La Prueba
La Prueba
La Prueba
1. DEFINICIÓN
La demanda es el acto típico de iniciación procesal. Por este acto procesal se inicia el
proceso. El derecho de acción se ejerce a través de la demanda, por medio de la cual se
deduce la pretensión en contra del demandado.
Es aquella actividad de carácter procesal cuya finalidad consiste en lograr la convicción del
juez o tribunal acerca de la exactitud de las afirmaciones de hecho operadas por las partes
en el proceso.
Por la prueba las partes demuestran la verdad de su afirmación, es a través de ella que se
convence al juez sobre lo discutido o dudoso. Recordemos que la prueba se aporta, cuando
existen hechos controvertidos. Art. 61 CPCYM.- Nos indica cuáles son los requisitos de toda
primera solicitud.
Menos eficaz es la representación mediante relatos ya que los que realizan las partes, son
de especial interés; de ahí que los relatos de los sujetos procesales solamente sean creíbles
en cuanto sea contrario a sus intereses y nunca corran por su misma dirección.
Las fallas naturales de la memoria, las interferencias de elementos ajenos que turban el
recurso, son otras de las deficiencias del relato. Aún más, en el proceso escrito los
receptores o escribientes de la narración, jamás pueden transcribir, aunque se lo
propongan, la versión fiel del relato.
La regla general que conviene retener es que existen variantes en la eficacia de los diversos
medios de prueba. Dependiendo de la mayor o menor proximidad del juez. A mayor
proximidad mayor eficacia; a mayor lejanía menor valor de convicción.
3. EL OBJETO DE LA PRUEBA
Los juicios de hecho son objeto de la prueba; los juicios de derecho, no. el derecho no es
objeto de prueba, únicamente se prueban los hechos alegados por las partes.
Solamente los hechos controvertidos, también, son objeto de la prueba. Las pruebas deben
ceñirse al asunto por el cual se discute; aquello que es objeto de proposiciones
contradictorias en los memoriales de las partes. La prueba, en este sentido, debe sobrevenir
sobre los hechos controvertidos y, para determinarlos se necesita una actuación
depuradora previa, con el objeto de saber qué hechos deben ser probados y cuáles no.
Los hechos que pueden ser objeto de prueba y materia de la misma son:
a) El hecho constitutivo, tal como sucede con un préstamo en materia civil.
b) El hecho extintivo, tal como sucede con el pago de un préstamo.
c) El hecho invalidatorio, tal caso sucede con la falta de facultad de un mandatario que
otorgó escritura de compraventa de un bien inmueble a nombre de su mandante; y
d) El hecho convalidatorio, tal caso sucede con la ratificación solicitada de un memorial
de demanda por la parte actora pedida por la parte demandada, para que le sirva
de prueba en el juicio en aplicación del principio de adquisición procesal.
Contrario a lo indicado, existen hechos que no son objeto de prueba o materia de la misma,
entre los que se citan a:
a) Los hechos admitidos expresamente: los hechos no impugnados por las partes, se
tienen por admitidos, la lógica aconseja el ahorro de esfuerzos innecesarios, porque
los hechos aceptados por el adversario no merecen exigencia para pedir se
convaliden. Lo fundamental es que la prueba debe recaer únicamente sobre hechos
controvertidos no aceptados.
b) Los hechos admitidos tácitamente: los hechos que el actor debe producir totalmente
son de prueba basados en el principio de que sobre de él recae la carga de probar
sus afirmaciones de hecho. En el caso de que el demandado fuera declarado rebelde.
c) Los hechos presumidos por la ley o presunciones legales: no es necesario probar los
hechos sobre los cuales recae una presunción legal (iure e de iure). La presunción
legal es una proposición normativa que se encuentra expresamente contenida en la
ley acerca de la verdad de un hecho. Ejemplo existe el principio que nadie puede
alegar ignorancia de la ley o que no se necesita probar que el hijo nacido del
matrimonio de los padres es hijo de ellos.
d) Los hechos evidentes: se encuentran fuera del objeto de la prueba la demostración
de los hechos evidentes. Ejemplo. es que nadie puede negar la luz del día o la
obscuridad de la noche o que la luz favorece la visión de las cosas y la obscuridad las
oculta.
e) Los hechos normales: a falta de prueba, los hechos deben suponerse conforme a lo
normal y regular ocurrencia de las cosas. La regla general es que los hechos normales
no son objeto de prueba; el conocimiento de los hechos son parte del saber privado
y pueden invocarse en los fundamentos y considerandos de la sentencia. Ejemplo es
que la parte sostenga que la visibilidad era perfecta en la noche y para ello, tendrá
que producirse prueba sobre ese extremo; y
f) Los hechos notorios: tampoco son objeto de probanza, aunque no sea una regla
general, los hechos notorios porque un hecho puede ser notorio sin ser conocido
por todos. Ejemplo de ello es la explosión atómica de Hiroshima; este hecho es
conocido por los habitantes del mundo pero, esta circunstancia también es ignorada
por muchos lo que no significa que no haya sucedido o que sea notorio. En principio
lo notorio no necesita probarse, aunque la ley establece la excepción cuando regula
la evidencia como determinante de un derecho, tal como sucede con la posesión
notoria de estado civil.
4. CLASES DE PRUEBA
La prueba puede ser:
a) Por Confesión:
Aquella que surge por declaración que sobre lo sabido o hecho por él, hace alguien
voluntariamente o preguntado por otro. En nuestra legislación es el resultado de la prueba
denominada declaración de parte regulada en el numeral 1º. Del artículo 128 CPCYM y del
130 y 141 del mismo cuerpo legal. Es un medio de prueba tasado, pues produce plena
prueba.
c) Prueba pericial:
Denominada en nuestra legislación como Dictamen de Expertos es la que surge del
dictamen de peritos, es decir, personas llamadas a informar ante un tribunal por razón de
sus conocimientos especiales y siempre que sea necesario tal asesoramiento técnico o
práctico del juzgador sobre los hechos litigiosos. Art. 128 # 3º. Y del art. 164 al 171 CPCYM.
e) Documental:
También llamada instrumental es la que se realiza por medio de documentos privados,
documentos públicos, libros de comerciantes, correspondencia o cualquier otro escrito. Art.
128 #5 y del art. 177 al 190 CPCYM.
f) Prueba conjetural:
Es la que resulta de indicios, señales, presunciones o argumentos. Art. 128 # 7º. Y lo regula
en los artículos 194 y 195 CPCYM: las clasifica en legales: que son aquellas que el legislador
incluyó en la ley y las humanas: que surgen de la deducción que hace el juzgador.
Juri et de jure: Que es aquella suposición legal que no admite prueba en contrario.
En nuestra legislación lo preceptuado en el artículo 3de la Ley del Organismo Judicial
que establece que contra la observancia de la ley no puede alegarse ignorancia,
desuso, costumbre o práctica en contrario es un típico ejemplo de esta clase de
presunción legal.
Juris tantum: Que es aquella presunción que sí admite prueba en contrario, o sea
que es aquella presunción establecida en la ley que puede ser destruida por prueba
en contra. Ejemplos: art. 3 la conmorencia, art. 34 presunción del domicilio
voluntario, art. 199 y 182 la presunción de la paternidad y filiación matrimonial y
cuasi matrimonial. Todas ellas admiten prueba en contrario.
a) Pruebas Directas por Percepción: son aquellas por las que el juez constata por sí
mismo el hecho sujeto a litigio, corresponde fundamentalmente a esta clase de
Prueba el Reconocimiento Judicial.
b) Pruebas por Representación: por ellas el juez a través de documentos y personas
puede constatar un hecho pasado en el presente. Cuando es por medio de personas,
pueden ser personas ligadas al proceso o terceros, en consecuencia existen:
Prueba por representación a través de documentos: Nos referimos a la
prueba documental.
Prueba por representación a través de personas ligadas al proceso: nos
referimos a la declaración de parte.
Prueba por representación a través de terceros o personas no ligadas al
proceso: nos referimos a la declaración de testigos.
c) Prueba por Inducción o Deducción: por este medio de prueba, el juez llega a
comprobar los hechos sujetos a litigio, mediante la inferencia que el juzgado extrae
de los hechos probados en autos. Es decir, nos referimos en especial a la prueba de
presunciones.
5. LA CARGA DE LA PRUEBA
La carga de probar las afirmaciones de hecho supone saber a quien de las partes, al actor o
al demandado, les toca hacerlo.
La ley contempla expresamente los casos en los cuales los litigantes deben probar sus
afirmaciones y aseveraciones de hecho, tomando en consideración las distintas
disposiciones formuladas para cada quien en el juicio. Asimismo la ley crea al litigante una
situación de no creer en sus afirmaciones, en el caso de que no fueran probadas. La carga
de la prueba supone, entonces, un imperativo del propio interés de cada litigante; es una
circunstancia de riesgo que consiste en que no pueda probar los hechos, pierde el juicio.
La carga de la prueba presenta algunos aspectos interesantes de los cuales se detalla que:
a) La carga en materia de obligaciones: impone al actor pruebe los hechos que
suponen la existencia de la obligación reclamada y al demando que pruebe los
hechos que la extinguen y apartan de ella.
b) La carga de prueba en materia de hechos y actos jurídicos: impone que tanto el actor
como el demandado prueben sus respectivas proposiciones de hecho.
c) La carga de probar en materia de afirmaciones y negaciones: supone que tanto el
actor como el demanda han de probarlas. La carga de la prueba en este caso se
reparte entre ambos litigantes, porque ambos deben convencer al juez de la verdad
de sus afirmaciones o negaciones, ya que los hechos no probados se tienen por
inexistentes.
En síntesis, las partes tienen la carga de probar sus respectivas proposiciones de hecho; si
pretenden algo, deben probar los hechos constitutivos de su pretensión y si contradicen la
pretensión del adversario, han de probar los hechos extintivos o las circunstancias
impeditivas de esa pretensión. Los jueces, en estos casos, apreciarán las pruebas de acuerdo
con lo establecido en las reglas de la sana crítica. Art. 126 CPCYM.
6. EL PROCEDIMIENTO PROBATORIO:
La prueba en el proceso civil puede ser valorada por el Juez, siempre y cuando cumpla con
el procedimiento probatorio. El procedimiento probatorio es una manifestación del
contradictorio, así como no se puede concebir un proceso sin debate tampoco es factible
aceptar que una parte aporte prueba, sin la fiscalización del juez y del adversario.
En el derecho procesal debe existir un orden que permita incorporar la prueba mediante
pasos conocidos como procedimiento probatorio. Está conformado por tres etapas: el
ofrecimiento, e petitorio, proposición o petición de la prueba y el diligenciamiento.
Se hace una pausa aquí, únicamente para expresar que pese a que exista un procedimiento
probatorio, que da la posibilidad de que el juez incorpore al proceso pruebas, sin que se
cumpla con ese procedimiento, y es el caso del auto para mejor fallar que regula nuestra
legislación procesal en su artículo 197 y por el cual el juez puede acordar para mejor proveer
el diligenciamiento de los siguientes medios de convicción:
a) Traer a la vista cualquier documento que interese al proceso
b) Practicar reconocimiento judicial o avalúo.
c) Traer a la vista cualquier actuación que tenga relación con el proceso.
Por consiguiente, con el auto para mejor fallar el juez puede incorporar al proceso pruebas
que no han cumplido con el procedimiento probatorio, pero únicamente las que señala el
artículo 197 del CPCYM.