parkin Associates del
Ayuntamiento de Toronto (1958-1966),248 mientras que el italiano Pier Luigi Nervi fue artífice del rascacielos
Tour de la Bourse en Montreal (1964, con Luigi Moretti).389

Uno de los principales arquitectos racionalistas canadienses fue John Bland, director de la Escuela de
Arquitectura de la Universidad McGill entre 1941 y 1972, desde la que promovió una formación de corte
bauhausiano. Fue autor del Ayuntamiento de Ottawa (1957-1959) y la Escuela de Derecho de Quebec (1965-
1967), entre otras obras.390 Cabe reseñar también la firma Arcop (Architects in Co-Partnership, 1955-1969),
fundada en Montreal por Hazen Sise, Jean Michaud, Raymond Affleck, Guy Desbarats, Fred Levensold y
Dimitri Dimakopoulos. Inspirados en el TAC de Gropius, fueron autores del Auditorium Municipal de
Vancouver (1955), la sala Wilfrid-Pelletier (1959-1964) y la plaza Bonaventure (1963-1967) en Montreal, el
Centro Nacional de las Artes en Ottawa (1964-1969) y el edificio conmemorativo de los Padres de la
Confederación (1960-1964) y los edificios del gobierno provincial (1963-1967) en Charlottetown, así como el
rascacielos Place Ville-Marie de Montreal (1958-1964), junto a Ieoh Ming Pei.391

Brasil

Uno de los principales países latinoamericanos donde la arquitectura racionalista tuvo un destacado desarrollo
fue Brasil. Los primeros exponentes se dieron en los años 1920 de manos del emigrado ruso Gregori
Warchavchik, autor de las primeras casas racionalistas en São Paulo, como la suya propia (1927-1928) y la
Casa Moderna (1930).233 Trabajó asociado a Lúcio Costa, quien sería
uno de los principales artífices del Estilo internacional en Brasil. El
principal impulso al nuevo estilo se produjo gracias a la revolución de
1930 protagonizada por Getúlio Vargas, de tipo progresista.392 El nuevo
ministro de cultura, Gustavo Capanema, encargó a Lúcio Costa un nuevo
Ministerio de Educación y Salud en Río de Janeiro, realizado en 1936-
1943 junto con Oscar Niemeyer, Affonso Eduardo Reidy, Ernâni
Vasconcelos, Jorge Machado Moreira y Carlos Leão (actual Palacio de
Cultura). Costa contó con el asesoramiento de Le Corbusier, que pasó
tres semanas en el país en 1936 y dejó su impronta en algunas
características del nuevo edificio, como la utilización del brise-soleil. Se
trata de un rascacielos de catorce pisos elevado sobre pilotis, con una
fachada en forma de retícula de pantallas verticales con paneles
horizontales ajustables.393
Ministerio de Educación y Salud,
actual Palacio de Cultura (1936-
1943), de Lúcio Costa, Oscar
Niemeyer, Affonso Eduardo
Reidy, Ernâni Vasconcelos, Jorge
Machado Moreira y Carlos Leão,
Río de Janeiro

El estilo se fue afianzando durante los años 1930 y 1940,


pero tuvo un empujón definitivo con la decisión en 1956
Congreso Nacional de Brasil (1958-1960), de por el presidente Juscelino Kubitschek de trasladar la
Oscar Niemeyer, Brasilia capital a una nueva ciudad construida de la nada: Brasilia
(1956-1960). La nueva ciudad fue confiada a Lúcio
Costa en el terreno urbanístico (para su planificación
véase aquí), mientras que del constructivo se encargó Oscar Niemeyer.394 Niemeyer adoptó el lenguaje
lecorbusieriano adaptándolo a la tradición barroca del país, lo que se denota en su empleo de superficies
curvas.395 El centro neurálgico de la nueva capital se encuentra en la Plaza de los Tres Poderes, llamada así
por los tres poderes públicos que se encuentran alrededor de la plaza: el ejecutivo, representado por el Palácio
do Planalto (sede presidencial); el legislativo, representado por el Palacio Nereu Ramos (sede del Congreso
Nacional); y el judicial, representado por el Supremo Tribunal Federal (1958-1960). Tanto el Palácio do
Planalto como la Corte Suprema presentan un diseño parecido, formado por una caja de vidrio con un marco
estructural de diseño moderno aunque algo clasicista. El Congreso Nacional presenta una mayor innovación:
está formado por un edificio bajo rectangular que sirve de podio para una plaza elevada a la que se accede por
una rampa peatonal, sobre la que se elevan dos bloques gemelos en el centro y dos formas esculturales que
coronan las cámaras de la Asamblea (Senado y Diputados), una en forma de cúpula y otra en forma de
cuenco. La forma de los edificios centrales recuerda la de la sede de las Naciones Unidas, en cuyo diseño
intervino Niemeyer. Su obra más visualmente poética fue la Catedral de Nuestra Señora Aparecida (1959-
1970), con una estructura hiperbólica de hormigón en forma de corona de espinas, cuyos nervios se entrelazan
con una malla metálica de vidrio poligonal endotérmico, en una combinación de blanco y azul que evocan el
cielo y el mar; la mayor parte del edificio interior se encuentra bajo tierra, mientras que en superficie se
encuentra el campanario, exento de la iglesia, además de las esculturas de los apóstoles obra de Alfredo
Ceschiatti. Además de estos edificios, construyó el Palácio da Alvorada (1956-1958), la residencia del
presidente, una caja rectangular con fachada de vidrio y una columnata expresionista, con un interior
abarrocado; el Teatro Nacional Cláudio Santoro (1958-1981), con forma de pirámide irregular; y el Palacio
Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores (1962-1970), elaborado con hormigón en bruto y un
diseño que combina formas clásicas y modernas.396
Otras obras suyas fueron: el complejo de edificios en torno al
lago Pampulha en Belo Horizonte, Minas Gerais (1942-1944),
del que destaca el Casino (actual Museo de Arte de Pampulha),
basado en el concepto de promenade architecturale de Le
Corbusier, además de un club náutico, una Casa do Baile y la
iglesia de San Francisco de Asís; el complejo de exposiciones del
parque Ibirapuéra en São Paulo (1951-1954); el edificio Copan
en São Paulo (1951-1957); y su casa en Canoas, São Paulo
(1953-1955), más cercana a los principios organicistas de Wright.
Al final de su carrera su estilo se volvió más neoclásico, como se
Palácio do Planalto (1958-1960), de Oscar
aprecia en el edificio Mondadori de Milán (1968-1975) y la Niemeyer, Brasilia, con la escultura Los
Maison de la Culture en Le Havre (1972-1982).397 guerreros de Bruno Giorgi

Affonso Eduardo Reidy trabajó con Warchavchik y Costa antes


de establecerse por su cuenta. Fue autor del complejo de
viviendas Pedregulho en Río de Janeiro (1947-1952), un largo
bloque de forma sinuosa elevado sobre pilotis encima de una
colina, con dos niveles de apartamentos para obreros con bajo
poder adquisitivo. En la misma ciudad construyó el Museo de
Arte Moderno (1954-1959), formado por varios espacios, entre
los que destacan una galería rectangular de planta abierta con
cerramiento de vidrio y un anexo en forma de U para las
Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro
(1954-1959), de Affonso Eduardo Reidy
oficinas.395

Jorge Machado Moreira fue exponente de un racionalismo más


expresivo. Con Reidy fue artífice del Hospital de las Clínicas
(1942) y la sede de los Ferrocarriles de Rio Grande do Sul (1944), en Porto Alegre. Su obra principal fue la
Ciudad Universitaria de Río de Janeiro (1949-1962), de la que realizó su trazado general y diversos edificios:
Instituto de Puericultura (1953), Escuela de Ingeniería, Facultad de Arquitectura y Hospital Universitario
(1957).389

Los hermanos Roberto (Marcelo, Milton y Maurício), unidos en la firma MMM Roberto, fueron con Costa,
Niemeyer y Reidy los principales exponentes de la modernidad en Río de Janeiro. En 1936 ganaron el
concurso para la sede de la Asociación de la Prensa brasileña, la primera gran realización del racionalismo en
su país, de influencia lecorbusieriana. Al año siguiente ganaron igualmente el concurso para el aeropuerto
Santos Dumont en Río de Janeiro. Otras obras suyas fueron el Instituto Brasileño de Seguros (1941) y la
colonia de vacaciones para el mismo instituto (1943), reseñada por la crítica inglesa como una de las veinte
obras de arquitectura moderna más representativas a nivel mundial.398

La italiana Lina Bo Bardi, establecida en São Paulo en 1946 tras trabajar con Gio Ponti, fue representante de
un racionalismo ecléctico, expresado tanto en arquitectura como en diseño de joyas y mobiliario, vestuario y
escenografía. En 1947 proyectó la pinacoteca del Museo de Arte de São Paulo, del que en 1959 diseñó su
nueva sede, una de sus obras más conocidas, finalizada en 1968. Otra obra relevante fue su propia casa en São
Paulo (1951), una caja de vidrio elevada sobre pilotis, de claras reminiscencias lecorbusierianas.399

Carlos Barjas Millan aunó un racionalismo de influencia miesiana con la expresividad del organicismo
wrightiano. Fue autor de diversas casas en São Paulo (Oswaldo Fujiwara, 1954; Nadir de Oliveira, 1960;
Roberto Millan, 1961; Antonio d'Elboux, 1962), así como el Club Paineiras de Morumbi en São Paulo (1969),
su proyecto de mayor envergadura.400
Iglesia de San Palácio da Alvorada Catedral de Brasilia
Francisco de Asís (1956-1958), de Oscar (1959-1970), de Oscar
(1942-1944), de Oscar Niemeyer, Brasilia Niemeyer
Niemeyer, Pampulha,
Belo Horizonte

Museo de Arte de Palacio Itamaraty, sede


São Paulo (1959), de del Ministerio de
Lina Bo Bardi Relaciones Exteriores
de Brasil (1962-1970),
de Oscar Niemeyer,
Brasilia

Hispanoamérica

En Hispanoamérica el estilo hegemónico hasta la Segunda Guerra Mundial fue el neocolonial, aunque ya
desde los años 1930 hubo diversos exponentes de arquitectura racionalista. Sin embargo, desde 1945 se
produjo una nueva efervescencia arquitectónica que tuvo como referente el Estilo internacional, aunque
contextualizado a la realidad socio-económica de los países latinoamericanos, con un sello más monumental y
exuberante, estructuralista y con afán de integrar todas las artes.401 Según Josep Maria Montaner, «en
América Latina se encuentran las más interesantes, espontáneas y atrevidas experiencias de búsqueda de una
interpretación propia del lenguaje racionalista».402

Entre los diversos países hispanoamericanos se pueden observar dos tendencias: una más internacional y
propensa al uso de tecnologías avanzadas, como en Argentina, Chile, Cuba y Venezuela; otra de carácter más
nacional y procedimientos más artesanales, con alusiones a la arquitectura precolombina —especialmente en la
decoración pictórica, escultórica o cerámica—, como en México, Colombia y Perú.403 Asimismo, cabe
distinguir dos períodos: los años 1940 y 1950, marcados por una rápida difusión del racionalismo,
especialmente en México y Argentina; y los años 1960 y 1970, en que el movimiento se extiende a otros
países hispanoamericanos, mientras que comienza la crisis del Movimiento moderno al final de este
período.403

Cabe destacar que Le Corbusier tuvo numerosos discípulos en Hispanoamérica: Jorge Ferrari Hardoy, Juan
Kurchan y Conrado Sondereguer en Argentina; Emilio Duhart, Roberto Matta, Guillermo Jullian y Roberto
Dávila Carson en Chile; Rogelio Salmona y Germán Samper en Colombia; Enrique de la Mora, Teodoro
González de León, Enrique Castañeda y Vicente Medel en México;
Roberto Waceham en Perú; Carlos Gómez Gavazzo y Justino
Sierralta en Uruguay; y Augusto Tobito Acevedo en Venezuela.404
Además de la influencia lecorbusieriana, en la arquitectura
hispanoamericana se denota también la influencia de otros maestros
racionalistas como Gropius, Mies van der Rohe y Alvar Aalto, así
como del organicista Frank Lloyd Wright.402

Casa sobre el Arroyo (1943-1945), de


Amancio Williams, Mar del Plata
(Argentina) Casa Curutchet (1949-1953), de Le
Corbusier, La Plata (Argentina)

En Argentina, al no existir una arquitectura indígena preexistente, los


modelos constructivos fueron siempre de raíz europea. Los primeros vestigios racionalistas datan de finales de
los años 1930: en 1938 el emigrante español Antoni Bonet Castellana —antiguo miembro del GATCPAC—
fundó junto a Jorge Ferrari Hardoy, Juan Kurchan y otros jóvenes arquitectosnota 7 el Grupo Austral (1938-
1945), de clara influencia lecorbusieriana —los tres se conocieron en el estudio de Le Corbusier en París—,
que promovió un racionalismo con cierto ascendente surrealista, interés por la psicología, preocupación por el
paisaje e incorporación de técnicas y materiales locales. Algunas de sus obras fueron: la casa situada entre las
calles Paraguay y Suipacha en Buenos Aires (1938-1939), la casa OKS en Martínez (1954-1958), la torre
Rivadavia en Mar del Plata (1956) y el Pabellón Cristal Plano en la Feria del Sesquicentenario en Buenos
Aires (1960), de Bonet; y el edificio de la calle Virrey del Pino en Buenos Aires (1941-1943), de Ferrari y
Kurchan. Otro arquitecto de influencia lecorbusieriana fue Amancio Williams, autor de la casa de veraneo de
sus padres —conocida como Casa sobre el Arroyo— en Mar del Plata (1943-1945), obra de gran originalidad
por cuanto construyó la casa sobre una gran bóveda.406

La relación entre Argentina y Le Corbusier se concretó en dos proyectos del arquitecto francosuizo en tierras
argentinas, una casa y un proyecto urbanístico no realizado: la Casa Curutchet en La Plata (1949-1955) es una
casa medianera de forma rectangular basada en los «cinco puntos» lecorbusierianos, con pisos de doble altura
con amplias salas de intensa iluminación, con dos ámbitos (público —el consultorio odontológico del
propietario— y privado) separados por un patio y una rampa de acceso, y con una fachada articulada con
brise-soleil.407 El Plan Regulador de Buenos Aires (1938-1940) surgió a raíz de unas conferencias realizadas
en la capital argentina en 1929 para dar a conocer el parisino Plan Voisin, con la intención de reorganizar la
ciudad. El plan no tuvo buena acogida, pero fue recogido de nuevo en 1937 por Ferrari y Kurchan, que
entonces trabajaban en el taller de Le Corbusier en París. Inspirado en la Carta de Atenas, el plan preveía
diversas actuaciones a escala urbana y territorial, a través de una serie de conjuntos arquitectónicos y
paisajísticos y una reordenación de los ejes viarios, con varios edificios de gran altura para usos
administrativos, comerciales y de ocio. El plan se publicó en una revista bonaerense en 1947 pero no se llegó a
ejecutar.408

La siguiente generación, en los años 1950, encontró más dificultades para la construcción debido a la crisis
económica. Conviene destacar a: Eduardo Catalano y Horacio Caminos, autores del Auditorio Municipal de
Buenos Aires y de la Ciudad Universitaria de la misma ciudad (1960-1972), que posteriormente emigraron a
Estados Unidos; el estudio SEPRA, formado por Santiago Sánchez Elía, Federico Peralta Ramos y Alfredo
Agostini, autores de varios rascacielos de Estilo internacional, como el Banco de Londres y América del Sur
en Buenos Aires (1960-1966, con Clorindo Testa); y Mario Roberto Álvarez, autor del Teatro Municipal
General San Martín (1954-1960).409

En Chile la arquitectura racionalista eclosionó ya en los años


1960, con una serie de obras como el edificio de las Naciones
Unidas en Vitacura, de Emilio Duhart (1960-1966); la Unidad
Vecinal Portales en Santiago, de Carlos Bresciani, Héctor Valdés,
Fernando Castillo Velasco y Carlos Huidobro (1961-1963); y el
Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes,
de Gabriel Guarda y Martín Correa Prieto (1964). La figura
principal del nuevo estilo fue Emilio Duhart, que estudió con
Gropius en Harvard y trabajó con Le Corbusier. Entre 1953 y
1960 fue director del Instituto de Planificación de Urbanismo y
Vivienda en Santiago de Chile. El estilo de Duhart denota la
Unidad Vecinal Portales (1961-1963), de
influencia lecorbusieriana —especialmente la de su trabajo en la
Carlos Bresciani, Héctor Valdés, Fernando
India— con cierta tendencia organicista y regionalista. Además
Castillo Velasco y Carlos Huidobro,
de su edificio de Naciones Unidas destaca su torre del Ministerio
Santiago de Chile
de Trabajo en Santiago (1968-1969).410

Colombia es uno de los países hispanoamericanos que mostró


una arquitectura más unitaria.411 En primer lugar cabe destacar
la presencia también en este país de Le Corbusier, autor del Plan
Piloto de Bogotá (1949-1952), que surgió en una visita a la
capital colombiana del arquitecto en 1947, fecha en que el
alcalde de la ciudad le contrató junto a la firma Town Planning
Associates (TPA), formada por Josep Lluís Sert y Paul Lester
Wiener, asistidos por los arquitectos colombianos Rogelio
Salmona, Germán Samper y Reinaldo Valencia. El plan se
desarrollaba en los ámbitos regional, metropolitano, urbano y de
Monasterio Benedictino de la Santísima
un centro cívico, y se inspiraba en la Carta de Atenas, con una
Trinidad de Las Condes (1964), de Gabriel
reestructuración de la ciudad en que se reorganizaba la red viaria,
Guarda y Martín Correa Prieto, Las se sectorizaba el tejido humano de forma funcional y se
Condes (Chile) recalificaba el centro de la ciudad para funciones
gubernamentales, culturales y artísticas. El plan se presentó en
1950 pero surgieron discrepancias entre Le Corbusier y la firma
TPA, por lo que en 1953 se rescindió el contrato.412

El Estilo internacional se desarrolló en Colombia en los años 1960, interpretado bajo el prisma del legado
tradicional de la arquitectura autóctona colombiana y sus técnicas constructivas, lo que se tradujo
especialmente en el empleo del ladrillo, un material no muy usado por el racionalismo ortodoxo. Su uso
especialmente en Bogotá confirió un factor de cohesión a la imagen urbana de la ciudad. Su principal
representante fue Rogelio Salmona, que trabajó nueve años en París con Le Corbusier y participó en la sede de
la Unesco con Breuer, Nervi y Zehrfuss. Su obra aunó vanguardia y lenguaje vernáculo, con una
preocupación social e interés por las necesidades humanas. Entre sus obras destaca el conjunto Residencias del
Parque en Bogotá (1965-1972), que denota una cierta influencia de Alvar Aalto y Hans Scharoun. Un
racionalismo algo más académico fue el mostrado por Rafael Esguerra, Álvaro Sáenz Camacho, Rafael
Urdaneta y Germán Samper, autores de la Casa de Educación para Mineros (1958-1959) y el Museo del Oro
(1970), en Bogotá.413 Cabe citar también a Guillermo González Zuleta, conocido como el «Nervi
colombiano»; Doménico Parma, creador del sistema «reticular
celulado»; y la firma Solano, Otero y Gaitán Cortés, responsable
de obras de tono escultórico con abundante uso de pilotis y
voladizos, como el Estadio de béisbol de Cartagena (1961).414

En Cuba, los primeros vestigios de arquitectura racionalista se


dieron entre finales de los años 1930 y los 1940 con figuras
como Eugenio Batista, Mario Romañach y Joaquín Weiss, que
buscaron adaptar los preceptos de la arquitectura moderna a las
condiciones de la isla caribeña. En 1948, la visita a La Habana
de Walter Gropius impulsó el influjo de la modernidad en los
jóvenes arquitectos, entre los que cabe destacar a Max Borges,
graduado en Harvard, que aunó racionalismo con elementos
tradicionales, con los que consiguió soluciones estructurales de
gran originalidad: Centro Médico Quirúrgico de La Habana
(1948), Cabaret Tropicana (1952). Otros exponentes fueron:
Nicolás Quintana (rascacielos Odontológico, 1952) y Ernesto
Gómez Sampera (rascacielos FOCSA, 1956).415
Residencias del Parque (1965-1972), de
En Ecuador cabe destacar la figura del suizo Max Erensperger, Rogelio Salmona, Bogotá (Colombia)
autor de la Escuela de San Francisco de Sales en Quito (1955),
de influencia lecorbusieriana y aaltiana.416

En México se vivió un renacimiento arquitectónico similar al de


Brasil. Aquí se encuentran dos vías paralelas: la del racionalismo
ortodoxo y la que busca una arquitectura nacional con raíces
autóctonas. La primera está representada principalmente por José
Villagrán, Juan Sordo Madaleno, Imanol Ordorika y Augusto H.
Álvarez. Villagrán fue un defensor del racionalismo ortodoxo,
que nunca aprobó su hibridación con el arte tradicional mexicano
(Instituto Nacional de Cardiología en Ciudad de México, 1937).
Sordo practicó un racionalismo depurado y algo académico, con
influencia del sueco Erik Gunnar Asplund, como en los
Laboratorios y Oficinas Merck, Sharp & Dohme (1962) y el
Biblioteca de la Ciudad Universitaria de
Palacio de Justicia (1964), ambos en Ciudad de México.
México (1952), de Juan O'Gorman,
Ordorika fue autor de la Nueva Universidad de Anáhuac, de la
Gustavo María Saavedra y Juan Martínez
que destaca la Biblioteca Central (1967-1977). Álvarez
de Velasco
representó un racionalismo purista y algo poético, con influencia
miesiana, como en la Universidad Iberoamericana (1963) y el
edificio de la Compañía de Seguros La Libertad (1959).417

En la segunda vía se distinguen unos rasgos distintivos que no se hayan por lo general en el Estilo
internacional, como un mayor decorativismo y simbolismo en las fachadas de los edificios, por influencia del
arte precolombino.418 Se buscó la integración artística entre arquitectura y artes plásticas, con una fuerte
influencia del muralismo mexicano, con la vista puesta en la arquitectura tradicional autóctona. El principal
proyecto fue el de la Ciudad Universitaria de México (1950-1952), de Mario Pani, Enrique del Moral y Carlos
Lazo Barreiro, con murales de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, declarada Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco en 2007. Aquí se logró una perfecta simbiosis entre la estética precolombina y las técnicas
constructivas modernas, como en la Biblioteca Central (1952), de Juan O'Gorman, Gustavo María Saavedra y
Juan Martínez de Velasco. Otros edificios destacados fueron: el Estadio Olímpico Universitario (1952), de
Augusto Pérez Palacios, Jorge Bravo y Raúl Salinas Moro; la Facultad de Arquitectura, de José Villagrán,
Javier García Lascuráin y Alfonso Liceaga; el Rectorado, de Mario Pani y Enrique del Moral; la Escuela de
Comercio y Administración, de Augusto H. Álvarez y Ramón Marcos; la Facultad de Química, de Enrique
Yáñez, Enrique Guerrero y Guillermo Rosell; la Facultad de Medicina, de Roberto Álvarez Espinosa y Pedro
Ramírez Vázquez; el Instituto de Física Nuclear y Rayos Cósmicos, de Jorge González Reyna y Félix
Candela; y la Facultad de Humanidades, de Enrique del Moral, Manuel de la Colina y Enrique Landa.419

Además del proyecto universitario, cabe destacar la obra de


Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares, autores de varios
edificios de corte monumentalista en México D.F., como el
Museo de la Revolución, la Galería de la Historia (1960), el
Estadio Azteca (1962), el Museo de Arte Moderno (1964) y el
Museo de Antropología (1964).420 Mario Pani fue autor de
numerosos planes urbanísticos y de vivienda colectiva —como el
Multifamiliar Presidente Alemán (1947-1949) y el Conjunto
Urbano Nonoalco Tlatelolco en Ciudad de México (1957-1964)
—, así como el Conservatorio Nacional de Música (1946), el
aeropuerto de Acapulco (1954) y la torre Banobras en Nonoalco
Museo de Antropología (1964), de Pedro
(1966).421 Carlos Obregón Santacilia evolucionó desde un Ramírez Vázquez y Rafael Mijares,
academicismo indigenista hacia la modernidad, como en la México D.F.
Secretaría de Salubridad y Asistencia (1929), la sede del Instituto
Mexicano del Seguro Social (1946-1950) y el Banco de Industria
y Comercio (1949), todos en Ciudad de México.422 Vladimir Kaspé, de origen chino-ruso, destacó por el
rigor funcionalista de sus obras, como en el Liceo Franco Mexicano (1950) y la sede de los Laboratorios
Farmacéuticos Roussel (1959-1961).423 Max Cetto, de origen alemán, desarrolló un estilo simple y funcional,
como se denota en sus casas del Fraccionamiento Pedregal de San Ángel (1949-1950) y en diversas
residencias de Ciudad de México, generalmente para la élite extranjera del país.424 Cabe destacar por último a
Luis Barragán, un arquitecto original que inició su obra influido por la arquitectura islámica y mediterránea,
aunque evolucionó al funcionalismo tras conocer a Le Corbusier en París; fue autor del edificio de Estudio
para Pintores en Ciudad de México (1939), el Pedregal de San Ángel con Max Cetto, el Plan Maestro de
Fraccionamiento Jardines del Bosque en Guadalajara (1955) y el proyecto de las Torres de Satélite en Ciudad
Satélite (1957).425

Paraguay recibió un primer influjo de la arquitectura moderna en los años 1930 y 1940 de la mano de
arquitectos como Homero Duarte, Francisco Canese, Natalio Bareiro y Ramón González Almeida, con cierta
influencia de la arquitectura uruguaya contemporánea. Posteriormente, entre 1950 y 1970, la principal
influencia sería la brasileña, que se concretó en dos obras fundamentales: el Colegio Experimental Paraguay-
Brasil, del brasileño Affonso Eduardo Reidy (1952); y el Hotel Guaraní, de los también brasileños Adolpho
Rubio Morales, Ricardo Siever y Rubens Vianna (1960), ambos en Asunción.426

Perú no fue un país especialmente receptivo para la


arquitectura racionalista, cuyas principales muestras se
dieron sobre todo en el terreno del urbanismo en torno a
la política de vivienda en la capital, Lima. En esta ciudad
se daba una clara dicotomía entre la parte representativa y
la marginal, con numerosos barrios autoconstruidos
Aula Magna de la Universidad Central de
(«barriadas» o «pueblos jóvenes»). En 1966 se organizó
Venezuela (1952), de Carlos Raúl Villanueva, con un concurso para la construcción de 1500 viviendas, el
escultura de Alexander Calder, Municipio Proyecto Experimental de Vivienda (PREVI), al que se
Libertador de Caracas presentaron proyectos de todo el mundo. Los proyectos
ganadores fueron los del estudio Atelier 5, basado en
casas entre medianeras; el alemán Herbert Ohl,
sustentado en soportes tecnológicos; y el de los metabolistas japoneses Kiyonori Kikutake, Fumihiko Maki y
Noriaki Kurokawa, fundamentado en módulos prefabricados.427
En Uruguay, uno de los pioneros fue Julio Vilamajó, que en su Facultad de Ingeniería de Montevideo (1936)
utilizó el lenguaje típico del racionalismo: planta libre, pilotis, hormigón armado. Otro de los primeros
exponentes fue Román Fresnedo Siri (Hospital Americano, 1946).428 Aquí trabajó también entre 1946 y
1949 el español Antoni Bonet Castellana —instalado desde 1939 en Argentina—, donde fue autor de la
urbanización Punta Ballena en Maldonado, de la que destacan la casa Berlingieri (1946) y el Hotel
Restaurante la Solana del Mar (1947).429 Cabe citar también a Mario Payssé Reyes, autor de la Caja de
Previsión Social en Montevideo (1957-1975) y la sucursal del Banco de la República en Punta del Este
(1960); y Nelson Bayardo, autor del Urnario del Cementerio del Norte en Montevideo (1961-1962), de
influencia lecorbusieriana.430

En Venezuela cabe destacar la obra de Carlos Raúl Villanueva, arquitecto formado en París con Le Corbusier,
donde entró en el ambiente de vanguardia y se relacionó con artistas como Hans Arp, Alexander Calder, Joan
Miró y László Moholy-Nagy. Su principal proyecto fue la Ciudad Universitaria de Caracas (1940-1960),
declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000, de cuyos edificios cabe resaltar el
Estadio Olímpico (1950), el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (1952), la Facultad de
Arquitectura (1957) y la Piscina Universitaria (1957). En todos ellos buscó la síntesis de las artes figurativas,
aunando arquitectura, pintura y escultura en un proyecto común; buena muestra es su Aula Magna, con la
escultura Nubes flotantes de Alexander Calder, o las diversas obras artísticas repartidas entre los edificios:
murales de Fernand Léger, Victor Vasarely, Mateo Manaure y Juan Navarro Baldeweg, y esculturas de Hans
Arp y Henri Laurens.431 Cabe señalar también que aquí se exilió (1938-1959) el español Rafael Bergamín,
que fue profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, autor de
varios cines (Hollywood, América, Plaza, Los Jardines), quintas, el Almacén Gathmann Hnos. y el edificio
Madrid en Caracas. Otros arquitectos modernos venezolanos fueron: Manuel Mujica Millán (español de
nacimiento), Luis Eduardo Chataing y Gustavo Wallis Legórburu.432

Asia

India y subcontinente indio

En el continente asiático el racionalismo tuvo un


destacado desarrollo en la India, especialmente gracias a
la presencia de Le Corbusier, quien construyó varios
edificios en Ahmedabad y Chandigarh entre 1951 y
1965. Chandigarh fue una ciudad construida de nuevo
cuño tras la división del Punjab entre la India y Pakistán,
ya que su anterior capital, Lahore, cayó en territorio
pakistaní. El proyecto urbanístico fue encargado a Le
Corbusier, quien contó con la colaboración de Pierre
Jeanneret, Maxwell Fry y Jane Drew (para su trazado
véase aquí).433 En sus edificios, aplicó los postulados de
su Unité d'Habitation y empleó preferentemente el
hormigón crudo, un material adecuado para las Corte Suprema de Chandigarh (1951-1955), de Le
circunstancias materiales del país. 434 Entre los edificios Corbusier
gubernamentales destacó el Complejo del Capitolio
(1951-1962), compuesto de tres edificios: la Asamblea
Legislativa, el Edificio del Secretariado y el Palacio de Justicia, además de una plaza-monumento bautizada
como Open Hand («mano abierta»).435 Para su trazado empleó el sistema Modulor, así como un lenguaje
constructivo basado en la repetición de módulos a distinta escala, como terrazas, brise-soleil y los tradicionales
chhatri indios, una especie de parasol. En la Asamblea (1951-1962) proyectó una caja rectangular con fachada
de patrón repetitivo y una entrada lateral compuesta por un pórtico de pilares con forma de alerón que sostiene
un techo curvo. El Tribunal Superior de Justicia (1951-1955) es una caja rectangular con un caparazón
abovedado en voladizo y una fachada compuesta por un patrón de brise-soleil empotrados, mientras que la
entrada presenta tres grandes columnas que se elevan hasta el techo. La Secretaría (1951-1958) es un bloque
largo y estrecho compuesto también de módulos repetitivos con brise-soleil y tejado-terraza. Otro de los
edificios lecorbusierianos de la nueva ciudad fue el Museo del Gobierno y Galería de Arte.436

En Ahmedabad, Le Corbusier construyó dos casas:


Sarabhai y Shodan, ambas de 1951-1956. La primera
presenta un diseño de ocho bóvedas de cañón
yuxtapuestas, con gruesas paredes y un techo recubierto
de césped para combatir el calor. La segunda consiste en
una caja de hormigón armado con hendiduras fraguadas
y un techo en voladizo para ejercer de parasol, bajo el
Asamblea de Chandigarh (1951-1962), de Le que se sitúa una terraza, siguiendo sus preceptos de la
Corbusier Maison-Domino. A mayor escala, en la misma ciudad
elaboró el edificio de la asociación de propietarios Mill
(1951-1954), en la que adaptó sus «cinco puntos» al
contexto indio, con una promenade architecturale con planta libre y estructura Dominó, fachada libre con
brise-soleil y un pabellón en voladizo con terraza-jardín; y el Centro Cultural de Ahmedabad (1951-1958), un
conjunto compuesto de compartimentos de ladrillo con espacios libres y una serie de patios internos con
paredes recubiertas de enredaderas.437

La presencia de Le Corbusier impulsó la arquitectura


racionalista en el país, que contó con el apoyo
gubernamental, ya que tras la independencia de la India
en 1947 las nuevas autoridades buscaban un estilo
nacional acorde a la modernidad que mostrase la imagen
de la emergente nación.438 La arquitectura racionalista
india siguió la estela de la etapa final de Le Corbusier, de
un tono más «heroico» y marcada por el empleo del
hormigón crudo. El discípulo más aventajado del
arquitecto suizo fue Balkrishna Doshi, que trabajó en su
estudio parisino entre 1950 y 1954. De regreso a su país,
fue autor de las viviendas para la empresa Ahmedabad Indian Institute of Technology (1959-1966), de
Textile Industries Research Association (1957-1960) y la Achyut Kanvinde, Kanpur
Escuela de Arquitectura de Ahmedabad (1968). Charles
Mark Correa estudió en el Massachusetts Institute of
Technology y abrió su despacho en Bombay en 1958. Fue autor del edificio administrativo de la Universidad
de Anand (1958-1960), la casa Ramkrishna en Ahmedabad (1962-1964) y la iglesia de la Salvación en
Bombay (1974-1977). Achyut Kanvinde fue alumno de Gropius en Harvard y, al regresar a su país, fue autor
de diversos edificios de estilo bauhausiano, entre los que destaca el Indian Institute of Technology en Kanpur
(1959-1966). Shiv Nath Prasad se mantuvo fiel a la ortodoxia lecorbusieriana hasta los años 1970, como se
denota en su Akbar Hotel en Nueva Delhi (1965-1969). Cabe destacar también la presencia en la India de
Louis Kahn, autor del Indian Institute of Management de Ahmedabad (1962-1974), una serie de bloques de
ladrillo que combinaban formas cúbicas y cilíndricas. Afincado en la India desde 1952, el estadounidense
Joseph Allen Stein fue autor de varios proyectos en Nueva Delhi, como el India International Centre (1958-
1962) y el edificio de la Ford Foundation (1966-1968, con Garrett Eckbo).439

Al igual que en la India, en Pakistán se creó de la nada una nueva ciudad, Islamabad, cuyo diseño se confió en
1960 al arquitecto y urbanista griego Konstantinos Apostolos Doxiadis (véase aquí). Durante los primeros
años de expansión de la ciudad se construyeron numerosos edificios de sello moderno, la mayoría de
arquitectos extranjeros, entre los que destacan: la Secretaría de Gobierno, obra de Gio Ponti, Antonio Fornaroli
y Alberto Rosselli (1964-1968); y el complejo de la
Presidencia, de Edward Durell Stone (1964-1984).440
En este país trabajó también el francés Michel Écochard,
autor del campus de la Universidad de Karachi
(1955).441

Bangladés formó parte de Pakistán tras su independencia


del Reino Unido en 1947, para finalmente acabar
independizándose en 1971. Como en sus países vecinos,
la arquitectura moderna sirvió como estilo nacional del
Jatiyo Sangsad Bhaban o Asamblea Nacional
nuevo estado. Aquí también se recurrió inicialmente a
(1962-1984), de Louis Kahn, Daca (Bangladés)
arquitectos extranjeros, como Louis Kahn, autor del
Jatiyo Sangsad Bhaban o Asamblea Nacional en Daca
(1962-1984), un edificio de formas esculturales erigido
sobre una plataforma de ladrillo en medio de un lago artificial, elaborado en hormigón visto articulado por
bandas de travertino, con aberturas de distintas formas geométricas.442 Otros exponentes de fuera del país
fueron Paul Rudolph (Universidad de Agricultura en Mymensingh, 1966) y Konstantinos Doxiadis (Centro de
estudiantes y profesores de la Universidad de Daca, 1963-1964). Entre los arquitectos nacionales destaca
Muzharul Islam, que estudió en Yale con Paul Rudolph y adaptó el lenguaje moderno a la idiosincrasia de su
país: Biblioteca Pública de Daca (1955), Colegio de Artes y Oficios (1955).443 Cabe mencionar también a
Fazlur Rahman Khan, que trabajó en el estudio Skidmore, Owings & Merrill en Chicago.444

Japón y Lejano Oriente

En Japón se desarrolló una de las variantes más originales e


interesantes del Estilo internacional, una versión propia del
lenguaje moderno. La primera obra racionalista fue realizada por
un arquitecto checoamericano, Antonin Raymond: su propia casa
en Tokio en 1923 (reedificada posteriormente en la playa de
Morito, Jayama). Encargado de supervisar la construcción del
Imperial Hotel de Tokio, obra de Frank Lloyd Wright, Raymond
construyó varias casas de hormigón armado, como las casas
Fukui en la bahía de Atami (1933-1935), que muestran cierta
influencia de Auguste Perret. Bruno Taut residió en Japón entre
1933 y 1936, donde señaló las similitudes entre el Movimiento Casa Akaboshi Kisuke (1932), de Antonin
moderno y la austeridad y simplicidad de la arquitectura Raymond, Tokio
tradicional japonesa elaborada en madera. Entre los años 1920 y
1930 surgió por parte de jóvenes arquitectos japoneses el llamado
Grupo de Secesión (Bunri-ha), compuesto principalmente por Mamoru Yamada (Oficina General de
Telefónica, 1926-1927; Laboratorio Eléctrico de Tokio, 1929), Tetsurō Yoshida (Oficina General de Correos
de Tokio, 1931-1933) y Kikuji Ishimoto (oficinas del aeropuerto de Haneda, Tokio, 1932); el laboratorio de
Yamada fue la única obra no occidental expuesta por Johnson y Hitchcock en el MoMA en 1932. En esos
años algunos arquitectos como Iwao Yamawaki estudiaron en la Bauhaus, mientras que otros como Kunio
Maekawa y Junzō Sakakura se formaron en el taller de Le Corbusier. Maekawa fue autor de los apartamentos
Harumi en Tokio (1956-1957), inspirados en la Unité d'Habitation lecorbusieriana.445 En Japón se encuentra
también un edificio de Le Corbusier, el Museo Nacional de Arte Occidental (1957-1959), en Tokio, construido
junto a Kunio Maekawa, Junzō Sakakura y Takamasa Yoshizaka; es un edificio rectangular elevado sobre
pilotis, realizado en hormigón visto.446
Posteriormente destacó Kenzō Tange, que adaptó el estilo
racionalista a la especial sensibilidad artística nipona. En sus
inicios trabajó en el estudio de Kunio Maekawa y, en 1946, abrió
su estudio en Tokio. Su primera obra relevante fue el Museo
Memorial de la Paz de Hiroshima (1949-1956), un homenaje a la
ciudad de la primera bomba atómica. La construcción del
Ayuntamiento de Tokio (1955-1956), edificado sobre los clásicos
pilotis lecorbusierianos, generó cierta polémica en el ámbito
cultural nipón, aunque Tange incluyó un jardín tradicional
japonés bajo el edificio.447 Entre 1955 y 1959 construyó la
Prefectura de Kagawa en Takamatsu, una fusión entre el
Catedral de Santa María de Tokio (1961-
1964), de Kenzō Tange racionalismo y la arquitectura tradicional budista y sintoísta.448
Posteriormente construyó la Catedral de Santa María de Tokio
(1961-1964), el edificio de la agencia de prensa y televisión
Yamanashi (1961-1967) y el complejo deportivo de los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964 (Estadio
Olímpico, Gimnasio Nacional Yoyogi). Desde los años 1960 formó parte del Movimiento Metabolista, una
manera de concebir la arquitectura a través de megaestructuras ampliables teóricamente hasta el infinito, al
igual que los metabolismos animales.447 Creador del llamado «estilo moderno japonés», Tange invirtió el
clásico axioma del funcionalismo afirmando que «solo lo bello puede ser funcional».449

Entre los últimos representantes destaca Fumihiko Maki. Estudió en Tokio y en la Cranbrook Academy y la
Graduate School of Design de Harvard en Estados Unidos. En sus inicios trabajó en el laboratorio de
investigación de Tange. Interesado especialmente en las nuevas tecnologías y el diseño racional, elaboró
diversos proyectos de tipo modular y con elementos prefabricados. Entre sus obras destacan el Salón
Conmemorativo de la Universidad de Nagoya (1959) y los apartamentos aterrazados Hillside en Daikanyama,
Tokio (1966-1979).450

En China no existen prácticamente vestigios de arquitectura racionalista, ya que por su evolución histórica se
pasó de los estilos tradicionales chinos al realismo socialista y la planificación estatal de la arquitectura;
incluso, durante la Revolución Cultural, la arquitectura fue denunciada como arte burgués y los arquitectos
enviados a trabajar al campo.96 En cambio, la arquitectura moderna pudo desarrollarse en Hong Kong, que
fue colonia inglesa hasta 1997. Ciudad de próspera economía, pasó de un millón de habitantes en 1946 a ocho
millones en 1994, con una densidad de población de 32 970 habitantes por hectárea, una de las más elevadas
del mundo. Ello provocó la construcción en vertical y la presencia de numerosos rascacielos, muchos de los
cuales siguieron los preceptos del Estilo internacional. Uno de los estudios más importantes fue Wong Tung
and Partners, responsable de grandes conjuntos de viviendas como Mei Foo San Chuen (1963-1976), centros
comerciales, escuelas y hoteles. Entre los arquitectos destaca Tao Ho, formado en Estados Unidos con Walter
Gropius, autor de la International School (1975) y el Hong Kong Arts Centre (1974-1977). También hay obras
de arquitectos internacionales como Harry Seidler (Hong Kong Club, 1980-1984) y Paul Rudolph (Bond
Centre, 1989).451

En Corea del Sur la arquitectura moderna no arranca hasta la guerra civil con su vecina del norte. En los años
1960 y 1970 convivieron la arquitectura tradicional con una variante del Estilo internacional influida en los
edificios comerciales de Europa y los Estados Unidos, con un abundante uso del hormigón, del vidrio
reflectante y de los revestimientos de piedra.452 Destaca especialmente la obra de dos arquitectos de
influencia lecorbusieriana: Kim Swoo-geun (Space Group Building en Seúl, 1977; Estadio Olímpico de Seúl,
1977-1984) y Kim Chung-up (puerta principal y salón conmemorativo del Cementerio conmemorativo de
Naciones Unidas en Busan).453

Sudeste asiático
En Malasia, la arquitectura de estilo colonial pervivió hasta prácticamente
Archivo:Ccp ext 1.jpg
los años 1960, fecha en que se produjeron las primeras muestras de Estilo
Centro Cultural de Filipinas
internacional, que se prolongaron hasta los 1970.453 Cabe destacar la obra (1966-1976), de Leandro
de Lim Chong Keat, formado en el Reino Unido y los Estados Unidos Locsin, Manila (Filipinas)
(Massachusetts Institute of Technology), autor de obras como el Centro de
Congresos de Singapur (1961) y la mezquita del estado de Negeri Sembilan
en Seremban (1967).454 Relacionado con este país está Singapur, un estado escindido de Malasia en 1965.
Aquí trabajó también Lim Chong Keat (Ayuntamiento de Jurong, 1969-1974) y cabe mencionar también a
William Lim (Saint Andrew's Junior College, 1978), Alfred Wong (Marco Polo Hotel, 1962; Teatro Nacional,
1963) y Tay Kheng Soon, autor de centros comerciales como People's Park Complex, Katong y Tanglin.455

Tailandia no se abrió a la arquitectura moderna hasta los años 1970. Destacó entonces Sumet Jumsai, formado
en Cambridge, autor de edificios como el Museo de la Ciencia en Bangkok (1976-1982) y el Asian Institute of
Technology cerca de Bangkok (1981), ambos de clara influencia lecorbusieriana. También denota el influjo
del arquitecto suizo Ong Art Satrablan, autor del edificio n.º 9 de la Escuela de Phanabhan en Bangkok
(1970), un edificio semicircular con fachada de brise-soleil de hormigón.456

En Camboya el Estilo internacional tuvo escasa presencia debido a sus vicisitudes históricas: entre 1970 y
1995 padeció la guerra de Vietnam, el régimen de los jemeres rojos y la invasión vietnamita. Así pues, se
cuentan escasos ejemplos en época colonial, como el Mercado Central de Phnom Penh, de Jean Desbois y
Louis Chauchon (1934-1937); y en los años 1960, en los que destacó el arquitecto Vann Molyvann (complejo
deportivo de los Juegos Asiáticos de 1964; Centro de Comercio en Phnom Penh, 1966; Universidad de
Phnom Penh, 1968).457

En Filipinas destaca la obra de Leandro Locsin, autor del Centro Cultural de Filipinas (1966-1976), un
complejo compuesto de edificios como el Teatro de Arte Dramático (1969), el Centro de Diseño y el Teatro de
Arte Folclórico (1974), el Centro Internacional de Convenciones (1976) y el Philippine Plaza Hotel
(1976).453

Cercano Oriente

En Israel cabe destacar la Ciudad blanca de Tel Aviv, una


urbanización planeada por una treintena de arquitectos huidos de
la Alemania nazi en la que se desarrolló el mayor conjunto de
obras racionalistas del mundo, con cerca de 4000 edificios de
estilo bauhausiano que en 2003 fueron declarados Patrimonio de
la Humanidad.103 Uno de los pioneros fue el arquitecto alemán
Erich Mendelsohn, establecido en Jerusalén en los años 1930,
donde construyó varias casas y hospitales (residencia Weizmann
en Rehovot, 1936). Posteriormente, arquitectos como Alexander
Klein, Adolf Rading, Joseph Neufeld y Arieh Sharon
desarrollaron en Tel Aviv y Haifa los preceptos urbanísticos de
las siedlungen alemanas.458 En 1933, Zeev Rechter construyó
en Tel Aviv la casa Ángel, la primera en el país sostenida por
pilotis, lo que unido a sus paredes blancas, sus ventanas Casa Rieger (1934), de Zeev Rechter,
horizontales y su tejado-terraza marcaría las construcciones de Ciudad blanca de Tel Aviv (Israel)
esa época. 459 Tras el parón de la Segunda Guerra Mundial, la
llegada masiva de inmigrantes judíos al nuevo estado de Israel
propició la creación de nuevos asentamientos y polígonos de viviendas (shikunim), construidos habitualmente
bajo preceptos funcionalistas.458 Entre las principales realizaciones del racionalismo israelí cabe destacar: el
Parlamento y el Estadio de Jerusalén y la Estación de Ferrocarriles de Tel Aviv, de Ossip Klarwein; los
hospitales construidos por Arieh Sharon en Jerusalén, Tel Aviv y Beersheba; el Palacio de Justicia de Tel Aviv,
el Palacio de los Congresos de Jerusalén y el Centro Social de Beersheba, de Zeev Rechter; el Auditorio Mann
en Tel Aviv, de Zeev Rechter y Dov Karmi; y la Universidad de Jerusalén (1954), de Dov Karmi.460 Cabe
mencionar también la Universidad de Haifa (1964), del brasileño Oscar Niemeyer.211

En Turquía, la arquitectura racionalista se introdujo en los años


1930 con diversas influencias: alemana (Facultad de Historia y
Geografía de Ankara, de Bruno Taut, 1937), neerlandesa
(pabellón de la Exposición Nacional de Ankara, de Şevki
Balmumcu, 1933-1934) y lecorbusieriana (oficinas de la
Compañía Satie en Estambul, de Sedad Eldem, 1934). Sin
embargo, sus inicios coincidieron con una revalorización de la
arquitectura tradicional otomana y no fue hasta los años 1950 y
1960 en que se adoptó de nuevo el Estilo internacional,
especialmente en la obra de Turgut Cansever: Club Anadolu en
Auditorio Mann (1957), de Zeev Rechter y
la isla de Büyükada (1959), Sociedad de Historia Turca de
Dov Karmi, Tel Aviv
Ankara (1966).461 Otra obra relevante fue el Hotel Hilton en
Estambul (1952-1955), de Gordon Bunshaft (con el sello SOM)
y Sedad Eldem.462

Líbano se convirtió en un protectorado francés tras la Primera Guerra Mundial, hasta su independencia en
1943. Un primer exponente de la arquitectura moderna fue Antoine Tabet, alumno de Auguste Perret, que
aunó el racionalismo con las tradiciones locales. En los años 1950 desarrollaron su obra Karl Chayer y George
Rayes, en los que se denota la influencia bauhausiana. En los años 1960 se emprendieron grandes proyectos y
reformas urbanísticas, y trabajaron en el país arquitectos internacionales como Oscar Niemeyer (Feria
internacional de Trípoli, 1966), Alvar Aalto (edificio de oficinas en Beirut, 1970) y André Wogenscky
(Ministerio de Defensa en Baabda, 1962-1968; Universidad Libanesa en Hadath, 1968-1974). En urbanismo,
Michel Écochard fue responsable del Plan director para la ordenación del Gran Beirut (1961), al tiempo que su
obra arquitectónica (Liceo Francés de Beirut, 1959) ejerció una gran influencia sobre una nueva generación de
arquitectos.463

Siria fue como Líbano un protectorado francés hasta 1946. Los


primeros ejemplos de arquitectura moderna fueron el Hotel
Orient Palace de Farid Tarrad (1935) y el Museo Nacional de
Damasco de Michel Écochard (1935). Posteriormente no se
dieron muestras de una arquitectura de influencia internacional
hasta los años 1970, como se aprecia en la obra de Burhan
Tayyara y Charles Kassab.464

En Arabia Saudí, el auge de la riqueza del país derivado de la


extracción del petróleo comportó un aumento de la construcción Hotel Hilton (1952-1955), de Gordon
y la adopción de un estilo más moderno, si bien con cierto retraso Bunshaft (SOM) y Sedad Eldem,
respecto al contexto internacional, hacia los años 1970.31 Estambul (Turquía)
Muchas realizaciones fueron de firmas internacionales:
Universidad del Petróleo y de los Minerales en Dhahran (1971),
de Caudill Rowlett & Scott;465 Fundación Rey Faisal en Riad (1976-1984), de Kenzō Tange;233 Institute of
Public Administration en Riad (1978), de la firma estadounidense The Architects' Collaborative.233

Irak tuvo unas primeras muestras de Estilo internacional en los años 1940 gracias a varios jóvenes arquitectos
formados en Occidente, como Mohamed Saleh Makiya, Rifat Chadirji y Hisham Munir.466 También se
encuentran obras de arquitectos internacionales: Oficinas Gubernamentales de Bagdad (1958), de Gio Ponti y
Antonio Fornaroli; Faculty Tower de la Universidad de Bagdad (1966), de The Architects' Collaborative.233
En Irán trabajó el turco-armenio Gabriel Guevrekian, después de varios años instalado en Francia. Aquí
construyó varios proyectos en Teherán: en 1934 para el ministerio de Asuntos Exteriores, en 1936 para el
Ministerio de Industria y el Club de Oficiales en el barrio del Jardín Nacional, así como varias villas.467 Entre
los arquitectos locales destacó Vartan Hovanessian, formado en París, donde recibió la influencia de Auguste
Perret y Tony Garnier, como se aprecia en la Escuela Femenina de Artes y Oficios en Teherán, el palacio de
Saad Abad, el Hotel de Darband y el Banco de Sepah, todos ellos entre 1935 y 1941.468

Kuwait fue otro país enriquecido gracias al petróleo y que también confió sus grandes proyectos a arquitectos
extranjeros: Museo Nacional de Kuwait, de Michel Écochard (1965); Banco Central de Kuwait, de Arne
Jacobsen (1971).469

África

El continente africano estaba dividido en su mayor parte desde el


siglo XIX en colonias administradas por las potencias europeas, hasta
que pasada la Segunda Guerra Mundial se fueron independizando
paulatinamente de sus metrópolis. En las colonias francesas del
Magreb, en el norte de África, la mayoría de realizaciones fueron de
arquitectos franceses. El propio Le Corbusier elaboró en 1932 un plan
urbanístico para la ciudad de Argel —denominado Plan Obús—, que
finalmente no se ejecutó debido a su plantemiento utópico y las
dificultades locales para su realización práctica.434 También en
Argelia, el arquitecto suizo diseñó un bloque de apartamentos
escalonados en Oued-Ouchaia (1933-1934) y un rascacielos para el
barrio de la Marina de Argel (1938-1942), no ejecutados.470 Otra
obra de Le Corbusier en el Magreb fue la villa Baizeau en Cartago,
Tunicia (1928), adaptada a las condiciones climáticas de la zona: tiene
una pantalla antisol que proporciona sombra y las habitaciones están
interconectadas para favorecer la ventilación.471 Un discípulo suyo, Carlton Centre Office Tower (1973),
el también suizo Pierre-André Émery, trabajó en Argel de 1925 a de Skidmore, Owings & Merrill,
1962, donde lideró la nueva generación de arquitectos modernos; Johannesburgo (Sudáfrica)
entre sus obras destacan las ciudades obreras de las minas de Ouenza
(1948-1953), las escuelas de Ben-Akhoun (1953) y Châteauneuf
(1954), varios edificios para Électricité et Gaz d'Algérie y el templo protestante de Hussein-Dey (1960).472
En este país trabajó también Oscar Niemeyer, autor de la Universidad de Constantina (1968-1970) y del
Ministerio de Asuntos Exteriores en Argel (1974).211

En Marruecos, el racionalismo tuvo unos primeros vestigios en los años 1930 con algunos arquitectos de
influencia lecorbusieriana como Marcel Desmet y Maurice Sori, autores de varios edificios en Casablanca. En
la segunda posguerra, una generación de jóvenes arquitectos (Georges Candilis, Gaston Jaubert, Élie Azagury,
Jean-François Zévaco, Jean Chemineau) lideró la transformación de ciudades como Rabat y Casablanca, y se
constituyeron en el GAMMA, la rama local del CIAM.473 Entre las realizaciones hay que destacar el
proyecto ATBAT en Casablanca (inmuebles Sémiramis y Nids d'abeille) de Georges Candilis, Shadrach
Woods y Vladimir Bodiansky (1951-1956), basado en la Unité lecorbusieriana de bloques verticales con
balcones de brise-soleil y terrazas-jardín, combinados con edificios de menor altura. También André Lurçat
construyó un polígono de viviendas en Casablanca (1953-1955), inspirado en su Hotel Nord-Sud de
Córcega.474

En el África occidental la arquitectura moderna se desarrolló especialmente en Nigeria, sobre todo gracias a la
presencia de Jane Drew y Maxwell Fry, instalados en este país como consejeros para la ordenación del
territorio en la Oficina colonial inglesa. Su obra principal fue la Universidad de Ibadan (1953-1959). Cabe
destacar también la presencia de Walter Gropius, autor de la Universidad de Lagos (1963), así como Ove
Arup, autor de varios edificios industriales, y las firmas inglesas Godwin, Hopwood & Kuye, Watkins Grey
International y James Cubitt & Partners, responsables de varios edificios en Lagos.475 El israelí Arieh Sharon
fue responsable de la Universidad de Ife (1960-1970).476

En Sudáfrica también se recibió la influencia lecorbusieriana, como se denota en la obra


de Rex Martienssen, autor de los apartamentos Peterhouse de Johannesburgo (1934-
1935), inspirados en la villa Savoye.474 Otro exponente fue Norman Hanson, quien
también muestra la influencia del arquitecto suizo en su 20th Century Cinema en
Johannesburgo (1940). También desarrollaron en este país su obra algunos arquitectos
alemanes exiliados formados la mayoría en la Bauhaus, como Steffan Ahrends, Helmut
Stauch y Bernard Pabst. En la segunda posguerra la influencia provino de Estados
Unidos, especialmente en la construcción de rascacielos de estructura metálica y muro-
cortina, como los construidos en Johannesburgo por firmas como Skidmore, Owings &
Merrill (Carlton Centre Office Tower, 1973) y Hentrich Petschnigg & Partners (Standard
Bank Centre, 1970).477
Australia Square
Office Tower
Oceanía (1961-1967), de
Harry Seidler y
Australia se mantuvo fiel a la arquitectura de tradición colonial hasta el fin de la Segunda Pier Luigi Nervi,
Guerra Mundial, fecha en que empezaron a llegar las nuevas corrientes internacionales. Sídney
Cuando esto se produjo se desarrolló una variante del racionalismo de carácter innovador (Australia)
y no como imitación de las obras de los maestros modernos, especialmente gracias a
Harry Seidler y Sydney Ancher. Austríaco de nacimiento, Seidler estudió en la Graduate
School of Design de Harvard y en el Black Mountain College. Trabajó con Marcel Breuer en Nueva York y
con Oscar Niemeyer en Río de Janeiro y, en 1948, abrió su propio estudio en Sídney. Sus primeras obras,
como la casa Rose Seidler en Sídney (1948-1950), muestran todavía un racionalismo canónico, pero en los
años 1960 evolucionó hacia unas formas más minimalistas, con influencia de la pintura de Frank Stella, con
formas repetitivas que combinaban formas rectangulares y curvas, y una alta calidad de ejecución, como en la
Australia Square Office Tower de Sídney (1961-1967, con Pier Luigi Nervi).478 Otras obras suyas fueron: la
oficina del Commonwealth Trade Group en Canberra (1970-1975), la embajada australiana en París (1973-
1977) y el Riverside Center en Brisbane (1983-1986).161 Sydney Ancher adaptó el lenguaje miesiano al
medio local australiano, como en la casa Farley en Warringah (1947), la casa English en Saint Ives (1951) y la
casa Ancher en Neutral Bay (1957).479 Otros exponentes de la arquitectura moderna fueron: Samuel Lipson,
Hugh Buhrich, Frederick Romberg y Mary Turner Shaw.480

En Nueva Zelanda no hay muestras de arquitectura moderna hasta pasada la Segunda Guerra Mundial. Los
primeros exponentes fueron inmigrantes como Heinrich Kulka y Ernst Plischke, que sin embargo fueron mal
acogidos por el gremio arquitectónico local, sumido todavía en el estilo colonial de los decenios anteriores.
Una primera reacción contra el academicismo imperante fue la de Miles Warren y Peter Beaven, que
desarrollaron su obra por distintas vías, el primero con cierta influencia brutalista (apartamentos de Dorset
Street en Christchurch, 1956-1957) y el segundo con un estilo más florido, como en su Lyttleton Road Tunnel
Building (1963).481

Urbanismo
El urbanismo tuvo un gran desarrollo en el siglo XX, ya que el progresivo aumento de la población urbana
desde los inicios de la Revolución Industrial conllevó un creciente interés en buscar nuevas fórmulas y
soluciones para satisfacer las necesidades de vivienda e infraestructuras de la sociedad. Si en 1800 había en el
mundo unas 200 ciudades con más de 20 000 habitantes, con un total de 21,7 millones de habitantes (un
2,4 &% de la población total), en 1950 había 5509
ciudades de ese tamaño, con 502,2 millones de habitantes
(20,9 % del total).482 El racionalismo, debido a sus ideas
progresistas y sociales, puso un gran empeño en
desarrollar teorías urbanísticas que fuesen de aplicación
universal, con un especial énfasis en soluciones
higiénicas y funcionales, que satisfaciesen todos los
aspectos inherentes a la ciudad, tanto económicos como
tecnológicos, culturales y ecológicos.483

El principal urbanista racionalista fue Le Corbusier,


quien planteó sus principios en Urbanisme (1925), donde
desarrolló sus ideas sobre una ciudad funcional basada en
Plan Voisin para París (1925), de Le Corbusier
el orden y la linealidad. Ya en 1922 había esbozado su
proyecto de una Ville contemporaine pour trois milions
d'habitants, en que situaba un centro urbano con una
serie de rascacielos de oficinas en torno a un nudo de comunicaciones rodeado de diversos sectores
residenciales, de servicios y ocio, con abundantes zonas verdes y calles ordenadas jerárquicamente.484 Los
edificios serían de tres tipologías: rascacielos cruciformes en el centro, casas à redentnota 8 en el medio e
immeubles-villas en la periferia.486 En su libro de 1925, Le Corbusier establecía cuatro puntos esenciales
sobre el urbanismo: descongestionar el centro de las ciudades, aumentar su densidad, aumentar los medios de
desplazamiento y aumentar los parques y espacios abiertos. También señaló que «la planificación urbanística
moderna nace con una nueva arquitectura».487 Este esquema lo aplicó a su Plan Voisin para París (1925) —
no realizado—, en el que llegó a proponer el derribo de 40 hectáreas de edificios antiguos de la orilla derecha
del Sena, cuyo espacio ocuparía una gran explanada verde que albergaría diecinueve altos rascacielos de
180 m de altura con planta de cruz, con carreteras rectas y a diferentes niveles.488 489 En 1933 reformuló sus
teorías con el nombre de Ville Radieuse («ciudad radiante»), un proyecto casi utópico que aunaba
funcionalidad con preocupación ecológica, con bloques gigantes de apartamentos separados entre ellos para
garantizar su exposición al sol, grandes espacios ajardinados, separación de funciones y eficientes vías de
comunicaciones. Le Corbusier fue el «gran creador de la utopía de la ciudad moderna en su aspecto físico»,
según Martin Meyerson.490 Además de París, Le Corbusier elaboró proyectos urbanísticos para São Paulo y
Río de Janeiro (1929-1930), Argel (1930), Barcelona (1932-1935), Ginebra (1933), Estocolmo (1933),
Amberes (1933), Buenos Aires (1938-1940), Saint-Dié (1945), Bogotá (1949-1952), Marsella (1950), Izmir
(1950) y Chandigarh (1951-1965), el único que se ejecutó.145

La concreción de todas estas ideas se produjo en la Carta de


Atenas, uno de los principales manifiestos del urbanismo
racionalista. Se redactó en el IV CIAM celebrado en Atenas en
1933, bajo la iniciativa principalmente de Le Corbusier, aunque
la redacción corrió a cargo de los arquitectos suizos Werner Max
Moser y Rudolf Steiger. No fue publicado hasta 1942, de forma
anónima, y en 1944 por Josep Lluís Sert con el título Can our
Cities Survive?; por último, en 1957 fue publicada con la firma
de Le Corbusier. Su contenido se centraba en el urbanismo, con
un modelo de ciudad funcional opuesto a los conceptos
tradicionales, donde la ciudad se basa en zonas habilitadas para
Plan general de extensión para distintas funciones, como las residenciales, las económicas e
Ámsterdam (1935), de Cornelis van industriales o las lúdicas (deporte y recreo), junto a zonas verdes
Eesteren entre los distintos espacios, todas ellas delimitadas y vertebradas
por ejes viarios dispuestos de forma racional. Para la vivienda, la
apuesta de Le Corbusier era la de edificios de gran altura. Según
su propuesta, de los núcleos antiguos de las ciudades solo se salvarían los monumentos históricos, rodeados de
zonas verdes. Este planteamiento inspiró muchas de las realizaciones urbanísticas de los años 1950 y
1960.491

La primera realización inspirada en la Carta de Atenas fue el Plan general de extensión para Ámsterdam
(Algemeen Uitbreidingsplan o AUP), elaborado por Cornelis van Eesteren y aprobado en 1935. El objetivo
era la ampliación de la ciudad hacia la periferia y se elaboró en función de minuciosas investigaciones
estadísticas, con una subdivisión en barrios de 10 000 viviendas separados por zonas verdes y con bloques
abiertos orientados de norte a sur. La concentración de actividades económicas en el centro portuario conllevó
un crecimiento denso y compacto, que sin embargo se resolvió de forma óptima con una organización
preestablecida para crear barrios cohesionados y con una subdivisión de tareas por unidades menores al barrio
supervisadas por un arquitecto. El plan aún está vigente y regula el crecimiento progresivo de la ciudad.492

Tras la Segunda Guerra Mundial, el urbanismo racionalista se


aplicó a la reconstrucción de las ciudades devastadas por la
guerra y su metodología se fue acercando a los principios
económicos capitalistas, por cuanto sus postulados de
fragmentación zonificada, producción en serie y prefabricación
casaban perfectamente con los modelos industriales capitalistas.
Un modelo paradigmático fue el de las new towns («nuevas
ciudades») inglesas, que aglutinaron los preceptos de las
ciudades-jardín preconizadas por Ebenezer Howard a principios
de siglo con los postulados racionalistas.493 Cabe resaltar
especialmente el Greater London Plan para descentralizar la
capital inglesa, aprobado en la New Towns Act de 1946. Entre
1945 y 1951 se crearon catorce new towns,nota 9 entre las que
cabe destacar Stevenage (1946) y Harlow (1947), que muestran
una cierta influencia del neoempirismo escandinavo practicado Plan Piloto de Brasilia, de Lúcio Costa
entonces. 495 En el resto de Europa también se desarrolló un (1957)
amplio programa de reformas y nuevos proyectos urbanísticos:
en Escandinavia surgieron varias nuevas ciudades (Vallingby,
Farsta y Skärholmen en Suecia, Tapiola en Finlandia), así como varios planes reguladores en ciudades como
Copenhague (Plan de los Cinco Dedos, 1947) o Helsinki, que amplía seis veces su territorio municipal.496 En
Francia, Italia y Alemania, más devastadas por la guerra, se dio prioridad a la construcción frente a los
proyectos urbanísticos, por lo que creció el parque de viviendas sin una planificación adecuada, excepto
algunos casos como los planes de ordenación de Le Havre y Amiens elaborados por Auguste Perret en 1947-
1954, las diversas Unité d'Habitation de Le Corbusier (1952-1964), los barrios planificados por el estudio
Candilis, Josic & Woods (Bagnols-sur-Cèze, 1956-1960; Toulouse-le-Mirail, 1961-1966), el plan regulador de
Milán de 1953 o el barrio de Hansaviertel en Berlín planificado en la Interbau de 1957.497 En los Países
Bajos existió una mayor relación entre arquitectura y urbanística, como en el caso de Róterdam, cuyo centro
quedó completamente destruido en 1940, para la que se elaboró un plan de reconstrucción trazado por
Cornelius van Traa y aprobado en 1946.498 En los países del este la reconstrucción de las ciudades se llevó a
cabo bajo el estilo académico preconizado por la dictadura estalinista y tan solo tras la muerte de Stalin
surgieron algunos proyectos de corte más racionalista, como los bloques de viviendas mostrados en maquetas
en la Exposición General de Bruselas de 1958.499

Cabe señalar también el urbanismo en Israel, país que creció considerablemente desde su independencia en
1948: si anteriormente la población judía era de 70 000 habitantes —concentrados sobre todo en Haifa y Tel
Aviv—, entre 1948 y 1961 esta cifra se triplicó, por lo que fue necesaria la construcción de nuevas ciudades,
regulada con un plan territorial inspirado en las new towns inglesas dirigido por Arieh Sharon: entre 1948 y
1957 se planificaron veintiocho nuevas ciudades, entre las que destacan Beersheba y Ashdod; en los años
1960 se crearon dos más, Karminel y Arad.460
Las principales realizaciones urbanísticas del Movimiento
moderno fueron Brasilia (Brasil), Chandigarh (India) e
Islamabad (Pakistán). Brasilia (1956-1960), concebida
como nueva capital del país, fue planificada por Lúcio
Costa, quien se inspiró en la Carta de Atenas y diseñó
una planta constituida por dos ejes que se cruzan en
forma de cruz, con amplias avenidas y grandes espacios
que provocan una gran sensación de vastedad —pero
igualmente de soledad, como se ha criticado
habitualmente—. En la parte central se hallan los
edificios oficiales y las zonas recreativas, y a su alrededor
Vista aérea de la Weißenhofsiedlung de Stuttgart
las zonas residenciales, culturales y comerciales, así
(1927) como zonas verdes, estaciones, aeropuerto y todo tipo de
infraestructuras.394 Chandigarh fue construida como
nueva capital de Punjab entre 1951 y 1965, con un
proyecto diseñado por Le Corbusier, Pierre Jeanneret, Maxwell Fry y Jane Drew. Basándose igualmente en la
Carta de Atenas, Le Corbusier puso en práctica su teoría de sectores mixtos, en que las zonas residenciales se
diferencian en función de la densidad,433 y para los edificios de viviendas aplicó los postulados de su Unité
d'Habitation.434 Islamabad fue creada como nueva capital de Pakistán, con un diseño de Konstantinos
Apostolos Doxiadis (1960), el creador del concepto de ekística o ciencia del hábitat, que examina los
establecimientos humanos desde múltiples perspectivas en busca de técnicas para solucionar sus problemas
inherentes. Doxiadis elaboró un trazado puramente racional y dividió la ciudad en sectores diferenciados por
su función o su tipología constructiva, partiendo de un nódulo central desde el cual iría expandiéndose la
ciudad siguiendo una planta reticular.440

Una de las mayores preocupaciones de los arquitectos racionalistas —especialmente en Alemania— fue la de
la vivienda social. Los estragos de la Primera Guerra Mundial favorecieron el auge de las ideas socialistas, a
las que se adhirieron numerosos arquitectos, preocupados por encontrar soluciones para las necesidades
habitacionales de la clase obrera. En Francia, los organismos HBM (habitat à bon marché, «vivienda barata»)
fomentaron la construcción de viviendas en el denominado «cinturón rojo» de París, y Henri Sauvage ideó sus
edificios escalonados de viviendas, como el de la rue des Amiraux (1913-1928). En Países Bajos, la Escuela
de Ámsterdam experimentó con viviendas sociales de estética escultórica, mientras que en Bélgica se
potenciaron las ciudades-jardín a través de movimientos cooperativos. En Escandinavia se fomentó la
autoconstrucción. Pero el principal auge de la vivienda social se dio en Alemania, especialmente durante la
República de Weimar, con el fenómeno de la siedlung (plural siedlungen, traducible por asentamiento o
urbanización), unos conjuntos residenciales de casas o bloques de viviendas situados en las periferias de
grandes ciudades, organizados racionalmente con las premisas de espacios amplios, zonas verdes y óptimas
condiciones salubres de soleamiento y ventilación. Entre las principales realizaciones se encuentran las de
Bruno Taut y Martin Wagner en Berlín (seis conjuntos: Ciudad jardín Falkenberg, Siedlung Schillerpark,
Großiedlung Britz, Wohnstadt Carl Legien, Weiße Stadt y Großiedlung Siemensstadt), de Otto Haesler en
Celle (Italienischer Garten, Georgsgarten) y de Ernst May en Frankfurt (Römerstadt, Praunheim, Westhausen,
Höhenblick), así como la Weißenhofsiedlung de Stuttgart, la colonia organizada por la Deutscher Werkbund
en 1927 en la que intervinieron numerosos arquitectos internacionales. Frente a la tipología de casas con jardín
patrocinada por las siedlungen, en Austria se desarrolló el concepto de Höfe (patio), grandes bloques de
apartamentos para vivienda colectiva, como los de la Viena Roja, entre los que destaca la Karl Marx-Hof de
Viena, obra de Karl Ehn (1927). Tras la Segunda Guerra Mundial surgieron grandes planes de vivienda
transitoria para paliar los estragos de la guerra, financiados generalmente por los estados, mientras que Le
Corbusier planteó su Unité d'Habitation (como la de la Marsella, 1947-1952), grandes bloques de viviendas
con todos los servicios para constituir unas entidades autosuficientes.500

Diseño y decoración
El Movimiento moderno puso también un especial interés en el diseño, la
decoración y el interiorismo. Uno de los movimientos más innovadores en el
terreno del diseño fue la Escuela de la Bauhaus que, frente a la excesiva
ornamentación del art déco, introdujo un concepto de diseño más racional y
funcional, más adaptado a las necesidades reales de la gente. Esta escuela
pretendía romper las barreras entre arte y artesanía, con cierta influencia en sus
inicios del Arts & Crafts, mientras que posteriormente se decantó por la
producción industrial. Su objetivo era «la obra de arte colectiva, el Edificio,
dentro de la cual no hubiese barreras que separasen las artes estructurales de las
artes decorativas».119 Los estudiantes de la escuela aprendían teorías de la forma
y del diseño, así como talleres de piedra, madera, metal, cerámica, vidrio, tejido,
pintura, teatro y fotografía.501 Su diseño se basaba en la simplicidad, la
abstracción geométrica y el uso de colores primarios y de nuevas tecnologías, Silla roja y azul, de
como se hizo patente en el mobiliario de acero tubular creado por Marcel Breuer, Gerrit Thomas Rietveld
la silla Barcelona de Ludwig Mies van der Rohe y Lilly Reich o las lámparas (1923)
diseñadas por Marianne Brandt. En esta escuela destacaron creadores —además
de los anteriormente citados— como László Moholy-Nagy, Oskar Schlemmer,
Johannes Itten, Paul Klee, Josef Albers, Vasili Kandinski, Gerhard Marcks o Wilhelm Wagenfeld.502 Los
diseños de la Bauhaus cubrieron todo tipo de objetos, desde muebles y lámparas hasta vajillas, máquinas de
escribir, bicicletas, tejidos, relojes, diseño gráfico e incluso un nuevo tipo de letra tipográfica, la sans serif. En
1925 la Bauhaus fundó su propia empresa para comercializar sus diseños, la Bauhaus GmbH, que publicó un
catálogo con sus productos.503

Heredera de la Bauhaus fue la Hochschule für Gestaltung (Escuela


Superior de Proyectación), posteriormente denominada Neues
Bauhaus (Nueva Bauhaus), fundada en 1953 por Max Bill en Ulm.
Sus obras de diseño se caracterizaron por su aspecto geométrico y su
minimalismo, lo que dio en llamarse «estilo Ulm». En una primera
fase, la escuela se orientó hacia las bellas artes y la artesanía y contó
con profesores de la antigua Bauhaus como Josef Albers y Johannes
Itten. Una segunda fase estuvo marcada por el cambio de la dirección
en 1956 de Max Bill a Tomás Maldonado, quien reorientó la escuela
hacia la producción industrial. Arquitectos y diseñadores como Walter
Gropius, Mies van der Rohe, Frei Otto, Charles Eames y Richard
Buckminster Fuller dieron clases en la Ulm Bauhaus.189 El propio
Silla Wassily (1925), de Marcel
Breuer
Bill fue un diseñador de notable creatividad: había sido alumno de la
Bauhaus y en los años 1930 trabajó como pintor, escultor, arquitecto y
diseñador gráfico, mientras que en los 1940 se inició en el diseño
industrial, con realizaciones como su reloj de pared de aluminio para Junghans (1957), sus relojes de pulsera y
su taburete minimalista Ulmer Hocker (1954).504

En el siglo XX cobró un progresivo protagonismo el diseño industrial, fundamentado en la creación intelectual


y el diseño funcional, con un aumento de la experimentación con nuevos materiales (plástico, fibra de vidrio) y
una mayor atención a las necesidades de mercado.505 La base del diseño industrial se encuentra en el
funcionalismo, teoría que argumenta que un objeto que cumple su función y está elaborado con economía de
materiales es intrínsecamente bello. Ello excluiría la estética en el diseño de objetos, aunque tal extremo rara
vez se lleva a la práctica en su totalidad. Uno de los precedentes de esta teoría fue el arquitecto Louis Sullivan,
quien afirmaba que «la forma sigue a la función», así como Otto Wagner, quien estipuló que «nada que no sea
práctico puede ser hermoso».506 En Alemania, arquitectos y diseñadores como Peter Behrens, Richard
Riemerschmid y Bruno Paul, y talleres y asociaciones como Deutsche Werkstätten, Deutscher Werkbund y la
Bauhaus, sentaron las bases del diseño industrial en una primera fase. En Francia el pionero fue el arquitecto
Le Corbusier, quien proclamó la «absoluta autonomía expresiva de los objetos producidos industrialmente» y
señaló como aspectos básicos del nuevo diseño la pureza de líneas, la
funcionalidad de los materiales y la luminosidad de las superficies.507
Tras la clausura de la Bauhaus por los nazis en 1933 la mayoría de sus
componentes se trasladó a Reino Unido o Estados Unidos, países que
recogieron el testigo del diseño industrial.508 En el Reino Unido el
diseño tenía su precedente en los talleres de Arts & Crafts. En 1915 se
fundó la Design and Industries Association con el objetivo de
fomentar el diseño y, en 1930, se creó la Society of Industrial Artists
para agrupar a los profesionales del sector.509 En Estados Unidos el
pionero fue el arquitecto Frank Lloyd Wright, hasta la eclosión del
diseño en los años 1930 con figuras como Henry Dreyfuss, Raymond
Loewy y Walter Dorwin Teague. En esa década se establecieron
también algunos maestros de la Bauhaus como Ludwig Mies van der
Rohe, Walter Gropius y László Moholy-Nagy, quienes enseñaron a
una nueva generación de diseñadores. Posteriormente destacaron
Charles Eames, George Nelson y Harry Bertoia. En 1944 se fundó la
Society of Industrial Designers, en 1948 la National Association of Silla Barcelona, diseñada por Ludwig
Schools of Design y, en 1957, la Industrial Design Educational Mies van der Rohe y Lilly Reich para
la Exposición Universal de Barcelona
Association.509
(1929)
Posteriormente, en Europa el diseño
industrial tuvo dos corrientes principales:
la escandinava y la italiana. La primera, representada por Arne Jacobsen, Alvar
Aalto, Eero Saarinen y Poul Kjærholm, tenía sus raíces en el arte popular y se
basaba en la naturalidad y sencillez de las formas como premisa fundamental del
diseño, así como en la utilización de materiales naturales, aunque sin desdeñar el
acero, que empleaban con asiduidad. Los principales campos tratados por el
diseño escandinavo fueron el mobiliario, la cerámica, la orfebrería y el vidrio. Por
su parte, el diseño italiano era más audaz y extravagante, con predilección por el
colorido vivo, uso de materiales artificiales como la resina, el plástico y el
conglomerado, así como el acero y materiales más «nobles» como el mármol, y
con una libertad creativa que iba desde la austeridad de Ettore Sottsass, pasando
Cocina Frankfurt (1926), por el racionalismo de Joe Colombo, hasta el refinamiento de Gae Aulenti. En
de Margarete Schütte- España también se inició desde los años 1930 una escuela de diseñadores de
Lihotzky notable calidad, marcada por cierta expresividad, un tamaño de los objetos por lo
general pequeño y cierto carácter de ensayo, con prototipos de gran calidad que
no siempre encontraban una salida industrial. El punto de partida se encuentra en
el GATCPAC, pionero en la introducción del diseño moderno en España —en 1931 abrieron su local
comercial, denominado MIDVA (Muebles y Decoración de la Vivienda Actual)—, con figuras como Josep
Lluís Sert, Josep Torres Clavé y Antoni Bonet Castellana; más tarde cabe mencionar a Antoni de Moragas,
Oriol Bohigas, Carlos de Miguel, José Antonio Coderch, Miguel Milá y Antonio Fernández Alba. En 1955 se
fundó la Sociedad Española de Diseño Industrial y, en 1960, la Agrupación de Diseño Industrial (ADI-
FAD).510

En el terreno del interiorismo, la premisa máxima tras la Primera Guerra Mundial fue la innovación, siempre
subordinada a la funcionalidad, dejando de banda aspectos como el confort o la comodidad, que no eran
considerados esenciales. El diseño de interiores dejó de mirar al pasado, dejó de atender a los estilos o las
formas regionales; se buscaba algo nuevo y válido para cualquier ámbito geográfico. En los años 1920 los
conceptos dominantes fueron la tecnología y la higiene: los objetos domésticos se diseñaban de acuerdo a los
últimos avances tecnológicos y el diseño de interiores se basaba en espacios diáfanos, bien soleados y
ventilados. Como la mayor parte de diseños de interior eran realizados por arquitectos, por lo general estaban
subordinados a la forma externa del edificio, que determinaba la planificación interior y el tipo de mobiliario.
Por otro lado, la apuesta del racionalismo por la planta libre
conllevó interiores sin habitaciones, con espacios delimitados por
mamparas o por los mismos muebles, con lo que se desatendió
aspectos como la privacidad, los ruidos o los olores.511

Interior de la villa Tugendhat (1929-1930),


de Ludwig Mies van der Rohe y Lilly
Reich, Brno (Checoslovaquia)

Sillón Le grand confort de Le Corbusier,


Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand El principal mueble que fue objeto de un especial interés en su
(1928) diseño fue la silla: según Christopher Wilk, «ninguna era ha
producido tantos diseños de sillas realizados por arquitectos.
Prácticamente cada arquitecto y diseñador digno de mención se
sintió en la obligación de dirigir su atención al diseño de al menos una silla».512 Entre las sillas diseñadas esos
años destacan: la silla Wassily de acero tubular de Marcel Breuer (1927), la chaise-longue de Le Corbusier y
Charlotte Perriand (1928) y la silla Barcelona de acero y cuero de Ludwig Mies van der Rohe y Lilly Reich
(1929). Frente a la excesiva frialdad y asepsia de estos diseños, en los años 1930 —especialmente en Reino
Unido— se promovió un «modernismo cómodo», como el desarrollado por la firma inglesa Isokon, basado en
un mayor confort y apariencia estética, para lo que se volvió a la madera como material; el propio Breuer
realizó para Isokon una lounge-chair en 1936. Por otro lado, la exposición British Industrial Art in Relation to
the Home de 1933 mostró el Minimum Flat («apartamento mínimo») de Wells Coates, con una cocina y un
baño de estricto diseño funcional.513 También estuvieron de moda esos años los muebles de madera curvada
y se recuperaron los diseños de Michael Thonet, del que elogiaban su sencillez, bajo coste y producción en
serie; estos muebles influyeron en Le Corbusier y Mies van der Rohe, que los utilizaron en el pabellón de
L'Esprit Nouveau de 1925 y en la Weißenhofsiedlung de 1927, respectivamente. La madera también tuvo
protagonismo en el interiorismo escandinavo, un «modernismo natural» preconizado sobre todo por Alvar
Aalto. Aparte de muebles, el interiorismo moderno tuvo en poca consideración el uso de tejidos u otros
ornamentos, e incluso para el color de las paredes se aconsejaba exclusivamente el blanco.514 Cabe destacar
el diseño de cocinas elaborado por la arquitecta austríaca Margarete Schütte-Lihotzky, quien en 1925 colaboró
con Ernst May en su proyecto de viviendas colectivas para Frankfurt, para las que creó la llamada cocina
Frankfurt, provista de muebles empotrados y elementos prefabricados, espacios sin adornos y bien iluminados,
con un diseño práctico, barato y estandarizado.515

Tras la Segunda Guerra Mundial, el interiorismo apostó por una apariencia más estética, con colores vivos y
alegres que hiciesen olvidar los horrores de la guerra. La escasez de materiales y mano de obra en la posguerra
conllevó en general casas y apartamentos más pequeños, con muebles y electrodomésticos bien colocados y
fáciles de usar. Creció la demanda de mobiliario, destruido en buena medida durante la guerra, de sencillo
diseño y producción en serie, como el preconizado por el plan Utility en Reino Unido. Gordon Russell diseñó
una línea de muebles de diseño moderno asequibles y cómodos, inspirados en el Arts & Crafts. En Estados
Unidos, la empresa Knoll abrió también una línea de mobiliario contemporáneo fabricado en serie. En
Alemania, la empresa Thonet lanzó una serie de muebles de madera contrachapada moldeada
electrónicamente, que eran baratos, flexibles y resistentes. Por otro lado, en 1946 se creó la primera silla de
plástico moldeado. En los años 1950 el mobiliario se hizo más ligero y reducido, como el diseñado en la
estadounidense Cranbrook Art Academy por Eliel Saarinen o Charles Eames, más orgánico y cómodo. Isamu
Noguchi diseñó la primera mesa con cubierta de cristal, así como la primera pantalla de lámpara papel con
forma de linterna. Comenzó entonces el liderazgo en diseño fomentado en Suecia, más minimalista e
igualmente cómodo, flexible, higiénico y asequible, como en la
obra de Alvar Aalto y Arne Jacobsen. Fue aquí donde se
desarrollaron los muebles flatpack o desmontables, que lideraría
la empresa Ikea. En Estados Unidos surgieron las casas open-
plan, de espacios abiertos, como las diseñadas por Eero Saarinen
y Charles y Ray Eames, con espacios únicos subdivididos tan
solo por cambios en la cubrición del suelo y por el mobiliario —
especialmente las unidades de almacenamiento de diseño
lecorbusieriano—, mientras que las habitaciones se colocaban a
media altura, en una entreplanta. Las cocinas se hicieron más
grandes y tecnologizadas, eficientes y utilitarias, aunque su
Interior de la Eames House o Case Study
diseño funcional conllevó una cierta masculinización de estos
House n.º 8 (1949), de Charles y Ray
espacios.516 Eames, Pacific Palisades, California
(Estados Unidos)
Las características principales del mobiliario moderno fueron:
funcionalidad, supresión de toda ornamentación superflua y
decoración mínima procedente de las mismas líneas de fuerza
(forma, material), estructura como base total del mueble sin añadidos, cánones estandarizados de utilidad
universal y formas abiertas, claras y sencillas.517 En el diseño de mobiliario cabe destacar, además de
arquitectos y diseñadores como los ya citados, a Kaare Klint, Børge Mogensen, George Nelson, Carlo
Mollino, Jean Prouvé, Eileen Gray, Robert Mallet-Stevens, Pierre Chareau y René Herbst.518

En general, el interiorismo del Movimiento moderno se ha criticado por su falta de confort y el alto coste de su
producción industrial, ya que hasta los años 1960 la industria no consiguió unos estándares compatibles con la
producción en serie de los objetos de diseño moderno. Así, la decoración de interiores de los arquitectos
modernos se circunscribió en su momento a una élite de consumidores de alto nivel adquisitivo, lo que
contradecía los principios sociales que defendía el racionalismo.519
Tetera diseñada Silla Silla Silla Paimio (1929- Silla BKF
en la Bauhaus por Cantilever Weißenhof 1933), de Alvar Aalto (1937), de
Marianne Brandt (1926), de (1927), de Antoni Bonet
(1924) Marcel Ludwig Mies Castellana,
Breuer van der Rohe Juan Kurchan
y Lilly Reich y Jorge Ferrari
Hardoy

Silla Útero Sillón Eames Lounge Reloj de Silla Egg


(1947-1948), (1955), de Charles y pared (1958), de
de Eero Ray Eames diseñado Arne
Saarinen por Max Bill Jacobsen
para
Junghans
(1957)

Véase también
Arquitectura moderna
Funcionalismo (arquitectura)
Arquitectura orgánica
Arquitectas en el Movimiento Moderno
Diseño nórdico
Acceptera
Exposición de Estocolmo

Notas
1. Los fundadores del CIAM fueron: Le Corbusier, Siegfried Giedion, Hélène de Mandrot, Karl
Moser, Victor Bourgeois, Pierre Chareau, Josef Frank, Gabriel Guevrekian, Max Ernst Haefeli,
Hugo Häring, Arnold Höchel, Huib Hoste, Pierre Jeanneret, André Lurçat, Ernst May, Fernando
García Mercadal, Hannes Meyer, Werner Max Moser, Carlo Enrico Rava, Gerrit Rietveld,
Alberto Sartoris, Hans Schmidt, Mart Stam, Rudolf Steiger, Henri-Robert Von der Mühl y Juan
de Zavala.34
2. Los arquitectos expuestos fueron: Alvar Aalto, Frederick Ackerman, Thomas Adams, Uno
Åhrén, José Manuel Aizpúrua, Alfons Anker, Paul Artaria, Irving Bowman, Monroe Bengt
Bowman, Johannes Brinkman, Henry Churchill, Alfred Clauss, Amyas Connell, Russell G.
Cory, Walter M. Cory, George Daub, Jan Duiker, Otto Eisler, Joseph Emberton, Luigi Figini,
Anatoli Fisenko, Albert Frey, Bohuslav Fuchs, Walter Gropius, Gabriel Guevrekian, Max Ernst
Haefeli, Otto Haesler, Raymond Hood, George Howe, Albert Howell, Frederick Kiesler, A.
Lawrence Kocher, Robert D. Kohn, Louis Herman De Koninck, Ludvík Kysela, Joaquín
Labayen, Le Corbusier, William Lescaze, Wassili Luckhardt, André Lurçat, Robert Mallet-
Stevens, Sven Markelius, Ernst May, Erich Mendelsohn, Ludwig Mies van der Rohe, Paul
Nelson, Richard Neutra, Ivan Nikolaev, Jacobus Johannes Pieter Oud, Gino Pollini, Gerrit
Rietveld, Hans Scharoun, Hans Schmidt, Karl Schneider, Clarence Stein, Oscar Stonorov,
Eskil Sundahl, W. Stuart Thompson, McKendree Tucker, Isaburo Ueno, Raymond Unwin,
Leendert Cornelis van der Vlugt, Carl Weidemeyer, Lois Welzenbacher, Frank Lloyd Wright,
Henry Wright, Mamoru Yamada.43
3. El sello fue fundado en 1932 en Londres por Berthold Lubetkin, Anthony Chitty, Lindsey Drake,
Valentine Harding, Godfrey Samuel, Michael Dugdale y Frances Skinner. En 1938 se unió
Denys Lasdun.233
4. El estudio fue fundado en 1945 por Walter Gropius, Norman Fletcher, Jean Bodman Fletcher,
John Harkness, Sarah Pillsbury Harkness, Robert MacMillan, Louis MacMillen y Benjamin C.
Thompson. Su filosofía era «sincronizar todos los esfuerzos individuales... elevar el potencial
del trabajo común». La firma se disolvió en 1996.233
5. El francés Le Corbusier, el sueco Sven Markelius, el brasileño Oscar Niemeyer, el australiano
Gyle Soilleux, el belga Gaston Brunfaut, el canadiense Ernest Cormier, el chino Liang Seu-
cheng, el ruso Nikolai Bassov, el inglés Howard Morley Robertson y el uruguayo Julio
Vilamajó.379
6. La firma fue fundada en 1936 en Chicago por Louis Skidmore y Nathaniel Owings, mientras
que en 1939 se incorporó John Merrill. Con el tiempo se convirtió en la firma arquitectónica
más grande del mundo y contó con arquitectos e ingenieros de renombre como Gordon
Bunshaft, Bruce Graham, Roy Allen, Charles Bassetty, Myron Goldsmith, Fazlur Rahman Khan,
Walter Netsch, David Childs y James de Stefano.161
7. José Alberto Le Pera, Abel López Chas, Luis Olezza, Alejandro Vera Barros, Samuel Sánchez
de Bustamante, Itala Fulvia Villa, Hilario Zalba y Simón León Ungar; más adelante se
incorporaron Jorge Vivanco y Valerio Peluffo.405
8. Las casas à redent («en rediente») son una serie de edificaciones por quiebros en giro
repetido e invertido en ángulo recto para aprovechar dos orientaciones: este-oeste, con
viviendas a ambos lados y calle interior; y norte-sur, con viviendas en la parte sur y una calle
perimetral en el norte. Los edificios serían de once pisos y 400 m de pasaje, separados 200 m
unos de otros. Tanto los edificios como las autovías estarían elevados sobre pilotis y dejarían
la parte inferior para zona verde y servicios comunitarios.485
9. Ocho en el Gran Londres: Stevenage, Hemel Hempstead, Crawley, Harlow, Hatfield, Welwyn
Garden City, Basildon y Barcknell; cuatro en el resto de Inglaterra: Newton Aycliffe, Peterlee,
Cwmbran y Corby; dos en Escocia: East Kilbride y Glenrothes.494

Referencias
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