Embargo Retentivo
Embargo Retentivo
Embargo Retentivo
En principio, para poder trabar un embargo retentivo en manos de terceros, es menester que sea
en virtud de un título autentico o bajo firma privada que debe contener un crédito, que sin lugar a
dudas tenga carácter de cierto, líquido y exigible; sin embargo, al tratarse en principio de una
medida conservatoria, no se requiere de un título ejecutorio propiamente dicho para trabarlo, ni
de su exigibilidad.
estableció una diferencia entre el embargo retentivo y la oposición pura y simple, precisando que
mientras el primero se encuentra sometido a las regulaciones establecidas por los artículos 557 y
siguientes del CPC, la oposición pura y simple no entra en el dominio de aplicación de la citada
disposición legal, y no puede por tanto constituirse en un obstáculo o en una prohibición para que
un tercero embargado, si no existe embargo retentivo regular y válido, retenga las sumas o valores
retenidos a causa de una oposición pura y simple, salvo aquellos casos expresamente establecidos
por la ley.
que las formalidades prescritas para la validez de embargos retentivos no son aplicables a simples
oposiciones hechas por un coindiviso; establecido esto en la sentencia No. 937, de fecha 26 de
abril del año 2017 de la SCJ, razonando que toda persona sujeta a indivisión puede tomar las
medidas necesarias para la conservación de los bienes indivisos; que estas medidas tienen por
objeto sustraer el bien indiviso de un peligro inminente sin comprometer seriamente los derechos
de las demás personas sujetas a la indivisión.
La oposición constituye una medida conservatoria cuyo fundamento y efectividad son de carácter
precautorio y provisional, hasta tanto se resuelva una situación jurídica contenciosa o se defina
una situación jurídica sujeta a interpretación o al transcurso de cierto plazo; además, de que la SCJ
tuvo a bien establecer en una ocasión, que si bien es cierto que dicha medida no está sujeta a las
formalidades prescritas para los embargos retentivos y conservatorio general, por cuanto para su
interposición no se requiere de un crédito cierto, líquido y exigible, ni autorización por decisión
judicial, ni demandarse su validez, produce los mismos efectos que el embargo retentivo en
cuanto indispone e inmoviliza los bienes en manos de terceros, y por vía de consecuencia, el
embargado debe abstenerse de entregar los valores objeto de la oposición o realizar actuaciones
contra las pretensiones de quien la notifica, ya que de ignorar o descartar los efectos de la
indicada medida, lo hace bajo su propio riesgo y cuenta, debiendo asumir las consecuencias
jurídicas que de ella se puedan derivar.
donde establece que la oposición:“…produce los mismos efectos que el embargo retentivo en
cuanto indispone e inmoviliza los bienes en manos de terceros…”,“…y no puede por tanto
constituirse en un obstáculo o en una prohibición para que un tercero embargado, (…) retenga las
sumas o valores retenidos a causa de una oposición pura y simple,…” constituyendo esto un
cambio de criterio sin haber hecho la salvedad de la misma, el cual era su deber, además de que
debe establecer el por qué lo hacen, ya que cuando se produce un cambio del criterio
jurisprudencial, sin una debida justificación y motivación de manera adecuada, sin exponer las
razones que justifican el nuevo criterio, constituye una violación a los principios de igualdad y de
seguridad jurídica
el tercero a quien se notifica una oposición o el tercero embargado, por asimilación, no es juez de
la validez de la oposición, ni tiene que apreciar su mérito o buen fundamento…