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Caso Práctico

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Caso práctico: Derivación de

responsabilidad artículo 40 LGT


contra socio tras concurso ya
concluido
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  Orden: Mercantil
  Fecha última revisión: 16/03/2018
  Origen: Iberley

PLANTEAMIENTO
Unos clientes que, en su calidad de administradores solidarios de una SA en su
día (año 2.012), promovieron concurso de acreedores y se concluyó habiendo sido
declarado como fortuito (sin declaración de responsabilidad para los socios), es
decir, empresa disuelta y liquidada.
Los socios no cobraron nada como resultado de la liquidación ni como socios
(únicos socios) ni como acreedores, que lo eran, de la sociedad.
Todas las deudas de la empresa con Hacienda no se pudieron abonar, incluso
durante la tramitación del concurso se generaron más deudas que tampoco se
abonaron Ahora, hacienda, le comunica a uno de ellos, COMO SUCESOR -
ARTICULO 40 DE la LGT -, ocho providencias de apremio de dichas deudas.
En Hacienda me dicen que se refiere ese artículo al hecho de que al liquidar la
empresa le ha podido ser devuelto al socio la parte que tenia en el capital social,
¿es así? Si es así, ¿cómo acredito que no ha cobrado nada por ese concepto?
Por otro lado, si se tratan de deudas generadas durante la tramitación del
Concurso (fase ordinaria y fase de liquidación), ¿no debería ser responsable el
Administrador concursal?
RESPUESTA
En el presente caso aprecio un error por parte de la AEAT en cuanto a varios
conceptos:
En primer lugar, independientemente de que los socios hubieran cobrado su
crédito en el concurso, empieza diciendo el art. 40 LGT.: “Las obligaciones
tributarias pendientes de las sociedades y entidades con personalidad
jurídica disueltas y liquidadas (…)”.
NO QUEDAN OBLIGACIONES PENDIENTES DERIVADO DE UN
PROCEDIMIENTO CONCURSAL CUANDO ESTE HA SIDO CONCLUIDO Y SE
HUBIERE CALIFICADO COMO FORTUITO (no se deriva responsabilidad de
las deudas a las personas afectadas por el concurso).

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Es decir, no pueden derivar responsabilidad ninguna puesto que (y aquí viene la
segunda razón por la que se equivocan) no es lo mismo una liquidación societaria
que una concursal. Nadie puede disolver y liquidar una sociedad cuando quedan
deudas pendientes, la única vía alternativa es el concurso de acreedores (dónde
se abre la pieza de calificación del concurso para determinar la responsabilidad).
En esta liquidación, es el administrador concursal el encargado de realizar los
pagos a los acreedores, titulares de créditos que poseen una calificación
(ordinario, subordinado, privilegiado general…). De modo que si, en el hipotético
caso de que un socio ha cobrado un dinero en el procedimiento concursal y a la
AEAT le quedan créditos por cobrar (circunstancia que en la realidad no creo que
se haya dado nunca) es porque el socio tenía un crédito calificado por encima del
de la AEAT y, una vez concluido el concurso, estos no pueden hacer nada para el
cobro del mismo, puesto que si no están de acuerdo en que el socio hubiera
cobrado un crédito por encima de ellos, el foro oportuno para reclamarlo es en el
procedimiento concursal.
Son varios los momentos en dónde la AEAT puede “protestar”, en primer lugar,
con la presentación del Informe Provisional del Administrador Concursal
(artículo 75 de la Ley Concursal) dónde se adjunta la lista de acreedores
provisional, donde los acreedores pueden realizar alegaciones y, posteriormente,
con la presentación de los Textos Definitivos (donde la lista de acreedores se eleva
a definitiva) foro en el que los acreedores podrán realizar nuevamente alegaciones.
Lo que no puede realizar la AEAT es, en una sociedad liquidada en el seno de un
procedimiento concursal, derivar la responsabilidad posteriormente a su
conclusión, puesto que no hay responsabilidad que derivar toda vez que las
deudas de la sociedad han sido abonadas en virtud de lo establecido en la Ley
Concursal y la responsabilidad de los socios y personas afectadas ha sido
determinada en la fase de calificación del mismo.
Realizaría escrito de alegaciones en este sentido, apoyándonos en artículos de
la Ley Concursal que es la que opera y, asimismo, adjuntar el Auto de declaración
del concurso, la lista de acreedores elevada a definitiva, la Sentencia que califica el
concurso como fortuito y la Sentencia de conclusión.

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