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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Bicentenaria de Aragua


Vicerrectorado Académico
Facultad de Salud y Desarrollo Humano
Escuela de Psicología
San Joaquín, Turmero Edo. Aragua

TEORIA DE TRATAMIENTOS I
TERAPIAS PSICODINÁMICAS Y TERAPIAS SISTÉMICAS

Presentado por: Paola Andreina Rodríguez Acevedo

Abril, 2020
INTRODUCCIÓN

La terapia es siempre recomendada y a pesar de que en otros tiempos solía


creerse que sólo las personas con serios problemas psicológicos, hoy en día, muchas
personas sin problemas graves buscan recurrir a una terapia que les ayude a entender
mejor el porqué de sus comportamientos y a mejorar aquellas cosas que sienten no del
todo satisfactorias. Existen una serie de factores comunes bien reconocidos en todos los
tratamientos psicológicos relacionados con la relación terapéutica (tales como la
aceptación incondicional, la expectativa de cambio, etc.) de importancia potencial para
el resultado del tratamiento, así como una serie de ingredientes activos cuya
especificación no resulta sencilla. Además, las psicoterapias evolucionan
constantemente, y se desarrollan nuevas técnicas dentro de un mismo enfoque o
mediante aproximaciones entre orientaciones diferentes.
Este hecho puede suponer una fuente de innovación y flexibilidad en la práctica
clínica rutinaria en interés de cada paciente, pero en un ensayo clínico se hacen
imprescindibles los manuales de tratamiento que clarifiquen exactamente qué se ha
hecho en él.
Se hace necesario controlar las variables dependientes del terapeuta,
especialmente su entrenamiento psicoterapéutico y experiencia clínica, así como su
adherencia al manual de tratamiento mediante evaluaciones independientes.
Resulta imposible cegar el tratamiento para quien lo administra (psicoterapeuta)
y es relativamente problemático enmascarar la condición de tratamiento activo para el
evaluador externo independiente.
Un mismo tratamiento psicológico puede ser proporcionado en diferentes
formatos (por ejemplo, individual o grupal) y emplear una duración también variable, lo
cual probablemente habría que evaluar separadamente ya que podría afectar al resultado
y a la eficiencia.

TERAPIA PSICODINÁMICA
La Terapia Psicodinámica u orientación psicodinámica como también se le conoce, es
un enfoque terapéutico que abarca el trabajo de todas las terapias analíticas. Sus raíces
se encuentran predominantemente en el enfoque del psicoanálisis de Freud, pero Carl
Jung, Alfred Adler, Otto Rank y Melanie Klein están ampliamente reconocidos por
desarrollar aún más el concepto y la aplicación de la psicodinámica.
Al igual que el Psicoanálisis y la Terapia Psicoanalítica, el objetivo de la terapia
es llevar la mente inconsciente a la conciencia, ayudar a los individuos a entender sus
verdaderos sentimientos, profundamente arraigados con el fin de resolverlos. Se
considera que nuestro inconsciente se aferra a sentimientos y recuerdos dolorosos, que
son demasiado difíciles para que la mente consciente los pueda procesar. Con el fin de
asegurar que estos recuerdos y experiencias no salgan a la superficie, mucha gente va a
desarrollar defensas, tales como la negación y proyecciones. De acuerdo con la Terapia
Psicodinámica, estas defensas se suelen hacer más daño que beneficio.
Mientras que comparte los mismos principios fundamentales del psicoanálisis, la
Terapia Psicodinámica es mucho menos intensiva, centrándose principalmente en los
problemas inmediatos y tratando de encontrar una solución más rápida.

¿CÓMO FUNCIONA LA TERAPIA PSICODINÁMICA?

El enfoque psicodinámico se guía por el principio fundamental de que la mente


inconsciente alberga sentimientos y recuerdos de raíces profundas que pueden afectar a
nuestro comportamiento. Los terapeutas psicodinámicos funcionan de acuerdo con esto,
en distintas formas específicas de contexto, que varían sus técnicas y estilo de terapia
para el individuo. Mantienen una relación de igualdad con su cliente, adoptando la
actitud de aceptación incondicional y con el objetivo de desarrollar una relación de
confianza. Esto anima al cliente a abrir y explorar cuestiones sin resolver y los
conflictos ocultos en su inconsciente que están afectando a su estado de ánimo y el
comportamiento.
Con el fin de ayudar al cliente a entender lo que sus alteraciones son
inconscientes y cómo funciona su mente, los terapeutas psicodinámicos harán uso de
técnicas similares utilizadas en el psicoanálisis y la terapia psicoanalítica.
Asociación libre: Esta técnica consiste en que el cliente hablar libremente con el
terapeuta – decir las primeras cosas que vienen a la mente. No hay ningún intento de dar
forma a las ideas antes de que se digan, ni los clientes dicen las cosas de una estructura
de la historia lineal. La espontaneidad permite verdaderos pensamientos y sentimientos
que surgen sin ninguna preocupación por dolorosa, ilógica o tonta que pueda sonar al
terapeuta.

Transferencia terapéutica: Este como un cambio de dirección de los sentimientos de


una persona especialmente los que inconscientemente retenido desde la infancia sobre el
terapeuta. Los clientes se sienten a menudo una atracción amorosa hacia su terapeuta,
pero esta transferencia puede manifestarse de muchas otras formas, tales como el odio,
la desconfianza, la dependencia extrema y la rabia. A través del reconocimiento y la
exploración de esta relación, el cliente puede comenzar a entender sus sentimientos y
resolver cualquier conflicto con las cifras de su infancia.

Interpretación: El terapeuta es probable que se mantenga relativamente


tranquilo durante todo el tratamiento, pero de vez en cuando intercalará pensamientos o
interpretaciones de los temas que el cliente elige para discutir. La aplicación de estas
interpretaciones dependerá de la conciencia de los terapeutas del estado y la capacidad
mental del cliente para integrar materiales que no son conscientes.
En última instancia, corresponde al terapeuta para ayudar a los clientes a aprender
nuevos patrones de comportamiento y formas de pensar que promuevan el desarrollo
personal y el crecimiento; ayudarles a superar las limitaciones causadas por
sentimientos inconscientes. En general, este proceso tiende a ser rápido y centrado en
soluciones, y las sesiones se llevarán a cabo una vez por semana, con una duración de
unos 50 minutos. La terapia psicodinámica busca resolver los problemas más
inmediatos.

¿QUIÉN PUEDE BENEFICIARSE DE LA TERAPIA PSICODINÁMICA?

El enfoque psicodinámico está diseñado para ayudar a las personas con una amplia
gama de problemas, pero tiende a ser más eficaz en el tratamiento de temas más
específicos, como los trastornos de ansiedad (por ejemplo, fobias y trastornos obsesivos
compulsivos).
También es apropiada para quienes están realmente interesados en la exploración de sí
mismos, y buscar el auto-conocimiento, además de alivio de los síntomas. Tendrán la
capacidad de auto-reflexión y una curiosidad natural de su interior y por qué se
comportan como lo hacen. Por ejemplo, alguien que mantiene la elección de parejas
abusivas puede querer aprender cómo romper ese patrón mediante la exploración de sus
conflictos inconscientes a través de la asociación libre.

PSICOTERAPIA SISTÉMICA

La terapia sistémica es una forma de psicoterapia que pone el acento en los recursos y
las competencias de la persona, lo cual permite el desarrollo y la movilización de
potencialidades y de puntos fuertes, a fin de que puedan recobrar su creatividad y
encontrar sus propias soluciones. La terapia sistémica considera que los pacientes sufren
de su construcción de la realidad, la meta de la terapia es ayudarlos a construir otras vías
posibles más favorables al crecimiento y a la vida.
Según el enfoque sistémico, usualmente encontramos una respuesta adecuada a las
dificultades de la vida, pero no siempre. Llamamos problema a una dificultad que
retorna sin cesar, ya sea porque no le hemos dado una solución, o bien porque las
soluciones que se han intentado alimentan (sin que nos demos cuenta) la dificultad en
lugar de resolverla; lo cual quiere decir que se trata soluciones ilusorias.
La terapia sistémica pone una gran atención a los aspectos emocionales y cognitivos de
estas dificultades, así como también a las reacciones con su entorno del paciente. El
enfoque sistémico considera que el entorno (conjunto de sistemas, relaciones y
situaciones) contribuye a mantener los problemas psicológicos, pero también a
resolverlos. El tratamiento busca hacer aparecer poco a poco cambios en primera
instancia mínimos, pero concretos, que permiten el inicio de un “círculo virtuoso” que
conforma la dirección hacia el cambio y las modificaciones emocionales profundas con
respecto al problema.

OBJETIVOS DE LA TERAPIA SISTÉMICA

La terapia sistémica breve busca aliviar el sufrimiento psicológico lo más rápidamente


posible conduciendo a los pacientes a experimentar nuevas maneras de ver y vivir las
cosas, que les permitan enfrentar el presente y el porvenir de manera más saludable. El
objetivo es interrumpir círculos viciosos de interacción (terapias enfocadas al problema
y la solución), para después iniciar o alimentar círculos virtuosos de interacción
inventiva (terapia enfocada en los recursos). Se busca propiciar un movimiento de la
conversación terapéutica de hablar de los problemas a hablar de las soluciones, para
después hablar de los recursos; este orden ayuda a interrumpir los círculos viciosos de
comportamiento que son mantenidos por soluciones inapropiadas. Como resultado, se
da lugar a la construcción de círculos virtuosos que proveen recursos que ayudan a una
vida más saludable tanto individual, familiar y relevante para la sociedad.

CARACTERÍSTICAS DE LA TERAPIA SISTÉMICA


El enfoque sistémico se distingue de los otros enfoques por su manera de comprender
las relaciones humanas. En efecto, la persona no es el único elemento analizado en el
proceso. El psicoterapeuta se da importancia también a diferentes sistemas de los que
forma parte (familiar, profesional, social, etc.). Al punto que toda dificultad psicológica
tiene que ver con una perturbación en las comunicaciones interpersonales. El pasado es
importante solo en la medida en que se conecta con el presente.
A diferencia de las psicoterapias tradicionales que enfocan sus esfuerzos en la
investigación de los orígenes de las dificultades psicológicas, el enfoque sistémico se
interesa en la manera en que los problemas se manifiestan en el presente, y utiliza el
contexto de la vida actual de los pacientes para resolverlos.
En terapia sistémica sí hay un encuentro con ese “yo presente con su pasado”, pero no
se trata de un largo trabajo de traer a la memoria los recuerdos, para “reencontrar”
eventos definitivamente pasados, sino de reconocer el pasado en la identidad actual de
la persona y de modificar las consecuencias negativas de experiencias pasadas que crean
las dificultades actuales (se trataría de cicatrizar heridas pasadas que no sabemos que
llevamos abiertas, que son inconscientes, es decir que creemos que ya hemos curado.
La patología no es un conflicto del individuo, sino de la interacción.
Una de las ideas fundamentales del enfoque sistémico es que las personas no son las que
“están” enfermas, sino que es el conjunto de relaciones y situaciones en las que está
inmerso el individuo lo que está enfermo, o es inadecuado. Evidentemente, son las
personas las que se sienten mal y presentan los síntomas llamados patológicos, pero no
porque estén enfermos sino porque han entrado en situaciones y relaciones que las
debilitan, las entristecen y las conducen a vivir en malestar. Esta prioridad que se le da a
la interacción, a las relaciones, es una característica esencial del enfoque sistémico: es
importante atender el conjunto de percepciones, decisiones y maneras de ver el mundo
que llevan a la persona a entrar en situaciones que no le convienen, pues lo debilitan, lo
“enferman”. El punto de partida es que toda conducta es comunicación, que es
imposible no comunicar.
El “cómo” es más importante que el “por qué”
Para obtener un cambio, es secundario buscar las causas pasadas de los problemas
constatados; es más útil comprender lo que, actualmente, en el presente, los mantiene.
La terapia sistémica guía su intervención con preguntas del tipo “¿cómo se mantienen
en el presente estos problemas que causan malestar? ¿qué estamos haciendo para
mantener viva o activada una situación que nos hace daño, que nos debilita y enferma.
La terapia sistémica está convencida de que los aspectos del pasado, a los que conduce
la pregunta “por qué”, y que pueden estar afectando realmente la vida de la persona,
están “presentes” de alguna manera, actualizados en lo que la persona hace, dice y
piensa en el presente, por lo que, si bien entrar en ciertos detalles del pasado es
necesario, es importante no perder el hilo conductor de esos eventos con el malestar
actual que manifiesta la persona con malestar psicológico.
Se trabaja con la forma de relacionarnos con el mundo, con el modo de vivir.
La terapia sistémica por tanto va a buscar trabajar no con el funcionamiento individual e
intrapsíquico sino con el contexto comunicacional en el que está inmersa la persona que
sufre, contexto que explica y determina los comportamientos. El objetivo de la terapia
sistémica es hacer ver y entender en qué sentido la persona está alimentando este
contexto o dinámica, y construir una forma de desactivarlo o dejar de alimentarlo.
Esto no significa que la meta de la terapia sistémica sea cambiar a las demás personas,
al mundo o lo que está afuera de la persona que presenta el malestar. Tiene que ver con
la percepción y las decisiones de la persona que sufre y busca ayuda, con que sea capaz
de no entrar en relación con y mantener vivas esas dinámicas que están allá afuera que
no le convienen, puesto que lo debilitan. El cambio tiene que ver con la capacidad de
discernir las situaciones/relaciones que nos son convenientes y nos fortalecen, y
prolongarlas lo más que podamos para así aumentar nuestra potencialidad y libertad.
El psicoterapeuta intenta facilitar un proceso en el cual los clientes son llevados a
revisar su propia historia, a hacer emerger nuevas significaciones y a crear nuevas
experiencias a fin de abrir nuevas perspectivas. Favorecerá la expresión de emociones,
anhelos, intenciones positivas y esfuerzos realizados.
La terapia puede considerarse una ocasión de experimentar nuevas maneras de ser, de
sentir, de interactuar con el fin de reducir el sufrimiento o resolver un problema
específico, de modo que pueda retomarse el proceso saludable de la vida.
DESARROLLO DE LAS SESIONES DE TERAPIA SISTÉMICA

La terapia sistémica considera la estructura básica de una sesión como un movimiento


en 3 etapas: quejas o dificultades iniciales, transición a un énfasis en las soluciones y
recursos personales, y la asignación de tareas para afianzar los logros obtenidos.
Las sesiones transcurren frente a frente, duran de 45 a 60 minutos en función de las
necesidades del trabajo por realizar. El trabajo en las sesiones se realiza de la siguiente
forma:
Por un lado, tiene lugar un diálogo, en el que el terapeuta realiza un cuestionamiento
sistemático y una exploración cuidadosa para comprender, lo más completa y
concretamente posible, aquello que genera problema al paciente, así como de qué
manera ocurre, cómo es padecido, etc. La comprensión precisa de las dificultades del
paciente es indispensable para poder después actuar en una dirección positiva para la
vida de la persona.
Posteriormente, el terapeuta propone directivas al paciente para realizar acciones en su
contexto de vida, ya que es en la vida concreta que los problemas o dificultades
aparecen. Se trata de acciones modestas, limitadas, ni peligrosas ni costosas ni
extraordinarias, pero que permiten al paciente y al terapeuta sopesar el trabajo
terapéutico y saber si la terapia va en una buena dirección para el paciente.
Conforme se van desarrollando las sesiones, se verifica que el proceso avance de una
manera positiva.

¿CUÁNDO SE TERMINA LA TERAPIA?

La terapia se termina cuando el paciente constata la desaparición estable de sus


problemas y recupera el equilibrio de una situación personal adecuada.
En ocasiones, es conveniente llevar un seguimiento del proceso, por lo que después de
dar de alta al paciente se abre la opción de espaciar las sesiones a cada mes, tres o
incluso seis meses, por el tiempo que se evalúe conveniente, para darle un seguimiento a
los avances conquistados en el proceso.
Las condiciones o enfermedades que trata:
 Desórdenes alimenticios: bulimia, anorexia, atracones, vómitos
 Angustia
 Crisis de pánico
 Fobias
 Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
 Trastornos de personalidad
 Psicosis (alucinaciones, miedos paranoicos, etc.)
 Depresiones
 Trastorno bipolar
 Dificultades relacionales (en pareja, con hijos, con familia, con el entorno social
o profesional)
 Trastorno borderline o límite de la personalidad
 Duelo
 Separación o divorcio
 Baja autoestima
 Estrés
 Problemas laborales
 Bullying y Mobing (acoso escolar y acoso laboral)
 Adicciones (drogas, juego)
 Manejo de ira

¿PARA QUIÉN ES RECOMENDABLE LA TERAPIA SISTÉMICA BREVE?

Para toda persona que presente problemas o dificultades psicológicas, sufrimientos que
bloquean el desarrollo armonioso de su vida y que impiden avanzar con confianza y
libertad.
Es ampliamente recomendada a las parejas y a las familias que desean hacer un trabajo
en común o quieren beneficiarse de una mediación.
Es recomendable para las personas que sufren de una situación debido a que alguien se
rehúsa a tratarse (adolescentes en dificultad, por ejemplo) o es resistente a la terapia o al
cambio. En estos casos, el terapeuta puede ayudar a la persona que solicita ayuda a la
persona en dificultad (se abren otros caminos para la intervención.
No es recomendable para personas que buscan un diagnóstico definido, ya que este
enfoque tiende a tratar las dificultades humanas sin necesariamente establecer una
etiqueta, sin necesidad de decirle al paciente cuál es la enfermedad de la que se trata,
sino que se concentra en abordar las situaciones caso por caso (alimentando círculos
virtuosos)
MODELO TERAPÉUTICO ESTRUCTURAL SALVADOR MINUCHIN
Antecedentes:
El modelo estructural de terapia familiar, fue desarrollado en la década de 1970-
1979 por Salvador Minuchin a partir de su práctica clínica al abordar los problemas de
salud mental en poblaciones marginadas de Estados Unidos, y personas que tenían
miembros con problemas psicosomáticos. Este concepto nació mientras Minuchin
trabajaba como psiquiatra en la correccional para niños de Wiltwyck, Nueva York,
debido a que los jóvenes atendidos en esta institución, una vez rehabilitados y dados de
alta, reincidían, debido a los problemas familiares, estos jóvenes usualmente pertenecían
a familias inmigrantes con limitaciones en el lenguaje. Al observar la necesidad de
intervenciones terapéuticas concretas y con acciones orientadas, en lugar de abstractas y
verbales, Minuchin junto con Braulio Montalvo modificaron la técnicas ya existentes
tomando una nueva alternativa a la que denominaron “más acción menos habla” y
emplearon técnicas de acción, técnicas de Rol-playing, técnicas basadas en acciones
para la casa o domicilio, así como otras completamente innovadoras, que tuvieron como
utilidad el diagnóstico y el tratamiento (Sánchez, 2000).

El principal giro que dio este modelo, se orientó a la inclusión del contexto y a la
responsabilidad compartida de los miembros de la familia y su relación con la aparición
del síntoma al mismo tiempo, se busca entender cómo es que el síntoma actúa como el
esfuerzo de algunos miembros para mantener la estabilidad familiar (Desatnik, 2004).
Está enfocada en las aportaciones de Salvador Minuchin, sin embargo las personas con
las que trabajo inicialmente fueron: Jay Haley, Jorge Colapinto, Braulio Montalvo,
Harry Aponte, Bernice Rosman y su esposa Pat Minuchin.

El objetivo de la terapia

El objetivo de las interacciones en el presente, es el sistema familiar, el terapeuta


se asocia a este sistema y utiliza a su persona para transformarlo, al cambiar las
posiciones de los miembros de la familia, cambian sus experiencias subjetivas.
Minuchin (1974) considera de gran importancia durante el proceso, lo que llamo
propiedades del sistema, en las cuales destacan: Primero, que una transformación de su
estructura permitirá al menos alguna posibilidad de cambio. En segundo lugar, el
sistema de la familiar está organizado sobre la base del apoyo, regulación, alimentación
y socialización de sus miembros, por lo que el papel del terapeuta es unirse a la familia
para reparar o modificar su funcionamiento para que desarrolle sus tareas con eficiencia.
En tercer lugar, el sistema de la familia tiene propiedades de autoperpetuación, por lo
tanto el proceso terapéutico será mantenido en ausencia del terapeuta por los
mecanismos de autorregulación de este. Preservando el cambio.

La familia en la terapia familiar

Minuchin postula que la familia no es una entidad estática, si no que esta un


continuo movimiento por lo que la evaluación debe centrarse en base a la interacción
familiar, es decir, tanto en las pautas transaccionales como en las construcciones de la
realidad que se conectan con las experiencias familiares (Desatnik, 2004), por lo que es
necesario tomar como guía una serie de hipótesis diagnósticas sobre la interacción
sistémica entre el contexto familiar total y las conductas sintomáticas de los miembros
individuales (Ochoa, 2004).

La familia constituye el factor sumamente significativo, es un grupo social natural, que


determina las respuestas de sus miembros a través de estímulos desde el interior, que se
refleja en la protección psico-social de sus miembros y desde el exterior donde se
permite la acomodación a una cultura y la transformación de esa cultura (Minuchin,
1974).

La familia como matriz de identidad destaca el sentido de pertenencia y el sentido de


identidad. En el primero, la pertenencia de acompaña con una acomodación por parte
del niño a los grupos familiares y con sustitución de pautas transaccionales en la
estructura familiar que mantienen a través de los diferentes acontecimientos de la vida.
El sentido de identidad, se centra en cada miembro influido por su sentido de
pertenencia a una familia específica. Sin embargo también en este proceso se encuentra
inherente el sentido de separación y de individuación los cuales se logran a través de la
participación en diferentes subsistemas familiares en diferentes contextos familiares, al
igual que a través de la participación en diferentes contextos familiares.

Sin embargo, este modelo no se limita exclusivamente a la familia, si no también se han


considerado el contexto institucional y el ámbito psicosocial en los que también se
encuentran interacciones (Desatnik, 2004).
El desarrollo de la familia normal, incluye fluctuaciones, periodos de crisis y su
resolución es un nivel más elevado de complejidad (Umbarguer, 1983).

La estructura familiar

La figura central de este modelo es la estructura, la cual ha sido definida por Minuchin
como “el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que
interactúan los miembros de la familia, es decir, que el sistema familiar se expresará a
través de pautas transaccionales cuyo funcionamiento se da con base en reglas acerca de
quiénes son los que actúan, con quién y de qué forma. Cuando se da una desviación
respecto al nivel de tolerancia del sistema, es decir, cuando se sobrepasan los índices de
equilibrio familiar, es cuando puede presentarse el síntoma. Es aquí cuando el terapeuta
necesita preguntarse: ¿Cuáles son las interacciones que se dan dentro de una estructura
especifica que llevaron a una desviación tal en la que el síntoma es “necesario” como un
mecanismo regulatorio para que se mantenga la estabilidad familiar?

Una familia es un sistema que opera a través de pautas transaccionales. Las pautas
repetidas establecen pautas acerca de qué manera, cuándo y con quién relacionarse, y
estas pautas son marcadas por la familia. Las operaciones repetidas constituyen una
pauta transaccional. Las pautas transaccionales regulan la conducta de los miembros de
la familia, son mantenidas por dos sistemas de coacción. El primero es genérico o
implica reglas universales que gobiernan la organización familiar. El segundo es
idiosincrático, e implica las experiencias mutuas de los diversos miembros de la familia,
los expectativas se encuentran sepultados por años de negociaciones explicitas e
implícitas entre los miembros de la familia, y están relacionados con los pequeños
acontecimientos diarios (Minuchin, 1974)

El diagnóstico y sus elementos

Los elementos que se deben considerar para hacer el diagnóstico de la estructura


familiar son: Los límites, los subsistemas, el ciclo evolutivo de la familia, las alianzas y
coaliciones familiares, problemas de distribución jerárquica del poder, el tipo de limites
intra y extra familiares; la flexibilidad al cambio, fuentes de apoyo y estrés, y la forma
en que el síntoma es aprovechado para mantener sus interacciones.
A diferencia de otros modelos, ésta perspectiva sistémica, incluyó el contexto y la
atribución de responsabilidad compartida entre los miembros de la familia, hay interés
por encontrar como todos los miembros del sistema participan en el mantenimiento del
síntoma.

“Hacer un enunciado diagnóstico estructural es decir algo acerca de la manera en que


las personas se sitúan frente a eventuales contactos entre ellas y con otros subsistemas.
No necesariamente hay que refrenarse de hacer conjeturas acerca de los sucesos que uno
no puede observar, como son deseos o sentimientos íntimos. Lo que sucede es que ese
enunciado vuelve ociosas estas conjeturas en el diseño de planes sobre lo que se habrá
de hacer” (Umbarguer, 1983 p 107.)

 Los límites

Dentro de la estructura familiar, un elemento importante a considerar es la observación


de los límites. Los límites de un subsistema están constituidos por las reglas que definen
quiénes participan, y de qué manera. La función de los límites reside en proteger la
diferencia del sistema. Todo el subsistema familiar posee funciones específicas y
plantea demandas específicas a sus miembros, y el desarrollo de las habilidades
interpersonales que se logra en ese subsistema, es afirmado en la libertad de los
subsistemas de la inferencia por parte de otros subsistemas.

Para que el funcionamiento familiar sea adecuado, los límites de los subsistemas deben
ser claros. Deben definirse con suficiente precisión como para permitir a los miembros
de los subsistemas el desarrollo de sus funciones sin interferencias indebidas, pero
también deben permitir el contacto entre los miembros del subsistema y los otros.

Minuchin (1974) enmarca que es posible considerar a todas las familias entre un
continuo cuyos polos son los dos extremos de límites difusos y limites rígidos. La forma
gráfica más representativa se muestra a continuación:
En función de los límites se puede encontrar dos tipos de familias: aglutinadas o
desligadas.

Los miembros de subsistemas o familias aglutinados pueden verse perjudicados en


el sentido de que el exaltado sentido de pertenencia requiere un importante abandono de
la autonomía, existe poca diferenciación entre sus miembros, dificultad para la
exploración y dominio independiente del problema, la conducta de un miembro
repercute intensamente sobre otros, La familia aglutinada responde a toda variación con
excesiva rigidez e intensidad.

En sistema en el extremo desligado, tolera una amplia gama da variaciones


individuales entre sus miembros, en este caso la familia tiende a no responder cuando es
necesario hacerlo, Existe un desproporcionado sentido de independencia, pocos
sentimientos de lealtad y de pertenencia, poca disposición para recibir ayuda, tiende a
no responder cuando es necesario y sólo un alto nivel de estrés individual puede
repercutir con suficiente intensidad para activar los sistemas de apoyo de la familia
(Desatnik, 2004).

 Los subsistemas

Se considera subsistema a la unión de miembros para desarrollar funciones, los cuales


están formados por generación, género, interés, función, etc., (Sánchez, 2000). Estrada
(1991) considera que la familia nuclear está conformada por los seres que viven bajo un
mismo techo y que tienen un peso emotivo significativo entre ellos, y de los cuales
existen tres subsistemas principales:
 El subsistema conyugal o marital (pareja)
 El subsistema paterno (padres-hijos).
 El subsistema fraterno (hermanos).

Sin embargo, no se ignora la existencia de otros miembros que pudiesen en un


momento determinado formar parte de alguno de estos sub-sistemas, como los abuelos,
hijos, tíos, nietos, parientes políticos, sirvientes, vecinos, e incluso algunos animales
domésticos capaces de responder intensamente a la relación humana con toda su
complejidad.
Umbarguer (1983) resumió que no existe sistema familiar abierto, adaptativo, que
no se diferencie en holones o subsistemas. Estos se constituyen por el desarrollo de
transacciones conductuales así como genéricas e individuales. La repetición de estas
transacciones asegura la durabilidad y viabilidad del subsistema.

 Las jerarquías.

Se refiere a las posiciones que ocupan los distintos miembros de la familia con relación
al ordenamiento jerárquico dentro del sistema, y marca la subordinación o supra-
ordinación de un miembro respecto a otro. Es decir, como define la función del poder y
sus estructuras de la familia, orilla a una diferenciación de los roles de padres e hijos y
sirve como fronteras entre generaciones (Desatnik, 2004).

 Las alianzas

Designa una afinidad positiva entre dos unidades de un sistema, es decir, que hace
referencia a la percepción o experiencia de dos o más personas unidas en una empresa,
interés, actitud, o conjunto de calores en común (Desatnik, 2006).

 Las coaliciones

Se habla de coaliciones cuando una alianza se sitúa en oposición a otra parte del
sistema; generalmente es oculta e involucra a personas de distintas generaciones aliadas
contra un tercero. Lo oposición contra un tercero puede expresarse por medio del
conflicto, de le exclusión, entre otras formas.

 Los triángulos

El triángulo, tiene como función dentro del un sistema, equilibrar la relación de varios
miembros que pueden tener relaciones conflictivas, es decir, una unidad de dos se
estabiliza y confiere sentido a su actividad como referencia a un tercero (Desatnik,
2004).

La definición del diagnóstico, supone que el terapeuta no recurre a la tradicional


neutralidad, sino que despliega una buena cuota de actividad (Umbarguer, 1983).
Axiomas del Modelo estructural

Para Minuchin (2007) las intervenciones de esta terapia deben estar basadas en los
siguientes axiomas principalmente:

1. La presentación de la queja:

En este paso se cambia el principal problema que la familia ha localizado como interno
al paciente identificado. Esta es la intervención más común de cada terapeuta familiar.
Es una técnica usual que incluye focalizar las aéreas de competencia del paciente
identificado dándole un significado diferente al problema y explorar las formas en que
el síntoma se presenta poniendo atención a los detalles.

2. Las interacciones que mantienen el problema o síntoma.

En este paso de explora qué es lo que hacen los miembros de la familia para perpetuar el
problema. La clave es ayudar al cliente a ver sus interacciones que pueden estar
manteniendo el problema sin provocar resistencia.

3. Los caminos para llegar al cambio.

Este paso permite una evaluación. Después de observar qué es lo que ocurre con la
familia y cómo ellos llegaron hasta ahí, los miembros de la familia y el terapeuta deben
hablar acerca de los cambios que necesitan hacer y cuáles son factibles o no.

4. La exploración del pasado.

Este paso, el cual es recientemente propuesto, enmarca la importancia de la exploración


del pasado de los miembros adultos de la familia, con la finalidad de entender como
ellos están trayendo estas experiencias pasadas al presente y la forma en cómo ven a los
otros desde esta perspectiva.

El papel del terapeuta


Otro punto importante, es que se retoma el papel del terapeuta en el sistema terapéutico
como motivador del cambio, para convertir al sistema familiar en un sistema “familia-
terapeuta” (Sánchez, 2000), es decir, en la unión con la familia a través de estrategias de
coparticipación, o bien a través de movimientos de reestructuración y encuadre y,
desafiando la visión que tiene la familia de su situación (Desatnik, 2004).

Se recalcan dos aspectos importantes dentro del papel del terapeuta, los cuales nos
hablan de la unión y el acomodamiento, en el que el terapeuta puede moverse dentro y
fuera del sistema según la posición y las características de la familia, manteniendo
siempre la posición de liderazgo.

Umbarguer (1983) enuncio las principales metas que un terapeuta espera


alcanzar en la fase inicial de su trato con la familia:

1.- Elaborar un diagnóstico estructural, que incluye observaciones sobre alianzas y


divisiones entre miembros de la familia; las coaliciones que hubiere; problemas de
jerarquías; problemas y propiedades de los limites, y las secuencias criticas de
interacción que son constitutivas de esas estructuras.

2.- La redefinición del problema-queja, de manera que la unidad familiar global, y el


individuo portador del síntoma, puedan ser interesados con inteligencia en el cambio
terapéutico.

3.- Una evaluación de la disposición al cambio de la familia. Esto integra en la


redefinición del problema por el terapeuta y en la fijación que hace de las metas del
tratamiento.

4.- Determinar las metas del tratamiento, lo que se hace en cooperación con la familia,
de manera que exista acuerdo colectivo cobre los resultados que se desean.

5.- la selección de las unidades de tratamiento y una planificación preliminar de las


etapas del tratamiento por que no todo sucederá enseguida y no hace falta que todos los
miembros de la familia intervengan en cada paso del itinerario
EL CAMBIO

Existe un sentido optimista respecto a las posibilidades de cambio, se afirma que


si se modifica la estructura de la familia, se posibilita el cambio, ya que se favorecen
distintas experiencias subjetivas de sus miembros y de la relación con ellos.

El terapeuta se asocia con la familia con el objetivo de cambiar la organización


de la familia de tal modo que la experiencia de sus miembros de modifique. La familia
al modificarse, ofrece a sus miembros nuevas circunstancias y nuevas perspectivas
frente a sus circunstancias. La nueva organización permite un continuo esfuerzo de la
nueva experiencia, lo que proporciona una validación del nuevo sentido de sí.

La teoría del cambio: El cambio se produce cuando la familia se “reequilibra”


sobre una nueva estructura adecuada a la etapa del ciclo evolutivo que le corresponde.
El objetivo terapéutico es cambiar la organización familias, los límites entre subsistemas
y jerarquías, introduciendo novedad y diversidad en las estrategias de la vida de la
familia que sustituyan a las pautas de rigidez y rutina crónicas que caracterizan un
sistema patológico (Ochoa, 2004).

ANÁLISIS DE CASO

El Modelo Estructural de Terapia Familiar Sistémica es una opción de análisis e


intervención terapéutica con base en el cual se considera a la familia como sistema
abierto, con patrones de interacción (estructura familiar) que determinan las relaciones
funcionales entre sus miembros. Desde esta perspectiva el origen de los problemas
psicológicos se encuentra en el ámbito familiar y su análisis y tratamiento se realizan a
nivel familiar, no individual. El presente trabajo tiene como objetivo describir la
intervención terapéutica en una familia con problemas. Se trabajó con base en el
Modelo Estructural sistémico. Se alcanzaron los objetivos planteados lográndose
modificar la estructura familiar de manera que desaparecieran los síntomas del sistema.

Desde un enfoque sistémico la familia es de vital importancia puesto que la


forma como están organizados sus miembros, el papel que juega cada uno de ellos, la
forma en la que se comunican, van a determinar el tipo de relaciones que se establece en
dicho sistema familiar, lo que a su vez posibilitará o no la presencia y/o mantenimiento
de problemas psicológicos.

A continuación se presenta un caso clínico que fue analizado con base en el


Modelo Estructural de terapia familiar sistémica, para posteriormente diseñar la
intervención terapéutica, con el fin de eliminar los síntomas que presentaba uno de los
miembros del sistema: la paciente identificada.

CASO CLÍNICO:

El caso que a continuación se plantea expone los problemas suscitados en una


familia a raíz de los conflictos en los subsistemas conyugal y parental.

La familia que asistió a consulta estaba conformada por Ramón, de 45 años de


edad, médico general que laboraba en el Seguro Social; Mónica, de 40 años, quien
trabajaba solamente como ama de casa a pesar de contar con una licenciatura en
Contaduría; esta pareja tenía 19 años de casada. Tenían una hija, Silvia, de 16 años de
edad quien cursaba el bachillerato; y Mauricio, de 13 años que estudiaba el nivel
secundario. Además, se encontraban los padres de Ramón: el señor Julio, de 70 años,
jubilado como empleado del Seguro Social, y la señora Elena, de 68 años, quien se
dedicaba al hogar.

Descripción del caso:

Después de cinco años de noviazgo, Mónica y Ramón decidieron casarse debido


a que ella estaba embarazada y renunció a su empleo en el que se desempeñaba como
contadora en una microempresa de ropa. Su esposo ya ejercía su profesión. Se
quedaron a vivir en la casa de los padres del señor Ramón debido a que no contaban con
suficiente solvencia económica como para independizarse. Los planes del suegro de
Mónica y de su esposo fueron que ésta dejara de trabajar para que se dedicara a la
crianza del bebé y que posteriormente, cuando ya tuviese tres o cuatro años de edad,
pudiese volver a ingresar al campo laboral; no obstante, Mónica volvió a embarazarse y
los planes cambiaron, siendo entonces que se dedicó a ser sólo ama de casa, razón
por la cual expresaba frustración ya que consideraba que el esfuerzo para obtener un
título profesional había sido en vano. Actualmente, seguían viviendo en la casa de los
padres de Ramón.

En cuanto a los problemas conyugales, Mónica reportó que desde hacía un año
padecía cambios de estado de ánimo. Algunos días se sentía triste, lloraba, se la pasaba
acostada la mayor parte del día, casi no comía y pensaba que era una mediocre ama de
casa. En otras ocasiones manifestaba malhumor y se peleaba con su esposo por
cualquier cosa, principalmente porque casi no convivía con ella; el inicio de estos
cambios emocionales había coincidido con el hecho de que una hermana de Mónica
había comenzado a trabajar a pesar de estar casada y tener hijos. Ramón por su parte, se
quejaba de que su esposa no deseaba tener relaciones sexuales (hacía un año que no las
tenían) y eso a él le afectaba mucho, además de que no soportaba ya sus cambios de
carácter, a tal grado que pensaba en el divorcio.

En cuanto a los hijos de esta pareja, ambos adolescentes asistían a la escuela en


el turno matutino y en las tardes se dedicaban a realizar sus tareas y principalmente a
salir con sus amistades. La relación con la madre era difícil pues los jóvenes se quejaban
también de los cambios anímicos de la madre; se quejaban de que ésta les marcaba
algunas reglas y que cuando estaba deprimida era muy flexible, sin importarle si ellos
las obedecían o no, mientras que cuando estaba iracunda, establecía otras reglas y se
hacía demasiado exigente. Ella manifestaba no poder controlarlos pues se habían hecho
muy rebeldes y ya no la respetaban como madre y hacían lo que querían, de hecho
empezaban a obtener bajas calificaciones en la escuela por no estudiar lo suficiente y
por no cumplir con sus tareas escolares. Cuando Mónica los acusaba con su esposo, éste
no los corregía, de hecho era muy flexible y les permitía que hicieran lo que quisieran,
sin apoyar a su esposa, a quien le reprochaba no saber educar a sus hijos, siendo su
responsabilidad no la de él. Los adolescentes no soportaban los regaños, insultos y
golpes del abuelo.

El señor Julio, por ser jubilado, se la pasaba gran parte del día en su casa
criticando a su nuera por no saber educar a sus hijos a quienes en algunas ocasiones,
había abofeteado por desobedientes.

La señora Elena se dedicaba a realizar algunas labores domésticas pero


principalmente a preparar los alimentos para toda la familia, debido a que consideraba a
su nuera sin habilidades culinarias. También esta mujer criticaba a Mónica por ser mala
madre y por no ser responsable con sus deberes domésticos, pretextando sentirse mal.
Los conflictos entre estas mujeres se presentaban diario.

Durante años esta familia había seguido una rutina. Ramón salía a trabajar a las
siete de la mañana y regresaba a las tres de la tarde para comer y posteriormente se iba a
un consultorio que rentaba en una clínica particular, donde permanecía hasta las nueve
de la noche atendiendo pacientes. Cuando llegaba a casa cenaba y se acostaba. Esto
ocurría de lunes a viernes y el sábado sólo trabajaba en el consultorio particular medio
día. Mónica se levantaba temprano para darle el desayuno a su esposo y comenzaba a
realizar labores domésticas; cuando salía era para ir a establecimientos que ofrecen
servicios domésticos (supermercado, tintorería, panadería, tienda, etcétera). Los
domingos los dedicaban a recibir a familiares del señor Ramón, a quienes atendían la
señora Elena y Mónica. A esta última rara vez la visitaban sus padres y hermanos
debido a que ambas familias no se toleraban, las pocas veces que se veían preferían no
permanecer en la casa y se la llevaban a algún centro comercial de compras y a comer.
No tenía amistades y sus hijos por el contrario, cada día permanecían menos tiempo en
casa.

El señor Julio y la señora Elena se entrometían demasiado en la educación de los


nietos y en la vida conyugal de su hijo, instigándolo para que se divorciara. De hecho
este señor era quien mandaba a todos los demás miembros de la familia.

ANALISIS ESTRUCTURAL

 Límites difusos en el subsistema parental en relación al señor Julio, la señora


Elena y Ramón, debido a que había una interferencia de este, en lo que se refiere
a la vida familiar del hijo, de la nuera y de los nietos.
 Jerarquía reconocida en el padre-abuelo, restando poder a Ramón en relación a
su sistema familiar. Ausencia de jerarquía en Ramón y Mónica en cuanto a la
interacción con sus hijos.
 Límites difusos en el subsistema parental de Mónica-Ramón y sus hijos, debido
a que las reglas no eran claras y cambiaban según el estado de ánimo de la
madre; el padre establecía unas reglas y la madre otras, habiendo ausencia de
alianza parental.
 Mónica era central debido a características negativas: depresión, mal carácter,
irresponsable en sus obligaciones domésticas y de educación de los hijos, por
conflictiva.
 Conflicto entre Ramón y Mónica por problemas conyugales por su estado
anímico y por negarse a tener relaciones sexuales con su esposo.
 Conflicto entre los suegros y Mónica por intromisión de ambos en el sistema
familiar de ésta.
 Conflicto entre los adolescentes y Mónica por mala conducta de aquéllos.
 Alianza entre Ramón y sus hijos, permitiéndoles hacer lo que quisieran.
 Límites rígidos al exterior en lo que respecta a Mónica por la poca socialización
y por contacto escaso con su familia de origen.

Primera sesión.
Objetivo:

 Obtener información sobre el motivo de consulta.

Se citaron únicamente a Ramón y a Mónica debido a que ella había solicitado el


servicio de psicología argumentando problemas de pareja.

Se les describió la forma de trabajo, se habló del horario semanal de las consultas y del
costo de las mismas, de la necesidad de su participación activa durante todo el
tratamiento, y del enfoque con base en el cual se trabajaría.

La pareja expresó sus conflictos conyugales y además, reportaron tener dificultades con
sus hijos adolescentes quienes presentaban mala conducta.
Considerando esta información, se citaron a todos los miembros de la familia para la
siguiente sesión. Esta consulta tuvo una duración de hora y media.

Segunda sesión.
Objetivo:

 Obtener información con respecto a los patrones de interacción entre todos los
miembros del sistema, con el fin de establecer la estructura familiar.
A esta sesión asistieron todos los miembros de la familia. Después de la
presentación y la descripción de la forma de trabajo, se les explicó el enfoque sistémico
con base en el cual se trabajaría, así como la necesidad de conocer la forma en la que
interactuaban todos para poder establecer la estructura familiar a modificar; se les
señaló que esa información era básica para diseñar las metas terapéuticas y las
estrategias de cambio.

Se usó una Guía para Identificar la Estructura Familiar (Montalvo y Soria, 1997)
la cual consta de 57 preguntas que sirven como pauta para que el (la) terapeuta formule
más preguntas al respecto, las necesarias para que se pueda obtener la información que
permita establecer el tipo de interacción que se esté evaluando: jerarquía, centralidad,
periferia, límites al interior y al exterior del sistema, hijos parentales, alianzas,
coaliciones y triangulaciones. Esta guía no es un cuestionario, sino un conjunto de
preguntas que sirven como eje con base en el cual dirigir la entrevista para obtener la
información pertinente. La sesión tuvo una duración de hora y media.

Tercera sesión.
Objetivos:

 Que los miembros de la familia dejaran de considerar al paciente identificado


como el culpable de los conflictos y que lo vieran como el portador de los
síntomas de una familia con una estructura disfuncional.
 Que los miembros de la familia conocieran los patrones de interacción
disfuncionales entre ellos y la estructura funcional que debían establecer para
eliminar los síntomas.

A esta sesión asistieron todos los miembros del sistema familiar. Se comenzó
explicando la presencia de los subsistemas individual, conyugal, parental y fraterno, los
miembros que los conforman y las funciones de cada uno. Se definió la estructura
familiar y cada uno de los patrones de interacción que la conforman: límites al interior y
al exterior del sistema (claros, difusos y rígidos), jerarquía, centralidad, periferia, hijos
parentales, alianzas, coaliciones y triangulaciones. Se les describieron los patrones
considerados disfuncionales.
Asimismo, se explicó a la familia cómo debía ser la estructura funcional, haciendo
hincapié en que Mónica era el miembro que portaba los síntomas y que éstos indicaban
que las interacciones entre ellos eran disfuncionales. Todos eran responsables (no
culpables) de la manifestación de los problemas y por lo tanto, todos eran también
responsables de llevar a cabo los cambios requeridos.

CAMBIOS ESTRUCTURALES REQUERIDOS

 Límites claros en el subsistema parental del señor Julio, la señora Elena y


Ramón, no habiendo intromisión de los dos primeros en la vida familiar de su
hijo, nuera y nietos, estableciendo sus reglas como pareja.
 El señor Julio podía seguir siendo jerarca pero ejerciendo poder solamente en su
subsistema (él y su esposa).
 Límites claros en el subsistema parental de Ramón, Mónica y sus hijos,
habiendo reglas claras, establecidas de común acuerdo por los padres,
negociándolas para los cambios según las necesidades de ese sistema.
 Era importante establecer una alianza parental, apoyándose los padres
mutuamente para hacer obedecer las reglas a sus hijos.
 Límites claros en el subsistema conyugal estableciendo reglas entre sus
miembros solamente como pareja, sin mezclar su papel de padres. Unión
conyugal.
 Jerarquía parental, de manera que tanto Mónica como Ramón compartieran el
poder, reconocido por sus hijos.
 Límites claros al exterior en relación a Mónica, con más contactos sociales y
familiares.

Cuarta, quinta, sexta y séptima sesiones.


Objetivos:

 Que los miembros del subsistema conyugal establecieran nuevas reglas de


interacción, con características funcionales y generaran estrategias de cambio.
 Que los miembros del subsistema parental establecieran nuevas reglas de
interacción familiar, para establecer una estructura funcional y generaran
estrategias de cambio.
A estas sesiones se pidió que acudieran Ramón, Mónica y sus hijos. No se solicitó la
presencia del señor Julio ni de la señora Elena, con el fin de que se comenzaran a
establecer fronteras entre el sistema familiar de los padres-abuelos y del hijo Ramón.

Cada sesión se dividió de manera que los primeros 45 minutos se trabajó


solamente con la pareja y los otros 45 minutos con los cuatro miembros de la familia.
Esto con el objetivo de marcar fronteras entre el subsistema conyugal y el parental. Los
problemas entre esposos tendrían que tratarse y resolverse únicamente en ese
subsistema, sin presencia ni intromisión de los hijos.

Trabajo con la pareja:

Se pidió a los miembros de la pareja que expresaran los cambios que deseaban
en su relación para con base en ello, negociar nuevas reglas, que fuesen claras.

Se pudo notar que las expectativas de Ramón se centraban en volver a tener


relaciones sexuales con su esposa y que no presentara los estados de ánimo que estaban
causando conflictos. Por su parte Mónica manifestó su deseo por no tener cambios de
ánimo tan “bruscos” y que su esposo pasara más tiempo con ella. Aceptó que de lunes a
viernes Ramón tenía que trabajar muchas horas por el bien económico de la familia,
pero que los sábados en la tarde y/o los domingos, quería pasarlos junto a su marido.
Ambos reconocieron que su desempeño y satisfacción sexuales habían sido muy
buenos a lo largo de su matrimonio, excepto el año conflictivo. Ella además, esperaba
que su cónyuge no permitiera que su suegro se entrometiera en su relación.

Se trabajó en el cambio y negociación de reglas y en las estrategias a seguir para


lograr establecerlas y seguirlas. Dichas estrategias tuvieron que ver con el hecho de que
Ramón dedicaría los sábados por la tarde a Mónica, como pareja, para salir juntos;
hablaría con sus padres para que no se entrometieran en su relación, “vendiéndoles” la
idea de que era necesario que ya aprendieran él y Mónica a hacerse responsables de su
relación conyugal y que por ello deseaban enfrentarse solos a sus problemas.
Trabajo con la familia:

Se pidió a los hijos que expresaran con qué reglas no estaban de acuerdo y por
qué. Se les dijo que sugirieran cambios y que los negociaran con sus padres, de manera
que quedara claro lo que se valía y lo que no se valía en la relación entre padres padres e
hijos, y en cuanto a los derechos y obligaciones de cada uno, asimismo las
consecuencias por obedecer o desobedecer las reglas acordadas. Se pudo notar que las
quejas de los hijos se centraban en las reglas cambiantes de la madre yendo de la
flexibilidad a la rigidez exagerada, reglas que tenían que ver con permisos para salir,
para convivir con amistades, para ir a reuniones, a paseos, con más libertad para usar
determinadas prendas de vestir y arreglarse el pelo. Se señalaron al padre los riesgos de
continuar aliándose con sus hijos para ser muy permisivo. Se hizo hincapié en la
importancia de la alianza parental para que con ello adquiriera poder Mónica. Ambos
podrían hacer obedecer las reglas, en conjunto y por separado. Debían aplicar las
consecuencias positivas y negativas, cada padre de la misma manera que el otro y
apoyarse mutuamente siempre.

Una vez más se pidió ahora a Ramón y a Mónica, que hablaran con sus suegros para que
no se entrometieran en su desempeño como padres, “vendiéndoles” la idea de que era
necesario que aprendieran él y su esposa a hacerse responsables de la educación de sus
hijos, que los ayudaran en ese proceso dejándolos que se enfrentaran solos a sus
problemas.
Cabe hacer notar que hubo un detalle muy importante en cuanto a Mónica, pues ella
había expresado sentirse frustrada por el hecho de no ejercer su profesión. Al establecer
la nueva regla en cuanto a que podía ir a visitar a sus familiares con frecuencia, ella
platicó con uno de sus hermanos sobre ese malestar y éste le ofreció trabajo en su
negocio (restaurante) como contadora. En consulta se habló de ello y negoció con
Ramón la posibilidad de aceptar ese empleo, llegando a la conclusión que podía hacerlo
siempre y cuando laborara sólo en las mañanas. Este logro motivó mucho a Mónica y
también se acordó que contratarían una empleada doméstica para que le ayudara a
cumplir con las labores del hogar que le correspondían y así evitar conflictos con sus
suegros.
En cada sesión se analizaban los obstáculos a los que se habían enfrentado para aplicar
las estrategias y se les retroalimentaba por su participación, fomentándolos a seguir con
los cambios.
Octava sesión.
Objetivos:

 Que los miembros del subsistema conyugal se retroalimentaran uno al otro por
su desempeño a lo largo de las sesiones de trabajo y enlistaran los patrones de
interacción que deberían continuar presentando para mantener la funcionalidad
estructural y la ausencia de síntomas, con la finalidad de concluir el tratamiento.
 Que los miembros del subsistema parental se retroalimentaran uno al otro por su
desempeño a lo largo de las sesiones de trabajo y enlistaran los patrones de
interacción que deberían continuar presentando para mantener la funcionalidad
estructural y la ausencia de síntomas, con la finalidad de concluir el tratamiento.

Esta sesión fue la última y también se trabajó primero con la pareja y después con todos
los miembros de la familia.

En esta ocasión se pidió a cada cónyuge que retroalimentara al otro en cuanto a los
cambios logrados, reconociendo el interés y esfuerzo invertidos. De la misma forma se
intervino con todos los miembros de la familia para que se retroalimentaran en cuanto a
los objetivos alcanzados en el subsistema parental.

Una vez que mencionaron los patrones de interacción que deberían mantener, se les
indicaron aquellas formas de relación que podían establecer para volver a presentar una
estructura disfuncional, es decir, todas aquellas que debían evitar para no volver a
presentar síntomas. Se les recordó que todos tenían responsabilidad en el “malestar”
familiar, así como en su estado favorable.

RESULTADOS

A lo largo de las sesiones se logró que la familia modificara su estructura de tal


manera que los síntomas desaparecieran.
Mónica dejó de sentirse deprimida o iracunda y para ello jugó un papel muy
importante el reencuentro conyugal (incluyendo relaciones sexuales frecuentes), el
hecho de volver a ejercer su profesión y el establecimiento de una red social más
amplia.
Se logró una alianza parental entre Ramón y Mónica lo que a su vez ayudó a que
ésta comenzara a adquirir poder ante sus hijos.

Al principio fue difícil que los hijos obedecieran las reglas acordadas, pero al
reconocer el mayor poder en ambos padres, la unión entre éstos y la aplicación efectiva
de consecuencias, comenzaron a ceder y a obtener beneficios por acatar las reglas
(permisos, paseos, flexibilidad en relación a su forma de vestir, etcétera).

CONCLUSIONES

La psicoterapia es efectiva como proceso de tratamiento. Alrededor de un 80% de


los pacientes bajo algún tipo de tratamiento manifiestan cambios psicológicos
significativos. No solo acelera el proceso de mejora, sino que provoca cambios en las
estrategias de afrontamiento frente a los problemas. Las psicoterapias funcionan en una
variedad de formatos y de tipos de paciente. Para algunos cuadros muy específicos la
psicoterapia resulta aún superior que el tratamiento farmacológico puro (cuadros
depresivos, fobias y ataques de pánico).
La psicoterapia produce cambios que se mantienen en el tiempo. Se mantienen
estables en los primeros meses y luego declinan paulatinamente. Por lo tanto, es
importante enfatizar los diseños a largo plazo en lugar de los a corto plazo. Los estudios
verifican que las intervenciones psicológicas funcionan en términos generales. Todos
los tratamientos psicológicos producen algún tipo de cambio psicológico significativo.
Existen hallazgos mixtos en relación con la superioridad de una escuela sobre otra. Para
algunos cuadros específicos las psicoterapias conductuales y cognitivas resultan más
eficaces (trastornos de ansiedad).
La psicoterapia trae consigo muchas bondades, un precio desestimable en tiempo
y dinero comparándola con la gran productividad, la tranquilidad personal, el equilibrio
con el mudo interior y exterior y la formulación de un aliciente existencial, para los
profesionales dedicados al área también es una herramienta inestimable de
conocimiento, objetividad, visión y revisión que le llevan a los límites de sí mismo para
observar nuevos horizontes de crecimiento.
GLOSARIO

Abstinencia: Abstención o limitación de determinados placeres, especialmente de la


gula o del sexo, motivada por razones morales o religiosas, o bien por higiene o
necesidad eventual. El término encuentra también un amplio uso en psicofarmacología
para referirse a la adicción a las drogas.
Análisis de sueños: Forma de satisfacción disfrazada por un deseo reprimido o
suprimido. Como el sueño es una forma de compromiso, entre el deseo pulsional y la
censura, la interpretación debe transitar en sentido contrario el camino recorrido por el
trabajo del sueño, transformando el contenido latente en el inconsciente en el contenido
manifiesto expuesto por la escena onírica.
Angustia: El término angustia se asocia generalmente con el de ansiedad porque la
diferenciación terminológica es posible sólo en las lenguas de origen latino. En alemán,
en efecto, existe un único término, Angst, y en inglés sólo anxiety. La palabra Angst
suele ser traducida por los psicoanalistas como “angustia” y por los psicólogos como
“ansiedad”. Los psiquiatras prefieren hablar de “ansiedad” para referirse sólo a los
aspectos psíquicos de la emoción en cuestión, y emplean el término “angustia” cuando
hay manifestaciones somáticas concomitantes, a veces sumamente llamativas.
Asociación libre: Regla fundamental, en el tratamiento analítico, para el reconocimiento
del inconsciente y la interpretación de los sueños. Se le pide al paciente que renuncie de
modo voluntario, hasta donde le sea posible, a la censura consciente o de expresar
libremente sus pensamientos, sentimientos, esperanzas, sensaciones, ideas, sin fijarse si
le parecen desagradables, insensatos, no pertinentes o no relevantes
Bullying: Acoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada, a un alumno
sus compañeros.
Catarsis: Significa “purificación”, indica la liberación del individuo de una
contaminación o “miasma” que daña o corrompe la naturaleza del hombre. Se conocen
diferentes formas de catarsis, cada una de las cuales asigna a la palabra un significado
especial.
Clarificación: Técnica de intervención verbal no directiva que se aplica durante la
entrevista, consistente en que el terapeuta hace una pregunta al paciente para que este
elabore los contenidos de los que estaba hablando inmediatamente antes de la
intervención del terapeuta, o para comprobar que se han comprendido correctamente las
palabras del paciente.
Contratransferencia: Conjunto de reacciones emocionales conscientes o inconscientes
del psicoanalista hacia el paciente, especialmente hacia los afectos de éste proyectados
sobre aquél.
Crisis de pánico: Crisis de pánico o de ansiedad se define como una experiencia de
intenso miedo, que aparece de forma súbita y va acompañada de síntomas físicos como
palpitaciones o elevación de la frecuencia cardiaca, sudoración temblores o sacudidas.
Duelo: Estado psicológico consecuente a la pérdida de un objeto significativo que
formaba parte integrante de la existencia. La pérdida puede ser de un objeto externo,
como la muerte de una persona.
Fobias: Temor irracional e invencible hacia objetos o situaciones específicas que, según
el buen sentido, no deberían provocar temor.
Intrapsíquico: Término utilizado para indicar el lugar de una dinámica psíquica, que
puede darse dentro del sujeto, entre dos o más instancias psíquicas (intrapsíquico), o
entre el sujeto y otros sujetos (interpsíquico).
Persuasión: Creencia cuya certidumbre se apoya en una base subjetiva, como ya lo
indicaba Platón cuando distinguía “el pensamiento que se genera en nosotros por la vía
de la enseñanza y la opinión por la vía de la persuasión.
Psicosis: Término psiquiátrico, adoptado también por el psicoanálisis, para indicar
condiciones psicológicas cuyas características permiten distinguir las psicosis de las
neurosis y de las psicopatías.
Relación: Se define como relación a una conexión o vínculo establecido entre dos entes,
lográndose así una interacción entre los mismos, esta terminología debido a su amplio
concepto puede ser aplicado en distintas áreas y su concepto se modificará un poco
según el ámbito que se describa.
Resistencia: Término psicoanalítico que se refiere a la oposición inconsciente del sujeto
sometido a análisis.
Responsabilidad social: Es el compromiso, obligación y deber que poseen los
individuos, miembros de una sociedad de contribuir voluntariamente para una sociedad
más justa y de proteger el ambiente.
Silla vacía: Es una de las herramientas de la terapia Gestalt que resultan más llamativas
ya que las personas que se sientan ante una silla vacía y se dirigen a ella como si allí
estuviera sentado un ser relevante para ellas; un ser que, de algún modo, se ha visto
implicado en un hecho que les cambió la vida.
Sugestión: Aceptación acrítica de una opinión, idea, o comportamiento que nace del
sujeto mismo (autosugestión) o de la influencia de los otros (heterosugestión).
Transferencia: La transferencia designa en general la condición emotiva que caracteriza
la relación del paciente con el analista, y en sentido específico la transferencia hacia la
persona del analista de algunas representaciones inconscientes propias del paciente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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narrativa, Manual de Psicoterapias Cognitivas. (Ed.) Paidós.
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