Analisis - Adtivo
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PRETENCIONES
En julio de 2008, EAAB dio a conocer las condiciones y términos para presentar propuestas
con la finalidad de contratar servicio de vigilancia y seguridad privada. En la invitación se
definió que la calificación económica se realizaría mediante el cálculo de la media
aritmética y que se le otorgaría al mayor puntaje a quien ofertará el valor total corregido
más cercano a la media aritmética. En esa invitación también se mencionó que los servicios
agregados que debían ser proporcionados por el contratista no se tendrían en cuenta para
efectos de la evaluación, por ende, la Unión temporal no incluyó dentro del valor de su
oferta los costos de los servicios agregados pero la EA Abe siglos tuvo en cuenta. La Unión
temporal esto su inconformidad con la evaluación económica realizada mediante el envío
de 2 oficios a la empresa. en agosto de 2008 la empresa de acuerdo y alcantarillado de
Bogotá profirió un acto por medio del cual aceptó la oferta de servirconfor.
Las demandantes apelaron la decisión del Tribunal alegando que la sentencia partía de un
supuesto equivocado, ya que las demandantes no pretendían que se revaluarán las ofertas
sino que se definiera si los criterios de selección objetiva dispuesto por la empresa de
acueducto y alcantarillado de Bogotá habían sido empleados para la selección, alegando,
de igual forma, que los términos y las condiciones que se habían definido habían sido
cambiados en que dicha consideración no fue tenida en cuenta por el tribunal.
Para resolver el primer problema jurídico, la sentencia se basa en el artículo 104 del código
de procedimiento administrativo y de lo Contencioso administrativo, y con base en el
criterio orgánico que introdujo la ley 1107 de 2006, esta controversia debe ser solucionada
por la jurisdicción de lo Contencioso administrativo por verse involucrada en ella una
entidad pública, en este caso la empresa de acueducto y alcantarillado de Bogotá tiene la
calidad de empresa industrial de orden distrital, por ende, es una entidad de carácter
público.
Para resolver el segundo problema jurídico, y teniendo en cuenta que dentro de las
pretensiones las demandantes solicitaron la nulidad de un acto administrativo, la sala se
basó en la sentencia S 701 del 23 de septiembre de 1973 la cual señaló que los actos de las
empresas de servicios públicos domiciliarios son por regla general actos privados. Teniendo
en cuenta que la empresa de acueductos y alcantarillado de Bogotá es una empresa
prestadora de servicios públicos domiciliarios, y que no se encuentra dentro de ninguna de
las excepciones para poder proferir actos administrativos la empresa no estaba ni está
expresamente habilitada, constitucional ni legalmente, para emitir actos administrativos,
también el artículo 31 de la ley 142 de 1944 establece que el régimen aplicable en las
decisiones de las empresas de servicios públicos previas a la celebración del contrato es
fundamentalmente derecho privado. Por lo tanto, el acto precontractual de aceptación de
oferta no es un acto administrativo, sino una decisión que se rige por el derecho privado, los
cuales pueden denominarse actos contractuales, mas no administrativos.
Para la solución del tercer problema jurídico, la sala resaltó que no existía ninguna
jurisprudencia que se refiriera a la solución de actos contractuales en este tipo de casos, sin
embargo, el consejo de estado cito una sentencia de la subsección A del 29 de noviembre
de 2014, la cual señaló que para efectos de determinar el medio de control procedente para
analizar una controversia deberá estudiarse previamente la fuente del daño alegado, y
resaltó que cuando el daño provenga de la ilegalidad de un acto administrativo particular la
acción procedente será la de nulidad y restablecimiento del derecho y teniendo en cuenta
que lo que las demandantes entendían como un acto administrativo no era más que a un
acto contractual, de forma que, la acción empleada por las demandantes lo fue la adecuada.
En principio en la sentencia se establece que las partes debían acreditar que la decisión que
tomó la empresa de acuerdo todos y alcantarillado de Bogotá en la aceptación de la oferta,
las demandantes debían probar si ello tuvo un efecto en su esfera patrimonial, lo que no fue
demostrado por la actora, ni tampoco se probaron (ni pidieron siquiera) perjuicios propios
del llamado interés negativo, comúnmente atados a gastos ocasionados con motivo de las
tratativas y negociaciones.
Cabe resaltar que en la sentencia realizan una distinción en lo que es refiere a oferta y a
invitación, siendo la primera en la que se insinúa el deseo serio y leal de querer contratar y
que solamente dará lugar a la responsabilidad propia de quien quebrante los deberes de
corrección y buena fe que gobiernan la actividad preparatoria de contratos, en cambio , la
simple invitación a negociar carece de ese atributo ya que no es otra cosa que la
exteriorización del ánimo serio de emprender negociaciones, iniciativa que suele plantearse
como el deseo de atender las ofertas que otros formulen. Para la sala es claro, que la
empresa de acueducto y alcantarillado de Bogotá no realizó una oferta sino una invitación a
presentarlas. Esto, excluye la posibilidad de que se hubieran ocasionado perjuicios
indemnizables por ese supuesto de responsabilidad precontractual, razón por la cual, la sala
decidió no ocuparse de ese aspecto.
Con base en lo anterior y en los hechos y de la normativa aplicable al caso se desprende que
el actuar desplegado por la EAAB constituyó un incumplimiento del deber de lealtad y de
buena fe precontractual. El hecho de haber incluido reglas confusas en las “Condiciones y
Términos” de la invitación, que generaban una expectativa equívoca en los proponentes, y
con base en las cuales seleccionó a un contratista, es clara muestra de la vulneración al
deber de lealtad negocial, de la falta de diligencia y cuidado durante esta etapa.