Mapa Geologico
Mapa Geologico
Mapa Geologico
TÉCNICAS DE MAPEO
Mapa de campo y fotografía aérea
La fotografía vertical desde un helicóptero se utiliza a menudo para relevar un terreno que se
quiere estudiar geológicamente. Estas fotografías se ensamblan luego y se contrastan con el
mapa de la zona. Esta nueva información que se agrega sobre el mapa permite observar
elevaciones del terreno, y cómo se relacionan entre sí (a qué distancia se encuentran las
formaciones, etc).
Notas de campo
Las notas de campo son las observaciones directas que se hacen en las jornadas de exploración.
El geólogo apunta en un cuaderno lo que observa en el terreno, información que luego también
servirá para completar la construcción del mapa geológico.
Simbología del mapa
Los mapas geológicos, para su correcta interpretación, incorporan una leyenda en la que se
describen los símbolos y colores que aparecen en el mapa junto con una explicación de su
significado. En ocasiones suele incluir columnas estratigráficas y cortes geológicos.
Muestras
En el trabajo de campo el geólogo recoge muestras de las diferentes formaciones rocosas que
afloran en superficie. En un primer momento realiza un reconocimiento visual que se
complementará posteriormente con un estudio microscópico que determine la composición
mineral y textura de cada muestra. El objetivo final es clasificar correctamente las formaciones
litológicas que se representarán en el mapa.
Fotografía
La fotografía, ya sea sobre el terreno o bien fotografía aérea, es una herramienta de gran valor
para la realización de mapas geológicos ya que ayuda a comprender el terreno sobre el que se
está trabajando.
Un mapa consta de los siguientes elementos:
Elementos topográficos. Son los elementos necesarios para ayudar a entender la geología
de la zona que representa. Por ello muestra, la topografía mediante las curvas de nivel, la
toponimia, la red viaria, la red hidrográfica, lagos y mares en los que se incluyen las líneas
con diferentes profundidades.
Leyenda y símbolos geológicos. Incluye datos de edad y litología. La siguiente imagen
muestra la leyenda de un mapa geológico.
Esquema tectónico. Es un croquis que recoge la información sobre los principales
pliegues y fallas presentes en el mapa.
Esquema regional. Es un croquis que permite situar el mapa en un contexto más amplio.
Columnas estratigráficas. Se trata de un esquema, a modo de columna, que representa
la sucesión de materiales representado en el mapa.
Contactos sedimentarios: son los contactos originarios entre rocas sedimentarias, o entre
estas y su sustrato; los más comunes son “el contacto normal o concordante”, los
“contactos transicionales” y los “contactos discordantes”
Contactos ígneos: son los contactos que limitan masas de rocas ígneas intrusivas de las
rocas encajantes, o entre ellas mismas; en el caso de las rocas volcánicas la base de las
coladas de lava también se considera así.
Límites de procesos metamórficos: corresponden a los contornos de los volúmenes
rocosos afectados por metamorfismo, es decir, el límite de la aureola de metamorfismo de
contacto, o bien los límites entre diferentes zonas de metamorfismo regional.
Contactos mecánicos: son aquellos contactos entre unidades rocosas que corresponden a
superficies de fractura, acompañados de un movimiento relativo de los dos bloques
delimitados por éstas. Pueden ser de varios tipos, los más comunes son las “fallas
normales”, los “cabalgamientos” y las “fallas inversas”.
Cada tipo de contacto se representa en el mapa mediante líneas de trazo, color o simbología
específicas (figura 2). Cuando no es posible determinar con precisión sobre el terreno la traza de
un contacto, debido a las condiciones de afloramiento, se indica en el mapa geológico como
“contacto supuesto o deducido”.
En el mapa geológico también se representan las trazas de otras superficies: son aquellas que
caracterizan las estructuras de plegamiento (planos axiales) u otros elementos geológicos
relacionados con la geometría interna de unidades cartográficas o conjuntos de éstas (diaclasas,
trazas de foliación, etc.). A diferencia de los contactos, estas líneas no delimitan unidades
cartográficas.
En los mapas geológicos se incluyen, convenientemente simbolizados, los datos de las
medidas de orientación de las superficies (estratificación, diaclasas, clivaje, etc.) y datos
relativos a las estructuras lineales (ejes de pliegue, estrías de falla, etc.) necesarios para su
correcta lectura e interpretación. También se representa la situación de yacimientos
paleontológicos cuyos datos se hayan utilizado para datar los materiales que los incluyen,
indicios minerales, fuentes, sondeos y pozos, entre otros.
El sistema de representación de los elementos cartográficos descritos tiene por objetivo
facilitar la lectura del mapa, proporcionando de manera sencilla indicaciones sobre la
distribución de las unidades cartográficas, su edad y las relaciones espaciales y cronológicas
entre ellas, y también indicaciones sobre su disposición en profundidad. Esta capacidad para
comunicar información sobre dimensiones adicionales (subsuelo, tiempos pasados) y la
componente interpretativa, sitúa el mapa geológico a un nivel diferente respecto a otros mapas
temáticos.
Todos los mapas geológicos van acompañados de una leyenda descriptiva de las unidades
cartográficas y de una relación de los símbolos geológicos (contactos, trazas y elementos
puntuales) utilizados (figura 2a). En la leyenda de las unidades cartográficas se explican las
características de cada volumen rocoso cartografiado. En general, las leyendas son
esencialmente descriptivas, pero también informan sobre la génesis de cada unidad, sus
propiedades, su edad, los nombres formales u otros datos que se consideren relevantes. La
ordenación de las unidades cartográficas en la leyenda es cronológica, de más moderna arriba a
más antigua abajo. Esta sistematización es evidente para el registro sedimentario, si bien es algo
más compleja en el momento de incluir las rocas ígneas y metamórficas. La leyenda de
símbolos convencionales es la relación y la explicación de la simbología gráfica de los
contactos entre las unidades cartográficas y otras trazas y elementos puntuales.
Los mapas geológicos pueden incorporar otros elementos gráficos que amplían la información
expresada en el mapa y complementan la descripción de las unidades cartográficas. En el caso
del registro sedimentario se incluyen columnas estratigráficas (figura 3), paneles de
correlación y esquemas de relaciones estratigráficas. Para facilitar la visualización de la
estructura en profundidad se incluyen los cortes geológicos (figura 4) o los bloques diagrama
(figura 2b).
Las columnas estratigráficas son una representación gráfica de la sucesión vertical de las
rocas sedimentarias y volcánicas tal y como se depositaron: las más antiguas en la parte inferior
y las más modernas en la superior; la potencia (el grosor) de cada unidad se mide directamente
en el campo y se representa a escala. En la columna estratigráfica se indica la constitución
litológica de cada unidad mediante una simbología específica.
Los esquemas de relaciones estratigráficas y los paneles de correlación sintetizan
conceptualmente la posición relativa de cada unidad cartográfica respecto a las otras unidades y
también respecto a las estructuras geológicas. Proporcionan una idea sobre la sucesión de
acontecimientos geológicos y la relación entre ellos, completando la información expresada en
la leyenda de las unidades cartográficas.
Los cortes geológicos son la representación gráfica, en un plano vertical, de la interpretación de
la disposición de los materiales en el subsuelo (figura 4). Los cortes geológicos se construyen
mediante la proyección en profundidad de los datos obtenidos en superficie, esencialmente la
posición de los contactos, las medidas del buzamiento de las capas y las relaciones entre los
diferentes volúmenes rocosos. Son un modelo de la distribución real de las rocas en
profundidad, coherente con el resto de la información del mapa. La interpretación en
profundidad es más exacta si se dispone de información sobre el subsuelo, como pueden ser los
sondeos.
En resumen, la información en los mapas geológicos se estructura de forma que permita
diferentes niveles de lectura, desde la más básica, en la cual el usuario identifica la litología en
un punto concreto del terreno (dos dimensiones, 2D), la previsión de lo que se puede encontrar
en profundidad para un punto concreto (tres dimensiones, 3D) hasta poder deducir la sucesión
de acontecimientos geológicos a lo largo del tiempo (cuatro dimensiones: 3D + Tiempo) de la
región que abarca el mapa, es decir, la historia geológica.