Taller de Lectura No 2 (Recuperado Automáticamente)
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La tarea del científico no ha de ser por más tiempo “la búsqueda de la verdad”, o
“la glorificación de dios”, o “la sistematización de las observaciones” o “el
perfeccionamiento de predicciones”. Todas estas cosas no son más que efectos
marginales de una actividad a la que se dirige ahora su atención y que consiste en
“hacer de la causa más débil la causa más fuerte”, como dijo el sofista, “por ello en
apoyar el movimiento de conjunto”.
Adaptado de: Paul Feyerabend (1986). Tratado contra el método. Madrid,: Técnos,
pp.14-15.
3. Hacer de la causa más débil la causa más fuerte, por ello en apoyar el
movimiento de conjunto.
Nadie es justo por voluntad sino porque no tiene el poder de cometer injusticias.
Esto lo percibiremos mejor si nos imaginamos las cosas del siguiente modo: demos
tanto al justo como al injusto el poder de hacer lo que cada uno de ellos quiere, y a
continuación sigámoslos para observar hasta donde lo lleva a cada uno el deseo.
Entonces sorprenderemos al justo tomando el mismo camino que el injusto,
siguiendo sus propios intereses, lo que toda criatura persigue por naturaleza como
un bien, pero que la fuerza de la ley obliga a seguir el camino del respeto por la
igualdad.
El poder del que hablo sería efectivo al máximo si aquellos hombres adquirieran
una fuerza tal como la que se dice que cierta vez tuvo Giges, el antepasado del
lidio. Giges era un pastor que servía al entonces rey de Lidia. Un día sobrevino una
gran tormenta y un terremoto que rasgó la tierra y produjo un abismo en el lugar
en que Giges llevaba el ganado a pastorear. Asombrado al ver esto, descendió́ al
abismo y halló, entre otras maravillas que narran los mitos, un caballo de bronce,
hueco y con ventanillas, a través de las cuales divisó adentro un cadáver de tamaño
más grande que el de un hombre, según parecía, y que no tenía nada excepto un
anillo de oro en la mano. Giges le quitó el anillo y salió́ del abismo. Ahora bien, los
pastores hacían su reunión habitual para dar al rey el informe mensual concerniente
a la hacienda, cuando llegó Giges llevando el anillo. Tras sentarse entre los demás,
casualmente volvió́ el engaste del anillo hacia el interior de su mano. Al suceder
esto se tornó invisible para los que estaban sentados allí, quienes se pusieron a
hablar de él como si se hubiera ido. Giges se asombró, y luego, examinando el
anillo, dio vuelta al engaste hacia afuera y tornó a hacerse visible. Al advertirlo,
experimentó con el anillo para ver si tenía tal propiedad, y comprobó́ que así era:
cuando giraba el engaste hacia adentro, su dueño se hacia invisible, y cuando lo
giraba hacia afuera, se hacia visible. En cuanto se hubo cerciorado de ello, maquinó
el modo de formar parte de los que fueron a la residencia del rey como informantes
y, una vez allí, sedujo a la reina y con ayuda de ella mató al rey y se apoderó del
reino.
3. ¿Cual de las siguientes afirmaciones contradice las ideas que presenta el autor?
B. El que alguien sea justo resulta de una imposición, pues toda persona sin las
restricciones y exigencias de la ley buscará satisfacer sus deseos.
C. La justicia es una ilusión, ya que lo natural es que una persona busque cumplir
sus deseos y alcanzar sus intereses, sin reparar en la igualdad que exige la ley.
D.La justicia es un ideal inalcanzable, ya que toda persona, por más justa que
aparente ser, tiene intereses propios que pueden llevarla a cometer injusticias.
7.Dada la estructura del texto anterior, ¿qué propósito general tiene el autor al
introducir el relato sobre el anillo de Giges, y cómo lo alcanza?
Para las élites, era una manera excelente de consolidar la riqueza, fusionar recursos
y forjar uniones políticas. Desde la Edad Media, la dote de boda de la mujer
constituía el mayor ingreso de dinero, bienes o tierras que un hombre iba a recibir
en toda su vida. Para los más pobres, también suponía una transacción económica
que debía ser beneficiosa para la familia. Así́, se solía casar al hijo con la hija de
quien tenía un campo colindante. El matrimonio se convirtió́ en la estructura que
garantizaba la supervivencia de la familia extendida, que incluye abuelos,
hermanos, sobrinos... Al contrario de lo que solemos creer, la imagen del marido
trabajando fuera de la casa y la mujer haciéndose cargo de la misma es un
producto reciente, de los años 50. Hasta entonces, la familia no se sostenía con un
único proveedor, sino que todos sus integrantes contribuían al único negocio de la
que esta dependía.
Aún hoy, muchas sociedades desaprueban la idea de que el amor sea el centro del
matrimonio. Es el caso de los fulbes africanos, del norte de Camerún. “Muchas de
sus mujeres niegan vehementemente cualquier apego hacia el marido”, asegura
Helen A. Regis, del Departamento de Geografía y Antropología de la Universidad
Estatal de Luisiana. Otras, en cambio, aprueban el amor entre esposos, pero nunca
antes de que el matrimonio haya cumplido su objetivo primordial.
Adaptado de: Sabadell, Miguel Ángel (2013). “Líos de familias”. En: Muy
Interesante, No. 384, pp. 72-76.
10.La palabra “dote” del segundo párrafo puede remplazarse, sin que la
frase pierda su significado, por
b. Entre los fulbes africanos es común que las mujeres nieguen amar a
sus maridos.
c. En los siglos XVIII y XIX cambió la idea sobre cuál es la base que
sostiene la familia.
d. En la sociedad china solo hasta la década de 1920 se acuñó un término
para designar el cariño entre esposos.
15.De acuerdo con el texto, ¿qué se puede concluir acerca del matrimonio?
a. a pie.
b. en moto.
c. en bicicleta.